Rua|Eucaristía (es)

29 de octubre

Beato MIGUEL RÚA

Presbítero

Miguel Rúa, nacido el año 1837, llegó al oratorio de Valdocco en 1852. Dos años más tarde, estaba entre los primeros a los que san Juan Bosco propuso formar la Sociedad Salesiana. Ordenado sacerdote, siguió siempre al lado del Santo y fue su vicario desde 1865, tanto que, a petición explícita del Fundador, en 1884 León XIII lo nombraba para sucederle, y en 1888 lo confirmaría como Rector Mayor.

Miguel Rúa, considerado la Regla viviente por su puntual fidelidad, demostró tener una paternidad llena de delicadezas, hasta el punto de ser definido « soberano de la bondad ». Con su acción prudente y previsora, a veces incluso atrevida en campo social, dotó de gimnasios y círculos sociales a los oratorios; se adelantó a las leyes del Estado dando a las escuelas profesionales programas adecuados; puso, al lado de los estudios clásicos, los técnicos y comerciales; fundó internados. Al aumentar el número de salesianos y desarrollarse las obras, abrió a sus religiosos el mundo entero, interesándose particularmente por las expediciones misioneras. En sus largos viajes, emprendidos para visitar las obras salesianas de Europa y Oriente Medio, animaba y alentaba apelando siempre al Fundador: « Don Bosco decía... Don Bosco hacía, Don Bosco quería... ».

Murió el 6 de abril de 1910; Pablo VI lo beatificó el 29 de octubre de 1972, y afirmó en aquella ocasión: « La familia salesiana tuvo en san Juan Bosco su origen; en el beato Miguel Rúa, su continuidad... Hizo del ejemplo del Santo una escuela, de su Regla un espíritu, de su santidad un modelo... El beato Miguel Rúa inauguró una tradición ».


Los textos eucológicos son una invitación a celebrar la admirable iniciativa del amor del Padre, que en el beato Miguel Rúa ofrece al pueblo de Dios otro signo elocuente y eficaz para que el hombre recobre la santidad primera que de él había recibido. El secreto está en una vida consagrada plenamente a Cristo por el reino de los cielos (cf. pref ). Lo sabe la asamblea. En consecuencia, pide crecer en santidad por la escucha de la Palabra y la participación en la mesa del Cuerpo y Sangre del Hijo (cf. ofr. y posc. ). Una santidad que, para quien está llamado « a educar a la juventud » (col.), halla en el beato Miguel Rúa una concreción específica que invita a ser « vigilantes en la prudencia, ricos en obras de caridad y disponibles en

ANTÍFONA DE ENTRADAMal 2, 6a.c

Una doctrina auténtica llevaba en su boca; con paz y rectitud andaba conmigo, y apartaba a muchos de la culpa.

ORACIÓN COLECTA

Dios Padre omnipotente,

el beato Miguel Rúa, sacerdote,

heredero espiritual de san Juan Bosco, ayudó con su ministerio a los jóvenes

a descubrir tu imagen grabada en su alma: concédenos también a nosotros, llamados a educar a la juventud,

dar a conocer el verdadero rostro de Cristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo...

ORACIÓN DE LOS FIELES: págs. 247-248. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que los dones que te presentamos, Padre,

sean expresión del ofrecimiento espiritual de nosotros mismos: y, convertidos en Cuerpo y Sangre de tu Hijo, realicen nuestra santificación.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

Significado de la vida de consagración exclusiva a Dios

C . El Señor esté con vosotros.

R Y con tu espíritu.

C. Levantemos el corazón.

R Lo tenemos levantado hacia el Señor.

C. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario

que te alaben, Señor,

tus criaturas del cielo y de la tierra, y, al recordar a los santos

que por el reino de los cielos se consagraron a Cristo, celebremos la grandeza de tus designios.

En ellos recobra el hombre

la santidad primera que de ti había recibido, y gusta ya en la tierra

los dones reservados para el cielo.

Por eso,

con todos los ángeles y santos,

te alabamos proclamando sin cesar:

Santo, Santo, Santo...

ANTIFONA DE COMUNIÓNcf. Jn 15, 10

Si guardáis mis mandamientos

-dice el Señor-, permaneceréis en mi amor,

lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, Dios nuestro,

que nos has alimentado en tu mesa

al celebrar la memoria del beato Miguel Rúa;

a ejemplo suyo haznos vigilantes en la prudencia, ricos en obras de caridad

y disponibles en el servicio a los pequeños y pobres, para manifestar en la vida

el misterio de tu amor de Padre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Llamados por Cristo a ser sal de la tierra y luz del mundo, oremos con fe a Dios, nuestro Padre.

W Protege, Señor, a tus hijos.

1. Por la santa Iglesia: para que se renueve continuamente mediante la santidad de sus hijos, roguemos al Señor.

2. Por la sociedad de nuestro tiempo: para que nadie se deje arrastrar por la tentación del ateísmo, del consumismo y del hedonismo, sino que todos trabajemos en construir la vida cotidiana sobre los valores del Evangelio, roguemos al Señor.

3. Por los que, en la familia salesiana, prestan el servicio de la autoridad: para que sean intérpretes fieles del carisma de san Juan Bosco, roguemos al Señor.

4. Por los jóvenes: para que con la asistencia fraterna de sus educadores crezcan en edad, sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres, roguemos al Señor.

5. Por cuantos celebramos esta eucaristía: para que, mientras esperamos la venida del Reino, sepamos leer los signos de los tiempos para encontrar al Señor en cada uno de los hermanos, roguemos al Señor.

6. Otras intenciones.

Escucha, Padre, la oración de esta familia: que tu gracia nos ayude a caminar de acuerdo con la vocación recibida y a dar frutos de buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.

* * *

Al celebrar la memoria litúrgica del beato Miguel Rúa, oremos a Dios Padre, pidiendo para nosotros y para todos los bautizados la fidelidad al Evangelio.

9- Renueva, Padre, nuestro corazón.

1. Por la Iglesia: para que florezca la santidad en sus hijos y el ejemplo de los santos sea estímulo eficaz de conversión y renovación, roguemos al Señor.

2. Por toda la humanidad: para que, respondiendo al proyecto de la creación, colabore en el crecimiento humano de todas las culturas y desarrolle los recursos de la naturaleza, a fin de lograr la promoción completa de cada persona, roguemos al Señor.

3. Por la familia salesiana: para que, fiel a san Juan Bosco, cumpla su misión entre los jóvenes pobres y abandonados, roguemos al Señor.

4. Por los jóvenes: para que acojan con generosidad el mensaje evangélico y lo vivan en opciones concretas de vida cristiana, roguemos al Señor.

5. Por cuantos participamos en esta asamblea litúrgica: para que, dóciles a la acción del Espíritu Santo, sepamos acoger la palabra de Dios que nos sostiene en nuestro camino de vida cristiana, roguemos al Señor.

6. Otras intenciones.

Escucha, Padre, la voz de tu familia; y, puesto que sólo confía en tu ayuda, atiende su oración con la abundancia de tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.