Los que creen en el cielo y los que ya no creen


Los que creen en el cielo y los que ya no creen






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Inspectoría Salesiana de “Santiago el Mayor" León , 25 de diciembre de 2001 nº 13


or vosotros estudio





Comenzamos un nuevo año bajo la mirada atenta de Don Bosco. Es su mes. Dentro de nada nos encontraremos ajetreados preparando juegos, veladas, homilías, celebraciones, etc. Pero lo haremos con gusto y con ilusión porque resonarán en nuestra mente las palabras de Don Bosco, que tienen una profunda motivación: "Yo por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por vosotros estoy dispuesto incluso a dar la vida" (C. 14).


No es que no haya dificultades, no es que el trabajo a veces no nos desborde, no es que en ocasiones no se produzcan fracasos o desilusiones, es que fundamentalmente nuestros motivos par la entrega a la misión juvenil son fuertes y claros, es que nuestra vocación "tiene el sello de un don especial de Dios: la predilección por los jóvenes. «Me basta que seáis jóvenes, para que os ame con toda mi alma». Este amor, expresión de la caridad pastoral, da sentido a toda nuestra vida" (C. 14).


¡Feliz fiesta de Don Bosco!


















ÍNDICE



  1. Retiro……………3-9.

  2. Formación…….10-15.

  3. Comunicación...16-20.

  4. El anaquel…….21-25.


















Maqueta y coordina: José Luis Guzón.





RETIRO



Jóvenes, con vosotros cristiano, para vosotros salesiano


Luis Rosón



La Pastoral Juvenil Salesiana tiene como objeto la formación de discípulos de Cristo: personas que van configurando de forma responsable el sentido de sus vidas y la orientación de su práctica según el eje del seguimiento de Cristo.


Este seguimiento de Cristo es una realidad que vivimos encarnando con los jóvenes el alegre y exigente mensaje del Evangelio y nos configura como apóstoles del Señor para la vida de los jóvenes.



  1. LLAMADOS A SER DISCÍPULOS


Ser cristiano es decidirse por Jesús de Nazaret confesándolo como el Cristo y Señor, en quien el Padre nos ofrece la salvación de manera definitiva y última. Es reconocer que su manera de vivir y de hablar, su práctica es mesiánica: Id y contad a Juan lo que habéis y oído..."(Lc 7,22).


Los evangelios tienen la forma de una narración, que a la luz de la fe pascual hace presentes para la comunidad las palabras y las acciones de Jesús.


Las comunidades cristianas se iban construyendo en la confrontación de su propia situación y experiencia con la memoria de Jesús, actualizada en la predicación y los primeros escritos.


Reconocer a Jesús como Mesías conllevaba una exigencia práctica de configuración de la propia vida con la de Jesús. Reconocimiento implica seguimiento.


Creer es comprometerse con Jesucristo y asumir como propio el sentido que Él dio a su vida. La fe es decisión de seguimiento, manera nueva de entender y valorar la vida en referencia a Jesucristo como criterio último y fuente original de sentido.


En el episodio en que Pedro confiesa a Jesús como Cristo (Mc 8,27-38), el momento formal del reconocimiento mesiánico: Tú eres el Cristo está acompañado de dos exigencias inseparables:


1ª.aceptar el camino histórico de Jesús: El Hijo del hombre debía sufrir mucho...;

2ª.asumir una decidida disposición de seguirlo: Tome su cruz y sígame.


Sin aceptación del proceso vivido por Jesús; sin el compromiso del seguimiento, la pretensión de discipulado puede resultar puramente nominal. Jesús no pretendió que la gente se interesara por su doctrina. Buscó formar discípulos, hombres y mujeres, que hicieran una opción de vida por Él. Para ello llamó a algunos y los invitó a hacer una experiencia de vida con Él y en referencia a Él (discipulado y seguimiento).


Les plantea su proyecto con claridad. Al que quiera hacerse su discípulo le advierte: Niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Quien quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará (Mc 8,34-35).


Hacerse discípulo implica una manera radicalmente nueva de estructurar la vida según la persona de Jesús y su evangelio: seguir su ejemplo y prolongar su misión.


Esto significa una profunda conversión tal de valores, criterios y opciones que, lo que aparentemente es perder será en adelante la única manera válida de ganar y salvar la vida.


Convertirse es cambiar de rumbo y de camino, es exigencia de dejarlo todo para seguirle (Lc 5,11), de relativizar todo: redes, padre y familia para hacer del seguimiento de Jesús y del Reino lo único absoluto, lo primero (Mt 6,33).


Es el comienzo de una existencia nueva basada, no en la seguridad de las propias convicciones y proyectos, sino en la obediencia audaz a la palabra de Jesús, como bien supo expresarlo Pedro a la orilla del lago: Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero fiado en tu palabra echaré las redes (Lc 5,5).


No es el juicio experimentado del pescador, sino la confianza rendida en la palabra de Jesús lo que pone a Pedro en otro camino: Llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, le siguieron (Lc 5,11). Se abre así en su vida una etapa nueva, un proceso largo que sólo terminará cuando haya compartido plenamente la suerte del Maestro.


Optar por Jesús implica un cambio radical de mentalidad y de práctica que Él mismo sintetiza en el Buscad lo primero su Reino y su justicia (Mt 6,33). Para los discípulos significó de hecho un largo proceso, no fue tarea de un día; con frecuencia se confunden y no entienden. Después de la multiplicación, cuando Jesús se le acerca en el lago, Marcos se ve obligado a constatar: quedaron en su interior completamente estupefactos; pues no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada (Mc 6, 51-52).


La fe de los discípulos sólo alcanzará su plenitud cuando, después de haber perseverado con Él en sus pruebas hasta el final (Lc 22,28), la presencia del Resucitado disipe el escándalo producido por la muerte de Jesús y sus propios temores, y el Espíritu los confirme con su fuerza de testigos. Pero, aún entonces, la práctica histórica de Jesús de Nazaret continuará siendo referencia obligada.


El Resucitado en la mañana de Pascua los remite a Galilea, donde comenzó todo: Allí lo veréis, como Él os dijo (Lc 16,7). El Resucitado no es otro que Jesús de Nazaret. Para quienes queremos hacer hoy en la fe la experiencia del discipulado es ineludible también regresar a Galilea., verle allí y aprender a seguirle.


Seguimiento de Jesús significará asumir el sentido de su vida y prolongar su misión: proclamar la buena nueva del Reino y sanar a los que sufren.


Estamos ante dos rasgos inequívocos de la misión evangelizadora de Jesús:

1º.su práctica de vida y liberación y

2º.el privilegio de los pobres, débiles y pecadores.


1 IMITAMOS LA PEDAGOGÍA DE JESÚS

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Jesús al iniciar su vida pública llamó a algunas personas para que le siguieran como discípulos. Con ellos compartió su vida y les dedicó una particular atención. Les explicaba, en la intimidad, de forma clara lo que a la multitud proponía sólo en parábolas. (Mc 4,34) y también tenían la oportunidad de preguntar a Jesús sobre el sentido y el alcance de sus acciones.


Continuamente dialoga con ellos y les va instruyendo y aconsejando, conjugando la crítica dura y exigente: Pero no ha de ser así entre vosotros (Mc 10,43) con la solicitud confortante: Vosotros pues estad sobre aviso: mirad que os lo he predicho todo... Estad atentos y vigilad... ( Mc 13,23.33).


Pero fue, sin duda, la experiencia cotidiana compartida lo que constituyó la base fundamental de la pedagogía de Jesús: su vida y actuación, observada con atención por los discípulos, habría de ser la forma de su práctica futura. Ya le basta al discípulo ser como su maestro (Mt 10,25) les había advertido.


El relato de Hechos 3,1-10 narra una de las primeras actuaciones de los apóstoles:


  • Pedro y Juan, al entrar una tarde al templo, son abordados por un hombre tullido que les pide una limosna.

  • Se fijan en él y Pedro le ordena: En el nombre de Jesucristo Nazareno ponte a andar. Y tomándole de la mano derecha le levantó.

  • El contexto y la estructura del relato no pueden menos de sugerir y remitirnos a otra narración de la actuación de Jesús, al inicio de su vida pública.


Jesús entra en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada (Mc 3,1-6). La manera de actuar de Jesús, su forma de acercarse a las personas y de reaccionar ante sus necesidades habría de ser observada con atención y aprendida por los discípulos como paradigma de comportamiento evangélico.


Veamos TRES MOMENTOS de la actuación de Jesús:


1º.Una peculiar manera de acercarse y VER la realidad, que le lleva a fijarse y detenerse ante este hombre, limitado personal y socialmente. Uno de tantos anónimos sufrientes, ante quien los demás habían pasado indiferentes, es el que capta la atención de Jesús. Revela una manera de ver la realidad y de situarse ante ella. El mirar de Jesús se califica en otros lugares como un ver con compasión ( Mc 1,41.6,34; Lc 7,13). Jesús se acerca a las personas que sufren por una u otra razón dejándose tomar personalmente por ellas. Y hace de este hombre ignorado el centro de la asamblea. Ve con atención la realidad de los insignificantes y exige que los demás también la vean.


2º.Jesús se siente conmovido y desafiado no sólo por la densidad humana de la invalidez y el desamparo de este hombre tullido. En sábado, en el día de Dios, hay que JUZGAR con mayor hondura lo que la desgracias de este hombre plantea a los presentes. ¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla? No es cuestión de casuística legal. Es, más bien, la exigencia de situarse ante el juicio de Dios presente en la historia como Dios de la vida y Liberador.


Juzgar desde "el sábado" es reconocer que no hay situación histórica o social que sea neutra para Dios. Y Jesús exige a los presentes en la sinagoga, creyentes en el Dios de la Creación y el Éxodo, tomar posición sobre la situación de este hombre.


Pero ellos callaban. Pensaban (¿pensamos?) que es posible ir al templo exclusivamente a oír la Palabra de Dios y desentenderse del sufrimiento de los pobres. Mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón.


El punto de vista de Jesús es absolutamente otro. Dios no se compadece en el escueto cumplimiento de la ley sabática. El Dios de Jesús es el Dios de las entrañas de misericordia para con los débiles. En nombre de ese Dios, el Padre, no cabe la indiferencia ante el hombre que tenía la mano paralizada.


La diferencia de Jesús con los que estaban en la sinagoga no era sólo de sensibilidad humana, sino fundamentalmente teológica: cómo se entiende a Dios y se reconoce efectivamente su soberanía y su reinado. La realidad humana se convierte para el creyente en juicio e interpelación que compromete y exige una respuesta.


3º.Jesús ha deslindado los criterios de los que estaban al acecho a ver si le curaba en sábado y decide ACTUAR según la voluntad de Dios. Dice al hombre: Extiende la mano.


Lo que estaba en juego no sólo era una discusión sobre maneras de pensar, sino la vida concreta de un hombre que tenía la mano paralizada. El acercamiento de Jesús a las personas concluye siempre en un gesto de amor que responde con efectividad a la necesidad concreta de la gente. La verdad de los buenos sentimientos exige la elección inteligente de acciones adecuadas.


Hacerse discípulos significa aprender de Jesús a vivir y a asumir la interpelación del Padre en los acontecimientos humanos: acercarse solidariamente a la realidad, implicándose y haciéndose responsable de ella, para, juzgados y movidos por la fuerza del Reino de Dios, comprometerse con lucidez y eficacia en la causa de la vida de los pobres.







2 3. ACTUAMOS COMO SALESIANOS EN NOMBRE DE JESUCRISTO

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Volvamos al relato de Hechos 3,1-10, constatamos que los apóstoles Pedro y Juan, al encontrarse con un hombre, tullido desde su nacimiento , cuando se dirigían al templo, parecen haber aprendido bien y seguido el ejemplo de Jesús. También en este relato podemos descubrir los tres momentos apuntados en el episodio anterior:


  1. Pedro fijó en él (el tullido) la mirada juntamente con Juan y le dijo: Míranos. Él les miró con fijeza. De eso se trata. No pasar de largo ante las situaciones humanas, sino verlas con ojos de solidaridad y quedar prendidos de ellas.


Fijar la mirada indica también no mirar superficialmente, curiosos, sino detenerse para comprender en profundidad las situaciones en su particularidad, tomando en cuenta las causas que las generan y sus repercusiones sobre las personas.


  1. No basta la reacción espontánea que permite salir del paso: darle algo de limosna y continuar su camino hacia el Templo. Pedro afronta la realidad con otro nivel de profundidad como creyente, es decir, en nombre de Jesucristo Nazareno.


La Palabra de Dios, que juzga e ilumina, se ha revelado definitivamente en Jesucristo para que el mundo se salve por Él (Jn 3,17). Para el discípulo de Jesús, en todo acontecimiento humano, por duro y trágico que sea, hay una posibilidad de confrontarse con la salvación que es Jesucristo y dar una esperanza.


Anunciar a Jesucristo requiere no sólo de palabras, sino de signos que expresen los contenidos del Reino: vida, perdón, esperanza, liberación... No se puede invocar el nombre de Jesucristo en un mundo de sufrimiento, de pobreza, de muerte y violencia, sin convertirnos a realizar las obras del Reino.


Pedro y Juan lo comprendieron bien. Ante el hombre tullido, el evangelio de salvación precisa de un signo bien concreto: En nombre de Jesucristo Nazareno, ponte a andar.


  1. Siguiendo el ejemplo de Jesús, la comprensión en la fe de la situación y de las expectativas del hombre tullido desemboca en un gesto humano, solidario, que transmite vida: Y tomándole de la mano derecha lo levantó.


El diálogo inicial con el tullido había establecido una relación humana, cálida, de auténtico interés por su precaria situación de hombre disminuido. La referencia al nombre de Jesucristo, en quien el Padre revela su amor y ofrece su salvación de manera definitiva, abre un horizonte nuevo.


El interés humano inicial, en confrontación con el nombre de salvación de Jesucristo se transforma en acción liberadora que responde de forma adecuada a la necesidad concreta del hombre tullido.


La acción de Pedro y Juan cambió ciertamente la situación física del hombre y lo transformó también de manera más integral. Se incorpora al camino que ellos habían emprendido: Entró con ellos en el templo, andando, saltando y alabando a Dios.


La eficacia de la pequeña acción no acaba allí, repercute sobre todo el pueblo, que al constatar la transformación del tullido se quedaron llenos de estupor y asombro por lo que había sucedido. Una acción semejante a la que provocaban las obras de Jesús entre las multitudes.


Seguir a Jesús, hoy como ayer, es prolongar su práctica evangelizadora en contextos históricos nuevos, tratando de descubrir en cada circunstancia cuáles son los gestos de vida y de liberación capaces de sustentar la proclamación de la fuerza salvadora de su nombre, de su persona y misión, como buena noticia para los pobres.


Este ejercicio de discernimiento, de conversión a las actitudes, opciones y acciones de Jesús en las circunstancias precisas en las que se realiza nuestra vida y misión -trabajo, barrio, universidad, etc..- constituye lo esencial de la revisión de vida cristiana con los jóvenes.



FORMACIÓN





LA COMUNIDAD RELIGIOSA E INTERNET1


1.INTERNET, UN NUEVO INSTRUMENTO AL SERVICIO DE LA COMUNICACIÓN


El fenómeno de Internet no ha invadido nuestras con­ciencias hasta hace apenas cuatro años. Sin embargo, Inter­net no es un fenómeno tan reciente. Nace en los años 70, cuando Estados Unidos establece una red de defensa llama­da Arpanet. Se trata de una red de comunicaciones acéfala en la que cada uno de los nudos de la red puede seguir reci­biendo información porque está unida a la red por varios la­zos, si uno falla o es eliminado, se sigue comunicando con los demás.


Esta red fue aprovechada por la universidades para tras­mitir su información. Poco a poco son más los que van ac­cediendo a dicha red, llegando a las dimensiones actuales.


Más de doscientos cincuenta millones de personas co­nectadas, de las cuales el 40% está en Estados unidos. En España se calcula que hay más de dos millones y medio de personas conectadas a Internet, en casa o en e1 trabajo, te­niendo en cuenta que en la mayoría de las ocasiones con una sola conexión accede más de una persona.


El perfil de estas personas conectadas es:

Menor de 37 anos (80%)

78 % de varones

Universitarios en un 70%

El 80 % con sueldos superiores a las 200.000 pts mes

Trabajadores por cuenta ajena en un 58%

El gasto de teléfono está por debajo de las 4.000 pts al mes en un 68%.

El precio que se paga al proveedor está por debajo de las 3.000 pts en un 87%

El 40% accede a través de un proveedor gratuito.


Son datos de la última encuesta de Internet realizada por la AUI. El uso de Internet en nuestro país crece de forma geométrica, en más de un 200% anual.



1.1.Más futuro, que presente


Internet tiene más futuro que presente. En la actualidad el gran impedimento con el que choca su desarrollo es la ve­locidad de la red telefónica. El futuro se presenta en dos vertientes. La primera hacia la simplificación del manejo por parte del usuario final y el nacimiento de medios más baratos de acceso (TV, Teléfonos con pantallas...), frente al ordenador personal, más caro y complejo de manejar. Y en segundo lugar hacia una importante complejización técnica en la construcción de los servicios. (WEB, TV, Mundos vir­tuales...). Cada vez la construcción de webs requiere una mayor especialización técnica.


Cuando hablamos de futuro, no pensemos en periodos largos. En este mundo de Internet dos años son distancias enormes, y en ese tiempo puede cambiar radicalmente una tendencia en la red.



1.2.Un nuevo mundo sin un centro


La cualidad más importante que nos ofrece Internet es que se trata de un nuevo medio de comunicación en el que no existe un centro director; es una red, en la que todos los puntos se unen sin la existencia de un centro que controle las comunicaciones. Son múltiples los caminos para llegar al mismo sitio. Si uno está cortado se usa uno alternativo (siempre hay un camino). Esto es muy importante, porque permite una comunicación democrática. Es decir, cualquiera con una mínima inversión, puede convertirse en un nuevo emisor de información, sin contenidos controlados por cor­poraciones informativas.


En esta nueva red todos podemos ser productores de in­formación, una información cuyos contenidos en ningún caso se encuentran censurados política o moralmente. Esto es muy importante y tiene su cara y su cruz, porque hace que en Internet se encuentre lo mejor y lo peor, pero en este caso no creo que nada más y nada menos que lo que se en­cuentra en la vida real de nuestras sociedades. Sí es verdad que el aparente anonimato en la red elimina en muchos ca­sos los controles que se establecen socialmente. Digo, apa­rente anonimato, porque si se quiere si se puede saber desde qué servidor se accede a un determinado lugar en la red.


El hecho de que cualquiera pueda poner sus contenidos en la red supone una inmensa posibilidad para un grupo de­dicado a la comunicación como es la Iglesia, y más en con­creto para la Vida Religiosa, que ha perdido en el último siglo el tren de los nuevos medios de comunicación. Espere­mos que con Internet no nos pase lo mismo que nos ha pasa­do con la Televisión por lo que se refiere a España.


Internet, por ello nos ofrece una nueva posibilidad de hacer presente nuestro mensaje al mismo nivel de otros mu­chos sin más inversión que la propia creatividad. Un mensaje que puede estar accesible a todos aquellos que lo busquen en la misma red.



1.3.La nueva aldea global


Internet hace posible que la mundialización sea una rea­lidad. Ya no hay fronteras para el control de la información, cualquier cosa que se edite en Internet está accesible para el resto del mundo. Internet es la gran plaza pública del siglo XXI. Allí donde todos tiene un hueco. Esto es muy importan­te porque en Internet, podemos encontrar una página de in­formación de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), y también de los Paramilitares (las fuerzas contrainsurgentes que luchan contra las FARC). Informa­ción de primera mano de cada uno de los integrantes en el conflicto.


La importancia de este fenómeno se cifra en la fuerza que tiene en las democracias occidentales la opinión pública.


El movimiento zapatista surgido en Méjico durante la segunda mitad de los años noventa y su conocimiento y fuerza a nivel internacional se debieron en parte a su estrate­gia de presencia en Internet, su único medio de comunica­ción con el exterior. Desde el interior de una selva supieron servirse de Internet para exponer su mensaje, su visión de las cosas. Ello trajo consigo el nacimiento de una red de apoyo a nivel mundial que ejerció notable presión en las autoridades federales mejicanas. Ya no existían filtros ni controles sobre la información que en segundos se difundía por la red a todos los rincones del mundo.



1.4.Una nueva materia prima: la información


Vivimos en la sociedad de la información. Estamos acostumbrados a oír la frase de que la prensa es el quinto poder. No hay duda de que la información es el gran poder de finales del siglo XX y comienzos de XXI, y sólo estamos asistiendo al comienzo de una nueva era. Lo que vemos en la televisión o en prensa o en la radio, existe porque tiene consecuencias en los comportamientos sociales. Los medios de comunicación de masas tienen la facultad de moldear las conciencias de los individuos, de formar opinión, de generar movimientos sociales.


Creo que todo esto ya nos da datos sobre la importancia que cobra este nuevo medio de comunicación en un mundo donde la información es el nuevo oro negro. No tenemos más que comprobar la importancia que están cobrando las empresas dedicadas a la comunicación. Ver lo que ha pasa­do con Tea a, la sección de Internet de Telefónica.


Esto ha supuesto incluso un cambio de tendencia en el movimiento de los centros de poder económico. En los años ochenta y noventa, después de la crisis del petróleo, se decía que el centro del poder económico mundial iba girando poco a poco hacia Asia, ante la pérdida de influencia econó­mica progresiva de los Estados Unidos. Hoy, gracias al nue­vo mercado que ha supuesto Internet, los Estados Unidos han superado la crisis económica consolidando un periodo de crecimiento continuado de más de cinco años al 7% anual. Una importancia que ha sido remarcada en las estrategias de la cumbre europea celebrada recientemente en Lisboa donde la estrategia para el crecimiento de Internet en Europa se ve como una de las claves para el futuro desarrollo de este área económica.



2.INTERNET Y AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD RELIGIOSA


Pasamos a una segunda palle, y quisiera en este momen­to ser más práctico si es posible, y responder a la pregunta ¿qué aporta Internet a la Comunidad Religiosa?



2.1.Como medio de apostolado


No hay duda de que Internet se puede convertir, en el sentido anterior, como un nuevo mundo nacido para la co­municación en un nuevo medio de apostolado al servicio de la difusión del evangelio a todos aquellos que quieran reci­birlo. En ningún momento podrá suplir a la riqueza de la co­municación humana directa, pero bien se puede tratar de un medio complementario, como lo pueden ser otros medios de comunicación actuales, con la ventaja de ser mucho más ba­rato, más sencillo y llegar a más lugares aprovechando las redes de comunicación ya existentes.





2.2.Un nuevo medio de formación permanente para la comunidad religiosa


Internet también ofrece las posibilidades técnicas para establecer dinámicas de formación permanente para religio­sos y laicos, de forma personalizada o comunitaria. Ya exis­ten webs católicas que ofrecen cursos con metodologías a distancia y seguimiento a través de Internet, charlas en vide­oconferencia, apuntes vía web, consultas con el tutor vía co­rreo electrónico, conversaciones con los alumnos a través de chat, foros de discusión...) todos los ingredientes para ofre­cer al alumno un seguimiento personalizado de su trabajo.


Esto es muy importante porque los que vivimos en ciudades como Madrid, con inmensas posibilidades de cursos, publi­caciones, etc., muchas veces poco aprovechadas, no senti­mos esta necesidad, pero desde otras posiciones en las que están insertas las comunidades religiosas, núcleos rurales o ciudades pequeñas donde estas posibilidades son minúscu­las, o incluso por los propios horarios de nuestras ocupacio­nes que nos imposibilitan un seguimiento adecuado de cur­sos presenciales.


Podemos hacer cursos sobre cualquier contenido ofreci­do desde los mejores centros. Podemos seguir un curso im­partido desde cualquier universidad o centro del mundo sin salir de nuestra casa. Incluso realizarlo comunitariamente.


Lo que añade Internet a la metodología de formación a distancia es la posibilidad tanto para el profesor como para el alumno de un seguimiento adecuado de la materia, al tiempo que una mayor personalización, y un mayor contacto con el profesor, una de las dificultades de toda educación a distancia.



2.3.Como medio de comunicación interna


La comunicación en Internet es casi instantánea. Permite establecer redes de comunicación internas con todas las ventajas de trasmisión de datos digitales: video, voz, texto, imágenes, música, etc.


La comunicación interna es algo más que el correo elec­trónico que es lo que más habitualmente se utiliza en Inter­net. Un correo tarda menos de tres minutos en llegar a cual­quier servidor del mundo. Y a través de él se puede trasmitir cualquier tipo de dato digitalizable. El correo suple en mu­chos casos la necesidad del uso del correo ordinario para múltiples comunicaciones internas, pero no suple la inme­diatez del teléfono. En este sentido, las redes telefónicas aún no tienen la capacidad suficiente para establecer comunica­ciones vía voz y video con la suficiente fluidez, aunque ya es posible. Sin embargo el desarrollo irá por ese camino en un futuro muy cercano (el desarrollo en este mundo de las comunicaciones es a velocidad de la luz).


Un ejemplo muy interesante es el sofware First Class, como el que usa la provincia Claretiana de Estados Unidos Este. Permite compartir toda clase recursos en una red inter­na, contactar vta chat con cualquiera que se encuentre conec­tado. Establecer conferencias on line, que podrían suprimir la necesidad de desplazamientos para numerosas reuniones.



3.CONCLUSIÓN


Como todo en la vida, no se conocen sus posibilidades hasta que no se comienza a utilizar. La vida Religiosa es aún heredera de una cierta tecnofobia (miedo a la técnica), desde la que nos negamos a acercarnos a nuevos medios técnicos de comunicación por el simple prejuicio de lo nuevo. Inter­net no pretende sino ser un instrumento de trabajo y comu­nicación, y como tal hay que considerarlo, ni más ni menos. Teologizar sobre Internet con el fin de demonizar lo que sólo es un nuevo instrumento de comunicación nos puede cerrar a la utilidad que para toda la humanidad representa este nuevo mundo. Sin duda que no hay que cerrar los ojos a la consecuencias que social y culturalmente traerá consigo. Consecuencias que en algún caso pueden ser negativas cuando se extreman los comportamientos. La educación en el uso responsable de los medios de comunicación tiene que ser en este sentido una prioridad, pero no por ello hay que negar las ventajas de su uso maduro.



COMUNICACIÓN




BUSCANDO A DIOS CON EL MANDO A DISTANCIA2



¿ES POSIBLE HABLAR DE FE EN LA TELEVISIÓN?

Partiendo de la consi­deración de que «el medio de comuni­cación es el mensaje», la Iglesia está llama­da a reflexionar sobre su relación con la televisión. No se trata de conquistar «oasis protegidos» para hablar de Dios, sino de llegar a hacer emerger su rostro en las imágenes que embargan el alma y caldean el corazón.



Los medios de comuni­cación social —y la tele­visión en particular— ¿pueden hablar de Dios al hombre contemporáneo, cada día más condicionado por la realidad virtual, que sustituye y plasma la real? Es uno de los interrogantes sobre los que habrá que desarrollar un diá­logo hecho de sensaciones y testimonios, de dudas y pro­vocaciones; una pregunta a la que tampoco la Iglesia puede sustraerse si quiere vivir den-1ro de la historia, de la que la televisión no es solamente una «narradora», sino una autén­tica protagonista.


Es verdad que la Iglesia ha escrito y ha dicho muchas co­sas sobre la comunicación a través de los siglos. Al princi­pio de los años sesenta, un estudio detallado había reco­pilado nada menos que 755 declaraciones eclesiales dedi­cadas a este argumento, des­de que se inventó la prensa hasta el Vaticano II.


Se podría pensar que, po­niendo al día la lista con otros documentos sucesivos, desde la Evangelii nuntiandi de Pa­blo VI a la Aetatis novae del Pontificio consejo de las co­municaciones sociales, o a la Redemptoris missio de Juan Pablo II, la Iglesia hubiera aclarado definitivamente todo lo referente al tema. Pero no es así. Hasta hace pocos años, la Iglesia estaba acostumbra­da a creerse todavía capaz de dictar las reglas del juego, preocupándose sobre todo de afinar su propia capacidad de utilizar los instrumentos de la comunicación social.


Mediante la reflexión de los últimos años, que precisa­mente ha encontrado en la Redemptoris missio su con­firmación más autorizada, la atención de la Iglesia ha pasa­do de los instrumentos a la comunicación como tal. Aca­so pueda parecer precipitado afirmarlo, pero parece cierto que también el Papa, los obis­pos y los teólogos, se han con­vencido de la afirmación de Marshali McLuhan de que «el medio de comunicación es el mensaje».


La perspectiva ha cambia­do así rotundamente. La Igle­sia se encuentra ante una re­volución copernicana que cambia las perspectivas de fondo del debate. Se han dado cuenta los obispos de los Países Bajos, quienes, en un do­cumento de 1993, observa­ron justamente que «son los medios de comunicación los que determinan qué hechos relativos a la Iglesia deben ser noticia y cómo eso debe suce­der». La fase de decisión, por lo tanto, ha sido arrancada de manos de la Iglesia, lo mismo que de las otras instituciones sociales, económicas y políticas. Es como si los medios de comunicación, modernos es­clavos telemáticos y electróni­cos, se hubiesen rebelado, in­virtiendo los papeles. Quien se había hecho la ilusión de tener un control absoluto, se ve obligado, de hecho, a do­blegarse a sus opciones.


Es una perspectiva que cambia radicalmente el modo de ver la comunicación social. Tanto más, si se toma como punto de partida lo que Juan Pablo II escribe en la Re­demptoris missio: «No basta usarlos (los mass media) para difundir el mensaje cristiano y el Magisterio de la Igle­sia, sino que es necesario in­tegrar el mensaje mismo en esta «nueva cultura» creada por la comunicación moder­na. Es un problema comple­jo, ya que esta nueva cultura nace, antes que de los conte­nidos, del hecho mismo que existen nuevos modos de co­municar con nuevos lengua­jes, nuevas técnicas y nuevas actitudes sicológicas» (n. 37).



Una «nueva» cultura


Nos encontramos ante un panorama completamente nuevo que obliga a replantear­se la misma evangelización. Lo confirma Silvio Sassi, di­rector del Spics, cuando dice que «la comunicación infor­ma, educa, divierte, permite trabajar, ofrecer servicios indispensables, crea opinión, ofrece modelos: se ha conver­tido en una cultura. La trans­formación tiene, pues, gran importancia, ya que se ha pa­sado de simple medio a insti­tución alternativa de sociali­zación, a cultura global».


Pero hay que tener el valor de sacar de estas premisas to­das las inevitables consecuen­cias. Sassi lo hace cuando afirma también: «La educa­ción de la persona y la pro­puesta de la fe deberán con­frontarse cada vez más con las tecnologías de comunica­ción; pero, sobre todo, deberán empeñarse en una reela­boración completa de la cul­tura y de la fe, si quieren man­tenerse en onda con la cultu­ra de la comunicación, recha­zando de este modo la tenta­ción de la superficialidad».


La transformación implica, por tanto, una revisión cultu­ral completa. No basta ya de­cidir si y cuándo ir a la televi­sión. Es necesario más bien considerar a la caja mágica como una prolongación electrónica del púlpito, el lugar en el que se puede ampliar el campo de la catequesis. Es ne­cesario hacer algo diverso y más inquietante, partiendo de la consideración de que «el contenido de la política, de la religión, de la educación y de cualquier otra realidad que atañe al interés público debe cambiar y ser refundado en los términos más adecuados ala televisión» (Neil Postman).


En el caso de la televisión, hay que capturar ante todo el alma del medio. Y el lenguaje no es sólo cuestión de estilo, sino que él mismo se hace co­municación y mensaje. Decir simplemente que la televisión transmite imágenes y provo­ca emociones equivale a si­tuarse en una perspectiva que conduce a revisar la comuni­cación religiosa en sus raíces.


Hay que plantearse la pre­gunta clave: ¿logra la Iglesia hablar hoy un lenguaje capaz de suscitar emociones a tra­vés de las imágenes? ¿Que sepa sacar de las imágenes es­tímulos capaces de poner en ebullición la vida, que siem­bren la duda, antecámara de la búsqueda, como único ca­mino para llegar a una opción de fe auténtica y personal?



Más allá de la crónica


A la televisión no se va a predicar, sino a ofrecer un tes­timonio fuerte, que elige la cró­nica para ir más allá de la cró­nica; que parte de la noticia para sembrar la inquietud de una esperanza que proporcio­na a los telespectadores la cla­ve de la noticia que redime. No basta enzarzarse en una polémica, que corre el riesgo de ser estéril y fuera de lugar, para reivindicar espacios para transmitir en televisión hechos religiosos trasvasados sin tener en cuenta la media­ción televisiva. Hay hasta quie­nes se oponen —lo decimos sólo como ejemplo- ala trans­misión de los ritos litúrgicos en televisión. Era el caso de K. Rahner, uno de los primeros en oponerse a la misa televisa­da, ya que, según él, «ofende» el «pudor metafisico» que debe rodear siempre a la celebra­ción eucarística.


La cita no se recoge para alu­dir al tema del «culto religioso en televisión», que merecería una profundización a parte, sino para subrayar que quien reduce el mensaje religioso en la televisión a una especie de oasis protegido -en el que la Iglesia repite sus ritos, sus li­turgias, sus homilías—, se obs­tina en combatir una batalla, muy respetable, sin duda, pero ya trasnochada o en re­taguardia.


El nudo que hay que soltar es el de la información religio­sa que se mezcla con la infor­mación sin más, obligada de este modo a confrontarse con otras informaciones que pue­den resultar extrañas. El pro­blema es hacer entender a los hombres de hoy que también en el telediario está Dios: hay que ayudar a descubrirlo, ha­cer emerger su rostro oculto. Hay que hacer comprender que la Palabra está hoy dise­minada entre las palabras, que la imagen del Padre se encuen­tra situada, no entre las otras imágenes, sino dentro de las otras imágenes. Reflexionar sobre el mensaje cristiano —y más en general el religioso- en clave televisiva, significa asu­mir la metodología del diálo­go no como simple metodolo­gía, sino como cultura que se vuelve contenido, antes aún que escenario de la comunica­ción televisiva.


¿Logra hacer todo esto la Iglesia de hoy? ¿Logra hacerlo la Iglesia española? Es la pre­gunta que bulle en este artícu­lo, que sugiere una pista a se­guir: un estudio, al final del cual pueda decirse que no, que Dios no es un extraño en tele­visión; que su encarnación es una noticia que merece los ti­tulares de apertura del tele­diario; que su amor no puede quedar marginado por el man­do a distancia, que Ignora lo que embarga el alma y caldea el corazón.




Mauricio DE PABLO




TAMBIÉN EN LAS PÁGINAS WEB DE INTERNET


Es una noche como cualquier otra. Va a comenzar el rito de la información diaria. Pero esta vez, sin televisión ni periódicos. Encendemos el ordenador y nos disponemos a dar la vuelta al mundo en Internet Daremos un vistazo a algunas de las innumerables páginas Web que actualmente tenemos a disposición. Buscar «Dios» en internet, es decir, descifrar el número de veces que esta palabra aparece en los millones de paginas, es casi tomar el nombre de Dios en vano. Se corre el riesgo de dar vueltas en el vacío sin conseguir ningún provecho y perdiendo el tiempo Nos quedaremos, pues, con algunas direcciones útiles para quien quiera tener noticias, documentos, y materiales de tema religioso.


Estas son algunas: http://www.Conferencia episcopal@planalfa.es (Conferencia episcopal, organismos, documentos, publicaciones, Jubi­leo, etc...); http://www.conferenciaepiscopa1@planalfa.es/diócesis/; http:// www.planalfa.es/confer/ (información general, congregaciones, documen­tos, publicaciones, centros universitarios, direcciones, editoriales, cole­gios, etc...); http://www.acu-adsum.org/ (Documentos pontificios, obras completas de san Juan de la Cruz y santa Teresa, Suma teológica de santo Tomás, La Biblia...); http://www.vatican.va (puede verse y escu­charse al Papa en tiempo real); http:/www.vatican.va/news_services/or/ home_spa.htm (versión en español de «L’Osservatore romano»); http:// www.tres.planalfa.es/arzsantiago y http://www.peregrino.com (todo tipo de información sobre el Año jacobeo y la peregrinación a Santiago); http:// www.christusrex.org/wwwl/pater/index.html (el padrenuestro en 182 idio­mas con interesantes explicaciones); http://www.multimedios.org (textos íntegros de encíclicas, cartas apostólicas, discursos... y otros documen­tos); http://wxvw.geocities.com/Heartland/Acres/1142/ (todo tipo de infor­mación sobre las sectas más importantes). http:// (todo sobre la Sábana santa de Turín y el Sudario de Oviedo).





El anaquel




3 Parte 2: “El hallazgo del Queso”3

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3.1 Una vez que hemos encontrado lo que buscábamos, hemos de prepararnos para el cambio...

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Continuemos nuestra historia: al establecerse Hem y Haw en el depósito de Queso Q tras hallar el Queso que les haría felices, ellos muestran a los demás su maravillosa posesión, invitan a todos sus amigos a ver “su” bonito Queso. Unas veces invitan a comer a sus amigos, otras no —al fin y al cabo se merecen el Queso, han estado mucho tiempo buscándolo—. Tal arrogancia respecto a su boyante situación hizo que se obcecaran en este pensamiento, les daba seguridad, aunque, si bien lo que ocurría era que les estaba cerrando los ojos a la realidad. Pero el tiempo continuaba transcurriendo y el Queso se iba consumiendo, y por lo tanto la provisión de tan delicioso manjar era menor. Daba la impresión de que nadie, tras el muro, se encargara de proveer de más alimento a los liliputienses —y ellos sin darse cuenta—.


También, en otra parte del laberinto, a Fisgón y a Escurridizo les pasaba lo mismo, pero acostumbrados como estaban a emprender cada mañana el viaje hasta el depósito de queso Q, fácilmente cambiaron su rumbo cuando éste se estaba acabando. Volvió a suceder como al principio... continuas idas y venidas por caminos y pasadizos, retenían en su pequeña memoria lo que podían... tiempo de trabajo compartido entre el potente olfato de Fisgón y el paso decidido de Escurridizo, hasta dar con el ansiado queso en otra parte del hostil laberinto. Los ratones, iban alternando el acabar de consumir el queso que quedaba con la búsqueda del Queso Nuevo. Cuando el Queso inicial se acabó no hubo problemas, ya conocían otros sitios con más provisiones. Cuando cambió la situación del depósito Q, ellos cambiaron y fueron hacia el depósito del Queso N —Queso Nuevo—.


Frente a la flexibilidad inmediata y la previsión continua de los ratones nos encontramos con la ceguera de los liliputienses, aún cuando éstos tienen mayores capacidades intelectivas. La situación de bienestar les hizo olvidar toda preocupación futura mostrando una confianza irracional, su vividor deseo les hace confundir la preocupante realidad. Los liliputienses tienen mayor capacidad cerebral, tienen algo más que un mero instinto animal —con sus ventajas y desventajas, ya que poseer sensaciones es los que les está llevando a no darse cuenta que el Queso se acaba—.


Del conformismo y la vida fácil, Haw y Hem han pasado a la arrogancia. Miden su valía para con los demás por lo que aparentemente poseen. También esto nos puede pasar a nosotros, valorar nuestro carisma como algo personal y cuyo único mérito nos corresponde... esta es la arrogancia de los personajes del laberinto. Alardear del gran tesoro de nuestra vocación y la plenitud de nuestro estilo de vida nos lleva progresivamente a la arrogancia, al vacío interior, al sinsentido de que lo que hacemos ya no está fundamentado en “sendas de Verdad” sino en meros sucedáneos y en instrumentalizaciones creadas, en este caso por los liliputienses...


La confianza y la seguridad —ya sea en uno mismo, en otro o en el Otro— que no se fundamenta bien, tarde o temprano, se pone en evidencia, un día el Queso se acaba y si no estamos preparados para buscar más Queso de ese que nos hace vivir estamos condenados a la inexistencia, a quedarnos perdidos en medio del laberinto. Los ratones, que no se han apegado a lo más externo del Queso, ellos que han ido a lo importante saben que tiene que haber más, lo han controlado, se dan cuenta de lo que pasa... son flexibles al cambio.


El cambio nunca se da por sí sólo ni de repente. Si los liliputienses hubiesen estado más atentos se sentirían interrogados por la realidad, como los ratones. Una vez que se cuenta con los factores externos, hay que prever las posibles respuestas a tales interrogantes. Esto no es tan frío como parece, hemos de condimentarlo con la esperanza, la confianza en uno mismo y en el Otro —porque es tarea compartida, nunca es sólo mérito nuestro ni sólo quehacer del Otro—.


Pero para el cambio hemos de estar siempre preparados, desde el primer momento. La mejor preparación es la de los ratones. Si no nos atamos a lo externo, a las formas concretas, al queso con bolitas, suave, cremoso y tierno... sino que sabemos ir más allá, llegar al Queso. Si tenemos claro lo que queremos sabremos verlo en distintas manifestaciones, para eso hemos de ser desprendidos, flexibles. No nos tiene que importar estar siempre buscando otros caminos alternativos para buscar otros quesos.


Se me ocurre una traducción en salesiano de esto. No es una obra o una actividad concreta, una forma concreta lo que nos ha llamado o lo que hemos profesado, lo que hemos elegido, sino una misión que toma una forma u otra según las distintas vicisitudes sociales y eclesiales.


Ésta es la enseñanza que nos transmiten Fisgón y Escurridizo, por una parte roer hasta lo más profundo del Queso y por otra estar preparados para el cambio. Su flexibilidad frente a la ciega ilusión de los liliputienses que confiaron más en su arrogancia que en una realidad que se les echaba encima. No pudieron mirar más allá de su egoísmo y su afán de posesión de una felicidad superficial. Como los ratones hemos de ser capaces de tener siempre a mano las zapatillas de correr —los ratones siempre que no las llevaban puestas las ponían en su cuello, los liliputienses, al calor y seguridad que les transmitía vivir en el depósito Q las tenían olvidadas en un rincón que ya no utilizaban— y seguir buscando, continuar inquietos, activos.


Otra enseñanza que nos dan los roedores es la capacidad de estar maravillados y atentos a lo que nos acontece cada día, valorar la situación en todo momento. Conscientes como eran del valor del Queso, siempre estuvieron atentos a su evolución. En el momento que éste empezó a fallar, rápidamente cambiaron.


La aplicación a nuestro día a día de esta fabulilla está clara, ¡cuántas veces nos hemos fijado más en lo superficial en lugar de ir a lo más profundo que nos hace ver la realidad tal como es! Frente a nuestra arrogancia y a los halagos que tanto nos gustan y a veces muestra de lo inauténtico de nuestro carisma, nos recuerda Kolvenbach que la vida religiosa es “signo” para los hombres, no “modelo” que se exhibe. La expresión me parece significativa4, representa una nueva manera de comprender la “vida o estado de perfección” de la vida religiosa.


Todo esto nos permitirá afrontar más serenamente el futuro y el continuo cambio. Los ratones —desde su silenciosa y progresiva labor—, como Don Bosco, nos han dado una lección eminentemente preventiva.



Juan Antonio Pascual

Comunidad y liturgia

San Pablo, Madrid – 2001 - 176 págs.


Este libro está escrito desde “el coro y el seno de la comunidad”, en él el benedictino Juan Antonio Pascual expone sus reflexiones personales sobre estos dos temas nucleares de la vida religiosa: la dimensión comunitaria —Ortega decía que es la “cuarta dimensión de toda persona”— y la liturgia, sobre todo la Eucaristía y el Oficio Divino. El libro está claramente dividido en esas dos partes. En la primera sobre la comunidad religiosa se nos presenta un estudio desde diversos aspectos de esa realidad: social, sicológico, teologal... todo en clave de reflexión. Pasa a continuación a tratar diversos aspectos presentes en la comunidad: la Trinidad, la presencia del Espíritu Santo, la santificación y el discernimiento, el amor entre los hermanos y la presencia del pecado en los religiosos. Nos presenta una comunidad que se centra en el Cristo-Total —nos recuerda en algún momento textos agustinianos—. En la segunda parte sobre la liturgia parte de la relación complementaria del Bautismo y la Profesión religiosa, para detenerse después en los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, terminando con una valoración sobre la importancia de la Liturgia de las Horas. La parte litúrgica está muy en relación con el discurso que ha mantenido sobre la comunidad, siendo crítico con ciertas actitudes de los religiosos de hoy y proponiendo nuevos retos personales y pastorales. Concluye resaltando el fuerte vínculo entre comunidad y liturgia, una comunidad sin celebración es un mero equipo y la liturgia sin la adecuada comunidad no pasa de ritualismo rutinario (MG).


Bruno Secondin

El perfume de Betania. La vida consagrada como mística, profecía y terapia

San Pablo, Madrid – 1997 - 184 págs.


Esta magnífica obra del conocido autor sobre vida religiosa Bruno Secondin nos muestra múltiples claves para redescubrir la frescura de la Exhortación posinodal Vita Consecrata que el Papa nos regaló a los religiosos en la primavera de 1996. Comienza el libro con una primera parte en la que se nos narra en clave histórica y desde el Espíritu la compleja evolución del sínodo, sus conclusiones y el texto pontificio. Introducción muy acertada que nos ayuda a situar mucho mejor el texto y entender su alcance y hondura. Pasa después a ofrecernos múltiples claves de lecturas del texto dando un completo repaso a los principales temas de la vida consagrada. La redacción de Juan Pablo II no deja de ser rica y estar muy bien pensada y estructurada aunque muchos pensadores religiosos vean diferentes añadiduras o clarificaciones que se pudieran hacer —Secondin no sólo alaba el texto, también muestra sus puntos débiles—. El perfil teológico y eclesial, la perspectiva cristocéntrica, la identidad del consagrado, la misión, la vida que camina hacia la santidad —“vida transfigurada”—, el carácter profético de la vida religiosa, el testimonio escatológico... se describen ampliamente recuperando los textos más significativos del documento y comentando breve y atinadamente sus elementos fundamentales. Se completan estas claves con la insinuación de otras: la inspiración bíblica, perpectiva trinitaria o la pneumática, la antropológica y la femenina —no presenta así la clave iconográfica...—. Es un sencillo libro que nos ayudará a entender y leer entre líneas lo que la Iglesia pide a la Vida Consagrada de hoy y los elementos esenciales de una vida religiosa para nuestro mundo del siglo XXI (MG).



Judith A. Merkle

Un “toque” diferente. Los votos en la vida religiosa

Sal Terrae, Santander – 2001 - 320 págs.


La religiosa norteamericana Judith Merkle no defrauda con el título, ciertamente da una visión distinta de la vida religiosa y de los consejos evangélicos, con los que culmina el libro. A partir de unos pocos autores —cercanos a la teología de la liberación y otros movimientos similares— es capaz de formular un nuevo prisma desde el que se interpreta la vida religiosa. Parte de la aplicación de las leyes de la energía de la termodinámica y de las teorías evolucionistas, creando una cosmovisión de la vida religiosa en la que fácilmente nos situamos —a pesar de la complejidad de algunos textos iniciales para los no habituados al lenguaje científico—. Después estos presupuestos iniciales basados en la ganancia y en la pérdida de energía que correspondería a las cuestiones culturales que afectan a la sociedad en la que está inserta la comunidad religiosa, se pasa a los fundamentos teológicos. En esa parte se hace una interesante reflexión entre el terreno de la gracia y el de la libertad en el creyente y en el religioso, elementos que se integran en la búsqueda de la salvación en Jesucristo. La tercera parte es la fundamentación de los votos, una fundamentación que se hace a lo largo de toda la vida mediante la superación de conflictos psicológicos que afectan de lleno a los consejos evangélicos y a la voluntad de Dios. A continuación se hace un estudio histórico para situar la vida religiosa del hoy desde el cambio experimentado en el XIX con las congregaciones de votos simples y poco después con la aparición de los Institutos Seculares, signos del Espíritu que quiere que la vida religiosa sirva al mundo en el que vive. Y vuelve otra vez a los votos, esta vez se tratan de uno en uno con un mismo esquema en el que se desarrolla la anterior teoría evolutiva con una aplicación clara con una clara y fuerte resonancia que nos invita a vivir de una manera diferente, ése es el “toque” peculiar que aportamos los religiosos a la Iglesia y a la sociedad (MG).


1 P. M. SARMIENTO (ed) ¿Vosotros sois el cuerpo de Cristo?. Comunidades religiosas en el siglo XXI. Publ. Claretianas. Madrid. 2000.


Redacción del artículo: Equipo de ciudadredonda.org (Jesús Antonio Centeno, José Cristo Rey García y Gonzalo Fernández Sanz).



2 En Cooperador paulino nº 98, marzo abril 1999. Pags. 34-37.

3 Cf. Spencer Johnson (242001). ¿Quién se ha llevado mi Queso? Barcelona: Empresa activa. 35-36.

4 Cf. Peter Hans Kolvenbach entrevistado por Renzo Giacomelli (1991). Fieles a Dios y al hombre. Madrid: ediciones Paulinas. 158.