de Sales|Lecturas

24 de enero

SAN FRANCISCO DE SALES

Obispo y doctor de la Iglesia.

Titular y patrono de la Sociedad de san Francisco de Sales

Fiesta

Francisco de Sales nació en Saboya (Francia) el 21 de agosto de 1567. Una vez ordenado obispo de Ginebra (1602), se esforzó por recuperar para la fe católica a la población de Chablais, que había abrazado la Reforma protestante. Con su incansable actividad educó al pueblo cristiano, esforzándose por hacer ver que los caminos de la espiritualidad son posibles en cualquier estado de vida. Se entregó en cuerpo y alma a su misión de pastor, haciéndose sencillo con los sencillos, discutiendo de teología con los protestantes e iniciando en la «vida devota» a las almas deseosas de servir a Cristo, mostrándoles los secretos del amor de Dios, poniendo la vida espiritual al alcance de los seglares y haciendo amable la devoción. Intuyó la importancia de la prensa y promocionó la cultura, tratando a todos con bondad y amabilidad, d, con dulzura y sabiduría.

Murió en Lyón el 28 de diciembre de 1622. Incluido en el número de los santos en el año 1655, en 1877 Pío IX lo proclamó doctor de la Iglesia. Atraído por su caridad apostólica y por su dulzura y paciencia evangélica, san Juan Bosco lo adoptó como modelo y protector de su misión entre los jóvenes. Con ocasión del cuarto centenario de su nacimiento, celebrado en 1967, Pablo VI lo reconoció como doctor divini amoris.

Del Común de pastores o de doctores de la Iglesia. Donde se celebra con el grado de solemnidad, las 1 Vísperas pueden tomarse, parcial o totalmente, de las Vísperas de la fiesta.

Invitatorio

Ant. Venid, adoremos a Cristo, Pastor supremo.

O bien:

Ant. En la fiesta de san Francisco de Sales, cantemos a Cristo Señor, fuente de toda sabiduría.

El salmo invitatorio, como en el Ordinario: pág. 13.

Oficio de lectura

HIMNO

¿Dónde estará Francisco, dónde se podrá comprobar su compostura? Vino del torbellino, del discurso de los cuchillos y las piedras duras. (En la puerta no hay llave, y puede ser cómplice el ojo de la cerradura.)

Miradlo reposar en el pupitre, como el poso del agua más profunda. Sobre el papel vuela su mano sorprendiendo al silencio y la blancura.

(Vida Devota o Filotea,

Teótimo destilan de su pluma.) Ni el pie, ni el gesto o la mirada

se vuelven a la luz que ahora lo inunda.

Un ejército manso de leones le traen su poder y se acurrucan mansamente a su lado. Irá Francisco nuevamente a los hombres, y las furias de los labios hostiles y los fuegos de las miradas torvas que lo injurian volverán al sosiego. Nuevos ojos se nutrirán con gozo en la lectura devota, y en la Iglesia será fábula ejemplar el poder de su dulzura. Amén.

O bien otro himno o canto apropiado, aprobado por la autoridad eclesiástica.

Ant. 1. Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.

Los salmos y el cántico, como en el Común de santos varones: pág. 467.

Ant. 2. Cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria que no se marchita.

Ant. 3. Empleado bueno y fiel, pasa al banquete de tu Señor.

Y. Escucharás una palabra de mi boca. R. Y les darás la alarma de mi parte.

PRIMERA LECTURA

De la carta del apóstol san Pablo

a los Efesios4,1-7.11-18a.20-24

Mantener la unidad del Espíritu
con el vínculo de la paz

Así pues, yo, el prisionero por el Señor, os exhorto a proceder como pide vuestra vocación: con toda humildad y modestia, con paciencia, soportándoos unos a otros con amor, esforzándoos por mantener la unidad del espíritu con el vínculo de la paz. Uno es el cuerpo, uno el Espíritu, como es una la esperanza a que habéis sido llamados, uno el Señor, una la fe, uno el bautismo, uno Dios, Padre de todos, que está sobre todos, entre todos, en todos. Cada uno de nosotros recibió la gracia a la medida del don de Jesucristo.

El nombró a unos apóstoles, a otros profetas, evangelistas, pastores y maestros, para la formación de los consagrados en la tarea encomendada, para construir el cuerpo de Jesucristo; hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, y seamos hombres cabales y alcancemos la edad de una madurez cristiana. Así no seremos niños, juguete de las olas, zarandeados por cualquier ventolera de doctrina, por el engaño de la astucia humana, por los trucos del error. Al revés, con la sinceridad del amor, crezcamos hasta alcanzar del todo al que es la cabeza, a Jesucristo.

Gracias a él, el cuerpo entero, trabado y unido por la prestación de las junturas y por el ejercicio propio de la función de cada miembro, va creciendo y construyéndose con el amor. Así pues, en nombre del Señor os digo y recomiendo que no procedáis como los paganos: con sus vanas ideas, con la razón oscurecida, alejados de la vida de Dios, por su ignorancia y dureza de corazón. Vosotros, en cambio, no es eso lo que habéis aprendido de Jesucristo; si es que habéis oído hablar de él y habéis aprendido la verdad de Jesús. Vosotros despojaos de la conducta pasada, de la vieja humanidad que se corrompe con deseos falaces; renovaos en espíritu y en mentalidad; revestíos de la nueva humanidad, creada a imagen de Dios con justicia y santidad auténticas.

RESPONSORIOCol 3,12.15.14

R. En vista de eso, como elegidos de Dios, consagrados y predilectos, vestíos de ternura entrañable, de agrado, humildad, sencillez. * La paz de Jesucristo tenga la última palabra; a esta paz os han llamado como miembros de un mismo cuerpo.

V. Y, por encima, ceñíos el amor mutuo, que es el cinturón perfecto. * La paz.

SEGUNDA LECTURA

Del Tratado del Arnor de Dios, de san Francisco de Sales, obispo

(Libro 5, cap. 1, pássim)

El amor de Dios

El amor no es otra cosa que un moverse y fluir del corazón hacia el bien por impulso de la complacencia que en él se goza; la complacencia es, por tanto, el principal

motivo del amor, así como el amor es el principal movimiento de la complacencia.

Cuando logramos que el entendimiento considere la grandeza de los bienes que existen en el divino objeto, es imposible que nuestra voluntad no se sienta complacida en él; entonces usamos de nuestra libertad y del dominio que tenemos sobre nosotros mismos, e inducimos al corazón a robustecer y afianzar su complacencia inicial con actos de aprobación y alegría. Es Dios de nuestro corazón mediante la complacencia, en cuanto que por su medio el corazón lo abraza y hace suyo; es nuestra herencia, en cuanto que por ese acto gozamos de los bienes que existen en Dios y, como de hijuela propia, sacamos de él todo placer y contento. Por tal complacencia comemos y bebemos espiritualmente las perfecciones de la Divinidad, porque nos adueñamos de ellas y las introducimos en nosotros.

¡Qué alegría sentiremos en el cielo, Teótimo, cuando veamos al Amado de nuestro corazón como un mar infinito cuyas aguas únicamente se componen de perfección y bondad! Entonces, cual ciervos que, sañudamente perseguidos, llegan sedientos a la clara corriente de un manantial y experimentan el frescor de sus aguas (cf. Sal 42,2), nuestros corazones, llegados a la fuente viva de la Divinidad (cf. Sal 42,3), después de tantos suspiros y afanes adquirirán, por la complacencia, todas las perfecciones de su Amado, y probarán goce pleno en el placer de la visión saturándose de venturas inmortales. De esta suerte el Esposo entrará en nosotros para comunicar su alegría sin fin a nuestra alma, pues, como dice él mismo (cf. Jn 14,23), si guardamos la santa ley de su amor, hará en nosotros su morada.

El amor que el apóstol san Pablo sentía por la vida, pasión y muerte de Nuestro Señor era tan grande, que atrajo la vida, pasión y muerte del divino Salvador al pecho de su amante siervo, cuya voluntad se llenó de afectos, cuya memoria se explayó en meditaciones y cuyo entendimiento se nutrió de contemplaciones.

RESPONSORIOEf 4,32-5,1; Mt 11,29

R. Unos con otros sed agradables y de buen corazón, perdonándoos mutuamente como Dios os perdonó. * Como hijos queridos de Dios, procurad pareceres a él y vivid en mutuo amor.

Y. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy sencillo y humilde. * Como hijos.

O bien:

SEGUNDA LECTURA

De la Introducción a la Vida Devota, de san Francisco de Sales, obispo.

(Ed. R. Balboni, Milano, 1989. V. I, pdssim)

La devoción se ha de practicar de diversas maneras

En la misma creación, Dios mandó que las plantas fructificaran según su propia especie; mandó también a los cristianos, que son como las plantas de su Iglesia viva, que cada uno diera frutos de devoción conforme a su categoría, estado y vocación.

La devoción se ha de ejercitar de diversas maneras, según que se trate de un noble o de un obrero, de un criado o de un príncipe, de una viuda, de una soltera o de una mujer casada. Más aún, la devoción se ha de practicar de modo acomodado a las fuerzas, deberes y ocupaciones de cada uno.

Dime, Filotea, si sería lógico que los obispos quisieran vivir en soledad, al modo de los cartujos; que los casados no se preocuparan de aumentar su hacienda más que los religiosos capuchinos; que un obrero se pasara el día en la iglesia, como un religioso; o que, al contrario, un religioso estuviera absorbido, a la manera de un obispo, por cuanto atañe a las necesidades del prójimo. Una devoción así, ¿no sería por ventura ridícula, desordenada e inadmisible?

Y, con todo, tan absurda equivocación es muy frecuente. No ha de ser así. Si la devoción es auténtica y sincera, no destruye nada, antes bien todo lo perfecciona y completa, y, si alguna vez resulta verdaderamente contraria a la vocación o estado de alguien, es porque se trata de una devoción falsa.

La abeja saca miel de las flores sin dañarlas ni destruirlas y las deja íntegras, incontaminadas y frescas como las ha encontrado. Lo mismo, y mejor aún, hace la verdadera devoción: no destruye ninguna clase de vocación o de ocupaciones, sino que todas las adorna y embellece. Esta devoción hace que sea mucho más apacible el cuidado de la familia, que el amor recíproco de marido y mujer sea más sincero, que la sumisión debida a los gobernantes sea más leal, y que todas las ocupaciones, sean las que sean, resulten más llevaderas y se hagan con más perfección.

Es, por tanto, un error, por no decir herejía, el pretender excluir la devoción de los regimientos militares, del taller de los obreros, del palacio de los príncipes, de los hogares y familias; hay que admitir, amadísima Filotea, que la devoción puramente contemplativa, monástica y religiosa no puede ser ejercida en estos oficios y estados; pero, además de ese triple género de devoción, existen también otros muchos y muy acomodados a las diversas situaciones de la vida seglar.

En una palabra, sea cual fuere la situación en que nos hallemos, podemos y debemos aspirar a la vida de perfección.

RESPONSORIORom 12,2; Ef 4,23-24

R. Y no os amoldéis al mundo este, sino idos transformando con la nueva mentalidad, para ser vosotros capaces de distinguir lo que es voluntad de Dios. * Para que sepáis discernir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Y. Cambiad vuestra actitud mental y revestíos de ese hombre nuevo creado a imagen de Dios. * Para que sepáis discernir.

1-lnynvo Te Deum: pág. 15. La oración, como en Laudes.

Laudes

HIMNO

Decid qué se puede hacer con una brizna de nada, con esta gota de miel. Decid, ¿qué se puede hacer?

Su voluntad decidida

acabó en mano artesana

para cincelar la imagen

del hombre más duce y mansa.

Arrodilló el gesto altivo

y destiló las palabras

a medida que fue en él

señoreando la gracia,

hasta hacerlo siervo fiel.

Decid qué se puede hacer con una brizna de nada, con esta gota de miel. Decid, ¿qué se puede hacer?

La tierra regó de acerbo vinagre la intolerancia con tormentos para el cuerpo y fatigas para el alma. Pero en su boca fervientes abejas elaboraban —gubia, martillo y cincel—

destilaciones de gracia y negaciones de hiel.

Decid qué se puede hacer

con una brizna de nada,

con esta gota de miel.

Decid, ¿qué se puede hacer? Amén.

O bien otro himno o canto apropiado, aprobado por !a autoridad eclesiástica.

Ant. 1. El Señor lo llenó de su Espíritu de sabiduría e inteligencia.

Los salmos y el cántico, del domingo de la semana I: pág. 27.

Ant. 2. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ant. 3. El Señor le dio la sabiduría de los santos.

LECTURA BREVE1 Cor 2,1.4-6a.7.9-10a

Cuando llegué a vosotros, hermanos, para anunciaros el misterio de Dios no me presenté con gran elocuencia y sabiduría. Mi mensaje y proclamación no se apoyaban en palabras sabias y persuasivas, sino en la demostración del poder del Espíritu, de modo que vuestra fe no se fundase en la sabiduría humana, sino en el poder divino. A los maduros en la fe les proponemos una sabiduría. Proponemos la sabiduría de Dios, misteriosa y secreta, la que El preparó desde antiguo para nuestra gloria. Ningún príncipe de este mundo la conoció: porque de haberla conocido, no habrían crucificado al Señor de la gloria.

Pero, como está escrito: Ningún ojo vio, ni oído oyó, ni mente humana concibió, lo que Dios preparó para quienes lo aman. A nosotros nos lo ha revelado Dios por medio del Espíritu.

RESPONSORIO BREVE

R. Tu Iglesia, Señor, * Canta la sabiduría de los santos. Tu Iglesia.

Y. La asamblea proclama su alabanza. * Canta la sabiduría de los santos. Gloria al Padre. Tu Iglesia.

Benedictus, ant. Los santos brillarán con esplendor de cielo, y los que enseñan la justicia a las multitudes serán como estrellas por toda la eternidad.

PRECES

Demos gracias a Dios Padre, origen y modelo de toda santidad, y digámosle con corazón filial: Aumenta, Señor, en nosotros tu amor.

En san Francisco de Sales nos diste una imagen viva de tu Hijo Jesucristo, manso y humilde corazón,

  • haz que también nosotros seamos signos y portadores de tu bondad.

Hiciste de san Francisco un modelo de apóstol infatigable de tu Evangelio,

  • haz que acojamos con fe y anunciemos sin miedo tu palabra de vida.

Al santo Doctor le diste el gusto de la belleza y bondad de tu creación,

  • guía nuestra mirada para discernir el bien en las múltiples situaciones de la vida.

Dotaste a nuestro santo Patrono de inteligente capacidad para el diálogo,

  • concédenos la gracia de acoger y comprender a todas las personas.

Te dignaste hacer de san Francisco de Sales un maestro insigne en el arte de la dirección espiritual,

  • ayúdanos a guiar a los jóvenes por el camino de la santidad.

Padre nuestro.

Oración

Dios grande y misericordioso, que suscitaste en la Iglesia a san Francisco de Sales, pastor celoso y maestro amable: concédenos poder trabajar asiduamente en la misión juvenil con el mismo espíritu apostólico. Por nuestro Señor Jesucristo...

Hora intermedia

Se dice el himno que corresponde a la hora de la celebración. Los salmos, de la feria correspondiente.

Tercia

Ant. Padre, como tú me enviaste al mundo, así también los envío yo al mundo.

LECTURA BREVEC013,16-17

La palabra de Cristo habite entre vosotros con toda su riqueza; enseñaos y animaos unos a otros con toda sabiduría. Con corazón agradecido cantad a Dios salmos, himnos y cantos inspirados. Todo lo que hagáis, de palabra o de obra, hacedlo invocando al Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Y. El Señor hizo con él una alianza eterna.

R. Y lo constituyó sacerdote en medio de su pueblo. Sexta

Ant. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado.

LECTURA BREVEEf 5,1-2

Como hijos queridos de Dios, traten de imitarlo. Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo que los amó hasta entregarse por ustedes a Dios como ofrenda y sacrificio de aroma agradable.

Y. En la generosidad de su amor. R. Dios lo llenó de sabiduría.

Nona

Ant. Nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros, campo de Dios, edificio de Dios.

LECTURA BREVE1Tes 5,14-16

Esto os recomendamos, hermanos: a los perezosos amonestadlos, a los deprimidos animados, a los débiles socorredlos, con todos sed pacientes. Cuidado, que nadie devuelva mal por mal; buscad siempre el bien entre vosotros y para todos. Estad siempre alegres.

V. El Señor eligió a su siervo.

R. Como guía y maestro de su pueblo.

La oración, como en Laudes.

Vísperas

HIMNO, como en Laudes.

O bien otro himno o canto apropiado, aprobado por la autoridad eclesiástica.

Ant. 1. Yo mismo apacentaré a mis ovejas; buscaré a las perdidas y haré volver a las descarriadas.

Los salmos y el cántico, como en el Común de santos varones: pág. 477.

Ant. 2. Como sol radiante brilla Francisco en la casa del Señor. Aleluya.

Ant. 3. Se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo.

LECTURA BREVE1Tes 2,6-8.11-12

Tampoco hemos pretendido honores humanos, ni de vosotros ni de otros, aunque podíamos, como apóstoles de Cristo, seros gravosos. Al contrario, nos portamos con vosotros con toda bondad, como una madre que acaricia a sus criaturas. Sabéis que tratamos a cada uno como un

padre a su hijo, exhortándoos, animándoos, urgiéndoos a llevar una vida digna de Dios, que os llamó a su reino y gloria.

RESPONSORIO BREVE

R. Verdadero amigo de tus hermanos, * Ora por tu pueblo. Verdadero.

V. Entregaste la vida por tus hermanos. * Ora por tu pueblo. Gloria al Padre. Verdadero.

Magníficat, ant. Obispo Francisco, horno de caridad, a quien Dios hizo padre de una multitud, guíanos hacia el gozo de la vida eterna. Aleluya.

PRECES

Elevemos con filial confianza nuestra oración a Dios Padre, que en Cristo Jesús formó el pueblo de la nueva Alianza, y digámosle:

Santifica, Señor, a tu Iglesia.

Suscitaste en san Francisco de Sales un pastor celoso y prudente,

  • asiste a los obispos, presbíteros y diáconos en su ministerio pastoral.

Encendiste en su corazón una pasión ardiente por la unidad de la Iglesia,

  • haz que las comunidades cristianas avancen por el camino del diálogo ecuménico.

Le diste un espíritu abierto a los ideales humanísticos,

  • ayuda a los escritores y periodistas a ser sabios educadores del pueblo.

Hiciste de nuestro santo Patrono un fundador y un sabio maestro de vida espiritual,

bendice a nuestras hermanas salesas y a todos los miembros de la Familia Salesiana.

Acogiste en tu gloria al santo obispo Francisco de Sales,

ten misericordia, por su intercesión, de todos los fieles difuntos.

Padre nuestro.

La oración, como en Laudes.

Completas

Antífonas y salmos, de la feria correspondiente. Donde se celebra con el grado de solemnidad, Completas del domingo.