Cagliero11_2020_09_es


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N. 141 - Septiembre 2020
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Sector para las Misiones para las comunidades SDB y amigos de las misiones salesianas
AQUÍ Estoy, Mándame!
Padre Alfred Maravilla SDB, Consejero General para las Misiones
Desde hace muchos años, cada último domingo de septiembre, el
Rector Mayor preside el envío misionero en la Basílica de María
Auxiliadora de Valdocco. Debido a la pandemia, este año se
pospuso el envío de la 151ª expedición misionera a una fecha aún
por definir.
Jesús es el Misionero del Padre: fue enviado por el Padre; su vida
y su ministerio revelan su voluntad de ser enviado y su total
obediencia a la voluntad del Padre (Jn 4, 34). Jesús, a su vez, nos
atrae hacia su misión y nos envía como misioneros por todo el
mundo. La misión de la Iglesia es evangelizar. Hoy sigue enviando
evangelizadores a todas partes (Evangelii Nuntiandi, 15) para que,
a través de nuestro testimonio de fe y del anuncio del Evangelio, las personas conozcan a Jesús.
La vocación misionera en la Iglesia, de hecho, es ante todo una respuesta siempre nueva a la pregunta del
Señor: "¿A quién enviaré?" Es una invitación a salir de nosotros mismos, a salir de nuestras zonas de confort
y a dar una respuesta libre y consciente para hacernos totalmente disponibles a donde el Señor nos envíe:
"¡Aquí estoy, envíame!" (Isaías 6: 8).
La vocación misionera salesiana es una participación en la naturaleza misionera de la Iglesia (Ad gentes, 2).
Mientras que todo salesiano está llamado a vivir el espíritu misionero, elemento esencial del carisma de
Don Bosco, algunos salesianos están llamados a ser misioneros ad exteros (fuera de su propio país o de su
propia cultura) y ad vitam (como un compromiso de por vida). De hecho, la vocación misionera salesiana es
una llamada dentro de nuestra vocación salesiana común. Como tal, necesita oración y discernimiento con
la ayuda de un guía espiritual. Gracias a los misioneros salesianos, desde 1875, el carisma de Don Bosco
está presente hoy en 134 países. Una vez comprobada la vocación misionera, se puede escribir
directamente al Rector Mayor expresando su total disponibilidad allí donde sea enviado.
¿Te estará el Señor llamando a ser misionero?
para la Reflexión :
¿Será que Dios me llama a ser misionero?
¿Cómo podemos vivir hoy el espíritu misionero de Don Bosco?
Todos los años desde 1875, los misioneros que parten han recibido y reciben una cruz
llena de significado.
Cada uno de sus elementos presenta un aspecto profundo de la espiritualidad
misionera salesiana.
La Cruz
El primer símbolo poderoso es la cruz misma. Recibir la Cruz comporta muchas
emociones y desafíos espirituales. Centrar la vida misionera en la persona de Cristo y
en Cristo crucificado. Implica recibir primero, y luego ofrecer la gran enseñanza de la
Cruz: el amor infinito del Padre que ofrece lo mejor de sí mismo, su Hijo; el amor
hasta el final del Hijo, que, obediente y generoso, se entrega a la voluntad del Padre
para la salvación de la humanidad.
La misión y la cruz
En la iconografía misionera tradicional se puede apreciar la figura del misionero
mostrando la cruz al pueblo. Ese gesto, que a algunos puede parecer un poco
ingenuo, si no colonizador, significa para nosotros los salesianos que "nuestra ciencia
más eminente es, por tanto, conocer a Jesucristo y la alegría más profunda es revelar
a todos las insondables riquezas de su misterio"( Const. Salesianas, n ° 34).
El Buen Pastor
La cruz, según el carisma salesiano, se vive en una entrega pastoral ilimitada. El Buen Pastor revela la
cristología salesiana: la caridad pastoral, núcleo del espíritu salesiano, "actitud que conquista con la
mansedumbre y el don de sí" (Const. Salesianas, n ° 10-11).

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SER MISIONERO PARA UNA VIDA SIGNIFICATIVA
Ayubowan! (¡Larga vida!)
Desde que regresé en 1996 para teología en Filipinas a las
misiones de Papúa Nueva Guinea donde hice mi tirocinio, el deseo
de regresar a la misión ha permanecido conmigo como una chispa
de luz que sigue ardiendo. Desde que era aspirante, siempre soñé
con ir a las misiones. Y aunque me tomó bastante tiempo darle a
esta ansia la oportunidad de brillar de nuevo, siento que valió la
pena la espera.
Finalmente, el 11 de octubre de 2015, mientras celebraba mis 25
años de profesión, 15 años de sacerdocio y 45 años de vida, tuve
el valor de sumergirme una vez más en las aguas profundas de la
vida en las misiones.
Volé desde una pequeña isla llamada "Lágrima de la India" a Sri
Lanka. Enfrenté los desafíos de una nueva cultura
predominantemente influenciada por el budismo y el hinduismo, adaptándome a la comida que es en su
mayoría "diabólica con pimientos rojos y picantes"; entrelazar el idioma con el cingalés y el tamil, esencial
para poder comunicarse con los lugareños; y ponerme a disposición para ayudar y satisfacer las necesidades
de la Visitaduría en materia de personal, apostolado creativo y sostenible, y otros cien requisitos; todo esto
requiere mucha paciencia, amor y humildad por parte de alguien como yo que está tratando de ser
misionero.
Más que hacer”, lo que hace falta es ser”, porque en realidad, ahora soy como un niño pequeño que tiene
que aprender todo desde el principio en las misiones. He aprendido también que AMORse pronuncia
DARen las misiones; renunciar a la propia vida pasada, a mis deseos actuales y a mis proyectos futuros
en vistas a lo que me piden la situación.
Pero así como esta vida está llena de solicitaciones, así también puedo decir que encuentro una
sorprendente fuente de consuelo. Un día, durante un retiro que estaba predicando, pedí a un salesiano
estudiante de teología que se trasladara imaginariamente diez años más adelante, Me respondió: Padre,
me veo como sacerdote salesiano…”, y antes de interrumpirme, continuó: “… pero no como un simple
sacerdote, quiero ser un sacerdote misionero que se ofrece para ir a un lugar lejanoporque quiero vivir
una vida significativa”. Después de escuchar esto, sonreí y dije: “…Es verdad, hay algo más en el fondo de
todo esto”.
Para quien sueña ir a las misiones: estar en un territorio de misiones no te hace automáticamente
misionero. Ser misionero es un proceso y seguramente que será necesario un poco de tiempoconfía en
una persona que trata de serlo.
Jesu Phitai! (Jesús os bendiga!)
Noel Sumagui misionero filipino en Sri Lanka
Testimonio de Santidad Misionera Salesiana
P Pierluigi Cameroni SDB, Postulador General para las Causas de los Santos
El Venerable Don José Quadrio (19211963), profesor de teología en Turín-
Crocetta, con frecuencia iba a visitar a los jóvenes detenidos en la cárcel de menores
de la Generala. En un escrito dirigido para ellos escribía: Después del invierno vendrá
la primavera. ¡No estén tristes y desesperados, ustedes que están detrás de las rejas!
Siempre hay una esperanza para todos. Todos podemos equivocarnos, pero el que se
ha equivocado, puede reparar. Y el que repara puede mirar a la cara de la gente sin
vergüenza. Para un joven que quiere comenzar nunca es tarde. Acuérdense: no eres un
desecho, sino un material recuperable. Amigos, tengan confianza en sí mismos y en
Dios. Él quiere recuperarlos y hacer de ustedes hombres honestos y felices. Ustedes
son jóvenes; para ustedes existe aún un mañana, un mañana sereno y maravilloso.
Lo último que debéis perder es la esperanza y la buena voluntad.
Por nuestra
Casa Común
Intención Missionera Salesiana
Para que los recursos del planeta no sean saqueados,
sino compartidos de una manera justa y respetuosa
En sintonía con `Laudato Si', se celebró la conferencia salesiana
"Energía para siempre" que propone acciones para las energías renova-
bles. Oremos para que la FS se ponga activamente al servicio de la Casa
Común con acciones concretas y urgentes.