Cagliero 11 Julio 2018 esp


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N. 115 - Julio 2018
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Sector para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de las misiones salesianas
U no de los temas más incisivos y originales de la Carta
pontificia “Máximum illud” que nos está acompañando
en este camino para el mes misionero extraordinario de
octubre 2019, es sin duda la insistencia profética e iluminada en
la promoción de "clero indígena". Decimos hoy en nuestro
contexto y en nuestra forma de compartir: animación misionera y
animación vocacional. Muy significativo es el hecho de que no
pocas de las Regiones y Provincias más jóvenes de la Congrega-
ción son hoy una fuente de vocaciones misioneras ad gentes: por
ejemplo, India, África, Vietnam, etc. Esto está profundamente
arraigado en nuestra forma de ser Misioneros Salesianos, donde
"la acción misionera impregna toda tarea educativa y pastoral
propia de nuestro carisma" (Constituciones 30), y entre éstas, la promoción vocacional que es "la corona de
todos nuestra acción educativa y pastoral "(C 37). El Beato Zeffirino Namuncurá es un icono muy elocuente
de este corte vocacional en toda nuestra praxis misionera salesiana. Es un fruto maduro del primer gran
proyecto misionero de la Sociedad de San Francisco de Sales: totalmente mapuche, quería ser salesiano para
"ser útil a su pueblo".
P. Guillermo Basañes SDB
Consejero para las misiones
P resentamos las interesantes experiencias de aso-
ciacionismo juvenil misionero, propuesto por Las
Obras Misioneras Pontificias. Estas buenas prác-
ticas nos pueden iluminar al interno de nuestra PJS. Es
un servicio de animación misionera ofrecido por las
Obras Misionales Pontificias desde la Obra Propagación
de la Fe, para despertar, avivar, formar y sostener el
espíritu misionero universal de todos los jóvenes y
ayudarles a realizar su propia misión local y universal.
La Juventud Misionera no pretende organizar ni ser un
movimiento juvenil; sin embargo asocia en “grupos
fermento” a los jóvenes más comprometidos en la animación misionera de los otros jóvenes.
En la Juventud Misionera se cumple la misión encomendada por la Iglesia a la Obra Pontificia Propaga-
ción de la Fe: “Difundir entre los católicos, desde la infancia, el sentido verdaderamente universal y
misionero, estimular la recogida eficaz de subsidios a favor de todas las misiones y suscitar vocaciones
ad gentes y de por vida” (cf. RM. 84 y Estatutos Generales). Esta iniciativa se destina:
Para todos los jóvenes, algunos de ellos asociados en grupos “fermento” para ayudar en la
animación misionera de la juventud.
También forman parte de la Juventud Misionera los animadores (sacerdotes, religioso, laicos) que
se vinculen a ella con su experiencia y su servicio.
Los especiales invitados a la Juventud Misionera son los niños que han estado en Infancia Misionera,
para los cuales tenemos la puerta abierta en el pre-juvenil Misionero (primer nivel de JM).
Algunos jóvenes vinculan su propio grupo apostólico a la Juventud Misionera, sin perder la identidad
que tienen; otros se asocian como miembros de grupos “fermento” (pudiendo continuar en los grupos
juveniles que ya pertenecen); otros jóvenes participan y colaboran en los servicios de Juventud
Misionera, aunque no se asocien en ella. La Juventud Misionera propone:
fortalecer la vida cristiana y la formación misionera para responder a las necesidades de una nueva
Iglesia;
• alentar y vivir el espíritu misionero universal en el grupo, en las familias y con otros jóvenes;
• apoyar el discernimiento y la maduración de la vocación misionera en los jóvenes
promover la cooperación espiritual y material para la evangelización universal de los no cristianos.
• prepararse para evangelizar "más allá de las fronteras" según las necesidades de la Iglesia universal,
teniendo en cuenta las posibilidades de cada joven.

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“UNA VOCACIÓN DENTRO DE LA VOCACIÓN
Mi sueño de infancia era ser sacerdote. Con sólo 11 años
tuve la suerte de encontrarme con los salesianos,
cuando entré en el al aspirantado/escuela apostólica. La vida de
los misioneros salesianos como el P. Castelli y el Padre Egidio
Sola en la provincia de Madrás me cautivó y quería ser como
ellos. En el noviciado y el postnoviciado fui miembro activo del
Grupo
Misionero y continué buscando mi preocupación
misionera. Finalmente, tuve la oportunidad de ir a Tanzania para el tirocinio (la
práctica apostólica). Tenía 21 años.
Si dijera que tengo dificultades como misionero, estaría quejándome. Absolutamente no puedo
quejarme de mi vocación misionera. Pero sí hay dificultades y desafíos que han sido oportunidades para
aprender y profundizar mi vocación misionera. Los desafíos estaban allí en abundancia y me hicieron mejor
misionero: vivir con otros misioneros de otras culturas y países, idiomas, etc. Supongo que también yo creé
muchos "desafíos" para mis hermanos misioneros. Yo Creo que la oración, la vida comunitaria y el
entusiasmo por nuestra vocación nos ayudan a superar todo obstáculo.
Mi mayor alegría es poder ver el fruto de mi trabajo, de mi pequeño esfuerzo misionero. Como
educador y administrador de la escuela durante 20 años, he visto a mis alumnos progresar en la vida. Los
veo como sacerdotes, religiosos, doctores, artesanos, funcionarios, etc. También es mi alegría ver que
algunas comunidades cristianas que dejé en etapas incipientes se
han convertido en grandes misiones. También me siento feliz cuando
la gente me acepta como uno de ellos. Ahora mi trabajo entre los
refugiados en el norte de Uganda ha dado un nuevo impulso a mi
vocación.
Ser misionero salesiano es una vocación dentro de otra
vocación. Ser parte de un gran ejército de evangelizadores de los
jóvenes, que lleva a Jesús a muchas personas al estilo de Don Bosco.
Lo más importante de un misionero salesiano es 'estar orgulloso de
ser salesiano feliz y entusiasta. Te invito a ser valiente, abierto a
nuevas experiencias sin ningún temor o duda'.
P. Lazar Arasu SDB, un misionero en Uganda
de la provincia de Madras-Chennai, India desde 1990.
Testimonio de Santidad Misionera Salesiana
P Pierluigi Cameroni SDB, Postulador General para las Causas de los Santos
De la Beata Maria Troncatti (1883-1969), Hija de María Auxiliadora entre los Shuar de
Ecuador se ha dado este testimonio: "Recibía la visita de nuestra comunidad,
sacerdotes y hermanos. La visitaban las hermanas para consultarla y contarle sus
preocupaciones y sus proyectos, y para todos tenía una palabra de aliento, compren-
sión y deseo de ayudar. La visitaban las familias de Sucúa, Macas y otras etnias. A todos
escuchaban pacientemente, dándoles el tiempo, el ánimo, el consejos y ayuda que
cada uno necesitaba. La visitaban las familias Shuar y tenían el secreto de llegar a
corazón. Todos encontramos en ella una consejera prudente y generosa, una madre
comprensiva. Ella acompañaba esta dirección de las almas con el rosario en la mano,
ofreciendo los misterios del dolor de Cristo, de sus alegrías y de sus triunfos por todos
los que a ella se acercaban”.
Por las vocaciones
religiosas a la vida salesiana
Intención Misionera Salesiana
Para que el Señor de la mies mande abundantes y santas vocaciones de
salesianos coadjutores y sacerdotes al servicio de la juventud.
Los jóvenes necesitan salesianos consagrados, amigos, hermanos y padres, a tiempo pleno y con
todo el corazón. Oremos para que el testimonio de los salesianos y de las comunidades sea
significativo y atractivo para los jóvenes, y para que la pastoral vocacional de las Inspectorías
consiga proponer a los jóvenes de hoy la belleza de la consagración religiosa.