Guanella|Lecturas

24 de octubre

SAN LUIS GUANELLA


Sacerdote


Memoria libre


Luis Guanella, noveno de trece hermanos, nació el 19 de di- ciembre de 1842 en Campodolcino (provincia de Sondrio, Italia). Ordenado sacerdote en 1866, trabajó algunos años como párroco, solícito en atender a los pobres, en cultivar entre sus feligreses una vida cristiana profunda y en promover numerosas iniciativas sociales.

A partir de 1875 fue salesiano con san Juan Bosco durante tres años; después, por obediencia a su obispo, regresó a Como, su diócesis de origen. Diversas vicisitudes, oposiciones y pruebas lo encaminaron hacia los pobres, para los que abrió asilos y escuelas. Fundó los Siervos de la Caridad y las Hijas de Santa María de la Providencia. Murió en Como (Italia) el 24 de octubre de 1915; Pablo VI lo beatificó el 25 de octubre de 1964. Fue canonizado por Benedicto XVI el 23 de octubre de 2011.


Del Común de santos varones: pág. 463, o bien del Común de pastores: Los salmos, de la feria correspondiente.





Segunda lectura

Oficio de lectura

Del «Reglamento de los Siervos de la Caridad», de san

Luis Guanella, sacerdote

(Opere edite e inedite, IV, Roma 1988: I, 1. 8; III, 5 pássim)


Exhortaciones a la caridad

y a la confianza en la Providencia

Ningún cristiano puede contentarse con pensar y proveer

únicamente para sí mismo; debe pensar y proveer igualmen-

te para el bien de sus hermanos, particularmente de los más

necesitados de ayuda corporal y material. De aquí que los

Siervos de la Caridad tengan que sentir con fuerza el deber

y deseo de acudir en ayuda del cuerpo y del espíritu del pró- jimo, que es hermano e hijo en la familia del Padre de todos.

Es preciso recapitular todo en Cristo (Ef 1,10). Para recapitular en Cristo las personas y las obras, hay que sa- tisfacer el anhelo del divino Corazón, que apareciendo en forma de un fuego inmenso grita: «He venido a encender en el mundo el fuego de la caridad: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo en el corazón de los hombres!» (Lc 12,49).

¡Venga, pues, como santo incendio el fuego de la Ca- ridad divina! ¡Mande el Señor el Espíritu de su divina ca- ridad y se renovará el mundo!...

Vivir, además, en gran pobreza y confiar plenamente en la divina Providencia es virtud de alta perfección.

La divina Providencia es la madre natural y muy que- rida de sus hijos.

Nuestra Obra nació y creció con la ayuda visible de la Providencia, que nunca fallará si nos conservamos en el espíritu que hemos aprendido.

Dios, que viste los lirios del campo como nunca pudo vestirse Salomón, no permitirá que falte nada a quien solo trabaja por él y por la mayor gloria de su nombre.

Por consiguiente, es preciso avivar la fe y creer que el bien únicamente se puede hacer subiendo el fatigoso camino del Calvario, con el firme pensamiento de que el Señor nunca falla a los que confían en él y que es siempre sabroso el pan que viene de las manos de un Señor próvi- do, especialmente sabroso cuando cuesta sudor y fatiga.

Los buenos Siervos de la Caridad, que durante no po- cos años y muchas veces al día han socorrido con fe a los pobres, esos buenos Siervos de la Caridad que en su vida nunca decían basta en las obras de caridad y sacrificio... subirán con Jesucristo a lo alto, y poseerán el reino que el Señor en su infinita bondad les tiene preparado desde el principio de la creación. ¡Qué ganancia, qué triunfo!

ResponsorioMt 25,35.40; Prov 19,17

Group 2078 Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis. * Os lo aseguro, cada vez que lo hicisteis con un hermano mío, lo hicisteis conmigo.

Group 2062 Quien se apiada del pobre presta al Señor. * Os lo aseguro.

Laudes

Lectura breve Rom 12,1-2

Ahora, hermanos, por la misericordia de Dios, os exhorto a ofreceros como sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios: sea ese vuestro culto espiritual.

No os acomodéis a este mundo, antes transformaos con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto.


Responsorio breve

Group 2044 El corazón de los santos, * En la ley de Dios. El corazón.

Group 2028 Derecho y seguro es su camino * En la ley de Dios. Gloria al Padre. El corazón.


Benedictus, ant. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.


Preces

Demos gracias a Dios, que en su amor nos ha elegido en Cristo para que vivamos en santidad y justicia todos los días de nuestra vida; digamos con fe:

Escucha, Señor, nuestra oración.

Padre misericordioso, que en san Luis Guanella nos das un modelo de entrega total a tu designio de amor,

guíanos y fortalécenos con su ejemplo e intercesión.

En el sacerdote Luis Guanella admiramos la oración asi- dua y su profunda vida interior,

concédenos hacer de nuestra vida un sacrificio espiri- tual agradable a tus ojos.

En la escuela de san Juan Bosco, san Luis Guanella per- feccionó su ideal de entrega a la juventud más pobre y abandonada,

haz que cumplamos con caridad generosa nuestra mi- sión con los jóvenes.

En todo tiempo, Padre, proporcionas energías siempre nuevas a tu Iglesia,

robustece nuestra fidelidad y suscita numerosos obre- ros para la dilatación de tu Reino.

Tú que vistes los lirios del campo y alimentas las aves del cielo,

acuérdate de quienes han puesto su confianza en tu

Providencia.

Padre nuestro.

Oración

Oh Dios, Padre providente y bueno, que hiciste res- plandecer en la Iglesia por un singular amor a los pobres y abandonados a san Luis Guanella, sacerdote, concéde- nos vivir intensamente la caridad todos los días de nuestra existencia en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...


Vísperas

Lectura breve Rom 8,28-30

Sabemos que todo concurre al bien de los que aman a

Dios, de los llamados según su designio.

A los que escogió de antemano los destinó a reproducir la imagen de su Hijo, de modo que fuera Él el primogénito de muchos hermanos. A los que había destinado los llamó, a los que llamó los hizo justos, a los que hizo justos los glorificó.


Responsorio breve

Group 2010 El Señor es justo, * Ama la justicia. El Señor es justo.

Group 1994 Observa a los buenos con amor, * Ama la justicia. Gloria al Padre. El Señor es justo.

Magníficat, ant. No nos cansemos de hacer el bien;

hagamos el bien a todos: a su tiempo recogeremos.


Preces

Elevemos nuestra súplica filial a Dios Padre, fuente inago- table de santidad y gracia:

Dios de bondad, escúchanos.

En san Luis Guanella contemplamos, Padre, un signo de tu bondad para con los que sufren, los marginados y los últimos de la sociedad,

haz que nos acerquemos con su misma entrega a cuantos sufren en el cuerpo y en el espíritu.

San Luis Guanella hizo suyos los problemas y las necesi- dades de su tiempo,

danos la gracia de imitar su generosidad y su espíritu de sacrificio para saber acoger a los emigrantes y a los necesitados de trabajo y de casa.

Su vida brilló por la práctica de la pobreza, de la mortifi- cación y de la humildad,

haz que, por su intercesión, abracemos con fe las pruebas de cada día.

Tú suscitaste a san Luis Guanella como buen samaritano para curar las muchas heridas que hay en el mundo,

bendice a la familia que fundó, multiplica sus obras y el número de sus hijos.

A los fieles difuntos que han trabajado con entrega total al servicio del prójimo,

dales la recompensa que tu Hijo prometió al siervo bueno y fiel.

Padre nuestro.

La oración, como en Laudes.