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FONTI
UN GRAN CARDENAL HISPALENSE
CON LA FAMILIA SALESIANA
visto en su correspondencia epistolar a los salesianos
Jesús Borrego
I. INTRODUCCIÓN
Un gran cardenal hispalense - [Marcelo Spinola] - con la Familia Salesia-
na, es el discurso de ingreso en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras,
pronunciado por el salesiano Francisco de la Hoz el 8 de junio de 1947.1 El Bole-
tín Salesiano español proclamaba al nuevo beato, cardenal Spínola, beatificado en
Roma el 29 de marzo de 1987, como «el primer Cooperador salesiano español
que llega al honor de los altares».1
Al historiar los Cien años de presencia salesiana en Sevilla, - casa inspecto-
rial de la Santísima Trinidad, 1893-1993 -,3 he podido palpar la entrega del obis-
po, luego arzobispo Marcelo Spinola a la Familia Salesiana (Ep. 15) &, de la que
se sentía orgulloso de formar parte. Así exalta su biógrafo el ejercicio de esta
pertenencia: «A los tres días de llegar a Sevilla visita don Marcelo la casa de los
salesianos. Y al domingo siguiente presidió en su teatrillo un festejo en el que
participaron todos los peces gordos de la sociedad sevillana [...] El arzobispo
quería presidir personalmente la junta de cooperadores [...] Su trato fue cada día
más estrecho: don Marcelo confiaba en la eficacia social de las escuelas profesio-
nales, quería ver crecer el oratorio dominical, la imprenta, los talleres. El arzobis-
po predicaba en honor de María
1 Francisco DE LA HOZ, Un gran cardenal hispalense con la Familia Salesiana - Discurso
de ingreso en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras... pronunciado... en la solemne recep-
ción verificada el 8 de Junio del Año 1947. Sevilla, Escuelas Profesionales Salesianas de Artes
Gráficas 1947.
2 Ramón ALBERDI, Marcelo Spínola, primer Cooperador salesiano español que llega al
honor de los altares, BS 100 (1987) n. 3, marzo, p. 4.
3 Jesús BORREGO, Cien años de presencia salesiana en Sevilla-Trinidad, 1893-1993 - Histo-
ria de una crónica vivida. Sevilla, Escuelas Salesianas-Trinidad 1994.
& En la Introducción se ha preferido incluir dentro del texto las citas del Epistolario, signi-
ficando con Ep. [Epístola], seguido de un número arábigo, que indica el puesto cronológico de
la carta; el punto y coma, dentro del paréntesis, advierte tratarse de cartas diversas.

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322 Jesús Borrego
Auxiliadora. Los salesianos - [que cada año iban con los cantores y banda infantil
a felicitarlo en su onomástica] - recibían invitaciones a comer en palacio. El en-
tonces joven director, don Pedro Ricaldone, anciano [...] recordará conmovido:
"No hubo acontecimiento importante en nuestra casa en el que no interviniera el
bondadoso prelado"».4
A más de esta profunda relación personal con los salesianos, me ha sonreido
la grata sorpresa de tropezarme con un manojo de cartas, - dirigidas a los salesia-
nos -, si no numeroso, sí interesante, ya que en él don Marcelo Spínola reafirma,
más claramente, los porqués de su incondicional entrega a la causa salesiana.
Autor del Epitolario
«El Emmo. Cardenal Marcelo Spinola es una de las figuras más eminentes
del Clero español». Nace en San Fernando (Cádiz), el 14 de Enero de 1836, de la
ilustre familia de los Marqueses de Spínola. Obtenido el Bachillerato en la Uni-
versidad de Granada (1848), cursa en la de Sevilla jurisprudencia, con éxito bri-
llantísimo. Establece su bufete, - «al servicio gratuito de los pobres» -, primero
en Huelva y después en Sanlúcar de Barrameda. Aquí, «sintiéndose llamado á
misión más alta, renunció al Marquesado, y el 3 de Junio del 1864 cantó su pri-
mera Misa en la iglesia de S. Felipe en Sevilla». Tras un sexenio de capellán de
la iglesia de la Merced en Sanlúcar, pasa a Sevilla como párroco de San Lorenzo,
hasta que en 1880, creado - a ruegos del arzobispo hispalense Lluch y Garriga -5
su auxiliar, es consagrado el 6 de febrero de 1881 con el título de obispo de Milo.
A los diez días, procedente de Turin, se instala en Utrera (Sevilla) la primera
comunidad salesiana, enviada por don Bosco a España. El entendimiento será
inmediato y perfecto...
En marzo de 1885 pasa a dirigir la diócesis de Coria, donde, en unión de
madre Ma Teresa del Corazón de Jesús, (en el mundo Celia Méndez,
4 José Ma JAVIERRE, Don Marcelo de Sevilla. Salamanca, Ediciones Sigúeme 19922.
5 Mons. Joaquín Lluch y Garriga (1816-1882), nacido en Manresa (Barcelona), ingresó
en el Carmelo calzado de Barcelona en 1830. Emigra en plena juventud, primero a Carcasona
(Francia) donde perfecciona sus conocimientos filosóficos, luego a Roma donde se graduó en
teología; y, al fin, en Lucca - la serena ciudad toscana -, tras recibir el sacerdocio (1838), por
dieciocho años desarrolló su actividad apostólica como maestro de novicios, lector de filosofia
y profesor de teología. Vuelto a España, es nombrado sucesivamente obispo de Canarias
(1858-1868), de Salamanca (1868-1873), de Barcelona (1874-1877) y arzobispo de Sevilla,
donde falleció el 23 de septiembre de 1882, tras ser nombrado cardenal meses antes. José Ma
CARLI LLA, Biografìa del Excmo. e Iltmo. Sr. Fray Joaquín Lluch y Garriga, arzobispo de Sevilla.
Madrid, Imprenta de D. Antonio Pérez Dubrull 1880.

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
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marquesa de la Puebla de Obando), funda la Congregación de las Esclavas Con-
cepcionistas del Divino Corazón, dedicada a la educación de la juventud femeni-
na, como muestra de la importancia dada por don Marcelo «a la educación para la
transformación de la sociedad» (Ep. 40). Al año siguiente (1886), promovido al
obispado de Málaga, por un decenio desarrollará su servicio de «obispo-pastor...
maestro de la fe... de la cultura... defensor del obrero [Ep. 41]...» con tal satisfac-
ción que confesará a los Íntimos: Málaga fue mi Tabor... Y Sevilla, ¿qué?. El 8 de
febrero de 1896, como arzobispo, se convertía en... ¡don Marcelo de Sevilla!...
hasta su santa muerte, acaecida el 19 de enero de 1906. Un mes antes Pio X lo
había creado cardenal... El 29 de marzo de 1987 Juan Pablo II lo declaró Beato.6
A su muerte, el Boletín Salesiano completaba a la perfección su semblanza
biográfica: «El Cardenal Spínola es hombre de caridad ardiente, de celo apostóli-
co [...] Su amor á la humanidad y su abnegación sin límites se han manifestado no
sólo últimamente en su Arquidiócesis, durante la crisis agrícola - [producida por
la terrible sequía de 1905] -, sino en toda su vida, ya defendiendo en la tribuna
parlamentaria los derechos del obrero [y los intereses de la Iglesia, siendo memo-
rable su intervención del 8 de noviembre de 1903 en defensa de la conveniencia
de mantener la religión como asignatura obligatoria en los centros escolares... y la
libertad de enseñanza, que el monopolio estatal amenaza con objeto de eliminar
los institutos religiosos] -,7 ya en la prensa, - [fundando en Sevilla (el 1-2-1899)
el diario El Correo de Andalucía] -, en los Congresos católicos, en el pulpito, en
la organización de su clero, en la formación y regularización de los círculos cató-
licos obreros [Ep. 35; 41]... Para los Salesianos fué más que un padre; admirador
entusiasta de Don Bosco, estudió su espíritu y lo reveló al mundo en elocuentes y
correctísimos escritos; amó a su hijos, los favoreció siempre, los distinguió cuan-
to pudo su gran corazón».8
6 Bibliografía esencial sobre la figura del cardenal Spinola: José TRASCASTRO ALONSO,
Biografía del emmo. y rvdmo. Sr. cardenal don Marcelo Spínola y Maestre. Sevilla 1905; Fran-
cisco TORRES GALEOTE, Vida del emmo. y rvdmo. Sr. cardenal don Marcelo Spínola y Maestre,
arzobispo de Sevilla. Sevilla 1906; A. TABERA, Datos biográficos del emmo. y rvdmo. Sr. don
Marcelo Spínola y Maestre. Sevilla 1947; Francisco DE LA HOZ, Un gran prelado hispalense con
la obra salesiana... - [pone «cardenal... familia salesiana» en la edición citada en la nota 1] -,
revista «Orientación», n° 31, 32, 33 (junio, julio, agosto 1947); José Ma JAVIERRE, - Don Marce-
lo de Sevilla. Barcelona 1963 [la 2a edición, cf nota 2), Salamanca 1992]; - El arzobispo mendigo.
Madrid, BAC 1974 [Es un compendio de la biografía anterior]; José Antonio DE SOBRINO, El
venerable Spínola perfil y espíritu. Madrid, BAC 1984; Concha MONTOTO, Marcelo Spínola,
su espiritualidad a través de sus escritos. Sevilla 1984; Antonio GRANADO BELLIDO, Siempre
apunto para el bien. Madrid, PPC 1985; Carlos AMIGO VALLEJO, Homenaje a Marcelo Spínola y
Maestre. Sevilla 1985...
7 José Ma JAVIERRE, Don Marcelo de Sevilla... 19922, pp. 563-568.
8 Los nuevos Cardenales-El Emmo. Cardenal Marcelo Spínola, BS 21 (1906) n. 2, febrero,

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324 Jesús Borrego
Su relación epistolar con los salesianos
A estas últimas consideraciones atiende la correspondencia aquí publicada,
es decir, las cuarenta y una cartas escritas por don Marcelo a salesianos. Su dila-
tada y activa vida ha brindado un Epistolario extenso que, recogido en varios
volúmenes, ha servido de apoyo documental al Proceso de su causa de beatifica-
ción. Contiene, tanto la correspondencia íntima, - a su madre y hermana Rosario
o a la madre Ma Teresa y esclavas concepcionistas -, como la correspondencia
oficial - a autoridades eclesiásticas, civiles, municipales, administrativas -,9 en la
que domina la temática de pertenencia eclesial, religiosa, siempre apostólico-
pastoral, salpicada de referencias salesianas. Aquí se prescinde de toda esta in-
mensa correspondencia, ciñéndonos al manojito de cartas, escritas por don Mar-
celo a los «hijos de Don Bosco», como él solía llamar á sus «queridos salesianos»
(Ep. 11; 21; 22; 24; 25; 27; 32; 40; 41). Cartas - casi en su totalidad - inéditas, no
figurando ni siquiera entre el material aportado para el Proceso de su causa de
beatificación.10
Temporalmente el Epistolario abarca las dos décadas más significativas de
su vida, esto es, desde 1883 a 1903, agolpándose la correspondencia, - Ep. 10 a la
32 -, en el período transcurrido como obispo de Málaga (18861895) y además en
derredor de la festividad de S. Francisco de Sales, signo evidente de su «salesia-
nismo».
Se trata de 41 cartas custodiadas celosamente en los archivos:
— ACU
— ACM
— ACT-S
— APA-S
— ASC
— Impresas
= Archivo Casa [salesiana] Utrera, que conserva veintinueve
= Archivo Casa [salesiana] Málaga, que conserva cinco
= Archivo Casa [salesiana] Trinidad-Sevilla, que conserva una
= Archivo Palacio Arzobispal-Sevilla, que conserva una
= Archivo Salesiano Central [Roma], que conserva tres cartas
= dos
Las cartas son manuscritos originales autógrafos, a excepción de las
p. 33; Necrología-El Emmo. Card. Marcelo Spínola y Maestre, BS 21 (1906) n. 3, Marzo, pp.
82-83.
9 J. Ma JAVIERRE, oc., pp. 542-543, 637-638, 641.
10 Arch.-Postulación Esclavas Concepcionistas-Sevilla, cf J. Ma JAVIERRE, o.c, pp. 641-
644.

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 325
Ep. 13 y 36 (apógrafos impresos) y las Ep. 33 y 39 (apógrafos, escritos por el
secretario, con firma autógrafa de don Marcelo). Aparecen, en óptimo estado de
conservación, con un admirable orden externo e interno. Cuidada presentación
exterior: emplea cuartillas de papel blanco normal de dimensiones corrientes, -
(200 ó 205 x 130 ó 135 mm.) -, y escribe - siempre a tinta negra - con grafía pul-
cra y límpida, patentizado en la escasa crítica textual requerida.
El Epistolario delata su carácter de intimidad en la carencia de papel proto-
colario, sin membrete alguno, - ni siquiera el escudo episcopal -, siendo el único
signo de su personalidad la simple firma, - siempre autógrafa -, indicadora al
mismo tiempo del lugar de su residencia: « + El Obispo de Coria... + E1 Obispo
de Málaga... +E1 Arzobispo de Sevilla» -, con la rúbrica en forma de un gran
ocho horizontal. Además lo delata el estilo dialogal, directo y vivencial, - la carta
brota de la vida -, decanta retazos de ella, y, por esto, resulta familiar. Es un refle-
jo de su decir oratorio: «Don Marcelo habla sencillo, práctico, hasta cariñoso, con
palabra fluida, cuando se emociona cierra los ojos como si contemplara un paisa-
je interior [...] Eso es, exactamente, don Marcelo Spínola habla desde dentro [...]
Habla sobre un esquema claro [...] Utiliza un lenguaje bien cortado, de construc-
ción elegante y con sabor clásico [...] No pretende halagar ni se predica. Spínola
sirve una intención, quiere conmover, sus palabras brotan calentadas en un fuego
íntimo. Son palabra viva, un testimonio».11
Para mayor comprensión del contenido y del valor de las mismas cartas pa-
rece oportuno hacer preceder al Texto crítico algunos elementos, ambientación,
contenido ideológico, temas relevantes -, y la ficha anagrafica de los destinatarios
a los que don Marcelo dirigió la correspondencia, aquí publicada.
Destinatarios
El orden responde a la mayor intimidad de trato habida con el remitente: es
un terceto formado por don Ernesto Oberti, don Pedro Ricaldone y don Felipe
Rinaldi, - protagonista de la primera hora salesiana española -, alentado desde
Turin por don Bosco y por don Miguel Rúa. Alguno más se cuela de rondón,
mientras que don Juan Branda, otro indiscutible protagonista relacionado ínti-
mamente con don Marcelo, por circunstancias ajenas a ambos permanece en la
sombra.
11 J. Ma JAVIERRE, O.C, pp. 264-265.

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326
Jesús Borrego
1. OBERTI Ernesto, sacerdote salesiano, (1854-1904)
A él va dirigida la mayoría de la correspondencia, en número [27] y en im-
portancia, abarcando prácticamente todo el arco temporal de dicho intercambio
epistolar: de la Ep. 1 - en 1884 -, a la Ep. 37 - en 1899 -, momento en el que don
Ernesto es destinado a Madrid, a dirigir la naciente casa de la calle Atocha, fun-
damento de la futura Inspectoría Céltica, de la que él fue primer inspector-
provincial (1902-1904).
A sus treinta años, don Bosco en persona lo había destinado a la comunidad
que implantaba la primera casa salesiana de España, en Utrera, donde pasará 18
años (1881-1899), dieciseis de los cuales como director: El orienta, consolida
definitivamente en su estructuración la «casa madre» de Utrera, dándole el estilo
salesiano que la marcará para siempre. No es provincial pero, - sobre todo hasta
que, en 1892, don Rinaldi es nombrado inspector de la nueva Inspectoría Ibérica -
, Turin lo tiene como punto de referencia para la zona meridional de España.12 Lo
mismo acontece a la curia arzobispal hispalense, y en este clima nace y se acre-
cienta la amistad con el obispo Auxiliar. Don Marcelo, en sus cartas, lo saluda
como «estimado... estimadísimo... apreciadisimo Amigo», llegando la intimidad
hasta forzarlo fraternamente, durante los veranos, a pasar con ellos, en Málaga,
varios días y «deseando que se repitan» (Ep. 15), «porque á de tener V. entendido
que D. Ernesto goza en esta casa de las simpatías generales» (Ep. 16; 22), y entre
los malagueños hay «quien lo quiere a V. mucho» (Ep. 20). La respuesta de don
Ernesto no se hace esperar: en la fiesta de S. Francisco de Sales de 1885, - en la
que don Marcelo confesó, pontificó, confirmó, dio la conferencia a los Coopera-
dores -, lo proclamaba ante don Bosco «nuestro ángel titular... celantísimo Pastor
y Cooperador insigne... Los Salesianos en él encontraron siempre al padre, al
amigo, al consejero y apoyo en cualquier frangente». «Más salesiano que los sale-
sianos profesos, si se nos permite la frase», añade por su cuenta el Boletín Sale-
siano español.13
12 Jesús FERNANDEZ ESTEBAN, El Padre Ernesto Oberti - Ensayo de biografìa. Cádiz
1944.
13 ASC A 143 carta a don Bosco de don Ernesto Oberti, Utrera 1-4-1885. Así le presenta
a don Marcelo: «...Il giorno 28, giorno in cui dovevamo avere fra noi il nostro angelo tutelare,
quegli che così bene sa compensare il nostro cuore per la lontanaza da lei, nostro caro Padre, il
veneratissimo e amatissimo Vescovo di Coria, Monsignor D. Marcelo Spinola [...], un popolo
immenso occupò la chiesa dando così una nuova prova dell'amore e rispetto che nutre per que-
sto zelantissimo Pastore e Cooperatore insigne. Io non le dirò a Lei, Rdmo Sgr. D. Bosco, l'affetto,
il desiderio con cui noi lo raccogliemmo in casa, perché è impossibile contraccambiare l'amore
che egli ci dimostra, l'affabilità con cui ci tratta, e la famigliarità con cui vuol essere trattato; e
tutti questi nostri sentimenti erano quest'anno resi più vivi dalla particolare circostanza, che
questa era senza dubbio l'ultima visita che il buon Pastore ci faceva in Utrera, perché fra troppo
brevi giorni dovrà lasciare Siviglia per recarsi nella sua nuova sede, la diocesi di

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
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2. GALBIATI José, sacerdote
Llamado don Ernesto a fundar la primera casa salesiana de la capital de Es-
paña, en octubre de 1899 le sucede en la dirección de la de Utrera el joven sale-
siano don José Galbiati, al que don Marcelo dirige la Ep. 38, monstrando ya en el
saludo, al suplir el cordial «estimadísimo amigo» por el protocolario «R. P. Supe-
rior», la diferencia de trato existente con él y con don Ernesto. Casi no lo conocía.
Cierto que en 1896 había venido de Italia, destinado, como catequista, a Utrera,
pero al año siguiente pasaba a Sarriá, tornando a Utrera sólo en 1899 para dirigir
la comunidad por cuatro años. Contratiempos lastimosos nos lo presentan, sin
cargo, de nuevo en Sarriá (1904-1906), para en 1907 aparecer como confesor en
la casa del Patrocinio de S. José, (Santiago de Chile), donde, ese mismo año,
abandona la Congregación.14
3. RICALDONE Pedro (1870-1951), quinto rector mayor
Dicen muy poco las dos Ep. 32 y 39 de lo que, en realidad, significó la rela-
ción - calificada da auténtica hermandad - entre don Marcelo y don Pedro en Se-
villa. Y es que, debido a la cercanía, la relación fue exclusivamente personal. En
septiembre de 1890, desde Turin llegaba a Utrera el cleriguito salesiano Pedro
Ricaldone. Aún subdiácono es fundador de la casa de la Trinidad, en la que -
ordenado sacerdote por el cardenal Sanz y Forés15 el 27 de mayo de 1893 -, al día
siguiente cantaba la primera misa.16 Pese a su
Coria. Assai perde Siviglia, moltissimo una infinità di pie associazioni e istituti di cui egli è la
vita, però non meno perdiamo noi Salesiani, che in lui incontravamo sempre il Padre, l'amico,
il consigliere e l'aiuto in qualunque frangente. Voglia il Signore rimunerarlo di tutto il bene di
cui ci fu largo e fare che fruttifichi in noi la memoria de' suoi esempi di eminente virtù e di spiri-
to veramente Salesiano! Infaticabile sempre nell'apostolico ministero, monsignore predicò alla
vigilia con quell'unzione che gli è propria sempre, specialmente però quando parla di S. Fran-
cesco di Sales...». [Publicada en BS 9 (1885) n. 5, Maggio, pp. 73-74]. Solemnes cultos en honor
de S. Francisco de Sales en Utrera, BS 10 (1885) n. 4, Abril, pp. 42-44.
14 Secret. General: ficha anagrafica y elenco general de la Sociedad Salesiana.
15 Mons. Benito Sanz y Forés (1828-1895), de Gandía, dejó los estudios civiles para
hacerse sacerdote en Valencia: de inmediato profesor de derecho, luego canónigo por oposi-
ción en Tortosa. Obispo de Oviedo (1868), asistió al concilio Vaticano Io, donde actuó como
secretario del episcopado español; arzobispo de Valladolid (1881) «y finalmente de Sevilla
[1889], durante cuyo pontificado recibió el capelo cardenalicio [16-1-1893], - escribe el Boletín
Salesiano a su muerte -... Los Salesianos de Sevilla han perdido en él un verdadero padre y
gran protector». Necrología-Emmº Cardenal Sanz y Forés, BS 10 (1895) n. 12, Diciembre, p.
289.
16 Sevilla-Oratorio Salesiano, BS 8 (1893) n. 8, Agosto, pp. 123-125; Francesco
RASTELLO, Don Pedro Ricaldone, IVo Successore di Don Bosco, vol. I. Roma, Editrice SDB
1975, pp. 97-100.

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328 Jesús Borrego
juventud, un año después lo nombraba director de la casa don Felipe Rinaldi,
para quien don Pedro es «todo un hombre y muy querido».17 Y don Pedro, en su
nombre y en el de sus jóvenes, envía a don Marcelo los plácemes por su «promo-
ción a la Sede Arzobispal de Sevilla», que éste agradece complacido, augurándo-
se que «el clero y el pueblo, los hijos de D. Bosco y sus acogidos tengan en su
futuro Arzobispo, no sólo un padre amante [...] sino un guía discreto» (Ep. 32).
Y ocurrió - sugiere José Ma Javierre - lo que llama la crónica salesiana «re-
galo del cielo al buen director»: El 13 de febrero de 1896 don Marcelo entraba
triunfalmente en Sevilla y el 16 de marzo «de improviso, visita la Trinidad»,
prometiendo tornar el domingo siguiente a presidir «en su teatrito un festejo en el
que participaron todos los peces gordos de la sociedad sevillana». Durante el
acto, don Pedro lo ofrecía la primicia de la Librería Salesiana, su Vida de las San-
tas Justa y Rufina, con la dedicatoria a «don Marcelo Spínola y Maestre, arzobis-
po de Sevilla, ínclito sucesor de los Leandros e Isidoros, fiel dechado de su cien-
cia y virtud [...] admirador insigne del gran apóstol de la juventud, el inmortal
don Juan Bosco». Indirectamente, en marzo de 1903, le dedicaría también el pri-
mer volumen - El clero, la Agricultura y la cuestión social (Ep. 39) - de la «Bi-
blioteca Agraria Solariana».18
Don Bosco fue el lazo que aunó tan entrañable amistad. Don Pedro Ricaldo-
ne, tras animar por un decenio (1901-1911) la Inspectoría salesiana bética, como
su primer inspector-provincial, era llamado a Turin a formar parte del Consejo
Superior como Director General de las Escuelas Profesionales y Agrícolas (1911-
1922), año en el que venía elegido Prefecto (Vicario) General de la Congrega-
ción, para, en 1932, al morir don Rinaldi, ser nombrado Rector Mayor. Siempre
le acompañó el recuerdo del «santo cardenal, - amigo sincero y padre de los sale-
sianos, intérprete acaso el más profundo y fiel de nuestro Fundador» -,19 no fal-
tando su testimonio al abrirse el Proceso de la causa de beatificación: «No hubo
acontecimiento importante en
17 ASC A 379 carta de don F. Rinaldi a don M. Rua, 10-1-1897.
18 Pedro RICALDONE, Vida de las Santas Justa y Rufina, Patronas de Sevilla. Sevilla, Tipo-
grafía y Librería Salesiana 1896; P. RICALDONE, El clero, la Agricultura y la cuestión social. Sevi-
lla, Biblioteca Agraria Soliariana-Escuela de Artes y Oficios SSma. Trinidad 1903, con la dedi-
catoria: «Al Episcopado Español, que siguiendo las gloriosas huellas de los Leandros, Isidoros,
Ildefonsos y Cisneros, á través de las pavorosas luchas del presente, con generoso afán y apos-
tólico celo va labrando un glorioso porvenir de paz redentora y sólido bienestar social». Del
mismo autor, y publicada al mismo tiempo, Los labradores, la Agricultura y la cuestión social...
Interesa ver también Ep. 39 nota 2.
19 Carta de don P. Ricaldone a don Francisco de la Hoz, 18-9-1947, en revista «Orienta-
ción», diciembre 1951, p. 42.

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
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nuestra casa en la que no interviniese el bondadoso prelado [...] Me honraba con
su confianza, y en más de una ocasión trató conmigo de argumentos muy delica-
dos [...] Pude admirar su gran prudencia, su longanimidad, su celo por las almas,
su amor a la Iglesia y al Papa, y su caridad sin limites».20
4. PRESIDENTE DEL CIRCULO CATÓLICO DE OBREROS
A la sombra de don Pedro, - camuflado en la Ep. 35 bajo las credenciales de
«Presidente del Circulo Católico de Obreros S. Francisco Javier» -, se esconde el
insigne cooperador salesiano Enrique MUÑOZ Y GAMIZ, desposado con Concep-
ción Santiago, hija del marqués de Casa-Ulloa,21 patrocinador de la fundación
salesiana de Utrera y, por tanto, presente desde los albores de la salesianidad en
España: «Mi familia y yo - escribe el marqués a don Bosco en mayo de 1880 -
recibimos con la mayor estimación el título de Cooperadores de la Congregación
Salesiana». «El Sr. Marqués de Ulloa, su hijo y su yerno, - ratifica don Cagliero -
se enorgullecen de ser los primeros Cooperadores Salesianos de España».22 Y
don Enrique lo ejerció en su compromiso eclesial, como lo denunció a su muerte
el Boletín Salesiano: «Hombre integérrimo por su posición y cultura [...] Fue
catedrático de la Universidad de Granada [...] Presidente de la Liga Católica [y
del Círculo Católico Obrero...] de las Conferencias de San Vicente de Paúl [...]
Hermano Mayor durante 17 años... de la Hermandad de la Santa Caridad [...] Fue
cooperador franco y sincero, consejero iluminado y prudente, y hombre extrema-
damente generoso con los hijos de Don Bosco [...] Cuando Don Bosco estuvo en
Barcelona, don Enrique se apresuró a ir a conocerlo y saludarlo. Favoreció cuanto
pudo a don Pedro Ricaldone y a los primeros salesianos de Sevilla».23
20 Arch.-Postulación, cartas de don P. Ricaldone del 24-7-1948 (CA 86) y del 17-11-1922
(PA 37): cf José Ma JAVIERRE, o.c, pp. 510, 658.
21 El Marqués, viudo de Casa-Ulloa, don Diego Ma de Santiago Calvo de la Banda y Ara-
gón, tenía un hijo, Antonio Santiago, y dos hijas: Concepción o Concha, - casada con don
Enrique Muñoz y Gámiz -, y Dolores, que se hará religiosa reparadora en Sevilla. Ángel
MARTIN, Los salesianos de Utrera en España - Una institución al servicio del pueblo. Sevilla,
Inspectoría salesiana 1981, p. 90.
22 Cartas del marqués de Casa-Ulloa: a don Bosco, 12-3-1880 (ASC A 145); a don M.
Rúa, 30-1-1880 (ASC A 428).
23 Necrología Ilmº Sr. D. Enrique Muñoz y Gámiz, BS 19 (1914) n. 2, Febrero, pp. 54-
55. Ver además, más adelante, las notas 72, 73 y 74.

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330 Jesús Borrego
5. RINALDI Felipe (1856-1931), cuarto rector mayor
Don Bosco no perdió de vista al joven Rinaldi hasta contemplarlo, a sus 22
años, salesiano, sacerdote en 1882 y director de un nuevo seminario para voca-
ciones tardías en Turin. En 1889 es enviado a España a dirigir los Talleres-
Escuela de Sarriá-Barcelona y, sin dejar dicha dirección, en 1892 es elegido ins-
pector-provincial de la recién creada Inspectoría Ibérica, inaugurando su mandato
con la apertura de la casa de la Stma. Trinidad-Sevilla, por la que tanto ha traba-
jado don Ernesto Oberti.24 En este mismo año el obispo malacitano, mons. Spíno-
la, prepara «una fundación salesiana en Málaga» (Ep. 18) y, visto «el éxito de las
gestiones», don Oberti encamina a don Marcelo hacia el provincial, don Rinaldi,
responsable último de aceptar o no la fundación: es el contenido del breve inter-
cambio epistolar, (Ep. 26; 27; 28) -. La Ep. 30, también dirigida a don Rinaldi, se
refiere a una posible fundación en Ronda. Juntos gozarían el 20 de enero de 1894
la apertura oficial del Oratorio malagueño de San Enrique25 y en marzo-abril de
1899, - don Marcelo ya arzobispo de Sevilla -, juntos vivieron el triunfo de don
Miguel Rúa en su visita a la capital andaluza.
6. RUA Miguel (1837-1910), primer sucesor de don Bosco
Con sus 51 años, don Rúa, en 1888 al morir don Bosco, del que siempre ha
sido el «alter ego», sucedía al frente de la Congregación salesiana. Don Marcelo
sólo lo conoce por las referencias, que suscitaba su cercanía al Fundador. La dos
únicas cartas existentes son su palabra garante, como arzobispo hispalense, para
la aprobación de la Asociación de María Auxiliadora en la iglesia de SSma. Tri-
nidad (Ep. 33), y de adhesion al IIIo Congreso Internacional de Cooperadores
Salesianos (Ep. 40). El afecto, oculto por la distancia, explotará en la visita que
don Rúa hace a Sevilla en el marzoabril de 1899. Don Marcelo es el alma de la
preparación para festejar a tan «esclarecido y santo Varón» (Ep. 36): el diario
local «El Correo de Andalucía», (del 19-3-1899), a la pregunta ¿Quién es Don
Rúa?, se responde: «Humilde sacerdote, dirige á miles de religiosos esparcidos
por toda la redondez de la tierra [... Es] uno de los más celosos propagandistas de
nuestros días, y uno de los mayores bienhechores de la humanidad», por el que el
arzobispo, al finalizar la academia literario-musical celebrada en el palacio, quiso
24 J. BORREGO, O.C, pp. 39-49.
25 Cf nota 66 de esta Introducción. De no haber sido destruido, en 1936, el archivo de la
casa salesiana de Sarria-Barcelona, sería más abundante el intercambio epistolar con don Feli-
pe Rinaldi.

2 Pages 11-20

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2.1 Page 11

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
331
ser bendecido, como uno más de los numerosos COOPERADORES SALESIANOS
presentes,26 y en cuyo nombre don Marcelo ha firmado la Ep. 36, invitación per-
sonal a dicho acto, al igual que renovará, con un nuevo autógrafo, «la adhesión
más firme» al IIIo Congreso Internacional de Cooperadores (Ep. 41).
Al recibir don Rúa el «magnífico librito», que recogía la letra y música de
su estancia sevillana, confesaba emocionado a don Pedro Ricaldone: «Pienso con
frecuencia en Sevilla, recuerdo complacido a tan excelentes personalidades y, en
especial, al Ángel de la Archidiócesis. Si le presentas mis cordiales augurios y
saludos me proporcionas una inmensa alegría...»27
Temas significativos
«Entusiasmado [...] con Don Bosco y su obra - afirma José Ma Javierre -,
cuando los salesianos pusieron pie en España, don Marcelo fue para ellos báculo
y aliento. Don Bosco representa una pieza clave en la renovación apostólica de su
tiempo. Por dos razones: el contacto inmediato con las fuerzas laborales y la re-
novación, podríamos decir afortunadamente revolución, en los métodos [...].
Desde el primer momento se sintió arrebatado por la sencillez y por el fervor de
los impetuosos hijos de don Bosco, [que] reconocieron en don Marcelo uno de
los suyos, hombre con preocupaciones idénticas»,28 como el mismo revela ya en
la carta inicial: «El Sr. arzobispo mira con singular predilección los institutos que
se dedican á la instrucción y educación de la niñez desvalida» (Ep. 1), y él se
cuenta entre «los que por la niñez abandonada nos interesamos» (Ep. 25).
A) «Conozco más que otros a Don Bosco» (Ep. 11)
Lo confesaba a don Ernesto en 1888. Pronto, y bien, había conocido a don
Bosco. Sevilla fue avanzadilla en la propaganda salesiana. Su arzobispo, mons.
Lluch y Garriga - aseguran las Memorias Biográficas - «se había convertido en
gran propagandista de la fama de don Bosco a través de la
26 Durante tres meses - de febrero a abril 1899 - don Rúa recorre la Península Ibérica, visi-
tando todas las presencias salesianas. La visita de don Miguel Rúa a Sevilla, BS 14 (1899) n.
11, Noviembre, pp. 297-294; 12, Diciembre, pp. 318-321; cf J. BORREGO, O.C, pp. 186-192.
27 Arch. Inspectorial-Sevilla, carta de P. Ricaldone a M. Rúa, 15-6-1900. Con ella le re-
mitía el «magnífico librito», Bellezas sevillanas ó seca Colección de los discursos y poesías que se
dedicaron al Sucesor de Don Bosco en la solemne Velada Liter ario-Musical que se celebró en su
honor el día 3 de Abril de 1899. Sevilla, Escuela Tipográfica Salesiana 1900.
28 J. Ma JAVIERRE, O.C, p. 261.

2.2 Page 12

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332 Jesús Borrego
Revista diocesana»,19 siendo «cosa muy grata para mi - susurra a don Bosco - si
mi diócesis fuera la primera de España que albergue a sus [hijos]», y no dudando,
«querido Don Bosco, ser [...] el gran «Papá» de sus salesianos».30 Y su Auxiliar,
don Marcelo, tendrá como una de las más «señaladas glorias de la Archidiócesis
de Sevilla la de haber sido la primera que dio hospitalidad en España á los hijos
de D. Bosco» (Ep. 41).
Apenas ha asentado sus reales la comunidad utrerana, lo confirma el con-
ductor de la expedición, Juan Cagliero -joven sacerdote, ya bregado en audaces
empresas apostólicas y con el tiempo primer obispo y cardenal salesiano,31 y al
que don Marcelo no olvidará (Ep. 16)] -: «Junto con Don Branda he visitado ayer
al Sr. Arzobispo y al nuevo Auxiliar, mons. Spínola [...] que ha sido consagrado
recientemente [6-2-1881] No podíamos caer en mejores manos [...] En el primero
hemos hallado un verdadero Padre; en el segundo, un verdadero amigo. Ambos
[...] están dispuestos a favorecernos y a ayudarnos en la consolidación de nuestra
primera casa en España [...] Las cosas salesianas son aqui tan conocidas ya como
en Italia y en Francia, porque el Sr. Arzobispo publica en la Revista [diocesana]
de Sevilla, - [identificada como La Revista Católica] -,32 la historia del Oratorio
[salesiano de
29 MB XV 321.
30 ASC F 999 Sevilla-[Richieste di fondazioni], cartas del arzobispo Lluch y Garriga a
don Bosco, 7-6-1879 y 23-2-1881.
31 Giovanni Cagliero (1838-1926), de Castelnuovo de Asti, fue uno de los fundadores de
la Sociedad salesiana, profesando en 1862 y siendo ordenado sacerdote el 14 de junio del mis-
mo año. Director espiritual del incipiente Instituto de Hijas de Ma Auxiliadora (1873), partía
para la Argentina en noviembre de 1875 al frente de la primera expedición misionera
(18761877). Llamado por don Bosco a Turin, durante ocho años será fundador de diversas casa
en Italia, Francia y España. Consagrado obispo el 7 de diciembre 1884, torna en Argentina
como primer Vicario Apostólico de la Patagonia septentrional y central. En 1904 Pio X,
haciéndolo arzobispo titular de Sebaste, primero le encarga la visita apostólica a las diócesis de
Piacenza, Tortona, Alba y Savona (1906-1907) y luego lo nombra Ministro plenipotenciario en
Costa Rica y Delegado apostólico para América Central (1908-1915). Benedicto XV en 1915
lo eleva a la dignidad cardenalicia y en 1920 es nombrado obispo de la diócesis suburbicaria de
Túsculo-Frascati. (Raúl ENTRAIGAS, El apóstol de la Patagonia. Rosario, Apis 1955). Enviado
por don Bosco un año antes a Sevilla-Utrera en visita de exploración, don Cagliero cerraba las
negociaciones de fundación a finales de enero de 1880, susurrando a don Bosco: El Sr. Arzobis-
po «è un padre, che ama i Salesiani da assai tempo. E ci conobbe per mezzo dei fogli [giornali]
e principalmente per la relazione con la Marchesa Cittadella di Lucca, dove - nel Convento Car-
melitano - fece i suoi studii Teologici, predicò e confessò per tre anni...». ASC A 138 carta de
don Cagliero a don Bosco, 28-1-1880 (MB XI 411, XII 678); también ASC A 428 carta de Ca-
gliero a M. Rúa, 30-1-1880.
32 La Revista Católica, fundada en diciembre de 1879, contaba como responsable de su
edición al propio arzobispado de Sevilla [...] Esta era la Revista diocesana por excelencia como
lo evidencian la dignidad de su presentación y la importancia de sus colaboradores [...] La
dirección fue confiada inicialmente a don Ventura Camacho Carbajo, pero [muy pronto pasó a]
don Cayetano Fernández, dignidad de Chantre de la catedral de Sevilla, miembro de número de
la Real Academia española...» y cooperador salesiano «admirador de Don Bosco». Marifé

2.3 Page 13

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
333
Turin], la cual es reproducida por la Revista Popular de Barcelona y por otros
periódicos de Madrid.33 Y así somos conocidos perfectamente por montes y ma-
res en esta Península Ibérica».34
¿Qué mejor recibimiento? Ya tan conocidos... La fuente primordial de in-
formación es el Bollettino Salesiano. En él su director, don Juan Bonetti, publica
la Historia del Oratorio de S. Francisco de Sales de Turin35 a partir de enero de
1879, por lo que el arzobispo, en octubre, se lamenta con don Bosco de haberle
«llegado el n° 7 del Bollettino Salesiano; es el único que he recibido; ¿se habrán
perdido los otros?».36 Precisamente los números que contenían los inicios de la
historia del Oratorio turinés, que desea dar a conocer a sus feligreses a través de
los dos medios principales de difusión de que dispone: el Boletín Oficial del Ar-
zobispado - no muy pródigo en noticias salesianas -, y, sobre todo, La Revista
Católica: desde mayo de 1879 no hay evento importante en el mundo salesiano
del que no se hagan eco sus páginas. Así de junio a agosto de 1880 publica el
opúsculo del presbítero marsellés L. Mendre, Dom Bosco [...] Noticias de su
obra [...] en Francia. El traductor, Cayetano Fernández, - director de La Revista
Católica sevillana -, se siente satisfecho de haber dado «a conocer por menudo en
España a Don Bosco y su admirable institución los talleres cristianos». Con idén-
tico título - Don Bosco y los talleres cristianos - la Revista Popular de Barcelona
empezó su publicación sólo en noviembre del mismo 1880.37 No ha de extrañar,
NUÑEZ, El origen de la literatura salesiana en España en vida de San Juan Bosco, en «Don Bosco
en la historia» - Actas del Primer Congreso Internacional de Estudios sobre San Juan Bosco.
UPS-Roma, 16-20 enero 1989 -. Roma, LAS 1990, pp. 488-495.
33 Don Cagliero marca los dos cauces por donde la literatura, como conocimiento salesia-
no, entró en España: «el sur - abierto por el arzobispo de Sevilla, Lluch y Garriga -, y el norte,
franqueado por el doctor Sardá i Salvany (1841-1916), director de la Revista Popular, que con
la pluma siempre preparada montaba guardia en Barcelona [...] Don Marcelo se beneficiaría de
ambas corrientes». (Ramón ALBERDI, Cómo se comenzó a escribir de los Salesianos en Espa-
ña, BS 97 (1984) n. 11, noviembre, p. 20). Con los «otros periódicos de Madrid», don Cagliero
se refería ante todo a la revista confesional La Cruz, fundada (1852) y dirigida por el publicista
católico - catedrático de arabe y literatura de Sevilla (1845-1869) - León Carbonero y Sol
(1812-1902): órgano oficioso de la jerarquía eclesiástica, encontró en Sevilla el lugar idóneo
para su nacimiento y despegue. Desde 1870 acompañó a Madrid a su director. M. NUÑEZ, o.c,
pp. 476, 503.
34 ASC A 138 cartas a don Bosco, de don Cagliero, 23-2 y 1-3-1881.
35 En el Bollettino Salesiano, - periodico mensual fundado por el mismo don Bosco en sep-
tiembre de 1877 -, su director, el salesiano don Juan Bonetti (1848-1891), en enero de 1879
inicia con el primer capítulo la Storia dell'Oratorio di S. Francesco di Sales, capítulos que for-
marán la obra, Giovanni BONETTI, Cinque lustri di storia dell'Oratorio Salesiano fondato dal
sacerdote D. Giovanni Bosco. Torino, Tipografia Salesiana 1892.
36 ASC F 614 Utrera, carta del arz. Lluch y Garriga a don Bosco, 24-10-1879.
37 L. MENDRE, Dom Bosco Prète Fondateur de la Congrégation des Salésiens (Saint
François de Sales) - Notice sur son oeuvre, L'Oratoire de Saint-Leon a Marseille et les Oratoires

2.4 Page 14

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334
Jesús Borrego
pues, que La Revista Católica tuviese como timbre de gloria - y así lo expresase
en un editorial - haber sido «los primeros en dar a conocer en España a Don Bos-
co y su inspirada Obra».38
En todas estas fuentes bebe con fruicción don Marcelo. Pero hay más. Casi
al mismo tiempo que en Niza aparecía el libro - de mayor resonancia Dom Bosco,
de D'Espiney,39 hacía su aparición en Utrera, (16 de febrero 1881), la comunidad
salesiana, cuyo frecuente trato va a constituir preciosa fuente vivencial de infor-
mación. Y en ello juega un papel primordial el director, don Juan Branda (1842-
1927), que se ha formado a la sombra del Fundador y viene de vivir a su lado,
como catequista de los artesanos, la extraordinaria experiencia del Oratorio de
Valdocco. Don Marcelo será el que más se beneficie de los contactos personales
con la comunidad utrerana, a la que recuerda constantemente en su carteo con
don Ernesto Oberti: salude a «todos esos buenos Padres y Hermanos» y nomina-
tim a don Carlos Pane (Ep. 1; 7; 8; 17), a don Francisco Atzeni (Ep. 2; 9) y, como
no, a don Branda (Ep. 1; 3; 7), con el que la desaparición del archivo de Barcelo-
na, en 1936, sin duda nos ha privado de un interesante intercambio epistolar.
A diferencia de meses se separan en 1884: en febrero don Juan Branda pasa
a Barcelona para poner en marcha los Talleres-escuela de Sarria y, en agosto, don
Marcelo es nombrado obispo de Coria. Acaba de iniciar nuestro Epistolario.
Utrera - con su nuevo director, don Oberti - viaja en el bagaje afectivo de mons.
Spínola, como expresión de su salesianidad: «Amo mucho á los salesianos, y
especialmente á los de Utrera, con quienes he solido pasar hermosos días» (Ep.
8). También don Branda se lleva, prendida en el alma, la amistad de aquel «obis-
po de Milo - como le ha confesado a don Cagliero - loco por los salesianos, pero
muy cuerdo en lo que propone y hace»,40 y del que ha sido mentor en su forma-
ción salesiana: «En aquel tiempo [1882] - recordará don Branda, anciano -, fui
muchas veces á Sevilla por (sic) relatar la Historia de nuestra Congregación] y
otras cosas necesarias á Mons. Spínola, quien después escribió el folletón (sic)
Don Bosco y su Obra».41
Salésiens fondés en France. Marseille 1879. La Revista Popular de Barcelona empezó a publi-
carlo, a partir del 4 de noviembre de 1880, - (sin consignar su fuente de información y ponien-
do sólo las iniciales del traductor: C[ayetano] Fjernández] P.) -, Dom Bosco y los Talleres
cristianos, en «Revista Popular», n. 517 (1880) 297-301, n. 519 (1880) 329-333, n. 521 (1880)
361-364, n. 523 (1880) 401-404. Cf M. NUÑEZ, o.c, pp. 488-498.
38 Cayetano FERNANDEZ, Don Bosco ha muerto, en «La Revista Católica», 533 (1888) 98.
39 Charles D'ESPINEY, Dom Bosco. Nize, Tipographie et litographie Malvano Migon
1881.
40 ASC F 482 Málaga, carta de don Branda a don Cagliero, 23-5-1883.
41 ASC F 937 Utrera (Cronache), Crónica de las Casas de Utrera, Málaga y Barcelona...
Noticias precisas sobre las primeras fundaciones de nuestra Congregación en España: Es una es-

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
335
B) Don Bosco y su Obra
No se conocieron de persona. Desde Roma don Marcelo anheló desplazarse
«á Turin para visitar al célebre D. Bosco y ver las grandes obras que allí ha pla-
neado» (Ep. 8). Se quedó en anhelo. Y lo más descorazonador es el mínimo inter-
cambio epistolar: una sola carta, por demás reveladora. Escrita el 3 de mayo de
1885, apenas aterrizado en Coria, admira advertir que desde sitios tan dispares
buscan la mediación de don Marcelo para lograr de don Bosco una nueva funda-
ción salesiana «en las provincias septentrionales de España». A ello - le suplica -
cree «tener algún derecho [...] el antiguo Obispo de Milo» (Ep. 6), autor del
opúsculo, recién aparecido, Don Bosco y su Obra.
En septiembre de 1882 al morir el cardenal Lluch, su Auxiliar no fue desig-
nado vicario capitular durante la sede vacante, ni mucho menos su sucesor, que lo
sería el filósofo dominico fray Ceferino González (Ep. 1). Don Marcelo pasó -
diríamos hoy - al paro hasta ser nombrado obispo de Coria, aprovechando el
tiempo, entre otros ministerios en escribir su opúsculo «domboscano», que pro-
bablemente se lleva para la impresión, en febrero de 1884, don Branda, a Barce-
lona, - donde extrañamente fue impreso y publicado -,42 como se colige de su
observación a don Oberti: «He corregido las pruebas que el P. Branda me remitió
desde Barcelona de una buena parte de mi escrito sobre D. Bosco. Creo por lo
mismo que no tardará mucho en salir a la luz el folletito» (Ep. 3). Debió de ver la
luz a fines de 1884, meses después que la viera el Dom Bosco de Du Boys.43
pecie de carta autógrafa de don Juan Branda a don José Recasens, 18-6-1920, en diez páginas,
escritas a vuela pluma. No ha de extrañar las incorrecciones de lenguaje - (por [per, en italiano]
en lugar de para; folletón por folletín o folleto) -, habida cuenta que don Branda ha dejado
España en 1889.
42 Llama la atención que el opúsculo no viese la luz en Sevilla, - donde «el nombre sale-
siano ya sonaba y contaba con un círculo de adeptos» -, sino en Barcelona, a la que los salesianos
acababan de llegar «y donde, por el momento el grupo de Cooperadores es muy exiguo». Ra-
món Alberdi apunta diversas moticaciones: siendo entonces «una tierra más prometedora...
[con] garantías más seguras de futuro... Barcelona constituía una buena plataforma para lanzar
la edición del libro al mercado local y nacional». Lo que a su vez se transformaba en «oportuno
aparato propagandístico para la institución que se [acababa de implantar] en tierras barcelone-
sas... El interés literario que el movimiento salesiano estaba despertando en Barcelona». Más o
menos cuando el obispo de Milo ponía punto final a su obrita, don Felix Sardá i Salvany, en su
semanario Revista Popular escribía sus significativos artículos sobre Don Bosco y los Talleres
cristianos (cf nota 37), que fueron insertos, a modo de Apéndice, en el librito del obispo de Milo.
Ramón ALBERDI, Una ciudad para un Santo. Barcelona, Edic. Tibidabo 1966, pp. 69-81 (Es el
capítulo intitulado: Los orígenes de la literatura salesiana en Barcelona); R. ALBERDI, Hace
cien años - Cómo se comenzó a escribir de los Salesianos de España, BS 97 (1894) n. 10,
octubre, pp. 20-22.
43 Albert Du BOYS, Dom Bosco et la pieuse Società des Salésiens. Paris, Jules Gervais Li-

2.6 Page 16

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336 Jesús Borrego
Don Bosco y su Obra, lo firmaba, sin más apelativos, «el Obispo de Milo»,
que debajo anotaba: «El producto se destina á beneficio de la obra salesiana».44
Un librito de 102 páginas, «bellamente escritas» en «el estilo apologético propio
de los escritores católicos de la época [...], de extraordinario valor documental
para comprender los orígenes del hecho salesiano en nuestra patria».
Se abre con una sugestiva introducción que narra el interés suscitado por
don Bosco en París (abril 188), para en sólo tres capítulos «volcar su corazón
salesiano envuelto en discretos alardes de vasta erudición humanística». En el
primero radiografía a Don Bosco como hombre superior, hombre de Dios y por El
enviado a la juventud, el cual, «iluminado por la luz del Evangelio y ungido por
el poder del Espíritu cumple admirablemente su misión - [de educador, sacerdote
y apóstol] - en un ambiente y unos años de extraordinaria agitación e inseguridad
[...] En resumen, don Bosco es un hombre providencial». En el segundo capítulo,
que intitula La obra de D. Bosco, prueba «con datos precisos lo sobrenatural de
sus tres fundaciones», a saber, la Sociedad Salesiana, el Instituto de Hijas de Ma-
ría Auxiliadora y la Unión de Cooperadores. Una alusión final al espíritu misio-
nero da pie al autor para señalar la rápida difusión experimentadada por la Obra
Salesiana y su carácter universalista, porque «lo que don Bosco ha creado no lo
ha creado sólo para sus compatriotas, sino para el mundo entero». El capítulo
tercero es una reflexión: «¿Qué vale la Obra Salesiana?»: Por el modo como ha
nacido y está creciendo «resulta algo sorprendente... inexplicable...; el carácter
heroico de los primeros tiempos demuestra la raíz sobrenatural de la empresa de
don Bosco». Y si por sus frutos los conoceréis (Mt 7, 20), descubre «los siguien-
tes valores altamente positivos: El poder transformante de la pedagogía de don
Bosco... La capacidad de formar santos, como el adolescente Domingo Savio...
La eficacia en hacer el bien... La fuerza de prevención y defensa que para los
valores cristianos representa la cruz... Ha hecho aún más:... la creación del Sale-
siano». Y en las páginas 89-90 ["su hon-
oraire Editeur 1884. En efecto, en la reunión del Consejo Superior del 22 de septiembre 1884, -
a la que asiste también don Branda pues se discutía la conveniencia o no de aceptar el reforma-
torio de Santa Rita de Carabanchel Bajo (Madrid) -, éste había dado a los señores, responsables
de dicha institución «un libro de D'Espiney, para que vieran cómo era nuestro sistema educati-
vo. No les dio el libro de Du Boys porque no lo tenía entonces...» (MB XVII 598599). Acaba-
ba de salir, mientras que de haber salido, lógicamente les hubiera hecho leer el de Spínola.
44 El aparecer firmado - «Don Bosco y su Obra - por el Obispo de Milo», confundió la
personalidad del autor. Por tanto, un bibliotecario de la Biblioteca Central Salesiana lo clarifi-
ca, añadiendo junto a Obispo de Milo, «Mons. Marcelo Spínola y Maestre, Arcivescovo di
Siviglia».

2.7 Page 17

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
337
dad y su amor a don Bosco, supo dar del Salesiano la definición más hermosa y
más completa hasta el presente (1947)"]: «El Salesiano es el hombre [...] que
hace el bien creyendo que no hace nada [...] y que, venido a la hora postrera, se
estima el último entre los servidores de la Iglesia [...] Tiene, en fin, algo de todos
los Institutos religiosos conocidos, siendo no obstante un tipo nuevo».45 Todo
ello le induce a cerrar el trabajo con la llave de oro de las famosas palabras escri-
túrales: «Ha venido la Obra Salesiana a satisfacer necesidades apremiantes de
nuestra época desde el punto de vista religioso y desde el punto de vista social.
Podemos, pues, en conclusión decir: El dedo de Dios esta aquí».46
La obrita lanzó al autor en la órbita salesiana, estigmatizándolo para siem-
pre, mucho más cuando se hizo voz común - mantenida hasta nuestros días -, que
don Bosco «encontró las páginas tan atrayentes, tan provechosas que ordenó una
versión al italiano».47 Eugenio Ceria remata la presenta-
45 He aquí la definición «más completa» del salesiano: «El Salesiano no es el Jesuita, sol-
dado, por así decirlo, del escuadrón sagrado, o sea, de la milicia escogida que la Iglesia destaca
contra sus enemigos más fieros, y principalmente contra este mundo moderno, tan lleno de so-
berbia, tan engreído de su ciencia y de su valer: no es el Capuchino, el fraile más popular entre
todos los frailes, con sus austeridades y rigores, con su menosprecio de los bienes terrenales, y
esa absoluta desnudez interior y exterior, que pone espanto; no es el hijo de Benito, que mora
en las soledades y pasa la vida entre el estudio, el canto de las divinas alabanzas y el cultivo de
la tierra; no es el discípulo de José de Calasanz, bienhechor en alto grado, benemérito de la
Iglesia y de la sociedad, pero consagrado a una sola tarea; no es..., nada de eso.
El Salesiano es el hombre de la abnegación y de la humildad, que vive muerto sin pensar
que lo está, que hace el bien creyendo que no hace nada, que se sacrifica sin acordarse de ello y
aún casi ignorándolo, y que venido a la hora postrera, se estima el último entre los servidores
de la Iglesia. Va allí donde le llaman; toma las cosas y las acepta como se las dan, y fabrica su
nido lo mismo entre las floridas ramas de árbol frondoso, que en la piedra más saliente de tosca
y desnuda roca. Sus características virtudes son no quejarse nunca, aunque todo se le torne
contrario, y no desmayar jamás, esperando siempre en la Providencia.
Tiene el Salesiano algo de la energía, de la actividad, de la extensión y alteza de miras y
de la incontrastable firmeza del Jesuita; tiene algo de la popularidad del Capuchino; tiene algo
del recogimiento y de los hábitos de trabajo del monje; tiene algo en fin de todos los Institutos
religiosos conocidos, siendo no obstante un tipo nuevo». Publicada en MB XVIII 641-642.
46 Obispo de Milo, [mons. Marcelo SPINOLA], Don Bosco y su Obra. Barcelona, Tipogra-
fía Católica, calle del Pino n. 5 - [la tipografía donde se imprimía la Revista Popular] -, 1884.
Otra edición: Sevilla, Tipografía Salesiana 1947, (preparada por Fco DE LA HOZ); y la última,
preparada por Fco RODRÍGUEZ DE CORO e incluida en el libro Don Bosco maestro de espirituali-
dad. - Cartas pastorales de los obispos españoles con motivo del centenario de la muerte de san
Juan Bosco (1988-1989). Madrid, Editorial CCS 1990, pp. 105-171. Para resumir la obra nos
hemos servido de A. ALBERDI, Cómo se empezó a escribir de los Salesianos en España, BS 97
(1984) n. 11, noviembre, pp. 20-23; Fco DE LA HOZ, O.C, pp. 16-17, 31. Carta de don P. Ricaldo-
ne a éste último, 18-9-1947, en revista «Orientación», diciembre 1947, p. 41.
47 Necrologia - Il Card. Marcelo Spinola y Maestre, Arcivescovo di Siviglia, BSi 30 (1906)
n. 2, Febbraio, p. 62: «L'Em.mo Spinola fu [...] un ammiratore entusiasta del nostro D. Bosco.
Una delle più belle monografie del nostro buon Padre uscì della penna del Em.mo Spinola,
allora vescovo titolare di Milo». J. Ma JAVIERRE, O.C., p. 262.

2.8 Page 18

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338 Jesus Borrego
ción del opúsculo con una doble anotación: «La lozanía del estilo hace que estas
páginas se lean todavía hoy [1936] con agrado [...] no sólo en España sino en
América Latina.48 Don Bosco jamás negó ignorar esta y otras publicaciones aná-
logas, si bien las miraba con espíritu sobrenatural». Y aquí introduce la conversa-
ción mantenida con don Evasio Rabagliati, - misionero en Argentina -, quien al
elogiarle la obrita, oye el requerimiento de don Bosco: «Sólo tú o don Lasagna
sois capaces de hacer la traducción italiana». Mas no hay prueba fehaciente de
que se hiciese dicha traducción, mientras abundan las de la traducción italiana de
la obra de D'Espiney o de la de Du Boys.49
48 Para apreciar el influjo de la obra en España, además de ver la Ep. 6, baste el testimo-
nio de don Ángel Piccono, residente en Argentina desde 1881: Camino de Méjico, para instau-
rar allí la obra salesiana, el vapor hace escala en Málaga y, como de costumbre, van a visitar al
obispo, que en aquel momento predicaba «ad un Collegio di Suore della Carità francesi [...] Ci
domandò subito notizie di Lei, sig. don Rua, e di Monsignor Cagliero [cf nota 31]; ci benedisse
e torniamo soddisfatti al nostro vapore. [Il vescovo] é l'antico Vescovo titolare di Milo, lo
scrittore elegante e profondo dell'opuscolo Don Bosco y su obra, che ci fece conoscere in Spa-
gna». ASC A 443 carta a M. Rua de A. Piccono, 11-11-1892, publicada en BS 8 (1893) n. 3,
Marzo, p. 40.
Influjo del opúsculo en Latinoamérica: Durante todos estos años aparece entre los libros
en venta, BS 1891-1893 Buenos Aires - Libreria Salesiana - Sarriá. «Siendo diplomático en
Chile el [ecuatoriano] Dr. Carlos Rodolfo Tobar, llegó a conocer por la prensa argentina la
labor, que desempeñaban los salesianos en el País de la Plata. De regreso a Ecuador recibió del
Superior de los jesuítas la obra del Cardenal de Sevilla, Marcelo Spínola, sobre Don Bosco,
lectura que completó su visión de la Congregación Salesiana. En 1885, como Secretario de
Educación, patrocinó ante las Cámaras la venida de los Salesianos al pais». (Juan BOTASSO, El
largo camino de la educación shuar, en «Los Salesianos y el Amazonia», tomo IIIo. Quito 1993,
pp. 90-91). El folleto - Extraordinario del Boletín Salesiano Don Bosco y su Obra, Número de
propaganda. Turin, Tipografía Salesiana [1900], - elenca, entre la bibliografía salesiana, «Don
Bosco y su Obra, por el Obispo de Milo (limo Sr. Don Marcelo Spinola y Maestre, Arzobispo
de Sevilla) -. En tela 1 pts. Librería Salesiana y principales librerías católicas». Así presentada:
«Más bien que una biografía de D. Bosco es el presente trabajo un magistral y profundo estudio
filosófico del Apóstol del siglo XIX y de su Obra. El diligentísimo examen que hace de ambos,
estudiando todas sus fases, ha contribuido poderosamente á descubrir en toda su magnitud la
misión que á este su predilecto siervo confió la divina Providencia, misión que él cumplió con
abnegación y fidelidad [...] El nombre preclaro de su autor, por otra parte, debe ser para todos
la más sólida garantía de las excelencias de este precioso opúsculo».
49 No he encontrado la fuente de esta última observación de don E. Ceria, quien aporta el
diálogo en MB XVIII 60-61: «Don Evasio Rabagliati, - [entonces vicario-prefecto de la casa de
San Nicolás de los Arroyos (Argentina)] - in un suo ritorno dall'America, disse al Servo di Dio
che aveva letto quel libro e che gli era piaciuto molto. - Ebbene, gli rispose Don Bosco, fanne
la traduzione. Ormai tu e Don Lasagna, - [director de la casa de Villa ColónMontevideo] -, fra
tutti i Missionari americani siete i soli capaci di scrivere ancora correntemente in italiano. Così
lo faremo stampare...». El tomo XVIII de las MB vió la luz en 1936. En 1941 publicaba el mismo
E. CERIA, Annali della Società Salesiana, y en el vol. I pp. 543-544 reproducía substancialmente
la primera anotación, omitiendo el diálogo de la supuesta traducción al italiano de la obra de
mons. Spínola. Por otro lado, mientras queda constancia - y abundante - de la tradución de la
obra de D'Espiney - Ia versión italiana en San Pier d'Arena,

2.9 Page 19

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
339
Lo que no quiere decir se silenciase en el mundo salesiano italiano. Tanto
don Lemoyne como don Ceria citan en las Memorie Biografiche pasajes del es-
crito de don Marcelo para autenticar episodios de la vida de don Bosco.50 Don
Miguel Rúa, - inmediato el viaje a Barcelona, en el que acompaña a don Bosco -,
«estudiaba el español, usando como libro de lectura el opúsculo del Obispo de
Milo».51 Por cierto que la prensa barcelonesa notificaba que en el acto que se
celebraría en la iglesia de Belén, el 30 de abril 1886, «dará á conocer la obra de
los Talleres Salesianos algún prelado, que se cree será el Ilmo. señor obispo de
Coria [Ep. 6], entusiasta propagador de la misma, pues cuando era obispo de
Milo escribió un interesante libro para popularizarla». Ocasión propicia para
encontrarse personalmente con don Bosco, que no se verificó.52
El 9 de mayo era elevado al obispado de Málaga. Allí le sorprendió la muer-
te de don Bosco, 31 de enero 1888 (Ep. 10), y la invitación, - prevista y por des-
contado esperada -, de don Oberti para pronunciar la oración fúnebre en el so-
lemne funeral que tendría lugar el 29 de febrero en Utrera. Don Marcelo aceptó,
según propia confesión, por el solo mérito de conocer «más que otros la historia
de don Bosco» (Ep. 11), aunque, ya pronunciada, no la considerase «digna de
figurar en los Archivos de la [Congregación Salesiana» (Ep. 12): «Yo hubiera
querido depositar en la tumba del Padre de los niños y jóvenes abandonados una
hermosa flor, y solo he podido dejar caer sobre ella hojas secas» (Ep. 13). No era
así. Le había brotado del corazón: Al «amigo íntimo y cordial de los hijos de Don
Bosco - compendia el Boletín Salesiano - le salió una oración fúnebre cordialísi-
ma y honda [...]
Tipografía S. Vincenzo de' Paoli 1890 -; y de la de Du Boys - «Traduzione dal francese per
cura di Giuseppe Novelli, San Benigno Canavese, Tip. e Lib. Salesiana 1884» -, no hay vesti-
gio fehaciente de la traducción italiana del Don Bosco y su Obra, de Spinola.
50 Cf MB II 505; III 503; XVII 6-7.
51 En MB XVIII 60, y aún mejor en G. B. LEMOYNE, Documenti per scrivere la storia di
D. Giovanni Bosco, dell'Oratorio di S. Francesco di Sales e della Congregazione, vol. XXXI
p. 181: «3 Aprile [1886...] Sono due giorni che D. Rua si é posto a studiare, o meglio a leggere
l'opera del Vescovo di Milo Don Bosco y su Obra e già sa parlare lo spagnuolo, benché con
qualche difficoltà. Prima di essere a Barcellona conoscerà certamente questa lingua» (ASC A
080).
52 G.B. LEMOYNE, Documenti..., vol. XXXI p. 275: «Il Diario di Barcelona, del giovedì
22 Aprile [1886]». En el del 29 de abril y 1 de mayo se afirma que la solemne celebración en la
iglesia de Belén se tuvo el 30 de abril, predicando «el canónigo del Seminario Conciliar [de
Barcelona] Dr. D. José Julia», con la asistencia de «nuestro Excmo. Prelado [Jaime Cátala] y el
Vener. fundador de los Talleres Salesianos, Dom Bosco» (cf. Documenti..., vol. XXXI, pp.
295296, 302). Hubiera encajado plenamente la palabra de don Marcelo en «El día cumbre de
Don Bosco en la ciudad condal: entre la burguesía y el obrerismo (30 de abril)», como intitula
Ramón Alberdi el capítulo V de Una Ciudad para un Santo - Los orígenes de la obra salesia-
na en Barcelona... Barcelona, Ediciones Tibidabo 1966.

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340
Jesús Borrego
Nos hizo ver cómo Don Bosco es uno de esos hombres providenciales para los
tiempos modernos, que sólo el cristianismo crea y que nosotros llamamos Santos.
Vivió de Dios y para Dios. Solucionó los problemas sociales y educativos del
mundo moderno encarnando en su persona la caridad de Cristo».53 Idea que mo-
dela el fervoroso canto final: «El mundo será de aquel que más le ame y mejor se
lo demuestre [...] Ved aqui el secreto de las maravillas de Don Bosco. No es un
especulador [...] No es tampoco un filántropo [Ep. 41...] D. Bosco es solamente el
hombre de la caridad, única fuerza que le mueve [...] Duerme en paz, varón in-
signe: tu obra no morirá, sino antes vivirá siglos y siglos, porque [...] se funda y
descansa en la caridad, que es inmortal como el principio de donde dimana».54
C) Su «salesianismo»
Don Juan Cagliero lo advierte inmediatamente: «Ambos - [el arzobispo
Lluch y su Auxiliar] - son devotísimos de San Francisco de Sales».55 Francisco de
la Hoz ve al «prelado hispalense gemelo del ginebrino», realidad que para José
Ma Javierre «parecía una relación predestinada por el paralelismo de sus dos exis-
tencias [...] En las palabras, en las reacciones de Spínola hay un eco de palabras y
reacciones de Francisco de Sales. Don Marcelo estudió la biografía y los escritos
y los puso como alimento permanente para el espíritu de Madre Teresa y de sus
Esclavas», cuyas comunida-
53 Esta síntesis de la Oración fúnebre apareció en BS 3 (1888) n. 5, Mayo, pp. 61-63. Es
eco de la aparecida en La Andalucía-política, económica y literaria, Sevilla-Sábado 10-3-1888:
«...El Ilmo. señor obispo de Málaga, amigo íntimo y cordial de los hijos de don Bosco [...] hizo
el panegírico de don Bosco, y su institución, y pronunció una de esas oraciones que solo él, con
esa bondad y dulce expresión que le caracterizan, sabe decir, subyugando á su auditorio, po-
niéndole en contacto y haciéndole sentir la dicha inefable que experimentan las almas cristia-
nas al difundir y apreciar las beneficios de la caridad divina sobre la tierra...».
54 Oración fúnebre por el Obispo de Málaga, en las exequias celebradas en la iglesia de los
Salesianos de Utrera, por el alma del sacerdote D. Juan Bosco, fundador de [la] Pía Asociación
Salesiana, el día 29 de Febrero de 1888. Málaga, «El Avisador Malagueño», Imprenta y Librería
de Don Antonio Rubio 1888, 26 p. Apareció anunciada en la contraportada del BS 3 (1888) n.
5, Mayo: Utrera (Sevilla) - Librería Salesiana - Sarriá (Barcelona). Mientras el BSi 12 (1888) n.
11, Novembre, p. 140 se contenta con reseñar «il gran funerale che si celebrò nella nostra chiesa
[di Utrera]. Ne disse l'elogio funebre il Vescovo di Malaga, prendendo per argomento le parole
che Don Bosco lasciò scritte per i suoi cari ed amati figli in G.C.: Vi raccomando di non piange-
re la mia morte». E. CERIA, al elencar las «Oraciones fúnebres a la muerte de Don Bosco»
recibidas en Turin, indica que «nel collegio di Utrera fece un vero panegirico di Don Bosco il
santo Vescovo di Malaga, poi Cardinale, ma non c'è stato possibile avere un esemplare del suo
discorso, che fu dato alla stampa» (MB XIX 26, [tomo, publicado en 1939]). La tenía, al menos
en la Biblioteca Salesiana-Casa Generalizia [81 E 3].
55 ASC A 138 a don Bosco, de don Cagliero, 23-2-1881.

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
341
des, en efecto, están marcadas por «el espíritu de S. Francisco de Sales».56 El se
preocupa de proclamarlo varias veces en el Epistolario, - «Pida V. á S. Francisco
que dirija una mirada á este rinconcito de Coria y al modesto alcázar donde mora
un obispo que lo ama y quiere imitarlo» (Ep. 9) -, y, sobre todo, en una originalí-
sima serie de artículos, aparecidos entre enero y septiembre de 1891 en el Boletín
Salesiano español bajo el título Los verdaderos amigos del pueblo - Escritos para
los Salesianos es por el limo Señor Obispo de Málaga. Desvela su verdadera
intención en el subtítulo del artículo-epílogo: Don Bosco, su obra y su Protector,
Francisco de Sales, cuya fisonomía forma el cuerpo del articulado. Para don Mar-
celo los verdaderos amigos del pueblo son los santos. Estos «siendo copia fiel de
Jesucristo [...] se han distinguido siempre por su amor al pueblo [...] Entre los
santos de los últimos tiempos hay uno menos amado de lo que serlo debiera á
causa de que se le conoce poco ó se le conoce mal. Nos referimos á san Francis-
co de Sales». Y en varias páginas teje su arrebatado panegírico: «Pocas almas...
tan bellas... Nunca en su pecho la hiél... en su frente brillaba la luz... del cielo...
del talento [...Pero] todo desaparece en Francisco ante el sacerdocio: el hombre,
el sabio, el literato... Preguntad cómo se llama y no os dirá su nombre de familia
sino: El Obispo de Ginebra [Ep. 19]... ni más ni menos... Uno de los más hermo-
sos títulos que decoran a este insigne santo es el de amigo del pueblo... el hombre
del pueblo... Si el Mesías se presentó ante el mundo como amigo del pueblo, su
hijo amadísimo, el Obispo de Ginebra, es fiel imitación».
El último artículo de la serie desemboca en don Bosco, «el caudillo de la es-
clarecida legión de héroes que... iban por donde quiera haciendo el bien... La
suerte de las clases populares interesóles vivamente... Comprendieron que la en-
fermedad no se curaría con tópicos y paliativos, sino sólo y exclusivamente con
la vuelta á la fé y la restauración de la influencia de la iglesia [... Por esto] hanse
dedicado á propagar la fé católica... principalmente á inculcarla al pueblo, ense-
ñándole porque la fé nos dice que hemos nacido para trabajar, el decreto del tra-
bajo cristiano... Don Bosco puso el dedo en la llaga... No es extraño S. Francisco
de Sales [bajo cuya protección], sin duda por inspiración divina, aquel hombre de
Dios puso sus empresas... Al contemplar las escuelas, los talleres, las granjas, las
casas de misión erigidas por Don Bosco y los suyos no podemos dejar de recono-
cer que la mano de Dios anda con ellos, y fundamentalmente presumimos que ha
56 Correspondencia inédita entre el Emmo. Card. Spínola y la Rvdma. Madre Ma Teresa del
Corazón de Jesús, fundadores de la Congregación de Esclavas Concepcionistas del Divino Cora-
zón de Jesús, tomo II. Madrid 1935, p. 95; Fco DE LA HOZ, O.C, pp. 9-10, 31; J. Ma JAVIERRE,
O.C., pp. 412-414.

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342 Jesús Borrego
abogado en su favor no sólo María Auxiliadora, recurso supremo de los Salesia-
nos en todos sus apuros, sino S. Francisco de Sales en su calidad de Patrono y
protector del Instituto... [Este] es todavía el amigo del pueblo, ayudando y patro-
cinando á los que por él trabajan de día y de noche... Los santos y los que siguen
el camino de los santos son los verdaderos amigos del pueblo».57
Al descubrir el enamoramiento de don Bosco y los suyos por «el santo
Obispo de Ginebra» (Ep. 19), don Marcelo se siente aún más a gusto en salesia-
no. Y goza brindando los motivos por los que don Bosco lo quiso por Patrono,
compendiados en el método por ambos empleado en el cultivo de la caridad al
prójimo: Io celo «para defender á la juventud italiana de la invasión del protestan-
tismo [...] y 2o que los niños y jóvenes, objeto de la predilección de D. Bosco,
habían menester de un padre cariñoso, dulce [...] lleno de bondad [...] un modelo
de paciencia, de suavidad y mansedumbre, todo lo qual hallábase en grado sumo
en San Francisco de Sales».58 Varias de sus cartas (Ep. 4; 8; 9; 19; 39) están es-
critas alrededor de esta festividad, a la que participa, se encuentre donde se en-
cuentre, siempre que puede: «Veo con gusto que el culto de S. Francisco de Sales
no decae sino más bien se aumenta en la Casa de Utrera» (Ep. 9).
Su salesianismo fue reconocido por cuantos salesianos lo conocieron. Sobre
todo, por don Pedro Ricaldone: al dedicar a don Marcelo la Vida de las santas
Justa y Rufina, junto a otras benemerencias resalta la de «eximio seguidor del
Ilustre Obispo de Ginebra»; y ya anciano, don Pedro recordará
57 Los verdaderos amigos del pueblo..., BS 6 (1891) n. 1, Enero, pp. 10-12; n. 2, Febrero,
pp. 24-25; n. 3, Marzo, pp. 34-37; n. 7, Julio, pp. 83-85; n. 9, Septiembre, pp. 122-23: Este últi-
mo artículo bajo el título Don Bosco, su Obra y su Protector.
58 Obispo de Milo, Don Bosco y su Obra..., pp. 51-52. Este pasaje muestra que don Mar-
celo lee en el BSi, - [3 (1879) n. 4, Aprile, p. 1O] -, a Giovanni BONETTI, Storia dell'Oratorio
di S. Francesco di Sales...:«Qualcuno potrebbe qui domandare perchè il detto Oratorio fu dedi-
cato in onore, e cominciò a chiamarsi di S. Francesco di Sales? - Rispondiamo che ciò fu per
tre ragioni. Primieramente perchè la Marchesa Barolo per secondare D. Bosco divisava di fonda-
re colà una Congregazione di Sacerdoti sotto a questo titolo, e con questa intenzione aveva
fatto eseguire il dipinto di S. Francesco di Sales, che tuttora si vede all'entrata dello stesso
locale. In secondo luogo, perchè la parte di Ministero che Don Bosco aveva preso ad esercitare
intorno alla gioventù, richiedeva grande calma e mansuetudine; e perciò egli voleva mettersi
sotto alle speciale protezione di questo Santo, che fu in questa virtù modello perfetto. Oltre a
queste una terza ragione vi fu. In quel tempo parecchi errori, specialmente il protestantesimo,
cominciavano ad insinuarsi insidiosamente nei nostri paesi, soprattutto in Torino tra il basso
popolo. Or bene, D. Bosco volle con quel mezzo rendersi propizio questo Santo...». Lo tran-
scribe G. BONETTI, Cinque lustri di storia dell'Oratorio Salesiano fondato dal sacerdote D. Gio-
vanni Bosco. Torino, Tipografia Salesiana 1892, p. 36. Lo ha tomado de Giovanni Bosco, Me-
morie dell'Oratorio di S. Francesco di Sales dal 1815 al 1855 - [Testo critico a cura di Antonio
DA SILVA FERREIRA]. Roma, LAS 1991, pp. 132-133.

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
343
que «el bondadoso prelado edificaba siempre con su caridad sin límites, su sere-
nidad impertubable, su sonrisa que era reflejo de la de san Francisco de Sales».
Da la impresión que por medio de don Bosco - al vivir su carisma y coope-
rar con sus obras -, don Marcelo «entendía colocarse en la línea del salesianismo
más genuino».59
D) Promotor de fundaciones
Escribe, habla, participa activamente en el quehacer salesiano, y por esto
hará confesar a sus hijas espirituales que, a más de fundar «una Congregación
docente [...] patrocinó de modo notable el establecimiento de los salesianos en
España».60 El limitado epistolario, ahora publicado, es testigo de esta preocupa-
ción de don Marcelo, no ocultando a don Oberti ser siempre su «deseo tenerlos
junto a mi» (Ep. 22). No hay fundación - en especial del sur de España - en la que
directa o indirectamente no esté presente. Vale la pena solazarse en las fundacio-
nes - realizadas o no - elencadas en su correspondencia.
Ya en su primera carta asegura a don Oberti que «el arzobispo, [mons. Cefe-
rino González], quiere que yo imponga mi influencia con el P. Branda para una
fundación en HUELVA» (Ep. 1), fundación que, como arzobispo de Sevilla, lo
ocupará de por vida (Ep. 17) sin conseguirla: «Es el caso que, si mal no recuerdo
- escribe en junio de 1907 el arcipreste de Huelva a don Rúa -, hace nueve ó diez
años que fué prometida esta fundación, y repetida esta promesa en presencia de
nuestro llorado Cardenal Spínola y el Rdo. Sr. D. Felipe Rinaldi [...] Tenga la
caridad de cumplir en 1907 la promesa que hizo para 1905».61 Sólo en 1970
Huelva contaría con una presencia salesiana.
59 P. RlCALDONE, Vida de las Santas Justa y Rufina, Patronas de Sevilla. Sevilla, Ti-
pografía y Librería Salesiana 1896; Arch.-Postulación CÁ 86, carta del 24-7-1948, cf. J. Ma
JAVIERRE, o.c, p. 510.
60 Biografía - [mejor, Semblanza biográfica] - del cardenal Marcelo Spínola, en diario
sevillano «El Correo de Andalucía», N° Extraordinario, 29-3-1987 [beatificación de don Mar-
celo], p. 22.
61 ACU caja 8a, cartas a don Oberti: de José Ma Fraile, mayordomo del arzobispo de Sevi-
lla, 22-4-1884; de la Asociación de [Señoras] de las Escuelas Católicas de Huelva, 2-2-1889;
de Pedro Román, párroco de la Concepción (Huelva), 11, 15 y 20-3-1892. ASC F 980 Huelva,
cartas a don Rúa del arcipreste de Huelva, don Manuel González, - [luego obispo de Málaga y
Patencia y siempre admirador de los salesianos] -, 3-6 y 4-7-1907: «Huelva es una ciudad
nueva, que empieza á vivir y como los elementos que la han construido han sido adversos
(compañías extranjeras de minas y obreros anarquistas...) se ha venido formando con un sello
de laicismo que espanta; aqui se da el caso de tener el Ayuntamiento subvencionadas las escue-
las laicas. Gracias al Sdo. Corazón ha sonado para Huelva la hora de su conversión y en pocos

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344
Jesús Borrego
Y es que, en 1882, el mismo arzobispo pidió renunciar «por ahora á la fundación
de Huelva y se pensara en la de SEVILLA [capital]» (Ep. 3). Las Conferencias de S. Vicen-
te de Paúl proponían instalar «en la Casa de Expósitos una Casa de enseñanza ó de artes
y oficios [y dar] principio á ella poniéndose al cuidado del Asilo de Huérfanos que
sostienen las Conferencias». Los salesianos prometen iniciar el año venidero. Mientras,
aparece la posibilidad de instalarse en el ex-convento de los trinitarios calzados. Se
forma una Comisión Permanente, que, en mayo de 1883, lleva recogidas «50.000 pese-
tas á favor de los salesianos, para los primeros gastos de una Casa, o para talleres si la
casa se la dan de balde. Jefe de esa Junta es el Obispo de Milo, loco por los Salesia-
nos». Habrá que esperar diez años para ver realizado el sueño de la casa en el ex-
convento trinitario de Sevillacapital.62
«MÁLAGA fue mi Tabor», confiará a sus íntimos don Marcelo. No fue un tabor
para los salesianos la primera experiencia malagueña en la CasaAsilo de San Bartolo-
mé - «con artesanos, unos cuantos estudiantes internos y 100 externos de enseñanza
primaria» -, experiencia durada apenas del febrero al octubre de 1883.63
Don Marcelo sigue desde su rincón de Coria el desarrollo de la obra salesiana: «El
Sr. Obispo de Milo - escribe don Carlos Pane a don Cagliero en julio de 1884 - es para
nosotros un buen Padre. Si no fuera que los católicos de hoy tienen presos a los santos
con cadenas de oro, él sería ya el
años tenemos Centro obrero con 700 socios, panadería Católica según los últimos adelantos,
barrio obrero etc.; pero falta lo principal que es la escuela cristiana y cristianizadora y para eso
nos hacen falta los tan queridos para mi hijos de D. Bosco...».
62 ASC F 563 Sevilla-Trinidad, dos cartas: la Ia, del 20-5-1881, dirigida a don Cagliero,
está firmada por Miguel Gómez; la 2a, del 3-1-1882, dirigida a don Branda y firmada por Sal-
vador Rodríguez Cardoso. ASC F 482 Málaga, carta de don Branda a don Cagliero, 235-1883.
La espera de diez años para fundar la casa salesiana de la SSma. Trinidad, cf J. BORREGO, o.c,
pp. 34-48.
63 J. Ma JAVIERRE, O.C, 439. Don Eduardo Domínguez Avila (1831-1904), beneficiado de
la catedral malacitana, atento a las necesidades de una sociedad que crecía y se industrializaba,
inauguraba el 24 de agosto 1871, fiesta del patrón, la Casa-Asilo de San Bartolomé, que acogía
sólo niños varones de 6 a 14 años, naturales de Málaga o provincia, huérfanos y pobres de
solemnidad. Gravemente enfermo, don Eduardo pone el futuro de la institución en manos del
obispo, mons. Manuel Gómez-Salazar (1824-1892). Este encarga el Asilo a una comunidad de
sacerdotes diocesanos, dirigida por don Juan Franco, uno de los más decididos valedores de la
presencia salesiana en Málaga. Y así, apenas llegados los salesianos a Utrera, los llama para
que se hagan cargo de la Casa-Asilo. Los inicios son prometedores, pero una serie de proble-
mas con la Junta supervisora, cuyo control dejaba escasas posibilidades de libre actuación en la
gestión tanto material como educativa del centro, obligan a don Branda a retirarse después de
una experiencia de pocos meses: de febrero a octubre de 1883 (Ep. 20). Estudiada ampliamente
esta primera experiencia malagueña por Ángel MARTIN, O.C, pp. 213-252.

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
345
Angel de alguna diócesis y nosotros tendríamos un gran Colegio».64 A poco era
el Ángel de Coria por algo más de un año y, pasado al obispado de Málaga, allí
perfiló el «gran colegio». Se ha llevado consigo a sus Esclavas que presto co-
menzaron las clases gratuitas con niñas pobres y, «cediendo a las peticiones de
muchas familias malagueñas, madre Teresa inauguró en su colegio las clases de
pago [...] Don Marcelo abre en Málaga escuelas dominicales y escuelas nocturnas
[...] Problema de más hondura es la capacitación de aprendices y obreros especia-
lizados: he aquí uno de los motivos del cariño de Spinola para la obra de don
Bosco».65 Brega lo indecible hasta lograr «la realización de lo que ha tantos años
deseo» (Ep. 25).
Don Marcelo no ve conveniente iniciar el retorno por el Asilo de S. Barto-
lomé, por ser «sólo para huérfanos y además no está montado en la forma que las
circunstancias piden» (Ep. 18). Al dejarlo los salesianos en 1883, el obispo lo
encomendó a los-Hermanos de S. Juan de Dios, que precisamente están ahora
tramitando la retirada, que efectuarán el 25 de mayo de 1895 (Ep. 27). Don Mar-
celo, alentado por las autoridades y «algunas personas benéficas» que han «pro-
metido su protección y ayuda», piensa en una casa-oratorio y asegura a don Ober-
ti y a don Rinaldi «que nadie atentará á la independencia de los salesianos», a los
que garantiza además el aspecto económico «mientras ellos no logren tener vida
propia» (Ep. 24; 26). Sufre ante un posible retraso {Ep. 27), pero insiste hasta
conseguir «que se haga la fundación el día de la Inmaculada» (Ep. 28). Y el 7 de
diciembre de 1894 la diminuta comunidad llegaba a Málaga para abrir el Orato-
rio Salesiano de San Enrique, - establecido no en el Asilo de S. Bartolomé sino
en un vecino local, que forma parte de una fábrica de curtidos-; el 20 de enero de
1895 se celebraba la inauguración oficial con asistencia de don Marcelo, don
Rinaldi - como inspector salesiano - y otras personalidades.66 Se había dado sólo
un primer paso. Al abandonar los Hermanos de S. Juan de Dios el Asilo, se reno-
varon las gestiones con los salesianos que retornarán el 27 de abril de 1897. Du-
rante año y medio Málaga contaría con dos presencias salesianas: el Asilo de S.
Bartolomé y el Orarorio de S. Enrique. Pero éste último se cerraba al finalizar el
curso escolástico 1897-1898.67 Don Marcelo
64 ASC F Utrera, carta de don Carlos Pane (Ep. 1) a don Cagliero, 14-7-1884. Don Mar-
celo es elevado a la sede episcopal de Coria el 19-8-1884.
65 J. Ma JAVIERRE, O.C, pp. 380-382, 389-390.
66 Sobre el Oratorio de S. Enrique A. MARTIN, O.C, p. 449: «Comenzaron a dar clase diur-
na y nocturna a los mozalbetes y acogieron a 22 niños como artesanos internos». Ha realizado
una investigación exhaustiva Pedro Ruz, Los orígenes de la obra salesiana en Màlaga (1894-
1901) - Tesina de Licencia [mecanografiada] en la Pontificia Universidad Gregoriana. Roma
1995, pp. 89-129.
67 Sobre la retirada de los Hermanos de S. Juan de Dios del Asilo de S. Bartolomé y el es-
tablecimiento definitivo de los salesianos en él, cf Pedro Ruz, o.c, pp. 90-145.

3.6 Page 26

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346
Jesús Borrego
llevaba ya más dos años en su arzobispado de Sevilla.
Los comienzos, difíciles (Ep. 31), no fueron un Tabor para los salesianos, si
bien tuvieron siempre a su lado al obispo. Cumplió con creces lo prometido a don
Rinaldi: «Si los padres destinados a Málaga no pueden instalarse desde luego en
la casa [...] yo les daré albergue en mi humilde palacio» (Ep. 8). Y así lo hizo,
«tratándolos por espacio de quince días con la más exquisita caridad [...] y su
digna hermana Da Rosario, fervorosa devota de María Auxiliadora [...] como la
buena madre Margarita». Ya en su casita, el director, don Epifanio Fumagalli, se
sorprende de la atención del prelado cuando en apenas un mes «por tercera vez
nos honra con su presencia»... No falta a las fiesta de S. Francisco de Sales y en
María Auxiliadora... Preside las juntas de los cooperadores...68
Antes de trasladarse a Sevilla prepara también el camino para una presencia
salesiana en RONDA (Ep. 22; 23): «Creo que allí - vaticina a don Rinaldi - no
tropezaríamos con los inconvenientes con que hemos tropezado aquí [en Mála-
ga]» (Ep. 29; 30). Se abrirían en octubre de 1902 las Escuelas Populares de Santa
Teresa, «escuelas elementales gratuitas para niños pobres de la ciudad» ronde-
ña.69
El 13 de febrero de 1896 el arzobispo mons. Spinola era recibido en Sevilla
con los parabienes de todos entre los que no podían faltar los de los salesianos
(Ep. 32), cuya «banda de música interna va a Utrera por primera vez... - anota el
cronista - [y] la banda externa toca en palacio». La casa de la capital andaluza,
sita en el ex-convento de los trinitarios calzados, está aún en pañales: los salesia-
nos «llevaban tres años luchando bravamente con los pilletes del prado de Santa
Justa [...] A fuerza de sacrificios [...] habían reunido unos centenares de mucha-
chos en torno a la iglesia de la Trinidad», cedido por el arzobispo Sanz y Forés:
despuntaba ya el oratorio festivo, el externado, un pequeño internado con los
diminutos talleres de zapatería, sastrería, carpintería... e imprenta. Al llegar don
Marcelo, figura al frente del equipo «un joven clérigo, Pedro Ricaldone, que años
adelante llegaría a rector mayor del instituto». La amistad, entablada entre esas
dos almas gemelas, está alentada por el nombre en el que don Pedro dedica la
Vida de las Santas Justa Rufina: A don Marcelo Spínola, arzobispo de Sevilla...
68 BS 10 (1895) n. 6, Junio, pp. 139-141; J. Ma JAVIERRE, O.C, p. 375; Annali..., II 338-
341; A. MARTIN, O.C, pp. 252-254, 446-450. Y aún hay más: «La madre Teresa reunió a la
comunidad y les propuso que durante varios meses renunciaran al postre para entregar su im-
porte a los salesianos. Don Marcelo aplaudió la idea y envió dinero con que afrontar las factu-
ras más urgentes de los pobres pioneros de la obra salesiana [en Málaga]». Fco DE LA HOZ,
O.C., pp. 20-21. Sobre la personalidad de Rosario, cf nota 83.
69 Cf Ep. 29 nota 8.

3.7 Page 27

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
347
«admirador insigne del gran apóstol de la juventud, inmortal Don Bosco».70
Se suceden las fundaciones - ECIJA (1897), CARMONA (1897), MONTILLA
(1899), CORDOBA (1900) -71 bajo el influjo benéfico y la mirada paterna de don
Marcelo. Pero hay una, en Sevilla-capital, - herencia del predecesor, cardenal
Sanz y Forés - que la quiso suya: SAN BENITO DE CALATRAVA, abierta en febrero
de 1898 {Ep. 36). Sita en una barriada, no lejana a la de la Trinidad, de interés
por entrelazarse en ella dos amores de mons. Spínola: escuelas elementales «para
hijos de trabajadores... Oratorio Festivo... Club juveniles y Círculo Obrero para
hombres». El ha querido ahí al Círculo Católico de Obrero S. Francisco Javier,
autorizándole «el uso de la Iglesia y dependencias de S. Benito de Calatrava [...]
con destino á la Pía Obra Salesiana» (Ep. 35).
Don Marcelo, durante su episcopado malagueño, ha valorado los Círculos
Obreros hasta el punto de presuponer su biógrafo «que ningún otro obispo espa-
ñol haya llegado a ese extremo [...] de querer sean establecidos no sólo en los
pueblos, sono en cada parroquia».72 El Círculo Obrero de Sevilla, nacido a raiz de
la publicación de la encíclica Rerum Novarum (1891), es puesto por su presiden-
te, don Enrique Muñoz Gámiz, en contacto con los salesianos apenas aterrizados
en Sevilla, pues «¿Qué unión puede darse más natural y perfecta?, - sugiere La
Revista Católica —. La Congregación Salesiana es precisamente la Congregación
de los obreros [Ep. 41] y en ella encuentran los Hijos del trabajo una atmósfera
saturada de la satisfacción más completa y la más dulce alegría».73 Don Marcelo
en la casa de S. Benito de Calatrava - cedida a los salesianos - vio la solución,
trasladando a ella la sede del Círculo Obrero S. Francisco Javier. Todo bajo la
mirada de la casa de la Trinidad, aún la dirección del Círculo Católico, que segui-
rá celebrando en ella la fiesta del patrono.74
70 J. BORREGO, O.C, pp. 149-167; J. Ma JAVIERRE, O.C, pp. 509-510, 658.
71 Las negociaciones para la fundación de Ecija se habían iniciado en 1881 y los salesia-
nos entran «el día primero de julio de 1897, ... Siendo arzobispo de Sevilla... don Marcelo
Spínola... para dicha fundación cedió ... la iglesia contigua de la casa, que lleva el título de iglesia
de Ntra Sra de la Merced». A los dos años, 1-11-1899, cede la iglesia de Ntra Sra del Carmen «para
que los Salesianos se establecieran [definitivamente] en ella y en el antiguo convento». El 15 de
septiembre de 1897 se habían abierto las Escuelas Salesianas del Santísimo Sacramento en
Carmona... Y en Montilla (1899) y en Córdoba (1900). A. MARTIN, O.C, pp. 454-459, 462468.
José DIAZ COTAN, La Familia Salesiana en Córdoba-(Noventa años de vida apostólica). Córdoba,
Inspectoría Salesiana «Sto Domingo Savio» 1993.
72 J. Ma JAVIERRE, O.C, p. 390; ASC F 724 Sevilla-S. Benito de Calatrava. Datos de la ca-
sa, 9-3-1905: autògrafo del director, don Federico Pareja.
73 Los obreros y los salesianos, en «La Revista Católica», 17 (1894) 813-814.
74 J. BORREGO, O.C, pp. 135-137, 183-186.

3.8 Page 28

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348 Jesús Borrego
E) Cooperador Salesiano
Don Marcelo «ha sido el 1o cooperador salesiano español - [¿y, tal vez,
mundial?] - beatificado».75 Confieso que he indagado, hasta en el archivo de las
Esclavas Concepcionistas, con la ilusión de hallar su diploma de Cooperador, sin
resultado satisfactorio. Consta que don Bosco mismo lo envió, - aún antes de
llegar sus salesianos -, entre otros al arzobispo Lluch y Garriga, quien le «agrade-
ce mucho el Diploma de Cooperador Salesiano que Vd. ha tenido la delicadeza
de ofrecerme», y solicita envíe a «mons. Marcial de Avila, [párroco de Ecija], y
al conde don José de Ibarra (de Sevilla...) sus respectivos títulos [de cooperador]
y el Boletín Salesiano».76 No lo pide para don Marcelo, entonces canónigo y su
obispo auxiliar in pectore.
¿Lo tenía ya? Por esas fechas comenzaba su labor de cooperación salesiana.
Se proclama, se firma «cooperador salesiano» y ejerce la pertenencia con su vida
y en sus escritos. Así escribe: «Los Cooperadores son propiamente hablando, la
Orden Tercera Salesiana». Don Bosco «proponíase... al fundar la gran Asocia-
ción de los Cooperadores, tener auxiliares que le proporcionaran elementos pecu-
niarios para el sostén de sus escuelas y talleres; pero á la vez intentaba otro fin, á
saber, introducir en todas partes el espíritu de fé, hacerlo penetrar donde quiera,
inocularlo en las venas del cuerpo social, y expiar por este medio la lepra del
Naturalismo».77 Mientras pudo, desde el inicio (1882), dio - alrededor de la fiesta
de S. Francisco de Sales y de María Auxiliadora - las dos conferencias anuales a
los cooperadores, contribuyendo con «su acostumbrada crecida limosna»,78 que
él, en alguna ocasión cuantifica en «200 reales» (Ep. 2). En las del 1885 y 1898
brindó «la exacta noción que él tenía de la Cooperación salesiana», mejor, del ser
cooperador: «La Institución Salesiana viene á llenar un vacío y á cumplir una
misión necesarísima en nuestro tiempo: promocionar y evangelizar al obrero, al
trabajador, al pobre, al ignorante. El Título de Cooperadores nos hace coadjutores
de esta gran misión [Ep. 41]. El Salesiano forma integralmente á la juventud que
se educa en sus Casas y Colegios. Rige los talleres [...] Los Salesianos son misio-
neros [...] Nosotros, Cooperadores, somos los
75 R. ALBERDI, Marcelo Spínola, primer cooperador salesiano español que llega al honor de
los altares, BS 100 (1987) n. 3, marzo, pp. 4-6; Clausura del Proceso apostólico de Beatificación
del Cardenal Spínola, [24-5-1960], BS 74 (1960) n. 8, agosto, p. 19.
76 ASC F 614 Utrera, cartas a don Bosco del arzobispo de Sevilla, Lluch y Garriga, 3-5 y
17-6-1880.
77 Don Bosco y su Obra..., pp. 60-61; Oración fúnebre..., p. 16.
78 Un Cooperador Salesiano - Novena y función religiosa en honor de S. Francisco de Sales
en Utrera, en «La Revista Católica», 220 (1882) 803 y 324 (1885) 89.

3.9 Page 29

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana
349
colaboradores de todos estos trabajos de los hijos de Don Bosco.»... «Urge pro-
mover Asociaciones como ésta de los Cooperadores Salesianos, que luchan co-
ntra la anarquía y la subversión de nuestros días en el taller y en la escuela, en la
familia y en la sociedad, e inspiran á la juventud obrera sentimientos de humani-
dad y recta justicia».79
«Nosotros, cooperadores...» ¿Más claro? Así, en primera persona. Firma la
circular-anuncio de la visita a Sevilla de don Miguel Rúa: «Por la junta de Seño-
res Cooperadores + Marcelo Arzobispo» (Ep. 36).80 Invitado insistentemente por
don E. Oberti a participar en el Io Congreso Internacional de Cooperadores, teni-
do en Bolonia del 23 al 25 de abril 1895, siente mucho más su imposibilidad de
asistir, pensando en que «no concurrirá ningún otro obispo español» (Ep. 31).81
En el IIIo Congreso Internacional - celebrado en Turin del 14 al 17 de mayo 1903
-, el arzobispo mons. Spínola, que estima «verdadera dicha el llamarnos y ser
Cooperadores» (Ep. 41), encabeza el «Comité de honor de Señores» de Sevilla,
apareciendo en el en «Señoras» - como Cooperadora - su hermana Rosario.82
La aparición de Rosario, tan presente en el epistolario, entre las cooperado-
ras insignes delata como don Bosco ha entrado en «la pequeña familia del palacio
episcopal» (Ep. 19; 23; 25), sobre todo en la madre y en la hermana Rosario.
Esta, ya en julio de 1882, se toma la libertad de escribir a don Bosco «sin tener el
gusto de conocerle [...] para pedirle haga la caridad de dirigir [a la Sma Virgen
Auxiliadora] dos oraciones por la salud de dos en-
79 Solemnes cultos en honor de S. Francisco de Sales en Utrera, BS 10 (1885) n. 4, Abril,
pp. 42-44; Carta de un Cooperador Salesiano al director del BS, desde Utrera 2-2-1898, BS 13
(1898) n. 4, Abril, pp. 104-105. Así lo resumen las MB XVII 590-591: «... Dal resoconto pub-
blicato nel Diario de Sevilla del 4 febbraio si vede con gradita sorpresa quale esatta nozione
egli avesse della cooperazione salesiana e quanto affetto portasse a Don Bosco e alle sue istitu-
zioni».
80 Para todo lo referente a la Visita del Rector Mayor, don Miguel Rúa, a Sevilla, BS 14
(1899) n. 11, Noviembre, pp. 287-294; 12, Diciembre, pp. 318-321. Cf. A. MARTIN, O.C,
484493 y J. BORREGO, o.c, pp. 186-193: Pasó en la inspectoría de Sevilla del 18 de marzo al 15
de abril. Angelo AMADEI, Il Servo di Dio Michele Rua, vol. II. Torino, SEI 1932, pp. 516-524.
81 Atti del Primo Congresso Internazionale dei Cooperatori Salesiani, tenutosi in Bologna, ai
23-25 Aprile 1895. Torino, Tipografia Salesiana 1895. Entre las adhesiones de obispos, aparecen
las del «Vescovo di Malaga», de Barcelona y Santander (p. 102). La primera, entre las adhe-
siones civiles, es la de la «Serenissima Signora Infante di Spagna, Donna Luis Ferdinanda di
Borbone [(p. 104)...] [Di] Siviglia: Dna Inés Benjumea, Dna Dolores Armero, D. Diego Benjume-
a, Condesa di Casa-Galindo, D. Pablo Benjumea, D. Juan Romero, D. Francisco de Alvear, D.
Manuel Alpériz y Sra, D. Alejandro Quijano, Sras de Repiso é Iribarren, D. Manuel de la Calza-
da, Exc.ma Sna Marquesa de Sanjuán, D. Enrique Muñoz y Gámiz» (p. 110).
82 Atti del [III0] Congresso Internazionale dei Cooperatori Salesiani con Appendice sulla In-
coronazione di Maria Ausiliatrice... Torino XIV-XVII Maggio MCMIII. Torino, Tipografìa
Salesiana 1903: En la página 74 figura el «Comité de honor» de Señores y Señoras de Sevilla,
transcrito en la nota 32 de la Ep. 41.

3.10 Page 30

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350
Jesús Borrego
fermas, una es mi madre [...] y la otra es la madre de la Marquesa de la Puebla».
El hermano, que corretea en visita pastoral la sierra de Aracena, responde al atre-
vimiento: «Di a Celia, [la marquesa], que pido a Dios por su madre y por ella,
deseando que Don Bosco haga lo que yo no he sabido hacer».83 Don Marcelo
valorará la devoción a María Auxiliadora como rasgo específico del espíritu sale-
siano (Ep. 16; 32): Apenas la solicitan, (294-1896), concede «autorización y li-
cencia para la erección canónica de la Asociación de los Devotos de María Auxi-
liadora en la iglesia de la Santísima Trinidad de esta ciudad» (Ep. 33),84 y en su
dormitorio campea, junto a un cuadro de San Francisco de Sales, una estatuilla de
María Auxiliadora, a la que dirigirá su última mirada antes de morir.85
A su muerte, toda la prensa salesiana, al unísono lo proclamaba «Celosísimo
Cooperator Salesiano».86
Criterios de edición
El criterio fundamental de la presente edición es ofrecer un texto crítico que
refleje con fidelidad rigurosa el manuscrito original, incluso en su puntuación; en
la utilización, hoy impropia, de ciertas mayúsculas, y en la ortografía.87 Ha pare-
cido conveniente - para agilizar la lectura - completar las
83 ASC A 145, carta a don Bosco, de Rosario Spínola, Sevilla 14-7-1882; Arch. Post MH
22, carta de don Marcelo a Rosario, Hinojales 18-7-1882. Sabemos que Celia Méndez, mar-
quesa de la Puebla de Obando, es Madre Ma Teresa, cofundadora - con don Marcelo - de las
Esclavas Concepcionistas del Divino Corazón de Jesús. Rosario Spinola (1849-1944), la her-
mana menor que, con la madre, acompañó siempre a don Marcelo. A su muerte, con el nombre
de Madre S. Marcelo, entra en las Esclavas Concepcionistas, de las que será Superiora General
(1908-1927) al morir Madre Ma Teresa. J. Ma JAVIERRE, O.C, pp. 629-630.
84 Consagrada la basílica de María Auxiliadora de Turin, «il 18 aprile 1869 l'Arcivescovo
di Torino approvava gli statuti dell'Associazione dei devoti di Maria Ausiliatrice presentati da
[Don Bosco], e dichiarava canonicamente eretta l'Associazione stessa nel Santuario di Valdoc-
co [...] Si propone dilatare la devozione alla Beata Vergine e la venerazione a Gesù Sacramen-
tato [...] colle parole, col consiglio, colle opere [...] Gli Associati si daranno massima cura [...]
d'impedire la bestemmia e qualunque discorso contrario alla Religione e [...] togliere qualunque
ostacolo che possa impedire la santificazione del giorni festivi...» (MB IX 603-609). Pio IX la
erigía Archicofradía con el Breve del 5-4-1870. MB IX 864-866.
85 «Don Marcelo se moría [...] Las últimas miradas de aquellos ojos mortecinos fueron
para la imagen de María Auxiliadora, que jamás él apartó de su alcoba; el último nombre sa-
grado que percibieron sus oidos fue el nombre de su gran amigo San Francisco de Sales...» Fco
DE LA HOZ, O.C, pp. 25-27, 35; J. Ma JAVIERRE, O.C, p. 623. La estatuilla de María Auxiliadora
se conserva en el museo privado de las Esclavas Concepcionista de Sevilla.
86 Necrologia - Il Card. Spinola y Maestre, Arcivescovo di Siviglia..., BSi 30 (1906) n. 2,
Febbraio, p. 62.

4 Pages 31-40

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4.1 Page 31

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 351
siguientes abreviaciones del original: qe (q[u]e), pa (p[ar]a), pO (p[er]o), pOqe
(p[or]q[u]e). Otras, más inteligibles, se mantienen en el texto, pero aclaradas
en el apartado «Abreviaciones y siglas».
Al texto de cada carta precede la descripción de los datos específicos
relativos al estado del manuscrito, cuya identificación se establece por la
ubicación actual en los archivos pertinentes, advirtiendo que alguno de ellos
se halla en fase de sistematización. Se indican las cartas, seis en total, que
han sido ya publicadas.
El epistolario aparece en riguroso orden cronológico. Y como casi to-
das las cartas llevan el lugar y la fecha al final, por practicidad, dichos datos
se han colocados al inicio, precedidos de un (*) - signo de cambio de pues-
to -; en la carta, en la que el autor ha omitido el lugar, éste va entre cor-
chetes ([]).
ABREVIACIONES Y SIGLAS
dd
alog.
amO
Annali
arch.
aut.
BS
BSi
BORREGO J[esús]
cappn
carpo
cf
ca,.,.
D.
del
DE LA HOZ Feo
addit
alógrafo (con firma del autor)
amigo
Eugenio CERIA, Annali della Societa Salesiana, 4 vol. Torino SEI
1941, 1943, 1946, 1951.
archivo
autógrafo (todo el original texto y firma del autor)
Boletín Salesiano español (desde Buenos Aires (1881-1886), desde
Turín (1886...)
Bolettino Salesiano italiano (inicia en enero de 1878)
Cien alias de presencia salesiana en Sevilla-Trinidad, 1893-1993
Sevilla, Escuelas Salesianas-Trinidad 1994.
capellán
carpeta
confer
corrigit
Don
delet
Un gran Prelado Hispalense con la Familia Salesiana... Sevilla, Es-
cuelas Profesionales Salesianas 1947.
87 Escribe viaje o viage, indistintamente; mientras acentúa siempre las conjunciones á, ó;
el nombre Cármen, el pronombre mí, el verbo fué, el diptongo «éa» - taréas, menudéan -; nun-
ca acentúa los adverbios mas, jamas...

4.2 Page 32

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352 Jesús Borrego
der
Ed
emend
Ep.
f, ff
HH
hume
Introd.
inf
mm.
mrg
MARTIN A[ngel]
MB
o.c.
orig. aut.
p., pp.
P.
PP
post
Q.B.S.M.
r
R
servr
S.E.R.
sin
sI
sup
v
V., Vdes
derecha
editado
emendat (subsitución completa del término)
Epístola-carta del autor
folio, folios
Hermanos (salesianos: coadjutores y clérigos)
humilde
Introducción al Epistolario
inferior
milímetros
margen
Los salesianos de Utrera en Espal1a - Una institución al servicio del
pueblo. Sevilla, Inspectoría Salesiana 1981
M emorie Biografiche di Don (del Beato... del Santo) Giovanni
Bosco, 19 vol. (de11 al 9: G.B. Lemoyne; 10: A. Amadei; del 11 al
19 E. Ceria). San Benigno Canavese - Torino 1898-1939.
opera citata
original autógrafo íntegramente
página, páginas
Padre (delante del nombre de un sacerdote)
Padres salesianos
después de
Que Besa Su Mano
recto
Reverendo
servidor
sagrado
Su Excelencia (o Eminencia) Reverendísima
sinistro
super 1ineam
superior
verso
Usted, Ustedes

4.3 Page 33

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 353
n. TEXTOS
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 2
Orig. aut. 2 ff. 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup del' a lápiz negro: 22. oct. 1883
nola Obispo de Milo 4 cartas.
Privilegio de exposición del Santísimo Sacramento
Mons. Spi-
Sr D Ernesto Oberti
*Sevilla 23 de Octubre de 1883
Muy Sr mío de todo mi aprecio:
Creo que la reciente disposición del Sr Arzobispo, dando reglas sobre la exposi-
ción del Smo Sacramento, no deroga los privilegios pontificios otorgados á la Con- 5
gregación Salesiana. Al ser ésta admitida en la Diócesis de Sevilla lo fué con sus re-
glas, gracias, prerogativas, y todo lo que constituye su particular modo de ser. El
privilegio, pues, de q[u]e se trata, implícitamente es conocido por el Sr Cardenal
f Iv Lluch, q[u]e abrió á Vdes las puertas de su Iglesia, no parece que I debe estimarse al-
terado ó modificado por el Sucesor de aquel Emmo Sr, á no hacerse de él mención 10
expresa.
Pero no todo lo lícito es conveniente; y á mí me parece oportuno p[ar]a evitar
disgustos, q[u]e ahora inmediatamente debe hacerse, y que cuando el P. Branda ven-
ga hable con S. E. R de aquel asunto, haciéndole ver al Sr [Arzobispo] los privilegios
de los Salesianos. Con esto creo q[u]e todo quedará orillado en paz.
15
Para tranquilidad de V. y de esa Congregación debo decirle q[u]e el Sr arzobis-
po mira con singular predilección los institutos q[u]e se dedican á la instrucción y
educación de la niñez desvalida; por lo cual me atrevo á esperar q[u]e protegerá á
Vdes con toda la fuerza de su autoridad. Por el [sic] uiere q[u]e yo interponga mi in-
f 2r fluencia con el P. Branda p[ar]a una I fundación en Huelva, ofreciendo q[u]e coope- 20
rará á ella ella con todas sus facultades.
Ofrezca V. mis respetos á todos sus buenos Padres, y con particularidad á D.
Carlos, á quien hago enteramente restablecido, y vea en qué puede complacerlo su
afmo humilde serv[ido]r y cap[ellá]n
QB S M
25
El Obispo de Milo
D. Juan Troya está ausente
1 Ernesto Oberti, cf nota 12 de la Introducción.
4 El «Sr Arzobispo» de Sevilla es, desde marzo, el dominico Ceferino González (1831-1894):
filósofo, teólogo; obispo de Málaga durante los primeros meses de 1874, pasa en junio a Cór-
doba hasta marzo 1883, en que es nombrado arzobispo hispalense. Hecho cardenal en noviem-
bre de 1884, recibe el arzobispado de Toledo en marzo de 1885, aunque retornará a Sevilla en
marzo del 1886. retirándose a fines de 1888, primero en la misma Sevilla y luego en Madrid,
donde murió. En carta del 28-10-1883 explica don Oberti a don Rúa «las reglas sobre la expo-

4.4 Page 34

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354 Jesús Borrego
sición del Smo Sacramento»: «Giovedi ultimo scorso il nuovo Arcivescovo di Siviglia mi man-
dó a chiamare [...] Per prima volta che gli parlai fu anche buono con noi; poiché fin dalla se-
conda settimana da che stava in Diocesi emano una circolare proibendo assolutamente la
Esposizione del SS. in tutte le chiese, anche dei Regolari [...] lo non ostante i nostri privilegi,
aveva determinato gÜl di sospendere anche in nostra chiesa non volendo mettermi nel pericolo
di disgustarlo [...] pero avendo questa occasione in che Egli quasi domandava a noi un favore,
-[una fundación en Huelva]-, gli esposi le cose, domandandogli il suo parere. Mi rispose
che continuassimo siccome fin qui avevamo fatto ...». ASC F 980 Huelva -(Proposte di fon-
dazioni).
8 Sr Cardenal Lluch y Garriga, su predecesor, cf nota 5 lntrod.
13 P. Branda Giovanni (1842-1927) era el director de la casa de Utrera, pero el 1883 lo pasó:
hasta agosto entre Utrera y Málaga; de mediados de agosto a octubre en Turín, miembro del
IV Capítulo General, y el resto preparando la fundación de los Talleres-Escuela de Sarriá-
Barcelona, adonde marcha en febrero 1884. Don Oberti es de hecho el director de Utrera.
20 Sobre «una fundación en Huelva», [cf nota 61 lntrod.]-, don Oberti alertaba a don Rúa
en la carta antes citada: El deseo del nuevo Arzobispo de Sevilla «e che si vada a fondare in
Huelva una casa Salesiana, considerando lui questa citta che va prendendo grandi proporzioni
per il grande accorrere di commercianti forastieri e inglesi specialmente, come il punto di tutta
Andalucía in cui piu si fa sentire il bisogno di opporre una resistenza al crescente male poiché
di cattolicismo gia quasi appena ci sono i segni. lo gli feci osservare la difficolta per il poco
personale, tanto piu stando pendente la casa di Barcellona e di Siviglia: «Nada, nada, mi disse,
antes á Huelva y despues cuando se pueda en Sevilla». - Gia prima [...] incarico il Vescovo di
Milo a sollecitare la casa...» (ASC F 980 Huelva).
23 D. Carlos Pane (1856-1923) -catequista del colegio-, apenas ordenado sacerdote (1879),
había sido enviado por don Bosco a Utrera, donde trabajará por diez años, siempre «muy deli-
cado y con pocas esperanzas de pronta mejoría» (ASC F 614 Utrera, carta de don Oberti a don
Rúa, 16-2-1884). En 1891 llevará la obra salesiana a Perú-Lima, campo de su misión a excep-
ción del directorado de Callao (1909-1915). Además, cf nota 64 lntrod.
26 Marcelo Spínola, obispo de Milo, auxiliar de Sevilla.
27 «Don Juan y don Jerónimo Alvárez Troya [...] proceden de Sevilla, nacieron en un pueble-
cito de la provincia de Cádiz, Villamartín. A don Jerónimo le ha confiado Spínola los quehace-
res de responsabilidad máxima: provisor y vicario general [...] Don Juan [...] secretario de
cámara», hasta su muerte, 28 de enero 1899 (Ep. 38). J. Ma JAVIERRE, o.e, pp. 283-284.
2
A don Emesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 2
Orig. auto 2ff. 200 x 130 mm. En p. mrg sup del' a lápiz negro: 19 Marzo 1884
«Tomen los Salesianos á su cargo la dirección espiritual de las Comunidades religiosas, existen-
tes en Utrera»...
R. P. Ernesto Oberti
*Sevilla 19 de Marzo de 1884
Muy Sr mío y amigo:
Doy á V. el más sincero parabién por el nuevo cargo, que le han confiado los
5 superiores, y que espero cumplirá como aquellos desean. Si se encuentra V. flaco de
fuerzas buena señal es: á los hombres ayudó siempre Dios.
El Sr Arzobispo, ausente hoy en el Puerto de Santa María, donde está haciendo

4.5 Page 35

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 355
Ejercicios, no piensa, según tengo entendido, celebrar ordenaciones hasta Trinidad.
¡: lv No sé 1 si querrá dar dimisorias á alguno ó algunos de los que están en el camino del
Sacerdocio, como lo verificó en la Semana inmediata á Ceniza, en Pasión ó Sábado 10
Sto. Cuando venga, q[u]e será dentro de cinco ó seis días, puede V. hablarle, en lo
q[u]e nada se perderá, del asunto de D. Francisco.
Si el prelado insistiera en su idea de q[u]e tomen los Salesianos á su cargo la di-
rección espiritual de las Comunidades religiosas, existentes en Utrera, y hubiese te-
mor de q[u]e S. E se ofendiese ó molestase con una rotunda negativa de parte de 15
Vdes, paréceme convendría inclinasen la cabeza los hijos de D. Basca, accediendo á
los reiterados ruegos del Arzobispo; p[er]o en otro caso, juzgo les impediría mucho
12r po[r] las obras de celo, á I q[u]e se dedican, aquel trabajo, y q[u]e deberían rehusarlo
cuanto puedan.
Quisiera yo de muy buena gana contribuir con una crecida suma á la obra de la 20
Iglesia del Cármen; pero harto lo sabe V, mis rentas son cortas y las atenciones de
caridad muchas; por eso no puedo extenderme á dar á V. más limosna que 200 rea-
les, con los q[u]e puede contar desde luego, p[o]r[u]e están á su disposición.
Mis afectos á esos Padres y Hermanos, y V. no dude que puede siempre contar
con la inutilidad de este su afmo. hume servr, am[ig]o y capp[ellá]n
25
an
QB S M
El Obispo de Milo
4 El «nuevo cargo» alude a su nombramiento de director de la casa.
7 El Puerto de Santa María, partido judicial de la provincia de Cádiz, entonces con 19.500
habitantes.
12 D. Francisco Atzeni (1851-1932), -primer salesiano ordenado sacerdote en España (7-
6-1884)-, en efecto, recibía el diaconado, de manos de mons. Spínola, el 8 de marzo de 1884.
14 Comunidades religiosas, existentes entonces en Utrera: clarisas, carmelitas descalzas, Her-
manas de la Cruz, -de todas ellas los salesianos eran capellanes en 1920 (A. MARTIN, o.C.,
p. 388}-, Religiosas de la Concepción.
20 De inmediato hubo que hacer reparaciones en la iglesia del Carmen, pues por su prolon-
gado abandono «tiene aspecto de cueva -escribía don Branda a don G. Lazzero, apenas arri-
bados-. Vino a convertirse en una habitación descuidada, cobijo de perros y gatos [...] El te-
cho, que cubre las naves, se encuentra en muy mal estado. La cúpula del altar mayor permite
ver de noche las estrellas [...] desde el presbiterio...» ASC F 937 Utrera - Crónicas: Cuadernillo
con la copia de la carta de Branda a Lazzero, 20-2-1881.
24 Llama «Padres» a los sacerdotes y «Hermanos» a los coadjutores y clérigos aún no sacer-
dotes.
3
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 2
Orig. aut. 2ff. 200 x 130 mm. En p.1 mrg sup der a lápiz negro: 21 Julio 1884
Renunciar por ahora a la fundación en Huelva. Su «escrito sobre D. Bosco»
R. P. Ernesto Oberti

4.6 Page 36

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356 JeslÍs Borrego
*Sevilla 21 de Julio de 1884
Muy Sr mío y estimado amigo:
No he contestado á V. p[o]r dos motivos, á saber, mis muchas ocupaciones y la
5 necesidad de averiguar antes de hacerlo lo q[u]e ocurría con los Salesianos. Ayer ví
al Sr Rodríguez Cardoso, quien minuciosamente me informó de cómo había recava-
do del Sr. Arzobispo q[u]e se renunciara por ahora á la fundación de Huelva y se
pensara en la de Sevilla. El Sr Rodrí-Iguez Cardoso me manifestó además q[u]e todo f Iv
había quedado arreglado; porque él le indicó á V. un plan, q[u]e V. áprobó
10 p[o]rq[u]e conciliaba los dos puntos, los dos extremos q[u]e interesaba harmonizar
las necesidades de Sevilla y el escaso personal de la Congregación en los momentos
presentes. Mucho lo celebro, y solo tengo que decir á V. en el actual estado de las
cosas que soy el mismo de siempre, y que mi escaso valor está á la disposición de V.
y de sus hermanos.
15
Ya he corregido las pruebas, q[u]e el P. Branda me remitió desde Barcelona, de
una buena parte de mi escrito I sobre D. Basca. Creo por lo mismo q[u]e no tardará f 21'
mucho en salir á luz el fol1etillo.
Mis respetos á esos buenos PP, y V. mande á su hume servr, afmo amigo y
cappn
20
QBSM
El Obispo de Milo
12 actual emend ex presente
6 Salvador Rodríguez Cardoso, presidente de la Conferencia de S. Vicente de Paúl, sita en la
parroquia de El Salvador (Sevilla). En mayo 1881 las Conferencias habían ofrecido a don Bos-
co «la Casa de Expósitos [Asilo de Huérfanos] de esta Ciudad», bien como «casa de enseñanza
ó de artes y oficios» (cf nota 62 Introd.). Luego apareció el ex-convento trinitario de la SSma.
Trinidad. ASC F 563 Sevilla-Trinidad, dos cartas: la la , del 20-5-1881, dirigida a don Caglie-
ro, está firmada por Miguel Gómez; la 2a, del 3-1-1882, -dirigida a don Branda y firmada
por Salvador Rodríguez Cardoso-, lleva membrete de: «Sociedad de S. Vicente de Paúl-
Conferencia del Salvador». ASC F 482 Málaga, carta de don Branda a don Cagliero, 23-
5-1883.
7 Sobre la fundación de Huelva, cf Ep. 1
16 Sobre su escrito Don Bosco y su Obra, cf notas 42-46 Introd.
4
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 2
Orig. aut. 2ff. 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup del' a lápiz negro: 3 oct. 1884
Invitado a celebrar Misa Pontifical el día de Sta. Teresa de Jesús
R. P. Ernesto
*Sevil1a 3 de Octe 1884
Muy Sr Mío y estimado amigo:
Las Monjas Carmelitas Descalzas de esta ciudad me instan p[ar]a q[u]e les pre-

4.7 Page 37

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VII gran cardenal hispalense con la familia salesiana J) 7
dique este año, como el pasado, el panegírico de su santa fundadora, y yo no les po- .5
día aún contestar, recordando la promesa q[u]e á V. hice de ir á Utrera el 15, si cele-
bran los Salesianos solemne función. Como no sé si habrá V. logrado combinar lo
f Iv necesario p[ar]a el Pontifical, y como por I otra parte calculo q[u]e p[ar]a el plan de
V. quizá sería mejor q[u]e la solemnidad se tuviese en un domingo ó fiesta, q[u]e en
un día de trabajo, me ha parecido conveniente escribirle á V., no inclinándome á na- 10
da, sino preguntándole simplemente qué es lo q[u]e tiene resuelto.
Por aquí nada nuevo ocurre: salude V. en mi nombre á esos buenos PP. y man-
de á su afmo amo, hume servf y cappn
QBSM
El Obispo de Milo
f 21' Escribí la anterior hace dos días, y I por haberse quedado la carta metida entre otros 15
papeles no fué al correo - Ahora la envío, y me veo en la necesidad de añadir que
me temo no poder hacer el Pontifical, porque ando no muy bien del estómago p[ar]a
estar tanto tiempo en ayunas como pide una ceremonia de esa clase.
7 log[rado] emend ex pod... 12 salude emend ex salvo
5 Fundadora de las Carmelitas Descalzas, santa Teresa de Jesús, cuya fiesta se celebraba -y
se celebra- el 15 de octubre.
5
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 3
Orig. auto 2ff. 205 x 130 mm. En p.l mrg sup del' a lápiz negro: 1 Enero 1885, Mons. Spínola,
Obispo de Coria - 4 Cartas
Le busca predicadores para el triduo y fiesta de S. Francisco de Sales
Sr. D. Ernesto Oberti
*Sevilla 1 de En° de 1885
Muy Sr mío y estimado amigo:
No he escrito á V. antes porque me ha sido materialmente imposible: hoy lo
hago á las doce menos cuarto de la noche.
5
Indudablemente el Sr Arbolí es uno de los oradores de más nombre que tiene
hoy Sevilla, y á quien no se puede negar talento poco común y vasta condición, mas
f Iv juzgo dificil q[u]e se logre hacerle predicar. En I todo caso la invitación debe partir
de V., aunque yo por mi parte la apoye.
No puedo ocultarle á V. que temo fracasen los planes, pues Sanz y Saravia ha 10
estado recientemente malo con fuerte calentura, y nada tendrá de particular q[u]e
despida los sermones, yen cuanto á Peña sabe V. q[u]e su compromiso es condicio-
nal, y q[u]e si de la Novena del Gran Poder sale quebrantado, no podremos contar
con él. En fin veremos lo q[u]e Dios dispone.
Mis respetos á esos PP y H[ermanos] y V. sabe q[u]e es su hum servr, amigo y 15
cappn

4.8 Page 38

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358 Jesús Borrego
QBSM
El Obispo e[lecto] de Coria
6 Del «Sr Arbolí» no da razón ninguna fuente. Podría tratarse de don Modesto Abín, benefi-
ciado de la catedral, que predicó en la fiesta de S. Francisco de Sales de 1887 -(ASC F 614
Utrera, carta de don C. Pane a don Rúa, 19-2-1887, publicada íntegramente en BS 2 (1887)
n. 4, Abril, pp. 42-44). Muy estimado por don Marcelo, arzobispo de Sevilla (J. Ma JAVIERRE,
o.c., p. 481), Y Promotor de la Fe en el Proceso diocesano de su Beatificación.
12 La novena, en efecto, estuvo predicada por «los dignísimos párrocos y notables oradores
de Sevilla Don Antonio de la Peña y Ojeda, Don José Ma Camacho y Don Juan Manuel Sanz
y Saravia». Solemnes cultos en honor de San Francisco de Sales en Utrera, BS 10 (1885) n. 4,
Abril, pp. 42-44.
13 «Entre las devociones de toda Sevilla ocupa puesto de honor Nuestro Padre Jesús del
Gran Poder [...] A mediados del siglo XVII quedó definitivamente establecida en la iglesia pa-
rroquial de San Lorenzo, [de la que don Marcelo ha sido párroco entre 1871-1880...] La her-
mandad se gobierna por unas reglas venerables [...] A primeros de año, [del 29 de diciembre al
6 de enero, se celebraba] la novena...». J. Ma JAVIERRE, o.c., pp. 138-140.
6
A don Juan Bosco
ASC A 143 corrispondenza a don Bosco
Orig. auto lf. 210 x 135 mm. En p. 1 -a lápiz- mrg sup sin A 1433212; centro 3-5-85; der: S.
126.2 CORIA (antiguo lugar de colocación), debajo: vide, S. 38.1 (87) MURGUIA. En p. 2
mrg sup sin: S. 126 y -a tinta- Coria (Spagna). En mrg in/p. 1 sin -a tinta viola: ARCHIVIO
SALESIANO CENTRAL-, der -a tinta negra microscheda: 1.553 A4-; en p. 2 mrg inf der
1.553 AS
Don Marcelo ruega a don Bosco atienda la súplica de un amigo: «la fundación de un estableci-
miento salesiano» en Murguía (Alava).
R P D. Juan Bosco
*Coria - Extremadura - España
3 - Mayo - 1885
Muy Sr mio de todo mi respeto:
5
Un amigo me escribe desde Sanlúcar de Barrameda la carta, q[u]e remito á V.
adjunta, y q[u]e creo comprenderá bien á pesar de estar escrita de prisa y con letra
algo dificil. Trátase de la fundación de un establecimiento salesiano en una de las
provincias septentrionales de España, siendo el sugeto, q[u]e la desea y promueve
hombre q[u]e á una piedad po- Ico común junta una gran fortuna. Los Salesianos, f Iv
10 pues, encontrarán en él un protector valioso, y en el pais á donde se les pretende lle-
var una tierra bendita, en la q[u]e todavía se respira el ambiente de fe de los pasados
siglos. Por mi parte ruego á V. haga un esfuerzo p[o]r dejar complacido al Sr Sautu.
Deseo pida V. por mí al Señor en sus oraciones: algún derecho tiene á ellas el
antiguo Obispo de Milo.
]5
Soy de V. humilde servidor y capp
Q BSM
+ El Obispo de Coria

4.9 Page 39

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13 derecho add sI
Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 359
2 Don Marcelo acaba de tomar posesión, (8 de marzo), del obispado de Coria, un pequeño
pueblo agrícola, con tres mil habitantes. La capital de la provincia es Cáceres; Coria, la capital
de la diócesis, que ocupa la parte noroeste de la provincia «con la cabeza de diócesis arriba, a
poca distancia de Las Hurdes». J. Ma JAVIERRE, O.c., pp. 274-275.
5 San1úcar de Barrameda, de la provincia de Cádiz, con 25.000 habitantes.
5-10 He aquí el retazo de carta del «amigo» sanluqueño, que no identifica; aunque sí identifi-
ca al promotor de la fundación: «Sanlúcar de Bda 25 abril 1885, Muy respetado Prelado yesti-
mado Amigo: ... Mi amigo D. Domingo de Sautu ha labrado en Murguía, A1ava, su pueblo
una magnífica casa. Tiene además ahí un colegio servido por hermanas de la Caridad hace
tiempo. Despues de labrada la Casa, se le ha ocurrido dedicarla á un colegio para la enseñanza
de todos los hijos del valle [de Zuya] [...] Yo le hablé de los Salesianos y le dí la obra de V. Pa-
reció1e muy bien y escribió á Utrera, de donde le contestan no tienen personal. Ahora bien, co-
nociendo la gran posición y el carácter del dueño de la finca, finca que está dispuesto á donar y
á mas los fondos necesarios, y al mismo tiempo el caracter de los Alaveses, creo no debía des-
perdiciarse esta fundación y yo suplico á V., encarecidamente, escriba al mismo D. Bosco, ha-
ciéndole ver lo ventajoso de 10 que se le ofrece, pues creo sería 10 mejor y de más porvenir que
pudieran tener en España...» ASC F 987 Murguía (Proposte di fundazioni).
11 Vemos por la nota precedente que la provincia septentrional es A1ava, -una de las tres
provincias vascas-, y la ciudad es Murguía: municipio de Zuya (Alava), que «tiene un con-
vento de carmelitas descalzas, un asilo para pobres y un colegio de niñas, ambos institutos diri-
gidos por las Hijas de la Caridad, y un magnífico colegio de niños, -[el ofrecido a don Bos-
co]-, á cargo de sacerdotes de San Vicente de Paú1; los cuatro edificios se deben á la munificen-
cia del hijo de Murguía, don Domingo Sautu é Ysasi». Enciclopedia-ESPASA, vol. XXXVII
p.499.
14 Al justo derecho que alega tener «el antiguo Obispo de Milo», -autor de Don Bosco y su
Obra-, para ser atendida la petición, el 13 de mayo don Bosco «con profundo sentimiento
tengo que contestar -[y 10 hace en castellano]- á su apreciable del 3 del corriente que no po-
demos aceptar la generosa propuesta de abrir una casa nuestra en A1ava por falta de personal.
Quiera dar las gracias por mi á los apreciables caballeros que tuvieron la delicadeza y nos hon-
raron con su protección... Reverencia á S. Señoría Iltmo antiguo Obispo de Milo Su humilde e
S. S. Q. S. M. B. Presb. Juan Bosco [firma áutógrafa]». Arch. Esclavas Concepcionistas del
Sdll. Corazón-Sevilla, carpo c.l.l.
7
A don Ernesto Oberti
ACU A carpo 6 bolsa 3
Orig. aut. 2ff. 210 x 135 mm. En p. 1 mrg sup del' a lápiz negro: 3 Sbre. 1885
Agradece y da buenas noticias. Siente la aparición del cólera en Andalucía
R. P. Ernesto Oberti
*Coria 3 de Set de 1885
Muy Sr mío y amigo:
Con mucho gusto recibí su carta, complaciéndome por extremo las noticias
q[u]e se sirve darme acerca de los provechosos trabajos, llevados á término por los 5
Salesianos de Utrera. Dios haga q[u]e reporten copioso fruto de sus taréas, y sobre
todo pues es ahora lo más necesario, q[u]e crezca la Comunidad. Si mi bendición la
f!l' hiciera multi-/plicarse, ¡con mucho gusto se la enviaría!

4.10 Page 40

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360 Jesús Borrego
He visto por los periódicos q[u]e la aparición del cólera en Cádiz es un hecho, y
10 q[u]e los casos menudéan. Gran riesgo corren Sevilla y toda su comarca, tan grande
q[u]e solo p[o]r un milagro de la bondad de Dios, podrán Vdes librarse de la visita del
inoportuno huésped.
Nosotros hasta ahora no podemos quejarnos: de dos pueblos de la Diócesis,
q[u]e fueron invadidos, el uno está ya libre de la epidemia, y el otro la lleva vencida;
15 y en ambos se ha mostrado benigna.
De mi vida en este pais, nada digo á V. p[o]rq[u]e supongo q[u]e por el Bo- I f 21'
letín sabrá V. lo q[u]e hago. Solo, pues, añadiré que no me prueba mal este clima,
ni sus alimentos.
No entiendo lo q[u]e me insinúa V. respecto á los deseos del P Cadenas. Supon-
20 go q[u]e lo que querrá es licencia de predicar y confesar en esta. Si es así, con mucho
gusto se la concederé, pues es persona á quien aprecio sobremanera.
He sabido q[u]e el P. Branda marchó á Turín á mediados de Agosto; me escri-
bió anunciándome su partida: no sé si habrá vuelto á Barcelona.
Salude V. al P. Carlos y demás miembros de esa Comunidad, y V. no dude I f 21'
25 q[ti]e en Coria lo mismo que en Sevilla y en todas partes es su humilde servr amigo y
cappn
QB S M
+ El Obispo de Coria
19 insinúa emend ex indica
5 Por estas fechas el marqués de Casa-Ulloa, bajo la égida de don E. Oberti, escribía a don
Bosco una amplia carta, -síntesis del desarrollo y avance de la obra salesiana en Utrera-:
ASC A 145 a don Bosco, de De Santiago Diego Ma, (marqués de Casa-Ulloa), 21-11-1885. Cf
A. MARTIN, O.c., pp. 359-362.
9 La gran epidemia de cólera, iniciada el 7 de junio, afectó en especial a las provincias de
Castilla, Valencia y Murcia, aunque todas las demás, incluso Sevilla, estuvieron, más o menos,
probadas. Don Bosco se sintió obligado a ofrecer al director de Utrera, -a más de «un pode-
roso antidoto contro il colera [... :] Una medaglia di Maria Ausiliatrice sulla persona. La fre-
quente comunione. Recitare ogni giorno la giaculatoria O Maria Auxilium Christianorum, ora
pro nobis- ... , se mai ti trovi in bisogno per aiutare i fanciulli fatti orfani dal colera, dimmelo e
studieremo il modo di venire in loro soccorso... Torino, 10 Agosto 1885». MB XVII 591-592.
17 Por el Boletín Oficial Eclesiástico de la Diócesis.
19 P. Manuel Cadenas (1841-1913), jesuita, que, en 1884, predica la novena de María Auxi-
liadora. A. MARTIN, O.c., p. 319.
22 P. Branda, (Ep. 1), entonces director de la casa de Sarriá-Barcelona
24 P. Carlos Pane, cf Ep. 1.
8
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 2
Orig. aut. 2ff. 210 x 135 mm. En p. 1 mrg sup del' a lápiz negro: 12 Dic. 1885
Su viaje a Roma y fiesta de S. Francisco de Sales
R. D. Ernesto Oberti

5 Pages 41-50

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5.1 Page 41

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UII gran cardenal hispalense con la familia salesiana 361
*Coria 12 de Dbre de 1885
Muy estimado Sr y amigo:
Me fué muy grata su carta de V. del 22 de Noviembre, porque amo mucho á los
Salesianos, y especialmente á los de Utrera, con quienes he solido pasar hermosos 5
días.
El joven Seminarista Moreno, q[u]e tengo aquí, no es el q[u]e aspira á ingresar
en la Congregación Salesiana, sino un hermano suyo que reside en Fuente de Can-
tos. Yo sin embargo expuse al Seminarista lo q[u]e exponerle debía acerca del Insti-
f 11' tuto, y él supongo ha-Ibrá comunicado al hermano lo q[u]e le dije.
10
Mi viaje á Roma fué rapidísimo, pues por varios motivos me era preciso regre-
sar muy pronto. Si hubiera tenido á mi disposición más tiempo habría ido á Turin
p[ar]a visitar al célebre D. Bosco y ver las grandes obras q[u]e allí ha planeado.
Supongo andarán Vdes pensando ya en lo que han de hacer en honra de S. Fran-
cisco de Sales, cuya fiesta se aproxima. En cambio yo estoy muy tranquilo, 15
p[o]rq[u]e en esta tierra ni aún se sabe q[u]e existió S. Franco, y todo el culto q[u]e
podré tributarle será adornar mi pobre capilla un poco mas q[u]e de ordinario.
Salude V. en mi nombre á esos Padres y en particular á D. Carlos; encomién-
f 2r den-Ime todos al Señor en sus oraciones, y V. mande á su hume servr, afmo amO y
cappn
20
QB S M
+ El Obispo de Coria
7 En el elenco general de la Sociedad Salesiana, del 1885 o 1886, no aparece en la casa de
Utrera ningún aspirante de apellido Moreno.
8 Fuente de Cantos, pueblo de Badajoz, entonces con unos 11.000 habitantes.
11 Su rapidisimo viaje a Roma, con salida de Caria el 2 de noviembre y vuelta el 23 del mis-
mo mes. J. Ma JAVIERRE, O.c., pp. 287-289.
16 Piensa con nostalgia en la fiesta de S. Francisco de Sales.
18 D. Carlos Pane, cf Ep. 1.
9
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 3
Orig. aut. 2ff. 210 x 135 mm. En p. 1 mrg sup del' a lápiz negro: 21 Enero 1986
Agradece felicitación onomástica y noticias sobre la fiesta de S. Feo de Sales
RdO P. D. Ernesto Oberti
*Coria 21 de En° de 1886
Muy estimado Sr y amigo:
Mucho he agradecido a V. q[u]e me recordara el día de S. Marcelo, pues á par-
te [sic] de q[u]e eso significa q[u]e no se ha entibiado el amor de los Salesianos p[ar]a 5
conmigo, la memoria del antiguo obispo de Milo habrá obligado á V. á rogar por éL
hoy q[u]e sus responsabilidades son mayores.
Veo con gusto q[u]e el culto de S. Francisco no decae sino más bien se aumenta

5.2 Page 42

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362 Jesús Borrego
en la Casa de Utrera. Excelentes predicadores, proce-Isiones solemnes, y por añadi- f ¡v
10 duda un Pontifical celebrado nada menos q[u]e p[o]r el obispo de Málaga ... Todo
nos revela q[u]e tienen Vdes, los Salesianos, simpatías, y las simpatías son resultado
de otra cosa, q[u]e no quiero nombrar p[o]r no lastimar la modestia de V. En esos
hermosos días de la Novena pida V. á S. Francisco q[u]e dirija una mirada á este
rincón de Coria, y al modesto alcázar donde mora un obispo q[u]e le ama y quisiera
15 imitarlo.
Dé V. mis mem[orias] al P. D. Carlos y á D. Francisco, al Sr. Marqués, y á
aquellos excelentes cooperadores y cooperadoras, q[u]e tanto me obsequiaban cuan-
do iba yo á esa Sda Casa.
De V. afmo hume servr, verdadero I amigo y cappn
f 2v
20
Q BSM
+ El Obispo de Coria
4 San Marce10, 16 de enero, onomástico de mons. Marcelo Spíno1a.
10 Pontifical en la fiesta de S. Francisco de Sales, celebrado por el obispo de Málaga, mons.
Manuel Gómez-Salazar, a quien -pasado a la diócesis de Burgos-, meses después sucedería
don Marcelo.
16 A D. Carlos Pane, (Ep. 1), a D. Francisco Atzeni, (Ep. 2), Yal Sr. Marqués de Casa-Ulloa,
cf nota 21 Introd.
17 Sin duda, al enviar estos saludos «á aquellos excelentes cooperadores y cooperadoras», re-
vivía la fiesta del año precedente, como 10 hiciera don Oberti en carta a don Bosco: «...Anche
quest'anno [1885], non ostante la nostra estrema poverta di personale, abbiamo potuto ordinare
una novena a S. Francesco di Sales e festeggiare il suo giorno cosi solennemente che forsc non
si fa in altra casa delIa Congregazione [...] Sia lode al Signore e agli ottimi e benemeriti Coope-
ratori che tanto ci aiutano e in tutti modi, e ben possiamo noi dire che la festa di S. Francesco
di Sales in Utrera tutta e opera di pochi ma buoni Cooperatori e Cooperatrici [...] Finita la
funzione [pontificale... monsignore Spinola] si recava alIa modesta agape preparata dalle buo-
ne cooperatrici, dolenti di non poter fare quelIo che illoro desiderio avrebbe voluto porché la
frugalita del buon Pastore non 10 aveva permesso...». ASC A 143 carta a don Bosco, de don E.
Oberti, 1-4-1885. Cf MB XVII 590-591.
10
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 4
Orig. aut. 2ff. 205 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 2-2-1888
Sentido pésame por la muerte de Don Bosco, acaecida el 31 de enero
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 2. FebO 1888
Muy estimado Sr y amigo:
Creo que cometería yo una falta con los Salesianos, y sobre todo con los Sale-
S sianos de Utrera, si en esta ocasión tristísima guardara silencio; pero realmente no
sé qué decirles, pues la muerte de los Santos no es como la muerte del resto de los'
hombres, suceso dolorosísimo con el que solemos conformarnos p[o]rq[u]e Dios lo
quiere y no mas, sino victoria, coro-Ina y término y remate del edificio en cuya cons- f Iv

5.3 Page 43

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 363
trucción se ha gastado la vida entera. Y aún cuando los que quedamos sufrimos en
cierto sentido gran pérdida, bajo otro aspecto aún ganamos, p[o]rq[u]e no es el cielo 10
la mansión del olvido, sino antes allí trabajan los bienaventurados con grandísimo
celo en favor de los que todavía navegamos p[o]r el borrascoso mar de la vida.
De cualquier modo que la cosa se mire, sepan Vdes que estoy identificado con
sus sentimientos, y que he pedido á Dios por el eterno descanso de D. Basca, acor-
f 2r dándome de que se-Igún autorizadas revelaciones, santos cuyas reliquias hicieron 15
milagros pasaron p[o]r el Purgatorio.
y no digo más, que no es este tiempo de mucho hablar.
No dude V. del cordial afecto de este su humilde servr, amigo y cappn
QSM B
+ El Obispo de Málaga 20
12 todavía emend ex aún
5 Don Marce10 hace llegar a don E. Oberti, el mismo día de la muerte, el siguiente telegrama:
«Obispo recibido - carta conformándose en todo Siento muerte padre Bosco Vicente» (ACU).
Firma Vicente Castaño Delgado, beneficiado de la catedral malacitana, uno de los sacerdotes
diocesanos que formaron la Comisión directora, 1872-1883, del Asilo de S. Bartolomé, -dirigi-
do por los salesianos de febrero a octubre 1883, en una primera experiencia fracasada (A.
MARTIN, O.c., pp. 213-215). Don Vicente era director del Asilo, cuando en 1897 10 aceptaron
los salesianos definitivamente.
11
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 4
Orig. auto 4ff. 205 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: á 9 Febr. 1888; en p. 5 centro
mrg sup otra mano a lápiz azul: 9-2-1888
Respuesta a la invitación de tener él la oración fúnebre por Don Bosco
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 9 - Febo - 1888
Muy Sr mío y amigo:
Nada contesté á la invitación que me dirigió V. para que el día 29 del presente
mes fuese á Utrera á fin de celebrar el divino sacrificio en las solemnísimas exequias 5
q[u]e se proponen hacer los Salesianos á su Padre D. Basca, p[o]rq[u]e no veía claro
en el asunto, y esperaba el momento de recibir alguna luz. Después, á lo q[u]e he en-
tendido p[o]r sugestión de D. Juan Alvárez Troya, los términos de la invitación han
.f Iv sido modificados, y I parece que prefieren Vdes que en vez de celebrar, predique yo la
oración fúnebre del ilustre finado.
10
Voy ya á exponer sencillamente mi juicio. No sin violentar mucho las cosas po-
dré de un modo ó de otro tomar parte en la triste ceremonia. La Cuaresma habrá
empezado cuando esto se verifique, y la Cuaresma con sus ayunos, con la predica-
ción pastoral y otros trabajos es mal tiempo p[ar]a que un obispo viage [sic]: tendré
q[u]e volverme al instante, tan pronto como la solemnidad se haya concluido, sin 15

5.4 Page 44

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364 Jesús Borrego
poder detenerme un segundo.
En cuanto á la oración fúnebre V. sabe que no soy orador. Conozco mas que
otros, la historia de D. Bos-Ico, pero en cambio carezco de prendas oratorias para ¡: 2r
dar interés á tan bello tierno é importante asunto. El P. Moga con mucho gusto se
20 encargaría de ese trabajo; mas es preciso obtener además del beneplácito de los Su-
periores de Málaga y Sevilla, la licencia del Provincial, lo cual, dado lo apremiante
ya de las horas, tiene algo de penoso. Paréceme, pues, á mí q[u]e el P. Niutta, Jesuita
de la residencia de Sevilla, y hombre q[u]e á su talento y profundo saber une la cir-
cunstancia de ser italiano, lo q[u]e le hará entusiasmarse con las glorias de su insigne
25 compatriota, el fundador de los Salesianos, es el llamado á sacarlos á Vdes del apuro.
Yo me reservaré en este caso el Pontifi-Ical; mas como esa Diócesis tiene un f 2p
Prelado, con el que es preciso vivan Vdes en buen acuerdo, y á quien de derecho por
mucho títulos compete ofrecer el Santo Sacrificio en tan memorable día, menester es
que lo inviten Vdes antes que á nadie sin hablarle por [d]e pronto ni una palabra so-
30 bre mí, y solo cuando él diga q[u]e no le es posible complacer á los hijos de D. Bos-
co, pueden Vdes proponerle la idea de q[u]e vaya yo á sustituirle.
Debo advertir á V. para q[u]e todo se haga á un tiempo, q[u]e sea quien fuere el
q[u]e predique la oración fúnebre, se necesita una especial licencia de ese Sr Arzobis-
po para q[u]e la haga, pues sin ese requisito están prohibidos los elogios I de los f 31'
35 q[u]e mueren, en las exequias ofrecidas por ellos.
Medite V. todo lo que le he indicado, y proceda según su exquisita prudencia le
dicta, bien q[u]e dándome aviso oportunamente de lo resuelto, p[o]rq[u]e debo com-
binar muchas cosas p[ar]a moverme de aquí en la época de q[u]e se trata, siquiera
sea p[o]r brevísimas horas.
40
D. Juan Alvarez Troya está en Velez Málaga: hoy lo espero, y pasado mañana
se vendrá conmigo á Archidona, donde tengo que bendecir un Hospital y Asilo de
Ancianos, que se inaugura; y luego se irá á Antequera p[ar]a predicar un Setenario
de Dolores, que comienza el Miércoles de Ceniza.
Salude V. en mi nombre á todos esos I Padres y Hermanos, y mande á su afmo f 3p
45 humilde serr, amigo y cappu
Q. B. S. M.
+ El Obispo de Málaga
5 á fin emend ex para 34 post elogios del fúne[bres]
8 D. Juan A. Troya, su Secretario de Cámara, cf Ep. 1.
17 Sobre su «Oración fúnebre», cf nota 54 Introd.
19 Se trata del jesuita p. Juan Bautista Moga (1848-1911), estimadísimo por don Marcelo,
antes en Sevilla y ahora (1888) en Málaga (J. Ma JAVIERRE, O.c., pp. 227-233, 359). El 7 de fe-
brero el P. Moga aseguraba a don Oberti que, apenas recibida su carta, se presentó a mons.
Spínola: «Convinimos en que importaba muchísimo menos celebrar de pontifical que hacer la
oración fúnebre; y el Sr. Obispo no reparó en encargarse de ésta, prescindiendo de todas las di-
ficultades que se oponen al viaje y dejándose rendir del afecto entrañable que profesa a la Con-
gregación Salesiana y a su santo y glorioso fundador (q.e.p.d.). Me atrevo a rogarle a Vd. no
trate de modificar el plan». ACU, Enfermedad y muerte de don Bosco, carta del p. Moga a
don Oberti.
22 El P. Nicolo Niutta (1839-1923), jesuita, predicaría el 2° triduo de la novena de S. Francis-
co de Sales de 1891, BS 6 (1891), n. 3, Marzo, pp. 33-34.
27 El prelado de la diócesis hispalense era, por segunda vez, fray Ce!'erino González (ép. 1).
Al no asistir éste al funeral, se solucionó así: «El nmo Sr. Obispo de Málaga [...] asistía pontifi-

5.5 Page 45

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 365
calmente a la sagrada ceremonia [... Como celebrante] a su derecha estaba el ExcmO Sr. Chan-
tre de la catedral hispalense, don Cayetano Fernández, director de la Revista Diocesana. -[es
decir, La Revista Católica (cf nota 32 Introd.)]-, que fué el primero que tal vez habló en Espa-
i1a acerca de Don Bosco y su Obra y el que lo dió a conocer a la nación». BS 3 (1888) n. 5, Ma-
yo, pp. 61-63.
40-42 Velez Málaga, Antequera, Archidona, municipios de la provincia de Málaga.
12
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 7
Orig. auto 2ff. 205 x 130 mm. En p.1 mrg sup der a lápiz negro: 15 Marzo 1888
Accede, si vale la pena, a escribir -para imprimirla- la oración fúnebre a Don Bosco, pronun-
ciada el 29 de febrero «en el Cármen de Utrera»
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 15 de Marzo de 1888
Muy estimado Sr y amigo:
Por mis muchas ocupaciones, no p[o]r olvido, ni aún siquiera he puesto á V.
dos letras, diciéndole: Llegué felizmente. V. me perdonará.
5
Me ha leido D. Juan A. Troya un parrafito de una carta de V., en q[u]e me pe-
día escribiese la oración fúnebre q[u]e el 29 de Febo pronuncié en el Cármen de Utre-
f JI' ra. Si V. tiene formal empeño en po-Iseer ese recuerdo de mi amor á los Salesianos y
á su santo fundador, pondré manos á la obra; pero francamente hablando, mi ora-
ción á pesar de la buena voluntad con q[u]e la hice, vale tan poco q[u]e creo no es 10
digna de figurar en los Archivos de la Asociación Salesiana, y de ponerse alIado de
los preciosos trabajos producidos p[o]r el ingenio de eminentes varones, panegiristas
entusiastas de D. Bosco. Si yo hubiese tenido la conciencia de q[u]e mi sermón mere-
¡: 2r cía publicarse, lo habría impreso ya aquí y lo hubiese enviado á I los Salesianos en
prenda de mi estima.
15
No puedo más. Escribo á oscuras.
Mis recuerdos á esos PP y HH YV. mande á su humilde servr amO y cappn
QB S M
+ El Obispo de Málaga
7 Sobre la «Oración fúnebre», cf Ep. 11.
11 Mereció figurar en la Biblioteca de la Casa Generalizia, [81 E 3].
11 Suele poner Congregación Salesiana, pero no es la única vez que utiliza «Asociación Sale-
siana». Ver en la Oración fúnebre, el título -«Fundador de dicha Pía Asociación Salesiana»-, y
p. 9: «Leed las Constituciones ó Estatutos de la Asociación Salesiana» (cf nota 54 Introd.).

5.6 Page 46

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366 Jesús Borrego
13
A don Ernesto Oberti
Apógrafo impreso
Carta, incluida, como Presentación, en la Oración fúnebre ...
Resume las ideas de las dos cartas precedentes
Sr. D. Ernesto Oberti, Superior de los Salesianos de Utrera
*[Málaga] 2 de Abril de 1888
Muy Sr. mío y estimadísimo amigo:
La Oración fúnebre, pronunciada por mí en las exequias de trigésimo día, cele-
S bradas el 29 de Febrero último en esa iglesia del Cármen, por el alma del insigne
Fundador de los Salesianos, no se escribió como V. bien sabe: las taréas de la Cua-
resma, que predicaba en mi Catedral, junto con los negocios ordinarios de la Dióce-
sis no me dejaron lugar sino para pensar un poco en lo que fué aquel grande hom-
bre, y ordenar las ideas que me ocurrieron, á fin de exponerlas con mi acostumbrada
10 sencillez al piadoso auditorio, que debía escucharme.
Cediendo á las reiteradas instancias de V. y sus hermanos, he trasladado al pa-
pel lo que entonces dije, y puedo asegurar que si las frases no son las mismas, los
conceptos son puntualmente los que emití en aquel momento en verdad memorable.
Pena me dá, lo confieso, leer mi trabajo, indigno de figurar junto á los que se
15 han dedicado á D. Bosco en tan solemne y triste ocasión; pero ni la pobreza de mi
ingenio, ni la escasez del tiempo permitían más. Yo hubiera querido depositar en la
tumba del Padre de los niños y jóvenes abandonados una hermosa flor, y solo he po-
dido dejar caer sobre ella hojas secas.
Claro es que valiendo tan poco mi obra, no merecía darse á la estampa; pero en
20 honra de mis amigos los Salesianos y para complacerlos, he querido hacer este acto,
que bien puede llamarse de humildad, pues humildad es poner á la vista de todos la
propia pequeñez.
Espero que V. Y sus hermanos verán en este mi proceder una prueba más del
afecto, que siempre les tuvo el que se complace en repetirse de usted amigo afectísi-
25 mo, humilde servidor y capellán
Q. B. S. M.
1ft Marcelo, Obispo de Malaga
4 El mismo don Marcelo hizo imprimir la Oración fúnebre pronunciada por el Obispo de
Málaga en las exequias celebradas en la iglesia de los Salesianos de Utrera, por el alma del sacer-
dote D. JUAN BaSCa, Fundador de dicha Pía Asociación Salesiana... Y se imprime en «Mála-
ga, El Avisador Malagueño, Imprenta y Librería de don Ambrosio Rubio, (sucesor de Mar-
tínez de Aguilar) Marqués 10 y 12 1888».
14
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 4
Orig. auto 2ff. 205 x 130 mm. En p.I mrg sup der a lápir negro: 17 Abril 1888

5.7 Page 47

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 367
El mismo carga con los gastos de impresión de la «Oración fúnebre»: le envía 500 ejemplares
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 17 Abril 1888
Muy Sr mío y estimadísimo amigo:
Hace dos días entregué á un agente ó corredor del ferro-carril un cajón, que
contiene 500 ejemplares, q[u]e remito a V, de mi oración fúnebre de D. Basca; y á 5
esta fecha todavía no me ha traido el talón. Me ha prometido después de reiterados
avisos q[u]e estará en mi poder antes de la salida del corréo, yen tal caso lo incluiré
f 1v en esta carta. Si no viniese á tiempo lo enviaré mañana; pero de I todas suertes no
quiero dejar de escribir á V. para darle la nueva de q[u]e se escribió la oración y se
imprimió, á pesar de q[u]e ni de lo uno ni de lo otro era digna. Yo por eso á nadie se 10
la he enviado: mi hermana se ha apoderado sin embargo de unos cuantos ejempla-
res, y los ha mandado á parientes y amigos íntimos. Por esta causa son 500 y no 600,
como yo quería, los de Vdes.
La impresión deja bastante q[u]e desear, y he notado algunas erratas, aunq[u]e
no de tanta importancia q[u]e no pueda corregirlas por sí mismo el lector.
15
Salude V. en mi nombre á todos esos PP y h[erma]nos, y mande á su hume
servr, amO y cappn
QBSM
+ El Obispo de Málaga
10 Da la impresión que don Marcelo, de su propio bolsillo, pagó la edición.
15
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 4
Orig. auto 2ff. 205 x 130 mm. En p.l mrg sup der a lápiz negro: 16 Sbre 1888
Experiencias de su visita pastoral a pueblos de la serranía de Ronda
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 16 Sete 1888
Muy estimado Sr y amigo:
Hice con felicidad mi expedición á la Sierra, aunq[u]e con vario éxito, pues de
algunos pueblos, como Gaucín por ejemplo, salí muy satisfecho, mientras q[u]e 5
otros, fríos é indiferentes, me llenaron el corazón de amargura. Por una especie de
f Iv milagro las últimas tormentas, q[u]e tantos desastres han causado en diversos I pun-
tos, en aquellas breñas apenas si se sintieron.
Encontré á mi Madre bastante molesta de sus habituales achaques, y desde mi
venida puede afirmarse q[u]e ni una hora ha tenido buena. Tampoco Rosario anda 10
muy bien, p[o]r más que no se queja: apenas come, y se ha puesto aún más flaca de
lo que estaba.
Me envían de Sevilla la carta adjunta; pensé no hablar ni una palabra á V. so-
bre su contenido, p[o]r no ponerle en compromiso; pero al fin me decido á enviarle

5.8 Page 48

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368 Jesús Borrego
15 las letras comendaticias en la esperanza I de que obrará con entera libertad, inspirán- f 21'
dose en 10 q[u]e p[ar]a el bien de ese Colegio más convenga, y no en sus deseos de
complacerme.
Por aquí ha dejado V. excelente memoria: todos recordamos con gozo los días
q[u]e pasó entre nosotros, y deseamos q[u]e se repitan.
20
Salude en mi nombre á toda la Familia Salesiana, y mande á su humilde servr y
afmo amigo y cappu
QBSM
+ El Obispo de Málaga
5 Gaucín, municipio -entonces con unos 4.000 habitantes- de la provincia de Málaga en la
serranía de Ronda (Ep. 22), a cuyos pueblos don Marcelo hace la visita pastoral en el verano
de 1888. Por desgracia su llegada coincidió con fuertes tormentas: «En esta sierra de Grazale-
ma -cuenta en sus cartas- llueve siempre [...] En las famosas cuestas, empinadas como escale-
ras [...] nos diluvió [...] En algunos momentos recordé la bajada a Río Malo allá en las Hur-
des». J. Ma JAVIERRE, a.c., pp. 376-378.
9 Su madre, doña Antonia Maestre, nacida en El Ferrol, hija de marinos como el padre, don
Juan Spinola, capitán de fragata, que falleció en Sanlúcar de Barrameda el 27-1-1868 (cf J. Ma
JAVIERRE, a.c., pp. 34-37). Su hermana Rosario, (cf nota 83 Introd.), atiende a la madre y a
don Marcelo.
18 No será la última vez que don Ernesto Oberti, invitado, pase unos días de verano con don
Marcelo y «la familia episcopal» (Ep. 19).
20 La «Familia Salesiana» de Utrera: salesianos, alumnos, cooperadores...
16
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 4
Orig. auto 2ff. 200 x 130 mm. En pp. 1 mrg sup der a láp. neg.: 18 Enero 1889
Agradece las «estampas de María Auxiliadora» e lo invita a «quedarse con nosotros algunos
días ... »
R. D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 18 - Enero - 1889
Muy Sr mío y siempre estimado amigo:
Hacíalo ya á V. en Barcelona en compañía de su antiguo Monseñor Cagliero,
5 por lo cual no escribí á V. cuando mandó la estampa de María Auxiliadora y lo
q[u]e podemos llamar reliquia de D. Bosco, acusándole su recibo; pero veo por su
segunda carta que aún no ha emprendido el viage, y I por lo mismo me apresuro á .f IJI
poner á V. dos renglones.
y en ellos lo primero que haré será dar á V. gracias por haberse acordado de mí
10 el día de San Marcelo, de la manera q[u]e lo hacen los amigos cristianos, á saber, ro-
gando á Dios p[o]r el amigo. El Padre de las Misericordias pague á V. y á esos PP y
HH tanta bondad.
Después cúmpleme manifestar á V. que tanto mi Madre como Rosario recibie-
ron con verdadero júbilo las estampas, estimándolas mucho p[o]r lo q[u]e represen-
15 tan y contienen, y por la persona que las envía, p[o]rq[u]e ha de tener V. I entendido f 2r

5.9 Page 49

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Ull gran cardenal hispalense con la familia salesiana J69
que D. Ernesto goza en esta casa de simpatías generales.
Supongo que M[onseño]r Cagliero marchará á América embarcado, y presumo
q[u]e el vapor, donde vaya, hará escala en Málaga. En tal caso espero que me visita-
rá, y si V. le acompaña puede quedarse con nosotros algunos días, q[u]e no le pesa-
rá, pues en este palacio hay el silencio y la calma de los monasterios, cosas muy gra- 20
tas á los espíritus comtemplativos.
Mis afectos á esos PP, HH Yalumnos, y V. mándeme como á su humilde serv',
amigo y cappn
QB SM
+ El Obispo de Málaga
17 Mr emend ex D.
4 Después de la muerte de don Basca, mons. Cagliero, (cf nota 31 Introd.), permaneció en
Europa un año entero; el vapor «duquesa de Genova», en el que regresaba a Patagonia, hizo
escala en Barcelona, del 21 al 26 de enero. Allá 10 visitó don Ernesto Oberti, como se 10 refería
a don M. Rúa en carta, Sarriá, 26-1-1889. ASC F 396 Barcelona-Sarriá.
17 Don Marcelo presumía mal, pues esta vez el vapor no hizo escala en Málaga, como 10 dan
a entender, tanto don Oberti, -en la carta citada en la nota precedente: «Mañana (27) cogeré
el tren para regresar a Andalucía. Quisiera llegar a Utrera para celebrar allí la fiesta de San
Francisco de Sales>>-, como don Juan Branda: «... Nosotros nos separamos del buque...
Fuímos perdiéndolos de vista... Observábamos en silencio consolándonos de haber sido los
últimos que los habíamos podido saludar en tierra europea...». ASC F 396 Barcelona Sarriá,
carta de don Branda a don Celestino Durando, Sarriá 27-1-1889. Cf A. MARTIN, a.c.,
pp. 401-404.
17
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 4
Orig. auto 2 ff. -(con orla negra}- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 27 Jul.
1891
Intermediario para nuevas fundaciones ante D. Oberti, al que invita a pasar «aquí, [en Milla-
ga], unos días»
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 27 Julio 1891
Muy estimado Sr y querido Amigo
Ahí va esa carta, que he recibido del Sr D. Luis de Julián, Beneficiado de Gero-
na, antiguo amigo mío. La causa de no haberla enviado á V. antes ha sido mi viaje á 5
.f Iv Madrid, y muchas cositas venidas después de mi regreso. I Sobre lo q[u]e en la tal
epístola se dice V. obrará con la santa libertad q[u]e requiere asunto tan serio y gra-
ve como el de la vocación.
Recibí una cartita de V. muy afectuosa, q[u]e le agradecí sobremanera ¿Por qué
no se viene p[o]r aquí unos días? Tomará baños de mar; hará si lo quiere ejercicios. y 10
hablaremos... Las circunstancias no son nada prósperas, pues cuatro casas de co-
mercio muy importantes han quebrado sucesivamente; pero ¿quién sabe si así y todo

5.10 Page 50

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370 Jesús Borrego
podemos preparar á los Salesia-Inos en Málaga una escala, un lazo de unión con el f 2r
Africa?
15
En Madrid me vió una Sra casada con un jefe de Marina, el Sr Briones, y me ro-
gó hablase á V. sobre una fundación q[u]e ha sido pedida p[ar]a Huelva, donde los
Salesianos hacen mucha falta, p[o]rq[u]e el Protestantismo -esto es verdad- pre-
ponderante allí, amenaza matar la fe católica. V. dirá...
¿Es verdad q[u]e D. Pane ha marchado á Turín?
20
Reciba respetuosos afectos de I Rosario; dé los míos á esos PP y herms, y V. f 2F
mande á su s[iem]pre afmo amigo y cappn
QBSM
+ El Obispo de Málaga
$ Desde ahora todas las cartas llevan orla negra, en señal de luto por la madre, fallecida en
abril de 1890. J. Ma JAVIERRE, a.c., pp. 383-384.
13 Don Marcelo ha comenzado a soñar con los salesianos en Málaga. Ese mismo año la Ins-
pectoría francesa abría una casa salesiana -el Oratorio de S. Luis- en Orán, otra -Orán-
Eckmuhl- en 1893 y al año siguiente en La Marsa-Túnez.
16 De estos años el ACU, (caja 8), muestra varias solicitudes de fundación en Huelva: en
1889 la Asociación de Sras de las Escuelas Católicas de Huelva (colegio de la y 2a enseñanza);
en 1892 el párroco de la Concepción, don Pedro Román. Cf nota 51 Introd.
19 Así fue: «Después de la novena del Carmen, [17 de julio], salió de Utrera don Carlos Pane
para Turín» (AISe, Utrera, crónica F. Atzeni, cuaderno 2, p. 14). De allí partió a instaurar la
obra salesiana en Perú (Ep. 1).
18
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 4
Orig. auto 2ff. -(con orla negra)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 31 oct.
1891
Se lamenta de tener que «renunciar á la esperanza de verlo á V. por ahora». Emerge la oferta
del Asilo de S. Bartolomé
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 31 Oct. 1891
Muy Sr mío y querido amigo:
Veo con pena por su carta de V. que debo renunciar á la esperanza de verlo á
5 V. por ahora. Aquí corrió la voz de q[u]e venía V. uno de estos días, y algún funda-
mento hubo de tener la noticia p[o]r lo q[u]e V. me dice; pero el gozo se nos cayó en /lv
el pozo.
Al I hablar á V. en una de mis últimas cartas de una fundación salesiana en
Málaga, movíame por mi deseo de tenerlos á Vdes aquí, por los ruegos de algunas
10 personas, q[u]e profesan grande estima á la familia de D. Bosco, y por la creencia de
que llenarían Vsdes un vacío, q[u]e en este pueblo se siente, á causa de q[u]e el Asilo
de S. Bartolomé solo es para huérfanos, y además no está montado en la forma
q[u]e las circunstancias del tiempo piden. Formales ofertas nadie me había hecho;
p[er]o entiendo q[u]e sujetos muy ricos, cuya for-Ituna se dedica hoy en su mayor .f. 2r

6 Pages 51-60

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6.1 Page 51

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 37 I
parte á obras de piedad, facilitarían p[o]r de pronto local p[ar]a el establecimiento, 15
siquiera no reuniera todas las comodidades apetecibles, y no cesarían de aprontar li-
mosnas á fin de q[u]e lo q[u]e se creara viviese. No sabiendo si Vdes podrían ó no ve-
nir, érame imposible proponer nada á dichos sujetos, debiendo contentarme con ase-
gurarme de sus buenas disposiciones para participárselas á V., yen su visita conocer
si nos era lícito esperar ó habíamos de perder toda esperanza. Desde áquella fecha 20
f 2v acá, la situación de este país ha empeorado I notablemente, pues han ocurrido quie-
bras de importancia, q[u]e han arruinado á muchos; p[er]o en cambio tenemos un
Gobernador civil, q[u]e oye Misa todos los días, y es muy dado á obras benéficas, el
cual sin duda protegería á los Salesianos, y acaso les procuraría alguna subvención
de la Diputación Provincial en tanto q[u]e no adquirían vida propia. Nada hay, 25
pues, fijo ni seguro, p[er]o no poco flotante y probable, y si Vdes se decidieran, fácil
es q[u]e muy pronto lo incierto se hiciese cierto.
Rosario saluda á V. respetuosamente, y yo le digo q[u]e siempre soy su humilde
servr amO y cappu
Q BSM
30
+ El Obispo de Málaga
21 acá emend ex aquí
8 Toda el argumento de la carta juega alrededor de «una fundación salesiana en Málaga». Se
perfila el Oratorio de San Enrique (cf nota 66 Introd.), cuyo «edificio había sido una fábrica,
que era propiedad de Doa Ventura Torrado, viuda de don Enrique Sandoval». Annali... , II 341.
12 Era una de las condiciones de acepación del Asilo por parte de los Hermanos de S. Juan
de Dios: «.. Aa Se admitirán en el Asilo niños huérfanos y a los que, sin serlo, estén tullidos, ra-
quíticos, ciegos o con otro defecto fisico, siempre que no sea enfermedad contagiosa y que la
edad no sea menor de cinco años y mayor de catorce. 5a Se excluyen los pensionistas...». P.
Ruz, a.c., p. 80.
14 «Sujetos ricos ...», como Doa Ventura Torrado, recién citada, y «algunas personas benéfi-
cas», cf Ep. 24.
22 La industria siderúrgica malagueña, tan desarrollada en los años '60, «cerraba sus puer-
tas: en 1884 cerraba la ferretería La Concepción y en 1891 La Constancia. P. Ruz, a.c., p. 22.
23 El Gobernador civil era don Antonio Cánovas Vallejo.
19
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 5
Orig. auto 2 ff. -(con orla negra}- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup del' a lápiz negro: 12 Enero
1892
Augurios para el nuevo Año y un recuerdo en las próximas fiestas de S. Francisco de Sales
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 13 - Enero - 1892
Muy estimado Sr y Amigo:
Gracias por su cartita... Dios le pague sus buenos deseos respecto á mí, y en re-
compensa le otorgue abundancia de dones espirituales y temporales, no solo en el 5

6.2 Page 52

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372 Jesús Borrego
año de 1892, sino en toda su vida.
Calculo andarán Vdes ahora muy ocupados, preparando las cosas p[ar]a la fiesta
y novena de S. Fran-Icisco, cultos en los cuales solía yo tomar parte en tiempos q[u]e .l /1'
pasaron.
10
Rosario y la familia episcopal saludan á V. Yo le pido un recuerdo en estos días
p[ar]a con el Santo Obispo de Ginebra.
De V. s[iem]pre afmo hume servr, amia y cappn
Q B SM
+ El Obispo de Málaga
4 mí add si
8 Ese año «nuestro Excmo y Rvmo Sr. Arzobispo don Benito Sanz y Forés [...] aceptó venir y
se encargó del panegírico [...] Por la tarde dio el Prelado la Conferencia anual a los Cooperado-
res...» Carta de don E. Oberti a don M. Rúa, Utrera 30-1-1892, publicada en BS 7 (1892) n. 3,
Mayo, pp. 37-42.
10 «La familia episcopal» son los colaboradores íntimos de don Marcclo.
JI «El Santo Obispo de Ginebra», Francisco de Sales.
20
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 5
Orig. aut. 2 ff. -(con orla negra)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 14 Sbre
1892
Le recomienda un niño, -hijo de persona amiga-, que ingresa en el «Colegio Salesiano, q[u]e
V. tan dignamente dirige»
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 14 Sept. 1892
Muy estimado Sr y querido Amigo:
Una desgraciada Sra, viuda de un hermano del Sr D. Manuel Ordoñez Marra,
5 (Q. E. P. D) á quien V. conoció, y yo estimé mucho, lleva al Colegio salesiano, q[u]e
V. tan dignamente dirige, un hijo, al que desea, como buena madre, dar una educa-
ción sólidamente cristiana. Yo que me intereso vivamente por esta I familia, me atre- .f / l'
vo á recomendar á V. con el mayor encarecimiento su nuevo alumno, rogándole esté
muy á la vista de él, y cuide no solo de sus adelantos en las letras, sino de lo que á su
10 alma se refiere, con un celo especial, que algo se distinga del que despliega V. (por
mucho q[u]e éste sea) a favor de los demás escolares.
No vino V. al fin á visitarnos este año: está visto, nada quiere V. con los mala-
güeños, sin embargo de que hay entre estos quien lo quiere á V. mucho.
Dé V. mis afectuosos recuerdos I á esos padres, á cuyas oraciones me encomien- f 2,.
15 do, y mande á su s[iem]pre hume servr, afmo amigo y cappn
Q S. M B
+ El Obispo de Málaga
4 D. Manuel Ordoñez Marra, canónigo de la catedral malacitana y uno de los visitadores del

6.3 Page 53

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(./11 gran cardenal hispalense con la familia salesiana 373
Patronato, es el máximo responsable, por su desmedida intransigencia, de que no se consolida-
se el primer experimento salesiano de aceptar el Asilo de San Bartolomé en 1883 (cf nota 63 ln-
trod.). El con otros albaceas testamentarios del fundador, don Eduardo Domínguez Avila,
convencieron al Sr. Obispo, al marqués de Larios y a don Francisco Mitjana, -partidarios de
la entrega a los salesianos del Asilo y «a ayudarlos en lo que necesitasen»-, de que aquellas
propiedades habían de pasar al obispado de Málaga y no a los Salesianos, que trabajarían allí
«como contratados o encargados de la asistencia del Asilo, bajo la vigilancia e inspección de
los Visitadores del Patronato». Ante tal cambio don Juan Branda, de acuerdo con don Bosco,
rechazó la oferta de la fundación, y preparó la retirada honrosa de los Salesianos, dando órde-
nes de cuanto tenía que hacer a don Ernesto Oberti, que ha sido el que ha llevado el peso de la
experiencia. Y don Oberti «el jueves 6 de septiembre de 1883, después de haber visitado a to-
dos los cooperadores que quedaban en la ciudad y haber recibido una conmovedora despedi-
da, salió para Utrera». P. Ruz, O.c., pp. 67-79; A. MARTlN, O.c., pp. 218-220, 242-246.
12 Don Ernesto se muestra cauto ante los deseos del prelado, quizás por la anterior experien-
cia malagueña, y no tiene demasiado interés en hacerse ver por Málaga.
21
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 5
Orig. auto 2ff. -(con orla negra)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 40ct 1892
Feliz de poder conferir órdenes sagradas «á los hijos de D. Bosco»
R. P. D. Ernesto Oberti
*[Má1aga] 4 Octubre 1892
Muy estimado Sr y Amigo:
Por mi parte ordenaré á todos los que V. me mande con tal de que vengan pro-
vistos de las competentes dimisorias y de todos los documentos indispensables. Lo 5
f Iv mismo serán para mí dos que tres ó mas. I Pero creo que el 9 estará ya ahí el Sr Ar-
zobispo, quien no dudo regresará de su expedición de verano antes que la Reina lle-
gue á la capital de Andalucía; y en tal caso supongo que mas cuenta le tendrá á V.
que la ordenación se haga en Sevilla que en Málaga por lo breve del viaje.
De todos modos sabe V. que me tiene á su disposición, pues me es siempre gra- 10
to poder dar alguna ligera muestra de mi afecto á los hijos de D. Bosco.
f 2,.
Sa-Ilude á todos esos Padres, y mande á su humilde servr afmo cappn
QBSM
+ El Obispo de Málaga
6 La crónica de la casa salesiana de la Trinidad de Sevilla indica el 11 de octubre que el arzo-
bispo, Sanz y Forés [cf nota 15 Introd.], se ha alejado de Sevilla para preparar «la venida de la
Reina [Ma Cristina]». Este acontecimiento -que tuvo lugar a mediados de mes- «y los prepara-
tivos para el futuro Congreso Católico [Nacional, -celebrado en Sevilla del 26 de octubre al 4
de noviembre]-, absorben por completo los cuidados de nuestro Pastor». J. BORREGO, o.c.,
pp. 45-47, 119-120.
9 En efecto, fue el arzobispo de Sevilla, mons. Sanz y Forés, -y no el obispo de Málaga-,
quien el 17 de diciembre 1892 confirió el subdiaconado al clérigo Pedro Ricaldonc.

6.4 Page 54

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374 Jesús Borrego
22
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 5
Orig. auto 2ff. -(con orla negra)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 13 Febr.
1894
«Plan de una fundación ... en Ronda»
R. D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 13 Febo 1894
Muy Sr mío y estimado Amigo:
Creo habrá V. depuesto su enojo después de lo que le mandé decir por su joven
5 alumno; convenciéndose de que no los olvido á Vdes, y de que es siempre mi deseo te-
nerlos junto á mi.
Ahora le envío al Sr Cura del Socorro de Ronda, D. Pío Agustín I Zazo, encar- f Iv
gado de presentar á V. el plan de una fundación, que se me figura no ha de desagra-
darle, pues es de gran porvenir. Yo ruego á V. escuche con benevolencia al Sr Zazo,
10 y no pierda de vista que Ronda, considerada justamente como capital de la Serranía,
pertenece al Obispado de Málaga. Allí tienen una casa mis «Esclavas del Sdo Cora-
zón»; es preciso q[u]e tengan otra, cueste lo q[u]e cueste, los hijos de D. Basca.
No ha querido V. venir por aquí: ¿será que no le fué bien entre I nosotros? f 21'
Respetuosos afectos de Rosario, y dándolos míos á todos esos Padres á Hnos,
15 mande V. á su humilde servr, amigo y cappn
QB S M
+ El Obispo de Málaga
1 D. emend ex P.
7 Ronda, ciudad de la provincia de Málaga, -entonces con unos 30.000 habitantes-, al norte
de la serranía de su nombre: parte occidental de la cordillera Penibética entre las provincias de
Málaga y Cádiz.
8 De la «fundación» se habla más concretamente en las Ep. 29 Y 30.
11 Las Esclavas Concepcionistas del Sagrado Corazón establecen una casa en Ronda el 18
Octubre 1893. Cf J. Ma JAVIERRE, a.c., pp. 430-431
23
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 5
Orig. auto 2 ff. -(con orla negra)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 4. Junio -
1894
«Sentido pésame -[a don Ernesto]- por la muerte de su padre» - Peregrinación a Roma - Inte-
rés por las fundaciones salesianas de Ronda y de Málaga
Sr D Ernesto Oberti

6.5 Page 55

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[/1/ gran cardenal hispalense con la familia salesiana 375
*[Málaga] 4 Junio 1894
Muy Sr mío y apreciadísimo Amigo:
Ante todo doy á V. el más sentido pésame por la muerte de su padre (Q. E. P.
D). Comprendo lo sensible q[u]e habrá sido p[ar]a V. no hallarse alIado de persona 5
tan querida en ese angustioso momento; p[er]o Dios, que tanto nos ama, habrá vela-
f Iv do p[o]r su alma, cuidando de q[u]e Ila última hora no le haya cogido desprevenido.
Ya lo he encomendado á Dios.
Nada he sabido del asunto de Ronda. Don Pío ha estado malo, y p[ar]a repo-
nerse, mucho tiempo en el campo, y sin escribir á nadie; pero sus últimas cartas me 10
hacían temer q[u]e el plan hubiese fracasado.
En cambio aquí los Salesianos son deseados con ansia; y de verdad es q[u]e no
sin motivo, pues hacen mucha falta. Hasta la fecha nadie se me ha presentado; pero
f 2r allanaré -cuando llegue la hora- todas las dificultades en cuanto I de mí dependa.
Doy á V. las gracias por la bienvenida, que me da. Hemos pasado en Roma 15
unos días felicísimos, que nos han hecho olvidar los malos ratos del viaje. Por mi
parte aunque me mareé algún día, jamas tuve susto.
Salude V. á esos PP y HH, y recibiendo respetuosos mem[ento]s de Rosario y
de toda mi episcopal familia, mande á su afmo amigo, humilde servr y capellán
Q BSM
20
+ El Obispo de Málaga
4 El padre era don Juan Oberti: «En el pueblo de Utrera, al observar el porte distinguido dc
don Ernesto y su manera de tratar los asuntos, comenzó a correrse la voz de que era hijo de un
marqués, cuando, en realidad, su padre era un buen médico de Niza (Monferrato)...». A. MAR-
TIN, a.c., p. 498.
9 D. Pío Agustín Zazo y el «asunto de Ronda», cf Ep. 22.
15 Su viaje a Roma: El congreso católico nacional, celebrado en Sevilla (cf Ep. 21), acordó
organizar una peregrinación nacional a Roma que expresara la devoción española a León XIII
en los 50 años de su consagración episcopal, a la que se añadiría -con aprobación de los prela-
dos- una «peregrinación nacional obrera», para agradecerle las enseñanzas de la encíclica «Re-
mm Novamm». En total viajaron 18.000 peregrinos, de los que 7.500 eran obreros y 1.300 la-
bradores. «Málaga fue una de las diócesis que envió un contingente más fuerte de peregrinos,
203 [...] El obispo viajó con sus fieles en el vapor "Ba1domero Iglesias" que zarpó de Málaga el
ocho de abril de 1894 al canto de la salve...» J. Ma JAVIERRE, O.C., pp. 432-434.
24
A don Ernesto Oberti
ACM carpo 1 bolsa 1
Orig. auto 2 ff. -(con orla negra)- 210 x 135 mm. En p. 1 mrg sup sin a lápiz negro: 7 Agt 1894;
en p. 2 mrg inj der: Marcelo Spinola
Brinda una solución para «el establecimiento de los Salesianos en Málaga»
Sr D. Ernesto Oberti
*[Málaga] 7 Agosto 1894
Muy estimado Sr y querido Amigo:
Me anunció V. en su última carta que me vería un sujeto, el cual acaso daría so-
lución al asunto pendiente del establecimiento de los Salesianos en Málaga; pero 5

6.6 Page 56

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376 Jesús Borrego
han pasado días y días, y el sujeto no ha aparecido.
Entretanto ha surgido aquí en Ila mente de algunas personas benéficas la idea .f ¡Ji
de recoger á los niños vagabundos, que pululan p[o]r las calles, y yo quisiera q[u]e
antes q[u]e otra institución los tome á su cargo, se presenten á cumplir esta grande
10 obra los hijos de D. Bosco, los cuales á mi entender la desempeñarán mejor q[u]e na-
die. Para su tranquilidad de V. le diré que nadie atentará á la independencia de los
Salesianos, y q[u]e probablemente, á lo menos p[o]r el pronto, y mientras ellos no lo-
gren tener vida propia, se les abonará p[o]r cada niño, q[u]e se les entregue, una su-
ma, q[u]e representará sus estancias.
15
Deseo I que piense V. un poquito sobre esto, y me diga si puedo esperar algo, ó f 2,.
si debo renunciar definitivamente á mi dorado sueño.
Rosario saluda á V. respetuosamente, yo envío mis afectos á todos esos Padres
y hermanos, y á V. ruego no olvide al q[u]e es s[iem]pre su amigo y humilde servr y
cappn
20
QBSM
+ El Obispo de Málaga
7 «Algunas personas benéficas». Sabemos que en primer lugar estuvo la Liga contra la mendi-
cidad para el socorro de los indigentes, -respuesta laica, de inspiración cristiana-, cuya función,
de carácter asistencial, se concretó en la ayuda a instituciones dedicadas a la asistencia a los
mendigos. Esta Liga ciudadana, que se encontraba presidida por Manuel Casado, creó una co-
misión para ayudar el Oratorio de S. Enrique en sus dificiles comienzos, distinguíendose su
presidente D. Francisco Masó, secretario de la Liga. Eran otros miembros de la comisión:
Sres. Chiara, Ortega, Muñoz del Toro, Rein, Franquelo... P. Ruz, a.c., pp. 98-99. 106; A.
MARTIN, a.c., p, 255; cf E. DE MATEO AVILES, Paternalismo burgués y beneficencia religiosa en
la Málaga de la segunda mitad del siglo XIX. Málaga 1985, pp. 118-122.
11 Con el «nadie atentará a la independencia de los Salesianos», recuerda a don Oberti la de-
sagradable experiencia vivida por los salesianos durante el 1883 en la Casa-Asilo de S. Bartolo-
(Ep. 20). Cf P. Ruz, a.c., pp.69-79.
16 Su «dorado sueño» de tener a los salesianos, al fin, en Málaga.
25
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 5 bolsa 5
Orig. aut. 2ff. -(con orla negra)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 24 Sbre
1894
Se ultima la preparación del establecimiento de los salesianos en Málaga
R. D Ernesto Oberti
*[Málaga] 24 Septe 1894
Muy Sr mío y Amigo:
Supóngolo ya á V. en Utrera, pues algunos, á quienes he preguntado, no me
~ ha n sabido decir si había regresado ó no de la expedición á Barcelona, paréceme que
estando tan próxima la apertura del Colegio, se hallará V. ya en su puesto.
Cele-jbramos nueva reunión los que por la niñez abandonada nos interesamos; f ¡Ji
se dió cuenta de la carta de V., y se hicieron por varios generosos ofrecimientos,

6.7 Page 57

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 377
q[u]e suman casi la mitad de lo que se necesita, esperándose que en breve se comple-
tará la otra mitad. Creo, pues, que tendremos Salesianos, y que no será temeridad 10
que los Superiores preparen la colonia, que para Navidad, según las indicaciones de
V., ha de establecerse en Málaga. Dios quiera que nada impida la realización de lo
que ha tantos años deseo.
/ :!,.
Supe con sorpresa la muerte I del Sr Cuadra. La Congregación Salesiana no ha
perdido en él un especial bienhechor; pero hacía mucho en favor de otras obras, yes 15
de temer que ahora los amigos de los hijos de D. Bosco se vean obligados á dividir
su atención y su caridad.
Deseo á V. muchas fuerzas p[ar]a sus grandes trabajos. Rosario y todos los ha-
bitantes de este palacio le saludan, y yo me declaro otra vez su humilde servr, afmo
amigo y cappn
20
QBSM
+ El Obispo de Málaga
15 mucho corr ex muchos
7 Cf Ep. 24 nota 7.
11 «La colonia» es la comunidad salesiana.
14 Anota la crónica de la casa de Utrera el 12-9-1894: «Tenemos la funesta noticia de que ha
muerto don Enrique de la Cuadra, -[una de las familias más influyentes de Utrera]-, casi re-
pentinamente [...] La noticia entristeció a toda Utrera. En Consolación, -[santuario donde se
venera la Virgen de Consolación, patrona de la ciudad, y cuyas fiestas se celebran el 8 de sep-
tiembre]-, se suspendió la velada y no hubo música ni baile. Los niños no salieron por tanto
del colegio...». Cf A. MARTIN, o.C., p. 480, 432 (Don Clemente de la Cuadra reconstruye el
nuevo convento de las Religiosas de la Concepción).
26
Al inspector-provincial de los salesianos Felipe Rinaldi
ACM carpo 1 bolsa 1
Orig. auto 2 ff. -(con orla en1utada)- 210 x 135 mm. En p. 1 mrg sup der a tinta negra don Ri-
na1di escribe: «16/10 cont[esto] que aguardo de D. Ern[esto]»; debajo, a lápiz negro, otra mano
ha escrito -7 Má1aga-; mrg sup sin -1O-oct-1894-, y más abajo aún, siempre en mrg sup, da el
tema de la carta
Ed MARTIN A., 447
«El Obispo dice que cuenta con bastantes personas pudientes. Que [los salesianos] den ya la
palabra definitiva de su venida»
R. P. Rinaldi
*[Málaga] 10 Octubre 1894
Muy Sr mio de toda mi consideración:
Por D Ernesto habrá V. sabido el éxito que mis gestiones han tenido. Celebróse
ú mi presencia una reunión de personas benéficas, de las que más solícitas se han 5
f / l' mostrado en favor de los niños vagabundos, y unánimes se declararon en pro de I
los Salesianos, haciendo formales ofertas de las cantidades, de que antes se había ha-
blado, para el primer año de su estancia entre nosotros. El Sr Alcalde además, con el

6.8 Page 58

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37~ Jesús Borrego
que he conferenciado hoy, me ha prometido su protección y ayuda; así es que cuen-
10 lo ya COl1lt) seguro que para Navidad estarán en Málaga los hijos de D. Bosco, y por
cierto tengo también que se encontrarán bien y contentos, no faltándoles trabajo,
pues hay mucho que hacer en esta tierra, pero tampoco elementos y medios para
VIVIr.
Por mas que el lenguaje, con que se ha expresado D. Ernesto, es satisfac-Itorio, ¡: 2r
15 los Sres que en el asunto intervienen desean una palabra de V. completamente tran-
quilizadora, y que nos dé la certidumbre, que todavía no poseemos, aunque nos
imaginamos q[u]e la tenemos ya.
Deseo á V. toda suerte de bienes, y repítole que soy s[iem]pre su humilde servr y
afmo cappn
20
QBSM
+ El Obispo de Málaga
6 pro emend ex fav[or] 7 post Salesianos del y 9 conf[erenciado] emend ex hab[lado]
1 P. Felipe Rinaldi es el inspector-provincial salesiano (cfnota 24 Introd.): de octubre 1894 a
febrero 1895 visita las casas de Andalucía: Utrera y Sevilla-SSma. Trinidad.
5 La «reunión de personas benéficas», cf Ep. 24 nota 7.
10 Y «para Navidad estuvieron en Málaga los hijos de D. Basca», cf Ep. 28.
27
Al inspector-provincial de los salesianos Felipe Rinaldi
ACM carpo 1 bolsa 1
Orig. auto 2 ff. -(con orla negra)- 210 x 135 mm. En p. 1 mrg sup der a tinta negra don Rinaldi
escribe: «Cont[estar] que durante [el] año»; en mrg sup sin en lápiz negro otra mano escribe:
-23 - oct. 1894-, bajo don Rinaldi: -9-, y debajo sintetiza el asunto de la carta:
«El Obispo se queja de que se dé largas» a la venida de los salesianos
Rdo D. Rinaldi
*[Malaga] 23 Oct. 1894
Muy ár mío de toda mi consideración:
No puedo ocultar á V. que su carta, aunque tan amable, me ha causado penosa
5 impresión.
A costa de grandes trabajos, pintando á los Salesianos como son, y augurando
que pronto los tendríamos en Málaga, he logrado excitar en algunos el entusiasmo,
obteniendo I promesas de limosnas para cubrir las sumas que necesitábamos: si aho- .f Iv
ra anuncio que la venida de los Salesianos es todavía incierta, ó en último caso que
10 se aplaza ad Kalendas graecas, yo no sé 10 que sucederá, mucho mas siendo la nece-
sidad sentida tan imperiosamente que se había, en tanto que no se lograba la instala-
ción aquí de los hijos de D. Bosco, entrado en tratos con los frailes de S. Juan de
Dios, encargados del Asilo de S. Bartolomé.
Precisamente he estado hoy hablando con uno de los más celosos promotores
15 de esta empresa, y he tenido que sujetarlo: ya quería arreglar los comedores y la co-
cina de la casa destinada al nuevo estable-Icimiento, contando con que de un mo- .f 2r
mento á otro se abriría éste.

6.9 Page 59

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 379
Con lo dicho basta para que comprenda V. la situación de los ánimos. Yo no
quiero apremiados á Vdes, ni mucho menos q[u]e p[o]r precipitar las cosas se funde
aquí un Asilo, que no responda al merecido renombre de los Salesianos; pero todos 20
me preguntan á cada instante, todos se muestran impacientes, todos se imaginan
que se les engaña con mentidas promesas; así es que me atrevo á rogar á V. tenga la
bondad de manifestarme, porque su carta de V. lo deja como en duda, si podemos
prometernos que nuestra fundación será un hecho, y en caso afirmativo cuando se
realizará ese hecho.
25
f 2v
V. tenía sin duda razón al indicar, I como explicación de las dificultades con
que ahora tropiezan, que se decidió ir a Vigo en vista de que los Malagueños perma-
necían callados: no me quejo ni quiero quejarme; pero cuando yo había dado casi
seguridad de q[u]e todo se arreglaría ¿no era razón q[u]e no se hubiese acordado na-
da, q[u]e imposibilitase el cumplimiento de lo convenido, sin preguntarme el estado 30
de las cosas?
Perdone V. que le hable así; háceme expresarme de esta manera el interés q[u]e
me inspira el asunto de que se trata.
Me encomiendo á las oraciones de V. y me repito su hume servr y afmo cappll
Q BSM
35
+ El Obispo de Málaga
4 Párrafo significativo de la carta de don Rinaldi: «...En cuanto a las disposiciones mías son
de conformidad en todo a sus deseos y de darle ahí por Navidad algunos salesianos; pero una
carta que acabo de recibir de mis superiores mayores, me pone hoy mismo en gran apuro. Me
mandan enviar a Caracas de Venezuela a quien tenía determinado por director de la nueva
fundación de Málaga [oo.] y por hoy no me hallo en condición de disponer nada sin haber antes
consultado a mis superiores, que nada sabían todavía de fijo a propósito» y, encontrándose
comprometido con anterioridad en la fundación de una casa en Vigo, promete consultar rápi-
damente a don Rúa para dar respuesta positiva al prelado malagueño. ACM Doc. 10, carta de
F. Rinaldi a mons. Spínola, 13-10-1894. Cf P. Ruz, O.C., pp. 93-94.
10 Ad Kalendas graecas, es decir, hasta sabes Dios cuando.
12 La presencia de los Hermanos de S. Juan de Dios en el Asilo de S. Bartolomé ha sido des-
de el 24 de septiembre de 1883, -al mes siguiente de la marcha de los salesianos-, hasta el 25 de
mayo de 1895, (cfnota 67 Introd.), aunque el anuncio de su retirada lo dan en enero, convenci-
dos de no tener vocación específicamente pedagógica sino más bien asistencial y hospitalaria y
haberse presentado «la feliz circunstancia de haberse instalado en [Málaga] los Padres Salesia-
nos [...] ocasión oportuna para que se hicieran otra vez cargo del referido Asilo, por ser muy
conforme con su misión y así en nada perderían los huérfanos». Cf P. Ruz, O.C., pp. 87-88.
27 La «Obra Don Basca», Oratorio e iglesia en la barriada del Arsenal de la populosa locali-
dad gallega de Vigo-, se inauguró en noviembre de 1894. Al año siguiente, sin dejar de atender
la iglesia del Sdo. Corazón de El Arsenal, se establecieron en el instituto de San Matías. Anna-
U..., Il 341-342 y III 268.
28
Al inspector-provincial de los salesianos Felipe Rinaldi
ACM carpo 1 bolsa 1
Orig. auto 2ff. -(con orla negra)- 210 x 135 mm. En p. 1 mrg sup der a tinta negra don Rinaldi
escribe: «3/12 cont[est]o que saldrían de aquí el 8 [de diciembre]»; en mrg sup sin a lápiz negro
otra mano escribe: Nov -1.894 - Del Obispo-; bajo don Rinaldi: -10-, y el asunto de la carta:
Ed A. MARTIN, 447

6.10 Page 60

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380 Jesús Borrego
«Que vengan [los salesianos]» - Ofrece albergue en «palacio en tanto que no preparan sus
habitaciones»
Rdo D Rinaldi
*[Málaga] 28 Nov. 1894
Muy Sr mío de toda mi consideración:
No veo inconveniente en que se haga la fundación el día de la Inmaculada. Si
5 los padres destinados á Málaga no pudieran instalarse desde luego en la casa, que
deben ocupar, yo les daré modesto albergue en mi humilde palacio en tanto q[u]e f. lv
no preparan sus habitaciones.
Espero me indique V. el día sobre poco más ó menos q[u]e se hallarán aquí los
expedicionarios.
l o M e esperan. Soy de V. humilde servidor y afmo cappil
QB SM
+ El Obispo de Málaga
5 A la llegada de los salesianos a Málaga no estaba concluida aún la adaptación del edificio
destinado al Oratorio por lo que don Marcelo les dió «modesto albergue en [su] humilde pala-
cio» (cf nota 68 Introd.); y fue imposible comenzar el día de la Inmaculada.
8 y el 7 de diciembre de 1894, llegaban a Málaga, procedentes de Barcelona, en la vapor Ca-
taluña, «los expedicionarios»: el joven director, Epifanio Fumagalli, y el novicio coadjutor An-
tonio Cotta. El 13, proveniente de Sevilla, se agregaba el sacerdote Mauricio Arato, comple-
tando así la comunidad inicial. El joven director se lo anunciaba conmovido a don Rúa: «Si en
todas partes es necesaria la obra de Don Bosco, lo es más en esta ciudad donde abundan los
niños desamparados por completo». La Casa-Oratorio de San Enrique se inauguraba solemne-
mente el 20 de enero de 1895, (cf nota 66 Introd.), como se lo comunicaba el mismo don Mar-
celo -en carta del 9 del mismo mes- al nuncio del Vaticano en Madrid, mons. Serafin Cretoni:
«Me ocupa en estos momentos la fundación de una Casa Salesiana, de la familia de D. Bosco,
que debe inaugurarse el 20». (A.S.Vat.-Nunciatura Madrid 615 Tit. V ff. 1033-1034). Cf P.
Ruz, a.c., pp. 95-99.
29
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 5
Orig. aut. 2ff. -(con orla negra)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 30 Enero
1895
Le informa de la posibilidad de la fundación «Motezuma» en Ronda
Sr D Ernesto Oberti
*[Málaga] 30 - Enero - 1895
Muy Sr mío y estimado Amigo:
Doy á V. ante todo gracias por su felicitación, que recibí con mucho gusto p[o]r
5 la estima y afecto, q[u]e á V. profeso.

7 Pages 61-70

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7.1 Page 61

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 3g 1
Hágame V. el favor de leer la carta adjunta, y poníendole un sobre dirigirla á
¡: Iv D. Rinaldi, si como presumo, ha abandonado ya á Anda-Iluda.
Las circunstancias han variado en Ronda. La Marquesa, fatigada de ver q[u]e
nada se hacía y q[u]e pasaban meses y meses sin q[u]e el Colegio se estableciera, ha
resuelto someter el asunto al Obispo, y el Obispo reanuda las rotas negociaciones 10
con los Salesianos, creyendo que ahora, si ellos se deciden á venir, todo se arreglará
convenientemente.
Rosario saluda á V., Yyo le repito que soy s[iem]pre su afmo hume servr, amigo
y cappn
QBSM
15
+ El Obispo de Málaga
4 Se refiere a la felicitación onomástica por S. Marcelo.
6 «La carta adjunta» es la Ep. 30. Don Rinaldi aún no había abandonado Andalucía y, por
esto, la carta no le fue remitida a Barcelona, razón por la que, como las precedentes a él dirigi-
das, se ha conservado en el ACM.
8 La marquesa de Moctezuma, María Teresa Holgado Vázquez de Mondragón y Motezuma:
«Fu una delle opere benefiche dovute alla inesauribile carita della rondese Marchesa di Mocte-
zuma, in memoria della quale la Casa porta, -[hoy está cerrada]-, il nome di Santa Teresa.
Essa vuole, -[por testamento del 24 de abril 1897]-, che vi si aprissero scuole elementari gratui-
te per fanciulli poveri allo scopo di aiutarli a orientarsi presto nella vita, e insieme vi si mante-
nessero tanti interni egualmente poveri [...] L'inaugurazione, fatta da Don Ricaldone il15 otto-
bre del 1902...» (Annali, III 267-268). Por tanto, don Marcelo vió la llegada de los salesianos a
Ronda, siendo ya arzobispo de Sevilla.
30
Al inspector-provincial de los salesianos don Felipe Rinaldi
ACM carpo 1 bolsa 1
Orig. aut. 2ff. -(con orla negra}- 210 x 135 mm. En p. 1 mrg sup del' a tinta negra don Rinaldi
escribe: «7/2 cont[esto]. - Por dos años imposible - D. Ernesto es encargado de contestar»; en
mrg sup sin a lápiz negro otra mano: -20-Eno-1895 Málaga-; bajo don Rinaldi: -12-, y el asun-
to de la carta
Ed MARTIN A., 448-449
«El Obispo consulta si aceptaría la fundación de [la Sra de] Motezuma en Ronda»
R D Rinaldi
*[Málaga] 30 - Enero - 1895
Muy Sr mío:
Se sorprenderá V. al ver mi letra, y tal vez sospechará que voy á hablarle de
nuevas dificultades surgidas á propósito de la laboriosa obra, q[u]e traemos entre 5
manos; no es así: sin haber desaparecido totalmente las divergencias, paréceme po-
r. Iv der afirmar q[u]e la situación ha mejorado, y q[u]e si Dios nos ayu-Ida como espero,
no tardaremos en entrar en un camino ancho.
Otro negocio pone la pluma en mis manos. La Sra de Motezuma me ha dado su
representación p[ar]a la fundación de Ronda. Habíase ésta confiado á los Escola- 10
pios; pero temo que los Escolapios se nieguen á hacerla. ¿Podríamos contar con los

7.2 Page 62

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382 Jesús Borrego
Salesianos? ¿Tendrán Vdes personal p[ar]a dotar el Colegio? Creo q[u]e allí no trope-
zaríamos con los inconvenientes con q[u]e hemos tropezado aquí.
Espero la respuesta de V. para obrar, pues ya q[u]e tanto tiempo se ha perdido
15 en este asunto, ahora q[u]e viene á mí, deseo reparar la pérdida.
Soy de V. s[iem]pre humilde servr y afmo cappn
QBSM
+ El Obispo de Málaga
5 Se refiere a «la laboriosa obra, que traemos entre manos» en Málaga con la fundación de la
Casa-Oratorio de S. Enrique (cf Ep. 28 Ynota 66 lntrod.). De inmediato funciona el oratorio,
clases diurnas y nocturnas, el pequeño internado, asoman los tallercitos. Y expresión patente
del reconocimiento ciudadano a la obra salesiana era ver que ya el 8 de febrero de 1896 Mála-
ga dedicaba una calle a Don Bosco. Cf P. Ruz, O.C., pp. 102-128.
9 La Sra de Motezuma y la fundación de Ronda, cf Ep. 29 nota 8.
11 Los Escolapios, religiosos pertenecientes a las Escuelas Pías, fundadas (1597) para la ense-
ñanza de los niños pobres por el sacerdote y pedagogo español S. José de Calasanz (1556-
1648).
14 «Espero la respuesta», que don Rinaldi da en las anotaciones del mrg sup: «Por dos años,
imposible» abrirla. Dos años que se convirtieron en siete (1902).
31
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 5
Orig. aut. 2ff. -(con orla enlutada)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup del' a lápiz negro: 25
Febr. 1895
Siente no poder asistir al l° Congreso Mundial de los Cooperadores Salesianos.
Sr D Ernesto Oberti
*[Málaga] 25 Febrero 1895
Muy Sr mío y querido Amigo:
Creo no tengo necesidad de esforzarme p[ar]a convencer á V. del gusto que me
5 proporcionaría asistir al Congreso de Bolonia, al cual no pienso concurrirá ningún
otro Obispo español; pero aunque queramos persuadirnos de lo contrario, es abso-
lutamente imposible. Los prepara-Itivos de las fiestas de Ronda reclaman mi presen- /lv
cia aquí, pues aunq[u]e personalmente valgo tan poco, sayal fin el Prelado, y las
Juntas á nada se atreven sin contar conmigo. No basta, pues, q[u]e pueda hallarme
10 en Málaga, ya de vuelta, en los primeros días de Mayo; necesito no ausentarme, con
tanto más motivo cuanto que hay q[u]e arreglar una porción de cosas aún dentro de
casa; p[o]rq[u]e el Sr Nuncio me ha prometido venir, y espero también algunos otros
Obispos, q[u]e ó á la ida p[ar]a Ronda ó á la vuelta se detendrían aquí y se hospeda-
rán en este palacio. ¡Cómo ha de ser! Está visto q[u]e Dios no lo quiere, cuando los
15 acontecimientos se combinan de modo q[u]e el viaje á Ita-Ilia es irrealizable.
/2,.
Me parece que la Obra salesiana al fin se arraigará en Málaga. Las prevencio-
nes de los primeros días van desapareciendo; ya hay quien es admirador entusiasta
del pensamiento de D. Basca; y me prometo que al cabo todo se andará. No hay

7.3 Page 63

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 383
nada sólido y firme, si sus cimientos no son piedras duras de trabajos y contradic-
ciones.
20
Del Colegio de Ronda nada puedo decir todavía: el P. Provincial de los Escola-
pios, con el q[u]e se andaba en tratos, me escribe q[u]e al visitar las Escuelas de Ar-
chidona, lo q[u]e hará muy en breve, bajará hasta Málaga p[ar]a hablar conmigo.
.f 2v
Rosario saluda á V. respetuosamente; dé I mis afectos á esos Padres y Hnos, y
mande á su hume servr, afmo amigo y cappn
25
QBSM
+ El Obispo de Málaga
5 lo Congreso Internacional de Cooperadores Salesianos, celebrado en Bolonia del 23 al 25
de abril 1895, al que, como presiente don Marcelo, no asistió ningún obispo español, cf nota
81 Introd.
7 «Los preparativos de las fiestas de Ronda» al capuchino fray Diego de Cádiz (1743-1801),
recientemente beatificado (22-4-1894). Fray Diego solía reposar en Ronda y en Ronda víctima
del cólera, reposó para siempre. «A mitad de mayo de 1895 una peregrinación regional guiada
por Spínola invadió las calles de Ronda [...] Tres días de solemnidad religiosa [...] que restituyó
los restos del beato a la iglesia de la Paz», custodiada por sus Esclavas Concepcionistas. J. Ma
JAVIERRE, O.c., pp. 435-438.
12 El sr. Nuncio, mons. Serafin Cretoni, cf Ep. 28 nota 8.
17 Mons. Spínola volvió al Oratorio de S. Enrique «il 3 febbraio per la festa di S. Francesco
di Sales. Egli rimase consolato, ma non sorpreso al vedere un duecento poveri fanciulli acco-
starglisi riverenti, baciargli l'anello e quindi in tre lunghe file accompagnarlo in cappella per la
benedizione, prima della quale gli interni cantarono il Tantum ergo. Dopo, la turba giovanile,
aspettatolo all'uscita, gli fece un'ovazione, che da ragazzi di quella fatta nessuno si sarebbe so-
gnato di aspettare. Cominciava la trasformazione...» Annali... , II 339.
21 Sobre el colegio de Ronda, cf Ep. 29 y 30.
23 Archidona, municipio de la provincia de Málaga, con unos 8.000 habitantes.
32
A don Pedro Ricaldone
ACT-S Correspondencia con D. Pedro Ricaldone
Orig. auto 2ff. 205 x 135 mm.
Ed BORREGO J., 153
Respuesta a la felicitación por su «promoción á la Sede Arzobispal de Sevilla»
Rdo D Pedro Ricaldone
*[Málaga] 24 Dbre 1895
Muy Sr mío de toda mi estima:
Con mucho gozo de mi alma leí las entusiastas frases, que ha inspirado á V. mi
promoción á la Sede Arzobispal de Sevilla; en las cuales hallo un testimonio nuevo 5
de lo mucho que los Salesianos agradecen las más ligeras muestras de afecto que se
les dispensan.
./. /1'
Muy grato será para mí que los I augurios de V. respecto á mi Pontificado en la
diócesis de S. Isidoro sean verdadera profecía, y que el clero y el pueblo, los hijos de
D Bosco y sus acogidos tengan en su futuro Arzobispo, no solo un padre amante, 10
que eso sí espero serlo, sino un guía discreto, q[u]e los lleve por el camino del bien y

7.4 Page 64

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384 Jesús Borrego
les abra las puertas de una doble bienaventuranza, la que gozan en la tierra los que
no se manchan con el pecado, y la que les aguarda en el cielo tras los días de la pere-
grinación.
15
Dé gracias en mi nombre á los niños por sus enhorabuenas, y V. Yellos pidan á
María Auxiliadora y al Divino Corazón por este su afmo hume servidor y cappn
QB S M
+ El Obispo de Málaga
1 D. Pedro Ricaldone es el director de la casa salesiana de la SSma. Trinidad-Sevilla, cf notas
16 y 17 Introd.
5 Promovido don Marcelo a arzobispo de Sevilla el 11-11-1895, «toda Sevilla salió a recibirle
el 13 de febrero de 1896...». J. Ma JAVIERRE, a.c., pp. 444-445, 458-459.
9 S. Isidoro (560-636), ilustre doctor de la Iglesia y de su época, fue obispo de Sevilla, en cuya
ciudad nació y murió.
33
Al Rector Mayor de los salesianos Miguel Rúa
ASC A 998 Erez. e Aggrup. Associazione Maria Ausiliatrice Case Nostre, N° 20
Orig. -apógrafo, manuscrito del Secretario con firma auto de don Marcelo-, 2ff. 280 x 200 mm.
En p. 2 centro mrg sin sello del «Arzobispado de Sevilla»
Autoriza «la erección canónica de la Asociación de los Devotos de María Auxiliadora» en
Sevilla
*Sevilla, 29 de Abril de 1896
Nos Don Marcelo Spínola y Maestre, por la gracia de Dios y de la Santa Sede
Apostólica, Arzobispo de Sevilla, etc.
Atestamos y certificamos: Que en el día de hoy hemos tenido á bien conceder
5 nuestra autorización y licencia para la erección canónica de la Asociación de los De-
votos de María Auxiliadora en la iglesia de la Santísima Trinidad de esta ciudad á
cargo de los Religiosos de la Pía sociedad Salesiana, con sujección á los Estatutos
que nos han sido presentados y á los cuales hemos concedido nuestra Aprobación.
y para que la referida Asociación pueda ser agregada á la Archicofradía primaria
10 del mismo título, damos las presentes, haciendo constar que ni en esta ciudad ni en
los pueblos inmediatos á la distancia de tres millas italianas existe otra Asociación
del mismo nombre, y que los ejercicios de piedad cristiana que aquella se propone
para honra y gloria de Dios y bien de las almas merecen especial recomendación al
efecto de que se conceda la gracia de Agregación que se pretende.
15
Dadas I en nuestro Palacio de Sevilla á veinte y nueve de Abril de mil ochocien- .l 1v
tos noventa y seis
+ Marcelo, Arzobispo de Sevilla
Por mandado de S. E. R. el Arzobispo, mi Señor,
Dr. Juan Ma Alvarez Troya, S[ecreta]rio
5 El original de la «autorización y licencia para la erección canónica de la Asociación de los
Devotos de María Auxiliadora en la iglesia de la Santísima Trinidad». -redactado también por

7.5 Page 65

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 3X5
el secretario, don Juan Alvárez Troya, con firma autógrafa de don Marcelo-, se halla en ACT-
S. Aquí reproduce dicha autorización «para que la referida Asociación pueda ser agregada á la
Archicofradía primaria del mismo título». Cf nota 84 Introd.
10 Escribe el 1-5-1896 don Pedro Ricaldone a don M. Rúa: «Le mando l'aggunta autorizza-
zione [dell'Arcivescovo di Siviglia] per erigere l'Arcicofradia di Maria Ausiliatrice e la prego a
volerci mandare la risposta il piu presto possibile». Tan rápida fue la respuesta que el diploma
de agregación, recibido en Sevilla el 24, ha sido «spedito Dipl[oma] d'erezione ed aggreg[a-
zione] 10 Maggio 1896 - reg[istro] fol. 20». Testifica el secretario, don Goacchino Berto, sobre
el mismo sobre de la carta. ASC A 998 Assoc. Ma Ausiliatrice.
11 La única Asociación existente era la de Utrera, que acababa de recibir la aprobación y
agregación, (24-3-1896), a la Archicofradía primaria de Turín y se hallaba establecida a «más
de tres millas italianas» de Sevilla.
34
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 6
Orig. auL 2ff. 205 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro: 27 Mayo 1896
Visita el colegio de Utrera en ocasión de la fiesta de María Auxiliadora
R. P. D. Ernesto Oberti
*[Sevilla] 27 Mayo 1896
Muy Sr mío y querido Amigo:
A pesar de mi deseo de complacer á V. no puedo irme esta tarde. Explicaré á V.
á n[ues]tra vista los motivos q[u]e me lo estorban.
5
El Sr Vigueras se va esta tarde, según me ha dicho.
Sería para mí una gran contrariedad q[u]e el plan de la Iglesia se alterase en lo
¡: JI' más mínimo por mi causa. Así es q[u]e ¡le ruego se haga todo, como si yo hubiera
marchado hoy, y quiero q[u]e nadie me espere en la estación, para lo cual puede
aducirse el pretexto de q[u]e se ignora el tren en q[u]e iré toda vez q[u]e hay expreso. 10
De V. hume servr, afmo amigo y cappn
Q B SM
+ El Arzobispo de Sevilla
4 La fiesta de María Auxiliadora se celebró en Utrera ese año el 28 de mayo: «A las ocho y
media llegó el Ecxmo. Sr. Arzobispo [...] A las lOse cantó la grandiosa misa de María Auxilia-
dora [...] Bastaría decir que el panegírico 10 hizo el Señor Arzobispo de Sevilla, tan devoto de
María, tan profundo conocedor de la obra de don Bosco y tan entusiasta de las glorias de la
Madre de Dios [oo. Dió] por la tarde, la tarde, la Conferencia á los Cooperadores Salesianos...»
BS 11 (1896) n. 9, Septiembre, pp. 203-204.
7 «El Sr Vigueras»: pese a dar la impresión de ser muy conocido también de don Oberti, no
he hallado referencia alguna de su identidad. ¿Era un sacerdote sevillano? En la nota precen-
dente, el artículo del BS no delata su presencia en la festividad de María Auxiliadora utrerana.

7.6 Page 66

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386 Jesús Borrego
35
Al presidente del Círculo Católico de Obreros S. Francisco Javier, de Sevilla
ACU carpo 6 bolsa 6
Orig. auto 2 ff. 220 x 155 mm. En p. 1 mrg sup sin impreso «Arzobispado de Sevilla»
Ed BORREGO J., 184
Autoriza al Círculo Obrero «el uso de la Iglesia y dependencias de S. Benito de Calatrava de
esta ciudad»
*Sevilla 4 de Octubre de 1897
Por el presente venimos en conceder la autorización solicitada para el uso de la
Iglesia y dependencias de S. Benito de Calatrava de esta ciudad con destino á la Pía
Obra Salesiana.
5
Lo que participamos á V. para su conocimiento y demás afectos oportunos.
Dios I gu[ard]e á V. m[ucho]s a[ño]s.
.f lv
+ Marce10, Arzobisdpo de Sevilla
Sr. Presidente del Círculo Católico de Obreros
de S. Francisco Javier
3 Ver las notas 72 a 74 Introd. La casa salesiana de S. Benito de Calatrava se inauguraba el
12 de febrero de 1898 con una gran academia, en la que «el Sr. Arzobispo, D. Marcelo Spínola,
que presidió el acto, pronunció un breve discurso [...] Debo advertir -subraya el BS- que los
Salesianos se han hecho cargo de la dirección del Círculo de Obreros que, bajo la advocación
de San Francisco Javier, (cf nota 73 Introd.), hizo un gran bien en esta capital y que ahora se
ha trasladado á nuestra nueva Casa» BS 13 (1898) n. 9-10, Septiembre-Octubre, p. 256; cf J.
BORREGO, o.c., pp. 135-137, 183-186.
8 El Presidente del Círculo era don Enrique Muñoz y Gámir, cf notas 21-23 Introd.
36
A los Cooperadores de Sevilla
Apógrafo impreso
Ed DE LA Hoz po 26a
Invitación de la Comisión organizadora de Cooperadores ante la visita del rector mayor, don
Miguel Rúa
Sevilla y Marzo 1899.
Apreciados y Beneméritos Cooperadores:
La noticia de la venida á Sevilla del venerando Sr. D. Miguel Rúa, sucesor del
inmortal D. Bosco, ha despertado en todos el más vivo entusiasmo en favor de la
5 Obr Salesiana.
La Junta que se constituyó para organizar los festejos y homenajes que se han
de tributar al esclarecido y santo Varón, que rige hoy los destinos de la gran familia
Salesiana, pensó que llenaría cumplidamente su cometido, si á la vez que se esforza-

7.7 Page 67

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 387
ra para que los actos revistieran el mayor brillo y esplendor, fueran los mismos pro-
vechosos á los pobres Salesianos de Sevilla, que con la nueva fundación de S. Benito 10
se encuentran en una situación verdaderamente apurada.
Se convino, por tanto, en celebrar una gran Velada Literario-Musical de benefi-
cencia, cuyos productos se destinarán á las necesidades más apremiantes de la Obra.
Se creyó interpretar con esta determinación los deseos de todos los Cooperado-
res y Cooperadoras y se estimó conveniente fijar la cuota de entrada personal en cin- 15
eo pesetas.
Con la presente la Junta le remite
invitaciones, que espera admitirá V.
con entusiasmo. Le ruega al mismo tiempo que procure hacer la más activa propa-
ganda entre sus conocidos, para que de este modo la concurrencia sea más nu-
merosa.
20
Si por cualquier causa, no pudiera V. quedarse con todas las invitaciones (lo
cual esperamos no suceda) le rogamos nos devuelva con la mayor prontitud las so-
brantes para poderlas espender.
Es un acontecimiento que acaso ya no volveremos á presenciar: es un obsequio
que los Cooperadores van a ofrecer al Santo Sucesor de Don Bosco. Todos, por tan- 25
to, estamos interesados para que un feliz éxito corone nuestros esfuerzos.
La Junta, conocedora de los sentimientos que la animan, se apresura en antici-
parle las gracias más expresivas en nombre suyo y de los pobres Hijos de D. Bosco.
Por la junta de Señores Cooperadores
+ Maree/o, Arzobispo
Por la junta de Señoras Cooperadoras
La Condesa de Casa Galindo
30
3 Para la visita de don Rúa a Sevilla, cf nota 26 Introd.
6 No olvida el cronista de la casa de la Trinidad elencar, el 7 marzo 1899, los miembros de
la Junta: «El Sr. Arzobispo, el Sr. Magistral [de la catedral hispalense], el Sr. Director de esta
casa, D. Manuel Sánchez de Castro, D. Diego Benjumea, D. Francisco de Casso, D. Rafael
Ruiz y D. Juan Puig. Por elección fué nombrado Presidente de la Comisión el Sr. Magistral D.
José Roca y Ponsa».
10 «La nueva fundación de S. Benito», cf Ep. 35 nota 3.
19 La concurrencia fue tan numerosa que llenó el salón.
30 La condesa de Casa Galindo, -simpática mujer y cristiana comprometida en toda obra so-
cial de Sevilla-, primera presidenta de la Asociación de Damas Protectoras, de las Cooperado-
ras Salesianas, y de la Asociación de Devotos de María Auxiliadora de Sevilla. J. BORREGO,
o.c., pp. 165, 212-213.
37
A don Ernesto Oberti
ACU carpo 6 bolsa 6
Orig. auto 2 ff. -(con orla negra)- 200 x 130 mm. En p. 1 mrg sup der a lápiz negro -5 Mayo
1899-, y debajo: 2 Cartas Mons. Spínola, Arzobispo de Sevilla
Súplica al marqués de Pidal
Sr D. Ernesto Oberti

7.8 Page 68

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388 Jesús Borrego
*[Sevilla] 5 Mayo 1899
Muy estimado Sr y Amigo:
Ahí va la carta pedida. Solo p[o]r tratarse de V. la he escrito, pues no conozco
más q[u]e de vista al Sr Marqués de Pidal. Así es q[u]e otras veces me he valido de
5 rodeos p[ar]a hacer llegar hasta é110s deseos de a1-lgún amigo.
f 11'
No puedo más. Suyo s[iem]pre humilde servr y cappn y amigo
QBSM
+ El Arzobispo de Sevilla
5 El segundo marqués de Pidal, don Luis Pidal y Mon (1842-1913), -«ardiente defensor de
las órdenes religiosas»-, fue diputado por muchos años, pasando luego al Senado que presidió
al igual que el Consejo de Estado. Fue además embajador en Roma, académico de la Española
y de la de Ciencias Morales y Políticas. En este momento (1899), como ministro de Fomento
del Gabinete presidido por Silvela, publicó un decreto modificando el plan de estudios de 2a
enseñanza, censurado por parte de los elementos avanzados. Encic1opedia-Espasa XLIV
p.615.
38
Al director de Utrera don José Galbiati
ACU carpo 6 bolsa 6
Orig. auto 2 ff. 200 x 133 mm.
Excusa su presencia en la fiesta de S. Francisco de Sales
R. P. Superior
*[Sevilla] 28 - En. - 1900
Muy Sr mío:
Celebrándose mañana, p[o]r ser hoy domingo, e11 er aniversario de la muerte de
5 mi Secret[ari]o de Cámara, el Sr D Juan A1varez Troya (Q S G H) no me parece de-
coroso tomar parte con Vdes en la fiesta de S. Feo de Sales. Es un día para mí de due-
lo, no de regocijo.
Espero, pues, q[u]e me perdonará V. si no le complazco.
Me encomiendo á sus orac[ione]s y deseo me mande como á su hume servr y
10 cappn
Q B SM
+ El Arzobispo de Sevilla
6 parte emend ex placer (?)
1 el «R. P. Superior» de la casa de Utrera es, desde octubre de 1899, don José Galbiati, (cf
nota 14 Introd.). Sucede a don Ernesto Oberti, que ha sido designado para instaurar la obra
salesiana en Madrid: fundador de la primera casa, -en calle Zurbano, 27-, puso las bases de la
Inspectoría Céltica de Santiago el Mayor, de la que, en 1901, fue su primer inspector-
provincial. A. MARTIN, O.C., pp. 507-512.
5 Para D. Juan Alvárez Troya, cf Ep. 1 nota 26.
5 «(Q S G H)>>, es decir Q[ue] S[u] G[loria] H[aya].

7.9 Page 69

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Un gran cardenal hispalense con la familia salesiana 389
39
A don Pedro Ricaldone
APA-S Asuntos despachados 1903, caja n° 1
Orig. -apógrafo manuscrito del Secretario con firma auto de don Marcelo-, 1 f. 215 x 155 mm.
Da licencia para la publicación de los dos primeros volúmenes de la colección «Biblioteca
Agraria Solariana»
Sevilla 15 de Marzo de 1903
Vista la anterior favorable censura, concedemos, por lo que á Nos toca, licencia
para la publicación de los manuscritos intitulados «El Clero, la agricultura y la cues-
tión social» y «Los labradores, la agricultura y la cuestión social».
Lo acordó y firma S. E. R. el Arzobispo, mi Señor, de que certifico.
5
M. I + El Arzobispo de Sevilla
Dr. Manuel Jiménez, S[creta]rio
2 La «favorable censura» eclesiástica a ambos volúmenes de Pedro RICALDONE (cf nota 18
Introd.), está hecha por el conocido Magistral de la catedral hispalense, don José Roca y Pon-
sao Servirá de Presentación al primer volumen y a toda la colección Biblioteca Agraria Solaria-
na -que llegaría a contar 118 volúmenes-: «Obedeciendo al mandato de V. E. Rvma. [Sr. Arzo-
bispo de Sevilla] he examinado los dos libros del benemérito P. Pedro Ricaldone, Inspector de
los Salesianos de Andalucía, titulados El clero, la Agricultura y la cuestión social y Los labrado-
res, la Agricultura y la cuestión social: el primero dedicado á los sacerdotes, principalmente á
los párrocos; el segundo a todos en general, pero especialmente á los labradores. Escritos por
un Religioso bien fundamentado en Teología, y bien quisto por su celo é incansable actividad
en favor de los desgraciados, claro está que nada podían contener que no estudiera muy con-
forme con la sana doctrina y moral católicas. Y aquí habría de concluir mi informe, en reali-
dad. Pero me permitirá V. E. Rvma. que llame su atención sobre la importancia de la Bibliote-
ca Agraria Solariana, de la cual son los dos primeros volúmenes [...] Mirada esta Biblioteca
desde el punto de vista de los intereses materiales, es de una utilidad tanto mayor, cuanto es
más urgente la necesidad de fomentar la Agricultura tan atrasada hoy [...] con un cultivo racio-
nal y rigurosamente científico. Y es 10 que intenta el P. Ricaldone con la divulgación en Espa-
ña del sistema Solari [...] Mirada esta Biblioteca desde el punto de vista social [...], es muy lógi-
co esperar que, haciendo más productiva la agricultura [...] resulte hasta envidiable la situación
del obrero del campo [...] un modo de vivir más honrado, cómodo, higiénico, cristiano é inde-
pendiente [...] Y esto acercaría y pondría en contacto al proletariado con el Clero y los ricos
[...], fomentaría el amor mutuo [...] Este es el fundamento de la idea, mil veces expresada de
León XIII, y repetida con insistencia por el Padre Ricaldone: es preciso ir al pueblo [...] Tal es
la obra que con aliento de gigante el Padre Ricaldone emprende [...] Nadie más llamado á una
empresa semejante que un Sacerdote Salesiano, un hijo del incomparable Don Bosco, el amigo,
el educador, el padre de los obreros [...] Paréceme además un honor singular, que el Señor con-
ceda a Sevilla, el que sea el centro de esta obra, -[impresa y publicada por "Escuelas de Artes y
Oficios, Sma. Trinidad"]-, eminentemente patriótica y religiosa, de restauración y regeneración
material y espiritual... Sevilla, 19 de Marzo de 1903 José Roca y Ponsa... [ratifica] Excmo. y
Rvmo. Sr. Arzobispo de Sevilla». APA-S Asuntos despachados 1903, caja 1 - Licencias de im-
presión, carta de P. Ricaldone al Sr. Arzobispo de Sevilla, 15-1-1903 e «Imprimatur». con fir-
ma autógrafa de don Marcelo, 15-3-1903; cf J. BORREGO, o.c., pp. 323-335, 394-395.

7.10 Page 70

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390 Jesús Borrego
40
Al Rector Mayor de los Salesiano, Miguel Rúa
ASC C 661 Cooperatori - Congo Torino, 1903 - Adesioni
Orig. auto 2ff. 270 x 220 mm. En p. 1 mrg sup a lápiz negro: Spínola y Maestre Marcelo Arciv.
Siviglia Spagna. Tras «Rmo Padre», el mismo ha añalido: Rúa
Se une «en espíritu» al Congreso de Cooperadores Salesianos, visto que sus «deberes pastora-
les» le impiden la asistencia
Rmo Padre
*[Sevilla], 29 - Abril - 1903
Gustosísimo asistiría á la Asamblea de Cooperadores Salesianos, que ha de reu-
nirse en Turín el próximo Mayo, si mis deberes pastorales no me lo impidieran.
5
Sin duda se oirán en ella muy tristes lamentos, pues la guerra declarada por los
enemigos de Cristo á lo santo no podía perdonar á los Hijos de D. Bosco, y los que
á estos aman y por sus obras se interesan; forzosamente mostrarán, al reunirse, el
dolor que sienten, viendo paralizada la labor de los héroes de la caridad por la tira-
nía de los malos.
10
Pero á la vez se escucharán conmovedoras narraciones, que pondrán de mani-
fiesto como á pesar de I [los] esfuerzos del infierno por impedirlo, la Obra Salesiana f JI'
vive, crece, se desarrolla y da frutos de gloria divina, con lo cual se justifica la venera-
ción que tuvieron á su Autor los que le conocieron, y ala vez el respeto y amor que su
memoria inspira, y el deseo ardiente de los suyos de verle elevado á los altares.
15
Por mi parte únome en espíritu á los miembros del Congreso, y pido al Señor
que los ilumine á fin de que sus acuerdos cooperen á la restauración de esta sociedad
nuestra, que parece agonizar.
Soy de V.R. humilde servr y devotísimo capellán
QBSM
20
+ Marcelo, Arzobispo de Sevilla
Rmo D. Miguel Rua
Rector Mayor de los Salesianos
3 Sabemos se trata del 1I1° Congreso Internacional de Cooperadores. Atti del III congresso
internazionale dei cooperatori con appendice sulla incoronazione di Maria Ausiliatrice, per cura
del saco Felice G. Caneo Torino XIV-XVII maggio MDMIII. Torino, tipo Salesiana 1903; Annali,
1I1, pp. 310-339.
5-10 «La guerra declarada por los enemigos de Cristo...» sin duda hace referencia al clima
hostil a las órdenes y congregaciones religiosas, desatado en Europa y que en España se plas-
maba en la llamada «cuestión religiosa», cristalizada en disturbios populares, manifestaciones
obreras y, sobre todo, en leyes gubernamentales de marcado carácter antireligioso. Ahí está el
importante decreto del 19 de septiembre 1901, «relativo a las Asociaciones religiosas», con el
que el ministro de Instrucción Pública daba la primera señal de oposición a los institutos reli-
giosos dedicados a la enseñanza, declarando «la libertad de cátedra» en la universalidad, abo-
liendo la enseñanza de la religión en el bachillerato, exigiendo una «ordenación legal» de las es-
cuelas y el título de maestro a cuantos se dedicaban a la docencia entre los niños. Don Marcelo
-en memorable sesión del Senado (8-11-1901)-- defendería «la conveniencia de mantener la reli-
gión como asignatura obligatoria... para los muchachos católicos en los institutos y colegios de
2<1 enseñanza... [y] la libertad de enseñanza, que el monopolio estatal amenaza con objeto de

8 Pages 71-80

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8.1 Page 71

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iOn gran cardenal hispalense con la familia salesiana 391
eliminar los institutos religiosos...». J. M. JAVIERRE, Don Marcelo de Sevilla .... pp. 564-568; J.
BORREGO, a.c .. pp. 227-235.
41
Al Congreso Internacional de Cooperadores Salesianos
ASC C 661 Cooperatori - Congo Torino, 1903 - Adesioni: Sevilla Spagna
Orig. auto 2 ff. 270 x 220 mm. En p. 1 mrg sup -a lápiz negro-: Sevilla; -a lápiz rojo-: España
36
Adhésion de toda su Archidiócesis de Sevilla al Congreso, refrendada «por la firma de los más
ilustres personajes de aquella hermosa ciudad»
Al Congreso Internacional de Cooperadores Salesianos
*Sevilla, 9 de Mayo de 1903
La Archidiócesis de Sevilla, que cuenta tantas y tan señaladas glorias, tiene por
una de ellas la de haber sido la primera que dió hospitalidad en España á los hijos
deD.Bo~o.
5
En Utrera, población situada no lejos de la ciudad del Guadalquivir, se fundó
la primera Casa Salesiana española, y los que en esta región de la hermosa Andalu-
cía moramos, hemos admirado desde entonces los ejemplos de sublime abnegación y
¡: Iv heróica caridad que los alumnos de aquel gran I Maestro dan á todas horas y los
frutos de salud, que sus esfuerzos han producido.
10
Convencidos de la importancia de la Obra, que ha venido á satisfacer una apre-
miante necesidad de nuestro tiempo, nos hemos asociado gozosos á ella, estimando
verdadera dicha el llamarnos y ser Cooperadores...; á lo cual era consiguiente que
cuanto á la Institución se refiere, nos interesara por manera singular, y por lo mismo
que la noticia de la asamblea, próxima á celebrarse, de la que mucho se puede espe- 15
rar, nos causara extraordinario júbilo.
y ciertamente, la semilla arrojada por la mano de D. Bosco á la tierra, ya con-
vertida en gigante planta, tomará, así lo creemos, nuevo vigor, crecerá y se dilatará
mas y mas, y en todas partes se recogerá su preciado fruto.
Así es menester que acaezca.
20
El infierno recluta hoy entre los obreros I las legiones, que lanza á la destruc-
ción del orden cristiano. Menester es que los hijos de la fe desbaratemos las maqui-
naciones del infierno, y hagamos de los obreros el ejército de Cristo, q]u]e al grito de
«Caridad», que es verdad, libertad, vida y amor, pelee contra el egoismo, que es
mentira, esclavitud y muerte.
25
A poner en ejecución esta empresa nos animará y alentará ese Congreso. Noso-
tros le prestamos nuestra adhesión mas firme, pidiendo al que es fuente de todo
bien, derrame sobre él sus luces y sus gracias para honra de Dios, alegría de la Santa
Iglesia y consuelo del Vicario de Cristo en medio de sus tribulaciones.
Sevilla nueve de Mayo de mil novecientos tres
30
+ Mm"celo, Arzobispo de Sevilla
15 post mucho add se esperar corr ex esperarse

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392 Jesús Borrego
1 El destinatario real del Mensaje autógrafo del Arzobispo de Sevilla es el salesiano Esteban
Trione (1856-1935), organizador del Congreso, como se desprende de la carta, que con fecha
11-5-1903 le dirige don Joaquín Bressán (1870-1937), director de la casa inspectorial, Sma. Tri-
nidad de Sevilla: «Adjunto remito á V. un Mensaje de ad[h]esión del Sr. Arzobispo, principales
Cooperadores y Cooperadoras y Salesianos de esta ciudad...» (ASC C 661 Cooperatori
Congo Torino, 1903 - Adesioni: Sevilla Spagna).
6 Conocemos que «en Utrera... se fundó la primera Casa Salesiana española» el 16 de febrero
de 1881. Cf nota 31 de Introd.
31 y a la firma de don Marcelo siguen las firmas autógrafas de los «principales Coopcradpo
res y Cooperadoras... de esta ciudad», que forman, ni más ni menos, el Comité de honor de Se-
\\illa: de Señores, mons.. Spinola y Maestre... ; Juan M" Romero, el duque Domingo de TScr-
clacs. el marqués de Casa Ulloa, el marqués de Mornate, el conde de Ibarra, el conde de la
Cortina, Javier Abaurrea, Pablo Benjumea; saco José Camacho, cura de S. Andrés; Amando
Castroviejo, Francisco de Casso, Ramón Ibarra, Manuel de la Calzada, saco Juan Pérez Pas-
tor; Juan Puig, can. Provisor D. Bartolomé Romero Gago, can. Magistral D. José Roca y Pon-
sa; Rafael Sánchez Arraiz, Manuel Sánchez Castro. -De Señoras, la duquesa Juana de TScr-
claes marquesa de Sanjuán, condesa de Casa Galindo, doña Trinidad Desmaissieres, Juana
González de Alperiz, Guadalupe Ortiz, Isabel Villalón de Romero y Rosario Spinola y Maes-
tre. A estas firmas se añade: «Por los Salesianos Saco Joaquín Bressán» y una carta de la comu-
nidad de «S. Benito de Calatrava», segunda casa salesiana de Sevilla.