Pastoral Juvenil-Manual|Parte III




1. LA ORIGINALIDAD DE LA PARROQUIA SALESIANA


El celo apostólico de Don Bosco, siempre vivo en el corazón de los salesianos, y la renovación de la parroquia como presencia local de la Iglesia y de las necesidades pastorales de las comunidades cristianas locales, han llevado a la Congregación a abrirse ampliamente al ministerio parroquial. En las Constituciones, la parroquia está reconocida explícitamente entre las varias presencias en las que realizamos nuestra misión, «como respuesta a las necesidades pastorales de las Iglesias particulares, en zonas que ofrezcan adecuado campo de servicio a la juventud y a los ambientes populares» (R 15; Cf. C 42). El compromiso de los salesianos en el campo parroquial se manifiesta a través de las parroquias confiadas a la Congregación y las parroquias misioneras. Los salesianos, insertos en una iglesia particular, ofrecen así en las instituciones parroquiales, con su carisma, un aporte original y específico.


1.1 La parroquia, presencia de la Iglesia en una zona


El Concilio Vaticano II presenta a la Iglesia, pueblo de Dios, como:


  • signo e instrumento de comunión: convocada y reunida por iniciativa del Espíritu; unida por la fe en Jesucristo y por los sacramentos, participa del don de la vida trinitaria, en el amor y el servicio en la vida comunitaria;

  • servicio, fermento del Reino en la historia humana, es enviada al mundo para anunciar a Jesucristo como la salvación y hacerlo presente con las palabras y las obras, y

  • enriquecida con los dones del Espíritu: en cuanto que sus miembros, personas y grupos, están enriquecidos por el Espíritu Santo con vocaciones, carismas y ministerios diversos y complementarios, todos al servicio del crecimiento del Cuerpo de Cristo en la historia y para hacer realidad su misión en el mundo (Cf. CG24, 61-68).


La parroquia, expresión visible y concreta de esta Iglesia, aparece con algunas características:

- comunidad de fieles, animados por un solo Espíritu, capaz de unir todas las diferencias humanas que en ella se encuentran y de insertarlas en la universalidad de la Iglesia; comunidad de fieles que vive la diversidad abierta a diversos carismas, respetando las distintas fases y la variedad de los caminos en el crecimiento de la fe; que se expresa y se realiza de modo especial en la celebración de la Eucaristía dominical;

- en una diócesis: célula de la Iglesia particular, presidida por los presbíteros en nombre del obispo, en comunión con las demás parroquias;

- territorial: hace presente a la Iglesia en una zona concreta;

- con una misión global: acompaña a los fieles en la educación y crecimiento de su fe a lo largo de toda su vida;

- misionera: está abierta a la evangelización de los alejados y colabora en el anuncio del Evangelio «ad gentes», y

- apertura al teritorio: acoge a cada persona, por el solo hecho de que todas son criaturas de Dios a su imagen e hijos de Dios.


1.2 La parroquia confiada a los salesianos, presencia de la Iglesia en una zona, con el carisma salesiano


La Congregación con su carisma juvenil y popular aporta a la Iglesia local un estilo característico para animar y guiar una parroquia. Nuestras Constituciones, reglamentos y documentos del CG20 y CG21 concentran este aporte en algunos rasgos que distinguen la parroquia confiada a la Congregación:


- por la atención a los jóvenes, sobre todo a los más pobres. Esta opción preferencial está vinculada a actitudes más que a programas, como una opción y una dinámica presentes en todas las manifestaciones de la comunidad parroquial;

- ubicada en un ambiente popular como adecuado campo de servicio (R. 25; CG23, 141; 407);

- Está animada por una comunidad religiosa, comprometida en la construcción de la una comunidad cristiana cercana a las personas, acogedora, disponible, sujeto y ambiente del crecimiento humano y cristiano;

-con un estilo característico, expresado en un proyecto pastoral; evangeliza educando y educa evangelizando, según la propia espiritualidad y modalidad pedagógica, sintetizadas en el Sistema Preventivo, y así cuida la integración de evangelización y promoción humana;

-con un compromiso pastoral que considere el Oratorio y el Centro Juvenil como partes integrantes del proyecto pastoral;

-con el reforzamiento de una catequesis sistemática para todos;

-favoreciendo el desarrollo de la vocación de cada persona; y

- con la búsqueda misionera de los alejados, particularmente de los jóvenes más necesitados, en sus ambientes y lugares de encuentro (Cf. R 26).



2. LA PARROQUIA – COMUNIDAD

(LA CEP DE LA PARROQUIA SALESIANA)


La parroquia tiene como carácter específico el ser «porción» de la Iglesia universal en un territorio preciso: es el rostro de la Iglesia que la gente encuentra cerca de su propia casa, allí donde vive; es la comunidad de los fieles; por esto, «Cuando los salesianos son llamados por el obispo al ministerio pastoral de una zona [...], asumen, ante la Iglesia, el sublime compromiso de construir –en plena corresponsabilidad con los laicos– una comunidad de hermanos, reunidos en la caridad, mediante la Palabra, la celebración de la Cena del Señor y mediante el anuncio del mensaje de salvación» (CG20, 416).

Esta es también una de las características fundamentales de la Pastoral salesiana, la corresponsabilidad comunitaria y la construcción de la comunidad (Cf. C. 35; 44; 47).


2.1. Algunos criterios


  • Vivir la parroquia como comunidad de comunidades presupone un tejido de relaciones humanas auténticas e implicadoras; como una casa de encuentro y de diálogo, más que como una mera estructura de servicios religiosos.

  • Vivir la parroquia implica estar en comunión con Cristo; es el lugar en el cual es celebrada la fe, vivida y compartida.

  • Vivir la parroquia quiere decir estar en comunión con muchas personas sea en su interior como hacia el exterior.


Esto comporta:


- Realizar las diversas iniciativas, buscando siempre la comunión de las personas para construir el Reino;

- vivir esta comunión presentes en el mundo, como signo y fermento para la comunidad humana y de transformación del Reino;

- pensar su organización, promoviendo la corresponsabilidad de todos aquellos que han acogido la fe, al servicio de los cuales se colocan los ministerios; y

- vincularse con otras «agencias» sociales y educativas presentes en el lugar.


2.2 Elementos de esta opción comunitaria


  • La experiencia y el testimonio de vida fraterna de la comunidad religiosa salesiana, como signo significativo del Evangelio, es una fuerza extraordinaria para la construcción de la comunión parroquial.

  • La comunidad salesiana, en el núcleo animador de la comunidad cristiana parroquial, se empeña en construir, estimular, hacer visible la comunidad de los fieles en el anuncio de la Palabra, en la celebración de los sacramentos y en el servicio a la fraternidad. En este esfuerzo de animación de la comunidad cristiana es fundamental la formación de los laicos, hasta hacer de la parroquia un centro de formación cristiana de los laicos.

  • La articulación de la comunidad parroquial en grupos y pequeñas comunidades, en las cuales se de una mayor comunicación, un compromiso más intenso, una participación mas real, y una relación visible entre todos estos grupos y la comunidad. En este sentido, la parroquia salesiana promueve el asociacionismo eclesial, con una especial atención a la Familia Salesiana y al Movimiento Juvenil Salesiano.

  • Una programación y realización comunitaria de la misión por medio de:

  • un proyecto pastoral unitario y orgánico (proyecto parroquial);

  • elaborado, realizado y evaluado con la participación activa de todos, a través de los consejos y las asambleas parroquiales.


  • La apertura a todos y la inserción en el territorio para potenciar la comunión en la comunidad humana de la zona.


2.3 Responsabilidades y estructuras


2.3.1 Algunos criterios


  • Unidad orgánica de la pastoral parroquial

La parroquia acoge al pueblo de Dios con su variada riqueza de vocaciones, carismas y ministerios. Promueve el desarrollo y la comunión de todos ellos al servicio de la misión.

La parroquia salesiana enriquece esta comunión con la aportación del propio carisma. La Espiritualidad Juvenil Salesiana y el Sistema Preventivo de Don Bosco han de orientar y caracterizar la convergencia de los diversos carismas y servicios presentes en ella.


  • Comunidad corresponsable

Las estructuras han de facilitar y promover la participación corresponsable de todos los fieles en la misión común expresada en el proyecto pastoral.

Deben también potenciar la comunión operativa de todos y la convergencia y complementariedad de las personas, intervenciones y estructuras en torno a este proyecto pastoral compartido.


  • Unidad del proyecto salesiano en la zona y en la iglesia local

Cuando la parroquia salesiana está presente en la zona junto con otras obras salesianas (Oratorio–Centro Juvenil, escuela, residencia-internado, etc.), promueve con ellas una especial participación, colaboración y diálogo para llevar a cabo, todas unidas, una pastoral unitaria que desarrolle en la zona la única misión salesiana.


  • Apertura a la Iglesia local y a la Inspectoría

La parroquia salesiana vive su presencia y su acción pastoral en la Iglesia a partir del propio carisma. El servicio parroquial ayuda a los salesianos a experimentar con mayor intensidad la pertenencia y la conexión con la Iglesia local; y, al mismo tiempo, le ofrece una colaboración específica, enriquecida por la especificidad del carisma salesiano y de la predilección por los jóvenes.

Por eso, la parroquia salesiana tiene en cuenta las líneas pastorales de la diócesis y el PEPS de la inspectoría.


2.3.2 Principales responsabilidades y estructuras


a. «La parroquia salesiana tiene como responsable y animadora a la comunidad religiosa» (CG21, 138). La parroquia está confiada en primer lugar a la comunidad religiosa salesiana. Esta comunidad, pues, reconociendo la responsabilidad que el Código de Derecho Canónico confiere al párroco:


  • asume las orientaciones de la pastoral diocesana insertando en ellas la riqueza del propio carisma pastoral;

  • promueve la elaboración y la actuación del PEPS en la parroquia;

  • se hace responsable, en unión con el párroco, de la formación y animación espiritual de los fieles y de los laicos con misión pastoral; y

  • orienta a los miembros de la Familia Salesiana, en particular a los Cooperadores, a ser los primeros colaboradores del párroco.


b. El director de la comunidad salesiana tiene una responsabilidad específica, en cuanto primer responsable de las actividades apostólicas de la comunidad: cuida la unidad y la identidad salesiana de la comunidad y estimula la corresponsabilidad de los hermanos en la realización del proyecto pastoral parroquial (Cf. R 29). Por eso, es miembro del Consejo Pastoral de la parroquia.


c. El párroco, como responsable inmediato de la misión parroquial confiada por el obispo a la Congregación Salesiana. Ante la comunidad cristiana representa al obispo, pero también a la Congregación Salesiana.

  • Cuida de la formación de la comunidad parroquial, la preside y tiene sobre ella la directa responsabilidad; y

  • En comunión con el director y con la comunidad salesiana, promueve en el proyecto pastoral de la parroquia las características salesianas.



d. El Consejo Pastoral, como signo expresivo de la comunión y participación en la parroquia, asume, de acuerdo con las funciones prescritas por el Código de Derecho Canónico y por las orientaciones de la Iglesia local, la función que el CG24 asigna al Consejo de la CEP o de la obra (CG24, 160.171).


e. Las diversas comisiones y consultas que animan según el PEPS parroquial las diversas áreas de actividad. Entre estas tiene una especial importancia la comisión o equipo animador de la Pastoral Juvenil, coordinado normalmente por el vicario de la parroquia, o por un salesiano/laico, director del Oratorio–Centro Juvenil (CG20, 432).


f. La asamblea parroquial, expresión del sentido y corresponsabilidad de comunidad cristiana y de corresponsabilidad y expresión de la realización de la CEP en la parroquia.



3. LA PROPUESTA EDUCATIVO–PASTORAL DE LA PARROQUIA SALESIANA


3.1 La parroquia salesiana: centro de evangelización y de educación en la fe


Desarrollar una pastoral de evangelización quiere decir contribuir «a la difusión del Evangelio y a la promoción del pueblo» (C 42), sin contentarse con la simple acogida de las personas y de la celebración de los sacramentos, haciendo de ella un centro irradiante del Evangelio.


3.1.1 Su significado


En el esfuerzo de evangelizar una zona, la parroquia salesiana asume un criterio y se inspira en una opción fundamental: la fusión existencial entre evangelización, promoción y educación; anuncia el Evangelio y presenta la persona de Jesús en relación íntima con la persona y los problemas humanos, y como elemento de transformación y cambio de las situaciones menos humanas, mirando siempre a la plenitud del hombre en Dios. La parroquia salesiana cumple esta opción fundamental según el estilo y el espíritu de nuestro Proyecto Educativo Pastoral (CG21, 140) que «es una rica síntesis de contenido y métodos; de procesos de promoción humana y, al mismo tiempo, de anuncio evangélico y de profundización de la vida cristiana» (CG21, 80), que se convierte en el instrumento operativo de la parroquia.



3.1.2 Rasgos que dan calidad a la evangelización de la parroquia salesiana


  • Favorece el proceso de humanización y de promoción de las personas y del ambiente.


- Comparte las preocupaciones y las aspiraciones del pueblo e ilumina cristianamente los asuntos temporales y la vida cotidiana de la comunidad y del barrio;

- establece un estrecho diálogo y colaboración con las realidades e instituciones educativas presentas en la zona; y

- promueve la formación cristiana de la conciencia, y desarrolla en la comunidad cristiana una actitud de solidaridad y de compromiso frente a las situaciones de pobreza y marginación.


  • Ofrece una propuesta de evangelización, dirigida sobre todo a los alejados, y de catequesis:


- continuada y sistemática, con un itinerario de educación en la fe según los diversos niveles, pero cuidando especialmente la catequesis de los jóvenes y de los adultos (Cf. CG23, 116-157);

- encarnada, que cuida de iluminar iluminando con el Evangelio las diversas situaciones de la vida: profesión, familia, vida social, política…); y que

- inicia a las familias en la educación cristiana de los hijos, a partir de la catequesis bautismal.


  • Promueve una vida litúrgica y sacramental que abra y profundice el encuentro personal y comunitario con Jesucristo:


- Cuida un proceso de educación para la oración y la celebración cristianas;

- poniendo especial atención en los elementos que favorecen una verdadera experiencia de Dios;

- centrada en la Eucaristía y en la reconciliación;

- favoreciendo la participación plena de los fieles; y

- asumiendo la vida de la comunidad humana y la sensibilidad juvenil.


  • Evidencia los valores de la Espiritualidad Salesiana resaltando su dimensión seglar y juvenil (CG23, 158-161; CG24, 89-100).


  • Cuida la orientación vocacional de los fieles, especialmente de los jóvenes.

- orientando y acompañando el desarrollo de la vida cristiana, con especial atención en la formación de las familias y padres para que sean educadores de los hijos;

- presentando todos las diversas vocaciones en la Iglesia, con una referencia particular a la vocación salesiana;

- acompañando con especial cuidado a los animadores y responsables de las asociaciones y movimientos, a los jóvenes mayores y a los novios… en el camino de maduración de su vocación;

- haciendo la propuesta vocacional específica a los jóvenes más disponibles para la vida religiosa y sacerdotal y de ministerio laico, y

- ofreciendo una propuesta concreta de adhesión a uno de los grupos de la Familia Salesiana (CG24,124).


  • Promueve la formación de la comunidad cristiana por medio de:

- una propuesta asociativa a todos los fieles, especialmente a los jóvenes;

- la pluralidad de ofertas,

- facilitar su protagonismo, y

- la calidad de la vida del grupo y la apertura a la zona.


3.2 La parroquia salesiana: una opción prioritaria por los jóvenes


La parroquia expresa la totalidad del pueblo de Dios que vive en una zona. La parroquia salesiana, teniendo presente a todas las personas que de ella dependen para su crecimiento humano y cristiano, opta con prioridad por los jóvenes, especialmente por los más pobres.


3.2.1 Su significado


La preferencia por los jóvenes es, ante todo, una óptica o una perspectiva que interesa a toda la comunidad parroquial y a su pastoral, que se expresa después en diversas iniciativas sectoriales:


  • Una pastoral que elige la línea educativa, atendiendo en todas sus actividades y programas la maduración integral de las personas.

  • Una pastoral que promueve una actitud de atención, cercanía e interpelación con el mundo de los jóvenes.

  • Una pastoral que abre espacios a la participación activa de los jóvenes y favorece el encuentro y el diálogo de ellos con los adultos.



3.2.2 Perspectivas


  • Desarrollar en la comunidad cristiana parroquial una atención especial por el mundo de los jóvenes, una actitud positiva y de interés y un mejor conocimiento de sus concretos problemas vitales.

  • Hacer de la parroquia un lugar de encuentro y de diálogo entre las generaciones y un punto de referencia para la demanda religiosa y para la búsqueda de sentido.

  • Ofrecer a los jóvenes una propuesta de educación en la fe verdaderamente misionera:

  • que privilegia a los más pobres y alejados,

  • adecuada al paso de cada joven,

  • realizada en comunidad, y

  • orientada al descubrimiento de la propia vocación y de la madurez cristiana (Cf. CG23, 102-111).


3.2.3 Líneas de intervención


¿Qué recursos movilizar en una parroquia salesiana para aproximarse a estos objetivos? ¿Hacia qué dirección orientar los esfuerzos? ¿Qué elementos promover y desarrollar?


  • Una comunidad salesiana con vocación juvenil: la parroquia salesiana no es un retirarse del mundo juvenil, sino que es otra forma de estar entre los jóvenes. Vivir esto supone en los salesianos de la comunidad parroquial:

  • presencia positiva y cordial en el mundo juvenil;

  • profundización sistemática y preocupación pastoral de la realidad juvenil; y

  • la voluntad y capacidad de acoger y dialogar en encuentros ocasionales y sistemáticos.


  • Una comunidad parroquial con capacidad de abrirse a los jóvenes y de educarlos.


Esto implica:

- favorecer un clima de alegría y de optimismo;

- impulsar una sistemática formación cristiana de los adultos para que puedan ser modelos de referencia para los jóvenes;

- ofrecer espacios, momentos e iniciativas de encuentro y de diálogo entre jóvenes y adultos;

- tener una atención especial hacia los jóvenes adultos y promover su formación y corresponsabilidad en la vida parroquial; y

- motivar, sostener y capacitar para la misión educativa a los padres y otros educadores de la comunidad.


  • Un ambiente juvenil de educación y de evangelización en el Oratorio–Centro Juvenil:


- como lugar de acogida con un programa formativo concreto;

- como lugar de irradiación de la zona con iniciativas misioneras de búsqueda, encuentro y diálogo con los alejados; y

- articulado orgánicamente con la pastoral parroquial.


  • Grupos y movimientos eclesiales y comunidades juveniles, ofreciendo, sobre todo el Movimiento Juvenil Salesiano :


- pluralidad de propuestas dentro del PEPS;

- preocupación formativa y evangelizadora; y

- atención especifica a los animadores.


  • Apertura a la zona y a sus diversas propuestas de educación y evangelización (escuelas, grandes convocatorias juveniles, proyectos sociales, etc.) y a los nuevos espacios de socialización juvenil, colaborando con otras instituciones educativas y sociales.





SUGERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS PARA PROFUNDIZAR



P. Scabini, Parrocchia, in Dizionario di Pastorale Giovanile, o.c., pp. 654-667.

E. Viganó, La Parrocchia Salesiana come collaborazione alla pastorale della Chiesa particolare con la ricchezza di una vocazione specifica, in La Parrocchia Salesiana come collaborazione alla pastorale della Chiesa particolare con la ricchezza di una vocazione specifica. Atti Convegno dei Parroci (Roma-Pisana, 14-18 ottobre, 1991; Como-Salesianum, 20-24 ottobre 1991), Roma, 1992, pp. 119-296.

J.E. VECCHI, Ambientes para la Pastoral Juvenil. Lugares de ayer y de hoy en la evangelización de los jóvenes. CCS, Madrid, 1991, pp. 97-137

DELEGACIÓN NACIONAL SALESIANA DE PASTORAL JUVENIL, La propuesta educativo-pastoral de las parroquias confiadas a los salesianos, Madrid, 1992.


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