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RECENSIONI
BRUGNA Ciro, Aportes para el conocimiento de Laura Vicuña. Buenos Aires, (Instituto
Salesiano de Artes Gráficas) 1990, 362 p.
CASTANO Luigi, Santità e martirio di Laura Vicuña. Roma, Istituto Figlie di Maria
Ausiliatrice 1990, 256 p.
Estos dos recientes trabajos sobre la «neo-beata» Laura Vicuña, que con
diferencia de meses (enero, abril 1990) han visto la luz en Buenos Aires y Roma
respectivamente, hablan del interés despertado por la vida de esta adolescente, cuyo
«conocimiento todavía (...) no parece agotado», confiesa uno en la Presentación
(p. 9) y el otro en el mismo Título.
Conviene dejar sentado que los autores, ambos salesianos, pueden ser
considerados «conocedores» de la monografiada. Castano, por tantos años
postulador general para la causa de los santos, ha trabajado con entusiasmo, desde
1950, en la «reconstrucción histórico-hagiográfica» de Laura Vicuña. Brugna,
«actual párroco de S. Martín de los Andes y celoso misionero salesiano de nuestras
tierras neuquinas y patagónicas» (p. 6), vive y ha pisoteado palmo a palmo los
lugares, el habitat, donde morara la «beata» adolescente.
Se hace la recensión al alimón, no sólo porque estudian al mismo personaje
sino porque, aún con perspectivas diversas, se citan el uno al otro: Castano reconoce
«tener en cuenta los nuevos documentos descubiertos y publicados» (p. 15), meses
antes, en la obra de Brugna, quien, a su vez, se sirve de la biografía de Laura
Vicuña, escrita por Castano.
Ninguno de los dos pretende ofrecer una nueva biografía: Castano, porque —
en continuas ediciones complementarias— ya lo hizo: Laura Vicuña l'eroica Figlia di
María delle Ande Patagoniche (Torino, SEI 1958); Laura, la ragazza delle Ande
(Torino, LDC 1983); Tredicenne agli altari (LDC 1988). Y Brugna confiesa que «lo
que presenta no es una biografia completa, sino un conjunto de novedades, con estilo
biográfico, útiles para otros investigadores» (p. 9); o, como sugiere su prologuista,
«no es justamente una biografía, sino, más bien, un intento por penetrar y aclarar
todas aquellas situaciones o circunstancias que estaban reclamando respuestas a los
biógrafos» (p. 6).
Pero ambos se sienten en la necesidad de colmar el vacío de la falta —en el
estudio— de, al menos, su semblanza biográfica, reeditando la primera Vida de
Laura Vicuña, alumna de las Hijas de María Auxiliadora e Hija de María
Inmaculada. (Santiago de Chile 1911), escrita por su confesor, «el presbítero
salesiano Augusto Crestanello».
La «vasta y compleja» documentación, a más de contar con precisa bibliografía
«histórico-científica» (p. 14), despliega una variada gama de fuentes «procesales y
archi vi sticas»: En Castano, como experto postulador general, abundan las fuentes

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Recensioni
«procesales» de la causa de beatificación de Laura (pp. 14-15), mientras que Brugna
—espigando tan sólo en los procesos (pp. 13-14)— prodiga las fuentes archivísticas
(pp. 11-12), los «nuevos testigos interrogados ex auditu» (capítulos VIII e IX), los
«Apuntes» inéditos —en facsimil— de A. Crestanello y los de Carmen Ruiz (Apéndi-
ces I y II): todo ello enriquecido con profusión de material gráfico: ilustraciones,
grabados, estadísticas, reproducción de planos, fotografías y facsimiles.
Y ambas obras, elaboradas —según confesión de sus autores— «con máxima
escrupulosidad y fidelidad a las fuentes» (p. 10) y con el debido «rigor metodológico»
(p. 7), divergen en su realización estilística: la de Castano refleja el orden interior,
prefijado por el fin, en su cuidada expresión literaria. Brugna, menos avezado a estos
menesteres literarios, busca su objetivo con un lenguaje espontáneo, directo, descrip-
tivo —y, por ello, repetitivo—, que puede dar, a veces, la impresión de un desorden
estructural, en realidad inexistente. En este caso «el fin justifica (condiciona) los me-
dios», es decir, el estilo: en Castano, aún sin pretender «prevenir el juicio supremo
de la Iglesia, a la que compete proclamar el martirio de los hijos», brinda pruebas
testimoniales tales que hacen ver en Laura «fúlgida figura de mártir adolescente (...)
del amor filial» (pp. 10, 233). Mientras que Brugna tiene como fin primordial «una
paciente tarea de investigación» del «cuadro social, doméstico» y religioso, en el que
se desenvuelve la existencia de Laura, hasta tal punto que hará reconocer a Castano
que «la fatiga de don Brugna, hecha de minuciosa búsqueda, brinda características
generales para la historia religiosa del Neuquén» (p. 15). «Vale, pues, su lectura —
dice el Prólogo— como doble enseñanza: historiográfica, si se quiere, y religiosa, que
mucho nos falta»; enseñanza ejercida «con entera libertad y prudente imaginación»
(pp. 6-7). Lo que llevará a Castano a ser precavido y no condividir «ciertas opinio-
nes e interpretaciones de los documentos» (pp. 15, 228), publicados por Brugna.
Las obras aparecen estructuradas así:
Luigi CASTANO, en el mismo título —Santità e martirio di Laura Vicuña-
muestra, las dos partes, en que articula su trabajo: La I Parte (pp. 21-102) es la reedi-
ción —en traducción italiana— de la Vida de Laura Vicuña (...), escrita, como ya se
ha dicho, por su confesor Augusto Crestanello, del que aquí —Introducción de esta
Parte— se presenta su «personalidad y trabajo hagiográfico». Don Brugna, repro-
duce, en facsimil, dicha Vida... —como Apéndice III—, ya que está convencido que
«junto con los 'Apuntes...', del mismo A. Crestanello (Apéndice I), que sirvieron de
base para esta biografía, estos Aportes... se verán notablemente enriquecidos» (p.
10). Don Crestanello, prescindiendo, casi por completo, del entorno social, y hasta
familiar (cap. I), sorprende a la biografiada, a los nueve años, «en el colegio de Ma-
ría Auxiliadora» (cap. II) de Junín, donde «hace la primera comunión» (cap. III),
aspira «a la vida religiosa» (cap. IV); analiza «su trato y comportamiento con las com-
pañeras» (cap. V), «su piedad, amor a la divina palabra» (cap. VI), «su espíritu de
oración» (cap. XIII), «su amor y celo hacia el Smo. Sacramento» (cap. XI), al Sdo.
Corazón de Jesús y de María Santísima» (cap. XII); enumera, sus virtudes: «mortifi-
caciones» (cap. VII), «humildad y obediencia» (cap. VIII), «caridad para con el

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Recensioni 379
prójimo» (cap. IX), «paciencia y fortaleza» (cap. X). Y, por fin, «un voto más», por
lo que «se enferma...» (cap. XIV y XV)... «recibe... la Extremaunción. - El triunfo de
la gracia. - Impresión de su muerte» (cap. XVI), con los «favores que se le atribuyen»
(cap. XVII). Más de 80 nota —a pie de página— ilustran la sencilla biografía de
Crestanello.
En la II Parte (pp. 103-233) se hace ver «con amplia discusión, el cuadro social
y doméstico, por el que Laura Vicuña se sintió impulsada a 'victimarse' para defen-
der su integridad y colocar, de nuevo, a su madre, en el recto camino de la ley divi-
na» (p. 10): ello aparece ya expresado con intencionado realismo en el enunciado de
los capítulos: // Neuquen di Laura Vicuña (I) - 77 tiranno (II) - Le vittime (III) - Legitti-
mi natali e famiglia di Laura (IV) - L'atroce duello (V) - Due grandi offerte (VI) Mesi
di passione (VII) - Verso il Calvario (VIII) - Le percosse al martirio (IX) - Duplice
trionfo (X) - Martire (XI) - Voci dell'Episcopato. - Auspici per la Chiesa (XII).
C. BRUGNA da, por supuesto, «el conocimiento general de la vida de Laurita,
que, con estas páginas espero quedará iluminada» (p. 9). Y, sin más, va desgranando
sus Aportes para el conocimiento de Laura Vicuña, en trece capítulos, en los que, a
ritmo más cronológico que lógico, «pretende relevar la (...) figura de esta adolescen-
te, a quien la Iglesia, en el ejercicio de su Magisterio, declaró Beata el 3 de setiembre
de 1988 (...) Laura (...) está rodeada por otras personas que (...) actúan en un insig-
nificante pueblecito andino, paupérrimo entonces: Junín de los Andes» (p. 15). He
aquí estas personas: El Patiru Domenico (Milanesio) (cap. I) —director de la 'Mi-
sión de Junín'—; Dos car abanas (cap. II) —la del Sur (con las primeras salesianas
llegadas a Junín) y la del Norte («el grupo familiar Vicuña, que se establece ese mis-
mo año (1899) en los alrededores de Junín»)—; La inundación (cap. III) de julio
1899. En la estancia «Las Mercedes» del Capitán Fosbery (cap. IV), hasta el ingreso
(14.2.1900) en el colegio. Los Moras (cap. V) —calvario de la madre, doña Mercedes
Pino, en la estancia «Caleufú» bajo el «patrón» Manuel Mora—, mientras las hijas,
Laura y Julia Amanda, estaban en La comunidad educativa (cap. VI) salesiana, —-es
decir, «colegio de los Padres y colegio de las Hermanas» de Junín, que «constituían
un ambiente educativo unitario»—. Y, en breves semblanzas, presenta Los educado-
res de la Misión (cap. VII), tanto salesianos como salesianas y «unos maestros lai-
cos».
Aquí da paso a las fuentes, de las que «nos servimos para nuestro trabajo (...)
principalmente»: El Protoevangelio (cap. VIII) —escritos de don Felix Ortiz, el «ini-
ciador... protoevangelista de la 'Buena Noticia' de Laura»—, y Los cuatro evangelios
de Laura Vicuña (cap. IX), que son: El primer Evangelio, la ya citada Vida de Lau-
ra..., de A. Crestanello; El segundo Evangelio, también de Crestanello, son los llama-
dos Apuntes..., «un cuadernillo de datos y testimonios referentes a Laura (...que) no
está impreso» (Apéndice 1). «En este mismo cuadernillo una larga carta de (...) sor
Mercedes Vera —(amiga íntima de Laura, luego HMA)— será el tercer Evangelio
(también en Apéndice 1). Muchos años después, Carmen Ruiz, compañerita de gra-
do de Laura, escribió un cuaderno de cuarenta páginas, (que) es el cuarto Evangelio
de Laura» (Apéndice 2).

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Recensioni
Apoyado en tales fuentes, profundiza en La familia de Laura (cap. X), —padre, madre,
hermana— con «la verdad verdadera: Laura era hija natural» (pp. 163-172). Y, casi como
contrapunto, brota el cap. XI —«Beata Laura»—, en el que presenta «a Laura en su vida
física-temporal y en su vida espiritual». Complemento lógico son los dos últimos capítulos: el
cap. XII —Beati mortui qui in Domino moriuntur—, que narra «la santa muerte de Laura y la
conversión de su madre»: y el cap. XIII: La divulgación del Evangelio de Laura..., «de Junín
de los Andes —(donde 'las imitadoras de Laurita se multiplicaron' [pp. 238-242])— al mun-
do»..., «de la tumba a los altares»...
Dos estudios sobre la «beata» Laura Vicuña que, desde perspectivas distintas, han cum-
plido su cometido de colmar auténticas lagunas en el entorno socioreligioso, familiar, educati-
vo-espiritual, para una lectura adecuada de la vida de esta adolescente ejemplar. Además, sobre
todo Brugna, ha radiografiado el Neuquén de finales del siglo XIX, iluminando los orígenes de
la evangelización salesiana en dicha región, ante todo en el rincón andino, habitat de Laura.
Brugna finaliza su estudio, reconociendo que «la imperfección de sus 'Apuntes'» ha de ser
«una invitación a otros para que profundicen y amplíen el conocimiento de la maravillosa
existencia juvenil de la Beata Laura Vicuña» (p. 248), «silenciosa, tierna, pequeña, circunspec-
ta, entregada —concluye su cap. XI Castano, apropiándose el pensamiento del prologuista de
Brugna—. Su grandeza reside, precisamente, en su pequenez. En su alma de niña virgen y
mártir» (p. 228).
JESÚS BORREGO
[PRESTES BARBARA Laura e POMPEU de TOLEDO Lais], Conde José Vicente de Azevedo sua
vida e sua obra. S. Paulo, [Edições Loyola] 1990, 296 p.
«Quello che fu acquisito a costo della sofferenza altrui, non porta con sé la felicità». Forse
perché sapeva che il suo nonno materno, che nella seconda metà del secolo scorso possedeva
una delle maggiori fortune della Provincia di S. Paolo del Brasile, gli aveva lasciato in eredità
delle proprietà in parte provenienti dal lavoro degli schiavi, il Conte José Vicente de Azevedo
destinò tutti i proventi che da esse ricavava alle opere pie e di carità. Sorsero così una quindici-
na di opere, in grande parte situate nella collina dell'Ipiranga a S. Paolo, e finalmente la Fon-
dazione «Nossa Senhora Auxiliadora do Ipiranga», la quale presenta adesso la vita e l'operato
del suo Fondatore.
Nato a Lorena nel 1859, da una delle più importanti famiglie della città, José Vicente pre-
sto rimase orfano di padre. Questo, il Col. José Vicente de Azevedo, morì nel 1869, vittima di
un attentato politico. Sua madre, Angelina Moreira de Castro Lima, prese il posto del marito
nella conduzione degli affari e il piccolo José Vicente dovette aiutare in tutto quello che gli era
possibile sia nei lavori dell'azienda agricola della famiglia sia in casa.

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Recensioni 381
José Vicente iniziò gli studi a Lorena, poi andò a abitare a S. Paolo, dove si lau-
reò in legge. Eletto deputato all'Assemblea Provinciale, tra i progetti da lui presentati
si trova quello in cui si proponeva di istituire a S. Paolo la prima Università brasilia-
na. Non essendo stato approvato questo suo progetto, riuscì a fare approvare la legge
n. 63 dell' '85, che comandava si edificasse sulla collina dell'Ipiranga il Monumento
Commemorativo dell'Indipendenza del Brasile, attuale Museo dell'Ipiranga. Inoltre,
il libro presenta una lunga relazione di leggi fatte approvare dall'intraprendente
deputato dello Stato e che riguardano l'istruzione, la sicurezza pubblica, l'ammini-
strazione della giustizia, la beneficenza, le opere pubbliche di diverso genere. Tra
esse ricordiamo in maniera speciale quella concernente la sede dell'attuale Facoltà di
Medicina e Chirurgia dell'Università di S. Paolo. José Vicente de Azevedo lasciò
l'attività politica solo all'avvento della dittatura di Vargas, nel 1930.
Per concorso pubblico occupò la cattedra di Geografia nel Collegio di Stato di
S. Paolo e nel Corso propedeutico della Facoltà di Legge dello Stato. Fu uno dei
fondatori dell'Istituto Storico e Geografico di S. Paolo.
Fu anche uno dei laici che più si distinsero nella vita della Chiesa di S. Paolo. In
un'epoca in cui la legge prescriveva l'assoluta laicità dei cimiteri, riuscì a ottenere la
creazione del cimitero della Confraternita del SS. Sacramento che dirigeva. Inoltre
promosse e ottenne che l'immagine del Cristo crocefisso venisse solennemente messa
nei tribunali. Grande devoto della Madonna, curò di persona i pellegrinaggi al San-
tuario nazionale dell'Aparecida e compose degli inni che ancor oggi si cantano in
tutto il Brasile. Donò il patrimonio necessario perché venisse creata la diocesi di
Lorena. Ma soprattutto, come detto all'inizio, fu l'uomo della carità. Nella storia
dell'opera salesiana in Brasile lo troviamo presente già dal 1889, prima con la casa
delle FMA a S. Paolo-Ipiranga e poi con alcune opere in Lorena, sia delle FMA
che dei salesiani.
Questo uomo ci viene presentato dal libro delle Edizioni Loyola di S. Paolo.
Congiungendo l'aspetto celebrativo a una abbondante documentazione, si assicura
alla pubblicazione il suo valore storico e permette al lettore di arrivare anche a una
visione critica degli avvenimenti descritti.
A.S. FERREIRA
SEMERARO Cosimo (a cura di), Don Bosco e Brasilia. - Profezia, realtà sociale e di-
ritto. Padova, CEDAM 1990, 283 p.
L'inaugurazione di Brasilia è stata fatta il 21 aprile 1960. Nel messaggio per
quell'inaugurazione il Sindaco di Roma affermava che «all'antica storia romana (...)
si congiunge la nuova storia di Brasilia». In occasione della celebrazione del 20° an-
niversario della fondazione, il Sindaco di Roma Luigi Petroselli ribadiva i legami
profondi che uniscono le due città. Tali legami potevano essere visti profeticamente,
vissuti politicamente, studiati scientificamente. Una serie di Seminari che ebbero ini-
zio nel 1984 volle percorrere il cammino da Roma a Brasilia non escludendo nessu-
no di questi tre aspetti. Non si dimenticarono né il 21 aprile, giorno dell'inaugu-

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Recensioni
razione delle due città, né il sogno di don Bosco sul futuro dell'America Latina e,
secondo l'interpretazione del fondatore Juscelino Kubitschek, anche di Brasilia. Si
trovarono così i segni iniziale e finale di quel cammino.
Il Seminario del 1988, celebrato in occasione del centenario di don Bosco,
rafforzò lo studio degli aspetti profetici della tradizione romana e brasiliense.
Promosse inoltre uno studio comparativo tra la Roma antica e la «Roma
americana».
Il presente libro, curato da Cosimo Semeraro della Pontificia Università
Salesiana, amplia la parte del Seminario dedicata agli aspetti «religiosi» e «sociali»
del tema generale. Agli studi di Cosimo Semeraro, di Paolo Siniscalco, di Edson
Nery da Fonseca, di Bruno Bellerate e di Gianfranco Rosoli, presentati durante il
Seminario, si sono aggiunti quelli di Morton T. Kelsey, di Arthur Lenti, di José di
Vasconcellos, di Raffaele Farina, di Juan Shutka, di Sergio Vinciguerra e Silvio
Chiaberto, di Tarcisio Bertone, di Giorgio Lombardi e del card. Rosalio J. Castillo
Lara.
Possiamo dividere il libro in tre parti: la prima ruota attorno al sogno di don
Bosco sul futuro dell'America Latina. Ha il merito di porsi la questione dei sogni di
don Bosco in una forma piuttosto critica e di tentarne un inizio di interpretazione.
La seconda parte, realtà sociale, tratta prevalentemente dell'azione missionaria di
don Bosco e dei salesiani. La terza parla di alcune questioni di diritto. Nel libro, la
seconda e la terza parte vengono riunite in una sola.
Passiamo a vedere se non tutti, per lo meno alcuni degli studi. Ne / sogni di
Don Bosco. Saggio di storiografìa, Cosimo Semeraro tenta «di fare il punto sullo stato
delle ricerche finora disponibili e offrire il contributo di un bilancio storiografico
delle principali opere che, nella sempre più vasta e articolata biografia
donboschiana, si sono confrontati con questo poliedrico problema».
Se l'autore valuta positivamente il fatto che don Bosco abbia avuto «il coraggio
di sognare», non gli sfugge quanto sia pericoloso avventurarsi in un campo nel quale
manca ai documenti una precisa situazione e, quando è possibile disporre di
qualche edizione critica, da queste «rimangono fuori i problemi più grossi» e
soprattutto la ricostruzione dell'apparato storico e bibliografico, «senza il quale
quello delle varianti rimane, anche per gli addetti ai lavori, un secco contenitore
di dati, utili, ma poco funzionali e difficilmente fruibili».
Paolo SINISCALCO presenta Sognatori e Visionari, veggenti e profeti dall'antichità
ai tempi odierni, entro una concezione di integrazione tra il mondo spirituale e
quello fisico, senza la quale il nostro interesse per i sogni diverrebbe nient'altro che
un giocare con il misterioso.
Il sogno come esperienza religiosa di Morton T. KELSEY è stato edito in inglese
come prefazione al volume di BROWN M. Eugene (ed.), Dreams, Visions and
prophecies of Don Bosco, già recensito da RSS 7 (1988) 1, pp. 221-223.
Quale il senso dei sogni missionari? Chi interpellano quei sogni? Tale la
domanda di fondo che si pone A. LENTI in / sogni di Don Bosco. Esame storico-critico,
significato e ruolo profetico-missionario per l'America Latina. È un saggio versatile e
ben condotto. Presenta, è vero, alcune imprecisioni: così a p. 103, lasciandosi
trascinare da MB XVII 619ss., dice che dopo che si iniziarono le escursioni
missionarie su per le valli del Rio Negro e del Rio Colorado, «Don Bosco nominò
Mons. Cagliero

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Recensioni 383
suo 'Pro-Vicario Generale per tutte le case dell'America Meridionale'», dimenticandosi che
Cagliero era già venuto dall'Europa con questi poteri, anzi, li aveva già dal lontano 1875. Si
potrebbe anche discutere il rapporto che cerca di instaurare tra i sogni di don Bosco e quanto
detto da P. BRAIDO nel suo opuscolo Il progetto operativo di Don Bosco e l'utopia della socie-
tà cristiana. Per il sogno sul futuro dell'America Latina in particolare, sentiamo la mancanza di
utilizzo degli epistolari dei missionari presenti nel Sud America in quel momento; le loro lette-
re forse avrebbero arrecato non pochi chiarimenti a tutto lo studio di tale sogno. Sono dei difetti
che non diminuiscono il valore del saggio di A. Lenti.
La lettura di Don Bosco sognò Brasilia?, di J. de VASCONCELLOS, ci ha fatto ricordare
con nostalgia i tempi in cui eravamo suoi allievi e l'autore ci obbligava a un rigoroso esercizio
della logica formale per poter chiarire a noi stessi le nostre idee. Il rispetto per l'antico maestro
non diminuisce se noi pensiamo che, nonostante l'ineccepibile esattezza formale del ragiona-
mento, i contenuti storici del suo lavoro sicuramente cambieranno, quando gli studiosi di don
Bosco faranno quanto richiesto da Semeraro e da Stella, cioè che i sogni di don Bosco vengano
presentati nel loro presumibile contesto storico.
L'esigenza di conoscere l'epistolario dei missionari vale anche per l'indovinato studio di
Edson Nery da FONSECA, I miti di Brasilia. Nota previa sul sogno di San Giovanni Bosco del
30 agosto 1883. Lasagna parla del trasferimento della capitale del Brasile da Salvador a Rio de
Janeiro. Non parla dei progetti di portarla sull'altipiano centrale. Sia le lettere di Lasagna del
1882 che quelle di Teodoro MASSANO, queste pubblicate già dall'ISS, parlano sicuramente
delle ricchezze immense di quella regione e dell'Amazzonia.
Sorvoliamo sul lavoro di Raffaele FARINA, Contributi scientifici delle missioni del Brasi-
le, e non solo del Brasile. Di quello di B. BELLERATE, Don Bosco e la mescolanza delle razze:
realtà e sogno, solo qualche aspetto interesserà questa recensione. Quanto al rapporto di don
Bosco con il Brasile non è da dimenticarsi la quasi polemica tra Lasagna e i Superiori di Torino
a motivo della precedenza che questi davano alle missioni della Patagonia, mentre Lasagna
insisteva che si desse importanza a quelle del Brasile. Bellerate poi, con validi argomenti,
prende decisamente posizione in favore di una dipendenza del progetto missionario di don
Bosco da quello di Daniel Comboni. Gli argomenti sono validi e ben presentati, ma forse ci
vorrebbe una visione più articolata della questione. Finalmente non sembra proprio del tutto
adeguata la maniera con cui applica ai «selvaggi» alcuni dei testi di don Bosco sui giovani
poveri e abbandonati. Il sistema preventivo si è dimostrato sì valido per i «selvaggi», giovani e
adulti che fossero, ma sarebbe stato bello che questo argomento fosse stato trattato in base a dei
fatti storici che abbondano nei documenti di archivio.
Dopo la veloce descrizione di un secolo di migrazioni, Gianfausto ROSOLI nel suo L'assi-
stenza religiosa agli emigrati in America Latina nella visione e nell'opera di Don Bosco ci
parla dell'impegno della Santa Sede per gli emigrati e della scelta «argentina» di don Bosco.
Ragioni di ordine pratico e circostanziale si unirono a ragioni di ordine ecclesiale e profetico.
D'altronde l'emigrazione fu «il banco di

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Recensioni
prova necessario dell'azione missionaria verso l'interno». È un lavoro ben fatto e
che dimostra la competenza dell'autore nell'argomento. Ci permettiamo alcune
semplici osservazioni: non si può attribuire al BS il carattere di interprete ufficiale
del pensiero di don Bosco (p. 187). Forse l'affermazione «per merito loro si ebbe
la diffusione della scuola cattolica, allora in Argentina e poi in Brasile, che era
prima assai scarsamente presente» si dovrebbe riferire solo alla scuola professionale,
se consideriamo il numero di scuole di religiosi esistenti allora a Buenos Aires (p.
188). A p. 190, forse per errore di stampa, si riuniscono delle cose diverse: la chiesa
del Sacro Cuore di Gesù a S. Paolo del Brasile non era parrocchia; l'azione di Mon-
sig. Lasagna nel Brasile non imitò per niente le gesta di Mons. Cagliero, delegato
apostolico per la Patagonia, anzi la sua azione fu di natura del tutto diversa. E a p.
191, quando si parla dell'azione degli Scalabriniani, si sente la mancanza di qualche
riga che parlasse di D. G. Marchetti e dell'Istituto Cristoforo Colombo di S. Paolo,
ormai centenario.
J. SHUTKA, senza preoccupazioni critiche, ci presenta il cammino fatto per arriva-
re alla creazione dei Centri Jivaros, dell'Associazione dei Centri Jivaros e della
Federazione Shuar.
Don Bosco e i «giovani discoli». Considerazioni sui riflessi del problema penale
minorile nell'opera e nel pensiero di Don Bosco di Sergio Vinciguerra e Silvio Chia-
berto è uno studio ben fatto e che guadagnerebbe in forza e chiarezza se gli autori in
una futura redazione delimitassero meglio il periodo della vita di don Bosco di cui
vogliono parlare.
Un taglio giuridico nel trattare i problemi e non pastorale era quanto ci aspet-
tavamo da Tarcisio BERTONE in Don Bosco e la promozione dei diritti umani: dall'Ita-
lia all'America Latina. Vediamo che lo ha tradito il suo cuore di salesiano.
Non possiamo chiudere questa recensione senza citare almeno la trattazione
che fa del progetto costituzionale di Carlo Alberto lo studio di G. LOMBARDI, Il pen-
siero costituzionale di Don Bosco: alcune ipotesi; e quello di Rosalio J. card.
CASTILLO LARA SU Don Bosco legislatore. Il card. Castillo Lara non ha voluto esauri-
re il tema, che tratta con la competenza che gli è peculiare. A noi è rimasto il desiderio
che altri aspetti del tema venissero esplicitati, e alcuni a nostro umile parere erano
fondamentali, soprattutto che avesse completato la descrizione così ben fatta dell'at-
teggiamento (direi teorico) di don Bosco davanti alla legge con quel suo buon
senso che lo portava così liberamente a adattare leggi, Regole e Regolamenti ai
bisogni della vita pratica.
A.S. FERREIRA
SÖLL Georg, Die Salesianer Don Boscos (SDB) im deutschen Sprachraum 1888-1988.
Rückblick zum 100. Todestag des heiligen Johannes Bosco (31. Januar 1988), des
Gründers der «Gesellschaft des heiligen Franz von Sales». München, Don Bosco
Verlag 1989, 624 p.
L'opera di G. Söll è la prima del genere per quanto riguarda la storia delle case

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Recensioni 385
dei salesiani nei paesi di lingua tedesca. Questo mi sembra che sia motivo sufficiente
perché il libro meriti attenzione.
Lo stimolo per tale opera fu dato dal primo centenario della morte di don
Bosco, in onore del quale l'autore l'ha fatta.
Indubbiamente è impresa molto coraggiosa e nel contempo rischiosa. Tuttavia
l'autore, riuscendo a destreggiarsi abilmente nell'immensità del materiale raccolto in
vari archivi, ci ha offerto in un solo volume la storia dei figli di don Bosco, storia
che comincia negli ultimi anni della vita del Fondatore.
Il fine è quello di fornirci un panorama globale dell'operosità salesiana, cioè
consegnarci i dati più importanti al riguardo, senza entrare nei particolari; in caso
contrario ci sarebbe voluta una serie di volumi. È inoltre una risposta agli attuali
bisogni di avere un manuale per le richieste più urgenti.
Il volume, che consta di cinque parti, contiene anche brevissime biografie di al-
cuni confratelli, l'excursus, la descrizione dei festeggiamenti in occasione del centena-
rio nelle tre province di lingua tedesca e due elenchi differenti: l'uno dei confratelli
morti e l'altro dei viventi. Lo conclude un elenco di confratelli che ricevettero onorifi-
cenze statali. L'opera è pure fornita di molte foto.
Nella prima parte l'autore ci fa vedere come l'opera di don Bosco sia diventata
nota, nell'impero degli Asburgo e nella Germania, per mezzo del Bollettino salesia-
no, inizialmente diffuso nella lingua francese e dal 1895 già nella lingua tedesca;
sottolinea l'importanza dell'incontro a Torino, nell'anno 1885, di don Bosco col
prelato Johann B. Mehler, che ne rimase impressionato e di conseguenza si prodigò
per farne conoscere l'idea in Germania; mette in evidenza, cosa non meno impor-
tante, la ricca corrispondenza di don Bosco coi tedeschi, la sua prima e unica visita
nell'impero danubiano, nel castello del conte Heinrich von Chambord a Frohsdorf
presso Wien-Neustadt, la sua fama cresciuta ancora più con la fondazione del Bol-
lettino salesiano nella lingua tedesca, il quale, tra l'altro, diede i suoi frutti con i pri-
mi candidati salesiani di lingua tedesca a Foglizzo, passati poi a Cavaglià e succes-
sivamente a Penango e divenuti i veri diffusori di don Bosco; infine, descrive bre-
vemente le prime presenze salesiane nell'impero austro-ungarico, partendo dalla
casa di Trento fino all'erezione dell'ispettoria austro-ungarica.
La seconda parte tratta dello sviluppo della società salesiana negli anni
19051919 limitatamente, in pratica, all'impero danubiano, con particolare riguardo
alle terre slave, cioè alla Polonia e alla Slovenia, e alla prima casa aperta in Ungheria.
In questo periodo i salesiani erano riusciti pure a metterne in piedi una in Baviera,
aprendo a Würzburg la prima casa in terra nettamente tedesca.
Nella parte terza rileva, ampiamente, il progresso sorprendente avuto dalla
Congregazione sia in Germania sia in Austria e, molto brevemente, in Ungheria.
L'autore si sofferma a lungo sulla casa di Benediktbeuern, e giustamente, poiché
essa occupa un posto chiave nella storia dello sviluppo dei salesiani, diventando sin
dall'inizio, come è tuttora, centro di formazione e di studio.
Nella quarta parte l'autore ci presenta il doloroso periodo dell'epoca di Hitler,
che, oltre a tante chiusure e limitazioni dell'attività salesiana, comportò anche la
morte di molti confratelli.

1.10 Page 10

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Recensioni
Finita la guerra, i salesiani ripresero con il solito slancio l'opera di don Bosco.
L'ultima parte ci fa notare il continuo incremento delle case, che, purtroppo,
negli anni settanta e ottanta sarà frenato a causa del calo di nuove vocazioni.
Seguono le brevissime biografie di dodici confratelli (scelti secondo il criterio
dell'autore), i quali hanno lasciato una più significativa impronta nella storia dei
salesiani di lingua tedesca.
Infine, attraverso l'excursus sui più importanti temi, l'autore sintetizza alcuni
campi dell'operosità dei figli di don Bosco. Qui ha trovato posto anche la presenza
delle Figlie di Maria Ausiliatrice di cui si accenna al contributo per l'opera salesiana.
Ovviamente l'autore non dimentica mai di sottolineare lo scopo principale
dell'opera salesiana, che è il bene della gioventù; i salesiani cercavano di
realizzarlo attraverso i vari tipi di scuole e aprendo quasi sempre l'oratorio. Molto
abilmente l'autore evidenzia l'adattamento dei salesiani alle esigenze dei tempi in
cui operavano.
A ragione egli mette in rilievo il grande apporto dei figli di don Bosco al bene
delle chiese locali svolto sia nelle diverse parrocchie, sia prodigandosi in tanti altri
modi neh1'aiutare il clero diocesano.
Dopo questa esposizione mi sarà permesso fare alcune osservazioni di tipo
metodologico.
Anzitutto, il titolo un po' ci inganna, poiché fa pensare che il libro tratterà
esclusivamente dei singoli confratelli. Invece non è così. In realtà, esso è la
cronistoria delle singole case. Neanche le brevi biografie dei dodici confratelli e
l'excursus giustificano il titolo. Ciò è molto strano, poiché lo stesso autore ci avverte
nella premessa che il suo lavoro avrà piuttosto il carattere di cronaca. Sempre
stando al titolo, ci si aspetterebbe che si debba trattare solamente delle attività
salesiane nelle terre di lingua tedesca. Neppure il sottotitolo aggiunge un'ulteriore
spiegazione. Quindi un lettore che si lasciasse guidare dal titolo, con difficoltà
potrebbe scoprire che quest'opera contiene materiale che tocca, pur molto
genericamente, le case della Slovenia, dell'Italia, della Polonia e dell'Ungheria. Ne
parla lo scrittore nella premessa, ma questo è decisamente insufficiente.
Oltre a ciò, si trova una certa confusione nei termini. L'autore, cioè, non segue i
nomi delle ispettorie secondo i decreti di erezione; preferisce seguire i termini indicati
sia nell'elenco generale della Congregazione, sia in altri documenti ancora meno
importanti.
Inoltre, il modo delle citazioni è poco chiaro, e, a mio avviso, inaccettabile.
Non basta metterne tra parentesi il cognome dell'autore e altri dati necessari; è
meglio segnare esplicitamente con virgolette, o con qualche altro segno, dove
comincia e dove finisce la citazione. Altrimenti non si saprà quale sia la notizia da
attribuire all'autore citato. Le fonti indicate sotto ogni brano sono, purtroppo,
molto generiche. Nondimeno, possono essere abbastanza utili a chi vorrà andare in
cerca di particolari.
L'altra osservazione riguarda l'uso della parola «heute» che non rende chiara la
precedente situazione storica della località a cui la stessa parola si riferisce. Pertanto,
si dovrebbe evitarla e dire solo l'attuale stato dell'appartenenza.

2 Pages 11-20

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2.1 Page 11

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Recensioni 387
Infine, nella premessa all'elenco dei confratelli morti, l'autore fa notare che i
dati geografici della loro nascita corrispondono alla situazione politica d'allora.
Però, non è sempre fedele a questo metodo. Solo un esempio: Brunec Michael nato
01.10.1911 a Melinci, Jugoslavia; in quel periodo la Jugoslavia non esisteva!
Ora, mi permetto di segnalare alcune imprecisioni o difetti, nei limiti della mia
competenza.
A pagina 9 e 46 sta scritta «Daszawa, heute Polen». In realtà, dopo la seconda
guerra mondiale la suddetta località passò e rimase all'URSS.
A pagina 12 la correzione del nome del paese natale del Card. A. Hlond è im-
precisa; è Brzeczkowice.
A pagina 42 l'autore scrive: «..., bis sie schliefìlich im Jahre 1904 ein neues Insti-
tut für 150 Studenten bauen konnten», rimandandoci agli Annali di E. Ceria, dove
sta scritto: «Poi nel 1905 fabbricarono un altro edificio capace di 150 giovani».
Quindi c'è un anno di differenza. Inoltre, le pagine citate, probabilmente per sempli-
ce svista, sono imprecise; le giuste sono 379/80.
Alla stessa pagina, il cognome del segretario del vescovo, secondo E. Ceria, è
Mecchia non Mechin (Annali..., vol. II, p. 661). Più avanti, l'anno dell'arrivo dei
salesiani a Trieste (1895) è sbagliato. È corretto, invece, nel titolo.
L'affermazione a pagina 45: «Der erste polnische Salesianer war P. Bronislaus
Markiewicz,...», va corretta perché, secondo le ultime ricerche, fu Matteo Grocho-
wski (Cfr. K. Szczerba, Don Bosco e i polacchi, in «Ricerche storiche salesiane» 1
[1988], p. 183).
La notizia a pagina 46: «Ihn hatte Papst Leo XIII. am 24. November 1887 ais
Salesianernovizen eingekleidet» è falsa poiché August Czartoryski ottenne la vesti-
zione dalle mani di don Bosco nel giorno e nell'anno sopra indicato (Cfr. Annali...,
vol. I, p. 740; K. Szczerba, op. cit., p. 190).
Il modo con cui si giustifica a pagina 51 la scelta della sede della nuova ispetto-
ria austro-ungarica è poco convincente.
Il nome della città a pagina 62 è Ostrzeszòw, e non Ostrezow.
«Am 6. August 1909 traf aus Oswiecim kommend P. Dr. August Hlond ais
neuer Direktor für Wien III ein»: questa notizia a pagina 63 è imprecisa, poiché in
quell'epoca don A. Hlond svolgeva il ruolo di direttore a Przemysl. Di là fu mandato
a Vienna, non da Oswiecim. Del resto, ne parla lo stesso autore a pagina 47.
Il giorno della morte di don P. Albera a pagina 70 è errato. È morto il 29 otto-
bre, non il 28 ottobre.
Le ultime vicende intorno all'apertura della casa a Wernssee (Verzej), di cui si
parla a pagina 77, ebbero come protagonista naturalmente don E. Manassero, ma le
concluse il suo successore don P. Tirone, dopo aver superato tanti ostacoli. Conver-
rebbe farne menzione.
Quando si parla dell'opera di Szentkereszt a pagina 82, non si trova nessun ac-
cenno all'altra casa vicina, cioè Magyoròs, aperta nel 1916, dove furono collocati i
figli di Maria ungheresi e poco dopo anche i novizi ungheresi.
A pagina 92 si parla della soppressione della presenza salesiana a Przemysl, a
causa del passaggio sotto il dominio dell'URSS. Ciò non è vero, poiché tuttora la

2.2 Page 12

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388
Recensioni
casa funziona e la città appartiene alla Polonia. Tale destino colpì invece l'opera
di Daszawa. Alla stessa pagina il cognome del direttore di Pleszòw è sbagliato: è
Wiertelak, invece di Wietelak.
La notizia a pagina 107: «Der neue ernannte provinzial P. Dr. Hlond sagte
sofort zu und geleitete am 22. September 1919 persõnlich den «Baracken-Direktor»
P. Max Maier in sein Arbeitsfeld» è imprecisa, perché in quel periodo don Hlond
operava ancora in nome di don Tirone. Don Hlond divenne ispettore alla fine del
1919.
Si ritiene a pagina 127 che l'ispettore P. Tirone fosse impedito nello svolgere
la propria carica a causa della mancata cittadinanza; ciò è vero solo se si tratta dei
primi anni della prima guerra mondiale, praticamente fino al 1916, anno in cui la
ottenne.
Non è sostenibile il fatto, a pagina 480, che don F.X. Niedermayer fu nominato
direttore di Würzburg dall'ispettore A. Hlond, poiché questi era in quell'epoca solo
direttore a Vienna.
La presentazione dell'evolversi delle ispettorie a pagina 496 non tiene presenti i
termini adoperati nei decreti di erezione e neppure quelli dell'elenco generale. È una
semplificazione che non rispecchia l'evoluzione storica.
Don Hlond non svolse alcuna carica di direttore a Cracovia, come vuole l'autore
a pagina 499, ma solo di cappellano.
Don Tirone fu pure direttore a Daszawa. Non lo menziona l'autore nella breve
nota biografica a pagina 503, invece ne parla a pagina 66.
La traduzione delle parole «Da mihi animas» con «Gib mir Menschen», fatta a
pagina 536, sembra non rispettare esattamente l'intendimento di don Bosco, ma è
piuttosto un'interpretazione dettata da una sensibilità moderna.
Oltre a ciò, nella parte seconda non si fa alcuna menzione delle fondazioni sia a
Cracovia, sia a Oswiecim-Zasole, sia a Kielce, che appartenevano allora
all'ispettoria austro-ungarica.
Concludendo, mi sembra necessario affermare che lo studio abbia piuttosto
carattere commemorativo che prettamente scientifico. Però non ne è privo. Perciò ci
dispiace che l'autore non gli abbia dato in modo pieno tale impronta, soprattutto se
si pensa alla vastità del lavoro compiuto. Del resto sarebbe stata un'impronta degna
della storia eccezionale dei figli di don Bosco nei paesi di lingua tedesca.
Queste mie osservazioni tuttavia non tolgono nulla ai meriti che don G. Söll
si è acquisiti in questo studio pionieristico.
S. ZIMNIAK

2.3 Page 13

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Recensioni
389
RICORDO DEL PROF. MONS. FRANCO MOLINARI
(1928-1991)
Il 27 aprile 1991 è morto a Piacenza all'età di 62 anni il prof. mons. Franco
Molinari, docente di Storia Moderna presso la Facoltà di Magistero dell'Università
Cattolica del S. Cuore. È una grave perdita per la diocesi di Piacenza a cui apparte-
neva e nella quale operava, stimato e amato per le ricche qualità umane, lo schietto
spirito sacerdotale, la singolare vivacità dell'irraggiamento culturale nei vari spazi:
religioso, civile, universitario, artistico. Serio studioso di storia, efficace divulgatore
e brillante scrittore, con genuina vocazione giornalistica, egli ha al suo attivo parec-
chie decine di libri, alcuni tradotti in lingue straniere, e un notevolissimo numero di
articoli. Nella sua ricerca e negli scritti, come nella vita, egli sapeva congiungere
fedeltà al Vangelo e alla Chiesa e rigore scientifico, insieme a uno stile sereno e gra-
devole, evidente anche nelle tante recensioni disseminate in varie riviste.
L'Istituto Storico Salesiano lo ricorda in particolare per il suo vivo interesse per
don Bosco, una figura a cui si è avvicinato con simpatia e libertà di giudizio. Ricor-
diamo due impegnativi contributi su don Bosco narratore della Chiesa: La «Storia
ecclesiastica» dì don Bosco, un saggio preparato per il volume commemorativo del
Centenario della morte, edito a cura del nostro Istituto {Don Bosco nella Chiesa a
servizio dell'umanità, 1987); e Chiesa e mondo nella «Storia ecclesiastica» di don
Bosco, una relazione tenuta al Io Congresso Internazionale di Studi su don Bosco
(Roma, 16-20 gennaio 1989) (ora negli Atti, Don Bosco nella storia, 1990). Forse il
prof. Molinari fu il primo a intuire con singolare perspicacia la centralità che, se-
condo don Bosco, hanno i santi nella storia della Chiesa, più precisamente i santi
della carità. Sulla stessa linea si collocano due contributi minori su La politica del
«Pater noster» e Uno storico papalino, non reazionario, apparsi sul numero unico di
Jesus dedicato a don Bosco (gennaio 1988). Don Franco non esita a segnalare luci
e ombre con una comprensione del passato che vuol essere insieme suggestione e
sollecitudine nel presente e per il futuro.
Il prof. Franco Molinari: un carissimo amico, che ricordiamo con stima e af-
fetto.
p.b.