Mensaje BS marzo 2008

Mensaje del Rector Mayor

para el Boletín Salesiano de Marzo


El Sistema Preventivo


“Ustedes tienen obras, colegios, casas, pero tienen solamente un tesoro: la pedagogía de Don Bosco. Arriesguen todo lo demás pero salven esta pedagogía… El Señor les ha confiado una pedagogía en la cual triunfa el respeto del joven... Consérvenla: renovada, rejuvenecida, enriquecida con descubrimientos modernos, adaptada a los jóvenes de ustedes, que son maltratados en una forma que Don Bosco no había visto jamás”
[1] .


Cuál es este original sistema educativo? La praxis de Don Bosco es un arte pedagógico-pastoral, habiendo él traducido la ardiente caridad de su ministerio sacerdotal en un proyecto concreto de educación de los jóvenes en la fe: la pedagogía es un arte que exige talento. No se trata de fórmulas estáticas o mágicas, sino de un conjunto de condiciones que a la persona la enriquecen de paternidad y maternidad educativas. La primera de estas condiciones es conocer la propia época y saberse adaptar a ella. A continuación vienen algunas características, entre las cuales:


a.-  Creatividad de artista para conjugar el empuje pastoral con la inteligencia educativa. Se trata de un tipo de pasión apostólica que se siente llamada en causa por el actual clima de secularización. En Don Bosco el principio metodológico que lo empuja a obrar como auténtico artista es su actitud de amabilidad: construir confianza, familiaridad y amistad. El sistema preventivo posee una fuerte dosis de carisma, de “llamada vocacional” y conlleva la mística de la caridad pastoral (la pasión del Da mihi animas”) y la ascesis del “hacerse amar” (“no basta amar a los jóvenes. Ellos deben sentir  que son amados”).

b.-  En relación de solidaridad con los jóvenes. Dar el primer paso, “ir a los jóvenes” es “la primera y fundamental urgencia de la educación”[2] . El joven es sujeto activo en la praxis educativa y debe sentirse realmente implicado como protagonista en la obra que se quiere realizar. Sin su libre colaboración nada se construye. Es ésta la experiencia de Don Bosco con los muchachos; él no actuaba conquistándolos, sino compartiendo con ellos las responsabilidades. Una solidaridad educativa hoy es más necesaria que nunca, puesto que las varias agencias de educación no siempre sintonizan con las exigencias formativas del joven.


c.-  Con la mirada puesta en el Hombre nuevo. La finalidad a la cual tiende la educación salesiana es configurar al Hombre nuevo (Cristo) en cada joven. Esto no lo toma en consideración la educación laicista. Para un educador salesiano Cristo es la mejor noticia que se puede dar a un joven: nos revela a Dios como Padre y nos dice que en Cristo somos hijos de este Padre. No hay dignidad mayor ni mejor noticia que se pueda transmitir. Sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida. El evento/Cristo no es simplemente expresión de una formulación religiosa, sino un hecho objetivo de la historia humana. Toda persona tiene necesidad de Él y a Él tiende, aunque no lo sepa. La búsqueda enfermiza de eficacia y el relativismo religioso son dañinos para la personalidad de los jóvenes.


d.- Mediante un trabajo de carácter preventivo. Prevenir es el arte de educar en positivo, proponiendo el bien en forma atrayente; es el arte de hacer que los jóvenes crezcan desde adentro, con libertad interior, superando formalismos exteriores; es el arte de adueñarse del corazón de los jóvenes, para que caminen con alegría obrando el bien, corrigiendo desviaciones, preparándose al porvenir.


e.- Soldando, en un solo haz luminoso, razón religión y amabilidad que entran “juntos” en tensión. Estos tres valores no son meramente humanos, ni solo religiosos, ni unicamente afectivos y actúan juntos, en un clima de bondad, trabajo, alegría y sinceridad. Evidentemente la práctica del sistema preventivo se vuelve, para el educador, una espiritualidad exigente. No es posible practicarla sin una caridad pastoral bien probada y una pasión apostólica auténtica. Estamos hablando de santidad pedagógica, atrayente pero profunda, que se identifica con la alegría, obtenida a fuerza de servicio a los  jóvenes, sacrificio, trabajo y templanza (coetera tolle).


f.-  Con un compromiso creativo en relación con el tiempo libre del joven. “La vida de grupo es un elemento fundamental de la tradición pedagógica salesiana” [3] . En Chieri Juanito Bosco fundó la “Sociedad de la Alegría”; Domingo fundó la Compañía de la Inmaculada; Miguel Magone pertenecía a la Compañía del Santísimo... A través de las asociaciones se llega a los ambientes y a cada una de las personas dentro del grupo. Naturalmente hace falta estar siempre dispuestos a ofrecer el debido seguimiento personal, en especial a los animadores y a los responsables. 


  JEAN DUVALLET, “

  Juan Pablo II, “Juvenum Patris”, 14

  Cap.Gen. SDB 23, n.274