1970_BelzaJE_Luis_Lasagna_El_Obispo_misionero


1970_BelzaJE_Luis_Lasagna_El_Obispo_misionero

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El afiebrado entusiasmo que despertaban el
progreso y la cie;icia, arrebataba a las cl9ses
dirigentes sudamerican as de la segunda mitad
del siglo pasado. La "juventud ilustrada" querfa
arranc ar de cu ajo las estructuras vig e;ites.
Al mismo tiempo, una gran mayoria de la
nueva generaci6n, marginada de las oportuni-
dades liber2doras, gemfa en la incapacidod , en
la ignorancia y la miseria.
En esta coyuntura hist6rico-social , se desen-
vuelveri las personas y los hechos que reviven
las paginas de este libro.
El autor, después de incursionar documentada-
mente por los vericuetos de la vida uruguoya de
fines de siglo, penetra en las intimidades poli-
tica s de la cuesti6n r eligiosa brasileiia de 1875
y hasta sigue paso a paso el conflicto que enluta
al obispado paraguayo al término de la gu erra de
la Triple Alianza , para ofrecer el marco viviente
de la introducci6n en la historia salesian a del
Uruguny, del Brasi! y del Paraguay .
En est as tierras f ecundas se reedit6 un a vez
mas la p:i rabola evangélica del arbol del grano
de mostazn.
Adalid de la vnnguardia sembradora fue don
Luis Lasagna, joven sacerdote italiano, que , pe-
regrino de estas playas, e! 26 de diciembre de
1876 comenz6 a granear los predios orientales.
La pianta germino con dolor y alegrfa. Y mientras
su sombra incipiente comenzaba a cobijar el
sol ar uruguayo, retoiios suyos germinaron con
vocaci6n de gigantes en los campos del Brasi!
y Paraguay.

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U.P.S. - BIBLIOTECA
DON BOSCO
DOPPIO
CONTROL
'
\\

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Obras hist6ricas del Autor
ARGENTINA SALESIANA - Se-
tenta y cinco aiios de acci6n de
los Hijos de Don Bosco en la
tierra de los sueiios paternos.
Talleres Graficos Buschi, Buenos
Aires, 1952.
EN LA BOCA DEL RIACHUE-
LO - Sintesis biografica del sa-
cerdote salesiano don Esteban
Bourlot. Libreria Don Bosco,
Buenos Aires, 1958.
CONCI - Bosquejo biografico de
un hombre y de una época. Ta-
lleres Graficos del Colegio Pio
IX, Buenos Aires, 1965.
Copyright 1970,
by Juan E. Belza.
Queda hecho el deposito que previenen
la ley 11.723 y el decreto 12.063/57.
Printed and published in Argentina
Impreso y editado en la Argentina

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,
LUIS LASAGNA,
EL OBISPO MISIONERO

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LUIS LASAG~A,

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I
~• obispo n1isionero
INTRODUCCI6N
A LA HISTORIA SALESIANA
DEL URUGUAY,
EL BRASIL
Y EL PARAGUAY
Por JUAN E. BELZA, S.D.B.
Miembro adivo
de la funta
de Historia Eclesiastica
Argentina

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EL PROTAGO~ISTA

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MONSENOR
LUIS FRANCISCO PEDRO LASAGNA
Naci6 en Italia (Montemagno, provincia
de Alessandria), el 4 de marzo de 1850.
Fue alumno de san Juan Bosco, e ingres6
en la Sociedad Salesiana en 1866.
Ordenado sacerdote, vino a América, y en
diecinueve afios de inestimable labor plan-
t6 y arraig6 la Obra Salesiana en el Uru-
guay, el Brasil y el Paraguay.
El papa Le6n XIII lo hizo consagrar obis-
po, el 12 de marzo de 1893.
No habian pasado tres aiios, cuando falle-
da victima de un accidente ferroviario en
Juiz de Fora (Estado de Minas Gerais,
Brasil), el 6 de noviembre de 1895.
Apenas contaba cuarenta y cinco aiios de
e d a d ...

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FUENTES CONSULTADAS
Archivio Centrale della Società Salesiana, Turin,
Italia.
Archivio Segreto Vaticano, Ciudad del Vaticano.
Archivo General de la Naci6n (Paraguay), Asun-
ci6n.
Archivo General de la Naci6n (Uruguay), Monte-
video.
Archivos de Curias: Asunci6n, Belém, Cuiaba,
Montevideo, Recife, Rio de Janeiro, San Pablo...
Archivos de las Hijas de Maria Auxiliadora : Cuia-
ba, Guaratingueta, Lorena, Montevideo, Pindamo-
nhangaba, San Pablo...
Archivos de las Inspectorias Salesianas : Asun-
ci6n, Buenos Aires, Montevideo, San Pablo...
Archivos de los Colegios Salesianos: Asunci6n,
Cuiaba, Las Piedras, Lorena, Manga, Niter6i, Pay-
sandu, Recife, San Nicolas, San Pablo, Villa
Colon ...
Archivos de los Padres Redentoristas: Aparecida
y Juiz de Fora, Brasil.
Arquivo do Estado, Cuiaba, Mato Grosso, Brasil.
Arquivo Publico Nacional ( Brasil), Rio de Janeiro.
Biblioteca del Estado de Belém, Brasil.
Biblioteca del Estado de Cuiaba, Brasil.
Biblioteca Nacional de la Asunci6n, Paraguay.
Biblioteca Nacional de Montevideo, Uruguay.
Biblioteca Nacional de Rio de Janeiro, Brasil, y
otros archivos y bibliotecas que iran apareciendo
en las notas.

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PRELIMINARES
El 5 de agosto de 1900, don Pablo Albera -el mismo que
ocupara luego el rectorado mayor de la Sociedad Sale-
siana- daba a luz en San Benigno Canavese un galano
volumen de Memorias biogrdficas de monseiior Lasagna:
449 paginas dedicadas a la exaltaci6n del Misionero cat6-
lico. Tanto el carino de amigo, corno su fogueada des-
treza, lograron desbordar las tiranicas condiciones del
tiempo, que amordazaban su idoneidad y competencia.
Sin embargo, unos aiios mas tarde, al visitar el escenario
de los hechos, no terminaba de lamentar la redacci6n y
el contenido de muchos de los capitulos de su relato.
Hoy, a sesenta y ocho aiios de distancia, ·animado
solamente por las posibilidades de la técnica hodierna,
que, tal vez, compensen el desnivel de pericia, trataré de
presentar el panorama completo de ese mismo pedazo
de historia. Acaricio el deseo de exponer en forma clara
y dinamica los resultados de una minuciosa investigaci6n
acerca de la exactitud y el sentido de los acontecimientos
iniciales de la historia salesiana del Uruguay, el Brasi!
y el Paraguay.
Quiera Dios que alcance la calidad de homenaje a
los que con sangre, vida y sudores realizaron la gesta que
ensayaré de traducir en palabras. A todos ellos, a sus
continuadores y a don Pedro Garnero, que me encomen-
d6 la tarea, dedico este esfuerzo.
JUAN ESTEBAN BELZA, S.D.B.
Buenos Aires, 6 de noviembre de 1968.

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>
UAPI TIJLO I

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Montevideo
Halla un mundo en embri6n que se adelanta,
donde irradiar la luz de sus disefi.os...
Y en la Banda Orientai clavo su tienda.
JER6NIMO CHIACCHIO BRUNO, S.D.B.:
Del "Soneto a monsefior Lasagna",
Flores del camino, pag. 130
(Montevideo, 1938).
PR0MEDIABA la mafiana luminosa del 26 de diciembre de 1876
en la ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo, capitai de
la Republica Orientai del Uruguay. La calurosa y alegre noche
navidefia seguia bailoteando en miradas sofiolientas. Calles sin
vida se henchian de bochorno veraniego...
Las aguas cobrizas de la bahia reverberan en sus cabrillas
los efluvios luminosos del Sol meridiano.1
Un remolcador despabila el paisaje, mientras avanza rezon-
gando hacia el Iberia, viejo amigo inglés de los puertos riopla-
tenses. Las franjas celestes y blancas del pabell6n uruguayo
ya tremolaban sobre los colores britanicos, en ruta hacia el tape
del masti!, cuando el trasatlantico detiene sus motores a la altura
de las obras del dique, frente al Cerro, solitario centinela de
la villa.
Rechina un infierno de cadenas, hasta que el ancia restalla
en las aguas.2
En cubierta hormiguean viajeros ansiosos de tierra. Pre-
sienten en las manos agitadas en saludo de los tripulantes del
patache que les viene al encuentro, "el coraz6n grande de la patria
chica". Y los marineros orientales ensanchan ojos pasmados de
sorpresa: Cinco sotanas entreveradas con cinco caballeros, ves-
tidos también de negro, redondeaban una mancha oscura muy
grande para los m6dulos de un pais donde apenas se conocian
seis o siete docenas de clérigos, desperdigados entre 440.000 ha-
bitantes que intentaban cubrir 187.000 kil6metros cuadrados de
territorio.3
~ Luis Lasagna en 1876. Foto conservada en el Museo del Colegio
Pio de Villa Colon (Montevideo, Uruguay). (Atenci6n del padre
German Oberti, S. D. B.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Quebr6 el embeleso del primer instante un rubio muchacho-
te, que a voz en cuello comenz6 a vociferar bienvenidas. Y las
gritaba en piamontés..., ya que piamonteses eran los Religiosos
del Iberia que desde Turin, de la Casa del ya famoso don Bosco,
venian a la Banda Orienta! a plantar su tienda.
Maggiorino se llamaba el joven vocinglero. Era empleado
de confianza del Vicario Apostolico del Uruguay. En su
nombre venia a saludar a los Padres, y a agilitarles los tramites
portuarios.4
,....
Rebujadas las sotanas con manos y maletas, descendieron uno a
uno por la rampa palpitante que ataba a los navios: Lasagna
Luigi, Fazzio Michele, Mazzarello Agostino, Farina Luigi, Ceva
Giacomo, Jardini Antonio, Ghisalbertis Giovanni, Barbero Carlo,
Adamo Giovanni Battista y Roggero Antonio.
Sonrientes, chapurreaban saludos convencionales en espafi.ol
de emergencia, hasta que Maggiorino los sac6 de aprietos con
alegria contagiosa. Y pisaron tierra americana.
Corrieron velozmente las practicas aduaneras. El Gobierno uru-
guayo habia otorgado especiales franquicias. Maggiorino, con
gran desenvoltura, los libraba del acostumbrado asalto de la
turba portuaria de changadores, ganapanes y curiosos.
Unos criollos tranquilos examinaban de arriba abajo a los
recién venidos. Otros sonreian socarronamente por las gringa-
das de Adamo, el mas viejo en edad, y el mas audaz en las esca-
ramuzas lingiiisticas.5 Ya en Francia, durante el viaje, habia
protagonizado episodios memorables... Pero las exclamaciones
mas llamativas que brotaban aqui y aculla, se referian a la mu-
chachez de los curitas. Si hasta el colorado que oficiaba de jefe,
no rebasaba los veintiséis abriles ...6 Pero era una ardilla. Seco
de carnes, y esbelto sin ser muy alto, compensaba la figura ende-
ble y la palida tez con una apostura distinguidamente deportiva,
animada por el magnetismo relampagueante de sus ojos azules.7
Derrochaba nervio, simpatia y afabilidad. Y detras de su
amable sencillez asomaba un digno y natural sefi.orio, una pres-
tancia sin altivez, que acreditaban al jefe. Luis Lasagna era su
nombre.8

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En la calle castigada de sol vertical, aguardaban dos carrozas
enfiladas al corazon de la ciudad. Miraban también al Uruguay
entero, y, sin saberlo, al Brasil, al Paraguay, a la Mesopotamia
argentina..., y al mundo, si el tiempo lo hubiera permitido.
Eran ya las dos de la tarde, cuando los diez hombres ves-
tidos de negro penetraban por el umbra! de la vida uruguaya al
mando del joven Superior pelirrojo, aurora fisica de un dia
encarnado de amor, sellado temprano por crepusculos de sangre.
Aqui y asi comienza la historia ardiente que tratamos de
evocar.
*
Evocacion, en este caso, no supone melancolia, nostalgia por lo
que fue, sino gesta y cauce que alientan e impulsan. Por eso,
importa revivir la imagen de Lasagna y de sus pacificas huestes.
Aunque tres o cuatro episodios trascendentales bastan para
definir una vida, en esta resefia se alinearan multitud de datos
y anécdotas que pueden parecer baladies. Se pretende dejar
paladino el camino de la induccion hacia la validez de las con-
clusiones. La figura del protagonista emergera sin aditamentos,
sin aureolas de idolo o ribetes de mito; con sus virtudes y defec-
tos, aciertos y errores.
Es por demas ejemplar la existencia de un hombre que, en
el marco de sus limitaciones, consume horas, fuerzas y vida por
el bien de sus semejantes, corno para comprometer la eficacia
del mensaje con cualquier clase de retoques.
Logicamente, tampoco se trata de hacer folklore o de favo-
recer el erotismo de masas, sino de justipreciar el valor directivo
de los tramos de vidas humanas que resolvieron una etapa de
historia, y posibilitaron el proceso actual.
El modus operandi de esa estirpe constructora, en su intima
entrafia, tiene perpetua vigencia: El mundo fue y sera edificado
por la inteligencia y el amor, acrisolados en puro.s y desinteresa-
dos ideales. Solo corrio y correra el riesgo de sucumbir apa-
bullado por los embates de la imbecilidad y del egoismo -her-
manos gemelos que, aunque nazcan separados, siempre terminan
llegando juntos-, instrumentados por los adalides de la demo-
licion.
En un plano mas doméstico, en el nivel de su familia reli-
giosa, esta referencia quisiera, ademas, resultar estimulante ojea-
da del album familiar. No se trata de recitar fabulas hogarefias,
o de admirar ruinas u osamentas gloriosas con superficial cu-
riosidad de turistas, o de regodearse en el orgullo y estéril

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Luis Lasagna, el obispo misionero
hedonismo de herederos haraganes, viudos de la gloria, triunfos y
conquistas de sus antepasados; sino de sintonizar un mensaje,
detectar un espiritu, descubrir un carisma, y entonarse en el deseo
eficaz de reproducir la gesta pastora! de otrora con personajes
contemporaneos en el escenario de las circunstancias actuales.
Las grandes figuras no vinieron a taponar el crecimiento, sino
a acelerarlo, y a dar tono y sentido al desarrollo.
La aventura salesiana de las Misiones de América, iniciada
bajo la supervision del mismo don Bosco, es el primer ensayo
notable de adaptacion de sus métodos e ideas a situaciones
realmente diversas; y fue, por eso, la prueba definitiva de la
vitalidad de sus virtudes seminales.
Mientras la pedagogia de la época formaba subalternos, de-
pendientes y consumidores de esquemas e ideas; el apostol de la
promocion social en todos los ordenes, habia preparado creado-
res y productores.
América fue, en gran parte, el espaldarazo de una admirable
idea pedagogica naciente, al convertirse en eficaz demostracion
de la madurez sobrenatural y humana de sus Hijos de avanzada,
que, muy jovenes en edad, supieron conjugar la fidelidad al espi-
ritu paterno con el auténtico amoldamiento a la circunstancia.
Todavia entonces, las jovenes estructuras juridicas salesia-
nas eran tan simples y fluidas, que a muchos de ellos tocaba des-
cubrir e institucionalizar la armonia de sus ideales con la realidad
movediza y cambiante. El riesgo que jugaron, merecio el pre-
mio de la superacion virtual de las limitaciones lugarefias y
de las modalidades aldeanas de la Congregacion primitiva, que
podian frenar e] lanzamiento de la fecunda idea domboscana a
una universalidad geografica y humana que le asegurara mayor
eficacia apostolica.
La faena fue ardua. La empresa nunca quedara concluida.
Precisamente por eso, la idea no ha perdido su dinamica. Re-
fugiarse en un pasado estatico, momificarse sin entrafias, para
perpetuarse en la inmovilidad, es una de las perezas mas ele-
gantes. Que se convierte en fariseismo, cuando se reduce a
orgullo de casta, soberbia de ojos que confonde principios con
convencionalismos locales o generacionales, y ahoga el espiritu
con el apego avaro a las materialidades en las que se descansa o
se vive instalado.
El presente en movimiento, si ha de ser desarrollo -espirai
que juega y crece armonicamente alrededor de sus focos-, debe
inspirarse en las fuentes, y abrirse hacia el futuro. Para con-
jugar la tension -a veces, discordante- de estas fuerzas, se ne-

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cesita, por lo menos, v1s10n equilibrada de hechos y valores.
No gozan de este patrimonio tanto los enquistados en las propias
rutinas, corno los que no respetan las fuerzas orbitales. Por eso,
en los comienzos mismos de su carrera el padre Luis Lasagna
dej6 escrito que "el progreso avanza fatalmente, y si no lo en-
cauzan los sensatos, lo estrellaran o ahogaran los insensatos".9
*
*
A cada generaci6n de herederos corresponde la habilitaci6n de un
tramo de la picada que los Padres comenzaron a abrir en la selva
de su presente, camino del futuro. El correcto trazado de la
ruta es el espiritu de la empresa. Realizarlo en obra, en adecuada
sintesis de principios y elementos circunstanciales, es realmente
la empresa.
Por eso, en un momento en que las j6venes generaciones aco-
meten la ardua tarea de conjugar en su presente lo profético
con lo hist6rico, la empresa de Lasagna y los suyos tiene valor
de inspiraci6n y trampolin apost6licos.
Vamos, pues, a ella.
1 La presente descripcion ubica libre, pero rigurosamente, en tiempo y !ugar,
Ios datos e informaciones de Ias fuentes. La principal corresponde a una car-
ta de Lasagna a don Bosco, publicada en e! Bollettino Salesiano, a. I, N? 2, ottobre
1877, pag. 3. El originai tiene dieciséis carillas, y comienza asi:
"Montevideo, 5 febbraio 1877. / Mio veneratissimo D. Bosco, / Appena il
bastimento lberia aveva gittato l'ancora nel porto di questa incantevole città
vedemmo avanzarsi il vaporino che veniva a raccoglierci per ordine del Vicario
Apostolico Mons. Vera. / Giunto a fianco dell'Iberia, vi salì un giovinotto di
aria viva ed intraprendente, che era domestico del Vescovo, e che ci rese ser-
vigio incalcolabile, non solo con lettere di franchigia da parte del Governo pel
nostro equipaggio, ma altresì liberandoci colla sua franchezza e disinvoltura
dalle molestie infinite di una ciurma di barcaiuoli, di facchini, di curiosi che ci
assediavano da ogni parte impedendoci il passo. / Questo giovane appena ci vide
ci salutò senz'altro parlandoci in piamontese, ed io richiesto subito di su patria,
mi rispose di essere di Castel S. Pietro, della stessa mia Diocesi di Casale; esso
chiamavasi Maggiorino. / Spacciatici in fretta degli ufficiali di dogana, salimmo
due vetture e corremmo difilati in casa di Monsignore per far cessare il più
presto possibile i latrati di una fame fino a quel sconosciuta..."
Cf. Cronica del Colegio Pio de Villa Colon, 1876-1880, y Archivo Centrai de
la Sociedad Salesiana, Turin (en adelante, ACSS.), S . 1.262.
2 La ciudad de Montevideo contaba 110.000 habitantes, y poseia un puerto
en e! que en 1875 se movieron 1.667 buques de ultramar y 2.026 de cabotaje, con
un tota! de 1.146.553 toneladas . Carecio de mue!les, hasta que en 1878 quedo
terminado e! dique de carena de Ios sefìores Jaime Cibils y Juan D. Jackson,
en la punta oeste de la bahia. "Los proyectos de construccion de un puerto
artificial, tan debatidos en 1875, especialmente el del ingeniero Tusson, volvieron
a ocupar la atencion publica al afìo siguiente. Pero e! corone! Latorre, gober-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
nador [presidente] de la Republica, no tardo en dejarlos de lado, en vista del
estado angustioso de la hacienda publica..."
Cf. Eduardo Acevedo, OBRAS HIST6RICAS, Anales hist6ricos del Uruguay, tomo
IV, pags. 47-48 (Impr. A. Barreiro y Ramos, S.A., Montevideo, 1934).
3 Dr. Lorenzo A. Pons, Presbitero, Biografia del Ilmo. y Revmo. seiior don
Jacinto Vera y Durdn, primer obispo de Montevideo, pags. 181 y sigs. (lmpr. A.
Barreiro y Ramos, Montevideo, 1904 ).
'Da Rio de Janeiro io avevo spedito un telegramma al Segretario del Ve-
scovo, annunziando il nostro arrivo, affinchè potesse in tempo intavolare al Go-
verno della Repubblica le debite pratiche per salvarci delle esorbitanti tasse
della dogana." (Carta de Lasagna a don Bosco, del 5-II-1877, en ACSS ., S. 126, 2.)
5 Aunque el adjetivo gringo aparezca en el Diccionario oficial de la lengua
espanola corno despectivo y con significacion de extranjero, en las naciones rio-
platenses se aplica principalmente al italiano -que constituye la mas numerosa
comunidad inmigrante de lengua extranjera-, y puede considerarse despectivo
o denominativo, segun el tono con que se hubiere pronunciado.
En otro orden de cosas, Adamo Giovanni Battista -segun Eugenio Ceria,
Memorie biografiche del beato Giovanni Bosco, vol. XII, pag. 204, nota 2, y pag.
509-, era lego franciscano, exclaustrado cuando la supresion de las Ordenes re-
ligiosas en el Reino de Italia. Se refugio, luego, en el Oratorio Salesiano de
Turin, y vino al Uruguay con el primer grupo de salesianos. Fue cocinero del
Colegio Pio de Villa Colon por casi dos meses, basta que el 8 de febrero de 1877
paso a Buenos Aires, y de ahi a poco, al Convento Franciscano de la ciudad
de Corrientes, donde lo hallaremos mas tarde, en el decurso de esta historia.
La ingenua audacia con que disparataba en castellano, hizo famosos algu-
nos de sus gazapos, que se repitieron tradicionalmente basta hace muy poco.
En Tres obispos salesianos (Segunda Parte: "Monsenor Luis Lasagna"),
Recuerdos personales de un exalumno de don Bosco -apuntes dactilografiados
e inéditos, pagina 12-, dice el padre Mario Luis Migone: "Entre los recuerdos
imborrables de aquel primer ano de vida colegial, se cuentan los amenos equi-
vocos y graciosos quid pro quo que nacian del imperfecto conocimiento del idio-
ma [por parte de los salesianos], y que, debido a la manera ecuanime en que
eran recibidos ..., daban materia de risa y broma para muchos dias. / Los que
mas se distinguian en esos lapsus linguae, eran los hermanos legos, que poco
se preocupaban de las reglas gramaticales para el aprendizaje del idioma. / Al-
gunos dichos enrevesados se hicieron famosos, y no dejaban de ser recordados
cuando venian al caso. / Nos acompano en uno de los memorables paseos de
los jueves, el hermano cocinero. Llamabase Adan, y era su edad tan avanzada,
que bien podia pasar por el abuelo del mayor entre nosotros. Ufanabase de
haber sido el primer cocinero de don Bosco (?), y no se cansaba de repetir-
noslo. / Tratabase de pasar un cercado, y un nino se aprestaba a cruzarlo de
un salto, cuando el viejo Adan le grito: «jNo! iDobla la esquina!», traduciendo
por el sonsonete la frase italiana piega la schiena, expresion exotica que arranco
una carcajada genera!... y quedo incluida, corno es natural, en el vocabulario
familiar. / El mismo padre Lasagna era el que mas gusto recibia de estos
equivocos disparatados, especialmente si eran oportunos y graciosos, y se go-
zaba de oirlos de nuestros labios".
(Los apuntes del padre Migone estan depositados en Montevideo, en el
archivo de la Inspectoria Salesiana Uruguaya de San José. La Segunda Parte
es una monografia dactilografiada, que consta de setenta y seis paginas.)
La edad de Lasagna se colige del documento siguiente, obtenido en la
parroquia de Montemagno (provincia de Alessandria, Italia), y del cual existe
en el ACSS., copia refrendada por el sacerdote Luigi Rossetti, el 1? de febrero
de 1899:
"Fol. 6 / N? 11 / LASAGNA LUIGI / Atto di Nascita e di Battesimo
(1850) / L'anno del Signore mille ottocento cinquanta ed alli quattro del mese

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di Marzo alle ore tre pomeridiane nella Parrocchia di San Martino, Comune di
Montemagno, è stato presentato alla Chiesa un fanciullo di sesso masculino nato
il quattro del mese di Marzo alle ore quattro antelucane nel distretto di questa
Parrocchia, figlio di Sebastiano Lasagna di professione contadino domiciliato in
Montemagno e di Teresa Bianco di professione contadina domiciliata in Mon-
temagno coniugi Lasagna, cui fu amministrato il Battesimo da me Sottoscritto
e sono stati imposti li nomi di Luigi Francesco Pietro essendo stato padrino
Rinetti Francesco di professione contadino, domiciliato in Montemagno e madrina
Mariana Bianco di professione contadina, domiciliata in Castagnole. L'indica-
zione della nascita con richiesta del Battesimo è stata fatta dal padre del neo
nato. / Firma del Richiedente: LASAGNA SEBASTIANO. / Firma del Parroco: CLIVIO
CLEMENTE, Vicario."
El documento tiene la siguiente anotaci6n marginai : "Consacrato Ve-
scovo, Missionario nel Brasile, ivi assassinato in uno scontro doloso del treno
il 6 Nov. 1895. Gloria della Chiesa e della Patria, decoro della Società Sa-
lesiana di S. Giov. Bosco / Montemagno, 28-VII-39. / In fede: D. A. PATRUCCO, Prev."
Ignoro por qué don Pablo Albera lo hace nacer e! 3 de marzo. (Cf. Mon-
signor Luigi Lasagna - Memorie biografiche, pags. 2 y 4. San Benigno Cana-
vese, 1900.)
En la placa grabada sobre la tumba de monseiior Lasagna, en e! santuario
de Maria Auxiliadora de Niter6i (Brasi!), la inexactitud es mayor. En ella se
lee que naci6 e! 3-V-1850; es decir, e! 3 de maya.
Montemagno era un sonriente pueblito piamontés que se recostaba sobre
la cumbre de una colina, alargada hacia e! cielo por e! campanario parroquial.
Hoy agrupa dos millares de habitantes, dedicados, corno los cuatro mii de
entonces, a la huerta y la viiia.
Teresa Bianco contaba apenas dieciocho aiios de edad cuando alegr6 e!
hogar del cuarent6n Sebastian Lasagna -que ya habia enviudado sin hijos de
Maria Coggiola (Atto di morte N? 20, 1859, Montemagno)- con un bebito peli-
rrojo, e! 4 de marzo de 1850, a las cuatro de la maiiana. A las tres de la tarde
del mismo dia, el recio y piadoso labriego sostenia al primogénito junto a la
pila bautismal, y le pania los nombres de Luigi Francesco Pietro. En los
altos del cortile abierto a la arcada sin puerta que lleva el numero 64 de la
via Principessa I olanda, se habia realizado el milagro del nacimiento.
Cinco aiios después, volvi6 a florecer e! cortile, y e! 7 de mayo de 1855
nacia Pietro Domenico Giuseppe, a quien todos llamarian Giuseppe.
Con el tiempo, a las guirnaldas sucedieron los crespones, y e! 16 de marzo
del 59 falleci6 don Sebastian, cuando tenia cuarenta y nueve aiios.
Dos huérfanos quedaron bajo la tutela de su primo, Juan Bautista Lasagna.
Mas tarde, se hizo cargo de ellos e! doctor Sebastian Rinetti. Asi consta en el libro
de Contabilità dei giovani del Oratorio de San Francisco de Sales, en Turin
(1862-1864, pag. 359, y 1864-1865, pag. 258), donde Luis fue internado por indica-
ci6n de su primer maestro, don Carlos Berra.
En esos dias, el 2 de octubre, Luis recibia en la iglesia de Casorzo el sa-
cramento de la confirmaci6n, de manos del obispo de Casale, monseiior Luigi
Nazari di Calabiana.
En octubre de 1865 se traslad6 a Mirabella, y al aiio siguiente, ya con el
habito eclesiastico -obtuvo licencia episcopal para vestirlo, segun consta en
e! Registro de la di6cesis de Casale, 1847-1860-, el 22 de octubre de 1866 ingres6
en Borgo San Martino.
Mientras tanto, doiia Teresa -después de cinco aiios de viudez, durante
los que sufri6 maliciosos comentarios pueblerinos- contrajo segundas nup-
cias con Lorenzo Ferraro, apodado il Fucetti. Ella frisaba en los treinta y dos
aiios, y él, en los veintinueve. De esta uni6n, el 31 de julio de 1865 naci6 José
Luis Pedro Ferraro, ahijado de bautismo de Luis, y que también lleg6 al
sacerdocio.
Luis estudi6 filosofia bajo la direcci6n del profesor don Francisco Cerruti,
eminente sacerdote salesiano.
Mientras avanzaba rapidamente en los estudios eclesiasticos -segun don
2

2.10 Page 20

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18
Luis Lasagna, el obispo misionero
Pablo Albera (Mons. L. Lasagna..., cit., p:ig. 70), el 4 de junio de 1871 recibia la
tonsura y las 6rdenes menores-, fallecia su hermanito José, a los dieciséis afios
de edad, el 8 de octubre de 1871 (Parroquia y vicaria de Montemagno, Atto
di morte N? 65). El golpe lo conmovi6 profundamente.
El 21 de diciembre de 1872, s:ibado de Témporas, fue promovido a la orden
del subdiaconado, que recibi6 de manos de monsefior Lorenzo Gastaldi.
En la misma ceremonia fueron ordenados algunos clérigos que sobresa-
Iieron posteriormente: el futuro can6nigo José Allamano; don Juan Ressia
-luego, obispo de Mondavi-, y los di:iconos Agustin Richelmy, cardenal de
Turin, y Andrés Fiore, obispo de Cuneo.
El 29 de marzo de 1873, monsefior Gastaldi le confiri6 el diaconado, que
recibi6 junto con el padre Domingo Tomatis.
Finalmente, el 7 de junio del mismo afio el obispo de Casale, don Pedro
Maria Ferré, lo orden6 sacerdote en su catedral, previa dispensa de trece me-
ses de edad. (Cf. Curia arzobispal de Casale, libro III de Ordenaciones, 1811-1900,
folio 189.)
Al afio siguiente, mientras ejercia la ensefianza en el Colegio Salesiano de
Lanzo, rindi6 con éxito ex:imenes de habilitaci6n en la Universidad de Turin.
7 Todos los que han atestiguado acerca de la infancia de Lasagna, hablan
de su troppa vivacità y de su spirito folletto. Un compafiero de Montemagno,
don Luigi Porta, asi lo describe: "Indole buona, ma furioso, vien chiamato da
tutti i compagni e vicini, cavei rus [pelirrojo; en el rio de la Plata, vulgarmente,
colorado], per i capelli rossi che aveva, e cattiva bestia, per indicare la sua
vivacità... Non poteva star fermo. Si trovava in tutte le brigate dei giovani
del paese..."
En carta del 28-II-1899 al padre Albera, don Luigi Porta insiste: "Lo chia-
mavano lo spirito folletto, perchè in un momento compariva da un angolo
all'altro del paese... Ma appunto per la sua vivacità e diciamo anche birichinate
è che quando parlava lui, da tutti era ascoltato".
En la revista Juventud, de Villa Colon, se publica un certero retrato de
"El Obispo titular de Tripoli", debido a la piuma del doctor Francisco Bauza
-senador nacional, y amigo persona! de Lasagna-, quien nos brinda algunos
de los datos consignados en esta obra. (Cf. afio IX, N? 9, noviembre de 1926,
p:ig. 275, de la revista mencionada.)
8 Reportaje del diario El lmparcial, de Montevideo, al doctor José Irureta
Goyena, con ocasi6n del centenario del Colegio Pio, el lunes 25 de octubre de
1926. Se lo cita m:is ampliamente en el capitulo IV de esta obra.
9 Véase capitulo XVI de esta misma obra.

3 Pages 21-30

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3.1 Page 21

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TUR1N, 1875: Grupo de la prirnera
expedici6n de rnisioneros salesianos
que vinieron a Arnérica. Sentados,
de derecha a izquierda: Juan Ca-
gliero, don Juan Bosco, cornenda-
dor Juan B. Gazzolo y José Fagna-
no. De pie: Vicente Gioia, Barto-
lorné Scavini, Valentin Cassini, Juan
B. Baccino, Esteban Belrnonte, Do-
mingo Tornatis, Juan Allavena y
José Molinari. (Este ultimo egres6
de la Congregaci6n al poco tiernpo
de llegar a estas playas.)
ANTECEDENTES DE LA
LLEGADA A SUDAMÉRICA
MONTEMAGNO (Piarnonte, Italia):
Frente de la casa uaterna donde na-
ciera Luis Lasagnà. La foto, corno
rnuchisirnos datos fundarnentales de
este relato, el autor la debe a la
atenci6n del padre Sabino Doldan
Goyret, S.D.B., ·qu e lo precedi6 en
la investigaci6n de este tramo de
historia.

3.2 Page 22

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>
CJAPITULO II

3.3 Page 23

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El Uruguay
Era el Pla ta el final de tu odisea.
Aqui llegas te una estivai maria na .
Mente llena de luz, s6lo una idea
te desposa a la tierra americana :
el triunfo de la fe. Y es tu bandera
la Cruz del Reden tor. Tu la trem olas,
y hablando de esa Cruz vas por doquiera,
y has ta hablar de la Cruz se te oye a solas.
E DUA RDO D UFRECHOU' S .D .B . :
De " Monsefior Lui s Lasagn a",
Ju ventud, a iio IX , N~ 9,
Villa Col6n , noviembre de 1926.
UN 10 DE MARZO DE 1876, el presidente orienta! don Pedro Varela
buscaba apresuradamente asilo en la Legacion de Francia, mien-
tras su ministro de Guerra, el joven y barbudo corone! Lorenzo
Latorre, establecia la dictadura.
"El munda -gerundiaba textualmente el gobernante revolu-
cionario en su primer manifiesto- nos contempla asombrado
de nuestros escandalos, y ya es tiempo de que reaccionando con-
tra nuestro pasado, olvidando nuestros odios, fraternizando en
una sola familia, hagamos de esta Republica, martir de América,
un modelo de union y de virtudes." 1
Realmente, el trance pintaba feo : Bancarrota economica,
anarquia administrativa, impunidad del pillaje endémico o cua-
trerismo en la campana, fantasma permanente del cuartelazo y
otras yerbas, que solo correspondian a la espuma de la cresta
de la ola. La marea reconocia causas e impulsos mas profun-
dos. La guerra y su cortejo, todo lo habian esquilmado: Go-
bierno, economia, religion, cultura...
"De 1811 a 1828 -escribe el padre Ramon Montero y
Brown 2- , el Uruguay se Ilena de guerras: nuestros jovenes, ali-
neados con Artigas y los Treinta y Tres, defienden la libertad.
En 1829 nacen los partidos politicos..., y la muchachada aban-
~ Grupo central del conjunto de la segunda expedici6n misionera
enviada por don Bosco a América en 1876. Sentados, de izquierda
a derecha, Esteban Bourlot, Francisco Bodratto, don Juan Bosco,
Luis Lasagna y Miguel Fassio. De pie, de izquierda .a derecha,
Antonio Roggero, Evasio Rabagliati, José Viola, José Adamo, Mar-
celino Scagliola, Antonio Maria Iardini, Antonio Bruna, Carlos
Ghisalbertis y Francisco Frascarolo. (En trasparente, el mapa
del Uruguay de la época.)

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22
Luis Lasagna, el obispo misionero
dona el trabajo y emigra a las cuchillas, para defender las divisas
en las guerras civiles. Asi, muchisimos de los valientes que con-
solidaron la Patria, ni siquiera dispusieron de comodidad o de
tiempo para aprender a leer y a escribir. Y para mayores males,
en las contiendas civiles se fueron interpolando luchas fratrici-
das con Buenos Aires, el Brasil y el Paraguay..."
Por eso, ahora todo nacia con dolor. Basta un ejemplo indi-
cativo: en 1878, en plena euforia de la reforma educacional, solo
se habia logrado la asistencia a la escuela primaria del treinta
y uno por ciento de los nifios en edad escolar: 32.895 sobre 106.255.
En otro sector, el campo -poblado de criollos y canarios, con
su ganado, cueros, cereales y saladeros-, a despecho de las
secas, iba defendiendo la economia.
Se exportaba por valor de 15.000.000 de pesos anuales. De
esta cantidad, 13.000.000 correspondian a productos ganaderos.
Y los mejores clientes eran Francia e Italia, de donde, a su vez,
se importaban vinos, azucar, aceite, arroz, fosforos y ropa hecha.
Mientras tanto, la Universidad, que habia comenzado a gatear
en 1836, poco a poco se trasformaba en hoguera de inconformis-
mo, primero, y luego, en caja de resonancia de las pujas de los
ismos en boga: liberalismo, deismo, racionalismo y otras ten-
dencias imperantes en las casas de estudios de Cordoba y de
Buenos Aires, retrasmisoras domésticas del pensamiento euro-
peo en vigencia.
Las tintas del paisaje, en nada favorecian a la obra aposto-
lica de la Iglesia. "Los Gobiernos, nacidos al reflejo de los fo-
gones del campamento -anota Montero y Brown-, no que-
rian ni influencias, ni colegios de curas, focos de conciencias
mutiladas..." Al mismo tiempo, la intelligentsia proclamaba por
boca de uno de sus corifeos, don José Pedro Varela, que "en
estos momentos decisivos se hace mas necesario combatir las
ideas ultramontanas que predicando la tirania religiosa, vienen
a santificar la violacion del derecho y el falseamiento de la jus-
ticia en politica. La religion y la politica marchan reunidas en
la vida de los pueblos. Los mas libres, corno los Estados Uni-
dos e Inglaterra, son los que profesan religiones mas avanza-
das; los que caducan, corno la Espafia, son los que se unen y se
encarnan en el catolicismo".3
Y conste que los parrafos citados, corresponden solo al pri-
mer estadio de evolucion mental hacia un racionalismo ateo
mucho mas agresivo, y al que se arribaria en poco tiempo.
Frases y actitudes corno la trascrita, confinadas al principio
en los limites de lo especulativo, fermentaron luego en violencia,

3.5 Page 25

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EL URUGUAY
23
y desembocaron en acometividad, canalizada por conflictos y
escandaleras.
Sin embargo, en el pueblo yen los hogares criollos latia aun
la tradicional religiosidad espafiola, exhibida en expresiones y
cantos de cuna; invocaciones al Sefior, a la Virgen y a los Santos;
saludos devotos; costumbre de pedir la bendiciém al padre, a la
madre y a los padrinos; el Bendito; el trisagio en las tormentas;
los escapularios y algun retobado; el Cristo, la palma bendita
y un Santito en ·1as habitaciones; Rosarios en los velorios; la
Semana Santa respetada, y alguna cosa mas. Donde y cuando
era posible, la gente se casaba por la Iglesia, y todos rezaban
por los difuntos. Algunas mujeres guardaban con sus recuer-
dos, viejas Ancoras de salvaci6n. Es que habia poquisimos sa-
cerdotes, y casi ninguna iglesia. "Por muchisimos afios -afir-
ma el padre Montero y Brown-, no hubo ninguna [capilla] al
norte del rio Negro", curso de agua que divide en dos a la Re-
publica.
En 1861, de acuerdo con la informacion trasmitida al De-
legado de la Santa Sede, el Vicariato Apostolico de Montevideo,
que abarcaba todo el Uruguay, comprendia trece departamentos,
cinco ciudades y doce pueblos. En la capital funcionaban sola-
mente dos parroquias: la Matriz y la de San Francisco; y en lo
que restaba del pais, la vida espiritual quedaba atendida por
veintiséis parrocos interinos. Algunas capillas solitarias comple-
taban el desolado panorama.4
*
Por otra parte, no existia colegio religioso masculino alguno.
Los Jesuitas reingresaron a Montevideo en 1842, y se hicieron
cargo en 1846 del Colegio Orienta! de Humanidades, que mas
tarde fue trasladado a San Juan Bautista (Canelones), cerca del
rio de Santa Lucia. Pero el 26 de enero de 1869, el presidente
de la nacion, don Gabriel A. Pereira -molesto por las expresiones
antimasonicas vertidas en la iglesia de la Caridad por un padre
de la Campania, don Félix del Val- publico un decreto refren-
dado por su ministro de Gobierno, Antonio Diaz, en el que de-
rogaba la libertad de ensefianza, acordada por él mismo en 1858,
y conminaba a los Padres para que abandonaran el territorio
de la republica "dentro del mas breve plazo".
Cuando otro presidente revolucionario, el general Venando
Flores, invalido el decreto Pereira -ya el 22 de agosto de 1863
habia anulado el destierro del Vicario Apostolico-, retornaron

3.6 Page 26

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24
Luis Lasagna, el obispo misionero
cinco jesuitas, que desde setiembre de 1872 se dedicaron a mi-
sionar celosamente. Solo el 24 de octubre de 1879 pudieron ha-
cerse cargo del Seminario Diocesano.
Los Padres Bayoneses llegaron en marzo de 1861, y forma-
ron una pequefia comunidad también misionera. Otro tanto
sucedio con los Capuchinos, que vieron bendecir la primera
piedra de su convento el 20 de febrero de 1870. Y en este rubro
no quedan mas bienes para inventariar, excepcion hecha del
Liceo de Estudios Universitarios, que bajo la direccion del doctor
Mariano Soler abrio su matricula el 1? de febrero de 1876, en la
casona sita en calle San José N? 25.
*
*
*
La educacion femenina no ofrecia mejor espectaculo. Las cinco
Hermanas salesas venidas de Milan en 1856, ya se habian sextu-
plicado; y las Hijas de Nuestra Sefiora del Huerto, llegadas de
Génova el 18 de noviembre de 1856, quemaban sus energias en un
hospital y dos asilos, uno para mendigos y otro para dementes.
Veinte afios después arribaron las Hijas de la Caridad de San
Vicente de Paul, para atender el Asilo de Mendigos de la Union.
A las pocas horas de estada, en aquel 27 de setiembre de 1870,
debieron trabajar de enfermeras bajo la metralla, ya que el ge-
nerai revolucionario Timoteo Saravia convertia el hospicio en
fortin, para resistir el ataque de las tropas presidenciales del ge-
nerai Lorenzo Batlle.
En marzo del 74 aparecieron las Hermanas Terciarias de San-
to Domingo: se dedicaron a la asistencia de los enfermos, y co-
menzàron también a educar algunas nifias.
Por ultimo, en 1876 las Hermanas de la Caridad del Buen
Pastor se trasladaron de Chile, con la intencion de establecer un
asilo - refugio.
*
*
*
El factor decisivo de esta agobiante penuria religiosa era la ca-
rencia de obispos. Sin ellos, no habia ni seminarios, ni sacerdo-
tes, ni labor pastoral. Y esta escasez venia de lejos.
En 1810, al producirse los movimientos emancipadores de
las colonias hispanoamericanas, la corona borbonica, poseedora
del derecho de patronato, no pudo seguir cubriendo las vacan-
tes episcopales; pero obstaculizo en cuanto estuvo a su alcance
las soluciones de la Santa Sede. Ésta disponia en toda América
de un solo Nuncio, que estaba acreditado ante la corte imperial
de Rio de Janeiro.

3.7 Page 27

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EL URUGUAY
25
Montevideo dependia del Obispado de Buenos Aires, regido
en esa época por monsefior Benito Lué y Riega. Desde que éste
fallecio (22-III-1812) hasta el 29 de setiembre de 1830, Buenos
Aires no tuvo pastor. Cuando lo readquirio, ya el Uruguay era
independiente, y por lo tanto, comenzaba una nueva orfandad
episcopal, que se extendi6 hasta 1865.
En el intervalo, gobernaron el territorio orienta!, en calidad
de vicarios apostolicos sin caracter episcopal, don Damaso La-
rrafiaga (1825-1848), don Lorenzo Antonio Félix Fernandez (1848-
1852), don José Benito Lamas (1854-1857) y don Jacinto Vera y
Duran (1859-1865).5
Finalmente, el 16 de julio de 1865, el papa Pio IX preconiza
obispo titular de Megara y vicario apostolico del Uruguay a don
Jacinto Vera y Duran, y el 15 de julio de 1878, al erigir la di6cesis
de Montevideo, lo convierte en primer obispo diocesano.
Pero en el camino, el problema se habia enredado, y mucho.
La autoridad del Vicario Apostolico -ya de por si, endeble- se
debatia entre riesgos y necesidades. Por una parte, sufria los
abusivos y exagerados derechos patronales que se arrogaba el
Gobierno orienta!, corno todos los Estados sudamericanos. Por
otra, precisaba del apoyo civil y estatal en multiples situaciones
y hasta conflictos eclesiasticos, en los que la Santa Sede no podia
intervenir, por razones de urgencia y distancia.
En 1861, los clérigos del Vicariato Apostolico de Montevideo
eran 83. De ellos, solo 13 orientales, y de éstos, varios Religiosos
exclaustrados.
"Ya hemos indicado -escribia el sacerdote chileno J osé
Ignacio Victor Eyzaguirre, en su libro Los intereses cat6licos en
América (1859)- que los eclesiasticos que existen en la Banda
Orienta!, casi en su totalidad son europeos, y afiadiremos ahora
que no pocos pertenecen a los que participaron de las ideas po-
liticas que tan graves trastornos causaron en Europa en 1848..."
Por eso, catolicos y clero nativo -obispos incluidos- sentian,
adicionalmente a sus jingoismos y posturas patrioticas, intima
repulsa hacia el europeo, que, no contento con no haber tornado
providencias, por las mas atendibles razones que fueren, ante
la posibilidad de los movimientos libertadores; con mania pa-
ternalista notoria hasta en Superiores y enviados, sin calcular
las reacciones que producian, se daban el lujo de tratar sistema-
ticamente corno a inferiores a los hijos del pais. En este caso,
eran de la misma raza, sangre y tradiciones que ellos, y solo
padecian deficiencias imputables a la imprevision de sus ante-
pasados, venidos al pais con mentalidad de aves de paso, agra-

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26
Luis Lasagna, el obispo misionero
vada por falta de imaginaci6n, incapacidad de libre critica y
neurosis de seguridad, factores productivos de tipos administra-
dos por inercias, que necesitaban compensarse, para salvar su
prestigio, con el menosprecio resentido que la mentalidad colo-
nialista tenia por el hombre y la realidad americanos.
Finalmente, coronaban el cuadro, doctrinas y costumbres del
momento que venian de allende los mares, importadas por al-
gunos de los redentores, muchos de los cuales arrastraban una
historia que necesitaban olvidar, y casi todos apechugaban con
un esquema que deseaban exigir, aunque no encajara en las idio-
sincrasias locales, que despreciaban sin conocer.
Los problemas sentimentales emergentes de esta situaci6n,
influyeron mas que lòs factores econ6micos en el retorno del cua-
renta por ciento de los inmigrantes a sus paises de origen. Por
es(), muchos americanos hijos de europeos no querian a la patria
de sus padres; y -corno informaba un Manual italiano de in-
migraci6n-, en un estallido de conflicto generacional, los mo-
tejaban de gringos.
El proceso se repetia -y se repiti6 por mucho tiempo- tras
los muros de las casas religiosas.6
Los primeros misioneros salesianos, apenas llegados al rio
de la Plata, percibieron esta animosidad, que atribuian a la situa-
ci6n politica italiana, y asi escribian a Turin:
Digamos de pasada que si basta ahora fuimos bien recibidos
en el extranjero en nuestra condici6n de italianos, sucedi6
unicamente porque los extranjeros siguen considerando a Ita-
lia corno a la sede del catolicismo...
. "Somos extranjeros en esta tierra -confesaba Lasagna en
carta del 10 de setiembre de 1895-, y debemos hacer de todo
para que nos perdonen esta condici6n..." 7
*
*
El obispado dio nueva fecundidad al catolicismo uruguayo. El
diario La Raz6n, que naciera a fines de 1878, bajo la direcci6n de
Daniel Mufioz, Prudencio Vazquez y Vega, Manuel B. Otero y
Anacleto Dufort y Alvarez; con- la expresa constancia de que era
su deber -son sus palabras- "combatir por todos los medios
legitimos las viejas preocupaciones religiosas, mostrando al pue-
blo los falsos fundamentos del catolicismo, su inicua historia,
su inmoralidad presente y su ambici6n desmedida"; salia a la
palestra con la preocupaci6n reflejada en el cefio.

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EL URUGUAY
27
"El catolicismo -subraya, en su prosa dificil- estaba hasta
hace poco en este pais, si no muerto, al menos completamente
desprestigiado. Componian su apostolado una docena de sa-
cerdotes extranjeros que con muy marcadas excepciones mas se
preocupaban de adquirir medios de fortuna que de atender a la
cura de almas. La Iglesia vivia de las mezquinas pensiones que
le asignaba el presupuesto, sin brillo; regentada por un Vicario
que sabia hacerse respetar por su caracter afable, sus morales
consejos ..., su provida caridad... Pero de repente, aprovechando
circunstancias que no es del caso enumerar..., emprende una
campana empefiosa para ponerse de nuevo en auge..." 8
Y no se trataba de simples fantasias periodisticas. Algo
nuevo estaba germinando.
El trabajo de hormiga del Vicario Apostolico, abonado por
una virtud templada en la persecucion y el destierro, comenzaba
a rendir sus frutos.
Mucho habia sufrido monsefior Vera. En los dias previos a
su eleccion corno vicario apostolico de Montevideo -ocurrida el
26 de mayo de 1859-, la difamacion oral y escrita, ventilada en
tribunales civiles, habia babeado y mordido sus carnes y su ani-
mo. Luego, siguio el destierro de los Jesuitas, sus educadores;
el conflicto y expulsion de franciscanos levantiscos, en 1860; las
honras funebres del mason Jacobson, en 1861, y sus despropor-
cionadas consecuencias, y finalmente, la rebelion contra el Obispo
del Cura de la Matriz, con desafortunada intervencion guberna-
mental, que produjo el destierro del propio Vicario, decretado
el 7 de octubre de 1862.9
Pero la siembra, regada con traspiracion y lagrimas, comen-
zaba a florecer. Los Jesuitas, los Bayoneses, los Capuchinos y
los Salesianos, tomaban posicion en la trinchera. Las nuevas
obras de apostolado se abrian en primavera! abanico.
Los seminaristas que emigraron a Buenos Aires, cuando la
expulsion de los Jesuitas (Inocencio Maria y Rafael Yéregui, Ma-
nuel Madonga y Esteban de Leon), y los que ingresaron en el
Seminario de Santa Fe (Mariano Soler, Ricardo Isasa, Norberto
Betancur, Nicanor Falcon, Gil Sanchez e lgnacio Torres) -algu-
nos de los cuales coronaron su carrera en el Colegio Pio Latino
Americano de Roma-, ya remozaban la sangre de la diocesis.
Y el Obispo, en labor pionera, amelgaba el interior del pais con
sus incomparables misiones, yen los surcos frescos multiplicaba
las parroquias; despertaba la opinion nacional; promovi-a el in-
greso de nuevas Ordenes religiosas; daba vida a hermandades y
cofradias; alentaba la buena prensa, representada de 1870 al 75

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28
Luis Lasagna, el obispo misionero
por El Mensajero del Pueblo; fundaba el Club Catolico y el Liceo
de Estudios Universitarios, dirigido por el doctor Mariano Soler,
y fomentaba las escuelas catolicas: de los Padres Bayoneses,
de los Capuchinos, el Colegio Italiano, el San Vicente de Paul,
y el San José, del sefior Vanzini.
*
*
Mas o menos en este momento -precisamente, el 13 de diciem-
bre de 1875-, desembarcaba en Montevideo, de paso para Bue-
nos Aires, el doctor Juan Cagliero, jefe de la primera expedicion
de salesianos, que venia a instalarse en la Republica Argentina.
Refiere don Cesare Chiala, en su version de Lettere dei mis-
sionari salesiani:
El 12 de diciembre, a las siete de la tarde, anclamos en
el puerto de Montevideo, y el 13, mariana bellisima, con los
primeros rayos del Sol naciente se nos apareci6 la ciudad.
Cagliero aprovecho la escala del Savoie, y trat6 de cumpli-
mentar al Vicario Apostolico. No pudo ser, porque el Obispo
peregrinaba por la campana, en una de sus abnegadas misiones.10
Converso, sin embargo, con el cura de la Matriz, don Inocen-
cio Maria Yéregui. Del intercambio de cortesias, ambo_s extra-
jeron sus conclusiones. Yéregui penso en la utilidad que presta-
rian los Salesianos al Uruguay, y Cagliero sintio un inmenso deseo
de poner remedio, en el limite de sus posibilidades, a la situa-
cion afligente que le desenvolvian ante los ojos.
Por eso, "prometio a Yéregui ayudarle a fundar un colegio ...,
siempre y cuando Montevideo acertara los medios necesarios para
i m p i a n t a r l o " .11
,....
Mientras tanto, y durante la visita a la ciudad, los otros salesia-
nos expedicionarios tropezaron con un boticario piamontés, Fran-
cisco Brin, que les confirmo la dura realidad: Montevideo no
disponia de un solo colegio religioso con internado. Tan asi
era, que él, en desahogada situacion economica, se sentia obli-
gado a enviar sus hijos a estudiar a Italia. Ya habia internado
a dos de ellos en Valsalice, y estaba preparando las maletas de
otros dos para el proximo otofio.
La sensibilidad pastora! de los jovenes Misioneros se con-
movio intimamente. '\\:No se dignara Dios disponer -comen-
taba don Valentin Cassini- la fundacion de algun colegio en una

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4.1 Page 31

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EL URUGUAY
29
ciudad de tan halagiiefias esperanzas? Dios quiera corresponda
a los Salesianos la felicidad de abrir un colegio en Montevideo..." 12
*
*
La correspondencia de lqs Misioneros nada dice de la entrevista
que mantuvieron Yéregui y Cagliero; mas bien, dedican amplios
espacios a descripciones periodisticas, corno las de un saladero,
o las de las antiguas Misiones jesuiticas, o anotan pormenores fa-
miliares, corno el encuentro del padre Baccino con dos de sus
hermanos en el momento de la partida, y la recepcion de cartas
enviadas desde San Nicolas por el padre Ceccarelli.
El dato preciso, con el resumen de los hechos, lo ofrece
principalmente la Cronica del Colegio Pio, anotada de pufio y
!etra por el padre Lasagna. Aunque ésta fue compilada bastan-
tes afios después, todas sus afirmaciones quedan abonadas por
documentos que iremos citando.
"El reverendisimo sefior Yéregui -anota Lasagna- acepto
la promesa [de Cagliero] con gran satisfaccion y gratitud..., y
apenas retorno monsefior Jacinto Vera, que ~e hallaba lejos de
la capital ocupado en predicar una de esas misiones que llenaban
la mayor parte de su santa vida, le hablo con vivo interés ...
"Habiendo pensado y rezado mucho, creyeron que providen-
cialmente se presentaba la oportunidad de aprovechar un ofreci-
miento de los sefiores Lanus, Lezica y Fynn..."
Del ofrecimiento hablaremos luego. Digamos ahora que don
Enrique Fynn, uno de los oferentes, acepto en principio los planes
del Obispo, y ambos decidieron llamar a Cagliero. Asi fue corno
el 7 de enero -veinticinco dias después de la visita de los sale-
sianos- el padre Rafael Yéregui, secretario del Vicario Aposto-
lico y hermano del Cura de la Matriz, enviaba una carta al padre
Ceccarelli, cura parroco de San Nicolas de los Arroyos, con ruego
de entregarla "al Superior de los PP. Salesianos" de San Nicolas.
La misiva -fechada en Montevideo, y el 7 de enero de 1876-
decia textualmente:
R. P. Superior de los PP. Salesianos
San Nicolas
R. P. de mi especial consideracion:
Desde el momento que pas6 V. R. con sus compafieros
por esta ciudad y supimos por la conversaci6n que tuvo con
mi hermano el Sr. Cura de la Matriz, que seria factible el
establecimiento de los PP. Salesianos en esta Republica del

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30
Luis Lasagna, el obispo misionero
Uruguay, nos hemos apresurado a practicar diligencias para
que esa posibilidad se convierta en realidad.
Para ello nos han movido los honrosisimos antecedentes
que tenemos de la Congregacion a que V. R. pertenece, uni-
dos al deseo de llenar una necesidad urgentisima y grave que
existe en esta Republica. Me refiero a la educacion de la
juventud.
Grande es, en verdad, la necesidad del establecimiento
de Colegios que a la vez de proporcionar a la juventud una
solida y completa educacion segun las diversas carreras a
que se encamina, la forma a la virtud por la enseiianza y la
practica de los deberes catolicos.
Existe en el Departamento de Montevideo a un cuarto
de hora de distancia en ferrocarril en el centro de una pobla-
cion nueva y de verdadero porvenir un edificio construido
expresamente para Colegio, con una iglesia publica unida al
mismo Colegio. Los propietarios de ese Colegio queriendo
establecer en él una educacion solida y catolica, desearian
que la Congregacion de los PP. Salesianos aceptase la dona-
cion que bajo muy buenas condiciones hacen del estableci-
miento y terrenos sitos en la misma poblacion.
Excuso encarecer a V. R. el mucho bien que reportaria
a la juventud de este pais el establecimiento de los PP.
Salesianos, que estoy persuadido serian pronto llamados a
establecerse en otros puntos.
El Sr. Obispo y Vicario Apostolico de esta Republica
cuyo secretario soy, se interesa vivamente en que se realice
este pensamiento y me encarga diga a V. R. que no solo veria
con mucho gusto el establecimiento y propagacion de los
PP. Salesianos en esta Republica, sino que por su parte les
dispensaria toda la proteccion que le fuera posible.
Considero a V. R. muy recargado de atenciones; sin em-
bargo, en nombre del bien de la juventud catolica de esta
Republica y con el deseo de que con la demora no se malogre
tan buen pensamiento, me atrevo a pedir a V. R. que ha-
ciendo un pequeiio paréntesis a sus ocupaciones, venga lo
mas pronto que le sea posible a Montevideo a fin de enterarse
de todo, ver el local y edificio y resolver lo que juzgue conve-
niente.
Segun entiendo, V. R. ha de pasar por aca dentro de
algunos meses, pero creo que seria conveniente antes su pre-
sencia en ésta, pues que en la actualidad podrian obtenerse
ventajas que acaso no se consigan después, y por otra parte
la demora creo que malograria el éxito de una furtdacion tan
util para el pais y de tanta importancia para el bien de la
religion.

4.3 Page 33

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El obispo monseiior Ja-
cinto Vera y Duran. A
la derecha, la esquina
frente a la plaza Zava-
la, donde habitaba.
EN MONTEVIDEO, EL 26 DE DICIEMBRE DE 1876
Facsimil del anverso de
la carta de presentaci6n
que don Bosco envi6 al
Obispo por medio de
Lasagna.

4.4 Page 34

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32
Luis Lasagna, el obispo misionero
Quiera V. R. aceptar las expresiones de mi especial consi-
deraci6n y ordene a este S. S. S.
RAFAEL YÉREGUI.
No conocemos la respuesta de Cagliero; pero la inferimos de
una carta que él mismo enviara a don Bosco desde San Nicolas,
y de nuevas instancias de Yéregui en Montevideo, fechadas el 24
de febrero de 1876, y dirigidas al presbitero doctor Pedro Cecca-
relli, en la "Casa V9 de S. Nicolas", corno consta en el encabeza-
miento. Luego, prosigue don Rafael:
Mi amigo: agradeciendo y aceptando sus finos ofrecimientos,
pido a Ud. se sirva entregar al P. Cagliero la adjunta.
Espero también que asi que se determine dicho P. a venir,
Vd. se sirva proporcionarle los medios necesarios avisando-
melo oportunamente para satisfacérselos.
Mucho deseo ver establecidos por aca a los PP. Salesianos.
Mande a S. S. S. y Am9
RAFAEL YÉREGUI.
La carta adjunta, mencionada por el padre Yéregui, esta di-
rigida al "R. P. Juan Cagliero, Superior de los PP. Salesianos en
S. Nicolas de los Arroyos",13 yen ella dice el Secretario firmante:
Recibi su estimada fha. 22 de Enero ppdo. en la que me da
la grata noticia que acepta la invitaci6n para el estableci-
miento de los PP. Salesianos en este Vicariato.
El establecimiento que se ofrece en donaci6n es un Co-
legio con iglesia publica construido en Villa Colon a distancia
de un cuarto de hora de ferrocarril de Montevideo. La po-
sici6n es excelente.
Se hace necesario que V. R. se tome la molestia de venir
a Montevideo lo mas pronto posible para conferenciar con
las personas interesadas en esta donaci6n; pues estan muy
bien dispuestas las Srtas. que intervienen en este asunto.
No ha sido posible escribirle antes por cuanto habia ne-
cesidad de allanar algunas dificultades que habia de por
medio.
Sin mas, me repito de V. A. S. S.
RAFAEL YÉREGUI.
;',
La proposici6n de Yéregui constaba concretamente de dos fases.
La primera -el establecimiento de un colegio religioso- respon-
dia al deseo permanente del Vicario Apostolico de fondar un se-
minario y un colegio superior universitario, para la formaci6n de

4.5 Page 35

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EL URUGUAY
33
la clase dirigente del pais. Este deseo parecia una veleidad,
desde que, desterrados los Jesuitas, carecia del apoyo necesario
para lograrlo. Ya en diciembre de 1859 confesaba monsefior
Vera, en carta al cardenal Antonelli:
Respecto a las reformas del clero, que reclama este pais
corno una necesidad imperiosa, me falta el primer elemen-
to que es el clero nacional. Ése no existe, y hay mucha
imposibilidad de crearlo. Faltan maestros... Los unicos en
que podiamos aca fundar la esperanza de conseguir este
porvenir son los RR. PP. de la Congregaci6n de Jesus. Pero
tuvimos la desgracia de perderlos, a principios del afio ac-
tual en que fueron arrojados del pais por un decreto del Go-
bierno, y aunque ese decreto pienso que quedara destruido
dentro de poco, es tan escaso el persona} de estos dignos PP.
que les es imposible...14
En 14 de noviembre de 1863, el Vicario Apostolico implora
al Padre Santo interceda ante los Superiores Jesuitas, ya que
"cinco o seis Padres de la Compafiia de Jesus que se estableciesen
en esta tierra, formarian un plantel de educandos de grandes
resultados ..."
Siempre en el plan, en 1865 fomenta el Vicario la organiza-
cion de una asociacion de caballeros que prohijen el estableci-
miento de un gran colegio, "con capacidad para un crecido
numero de alumnos, cuya direccion sera confiada a ilustrados
profesores jesuitas".
En octubre del mismo a:fio, monse:fior Vera invita a su clero
a contribuir pecuniariamente "al establecimiento de los PP. de
la Compafiia de Jesus entre nosotros". lnicia la colecta con
$ 2.000, y nombra al efecto una comision de sacerdotes, inte-
grada por los presbiteros Inocencio Maria Yéregui, cura de la
Matriz; Martin Pérez, rector de San Francisco; José A. Castro,
vicario de San Agustin; José Letamendi, vicario de Mercedes;
Joaquin H. Moreno, vicario de San !sidro; Santiago Estrazulas
y Lamas, protonotario apostolico, y Santiago Osés .15
Finalmente, llegaron los Jesuitas en 1872; pero, por escasez
de personal, no pudieron organizar ni el colegio, ni el seminario.
Monsefior Jacinto Vera volvio entonces los ojos a los Padres
Bayoneses, sacerdotes de la Congregacion del Sagrado Corazon
de Jesus, que, bajo la direccion del padre Juan Harbustan, se
habian establecido en Montevideo el afio 1861. Pero tropezo
con la misma insalvable dificultad : falta de persona} religioso.
En ese momento despunto en el horizonte la posible solu-
s

4.6 Page 36

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34
Luis Lasagna, el obispo misionero
c10n salesiana, juntamente con una oportunidad interesante:
el nacimiento de Villa Colon y su colegio.
*
Los terrenos -destinados por la sociedad Cornelio Guerra Her-
manos (Cornelio, Adolfo y Alejandro) y Compafiia a la fundacion
del pueblo de recreo, denominado Villa Colon- estan ubicados
en la orilla oeste del arroyo Pantanoso, conocido atolladero de
caballos y carruajes, situado tres leguas al norte de la ciudad
de Montevideo.
De acuerdo con la mensura practicada por el agrimensor de
numero Pedro d'Albenas en octubre y noviembre del afio 1868,
la superficie tota! media 312 hectareas, 55 areas y 94 centiareas.
(En una de sus cartas, el padre Cagliero arriesgara el calculo
aproximado de siete kilometros cuadrados. )16
El amanzanamiento disefiado en esa ocasion -treinta y dos
parcelas- empezaba, a partir del extremo oeste, desde la actual
calle Peabody, y avanzaba seis cuadras hacia el este, para concluir
en forma irregular en las inmediaciones del Pantanoso. El
vinculo de la Villa con la ruta que iba de Montevideo a Las Pie-
dras, lo constituia la asi llamada avenida Principal; es decir,
Isabel la Catolica. Nacia ésta en el porton que la separaba de
la carretera, y enderezaba hacia el oeste, cruzaba el Pantanoso
sobre un puente de altos parapetos, y desembocaba sesgada, en
angulo obtuso, en la arteria centra! de la Villa, la Pérez Mar-
chena, que actualmente se llama Lezica.
El l ':' de diciembre de 1872, los Guerra remataron veinte lotes.
Sobre nuevos planos, aparecian doce manzanas mas que las pri-
mitivas. Pero, apremiados por dificultades economicas, decidie-
ron vender en bloque la totalidad de la Villa, y el 16 de enero del
afio siguiente, 1873, la sociedad Lezica, Lanus y Fynn adquirio
todos los derechos.
Estos sefiores -Ambrosia Placido Lezica, Anacarsis Lanus
y Enrique Fvnn- eran muy conocidos en plaza. Se habian aso-
ciado en 1867 para construir, entre otras cosas, las aguas corrien-
tes de la ciudad de Montevideo, y el 18 de julio de 1871 habian
inaugurado el acueducto.17
Como buenos comerciantes, decidieron valorizar los terrenos,
y los dotaron de atrayentes mejoras. Instalaron la administra-
cion -segun datos del padre Montero y Brown- en lo que es
hoy la granja de Humberto Pittamiglio, y se la entregaron a don
Jacinto de Vargas. Habia alli parrales, jardines, plantaciones de

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EL URUGUAY
35
tabaco ... y dos inmensos palomares con millares de alas blancas,
que, espantadas, nevaban el cielo. Tal era el espectaculo -en
esos tiempos, la capacidad de asombro era muy grande-, que el
propio gobernador Latorre se acerco una tarde hasta la Villa,
para admirar el desbande en los palomares.
Instalaron una linea de tranvias tirados por caballos, que
unia la estacion del Ferrocarril Centra! del Uruguay, en Colon,
con la plaza de la Villa. Del ferrocarril al Portém tendieron rieles
de hierro, y del Porton hasta la plaza se arreglaron con rieles
de madera dura. La facilidad del trasporte y una habil propa-
ganda, convirtieron el lugar en meta obligada de las excursiones
de las principales familias de Montevideo.
A poco llego de Francia, especialmente contratado, un ex-
perto jardinero, que racionalizo la forestacion, y convirtio a la
Villa en jardin. El millon -asi decian- de eucaliptos que
bordeaban los caminos, quedaron, aqui y alla, salpicados de aca-
cias y aromos. Hasta el Pantanoso, vestido de fiesta, gozaba con
su orla de sauces llorones besando las aguas.
Las dos fracciones de la plaza Colon -hoy, 12 de Octubre-
vieron nacer en el medio, regias fontanas rodeadas de macizos
multicolores: alhelies, pensamientos, jazmines, rosas ..., embalsa-
maron el ambiente de aroma y de color.
Dos cuadras al oeste de la plaza, y en el late numero 4 -de-
limitado por las calles Pérez Marchena, Guanahani, Washington
y Veraguas-, se echaron los fundamentos de una iglesia. A sus
lados comenzaron a crecer con ella dos salones con altos, des-
tinados a escuela superior.
En maya de 1874, por medio de don Emilio Romero, solici-
taron a la Sociedad de Amigos de la Educacion Popular un pro-
yecto de plan de estudios. El pedido produjo el conocido in-
forme de José Pedro Varela.18
Don Enrique Fynn era concesionario de las canteras situa-
das entre Colonia y Carmelo, y disponia de grandes cantidades
de granito rosado. Paredes y columnas de salones e iglesia
se vistieron de piedra. La iglesia la dedicaron a santa Rosa
de Lima, se dice que en homenaje a la sefiora de Lanus.
Las convicciones catolicas de don Enrique Fynn hicieron de
tal manera que, aunque muchos merodearan la presa, iglesia
y colegio le fueran ofrecidos a monsefior Vera.
*
*
*

4.8 Page 38

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36
Luis Lasagna, el obispo misionero
Mientras el Obispo seguia en sus cavilaciones, y trataba de lo-
grar la colaboraci6n de Jesuitas, Bayoneses o Salesianos, la so-
ciedad proseguia en el cumplimiento de sus planes. Un buen
dia, don Jacinto de Vargas -administrador de la Villa, a quien
los visitantes llamaban pintorescamente el gobernador- se puso
al habla con monsefior Santiago Estrazulas y Lamas, y resol-
vieron de comun acuerdo inaugurar la iglesia de Santa Rosa un
domingo cuya fecha no podemos precisar. ("No he hallado
constancias -anota el padre Montero- de que la iglesia fuera
bendecida, ni de quién le nombrara titular.")
Se fij6 en la administraci6n un aviso, en el que se comuni-
caba la noticia. Se encarg6 al soldado que oficiaba de guardia
civil de la Villa, que invitara a todos los arrendatarios, y les noti-
ficara que la ceremonia seria anunciada por la campanita de la
administraci6n. (Es curioso notar que el soldado, Rufino Ro-
driguez, afios mas tarde profes6 en la Sociedad Salesiana, y lleg6
al sacerdocio.)
El domingo, desde la torrecita de la granja Pittamiglio, la
vieja campanita que habia pertenecido al Tacora, un barco en-
callado en las costas uruguayas, tintine6 su mensaje. Y a las
ocho, monsefior Estrazulas iniciaba la primera misa del lugar.
Le ayudaba el secretario de la administraci6n, don Emilio W.
Gonzalez.
De la acacia que sombreaba el frente de la iglesia arranca-
ron una ramita, para hisopo de las bendiciones... El altar por-
tati! y los ornamentos que trajera Monsefior, quedaron en la
capilla, todavia desmantelada. Y desde entonces, todos los do-
mingos venia de Montevideo, en veinticinco o treinta minutos
de tren, un sacerdote espafiol, que Emilio W. Gonzalez trasla-
daba en tilburi de la estaci6n a la iglesia, para celebrar, y desde
la iglesia hasta la administraci6n, para tornar el desayuno.
Colmaban la capilla los primeros feligreses: familias de
Uriarte, Guerra, Horne Palomares, Fynn, Barreto Shaw, Evans,
Castellanos, etcétera.19
El 4 de mayo de 1876, el padre Cagliero escribe a don Bosco
desde Buenos Aires:
El lunes 8 parto para Montevideo, donde el Obispo me suplica
que acepte el nuevo colegio de Villa Colon, cerca de la ciudad;
y que sera contemporaneamente, seguo me comentaron los
Padres Jesuitas y otros, seminario menor. Me parece que
llegaremos a algun acuerdo...
Y afiade, con su chispeante buen humor:

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EL URUGUAY
37
Si esto ocurre, debera preparar Ud. otra compaiiia dramatica.
El 20 de los corrientes espero escribirle acerca del resultado
de la entrevista.
Ya en Montevideo, el Obispo lo aloj6 amablemente en su
modesta casa de la calle Ituzaing6, a la que Cagliero llama palacio
episcopal. Las visitas, conversaciones, estudios y demas tra-
mites previos a la fundaci6n del colegio, demandaron mas de
quince dias.
Monsefior Vera asisti6 a los primeros parlamentos. Luego,
emprendi6 una misi6n rural de las que siempre tenia progra-
madas, y dej6 todo en manos de Rafael Yéregui, vicario generai
y secretario.
Cagliero se impuso inmediatamente de la realidad uruguaya,
tanto en el aspecto civil, corno en el eclesiastico y economico.
El angustioso panorama lo conmovi6 de tal manera, que
acept6 en principio regentar un colegio salesiano en la di6cesis.
Por eso, su carta a don Bosco del 24 de maya comienza con un
exabrupto, y dice:
Le escribo desde la capita! de la Republica Oriental del Uru-
guay para decirle que prepare personal y para el nuevo cole-
gio de Villa Colon.20
Y corno para disculparse, afiade:
... deberia haberlo consultado antes de decidir, pero las ne-
cesidades y el consejo del Vicario Apostolico, del secretario
episcopal y vicario genera! y de todo el clero me empujaron
a aceptar inmediatamente "en el nombre del Seiior", corno
paso a explicarle enseguida...
Clara que la pena no le habia nublado el entendimiento. Y
asi afiade mas adelante :
Visité el colegio dos veces, y lo hice con todo detenimiento.
Lo trovai una vera belleza. Il luogo è deliziosissimo...21
A pesar de que don Enrique Fynn creia que podia contener
unos doscientos internos, Cagliero, mas habituado al oficio, ca-
libra su capacidad en no mas de ciento veinte alumnos; cifra,
corno veremos luego, mas pr6xima a la realidad.
Por otra parte, no habiendo iglesia alguna en las cercanias,
ni previsi6n de que la hubiera en diez o quince afios, era nece-
sario pensar en la instalaci6n de un parroco o equivalente.
Cagliero ya se habia trazado el cuadro de obligaciones que

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38
Luis Lasagna, el obispo misionero
debia asumir, cuando se iniciaron las negociaciones formales
con el Obispo y los presuntos donantes. Por todos ellos actuaba
don Enrique Fynn. Las gestiones fueron laboriosas; porque don
Enrique -dice la Cronica del Colegio Pio- pretendia imponer,
con la donacion, onerosos gravamenes, que maniataban a la
Congregacion, y disminuian su capacidad de maniobra. Pero
al fin, conversando, se entendieron.
El sefior Fynn queria, por lo menos, tener derecho, no solo
a exigir un cierto numero de alumnos gratuitos -los de la Villa-,
sino, sobre todo, a intervenir en su admision y gobierno. Ade-
mas, corno buen comerciante, no deseaba realizar una donacion
lisa, llana e indefensa, sino que queria establecer una Obra pia-
dosa, liberada, por lo tanto, de toda carga impositiva, y asegurada,
en orden a la propiedad, por _una clausula adicional que estable-
ciera que, en caso de que los Salesianos la abandonaran, debia
tornar a sus duefios primitivos o sus sucesores. Sabia muy bien
don Enrique de la voracidad e inestabilidad gubernamentales,
y queria desalentar preventivamente cualquier esperanza que
pudieran abrigar ciertos grupos masonicos.
Después de largas conversaciones, llegaron a un acuerdo de
caballeros. Dice Cagliero, en la carta citada:
[Fynn] cedi6 en todo con una sola condici6n: de que el esta-
blecimiento no se utilice, sino para un colegio de ensenanza
superior. 22
Este ceder en todo, sin embargo, debe entenderse corno tran-
sigir en aquello que los Salesianos estimaban incompatible con
la libertad necesaria para ejercer pacificamente su apostolado,
o sea que Cagliero exigia :
l '? ) Que "la Sociedad donara y entregara el dominio abso-
luto del edificio y de las 40.000 varas cuadradas de terrenos cir-
cundantes". Salvado esto, el sefior Fynn y sus amigos podian
buscar la forma legal mas adecuada a las vicisitudes locales;
2<:> ) Los Salesianos, mejor que "instituir puestos gratuitos
para ser llenados por la Comision... , recibirian gratis en cuali-
dad de externos a hijos de inmigrantes pobres distinguidos por
su piedad y estudio".
Cagliero no era hombre de dejarse manear.
Pero la cosa no acababa ahi. Todo estaba muy bien, y la
voluntad de las partes era excelente; pero quedaba el rabo por
desollar. Los Salesianos no tenian un centavo para los gastos
de instalacion, o sea traslado de persona!, mobiliario, adaptacion

5 Pages 41-50

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5.1 Page 41

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EL URUGUAY
39
organica de locales, mantenimiento generai y humano; ni lo
tendrian hasta que el establecimiento dispusiera de recursos
propios, asunto del que también se converso.
Y continua Cagliero en su carta:
Inmediatamente se formo una comisi6n presidida por D. Ra-
fael Yéregui y otro caballero [don Félix Buxareo], dispuesta
a enfrentar la responsabilidad de los gastos de instalaci6n y
mantenimiento, basta que el colegio caminara solo.
Y corno hombre ejecutivo, aiiade:
Por eso, de acuerdo con mis indicaciones, ya se han encar-
gado de cercar el cuadro con una tapia de 800 varas; proveer
de moblaje y utensilios a clases, habitaciones, cocina e igle-
sia, y pagar los gastos de viaje al persona! [que venga de
I t a l i a ] . ..
En resumen, estan dispuestos a todo, con tal que los
Salesianos se establezcan en el Uruguay.
Es que, corno dice mas adelante, no solo
esperan de nosotros maravillas..., sino que he oido decir que
existe el riesgo de que la sociedad [Lezica, Lanus y Fynn]
pueda quebrar, y que los francmasones (encumbrados en la
ensefianza oficial) se apoderen del lugar..., en el que habian
proyectado colocar su colegio.
En la misma carta aparece enseguida la preocupaci6n sale-
siana de Cagliero. Don Bosco les habia inculcado hasta la sa-
ciedad el concepto de que si su mision era salvar almas, su
campo especifico debian ser los jovenes, y de éstos, preferible-
mente los mas abandonados, los que menos podian valerse solos ...
Para salvar a esos pobres muchachos -decia el Santo Funda-
dor- no bastaba educarlos religiosamente, sino que "habia que
formarlos aptos para ganarse honradamente la vida". Intuia
don Bosco que las ocasiones colectivas de pecado -corno el
hambre, la miseria, la ignorancia, la inferioridad permanente...-
eran tan peligrosas corno las ocasiones personales. De ahi que
entre sus métodos mas notables de regeneracion religiosa y hu-
mana, estuviera la adecuada promocion sodai del mundo del
trabajo.23
Por eso, Cagliero anota incontinenti en su carta :
Hecho esto [establecidos en el Uruguay]. pensaremos en un
Colegio de Artesanos en el centro de Montevideo...

5.2 Page 42

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40.
Luis Lasagna, el obispo misionero
Cuando se trat6 de realizar la trasferencia de bienes de la Com-
pafiia a la Sociedad Salesiana, surgi6 un inconveniente impre-
visto: la certificaci6n de libre deuda.
El gobierno del coronel Latorre habia dejado sin efecto el
contrato de compraventa de la Empresa de Aguas Corrientes,
celebrado en 1875 por su antecesor, el presidente Varela. Esto
produjo a la Compafiia -Lezica, Lanus y Fynn- un notable que-
branto; y corno sus capitales estaban integrados por prestamistas
ingleses, se promovi6 una reclamaci6n diplomatica. Latorre la
rechaz6, desde el momento -decia- que los inversores tienen
"paladinamente abierto el camino de los tribunales". Fue en-
tonces cuando la Compafiia corto los servicios que prestaba; y
el Gobierno la compuls6 militarmente a mantenerlos.24 Este
proceso comienza a entorpecer el tramite de escrituraci6n, que
va a peregrinar largos meses.
Cagliero decide retornar a Buenos Aires; pero previamente ex-
tenderia ante la vista de don Bosco, en la carta ya comentada,
una planilla de necesidades. Después de anotar que el Colegio
Pio es un hermoso y salubre lugar para los salesianos enfermos,
sefiala con picardia que puede resultar "un refugio en el caso de
que nos aquejasen problemas serios en la Argentina". Luego
subraya que "debera abrirse en enero"; al menos, el elemental
inferior, porque los padres, luego de un mes de vacaciones, "quie-
ren librarse de sus niiios": El ciclo superior bastaria inaugurarlo
en marzo. Por lo tanto, se necesitan:
un director; al menos, cuatro maestros, y cinco coadjutores,
o sean un economo, un cocinero, un jardinero, un portero y
un mayordomo...
Seria de suma importancia que el director fuera un doc-
tor en letras, ya que aqui el doctorado es cosa rara y merca-
deria preciosa, que mucho influye en la opinion publica.
Los maestros es mejor que sean sacerdotes, porque debenin
ejercer su ministerio en la iglesia, ya que Colon esta lleno
de veraneantes y no tiene un solo sacerdote...
Vuelve Cagliero a Buenos Aires, y se sumerge en su interminable
actividad; pero siempre mantiene el oido alerto y dirigido a
Montevideo.

5.3 Page 43

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EL URUGUAY
41
En otras cartas baraja nombres.
Tamietti seria un buen director: "tiene garbo y es flexible
de la espina dorsal, cosas indispensables en estas tierras ..."
Y mientras va machacando en las obligaciones que asume
y en las necesidades consiguientes de personal, tiene una ocu-
rrencia feliz :
Yéregui y don Félix Buxareo, a la cabeza de la comision, pi-
den una bendicion del Padre Santo para el nuevo Colegio.
El Papa amo y ama mucho a Montevideo.25 iPodriamos lla-
marlo Colegio Pio de Villa Colon? 26
Escribame sobre los nombres que debemos poner al Hos-
picio [de Buenos Aires] y a este Colegio... Para las Hermanas
aun no he hallado nido...
Insiste, ademas, en que necesita dos sacerdotes y dos coad-
jutores para setiembre; pero le advierte a don Bosco que si para
julio no recibe los pasajes del persona! que debe enviarle, puede
respirar unos meses.
El 2 de julio pretendia "un Tomo para Montevideo.. ." Pero
el 19 del mismo mes, ante las nuevas noticias, Cagliero da la par-
tida por perdida:
A esta hora ya habra recibido la aceptacion del Colegio de
Villa Colon. Se vera usted en figurillas para preparar el per-
sonal. Por eso vengo ahora a sacarlo del empacho. La So-
ciedad que nos ofrecia en propiedad y donacion aquello, ame-
naza quebrar. Y con toda su buena voluntad, estan inhibidos
por los acreedores para hacer este acto de donacion legal.
Yo hablé y solicité una decision. La cosa esta en manos de
los abogados. Es probable que con el tiempo se haga. Por
ahora, no. Entre tanto, nosotros tomamos aliento. La Co-
mision de la que es presidente, en nombre del Prelado, el
padre Yéregui, esta apesadumbrado por esto, y busca el modo
de remediar el lamentable incidente. Yo les he dicho que
en setiembre el Superior General distribuira el personal para
todas las Casas..., pero que, luego de lo sucedido, yo le es-
cribiria que suspendiese el de Villa Colon. Puede darse que
le escriba pronto sobre esto mismo. jParece mentira los
tiempos que corren! Las casas mas fuertes se vienen abajo.
El curso forzoso de la moneda redujo a la miseria al comer-
cio, y el patac6n, que boy vale cinco francos, mafiana vale
solo cuatro... No me extrafiaria que sucediese un patatrac.
Los hierros estan candentes, el odio al Gobierno es excesi-
vo. El otro dia falto poco para que el Presidente y su Pri-
mer Ministro fuesen victimas de una pedrea... j Son republi-
canos !

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42
Luis Lasagna, el obispo misionero
Pero en agosto levanta el animo. Habla de dos cartas lle-
gadas de Montevideo, en las cuales lo invitan al acto notarial,
y le recuerdan la urgencia de elegir el persona! necesario.
Haré un paseito de quinientas millas ... Queda anulada la
carta fechada en San Nicolas que le envié el 20 de julio
[ésta es del 4 de agosto], en la que le decia de suspender
hasta nuevo aviso el personal para Montevideo... A lo menos
[necesito] dos individuos corno Tamietti y Bruna..., para com-
pletar los ocho que le pedia.
Y sigue revolviendo nombres:
Para Colém éDaghero mejor que Tamietti? Usted sabe mejor
que yo ...
Mientras tanto, el 19 de agosto don Bosco responde:
Para Villa Colon, si algo se concluye, mandaré corno director
a D. Daghero o a D. Tamietti o a D. Lasagna o a D. Belmonte,
todos doctores en letras, menos Belmonte, que lo es en fi-
l o s o f i a .. .
El Padre Santo sintio gran alegria al saber la noticia
de la fundacion de un colegio catolico en el Uruguay, y
agradecio mucho que lo llamaran Colegio Pio. Envia su
bendicion apostolica para la obra, para quienes la promue-
ven, y para los que quieran cooperar con ella.27
Pero las brevas no maduraban. El 4 de setiembre vuelve a
escribir Cagliero:
Mas fastidios: en Montevideo, malgrado la buena y santa
voluntad de todos, todo marcha lentamente. Espero cartas
de un momento a otro. Cada retardo por la bendita escri-
tura me da fastidios, pues debo postergar la inauguracion,
que debe ser en enero y marzo [para alumnos primarios y
secundarios, respectivamente]. Les he enviado la bendicion
del Padre Santo: puede ser que ella ponga aquello en mo-
vimiento.28
Todo en marcha..., y nada concluido. El dinamico padre
Cagliero, sobre ascuas, comunica a don Bosco:
... no le puedo fijar la fecha de la partida [de los salesianos
para Buenos Aires y Villa Colon], pero tengo esperanzas
de que antes de Navidad ya estén en viaje...
Y en la misma carta, ruega al Santo Fundador que haga es-
tudiar castellano a los mittendi et mittendae.

5.5 Page 45

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EL URUGUAY
43
Pero las cosas mejoran de golpe, y el 15 de setiembre debe
comparecer corno mandatario de don Bosco ante el escribano
publico Carlos Casaravilla. Don Enrique Fynn representa legal-
mente a la Sociedad Lezica, Lanus y Fynn, que "dona en perpe-
tuidad al Superior de la Congregaci6n Salesiana de Turin, don
Juan Bautista Bosco",29 el terreno y edificaci6n, "con destino a
colegio e iglesia", segun plano firmado por el agrimensor Fermin
C. Yéregui. La escritura fue extendida con fecha 21 de setiem-
bre de 1876.
;':
Mientras tanto, don Bosco trabajaba en firme. Lo prueba el tes-
timonio de don Francisco Cerruti, director del colegio salesiano
de Alassio :
Siempre recuerdo la escena que se me ofreci6 a la vista una
tarde de setiembre de 1876. Estabamos paseando por el
patio del viejo colegio de Lanzo, cuando vi a Lasagna todo
consternado y lloroso.
-iQué tienes? -le pregunté.
-Acabo de salir del cuarto de don Bosco... -respondi6.-
Me propone marcharme a América, corno director del nuevo
colegio de Villa Colon. Al oponerle yo dificultades y obje-
ciones, me respondi6 que a la fuerza nunca me mandaria...,
pero me dej6 un plazo de veinticuatro horas para reflexionar,
antes de responder. ..
"jPor amor de Dios -prosigui6 Lasagna-, mi querido
sefior director, abogue usted por mi ante don Bosco! Siento
harta repugnancia a dejar la casa de Alassio, mis discipulos,
mi pais. Estoy dispuesto a ensefiar aunque sea en la primera
elemental; pero con usted yen Alassio. Ademas, soy aun muy
joven e inexperto para desempefiar el papel de director...
Y iPOr qué motivo, enfermo corno estoy, he de ir a morirme
solo y desconsolado a miles de leguas de don Bosco, del san-
tuario de Maria Auxiliadora y de mi patria?...
-Oye, querido Lasagna -le respondi-; sabe Dios cuan-
to me apesadumbra, por mi y por el colegio de Alassio, donde
has hecho tanto bien, tu partida para América. Mas no
quedariamos tranquilos ni tu, ni yo, si en este trance no aca-
llaramos la voz del sentimiento, para escuchar la del deber.
No me atrevo a influir para que permanezcas en Alassio:
paréceme que seria cargo de conciencia... Si don Bosco te
ha hecho tal proposici6n, tendra sus motivos y fines parti-
culares, y seria desacert~do resistir. ..
"Oye, vuelve a él, y dile ..., o mas bien repitele tus difi-
cultades, tu repugnancia, tu lucha interna, y Iuego déjalo

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44
Luis Lasagna, el obispo misionero
disponer lo que crea mas conveniente para la gloria de Dios
y el bien de tu alma.
Al dia siguiente, Lasagna volvi6 mas tranquilo y resignado.
-Hice -me dijo- cuanto usted me aconsej6. Don
Bosco, después de oirlo todo, repuso: «Bueno; preparate
para partir...» Y yo -concluy6 don Lasagna- partiré.30
Unos dias después, trasmiti6 a don Bosco su aceptaci6n es-
crita.31
. ,.,
Mientras tanto, la Comisi6n uruguaya, permanentemente acucia-
da por Cagliero, sigui6 conduciéndose con real eficacia. Y el
2 de octubre de 1876, Yéregui le comunicaba resultados:
Mi amigo: esperando poder darle buenas noticias. Respecto
a los pasages 32 no le he escrito antes; pero hoy que tengo
su estimada debo contestarle.
Recién a principios de la ultima semana supe por el Sr.
Fynn que no era posible arreglar el asunto de los pasages
ni con la Compafiia Francesa ni con la de Lavarello. En
vista de esto, he practicado nuevas instancias con el Sr. Go-
bernador quien me ha prometido arreglar el asunto 6 con-
tribuir con una cantidad para los pasages . Acaso hoy ob-
tenga la contestaci6n definitiva.
Como V. R. comprende, no es de despreciar la coopera-
ci6n del Gobierno en este asunto principalmente en las ac-
tuales criticas circunstancias.
Aunque algo he hecho respecto a preparar los elementos
necesarios para la instalaci6n del Colegio, sin embargo, creo
conveniente arreglar ante todo el asunto de los pasages.
Estas contradicciones lejos de desanimarme me animan, pues
comprendo corno le he dicho antes que ésta es obra de Dios
y por consiguiente bueno es que vaya sellada con el sello de
las contrariedades.
Creo que el viage del Sr. Buxareo sera en todo este mes,
pero me ha dicho que ignora el dia, pues que terminados al-
gunos asuntos que lo detienen, aprovecharia la partida del
primer vapor para irse. Puede mandarme las cartas de que
me habla, pues es bueno que las tenga.
Si hoy sé algo definitivo sobre los pasages se lo comuni-
caré inmediatamente.
Me encomiendo en sus oraciones.
RAFAEL YÉREGUI.

5.7 Page 47

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EL URUGUAY
45
La correspondencia sigue cruzandose velozmente. El 10 de
octubre, Yéregui vuelve a responder:
Mi amigo:
Oportunamente recibi su estimada fha. 6 del corriente.
En contestaci6n le diré que con esta fecha escribo al P. Bosco
enviandole la orden del agente de los vapores del Pacifico
en Montevideo al agente de Burdeos para que diez pasages
de primera en uno de los vapores que parten de alli para ésta.
Basta, pues, que el P. Bosco se ponga en comunicaci6n
con dicho agente a fin de saber el dia que han de partir los
PP. de Burdeos. Los pasages estan dados a la orden del
P. Bosco.
Juntamente le mando una letra de 1.530 francos para los
gastos de viaje de Turin a Burdeos. No mando mas porque
no puedo. Para enviar esa cantidad he rascado el fondo.
Ahora nos ocupamos con D. Félix Buxareo, D. Juan Jack-
son y el Sr. Ingouville de arreglar lo necesario para la ins-
talaci6n. No le prometo grandes cosas, pero hemos de hacer
lo posible por que la maquina marche, que es nuestra misi6n.
Yo le avisaré el momento de enviarnos el Hermano car-
pintero y el otro auxiliar.
Nuestro Gobernador el Sr. Latorre es el que, con la me-
jor buena voluntad, me arregl6 el asunto pasages.
No olvide de ir arreglando definitivamente el programa
que ha de imprimirse. Procure hacer todo lo posible por vi-
sitarnos pronto para ver lo que ha de hacerse en Colon.
No descuide de mandar las cartas que debe llevar el Sr.
Buxareo.
Terminaré haciéndole una pregunta suelta. i. Con qué
cantidad mensual y por cuanto tiempo deberia contarse para
sostener y dar vida a una escuela de artes y oficios?
Nada tengo hecho a ese respecto, pero deseo tener algu-
nos datos.
Contra mi costumbre he sido demasiado extenso en esta
carta.
Encomié.ndeme en sus oraciones y mande a H. y A.
*
*
*
RAFAEL YÉREGUI.33
La raridad y lentitud de los vapores y de las comunicaciones,
frente a la urgencia del envio de una segunda expedici6n de mi-
sioneros salesianos a plazo fijo, para distribuir en la Argentina
y el Uruguay, mantenian a Cagliero corno en brasas.
Por eso -acota Entraigas en su biografia-, escribe telegra-
ficamente a Turin:

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46
Luis Lasagna, el obispo misionero
Con el Savoie del 20 de octubre recibira los ocho pasajes.
De Burdeos, un pagaré de 4.000 francos. Espero la caravana
de Buenos Aires para mitad de diciembre. Imagino parti-
ran con el mismo Savoie. Me telegrafian de Montevideo.
Tenga paciencia, y provea para el pasaje de las Hermanas y
los de San Nicolas. Puede servirle la Letra de Cambio de
9.000 francos de San Nicolas. Tengo aqui $ 2.000 y 3.000
de crédito para proveer a San Nicolas. Temo que todo esto
se me agote a la llegada de los amigos (no confio aun su-
ficientemente en la Divina Providencia) ... Le pedia, en mi
ultima, que partiera primero la caravana de Montevideo.
Me retracto: la de Buenos Aires debe tornar la Cia. de Mar-
sella, y la de Montevideo, la de Burdeos. El Gobierno uru-
guayo nos concèdi6 diez billetes de primera, que no qui-
sieron aceptar ninguna de las compafiias del Mediterraneo.34
Mediante compensaci6n, acept6 la Cia. del Pacifico, con par-
tida de Burdeos... Partan el 20 de noviembre, o a mas tardar
el 5 de diciembre. He pedido 2.000 francos para el viaje de
Turin a Burdeos. Tengo la cabeza llena... Hemos tocado to-
das las teclas ... Hemos obtenido para dieciocho. Dea gratias!
Don Bosco se las arregl6. El 7 de noviembre despedia so-
lemnemente, en el santuario de Maria Auxiliadora de Turin, con
la emotiva ceremonia del Ritual Romano, a la segunda falange de
salesianos que se desposaban con América.35
Enseguida partieron hacia Roma, acompafiados por el mismo
don Bosco. Rindieron homenaje al papa Pio IX, que los recibi6
en audiencia particular, y el 14 ya estaban en Génova.
Los que iban a Buenos Aires, capitaneados por el padre
Bodratto, partieron en el Savoie. Los que se dirigian al Uruguay,
a las 6rdenes de Lasagna, enfilaron hacia Burdeos, su puerto de
embarco.36
El primer grupo arriba el 11 de diciembre a Montevideo.
Bajaron a tierra apenas el tiempo necesario para dejar algunos
equipajes destinados a Villa Colon, y debieron, por razones de
horarios, reembarcarse enseguida para Buenos Aires.
'E. Acevedo, Anales..., cit., tomo IV, pags. 7 y sigs .
El presidente Pedro Varela era fruto del pronunciamiento militar que e]
15 de enero de 1875 depuso al doctor José E. Ellauri. :Éste gobern6 durante un
aiio, que pas6 a la historia con el mote de ano terrible.
2 El inolvidable padre Ramon Montero y Brown, insigne salesiano uruguayo,
tiene entre sus glorias literarias la de haber pergeiiado un borrador inédito
de Historia de la lnspectoria, que citaré muchas veces. El 18 de enero de 1965
escribia con !etra temblorosa al padre Sabino Doldan Goyret : "La historia de
la Inspectoria fue escrita en borrador hace afios ..., y qued6 arrumbada... Tengo

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EL URUGUAY
47
entre manos tantas cosas, que no puedo afeitarla un poco ..." Lamentablemente,
fallecia e! 1? de setiembre del mismo aiio. Le faltaban algunos dias para coronar
sus ochenta y ocho aiios de edad. Habia nacido en Mercedes ( Soriano, Uru-
guay), e! 21 de setiembre de 1877. "Yo naci -solia decir risuefiamente- e!
dia en que nacen todas las flores ..."
3 Arturo Ardao, Racionalismo y liberalismo en el Uruguay, pag. 229 (Univer-
sidad de la Republica, Montevideo, 1962).
4 Los datos eclesiasticos de este capitulo han sido confrontados en e! archivo
de la Curia Arzobispal de Montevideo; en la obra citada de L. A. Pons, Biografia...,
pag. 181 ; en Pablo Hernandez, S . J., La Compaiiia de Jesus en las R epubticas de
Sudamérica (Ed. Ibérica, Barcelona, 1914), yen Dr. José Maria Vidal (Salesiano),
El primer arzobispo de Montevideo, Dr. Mariano Soler, tomo I , pag. 50 (Bibl.
Urug. de Autores Clasicos) (Ed. Don Bosco, Maldonado 2125, Montevideo, 1935).
5 Las fechas indicadas no pueden ser tomadas con caracter absoluto, ya
que, por ejemplo, en e! caso de don Damaso Larraiiaga, el delegado apostolico,
monseiior Juan Muzzi, ante un pedido mas amplio del Cabildo, que llevaba por
fecha 18 de enero de 1825, le concedio facultades de vicario capitular sede va-
cante. Pero solamente e! rs de marzo de 1833 recibio e! nombramiento de vicario
apostolico, sin caracter episcopal, que Gregorio XVI le confiriera el 14 de
agosto de 1832.
Cf. L. A. Pons, Biografia..., cit., pag. 195; Manuel Juan Sanguinetti, La re-
presentaci6n diplomatica del Vaticano en los paises del Plata, pag. 103 ( Buenos
Aires, 1954 ); Eustaquio Tomé, El vicariato apostolico de don ]osé Benito Lamas
(1854-1857) (lmpresora Uruguaya S . A., Montevideo, 1941).
' En e! archivo de la Inspectoria de San Francisco de Sales (Buenos Aires)
hay una carta de un Superior del Consejo Generalicio, datada a fines de siglo,
en la cual lamenta amargamente que los salesianos argentinos traten de
gringos a los italianos.
Este fenomeno de la superioridad y e! colonialismo europeos, es mucho mas
complejo de lo que pueda sugerir este simple enunciado de hechos. Tenia tal
arraigo en la mentalidad popular, que hasta una adivina que ofrecia sus servicios
por los diarios, se promovia corno recién llegada de Europa. (Véanse los diarios
de la época, en la Biblioteca Nacional de Montevideo.)
7 Este esquema, si es valido . para sacerdotes extranjeros celosos, es flojo
de tintas para un fenomeno que perduro hasta no hace muchos aiios: e! de los
parce mihi, pintoresco denominativo de una pléyade de sacerdotes extranjeros
-principalmente, de la Italia meridiana!-, con documentacion mas o menos
clara, pero con permiso de celebrar, que no pertenecian a parroquia alguna, y
que ofrecian al mejor postar sus servicios eclesiasticos remunerados: El mote
venia de la pronunciacion romana de la palabra parce (parche), que en espaiiol
significa lo que tales clérigos hacian, al suplir la ausencia de sacerdotes regulares.
A ellos alude monseiior Lasagna en carta a don Rua enviada desde Guaratin-
gueta e! 10-IX-1895. "Il popolino -dice- per le vie chiama i preti mercenari
napoletani che vanno ai funerali, col nomignolo di parce mihi, cioè cataplasmi..."
Cf. Cesare Chiala, Da Torino alla Repubblica Argentina, entregas 286 y 287
de las Letture Cattoliche (Torino, 1876). Don Cesare Chiala recopilo en un
pequeiio volumen postumo las cartas enviadas por los primeros Misioneros, y
que un poco manipuladas publicaba e! teologo Margotti en e! diario L'Unità
Cattolica, de Turin. (Ignoramos e! método usado para compilar y manipular esas
cartas; pero lo cierto es que, corno veremos, adolecian de muchas inexactitudes.)
8 La Raz6n, del aiio 1878, en la Bibl. Nac. de Montevideo.
' L. A. Pons, Biografia..., cit., y A. Ardao, Racionalismo..., cit.
10 C. Chiala, Da Torino ..., cit.
Muchos datos referentes a las gestiones del padre Cagliero para .fundar e!

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Colegio Pio de Villa Colon, ademas de la consulta con los documentos originales
existentes en Turin, han sido confrontados con la excelente obra intitulada
El ap6stol de la Patagonia (biografia del cardenal Cagliero ), del Jaureado histo-
riador salesiano doctor Raul A. Entraigas, caps . XIX y XXIV (Ed. Apis, Ro-
sario, 1955 ).
11 Cronica del Colegio Pio, de Villa Colon.
Las cronicas primitivas del Colegio Pio, celosamente guardadas en su
archivo, constan de varios volumenes que reconocen por fuente un cuadernillo
de 15 por 20 centimetros -actualmente, con treinta y cinco hojas rayadas-,
redactado no antes de 1886, y casi diria de 1893. En la cara de la izquierda se
observan diversas escrituras, y la de la derecha pertenece siempre al padre
Lasagna, que amplia, corrige o ajusta la informacion. Sobre la base de este
cuadernillo de tapas azules, e! padre Manuel Garcia compilo gruesos volumenes
de 36 por 24 centimetros -uno por afio-, en los que reprodujo la cronica pri-
mitiva, y la completo con datos existentes en otros registros de la Casa, foto-
grafias, recortes de diarios y otros valiosos elementos. El cuadernillo de
Lasagna -corno todas las resefias escritas a afios de distancia de los hechos-
se resiente de muchas imperfecciones cronologicas, que se iran sefialando en el
curso de esta obra.
12 C. Chiala, Da Torino ..., cit.
13 Copia de la carta, en e! ACSS .
14 L. A. Pons, Biografia..., cit., pag. 101.
15 aqui e! texto completo de la historica circular que cita parcialmente
e! padre Pons, Biografia..., pag. 105. El ejemplar de que dispongo, estaba entre
los papeles del padre Montero y Brown, encabezado con una apostilla de propia
!etra, que decia asi: "Un ejemplar impreso de la siguiente cédula circular se
halla entre los documentos de don Tomas Pereira, padre de Tiquitique [sic],
e! ingeniero agronomo, exalumno del Colegio Pio..."
"Montevideo, 27 de Nov. de 1865. / Sefior Tomas Pereira / Siendo de toda
conveniencia y necesidad, dar a la juventud una educacion esmerada, a la altura
del siglo, y que asegure para e! porvenir e! progreso mora! del pais, se ha for-
mado una Asociacion de Nacionales y Extranjeros, con e! objeto de establecer
en la Capitai del Estado un gran Colegio, con capacidad para un crecido numero
de alumnos, cuya direccion sera confiada a ilustres profesores Jesuitas. / La
Asociacion ha tenido presente que los Colegios de !os Jesuitas gozan del mayor
crédito de los pueblos mas civilizados y América, sean ellos Catolicos o protes-
tantes; que e! colegio fundado en la ciudad de Santa Fe, de la Republica Ar-
gentina, ha correspondido tan cumplidamente a las esperanzas de todos, que
la Provincia emplea fuertes sumas de dinero en su adelanto materiai; y que
en Buenos Aires, una reunion de vecinos respetables, se ocupa actualmente de
la recaudacion de fondos para la construccion de un edificio, destinado a otro
colegio de Jesuitas. / La Asociacion cree que e! ilustrado y liberal· gobierno de
la Republica, prestara su eficaz concurso a tan benéfica obra, y espera obtener,
principalmente, e! de los padres y madres de familia y e! de todas las personas
amantes de una verdadera y solida instruccion basada en la mora! religiosa,
tan indispensable para e! bienestar de los individuos corno de las sociedades. / La
Comision que firma en representacion de la Asociacion indicada, tiene pues e!
horror de dirigirse a Ud. invitandole a suscribirse por la cantidad que fuere
de su agrado; y le pide se digne expresar!a a continuacion de esta esquela,
que le sera presentada por dos miembros de la Asociacion, encargados de
dar a Ud. las explicaciones que deseare. / La Comision para llenar un deber
que considera de horror, dara cuenta oportunamente de la inversion de los
fondos que colecten; para que publicada, sirva de satisfaccion a los sefiores
suscritores. / La Comision saluda a Ud. con la consideracion debida. / Reissig,
Pte.; Nicasio del Castillo; Joaquin Requena; Pedro M. de Isasa; ]osé de La-

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EL URUGUAY
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fu ente; Fafael Fragueiro; F. Buxareo; Juan M. Zorrilla; B. A/corta; N. Balparda;
In. Ato. de la Bandera, Sera."
" En la Cronica del Colegio Pio (Il) se ha insertado un recorte impreso,
que reza asi: "Dicen unos viejos papeles amarillentos que trascienden hume-
dad y polilla: Resumen generai de los terrenos pertenecientes por los titulos
historiados a la Sociedad de Cornelio Guerra Hermanos y Campania; de los
terrenos vendidos por el seriar Lafone al seriar Frias, excluidas las cien cua-
dras cuadradas reservadas por dicha sociedad, 290 cuadras. De los terrenos
de los mismos que pertenecieron al seriar Klengel, 35 cuadras. De los terrenos
adquiridos al seriar Lammers, sesenta cuadras. De don Juan Monro, 12 cuadras,
7.137 varas. Y de dona Carmen Antuna y don Faustino Silva, 19 cuadras y
4.793 varas. Swnan 423 cuadras y 5.906 varas, o sea 312 hectdreas, 55 dreas y
94 centidreas. En este terreno, cuya superficie resulta exacta, segun mensura
practicada por el agrimensor D. P. D'Albenas en los meses de octubre y no-
viembre de 1868, la Sociedad Cornelio Guerra Hermano s y Campania fundarnn
un pueblo con la denominaci6n de Villa Colon..."
17 E. Acevedo, Anales..., cit., revista Juventud, Villa Colon, Julio de 1919,
pag. 148, citando a La Raz6n, de Buenos Aires.
18 Direccion Generai de lnstruccion Primaria, La educaci6n del pueblo, por
José Pedro Varela, ed. Il, pag. 9 (lmpr. El Siglo Ilustrado, de Gregorio V. Marino,
calle 18 de Julio 23, Montevideo, 1910).
1' Gran parte de estos datos estan contenidos en la carta - m emoria que don
Emilio W. Gonzalez publicara en la revista Juventud, citada.
Los horarios del Ferrocarril Centrai del Uruguay, "Montevideo a 25 de
Agosto", constan en Ios diarios de la época, que pueden consultarse en la Bibl.
Nac. de Montevideo.
2°Cf. Bollettino Salesiano, anno II, ottobre 1877, pag. 2.
21 " Es realmente bello. Y e! lugar, deliciosisimo."
22 El padre Cagliero, en su carta a don Bosco fechada en Montevideo el
24 de mayo de 1876, dice que la donacion se efectuo con la sola condicion de
que se dedicara a un colegio de enseiianza superior. Pero, Iuego, afiade la ex.i-
gencia de los donantes de mantener alumnos externos gratuitos. Don Lasagna,
en la Cronica del Colegio Pio -Origine del Collegio Pio, 1876-, fija, ademas, otras
clausulas, referentes a la devolucion y al nombre de la capilla. Dice asi:
"Durarono a lungo le trattative poichè el Sig. Fynn desiderava imporre colla
donazione oneri troppo gravosi, o che avrebbero inceppato la libertà della Con-
gregazione. / AI fine poterono intenderse. La donazione fu fatta a D. Bosco
come Superiore dei Salesiani. / La donazione fu fatta con tre clausole: / t i) Che
in caso di doversi ritirare i Salesiani, la proprietà ritornerebbe ai donatori od
eredi coll'obbligo di indennizare le costruzioni nuove e ... [originai incompren-
sible]; / 2i) Che si stabilissero i corsi secondari, e che se ammettessero gratui-
tamente i fanciulli poveri del vicinato alle scuole; / 3~) Che la Cappella fosse
dedicata a S. Rosa, protettrice delle Americhe, in ricordo della Signora Rosa
Lanus." (Observacion del padre Montero y Brown: "Debe de ser Lezica".)
Hasta aqui, redaccion del padre Lasagna. Sigue otro cronista; pero todo
esta revisado por el primero.
" ... D. Cagliero fece il contratto sopra indicato, accettando n elle condizioni
sopradette le case, la chiesa e le quattro quadre di terreno adiacente."
El padre Lasagna no hacia otra cosa que trascribir Ias condiciones expre-
samente contenidas en la escritura del 21 de setiembre de 1876 (Registro Na-
cional de Ventas N? 1.306, y folio 355 del libro corriente del escribano publico
Carlos Casaravilla, refrendado por el escribano Antonio F. Toribio).
El 24 de agosto de 1876, Anacarsis Lanus y Ambrosio P. Lezica otorgaron
poder a Enrique Fynn para donar los bienes correspondientes al colegio e

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Luis Lasagna, el obispo misionero
iglesia de Villa Colon, ante e! escribano Antonio Lagos, de la ciudad de Buenos
Aires, con la condicion de que "e! donatario establezca un servicio de ense-
fianza primaria y superior para varones a perpetuidad, debiendo ademas man-
tener e! oficio en la referida iglesia. Todo ba.io la condicion expresa de que
en cualquier tiempo dejasen de tener esos edificios el destino para que son
donados, quedaria ipso facto anulada la donacion, retrovertiendo la propiedad
a los donantes o a sus sucesores, en cuyo caso éstos abonaran a la tasacion
las mejoras que por e! locatario hubiesen sido hechas".
Por su parte, Fynn hizo afiadir en la escritura otras especificaciones sin
clausula de nulidad, a saber: que "la iglesia debe ser consagrada bajo la advo-
cacion de Santa Rosa de Lima, patrona de América, y que la instruccion superior
sea la que se requiere para obtener grados universitarios y, por ultimo, que se
admitan en las clases elementales gratuitamente corno externos a nifios pobres
del vecindario que a juicio del director deben ser admitidos".
Don Enrique Fynn habia nacido en Montevideo, e! 3 de j_ulio de 1835, de
madre andaluza y padre escocés. A los quince afios trabajaba en una casa de
importacion, y a los veintiuno se establecia por propia cuenta. La falta de agua
en Montevideo -cuando se agotaban los aljibes, se pagaban dos pesos y cuatro
centésimos por cada caneca traida de las cachimbas del Buceo-, lo impulso a
estudiar a fondo el problema. Cuando en 1867 el Gobierno orientai llamo a
licitacion de estudios y planos de provision de agua, don Enrique la garro facil-
mente. Entonces se asocio con Ambrosio Placido Lezica y Anacarsis Lanus --en
los diarios de la época, siempre escriben Lanuz, con zeta final-, fuertes co-
merciantes de Buenos Aires, que aportaron a la sociedad 1.000.000 de pesos oro .
Mas tarde, Fynn fundo otras empresas: e! Tranvia del Este, e! Ferrocarril
y Tranvia del Norte, y en Buenos Aires, donde fue presidente de la Asociacion
Nacional de la Lecheria, la Granja Bianca, firma famosa en la industrializacion
de la leche.
(Cf. revista Juventud, N? 5, Villa Colon, julio de 1919, pag. 148.)
23 Cf. Constituciones de la Sociedad de San Francisco de Sales, arts . 1? y 5?,
y Pe. Dr. Alexandre Rada Donath, Os artigos }? y 5? das Constituçòes de Dom
Bosco (Secretariado Vocacional Salesiano, Sao Paulo, Brasi!, 1963).
24 E . Acevedo, Anales..., cit., pag. 137.
25 El canonigo Juan Maria Mastai Ferretti -luego, papa Pio IX- estuvo
dos veces en Montevideo, cuando tenia treinta afios de edad. Ante diversas ges-
tiones de Gobiernos sudamericanos, la Sagrada Congregacion de Negocios Ecle-
siasticos de Roma decidio enviar a Sudamérica en mision especial y corno
delegado apostolico al auditor de la Nunciatura de Viena, monsefior Juan
Muzzi. Completaban la embajada el canonigo Mastai Ferretti, corno secretario,
y e! presbitero José Sallusti.
La mision tuvo gran éxito popular en Buenos Aires y en Santiago de Chile,
debido a la religiosidad del pueblo; pero las negociaciones fracasaron rotun-
damente, no tanto por la impiedad de los gobernantes, corno ligeramente se
dijo, cuanto por la impericia americana -valga el eufemismo-, endémica de
las misiones europeas que nos visitaron.
El futuro Pio IX paso por Montevideo e! 1? de enero de 1824, en e! ber-
gantin francés Hélo'ise. Retorno e! 2 de diciembre del mismo ano. Venia de
Valparaiso, donde el 30 de octubre se habia embarcado en el trasporte genovés
La Colombia. Permanecio en la Provincia Cisplatina -entonces, asi llamada,
mientras dependia del Imperio del Brasi!- hasta e! 18 de febrero de 1825. Muzzi
se hospedaba en casa del parroco don Damaso Larrafiaga, y Mastai Ferretti, en
la de don Manuel Jiménez. Fueron muy cumplimentados por el generai Car-
los Federico Lecor, baron de la Laguna y gobernador brasilefio, y festejados
por los sacerdotes y el pueblo, que desde hacia veinte afios no veia un obispo.
El 5 de mayo de 1825, Mastai Ferretti escribio desde Gibraltar una carta al
cardenal Julio Maria della Somaglia, secretario de Estado de Su Santidad, en la

6.3 Page 53

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EL URUGUAY
51
que muestra todo su carino a Montevideo, del que llevaba el mas apacible
recuerdo.
Cf. Pedro de Leturia , S. J., Gian Maria Mastai en Montevideo o Pio IX en
la América espaiiola (Razon y Fe, Madrid, 1933); M. J. Sanguinetti, La represen-
tacion..., cit., pag. 21; Giuseppe Sallusti, Storia delle missioni apostoliche dello
Stato di Cile, colla descrizione del viaggio dal V ecchio al Nuovo Mondo , fatto
dall'autore.. . (Roma, 1827); Isidoro de Maria, Mont evideo antiguo (Seleccion),
pag. 137 (Ed. Eudeba, Buenos Aires, 1965).
26 El nombre de Colegio Pio aparece por vez primera en esta carta de
Cagliero, fechada en junio de 1876, y confirmado en carta autografa de don
Bosco del 1? de agosto (ACSS., S . 131, 1876-VIIl-l) . Por eso, resulta inexacta
la afirmacion de don Pablo Albera, cuando dice que en noviembre de 1876,
"Là ai piedi di Pio IX, [a Lasagna] gli balenò alla mente l'idea di dedicare
all'augusto Pontefice il collegio che doveva fondar e in Villa Colon..." (Mons. L.
Lasagna..., cit., pag. 96.)
En las Memorie biografiche (vol. XII, pag. 515) , leemos que el Santo, al
despedir a los Misioneros, unos dias antes de la audiencia pontificia, dijo de
Villa Colon: "collegio... che fu chiamato Pio per ricordare il passaggio del gran
Pontefice". En la pagina 520 se afiade que don Bosco comunico la idea al
Papa durante la entrevista indicada:
"-A Villa Colon -di.io don Bosco- sai·à aperto un collegio, che Vostra
Santità vorrà gradire sia chiamato Collegio Pio.
"-Sì -rispose con ilarità-, va bene. Sono stato in questa città, ho veduto
quei luoghi..."
O sea que la idea fue del padre Cagliero, cuando el padre Lasagna ni sofia-
ba con venir a América, y el nombre lo puso don Bosco, y fue aprobado por el
Papa en la entrevista de marras.
En la pagina 538 de su libro, el mismo padr e Albera concluye afirmando que
don Bosco fue quien bautizo al Colegio Pio, de Villa Colon: "... il Collegio Pio
di Villa Colon, così denominato da don Bosco a testimonianza di gratitudine
verso l'immortale Pio IX".
Al Colegio de Villa Colon se lo llamo Pio, sin aditamento; mientras que
Colegio Pio IX -con la indicacion del ordinai- significaba el Colegio San Carlos,
de Buenos Aires, asi bautizado después del fallecimiento del Papa (7-Il-1878).
(Cf. Memorie biografiche, vol. XII, pag. 538.)
27 En e! ACSS . exis te copia de dicho documento.
28 En Mons. L. Lasagna... (pags. 88-89), el padre Albera seiiala el 24 de mayo
de 1876 corno dia en el que "se concluyeron las negociaciones entre don Ca-
gliero y una comision nombrada al efecto por monsefior Vera".
Don Eugenio Ceria afirma que en esa fecha se escrituro en favor de Jos
Salesianos. (Cf. Annali della Società Salesiana, vol. I, pag. 259. Soc. Ed. In-
ternaz., Torino, 1951.)
En igual defecto incurre el padre José Vespignani, en su Cronologia salesiana
(Arch. Insp. S. Fco. de Sales, Buenos Aires).
Las conclusiones documentales son otras: 1) El 24 se arribo a un com-
promiso privado entre Cagliero y los propietarios de Villa Colon; 2) Por esas
fechas se establecio, de acuerdo con monseiior Vera, una comision, a fin de ob-
tener el dinero necesario para los gastos de instalacion y mantenimiento; 3) El
4 de setiembre, todavia no se habian trasferido las escrituras; 4) El 15 de
setiembre comparecen ante el escribano, y la escritura se extiende el dia 21.
(Arch. Insp. S. Fco. de Sales, Buenos Aires.)
29 Juan Bautista Bosco... En realidad, el Fundador de la Sociedad Salesiana
se llamaba Juan Melchor -e! segundo nombre, impuesto por sus padres en
horror del tio materno, Melchor Occhiena-; pero e! Santo firmo siempre con
un escueto Giovanni Bosco.

6.4 Page 54

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52
Luis Lasagna, el obispo misionero
30 ?. Albera, Mons. L Lasagna..., cit., pags . 100-101; ACSS ., carta de Lasagna
a don Bosco, del 3-IV-1880.
31 H é aqui el texto del documento mencionado :
"Tutto per Gesù! / Amatissimo Padre, / Mi sono messo perfettamente
nelle sue mani certo di pormi così in quelle dell'amorosa Provvidenza di Dio;
nè ora sono punto pentito di quanto feci; anzi non potendo contare sulle mie
deboli forze confido tutto nella misericordia di Dio e nelle preghiere potenti di
Lei, mio tenero Padre, e di miei cari confratelli. / Intanto volendo anch'io coo-
perare per quel poco che posso ai disegni di Lei che son quelli del mio Dio,
ho procurato in questi pochi giorni di ripassare in fretta e furia la Teologia
Morale, e stassera potei già subirne, se non uno splendido, almeno un soddis-
facente Esame dal Sig. Prevosto di Alassio a ciò delegato. Cosichè fin da domani
potrò già essere fornito dalle debite patenti di confessione da Sua Eccellenza
il Vescovo di Albenga. / Laonde il tempo che mi rimane potrò impenderlo quasi
interamente intorno alla lingua Spagnuola. / D'ora innanzi non mi dimentichi
mai nelle sue sante orazioni e m'impetri dal Signore la fortezza necessaria al
gran sacrifizio che Dio vuole da me, come pure i lumi necessarii per adempire
santamente la missione affidatami. / D. Rocca ed i chierici che sono qui con me
La salutano ossequiosamente ed io protestandomi sempre pronto a' suoi paterni
voleri mi dico con riverenza ed amore / Suo figlio devoto in G. C., / D. LUIGI
LASAGNA. / Alassio, 23 S .bre 1876." (ACSS., S. 126, 2, afio 1876.)
32 Yéregui escribia con ge las palabras pasaje, viaje y semejantes, y ncen-
tuaba d, é, 6, u, corno se estilaba entonces.
33 Memorie biografiche, voi. XII, pags . 666--667, docum entos 28-29 .
34 La raz6n era mas simple. La Compafiia del Pacifico (Pacific Steam Na-
vigation Co.) mantenia a regafiadientes con el Gobierno uruguayo una deuda
proveniente de una multa que no queria aceptar. Resultaba mas facil que pagar,
otorgar pasaj es . (Cf. E. Acevedo, Anales..., cit.)
Véase e! capitulo III de esta obra.
35 Memorie biografiche, voi. XII, pag. 510.
36 Memorie biografiche, voi. XII, pag. 539.

6.5 Page 55

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Don Juan Jackson, jefe de
una insigne familia de coope-
radores de la Obra Salesiana
en el Uruguay.
PERSONAS
VINCULADAS
AL NACIMIENTO
DEL COLEGIO P10
DE VILLA COLON
El padre Domingo Tomatis,
de la expedici6n misionera
salesiana de 1875. Fue el pri-
mer habitante del Colegio Pio.
Los primeros propietarios del pue-
blo de Villa Colon, sefiores Alejan-
dro, Cornelio y Adolfo Guerra (en
ese orden, de derecha a izquierda.)

6.6 Page 56

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(J A
p
>
IT
uLo
III

6.7 Page 57

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Villa Colon
La vida de la Villa es la quietud serena,
amenizada siempre de rusticas faenas ...
Todo un hervor de brios en los nervudos brazos,
una lucha gigante en las cansadas tierras,
y después, alegria, rumores de colmena,
racimos en las vides, flores en los prados,
y cantos de chicharras en la pesada siesta ...
P. EDUARDO D U FRECHOU, S.D.B.:
" Villa Col6n", en Desde mi torre,
pag. 128 (Montevideo, 1941).
TR0T6 LA CABALLERfA por las calles polvorientas, y las volantas tre-
paron nerviosamente las pocas cuadras que los separaban de la
catedral barroca.1
Se detuvieron un poco antes. En las puertas del Hotel Es-
pafiol los esperaba el obispo Vera: sesent6n, alto, robusto, er-
guido y morocho. Hijo de canarios, de la isla de Lanzarote, habia
nacido en pleno océano, en 1813, mientras sus padres buscaban
un puerto de América.2 Rezumaba la alegria del hispano, y la pi-
cardia ladina del criollo. Ambas chispeaban en unos ojos viva-
ces e inquietos, lumbreras de su cara morena. Pero lo envolvia
un halo de bondad pachorrienta...
Impresion6 a los viajeros el tipo del patriarca criollo, tan
nuevo, y tan distinto del comprendido èn sus esquemas habitua-
les. Y enseguida les rob6 el coraz6n.
Entre abrazos y palmadas carifiosas los llev6 a asearse some-
ramente, y luego, a calmar el hambre canina que les mordia las
entrafias.
-jPobres m'hijos! Con las ganas locas que tenian de de-
sembarcar, hasta se han olvidado de corner...
Mientras los platos humeantes acallaban el rumor de los
comensales, Vera paseaba alrededor de la mesa. lnquiria el
nombre de uno, bromeaba con el otro -la comida criolla 3 y
el atuendo eclesiastico que traian los salesianos, y que en Turin
(- En el 6valo, don Enrique Fynn, tal cual lo reprodujera la revista
Iuventud en 1919. Arriba, una foto auténtica del famoso tranvia
de caballos que unia la Villa con la estaci6n de Colon. Abajo,
el port6n de la Villa, en la ruta a Las Piedras. Las dos ultimas
imagenes han sido tomadas de una memoria impresa del
Colegio Pio.

6.8 Page 58

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56
Luis Lasagna, el obispo misionero
creian rioplatense,4 se prestaban a toda clase de comentarios-,
y a todos ensefiaba en vivo a conducirse con desenvoltura en
ambiente tan diverso del nativo.
Poco a poco, los juveniles Misioneros fueron descubriendo,
detras del sabroso anecdotario campero que el Obispo desgra-
naba con parsimonia, al hombre cabal, caracterizado, eso si, con
otros ingredientes de los usuales para ellos. iYa sorbian la pri-
mera lecci6n americana! ...
Cuando salieron para visitar la catedral, se sentian instin-
tivamente amparados a la sombra del gran Obispo criollo.
Enseguida los carricoches los llevaron a conocer la ciudad.
Las ansias de contemplar a Villa Colon estaban condicionadas a
los horarios ferroviarios. A la tarde corrian dos trenes: el de
las 17.15 y el de las 17.45. Y partieron todos, menos Lasagna.
Vera deseaba conversar con él en privado. Lasagna aprovech6
la oportunidad para presentar sus credenciales: una carta ma-
nuscrita de don Bosco, dirigida a Su Excelencia Reverendisima.
Concluida la platica, tomaron las riendas del ceremonial los
hermanos Yéregui. Queria el Obispo que Lasagna semblanteara
la ciudad; visitara algunas comunidades de Hermanas, huérfa-
nas de capellan, y luego, siempre en coche, rumbeara hacia el
Colegio Pio.
*
Cuando todos hubieron partido, el Obispo ciertamente se traz6
la sintesis del encuentro:
-jMuy bueno!. .. jGente joven, guapa y Ilena de vida!... -y
se puso a releer la carta de don Bosco.
Ésta, fechada en el Colegio de San Vicente de Paul, en San
Pier d'Arena, el 17 de noviembre de 1876, expresaba:
Excelencia Reverendisima :
Un pufiado de mis hijos salesianos va a Montevideo para
iniciar el Colegio Pio, fundado por la caridad y el celo de
V. E. El Padre Santo qued6 muy complacido de que se
abriera ahi un instituto cat6lico que llevara su nombre;
elogio y bendijo a V. E., y a todos los que cooperaron a esta
fundaci6n.
Se trata de comenzar, y se encontraran dificultades; pero
con el auxilio de Dios y con la protecci6n de V. E. espero
se allanaran todos los obstaculos que pudieran estorbarnos.
Mis Misioneros van con buena voluntad; su numero es de
once: tres sacerdotes aprobados para la confesi6n y predi-
caci6n; cuatro son maestros y cuatro coadjutores, que pue-

6.9 Page 59

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VILLA CoL6N
57
den ejercer el magisterio y dedicarse también a diferentes
trabajos materiales.
Sus nombres son: Presbitero Luis Lasagna, director del
Colegio, doctor en letras latinas, griegas, etc.; presbitero Mi-
guel Passio, profesor normalista; presbitero Agustin Mazza-
rello, también profesor normalista, y ambos maestros de his-
toria, geografia y ciencias naturales.
Ac61ito Luis Farina, maestro de musica vocal e instru-
mental, particularmente de piano.
Ac6lito Scavini, maestro y asistente.
Ac6lito Ghisalbertis, profesor de ciencias naturales, dibu-
jo, fisica, geografia, etc.
Ac6lito Daniele, asistente y maestro de musica instru-
mental y vocal.5
Los otros se prestaran a toda clase de ocupaciones.
Puede acontecer que el teologo Cagliero, al efectuar la
distribuci6n del persona!, deba hacer alguna modificaci6n
[corno puede apreciarse, la hizo de entrada]; pero sera siem-
pre para mejor. Habiendo necesidad de otras personas, haré
lo posible para enviarlas prontamente.
El cardenal Antonelli tenia preparada una carta para V.
E.; pero la muerte nos lo arrebat6. El Cardenal me encarg6
enviara a V. E. sus respetuosos obsequios.
Es mi intenci6n también abrir una casa para nifios ar-
tesanos, y para este fin hay en esta expedici6n maestros de
arte que podran prestar su colaboraci6n; pero para esto don
Cagliero vera lo que se pueda hacer.
Mis Misioneros a su llegada tendran equipajes para de-
sembarcar, y ruego a V. E. quiera darles los consejos que les
fueren ventajosos.
Expuestas asi brevemente las cosas, yo pongo a todos
estos mis hijos en las santas manos de V. E.; por lo pasado
fueron mios, en lo porvenir seran todos suyos. Espero que
V. E. quedara satisfecho, y si con su comodidad me diere
mas tarde alguna noticia, lo tendré a verdadero favor.
Me recomiendo a mi y a toda esta naciente Congregaci6n
a la caridad de las oraciones de V. E., y pidiendo a Dios lo
conserve aun por muchos afios de vida feliz, tengo el alto
honor de profesarme de V. E. Reverendisima
Obligadisimo servidor,
JuAN Bosco PBR0.6
Nada mejor para reflejar el comienzo de la vida uruguaya de los
diez pioneros salesianos, que algunos parrafos de la carta de
don Luis Lasagna enviada a don Bosco el 5 de febrero de 1877:

6.10 Page 60

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58
Luis Lasagna, el obispo misionero
Estabamos impacientes por saludar la tienda que quién sabe
por cuantos afios habia de ser nuestro vivaque frente al
campo de batalla, testigo de nuestro valor o de nuestra de-
bilidad, de la victoria o del desastre. Deseabamos ansiosa-
mente partir hacia Colon, meta de nuestros votos... y tam-
bién nido tranquilo donde restablecernos de las peripecias
del mar.
Calculabamos, por otra parte, que alla nos esperaban
el padre Cagliero y el padre Tomatis.
Sin embargo, Monsefior quiso que antes diésemos alguna
vuelta por la ciudad... Montevideo esta edificada en una po-
sici6n encantadora. Es hermosa en sus calles anchas y
rectas. Rica de casas elegantes, de uno, dos y tres pisos,
cubiertas, no de techos vulgares, sino de maravillosas terrazas,
muchas veces convertidas en frescos jardines con rejas o ba-
laustradas. Descansa sobre una deliciosa peninsulita, on-
dulada por una pequefia elevaci6n que se desliza suavemente
desde el centro hacia el mar y deja a su derecha un seno
reducido, cerrado en la parte opuesta por una bellisima co-
lina, llamada el Cerro, que forma un magnifico puerto natu-
ral. Las calles se cortan todas perpendicularmente. El que
recorra la ciudad por la loma, siguiendo una calle longitudi-
nal, vera con placer que todas las trasversales enfilan dere-
cho de una playa a la otra, o sea del mar al puerto.
En estos meses de tanto calor, si las calles fueran mas
estrechas y flanqueadas de altos edificios, corno en Génova
o en Turin, se convertirian en hornallas, y las personas se
asarian vivas.
Esta necesidad de aire y ventilaci6n produce casas ba-
jas, abiertas en grandes ventanales y galerias internas luju-
riantes de plantas y flores. Asi se explica que una ciudad
menos papulosa que Turin cubra un area algo mayor que el
doble de la nuestra, recorrida en todos sentidos por pesados
y fragorosos tranvias, arrastrados por cuatro y hasta por seis
caballos.
El Obispo me habia hecho preparar una victoria, con la
que me llevaron a visitar algunas casas religiosas que ardian
en deseos de conocer a los nuevos sacérdotes italianos. Es-
tas ansias nacen de la carencia de clero. En toda la ciudad
existen dos parroquias, y las Ordenes religiosas masculinas,
con excepci6n de los Padres Bayoneses, no tienen ninguna
casa de importancia.
En cambio, las Congregaciones femeninas hallaron cam-
po fértil, y sorprendente desarrollo. Las Hermanas de Chia-
vari, que en Italia ni se notan, tienen una vastisima y flo-
reciente casa de noviciado; tres colegios femeninos, llenos
de alumnas; hospital y asilo, y corno cien casas desparra-

7 Pages 61-70

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7.1 Page 61

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VILLA CoL6N
59
madas en toda la América del Sur. De igual manera, Domi-
nicanas y Salesas de Milan realizan un bien inmenso culti-
vando y educando en la mujer un espiritu religioso que se
desearia tuvieran los varones. Ademas de sus capillas pri-
vadas, poseen hermosas iglesias publicas; pero se sienten mor-
tificadas y doloridas por no hallar predicadores de la divina
palabra para los ignorantes y desocupados que pasan el do-
mingo en las tabernas.
Puede usted imaginar con qué palabras y con cuantas
lagrimas me rogaron escribiera a don Bosco pidiéndole sa-
cerdotes, que én mi conmocion les prometi hacerlo cuanto
antes; para rogarle nos envie ayuda desde Italia, auxilios
eficaces y poderosos para salvar a un pueblo que si reli-
giosamente puede ser ignorante y corrompido, de ninguna
manera es enemigo de la virtud y del sacerdote. Caminando
por las calles, he visto grupos de niiios arrodillarse a mi
paso, y juntar las manos en demanda de bendicion. Son
restos de las tradiciones de la catolica Espaiia. Hasta los
negros, de cualquier estado y condicion, indistintamente, se
descubren la cabeza al paso del sacerdote catolico... Desde
el negro changador [sic en el original italiano] hasta el
blanco enriquecido, y desde el mendigo hasta el general uni-
formado, aqui todos saludan el paso del ministro de Dios ...
A las seis de la tarde, todavia seguia visitando a Mon-
tevideo. Mis compaiieros debian de haber tornado el tren
de las cinco. Saludé entonces al Obispo, y acompaiiado
siempre por dos hermanos de la familia de Yéregui, nues-
tros excelentes cooperadores, sali de la ciudad. Para llegar
a Colon, cruzamos una campiiia inigualable, recamada de
casitas, jardines y flores. Se imagina mi admiracion, al
ver cosechar el trigo en los ultimos dias de diciembre...
Al fin llegué a Villa Colon. Y alli de pie ante la puerta
de la capilla, erguido marcialmente estaba el padre Tomatis,
el queridisimo padre Domingo, que desde hacia rato me es-
p e r a b a .. .
;'::
Terminadas las efusiones de saludos y abrazos, y traspuesto el
umbra!, comenzaba la realidad, todavia por horas y dias entre-
mezclada con el aluvion de noticias que apagaban las nostalgias
de quienes -corno Tomatis, Scavini y los aspirantes Antonio
Corti y Andrés Melazza- hacia mas de un afio que faltaban de
Italia, y con el anecdotario interminable que brindaba el viaje
de aventura que acababan de realizar.7
Inmediatamente, todos los salesianos se abocaron a los tra-
bajos indispensables; en primera instancia, para sobrevivir, y

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60
Luis Lasagna, el obispo misionero
luego, para inaugurar un colegio a corto plazo. En los respiros,
pudieron examinar los contornos.
Dice la Cronica del Colegio:
No habia ni una silla, ni una mesa, ni una cama. Duran-
te los primeros dias nos arreglamos corno pudimos. Para
mesa de comedor sirvieron maravillosamente unos tablones,
sostenidos por un barril que habia contenido asfalto, y ofi-
ciaron de sillas unos troncos de arbol cortados especial-
mente. Sirvieron de camas unas pocas hamacas prestadas ...
Algunos durmieron en un salon, otros se establecieron en
los altillos, y los clérigos, mas audaces, se alojaron en un local
de la torre. Una lampara de querosén ahuyentaba las tinieblas.
Al dia siguiente descubrieron otra complicaci6n: el logro
de alimentos. Atestigua la Cronica que "comian lo que les en-
viaban los vecinos y algunas personas piadosas de la ciudad".
Y subrayaba: "La Providencia nunca falf6".
Balli, quintero del sefior Uriarte, tenia orden de llevarles ver-
dura en abundancia. La madre Luisa Solari, primera provin-
cia! del Huerto en América, les enviaba semanalmente canastas de
viveres: gallinas cocinadas, comida hecha y otras provisiones, que
amigos comunes traian desde la calle San José al 900.
-iQué se han creido? -decia graciosamente la Religiosa.-
iVan a venir al Uruguay a hacer penitencia? iNo, sefior! ...
Y sensibilizaba a todos los catolicos ricos que conocia, con el
anuncio de que "los salesianos del Colegio Pio sufren, sufren por
falta de todo ..." Y hasta ropa les remitia.
Caridad semejante les dispensaban, también, las familias
de Horne y de Romero. Todos los veraneantes de la Villa "se
daban su vueltita por el Colegio en escuadrones de caballos",
que asombraban a los novatos; y con tipica amabilidad orienta!,
les tendian las manos llenas de regalos.
"Ya se oian -anota con emocion el padre Montero- los
primeros vagidos de mi Congregacion en mi patria..."
En carta a don Bosco del 2 de enero del 77, exclama Lasagna:
La mano amorosa de la Divina Providencia, que nos trajo
sanos y salvos a través de las olas del océano, nos coloc6
finalmente en el campo de nuestras fatigas, de nuestras mas
bellas esperanzas. Hace siete noches que dormimos bajo
un techo que podemos llamar nuestro. Siete mafianas que
celebramos la- santa misa en una graciosa iglesita que en
adelante nos recogera a todos y nos apretara con el vinculo
de la caridad a los pies de Jesus Sacramentado.

7.3 Page 63

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VILLA COLON
61
jAh, sea mil veces bendito el dia feliz de nuestra llegada,
26 de diciembre de 1876!
Y mientras los Salesianos penetraban en la colmena, el Uru-
guay cat6lico se alborozaba.
"jGrata nueva!", exclamaba, al dia siguiente de la llegada,
El Mensajero del Pueblo, bisemanario cat6lico que dirigia don
Inocencio Yéregui :
Tenemos la satisfaccion de poner en conocimiento de nues-
tros apreciables lectores, que han llegado de Europa en el
vapor Iberia diez sujetos de la Asociacion educacionista de
San Francisco de Sales, los que estableceran un colegio de
ensefianza inferior y superior en el hermoso edificio cons-
truido y donado generosamente por la Sociedad Lezica, Lanuz
y Fynn en la pintoresca y saludable posicion de las cercanias
de Montevideo, denominada Villa Colon.
Oportunamente y pronto nos ocuparemos de este nuevo
centro de educacion catolica proximo a establecerse, cuyos
programas publicaremos ...
Y el suelto culmina con una felicitaci6n a
los nuevos obreros del verdadero progreso y civilizacion que
nos envia el Viejo Munda..., a los padres de familia y a todos
los que se interesan por la ilustracion y la educacion solida
y cristiana de la j~ventud.
El dia 31, El Mensajero del Pueblo insiste: realiza el balance
de las actividades del afio trascurrido, y apunta:
A todo esto debemos afiadir otro motivo de grande consuelo
y esperanza..., el que nos proporciona el proximo estableci-
miento del Colegio Pio de Villa Colon, que sera dirigido por
excelentes educacionistas pertenecientes a la Sociedad de San
Francisco de Sales ...
El 4 de enero del nuevo afio de 1877 reincide en el tema.
Esta vez, las noticias son mas concretas:
Ya es un hecho el establecimiento del Colegio Pio de Villa
Colon, dirigido por la asociacion educacionista de San Fran-
cisco de Sales ...
Dedica una columna a describir el emplazamiento del edi-
ficio, el panorama de Villa Colon, la naturaleza y organizaci6n
de la Sociedad Salesiana que lo regenta, y las ventajas econ6-
micas derivadas del sistema educativo de los Hijos de Don Bosco.
Explica finalmente el origen del nombre del Colegio Pio, y ter-

7.4 Page 64

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62
Luis Lasagna, el obispo misionero
mina con la publicaci6n de los planes y programas de estudio del
nuevo instituto.8
•,',:
Mientras la pluma del padre Rafael Yéregui ablandaba a la opi-
ni6n con los informes que sistematicamente publicaba El Men-
sajero del Pueblo acerca de las benemerencias del Colegio Pio,
los Salesianos se esmeraban por no desentonar, y ponerlo todo
a punto.
El padre Lasagna comenzaba su noviciado directivo, y lo
iniciaba en inferioridad de condiciones fisicas. Habia partido
de Turin con el alma en los dientes, mientras convalecia de una
penosa enfermedad nefritica. Sin embargo, los embates del mar
-que tan cruelmente lo trataran- parecian haberlo mejorado.
Asi lo apreci6 el padre Tomatis, y lo comprob6 después el padre
Cagliero.
Al dia siguiente de la llegada, con las luces del alba cum-
plieron sus practicas religiosas. Luego, exploraron casa y al-
rededores.
Cardos y pastos tupidos emboscaban a la capilla y los sa-
lones; escombros y restos de construcci6n asomaban en todos
los rincones ... El padre Fassio, a pesar del calor, congestionado
por un fuerte resfriado, anotaba:
Mucho tuvimos que trabajar, para adaptar el lugar a su
condici6n de colegio e internado...9
Pero, cincuenta afios después, recordara todavia con nos-
talgica fruici6n esos dias gloriosos, en los versos ingenuos de su
librito Fiori campestri:
Villa Colon! Obietto del disio,
il delizioso Eden! Ville e giardini
e fiori e campi ove profonde Iddio
tanta richezza; di ottenere i fini
tegna la speme, e dieci fondatori
inizian con ardore i lor lavori.
''
La actividad comenzaba a hervir, cuando el dia 28 lleg6 de Bue-
nos Aires el padre Cagliero. Éste confiesa en su carta a don
Bosco del 4 de enero :
Rubiera deseado hallarme ya con los nuestros el dia 26; pero
el 25, fiesta de Navidad, debia permanecer en Buenos Aires.

7.5 Page 65

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EN MONTEVIDEO, URUGUAY
f' L ANO l)f,. VILLA , CO LO:'i I
A la izquierda, el corone! Lorenzo Lato-
rre, gobernador de la Republica Orienta!
del Uruguay en 1877, y a la derecha, su
ministro de Gobierno, don José Maria
Montero (hijo ).
Plano origina! de
los terrenos desti-
nados a la plan-
taci6n del pueblo
de recreo deno-
minado Villa Co-
l6n, levantado en
octubre y noviem-
bre de 1868 por el
agrimensor de nu-
mero P. d'Albenas.
D"?;,,,,. ,
PLANO
..l,, k1 f:..l""",U,, 'UtllUta.,,:,,, a4r -""',L........ .. ., ..:.
,-.Jk d,t 'l:V"l'-:_ d..,, ~_,,.....,:,.
VILLA COLON
..X:.::.'::.~~:.:::.t.;._~~~~:~
•~L~.:Hr:·~.;:~::·,::.r,.,~" (i)-'f ...-,:1.~----m.......c........v..
~=
~
r · <i!d.A,t.,, ..,,);.,,....,_,.. ,)-.
!:6.//--:;1

7.6 Page 66

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64
Luis Lasagna, el obispo misionero
Quise partir esa misma tarde, y no pude. Mas, perdi el vapor
del 26. Al fin zarpé el 27, y pude abrazar a estos queridos
hermanos el 28 ...
La alegria del encuentro diluy6 un poco las nostalgias que
ya despuntaban. Para Lasagna significo una inyecci6n de se-
guridad.
Cagliero tenia en sus manos los hilos del negocio, y ense-
guida dio a Lasagna instrucciones y respaldo, para poder cum-
plir en los términos acordados las obligaciones asumidas. Con
él organiz6 la estrategia de los recursos humanos: Barbero, bajo
la direcci6n del padre Mazzarello, la emprendi6 con la iglesia
-la tozudez del primero armonizaba corno podia con el mal
caracter del segundo-; Ceva, el carpintero, se ados6 al equipo
de Scavini, y confeccionaron mesas, sillas, tabiques, camas .. . y
hasta confesonarios; Roggero colaboraba con quien lo necesitase
-segun el padre Montero y Brown, era refitolero-; Adamo rei-
naba en una cocina de tablas ; 10 Iardini ordenaba papeles y li-
bros de secretaria..., mientras desempacaba cuarenta cajones
que habian traido de equipaje. Y eso que faltaba uno con orna-
mentos sagrados, que por error habia seguido viaje a Buenos
Aires .
Cagliero comentaba con humor:
jCuarenta cajones!..., y no pude encontrar ni una pluma, ni un
tintero. Para escribir una carta, debimos ir a Montevideo
y comprar lo indispensable. En compensaci6n habia tantos
libros, que pienso serviran hasta de aqui veinte afios. jPara
esto valia la pena tener el puerto franco y la aduana libre! ...
En los intervalos, Tomatis impartia lecciones intensivas de
castellano; sobre todo, a los futuros maestros. Habia que ju-
gar a ganar. ..
Los clérigos Farina y Ghisalbertis eran un poco remolones,
y preferian la musica a las duras melodias del nuevo idioma.
Cagliero apuntaba en una de sus cartas: "Pareciera que estan
mas o menos desenvueltos en la lengua..." Pero después de
unos dias ya habia cambiado de opini6n, pues asi escribe:
Me dan compasi6n... Rubiera pagado lo que no tenia, por dar-
les un maestro de castellano.
Con Lasagna, confeccionaron los planes y programas de
estudios. Tomaron corno base los del colegio de San Nicolas
de los Arroyos, en la Argentina, y los cotejaron y retocaron con
sus amigos y asesores locales. "Aqui quieren saber un poco de

7.7 Page 67

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VILLA COLON
65
todo, y van a saber muy poco de nada", comentaba Cagliero, en
clara referencia al enciclopedismo que, con excelentes pretextos,
comenzaba a invadir la enseiianza del pais.
El dia 2, ya estaban listos los borradores, y el 4 los publi-
caba en dos columnas El Mensajero del Pueblo.
En la misma imprenta, sita en el punto donde la calle Buenos
Aires hace esquina con Misiones, se imprimi6 una separata para
uso del Colegio.
El Mensajero los prologaba con el siguiente exordio:
Los catolicos, y los que aman y desean el verdadero progreso
de la Republica, deben estar y estan de felicitaciones al ver
que se abre un establecimiento de la importancia del Colegio
Pio de Villa Colon...
[Los programas de estudios] tienen el objeto de dar a
los jovenes que aspiren a los grados universitarios, corno asi
a los que se dediquen a otras carreras cientificas o al comer-
cio, una completa educacion cientifica, literaria, mora! y
r eligiosa.
Y tras estos proleg6menos, consignaba los programas sinté-
ticos correspondientes al curso elemental, a los cursos prepara-
torios y al de filosofia, con sus clases mercantiles y de adorno.
Luego, pasaba a las normas concretas. Los alumnos de los cur-
sos elementales, inferior y superior, comenzarian las clases a
fines de enero, y los del bachillerato, el l '? de marzo.
La edad de los candidatos podia oscilar entre siete y catorce
aiios. Los aranceles de los internos ascendian a dieciséis pesos
oro mensuales.
Las comidas consistian en desayuno, compuesto de o café
con leche y pan; almuerzo, con sopa, dos platos, postre, vino y
pan; merienda, corno el desayuno, y cena, con sopa, plato, postre,
vino y pan.
Los alumnos pupilos, ademas del ajuar persona!, debian
traer consigo la cama y la mesa de luz.
El padre Migone confirma en una de sus monografias este
ultimo detalle, que seriala, al mismo tiempo, la pobreza de la
Casa y las posibilidades econ6micas de los alumnos:
Cuando mi madre tuvo noticia de la apertura del nuevo cole-
gio..., fue a Villa Colon para entrevistar al Director , visitar
el establecimiento y adquirir informes sobre el reglamento,
el programa de estudios y las condiciones de admision. Vol-
vio enteramente satisfecha, y dio principio a los preparativos
del caso y a la adquisicion del ajuar para mi y para mi her-
mano Ludovico...

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66
Luis Lasagna, el obispo misionero
Con placer mezclado de orgullo salia yo con ella y la
acompafiaba en sus frecuentes visitas a tiendas y negocios,
y no fue poca mi alegria, no por qué, cuando la oi cerrar
el trato con un fabricante de camitas de hierro para que hi-
ciera dos iguales a un modelo expuesto pintado de amarillo
y con elasticos, que me parecio muy bonito y desde luego
gano mis simpatias.11
;':
Con fecha 4 de enero, Cagliero escribe a don Bosco una carta
de la que extraemos los siguientes parrafos:
He corrido mucho por Montevideo para comprar de todo.
Jackson es otro Benitez. Con el cerco hizo la puerta, y es-
pero construira la porteria y el locutorio. Ya hay muebles
en abundancia. He pedido dos caballos y dos vacas : para
conservar las piernas y para la leche. Nos los mandaran.
A los profesores les he dado libros en castellano, y a los coad-
jutores, azada, pico y pala: lo suficiente corno para que des-
cansen del viaje... Y esto, para poner en orden iglesia, patios,
caminos, etcétera. Ayer vinieron los de la familia Fynn, uno
de los donantes. Esta muy interesado en el progreso del Co-
legio, que esta arbolado corno un jardin. Vino también la
sefiora que regalo todo lo de la iglesia. La estatua de Santa
Rosa, hecha en Paris, es una obra maestra. Todo lo hizo
venir de Paris. Hay cosas preciosas. Para la inauguracion
cantaremos misa: sera una fiesta de familia. Espero que
vengan el Presidente y el Obispo. Preparo el terreno. Pero
antes volveré a Buenos Aires... El sefior Fynn quiere que el
numero uno sea para su hijo. Para Reyes tendremos misa
solemne. Invitaremos familias. Va nota de los que mas
nos ayudaron, para que, yendo a Roma, les consiga bendicio-
nes, etcétera. No condecoraciones, porque aqui no tienen la
importancia que en Europa. Yéregui mereceria lo mismo
que Ceccarelli... La Superiora de las Hermanas del Huerto de
Chiavari vino a visitarme: tienen cuarenta casas en América.
El Prelado desea que las atendamos espiritualmente, y ellas
Io ansian. Nos regalo un hermoso cuadro de Pio IX. Nos
daran $ 30 al mes, y nos han regalado libros, etcétera. Por
ahora, acepté esa capellania. Para Reyes tendremos aqui al
Cura de la Matriz, hermano de Yéregui; al doctor Soler, ree-
tor del Liceo Universitario para extemos, joven aun y gran
amigo nuestro, y a otros sacerdotes...12
Esta carta despierta un recuerdo incidental: El padre Pas-
sio habla, en el libro ya citado -y la anotaci6n es del padre

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VILLA CoL6N
67
Montero y Brown- de un caballo malacara brioso y de un lerdo
petiso grillo, que deben de ser los adquiridos por Cagliero.
;'(
Enseguida, sin restar atenci6n a los mil pormenores que surgen
en el proceso de instalaci6n de una casa, Cagliero, siempre acom-
pafiado de Lasagna, dedica particulares esfuerzos a la soluci6n
de dos problemas basicos:
La aprobaci6n del Colegio por parte del Gobierno orienta!,
con sus planes y programas, y la preparaci6n cuidadosa de la
fiesta inaugura!, que proyectaria a los ojos del publico la imagen
-tal vez indeleble- de toda la obra.
En el rubro de la autorizaci6n gubernamental, ya habia dado
los primeros pasos el padre Yéregui, y probablemente, también
el padre Soler, que el afio anterior habia gestionado con éxito
la aprobaci6n de su colegio universitario, y departia amistosa- ·
mente con muchos de los gobernantes.13
Con respecto a lo segundo, Cagliero pensaba atraer a Villa
Colon lo mas granada de Montevideo, para que asistiera a la so-
lemne ceremonia de apertura, y escuchara al padre Lasagna, a
quien deseaba promover ante la opini6n uruguaya.
En la carta del 20 de enero, Cagliero relata a don Bosco todas
sus gestiones:
Le he escrito una larga carta con el postai Lavarello,14 que
salio el dia 6. Alli le enviaba los programas del nuevo Cole-
gio. Con ésta, en cambio, van los diarios ... En la Tribuna ha-
llara dos articulos: uno resefia nuestra visita al Presidente;
el otro trascribe el decreto de libertad de ensefianza, que
nosotros comenzaremos a disfrutar desde su primer afio ...
Los trabajos de instalacion ya estan terminados. Que-
dan por liquidar la sala del portero y un salon de recibo
[hechos con pared francesa: una hilada de ladrillos horizon-
tales, y otra de canto]. El cerco [del Colegio] costo 20.000
liras, y las pago la sefiora [Josefa Errazquin] de.Jackson. Su
hermano proveyo el moblaje, que costo mas o menos lo
mismo, y lo demas poco a poco lo remediara la Divina Pro-
videncia.
Con Lasagna visitamos al Gobernador o Presidente pro-
visionai [presumiblemente, el dia 9 o 10]. Nos recibi6 sin
esperas ni antecamaras, a pesar de que habia muchos que
tenian audiencia. Como se trata de un Gobierno militar,
impuesto por la fuerza, caminamos entre filas de bayonetas
y de mostachos a la rusa..., pero todo este aparato intimida-

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68
Luis Lasagna, el obispo misionero
torio se diluyo frente a la cordialidad con que fuimos reci-
bidos.15
[El coronel Latorre] abandono su escritorio, y vino a
sentarse junto a nosotros ..., extrajo un paquete de cigarros
y nos convido a la americana, mientras él encendia el suyo
y lo consumia delante de nosotros ...
Hablamos de Turin, y manifesto el deseo de ver pronto
en Montevideo un colegio de nifios artesanos. Nos prome-
tio todo su apoyo, y hasta mostro envidia de que Buenos Aires
haya sido la primera en tener en ejecucion un proyecto de
tanta utilidad para los nifios abandonados. Gelosia di paese!...
Quedamos de acuerdo en que uno de estos dias vendria
a Colon a devolvernos privadamente la visita... Lo esperamos
para el domingo o para mafiana 21. [El 21 era domingo ... ]
Le agradecimos los pasajes [de Burdeos al Uruguay]
acordados a los Salesianos, y nos relato corno los habia ob-
tenido. El Gobierno tenia cuentas p endientes con la Com-
pafiia del Pacifico, a la que reclamaba algunas multas por
violaciones. Para darle un corte al asunto, y a modo de
conciliacion, pidio diez pasajes gratuitos para los profeso-
res del Colegio Pio, y le fueron concedidos al instante.
El 2 de febrero se efectuara la inauguracion solemne del
Colegio, y se bendecira la iglesia. El Obispo y lo mas repre-
sentativo del clero estaran ese dia en Villa Colon, y el Presi-
dente con su esposa haran de padrinos, corno aqui se estila...
Don Lasagna esta preparando el discurso inaugura!. Le
he indicado el mismo tema de San Nicolas : instrucci6n y
educaci6n. Con don Tomatis lo estamos ensayando de tal
manera que parezca un viejo espaiiol, y no un gringo recién
venido. [En espafiol en el original.]
Hay ya inscritos unos treinta alumnos, y todos perte-
necen a las principales familias de Montevideo... Entraran
después del 25 de este mes...
Todos los domingos solemnizamos la misa de diez, y can-
tamos motetes con gran gusto y concurso inmenso de los
villegianti.
Una sefiora se ha puesto a recoger limosnas, .con el fin
de donar una campana para la torre de la iglesia, que domina
la lomita... Otras familias regalaron cuadros y adornos,
corno alfombras, etcétera, de manera que nos estamos pro-
veyendo sefiorialmente de cuanto necesitamos.
Nosotros ya les hemos regalado un confesonario, que
Scavini realizo en pocos dias ... Deben de haber entendido...
Parrocos y parroquias ya nos han pedido también confeso-
n a r i o s ...
Parece que vendran muchos alumnos de la campana...
Asi, al menos, piensa el Obispo, que resolvio por su cuenta

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VILLA CoL6N
69
que el Colegio Pio de Villa Colon sea suo piccolo seminario...
Yo me hice el generoso, y lo nombré dueiio del Colegio... Sin
embargo, el Obispo piensa pagar la pension de aquellos que
vengan por orden del Vicariato. Ademas, destino una ha-
bitacion de su palacio para mi y para aquellos que deban ir
a Montevideo, y para cualquier salesiano que aparezca. Y
con la casa pone la comida...
·.':
El Colegio comienza a ingresar de a poco en la vida uruguaya.
Los vecinos de Villa Colon; el gobernador, don Jacinto de Vargas;
el joven secretario, don Emilio W. Gonzalez; las familias de
Uriarte, Horne, Guerra, Aurelio Fynn, Barreto Shaw, Evans, Cas-
tellano ..., vienen a visitar el establecimiento contiguo, y a poner-
se en contacto con los Padres. Entre ellos, gente sencilla, corno
el andaluz Diego Martinez, mayordomo de Fynn -famoso por
sus jaurias (perradas, dedan los criollos), y probablemente, pri-
mer habitante estable de la Villa, que tenia su ranchito donde
hoy se encuentran las calles Monsefior Lasagna y Veraguas-, y
la negra vecina, que acab6 de cocinera en el Colegio, en varios
interregnos.
A los Salesianos no les quedaba tiempo para conocer otros
lugares, si no era el camino a la estaci6n del ferrocarril, que
recorrian en tranvia cuando debian realizar comisiones. Todavia
las finanzas no daban para agenciar un carro.
Pero de a poco, la imagen de los palomares de la adminis-
traci6n, de las cuchillas y los arroyos vecinos, del rio Santa Lucia
y de otras tantas cosas que los Padres descubrian conversando
con sus vecinos, les iban poblando la imaginaci6n.
;':
El 13 de enero, el Obispo contestaba a la carta de presentaci6n
que le enviara don Bosco:
Rdo. P. Superior de los PP. Salesianos:
Al arribo de los PP. Salesianos a esta capital de Mon-
tevideo, me han entregado la carta de V. R. de que fueran
portadores. Doy a V. R. las mas expresivas gracias por los
conceptos que tiene esa carta, y tenga la seguridad de haber
prestado un servicio importante a este pais ordenando la
partida de dichos religiosos, hijos de V. R., para que se es-
tablezcan en él. La casa que poseen es de un porvenir con-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
solador; sera un germen de preciosos frutos, maxime estando
distinguida y en gran manera honrada con el nombre de Nro.
Smo. Padre Pio IX. Este nombre, que lleva anexas las ben-
diciones del Cielo, hara mas seguros los ventajosos resul-
tados para la religi6n y la sociedad que todos esperamos de
esta naciente obra.
Ruego a V. R . me tenga presente ante Dios.
t JACI NTO, Obispo de Megara
Vie. Apost. 16
Enseguida, los acontecimientos se desencadenan. El 12 de enero,
Latorre firma el decreto de libertad de ensefianza. Hasta ese mo-
mento, solo se otorgaban autorizaciones para casos particulares,
corno cuando el presidente Pereira habilit6 el colegio de los Jesui-
tas, o el ministro Tristan Narvaja autoriz6 el Liceo Universitario.
El ha.bi! ·Gobernador, elegantemente conciliaba lo inconcilia-
ble: una publicitada aspiraci6n de los anticlericales -léase So-
ciedad de Amigos de la Educaci6n Popular- y las necesidades
del primer internado religioso del pais.17
Dice el decreto de Latorre :
Siendo la libertad de ensefianza un sagrado derecho individua!
que el Poder Publico tiene imperioso deber de respetar y
garantir, el Gobernador Provisorio de la Republica acuerda
y decreta:
Articulo 1? - Declarase la libertad de estudios en todo
el territorio de la Republica.
Articulo 2? - El Consejo Universitario sometera a la
aprobaci6n del Gobierno la reglamentaci6n del decreto.
Articulo 3? - Quedan suprimidas en la Universidad las
aulas de Filosofia, Matematicas, Geografia General e Historia.
Articulo 4? - Der6ganse todas las leyes y disposiciones
que se opongan a la presente.
Articulo 5? - Comuniquese, publiquese e insértese en
el L. C.
LATORRE
JOSÉ M. MONTERO ( Huo) 18
El dia 10, el diario El Siglo publica un aviso pago: "El
Colegio Pio de Villa Colon se abrira en los ultimos dias del mes
de enero". Y el 12, La Tribuna comenta en la secci6n de los
"Rumores del Dia":

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DEL ALBUM DEL COLEGIO PtO
(MONTEVIDEO, URUGUAY)
Foto original del Padre
Santo Pio IX, conservada
desde los primeros tiem-
pos en la cronica del Co-
legio Pio.
Don Juan Zorrilla de San Martin (nacido
en 1857), "el primer poeta nacional del
Uruguay", cat6lico insigne, fundador de
El Bien Publico, y gran amigo de Lasagna.
Ignacio Santi, ex suavo pontificio, que
se preocup6 por la suerte de los salesia-
nos perdidos en Burdeos en 1876.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El Colegio Pio, que se establecera en estos dias en Villa Colon,
promete ser en breve uno de los primeros de América del
Sud. No solamente cuenta con un numero excelente de pro-
fesores, sino que tiene todos los elementos para establecer
una escuela de artes y oficios.19
Y principia el desfile para la inscripci6n de alumnos. El
8 de febrero, el padre Cagliero afirma que ya entraron unos
quince internos, y que después del Carnaval ingresaran los trein-
ta matriculados restantes. "Son buenos y d6ciles -aiiade-,
pero diez veces mas vivos que nuestros europeos ..."
El 4 de marzo, El Mensajero del Pueblo puede informar que
"el Colegio tiene ya el maximo de alumnos de que es capaz".
Los internos -anòta Cagliero- son "hijos de las principa-
les familias de Montevideo", y entre los externos "hay muchos
italianos". Los libros: de la prefectura registran 109 inscrip-
ciones: dieciocho de alumnos externos, y noventa y uno de
internos.
Cincuenta y nueve inscritos, ~on nativos de la ciudad de
Montevideo; veinte, del interior èlel pais -los mas, hijos de
estancieros-, y dieciocho nacieron en las inmediaciones del Co-
legio (en el Pantanoso).
Completan el numero, cuatro italianos, un chileno, un ar-
gentino y seis sin anotaci6n de origen.
El argumento de la extracci6n del alumnado arrastra im-
portantes consecuencias: la constituci6n y el influjo del medio,
sumados a la receptividad de los primeros Hermanos y Supe-
riores, hkieron que los salesianos uruguayos fueran enseguida
los mas acriollados de América..., matiz que provoco sorda y
prolongada resistencia entre cofrades.
;'(
Los primeros alumnos ingresaron el 30 de enero de 1877. El
padre Migone anota en la monografia citada:
Bien se puede afirmar que a mi y a mi hermano Ludovico nos
cabe el honor de haber sido los primeros alumnos del Colegio
Pio. Verdad es que en el momento de presentarnos, nos
hallamos en la porteria con otro joven, llamado [Carlos] Silva,
que nos habia precedido de algunas horas; pero corno s6lo nos
acompafi6 pocos dias, recay6 en nosotros el honor...
*
*

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VILLA COL6N
73
El 29 de enero, fiesta de san Francisco de Sales, los Salesianos
se dieron un gusto familiar. Capitaneados por el padre Cagliero,
maestro de musica nato, fueron a cantar misa solemne en la
iglesia de las Salesas, situada en las calles Ibicuy y Canelones.
La Superiora, descendiente de una conocida familia lombarda,
los colmo de atenciones, y les rogo encarecidamente que asu-
mieran la direccion espiritual del Convento.20 Algo semejante
ocurria con otras comunidades.
"Les respondi a unas y otras -escribe Cagliero- que piano
piano si va lontano... "
*
Finalmente, llego el suspirado y temido dia del estreno. En esos
tiempos, la Candelaria era fiesta de guardar. Por eso, el vier-
nes 2 de febrero se inauguro solemnemente el Colegio Pio de
Villa Colon.
Quedan para el recuerdo, varias resefias de la fiesta. Las
mas completas son la carta de Cagliero a don Bosco fechada en
8 de febrero; la Cronica del Colegio Pio, y la version de El Men-
sajero del Pueblo del 4 de febrero.
Habian prometido asistencia el Gobernador provisional y
el Vicario Apostolico.
Desde temprano, la plazoleta que da al frente de la iglesia,
bullia de gente venida de las estancias y chacras vecinas.
A las ocho partio de Montevideo un tren especial. El padre
Lasagna quedo en el Colegio, para ultimar preparativos. Ca-
gliero, con una victoria prestada por amigos, fue a la estaci6n,
y recibio a monsefior Vera, que venia con dos familiares: mon-
sefior Yéregui y monsefior Estrazulas. Estaban, ademas, el Su-
perior de los Capuchinos, dos Padres de la Compafiia de Jesus,
y el Superior de los Bayoneses.
Mientras tanto, arribaba directamente al Colegio, en repre-
sentacion del gobernador Latorre, el doctor José Maria Montero
(hijo), ministro de Gobierno.
Cuando a las nueve y media el Vicario Apostolico comen-
zaba el rito de la bendicion, la iglesia estaba repleta. Apadrina-
ban la ceremonia, por el Gobernador y su sefiora, el Ministro de
Gobierno y la hija mayor de Fynn, Enrica Maria.
Enseguida celebro la santa misa el cura de Las Piedras, don
Joaquin Moreno.
El padre Tomatis, Ghisalbertis y los demas salesianos, bajo
la batuta de Cagliero, "se hicieron honor". Corearon fragmen-
tos de la misa de Maria Auxiliadora, y estrenaron un motete de

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74
Luis Lasagna, el obispo misionero
Cagliero compuesto para la fiesta, cuyo texto, O quasi arcus,
honraba a la Patrona santa Rosa de Lima.
Cumplido el ceremonial, todos ingresaron al Colegio, y ocu-
paron uno de los salones internos. El escenario estaba decorado
por un gran escudo uruguayo, al que rodeaban ocho banderas
nacionales y un notable retrato del papa Pio IX, con el escudo
pontificio flanqueado por dos espléndidos ramos de flores.
Se entono el Himno Nacional, y acto seguido ocupo la tri-
buna el juvenil director salesiano, don Luis Lasagna. En co-
rrecto castellano, coloreado de acento extranjero, describio al
publico la audiencia en la que el papa Pio IX bendijera la mision
de los fundadores del Colegio Pio, y alabara con fruicion a la
nac10n uruguaya. Elogio, luego, la generosidad de los sefiores
Lezica, Lanus y Fynn, y la avanzada sabiduria del Gobierno, que
decreto la libertad de ensefianza. Enseguida, entro raudamente
en el tema de las relaciones entre la educacion y la instruccion.
Después de entretener al auditorio con medulosas consideracio-
nes, prometio unir los esfuerzos salesianos a los de los prohom-
bres uruguayos, en la obra formativa de sus hijos. Y cerro su
discurso con un parrafo bucolico :
Apartados de los ruidos de la ciudad..., rodeados del silencio
maj estuoso de estos campos, bajo un cielo tan limpio, tan
espléndido, nos sera dulce sacrificar nuestra vida en pro de
la querida juventud oriental...21
Una estruendosa salva de aplausos rubrico los conceptos del
orador.
Clausuro la funcion el Ministro de Gobierno, que se mani-
festo "complacido por el acto de progreso y de patriotismo que
acababa de cumplirse". Felicito a la Republica Orienta! por la
inauguracion del nuevo Colegio, dirigido por los Padres Salesia-
nos, e hizo votos "por la pronta apertura de una escuela de artes
y oficios, indispensable para los hijos del pueblo, y medio unico
para el progreso futuro del pais".
A continuacion se sirvio un refrigerio, oportunidad en que
menudearon las felicitaciones al padre Lasagna. Todos querian
testimoniar su aprecio al esfuerzo realizado para expresarse en
correcto espafiol, y mas de uno manifestaba su admiracion por
el resultado.
-Si algun mérito hubo -respondia modestamente Lasag-
na-, se lo debo a mi ilustre maestro, el filosofo Balmes... Llevo
meses leyéndolo atenta y repetidamente; en especial, su precioso
librito La religi6n demostrada al alcance de los ninos...

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VILLA COLON
75
El Obispo y su comitiva almorzaron con los Salesianos en la
modesta mesa del Colegio. El Ministro acepto un convite en la
villa de don Enrique Fynn.
*
*
Al dia siguiente comenzaron las clases. Yéregui prosigmo sus
gestiones para organizar una escuela de artes y oficios, tan grata
a Latorre y a Cagliero.
Éste preparo su viaje a Buenos Aires. Adamo, que debia
acompafiarlo, entrego la cocina al coadjutor Bruno.
Cagliero no partio sin redactar una prolija carta, en la que
narraba a don Bosco hasta las circunstancias mas pequefias de
la fiesta inaugurai. Y una vez terminada, se la mostro a Lasagna,
que afiadio al pie ocho renglones, los primeros que podia enviar
desde América a su Padre y Superior:
Hoy no pude disponer del tiempo que habia reservado para
escribirle; tengo, sin embargo, la esperanza de hacerlo ma-
fiana con una amplia carta, para que se alegre de nuestras bue-
nas noticias... Mil gracias a Maria Auxiliadora, y también a
usted, que tanto reza por nosotros.
Al dia siguiente, 5 de febrero, escr ibio la carta que mencio-
namos al comenzar este capitulo.
,....
Sin embargo, no todo fueron glorias. Un sefior Miguel Jaume
y Bosch, conocido polemista de temas pedagogicos, dedico va-
rios articulos criticos al discurso de Lasagna. Se publicaron en
El Maestro, "Periodico Semanal de Instruccion y Educacion",
organo efectivo de la Sociedad de Amigos de la Educacion Po-
pular.22
Don Miguel, mas que realizar prédica racionalista, se dedica-
ba a demoler iniciativas catolicas. Asi, el 11 de febrero, en
la "Seccion Doctrinaria", estampa unos "Comentarios a la li-
bertad de ensefianza". Aunque tiene forma de articulo, su re-
daccion confusa se resiente de estilo oratorio, y exhibe de cuan-
do en cuando muletillas de conferenciante. Ataca duramente al
doctor Soler, y finalmente dogmatiza:
El Liceo Universitario y el Colegio Pio que acaba de abrirse
son auténticos, diametralmente opuestos a la doctrina esen-
cialmente liberal...

8.8 Page 78

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Pero el 18 del mismo mes, la diatriba tiene otro destinatario.
La "Secci6n Doctrinaria" aparece encabezada por "Apreciaciones
sobre el discurso del Dr. Lasagne, director del Colegio Pio de
Villa Colon":
Hemos leido el discurso del Dr. Lasagne [sic] leido en el
acto de apertura del Colegio Pio de Villa Colon; decimos mal,
hemos estudiado detenidamente este discurso que, a nuestro
juicio, es nada menos que un vasto programa jesuitico en la
Republica Orienta! del Uruguay. El acto en que fue pronun-
ciado este elocuentisimo discurso fue solemne...
El humilde doctor Casagne [sic: Jaume es catalan], con
sus siete compafieros, unidos y compactos, se presentan a la
arena ardiente del combate, corno rara vez les es dado pre-
sentarse a los hijos del insigne Ignacio de Loyola...
Y siempre en el mismo tono, llena cinco columnas de este
numero de El Maestro, y otras tantas del numero que sigue,
y se entretiene jugando, pareciera que sinceramente, con la con-
fusi6n de que el Colegio Pio perteneda a los Jesuitas, y por lo
tanto, era merecedor de todos los lugares comunes referentes
al tema. Asi, por ejemplo, Jaume y Bosch afirma:
El director del Colegio Pio no parece jesuita, sino demagogo...
Rara vez los jesuitas dejan de ser elocuentes ..., debo de hacer
justicia al mérito de mi antagonista al sostener, casi con los
rnismos argurnentos nuestros, la libertad de estudios... iOue-
réis ver un hecho de su poderosa influencia y activa propa-
ganda...? i queréis ver un nuevo milagro de su poder... ?
J6venes que jamas abandonaron su patria, se presentan
vestidos de negro, con un breviario debajo del brazo que pa-
rece ser todo su patrimonio. Y apenas ponen pie en esta
hospitalaria Republica dicen que traen de la inclita Roma a
todos los ciudadanos de este pais un saludo, una bendici6n
de Pio IX. Y consiguen todo el dinero que quieren...
Finalmente, la torna con la influencia -nefasta, para él-
del pulpito y del confesonario, sin olvidar en el decurso de su
larga perorata algunas pullas al ministro Montero, de reconocida
filiaci6n liberal.
;':
Unos dias mas tarde -viernes 9 de marzo-, el diario La Tribuna
publica una respuesta del profesor Guillermo White.23 En pro-
sa dificil, White comunica a Jaume y Bosch que "a pesar de
las relaciones de compafierismo y amistad..., nuestro diferente
punto de vista respecto a doctrinas de ensefianza... hacen colo-

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VILLA CoL6N
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carme frente a frente ..." Y enseguida aclara que los Salesianos
nada tienen que ver con los Jesuitas; que es hora de que dejen
en paz a los unicos cuatro Hijos de san Ignacio que viven en
Canelones; que es innegable que la Compafiia fue palanca de
la civilizaci6n, y que resulta evidente que Jaume no combate
la educaci6n jesuitica, sino la cat6lica.
En rigor de verdad, al espiritu fogoso de Lasagna no satis-
fizo la suave respuesta de White.
Jaume se encrespa por el desafio. Muy probablemente, La
Tribuna debe de haberle negado espacio para la réplica, pues el
dia 11 reincide en peregrinas afirmaciones, que publica el se-
manario El Maestro:
Nada nos maravilla que los padres jesuitas llegados de la
inclita Roma, tomen hoy en la Republica Oriental, no ha-
biendo sido explicitamente derrocado [sic] su decreto de ex-
pulsi6n diversos nombres de P. Selecianos, Bayoneses, Es-
colapios y hasta simples seglares.
Nosotros... hemos simplemente apuntado el peligro de
esta nueva ensefianza y la prensa, quiza injusta, nos ha tra-
tado de fanaticos, de ignorantes, de atrevidos..., nos ha coro-
nado de espinas, cuando debiamos encontrar, sino un aplau-
so, al menos el mismo espacio para emitir nuestras ideas ...
Y con variaciones sobre el tema sigui6 despotricando don
Miguel hasta cerca del mes de octubre: una vez, contra Guiller-
mo White; otra, contra los privilegios del Liceo Universitario
y del Colegio Pio; otra, contra el espiritu de san Ignacio, contra
el doctor Soler..., siempre contra algo o contra alguien.
*
El 8 de marzo, Cagliero se alejaba de las playas orientales, rumbo
a Buenos Aires, y Lasagna comenzaba a navegar solo.
1 Todo este capitulo ha sido redactado tornando corno base -cuando no
se diga otra cosa- las informaciones contenidas en la Cronica del Colegio
Pio y en las cartas del padre Cagliero y del padre Lasagna a don Bosco. Son
ellas: Lasagna a don Bosco, 5-11-1877 ( cf. Bollettino Salesiano, Settembre 1877,
pags. 3-4), y Cagliero a don Bosco, 6 y 20-1-1877 (ACSS ., Turin).
2 L. A. Pons . Biografia.. ., cit., pag. 9.
Monsefior Jacinto Vera, hijo de Gerardo y de Josefa Duran, naci6 frente
al puerto de Santa Catalina (Brasi!), en cuya parroquia de Nossa Senhora do
Desterro fue bautizado, el 3 de julio de 1813. En ese momento, el Uruguay
entero estaba levantado en arma s para obtener su independencia (el Grifo de
Asensio se habia producido el 28 de febrero de 1811 ). Artigas dirigia el éxodo

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Luis Lasagna, el obispo misionero
del pueblo orienta! ante la invasion portuguesa, y Montevideo quedaba sitiado
basta el 23 de junio de 1814. Por eso, solo en 1815 los padres de Vera se
animaron a proseguir su interrumpido viaje, y desembarcaron en Maldonado.
Aiios después, se trasladaron a Canelones (Toledo), donde crecio el canario
criollo don Jacinto.
3 lgnoramos el menu de ese dia; pero existen constancias orales y escritas
de las graciosas peripecias sufridas al aiio siguiente por los clérigos Chiara Luigi,
Gamba Giuseppe, Rota Pietro y Vergnano Alessandro, y por el coadjutor
Cornelio Giovanni Battista, el 16 de diciembre de 1877, al tener que corner cho-
clos en la mesa de monsefior Vera, el dia de su desembarco en Montevideo.
Nunca los habian gustado, ni se imaginaban que podia comerse la mazorca
tierna del maiz.
4 Don Bosco, con su nunca suficientemente ponderado espiritu de adap-
tacion, quiso que sus Hijos, al viajar a Buenos Aires y a Montevideo, vistieran
corno sacerdotes americanos. No sabemos exactamente quién lo asesoro -sos-
pechamos con fondamento que habra sido el comendador Gazzolo- para con-
feccionar los fantasticos manteos y extrafios uniformes que adoptaron sus Mi-
sioneros. Cuando Cagliero volvio a Europa, debio advertirle el errar. (Véanse
en esta obra las fotos de la primera, de la segunda y de la tercera expediciones
misioneras; esta ultima, tomada en diciembre de 1877.)
Cf. Argentina Salesiana, pags. 9, 114 y 117 (Tall. Graf. Buschi, Buenos Ai-
res, 1952).
5 Ni el acolito Espiritu Scavini, ni Ramon Daniele, que viajaron en la se-
gunda expedicion misionera, y don Bosco incluye en la lista de Villa Colon,
vinieron con el primer contingente, que desembarco en Montevideo el 26 de di-
ciembre de 1876. Espiritu Scavini ingreso corno persona! del Colegio Pio en
marzo de 1877 (cf. Cronica del Colegio Pio), mientras que Daniele permanecio
en Buenos Aires. Cagliero decidio dejar a todos los pasajeros del Iberia en
Villa Colon, y a Ios que ya estaban en Buenos Aires, en Ias Casas argentinas.
6 Arch. Curia de Montevideo; L. A. Pons. Biografia.. ., cit., Apéndice N? 6,
pags. 256.
7 El viaje de Lasagna y sus compafieros habia sido una odisea. Don Bosco
se entero de sus pormenores por cinco cartas que Lasagna le enviara: dos desde
Burdeos, el 22 de noviembre y el 1? de diciembre de 1876; una de Lisboa, sin
fecha; otra del 21 de diciembre, desde el 22° de latitud sur y 40° 38' de longitud, y
la ultima, desde Villa Colon, el 2 de enero del 77. (Cf. Memorie biografiche,
voi. XII, pag. 698, y ACSS., 126, 2, a. 1876.)
Con esta informacion, y con los datos acumulados en la Cronica del Colegio
Pio, se puede establecer el siguiente resumen :
1. Lasagna era uno de los candidatos propuestos por Cagliero para la
direccion del Colegio Pio; pero ocupaba el tercer puesto.
2. En setiembre de 1876, don Bosco comunico a Lasagna sus propositos.
Lasagna se derrumbo. Don Bosco le ofrecio un plazo de veinticuatro horas
para pensarlo; y vencido el emplazamiento, Lasagna se avino a los deseos del
Santo . (Véase la carta del capitulo Il, nota 31.)
3. Después de la visita colectiva a Pio IX (en el viaje a Roma les habia
faltado dinero) y de la despedida en Turin del 7 de noviembre (no acierto por
qué el padre Albera la pone en el dia 12), los destinados a Buenos Aires se
dirigieron a Génova. Los uruguayos, con Lasagna, apuntaron a Burdeos, adonde
llegaron el 19. Pensaban que el Poitou zarpaba el 20. Pero el Poitou pertenecia
a la Société Générale, y cumplia el recorrido Napoles - Buenos Aires. Segura-
mente, el coadjutor Enria, a cuvo cargo estaban los asuntos relacionados con
los viajes, habia confundido el Poitou con el Po.tosi. Éste si partia de Burdeos.
El trasatlantico inglés Potasi se habia hecho a la mar el 18, casi a la vista
de los viajeros, que ya habian advertido el error al paso por Niza. Debieron

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VILLA CoL6N
79
esperar e! paso del Iberia, quince dias mas tarde, y no disponian de dinero nì
para tres dias. Telegrafiaron a don Bosco : "Bateau parti. Atendrons deux
décembre. Logés Grand S éminaire. Tou s bien. Envoyez argent. - LASAGNA". Y
se hospedaron en el Hotel de Toulouse, muy frecuentado por los catolicos. Alli
encontraron un hombre providencial: / gnazio Santi, ex zuavo pontificio, y di-
rigente gremial catolico. Santi se llego al obispo coadjutor, monsefior de La-
bouillerie -e! cardenal Donnet estaba ausente-, y luego acompafio a los sa-
lesianos hasta los Carmelitas, que hospedaron a tres coadjutores (Ruggero,
Ceva y Barberis); a los Pasionistas, que recibieron a dos (Giardini y Adamo),
y a los Sulpicianos, que en e! Gran Seminario se hicieron cargo de los clérigos
y sacerdotes. Luego, realizo una colecta entre sus amigos, y logro fondos para
salvar la situacion hasta que llego e! giro telegrafico de don Bosco. ( Cf. M.
Fassio, Fiori campestri, cit. en la nota 9 de este capitulo.)
( Ignazio Santi habia nacido en Betinoro. En 1865 fue a Roma, y se laureo
en filosofia en e! Colegio Romano. Luego, pasa a formar parte de la artilleria
pontificia, y lucha contra los garibaldinos durante la expedicion de Mentana.
En 1870 aparece en la defensa de Roma, con e! grado de ayudante. Cuando
entran los piamonteses, huye a Francia. En Burdeos promueve los Circulos
Catolicos de Obreros. Solo retorna temporaneamente a Italia, en 1887.) (Cf.
All'amico Cav. Ignazio Santi - Epistola di Mons. Gaetano Golfieri [Tip. Tibe-
rina, Roma], dedicada de pufio y !etra a Lasagna e! 18 de junio de 1888: Cro-
nica del Colegio Pio.)
Digamos, de paso, que en esta ocasion Lasagna tuvo algunos desacuer-
dos con Gazzolo. Cuando se plantearon otros problemas con él en la Argen-
tina, en Turin comenzaron a pensar que Lasagna habia tenido razon y perspicacia.
4. Finalmente, embarcaron en el lberia el 2 de diciembre, no sin antes
pagar una modesta pension a sus anfitriones. Los Carmelitas, nada quisieron
aceptar. Los Pasionistas y Sulpicianos aceptaron alga casi simbolicamente. Sa-
ludaron al cardenal Donnet, que !es regalo un ara para el altar y un volumen
de sus obras. (Carta de Lasagna a don Bosco, del 1-XII-1876.)
De Burdeos a Lisboa soportaron una tempestad que los dejo de cama.
Después, ya tuvieron animo para celebrar, y lo hicieron gracias al permiso previo
del agente de la Campania de Navegacion en Burdeos, M. Davis, y a las gestiones
de dos damas, una chilena y la otra peruana. El dia 21 anclaron en Rio de
Janeiro. No descendieron; pero hicieron enviar un telegrama a Yéregui, para
anunciarle la fecha de llegada. El dia de Navidad, cumplieron los oficios reli-
giosos en e! salon de segunda clase.
' Cf. El Mensajero del Pueblo, en la Bibl. Nac . Montevideo .
' El padre Miguel Fassio dejo dos documentos: una carta al padre Morato-
rio del 23-VIII-1917, a la que corresponde la cita, y un librito : Fiori campes tri -
Poesie educative per accademie e circostanze varie, con alcuni cenni intorno alla
vita del autore (Torino, via Cottolengo 32, a. 1928) (249 paginas dactilo grafia-
das, de 30 por 22,5 cm.). El volumen archivado en e! Colegio Pio, esta dedi-
cado al doctor Luis Pedro Lenguas.
10 El padre Montero y Brown anota que don Lorenzo Fioroni, viejo albani!
de pipa ennegrecida, llegado a Villa Colon el 4 de agosto de 1884, le narro e!
29 de enero de 1937: "La cocina primitiva era de tablas. Estaba en e! mismo
lugar de hoy. Yo la hice de materiai..." Fioroni tuvo un hijo sacerdote salesia-
no, y una hija religiosa de Maria Auxiliadora.
11 M. L. Migone, Tres obispos..., cit. (Segunda Parte: Monsenor Luis La-
sagna, pag. 4).
12 Originai de esta carta, en e! ACSS.
La sefiora de Jackson habia donado, entre otras cosas, diecinueve camas,
sillas, utiles de cocina, etcétera. Don Francisco José Benitez -intendente de
San Nicolas de los Arroyos, provincia de Buenos Aires- era e! gran benefactor

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80
Luis Lasagna, el obispo misionero
civil de los Salesianos en la Argentina, y Ceccarelli, el gran cooperador ecle-
siastico, desde su parroquia nicolena. Anadamos, de paso, lo que el padre
Gamba siempre contaba: dona Josefa Errazquin de Jackson gustaba de repetir,
refiriéndose al cerco o tapia que hiciera construir: "Yo les hice el corralito a
los Salesianos".
13 La autorizaci6n del Liceo Universitario es del 26-I-1876. (Cf. J. M. Vidal,
El primer arzobispo..., cit., tomo I, pag. 70.)
14 La Società G. B. Lavarello, con domicilio en Misiones 50, era "una linea
mensile fra Genova e il Rio della Plata, con vapori del Regio Servizio Postale
Italiano ..." (Cf. L'Era Italiana, Montevideo, settembre 1881 , en la Bibl. Nac.
Montevideo.)
15 El diario vespertino La Tribuna del 10 de enero consigna entre los "Ru-
mores de Ultima Hora": "Se ha presentado una propuesta para la fundaci6n de
una escuela de artes y oficios..." Esta informaci6n, adosada a la que el dia 12
(N? 5.459) publica el mismo diario, completa el cuadro : "La propuesta le fue
hecha al gobernador Latorre por los Salesianos".
El articulo citado de La Tribuna continuaba: "Seria de desear que el
Gobierno le prestara su apoyo a ese establecimiento [de artes y oficios] que
nos consta le ha sido pedido. Para evitar alarmas, diremos desde ya que lo
unico que se solicita de la Naci6n es un pedazo de tierra fiscal para construir
un colegio que honrara a la Patria. El coronel Latorre que se preocupa del
bien generai debe prestarle su mas decidido concurso a los directores de ese
establecimiento que son unos j6venes sacerdotes llenos de mérito y de ilustra-
ci6n y que no tienen mas ambici6n que la de educar al pueblo y salvar del
abismo de la ignorancia a ese sinnumero de muchachos que vagan por nuestras
calles sin medio alguno de subsistencia".
Informaci6n parecida consigna El Siglo del 13-I-1877. (Véanse estas publi-
caciones en la Bibl. Nac. Montevideo.)
16 Memorie biografiche, vol. XII, pag. 698, doc. N? 49.
17 El Maestro (" Periodico Semanal de Instrucci6n y Educaci6n" - Director,
Dr. D. Juan Alvarez; Gerente, J. M. Garda), ano III, tomo IV, N? 87, Montevideo,
11-II-1877 (Bibl. Nac. Montevideo) .
18 La Tribuna, ed. 12-I-1 877.
19 Bibl. Nac. Montevideo.
20 El Mensajero del Pueblo, ed. 28-I-1877.
21 aqui el texto completo del discurso pronunciado por el padre Lasagna
en la inauguraci6n del Colegio Pio:
"Ilustrisimo senor; Excelentisimos senores; Senores: Antes de emprender
el viaje que nos trajo a esta tierra, fuimos a Roma a postrarnos a los pies del
Padre Santo, el inmortal Pio IX, quien tuvo para nosotros palabras ternisimas
de carino y de animaci6n. Y la voz de ese venerable anciano tomaba un acento
mas y mas afectuoso y animado, al recordar las suaves impresiones que reci-
biera al pasar por estos paises, objeto siempre de su predilecci6n, y concluy6
diciéndonos :
"-Id, mis amados hijos. Os envio a un pueblo muy querido para mi. El
Senor os acompanara, y alla encontraréis almas generosas. Decidles que yo
las amo y las bendigo...
"Este noble y lisonjero mensaje, senores, me contempla feliz de poder
anunciar en circunstancias tan solemnes, en presencia de los personajes mas
eminentes y conspicuos de esta Republica.
"Si, senores; yo traigo de la inclita Roma, a todos los ciudadanos de esta
Republica, un saludo, una bendici6n de Pio IX, de él, que, quiéranlo o no lo
quieran sus enemigos, es la figura mas bella, mas simpatica, mas grande del

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VILLA CoL6N
81
siglo xix; y esta bendicion en modo especial para e! ilustrisimo y muy celoso
prelado, monseiior Jacinto Vera; para el valiente Jefe del Estado, y para todas
las familias que muy generosamente se interesaron por el establecimiento de
este Colegio, que se gloria altamente de llevar su nombre.
"Ciertamente, la consideracion en que teniamos de lejos a este pais tan
alabado por Pio IX, era grande, y grandes eran las esperanzas que habiamos
concebido de él; pero tengo que confesar, con e! corazon conmovido, que las
impresiones recibidas al llegar, fueron mucho mas grandes. Apenas hubimos
puesto nuestro pie en tierra, nos vimos rodeados y colmados de tan grandes
finezas y sos tenes, que ahora, debiendo valerme de esta feliz circunstancia para
rendir a todos, en nombre de mis colegas, los debidos agradecimientos, asi me
hallo embargado por la emocion. Nosotros solos podemos apreciar la grandeza
de estos beneficios. Jovenes aun, que jamas habiamos abandonado nuestra
patria; n ecesitados de indulgencia, de guia y de consejo, temiamos ser recibi-
dos con la desconfianza con que se recibe a los desconocidos. Pero no fue asi.
No habiamos aun pisado las venturosas playas de esta hermosa tierra, cuando
ya nos tendia sus brazos un hombre de animo grande y generoso, que desde
entonces vino a ser, no solo nuestro amigo y bienhechor, sino también nuestro
padre, nuestro afectuosisimo padre. Seiiores, el nombre del esclarecido y vir-
tuosisimo obispo nuestro, don Jacinto Vera, sonar.i siempre entre estas paredes,
y en e! fondo de nuestros corazones, reverenciado y t~ernamente amado.
"Pluguiese a Dios que pudiera, sin ofender su modestia, nombrar y alabar
publicamente tantos corazones generosos, que a porfia socorrieron con admirable
desinterés nuestra empresa, suministrandonos toda clase de medios para que
nosotros pronto y con fruto pudiéramos cooperar al progreso cientifico y mora!
de esta Republica del Uruguay, que desde ahora debe ser -y sera, sin duda-
nuestra muy querida patria.
"Sin embargo, si mi inexperta palabra no se atreve a celebrar méritos
tan grandes, con mas elocuencia hablan los mismos hechos. Hablan este sitio
tan magnifico; este templo y. soberbio edificio que los seiiores Lezica, Lanus y
Fynn levantaron y generosamente ofrecieron para consagrarlos corno santuario
de la ciencia y de la virtud; habla todo lo que tenemos, todo lo que nos rodea,
testimonio eterno de la cristiana caridad y del verdadero amor patrio de al-
gunas ilustres familias que son la honra de este pais, y cuyo nombre quedara
para siempre grabado en nuestro corazon.
"A este punto, seiiores, seria justo y muy debido qu e mi palabra se diri-
giese animada y muy grata a la persona ilustre que rige los destinos de esta
Republica. Ninguna consideracion puede dispensarme del deber de agradecerle
muy vivamente el favor grandisimo con que coopero a nuestra venida, y ahora
honra por medio de su Ministro la inauguracion de este Colegio. Ademas, en
estos mismos dias hemos visto con suma complacencia una disposicion que a
todos los sabios desapasionados arranca admiracion y aplauso. Alabo, seiiores,
el decreto, dictado poco ha, sobre la libertad de enseiianza. En las naciones
mismas que se precian de mas civilizadas y progresistas - en Italia, Austria y
Alemania, y en la Francia misma- se combate con ardor desde medio siglo
para obtener de los Gobiernos lo que no es un favor, un privilegio, sino un
derecho sacrosanto de la humanidad. Y aun no se han vislumbrado tampoco
los primeros albores del dia venturoso en que puedan disfrutar de esta libertad
tan preciosa, tan fecunda, ya de excelentisimos resultados en la libre Inglaterra,
en Bélgica y en los Estados Unidos; la libertad, digo, que el Excelentisimo Seiior
Gobernador acaba de proclamar en su patria con palabras francas, sinceras y
hasta entusiastas.
",:Quién no aprecia esta libertad, en la cual esta incluida corno en embrion
todo e! conjunto de las demas libertades, reconociendo ésta en cada uno y todos
los padres el natural derecho y deber de dar a sus hijos la educacion que
m as aprecian, y en los profesores ilustrados, el derecho de seguir en la ense-
iianza el método y los textos por su estudio y experiencia reconocidos mas
eficaces? Y ,:quién no ve que esta libertad, ademas de aminorar los gastos al
Estado, llevara consigo la inapreciable ventaja de dar impulso e n la enseiian-
r,

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Luis Lasagna, el obispo misionero
za a una noble emulacion, que infaliblemente debe redundar en beneficio in-
menso de la instruccion del pais?
"De aqui se sigue que todos los hombres de buen sentido que, a pesar
de cualquiera injusta preocupacion, aprecian y quieren la verdadera libertad,
por el bien, por el progreso del pais; todos no pueden menos que alabar la
prudencia civil y la lealtad del Gobierno, que tan venturosamente cuido y ase-
guro el provecho y el lustre de los estudios patrios.
"En efecto, la educacion e instruccion son de una importancia suprema
para un pueblo, son su mas precioso caudal, su tesoro mas envidiable. Los
filosofos antiguos, con expresion tan enfatica corno verdadera, llamaban una-
nimes a la sana instruccion el segundo sol del linaje humano. Considerad, sefio-
res, la tierra iluminada, calentada, fecundada tan admirablemente por el Sol,
iOh, corno quedaria ella si le faltara de improviso el rayo benéfico del astro rey,
alma y vida de la naturaleza! iOué tinieblas, qué fria esterilidad por doquiera!
iOué muerte universal, horrorosa solo al pensarla!... Y bien; un pueblo sin
instruccion que lo ilumine en la senda del progreso, que lo caliente en el
camino del deber y de la virtud -en la ruta de la gloria, corno dice un gran
poeta-, es un pueblo de cadaveres, y su patria, una vasta tumba, ignorada o
menospreciada de la historia, que no se ocupa de él, o solo para sefialarlo con
el titulo abominable de barbaros ...
"Pero, sefiores, la instruccion que no se base sobre los dictamenes inmu-
tables y sacrosantos de la justicia y de la religion; o, mas claro, la instruccion
sin educacion civil y religiosa, seria mas que un error: un funestisimo crimen.
iY de este crimen contra la familia y la sociedad no seremos complices no-
sotros jamas! Y de este nuestro proposito, sefiores, os sea garantia el nombre
augusto de Pio IX, con el cual se adorna este Colegio; os sea garantia el nom-
bre del religiosisimo Colon, del que se gloria esta hermosisima Villa.
"Mientras en este Colegio se ensefiara toda ciencia, y toda se aprendera,
,:ppr qué no ensefiar a los nifios las purisimas y sublimes doctrinas de la re-
ligion de nuestros padres; de la religion que destruyo la esclavitud, que bautizo
la libertad, que creo los ingenios mas grandes, que inspiro el genio asombroso
de Dante, de Miguel Angel, de Colon, de Camoens, de Balmes, de Bossuet y de
todos los que forman el orgullo del linaje humano, y que, en fin, es la colum-
na inconmovible del orden civil y moral, que hace sabios y felices a todos los
hombres?
"Para justificar nuestra ensefianza, tendriamos muchisimas razones irre-
futables; pero solo os diré que el mismo impio filosofo Jouffroy llama al cate-
cismo cristiano el compendio de la mds sublime filosofia, donde se encuentra
adecuada contestacion a todas cuantas cuestiones tocan de cerca al género
humano (Mélanges philosophiques). El impio Diderot ensefiaba él mismo el
catecismo, este aureo librito de la fe cristiana, a su hija querida. Voltaire
conjuraba a los padres a educar la generacion de los adolescentes en el Evan-
gelio de Jesucristo (Av., tomo XXXIV, pag. 175). Victor Hugo, el corifeo de los
incrédulos modernos, subyugado por la fuerza de la verdad, exclamaba que
merecian ser arrastrados ante los tribunales todos los padres que hacen instruir
a sus hijos donde se descuida o se combate a la religion. Y en fin, el protes-
tante Guizot en las camaras de diputados muy claramente sentenciaba que el
progreso intelectual, junto al moral y religioso, es excelente. Éi se convierte en
principio de orden, de regularidad, y al mismo tiempo viene a ser un manantial
de prosperidad y de grandeza para la sociedad. Por el contrario -siempre
segun palabras de Guizot-, el progreso intelectual sin e! progreso mora! y re-
ligioso se convierte en principio de orgullo, de insubordinacion, de egoismo, y
por consiguiente, un peligro para la sociedad.
"Luego, si de esta manera piensan y hablan de la cristiana educacion los
impios, cqué debemos pensar nosotros, y qué los filosofos cristianos y los sabios?...
El célebre Donoso Cortés, después de presentar corno una locura la pretension
de crear con las solas fuerzas de la razon emancipada de la religion, un sistema
de educacion, una ciencia, una moral sin Dios y contra Dios, acaba llamando a
esto un tremendo delirio que a los mismos gentiles hubiera espantado; delirio

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VILLA CoL6N
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tremendo que enloquece las cabezas y corrompe las inteligencias y los cora-
zones de los hombres, y prepara a la patria y a la sociedad entera dias de lagri-
mas, catastrofes de sangre...
"Pues, sefiores, contando con vuestro sufragio y confiados en vuestra
generosa indulgencia, os prometemos unir nuestros esfuerzos a los de tan ilus-
tres profesores corno son los que honran a esta Republica, para preservar
los hijos de vuestra patria del contagio de la depravaci6n intelectual y moral,
y apacentarlas con gran amor y cuidado, de doctrinas saludables. Apartados
de los ruidos de la ciudad, sin otra ocupaci6n y pretensi6n; rodeados del silencio
majestuoso de estos campos; bajo un cielo tan limpio, tan espléndido, nos sera
dulce sacrificar nuestra vida en pro de la querida juventud orienta!.
"No tenemos mas que una sola y unica ambici6n, y la ciframos en formar
con esmero y constancia vuestros hijos sabios, virtuosos, ilustrados; tales,
en suma, que sean un dia e! sostén, el adorno, la gloria de sus padres, y de
esta joven e inmortal Republica.
"iDios bendiga y corone nuestros votos!
"He dicho."
El origina!, todo de pufio y !etra de Lasagna, con correcciones propias y
alguna que otra de Cagliero -todas idiomaticas, excepto la que incluye los
nombres de Lezica, Lanus y Fynn-, se halla en el ACSS., 273, 32, cuaderno 16.
22 El Maestro, afio III, tomo IV, N? 87, Montevideo, ll-II-1877. Ademas,
Nros. 88, 89, 91, 92, etcétera .
23 La Tribuna, de Montevideo, 9-III-1877.

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fJAPITULO IV

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El Colegio Pio
Tu imagen, oh Padre, sera en nuestra vida
la luz de las alas de un angel guardian.
Tu nombre, la santa canci6n repetida
cual una sagrada reliquia de hogar.
ARTu Ro E. M ossM11N GRos, s.n.n.,
Juvenlud, ju nio de 1926.
NADA MAs AUTÉNTICO que la pluma del ya mentado padre Mario
Luis Migone, testigo presencial del suceso, para asumir la respon-
sabilidad de bosquejar las escenas del nacimiento del Colegio
Pio. Leamos sus recuerdos:
Al dia siguiente de la fiesta inaugura! se iniciaron los cursos...
Las amistades ya formadas, el trato paterna! de asistentes
y maestros, el interés despertado por los estudios, y, sobre
todo, el ambiente familiar. .., contribuyeron mas que la dis-
ciplina y el reglamento a encarrilar el tren escolar en las
vias de la regularidad.
La familia ... estaba dividida en tres secciones: mayores,
medianos y menores. Cada una disponia de un patio para
el recreo, asi corno de asistentes especiales... El padre La-
sagna era el lazo de uni6n entre las secciones, y muy pocas
veces se daba el caso de que no se encontrara en alguna de
ellas, departiendo familiarmente [con los alumnos] durante
las horas de recreo.
Era tanto el carino que habia sabido despertar, que,
no bien lo veian venir, corrian todos a su encuentro para
saludarlo y besarle la mano... Daba muestras inequivocas
de oir a sus pequenos interlocutores con el mayor interés,
y basta seguia todos sus movimientos con los ojos, corno si
quisiera penetrar dentro de su alma... Por esto, sus respuestas
eran acertadas y convincentes.
El singular carino que el padre Lasagna habia sabido des-
pertar en sus alumnos, poco tardo en convertirse en amor y
veneraci6n. Lo que mas contribuia a darle ese dominio so-
~ Vista frontal de la torre de la iglesia de
Santa Rosa del Colegio Pio de Villa Colon.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
bre los corazones juveniles, eran sus pruebas de afecto, su
sencillez, su afabilidad, su rostro siempre risuefio ..., todo su
modo de ser.
Siempre que se hallaba en el Colegio, al llegar las horas
del recreo abandonaba su habitaci6n, situada en el piso alto,
y bajaba al patio para entretenerse con los alumnos, y no
pocas veces, para tornar parte en sus juegos. Todos los de
uso comun le eran familiares, y en algunos desplegaba la
pericia de un profesional.
Su diversi6n favorita era, sin embargo, la pelota. Si
llegaba tarde al patio, o por cualquier otra raz6n no tomaba
parte en un partido, buscaba un buen punto de observa-
ci6n, y, acompafiado de un grupo de entusiastas, seguia con
el mayor interés las alternativas de la lucha. Sus palmo-
teos y risa clamorosa solian seguir al lance afortunado y a
la victoria final, aunque la obtuviera el adversario.
La buena inteligencia, y casi diria la familiaridad, entre
profesores y alumnos, llamaron gratamente la atenci6n de
los educandos, y aun de cuantos eran, por primera vez, tes-
tigos de ella. Yo me habia formado un concepto muy dis-
tinto de la autoridad, creyendo que la confianza y el trato
familiar menoscababan la dignidad de la persona que los
permitia.. .1
Tal vez, el relato del padre Migone pudiera defraudar a alguno.
Pero si recorremos los informes de otros testigos, descubrimos
al instante que todos caen en idéntico defecto, recurren al mismo
lugar comun. Comienzan a resefiar la historia del Colegio, e in-
sensiblemente derivan el tema hacia un unico centro de interés:
la persona del Director.
Ciertamente, la semilla del Colegio Pio germino al amparo
de un gran jardinero. Tan grande, que sus vidas se confunden.
Cuando al distinguido profesional uruguayo doctor José lru-
reta Goyena le solicitaron impresiones acerca del Colegio, que
cumplia el primer cincuentenario, arranco directamente a hablar
de Lasagna. Y dijo asi:
Me conocia a fondo ... No he logrado olvidar mi primera con-
versaci6n con él, al dia siguiente de mi entrada al Colegio,
sentado a su lado en un banco del jardin, en una tibia tarde
de otofio. Tenia yo necesidad de que alguien me compren-
diera, y él supo hacerlo tan bien, sin darmelo siquiera a
e n t e n d e r . ..
Era un hombre muy afable, muy bondadoso, muy atra-
yente, y de una extraordinaria distinci6n. Hijo del pueblo,

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EL COLEGIO Pfo
87
de origen quiza rnuy hurnilde, tenia las rnaneras de un gran
sefior, sin el dejo de altivez que suele acornpaiiar al seftorio.2
En el mismo sentido se expresa el doctor Luis Pedro Lenguas:
[Lasagna] con adrnirable delicadeza sabia atraerse el cora-
z6n de todos los que tenian la dicha de tratarlo, y rnas aun
el de sus discipulos, los que abandonabarnos, rnuchas veces,
los juegos y placeres infantiles, por ir, prendidos de su brazo
y pendientes de sus labios, por aquellos queridos corredores
del Colegio Pio, extasiados en su conversaci6n amena, que va-
riaba desde las cuestiones rnas serias y de verdadero interés
cientifico, hasta los tiernos relatos de la preciosa vida de
don Bosco.
Simpatico, afable, cariiioso hasta la ternura, atrayente
corno un irnan, virtuoso corno pocos, sabio corno el que rnas,
asi era...
Han pasado rnuchos aiios; pero los recuerdos de mi vida
en el Colegio Pio jarnas se borrar.in de mi mente.
jCon cuanto amor y ternura no recibia las confesiones
infantiles de sus hijos! jCon cuanta arnabilidad y carino
no infundia en el alma el amor grande a Jesucristo y el
horror al pecado! ...
Arnaba a todos sin excepci6n. Pendiente de sus labios
estaba siernpre una frase cariiiosa, una palabra de aliento,
que prodigaba de un modo encantador.
Fue, corno maestro, un hornbre nutrido de ciencia, re-
velandose en él una preparaci6n poco cornun. Cerebro bien
preparado para la concepci6n y la creaci6n, trasrnitia con
sencillez sus ideas, y cultivaba con lucirniento las j6venes
inteligencias de sus discipulos.
No descansaba en hacer comprender a éstos que la
verdadera ciencia debe tener por base y fondamento a Dios,
porque solo en Dios existe la verdad.
Cuantas veces los aridos estudios abatieron nuestros
anirnos, cubriendo con decepciones y tristezas nuestros ju-
veniles horizontes, siernpre encontrarnos en el maestro cari-
fioso el balsamo suave del consuelo, que trocaba aquéllas
en esperanzas y éstas en alegrias.
Considerado corno arnigo, dificilrnente se encontraria
mano rnas cariiiosa ni pecho rnas franco.
Una vez separado el discipulo del maestro, vinculaban-
se rnas los lazos de la arnistad, que se cultivaba con esrnero,
interesandose, tanto él en la vida de los que fueron sus
hijos y hoy eran sus arnigos, corno éstos en la vida del
padre, del maestro, del que fuera siernpre su rnejor arnigo...3
Y siempre, tras las apreciaciones desfilan las anécdotas. No

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Luis Lasagna, el obispo misionero
importa que ellas sucedieran en 1877 o en 1885. Todas van
a afiadir matices y tonalidades peculiares a la figura del gran
Director. Asi aparece la imagen del nifio pequefio que ha venido
a visitar a sus hermanos internos, y gimotea por la pérdida de
una gorra que ha olvidado en alguna parte. Lasagna le encas-
queta graciosamente un birrete eclesiastico. La madre sacude
la cabeza: no le veia al nifio pasta de cura, y lo dice sin ambages.
Curiosamente, afios mas tarde, después de muchas aventuras
en la vida y en la fe, el nifio del bonete llegaria a ser el padre
Suarez, capellan del Hospital de la Caridad.
Su comprensi6n legendaria se materializa en la historia del
nifio que llora desconsoladamente el alejamiento del hogar, y
alega por excusa la de no poder montar su petiso ..., y ahi, no
mas, Lasagna pone a su disposici6n uno de los dos caballos de
la escuela, para un diario paseito. O la del profesor salesiano,
objeto de una reprensi6n por su renuencia a cumplir algunas
obligaciones piadosas, y a quien, sin embargo, al ser interrum-
pida la reprimenda por la entrada de un visitante prominente,
elogia sin retaceos en lo que tiene de elogiable. Episodio, este
ultimo, revelado por el reprendido.4
*
*
Este fenomeno de simbiosis que todos suponen, exige anteponer
al estudio del desarrollo y de la problematica del establecimiento,
un detenido examen de los valores de la personalidad del padre
Lasagna, que hizo el Colegio Pio a su imagen y semejanza.
Comencemos por la figura que se forjaron sus nifios. El
padre Migone asi lo pinta:
... de elevada estatura, erguido el cuerpo y de buena presen-
cia, cabello bermejo y corto, rostro enjuto y encarnado...,
diestro y preciso en el deporte..., profesor de literatura y
filosofia sencillo, claro y ameno... Comunicaba tal admira-
ci6n y entusiasmo por los clasicos espafioles, que no basta-
ban las horas de clase para satisfacer la curiosidad de saber...
Orador, a veces, notable; narrador sugestivo... Siempre, con-
versador maravilloso.. ., educador y ap6stol discreto y fer-
viente ...5
Esa apariencia que veian los que lo rodeaban, era la envol-
tura de una inclinaci6n natural hacia las cosas espirituales, en-
joyada con una delicadeza y finura que llegaban al idealismo.
Pero cohabitaba en la misma naturaleza una sensibilidad fisica
extrema, rayana en agresiva sensualidad .6

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EL CoLEGIO Pfo
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Dentro de esta alma, con inclinaciones temperamentales tan
contradictorias, deben de haberse producido hondos conflictos
espirituales, recias luchas, fuertes tempestades.
Pertenecia a esa categoria de personas que tienen imperio-
sa necesidad de dar y recibir carino ... , y que sienten, al mismo
tiempo, vehementes simpatias y antipatias.
Amigo cordialisimo de los que secundaban sus afectos y de-
seos, era a veces comunicativo hasta el exceso. Pero la suscep-
tibilidad y el resentimiento pudieron intentar mas de una vez
apoderarse de su espiritu; sobre todo, frente a la contradiccion.
Como su estado de salud favorecia por momentos las flojeras
de voluntad, el ritmo de accion y de actividad, su capacidad
realizadora rapida, veloz, ardorosa y entusiasta, experimentaban
bruscas interrupciones, caidas repentinas en pozos de apatia.
Un gran espiritu de generosidad -no de despilfarro y de-
rroche, sino del que goza en prestar algùn servicio- lo impul-
saba a otorgar favores, aliviar penas, disimular defectos y limar
asperezas.
Estaba dotado de vivisima fantasia. Un episodio, una no-
ticia..., accionaban corno un impulso electronico, y se abria ante
sus ojos un abanico de posibilidades que le daban ribete de
v1s10nario. Sin embargo, era ordenado y preciso. Disponia de
especiales aptitudes para examinar méritos, y de la necesaria
amplitud de vision y pensamiento, corno para dividir y ubicar
las cosas en su grado y orden, segùn los valores descubiertos por
un juicio critico certero y desapasionado. Tenia claro sentido
planificador. Sabia hacia donde iba, y de qué medios valerse.
Naturalmente individualista -tanto por herencia biologica,
corno por formacion adquirida-, asumia ante el munda una
actitud de adaptacion no auténtica. Su personalidad definida
se resistia a mimetizarse en el propio ambiente. Pero compen-
saba esta tendencia, frente a la necesidad de integracion, con el
poder espiritual e intelectual de insinuarse eficazmente en el
alma ajena, y escudrifiar los recovecos de su espiritu, para ofre-
cerle las actitudes y posiciones mas convenientes. Fue asi corno
logro que en el Uruguay salesiano nunca hubiera un brote de
animosidad antieuropea por parte de los nativos. Cosa nada
facil en comunidades mixtas.
Su bonhomia -a veces, simple e ingenua- equilibraba y
velaba una fina sagacidad de politico. A pesar de su abundante
capacidad de enojo, dominaba el arte de seducir, y de captar
simpatias.7
Sensibilisimo corno era a las ofensas, sufria raptos pasa-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
jeros de malhumor y de desanimo. El epistolario con sus in-
timos -don Bosco, don Rua y Cagliero- esta lleno de amargura.
Pero se esforzaba por recuperarse con rapidez, aunque en e!
fondo era poco indulgente con quienes lo contradecian. Por
eso, muchas veces exageraba tanto alabanzas corno vituperios.
Con el tiempo, todo lo suplia con un imbecille!... , que tanto ser-
via de calificativo corno de muletilla, y con el que tanto apuntaba
a si mismo corno a los demas. Cuenta una risuefia tradicion
que siendo Lasagna novel obispo, jovenes clérigos apostaban
sobre el numero de imbecilli que se le escaparian al Prelado
durante el primer pontifica!.
Esta rica y contradictoria naturaleza tenia que matizar la
obra de sus manos con tonos y tintas peculiares.
Su salud fisica endeble -afectada por una serie de pro-
blemas renales y artriticos- y sus caracteristicas siquicas,
habian producido ruidosas explosiones en la vida de estudiante.
Cuando alumno en el Oratorio de Turin, un buen dia lo
deprimio una contrariedad, y en un arrebato compensatorio es-
capo del colegio. Se requirio toda la autoridad mora! de don
Bosco, extraordinario balanceador de valores, para que los Su-
periores accedieran a reaceptarlo.
Mas tarde, corno profesor de retorica en Lanzo (1872-1873 ),
habia desplegado una actividad y un celo incomparables; pero
también habia sufrido desencantos: Sentiase irritado con algun
Superior; le dolian las habladurias que acerca de su madre,
viuda y casadera, habian corrida por el pueblo; habia perdido
su hermano; sus parientes lo esperaban corno administrador de
los bienes paternos; algun eclesiastico lo tironeaba para la dio-
cesis de Casale... Con estos conflictos revolviéndole los nervios
lo encontro la fecha de su profesion perpetua; titubeo seriamen-
te, y no se sintio dispuesto a seguir en la Sociedad. Cuando
triunf6 la reflexion, se entrego totalmente a sus ideales.
Reacciones y dudas semejantes debio de padecer cuando
don Bosco, que no acostumbraba mandar imperativamente, le
pidio que reflexionara sobre la oportunidad de ir a fondar el
nuevo colegio de Montevideo.8
*
Todo este enorme y desordenado potencial, solo podia ser encau-
zado por una poderosa vida sobrenatural. A primera vista,
segun el informe del padre Turriccia del 20 de abril de 1897,
no aparecia en él nada de extraordinario, fuera de la puntualidad

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EL COLEGIO Pfo
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y cumplimiento de todas las practicas religiosas comunitarias.
No tenia Lasagna esa envoltura ascética que viste tan bien al
santo, y que gusta a los angelistas ..., aunque se trate de una ca-
racteristica biotipologica comun a hombres austeros, a sadicos
asesinos y a frios calculadores.
Fue siempre hombre de vida publica; y a pesar de sus acha-
ques, gozaba de una apariencia vital. En él, corno en las nuevas
ciudades, la seguridad no dependia de las murallas, sino de la
riqueza espiritual de su persona.
Una espiritualidad medular inerva cualquier situacion y
cualquier fisico. Y la suya se nutria en convicciones profundas,
y en una vida sacramenta! tierna y sentida.
La Cruz, la Eucaristia, una sensible devocion a Maria Au-
xiliadora y el amor a los demas, eran las cumbres mas visibles
de su fuerte cordillera interior. El amor de Dios y su gracia
perfumaban todos sus absorbentes trabajos. Y aunque oyera
el susurro del orgullo y de la ambicion humana, que tenian fuer-
tes raices en su naturaleza; quemaba sus dias y sus horas en la
salvacion de sus hermanos, los hombres.
Con fe profonda y amor ardiente, ponderaba todo lo hu-
mano, sostenia su nervioso accionar, y trataba de vencer sus
terribles depresiones. Una lucha constante para purificar la rec-
titud de intencion, trataba de corregir continuamente la deriva.
Su asiduidad en frecuentar el sacramento de la Confesion
no respondia solo a un precepto reglamentario sin contenido,
sino a un espiritu penitencial..., mejor ejercitado cuando le re-
sultaba duro -y hasta, a veces, repugnante- confesarse con
subalternos mucho mas jovenes que él.
El cultivo de la virtud de la penitencia se manifestaba, tam-
bién, en el respeto meticuloso de las reglas y normas, a las que
apreciaba con valor instrumental; en una sobriedad notable en
la comida y en la bebida, y los viernes florecia en el uso del
cilicio -cinturon tejido de alambres puntiagudos que se guarda
corno reliquia en el Museo de Villa Colon-, y que se hincaba
por algunas horas en la carne, en honor de la Pasion de Cristo.
Todas estas manecillas indicaban la vitalidad sobrenatural
de la gracia, que, injertada en su polivalente naturaleza, mejo-
raba frutos, canalizaba arrebatos, y corregia los errores que se
le deslizaban en el camino de la vida.
Falta, sin embargo, un elemento fundamental al colorido de
los primeros salesianos, y que en Lasagna mostraba atributos
especiales: la adhesion a don Bosco y a su causa. Y no era
esto solo un sentimiento. Rezumaba amor y conviccion.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
No hay que olvidar que la adhesion supone dos elementos
igualmente activos. Don Bosco era modelo de relaciones hu-
manas, que él traducia en amabilidad, vida de familia, perma-
nente ejercicio del dialogo, respeto y aprecio por las opiniones
ajenas, comprension de hombres y problemas, sabiduria en la
oportuna delegacion de responsabilidades... La devocion de La-
sagna a don Bosco era mas que un sentimiento infanti! de co-
rrespondencia. Él estaba dotado de notables condiciones in-
telectuales; era capaz de pensar, entender y resolver, y calibraba
con exactitud hasta donde llegaba su propia responsabilidad en
lo que tenia que decidir el Superior.
Habia realizado seriamente sus estudios, era intuitivo y re-
flexivo, sus coetaneos lo calificaban corno a un devorador de li-
bros, y no se distinguia corno conformista. Sin embargo, cuan-
do ofrecia problemas -sus depresiones los atizaban-, nunca los
presentaba con caracter conflictivo, y sabia, sentia y amaba
perfectamente a quien correspondia resolver. Era una de las
tantas obras maestras de don Bosco.9
La madurez que aportan los afios, pulieron, corno veremos,
muchas aristas, ya que adquirio, muy a pesar de sus inclinacio-
nes, la rara virtud de no hacer sistema de sus errores, sino de
aceptar el dialogo, advertirlos aun a regafiadientes, y corregirlos
a poco de su descubrimiento.
-.,':
''
·k
Las verdaderas aptitudes de un general se valoran en el campo
de batalla, al borde de la acèion, donde las situaciones no han
podido ser condicionadas por el actor.
Los abruptos caminos de Villa Colon lucen muy distintos
de las huellas y rieles que Lasagna hasta entonces recorriera,
casi empujado por la inercia del habito, la rutina y la obediencia.
Por eso, al enjuiciar el nuevo panorama, se siente en inferioridad
de condiciones: trabado por la lengua, las costumbres, las perso-
nas y hasta los paisajes. Y se encierra en si mismo; revisa con
ojos sofiadores y corazon desolado un tiempo que paso, y que
ya no ofrece problemas ni luchas ... , y la nostalgia lo invade corno
niebla pegajosa y enervante. Al principio, solo quedan fuerzas
para el resentimiento y rebelion contra el medio que lo aprirne.
El 3 de setiembre de 1877 se desahoga en carta a don Bosco :
jEl jueves pasado he podido finalmente besar por vez primera
una carta de nuestro Padre venerado! ... Las auras tibias de pri-
mavera que aqui soplan, no me pueden hacer olvidar la

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EL COLEGIO Pio
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época deliciosa que antes era ésta, cuando estos pobres Mi-
sioneros, liberados de las fatigas anuales, se reunian afec-
tuosamente junto a usted en los alpestres declives de Lanzo,
para retemplar en sus santos consejos y en su amor nues-
tro celo, y con aquellos frescos y purisimos aires dar animo
y vigor a las fuerzas perdidas. jOh queridos, oh encantado-
res dias de Ejercicios en Lanzo, temporada de paraiso que
el ojo del Misionero avizora con envidia a través del océano
1nmenso.I...
A mis hermanos de alla, un triste saludo desde estas ari-
das y desoladas playas... No se olviden de nosotros, al menos
en sus plegarias y reuniones fraternales. Estamos muy le-
jos; tal vez, separados para siempre... jAdi6s, hermanos de
Lanzo, adi6s! ... Nuestro coraz6n nunca hubiera sentido mas
vivamente que ahora el ser salesiano, y estar ligado a una
querida, tierna y hermosa familia, cuya cabeza venerable y
cuyos miembros se aman con todo el ardor del alma hasta la
m u e r t e . 10
Y las nostalgias se avivan y acrecientan cuando las dificul-
tades para integrarse en el medio se agigantan. Poco a poco,
descubre un idioma tan parecido al propio, corno para ofrecerle
infinitas oportunidades de equivocarse sin advertirlo, junto a
una muchachada y un ambiente mentalmente veloz, agudo,
sobrador, con irreprimibles ganas de reirse de los gringos.
Las costumbres, por otra parte, se le aparecen tan semejan-
tes corno para caer con facilidad en la tentacion de evaluarlas
erroneamente con sus modulos importados, que arrastran sin
querer, con razon o sin ella, el prejuicio latente de la superiori-
dad europea, al que corresponde en la contraparte el desprecio
al extranjero.
Los Salesianos se lamentan de la dulzoneria, superficialidad
y disipacion del ambiente; del enciclopedismo de la ensefianza,
de las argucias de padres y nifios americanos, y del cronico em-
busterismo y exageracion camperos, que los dejan perplejos.
Los locales, a su turno, se quejan de la falta de aseo y lim-
pieza de los europeos -"y nuestros salesianos no valen un higo
en esta materia", apunta el padre Cagliero, en carta del 20 de
mayo 11- ; de la dureza cuartelera de los reglamentos, que no
logran hacer olvidar las amabilidades de los Salesianos; de la
incompetencia didactica de algunos, un poco verdes; etcétera.
Para un hombre de personalidad definida y magnética, corno
Lasagna, era mas facil atraer a los demas a su huella, que em-
prender un trabajo de propia adaptacion: dura y dolorosa dis-
ciplina que ahogaba sentimientos, en aras de los dictados de

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Luis Lasagna, el obispo misionero
una observaci6n permanentemente medida por una inteligencia
alerta y penetrante.
Dice Lasagna, en la carta citada:
Para poder hacer el bien, es indispensable la tactica de
un veterano guerrero. Es tanta y tan excesiva la ligereza y
vanidad de esta gente, que no basta endulzar la pildora, corno
nosotros decimos... Mas que la luz, quieren el esplendor
que enceguece; mas que el alimento sano y sabroso, desean
platos alambicados que exciten el paladar... Cautela, pues,
y no contrariar de improviso sus gustos; y sobre todo, dar
muestras espectaculares de habilidad en la ensefianza y de
celo en el propio oficio...
"Para éstos -dice en otro de sus informes-, la ciencia es
un lujo o un modo de ganarse la vida, y no estudian, y quieren
informaci6n sobre cincuenta asignaturas. jQué miseria!" 12
Pasados los afios, se habra dado cuenta de que muchas de
tales criticas eran arma de doble filo. Para cualquier juez im-
parcial puede existir la contrapartida.
Esta lucha intima, amasada de nostalgias y resentimientos, tri-
plicaba el trabajo educativo normal. Pero, desgraciadamente,
la situaci6n se agravaba por otros factores externos. De ellos,
el primero era la carencia de suficiente personal religioso, y la
falta de idoneidad de algunos.
Hasta Yéregui se hace eco de la opini6n general, y se queja,
en carta a Cagliero, de la sobrecarga de ocupaciones que agobian
a los Salesianos. Refiriéndose concretamente a Lasagna, le hace
notar que no puede ser director, profesor de filosofia y de lite-
ratura, procurador, ministro y asistente.13
Por otra parte, habian aceptado el deber ineludible de no
fracasar. No estaba en juego unicamente el prestigio de la
Sociedad Salesiana. El Colegio Pio era punta de lanza del ca-
tolicismo uruguayo; el primer internado de categoria, con es-
cuela primaria y secundaria...
La publicidad, y otras circunstancias del lanzamieq.to, ha-
bian concitado la atenci6n de todo el Uruguay. Gente distin-
guida les habia confiado sus hijos; la efervescente preocupaci6n
pedagogica del momento esperaba resultados, y determinados
y poderosos ide6logos del liberalismo y de la masoneria ya les
habian dedicado sus bombardeos, y los tenian colocados en las
miras de su artilleria.

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Mausoleo de monsefior Jacin-
to Vera y Duran -vicario
apost6lico y de la ciudad-,
levantado en la nave derecha
de la catedral.
Vista actual de la catedral de
Montevideo, desde la plaza de
la Constituci6n.
EN LA CATEDRAL DE MONTEVIDEO
Mausoleo de monsefior Ma-
riano Soler, primer arzobispo
de Montevideo, erigido, al
entrar, en la nave izquierda.
Monsefior Mariano Soler, fun-
dador del Liceo Universitario
de Montevideo, obispo de la
ciudad, primer arzobispo del
Uruguay, y gran amigo de
Lasagna.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Cagliero habia entendido; pero se debatia con la penuria.
Yéregui lo urgia. Lasagna meditaba:
El Colegio Pio esta en una capital que es la mitad de la Re-
publica; San Nicolas es un pueblo. La prioridad es evidente...14
Al fin, Cagliero logra juntar refuerzos. El 22 de marzo
parten de Buenos Aires, rumba a Colon, el padre Esteban Bourlot,
profesor de letras y de francés; el clérigo Espiritu Scavini, "y
un buen joven aspirante, un agricultor, genovés, de dieciocho
afi.os". Autoriza y ordena, ademas, contratar dos profesores
civiles: uno para inglés, y otro para disefi.o. Y mientras pro-
mete a los uruguayos nuevo personal europeo para fines de afi.o,
escribe a don Bosco que esta dispuesto, si fuere necesario, a en-
viar a Colon el clérigo Daniele.
;':
;':
La primera gran dificultad estribaba en el idioma. El mismo
Lasagna rogara a don Bosco el 19 de setiembre: "Si los profe-
sores llegaran ahora [con tiempo], podrian dominar mejor el
idioma, y hacer mejor figura de la que hicimos nosotros".
El pobre padre Passio, en quien tantas esperanzas se cifra-
ban, resulto de una ineptitud pavorosa, tanto en lo administra-
tivo corno en lo disciplinario. El Director no podia dejarlo solo.
Bourlot, el mas capaz, tenia un caracter de perros, y tro-
pezaba violentamente con Mazzarello, que compensaba su me-
diocridad con tozudez y asperezas.
Ghisalbertis y Farina no tenian mucha voluntad de prose-
guir su carrera religiosa, y sobre cumplir sus deberes con par-
simonia y disgusto, protestaban continuamente de todo, y hasta
a veces plantaban sus obligaciones, sin aviso.
Iardini sufria escrupulos rayanos en locura, y para calmarse,
fumaba sin tregua.
Ceva era limitadisimo de inteligencia, y Barberis merecia
capitulo aparte. Lasagna, tan discreto en sus afirmaciones, llega
a comunicarle a don Bosco que "parece medio animalesco".
Lo mejor de entre los coadjutores era el cocinero Bruno.
Pero el pobre, al salir cierto dia de compras, fue mordido por
cuatro perros que lo atacaron, y termino en el hospital. La co-
cina se vino abajo, y quedo en manos de una hacendosa negra
v e c i n a . 15
El pobre Lasagna debia estar permanentemente en todo. De
propina, antes del mes de julio iba a sufrir un ataque de "nefral-

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EL COLEGIO Pfo
97
gia, con princ1p10s de calculos renales, que seran -decia él-
mi purgatorio en esta desgraciada tierra".
*
*
*
A la carencia de personal se aunaba la falta de medios econo-
micos. La pobreza reinaba soberana, no solo en el espiritu, sino
en la dura realidad del Colegio Pio.
El padre Montero y Brown se tomo el trabajo benedictino
de revisar prolijamente los Libros de Prefectura, o sean los re-
gistros de gastos del Colegio de esos afios. Lo poco que habia,
era todo para los nifios. En el entero afio de 1877 -cuando
una sotana costaba dieciséis pesos, tanto corno una cuarterola
de vino carlon-, el padre Lasagna gasto personalmente solo
$ 62.45 ..., todo en composturas de calzado y de ropas, utiles de
aseo, plumas y lapices, y en algun viaje.16
Afios después, un salesiano que pasaba por la Casa, medio
en serio, medio en broma, reclamaba el postre al fin de la
comida.
-No hay... No tenemos plata... -le respondieron.
-Pero... i.Y la regla? -insistio.
-Tampoco tenemos ... -dijo un chusco.
-Va a farti scrivere! -comento un tercero, entre las car-
cajadas de los demas.
Y dialogo y comida quedaron cerrados con un sello de
humor.
Pobreza escrupulosa, repetia el padre Gamba, que llego a
fines del 77.
Las sillas -cuando las hubo- eran desiguales y pocas.
Cada cual trasladaba la suya de la iglesia al comedor, y del co-
medor al dormitorio ... La vajilla, heterogénea:
No teniamos dos cuchillos, ni dos tenedores, ni dos platos
iguales. Yo por mucho tiempo corté la carne con un corta-
plumas ...
En este ambiente, los primeros administradores adquirie-
ron fama de tacafios. Sin embargo, Lasagna no mezquinaba
a nadie pequefias satisfacciones; sobre todo, para los mas sen-
cillos. Asi, entre los gastos aparece registrado: Tabacco per
naso per Scavini. 17
*
*
*

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Corria el afio, y no llegaba ni una carta de don Bosco. Le habian
enviado largas crémicas, y no volvia ni el acuse de recibo.
Para el 24 de junio, dia onomastico del Fundador, no solo
escribio el Director, sino que hizo escribir a todos los salesianos
y alumnos. Al fin, el 16 de julio don Bosco contesto desde
Marsella. Se da perfecta cuenta del estado animico de su hijo,
y acude en su ayuda:
Me dices que no has recibido carta mia desde que estas en
América, y no sabes cuanto lo lamento... jPaciencia! Tra-
taré de remediarlo en lo futuro. He seguido la marcha de
tu Colegio, y aunque las rosas vengan con alguna espina, sin
embargo, tenemos inmensos motivos para dar gracias y ben-
decir a Dios por todo lo que se ha podido realizar en tan
breve tiempo...
Dias después, responde a los nifios.18
*
*
*
En este clima humano comienza a desarrollarse la historia del
Colegio Pio. Naturalmente, arranca a tropezones, que de pro-
posito describiremos minuciosamente. El riesgo de volvernos
tediosos, no nos disuade de tratar de ofrecer acabadamente la
imagen exacta y limitada del comienzo.
En los primeros dias de mayo, Cagliero retorna a la Villa,
y el 20 escribe a Turin. En ocho carillas, va un informe com-
pleto del bimestre trascurrido.
Abren el camino los fastidios ... , ya superados, subraya
don Cagliero.
Por ahora, hay bonanza plena y perfecta... El pobre Direc-
tor ha debido pasar una larga fila de disgustos...
Disgustos provenientes de fallas del personal docente defec-
tuoso; de exigencias excesivas e infantiles de ciertos padres de
familia; de inconvenientes disciplinarios que forzaron el despido
de dos alumnos, y el retiro de otros tres por parte de los pa-
dres; 19 del descuido en la limpieza de aulas y locales, y de cierta
persecucion periodistica sin cuartel.
A los problemas del personal, ya se habia puesto remedio.
A los padres de alumnos se les iba a ofrecer una solucion tran-
saccional. Para aumentar la seriedad y concentracion en los
estudios, las visitas de los padres se limitarian al domingo; y en
compensacion de la visita cancelada de los jueves, se les iba a
ofrecer una salida bimestral.

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EL COLEGIO Pio
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Dos camareros especiales atendian ya al aseo de los locales
destinados a los alumnos.
Luego desfilan por la carta las alegrias :
... los alumnos quieren mucho al Director y a los maestros;
los domingos hay gran afluencia a los Sacramentos; los mu-
chachos estan tranquilos y contentos; estamos a buen pun-
to en la labor escolar, porque muchos alumnos y padres nos
apoyan, y quieren un sistema de educacion seria y de solida
instruccion, corno en Europa.
Uno de estos jueves hemos realizado un gran paseo, con
todos los alumnos... Habiamos conseguido unos cuarenta
caballos para los mayores, un carro para los mas pequefios,
y la carreta del panadero cargada de pan y con una vaca
entera, carneada esa mafiana, para hacerla cocer en el prado
a la manera de los gauchos, o sea hacer el famoso asado con
cuero. [La terminologia textual es de Cagliero.]
Debiamos ir a las orillas del rio Santa Lucia, a cinco
leguas de distancia. Pero el padre de dos alumnos, un in-
glés llamado Federico Cibils, llego con diez caballos y cua-
tro peones, y nos hizo cambiar de destino. Cabalgamos
hasta su famoso saladero, en las playas del mar, justo en la
falda del renombrado Cerro de Montevideo... ( Este sefior,
con don Juan Jackson, que usted ya conoce, ha construido
un dique para la reparacion de barcos, valuado en cinco mi-
llones.)
Llegados al saladero, el regimiento de caballeria, que
Cibils guio por todo el camino, puso en agitacion a toda la
casa. Pasamos el dia muy alegres. Nuestra vaca desapa-
recio entre las ochocientas sacrificadas ese dia en el esta-
blecimiento, para enviar carne salada a La Habana.
[Antes de irnos, Cibilis] combino otro paseo, que se
hara cuando los chicos se lo ganen. Solo debemos avisarle,
y no hace falta que hagamos ningun preparativo.
La carta deriva enseguida al rengl6n necesidades y proyec-
tos. En primer lugar, hay que adaptar los planes de estudios.
Deben ser mas empiricos:
Aqui no cuaja un plan puramente humanista... Se acusa a
los Salesianos de ensefiar solamente latin y catecismo... ["Ex-
cesivo seminarismo", dice Lasagna, en carta del 20 de ma-
yo de 1877.]
Y concluye Cagliero con estas palabras:
No hay otro remedio, para hacer un poco de bien en esta
Republica. Prepare poco a poco, personal para estas nece-

11.2 Page 102

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Luis Lasagna, el obispo misionero
sidades. Con el tiempo [el Colegio Pio] dara gran ayuda
basta al Oratorio [de Turin] ...
Luego viene la edificaci6n. Sigue Cagliero:
Este afio gastamos siete mil patacones, que tenemos aun que
pagar. Para el afio que viene, debemos gastar otro tanto.
Hay que hacer aulas y dormitorios para cincuenta alumnos
mas. Buscaré ayuda entre los padres de familia. Yo des-
cuento su permiso para estos trabajos, que juzgo indispen-
sables. Ademas, ya dispongo de un constructor genovés que
acepta el dinero en cuotas.
La ultima parte del informe esta dedicada al proyecto de
entrevistar, en compafiia de Lasagna, al presidente Latorre.
Desea obtener mas pasajes para profesores del Colegio Pio, y
proponerle un sistema a fin de fondar, con la colaboraci6n del
Estado, la suspirada escuela de artes y oficios.20
;':
;':
Como se ve en el informe de Cagliero, el Colegio ya marcha.
Para el 3 de junio, cincuentenario de la consagraci6n episcopal
del papa Pio IX, se resuelve ofrecer una demostraci6n de sus
actividades a los padres de alumnos y a la opm10n uruguaya.
Informa El Mensajero del Pueblo del mismo 3 de junio
de 1877, en estos términos:
Tenemos la mas grata complacencia al anunciar el primer
ensayo musical del Colegio Pio de Villa Colon, que tendra
lugar hoy a las 12.
Dos son los principales motivos de nuestro regocijo: el
primero, ver ya los frutos del pequefio jardin que hemos
ayudado a plantar; el segundo, ver que el primer ramillete
de ese vergel es ofrecido al gran Pio IX en el dia del quin-
cuagésimo aniversario de su consagraci6n episcopal.
Reciban los Directores del Colegio Pio nuestras mas
sinceras felicitaciones y los votos que hacemos por el mejor
éxito de este primer ensayo de sus alumnos.
Hé aqui el programa del acto académico:
I
Himno del Colegio. Coro del Mtro. Dr. D. Juan Cagliero.21
A Crist6bal Colon. Poesia de Baralt, declamada por D.
Francisco Elzaurdia.
Il bellum. Elegia de Tibulo, declamada por D. Alfredo
Duhau.

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EL COLEGIO Pfo
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A Pio IX. Poesia de D. Francisco Navarro Villoslada,
leida y declamada por D. Eduardo Arocena.
II
Il marinaio. Canci6n brillante del Mtro. Dr. D. Juan
Cagliero, ejecutada por D. Alberto Sienra.
Las dos grandezas. Poesia de Campoamor, declamada
por D. Laudelino Vazquez y D. Martin Arrillaga.
La cigale et la fourmi, de La Fontaine, declamada por D.
José Garda Wich.
III
Una lezione di musica, del Mtro. Fco. Fiumi, ejecutada
por D. Jaime Navarro Scarnicchia y D. Luis Migone.
Jubileo episcopal de Pio IX. Discurso de D. Rafael
Fragueiro.
L'amante del giovedì. Poesia italiana, declamada por
D. Alberto Ferro.
Existencia de una flor. Poesia de Estanislao del Cam-
po, declamada por D. Enrique Fynn.
IV
Himno Nacional.
À ma mère. Por D. Manuel Pérez.
A Pio IX. Soneto italiano, declamado por D. Mario
Migone.
A psalm of life. Por D. Jaime Navarro Scarnicchia.
V
L'eco di Napoli. Canci6n del Mtro. Petrella.
A mi madre. Poesia de D. Guillermo Mata, declamada
por D. Emilio Stewart.
El viej.o y la muerte. Poesia de Samaniego, por D. Juan
José Soto.
VI
Lo spazzacamino. Romanza del Mtro. Dr. D. Juan Ca-
gliero, ejecutada por D. Pedro Crosta.
El Colegio Pio a Pio IX. Por D. Felipe Nery. Decasila-
bos, composici6n de uno de los catedraticos del Colegio.
La noche serena, de F. Luis de Le6n, por D. Alejo Aro-
cena.
Conclusi6n, por D. Ramon Allo.
La speranza, del Mtro. Joaquin Rossini.
Seguramente, extrafiara la extensi6n del programa, que co-
piamos de intento.
Lasagna afirma haber hecho todo lo posible para que casi

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102
Luis Lasagna, el obispo misionero
todos los muchachos tomaran parte en el acta, y que sus nom-
bres fueron publicados en los diarios de la capital.
Aparte las ventajas pedagogicas que reportaba a los alum-
nos presentar sus conquistas en sesion publica, y la propaganda
que significaba para el establecimiento; Lasagna perseguia otros
fines, que confiesa con notorio fastidio en sus cartas:
Halago el amor propio de las familias, que lo agradecen in-
finito. Al mismo tiempo, no me parecen inutiles los dialo-
gos y discursos ... Las poesias, etcétera, van aderezados y adap-
tados por mis manos..., de tal manera, que sermones que en
la iglesia hubieran hecho fruncir el cefio a mas de uno, les
fueron ingenuamente endilgados a los padres por sus hijos.
El Mensajero del Pueblo del 7 de junio dedico una cronica
encomiastica:
Varias de las personas que han presenciado el ensayo litera-
rio - musical que tuvo lugar el ultimo domingo en el Colegio
Pio de Villa Colon, nos dicen que tuvo el mejor éxito, habien-
do salido altamente complacido el numeroso y selecto con-
curso que asistio al acto.
Nos han prometido una breve relacion y algunas de las
composiciones que se recitaron, las que publicaremos en el
proximo numero.
Entre tanto, damos nuestros parabienes a los Directores
del Colegio Pio, a los padres de los alumnos y a estos ultimos,
que corresponden dignamente a los desvelos de sus buenos
1naestros.
Y en el numero 10, continuà:
Como lo prometiamos en nuestro ultimo numero, damos a
continuacion algunos detalles del primer ensayo literario - mu-
sical que se efectuo en el Colegio Pio de Villa Colon el do-
mingo 3 del corriente, con objeto de solemnizar el dia del
quincuagésimo aniversario de la consagracion episcopal del
gran Pio IX.
A las doce y media del dia se dio principio al acto, can-
tando los nifios el Himno del Colegio, composicion musical
del R. P. Dr. D. Juan Cagliero, superior de los PP. Salesianos.
La musica del Himno es entusiasta, y también la letra.
Su ejecucion nada dejo que desear.
Seguidamente se ejecuto el programa en el orden que
publicamos en nuestro numero del dia 3.
Agrado mucho la bella cancion italiana Il marinaio, mu-
sica del Sr. Cagliero y cantada por el joven Alberto Sienra,

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EL COLEGIO Pio
103
quien con su traje especial de marinero, y bien posesionado
de su papel, le dio la expresion y sentimiento que la pieza
requiere.
Fue muy aplaudida la sentimental cancion titulada Lo
spazzacamino, cantada por el joven Pedro Crosta.
Varios nifios recitaron fabulas y composiciones en latin,
italiano, francés, inglés y espafiol. Algunas de ellas hicieron
pasar momentos amenos a la concurrencia, por lo graciosas
y oportunas; especialmente, L'amante del giovedì (El amigo
del jueves).
Se canto también el Himno Nacional.
La concurrencia era numerosa, a pesar de la dificultad
que hay para trasladarse de la estacion Colon al Colegio.
El salon estaba bien arreglado. Ostentaba en el centro
un hermoso retrado de Pio IX, colocado en un escudo hecho
con banderas nacionales, americanas y europeas.
La mayor parte de los nifios vestian, por primera vez, el
uniforme que se ha adoptado por el Colegio.
El joven José Garda Wich ejecuto en el piano un mag-
nifico concierto sobre motivos del Fausto. Estuvo feliz y
fue muy aplaudido.
Concluyo el acto con un hermoso coro de Rossini, can-
tado por todos los nifios y en el cual demostraron lo que han
adelantado en la musica en tan poco tiempo.
No concluiremos sin felicitar a los RR. PP. Salesianos
por el buen éxito del primer ensayo de su Colegio, al que
auguramos el mas bello porvenir.
Afiadamos que la fiesta fue amenizada por una banda de
ciento cuarenta musicos que envio el Gobernador, y que la pre-
sidieron el doctor Soler y el Provincia! de los Capuchinos.22
·k
Para el 30. de agosto, fiesta de santa Rosa de Lima, se repitio
el experimento, con mas experiencia y mayor éxito. Desde la
ceremonia religiosa hasta la funcion teatral, desfilo todo el
alumnado cumpliendo alguna responsabilidad o exhibiendo des-
trezas adquiridas. Para ello, Lasagna conto con un nuevo ren-
glon: una exposicion de dibujos, pinturas y trabajos escolares.
Tanta gente acudio a la fiesta, que el tren de las 11.15 par-
tio para Villa Colon con vagones adicionales. Y eso que el
cielo amenazaba tormenta.23
;':
;':

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104
Luis Lasagna, el obispo misionero
El jueves 8 de noviembre, inesperadamente deben reeditar el
repertorio. Un nutrido grupo de comerciantes y periodistas
de Montevideo vienen a gozar de un dia de solaz en la Villa.
Traen todo lo necesario para pasarla bien, desde una banda
de musica hasta una montana de alimentos.
A eso de las diez, cuando las achuras comienzan a dorarse
al fuego, deciden conocer el Colegio Pio, y alla se van con musica
y todo.
Lasagna estaba en la Direcci6n, enfrascado en la lectura de
una carta de monsefior Inocencio Yéregui, que pedia un orador
para la fiesta de san Francisco de Sales.
Los atiende con su natural deferencia, y se adelanta ama-
blemente a proponerles un arreglo. Ya estaba escaldado con
las visitas. No hacia mucho tiempo, se habian presentado los ofi-
ciales italianos del barco de guerra Fieramosca, que festejaban
al cuerpo diplomatico y consular en un almuerzo campestre. Y
a toda costa habian querido arrancarle la autorizaci6n para
improvisar un baile en el sal6n de estudio. Se requiri6 todo
un derroche de diplomacia para convencerlos sin irritarlos, a
ellos y a las damas lujosamente vestidas que los acompafiaban,
de que era imposible complacerlos.
Lamenta que los alumnos estén en clase, y no puedan ofre-
cerles la recepci6n que merecen. En consecuencia, los invita,
casi les exige que vengan después del almuerzo. Y en tres horas,
Lasagna es capaz de remover el mundo.
lmparte 6rdenes precisas, y los muchachos se disponen a re-
petir mas o menos el programa de la ultima fiesta. Cuando re-
tornan los viajeros -son las dos de la tarde, y marchan jocosa-
mente formados corno un batall6n- , todo esta armado . Los
alumnos los reciben de riguroso uniforme. Y los entretienen
por dos horas tupidas.
Al terminar la funci6n, hablan dos periodistas: Juan Da Costa
Fortinho, director de El Telégrafo Maritimo, y el sefior Lobo,
redactor de El Comercio. Las palabras no les alcanzan para
los elogios.
Alguno mas practico organiza una suscripci6n para donar al
Colegio un piano, cuyo valor estimaban en 4.000 francos. La-
sagna nuevamente retruca:
-Tenemos en marcha una construcci6n que ustedes veran.
El dinero que recojan, lo quisiera para ladrillos. El piano ya
vendra ...
Y asi qued6 establecido.
Horas después, Lasagna organiza el Colegio en batall6n, y

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EL COLEGIO Pio
105
va al prado a devolver la visita. Los comerciantes se deshacen
en atenciones, y hay una capita de oporto para todos.24
El 17 de noviembre, la comisi6n recolectora -integrada por
Ricardo Alcorta, José M. Olaondo, Jaime Tremoleras y Blas Al-
varez-le entreg6 $ 726,68, ofrecidos por sesenta y cinco donantes.
Venian de perilla los patacones. Desde mediados de afio,
Lasagna habia acometido la empresa de ampliar las instalaciones.
Como el proyecto de reformas preveia un gasto aproximado
de 80.000 francos, se habia organizado una comisi6n de pro-
visi6n de recursos, formada por el doctor Joaquin Requena y
los sefiores Miguel Correa, Pedro Lenguas y Emiliano Ponce. Se
emitieron cédulas por valor de cincuenta escudos. Los que
deseaban cooperar, las suscribian, y prestaban el dinero indi-
cado, sin intereses.
La obligaci6n de reembolso tenia plazo indeterminado. En
poco tiempo se recolectaron 60.000 francos, y la construcci6n
creci6 vigorosamente. Pero al fin quedaban margenes por cu-
brir. Y se producian quebraderos de cabeza ... Asi, pues , la do-
naci6n de los comerciantes fue un buen sedativo.
;':
La famosa visita de los comerciantes esta vinculada circunstan-
cialmente a dos episodios memorables de este primer afio del
Colegio Pio. Cuando el Director la refiere a don Bosco en su
carta del 20 de noviembre, se introduce asi:
Era el jueves 8 del corriente, dia segundo del rnes de Maria,
que nosotros realizarnos en esta herrnosa época del afio, y
el prirnero de un triduo dedicado a preparar los alurnnos a
la gran fiesta de nuestro Patrono, san Francisco de Sales,
recienternente [el 19 de julio] declarado Doctor de la Iglesia...
La fiesta [ de san Francisco] result6 devotisirna, han-
rada por la presencia del Sefior Obispo, que distribuy6 la
cornuni6n general, asisti6 a la santa rnisa solernne, y adrnt-
nistr6 la confirrnaci6n a 25 nifios internos y a unos 50 externos.
A la tarde terrnin6 la fiesta en el sal6n de actos, con de-
clarnaciones y cantos a san Francisco de Sales y al Obispo.
Este insigne Prelado, tan bueno y arnable con los Salesia-
nos, rne pidi6 con instancias un favor que no puedo conceder
yo, sino usted. La parroquia de la que dependernos, es la
de Las Piedras, distante tres rnillas del Colegio, con buena
feligresia y bellisirna y reciente edificaci6n.
La poblaci6n es excelente; pero los enernigos que en
todas partes existen, le hicieron guerra tan feroz al Parroco,

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Luis Lasagna, el obispo misionero
que el pobre, ex religioso, renunci6 al cargo, con gran detri-
mento de las almas. Monsefior quisiera colocar otro sacer-
dote; pero no lo halla... Por eso, desea, ruega, conjura que
por el bien de tantas almas, por la gloria de Dios, y aun para
aligerar la gran pena que lleva en su coraz6n, vayamos alla
nosotros.
Ademas de los locales del Parroco y del curato, él nos
conseguiria una casa contigua, que podria servir para dar
clase a los chicos y chicas del lugar. Tanto el Obispo corno
yo esperamos una respuesta suya.25
*
El segundo episodio corresponde a un siniestro. El 9 de no-
viembre se produjo una terrible explosi6n en el cuartel de ar-
tilleria de la plaza Artola, con la secuela de muertos y heridos
correspondientes. Algunos visitantes del dia 8, de notoria filia-
ci6n anticlerical, y otros de famosa tacafieria, objetaron la con-
tinuaci6n de la colecta en favor del Colegio Pio en una coyun-
tura en que estaba comprometida la solidaridad de todos con
las victimas del desastre.
Por su parte, los alumnos del Colegio formaron una comi-
si6n interna, y obtuvieron de sus bolsillos y privaciones $ 26,80,
que destinaron a los damnificados. Por medio del cura de la
Matriz, don Rafael Yéregui,26 los hicieron llegar al coronel Juan
P. Goyeneche, jefe politico de la capita!. Éste agradeci6 viva-
mente, y destac6 el gesto, que mereci6 publicidad periodistica.27
-:.
El primer afio de vida americana llegaba a su fin. Lo hemos
descrito con lujo de detalles, por obvias razones.
En agosto, el padre Cagliero volvia a Italia, para participar
en el primer Capitulo General de la Sociedad. Los uruguayos
y Lasagna mucho lamentaron su ausencia. "Su separaci6n me
cuesta lagrimas", escribia Lasagna.28
El 6 de agosto, también Yéregui escribia a don Bosco, para
encarecerle la necesidad del retorno del Superior al rio de la
Plata. Don Bosco contesta el 30 de setiembre a monsefior Vera,
y le comunica el nombramiento del padre José Bodratto corno
Superior de América.29
Los alumnos, de acuerdo con la legislaci6n en uso, prepa-
raban sus examenes publicos. Comenzaron el dia 17, a la vista
de las personas que quisieron asistir. El 25 se repartieron los

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EL COLEGIO Pfo
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premios en funci6n de gala, y luego, todos los alumnos se
fueron a sus casas.30
En el Colegio reinaba clima de éxito. Todos querian vol-
ver el afio siguiente.
Mientras tanto, y precisamente el 16 de diciembre, comen-
zaban a cumplirse las promesas de don Bosco y de Cagliero.
Desembarcaban en Montevideo los clérigos Luigi Chiara, Giu-
seppe Gamba, Pietro Rota y Alessandro Vergnano, y el coad-
jutor Giovanni Battista Cornelio. Habian partido de Génova
el 14 de noviembre. Era un apreciable refuerzo para las ago-
biadas huestes de Lasagna ...
;':
Con los salesianos llegaron seis Hijas de Maria Auxiliadora. La
primera expedici6n, que partiera de Turin el 14 de noviembre
rumbo a América, estaba integrada por sor Angela Vallese, sor
Teresa Mazzarello, sor Teresa Gedda, sor Angela Denegri, sor
Angela Cassulo y sor Juana Borgna, que venian llenas de fe y
muertas de miedo.
Traian corno una gloria il quadro del Miracolo , una imagen
de Maria Auxiliadora pintada por un enfermo de la vista curado
en forma extraordinaria, y que Cagliero "habia robado -asi
decia él- de la sacristia de Valdocco".
Hicieron cuarentena hasta el dia 16 en la isla de Flores.
Trasbordaron a una barcaza, y estuvieron tantas horas al sol
de diciembre, que sor Teresa Gedda casi muere insolada.
Lasagna también sufre jaqueca. Primero, porque no le ha-
bian avisado con tiempo de la fecha de llegada de las Hermanas,
y no tenia donde hospedarlas. Y segundo, porque cuando
remiti6 a Turin el dinero para el viaje, también envi6 lo su-
ficiente para que viniera con ellas un asesor. (Sugeria el nom-
bre de don Belmonte.)
Lo primero qued6 solucionado gracias a la buena voluntad
de las Hermanas Salesas de la Visitaci6n, que hospedaron a las
Hijas de Maria Auxiliadora hasta el 3 de febrero, en que fueron
a habitar una casita cedida en préstamo por don Enrique Fynn,
mas alla del puente del Pantanoso, sobre Pérez Marchena.
Lo segundo lo arregl6 a pulm6n.31
1 M. L. Migone, Tr es obispos.. ., cit., pag. 11.
2 Cf. r eportaje publicado en el diario El l m parcial de Montevideo e! lunes

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Luis Lasagna, el obispo misionero
25 de octubre de 1926, con ocas10n del cincuentenario del Colegio Pio, ya citado
en el capitulo I, nota 8.
3 Cf. Pbro. Dr. José M. Vida l, Sembianza de monsei'ior Luis Lasagna, pag. 8
(Tali. Tip. Don Bosco, Montevideo, 1945).
4 Cf. P. Ramon Montero y Brown, Historia ..., cit.
5 Cf. M. L. Migone, Tres obispos..., cit.
' Para confeccionar este cuadro, se han reunido observaciones dispersas
en toda la documentacion Jasagnana. En especial, se han tenido en cuenta su
correspondencia y cuatro amplios informes existentes en el Archivo Centrai de
la Sociedad Salesiana, de Turin . Uno se debe al padre José Gamba, y esta fe-
chado en Montevideo el l ? d e setiembre de 1897; otro, m as extenso, enviado
desde Asuncion del Paraguay el 20 de abril de 1897, es del padre Ambrosia P .
Turriccia; el tercero, muy agudo, esta sin firma, y sospechamos fundadamente
pertenezca al padre Sebastian Gastaldi, salesiano del Brasi!; del ultimo, ignora-
mos el autor.
Tabulada toda esta informacion, se la cotejo con varios estudios explora-
torios. Solo se ha trascrito Io que pudo ser abonado abundantemente por ob-
servaciones acumuladas sobre hechos.
7 Entre los ejemplos -no incluidos en este volumen- que certifican su
capacidad de enojo, es clasica la descripcion que hace a don Bosco, en su carta
del 22-XI-76, de las andanzas del consul Giovanni B. Gazzolo, cuando Io acompafio
a Burdeos. (ACSS., S. 126, 2, a. 1876.)
' P . Albera, Mons. L. Lasagna, cit., pags . 22, 63 y 84.
' Para abonar la confianza y adhesion de Lasagna al Santo Fundador, basta
trascribir una de las cuentas de conciencia que enviaba a don Bosco el Director
del Colegio Pio. Ésta es del 4 de junio de 1878, y se copia textualmente:
"Tanta ocupacion escolastica y profana me roban tiempo para cultivar la
piedad en mi y en Ios otros. Sin embargo, hago grandes esfuerzos para dirigir
yo mismo cotidianamente la meditacion a los Hermanos, todos los domingos
predicar indefectiblemente a los alumnos, y confesar todas Jas mafianas durante
la misa de comunidad. Solo que no puedo nutrir el espiritu con estudios sa-
grados y ascéticos, y muchas veces hallo mi corazon arido y frio. Siento aun
muy vivo en el corazon el amor propio. Todo lo que hago, no lo hago todo por
el Sefior. Me dejo facilmente dominar, no por pasiones, sino por la ternura
hacia los nifios. Cuando mis males fisicos se vuelven m as feroces, me siento
apoderar de profundisima hipocondria; especialmente, durante las noches in-
somnes... Alguna vez -me jor, a menudo- el trabajo me absorbe y me rodea
de tal manera, que dejo para la noche todo el oficio [divino] del dia. / aqui,
amado Padre, mis errores abiertos corno solfa hacerlo cuando vivia a su lado.
Envieme los consejos, reprimendas y normas que crea bien. / Asi corno no pedi
venir a América, tampoco pediré jamas volver a Italia o cambiar de posicion
o de ocupacion. Me pongo ciegamente en sus manos, y le ruego disponga li-
bremente de los pocos dias y de la poca salud que me quedan a la mayor gloria
de Dios." (ACSS., Turin.)
10 ACSS., carta de Lasagna a don Bosco, del 3-IX-1877.
11 ACSS ., carta de Cagliero a don Bosco, del 20-V-1877.
A esos primeros salesianos -Cagliero y Lasagna incluidos- les dolian las
criticas; pero sabian aprender. Cagliero, por ejemplo, se queja : "Estos ame-
ricanos, descuidados en las cosas del espiritu, son delicadisimos en la materia ... "
Pero cuando anuncia a don Bosco la visita de monsefior Aneiros, le recomienda
gran !impieza. "Los americanos son muy delicados..." jHabia aprendido la leccion!
12 ACSS., carta a don Rua , del 3-V-1877.

12 Pages 111-120

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12.1 Page 111

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EL COLEGIO Pfo
109
13 Memorie biografiche, vol. XIII, pag. 931. ACSS., cartas de Yéregui a
Cagliero, de 5 y 16-IIl-1877, y de Cagliero a don Bosco, de 22-III-1877.
14 Archivo del Colegio Pio, Cronica. El padre Albera anota que Lasagna
lleg6 a pensar de algunos concilidbulos de Montevideo, que tramaron envolverlo.
Gente influyente coloc6 sus hijos en e! Colegio, y tra t6 de emborracharlo de
alabanzas y atenciones, para atraerlo a su bando. Alertado, fue cortando cier-
tas vinculaciones . (Cf. Mon s. L. Lasagna..., cit., pag. 111.)
15 ACSS., cartas de Lasag na a don Bosco, de 3-V, 22-V y 16-VII-1877.
16 Archivo del Colegio Pio, Registro de la Prefectura.
En el diario El Bien del 3-I-1892 se pueden hallar los precios de la sastreria
de D. Landi (sotana, de 12 a 18 pesos; pantalones, de 4 a 6... ), o el precio de
los pasajes maritimos (ida a Buenos Aires, 5 pesos; ida y vuelta, 8).
17 Registro de la Prefectura, en el archivo del Colegio Pio.
18 Los originales de estas cartas, ambas en italiano, se conservan en el
archivo del Colegio Pio. Hé aqui su texto :
"Marseille, le 16 luglio 1877. / Nella lettera tua, che ho ricevuto al principio
di questo mese mi scrivi che non hai ancora ricevuto alcuna mia lettera da che
sei in America e ciò mi rincresce assai, giacchè un solo mese non ho potuto
scrivere, negli altri ho mandato regolarmente una lettera. Pazienza; mi rincresce
assai di una alquanto lunga e confidenziale. Studierò al modo di rimediare in
avvenire. / Ho sempre seguito l'andamento del Collegio Pio, e sebbene alle rose
siavi sempre unita la spita, tuttavia abbiamo grande motivo di ringraziare e
benedire di quanto si è potuto fare in sì breve tempo. Se però nascono urti,
dispiaceri od anche trascuratezza in chi deve essere sostegno, non ti affanare.
Preghiera, fermezza, correggere, avvisare. Non però dimenticar la gloria di
D. ubique e della cassetta magica. Visita ogni cosa cogli occhi tuoi; va in tutti
i siti, parla con tutti i tuoi dipendenti: ecco la chiave di ogni bene. / Pel nuovo
anno scolastico avrai il p ersonale necessario per le tue classi. Fa molti coope-
ratori e molte cooperatrici salesiane e mandami il nome affinchè possa loro
inviare il Bollettino mensile che si cominciò già a pubblicare. / L'arcive-
scovo di Buenos Aires cogli argentini in numero di 15 vennero in Italia. Li
ho ricevuto in porto a Genova, li condussi a S. Pier d'Arena dove pernot-
tarono. Li accompagnai a Roma, quindi ad Ancona dove fummo splendidamente
accolti dal Card. Antonucci. Loreto, Bologna, Milano, Torino. Qui si fermarono
parecchi giorni. Lanzo, Borgo S . Martino, Genova, Varazze, Alassio, Nizza fu-
rono onorati da questi illustri viaggiatori. Si mostrarono ovunque soddisfattis-
simi. Noi abbiamo veramente fatto quanto abbiamo potuto per dimostrare la
nostra bentvolenza e gratitudine. Sono venuto fino a Marsiglia con loro, nè li
abbandono finchè il Poitou sciolga le vele o si muova la macchina e me li tolga
dallo sgurado per andarti a recare di mie novelle. Quando verrai a farmi visita
in Europa, a Dio piacendo, potrai fare una fermata a Marsiglia in casa nostra.
Nel mio ritorno mi fermerò a Draghignon e a Cannes per vedere in quale di
questi due siti (metà via tra Marsiglia e Nizza) convenga aprire una casa. Da
tutte le parti della Francia ci fanno ottime proposte. / Dammi ogni mese nota
dello stato morale del personale, e dove giudichi opportuno un avviso od una
lettera, dimmelo, che lo farò. / D. Cagliero mi disse che una pia signora vuole
otto nostre suore, e si offre ad ajutarci p er la spesa. Dio la rimeriti ; dille in
quel momento trovandomi a Roma ho dimandato p er Lei una specia le b ene-
dizione al S. Padre - procura però di concretare e dimmi il numero preciso, se
per insegnamento o per amministrazione, e quando si dovra fissare la loro par-
tenza. / Osserva se tra tuoi chierici, avvene qualcuno che abbia già l'età pel
presbiterato, e sia già in Teologia. Egli può esser ordinato; gli altri studi si
faranno dopo. D. Cagliero e D. Bodratto hanno la facoltà di dare le dimissorie.
/ Scrivo una lettera a tuoi ninos ed un altra al Presidente della Repubblica -
ed una al tuo Vescovo. / Dio benedica tutti i miei figli del Collegio Pio, e con-

12.2 Page 112

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Luis Lasagna, el obispo misionero
ceda la grazia di guadagnare anime a Dio, e la propria sia sempre la prima. /
Pregate per me, che vi sono sempre in G. C. / Aff.mo amico / SAC. Gm Bosco.
/ P . S.: Fa i miei umili ossequii a monsig. Vicario Generale sig. Yéregui, segr.
del Vescovo cui vorrei fare un regalo, e attendo che tu mi dica quale."
La carta de don Bosco a Ios alumnos del Colegio Pio -traducida del ori-
ginai italiano-, dice lo siguiente:
"Marsella, 22 de julio de 1877. / Hijitos mios amadisimos: / Vosotros, oh
amadisimos hijitos, no podéis imaginaros el gran consuelo que me proporcion6
la carta que me escribisteis con motivo de mi dfa onomastico. / En aquel dia,
Ios hijos de Montevideo, de Buenos Aires, de San Nicolas, formaban un solo
coraz6n y una sola alma con los de Francia, de Roma, del Piamonte, de Suiza,
de Trento, y todos manifestaban su afecto hacia un padre que los bendecia y
por todos rogaba a Dios que los conservase constantes en e! camino del Cielo. /
Por tanto, yo os agradezco la muestra grande de benevolencia que me habéis
manifestado; y para mostraros mi paterna consolaci6n me presenté al Sumo
Pontifice Pio IX... / Le pedi una especial bendici6n apostolica para vosotros y
para todos vuestros parientes basta el tercer grado, con indulgencia plenaria
en punto de muerte. / «Con muchisimo gusto -respondi6 el amable Pontifice.-
Bendiga Dios a Ios j6venes alumnos de Villa Colon, bendiga a sus parientes,
y los haga fervorosos cat6licos a todos. Los padres y Ios hijos lleguen a ser
muy ricos, muy ricos; pero con la verdadera riqueza, que es la virtud, e! santo
ternar de Dios.» / Volvi6se luego a mi, y me dijo: «Escribidles, y les diréis
que comuniquen esto a sus respectivos padres». / Por mi parte, oh queridos
hijitos, yo ardo en deseos de haceros una visita; rogad para que yo pueda satis-
facer pronto este mi deseo. De Io contrario, venid vosotros a verme en Turin,
donde ya os tengo preparado alojamiento. / El dia de Santa Rosa celebraré
por vosotros la santa misa, y vosotros haced la santa comuni6n segun mi inten-
ci6n. Y Ios que aun no han sido admitidos a la Sagrada Mesa, haganme la
caridad de rezar un Pater, Ave y Gloria al Santisimo Sacramento. / La gracia
de N. S. Jesucristo sea siempre con nosotros: amén. / Afectisimo amigo / SA-
CERDOTE JUAN Bosco."
19 En su carta del 16 de julio de 1877 (ACSS.), dice Lasagna : "Appena si
aprì il Collegio Pio i primi che fecero iscrivere i loro figli furono tre grandi
orienti della Massoneria uruguaya con altri ed altri addetti. Con questa schia-
ma di bricconi dentro cercarono di frastornare la disciplina e farci cadere sul
capo l'edificio che volevamo innalzare; ma l'ajuto del Signore e la costante
vigilanza e fermezza avendo infrenato la ribellione fin dal nascere, stanchi ed
impotenti mi ritirarono quasi in massa i loro figli e sono più di 15 che uscirono
accusandoci per troppo giovane età, di incompetenti nell'insegnamento che ave-
vamo promesso di dare. Accorse Don Cagliero inviandoci Don Bourlot. Perchè
veramente nc\\i eravamo troppo pochi e nella maggior parte incompetenti".
Estas informaciones se completan en la carta de Lasagna a don Rua del
3-V-1877 (ACSS.), y que dice asi en la parte pertinente : "Tuve que buscar
camareros y cocineros expertos, y asi sostenerme contra un huracan que ame-
nazaba con hundirnos en la desconfianza y el desprecio. / ... el pobre Toni
Bruno, el mejor salesiano que tengo, yendo de compras un dia fue mordido
por cuatro perrazos. La herida fue tan grave, que debi internarlo en el hospi-
tal. Encargué de la cocina a Barbero; pero es tan sucio, que no obstante la
vigilancia, levant6 quejas terribles de los alumnos".
20 ACSS., carta de Cagliero a don Bosco, del 20-V-1877.
21 La !etra, un poco ingenua , del Himno del Colegio Pio -la musica es del
padre Cagliero-, pertenece al padre Santiago Silva, secretario del obispado desde
el 1? de junio de 1877. Segun e! padre Montero y Brown, Silva, ya muy anciano,
falleci6 en Corrientes en 1935. El texto del Himno es corno sigue:

12.3 Page 113

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EL COLEGIO Pfo
111
Gloria, gloria, los orbes exclamen;
llegue este eco al eterno confin.
A Pio Nono, y Colon denodado,
gloria, honor, orienta/es, decid.
Gloria a Pio, que lega su nombre
a este Edén de la ciencia y virtud;
y de América hermosa los hijos
muestren siempre a Colon gratitud.
Gloria, gloria ...
Del gran Pio, la fausta memoria
pregonemos con placido ardor,
repitiendo entusiastas el nombre
del intrépido nauta Colon.
Gloria, gloria...
Orlaremos con fresca guirnalda
la alma frente de Pio inmortal;
y cien himnos de gloria entonemos
al gran genio que Patria nos da.
Gloria, gloria...
Loor al grande Mastai, que contempla
pueblos mil prosternarse a sus pies;
y al marino que ha visto una perla,
del inmenso oceano al través.
Gloria, gloria...
A Pio Nono, que vio sus rivales
en vil polvo las frentes hundir;
a Colon, que en su ciencia fecunda
vi era un munda mas bello surgir:
Gloria, gloria...
Al Pontffice sacro, infalible,
que a Maria sin mancha aclarno;
al Piloto que en luchas sin cuento,
héroe invicto, glorioso triunfo:
Gloria, gloria ...
22 ACSS., carta a Cagliero, del 3-IX-1877.
23 El Mensajero del Pueblo, 30-VIII y 2-IX-1877.
24 ACSS ., carta de Lasagna a don Bosco, del 10-IX-1877.
25 ACSS., carta a don Bosco, del 20-XI-1877 .
26 Rafael Yéregui era cura de la Matriz, en reernplazo de su herrnano
Inocencio, nombrado vicario genera! desde el l? de junio.
27 El Mensajero del Pueblo, 23-XII-1877.
28 ACSS., carta a Cagliero, del 5-VIII-1877.
" Memorie biografiche, vol. XII, pag . 179; Dr. L. A. Pons, Biografia..., cit.,
pag. 258.
El texto, existente en los archivos de la Curia Arzobispal de Montevideo,
es corno sigue:
"Oratorio de San Francisco de Sales en Turin / Septiernbre 30 de 1877. /
Excelencia Reverendisirna: / Mas de una vez el doctor Lasagna y los otros
religiosos mios me han escrito acerca de la solicitud que V. E. practico, ya
para iniciar, ya para sostener la Casa de Villa Colon; pero ahora que don Ca-
gliero me expone de presencia e! estado de las cosas, conozco que, después de
Dios, es debida a la eficaz proteccion de V. E. la fundacion de ese Instituto. /
Yo, por consiguiente, profeso a V. E. la mas viva gratitud, y todos pedirernos
a la Divina Bondad que nos quiera conservar por largos afios a V. E., nuestro
insigne bienhechor. / Don Cagliero no puede volver inrnediatarnente en el viaje
del proxirno Noviernbre, 'y por lo tanto toda la autoridad del misrno queda
conferida al Presbitero Bodrato, Parroco de la Baca en Buenos Aires; pero.
corno entiendo que todos los Salesianos sean hijos de V. E., asi toda autoridad
mia sobre ellos la delego a V. E., tanto en lo espiritual corno en lo tempora!,
por todo el tiernpo que ellos pasaren en la Republica del Uruguay. / En No-
viernbre saldran seis Hermanas v ocho Salesianos para Montevideo; los otros
iran a Buenos Aires y a San Nicolas de los Arroyos. / V. E. usara conmigo
de una gran caridad si me diere aviso toda vez que notare algun desorden entre
los Salesianos; yo haré inrnediatamente todo lo posible para rernediarlo. / Nos
encontrarnos en los principios, necesitados de todo : ayudenos V. E. con su
proteccion, y nosotros en sus manos serernos otros tantos brazos que trabaja-

12.4 Page 114

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112
Luis Lasagna, el obispo misionero
remos con todo el celo posible para coadyuvar a V. E., y juntos promoveremos
la mayor gloria de Dios. / Me recomiendo humildemente a la caridad de sus
santas oraciones, mientras tengo el alto honor de poder profesarme de V. E .
Reverendisima obligadisimo servidor. / JUAN Bosco, Presbitero. / P. S .: Algu-
nos meses ha fui a Roma, y el Padre Santo hablo mucho de V. E., de Villa
Colon, y a V. E . envio una especial bendicion."
30 El Mensajero del Pueblo, 27-XII-1877.
31 ACSS., carta a don Bosco, del 3-1-1878; G. Gassano, Vita del Card. Gio-
vanni Cagliero, vol. I, pag. 300; R . A. Entraigas, Una fior entre Los hielos -
Vida de sor Angela l(allese (Buenos Aires, 1947); Archivo del Instituto de las
Hijas de Maria Auxiliadora. En este ultimo copiamos parrafos de la Cronisto-
ria de la Inspectoria Uruguaya:
"Il giorno 3 febbraio 1878 prendevano possesso di una piccola casa, ceduta
caritatevolmente ad imprestito dal Sig. Enrico Fynn in Villa Colon, ove le
accompagnò lo stesso Rev.do Sig. D. Lasagna, tenendo loro da quel giorno
luogo di padre e di madre. / Una camera della stessa casa fu addattata a
cappella ed il giorno 8 febbraio ebbero la grande consolazione di avere a loro
ospite Gesù Sacramentato. Gesù si compiacque di quella pO\\·era dimora, e
della pace serena che regnava colà, e già il profumo delle sue grazie, vi attirava
i cuori, imperocchè il 22 marzo entrava a far parte della famiglia la prima
Americana, nella postulante Laura Rodriguez, la quale riceveva l'abito religioso
1'8 settembre di quell'anno stesso, giorno in cui si chiudevano i S.ti Spirit.
Esercizi. / Al principio dell'anno 1879, un nuovo drapello di Suore accorreva
in aiuto del primo, e mentre 4 Suore vi fondavano la casa di Las Piedras, altre
6 con a capo Suor Maddalena Martini, che fu la prima Visitatrice, si stabilivano
in Buenos Aires, la quale casa, sino al 12 marzo 1887, fu Casa Provinciale del-
l'Argentina e dell'Uruguay. / Intanto D. Lasagna nulla ometteva per render
facile alle buone Suore la loro Missione e sostenerle nelle varie difficoltà che
ogni giorno incontravano, e rendere meno penosa la distanza che le separava
dai Superiori e Superiore lasciate in It. Ma la piccola casa fino allora abitata
e diventata angustissima pel numero delle fanciulle che vi accorrevano, vuoi
per la scuola, vuoi per l'oratorio festivo, da alcun tempo minacciava di rovinare
a ragione di alcune fenditure che si vedevano nei muri maestri, e b enchè una
signora benefattrice, Sig.ra Elena Jackson, vi avesse speso ben 700 scudi per
raccomiarla, tuttavia non era prudenza il rimanervi più a lungo con pericolo
evidente di qualche disgrazia. Ed ecco il buon Padre con tutta sollecitudine,
darsi nuovamente attorno, per procurare loro una abitazione più sicura. Ma, in
qual modo, se non aveva mezzo alcuno? / La Provvidenza venne in suo soccorso,
ed infatti ottenne dal Sig. Carlo Uriarte in imprestito una bella villeggiatura,
con 2.250 metri q. di terreno annesso, coltivato a fiorì ed a frutti. Presero
posseso di quella nuova casa verso il termine dell'anno 1879. Dopo alcun tempo
però il buon Sig. Uriarte, trovandosi sotto il peso di un gran rovescio com-
merciale, avvisò il Sig. D. Lasagna che suo malgrado, era costretto di vendere
la casa abitata dalle Suore, e per conseguenza, la facesse sgombrare al più
presto possibile. Non v'è parole atte ad esprimere il dolore che provò a tale
annunzio il povero Sig. Lasagna. / Tuttavia quantunque nell'assoluta impossi-
bilità di fare qualsiasi acquisto, e tanto meno pagare all'atto di compra la casa,
come il proprietario esigeva, lo pregò di significargli il prezzo di vendita, e
non fare contratti con altri prima di aver parlato con lui. / Alcuni giorni dopo
il Sig. D. Lasagna ricevette l'annunzio che un compratore offriva la somma di
L. 25.000 scudi e che si sarebbe atteso a farne il legale atto di vendita il giovedì
seguente, per dargli tempo di preparare la somma richiesta qualora avesse
voluto comprarla. / Tale notizia lo consolò e sconcertò ad un tempo. Già era
sopracarico di debiti..., a ragione della costruzione del nuovo Collegio Pio,
ed inutili furono le ricerche ch'egli fece presso i Benefattori più generosi. Il
tempo stringeva e pur non disperando di riuscire nel suo intento, con tutta
fiducia si abbandonò in M. Aus., affidando alle sue mani la propria causa. /

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EL COLEGIO Pio
113
Essendo il mese di marzo, fece incominciare un triduo a S. Giuseppe, dalle
Suore, mentre il buon Padre, pieno d'angoscia, si rivolgeva a S. E . Mons. Vera,
supplicandolo di aiuto e di consiglio in tanta strettezza. Ma il buon Pastore
non potè far altro che raccomandarlo a Dio. / Supplicò parecchie persone a
farli un imprestito, ma inutilmente. Era il mercoledì antecedente al giorno
stabilito, e nulla ancora aveva potuto ottenere. Le signore Jackson, sulle quali
aveva fatto assegnamento, gli risposero che nulla potevano fare. Qual notte
fu quella pel povero Sig. D. Lasagna! / Non potendo in alcun modo conciliare
il sonno, mentre tutti dormivano, si alzò,' e recatosi nella Cappella annessa
alle Scuole di S. Vincenzo di Paoli, si mise in preghiera. Dopo la mezzanotte
scrisse una lettera supplicame alla Sig.ra Clara Jackson ed alle quattro gliela
inviò dal Ch.co Giuseppe Gamba. / La Sig.ra era assente, e non ritornò che
molto tardi; consultatasi con la sorella Elena, mosse entrambe a compassione,
concessero la somma richiesta, ma a rate di 150 scudi mensili. / Il Ch.co rien-
trava al Collegio alle 11.30 colla risposta, ed alle 12 scadeva il tempo prefisso.
In un baleno il Sig. D. Lasagna fu alla casa del Sig. Uriarte, e non ' trovandolo,
corse alla Borsa, ove giunse 5 minuti prima della 12!... Cercò di parlare col
Sig. Uriarte, e colle espressioni più supplicanti, lo pregò ad accettare le sue
rate invece dell'intera somma che gli affidava il Sig. Echenique. Anche questo
nuovo favore gli fu concesso, e la grazia era completa. / La Ver. Aus. non tardò
a ricompensare quel caritatevole Sig.re della carità usata alle sue figlie, poichè
poco tempo dopo, caduto gravemente infermo, ricuperò tosto la sanità, dopo
aver ricevuto la benedizione di M. Aus. dallo stesso Sig. D. Lasagna..."
8

12.6 Page 116

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>
lJAPITULO

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Las polélllicas
... Asi pasas triunfando por la vida,
corno el buen Sembrador de Galilea,
sin que vierta tu espada enardecida
una gota de sangre en la pelea.
ED UARDO DUFRECHOU, S.D.B. ,
"Monsefior Luis Lasagna ",
en Juventud, aiio Xl, N~ 9,
Villa Colon , noviembre de 1926.
Los ANOS DE HISTORIA del Colegio Pio comenzaron a desgranarse
con el acaecer siempre monotono y siempre cambiante de la
escuela. Pero, masque calcos obtenidos sobre el original de 1877,
parecen mejoras de un primer borrador. Permanecen los esque-
mas basicos; pero se afinan lineas y trazos ...
Las clases recomienzan el 15 de febrero de 1878. Lo anun-
cia El Mensajero del Pueblo, de Montevideo, con la afiadidura
de argumentos que resultan elogiosos, de acuerdo con el pensar
de la época:
El notable aumento de asignaturas, asi corno el numero cada
vez mayor de alumnos que concurren este afio al Colegio Pio,
ha hecho indispensable el aumento del profesorado, que en
el presente curso es bastante numeroso y competente.
Se ha dado grande ensanche al Colegio y se han hecho
en él las mas importantes mejoras relativas a la comodidad,
higiene y disciplina...
Nos felicitamos y felicitamos al pais al ver los notables
progresos de este importante centro de educacion.
El Gobierno, haciendo justicia a la importancia que ya
tiene el Colegio Pio, le ha concedido privilegios idénticos a
los del Liceo Universitario y de otros colegios de la Capital.
Por manera que en el Colegio Pio podran sus alumnos
concluir la carrera del bachillerato, rindiendo sus examenes
en el mismo Colegio.
La bellisima y saludable posici6n del Colegio, su régimen,
~ Fotografia de Luis Lasagna conservada en el archivo centrai de
la Sociedad Salesiana de Turin. Debe de pertenecer a los dias
de su venida a América. (Atenci6n del padre Luigi Dotta.)

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116
Luis Lasagna, el obispo misionero
la competencia de sus catedraticos y por ultimo la gran mo-
dicidad de las pensiones haran, estamos ciertos, que los pa-
dres de familia prefieran ese Colegio para colocar en él a
sus hijos, ciertos de que hallaran en él esmerada educaci6n
cientifica, moral y religiosa.
Y a continuaci6n puntualiza los programas de clases, y las
listas completas de profesores.1
El persona! acaba de ser nuevamente reforzado: el 2 de
enero llegaban de Turin, via El Havre, el padre Tomas Bettinetti
y el coadjutor Benvenuto Graziano; 2 el pasado 18 de setiembre
habia ingresado en la Congregaci6n el coadjutor Luis Luciani,
procedente de Buenos Aires, y el 20 de marzo comenzaba su
noviciado el clérigo Lorenzo Bacigalupo.
Mas, durante el afio -justamente el 10 de julio- llegaria
el clérigo Juan Passeri; sin contar que en la misma fecha flo-
recia la primera vocaci6n salesiana uruguaya, en la persona de
don Pedro Rodriguez.
En el catalogo oficial de la Congregaci6n aparecen, ademas,
otros cuatro novicios.
Los Salesianos, remozados, superan las primeras vacilaciones,
aventan un poco las nostalgias del terrufio, y comienzan a
afincarse.
El 20 de enero hacen cuatro dias de retiro, para consolidar
las energias del espiritu.
La inscripci6n de alumnos es multitudinaria. Un brote de
fiebre amarilla en Montevideo, produce un alud de candidatos:
Villa Colon es considerado lugar especialmente saludable.3
El 17 de enero, el presidente Latorre, presente el ministro Mon-
tero, recibe en audiencia a Lasagna. Éste acaba de regresar
de Buenos Aires, donde hiciera ejercicios espirituales del 7 al
15 de enero.
En su carta a don Bosco del dia 18, exclama Lasagna:
jBendito sea Dios! jMil veces sea bendita la Virgen Auxi-
liadora!
Por el brillo de nuestros examenes finales, por la am-
plitud y desarroilo que han notado en los programas del afio
pasado, han concedido de buena gana a nuestro Colegio Pio

12.9 Page 119

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LAS POLÉMICAS
117
la equiparaci6n a la Universidad Mayor del Estado, con la
facultad de otorgar, después de los estudios requeridos, los
titulos de bachiller y doctor en letras, ciencias, filosofia, teo-
logia, matematicas y jurisprudencia. Hoy mismo se va a fir-
mar el decreto respectivo...
Al conceder este favor , el Gobierno no se ha reservado
otro derecho que el de enviar un profesor a presidir el tri-
buna} examinador del ultimo y definitivo examen de bachi-
ller o de doctor...
El Sefior nos ha concedido en América una posici6n y
una libertad que nunca tuvimos en Italia. Nuestra joven
Congregaci6n podra desplegar todo su fervor juvenil y for-
mar hombres célebres y atletas intrépidos para las batallas
de la Iglesia de Dios.
Le prevengo que pronto tendré que ceder las armas, do-
minado por una inexorable enfermedad. Haga usted que
pueda resignarlas en manos mas vigorosas y mas diestras...
Con este decreto -al que alude El Mensajero en el numero
ya citado- tenian los salesianos del Colegio Pio y del Liceo Uni-
versitario la autorizacion legal basica para organizar la Univer-
sidad Catolica del Uruguay.
No hemos podido hallar en el Archivo Generai de la Nacion
la copia de estos decretos; pero tenemos la certeza de su existen-
cia, no solo por la documentacion interna, sino, y sobre todo,
por las duras criticas que prodigaron El Maestro y otras publi-
caciones masonicas a las concesiones gubernamentales.4 .
*
,•:
Durante el afio, ocurren varios acontecimientos fundamentales
para la ulterior evolucion de esta historia.
El Capitulo Generai Salesiano realizado en Lanzo (Italia)
el 5 de setiembre de 1877, habia aprobado la division de la
Congregacion en inspectorias. Pero las disposiciones adopta-
das, debian esperar la convalidacion de la Santa Sede, y ésta
tardo algun tiempo en llegar.
Solo el 7 de febrero del 78 se pueden crear tres inspecto-
rias: la Piamontesa, encomendada al padre Juan B. Francesia;
la Ligur, con el padre Francisco Cerruti, y la Americana, con
sede en Buenos Aires, que gobernaria el padre Francisco Bo-
dratto.5
También el 7 de febrero fallecia en Roma el papa Pio IX,
a los ochenta y seis afios de edad, y el 20 del mismo mes ascen-

12.10 Page 120

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118
Luis Lasagna, el obispo misionero
dia al trono de san Pedro el cardenal Joaquin Pecci, que tomo
el nombre pontificai de Leon XIII.
Apunta la Cronica del Colegio Pio:
Don Lasagna, queriendo dejar en los alumnos eterna memo-
ria del gran Pio IX, fijo el jueves 28 de marzo para solem-
nes funerales.
Los internos asistieron temprano a la misa de comuni6n
general, y mas tarde (en ausencia del Obispo) monsefior
Victoriano Conde, parroco de La Aguada, canto misa solemne.
Frente al altar habia una enorme corona de flores con el
nombre de Pio IX en letras blancas sobre una banda viola-
cea. La partitura del Réquiem de Cagliero, cantada por los
alumnos, despert6 gran conmoci6n en el auditorio.
Al mediodia y con muchos invitados, se realiz6 un acto
académico... en honor del incomparable Pio IX.6
El Mensajero, no solo publico una cronica minuciosa, sino
que acogio en sus paginas los versos originales del alumno Ra-
fael Fragueiro, portico de una vida fecunda en el campo de las
letras.7
El 5 de agosto, los alumnos realizan ejercicios espirituales.
Es la primera vez que se efectuan con entera regularidad. Para
predicarlos y dirigirlos vino desde Buenos Aires el padre San-
tiago Costamagna. Mucha cosecha. Las plantas estaban ma-
duras.
La Compafiia del Santisimo Sacramento trabajaba con
ahinco.8
En esos mismos dias ocurre la visita inspectorial del padre
José Bodratto, que viaja desde Buenos Aires. En contacto con
la realidad, aprueba aparentemente todas las gestiones de La-
sagna, y lo anima a concluirlas.
Con el mes de diciembre llegaron los primeros examenes ofi-
ciales. El padre Lasagna envio a la imprenta de El Bien los
originales de un folleto que resulto de cincuenta y siete pagi-
nas, de 18 por 28 centimetros, titulado Exdmenes publicos del
Colegio Pio en Villa Colon, dirigido por los Padres Salesianos
(Afio 1878).
Después del horario -"Orden de los examenes"-, que sirve
de encabezamiento, aparece un prologo dedicado a los padres
de familia. En él examina el progreso del Instituto en sus

13 Pages 121-130

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13.1 Page 121

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LAS POLÉMICAS
119
primeros veinte meses de existencia; perfila el futuro de este
germen de gran porvenir, y compromete ante ellos la abne-
gacion y los desvelos de los Salesianos, que desean "responder
dignamente a la simpatia y a la confianza con que se los ha
honrado".
Enseguida presenta los programas analiticos de las asigna-
turas de clase, los textos usados, el nombre del profesor y la
nomina de los alumnos que se presentaran a examenes publicos
en cada materia.
Las pruebas comenzaron el 16 de diciembre, y se prolonga-
ron hasta el 21. Los tribunales examinadores fueron presididos
por un conocido educador de Montevideo -don José Bonifaz-,
y estuvieron integrados por los profesores titulares de cada
disciplina.
Podian asistir a la prueba los padres de familia -todos
fueron expresamente invitados-, y quien libremente deseara
participar. El Colegio organizo comodidades de trasporte, y
ofrecio atenciones y almuerzo a todos los asistentes.
Desde el primer dia se destacaron en el grupo de oidores
dos caballeros, eminentes en achaques pedagogicos, y notoria-
mente enrolados en la Sociedad de Amigos de la Educacion
Popular y en el Club Universitario: los doctores Francisco An-
tonio Berra y Carlos Maria de Pena, ambos de clara militancia
an ticlerical.9
Todo trascurrio normalmente, y el 25 de diciembre se rea-
lizo la fiesta de la distribucion de premios.
La Cronica del Colegio Pio subraya:
Los padres quedaron muy satisfechos de la educaci6n civil
y cientifica de sus hijos, y se los llevaron alegremente a
vacaciones.
*
El padre Lasagna se traslado enseguida a Buenos Aires. Lleva-
ba en carpeta varios asuntos, que amenazaban crisis; especial-
mente, después de la visita inspectorial de don Francisco Bo-
dratto.
Debia hacer ejercicios espirituales con los demas salesia-
nos, bajo la direccion del padre Mola, de la Compafiia de Jesùs,
y participar en las reuniones del Consejo Inspectorial, del que
formaba parte con el padre Fagnano y el padre Costamagna.10
Lo esperaban, ademas, largas conversaciones con el Supe-
rior. Éste, por lo visto, no conocia las ordenes originales de
Cagliero, y el 21 de setiembre habia contestado casi indignado

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Luis Lasagna, el obispo misionero
a una carta de Lasagna. Lamentaba que se hubieran practi-
cado algunas demoliciones sin. avisarle; se mostraba temeroso
de que el Colegio Pio, "alga· raquitico, no pudiera perpetuarse",
y descargaba una retahila de negativas y prohibiciones.
"Me hizo la impresi6n de una jarra de agua helada -co-
menta Lasagna ' a Cagliero, en carta del 2 de marzo de 1878.-
Se la envio para que la lea y me dé sus impresiones."
cOué habia modificado la posici6n de Bodratto? Lasagna
seguia sencillamente las disposiciones trazadas por Cagliero.
Mas: las consultaba, de cuando en cuando, con don Bosco y
don Rua.
Bodratto asumi6 el gobierno de la nueva Inspectoria ameri-
cana, cuando todo estaba en marcha.
Las primeras informaciones de sus a lateres lo derrumban.
Ahogado por las deudas de los colegios argentinos de San Nico-
las y de San Vicente, echa mano, sin medir las consecuencias,
hasta del dinero que los cooperadores uruguayos habian depo-
sitado en manos de Lasagna, para abonar los pasajes de los
salesianos y Hermanas que debian viajar a la Republica Orientai.
Por otra parte, Costamagna, disgustado con la apertura dis-
ciplinar de Cagliero y de Lasagna, le calienta a diario la cabeza.
Bodratto, totalmente abrumado con todo esto, oye despa-
vorido los optimistas proyectos de Lasagna. Éste ya ha des-
echado la idea de regentar la Escuela de Artes y Oficios del
Gobierno, y piensa abrir una en sociedad con los Vicentinos; se
dispone a aceptar la parroquia de Las Piedras, suefi.a con una
universidad cat6lica salesiana, y piensa renovar el Colegio Pio.
También se endurece increiblemente la posici6n adoptada
en setiembre, con respecto al pedido episcopal de hacerse cargo
de la parroquia de Las Piedras, segun se deduce de una carta de
Bodratto:
Usted sabe mi manera de pensar. Yo hubiera preferido
un colegio para nifios pobres cerca de Montevideo. Pero no
hay persona!. Antes de abrir nuevas casas, hay que conso-
lidar las que tenemos...
Por otra parte, Lasagna, que acababa de recibir 6rdenes
directas de don Bosco acerca de la fundaci6n de la Casa de San
Vicente, sentia flaquear seriamente su salud, siempre esquiva.
Duramente reprendido por Bodratto, y rechazadas todas sus
propuestas, aun las que le habian sido ordenadas de Turin; no
atin6 a otra cosa que a dimitir.
El padre Bodratto se nego a sustituirlo, y crey6 solucionar

13.3 Page 123

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LAS POLÉMICAS
121
todos sus problemas asignandole un ayudante: el padre Carlos
Cipriano.
Lasagna paladeaba todas estas amarguras, cuando lo sorprendi6
un telegrama alarmante. Lo llamaban con urgencia a Montevi-
deo. La guerra habia estallado.11
En efecto, el viernes 3 de enero de 1879, El Siglo, uno de
los diarios de mayor tirada de Montevideo, en la primera pagi-
na y en la primera columna estampaba un editoria!, titulado
El Colegio Pio de Villa Colon. Dedicaba unos cuarenta renglo-
nes lal,ldatorios a la trayectoria de los doctores Berra y de Pena;
seiialaba que el tema de la instrucci6n publica "estaba a la
orden del dia", y que dos lineas de conducta se debatian en la
conducci6n educativa: la ultramontana y la liberal. Y concluia:
Oigan pues la voz autorizada del Dr. Berra los que quieren
saber qué es ese Colegio Pio de Villa Colon, que levanta
entre nosotros la bandera de la educaci6n clerical...12
Y a continuaci6n insertaba la carta siguiente, destinada al
Director de El Siglo:
Sr. D. Jacinto Albistur
Mi muy estimado amigo:
Sabe Ud. ya que el Dr. Pena y yo as1st1mos a los exa-
menes del Colegio Pio con el fin de conocer su estado y de
publicar nuestras observaciones y juicios. He terminado mi
trabajo y se lo remito suplicandole se sirva proporcionarle
algunas columnas de El Siglo, si Ud. considera que las merece.
Dandole gracias anticipadamente por el servicio, reitero
a Ud. la seguridad de mi afectuoso recuerdo.
s. s.
Casa de Ud., diciembre 29 de 1878.13
F. A. BERRA.
Y a rengl6n seguido aparecia un epigrafe: El Colegio Pio
de Villa Colon, dirigido por los Padres Salesianos, y seguian los
juicios de Berra. Éste, para introducirse en el tema, deja cons-
tancia de que "ha oido ponderar extraordinariamente la bon-
dad de la enseiianza del Colegio Pio, asi corno condenarla con
los términos mas severos ..." Por eso, decidi6, con el doctor de
Pena, asistir a los examenes publicos, y tornar nota de cuanto
viera y oyera.

13.4 Page 124

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122
Luis Lasagna, el obispo misionero
El exordio despega suavemente. Es casi meloso. Y por
via indirecta, regala algunas informaciones interesantes.
Dice el doctor Berra:
El p. Mazzarello... puso galantemente a nuestra disposici6n
un carruaje... El lugar es bello...
El padre Lasagna, director del colegio, que me dispenso
las mas finas atenciones y por las que estoy muy agradecido,
tuvo la deferencia de acompaiiarme en el examen que dos
veces hice de las diversas partes de la casa...
La descripci6n que sigue, es minuciosa : el dormitorio ocu-
pa el piso alto, y el comedor, el bajo. Son dos salones muy
espaciosos, con tres hileras de camas el primero, y tres largas
mesas el segundo. El aseo es satisfactorio. Hay un servicio
de lavatorios, y otro de bafios "de cuerpo entero y de lluvias".
Las clases son pequefias, pero muy bien iluminadas y aireadas ...
Creo poder afirmar que este edificio tal corno es en la actua-
lidad, tiene pocos rivales entre nosotros, bajo el punto de
vista de amplitud y ninguno en cuanto a solidez y condicio-
nes higiénicas. Si llega a ejecutarse completamente el pro-
yecto que me explic6 el doctor Lasagna sera una de las curio-
sidades de esta Republica.
Anota que en 1876 se han gastado 14.000 pesos en construc-
ciones, y mas de 4.000 en el corriente afio. (La carta esta
fechada en 1877.)
Los trabajos continuan ahora en una gran galeria que esta
pr6xima a su conclusi6n por el lado sud del cuerpo de edi-
ficio que acabo de describir.
Todas estas afirmaciones le sirven de trampolin para zam-
bullirse en su tesis: el enorme gasto de construcci6n hace mas
notoria la penuria de ajuar de enseiianza. Los bancos, desti-
nados a cuatro o cinco alumnos, son desproporcionados a su
tamafio. Las aulas estan desmanteladas: apenas tienen una tri-
buna y algunos mapas. No hay ilustraciones, no hay cuadros ...
Después del chuzazo, acaricia la herida. Asegura que los
nueve salesianos son italianos; pero:
No obstante han hecho tan notables progresos en el uso del
castellano que la mayoria lo habla y pronuncia de modo
que sorprende y algunos serian tomados facilmente corno
espaiioles.

13.5 Page 125

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LAS POLÉMICAS
123
Examina, luego, los programas, y critica la carencia de ma-
terias practicas en los cursos primarios.
Finalmente, la emprende con los examenes. Informa que
asisti6 a las pruebas tomadas los dias 17, 18, 20 y 21, por la
mariana y por la tarde, y que se rindieron aritmética, gramatica,
historia, religi6n, urbanidad, geografia y ciencias.
Destaca el caracter memoristico de las exposiciones, y ana-
liza detenidamente las respuestas de una serie de alumnos: Es-
trada, Alonso, Cardas, Gumma, Antufia..., a los que cita por sus
nombres, y luego despluma.
En resumen, afirma:
El estudio que acabo de hacer muestra que los examenes
han estado en todas las clases y en casi todas las materias
a un nivel bastante mas bajo que los programas respectivos.
Esta primera critica mantenia bastante la altura, si no fuese
por la picada, en la que personalizaba sus quejas, y zaheria con
dureza a nifios inocentes, a los que exponia al publico ridiculo.
El Siglo del dia 5 publica un segundo articulo, dedicado a
los Resultados de los examenes. Aqui ya se limita a censurar
y reprobar examinados.
Baste para muestra un bot6n, tornado al azar en la nota
del doctor Berra:
·
Ludovico Migone no supo corno se divide el numero, ni qué
es el numero fraccionario, ni corno se hacia una suma de
quebrados que se le propuso, ni corno se reducen los que-
brados a otros de igual denominador, ni qué es numero
complejo ...
Y asi Ilena dos columnas con listas de alumnos, acompa-
fiadas de sus benemerencias personales.
En el articulo del dia 8 establece sus conclusiones. El titulo
ya es definitorio : Por qué es malo el estado del Colegio Pio.
Comienza por descartar que sea la falta de preparaci6n de los
profesores. Lasagna, Bettinetti y Graziano -afirma- tienen
titulo de doctor. El mal -sentencia- esta en el modo de ense-
fiar. Se da absoluto predominio a la memoria.
En segundo lugar, no se ensefian ciencias. No se educa la
observaci6n. Se prescinde de los objetos, y se incurre en la
ensefianza abstracta.
Lamenta que muy pocos padres de familia asist:rn a ]os
examenes, y concluye:

13.6 Page 126

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124
Luis Lasagna, el obispo misionero
El Colegio Pio no esta a la altura de nuestros adelantos
escolares. Su estado es solo comparable con nuestra ense-
fianza de hace veinte afios.
;':
Las invectivas de Berra conrnovieron a la pequefia ciudad de
Montevideo. Mas, tratandose de un tema en escaparate, corno
era la educacion y el Colegio Pio.
El diario La Raz6n reprodujo enseguida algunos parrafos
de la catilinaria de Berra.
El Bien, en operacion diversiva, apunto a otro blanco. El
cornentarista catolico sentendo:
Ya comprendo por donde va el doctor Berra. Como él es
director de un colegio [el Elbio Fernandez], trata de echar
abajo al Colegio Pio para no tener competencia. Guerre de
boutique! Para eso la Sociedad de Amigos de la Educacion
Popular, que preside el doctor Berra, le paga un pingue
sueldo.
·k
Lasagna volvio de Buenos Aires corno un rayo. Sin tornar
aliento, ni llegarse a Colon, se establecio en Montevideo, para
escribir y cornbatir en las rnisrnas columnas de El Siglo "las
falsas afirrnaciones de los pobres doctores". Con tales térrni-
nos se expresa la Cronica del Colegio Pio.
Y el 9 de enero, El Siglo publica la primera réplica de
Lasagna, que asi cornienza:
Ayer tuvo la bondad de venir a esta imprenta el sefior direc-
tor [del Colegio Pio], acompafiado de dos caballeros y dos
alumnos del mismo y dejo en ella la carta dirigida al doc-
tor Berra que a continuacion insertamos ...
Lasagna arranca enseguida, con brios que pronto se tras-
forrnan en duros rnandobles o urticante ironia.
Estimado sefior:
Hallabame en estos dias en Buenos Aires recorriendo
los mejores colegios de esa ciudad, estudiando y examinando
su organizacion y adelantos, no para desacreditarlos después
por la prensa, sino para sacar alguna Ieccion..., cuando algu-
nos padres de familia avisabanme por telegrama de las apre-
ciaciones que iba usted publicando en los diarios sobre el
Colegio Pio...
Veo que su publicacion, escrita con una cierta modera-

13.7 Page 127

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LAS POLÉMICAS
125
ci6n al principio, encierra aca y alla juicios precipitados e
inexactos, y deducciones ilegitimas e injustas...
Dejo a un lado su largo preambulo y las atenciones que
al principio nos dispensa, y paso desde luego a lo que usted
critica.
... tanto corno se ha gastado en construcciones que em-
pezaron hace tres o cuatro afi.os, se ha escaseado en el ajuar
destinado a la ensefianza.
... es imposible que usted ignare que cumpliéndose en
febrero los dos afios desde que los Padres Salesianos toma-
ron la direcci6n del Colegio Pio, no puede hacer cuatro
afios que empezaron a construir...
Usted no se fij6 que cuando visitaba las aulas ya esta-
ban cerrados los cursos, y los pocos aparatos que tenemos
ya debian de estar retirados. Con esto no quiero negar la
pobreza que se nota en mis salas..., si todavia estan los
albafi.iles acabandolas... Lo que extrafia es que usted haya
olvidado que yo le hice observar que en estos mismos dias
debian llegar de Europa, con el vapor Humberto I, corno
en efecto llegaron, seis nuevos profesores, con abundantisi-
mo materia! de aparatos. Extrafio... que no sepa lo que
todo el munda sabe: que una comisi6n de padres de familia
ha recogido ya centenares de firmas para regalar al Colegio
un magnifico museo natural, con gabinete de fisica y qui-
m i c a ...
Antes de examinar las observaciones criticas que usted
hace sobre el programa..., le haré notar... que involuntaria-
mente comete una solemne injusticia.
Usted... no deberia ignorar que de los alumnos de cla-
ses elementales, las cuatro quintas partes son nuestros dis-
cipulos desde hace solo diez meses, otros lo son desde seis,
algunos desde dos, y basta de un solo mes...
cSabe usted, sefi.or mio, cuando podra criticar con jus-
ticia mi programa? Después de ciuco afi.os de ensefianza...
Entonces venga..., y si algo faltara, achaquelo a mi ignoran-
cia, a mi incapacidad y a la de mis colegas; pero por ahora
conténtese usted con deplorar conmigo el asombroso atraso
de tantos pobres nifios que en vano han frecuentado escue-
las y colegios por afi.os y afi.os.
Pero lo que mas me aflige es el ver corno usted haya
podido sinceramente creer que nuestro programa, tal corno
esta, haya sido exagerado para alucinar a los padres de
familia, suponiéndolos usted tan ignorantes corno para ser
embaucados ... Usted esta muy equivocado... Entre los pa-
dres o interesados de m is alumnos cuéntanse personas muy
ilustradas, corno el doctor Artagaveytia, el doctor Soler, el
doctor Lombardo, el doctor Frias ...

13.8 Page 128

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126
Luis Lasagna, el obispo misionero
Si yo quisiera hacer una resefia de los detalles de sus
criticas ..., hallaria muchisimas cosas que rectificar y mu-
chas que rechazar enérgicamente. Pero usted sabe que una
proposici6n falsa se enuncia en tres palabras, mientras que
para aclarar y deshacer sus yerros se exigen llanas y llanas ...
Examina luego en concreto cada una de las afirmaciones
de Berra sobre los planes. Le seriala el pasaje del programa
impreso, donde se enuncian los t6picos y las materias que el
critico dice que faltan, y le da las razones de por qué unas cosas
se explican en otro lugar del que Berra deseara.
De acuerdo con su técnica y estilo, no pierde la oportuni-
dad de apretar clavijas, cuando sorprende a su adversario en
alguna debilidad, corno en el caso en que Berra habla de nomen-
clatura ...
Después remata el asunto con este golletazo:
Sefior Berra, de todo esto se deduce y se ve muy claro que
la mania de criticar, a mas de involuntarias injusticias, le
llev6 también a cometer involuntarios disparates ...
')':
El 10 de enero, el tema del Colegio Pio ocupa casi toda la pri-
mera pagina de El Siglo. Ingresa otro gladiador a la arena.
Junto con la segunda parte de la respuesta de Lasagna, Carlos
de Pena inaugura un despiadado bombardeo. Y no cuida las
formas, corno Berra. Primero inciensa a José Pedro Varela,
"nuestro Horacio Mann", y luego embadurna con tintas grises
la imagen del Colegio. Los alumnos, escribe,
tenian ese aire taciturno, apatico, esa mirada vaga, indife-
rente, que se nota en los nifios poco reflexivos, timoratos
y descuidados en los ejercicios de la mente... Parecen ex-
trangeros (sic) en su propia escuela...
Y tras una digresi6n para elogiar la propia capacidad en
tornar notas taquigraficas de todo lo que oyera, abre la nomina
de alumnos, y amontona, junto a sus nombres, el farrago de
errores que -dice- cometieran durante los examenes ..., y asi
prosigue hasta llenar varias columnas .
..,.,
Al lado, no mas, de esta hoja de tuna, aparece el epigrafe Como
deberia hacerse la critica del Colegio Pio y c6mo la hizo el doc-
tor Berra. Es un punzante articulo de Lasagna:

13.9 Page 129

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Del Dr. o. Lols Lasagna (PresbUero)
Dtni.CT.:i n DE~ COL1t010 rIO
Miembro de la Academfrt de la A,·cadia de Romn
EN REF U TA.CION A LOS
APUNTES PARA UN CURSO DE PEDAGOGIA
DEL DOCTOR F. A, DERRA
Eùicion heclw p or los catUlicos de Montevideo.
Afarella Hnos., calle Buenos _Aires 148
1883
\\ r·---------_-----~ ---- --------1i
Portada del folleto en que el padre Lasagna
reuni6 los articulos publicados en El Bien
para refutar los Apuntes del doctor Fran-
cisco A. Berra.
El padre Francisco Bodra-
tto, jefe de la segunda ex-
pediciém misionera (1876 ),
e inspector de América en
1879. Falleci6 en Buenos
Aires, el 4 de agosto de
1880.
RECUERDOS
DE LAS LUCHAS
Fotocopia del informe confecciona-
do de pufio y !etra por el padre
Santiago Costamagna al visitar el
Colegio Pio, durante la ausencia de
Lasagna. Pertenece al libro de vi-
sitas inspectoriales de la Inspec-
toria de Buenos Aires.

13.10 Page 130

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128
Luis Lasagna, el obispo misionero
... usted no se apercibi6 que su lapiz, corriendo taquigrafi-
camente sobre el papel para sorprender y apuntar con ansia
febril los yerros de los pobres alumnos, dibujaba sin querer
y sin saber la afrentosa desnudez de la educaci6n que con
pocas y raras excepciones se ha dado y se da en esta Re-
p u b l i c a ...
Acto seguido, lo invita a conversar con una larga lista de
padres de alumnos, que le podran certificar el grado de apro-
vechamiento de sus hijos en los colegios que frecuentaron, antes
de inscribirse en el Colegio Pio.
No extrafiaran los lectores de El Siglo esta prolija enume-
raci6n, y menos lo extrafiara usted, sefior Berra, pues me
creo autorizado de hacer yo por bien, lo que usted hizo por
mal, y mal irreparable...
Queria probarle a usted que no rehuso el examen y la
critica..., con tal que no sean absolutas, parciales, apasio-
nadas, corno debe ser la del jefe de una escuela opuesta a
la mia, la de un director y profesor de varios colegios, el
cual, por librarse de una fatal concurrencia, quisiera hun-
dirme y ahogarme con sofismas y cavilaciones de pedante...
Quiero una critica razonada, justa, y mas que todo, relativa
a todos los alumnos que acabo de nombrar, que por ser
dos afios que estan en el Colegio, con mas verdad se pue-
den llamar mis discipulos.
Y embiste, luego, en defensa de los atacados:
De los cincuenta y siete alumnos que tengo, los doce que
usted mas critica isabe quiénes son?
... el primer alumno que usted mortifica de una manera
barbara, es un cierto d. Francisco Costa. Usted no le co-
noce, y por eso mismo debia respetarle. Yo le haré el
servicio de decirle quién es. Es un nino de Montevideo
perteneciente a una familia muy honrada, el cual, aunque
crecidito, estuvo mucho tiempo enfermo, sin frecuentar re-
gularmente ningun colegio; de indole timida, pero amabili-
sima; de una moralidad y conducta intachables. Su buena
madre, hace apenas cinco meses, se determino a ponerlo
en mi Colegio, del cual se ausent6 enseguida por un mes,
por causa de una enfermedad de su misma madre. Ahora,
si él no pudo aprender mucho, o ... si por cortedad no pudo
contestar lo que sabia, i qué derecho tenia usted de infa-
marlo y de envolver en su deshonor a todo el Colegio Pio?
Y después de citar nominalmente varios de los casos im-
pugnados, continua:

14 Pages 131-140

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14.1 Page 131

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LAS POLÉMICAS
129
Mi se.fior Berra, i desea usted que yo siga este tristisimo
catalogo? No, me dan lastima esos pobres nifios, tan injus-
tamente maltratados por la mas indecente publicidad...
Entonces, dini usted, la culpa, la imprudencia es del
director, que se atrevi6 a exponer esos nifios a examenes
publicos .
... mi conciencia me decia que estimulando a esos nifios
con la obligaci6n de los examenes, los pondria en la nece-
sidad de hacer esfuerzos particulares de aplicaci6n, y asi
aprender mas; mi conciencia me decia que era un bien
siquiera tentar de vencer... su natural cortedad, acostum-
brandolos pronto a arrostrar el publico, para no criarlos
aut6matas, corno usted me hace la gracia de llamarlos...
... replicara usted, se.fior Berra, i corno se han atrevido
a colocar a esos nifios en clases... tan desproporcionadas a
su alcance?
... sepa usted que todos esos nifios se me presentaron
acompafiados de certificados tamafios, refrendados con tim-
bres, firmas y rubricas de colegios y directores renombrados .
... usted los hubiera sin vacilar rechazado..., pero yo,
confiado en la bondad de mis métodos ..., no quise acobar-
darlos ..., herir el amor propio de sus familiares y deshonrar
a los directores de otros colegios, que distingo siempre
con el respeto debido a colegas... que se consagran al bien
de la juventud...
Y prosigue Lasagna hasta el fin con la cruel regularidad
de una ametralladora.
..,.,
Los otros diarios se ocupan mas o menos discretamente en
comentar el tema. La Raz6n extracta la respuesta de Lasagna,
y propone una justa entre los mas destacados alumnos del Cole-
gio Pio y los mejores de los colegios laicos de Montevideo. Pu-
blicamente dirimiran primacias.
*
*
Asi las cosas, el dia 11 vio la luz la tercera parte de la respuesta
de Lasagna, acollarada con el segundo articulo de Pena, que
sigue firme en su linea de nombrar alumnos y derrumbar su
examen trascribiendo preguntas y respuestas adobadas de co-
mentarios.
Lasagna comenta Cudl es la decantada imparcialidad del
doctor Berra en sus criticas del Colegio Pio. Y dice textual-
mente, en mordaz estilo:
9

14.2 Page 132

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130
Luis Lasagna, el obispo misionero
En el curso de sus criticas... hace protesta de imparcialidad
de un modo tan decidido, que... vi la imposibilidad de sacarle
a usted de una convicci6n que su modestia le tiene tan pro-
fondamente arraigada en el pecho. Mucho mas, ya que...
a cualquiera que chistara en contrario, podria usted pre-
sentarle el certificado auténtico que le dej6 su amigo nada
sospechoso, el sefior Albistur, "de absoluta imparcialidad
de juicios".
Su digno compafiero, el doctor Pena, a lo menos no anda
con tantos rodeos hip6critas; arroja desde luego el disfraz,
y proclama a los cuatro vientos que él, habiéndose formado
el proposito de combatir, de destruir el catolicismo, y, por
una distinci6n que no merecemos, creyendo "al Colegio el
gran asilo de la ciencia cat6lica en el pais", ha resuelto
librarnos una guerra a muerte. Esto se llama hablar con
franqueza y sinceridad.
c:Por qué, sefior Berra, no tuvo igual coraje?
... me hab_ria ahorrado el trabajo de contestar a sus
sofismas y disparates.
c:Oué se puede contestar a un asesino... que lo asalta
alevosamente?... De nada serviran protestas y suplicas. El
asesino, lo que quiere es verlo lo mas pronto posible yerto
cadaver a sus pies. jBravo, sefior Pena! Asi sabremos to-
dos de qué brazo nos vienen los golpes, y todas sus acusa-
ciones e invectivas no necesitaran... ni una palabra de recti-
ficaci6n ni protesta...
Vuelvo a usted, sefior Berra..., y le pido por favor ... me
permita emitir algunas observaciones que puedan ilustrar
a la opini6n publica sobre la conducta que usted ha obser-
vado en sus criticas.
... en la vida de los grandes hombres hay ciertos peque-
fios rasgos que pasan desapercibidos al comun de las gen-
tes, pero que para un inteligente espectador valen toda una
historia.
... haciendo usted una insulsisima relaci6n de lo que
vio en mi Colegio, dice que "... a la izquierda de la capilla
y en la misma linea se extiende sucesivamente un zaguan
y la sala de recibo en cuya cabecera estan colocados un
retrato del Papa Le6n XIII y dos imagenes de santos".
Usted sabe, sefior Berra, que la sala de recibo ha sido
la misma en que usted por una semana presenci6 con el
doctor Pena nuestros examenes. Por consiguiente, no po-
dra nunca disculparse de no haber tenido tiempo o como-
didad de observarla bien... Permitame que le haga notar en
la breve menci6n que usted hizo de esta sala, una parcia-
lidad vergonzosa y una ignorancia supina... Millares de tes-
tigos han visto esta sala tapizada enteramente de dibujos

14.3 Page 133

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LAS POLÉMICAS
131
de todas dimensiones ..., trabajos originales de los alumnos.
A mas, todos han visto... que el puesto de honor de esa
sala lo tienen tres bellos y grandes cuadros, en los cuales
cada mes se publican los nombres de Jos alumnos que
sobresalen en cualquier clase o asignatura...
Usted, critico imparcial que vio al momento los dos
santos y el Papa; usted, tan amigo del sistema intuitivo,
cno vio los demas cuadros?... cPor qué no los menciono
también? Se lo diré yo ...
Usted con su compafiero han venido a mi Colegio para
espiar, sorprender, criticar todo lo que presentara el menor
aspecto censurable; con el proposito decidido de callar, de
ennegrecer, rebajar y basta negar todo lo que mereciera un
justo elogio...
Usted, "literato y filosofo", no vio que aquellos cuadros
no son dos santos ... Uno es una copia oleografica de una
Virgen de Murillo, cuyo originai existe en el Museo del
Louvre; el otro es un Cristo de Rubens, a los cuales corres-
ponden otros dos, sobre la puerta de entrada..., una Sagrada
Familia de Rafael... y una escena doméstica... de un célebre
pintor de Germania...
Ahora... equién les sacara de la cabeza a los padres de
familia que usted haya juzgado los examenes de los hijos
con la misma imparcialidad y clasica competencia con que
juzgo a la sala en que los rindieron?
"Los examinados llegaron al numero de cuarenta", pu-
blica usted. Son cincuenta y siete... Si de cuarenta usted
azota a veinticinco..., no queda ni la mitad ilesa...
Y con ojo de halc6n y fiereza tigruna sigue descubriendo
perlas en las cartas adversarias. Por fin, termina:
Es la primera vez en mi vida que me veo acometido por
los diarios; ya preveo que no sera la ultima. Pero protesto
que sera... la ultima vez que yo me defienda...
Me separo de usted sin rencor; y si cuando usted vino
a mi Colegio con la intenci6n de hacerme mal, yo le recibi
con la mayor fineza y le di un asiento a mi lado en la
mesa y conmigo comi6 el pan de los nifios que maltrat6,
vuelva usted cuando quiera, que sera bien recibido ...
Aunque tendré que mostrarme mas cauto y mas pru-
dente, le prometo que seré siempre leal y sincero, y nunca
de los que bajo la sonrisa de la cortesia y el manto de la
amistad esconden el pufial con que mafiana, si uno se des-
cuida, le traspasan alevosamente el coraz6n.
;'(
;':
*

14.4 Page 134

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132
Luis Lasagna, el obispo misionero
Lasagna termino sus réplicas el dia 11 . En la columna conti-
gua, de Pena seguia machacando sus ataques al método del
Colegio Pio. Y prosigue incansablemente hasta el 12 de enero,
fecha en que también La Raz6n la emprende con Lasagna.
El dia 14, Berra torna a la palestra. En la seccion "Remi-
tidos", encuadra su articulo sobre La enseiianza de los Padres
Salesianos, y cubre casi toda la primera pagina. Dice:
Doy a mi réplica el caracter de articulo y no de una carta
al sefior Lasagna, porque considero que si asi lo hiciera fal-
taria al respeto que me debo...
Y ensaya enseguida una dura reconvencion, que Berra sabe
manejar dentro de formas moderadas.
Y la gresca asume colosal incremento.
Mientras El Bien pone en la picota la competencia profe-
sional de Berra, de Pena publica su novena nota.
El Siglo torna bando en un editoria!, y, sin quererlo, da la
razon a Lasagna. Afirma abiertamente:
La cuesti6n de fondo es : la educaci6n no puede ser clerical
porque no emancipa. Lo demas, lo incidental no importa,
o es indiferente...
*
*
El 16 de enero, de Pena sigue implacable en su tentativa. La-
sagna debe cruzar cartas con B. Montero Vidaurreta, un edu-
cador que se siente aludido por una de sus contestaciones.
El 18 de enero sigue Berra en la liza, y ataca los recursos
inmorales -asi dice él- del Director del Colegio Pio.
*
Ya la discusion empieza a volverse monotona, cuando el 22
de enero se produce una novedad. En la seccion "Remitidos"
de El Siglo, aparece un sefior N. N. -asi firma-, que desde
su angulo comenta la enojosa polémica. Cuesti6n de educa-
ci6n, es el rotulo. Y elegantemente se las torna con Berra y
de Pena. Su procedimiento dialectico es la redargucion. Dice:
El estilo de Berra es grave, sobrio; en suma, el que conviene
a la seriedad del asunto que trata.
En cuanto a la relaci6n hecha por el doctor Pena, es
un trabajo distinto. GC6mo es que la notable inteligencia

14.5 Page 135

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LAS POLÉMICAS
133
de este seiior no le ha indicado que hay ciertos estilos im-
propios para ciertos asuntos?...
Y en la misma cuerda prosigue hasta el final su satira
elegante.
El 23 de enero, N. N. entra mas a fondo en la cuestion.
Por lo referido, el resultado de los examenes puede conside-
rarse pobre. Pero "nada sabemos de los que contestaron bien,
y no sabemos corno contestaron los que los criticos dicen que
contestaron mal..."
*
Ademas, observa a pari que él ha asistido a examenes en
la Escuela Elbio Fernandez, dirigida por Berra, y ha oido res-
puestas increibles, corno la del nifio que dijo que en Cordoba
habia frailes que se comian a los chicos... Afirmacion -co-
menta- que, por supuesto, corrigio el profesor, y que no por
eso afectaba a la buena fama del establecimiento.
El 24 y el 25 de enero prosigue N. N. demoliendo método y
estilo de los doctores unidos ..., hasta que el 25 salen al ruedo
otros dos picadores. Ya el duelo se convierte en batalla.
Alfredo Vazquez Acevedo ataca duramente a N. N., y afirma
sin ambages que:
... el Colegio Pio ha sido hundido por las concienzudas y
brillantes publicaciones de los doctores Berra y Pena.
Por si alga faltara, otro corresponsal cifrado, X. X., asume
la defensa del Colegio Elbio Fernandez. Y la batahola sigue
los dias 26, 28, 29 y 30 de enero. N. N. contra X. X., y viceversa,
en pintoresco tiroteo.
Por fin, el 31 de enero N. N. decide cerrar el debate, entre
risuefio y mordaz:
En conclusi6n a mis criticas, diré a este seiior y a sus com-
paiieros la sintesis de mi pensamiento en estas palabras:
Ustedes se han propuesto una obra santa, pero la estan
haciendo mal...
Y termina aconsejandoles paternalmente reflexion y sere-
nidad, ya que en sus pullas solo uso la mitad de los argumentos
que le ofrecian las pifias que la colera dictaba a sus opositores.
El 1'? de febrero concluye también X. X.
Pero el 4 de febrero, F. A. Berra publica su Resumen y con-
clusi6n en la seccion de "Solicitadas". Tres columnas en que
se olvida de Lasagna, para dedicarse a N. N.

14.6 Page 136

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134
Luis Lasagna, el obispo misionero
Tanta tinta derramada, aunque no lo parezca, produjo sus ven-
tajas. Lasagna y los Salesianos, pensando sobrenaturalmente,
se dijeron y lo dejaron escrito:
No olvidaremos nunca que las obras de Dios necesitan e!
sello de las contradicciones mas rudas, para consolidarse
mas y mas ...14
Y corno mas se ama lo que mas cuesta, achicaron nostalgias,
y se apegaron al Colegio Pio, a los alumnos y a sus padres, que
los acompafiaron bizarra y afectuosamente en la lid periodistica.
El espiritu del cuerpo se consolido, y todos se comprometie-
ron a perfeccionar la empresa, que ya sentian corno propia, y a re-
montarla mas alla del alcance de las criticas.
El Superior de Buenos Aires, algo ablandado en sus pos-
turas, reforzo el persona! salesiano de Villa Colon.15
;':
Pero los entreveros con Berra no quedaron aqui. Éste si-
guio dedicado por afios a sus articulos pedagogicos, que publi-
caba regularmente en El Maestro, con el titulo de "Apuntes
para un curso de pedagogia".
Cuatro afios después, en el 82, los reunio en un volumen de
700 paginas, que merecio un premio en la Exposicion Continen-
tal de Buenos Aires. Mas: fue adoptado corno libro de texto
de las escuelas normales.
Lasagna, que acababa de llegar del primer v1aJe a Italia,
acudio al Obispo, escandalizado por su materialismo. Como
nadie creyo oportuno escribir alguna refutacion, o no se animo
a hacerlo; él publico siete articulos bibliograficos en El Bien,
que merecieron varias respuestas de Berra, con las consiguien-
tes réplicas de Lasagna, sin mayor fruto para nadie.
Los articulos de Lasagna fueron coleccionados por los exa-
lumnos en un folleto de cincuenta paginas, editado en 1883.16
1 Hé aqui la distribuci6n de persona! que trae El Mensajero del Pueblo,
discriminada por asignaturas y profesores respectivos:
C URSOS U NIVERSITARIOS. - Filosofia, Logica, Metafisica y Mora/, doctor Luis
Lasagna, Pbro.; Quimica e Historia Natural, Dr. Tomas Bettinetti, Pbro.; Fisi-
ca, Matemdticas y Cosmografia, Dr. Benvenuto Graziano; segundo afio de R eto-
rica y Poética, Historia y Geografia Universal, Latin, D. Juan Ghisalbertis; pri-
mer afio de Latin, Gramdtica Castellana, Historia y Geografia Universal, Dr.
Tomas Bettinetti, Pbro.; Filosofia de la Religion, Urbanidad, Conveniencias Ci-
viles y Socia/es, Dr. Luis Lasagna, Pbro.

14.7 Page 137

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LAS POLÉMICAS
135
CURSOS PRIMARIOS. - Cuarto eleme ntal superior, D. Luis Chiara; Tercero
elemental superior, D. Miguel Fassio, Pbro.; Segundo elemental inferior, D. Emi-
lio Rizzo; Primero elemental inferior, D. Alejandro Vergnano.
CURSOS EsPECIALES y CLASES DE ADORNO. - Contabilidad Mercanti/ y Teneduria
de Libros, Dr. Benvenuto Graziano; Inglés, Mr. Thomas Nolan; Francés, D. Juan
Ghisalbertis; I taliano, D. Agustin Mazzarello; Griego, D. Agustin Mazzarello; Ale-
mdn, D. Tomas Bettinetti; Dibujo Linea/, Ornato y Caligrafia, Dr. Tomas Bet-
tinetti; Musica, Piano y Armonia, D. Pedro Rota; Musica Vacai y Canto Grego-
riano, D. Juan Ghisalbertis, Dr. Benvenuto Graziano y Dr. Tomas Bettinetti;
Gimnasia y Esgrima, Dr. Benvenuto Graziano.
Director del Colegio, Dr. Luis Lasagna, Pbro.
Vicedirector y Economo, D. Agustin Mazzarello, Pbro.
Inspector de disciplina para cursos superiores, D. Espiritu Scavini.
Inspector de disciplina para cursos inferiores, D. José Gamba.
La Cronica del Colegio Pio afiade otras especificaciones salesianas, corno:
Don Miguel Fassio, catequista; don Tomas Bettinetti, consejero; don Espiritu
Scavini, consejero; coadjutores Juan Barberis, Antonio Bruna, Santiago Ceva,
Juan B. Cornelio, Antonio Maria Iardini, José Mandrino y Antonio Rota, y el
clérigo Alejandro Vergnano.
En el Colegio Pio vivian, ademas, los novicios Juan Felter, coadjutor; Luis
Luciani, coadjutor; Andrés Garavento, coadjutor; Tomas Olcese, coadjutor, y
Alejandro !mossi, clérigo.
2 Carta de don Bosco al padre Lasagna (18-X-1877):
"Car.mo D. Lasagna, / Eccoti i due confratelli che vanno con tutto buon
cuore per divider teco le fatiche e le glorie del Colegio Pio. Essi ti daranno
notizie dell'Italia, e ti diranno quali cose siano per loro più adatte. Sono am-
bedue musici cantanti e suonanti. Graziano ti appagherà anche per la scherma.
D. Bettinetti farà bene pel ginnasio superiore e pel disegno. Abbi fiducia in
loro; essi l'hanno illimitata con te. / Ricevo in questo momento la tua lettera
del 20 ottobre, e ti risponderò poco a la volta. Risponderò a tutti quelli che
mi hanno scritto, anche a tuoi allievi. Dirai loro che io desidero di vederli,
quindi o che essi vengano qui o che io andrò a Montevideo. / Allo giungere
questi due confratelli avrai già ricevuto gli altri primi partiti. / Mille rispettosi
ossequii a donna Elena Yacson, sua sorella, e tutti i nostri benefattori, come
se li nominassi ad uno ad uno. / Desidero vivamente che si canti un Te Deum
e si faccia una santa comunione in ringraziamento a Dio dei benefizi ricevuti. / La
grazia di N . S. G. C. sia sempre con noi, amen. / Torino, 18 S.bre 77. / aff.mo
amico / SAc. Gm. Bosco."
3 Cronica del Colegio Pio.
4 ACSS., 126, 2, a. 1878; E. Armand Ugon, J . C. Cerdeiras Alonso, L. Arcos
Ferrand y C. Goldaracena, Republica Orientai del Uruguay - Compilaci6n de
leyes y decretos, tomo X (Montevideo, 1930); El Maestro, 1878-1879, en la Biblio-
teca Nacional de Montevideo; José M . Vidal, El primer Arzobispo... , cit.,
5 Memorie biografiche, "Primer Capitulo Generai", voi. XIII, pag. 243;
" Division de Inspectorias", voi. XIV, pag. 221.
'ACSS ., carta a don Bosco, del 2-IV-1878.
7 Con el correr de los afios, Rafael Fragueiro lleg6 a ser destacado poeta
y p eriodista. En su obra Parnaso orientai, el reconocido académico Rau.J Mon-
tero Bustamante dice del nombrado : " Dos grandes temperamentos poéticos
ha tenido el Uruguay desde sus origenes, Zorrilla de San Martin y Rafael
Fragueiro".
' Bollettino Salesiano, 1878, N~ 10; Cronica del Colegio Pio IX de Buenos
Aires, pag. 18.

14.8 Page 138

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136
Luis Lasagna, el obispo misionero
' A. Ardao, Racionalismo..., cit., y diarios de la época.
10 P. José Vespignani, Crunica abbreviata della Casa l spettoriale di San
Carlo, pag. 16.
11 Cronica del Colegio Pio.
12 El Siglo, de Montevideo, ano XVI, 2" época, N? 4178, del viernes 3-1-1879,
y siguientes, en la Biblioteca Nacional de Montevideo.
13 El principal antagonista de Lasagna en sus polémicas periodisticas fue
Francisco Antonio Berra. La Gran enciclopedia argentina -Diego A. de Santi-
llan, tomo I , pag. 484 (Ediar S. A. Ed., Buenos Aires, 1956)- llena una columna
con datos extractados de El Monitor de la Eclucaci6n Comun, organo del Con-
sejo Nacional de Educacion de la Republica Argentina dedicado integramente
a Berra el afio de su muerte, 1906. Segun ella, nacio en Buenos Aires, el 3 de
diciembre de 1844, y aqui fallecio, el 13 de marzo de 1906. A los siete afios emigro
con su familia a Montevideo, y de ahi, a Salto. Torno a Montevideo en 1860,
y entre penurias realizo primero estudios artisticos, y luego, los de abogacia.
A los veintiun afios escribio Bosquejo hist6rico del Uruguay, del que mas tarde
hizo varias ediciones. Algunos juicios severos sobre Artigas encendieron polé-
micas historicas. Se lo conto entre los fundadores del Club Universitario, que
se trasformo en el Ateneo del Uruguay. En 1868 fue, también, de los fundadores
de la Sociedad de Amigos de la Educacion Popular, en la que resulto elegido
varias veces presidente o vicepresidente. En 1874 abrio su bufete de abogado
-calle Andes 89-; pero se dedico con predileccion a la pedagogia. En 1876 ac-
tuo con José Pedro Varela en la Comision de Instruccion Primaria. Disentia de
los empiricos planteos varelianos, y se esforzaba en darles fundamentos teoricos
y dogmaticos. En 1877 se le encargo la catedra de pedagogia en la Sociedad
citada, y en 1882 particip6 en el Congreso de Educacion de Buenos Aires, sobre
el que publico un libro. Volvio a la Argentina, y en 1894 ocupo la Direccion de
Escuelas de la provincia de Buenos Aires, durante el gobierno de Guillermo
Udaondo, puesto que ejercio entre luchas politicas, basta 1902. En esa fecha
se hizo cargo del Registro de la Propiedad, mientras dictaba catedra en la Fa-
cultad de Filosofia y Letras. Durante su estancia en Montevideo public6 una
decena de manuales y opusculos, dedicados a ten'las pedag6gicos . Ya en la Ar-
gentina, prosiguio su labor con otra decena de volumenes. (Cf. Arturo Carbonell
y Migal, Reforma educativa en el Uruguay, Ed. Monteverde y Cia., Montevideo,
1929; y publicaciones de la época: El Maestro, El Siglo, La Tribuna ..., ya ci-
tados.)
"Exdmenes publicos del Colegio Pio de Villa Colon, dirigido por los
Padres Salesianos (afio 1879), pag. 4.
15 ACSS., carta de don Bodratto a don Bosco de los primeros meses de 1879:
"Villa Colon marcha muy bien, porque tiene elemento propio, y el padre Lasagna
lo atiende en forma digna de elogio; pero necesita siempre persona! seguro y
bien preparado, porque es objeto de persecuciones por parte del periodismo".
16 El Bien, 1882, en la Biblioteca Nacional de Montevideo; Arch. Insp. San
José, Montevideo.
El padre Albera, al comentar el hecho, insinua que Berra fuera italiano.
No me consta. Al contrario, tengo la casi absolu ta seguridad de que era argen-
tino (cf. nota 13 de este capitulo). (Mons. L. Lasagna, cit., pag. 158.)

14.9 Page 139

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El clérigo Juan P. Ro-
driguez. Habia entrado
en Villa Colon el 10 de
junio de 1878, visti6 sa-
tana el 1~ de enero del
afio siguiente, y fue or-
denado sacerdote el 17
de febrero de 1883 . Fue
el primer sacerdote sa-
lesiano nativo 01denado
en América.
El padre José Gamba,
gran limosnero y fun-
dador del Colegio del
Sagrado Coraz6n y de
los Talleres Don Bosco.
También dirigi6 la casa
de formaci6n de Las
Piedras, y sucedi6 a La-
sagna en la regencia de
la Inspectoria uruguaya.
ALGUNOS DE LOS
PRIMEROS AYUDANTES
DEL PADRE LASAGNA
El padre Damaso Moreira ( 1863-
1928 ), uno de los primeros salesia-
nos uruguayos, y de los directores
mas distinguidos.

14.10 Page 140

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15 Pages 141-150

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15.1 Page 141

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Las Iundacion_es
Las estrellas naufragan en la duna.
cNo encallara la barca soiiadora
en las sirtes y rocas del abismo?...
J ER6NIMO CHIACCHIO BRUNO:
"Soneto de monsefior Lasagna",
Fiores del camino, pag. 150
(Montevideo, 1928) .
EL 79 ES ANO DECISIVO para la historia salesiana del Uruguay.
La Congregacion, a punto de sucumbir, brota de las cenizas,
rompe las murallas del Colegio Pio, y se convierte en institucion.
Mientras sus enemigos planean destruirla, y el padre Bo-
dratto organiza una retirada y algunos desertan, Lasagna co-
mienza los trasplantes, y germinan viveros nuevos.
El 8 de enero, .en pleno hervor de la desatada polémica pe-
riodistica, desembarcan refuerzos. El Umberto I deposita en
playas orientales tres salesianos de refresco: el subdiacono Mi-
guel Borghino y los clérigos Luis Calcagno y Carlos Peretta.
Venian a cubrir las vacantes de Bettinetti, Farina y Ghisalbertis,
que habian emigrado a Buenos Aires, desencontrados con la
marcha armoniosa del Colegio.
Con este persona!, muy limitado en numero y madurez,
Lasagna no solo enfrentaba los problemas de mejora y creci-
miento del Colegio Pio, sino que en breve plazo iba a organizar
tres Casas.1
Mal conoceriamos a Lasagna, si aceptaramos el hecho de
las nuevas fundaciones corno un brote de su ardiente fantasia,
o corno fruto de la mecanica fatal de los acontecimientos.
Todas sus facultades estaban perfectamente balanceadas.
El estallido fantasmagorico de su imaginacion era enseguida
controlado y sometido a proceso por una inteligencia agil y aguda,
tanto para el analisis corno para la sintesis. Evaluaba priori-
dades, establecia objetivos, y elegia sagazmente los medios y
Don Francisco Bodratto, primer inspector salesiano de
América, fallecido en Buenos Aires el 4 de agosto de 1880.

15.2 Page 142

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140
Luis Lasagna, el obispo misionero
los estadios viales para conseguirlos. El soiiador y el visionario
trabajaron siempre al servicio del planificador. En toda su
obra, nada esta comenzado al azar. Apreciaba las propias y
ajenas limitaciones, tanto mas sensibles y dolorosas, cuanto
mas nitida aparecia su condicion de peregrino de lo absoluto.
En su obrar trazumaba fe, no solo dimensionada en lo sobre-
natural, sino encendida en el fuego de un fervor imparable.
"Algunas veces -confiesa en carta a don Bosco del 24 de
noviembre de 1883- mi entusiasmo quisiera forzar la naturaleza
de las cosas; pero soy demasiado miserable para lograr milagros
de Dios ." 2
Ya no importaba la precariedad de su salud, ni siquiera los
presentimientos de una muerte proxima. Los largos y mortifi-
cantes insomnios de sus noches, se habian convertido en horas
de reflexion. Los graves defectos del personal que lo rodeaba
durante el aiio pasado -Bettinetti se habia tornado insoportable;
Ghisalbertis, trasladado a Buenos Aires, hasta lo habia insultado
soezmente en una carta en que agotaba el diccionario; Farina
lo habia comprometido con sus debilidades ...- , a pesar de las
naturales reacciones de fastidio, ira y desencanto, y del natural
decaimiento que le producian tamafias irregularidades, ellas
mismas reforzaban sus convicciones de que el superiorato no era
una canonjia, sino un servicio que debia prestar a sus Hermanos
y a la Institucion; y venciendo la normai repugnancia que sen-
tia, se jugaba entero por ellos. Ya vimos corno respondia, ante
la critica despiadada de sus adversarios externos ...
Pero las necesidades apologéticas no le desfiguraban la rea-
lidad. Ese afio construyo el teatro del Colegio, y lo hizo decorar
nada menos que por el famoso pintor Coliva; 3 inauguro un labo-
ratorio de fisica adquirido en Paris; y a pesar de que durante
la polémica, cada padre de alumno recibio por correo panfletos
insultantes, matriculo noventa y seis alumnos. Reorganizo, tam-
bién, el personal; redistribuyo sus atribuciones, e hizo crecer la
disciplina y el estudio de tal forma, que él mismo acotaba:
"muchos no se lo perdonarian".4
En 1877, mientras promediaban las grandes dificultades que
acompaiiaron a la implantacion del Colegio y a la propia y do-
lorosa adaptacion al medio, germinaron en su cabeza las ideas
basicas que van a inervar todas las lineas de la organizacion de
su trabajo.

15.3 Page 143

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LAS FUNDACIONES
141
La primera y fundamental, de la cual participaba Cagliero,
era profondamente realista: el Colegio Pio, aunque debiera so-
portar las contingencias inevitables del nacimiento; tanto por
razones pastorales, corno por motivos geograficos, politicos y
humanos, no podia continuar indefinidamente corno satélite de
Buenos Aires. Debia formar su propio sistema, integrado en
las modalidades de una naci6n independiente y celosa de las
propias caracteristicas. Por eso, ya a comienzos de 1878 pro-
puso a Cagliero la divisi6n de las provincias religiosas de la
Argentina y el Uruguay.5 lgual esquema adoptara algunos afios
después, cuando pise el Brasil, e insistira sin tregua para lograr
hacerlo efectivo.
Este pbnteo, y el casi unicato del Colegio Pio en la Repu-
blica Oriental, le hacian aceptar el hecho, también aprobado
por Cagliero, de afrontar el mas critico problema pastoral del
pais, y convertirse en el principal semillero de sacerdotes y lai-
cos dirigentes.
La fundaci6n del Seminario, inaugurado en 1879, lo relev6
de la primera obligaci6n, cuando entreg6 los candidatos al sa-
cerdocio que se albergaban en el Colegio Pio a los Padres
de la Compafiia; pero, en cierta manera, lo urgi6 para el
cumplimiento de la segunda.6
Ya en esos afios se revela en él una visi6n avanzada del
problema del apostolado de los laicos. Su amistad con el doc-
tor Mariano Soler y con la pléyade de pr6ceres que lo acom-
pafian en su labor, lo afirman en sus ideas.
En uno de los treinta y siete cuadernos de sermones y dis-
cursos de Lasagna que se guardan en el Archivo Central de la
Sociedad Salesiana, hay unas paginas que pertenecen, eviden-
temente, a estos afios -al principio de su carrera redactaba
completamente los discursos, mientras que luego solo escribia
ayudamemorias-, y que, por todos los indicios, contienen las
palabras pronunciadas en una de aquellas reuniones aniver-
sarias que los fundadores de El Bien realizaban debajo de las
buc6licas arboledas del Colegio Pio, desde fines de 1879.
Viste colores de la época; pero es francamente revolucio-
nario, y asi exclama:
Cuando los Religiosos son perseguidos y expulsados, y el
clero, amordazado y encerrado en los templos; cuando se
desprestigia al sacerdocio y se lo veja..., iquiénes avanzaran
a recoger el pabe116n de la fe, para hacerlo flamear en la
arena del combate y llevarlo a las glorias del triunfo que
le esta prometido?

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142
Luis Lasagna, el obispo misionero
Solamente los laicos y los seglares cat6licos.
Vuestra presencia, sefiores; vuestra actitud..., tienen al-
tisimo significado, que aplaudo con todo mi coraz6n.
En los tiempos heroicos del cristianismo, fueron laicos
Clemente de Alejandria, Lactancio... y Severino Boecio, los
que con la elocuencia de su voz y de sus escritos, con su
erudici6n inmensa, defendieron la fe y los altares.
Regocijémonos al ver repetirse en nuestros dias las glo-
rias de aquellas épocas inmortales en que obispos y sacer-
dotes hallaban en el laicado cooperadores capaces, y valien-
tes sostenedores. Italia pronuncia con veneraci6n los nom-
bres de Manzoni, Cantu y Péllico; Francia exhibe al munda
cat6lico las grandes figuras de Chateaubriand, Nicolas, Veui-
llot y Montalembert; Espafia se regocija en Donoso Cortés,
Aparisi y Guijarro, Nocedal y Marcelino Menéndez y Pela-
yo..., sin hablar de Alemania, Inglaterra o nuestros vecinos
de allende el Plata...
Aqui, estrechados alrededor de nuestro Prelado, seremos
instrumentos gloriosos de los designios divinos.
j La hora del laicado ha llegado !...
En los tiempos pasados, cuando los barbaros asolaban
a Europa, la Iglesia le opuso la fuerza de sus Ordenes caba-
llerescas. Ante la nueva invasi6n barbara que profana a la
ciencia, las leyes y la sociedad, deben brotar las nuevas for-
maciones caballerescas, armadas de fe, ciencia, ilustraci6n
y cultura.
Este discurso era expresion de realidades concretas. En
el Uruguay, ya el laicado catolico, no solo suplia a la caren-
cia de clero, sino que formaba un aguerrido ejército apostolico.
Lasagna colaboraba permanentemente con ellos, ya sea en el
periodismo, en el Club Cat6lico -adonde llevaba los alumnos
mayores- o en las Obras Vicentinas; y los laicos lo apuntalaban,
no solo con asesorias técnicas y financieras, sino que por mu-
chos afios le dirigieron su obra de los oratorios festivos. Por
eso, lucho denodadamente para formar en su Colegio planteles
de lideres catolicos.
Ya el 16 de julio de 1877 -cuando todavia el padre Cagliero
andaba por el rio de la Plata, el Colegio Pio se debatia en su
primera crisis, y él no acababa de sacudir sus nostalgias- elevo
a don Bosco un proyecto de creacion de universidad catolica, que
luego horrorizara a Bodratto. Afirma en su carta que, después
de los primeros inconvenientes sufridos,
los hombres desprejuiciados abrieron los ojos y nos redo-
blaron su estima y afecto. El Colegio no perdio, sino que

15.5 Page 145

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LAS FUNDACIONES
143
cambio alumnos : ha estado siempre tan lleno y completo,
que no puede recibir mas. Todos saben que si este afio ha
habido algo que desear, no volvera a suceder, ya que espe-
ramos refuerzos de Turin.
Toca ahora a usted, amado Padre, hacer que no se
frustren nuestras aspiraciones. Mandenos personal elegido,
y recogeremos mies abundantisima. Todos los colegios ma-
s6nicos vacilan. Uno tan estimado corno el Politécnico, se
ha ido a la bancarrota. La libertad de ensefianza es de un
valor inestimable. Y corno aqui los estudios de Derecho
se realizan en s6lo dos afios en una universidad desorde-
nada y mas6nica que regenta el Estado, muchos me animan
encarecidamente a que abramos cuanto antes nosotros mis-
mos los Cursos de Derecho. Si usted nos enviara para
comenzar una cabeza corno don Bertello, que dictara Dere-
cho de gentes, internacional y constitucional, economia poli-
tica y derecho administrativo; con un abogado sacerdote
local que asumiera la catedra de Procesos judiciales, esta-
riamos seguros de un resultado estupendo y admirablemente
fructuoso ...
Le sefialo esto, para que lo haga objeto de maduras re-
flexiones, y para que los Hermanos de buena voluntad que
viven en Turin, puedan comprender la importancia de nues-
tra misi6n en esta joven Republica, victima basta boy de la
ignorancia y de los escandalos de muchos aventureros que
hacen trafico indigno de la ciencia, de la moral, de la jus-
ticia y de cuanto hay de mas sagrado en la Tierra.
Y renglones rnas abajo afirrna enfaticamente, dirigiéndose
al padre Cagliero:
Era tanta la necesidad que habia en este pais de los Hijos
de Don Bosco, que el Colegio que usted fundara, a diferen-
cia de todos los otros, no tuvo infancia, y debi6 presentarse
inmediatamente en el vigor de la virilidad.
Y no se quedaba en proyectos. El 18 de enero de 1878, co-
rno virnos, vuelve sobre el terna en carta a don Bosco.
A pesar de las intirnas depresiones que permanentemente
sufria, y de su precaria salud fisica; los que lo rodeaban, solo
sabian de su euforia, de sus entusiasrnos y de sus ernpresas.
Continuamente les inculcaba que no se debia temer ni al tiernpo,
ni a las circunstancias. Aunque la parte hurnana padeciera,
Dios siernpre iba a ofrecerles gracia y ayuda proporcionadas a
las dificultades.
Estaba convencido de que la evoluci6n avanzaba inexorable

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144
Luis Lasagna, el obispo misionero
y providencialmente, y si no la encauzaban los sensatos, la es-
trellarian los desorbitados.
El 15 de noviembre de 1879 escribe, en la introducci6n al fo-
lleto Exdmenes publicos del Colegio Pio:
Por mas justos que hallemos los motivos que tienen muchos
para temer de la marcha violenta de las cosas en nuestros
dias, nos parece imposible no ver en este movimiento asom-
broso de los contemporaneos bacia el saber, sino una dis-
posicion providencial. A lo menos, la revelacion luminosa
de un descontento universal, la revelacion de una necesi-
dad muy seria que tienen los espiritus de salir de una vez
de las dudas ..., la necesidad de sacudir tantas fatales ilu-
siones ...
cOué haremos nosotros ... ante movimiento tan asombro-
so? cOuedaremos en la inercia de una rutina ya declarada
insuficiente? Esto, aunque parezca plausible a los perezo-
sos..., sera abdicar comodamente de nuestros derechos ...
Debemos hacer lo que hizo siempre la Iglesia Catolica...,
ponernos al frente del movimiento para dirigirlo, a fin de
que no vayan a estrellarse contra los escollos del error o
perderse en los abismos del escepticismo...7
Afios después volvera sobre el tema, en carta a don Julio
Barberis:
Alabo cuanto puedo el estudio [entre los clérigos] de las
ciencias positivas y exactas, en contra de las cuales se ha
notado una infundada prevencion y desconfianza entre el
clero de Italia.
Estos estudios, bien dirigidos, son ayuda inestimable
para el desarrollo de nuestra fe. Si bien es cierto que hay
materialistas entre los sabios, también es cierto que esto
se debe a una equivocada direccion filosofica, o a la falta
absoluta de filosofia. Haz preceder los estudios con un so-
lido fondamento filosofico, amplio y abierto, no encerrado
en la estrechez de ciertos tratadillos indigestos, y luego, no
temas abrir las puertas de la naturaleza a tus alumnos, para
que estudien las maravillas desparramadas por la mano de
Dios. Lejos de ser un peligro, estos estudios resultaran la
mas eficaz defensa...8
Pero no se detenia solamente en los problemas de alto nivel.
Tenia exquisita sensibilidad para el mundo del trabajo, al que
deseaba afirmar en su dignidad cristiana y humana, e inmuni-
zar contra las ocasiones colectivas de pecado. Por eso, no des-
cuidaba un instante el imperativo de su vocaci6n salesiana, ni

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LAS FUNDACIONES
145
el encargo explicito de Cagliero, que desde su ingreso en el
Uruguay se movia tras los rastros de un escuela de artes y oficios.
Cagliero tenia puesto el ojo en la Escuela del Gobierno, y
habia mantenido varias conversaciones con Latorre, que nunca
llegaron al campo resolutivo.
De Turin insistian en el tema; principalmente, por baca de
don Rua. Y el 19 de febrero del 78, Lasagna responde:
Con el Gobierno no llegaré a nada, porque ya tomo la ini-
ciativa de fundar una [escuela propia], que, corno es previ-
sible, va a terminar convertida en carcel. Por eso, me he
vuelto a los privados. Los Jackson estan ciertamente entu-
siasmados; pero en este momento se han empefiado en la
construcci6n del Seminario...
Los que pueden ofrecernos todo lo que necesitamos, son
los miembros de la Sociedad de San Vicente...9
Y con ellos, corno veremos, se realizara el primer ensayo
de escuela profesional salesiana en el Uruguay.
En efecto, a mediados de 1879 el presidente Latorre fund6
la esperada escuela de artes y oficios del Gobierno. La estable-
ci6 en los edificios que habian pertenecido al Instituto Nacional
de don Pedro Ricaldoni, y pobl6 sus talleres de herreria, carpin·
teda, zapateria, tipografia, etcétera, con 178 alumnos: 26 en-
viados por la policia, 121 considerados incorregibles por sus
padres, y 31 abandonados .10
Su realismo y los consejos de amigos lo empujaban hacia algo
nuevo. En tratandose de ensefiar a la juventud desheredada a
ganarse honradamente la vida, en el Uruguay era tanto o mas
importante que una escuela de artes y oficios una escuela de
agricultura. Y de esto habla con los Jackson y con don Félix
Buxareo, desde sus primeros encuentros.
Para los Salesianos era ciertamente una novedad; porque,
si bien la Sociedad habia tenido ya ofrecimientos de colonias
agricolas -sea por el Municipio de Turin, en 1871, o en 1877,
en La Navarre (Francia), o la de Magliano Veneto, en 1879-,
nunca habian funcionado corno tales. Por otra parte, la escue-
la agricola sudamericana revestia especialisimos caracteres, que
todavia hoy no pueden asimilar muchos europeos.11
En el concepto local, la organizaci6n de la escuela agrotéc-
nica desde su origen se aponia a la idea carcelaria que oscurecia
10

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146
Luis Lasagna, el obispo misionero
a la de artes y oficios. Este fenomeno, que se trataba de evi-
tar, fermentaba en la urbanizaci6n. La escuela agricola debia
ser la escuela profesional basica de la juventud trabajadora
uruguaya, para que ésta no emigrara a las ciudades.
Ya en marzo de 1876, Latorre habia creado la Direccion Ge-
nera! Agronomica. En 1877 resolvio la ereccion de una granja
experimental. Lamentablemente, solo funcionaron los cursos teo-
ricos, y todo desaparecio con el plan de economias del afi.o duro
de 1879.
Don Guillermo Fernandez, director del colegio particular
del Salvador, instalo en su quinta del camino Larrafi.aga una
seccion de ensefi.anza agricola. "La Republica necesita de ciuda-
danos trabajadores y no hombres que derramen inutilmente su
sangre por cuestiones de partido", <leda briosamente, al inau-
gurar los cursos.12
Por eso, en febrero de 1882 don Juan Jackson tomo la ini-
ciativa, y ofrecio nuevamente a los Salesianos un terreno de
220 hectareas en las inmediaciones del Manga.
Lasagna sentia ansias locas de iniciar una obra "que seria
-son sus palabras- la primera de la América del Sur"; pero
esta empantanado, por la falta de persona! y la politica de
Bodratto.13
Mientras tanto, comenzaba la obra de redencion socia! urbana,
por medio de los oratorios festivos. Los habia organizado el
mismo afi.o de 1878, con una doble finalidad: por una parte,
rescatar de la ignorancia religiosa a los nifi.os del Pantanoso,
que no podian asistir ni a las clases gratuitas del Colegio Pio,
ni a las funciones religiosas, ni a los catecismos de los dias fes-
tivos, por elemental carencia de rapa y calzado, y por otra parte,
educar en la responsabilidad del apostolado a los alumnos del
Colegio, que en sus paseos podian apreciar el espectaculo de
pobreza, miseria e ignorancia de muchos sectores populares, y
preparar una pléyade de ap6stoles laicos.
Asi naci6 el Oratorio del Colegio Pio, "apostolado hecho
por nifi.os entre nifi.os"; apostolado de laicos cat6licos respon- ·
sables de sus obligaciones, ante la necesidad de sus hermanos y
la escasez de sacerdotes.
Cuando empezaron a multiplicarse los colegios, en 1880, La-
sagna le dio amplias proyecciones. Formo la sociedad de los
Oratorios Festivos, que al comienzo la llam6 de Amigos del Pue-
blo. Con la bendici6n de monsefi.or Vera, llego a estructurar en

15.9 Page 149

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LAS FUNDACIONES
147
Montevideo y sus alrededores -Colon, Las Piedras, La Paz, Villa
Union y otros puntos- diez centros de formacion cristiana diri-
gidos por laicos, solamente asesorados por un sacerdote o pa-
rroco, que se dedicaban a evangelizar a la juventud pobre y
abandonada.
El 19 de julio de 1882, el presidente de la Asociacion, Luis
Pedro Lenguas, hace un balance retrospectivo de la obra. Apa-
rece en El Bien del 8 de agosto, y muestra una labor efectiva e
incansable.
En junio de 1883 se resolvio imprimir un Reglamento. Lo
escribe enseguida Manuel Gonzalez, lo revisa el padre Lasagna,
y quedo oficialmente aprobado por monsefior Inocencio Yéregui
el dia 12.14
Pero todo nace con dolor. Hasta el dia arranca en auroras te-
fiidas de sangre...
Sus proyectos requerian persona! adecuado, y no solo no
lo habia con la necesaria competencia, sino que simplemente
no habia. El Superior de Buenos Aires, don Francisco Bodratto,
ademas de estar apremiado por mas demandas que recursos,
sufria los prejuicios ya mentados en contra de las Casas del
Uruguay. A cada proyecto de Lasagna, respondia indefectible,
mente que no. Entonces, las rogativas de Lasagna apuntaron a
Turin. Escribia a don Bosco, a don Rua, a Cagliero... Hasta
avizoraba el horizonte con notable discernimiento de personas,
corno cuando el 20 de marzo del 78 incluia entre las sugeren-
cias y suplicas, la siguiente :
He conocido un hermano de Vespignani que ahora esta en el
Oratorio. Posee una enorme facilidad para el dibujo. Por
favor, haganlo estudiar con algun buen profesor ... y después
envienmelo ...
Toda su correspondencia era una larga letania, siempre en-
cuadrada en el mismo esquema: Primero, deslizaba afioranzas,
penas y dificultades, y un informe periodico sobre el persona!
que don Bosco exigia; luego, venian los proyectos para enfrentar
las realidades, y finalmente, la su.plica angustiosa de ayuda:
necesitaba persona!, y persona! capacitado, "con buena !etra
-subrayaba- y buena cara..." 15
Pero Buenos Aires era de piedra, y Turin destilaba por gotas.
Por eso, y por su amor a la Congregacion -el Colegio Pio
fue un vivero de formacion de persona! que trabajo luego en

15.10 Page 150

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148
Luis Lasagna, el obispo misionero
toda América-, Lasagna consagro sus mejores energias a la ca-
pacitacion del persona! que lo acompafia~a, y que, a juzgar por
los informes que rinde a don Bosco, todavia estaba bastante verde.
Era su alter ego el padre Carlos Cipriano, de una miopia
fisica legendaria, pero de una fidelidad y vision espiritual y hu-
mana sin medida. No le fue facil al pobre suplir en la ense-
fianza al idoneo coadjutor Graziano; pero poco a poco fue ma-
durando una preparacion matematica que nunca olvidaran sus
alumnos.
Lo acompafiaban el padre Miguel Fassio, cuya mediocridad,
solo comparable a su bondad, ya conocemos, y el padre José
Beauvoir, futuro apostol de la Tierra del Fuego, que se estrena-
ba en las lides apostolicas. A él se referia monsefior Vera,
cuando con franqueza criolla preguntaba al clérigo Gamba:
-iComo se llama ese curita que tienen en la parroquia de
Las Piedras, y que habla el castellano corno un bagual? 16
Miguel Borghino iba a ser el fundador de las Casas del Bra-
si!, y el pionero salesiano de la ciudad argentina de Bahia Blanca.
Los clérigos, a(m vacilantes, bajo el buril de su mano maestra
iban a formar una escuadra de proceres: Luis Calcagno, José
Gamba, Carlos Peretta, José Rota... Y tantos otros, que halla-
remos en la ruta de esta historia, a los que modelo en religion,
ciencia y alegria. Porque, a pesar de la lucha, todo se amasaba
con sonrisas, que nacian de la paz del alma y florecian en el
humor que Lasagna cultivaba sin esfuerzo.
Cuando el coadjutor Ceva, despensero, pania en la mesa vino
muy rebajado, él -que nunca lo probaba, por razones de salud-
lo increpaba diciéndole que no gastara tanta agua, necesaria
para bautizar indios en la Patagonia.
Pero, a pesar de que con los afios desfilaron por sus manos,
para ser formados, hombres extraordinarios venidos de Turin,
corno Bernardo Vacchina, Luis Comoglio, Lorenzo Giordano, An-
tonio Malan, Juan Balzola, Ricardo Pittini... , llego a la conclu-
sion de que debia abastecerse en casa.
Esto, que hoy parece normal, no se veia entonces tan claro.
En primer lugar, era realmente insolito contratar persona! civil
para desempefiar cargos docentes en los colegios, o para orga-
nizar tareas apostolicas especiales. En 1878, el Colegio Pio tenia
tres profesores laicos: dictaba inglés Philip Noel; dibujo, D. F.
Santulli, y ensefiaba en segundo grado elemental Manuel Fras-
cara.17
Ya vimos corno encargo la organizacion y direccion de la

16 Pages 151-160

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16.1 Page 151

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LAS FUNDACIONES
149
red de oratorios festivos a un equipo de exalumnos del Colegio,
que operaban al modo de los Vicentinos.
Pero mas novedoso resultaba cultivar vocaciones indigenas.
Las congregaciones religiosas -y por ende, también los Sale-
sianos- de hecho no recibian corno aspirantes al sacerdocio
sino a europeos o nativos de pura sangre. El origen y el idioma
hizo que la preferencia de los Salesianos se dirigiera, sobre todo,
a los italianos. Este tipo de discriminaci6n con diversos ma-
tices -y de ello existen pruebas a granel- se va prolongando por
muchisimos afios.
Lasagna, sin embargo, ya habia comenzado con las excep-
ciones. Durante el afio de 1877 anota oficialmente, junto con
dos italianos, al argentino Avelino Martinez, y el 6 de octubre del
mismo afio escribia a Cagliero:
Las vocaciones que cultivamos se desarrollan, y algunas ya
se manifiestan, aunque no debamos forjarnos ilusiones. Me
parecen, sin embargo, notables las de Fullo, Migone, Enrique
Arocena y Arrillaga. Sin hablar de las que tenemos del
Obispo ... 18
El 78 y el 79, ya tiene algun nov1c10 nativo, y el 80 anota
un grupo que le va a dar inmensas satisfacciones.
El 7 de marzo del 80 escribe decididamente a don Bosco.
Esta convencido de que todo es inutil sin sacerdotes, y que,
por lo tanto, es necesario absolutamente fundar cuanto antes
en el pais la Obra de Maria Auxiliadora para las vocaciones ecle-
siasticas. Afirma Lasagna:
Muchos desconfian demasiado de las vocaciones de los in-
digenas. El mismo monsefior Luis Mattera, dèÌegado apos-
tolico, me hablaba hace muy poco con. dolor de la incons-
. . tancia, de la volubilidad, de la fatal ligereza de esta gente;
poco aptos, por lo tanto, para los sacrificios que impone fa
vida sacerdotal.
Sin embargo, yo creo que Jesucristo, Rey de los cora-
zones humanos, puede trabajar mas a gusto, con mayor fa-
cilidad que el hombre que manipula la cera, dandole todas
las formas que la fantasia excogite. iY Maria .Auxiliadora
es mas potente que todos los demonios! ...
Por lo tanto, fundaremos la Obra de Maria Auxiliadora,
y acercaremos al Coraz6n de Jesus algunos corazones...
Esta Obra nos proveera pronto de personal practico
e inteligente..., o sea del que nos es indispensable hasta para
el éxito de Ias grandes Misiones de la Patagonia.19

16.2 Page 152

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150
Luis Lasagna, el obispo misionero
Acta seguido, enumera los medios de que dispone. Ya ha
convencido a la familia de Jackson de adosar a su proyecto de
escuela agricola, una casa de formaci6n de persona!.
Mientras tanto, el 15 de octubre del 80 ya ha organizado el
Seminario en Las Piedras, y le puede decir a don Rua:
Tengo en la cabeza la idea de echar ahi los fundamentos de
la Obra de Maria Auxiliadora para las vocaciones eclesiasti-
cas. He recibido la bendici6n del Obispo y de todos los
buenos. Y el dinero y apoyo suficientes para comenzar mo-
destamente una obra de grandes esperanzas para la Con-
gregaci6n.
Y el 8 de mayo del 81 puede alegrarse con don Bosco:
Usted recordara que pedi su bendici6n para fondar en el
Uruguay la obra providencial de Maria Auxiliadora para las
vocaciones eclesiasticas, las cuales aqui no solo son escasas,
sino cosa extraordinaria. Pues bien; en poquisirno tiempo
Maria Auxiliadora ha recogido bajo su manto a rnas de veinte
rnuchachos que se preparan... para ser pronto nuestros va-
lientes camaradas. La Virgen... trajo a algunos de rnanera...
en cierta forma extraordinaria..., de las rnas diversas regio-
nes. Son todos rnayores de quince afios. Ocho orientales,
seis italianos, dos argentinos, un norteamericano y un irlan-
dés. A éstos deben afiadirse los dos herrnanos Rodriguez
y Migone (clérigos orientales) y Bacigalupo, ya profesos.20
*
;':
Los tramites para asumir el curato de la parroquia de Las Pie-
dras y la direcci6n del Colegio de San Vicente, se desarrollaron
contemporaneamente.
El 11 de noviembre de 1877, monseiior Vera habia iniciado
su letania de ruegos para lograr que los Salesianos aceptaran la
parroquia de Las Piedras. Y el 19 de febrero del 78, Lasagna
comunicaba a don Rua que habia entablado negociaciones con
los Vicentinos.
A ambos proyectos, Bodratto respondi6 redondamente que
no: carecia de persona!. Lasagna admite que "el Superior tiene
razon Pero acude a Turin -de donde lo acucian para que
funde la escuela de artes y oficios-, y pide persona! :
Acerca de la parroquia de Las Piedras, el padre Bodratto
me responde que no quiere cornprorneterse con el personal
que tenernos en Arnérica, y tiene raz6n. Pero, corno rnon-
sefior Vera insiste y suplica, y por otra parte la situaci6n

16.3 Page 153

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PRIMERA CARTA
DE DON BOSCO
A LOS ALUMNOS
DEL COLEGIO PtO
DE VILLA COLON
(URUGUAY)
Desde Marsella contesta don Bosco
el 16 de julio de 1877 a la carta
que los muchachos del Colegio Pio
le enviaron con ocasi6n de su dia
onomastico, el 24 de junio. Des-
pués de agradecer la satisfacci6n
que le causaron, y alegrarse de la
uni6n en el afecto de todos sus
hijos de Montevideo, San Nicolas,
Buenos Aires, Francia, Roma, Pia-
monte, Suiza y Trento; trasmite a
los j6venes, padres de famifia y
maestros de Villa Colon, la bendi-
ci6n del augusto pontifice Pio IX.
Les pide, luego, noticias sobre el
aprovechamiento en su formaci6n,
y les promete rezar muy especial-
mente por ellos el dia de santa
Rosa de Lima.

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152
Luis Lasagna, el obispo misionero
seria muy ventajosa para la Congregacion, que haria el bien
con fruto y honor; le ruego, si usted lo cree bien, que nos
envie alguno.. . Podia ser el subdiacono Scavia, una vez
o r d e n a d o ...21
Para facilitar la gestion, consigue de sus cooperadores el
dinero necesario para los pasajes de los que han de venir. Pero
en esos dias viene Bodratto para la visita de inspeccion, halla
los depositos, y se lleva el dinero a Buenos Aires. En dos afios,
retiro de Villa Colon mas de 15.000 liras oro, sin atender a re-
clamos ni explicaciones.
El 5 de agosto de 1878, Lasagna insiste en carta a don Bosco:
El Obispo espera siempre una decision sobre aquella ben-
dita parroquia de Las Piedras. Usted nos haria un gran
favor si le dijera una palabrita al padre Bodratto, o todavia
mejor si me enviara directamente un sacerdote que pudiera
asumir el curato...
Y de pasada se le escapa la pregunta nostalgica: '\\Cuando
voivera por estos pagos el padre Cagliero ?"
Tenia que enviarle con ésta, el dinero de los pasajes de ese
sacerdote y de las seis Hermanas; pero don Bodratto no me
deja ni respirar...
*
*
*
·Don Joaquin Moreno, celoso ex jesuita espafiol, habia ejercido el
curato de Las Piedras por veinticuatro afios, desde el 11 de no-
viembre de 1854. Pero, muy vinculado al Partido Bianco, era
objeto de persecucion por el gobierno de Latorre. El 12 de
enero del 77, viejo y cansado, presento su renuncia y se retiro.
Uno de los ultimos actos publicos a los que asistio, fue la misa
inaugurai del Colegio Pio, el l'? de maya de 1877. Desde enton-
ces, el Obispo penaba buscandole sucesor.
Por dos afios, la parroquia fue regida por interinos. Don
José Antonio Gonzalez firma registros desde el 15 de enero del
77 hasta el l '? de maya del 79, y don Juan Fuentes, en maya y
junio de este ultimo afio.22
Los tramites dormitaban, hasta que un dia el Obispo dio
un golpe. El 3 de marzo del 79, sin previo aviso, extendio un
decreto: resuelve "encargar [a Lasagna] de la administracion
de la parroquia [de Las Piedras], para que de por si o por los
Padres que designe se sirva desempefiar ese puesto eclesiastico" .23
Dos dias después, escribio a don Bosco. Contesta a su carta

16.5 Page 155

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LAS FUNDACIONES
153
del 31 de enero y a otras anteriores; agradece oraciones y sa-
ludos, y elogia sin retaceos la labor de los Salesianos. "Sus
Hijos -le dice-, los que residen en este nuevo munda, se hacen
cada dia mas apreciables ..."
Firma la nota, y afiade la siguiente posdata:
Me he visto precisado a encargar la administraci6n de una
parroquia vecina a Colon, al Padre Rector del Colegio Pio.
Mi viejo amigo [don Bosco] protegera este nombramiento.
Asi lo espero.24
Muy probablemente, el Obispo aprovecho la oportunidad de
que Lasagna habia comprado en Las Piedras, con la ayuda de
dona Elena Jackson, un terreno para colegio de Hermanas, y
que pensaba inaugurarlo el 10 de marzo.
Lasagna fue el primer sorprendido. Después de conversar
y discutir con el Obispo, envio a Turin copia del nombramiento,
seguido de un informe persona!. Bodratto cedio a regafiadien-
tes, y nunca digirio la pildora.
Vino la aprobacion de Turin, y en junio ya estaba listo para
hacerse cargo de la parroquia. Al principio, penso en enviar
al padre Risso, que venia de San Nicolas; pero al fin se decidio
por Beauvoir.
Sin embargo, la parroquia siguio varios meses aun dirigida
por los dos jovenes Tenientes, ya nombrados. Cada uno de
ellos cobraba un sueldo de 400 francos mensuales. Con lo que
restaba de las limosnas, apenas habia para el sacristan y el
organista. Lasagna pidio refuerzos a Turin: Porta, Giordano
O algun otro .. .25
Las Hermanas abrieron una modesta escuela primaria, y co-
menzaron .su labor. Las dirigia desde Colon sor Angela Vallese,
representada en Las Piedras por la vicaria, sor Juana Borgna.
Colaboraban con ésta, sor Victoria Cantu y sor Laura Rodriguez.
Lasagna las visitaba semanalmente. Cabalgaba de puerta
a puerta. De paso, visitaba la parroquia y a los Tenientes. Fi-
nalmente, en junio Beauvoir se instalo en la parroquia. Y el
20, su firma aparece por vez primera en los registros parro-
quiales.26
*
*
*
El colegito de las Hermanas habria realizado un apostolado si-
lencioso, si no hubiera sido por el famoso conflicto de las ins-
pecciones.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Con motivo de una gira por los departamentos del norte, el
coronel Latorre advirtio que en las escuelas privadas de esa zona
se hablaba solamente portugués. Impartio la orden directa de
que obligatoriamente se debia dar preferencia al castellano, y
mando reglamentar la medida. Asi fue corno se establecio que
todas las escuelas debian ensefiar el castellano, bajo pena de
clausura, y que el Estado debia vigilar el cumplimiento de la
ordenanza.
Con este antecedente se reglamento el decreto de libertad
de ensefianza, que publico Latorre, "Gobernador provisorio de
la Republica, en Consejo de Ministros", el 24 de agosto de 1877.
El articulo 47 dice asi:
Se declara libre la fundaci6n de establecimientos de educa-
ci6n privados, en toda la Republica, sin mas limitaciones
que las siguientes:
1~) Las Comisiones departamentales podrdn solicitar
de dichos establecimientos todos aquellos datos que se re-
lacionen con los intereses escolares de su respectivo De-
partamento.
2~) Sus Directores estan sujetos a consentir toda ins-
pecci6n que se ordene por las autoridades competentes, en
cumplimiento de las disposiciones relativas a la Higiene y a
la Moral publica.
3~) La Direcci6n General de Instrucci6n Publica podrd
ordenar en los casos que a su juicio justifiquen esta medida,
visita de los Colegios Particulares, para informarse de si la
ensefianza que en ellos se da, no es contraria a la moral y a
la Constituci6n de la Republica.
Asi las cosas, el inspector departamental de Guadalupe, don
Andrés Dubra Seoane, se presento un buen dia, a principios de
julio, a fiscalizar el colegio de las Hermanas de Las Piedras.
Éstas, todas asustadas, se negaron a franquearle la entrada, y
solo atinaron a decide que para cualquier cosa debia dirigirse
al padre Lasagna, director del Colegio Pio de Villa Colon.
Dubra, muy fastidiado, informo al Gobierno, y el ministro
José Maria Montero cito por telegrama al padre Lasagna. Éste
recibio la citacion durante el almuerzo. Ensillo su coree!, ca-
balgo hasta la estacion, y en el primer tren de la tarde se llego
a Montevideo.
Ya en la Casa de Gobierno, por razones de amistad entro
primero en el despacho del ministro de Relaciones Exteriores,
don Juan Gualberto Méndez. Por éste se entero del estado de
la cuestion.

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LAS FUNDACIONES
155
Mientras conversaba con Méndez, llego el ministro de Gue-
rra, corone! Eduardo Vazquez, y los tres prepararon la estra-
tegia para enfrentar a Montero.
Méndez lo acompafio amablemente. Montero estaba real-
mente disgustado. Lasagna capeo el tempora!: Las Hermanas
habian abrado inocentemente; pero tenian razon sin saberlo,
porque el presidente Latorre le habia prometido personalmente
que no se realizarian inspecciones a los colegios de las Hermanas,
sino en presencia del Superior salesiano.
Méndez oficio de amigable componedor, y finalmente, ya
en términos cordiales, se llego a un acuerdo de caballeros:
Las inspecciones à los colegios de Hermanas no pasarian de
dos por afio; se harian en presencia del director salesiano; el
inspector no examinaria alumnos, sino que se limitaria a re-
cabar datos estadisticos, y comprobar en textos y cuadernos la
marcha de la !:!nsefianza del castellano.
Lasagna medito toda la noche los términos del arreglo; los
hizo poner en limpio, y al dia siguiente, 8 de julio, se presento
de nuevo a Montero. y logro que el Ministro firmara una comuni-
cacion a la Direccion Generai de Instruccion Publica dentro del
espiritu del acuerdo, que dice asi:
MINISTERIO DE GOBIERNO
Montevideo, julio 8 de 1879.
La inspecci6n o visita que con arreglo a las leyes de
instruccion publica deben practicar las autoridades escolares
en los colegios dirigidos por Hermanas de Caridad, ya sean
particulares o subvencionados por el Estado, se limitaran
a la simple torna de datos estadisticos, proporcionados por
las respectivas directoras, y a cerciorarse si se ensefia cl
idioma castellano con preferencia a otros.
Esta disposicion en nada contraria el espiritu de las
leyes vigentes, concurriendo por el contrario a hacer efec-
tivo el principio de la libertad de ensefianza consignado en
esas mismas leyes.
Frente a la inspeccion o visita bajo este aspecto, las di-
rectoras de esos colegios no opondran resistencias a que
se practique, y las autoridades escolares podran cumplir su
mision con exactitud y sin lastimar derechos legitimos con-
sagrados por las leyes de la Republica.
La Direcci6n Genera! se dignara impartir sus ordenes
a fin de que se cumpla lo dispuesto.
Dios guarde a Ud.
JOSÉ M. MONTERO (H.)
A la Direcci6n General de I. Publica.27

16.8 Page 158

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Lasagna tomo la copia de la disposici6n, y con la alegria
de un nifio travieso se fue a la Curia y entrevisto a monsefior
Vera. Éste no terminaba de felicitarlo.
-No sabe usted que se trata de un verdadero triunfo ...
-fue el comentario del Obispo.28
Inmediatamente, le orden6 enviar copias a todos los colegios
catolicos.
Lasagna no era hombre de desaprovechar oportunidades. En
la misma entrevista habia presentado a Montero sus planes de
abrir un colegio parroquial en Las Piedras, y le suplicaba fa-
cilitara la gestion devolviéndole los locales de la antigua iglesia
parroquial, que el Gobierno habia expropiado al cura Moreno.
Montero consulto a Latorre. El Gobernador estaba muy
predispuesto en favor de Lasagna -entre otras cosas, porque
le habia atendido algunas recomendaciones de alumnos-, y
todo fue positivo.29
A los pocos dias, recibio copias de las notas oficiales que
acreditaban la devolucion. Hé aqui la enviada por el Ministerio
de Gobierno a la Junta Economico Administrativa de Canelones.
Esta fechada en Montevideo, el 7 de julio de 1879, y dice: "Sir-
vase la Junta que la Iglesia antigua del pueblo de Las Piedras
se ponga a disposicion del Sr. Director del Colegio Pio de Colon".
Y hay una rubrica indescifrable.
La Junta respondio al dia siguiente. La nota lleva la refe-
rencia II - Ne:> 484, y dice:
Exmo. Ser. Ministro de Gobierno,
Ciudadano D. ]osé Ma. Montero (hijo)
Se ha recibido ayer la nota de ese Ministerio de fecha
de ayer donde se dispone ponga a disposici6n del Colegio Pio
de Villa Colon la lglesia antigua del pueblo de Las Piedras.
Después de dar cumplimiento a este mandato, tengo el
honor de saludarlo a V. E. a quien Dios Gde. M.• A.•
Guad[alupe]. julio 8 de 1879.
J U AN RosAS.
Heraclio A. Zipitria
Secret.0 Int.0 30
*
*
Ese mismo afio, Las Piedras volvio a ser escenario de hechos
espectaculares. Para agosto se orgamzo una gran Mision de
doce dias. La dirigio personalmente el Obispo. Vino de Bue-
nos Aires, para ayudarlos, el padre Santiago Costamagna. La-

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LAS FUNDACIONES
157
sagna, con Beauvoir, moviliz6 a toda la poblaci6n. Recibieron
al Obispo con las escuelas municipales formadas. Clérigos y
Hermanas dieron especial ensefi.anza catequética. Se predico
y se visitaron hogares. Y corno consecuencia, se regularizaron
situaciones y se despert6 nueva vida religiosa en la comarca.31
Contemporaneamente, y con las mismas dificultades, se cumplie-
ron los tramites que darian nacimiento al ya mencionado Cole-
gio de San Vicente.
Las Conferencias Vicentinas habian sido fundadas en Mon-
tevideo en noviembre de 1858 por don Antonio Amadeo Fouet,
comandante de la corbeta francesa Le Zèbre. El 1? de noviem-
bre de 1859 fundaron una escuela gratuita para nifios pobres
protegidos por ellos, en la calle Colonia N? 139, de acuerdo con
la numeraci6n de entonces.
Como deciamos, el 19 de febrero de 1878 Lasagna informaba
a don Rua:
La Sociedad de San Vicente mantiene desde hace algunos
afios una escuela para nifios pobres con muchisimos alum-
nos. La tienen al cuidado de seglares, y gastan mas de mil
francos al mes.
Don Rafael [Yéregui], que por el bien de su patria trata
de multiplicar las 6rdenes religiosas en Montevideo, asi co-
rno llam6 a los Jesuitas para el Seminario, habia convenci-
do a los Vicentinos de que llamaran a los Hermanos de las
Escuelas Cristianas de Paris. Pero los tramites se alarga-
ron demasiado: no obtenian mas que vagas promesas ... y las
clases andaban muy mal. Entonces penso en los Salesia-
nos. Y los Vicentinos me invitaron a presentarles un pliego
de condiciones de aceptaci6n. Les envié las siguientes:
1. Que nos dieran una casa suficientemente grande y
capaz corno para contener clases, locales de recreo, capilla,
talleres y dormitorios.
2. Que amueblaran las clases con bancos y pizarrones ...;
las habitaciones de los Padres con cama y colch6n..., y la co-
cina y comedores con los muebles y utensilios necesarios.
3. Que por lo menos uno de cada tres padres de familia
pagara una pensi6n de doscientas liras mensuales.
4. Que nos dejaran obrar independientemente en todo
y por todo ...
En parrafo aparte afi.adia en la misma carta:

16.10 Page 160

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Las pobres Hermanas Salesas me piden un Director Espiri-
tual..., por eso recomendé a los Vicentinos que buscaran
una casa cercana a las Salesas: asi, ademas de atenderlas,
podriamos usar su hermosa iglesia...
El 21 lo visitan don Pepe Yéregui y el doctor Gallina!, para
comunicarle que los Vicentinos estan en todo de acuerdo con
sus exigencias. Les daran a los Salesianos cuanto piden, con
la sola condici6n de que todo se resuelva rapidamente.
Lasagna cierra su carta a don Rua con una estocada a fondo :
Recuerde [sefior don Rua] que no fui yo el que busco esto,
sino usted que lo quiso e insisti6 desde Turin. No nos
deje ahora en la estacada: necesito cinco salesianos mas ...
Pero ... Bodratto volvi6 a decir que no. Y se jug6 entero
por el no.32
El 22 de maya del mismo afio 78, monsefior Inocencio M.
Yéregui, vicario generai del Vicariato Apostolico, se embarcaba
en el Araucania. Viajaba a Roma oficialmente comisionado por
el Gobierno nacional, para lograr de la Santa Sede la erecci6n
del obispado de Montevideo. Lo acompafian el padre Pedro
Letamendi, cura de Canelones, y el bachiller Hip61ito Gallina!.
Cuéntase que Latorre habia quedado impresionado de la fran-
queza con que el doctor Soler, futuro arzobispo, le describiera
la penosa situaci6n del Uruguay en sus relaciones con la Santa
Sede. Enseguida estableci6 contacto con el internuncio en el
Brasi!. Pero al fin decidi6 proceder con mayor rapidez y efi-
cacia.33
Entre las cosas que Yéregui llev6 en sus valijas, incluy6
una carpeta: Colegio San Vicente y los Salesianos. El 15 de
julio, Le6n XIII firmo la buia de erecci6n del nuevo obispado.
Dias después, el 24 de agosto, colocaba una nota comendaticia
al pedido que Yéregui le hacia, de que los Salesianos se hicieran
cargo del Colegio San Vicente.
Escribia el Padre Santo :
Remitimos al Reverendo Don Juan Bosco, superior de los
Salesianos de Turin, la presente instancia, para que los de-
seos del peticionante sean en lo posible satisfechos.
LE6N PP. XIII.
A fines del mismo mes de agosto, el Vicario diplomatico arri-
ba a Turin. Y no parti6 sino después de largas conversaciones
con don Bosco y don Cagliero. El 20 de setiembre se embarc6

17 Pages 161-170

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17.1 Page 161

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LAS FUNDACIONES
159
en Burdeos, en el Gironde. Traia consigo la aprobaci6n del pro-
yecto. Don Bosco, a su vez, habia ordenado enviar al Uruguay,
para comienzos de 1879, seis nuevos salesianos. Por el momen-
to, se trasfiri6 de San Nicolas el padre Emilio Rizzo, y de Italia,
los clérigos Juan Passeri y Carlos Peretta, a quienes acompafiaba
el coadjutor Juan Cornelio. Todos se instalaron en el Colegio
de San Vicente a mediados de 1879.34
En el intervalo, Lasagna concluira los acuerdos. Lucha para
que los Vicentinos le cedan la total e independiente administra-
ci6n de la escuela, y que le adelanten unas 750 liras mensuales,
para el mantenimiento de 200 nifios gratuitos. Don Rafael Yé-
regui casi le dona la antigua imprenta de El Mensajero del Pue-
blo, para que la usufructue y comiencen los talleres.35 Y Lasagna
ya suefia con las Lecturas Cat6licas, y conversa de ello con los
Jackson.
En el fondo, su pensamiento es que San Vicente debe ser un
paso intermedio para saltar a una verdadera escuela de artes y
oficios.36
1 Por los informes peri6dicos de Lasagna acerca del persona! salesiano, se
puede apreciar, en primer lugar, con qué exigiiidad de medios humanos debi6
realizar obra tan grande; y en segundo lugar, la inapreciable labor de forma-
ci6n que supiera desarrollar para lograr de los muchachos inmaturos que le
encomendaron, la pléyade de Superiores que gobernaron gran parte de las Ins-
pectorias de América.
De los salesianos en formaci6n que debieron ser trasladados a Buenos
Aires a fines de 1879, arrota Lasagna en las Cr6nicas del Colegio Pio "Ya va-
cilantes· en su vocaci6n, les fue permitido venir a América con la esperanza de
que se enfervorizaran".
Alguno fue mas adelante -Luis Chiara, por ejemplo-, y cometi6 impru-
dencias y deslices que obligaron a Lasagna a expulsarlo. Algun diario apro-
vech6 la oportunidad, y se produjeron las acusaciones nefandas de que se habla
en las Cr6nicas de 1879. Defendieron al Colegio, La Naci6n, La Colonia E s pa-
nola.. . El Bien, a pedido de Lasagna, guardo silencio. Pero las enérgicas me-
didas del Director merecieron aplauso aun de los sectores m as recalcitrantes.
' ACSS., cartas de Lasagna a Cagliero, del 6-VI-78 y del 7-X-79.
3 Coliva era escen6grafo y decorador del Teatro Solis. Mas tarde prosigui6
su carrera en Porto Alegre.
4 Archivo del Colegio Pio, Exdmenes, 15-XI-79.
5ACSS., carta a Cagliero, del 4-VI-78 .
6 Alumnos del Colegio Pio que pasaron al Seminario: Pedro Oyazbehere y
Angel Navea. El 29 de febrero de 1880 integraron el grupo de 12 j6venes con que
los padres de la Compafiia abrieron el seminario conciliar.
7 Exdmenes publicos del Colegio Pio en Villa Colon dirigido por los Padres
Salesianos, afio 1879 (Tipografia de El Bien Publico, calle del Cerrito 84,
Montevideo, 1879).

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160
Luis Lasagna, el obispo misionero
8 ACSS., carta a don Barberis, del 3-XII-94.
' ACSS ., carta a don Bosco, del 17-II-81.
10 E. Acevedo, Anales..., cit., tomo IV, pag. 125.
11 Memorie biografiche, voi. X , pag. 106; voi. XIII, pag. 532, y voi. XV, pags .
442 y 665.
12 E. Acevedo, Anales..., cit., tomo IV, pag. 60.
13 ACSS., carta de Lasagna a don Bosco, del 17-II-81.
14 R eglamento genera! de la Sociedad de los Oratorios Festivos, sancionado
por la Asamblea Generai Extraordinaria, e! 16 de mayo de 1883 (Impr. y Enc.
de Rius y Becchi, calle de Soriano 152, Montevideo, 1883 ). Es un folleto de
19 x 13 cm., y consta de 26 paginas impresas. Hay un ejemplar en el Archivo
del Co!egio Pio. Copiamos Ias Bases de la organizaci6n alli consignadas:
"Capitulo I J ORIGEN y 0BJET0 DE LOS ORATORIOS FESTIV0S / I. Algunos j6ve-
nes alumnos del Colegio Pio de Villa Colon, compadecidos del estado lastimoso
de muchos nifios p obres del vecindario, que encontraban en sus paseos, nifios
que crecian en la mas vergonzosa ignorancia de todo principio mora! y reli-
gioso, sin poder asistir a Ias clases gratuitas del colegio, ni a Ias funciones, ni
catecismos de Ios dias festivos, por falta de trajes y calzado; viendo que puros
deseos no bastaban para impedir las consecuencias de tanta ignorancia que
rebajaria a nuestros paisanos al nivei de los salvajes, y casi diriamos de los
brutos, decidieron fundar entre ellos una Sociedad, para reunir fondos, a fin
de proporcionar a es tos pobres nifios, Ios medios y Ios alicientes para frecuentar
Ias funciones religiosas y Ios catecismos de su capilla. Con este objeto carita-
tivo se cotizaron cada uno con una pequeiia suscrici6n; se encargaron de recoger
entre los demas compafieros toda clase de trajes, calzado y Iibros inutiles para
ellos, con e! objeto de hacerlos componer y distribuirlos entre Ios nifios pobres,
que una comisi6n iba a visitar de casa en casa y de rancho en rancho, invitan-
doles a las funciones y catecismos de los domingos, prometiendo a los que vi-
nieran de muy !ejos distribuirles pan, y a todos proporcionarles recreo de gim-
nasia, bochas, pelota, etc., con una clase de canto y de doctrina esplicada a su
alcance, por Ios mismos socios. / En efecto, muchos nifios acudieron con tanta
puntualidad, que los socios empezaron a repartir cedulitas con las cuales en e!
primer domingo de cada mes tenian asegurados a!gunos de los muchos premios
que se rifan esclusivamente en su beneficio. / Estos premios comprados con
Ios fondos de la Sociedad o regalados por personas caritativas, son generalmente
libros, imagenes piadosas, rosarios, sombreros, dulces, gorras, peines, corbatas,
camisas, traj es y juguetes de todas clases, que tanto llaman e! interés y la cu-
riosidad de los niiios, causandoles mucha alegria y estimulando poderosamente
su asistencia y aplicaci6n. / Una vez al mes se !es daba comodidad para con-
fesarse y comulgar, y a Ios que Io hacian, la Sociedad les preparaba un alegre
desayuno con dulce, pan y café con leche.
"Il. Ahora bien, habiendo de este modo palpado ya los excelentes resul-
tados obtenidos por medio de esta propaganda hecha por niiios entre Ios ni-
fios; los socios, con la aprobaci6n y bendici6n de S. S. lima. Mnsr. Jacinto Vera,
de venerada memoria, decidieron ensanchar su esfera de acci6n fondando otros
Oratorios festivos en Montevideo, en las Piedras y en e! pueblo de la Paz, apo-
yados y dirigidos por los RR. PP. Salesianos. / Siendo Ios ministros de nuestra
santa r eligi6n muy escasos en nuestra patria, para que puedan bastar al inmenso
trabajo que tienen, en sostener, propagar y defender nues tra fe, amenazada por
la ignorancia, combatida por las pasiones mas ruines y atacada por la funesta
propaganda de doctrinas desquiciadoras, jc6mo! tnosotros los cat61icos, p erma-
neceremos siempre en una culpable indiferencia y dejaremos que tantas almas
inocentes acudan a beber en fuentes envenenadas los estravios de la mente y
la corrupci6n del coraz6n? iPor nues tra dejadez permitiremos que la ignoran-

17.3 Page 163

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LAS FUNDACIONES
161
eia y la heregia sigan haciendo estragos en tantas almas, que costaron la sangre
preciosisima de nuestro Sefior Jesucristo? c:Sera posible que tengan mas celo
y abnegaci6n los malos en propagar sus doctrinas perversas y desquiciadoras,
que los cat6licos en defender y propagar su fe salvadora? / iPluguiere a Dios
que el peligro y las gravisimas necesidades de tantas almas tiernas, abriesen
los ojos a muchos cat6licos hasta ahora indiferentes, y saliendo de su criminal
apatia se ahorrasen a si mismos una vergiienza y un remordimiento que en sus
ultimos dias seria irreparable! / Decididos nosotros a !levar nuestro pequefio
contingente a la grande obra del progreso mora! y religioso de nuestra patria
querida, no hemos vacilado en dar a conocer a todas las almas piadosas, nues-
tra humilde Sociedad, para pedirles encarecidamente su concurso, a fin de
fundar y propagar los que llamaremos Oratorios festivos, para reunir los do-
mingos, y entretener en diversiones licitas a los nifios, con e! objeto de ins-
truirlos y ensefiarles a vivir en todo tiempo corno buenos cristianos y corno
ciudadanos honrados. / Recordemos que si bella es la caridad que da pan al
pobre, es aun mas bella la que trata de socorrer la pobreza, la desnudez y las
horribles miserias de espfritu, de nuestros semejantes, de nuestros mismos
conciudadanos!
"Capitulo II / Av1sos Y CONSE.JOS GENERALES / Los socios, mientras se pro-
ponen trabajar por e! bien de la nifiez desvalida, deben esforzarse con estos
ejercicios de caridad, en robustecer su fe y su amor a nuestra Sacrosanta Re-
ligi6n. / A este fin los socios se mantendran unidos por la mas estrecha con-
cordia, estimaci6n y carino mutuo. Promoveran publicas manifestaciones de
piedad, asistiendo en cuerpo a ciertas manifestaciones solemnes, y haciendo
la Santa Comuni6n, todos juntos, en los dias que seriala e! presente reglamento.
/ Prestar.in en todo, obsequio y sumisi6n a las autoridades religiosas. / Coope-
raran a la propaganda de buenas lecturas y combatiran sin tregua a la prensa
irreligiosa. / Cuando la Sociedad cuente con los medios necesarios, publicaran
un boletin mensual de sus trabajos. Prestar.in su decidida adhesi6n a todas las
obras de propaganda cat6lica, en los limites que su particular misi6n les mar-
care; corno ser, e! sostén y fundaci6n de escuelas cat6licas, la difusi6n de libros,
peri6dicos y escritos cat6licos, la fundaci6n de salas de lectura y bibliotecas
cat6licas, la promoci6n de misiones y ejercicios espirituales para la juventud
en genera! y para los socios en particular; la recolecci6n de suscriciones para
el obolo de San Pedro u otras obras de interés para e! Catolicismo; certamenes
cientificos y religiosos, romerias, demostraciones y congresos cat6licos, y por
fin, la abstenci6n de la lectura de libros prohibidos y de toda clase de diver-
siones peligrosas.
"Capitulo III I T ESOROS DE INDULGENCIAS / Los socios que, trabajando se-
gun este Reglamento, por la nifiez desamparada y por la fe cristiana en todos
los corazones, desearen enriquecer su alma con verdaderos tesoros de indul-
gencias y favores espirituales, podran pedir y obtener facilmente un diploma de
Cooperadores Salesianos; pia asociaci6n bendecida y favorecida extraordinaria-
mente por el Papa y por todos los Obispos; que tiene cabalmente por objeto la
instrucci6n religiosa y el amparo de la nifiez..."
En la carta de Lasagna a don Rua (ACSS.), se explica el origen de la or-
ganizaci6n.
"Ho colto l'occasione dello sbigottimento generale dei buoni al vedere i
progressi delle sette protestanti in Montevideo, le quali hanno in poco impiantato
10 scuole domenicale .. . per lanciare al pubblico il progetto ed il regolamento
degli Oratori festivi. / Però affine di non tirare sul capo ai Salesiani le ire
settarie e perchè non ne fosse ferito l'orgoglio ragionevole degli stessi buoni, ho
dato alla cosa aspetto di novità, facendola come invenzione di alcuni dei nostri
giovani. L'effetto non poteva essere migliore. Dei benefattori s'incaricarono di
tirarne migliaia di copie e di spargerla per tutto il popolo. / Nelle scuole vicen-
tine la cappella tanto piccola sarà presto cambiata, rendendola capace di 300
ragazzi. / Si pensa di affitare cortili per la città, per propagare l'opera degli
Oratori festivi..."
Il

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162
Luis Lasagna, el obispo misionero
i; ACSS., carta a Cagliero, del 3-IX-1878.
16 P. José Maria Vidal, Vida del padre ]osé Gamba, inédita, en e! Arch. Insp.
San José, Montevideo.
17 Cr6nicas del Colegio Pio y Registros de la Prefectura .
" ACSS .
" ACSS .
20 En el Bollettino Salesiano correspondiente a junio de 1881 , aparece la
lista completa de aspirantes.
21 ACSS ,, carta a don Bosco, del S-XIl-77.
22 Registros parroquiales de la parroquia de Las Piedras; La Campana: re-
vista parroquial de Las Piedras, fundada el 13-VIl-1924 por e! padre José M. Vidal
(N? 3, del 27-VII-1924 ).
23 Cf. copia hecha por Lasagna, de la carta del obispo Vera (ACSS.):
"Hallandose vacante la parroquia de San !sidro de Las Piedras, he re-
suelto encargar a V. R . la administraci6n de aquella parroquia, para que por
si o por los Padres que designe se sirva desempeiiar ese puesto eclesiastico, y
para e! efecto se le conceden todas las facultades y prerrogativas de que por
derecho gozan los curas parrocos. / En la confianza de que no se negara a pres-
tar este servicio a la lglesia de este pais, le ruego pase el dia que pueda a dicha
iglesia parroquial y tome posesi6n de cuanto pertenece al cargo de cura. / Quie-
ra V. R . aceptar las seguridades de mi respe to y consideraci6n. / t VERA. / Al
Pbro. Dr. D. Luis Lasagna, director del Colegio Pio."
24 ACSS., carta de monseiior Jacinto Vera a don Bosco, del 5-111-1879:
"Rdo. P. Superior Gral. de los PP. Salesianos / Tengo en mi poder algunas
cartas del buen y atento amigo el P. Superior de los Salesianos hasta [ahora]
sin contestasi6n fundado en la bondad de mi amigo, quien corno ansiano sabe
mui bien las condiciones de la edad abansada. Sabe que el ejercicio de la piuma
es resentido por los que vivimos mucho. El cansancio de los aiios produce este
inconveniente. Empero los viejos conocedores de estas flaqu esas debemos di-
simularnos reciprocamente. / Sus hijos los que residen en este nuevo mundo
se hacen cada dia mas apreciables. Su diciplina, sus virtudes y su contraci6n
en la educaci6n de la juventud !es atrae la estimaci6n de los americanos. El co-
legio que tienen ya plantèado en este pais y bajo mui buenas formas hace honor
a la Congregaci6n de que V. R . es Superior fundador y Padre. Tiene que oca-
sionarle esta su Obra llenas consolaciones. Se conoce que Dios quiere y no poco
a mi viejo amigo. Este carino se prueba con la mui clara y decidida protecci6n
que presta al fruto de sus afanes. / Quiero poner a mi viejo amigo por inter-
cesor acerca de mi P. Calleros (sic) para que no heche menos mi respuesta a
sus cartas y mis agradecimientos a sus ricos regalos. Él sabe que yo le agra-
dezco mui de coras6n todas sus finas atenciones. / No quiero cansar mas la
atenci6n de mi viejo amigo. Harto ocupado esta con su constante trabajo y
comunicasiones, las que creo numerosas, porque ya son numerosas las casas de
su crecida familia. / Le propongo un compromiso: de que ambos nos acordemos
uno de otro en el Santo Sacrificio de la misa. Creo-que esto interesa a los dos,
porque los dos es~amos vecinos a la ultima jornada. Yo, suponiendo y contando
con la aceptaci6n de parte de mi viejo amigo, emnesaré a cumplir desde mariana
6 de Marso, si Dios me permite mariana la celebraci6n. / Afmo. / t JACINT0 VERA,
Obispo de Montevideo. / Montevideo, Marzo 5 del 1879. / P. D. - Me he visto
precisado de encargar la administraci6n de una Parroquia vecina a Colon al
Padre Rector del Colegio Pio. Mi viejo amigo protejerd este nombramiento.
Asi lo espero confiado en los sentimientos de caridad a favor de las almas

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LAS FUNDACIONES
163
necesitadas, que distinguen al Superior Genera! de los Salesianos. Esas almas
necesitadas las tiene en abundancia la Parroquia entregada a los PP. Salesianos."
Carta de don Bosco a monsefior Vera (cf. L. A. Pons, Biografia ..., cit.,
pag. 258):
.
"Turin, 31 de Enero de 1881. / Excelencia Reveren disima: / El granito de
mostaza qu e V. E. h a sembrado p or m edio de los pobres Salesianos va creciendo
en numero y esperamos también en celo por la mayor gloria de Dios. / Un
pequefio pufiado de Salesianos y de Hermanas van en ayuda de sus hermanos
y hermanas. / Pero yo deb o ahora cumplir con un gran deber .mio, corno es
el de agradecer a V. E. la proteccion prestada a mis r eli glosos, particularmente
en lo que se refiere al Colegio Pio. Si él subsiste; mas aun, si va aumentando
el numero de sus alumnos, todo lo debemos a la caridad de V. E. La memoria
de V. E. sera para siempre recorda da con gratitud por los Salesianos, y yo
bendeciré siempre a Dios, que en V. E. nos ha h echo encontrar un Bienhechor
tan insigne. / Viva la rgos afios de vida feliz; bendiganos a toclos y r uegu e por
m i que tengo e! alto honor de poderme profesar de V. E. Reverendfsima obli-
gadisimo servidor, / J UAN Bosco, Presbitero."
25 ACSS ., carta de Lasagna a Cagliero, del 4-III-1879.
26 ACSS ., cartas a don Bosco de sor Juana Borgna (15-X-1879) y de sor
Angela Vallese (20-X-1879).
Cf. Registros parroquiales de la p arroquia de Las Piedras.
27 Cronica del Colegio Pio . En el archivo existe copia legalizada de esta
no ta, que dice al pie: "Es copia fiel del originai que expido por orden verbal
de S. E . el Minis tro de Gobierno. - ED UARDO RoMrfA" .
28 Cronica del Colegio Pio .
29 En la Cronica del Colegio Pio queda u na nota de La torre. Recomienda
la inscripcion de un nifio.
30 Archivo Genera! de la Nacion Uruguaya, Convencion 1474, Montevideo:
Certificacion del escribano Mario Fernandez Caravia.
31 Bollettino Salesiano, novembre 1879 y gennaio 1880. Carta del p adre
Costamagna a don Bosco, del 19-VIII-1879.
32 ACSS.; J . M. Vidal, Vida del padre J. Gamba, cit .; Cronica del Cole-
gio Pio.
33 J. M. Vid al, El primer arzo bispo.. ., cit., pags. 79 y 81; L. A. PoNs, Biogra-
fia ..., cit., pag. 197.
34 Memorie biografiche, vol. XIII , pag. 780 :
"Era stato all'Oratorio Mons. Innocenzo Yéregui, vicario generale della
diocesi di Montevideo, principalmente per istrappare a D. Bosco il consenso
all'invio di alcuni salesiani in quella capitale, ma avendone riportate appena
buone parole, rivolse al Sommo Pontefice una supplica, nella quale, esposto
come i Salesiani avessero con grande vantaggio morale aperto presso Monte-
video per la cristiana e scientifica educazione della gioventù b enes tante p rose-
guiva dicendo : «Ora, Beatissimo Padre, sarebbe nostro desiderio ardentissimo
che questi virtuosi sacerdoti stabilissero una casa d'arti e mes tieri per i ragazzi
poveri che trovansi tanto esposti a perdersi, e per conseguire tanto necessario
beneficio, ci rivolgiamo supplichevoli alla V. S. affinchè si voglia degnare, con
una p arola diretta al P. Bosco, ottenere il conseguimento». / Il Santo Padre si
degnò di scrivere in calce alla supplica ques te righe : «Rimettiamo al Rev .do
Don G. Bosco, sup eriore dei Salesiani di Torino, la presente istanza, p erchè i
desideri dell'oratore sieno possibilmente appagato. - Vaticano, 24 agosto 1878. -

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Luis Lasagna, el obispo misionero
LEONE PP. XIII». / Ma il voto non potè essere soddisfatto se non dopo la morte
del Servo di Dio."
Mientras que don Lasagna anota en la Cronica del Colegio Pio, 1879:
"Essendosi recato l'anno anteriore a Roma il Vicario Generale D. Inno-
cenzo M. Yéregui come inviato del Governo per l'erezione in Diocesi di Monte•
video, visitò D. Bosco, e avendogli presentato domanda per scritto con firma
del Papa Pio IX [léase Le6n XIII] per avere i Salesiani alla direzione delle
scuole sostenute dalle Conferenze di San Vincenzo di Paoli, D. Bosco conce-
dette sei salesiani all'uopo. Così un febbraio si mandarono colà D. Emilio Rizzo,
Passeri Giovanni, Perette Carlo con Giovanni Cornelio, coadiutore, per incomin-
ciare le scuole. Siccome questa Casa non ebbe che breve durata, così ne da-
remmo qui rapido cenno..."
35 ACSS., cartas de Lasagna a Cagliero (18-IX-78, 20-V-79 y 7-X-79) y a don
Bosco (19-V-79).
36 ACSS., carta a don Bosco, del 3-IIl-1880.

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JUIZ DE FORA (Brasil): En-
cuentro de Obispos salesianos y
Hermanos, al inaugurarse el mo-
numento a Lasagna en el lugar
del accidente ferroviario que
acab6 con su vida.
RECUERDOS VARIOS
BUENOS AIRES: C a r t a que
monsefior Lasagna envi6 desde
Roma al padre José Vespignani,
con ocasi6n de su elevaci6n al
episcopado.
VILLA COL6N (Uruguay): Fo-
tocopia de una pagina de la cro-
nica del Colegio Pio, mandada
recopilar por Lasagna y corre-
gida de su propia mano.
- ~ ,
/.
I

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>
tJAPITULO VII

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Dolores
El mundo con sus palmas te corona,
y tu nombre circunda de fulgores.
Pero, el Cielo... ,:con qué te galardona?
iEl sendero del justo no son flores!
EDUARDO DUFRECHOU, S.D.B.,
"Monsefior Luis Lasagna" ,
en Juventud, afio XI , N? 9,
Villa Col6n , noviembre de 1926.
LAS MAYORES DIFICULTADES DE LASAGNA, corno venimos insinuando,
no partian del frente externo. Las polémicas y las luchas con
los librepensadores lo estimulaban al còmbate. Las especiales
caracteristicas de la familia y del alumno sudamericanos, aun-
que le provocaban algun berrinche de cuando en cuando, ya_le
estaban resultando simpaticas. La iliquidez financiera y el ago-
bio de las deudas, "no le quitaban el sueiio". Las nostalgias ya
no encontraban tiempo para fraguar. .. Lo que realmente ralentaba
el ritmo y el trajin de sus ocupaciones, lo acongojaba y deprimia,
eran sus problemas personales y domésticos.
La primera lima que comenz6 a corroer dolorosamente sus
fuerzas, fue la enfermedad.
Desde el comienzo de la aventura americana, el proceso de
su salud lo tenia a mal traer fisica y moralmente.
En sus cartas intimas, se lo ve hundirse mas de una vez en
el pozo del cansancio y del desaliento, y otras tantas, emerger
corno impulsado por un resorte.
Habia llegado a Montevideo en plena convalecencia de una
grave enfermedad nefritica. Asi la califican sus contemporaneos,
sin que logremos mayores precisiones.1 Durante el aiio de 1877
habia sufrido graves molestias renales, y los calculos le produ-
cian dolorosisimos accesos, que se prolongaron todo el aiio de
1878 y el del 79.
Al despedir a Cagliero en agosto del 77, le dice sin amargura,
pero con seguridad, que "aunque sea mas joven [que él], lo pre-
(- El padre Santiago Costamagna segundo inspector de América.
Foto de la época, conservada en el archivo del Colegio Pio de
Villa Colon.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
cedera en el camino de la eternidad". En setiembre del 78 es
mas explicito: "Estoy cansado, rendido... El trabajo y la enfer-
medad me acosan sin cesar... Es necesario que yo me multiplique,
y no puedo..." 2
A principios de 1880, con ocasion de los ejercicios espiritua-
les en Buenos Aires, fue sometido por m édicos especialistas a
intenso tratamiento y a molestos sondajes. "Se me tento dos
veces la operacion de la piedra..., pero esta complicado con her-
nia. No se logro nada y he sufrido mucho." 3
Después de casi veinte dias de cama, retorno a Montevideo.
Pero enseguida se vio abatido por algo no menos doloroso :
tumores hemorroidales. Mas de una vez debio refugiarse en la
cama y pasar varios dias acostado, para sobrellevar el dolor.
"La enfermedad arrecia -escribio el 17 de abril del SO.-
Me dan ataques horribles ... Estoy por hacerme operar..."
En efecto, por indicacion de don Félix Buxareo, el doctor
Méndez, uno de los mas çonocidos galenos de Montevideo, se hizo
cargo del paciente. Y dictamino que sin una operacion, nunca
se libraria de las posibilidades de agudas recaidas. Y en Mon-
tevideo no se disponia, por entonces, del instrumental adecuado
para una intervencion satisfactoria. El mismo médico recomen-
daba a un especialista de Turin: el doctor Pertusio.
"Esta mafiana me han revisado detenidamente dos médicos.
Mucho me han hecho sufrir con su investigacion; pero han diag-
nosticado que no hay ningun peligro, aunque deba sufrir mu-
chas molestias. La cura es lenta, y necesito operacion." 4
Todas estas cosas llegaban al oido y al corazon sensible de
don Bosco. El Capitulo Genera! de 1880 era una magnifica opor-
tunidad para solucionar todos los problemas, sin llamar en abso-
luto la atencion. E invito a acercarse a la Casa Madre a los
padres Bodratto, Costamagna y Lasagna. Éste, al acusar recibo
de la invitacion el 15 de marzo de ese afio de 1880, agradece la
invitacion "con toda la efusion del alma". Y afiade:
Siempre tuve un deseo enorme de volver a ver a Maria Au-
xiliadora, a los compafieros, familiares y amigos. No me
animé a responderle antes, porque esperaba el giro de los
acontecimientos, y queria ver si mi ausencia podia ocasio-
nar algun dafio o molestia a la Instituci6n. Ahora que las
cosas marchan bien, me parece que puedo ir por alli..., para
retornar en noviembre, de modo de hallarme aqui en diciem-
bre, para la clausura del afio.
[Como siempre], don Bodratto desea diferir mucho la
partida, pero yo quisiera disponer las cosas de modo de poder

18 Pages 171-180

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DOLORES
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llegar antes que las vacaciones cierren los colegios de Alassio
y de Varazze... [Siempre Lasagna los considero los modelos
italianos del Colegio Pio.]
;':
·-:,
Mucho mas que la falta de salud lo afectaba la incomprens10n
interna. Escribia a don Bosco el 7 de maya del 80 :
La calma de Bodratto me da miedo. Lo digo con todo res-
peto : su espiritu es algo frio y sus vistas muy cortas. Se
desanima demasiado basta por dificultades insignificantes.
Si bien es cierto que vale mucho para conservar lo existente,
es poco apto para comunicar a las cosas ese impulso que
deben recibir doquiera sople el espiritu potente de nuestro
venerado don Bosco.5
En el problema operaban varios componentes. Ademas de
las caracteristicas temperamentales del padre Bodratto -que ya
lamentaba el padre Cagliero en muchas de sus cartas-, en Bue-
nos Aires se incubaban otros fermentos que iran asomando cada
dia con mayor claridad, hasta adquirir visos de conflicto. Uno
de ellos consistia en considerar al Colegio Pio corno especial-
mente privilegiado, por sus alumnos, por su persona!, por sus
cooperadores... En la jerga salesiana de entonces lo motejaban
de nuevo Valsdlice. "Es realmente una calumnia", protestaba
Lasagna.6 Estaba asentado a los bordes de una ciudad capita!,
con persona! adaptable que se acriollaba; era casi el numero
uno de toda la nacion; poseia vinculaciones con los catolicos mas
ricos del pais; habia sido dotado ya por el padre Cagliero de
persona! discreto; gozaba de una cooperacion economica visi-
ble, y de cierta vinculacion con las altas esferas, todo orques-
tado -aqui residia el gran privilegio- por una direccion excep-
cional, ornada de simpatia y capacidad notables.
En la otra banda, San Nicolas era un colegio aldeano, a tres-
cientos kilometros de la capita!, sin grandes recursos, y cargado
de deudas. Las incipientes Casas portefias, Mater Misericordiae
y San Vicente -por estas fechas, convertido en San Carlos-
eran instituciones nacientes, "muy extranjeras en un medio xe-
nofobo". Sin cooperacion organizada, vivian de prestado.
Todo esto, adobado por la timidez y pertinacia increibles
del padre Bodratto y la rudeza de don Costamagna, se convertia
en una montana imposible de escalar.
Este fermento va a influir, corno veremos, en muchos plan-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
teos, y no va a terminar -al menos, en su aspecto conflictivo-
sino con la divisi6n de inspectorias.
A principios de 1879, Bodratto informa a Turin. Habia visitado
a Montevideo el 20 de setiembre del afio anterior.
Villa Colon marcha bien, porque tiene elemento propio y el
padre Lasagna lo atiende en forma digna de elogio; pero
necesita siempre persona! seguro y bien preparado, porque
es objeto de persecuciones por parte del periodismo mas6nico.
El Colegio de San Vicente tiene 160 alumnos. El Colegio
de Montevideo dara renombre a los Salesianos. Todos los
partidos de la ciudad lo sostienen y aplauden. Lasagna esta
enfermo. Pero no lo puedo exonerar. Le envio un prefecto,
el padre Cipriano, y al coadjutor Graziano.
El informe resulta excelente. Sin embargo, Bodratto aca-
ricia ideas personales que no se arriesga a materializar ense-
guida, porque el Colegio Pio es obra del padre Cagliero; pero
tratara de llevarlas a cabo poco a poco.
La primera consiste nada mas, ni nada menos, que en des-
mantelar el Uruguay salesiano. El Colegio Pio no le gusta:
dieta ensefianza superior, cuando los Salesianos, segun él, de-
bian dedicarse solamente a los nifios desvalidos en las escuelas
de artes y oficios. Por eso, le prohibe hacer cualquier clase de
mejoras, y se queja de las autorizadas por don Bosco o por
Cagliero. Se lleva todo el dinero y los regalos que encuentra.
No solo .se fastidia sobremanera de que se autorizara la funda-
ci6n de San Vicente y la de Las Piedras, sino querria que se
abandonaran cuanto antes esas nuevas obras.
Al principio, Lasagna aguanta, y hasta escribe humoristica-
mente a Cagliero :
El padre Bodratto me saca cuanta plata puede y me deja
pobre. jViva la pobreza de Jesus!
Pero en setiembre del 78 le retira 6.000 francos recolectados
expresamente para pasajes de refuerzos de persona!. Luego se
queda con la imprenta de El Mensajero, que Yéregui vendia
muy barata para la escuela de artes y oficios que Lasagna iba
a organizar, y se la lleva a Buenos Aires, para los talleres na-
cientes del Colegio Pio IX. Y de este modo, las visitas bonae-
renses prosiguen con voracidad de langosta, que a poco es adver-

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DOLORES
171
tida hasta por los cooperadores uruguayos. Por eso, algunos
meses después escribira Lasagna:
Los Jackson siempre me insisten en que ellos entienden ayu-
dar al Uruguay, y que en ese sentido sostienen con grandes
sacrificios a ·1os Salesianos. Por eso exigen para cada dona-
cion un recibo, que depositan en manos del Obispo.
cNo seria conveniente que en cuestiones de intereses ma-
teriales existiese una linea divisoria entre el Uruguay y la
Republica Argentina?
Cuando se arreglen nuestras cosas, no tendré dificultad
en socorrer a la Casa Madre y a las Misiones Patagonicas;
pero yo tampoco veo bien que debamos indistintamente con
el obolo recogido en este pobre pais sostener obras de la
riquisima Republica Argentina.
Piénselo, amado Padre, y déme su parecer. Para mi sera
un deber respetarlo y cumplirlo.7
El clima, cada dia se pone mas espeso. El 19 de mayo del
79 vuelve a informar:
Hoy mismo he recibido una carta del padre Bodratto en
que se muestra afligidisimo de su posicion y de la mia, te-
niendo que proveer a cien urgentisimas necesidades, sin
disponer de los medios suficientes...
Al fin Lasagna estalla, y el 25 de diciembre del 79 se lamenta
a don Bosco:
Don Bodratto me esta mortificando todo el afio porque han
sido aceptados, en contra de su parecer, la parroquia de Las
Piedras y el Colegio de San Vicente.
cSoy acaso yo el que los acepté? cNo fue monsefior
Yéregui el que trato personalmente con usted [el caso de
San Vicente]? cNo fue el Obispo [monsefior Vera] el que
escribio y suplico por dos afios, antes de entregarnos motu
proprio [la parroquia de Las Piedras]?
Don Bodratto insiste en que yo le escribi a usted mos-
trandome favorable al proyecto. cY por qué no debia ha-
cerlo? Yo vivo aqui, en el lugar, y veo el destrozo que rea-
liza el demonio ...
Don Bodratto protesta que estas nuevas Casas no se
mantienen economicamente. Y eso no me parece exacto...
En cuatro meses, el padre Beauvoir no solo pago todos los
gastos de instalacion en Las Piedras (unas 5.000 liras), sino
que todavia le dono unas mil quinientas a don Bodratto.
cDe qué se queja, entonces?

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172
Luis Lasagna, el obispo misionero
El Colegio de San Vicente esta aceptado provisional-
mente.
Los hermanos Yéregui no fueron tan generosos corno
yo esperaba; pero detras de ellos estan los Jackson, que
un dia de éstos se decidiran a edificar un Oratorio... Por
otra parte, San Vicente es el unico colegio de sacerdotes
en la ciudad de Montevideo.
Don Bodratto vino este afio dos veces. En la ultima
estuvo con nosotros cuatro horas. Juzga sin ver todo lo
que tiene que ver, y me hà hecho sufrir mucho, mucho...
Parte del principio de que el Colegio Pio sale de la orbita
de nuestra Congregacion; que es mas semejante al liceo de
Valsalice que al Oratorio de Turin; que no debe y no puede
subsistir; que es un disparate arraigarlo, y que lo es cual-
quier gasto y cualquier inversion de cualquier especie...
Yo, que fui llamado por el padre Cagliero a dirigir y
sostener con todas mis fuerzas y con todo mi celo este Co-
legio, cqué debo hacer para cumplir con mi deber, y al
mismo tiempo no estar mas o menos en oposicion al Superior
que sucede al padre Cagliero?
Ademas, el padre Bodratto me puede dejar morir en len-
ta agonia privandome de todos los auxilios necesarios. Y lo
obtendra, si asi lo desea. Y siendo él Superior, debo reco-
nocer en elio la voluntad de Dios y someterme a cualquier
d e s g r a c i a ...
Le expongo a usted todo esto sencillamente y sin pre-
tensiones, sin el menar animo de criticar las disposiciones
de don Bodratto. Mas, aun: al padre Bodratto lo he amado
y venerado siempre, y me guardaré muy bien de censurarlo.
De hecho, es la primera vez que me permito con usted seme-
jante desahogo, y le aseguro que sera la ultima, ya que mi
unico deseo es obedecer y sufrir...
[Bodratto] ha decidido, sin mas, cerrar la Casa de las
Hermanas instalada en Villa Colon por el padre Cagliero. La
razon mas fuerte que esgrime, es que en otra parte pueden
realizar mayor bien. èY aqui hacen mal? Si cada vez que
se presenta una ocasion de hacer mayor bien debiéramos des-
truir una Casa para plantar otra, nunca tendriamos nada fijo.
Por otra parte, los sefiores Jackson, que tanto han gas-
tado y pagado para esta obra, cestaran contentos de jugar
este juego sin previo aviso?
Don Bodratto se ha mostrado terriblemente brusco con-
migo... y no puedo ocultarle que me produjo inmensa pena.
Las deudas nunca me quitaron el suefio. Y a pesar de
mis gastos, le he entregado al padre Bodratto mas de 12.000
liras oro... cDe qué se queja y por qué me mortifica?
Me observo que este afio nada se ha construido. Preci-

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DOLORES
173
samente, porque él no lo quiso. Y si en su visita no nos
hubiera autorizado a poner pavimento en los corredores y
edificar la sacristia, tampoco lo habriamos hecho.
Justamente ahora que los enemigos nos presentan ba-
talla, asustados por el bien que hacemos y que podemos
hacer..., cahora debemos desesperar? cD6nde esta nuestra
confianza en Maria Auxiliadora?
Oprimido por las calumnias [de los perseguidores], bus-
qué la forma de no ofrecerles ocasi6n de atacarnos. Por eso,
los padres de familia juntaron dinero para adquirir un labo-
ratorio de fisica, y yo afiadi a lo recolectado mil quinientas
liras y lo pedi a Paris. Se lo comuniqué a don Bodratto,
pero hice el pedido sin esperar respuesta. Éste es mi pecado
mas grave... Claro que en esos momentos de luchas y de afa-
nes no pensé en nada... Sin embargo, le pedi por ello perd6n.
Es cierto que tuve entre los clérigos de mi persona! cier-
tas cabezas locas... Don Bodratto insiste en que los hubiera
salvado la clase de teologia... tC6mo podia yo dictarla?...
Ademas, vea los sacerdotes que me acompafian y piense si
alguno podia hacerlo. jNo hay uno solo que se anime a
hablar en publico!...
Estoy muy afligido: no por el mal que haya hecho, sino
por el bien que se va a dejar de hacer...
·-k
En este clima, se vuelve particularmente sensible. Le duele que
los alumnos egresados: "republicanos afeminados que no quie-
ren mas que mimos", no le muestren especial gratitud. Lo des-
espera -a veces, injustamente- la incapacidad momentanea
de algunos de los Misioneros: "no gasten dinero en viajes para
tipos semejantes", escribe explosivamente a don Rua. Se queja
amargamente en contra de los salesianos turineses de la oficina
de viajes, que envian a Montevideo materiales sin declarar, de
manera que son interpretados corno cbntrabando. "Todo por
los sonsos, que no saben expedir", escribe en castellano a Ca-
gliero ...8
·
"Si no vienen de Turin los profesores capaces que el Cole-
gio necesita -dice finalmente-, me veré obligado a seguir el
porfiado consejo del padre Francisco, o sea de abandonar en
masa el Colegio Pio de estudios superiores ..."
El 20 de enero del 80 vuelve a desahogarse -esta vez, some-
ramente- con Cagliero:

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174
Luis Lasagna, el obispo misionero
El padre Bodratto, mal informado por murmuradores, sin
examinar ni ponderar nada, en un momento de impaciencia
me castigo con mano muy dura y me causo indecibles aflic-
ciones ... Aunque no tardo en reconocer la verdad y cambiar
de estilo y posicion... Estoy triste, muy triste.
Conste que esta carta la escribe en la cama, en la que lleva
quince dias recluido, después de los sondajes de vias urinarias
a que fue sometido en Buenos Aires.
El 8 de marzo, todavia sigue respirando por la herida:
Pienso ir a Italia en julio... Las Piedras marcha muy bien...,
pero el padre Bodratto no quiere darle a ese pobre viejo
[al Obispo] el consuelo de aceptar el patronato de la parro-
quia definitivamente. Ya hablaremos de esto...
El 17 de abril -al poco tiempo de la caida de Latorre,9 y
cuando la enfermedad arreciaba- escribia con angustia a mon-
sefior Cagliero :
He aceptado definitivamente la invitacion de ir a Italia. Via-
jaré para la estacion de los bafios. Necesito bafios sulfurosos.
Y el 22 de junio insistia:
Don Rua reitera su invitacion. En otro tiempo me hubiera
llenado de gozo, hoy no puedo librarme del abatimiento.
;':
Tenia todo dispuesto para partir hacia Italia, cuando se modi-
fico inesperadamente el panorama. El padre Bodratto enfer-
m6 gravemente. Un cancer de est6mago lo devor6 en pocos
meses. El 17 de julio, Lasagna escribe:
Don Rua volvio a invitarme para viajar a Italia. Pero ahora
no puedo hacerlo. Bodratto esta realmente en peligro de
muerte. Es mejor que me quede aqui. Esta mafiana, al
volver de Buenos Aires, he llorado. Creo que no veré mas
en la tierra al padre Francisco... A Italia iré el afio que
viene..., si puedo, en abril. Creo que sera la m ejor estacion
para atender mis males. Los médicos me insisten que sin
una operacion quirurgica, nunca lograré curarme.
El padre Bodratto falleci6 el 4 de agosto de 1880, cuando
en Buenos Aires rugia el cafi6n revolucionario, y se batian san-
grientamente provincianos y nacionales en las inmediaciones de
San Carlos.
Por supuesto que los problemas internos salesianos no que-
daron solucionados. Ya veremos otros brotes en la ruta. La

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DOLORES
175
mayoria no eran patrimonio del pensamiento de una persona,
sino que respondian a un estado de opini6n.
El mejor triunfo de Lasagna, en el orden tempora!, no fue
la aprobaci6n de sus actos por parte de los Superiores de Turin,
sino el hecho de que afios después quiso la Providencia que em-
pufiara el gobierno salesiano de Buenos Aires un hombre pr6-
cer, que, naturalmente, sigui6 los pasos de las genialidades de
Lasagna. Mas de veinte afios después, el padre José Vespignani
lograba en la Argentina la implantaci6n de colegios de ensefian-
za media con titulos oficiales; en 1893 organizaba los exalum-
nos, que en el Colegio Pio funcionaban desde 1884; por las
mismas fechas se fundaba la Casa de aspirantado indigena de
Bernal, que en Las Piedras trabajaba ya dos lustros atras; enca-
raba la organizaci6n de una escuela de agricultura, que a La-
sagna se le negaba desde hacia veinte afios ... Y todos estos actos
eran saludados corno conquistas de gran categoria.10
1 ACSS., carta del 3 de abril de 1880: "Quando ricevetti l'invito di partire
per le missioni , io, infermiccio com'era, disse subito tra me : Oh! perchè m e
n'andrò a morire solo e sconsolato, lungi mille leghe dal mio venerato Padre
e dal Santuario della mia dilettissima Madre Maria Ausiliatrice?..."
Cf. Pablo Albera, Mons. L. Lasagna..., cit., pag. 91.
2 ACSS., carta a Cagliero, de setiembre de 1878.
' ACSS., carta a Cagliero, del 20-1-1880.
4 ACSS., carta a don Rua, del 30-Vl-1880.
5 ACSS., carta a don Bosco, del 7-V-1880.
Aparte el hecho de que Lasagna siempre estuvo dispuesto a probar que
el Colegio Pio era una réplica del de Alassio y no de Valsalice, don Albera, al
referirse a esta circunstancia, pone en boca de Lasagna una explicaci6n que
copiamos textualmente: "Todos saben que el Obispo del Uruguay nos lla m6
para remediar la falta de colegios cat6licos superiores. Debimos comenzar por
la gente mas adinerada. Dios nos recompensara permitiéndonos llegar a los
pobres. Cuando se presenta la oportunidad, c: Por qué rehusar h acer bien al
que sea? ... 6No son todos hijos de Dios?" (Mons. L. Lasagna..., cit., pag. 109.)
7 ACSS., carta a don Bosco, del 7-IX-1880.
' En 1881 aparecieron en los diarios de Montevideo acusaciones de contra-
bando al Colegio Pio. Se debia a la imperfecta dec!araci6n de carga enviada
desde Turin. Los paquetes incriminados contenian cuadros de don Bosco y
del Papa.
9 El corone! Latorre presento su renuncia a la presidencia de la Republica
el 13 de marzo de 1880. Algunos parrafos del documento dimisionario resulta-
ron famosos. " Al retirarme a la vida privada -decia-, llevo el desaliento
hasta el punto de creer que mi pais es un pais ingobernable..."
10 R. P. Lorenzo Massa, Vida del padre ]osé Vespignani (Soc. Edit. Interna-
cional, Buenos Aires , 1942); Archivo Insp. S. Fco. de Sales: Libro de visitas
inspectoriales (Registro reservado para los Superiores de la Congregaci6n y
del Consejo Inspectorial).

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>
fJA.PITULO 17111

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Paysandll
Paysandu es la hermosura del edén uruguayo,
la del rio que canta, la del cielo que sueiia.. .
El Uruguay undoso, cual cintur6n de plata,
ciii6 su egregio talle, cubriéndolo de p erlas,
y sobre la esmeralda de la sin par cuchilla
sus bohemios rubies las m argaritas siembran ...
EDUARDO D UFRECHOU, S.D.B.,
Desde mi torre, pàg . 13
(Montevideo, 1941 ).
AL FALLECER EL PADRE B0DRATT0, don Bosco nombro Superior
interino de América al padre Santiago Costamagna. Pero an-
tes de ratificarlo definitivamente en su cargo, consulto por me-
dio de Cagliero al padre Lasagna. Éste contesto, con el respeto
y la libertad de siemprn:
No hay otro mejor entre los que estamos en América, pero...
seria bueno convencerlo de abandonar la atenci6n de tantas
monjas y obligarlo a q_uedarse mas en casa.1
El padre Lasagna traslado su viaje a Europa para 1881, y
se dedico ardorosamente al robustecimiento de la Obra Salesia-
na en el Uruguay. Los acontecimientos seguian corriendo.
El 6 de setiembre, el Obispo bendijo la nueva capilla del
Colegio de San Vicente, mientras él iniciaba firmes discusiones
con los dirigentes Vicentinos : "Nos tienen muy esclavos, y no
podemos hacer nada" .2
El sabado 25 de setiembre, el Uruguay cobraba su primera
victima salesiana: en Las Piedras fallecia sor Virginia Magone.
A comienzos de afi.o envia sus aspirantes al Noviciado de
Buenos Aires; pero urge la ereccion de un Noviciado en Las
Piedras : casi todos los novicios de Almagro son orientales.3
Buenos Aires queda muy lejos, y existen muchos celos de nacio-
nalidades. Para que los Superiores entiendan, les explica que
Frente de la hist6rica iglesia parroquial de
Nuestra Sefi.ora del Rosario de Paysandu.
12

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Luis Lasagna, el obispo misionero
se trata de alga parecido a lo que ocurre entre Austria e Italia.4
En los ultimos dias de enero de 1881, Santiago Costamagna
reune al Capitulo de la Provincia Americana. Lo acompafian
los siete Superiores mas distinguidos de la zona. Casi todo se
reduce a ajuste economico y disciplinario. La unica proposi-
cion de avanzada pertenece a Lasagna:
Los clérigos durante los estudios de Filosofia y Teologia
se han de aplicar profondamente al estudio de la Pedagogia.
Mas aun, han de prepararse y rendir prueba de aptitud sobre
todas las asignaturas de ensefianza que se imparten en las
escuelas del ciclo primario.5
En febrero predica ejercicios espirituales a los salesianos
en San Nicolas de los Arroyos (Argentina), y vuelve via Co-
lonia, por Rosario (Uruguay), San José y Las Piedras. "Em-
prendi este viaje -dice- con la intenciçm de explorar terreno
adaptado a nuestras obras." Se entusiasma con Nueva Helve-
cia y San José, y hasta habla de un ofrecimiento en la frontera
brasilefia..., "pero suspendamos..., ya hay mucha carne en el
fuego".
Aprovecha la oportunidad, y el 7 de setiembre vuelve a la
carga con Cagliero. Quisiera el noviciado, las Lecturas Cat6-
licas, los Oratorios festivos, la separacion economica entre el
Uruguay salesiano y la Argentina...
lnmediatamente comienza la adaptacion de la vieJa iglesia de
Las Piedras a su nueva condicion de colegio: se le abrieron
ventanas en los muros, se coloco una Iosa a media altura, y se
habilitaron dos pisos con aulas y dormitorios. Para comienzos
del 81, no solo esperaba abrir un colegio parroquial, sino tam-
bién una sucursal del Colegio Pio, con internado, para los que
dieran esperanzas de vocacion eclesiastica.6
Entre tanto, solicito la aprobacion oficial del establecimien-
to. Le fue cursada el 7 de febrero de 1881, desde Guadalupe.
Decia asi:
Guadalupe, febrero 7 de 1881.
N ~ 10.
Acabo de recibir su nota, fecha del 23 pasado, comuni-
cando que el 15 del presente instalara un colegio particular
de varones en ese pueblo y adjuntandome a la vez un ejem-
plar del programa de estudios que debe regir en aquél.

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PAYSANDU
179
En respuesta cumpleme significar que, desde que en
dicho establecimiento se ha de ensefiar el Idioma Nacional,
segun se desprende del programa remitido, nada tiene que
observar al respecto la Comisi6n Departamental de Instruc-
ci6n Primaria, ni esta Inspecci6n, sino que, por el contrario,
se felicita de que el planteamiento de un colegio mas venga
a proporcionar, a la par de las Escuelas Publicas existen-
tes, el alimento del espiritu a las numerosas falanges de nifios
que se hallan en el departamento en edad de educarse.
Con este motivo, me es muy grato saludar atentamente
al sefior Director del futuro Colegio particular de Las Piedras,
a quien Dios guarde por muchos afios.
A N DRÉS D UBRA SEOANE
Insp. Departamental.7
En efecto, el dia 15 se inauguraron oficialmente las clases.
A princ1p10s de 1881, monsefior Vera, muy trabajado de afios
y salud, topo con nuevas dificultades internas. Don Ignacio
Beraza, parroco de Paysandu desde abril de 1870, habia partido
definitivamente para Espafia cuatro meses atras. Dejaba su
vasta parroquia en manos de un sacerdote muy joven, don An-
tonio Ochotorena, a quien acompafiaba un anciano ya incapaci-
tado, don Gregorio Benito .8
Vera habia ofrecido el curato a varias congregaciones reli-
giosas, sin éxito. Al fin, con la Semana Santa a la vista, acude
a Lasagna. Éste le da esperanzas, y consulta a Costamagna.
En pocos dias, se organiza una expedici6n. Costamagna es-
cribe a Turin:
Hace unos dias recibi una carta conmovedora de Lasagna. en
la que me comunicaba que es voluntad del Obispo de Mon-
tevideo de que los Salesianos nos hagamos cargo de la pa-
rroquia de Paysandu; luego, de San José, y luego, de otras ...
Paysandu tiene la bagatela de 22.000 almas, y es un
problema urgentisimo. Por eso acepté provisionalmente...,
hasta que don Bosco decida.9
En esos dias, Lasagna habia recibido carta de Cagliero. Le
anunciaba la partida de nuevos Misioneros. Entonces vuelve
al Colegio; expone la situaci6n a todos sus Hermanos religiosos;
dialoga con ellos; les pregunta si se animan a renunciar al alivio
y ayuda que viene de Europa, en beneficio de la abandonada
parroquia de Paysandu, y somete la propuesta a votaci6n de

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Luis Lasagna, el obispo misionero
todos, porque todos han de cargar. con parte de la responsa-
bilidad. Y con esta renuncià, y la promesa de no pedir ayuda
financiera a Buenos Aires, animo a Costamagna.
El Superior bonaerense, con la aceptacion envio magnani-
mamente al padre Juan C. Allavena, que estaba en San Nicolas,
para que 'oficiara de parrocò. · Lasagna se privo del padre Agus-
tin Mazzarello y del coadjutor Santiago Ceva.10
· El miércoles 9 de marzo, Lasagna, Allavena, Mazzarello y
Ceva se embàrcaron en el puerto. de Montevideo a bordo del
Cosmos. Llevaban varios baules con ornamentos liturgicos y
la ropa indispensable para vestirse, todo debido, en gran parte,
al dinero y la aguja de dofia Clara Jackson de Heber. El dia
10 aportan en Buenos Aires con el Sol. En el muelle los espe-
raba Costamagna.
Tenian cinco horas de pausa. Celebraron misa en Santo
Domingo, y gozaron de la compafiia del Superior hasta las diez,
hora de partida.
Después de atracar en Mercedes y en Fray Bentos, en la
madrugada del dia 11 se acercaron al puerto de Paysandu. Al
amanecer, trasbordaron en lanchones: la bajante del rio impe-
dia arrimarse al muelle. Tomaron un coche, y se llegaron si-
lenciosamente a la iglesia parroquial.11
;':
Como noventa leguas al noroeste de Montevideo, justo alli don-
de la cuchilla de Haedo abreva en las aguas del rio Uruguay,
descuélgase de la altura a la costa la ciudad de Paysandu.
Desde 1755, "cuando naciera en unos ranchos de paja corno
el ultimo o el mas al sur" de los puestos dependientes de la
estancia jesuitica de Yapeyu, creda a la margen izquierda del
rio trasparente, junto al paso de Sandu.12
Para estas fechas, era el segundo puerto y una de las prin-
cipales ciudades de la Republica Orienta!. Por su magnifico
fondeadero salian todos los productos del interior: lanas, cue-
ros y carne salada.
La parroquia de Nuestra Sefiora del Rosario albergaba
12.000 almas en 600 leguas de superficie, y asentaba su sede en
una hermosa iglesia barroca de 50 metros por 18, dividida en
tres naves, a las que se penetraba por debajo de un fronton
sostenido por seis airosas columnas corintias.13 Alli celebraban
los oficios divinos, desde el 4 de octubre de 1868.
En el puerto, corno a un kilometro de distancia, nacia la

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PAYSANDU
181
capilla de San Ramon, empezada siete afios atras. En el cam-
po, al norte del arroyo Seco, y a unas seis leguas de Paysandu,
florecia una capillita que una familia inglesa catolica, los Hu-
ghes, habian dedicado al Buen Pastor.
Un historico tranvia facilitaba las comunicaciones urbanas
por calles rectilineas, tiradas a cordel, que corrian de norte a
sur y de este a oeste. A sus bordes se agrupaban hermosas
casitas, casi todas bastante nuevas.
Por dos veces, en poco tiempo, Paysandu habia sufrido las
depredaciones de la guerra : el afio 46, las hordas garibaldinas,
y el 65, la artilleria del Imperio Brasilefio, casi arrasaron con
todo.
La ultima vez, lo mas castigado fue el templo en construc-
cion, en el que se habian parapetado los defensores de la ciu-
dad. La torre del norte, que habia llegado a la altura de las
bovedas, fue abatida hasta los cimientos. Y lo mismo ocurrio
con el bautisterio. Las paredes del costado que miraban al
norte, quedaron acribilladas por los proyectiles. Y al fronton
del atrio hubo que derribarlo, antes de proseguir la fabrica, por
su estado ruinoso.
*
·*
*
Después de los saludos, exhibicion de credenciales, etcétera, esta-
blecieron un acuerdo con Ochotorena: ocuparian las habitacio-
nes que el cura Beraza alquilaba a don Benjamin Almagro y
Paredes, en las inmediaciones de la iglesia parroquial. Por tres-
cientos pesos compraron al Cura interino sus pertenencias. Y al
dia siguiente, sabado 11, en privado, Allavena presto el jura-
mento de rigor, y tomo oficialmente posesion del curato. En-
seguida fueron a saludar a las autoridades, comenzando por
don Julio Muro, capitan del puerto y viejo amigo de Lasagna,
ya que tenia dos hijos de alumnos internos en el Colegio Pio.14
La rapidez y el silencio de la operacion despertaron sospe-
chas a los malevolentes, y el dia 14 algunos diarios masonicos
de la localidad dieron la version de que Allavena y un grupo
jesuitico habia asaltado la parroquia, y se habia apoderado del
curato, que ejercia interinamente Ochotorena. Rubo gente que
hasta comenzo a recolectar firmas, para acudir al Obispo.
La vida religiosa sanducera era muy opaca. Unos veinte
hombres -integraban, con un grupo mayor de mujeres, dos Her-
mandades: la del Sagrado Corazon de Jesus y la de Animas y
Dolores. Lo demas, casi se reducia a bautizos, atencion del
hospital y funerales.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Sin embargo, la convivencia del sacerdote con el pueblo se
desenvolvia normalmente. La ciudad hervia de sociedades se-
cretas; algunas, muy agresivas. Pero las cualidades humanas
de Ochotorena eran apreciadas; sobre todo, sus dotes atléticas
sobresalientes en el juego de pelota.
Los Salesianos comenzaron su obra inmediatamente. La
primera oportunidad de actuar la ofrecia la fiesta de san José.
Lasagna predico el triduo, acompaiiado del rezo del Rosario y
la bendicion.
El 18 a la noche, y al término de la funcion, un grupo de
muchachotes cop6 el atrio de la iglesia, y provoco un desorden
mayusculo: entre pifias y silbatinas, gritaban: "jAbajo los cu-
ras jesuitas!", y otros estribillos.
Los Salesianos, al principio; no atribuyeron mayor impor-
tancia al asunto; hasta que se percataron de que para llegar a
su casa debian pasar por entre el grupo de los revoltosos, y
cruzar la plaza. Felizmente, llego la policia, traida por el capi-
tan Mur6, que por un tiempo fue el angel guardian.
Enseguida comenzaron a atraer a los niiios, y pidieron por
telegrama un armonio a Montevideo. Noticias, todas ellas, que
circularon por el pueblo con la rapidez del rayo.
;'e
El 19 de marzo, mientras se realizaba la fiesta de san José, El
Paysandu, m aximo exponente periodistico del lugar, protestaba
por el "Suceso de anoche":
Somos liberales en nuestro modo de pensar religioso ... Acep-
tamos y respetamos a todas las religiones, para que se acepte
y se respete la nuestra...
El suceso acaecido en nuestro templo arroche perjudica
notablemente a la propaganda anticat61ica que la prensa
liberal de la Republica viene haciendo.
No es la pifia la que ha de llevar al animo publico la
convicci6n profonda del errar en que se ha mantenido...; la
raz6n no se alcanza con meter barulla en los templos donde
el catolicismo impera...15
Anotemos, corno dato curioso, que hasta los diarios de la
oposicion se hacen eco de los proyectos de Lasagna; sobre todo,
de su proposito de llevar a feliz término la capilla de San Ra-
mon. Algunos de ellos, por falta de contacto directo con los
protagonistas, hacen un raro injerto de los apellidos de Allavena
y Lasagna, y por un tiempo hablan del padre Arellana.
*
*

19.5 Page 185

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1so l<Ms.
' . -......... .... ---~- ..
NOTAS
SANDUCERAS
Mapa correspondiente al territorio parroquial de la
casa de Nuestra Seiiora del Carmen, de Paysandu.
Frente actual del templo de San
Benito, la iglesia del puerto de
Paysandu.
i·':
}
El corone! Julio Mur6,
padre de dos alumnos
del Colegio Pio -Julio )
y Leopoldo-, coman- ·_;
dante del puerto de Pay-__
sandu, y primer coope-'t~
radar de la Casa na-.
ciente.
El padre Juan Allave-
na, primer parroco sa-
lesiano del lugar. Tam-
bién le correspondi6 el
privilegio de ser el pri-
mer salesiano que ingre-
s6 en el Paraguay.

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184
Luis Lasagna, el obispo misionero
El 20, Lasagna se reembarca en el Cosmos, rumba a Montevideo .
Se siente acabado. El esfuerzo le ha producido una recaida en
su mal. La angustia lo consume.
El 10 de mayo escribe a Turin. Esta en cama. En medio
de sus dolores, se desdice del proposito enunciado el 8 de mar-
zo, cuando le aseguraba a don Bosco que "hasta que no venga
Cagliero, no podré dejar esta baraunda en manos de otro, para
ira Italia y curar mis males", y le informa de su viaje inminente.
El 18 de mayo envia a Turin un halagador informe acerca
de la Obra de Maria Auxiliadora para las vocaciones sacerdota-
les y religiosas, del que ya hemos hablado. Recibe después un
pedido del Obispo de Porto Alegre (Brasil), que solicita la pre-
sencia de los Salesianos en su diocesis, y el 25 de mayo debe
acompafiar a don Juan Jackson y a don Félix Buxareo a visitar
en el Manga los terrenos que querian dedicar a escuela agricola.
Pero influye desfavorablemente en su depresion el doloroso
acontecimiento de la muerte de monsefior Vera. El 6 de mayo
pasaba a la eternidad el laborioso Obispo, mientras predicaba
una mision en el Pan de Azucar. El gran Misionero habia caido
en su ley. El Uruguay entero se conmovio. El Gobierno le
tributo honores fonebres "analogos a los que corresponden a
la mas alta jerarquia militar de la Republica". El pueblo si-
guio estremecido tras de sus despojos humanos. El periodis-
mo, sin distinèion de banderias, le dedico calidos elogios y tier-
nos lamentos.16
Enseguida asumio el gobierno interino de la diocesis mon-
sefior Inocencio Maria Yéregui, y sin mucho esperar comenza-
ron los tramites y también las intrigas para elegir sucesor.
Vera las habia previsto. Ya en setiembre de 1877 habia
escrito a la Secretaria de Estado del Vaticano, en su enrevesado
y personal estilo:
En todos los paises del munda no faltan, corno aqui tam-
bién sucede, quienes pretenden ascender a las primeras dig-
nidades de la Iglesia los que menos podian aspirar a tales
a l t u r a s .. .17
Y corno tiene sesenta y nueve afios, afiade una lista de posi-
bles y dignos sucesores, por orden de prioridad, analizando sus
condiciones. Son ellos: 19) Inocencio Yéregui; 29) Rafael Yé-
regui; 39) Mariano Soler; 49) Ricardo Isasa; 5°) Norberto Be-
tancur, y 69) Santiago Silva.
*
*

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PAYSANDU
185
.Lasagna se embarc6 para Italia a fines de mayo en el Umber-
to 1.18 Entre otras cosas, llevaba una carta reservadisima de los
cat6licos mas serios de Montevideo, cuyo texto no conocemos,
aunque podemos deducir su contenido por la nota que Lasagna
enviara a don Bosco el 27 de junio, casi no bien puso pies en
Marsella.
Jackson y Yéregui le encargan informar a Roma que el Go-
bierno de Montevideo esta encaprichado en nombrar obispo a
Estrazulas. Ciertamente, no es el mas idoneo, y por eso le rue-
gan alertar inmediatamente a la Santa Sede. En su opini6n
-la de Lasagna-, el obispo debe ser Inocencio Yéregui; aunque
aiiade, a fuer de honrado: ci ha sulle carne...
De todos los candidatos de que se habla -o sean Estrazu-
las, Conde, Martin Pérez y Garda Zuiiiga-, el mejor es el ulti-
mo; pero cree que los mas indicados serian Yéregui, Zuiiiga,
Soler e Isasa. De todos ellos, él responderia personalmente,
aunque le parece que el alma mas bella es la del padre Santiago
Silva, lamentablemente muy enfermo.19
Don Bosco prometi6 plantear el caso en Roma.
Monseiior Inocencio Yéregui, en efecto, fue consagrado obispo
titular de Canopus, el 18 de setiembre; en noviembre, preconi-
zado titular de Montevideo, y el 20 de abril de 1882 se hizo
cargo del obispado.20
1 ACSS., carta a don Rua, del 15-X-1880.
2 ACSS ., carta a Cagliero, del 7-IX-80.
3 ACSS., Bollettino Salesiano, aprile 1881 ; carta de Lasagna a don Bosco,
del 27-IX-1880, y de sor Magdalena Martini, de igual fecha.
4 ACSS ., carta a don Bosco, del 7-II-1881. "Il giovane aspirante [Migone ] ...
l'ho mandato alla casa di Buenos Aires per la prova . Ma al dir vero... mi pa-
rebbe assai conveniente che questa prova si potesse fare qui nell'Uruguay.
Ritenga che a Buenos Aires gli orientali non vanno volentieri per certe radicate
antipatie di nazionalità.. ."
5 Las actas del Capitulo de la Provincia Americana se hallan en el archivo
de la Insoectoria de San Francisco de s~Ies (Libro de visitas de los Insoecto-
res). Asistieron al Capitulo los padres Domingo Tomatis, Luis Lasagna, Este-
ban Bourlot, Valentin Cassini, Evasio Rabagliati, José Vespignani y José Fagnano.
6 Cronica de Las Piedras.
7 J . M. Vidal, Vida del padre J. Gamba, cit., pags. 43-44. Carta de La-
sagna a don Bosco, del 7-II-1881.

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186
Luis Lasagna, el obispo misionero
' Cronicas del Colegio Pio y de Paysandt'.t; libros parroquiales de la parro-
quia de Nuestra Sefiora del Carmen (Paysandt'.t).
9 ACSS., carta de Costamagna a don Bosco, del 6-111-1881, y de Lasagna a
don Bonetti, del 27-Vl-1881.
10 J. Vespignani, Cronica abbreviata..., cit.
11 Cronica de Paysandt'.t. Carta de Lasagna a don Bone tti, del 27-Vl-1881.
12 J. M. de la Sota, en su Catecismo geog rafico, politico e his t6rico de la
Republica Orientai del Uruguay, insinuo que el toponimico Paysandu podia
originarse del apellido de un padre Sandu, a quien los indios decian pai Sandu,
o de la significacion de Sandu (escucha), dando pie a una leyenda que ya no
acepta ningt'.tn historiador.
Baldomero Vidal, S .D.B ., Origenes de Paysandu, pa.g. 7, nota 7 (inédito).
13 Historia de la iglesia de Paysandu (inédita), existente en el archivo del
Colegio. Probablemente, p ertenece al padre Baldomero Vidal, S.D.B.
14 ACSS., carta de Lasagna a don Bonetti, del 27-VI-1881. Cronicas del Cole-
gio Pio y de Paysandt'.t.
15 Lamentablemente, en la Biblioteca Nacional de Montevideo no se han
archivado otros diarios sanduceros correspondientes a este aiio, que El Pay-
sandu, organo periodistico de la tarde. Su director, Servando H. Mendoza,
aunque incrédulo confeso, en las ediciones del 14 y el 19 de marzo ofrece sere-
nas r eferencias a los primeros dias de los Salesianos en Paysandt'.t. El 13 de
abril, por ejemplo, el diario citado, con ocasion de Semana Santa, publica un
articulo sobre Jesucristo. Se manifiesta opuesto a su divinidad; pero rinde
homenaje a la "catastrofe de su buena idea..."
En las Cronicas salesianas se habla de otros periodicos mucho mas
agresivos.
16 L. A. Pons, obra cit., pag. 220. (Las palabras e ntre comillas correspon-
den a Ios decretos de honores promulgados por el Poder Ejecutivo de la Nacion,
y a la resolucion del Honorable Senado y de la Camara de Representantes.)
17 Archivio Segreto Vaticano, Segretaria di Stato, rubr. 251, 1877, b. 440,
fase. 1?, posicion 26-740, y respuesta de la Secretaria del 17-X-1877, N? 25.760 .
18 A p esar de que la Cronica del Colegio Pio diga que Lasagna partio el
1? de mayo -error que repite don Albera (Mons. L. Lasagna.. ., cit., pag. 144 ),
y que lo induce a hacerle conocer la noticia de la muerte de monsefior Vera
en Turin (pag. 146)-; por los datos consignados en este capitulo, estamos segu-
ros de que Lasagna partio no antes del 25 de m ayo.
En su Cronica abbreviata, el padre José dice: sul finire di Maggio.
Podria confirmarse el dia exact6 de la partida en la Biblioteca Nacional
de Montevideo (diario El Siglo, "Movimiento del Puerto"). Aunque, cuando
pude, olvidé hacerlo; baste saber que llego a Marsella el 24 de junio.
19 ACSS., carta a don Bosco, del 27-Vl-1881.
20 Consignamos aqui tres cartas enviadas por monsefior Inoce ncio Yéregui
a don Bosco, existentes en el ACSS.:
I. - "Montevideo, Agosto 5 de 1881. / Rdo. P. D. Juan Bosco. / Mi respe-
table y querido Padre : / He recibido la carta que V. R. tuvo a bien escribirme
en junio ultimo, mucho lo agradezco, pues tengo de V. R. los mas gratos re-
cuerdos y agradecimientos mas sinceros. / La muerte de nuestro santo Prelado
ha sido un golpe tremendo para esta Diocesis, era él el Padre y centro de
todos nosotros ; pero la Divina Providencia, esperamos, quiso premiar sus gr an-
des virtudes confesadas, aun por los mas grandes amigos de la lglesia. Jamas

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PAYSANDU
187
este pueblo presenci6 un horror tan grande tributado después de la muerte a
ning(m ciudadano, corno el horror que tributo al humilde y celoso Ap6stol que
evangelizaba a los pobres y consolaba a los afligidos. / Dios nos mirani con
compasi6n ahora que estamos huérfanos. / Yo aunque indignisimo he sido
puesto al frente de esta Di6cesis hasta que la Santa Sede provea de Pastor
a la grey, V. R. ruegue por nosotros, no nos olvide. / La Providencia ha traido
aqui sus hijos los Salesianos, ellos hacen gran bien, pero son pocos, aumente,
querido Padre, estos celosos ministros que Dios le pagani tanta caridad. / No
nos tenga mucho tiempo en ésa al querido P. Lasagna que es el alma del
Colegio Pio. / Al P. Cagliero que no se olvide de nosotros pobres huérfanos,
mas pobres, sin duda, que los hijos de la gran ciudad de Bs. As. / Probable-
mente, y Dios mediante, recibiré la consagraci6n Episcopal para el 18 de Setbre.
pr6ximo, encomiéndeme ese dia con especialidad. Tenga la seguridad que los
RR. PP. Salesianos y las Hermanas tendran en mi un amigo y un protector
en todo lo que me sea posible. / Dignese saludar a los RR. PP. que conoci
en ésa y reciba V. R. recuerdos de mi hermano y especialmente ,el sincero
aprecio que le profesa este humilde amigo y capn. / I NOCENCIO M. YÉREGUI."
II. - "Montevideo, Octubre 18 de 1881. / Rmo. P. Juan B. Bosco. / Mi
respetable Padre: / El dia 18 de Setiembre pr6ximo pasado recibi la consagra-
ci6n en esta Catedral de manos del Exmo. Sr. Arzobispo de Buenos Ayres.
Ya me tiene V. R . con la cruz a cuestas, quiera Dios que sea para su mayor
gloria y bien de mi alma, yo conffo mucho en las oraciones de las almas buenas
y espero que V. R. no me olvidara. / Tuve el gusto de ver en mi consagraci6n
al Rmo. P. Costamagna y demas padres Salesianos que pudieron asistir. Aun
no ha resuelto Roma quién sera el sucesor del llorado y Santo Obispo que
perdimos, quiera el Sefior que sea un digno Pastor el gue venga. Esperamos
pronto al P. D. Lasagna y creemos que traera algunos compafieros para poder
hacer en mas grande escala el bien en esta querida y desgraciada tierra. Rue-
gue mucho por nosotros que estamos muy necesitados de buen clero. / En
Paysandu siguen haciendo gran bien los Padres encargados de aquella parro-
quia. / Sirvase recibir esos recuerdos de mi consagraci6n y entregar uno a
D. Cagliero, otro al Sr. Cais y otro al querido viejito D. Belasio. / Mii afectos
a todos los RR. PP. y pido a V. R. se digne encomendar a S. S. y Affmo. Cape-
Han / t !NOCENCIO MARfA, Obispo de Canopo."
III.- " Montevideo, Abril 24 de 1882. / Rmo. P. D. Juan B. Bosco. / Mi
respetable y querido Padre: / Agradezco a V. R. la atenta y para mi tan que-
rida carta de fha. de Dicbre. ultimo, que no contesté porque deseaba hacerlo
cuando me recibiese del Obispado; recién he podido hacerlo el dia 20 del
corriente. / Agradezco sinceramente a V. R. y a las demas personas lo que
han hecho por esta Di6cesis que el Sefior ha confiado a este inutil siervo suyo.
Necesito muchisimo de que me encomiende al Sefior y a Maria SSma. con quien
V. R. tiene mucho valimiento, para que pueda trabajar por la gloria de Dios;
deseos no me faltan, pero si me falta salud, pidasela _si me conviene: se lo
ruego encarecidamente. / Los PP. Salesianos pueden contar con mi protecci6n
decidida, yo haré por su bien cuanto pueda; estoy muy contento de estos
excelentes sacerdotes y confio que seguiran los ejemplos santos de su digno
Padre mi respetable y querido D. Juan B . Bosco. / Dignese saludar en mi nom-
bre a toda esa respetable comunidad, y cuente que agui seré siempre el amigo
fiel de los Salesianos. / Pido sus oraciones y me repito / S. S. y affmo. amigo /
t !NOCENCIO MARfA, Obispo de Montevideo."

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fJAPITULO IX

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Retorno a Europa
Y siento que se anuda mi garganta
al recordar a mi Uruguay querido ...
Y siento que mi lira se agiganta
al pronunciar su nombre bendecido ...
RAùL MON TERO y BROW N , S.D.B .
EL 24 DE JUNIO, Lasagna arribaba a Marsella.1 El padre Albera,
su compafiero de infancia, nos conserva el recuerdo de un epi-
sodio de viaje. Dice textualmente, en la biografia citada:
Durante la travesia ocurrio algo interesante. Era el unico
sacerdote a bordo. La sotana no resultaba simpatica a mu-
chos. Solicito permiso al Capitan para celebrar misa en el
salon de primera clase, y le fue negado... Pero no perdio
las esperanzas... Viajaba con ellos una joven sefiora espa-
fiola, que por su dinero y belleza era permanentemente cor-
tejada por los viajeros elegantes · de primera clase, sobre
los que demostraba un magico ascendiente. En cuanto La-
sagna se percato del fenomeno ..., estudio la manera de acer-
carsele. Durante los primeros dias le fue imposible, porque
el mal de mar habia recluido a la sefiora en su cabina; pero
un buen dia reaparecio. Sentada muellemente en una silla
de cubierta, pasaba largas horas platicando con su corte de
admiradores, entre los que, naturalmente, se encontraba el
Capitan del barco.
Lasagna espio el momento oportuno para llamar sobre
si la atencion de la dama. Y esa misma noche, cuando vio
que estaba por retirarse, fingio encontrarla por casualidad,
y la saludo muy gentilmente en castellano, deseandole las
buenas noches.
Al dia siguiente, paso de nuevo Lasagna junto al grupo
de cortesanos. Algunos lo miraron con cara de pocos amigos.
La sefiora, en cambio, se adelanto a saludarlo con respeto.
La operacion comenzaba a madurar. Mas tarde, al volver
a pasar distraidamente junto al conocido circulo, la sefiora
~ Dona Teresa Bianco, madre del padre Luis Lasagna. La foto
fue tomada de un cuadernillo de recuerdos del hijo, existente
en el archivo del Colegio Pio de Villa Colon.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
lo invito a participar de la reunion. El Capitan, que ocupaba
la silla mas cercana a la damita, le cedio el asiento al Sacer-
dote. Éste agradecio la cortesia, y acepto. Durante la con-
versacion, se mostro grave, modesto y digno: pocas palabras,
serias y oportunas. Asi fue corno dejo magnifica impresion;
especialmente, en la seiiora, que antes de retirarse, en un
aparte le pregunto si sentia alguna molestia o alguna pena...
Le confeso Lasagna que la causa de su viaje era su mal-
hadada salud; pero que la pena inmediata que mas lo afligia
era no poder celebrar misa durante el mes del Sagrado
Corazon, y ni siquiera en el dia de la fiesta. Aiiadio que le
parecia que si pudiera hacerlo en el salon de primera clase,
muchas gentiles seiioras habrian de escucharla con satisfac-
cion. Ahi pulso una cuerda sensibilisima de la dama, que
si bien mundana, era muy piadosa, y que frente a las insegu-
ridades del mar, sentia mayor necesidad de ayuda divina.
Ella enseguida se encargo de entrevistar al Capitan, y a
semejante intercesora se le concedio facilmente lo que se le
habia negado al Sacerdote.
Lasagna tuvo el consuelo de celebrar diariamente St1 mi-
sa, y la seiiora, con otros viajeros, no falto un solo dia al
oficio.2
;'(
;'::
Una de las mayores preocupaciones que absorbieron los pensa-
mientos de Lasagna antes de su partida, fue la de elegir un su-
plente. Hacia tiempo que andaba barajando nombres en sus
meditaciones y en sus cartas a los Superiores.3
Como veremos, penso siempre que dificilmente su segundo
podia ser su suplente. Por eso, al principio penso en Allavena.
Después, le parecio demasiado joven, y nuevo en el Uruguay.
Por otra parte, apenas habia comenzado a trabajar en Paysandu.
Luego, considero a Piccono, director de Las Piedras. Pero
aparecia un poco lirico, y tenia pocos meses de América: habia
llegado en febrero del 81, en el Umberto I.
Entonces, sus preferencias se inclinaron por Borghino.
Ademas de ser lo mejorcito que habia, ya conocia el ambiente.
Sus dos primeros afios de América los habia pasado en el Cole-
gio Pio -el ultimo, de catequista-, y este ano de 1881 se habia
estrenado corno vicedirector de Las Piedras. En cuanto el pa-
dre Costamagna estuvo de acuerdo, Lasagna partio tranquila-
mente.
Pero a mediados de junio el padre Costamagna visito la
metropoli uruguaya, en gira de inspeccion. Y enseguida aflora-

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RETORNO A EUROPA
i91
ron las profundas diferencias de modalidad que separaban a
Buenos Aires de Montevideo.
Costamagna escribe en su agenda:
Colegio de Colon: Lo encontré con cincuenta y cinco
chicos, muy indisciplinados casi todos. [La cronica trae el
nombre de cincuenta y ocho alumnos primarios, y de siete
del liceo.] Tuve que hacer un verdadero esfuerzo para pur-
garlo.
Las Piedras: ... di unos buenos retos en conferencia a
las Hermanas... y sali poco satisfecho de aquellas dos Casas
de Hermanos y de Hermanas.
... habiendo salido el P. Lasagna para Europa, a fin de
curar su terrible enfermedad, quedaron las Casas de aquella
comarca algo descompuestas. Tuve que llamar [el 16 de
junio] al P. Piccono, director de Las Piedras,4 y ponerlo de
director interino en el Colegio Colon.
Dejé la Casa de Las Piedras en custodia de Dios y del
P. Espiritu Scavini y P. Miguel Borghino, en modo que el
primero se ocupase tan solo de lo material y el segundo
atendiera exclusivamente a lo espiritual.
Hice venir de Colon al P. Lorenzo Bacigalupo, para que
fuese director interino de la Casa de San Vicente...5
Todos estos extractos estan adornados por casi dos paginas
de tamafio oficio, que no contienen otra cosa que normas disci-
plinarias.
· Luego, torno a Buenos Aires. Pero -apunta textualmente
el padre Vespignani-, "el P. Piccono muy a menudo y en toda
ocasion de alguna importancia escribia [al padre Costamagna]
solicitando ayuda y consejo".6
En agosto, el Superior torno a Montevideo corno un hura-
can. Depuro el Colegio Pio. Fueron expulsados varios inter-
nos, y otros se retiraron ... A fines de afio, solo quedaban treinta
y dos alumnos, casi todos primarios.
Piccono insistia en que habia que cerrar la seccion secun-
daria.
A pesar del gran esfuerzo y duro trabajo de los Salesianos,
el descrédito externo se multiplicaba. Y lo mas curioso es que
si hacemos un prolijo examen de las medidas adbptadas por
Costamagna y Piccono, y las comparamos con las disposiciones
de Cagliero y de Lasagna, segun constan en las cronicas; nos
admirariamos de que ambos equipos exigen casi las mismas co-
sas, aunque con resultado diverso.
Es cierto que Lasagna practicaba ya entonces una politica

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Luis Lasagna, el obispo misionero
de apertura, que no todos podian comprender; pero lo mas im-
portante es que Lasagna, si bien corregia los defectos, pania
mas énfasis en purificar las causas de la indisciplina y de la
irreligiosidad, que en cortar salvajemente los defectos.
Lasagna corregia; pero cuidaba las formas y las maneras ...
Era amable y cordial; hablaba espléndidamente bien el caste-
llano, y con sus modalidades orientales, era uno de ellos. Sus
preocupaciones, mas que colectivas, eran personalizadas : mas
que el éxito visible, perseguia la correccion intima y privada.
No devoraba la educacion de la libertad persona!, en aras de los
prestigios de la autoridad o de la imagen triunfal del Instituto.
Lasagna corregia; pero no se excedia en los procedi-
mientos .. .
Todas estas conclusiones emergen de un examen compa-
rado de toda la documentacion del Colegio Pio, y de la Cronica
abbreviata della Casa Ispettoriale di San Carlo, escrita por un
hombre de la seriedad y ponderacion del padre José Vespignani.
En el Colegio Pio IX, de Buenos Aires, se imponian penas
disciplinares odiosas,7 que hacen perfectamente explicable la
carta de don Bosco del 10 de agosto de 1885, en la que subraya
al padre Costamagna que "quisiera [él mismo] hacer a todos
juntos una conferencia sobre el espiritu salesiano que debe
animar y guiar nuestras acciones y palabras"; y después de
enumerar una serie de errores que se estan cometiendo en la
obra educativa, seriala la accion positiva que se debe des-
arrollar.8
Las desventuras de don Piccono y de don Costamagna no
acabaron aqui.
El 4 de setiembre fallecia, todavia joven, la gran coopera-
dora dofia Elena Jackson.9
Ademas de ofrecer permanente ayuda economica a Sale-
sianos y Hermanas, dofia Elena gastaba su vida apostolica-
mente. Entre sus benemerencias visibles contàba la de ser
la primera traductora al castellano de El joven instruido, ma-
nual formativo y de oracion escrito por el mismo don Bosco.
Casi al mismo tiempo, recomenzaron los roces y aumentaron
los disgustos con la Sociedad de San Vicente. Se trato de so-
lucionarlos, y se encargo al padre Bacigalupo de la direccion
del Colegio.10
L'Era Italiana, "giornale politico, commerciale, artistico e

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RETORNO A EUROPA
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letterario", en la edicion del domingo 4 de setiembre publico un
dialoghetto entre don Giulebbe y don Prodoscimo. Dos colum-
nas y media dedicadas a ridiculizar la relacion del viaje del
padre Cagliero publicada por el Boletin Salesiano. Aunque era
éste uno de los tantos insustanciales, pero ironicos dialogos
anticlericales sin mayor trascendencia, alarmo desmedidamente,
primero, a don Piccono, y luego, al padre Costamagna.11
Al poco tiempo, Costamagna visito a Paysandu. Lo llevo
un problema angustioso: el clérigo Nicolas Viceconte, que habia
recibido la sotana el 11 de abril, mostraba signos de alienacion
menta!. Aprovecho la oportunidad para predicar una pequefia
Mision, inspeccionar la marcha de la Casa, y traerse al Clérigo
nombrado. Y, de acuerdo con los reglamentos, retiro el dinero
que se depositaba en la Casa.
*
*
*
Todas estas noticias llegaron a Turin en tono de queja. Don
Cagliero le escribio al Inspector lamentandose de lo ocurrido.
Costamagna contesta el 27 de agosto. Después de alegrarse "por
el buen estado de salud del padre Luis", le pide que lo aliente,
y que le diga que lo aguardan pronto, que quisieran imitar su
celo, y que espera que no hayan llegado hasta él algunas mur-
muraciones.
"Don Piccono tiene mucho que aprender", afirma, y pasa
luego a defenderse por haber retirado dinero de la Casa de Pay-
sandu, y por los cambios de persona! realizados.
El 10 de diciembre fallece en Colon la hermana Angelina Dene-
gri. En una pobre jardinera llevan el féretro hasta Las Piedras,
donde lo inhuman.
Por esos mismos dias, empiezan a correr rumores alarman-
tes: en Montevideo renace el colera.
El afio, a pesar de las hermosas distribuciones de premios
realizadas en el Colegio Pio yen el de San Vicente -la primera, el
25 de diciembre, presidida por el doctor Mariano Soler-, con-
cluyo con mas pena que gloria. Y por muchos afios se comen-
taron sus incidentes, y hasta se entablaron polémicas.
*
*
*
13

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194
Luis Lasagna, el obispo misionero
Mientras tanto, el padre Lasagna no perdia tiempo en Italia.
A poco de estar, manifiesta sus propositos al padre Bonetti:
Vuelvo para ver a don Bosco y darle cuenta de nuestros
trabajos; vuelvo para promover en mayor escala, si cabe,
otras empresas y otras Misiones que redunden en beneficio
de las almas y de la religi6n; vuelvo también para ocupar-
me de mi salud...12
Inmediatamente se traslado al Oratorio. Abrazo a don Bos-
co, y revivio sus antiguas alegrias. Volo después, a su pueblo,
y en Montemagno se repitieron las escenas de ternura con su
madre, padrinos y amigos.
Luego, se presento a los médicos. Lo examinaron, y esta-
blecieron la necesidad de intervenir quirurgicamente; pero de-
cidieron esperar a que pasara la estacion de los calores.
Mientras tanto, él aprovecho su tiempo. En julio, ante una
indicacion de don Bosco, visito el Observatorio Meteorologico
del Colegio Carlos Alberto, de Moncalieri, dirigido por el célebre
sacerdote barnabita Francisco Denza.13 Y le confio una de sus
chispeantes ideas: no solo deseaba establecer un observatorio
en el Colegio Pio, de Villa Colon, sino que las Obras Salesianas
sucj.americanas podian ofrecer las bases de una red de estacio-
nes que cubrieran el area meridional de América.
Denza, entusiasmado, le ofrecio toda su colaboracion cien-
tifica y materia!, y presento una interesante Memoria en el Ter-
cer Congreso Geografico de Venecia, en su relacion del 2 de
noviembre de 1881.
Lasagna adquirio los instrumentos y libros indispensables,
y tomo debida nota de las instrucciones surgidas de la ciencia
y experiencia del padre Denza; y cuando don Bosco le indico el
nombre de algunos de los salesianos que lo acompafiarian en su
viaje de regreso a América, euvio enseguida al clérigo Domingo
Albanella a entrenarse en el manejo de los instrumentos de
observacion.
Luego, debio someterse a las exigencias de los médicos. Su
temperamento no ayudaba mucho a la curacion..., pero en los
momentos mas criticos lo animo un compafiero de infancia, el
sacerdote salesiano don Luigi Porta. Ademas, tuvo la satisfac-
cion de ver entre los médicos a uno de sus alumnos de Lanzo.
El 3 de octubre ingreso en el viejo Ospedale dei Cavalieri
di S. Maurizio e Lazzaro, sito en Piazza Doranea. (En esos dias,
el 11 de noviembre, ponian la primera piedra del actual, que
desde 1884 funciona en el numero 46 de via Turati.)

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RETORNO A EUROPA
195
Ocup6 la cama 100, y fue sometido a extirpaci6n de tumores
hemorroidales. Sufri6 muchisimo. Pero el 4 de noviembre
pudo abandonar el hospital, definitivamente aliviado.14
Enseguida comenz6 a preparar su retorno. Sus conversaciones
con los Superiores, la particular situaci6n del Uruguay y las
gestiones de los obispos brasile:fios, dieron su fruto. Y unos
dias antes de la partida, el 8 de diciembre, el Capitulo Superior
extendi6 el decreto de creaci6n de una nueva inspectoria ame-
ricana. Dice el documento:
Nos parece oportuno delante del Seiior enviar auxilios y
ordenar razonablemente el régimen de toda la regi6n.
Por lo cual juzgamos necesario crear un nuevo inspec-
tor para la Republica del Uruguay y el Brasil..., [separado]
del grupo de Casas que pertenecian hasta ahora a la Argen-
tina y regiones cercanas, bajo el cuidado de Santiago Cos-
tamagna, sacerdote e hijo carisimo, inspector eficaz de la
Provincia Americana.
[Sin embargo], juzgamos y establecemos ... que se le
prorrogue al padre Santiago Costamagna la facultad de su-
pervisar, de acuerdo con las leyes can6nicas..., todas las
Casas que en virtud de este decreto entregamos al cuidado
del padre Luis Lasagna..., en las que obrara corno amigo y
consejero, y nada innovara sin nuestro permiso...15
1 ACSS., carta de Lasagna a Cagliero, del 24-VI-81.
'P. Albera, Mons . L. Lasagna..., cit., pags. 145-146.
'ACSS., carta de Lasagna a Cagliero, del 6-II-81.
'Cronica del Colegio Pio, 1881, escrita por el padre Piccono.
' Arch. Insp. S . Fco. de Sales, Visitas de los Inspectores.
6 J. Vespignani, Cronica abbreviata..., cit., pag. 71.
7 El padre José Vespignani narra, por ejemplo, en Cronica abbreviata...,
pag. 33: "Certi disordini non si potevano torre, p . e. il fumare, e si giunse
a stabilire la pena di 7 giorni a pane ed acqua per togliere questo disordine.
(Se si fosse commesso un gran peccato, che penitenza se poteva imporre?)
[El paréntesis pertenece al padre Vespignani.] Non era proporzionata l'impor-
tanza che si dava alle mancanze; ne il Superiore aveva la soddisfazione di
sapere minuta mente ciò che passava: vi furono disordini di moralità che gli
restarono occulti, e ciò non per cattiva volontà, ma perchè non eravamo sul
sistema salesiano".
Cuando en 1880 Bodratto dulcific6 la tarifa de penas -se redujo a menos

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Luis Lasagna, el obispo misionero
e!. numero de dias de ayuno, y se reservo a algun Superior el derecho de im-
ponerlos-, casi se produjo una huelga de profesores, a pesar de los evidentes
perjuicios que engendraba el sistema, y que el padre José enumera a conti-
nuaci6n.
' En el folleto Ricordo ai salesiani della Rep. Argentina (Buenos Aires, 1908),
el padre José Vespignani publica la célebre carta de don Bosco. Dice asi:
" Caro e sempre amato D. Costamagna: / L'epoca dei nostri Esercizi Spi-
rituali si va avvicinando, ed io che mi vedo in cadente età vorrei potere aver
meco tutti i miei figli e le nostre consorelle di America. Ciò non essendo pos-
sibile, ho divisato di scrivere a te una lettera che possa a te e a d altri nostri
confratelli servire di norma a diventare veri Salesiani nei vostri Esercizi che
pure non sono gran fatto dai nostri lontani. / Prima di ogni cosa dobbiamo
benedire e ringraziare il Signore, che colla Sapienza e Potenza sua ci ha aiutati
a superare molte e gravi difficoltà, che da noi soli ne eravamo incapaci. - Te
Deum, Ave Maria. / Dipoi vorrei a tutti fare io stesso una predica, o meglio
una conferenza, sullo spirito salesiano, che deve animare e guidare le nostre
azioni ed ogni nostro discorso. / II sistema preventivo sia proprio di noi. -
Non mai castighi penali, non mai parole umilianti, non rimproveri severi in
presenza altrui. - Ma nelle classi suoni la parola dolcezza, carità e pazienza. -
Non mai parole mordaci, non mai uno schiaffo, grave o leggiero. - Si faccia
uso dei castighi negativi, e sempre in modo che coloro che siano avvisati di-
ventino amici nostri più di prima e non partano mai avviliti da noi. / Non si
facciano mai mormorazioni contro alle disposizioni dei Superiori, ma siano
tollerate le cose che non siano di nostro gusto, o siano penose o spiacenti. -
Ogni Salesiano si faccia amico di tutti, non cerchi mai far vendetta, sia facile
a perdonare, ma non richiamar le cose già una volta perdonate. - Non siano
mai biasimati gli ordini dei Superiori, ed ognuno studi di dare e promuovere
il buon esempio. - Si inculchi a tutti e si raccomandi costantemente di pro-
muovere le vocazioni religiose tanto delle Suore come dei Cofra telli. - La dol-
cezza nel parlare , nell'operare, nell'avvisare guadagna tutto e tutti. / Questa sa-
rebbe la traccia tua e degli altri che avranno parte nella prossima predicazione
negli Esercizi. / Dare a tutti molta libertà e confidenza: chi volesse scrivere
al suo Superiore, o da lui ricevesse qualche lettera, non sia assolutamente letta
da alcuno, ad eccezione che colui che la riceve, tale cosa desiderasse. / Nei punti
più difficili io consiglio caldamente gli Ispettori ed i Direttori di fare apposite
conferenze: anzi io mi raccomando che D. Vespignani sia bene a l chiaro in queste
cose e le spieghi ai suoi novizi o candidati colla dovuta prudenza. / Per quanto
mi è possibile desidero di lasciare la Congregazione senza imbarazzi. Perciò
ho in animo di estabilire un mio Vicario Generale che sia alter ego per l'Eu-
ropa, ed un altro per l'America. Ma a questo riguardo riceverai a suo tempo
istruzioni opportune. / È assai opportuno che tu qualche volta lungo l'anno
raduni i Direttori della tua lspettoria per suggerire le norme pratiche qui sopra
indicate. - Leggere ed inculcare la lettura e la conoscenza delle nostre regole,
specialmente il Capo che parla delle Pratiche di pietà, l'Introduzione che ho
fatto alle nostre Regole stesse e le deliberazioni prese nei nostri Capitoli Gene-
rali o Particolari. / Tu vedi che le mie parole dimanderebbero molte spiegazioni,
ma tu sei certamente in grado di capire ed ove occorra comunicare ai .nostri
confratelli. - Appena tu possa, presentati a Mons. Arcivescovo, Mons. Espinosa,
ai suoi Vie. Generali, Dr. Carranza, Dr. Terrero ed altri amici e farai a tutti
e ciascuno umili ed affettuosi ossequi, come se io pensassi ad uno solo. / Dio
ti benedica, o caro D. Costamagna, e con te benedica e conservi in buona salute
tutti i nostri confratelli e consorelle, e Maria Ausiliatrice vi guidi tutti per la
via del Cielo. Amen. / Pregate tutti per me. / Torino, 10 ag. 85. / Vostro aff.mo
amico in G. C. / SAc. Gro, Bosco."
9 El Bien, del 5-IX-1881; Bollettino Salesiano, noviembre 1881.
10 Arch . Insp. S . Fco. de Sales, Visitas de Inspectores.

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RETORNO A EUROPA
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11 La cronica del Bollettino Salesiano tenia el siguiente titulo: "Relazione
del viaggio marittimo di Don Cagliero e Don Piccono, due zelantissimi sacerdoti
e degni colleghi del P. Lasagna".
L'Era Italiana, anno III, N? 604, domenica 4 settembre 1881, en la Biblioteca
Nacional de Montevideo.
12 ACSS., carta a don Bonetti, del 27-VI-81.
13 Bollettino Salesiano, dicembre 1881.
14 En el archivo del Ospedale Mauriziano, Via Turati 46, Turin, existe la
ficha N? 1.097, que dice: "Letto 100 / Lasagna Luigi / fu Sebastiano e di Teresa
Bianco / anni 31 / Montemagno, Torino / Tumori emorroidali / Ingresso: 3 otto-
bre/ Egresso: 4 novembre/ 33 giorni/ cura chirurgica / Nell'ospizio a lire 4".
15 Memorie biografiche, cit., voi. XIV, pag. 620. Hé aqui el texto completo
del decreto de erecci6n de la nueva Inspectoria:
"DECRETUM - Ad maiorem Dei gloriam et Piae Societatis Salesianae
incrementum. / Quandoquidem, Divina Providentia, cui unice Pia Salesiana So-
cietas semper immititur, factum est, ut parvum semen abhinc sex annos in
America Meridionali a paucis Sodalibus diligenti industria terrae mandatum in
arborem creverit, pro tanto beneficio quam plurimae ex corde sunt nobis Deo
Optimo Maximo gratiae agendae. Nunc vero, ne tantis negotiis pro animarum
salute distenti nimio curarum pondere opprimantur filii nostri carissimi in illa
Ionginqua regione intolerabile onus sustinere non amplius valeant, opportunum
in Domino vissum est eis auxilium mittere et totius regionis regimini congruenti
ratione prospicere. Quapropter omnium domorum quae in Respublica Argentina
plagisque finitimis sunt cura demandata Iacobo Costamagna, Sacerdoti filio
nostro carissimo iampridem provinciae Americanae solerti inspectori, cuius vir-
tutes insignes nobis sunt perspectae, necessarium duximus novum Inspectorem
pro Respublica Uruguayensi et Brasiliensi creare, et huic muneri Aloysium La-
sagna, Sacerdotem et humaniorum litterarum doctorem praeficere, quem pruden-
tia et pietate ornatum novimus. / Attamen quo melius animorum concordias cuius
vi potissimum Societatis bonum augetur, prospiciatur in Domino censemus e t
statuimus, annuente et adprobante nostro Capitulo Superiore, ut facultas pro-
rogetur Iacobo Costamagna sacerdoti, filio nostro carissimo, invisendi iuxta
canonicas leges et nostrae Societatis capitulares praescriptiones, omnes domus
quarum curam vi huius decreti Aloysio Lasagna demandavimus; idemque prae-
esse possit periculis et experimentis quae ab alumnis nostrae Congregationis
in philosophiae et theologiae studio fient. In his omnibus ipse aget ut amicus,
ut consiliarius, nihilque innovabit nisi ex nostra Iicentia. / Quae cuncta ut ada-
mussim serventur in Domino, praecipimus. Charitas Dei quotidie augeatur in
cordibus nostris, ut animarum saluti iugiter intenti aeternae nostrae incolumitati
optime consulere posuimus. / Datum Augustae Taurinorum in die festo Immac.
Concept. B. M. V. [8 de diciembre] anno MDCCCLXXXI. / SAC. Bosco l0ANNES."
ACSS.; Arch. Insp. S. Fco. de Sales, Buenos Aires, libro de Visitas lnspec-
toriales, pag. 13 (s/n.).

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tJAPITULO X

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Nueva Inspectoria
lOtùén detiene al ap6stol en su celo?
En sus sienes fulgura cual cimera
una misi6n de paz, corno si fuera
savia divina que trasforma e! suelo.
DR . JER6NIMO CHIACCHIO BRUNO, S.D.B . ,
Flores del camino, soneto " A monseiior
Luis Lasagna" , pag. 130 (Montevideo,
1938).
NIEVE, FRfo Y VIENTO orlaron la despedida de la séptima expe-
dici6n de Misioneros. El 10 de diciembre se reunieron en la
basilica de Maria Auxiliadora de Turin. Los capitaneaba La-
sagna. Tras él desfilaron los sacerdotes Lorenzo Giordano y Juan
Rossetti; los clérigos Domingo Albanello, Santiago Giovannini,
Teodoro Massano y Domingo Zatti, y el coadjutor Domingo Del-
piano.1
El publico colmaba las naves de la iglesia. Después de la
lectura de la enciclica del papa Le6n XIII, Sancta Dei Civitas,
del 3 de diciembre del 80, don Bosco subi6 al pulpito. Con gran
sencillez expuso los trabajos realizados durante el ano trascu-
rrido, y finalmente anunci6 que el padre Luis Lasagna haria una
relaci6n edificante de las Misiones de América. Trocaron pues-
tos, y el Misionero americano entretuvo al auditorio con la bri-
llante descripci6n de las empresas apost6licas de ultramar. Si-
gui6, luego, la bendici6n de don Bosco, la despedida del pueblo,
y la partida en carrozas hacia la estaci6n. De alla viajaron a
Marsella. Los acompanaba el padre Lemoyne.2
El dia 21 se embarcaron en el France, de los Trasportes
Maritimos, a las 6rdenes del capitan Romarez, y partieron a
las cuatro de la tarde. Hicieron dos escalas: Barcelona, al dia
siguiente, y San Vicente, en las islas de Cabo Verde, el 31.
Pasaron las fiestas de Navidad y Ano Nuevo en el mar, "en-
tre Europa, Africa y América". Todos los dias celebraron misas
en el sal6n de primera. Pero en la festividad navidefi.a, la ce-
""" El padre Luis Lasagna. Foto obtenida cuando su viaJe a Eu-
ropa, y conservada en el archivo central de la Sociedad Salesiana
de Turin. (Atenci6n del padre Luigi Dotta.)

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Luis Lasagna, el obispo misionero
lebracion religiosa adquirio ribetes extraordinarios: los actos
se realizaron en cubierta. La oficialidad asistio de gala, y el pa-
saje, en su totalidad. El coadjutor Delpiano ejecuto algunos
motetes, con su espléndida voz baritona!. Lasagna predico, y
arrebato al auditorio.
El dia 3, festejos profanos: una serenata, para recibir al
nuevo afio. Lasagna dio una leccion a sus salesianos. "El Di-
rector -escribe don Lorenzo Giordano- quiso que tomasemos
parte activa también nosotros." Él mismo declamo dos poesias
-Morte del conde Ugolino, de Dante, y La bandiera bianca sul
ponte di Venezia-, extraordinariamente aplaudidas; Delpiano
interpreto dos romanzas, y Giordano, que se autotitula pianista
de tercera, ejecuto al piano la marcha de Martinenghi. Al fin,
el mismo Lasagna organizo una colecta en favor de un mucha-
cho que habia perdido el padre durante la travesia. Conquis-
taron asi una turba de simpatizantes.
Cuando desembarcaron en Montevideo, algunos no termina-
han de despedirse, y otros vinieron hasta el Colegio de San Vi-
cente, para saludarlos.3
Tenian el proposito de desembarcar en Rio de Janeiro, para
saludar al Obispo, y conversar con él de los asuntos que
los preocupaban; pero los informes sobre la proliferacion de la
fiebre amarilla los obligaron a cancelar la escala. Lasagna su-
plio la fallida entrevista con una carta, proemio de toda su labor
brasilefia.
El 15 atracaban en Montevideo. Eran las ocho de la mafiana
cuando avistaron la embarcacion sanitaria. Y con gran sorpresa
divisaron en ella a los padres Gamba, Bacigalupo y Metalli, que
venian a darles la bienvenida.
Trasbordaron a un remolcador, personas y bagajes. Y los
salesianos traian bastantes. Ademas de los efectos personales,
venian varios cajones con instrumental meteorologico, materiales
de fisica y de fotografia, ornamentos de iglesia y libros. ·
Del puerto fueron al Colegio de San Vicente, y después del
almuerzo, a la Curia eclesiastica. Monsefior Yéregui no estaba;
pero los agasajo afectivamente el doctor Soler.
Lasagna se consagro enseguida al Colegio Pio y a la organizaciém
de la nueva Inspectoria.
"En Montevideo -decia la Cronica- parecia a los padres
de alumnos que faltando el Director, todo marchaba al revés.

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NUEVA INSPECTORIA
201
Su ausencia era muy sentida, ya por el aprecio que todos tenian
de su saber, ya por el carino que le tenian los alumnos." Con
solo su presencia, las cosas tDmaron buen cariz. Solicitaron
matricula 53 internos y 32 externos.
Se organizaron y completaron los laboratorios de fisica y de
zoologia .
Luego, puso mano al ordenamiento del Noviciado de Las
Piedras, que en realidad no funciono con todas las de la ley has-
ta 1887. Don Juan Jackson compro un terreno contiguo, y don
Félix Buxareo, otro, corno para sistematizar las comodidades
indispensables.
Finalmente, encaro el suefio del observatorio meteorologico,
e intensifico el cultivo de la vid y la fabricacion de vinos.
El 18 de junio y el l '-' de julio de 1895, Lasagna, ya obispo,
describe al padre Miguel Rua los esfuerzos que dedico a la agri-
cultura y a la meteorologia, iniciadas, precisamente, en esos mo-
mentos. Asi reza la primera misiva:
Amadisimo Padre:
Villa Colon, 18 de junio de 1895.
... No le hablaré de los estudios profundos hechos por
nuestro llorado D. Cipriano, ayudado de D. Menichinelli, D.
Lino Del Valle [Carvajal] y D . Morandi, sobre la geologia
y mineralogia del Uruguay. Han formado un hermoso mu-
seo mineralogico, y en las excavaciones hechas con buen
criterio y paciencia, han descubierto preciosos f6siles ante-
diluvianos, y agatas y onices en cantidad. Quiero asimismo
hablarle de los esfuerzos hechos en favor de la meteoro-
logia y de la agricultura, coronados por un éxito tan bri-
llante, que nos paga con sobreabundancia las incomodida-
des, las penurias y las luchas soportadas.
Desde el primer dia que puse pie en el Uruguay, hice
el proposito de producir vino yo mismo; al menos, para uso
de la santa misa, porque el vino que se compraba en las
bodegas me parecia una mezcolanza de drogas y menjurjes.
Comencé por servirme de la uva indigena de los jardines,
que, siendo muy aguachenta y de mala calidad, no podia
ciertamente darme vino bueno. Pero yo lo ayudaba con
uva pasa venida de Europa, y que afiadia -machacada-
al mosto en el momento de la fermentacion; y comencé asi
a obtener un pequefio triunfo, al fabricar un vino bastante
agradable, y lo que mas importa, legitimo y apto para el
santo sacrificio de la misa. Después me di a buscar, entre
quienes poseian alguna vid rara, sarmientos cabezudos para
mi vivero. Hicelos traer de Italia, y el buen caballero Ri-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
netti me envi6, él solo, desde Montemagno, en dos veces,
mas de veinte variedades; a fuerza de ensayos, obtuvimos
finalmente excelentes variedades de uva, algunas de las cua-
les, encontrando aptos suelo y clima, dan ahora fruto exor-
bitante. iImaginese que plantecitas bajas de nebiolo, cro-
vetto y dolcetto, y aun mas las francesas de Cavernais y
Bourgogne, cultivadas con el sistema Guiot, nos dan un
promedio de catorce a dieciséis kilos de uva cada una! Era
un espectaculo maravilloso, y muchisimos sefiores venian
de proposito a nuestro Colegio, para admirar la estupenda
producci6n de uva.
El vino result6 excelente, corno lo prueban las medallas
obtenidas en las exposiciones de Génova, Chicago y Monte-
video.4 Desde hace afios, somos nosotros quienes provee-
mos el vino de misa a la mayor parte de las iglesias de la
Republica, aun a las mas apartadas.
Pero lo que yo tomaba mas a pecho era el dar trabajo
y honrosa ganancia a nuestros conterraneos emigrados.
A los que ya poseian un trozo de tierra, yo mismo di gra-
tuitamente vides, instrucciones y aliento, y asi vi surgir en
torno nuestro los hermosos viiiedos de Saettone, Rocca y
Pastorino; y la cosa cobr6 tal importancia, que este ultimo,
por ejemplo, desde varios aiios atras llegaba a vender 50.000
liras y mas de uva en cada vendimia.
Hasta de San Nicolas hice venir a nuestros queridos
cooperadores, los hermanos Montaldo, y también a ellos les
di vides e instrucciones, y ahora de sus vifiedos hacen mas
de 1.000 hectolitros de vino por afio.
Y no me contenté con esto. Traté de despertar entu-
siasmo entre los ricos del pais; y corno ellos entendian poco
y nada de este cultivo, yo les ofrecia buenas familias italia-
nas corno medianeros, con contratos ventajosos para ambas
partes; y para quitar mutuas desconfianzas y temores, yo
mismo -de mi pufio y !etra- redactaba los contratos, y se
los daba para que firmasen, firmando yo también corno
garantia de la reciproca buena fe; y asi obtuvo que fuese
confiada a nuestros conterraneos la formaci6n de los estu-
pendos viiiedos de los abogados Artagaveitia, Gallina!, Aro-
cena, y de los sefiores Podesta, Lavalle, Horten, Sienra,
Echeverria y cien mas, con inmenso provecho de nuestros
pobres emigrados y de los propietarios de aqui, que estan
ahora contentisimos y extienden en gran escala el cultivo
de la vid, tanto que hay ya varios vifiedos que dan una
cosecha de 30, 50 y basta 100.000 Mg. de uva por aiio.
Quince dias después -monsefior Lasagna ya se sentia venir
a menos- escribe con igual destino una promemoria sobre la
creaci6n del observatorio meteorologico, que dice:

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NUEVA INSPECTORIA
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Amadisimo Padre :
Villa Colon, 1? de julio de 1895.
Recordara bien que en el Congreso Geografico reunido
en Venecia el afio 1880 [en rigar, 1881] bajo la presidencia
del célebre Fernando de Lesseps, se habia aprobado unani-
memente una mocion que a nosotros se referia, aquella en
efecto de dirigirse a D. Bosco a fin de que animase a sus
Hijos misioneros a estudiar las condiciones meteorologicas
de la América del Sur, y especialmente los fenomenos que
se desarrollan en la parte mas meridional, desde el rio de
la Plata hasta el estrecho de Magallanes y el cabo de Hor-
nos; porque de alla parten tormentas y huracanes terribles,
que luego influyen sobre el estado general de la atmosfera.
El llorado y docto padre Denza fue el promotor de seme-
jante propuesta; y habiéndose presentado después a nues-
tro venerado don Bosco, obtuvo amistosos recibimientos y
consoladoras promesas. En efecto, habiendo retornado yo
poco después a Italia, el afio 1881, recibi de nuestro vene-
rado Padre el encargo y casi diria la orden de lanzarme de
veras a la empresa, que yo abracé con ardor. [Historica-
mente, primero fue a Italia, y luego ocurrio el Congreso.]
Mandé enseguida a nuestro misionero D. Albanello al Ob-
servatorio de Moncalieri, para tornar conocimiento practico
de la ciencia y de los instrumentos de meteorologia; luego,
a cuenta de la Mision, provei cuanto era necesario para un
observatorio meteorologico de primer orden; y apenas vuel-
ta a Villa Colon, hice construir una torre, y alli instalé el
Observatorio.
No olvidaré jamas la solemne inauguracion que hicimos
el 7 de mayo de 1882.5 En aquellos dias estaba de paso en
Montevideo S. Excia. D. Mario Mocenni, distinguidisimo
Prelado, actualmente Cardenal de la Santa Iglesia, y enton-
ces internuncio en el Brasil. A él, corno representante del
Papa, gran promotor de los estudios cientificos, nosotros
dedicamos aquel acto solemne. Acudieron invitados el Obis-
po de Montevideo, mucho clero y las mas distinguidas nota-
bilidades civiles y politicas de esta Republica.
En la misma forma y por estimulo de don Bosco, tam-
bién monsefior Cagliero fundaba mas tarde su Observatorio
en la Patagonia, sobre el rio Negro; monsefior Fagnano, el
de Punta Arenas, en el estrecho de Magallanes; don Toma-
tis, el de San Nicolas de los Arroyos; mas tarde nosotros
fundamos también el de Paysandu y el de otras estaciones
menores. Y asi abrazamos en nuestra red, toda esta inmen-
sa zona, desde el grado 30 de latitud sur a la punta extrema
de la América meridional.
Es cierto que algunos de estos Observatorios fueron

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Luis Lasagna, el obispo misionero
cediendo algo, al paso de las dificultades; pero el nuestro
de Colon se mantuvo siempre firme, contra viento y marea.
jY eso que hemos trabajado corno buenos, y sufrido corno
el que mas!
Pero, a fuerza de constancia, se ha llegado finalmente
a recoger frutos copiosos de excelente resultado y de triun-
fos consoladores.
Y debo confesar que éstos son debidos en gran parte
a la perspicacia y al talento de nuestro listo salesiano don
Luis Morandi, que desde ha cerca de diez afios dirige los
trabajos del Observatorio del Colegio Pio.6 Cada mes se pu-
blica un Boletin Meteorologico en kngua espafiola, en el
cual, ademas de los datos minuciosos de las observaciones
realizadas, se tratan cuestiones cientificas de gran impor-
tancia; y es distribuido a todos los Observatorios y centros
cientificos mas importantes del mundo entero.
Don Morandi ha recogido y revisado con paciencia y
sagacidad asaz rara, los datos obtenidos desde la fundacion
de nuestro Observatorio y otros muy escasos de los archi-
vos del Estado, y consiguio publicar una Monografia sobre
las lluvias en la Republica del Uruguay, llegando a estable-
cer la periodicidad de cuatro grandes temporales que cada
afio se desencadenan sobre estas tierras en época fija. Tanto
que el ingeniero y astronomo Carlos Honoré ha hecho de
ella grandes elogios en la prensa diaria, y ha bautizado este
fenomeno popularizandolo en forma de proverbio con el
nombre de Ley Morandi.
Igualmente se han hecho estudios especiales sobre los
grandes ciclones que de vez en cuando nos asaltan, destro-
zando sembrados, desarraigando arboles, destruyendo edi-
ficios, combatiendo y echando a pique las embarcaciones y
las naves del puerto. Y don Morandi fue tan feliz en sus
estudios, que la mayoria de las veces logro prever muchas
horas antes de desencadenarse los dichos huracanes, y dio
de ellos aviso a tiempo a las autoridades del puerto de
Montevideo, de tal manera que éstas, alzando la bandera de
peligro, pudieron impedir naufragios y desgracias incalcu-
lables.
Movido asi por tan importantes servicios recibidos, el
sefior coronel Dupuis, comandante del puerto de Montevi-
deo, nos ha enviado una nota oficial, que él mismo hizo
publicar después en todos los diarios de la capital, dirigien-
do al Observatorio elogios y agradecimientos calurosos, por
haber salvado la vida y los intereses de tantos marinos con
las oportunas previsiones de las tempestades. Y de cuando
en cuando, aparecen también ahora en los diarios repetidos
encomios por hechos similares, y el mismo doctisimo obis-

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NUEVA INSPECTORIA
205
po de Montevideo, monsefior Soler, escribi6 repetidas veces
a don Morandi, congratulandose con él, y no hace mucho
que en un hermoso documento lo llamaba Profeta de la
Ciencia.
La cosa lleg6 a tal punto que, por tener con mayor
prontitud nuestros avisos, el Gobierno ha hecho construir
para el caso una linea telefonica de 10 km. que une a nues-
tro Observatorio con el Palacio del Correo de la capital.
Y esto nos ocasiona grandes trabajos y no pequefias
preocupaciones, pues por poco que amenace el tiempo, las
embarcaciones no quieren zarpar sin oir antes el parecer de
nuestro Observatorio.
En el pasado mes de abril se inauguro aqui en Monte-
video una Exposici6n Agricola, y se aprovech6 la ocasi6n
para reunir también un Congreso de Agricultura, al cual
fueron invitados los hombres mas conspicuos del Estado
por su saber y posici6n. Y en aquel conjunto de doctos
y de industriales, la unica sotana que aparecia era la del
salesiano don Morandi, que, nombrado miembro de tres sec-
ciones distintas y relator de dos, tuvo oportunidad de des-
plegar su actividad y su saber, brindando asi su concurso
para resolver cuestiones importantisimas, no solamente en
la esfera de las ciencias, sino también de la moral, corno
aquella que se debati6 y se venci6, sobre la reforma de la
instrucci6n y la educaci6n que debian impartirse a la ju-
ventud del campo.
Se obtuvo también que se votase la creaci6n de una
vasta red de estaciones meteorol6gicas ligadas, corno depen-
dientes, a un Observatorio Central.
En dicha Exposici6n nosotros hemos presentado una
magnifica muestra de varios tipos de vinos y fueron pre-
miados con medalla, y nuestro don Domingo Zatti obtuvo
él solo cuatro medallas, por miei, colmenas de un sistema
nuevo y ventajoso, un aparato para desopercular los pana-
les y un extractor de miel; y ad-emas, por un licor llamado
eucaliptina, combinado con esencia de eucalipto, que aqui
los tenemos gigantescos y a millares en los contornos.
Usted comprende muy bien, amadisimo Padre, que ade-
mas del bien real que se hace a la ciencia en general y a
esta poblaci6n en particular, con tales estudios, tenemos
también por mira la de desbaratar el manido prejuicio,
tan difundido aqui en América por obra de la masoneria,
de que los sacerdotes somos retr6grados, que la religi6n es
enemiga de la ciencia y del progreso, que la fe corta las alas
al genio y es inconciliable con la civilizaci6n. Cosas can-
tadas en todos los tonos por la prensa sectaria y por las
novelas y libracos de sabihondos del siglo, pero que ante la

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Luis Lasagna, el obispo misionero
evidencia de los hechos, se diluyen corno niebla a los rayos
del Sol.
Por lo cual, tarnbién usted se alegrani, al saber que sus
Hijos, rnientras buscan dilatar el reino de Jesucristo entre
los salvajes, no descuidan detalle entre la poblacion de estas
jovenes Republicas para tener alta la Cruz, para hacerla
amar por los grandes y los pequefios, corno simbolo del
verdadero progreso y de la verdadera civilizacion.
Don Vespignani hace ya construir un buen Observato-
rio en Buenos Aires, y nosotros aqui esperarnos, dentro de
poco, agregar a la parte meteorologica, sismica, rnagnética
y eléctrica, tarnbién la parte astronomica, y de este modo
realizar trabajos de tal irnportancia que honren altamente
a nuestra Congregacion, y a la patria lejana, hacia la cual
tenernos siernpre vueltos la mente y el corazon.
Su afectisirno Hijo,
t L UIS
Ob. tit. de Tripoli
*
*
*
Todavia en 1881 lo afectaron algunos acontecimientos dolorosos.
En primer lugar, la segunda polémica con Francisco A. Berra,
de la que ya hemos tratado en el capitulo V, y luego, el incendio
del altar mayor de la iglesia de Paysandu.
El 26 de marzo, cuando ya casi se cumplia un afio de la
entrada de los Salesianos en Paysandu, a las do:; de la madrugada
un sereno dio el grito de alarma.
Por las ventanas de la iglesia brotaban nubarrones de humo.
Se habia incendiado el altar mayor, pieza valiosa de madera
!abrada.
Limitado el siniestro por la intervencion de todos los ve-
cinos, quedo en el animo de los salesianos la emocion del susto
y la tristeza del desastre. Se necesitaba demasiado dinero para
reparar tanto dafio.
Lasagna quedo un instante perplejo ante la noticia: todas
las obras de Paysandu parecian frenarse.
Pero pronto se reanimo: entre fieles y Municipio, Paysandu
restauro solo sus heridas, y todo siguio adelante, y con tanto en-
tusiasmo, que luego se echaron las bases del colegio, se edi-
ficaron las aulas, y el afio escolar de 1884 conto con un nuevo
establecimiento educativo: el Colegio de Nuestra Sefiora del
Carmen.7

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NUEVA INSPECTORIA
207
1 En la lista oficial de la séptima expedicion m1s10nera -existente en el
Archivo Centrai Salesiano de Turin- figuran, ademas, Miguel Foglino y José
Quaranta, venidos anteriormente.
'Bollettino Salesiano, gennaio 1882.
3 Bollettino Salesiano, aprile 1882: Carta de don Lorenzo Giordano.
4 En e] museo del Colegio Pio existe un diploma otorgado a los vinos del
Colegio en la Exposicion de Chicago de 1892.
5 Trascribimos e! texto .integro del acta ]abrada con motivo de la inaugu-
racion del Observatorio :
"Hoy, dia 7 de Mayo de 1882, a las tres de la tarde, a la presencia de S . S.
Ilustrisima Monsefior D. Inocencio Maria Yéregui, Obispo de Montevideo, y del
Excelentisimo Monsefior Mario Mocenni, Arzobispo de Heliopolis e Internuncio
de la Santa Sede acerca del Imperia! Gobierno del Brasi!, y de muchas otras
personas distinguidisimas de la Republica Orientai del Uruguay, y del Coman-
dante de la Estacion Naval de Italia, e! Director del Colegio Pio, Doctor D. Luis
Lasagna, solemnemente declara inaugurado e! Observatorio Meteorologico Cen-
trai del Colegio Pio de Villa Colon, acto que dedica a Monsefior Inocencio Maria
Yéregui. / En esta solemne circunstancia todos los sefiores presentes declaran
apreciar altamente y en toda su importancia e! voto emitido por el tercer Con-
greso Geografico Internacional de Venecia, e! cual invocaba el apoyo de todas
Ias personas inteligentes para establecer una red de Observatorios Meteorolo-
gicos en la América del Sur y especialmente a lo largo de las costas del Océano
Atlantico, cuyos trabajos deberan tener un resultado eminentemente benéfico,
no solo para la ciencia en generai, sino para la navegacion, comercio y agricul-
tura de estos paises. / Dios quiera que los solemnes y augustos auspicios, bajo
los cuales se inaugura el nuevo Observatorio, sean una prenda del feliz éxito
que han de tener sus dificiles tareas cientificas y del valioso concurso que debe
prestar en e! descubrimiento y estudio fructuoso de las leyes fisicas, a las
que Dios ha sometido e! globo que sustenta las humanas generaciones en nuestra
carrera mortai. / Para eterna memoria, pues, del presente acto y en testimonio
de los sincerisimos votos que todos hacen para el progreso de la ciencia me-
teorologica en estos paises, pasan a firmar los ilustres personajes que han hon-
rado con su presencia tan importante solemnidad. / t Mario, Arzobispo de He-
liopolis, Internuncio Apostolico en el Imperio del Brasi!. / t lnocencio Maria,
Obispo de Montevideo. / P. Fray Vito Angel de Gioya, Vicesuperior, Capuchino.
/ P. Adriano Felici, Camarero Secreto de Su Santidad. Srio. de la Nunciatura
del Brasi!. / P. Enrique M. Cappelletti. / P. Ricardo l sasa. / Joaquin Requena. /
Emiliano Ponce de Le6n. / Pedro L. Lenguas. I Aurelio Fynn. I Emilio Loza. I
Fermin C. Yéregui. / Alberto Heber Jack son. / Manuel G. y Pérez. I Domingo
O/arte. / C. Uriarte. / P. Nicolds Luquese. I Juan Zorrilla de San Martin . I
Francisco Garcia y Santos. / L. Vdzquez. / Enrique Fynn. I Henrique Algorta y
Villa de Moros . / Juan M. O'Neill. / Santiago Isasa. I Ramon L. Barbot. I Pe-
dro L. Bottaro Schenone. / Juan B. Estenez. I Luis P. Lenguas. I Luis Lasagna,
Director del Colegio Pio."
6 Don Luis Morandi, eterno clérigo, nunca llego al sacerdocio. Excelente
meteorologo y matematico, atendio eficazmente y por muchos afios el Observa-
torio. Al desaparecer monsefior Lasagna, se sintio, con razon o sin ella, pos-
terga,do, y algunos afios después salio de la Congregacion Salesiana, y prosiguio
sus trabajos cientificos.
7 Cronicas de Paysandu y del Colegio Pio.

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>
UAPITULO X I

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Brasil
Eis os nomes que assinalam
minha terra, sempre em fior:
Siio tres nomes que me falam
de beleza, e amor.
Pindorama! és meu encanto!
Santa Cruz! és minha fé!
O Brasi!! eu te amo tanto,
que por ti morrera até.
DoM FRANCISCO AouINO CORREA , S.D.B.,
Arcebispo de Cuiaba,
da Academia Brasileira de Letras :
Vova et v etera , versos
(lmprensa Nacional, Rio de Janeiro , 1947) .
iEL IMPERIO DEL BRASIL! Un continente diecisiete veces mas ex-
tenso que Espana... jCasi la mitad de Sudamérica! Un coloso
sembrado de contrastes, una enorme caja de sorpresas ...
Sus 8.500.000 kil6metros cuadrados de tierra se reparten en-
tre la costa del mar, la montana, la selva, la meseta y el pantano:
desde la templada zona gaucha del Rio Grande, con inviernos
nevados en la montana, hasta la cuenca humeda y abrasadora-
mente calida del Amazonas; y desde las arenas de oro y plata
del Atlantico, engarzadas en puertos de encanto, y su orla de
palmeras, hasta los pantanales del rio Paraguay y del Mato Gros-
so; por las depresiones de sus rios inconmensurables, por el
altipiano, por las selvas y espesuras lujuriantes, por las cumbres
del Espinhaço, de la Sierra do Mar o de Mantiqueira...1
...,
En los anos de 1880, manejaba las riendas de un Imperio de
casi 15.000.000 de habitantes el cincuent6n don Pedro de Alcan-
tara, segundo emperador de ese nombre. Desde los cinco anos
de edad -Pedro I abdico el 7 de marzo de 1831-, ocupaba el
trono de un pais que su padre habia declarado independiente
+- Monsefior Pedro Maria Lacerda, obispo de Rio de Janeiro. La
foto, segun cons ta en la Cronica del Colegio Pio, fue tomada para
la fech a del cumpleafios del Obispo (31-I-1888 ).
14

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Luis Lasagna, el obispo misionero
de la corona de Portugal en 1822. Y con entusiasmos de joven
bachiller lo embarcaba en una empresa de progreso a la euro-
pea, que repugnaba a los viejos capitanes mayores, detentores
del poder. Vegetaban éstos en los esquemas de una sociedad
semifeudal, regida por un sistema de patriarcas. Estos sefio-
res paternales de un mundo de esclavos negros y blancos, te-
mian azorados que los nuevos dirigentes de bancos y maquinas,
que prometian métodos e inmigracion europeos, turbaran la
paz del status colonia!.
Desde 1869, los aislacionistas contaban accidentalmente con
un aliado advenedizo: la fiebre amarilla. Su fantasma pavoroso
los protegia del aluvion migratorio. Pero la invasion era irre-
frenable: habia comenzado con un promedio de 21.000 personas
por afio, y en 1887 ingresaban al Imperio hasta 92.000 italianos ...
Asi era corno los 9.930.478 habitantes sefialados por el cen-
so de 1872, para 1888 se habian convertido, por efectos del
crecimiento vegetativo y de la inmigracion, en 14.002.335. De
éstos, solo poco mas de una tercera parte eran blancos. A otro
tanto alcanzaban los mestizos y mulatos. Y un sexto de la po-
blacion eran esclavos. Los indios se calculaban en 600.000.
El alud demografico venia precedido y acompaiiado por una
torrencial credente ideologica liberal. Nacida en las propias
entrafias del pais, hacia temblar a las viejas estructuras.
El 28 de setiembre de 1871, la princesa Isabel -regente del
Imperio en ausencia de su padre, don Pedro II- promulgo la
ley de libertad de vientres. El 13 de mayo del 88 coronaba su
obra con la tota! abolicion de la esclavitud. Esta ultima medida
-llamada con razon ley aurea- llevaba el numero 3.353. Valio
a la Regente, por una parte, la veneracion del pueblo, que la
aclamo Redentora, a lo que se sumo la admiracion y respeto del
mundo, manifestado en distinciones universales, corno la Rosa
de Oro concedida por Leon XIII. Por otra -segun la opinion
profética del ex primer ministro, Baron de Cotegipe-, le acarreo
la pérdida de la corona.
Narra Bautista Pereira que cuando Isabel comunico a Cote-
gipe que el nuevo ministerio de Joao Alfredo promulgaria la ley
abolicionista, el Baron respondio con acento sibilino :
-Alteza, a mi me queda esto ... -Y sefialaba a la puerta-, y
a vos, aquello... -y apuntaba al muelle del puerto.
-.':
;':
En esta sociedad de escasisima clase media, el bajo pueblo era
simple, bueno, pobre, sufrido y piadoso. Hablaba siempre con

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BRASIL
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diminutivos. Sentia atraccion irresistible por el color y por el
fuego. Las plazas, campos y playas, todavia hoy -principalmen-
te, en los meses de junio y julio- se encienden en hogueras noc-
turnas, rodeadas de sombras contemplativas. Los cielos se ta-
chonan de balones inflamados ...
Las calles ciudadanas, invadidas de mendigos y lisiados; los
esclavos fugados, guarecidos en refugios comunes; el analfabe-
tismo endémico, la falta de calificacion operaria, y otros ingre-
dientes, componian un fermento social de imprevisibles conse-
cuencias.
Los ritos africanos, con la magia de su ritmo, su misterio y
su dedicacion vital, inundaron casi todos los rincones de la vida
popular, y hasta treparon a los santuarios de las clases sociales
privilegiadas. Los Orixas y sus fetiches se mimetizaron en ima-
genes de Santos. A veces, san Antonio, el teniente coronel de
los ejércitos brasilefios, ocupo el trono del dios de la guerra, y
san Lazaro, el del dios de la peste. La Concepcion se volvio la
diosa de las aguas, y santa Barbara, de los vientos ...2 Las figas
o amuletos se mezclaron indistintamente con los simbolos cris-
tianos.
Valdria la pena examinar seriamente por qué el catolico no
logro obtener el dominio de este auténtico folklore, que hoy es
manejado ampliamente por el espiritismo, en casi todas las ma-
nifestaciones de la macumba y del candomblé.
Las diferencias sociales y raciales, aun en lo religioso, con-
centraban a negros y mulatos en las abarrotadas iglesias de
Nuestra Sefiora del Rosario, de San Gonzalo o de San Benedito
(san Benito de Palermo).3
La grandeza economica imperial reposaba principalmente en la
produccion masiva del café y del azucar. Pero no quedaba muy
a la zaga una deslumbrante produccion minera -hierro, oro, dia-
mantes ...- , los bosques, el ganado, las frutas, las pasturas, el
algodon ...
Los enormes cafetales de la Bajada Fluminense cubrian el
valle del Paraiba. Pero, a pesar de ser atendidos por la mano
de obra barata de los esclavos, y contar con una linea férrea -que
la cruzaba en toda su extension, y unia la Corte con San Pablo-,
comenzaba a sufrir la competencia economica paulistana, zona
donde se concentraba la mayor parte del esfuerzo del inmigrante
europeo.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Desde la promulgacion, por decreto 641, de la ley de conce-
sion de ferrocarriles del 26 de junio de 1852, hasta la fecha, el
riel creda sin cesar. Gracias, principalmente, al empuje de don
Ireneo Evangelista de Souza, visconde de Marni, se habian cu-
bierto ya unos 20.000 kilometros de recorrido: San Pablo - Rio,
Santos - Jundai, Rio - Minas y Espiritu Santo, Recife - Palmares,
etcétera.
Santos se habia convertido en el gran puerto mundial del
café. A sus playas afluian misiones economicas de los princi-
pales paises de la Tierra.
La revista londinense Financial News, en el numero de di-
ciembre de 1888, estudia y vaticina el progreso y la hegemonia
economica paulista en el Brasil y en Sudamérica.
En 1889, unos quince Bancos operaban en San Pablo y en
Rio de Janeiro, y otros tantos, en las demas provincias del
Imperio. Una libra esterlina de veinte chelines equivalia a casi
nueve milreis, y el franco francés y la lira rondaban el valor de
un tercio de milreis .4
-,':
Durante el ano 1882, funcionaban en todo el Imperio 831 escue-
las primarias, totalmente gratuitas. Pero solo contaban con una
asistencia de 27.632 alumnos; infima parte, por cierto, de la
poblacion en edad escolar. Raleaban los establecimientos de
segunda ensefianza. El mas famoso era el Colegio Pedro II, de
Rio de Janeiro. La ensefianza superior, concentrada en manos
del Estado, se impartia en escuelas y facultades instaladas en
Bahia, San Pablo y Rio. En esos viveros germinaban las cama-
das de la nueva clase dirigente del Imperio.
Las obras de proteccion de la infancia desvalida atendian
a unos dos mil alumnos, albergados en veinte establecimientos,
y mantenidos, en gran parte, por la actividad privada o por la
caridad de la Casa Imperial.
Un viajero, el Conde de Hi..ibner, dejo escrito en 1882:
"... le Brésil est, avant tout, un pays charitable".
;':
La grey catolica estaba regida por once obispados, todos sufra-
ganeos, desde 1676, de la sede metropolitana de Bahia. Los once
obispados y el Arzobispo estaban sometidos en su eleccion y de-
senvolvimiento, a la tutela de un rigido patronato estatal, esta-
blecido por la Constitucion.5

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BRASIL
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La carencia de sacerdotes pania muchas iglesias en manos de
Hermandades -en Bahia excedian éstas el centenar-, y esta-
ban casi totalmente dominadas por la masoneria. El cuadro se
oscureda con la falta de seminaristas, a la que debia sumarse
la agonia de las viejas Ordenes religiosas, muchas de ellas desu-
bicadas, enriquecidas, corrompidas y politizadas.6
Por otra parte, las relaciones entre la Iglesia y el Estado no
eran brillantes, ni mucho menos. Ya en 1833 habian brotado
conflictos, al no lograrse el placet para la enciclica Mirari vos y
las cartas apost6licas del jubileo universal enviadas por el papa
Gregorio XVI.7
En el trienio que sigue a 1872, se desarrollaron una porretada
de choques entre ambas potesLldes, conjunto de luchas tradicio-
nalmente denominado la cuestion religiosa.
;':
Durante la infancia de don Pedro, la Regencia habia producido
y sufrido algunas rozaduras con la Santa Sede, por causa de la
nominaci6n de algun obispo. Pero ahora, prosperaba notoria-
mente en las Camaras imperiales el tratamiento preferencial de
leyes sobre la libertad de cultos, las corporaciones o entidades
religiosas y de mano muerta, el matrimonio civil, la seculariza-
ci6n de los cementerios y otros temas criticos, entonces muy
sensibles para las autoridades eclesiasticas.
Ciertos sectores auspiciaban medidas aun mas radicales: la
separaci6n de la Iglesia y el Estado, la proscripci6n de los
Jesuitas; la emancipaci6n de los seminaristas del despotismo de
los obispos, y otras disposiciones anticlericales.8
La masoneria, cada dia mas combativa, inundaba poco a
poco todos los estratos sociales; en especial, los gubernativos ."
Algunos miembros del clero se le adherian, mientras que otros,
los mas, la hostilizaban.
Los obispos se sentian incapaces de defender eficazmente los
derechos de la Iglesia.
El Internuncio debia hacer malabarismos para que muchos
de ellos retiraran sus renuncias, y otros aceptaran el cargo.9
La masoneria estaba dividida en dos facciones. Y aunque
la secesi6n naci6 con motivo de un robo de fondos, ahora obe-
deda a m6viles politicos.
Los monarquicos tenian por gran maestre al Vizconde do Rio
Branco, y se reunian en un local de la calle Valhe do Lavradio.
Los republicanos obededan al abogado Saldanha Marinho -pe-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
riodisticamente, Ganganelli-, y funcionaban en la calle de los
Benedictinos. Las logias tomaron poco a poco el nombre de
las calles de la propia sede.
Asi las cosas, el 3 de marzo de 1872, el Grao Oriente do Valhe
do Lavradio dedico un homenaje al vizconde do Rio Branco, don
José Maria da Silva Paranhos, con ocasion de la ley de libertad
de vientres. El discurso conmemorativo correspondio a un di-
soluto cura portugués, de apellido Almeida Martins.
Los diarios publicaron muchos de sus parrafos virulentos.
Los catolicos reaccionaron de igual forma contra las afirmaciones
de Almeida, y el obispo de la Corte, monsefior Lacerda, lo sus-
pendio a divinis.
La masoneria se puso en pie de guerra. Las facciones olvi-
daron sus diferencias, y se establecio la union materializada en
el Grao Oriente do Brasil, que eligio gran maestre al citado Viz-
conde, presidente del Consejo de Ministros, y ministro, a su vez,
de Finanzas.10
La prensa sectaria glorifico al perseguido hermano Almeida
Martins.
Las escaramuzas se multiplicaron doquier, basta que el
foco de la discordia se concentro en el Obispado de Olinda
-hoy, Olinda - Recife-, en Pernambuco.
*
*
*
Los comienzos del alud fueron insignificantes. El 27 de junio
de 1872, una hoja masonica de Recife invitaba a sus cofrades a
una misa en la iglesia de San Pedro, para celebrar el aniversario
de la fundacion de la Hermandad.
Ocupaba a la sazon la sede episcopal un capuchino de vein-
tiocho afios de edad: fray Vital Maria Gonçalves de Oliveira.
Acababa de ser consagrado obispo en San Pablo. Tomo posesion
de su catedra el 22 de mayo, y tuvo que enfrentar enseguida el
problema.
Abroquelado en las disposiciones de la enciclica Quanta
cura, de Pio IX, y del Syllabus de 1864,11 prohibio al sacerdote
elegido por la logia rezar la misa aniversaria. Y la guerra quedo
virtualmente declarada.
Los masones, para demostrar que no combatian a la religion,
hicieron hincapié en su estatuto, que llamaban compromiso, y
luego publicaron la lista de hermanos pertenecientes al clero y
a las Hermandades. El Obispo intimo a los sacerdotes y a las
Hermandades implicadas, bajo pena de expulsion, a que abju-
rasen de la masoneria. Los sacerdotes, en generai, obedecie-

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ron ..., aunque algunos, de muy mala gana. Las Hermandades,
en cambio, se rebelaron, y se negaron a despedir a los que no
renunciaran. Afirmaban que la masoneria brasilefia no estaba
condenada, porque los decretos pontificios no tenian valor sin
el placet imperial.
El Obispo se atuvo al derecho en vigencia. Les hizo tres
exhortaciones can6nicas, y luego aplic6 el entredicho a los re-
nuentes.
Estallaron reacciones en el clero, protestas populares, asal-
tos en masa a la casa de los Jesuitas, al Colegio de las Doroteas
y al diario cat6lico Uniao; proliferaron las amenazas personales
al Obispo, la quemaz6n de retratos de Pio IX, y otra cadena de
violencias.
Fray Vital, impavido, rehusa cortésmente la escolta policial
que le ofrece el Gobierno, y mantiene su resoluci6n con firmeza.
Una parte del pueblo lo apoya. Él, con ardor juvenil, sigue dis-
tribuyendo sanciones.
Las Camaras legislativas hierven con los agresivos discursos
de Saldanha Marinho, y las réplicas de Tarquinio de Souza y de
Leandro Bezerra.
Los masones monarquicos temen que los republicanos apro-
vechen la coyuntura. Y tratan de negociar con el Internuncio.
Fray Vital no acepta componendas. Prefiere dimitir.
La Confraternidad del Santisimo Sacramento interpone re-
curso ante el Consejo de Estado.
Entonces, en 12 de junio, interviene el Gobierno, y el Minis-
tro del Imperio conmina al Obispo para que en el plazo de un
mes levante el interdicto.
Fray Vital responde publicando, sin placet, un breve ponti-
ficio sobre la masoneria. El Gobierno se irrita, y ordena al
procurador de la Corona, don Francisco Balthazar da Silveira,
que proceda judicialmente. Pero ensaya de cubrirse las espal-
das, y envia a Roma al Bar6n de Penedos, con la misi6n de jus-
tificar su actitud ante la Santa Sede.
El 29 de octubre, el Bar6n presenta un memorandum de seis
paginas al cardenal Antonelli, y lucha dos meses por lograr una
definici6n. Solo se acuerda que el Gobierno retire sus medidas,
y la Santa Sede conseguira lo mismo de fray Vital.
El 2 de enero de 1874, la policia detiene al Obispo, y lo arran-
ca de la casa en que vivia - donde actualmente funciona el
Colegio N6brega, de la Campania de Jesus, en Recife.12
Un barco de guerra lo trae a Rio. Llega el dia 13. El 18
escucha los cargos, y el 21 comienza el juicio.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El juicio fue muy extrafio, tanto por la arbitraria composicion
del tribuna!, y por las figuras delictivas que excogito el Procura-
dor para su acusacion -articulos 86, 96 y 129 del Codigo, con
la~ agravantes del 16 : "impedir determinaciones del Poder"-,
corno por el obstinado silencio que mantuvo constantemente el
acusado. ( "Iesus autem tacebat", repetia fray Vital en voz baja .)
En el interin, tanto Penedo corno el Gobierno se despepita-
ban inutilmente por conocer las instrucciones enviadas por la
Santa Sede a fray Vital.13
Total, que se condeno al 0bispo de Olinda a cuatro afios de
trabajos forzados ..., pena que el Emperador conmuto en marzo
de 1874 por cuatro afios de prision simple en la fortaleza de
San Juan.
*
*
*
Mientras se desarrollaba este proceso, salto a la palestra don
Antonio Macedo Costa, obispo de Santa Maria de Belém do Para,
llamado, por su arrebatadora elocuencia, el Bossuet brasileiio.
Produjo una dura pastora! contra la masoneria, prohibio a los
catolicos la lectura del diario O Pelicano, y apoyo con firmeza
a don Vital.
Naturalmente, fue detenido el 28 de abril de 1874. Juzgado
con iguales métodos y procedimientos, merecio la misma senten-
cia, y la consabida conmutacion imperial de la pena. Fue en-
carcelado en la isla de las Cobras.
*
*
Habia trascurrido apenas un largo afio de castigo, cuando cayo
el gobierno liberal de Rio Branco. Fue llamado a sucederlo
o invito Duque de Caxias, apoyado por el partido conservador.
Éste, por decreto N~ 5.993, del 17 de setiembre de 1875, otor-
go amnistia generai a los obispos condenados. El decreto lleva
la firma del ministro secretario de Negocios de Justicia, don
Diego Velho Cavalcanti de Albuquerque.
No bien don Vital tomo conocimiento de la medida, aban-
dono la fortaleza de San Juan, y antes que nada, corrio presu-
roso a la isla de las Cobras, para felicitar a Macedo Costa.
De ahi, ambos fueron a estrecharse en un abrazo con monse-
fior Lacerda, obispo de Rio de Janeiro, y los tres juntos se diri-
gieron a cumplimentar al Emperador.
Eran éstas las manifestaciones mas visibles de un estado de
conciencia y de cosas que no se acalla con un decreto.
*
*
*

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BRASIL
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El contacto inicial de los Salesianos con el Brasil se produjo
cuando los miembros de la primera expedici6n misionera con
destino a Buenos Aires, aportaron en Rio de Janeiro.
Era un 7 de diciembre de 1875. A las nueve de la mafiana,
el Savoie dejaba a popa el cerro Pan de Azucar, y su proa ve-
terana hendia las aguas celestes que jugueteaban entre las forta-
lezas del promontorio de la Santa Cruz, al oriente, y de San
Juan, al occidente, para finalmente engolfarse en la indescripti-
ble bahia de Guanabara.
Los sacerdotes Giovanni Cagliero, Giuseppe Fagnano , Gio-
vanni Battista Baccino, Valentino Cassini y Domenico Tomatis;
el clérigo Giovanni Allavena; los coadjutores Stefano Belmonte,
Giuseppe Molinari, Vincenzo Gioia y Bartolomeo Scavini, y el
c6nsul argentino en Savona, Giovanni Gazzolo, acodados en la
batayola de la cubierta de primera clase, contemplaban estu-
pefactos el derroche de prodigios que surgian ante sus ojos.
"jUna de las maravillas del munda!... jEn Europa no he
visto jamas belleza semejante!... jEs uno de los puertos mas
hermosos del orbe!. ..", anotaban los Misioneros en las cr6nicas,
que luego enviaban a Italia.14
Desde lo alto, recortados en un cielo cristalino, los miraban
gigantes de piedra encorvados hasta el mar en acantilados verdes
y bermejos. Y de abajo asomaban curiosos al borde de las
aguas de color azul de cielo. playas de blancas arenas, y seis
docenas de islas grandes y pequefias.
Mas alla de la fortaleza de Laje, islote centinela armado del
puerto, la ciudad de Rio de Janeiro emergia frente a la isla de
las Cobras. Recatada tras el morra do Castelo, apenas se es-
tiraba, timidamente adherida a la costa y en busca del norte,
hasta San Crist6bal. Por el sur orillaba la sierra da Carioca,
y se alargaba entre ondulaciones por Catete hasta Botafogo.
Desde la cumbre del otero los miraba la iglesia barroca de Nues-
tra Sefiora de la Gloria.
El velo mafianero, que todo lo envolvia en gasas purpurinas,
comenzaba a rasgarse de golpe, cuando el Sol se filtro por entre
los morros de Praia Grande (Niter6i), y pinta de claro las puntas
del Pan de Azucar y del Corcovado.
*
En un bote enderezaron rumba a tierra. A las diez saltaron
al viejo muelle Pharoux, y se encaminaron alegremente hacia el
chafariz de la Piramide, para seguir hacia la plaza del Palacio,
o Largo do Paço.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
De buenas a primeras toparon con un amigo inesperado :
un joven turinés, exalumno de Cagliero, que trabajaba en Rio.
Los salud6 efusivamente, y desde ese momento dispusieron de
cicerone.
Comenta uno de los viajeros en su correspondencia:
Nosotros esperabamos que el interior de Rio correspondiese
a la fastuosidad del panorama; pero quedamos muy desilu-
sionados ...
Creo que si a Rio de Janeiro le quitasen el puerto, la
ciudad pareceria un mezquino villorrio...
Cruzaron la plaza, yen un recorrido que hoy nos parece bas-
tante prolongado, admiraron el Palacio lmperial, la Candelaria,
San Francisco de Paula, San Antonio y Santa Teresa.
Visitaron luego la catedral; de ahi pasaron a ver la capilla
del Carmen, San Benito, el Observatorio, los Jesuitas, el Jardin
Botanico..., y por ultimo treparon por el hist6rico morro hasta
el palacio de la Concepci6n, para ver al obispo, don Pedro Maria
de Lacerda.15 Éste accedi6 con amabilidad al pedido de audien-
cia. Pero enseguida los salesianos se percataron de que "mien-
tras acogia favorablemente a las Hermanas del Huerto que los
acompafiaban, se mostraba frio y reticente con los sacerdotes".
En la conversaci6n, se enteraron de que él, corno la mayoria
de los obispos sudamericanos, "desconfiaba de los clérigos dio-
cesanos que venian de Europa". Don Lacerda lleg6 a afirmar
que preferia tener parroquias vacantes, antes que darselas a quie-
nes "venian a hacer la Àmérica". jY tenia unas cuarenta parro-
quias sin sacerdote! ...
Cuando advirti6 que pertenecian a una Congregaci6n reli-
giosa que no conocia, la Salesiana, sus gentilezas no tuvieron
limite. Dedico nada menos que tres horas a entretenerlos. Los
convid6 con dulces y cerveza, y los obsequi6 con reliquias e ima-
genes, y aun con fotografias personales. Se interes6 por don
Bosco y sus ideas. Les explic6 los problemas de su di6cesis,
y, tomandose la cabeza entre las manos, repetia:
-jOh, si vuestro Superior tuviera quinientos o mii salesia-
nos!. ..
*
*
*
Al atardecer, después de admirar la naturaleza tropica! de los
alrededores de Rio: fauna, flora, cascadas ..., se reembarcaron en
el Savoie.
Al dia siguiente, 8 de diciembre, fiesta de la Inmacu]ada

23 Pages 221-230

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Concepci6n -Patrona de la di6cesis de Rio, aunque los salesia-
nos no lo sabian, y por eso, en sus cartas clan extrafias explica-
ciones a los hechos extraordinarios que contemplaban-, cele-
braron misa a bordo, dispuestos a partir a eso de las diez.
Cagliero envi6 al Obispo desde el barco, en serial de agradeci-
miento, una copia de la fotografia del primer grupo misionero.16
*
*
Lacerda qued6 impresionado por la entrevista, que siempre re-
cord6. Ocho afios mas tarde, cuando ya los hechos le habian
dado especial relevancia, se ufanaba en afirmar:
Mucho todavia gozamos en pensar que somos el primer
obispo de América que vio, recibi6 y bendijo a los hijos
espirituales del sabio y respetable don Bosco, ya famoso
en Italia, celebrado en América del Sur y en el mundo.17
*
*
La situaci6n politico - religiosa del Brasi!, antes esbozada, explica
por qué el 12 de diciembre de 1875, O Apostolo, "periodico reli-
gioso, moral e doutrinario, consagrado aos interèsses da religiao
e da sociedade" de la Corte (Rio de Janeiro), en un editoria! de
tono ciertamente polémico, anuncia la presencia de salesianos
en Rio.
La nota tiene por titulo: O Governo argentino e a Santa Sé;
y tiene mas fuerza, si se piensa que las relaciones argentinobra-
silefias estaban en ese momento muy tirantes. Dice asi:
Vamos a dar una noticia que con certeza ha de regocijar
a todos los cat6licos. El Padre Santo acaba de escuchar
benignamente las suplicas que en nombre del Gobierno de
la Republica Argentina le dirigiera el sefior Giovanni Gaz-
zolo, y que revelan la cuidadosa atenci6n que merecen a
ese Gobierno las necesidades espirituales de los ciudadanos
de la Republica.
A muchos de nuestros pretendidos reformadores les
debe de causar maravilla el ver corno el Gobierno argen-
tino ha solicitado y obtenido del Padre Santo, misioneros
para evangelizar a unos y confirmar en la fe a otros, con
miras a la salvaci6n de las almas.
El agente consular de la Republica Argentina, sefior
Giovanni Gazzolo, de acuerdo con el Padre Santo, consigui6
diez misioneros pertenecientes a la naciente Congregaci6n

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Luis Lasagna, el obispo misionero
de San Francisco de Sales, fundada en Turin por el piadoso
padre don Giovanni Bosco, y quince Religiosas del Instituto
de Nuestra Sefiora de la Misericordia...18
Y en urticante alusion al Imperio, sigue contrastando las
persecuciones religiosas de muchos de los Estados monarquicos,
con la buena voluntad de las jovenes republicas .. .
;':
Al afio siguiente se repitio la escena.19 Los salesianos de la se-
gunda expedicion de Misioneros, que venian directamente a
Buenos Aires desde el Mediterraneo -Lasagna venia por el Can-
tabrico-, también hicieron escala en Rio, y de nuevo visitaron
a Lacerda. :É.ste los abrazo tiernamente, recordo la visita de sus
antecesores, y enseguida se lamento :
-jSiempre a Buenos Aires! jY yo tengo cuarenta parro-
quias sin sacerdote!... eComo debo hacer, para quedarme con
algunos de ustedes? ...
"Yo estaba planeando levantar en esta ciudad un colegio
de artesanos; pero el Gobierno no quiere frailes ...
Francisco Bodratto, capitan del grupo, trato de salir del
paso diciendo que ya comunicarian al padre Cagliero sus ansie-
dades, y que cuando éste pasara en viaje para Italia, podrian
entablarse negociaciones.
-La idea es buena -replico el Obispo-; pero, por ahora,
comienzo a hablar con quienes tengo delante... Usted, igualmente
que Cagliero, podria escribir al padre Bosco acerca de mis in-
q u i e t u d e s .. .
Monsefior Lacerda rememora esta entrevista en la citada pas-
tora!, y puntualiza:
Conversando con los salesianos de esta segunda expedici6n,
tuvimos ocasi6n de saber mas detalladamente quiénes eran
y cuales las finalidades de su Instituto, y resolvimos pedir-
los para nuestra di6cesis.
Monsefior queria sentarlos a su mesa, y departir algun tiempo
con ellos; pero Bodratto se disculpo alegando que los horarios
del barco eran inflexibles, y todos prefirieron reembarcarse.
Al despedirse, el jefe de la expedicion dejo en manos de
Lacerda un sencillo presente: el opusculo Da Torino alla Re-
pubblica Argentina, de don Cesare Chiala, y partio.
La expedicion de Lasagna también hace escala en Rio. A

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BRASIL
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las cinco de la mafiana, contemplan extasiados el regio pano-
rama. Pero no descienden. Estan demasiado apremiados por
la falta de dinero.20
Las reiteradas noticias llegadas del Brasil interesaron a don
Bosco. El 13 de febrero de 1877 escribi6 a Cagliero:
Se dal Brasile o del Paraguay ti fanno formale domanda
di missionari, puoi accettare con queste due condizioni:
19) Aiuto per le molte spese che abbiamo già incontrate, e
che tuttodì dobbiamo sostenere; 29) Per l'anno 1878...21
Pero, al mismo tiempo que las novedades brasilefias captaban
la atenci6n de don Bosco, las gratas nuevas de las misiones sa-
lesianas en América corrian por el Brasil.
En junio de 1877, el padre José Fagnano -director del
nuevo Colegio Salesiano de San Nicolas de los Arroyos, ubicado
al norte de la provincia de Buenos Aires- recibia la nota si-
guiente del Viceconsulado del Imperio del Brasi} en la ciudad
de Corrientes. Estaba dirigida al Ilustrisimo y Reverendisimo
Padre Superior de los Reverendos Padres Saleses en San Nicolas
de los Arroyos. Tenia fecha del 4 de junio de 1877, y decia:
Ilmo. Sefior:
Con vivas instancias [he sido] solicitado por las auto-
ridades de la provincia del Mato Grosso para informar sobre
el Instituto de los RR. PP. Saleses, que V. Sria. Ilma. rige
con tanta ciencia y sabiduria y acierto en esa ciudad de
San Nicolas.
A fin de poder dar un informe correspondiente estima-
ria de la suma bondad de V. Sria. Ilma. si se dignara darme
una pequefia relaci6n de la Instituci6n Salesa, y cual es el
régimen de estudios que observan en los colegios que hasta
aqui tienen establecidos en América.
V. Sria. Rma. comprendera que el deseo que me anima
es el poder dar un informe exacto y que podria, tal vez,
redundar en beneficio y propagaci6n de la Instituci6n Sa-
lesiana.
Aprovecho la oportunidad para ofrecer al sefior supe-
rior de esa ilustre comunidad los sentimientos de mi pro-
fonda estima y consideraci6n, suscribiéndome de V. S. Ilma.
y Rma.
Rumo. oblmo. servidor,
CARLOS N ICOLAS ROS ELLI.22

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222
Luis Lasagna, el obispo misionero
Previa consulta con Buenos Aires, el 24 de agosto de 1877
Fagnano responde con una larga relacion. Describe el origen,
la constitucion y actividades de la Sociedad Salesiana.
La nota del Viceconsul dice claramente: "Solicitado por las
autoridades de la provincia del Mato Grosso..."
Por estas fechas era presidente de la provincia antedicha,
y comandante de armas, el generai Hermes Ernesto da Fonseca,
y gobernador eclesiastico, el canonigo Manuel Pereira Mendes,
ya que el obispo, don José Antonio dos Reis, habia fallecido el
11 de octubre de 1876, y el sucesor, don Carlos Luiz d'Amour,
nombrado el 21 de setiembre de 1876, solo se hizo cargo de la
sede por procurador el 12 de maya de 1878, para entrar perso-
nalmente en la diocesis el 2 de maya de 1879.
Con todo, ni en Corrientes, ni en el Archivo del Estado en
Cuiaba, quedan rastros de alga vinculado con esta gestion.23
*
Ese mismo afio de 1877, monsefior Lacerda viajo a Roma. Presi-
dia la peregrinacion brasilefia que iba a reverenciar al papa
Pio IX, con ocasion de sus bodas de oro episcopales, que se
cumplian el 3 de junio.
Después de participar en las ceremonias generales, los pere-
grinos brasilefios -unas sesenta personas, encabezadas por los
obispos de Rio, monsefior Lacerda, y de Para, don Antonio Ma-
cedo Costa- fueron especialmente recibidos por el Padre Santo
el 15 de julio. Dias después, el Papa converso privadamente
con los dos obispos.24
En los intervalos, aprovecharon éstos el tiempo cumpliendo
gestiones en la Ciudad Eterna.
En una de tales oportunidades, monsefior Lacerda conocio
accidentalmente a don Bosco. Fue en la antecamara del car-
denal Simeoni. Por eso podra escribir, seis afios mas tarde:
... en el mismo Palacio Vaticano, junto al sagrado tumulo
de San Pedro, le pedimos personalmente a don Bosco que
enviase a Rio de Janeiro algunos de sus salesianos...
La entrevista -también documentada por las Memorias
biogrdficas de don Bosco- trascurrio mas o menos asi : 25
Estaba Lacerda rodeado de peregrinos en un salon del Va-
ticano. Esperaba su turno para conversar con el cardenal Si-
meoni. Don Bosco, también en tramitaciones, se entero de la
presencia del Obispo de Rio, y procuro saludarlo. Bien infor-

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BRASIL
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mado, lo siguio hasta los palacios apostolicos; pero, corno no lo
conocia personalmente, al solicitar nueva informacion la requirio
casualmente al mismo Lacerda. Al enterarse de quién se tra-
taba, don Bosco comenzo a manifestarle afectuosamente la ale-
gria que le causaba el conocerlo, y lo mucho que agradecia la
cariiiosa acogida que habia dispensado a sus Hijos.
Don Lacerda, que tampoco conocia a don Bosco, y que no
alcanzaba a entender bien lo que éste le decia, lo interrumpio
un poco bruscamente:
-Pero, dispense... éOuién es usted?
-Soy el pobre don Bosco... -oyo responder.
-éDon Bosco?... jDon Bosco!. .. -exclamo el Obispo, albo-
rozado, y lo abrazo efusivamente.
Después de larga platica, don Bosco sello la entrevista con
una invitacion. Quedo convenido que el Prelado lo visitaria en
el Oratorio de Turin. Y en efecto, Lacerda paso dos semanas
de agosto corno huésped del Santo.26
Tanto intimaron durante este lapso, que el padre Albera, en
las citadas Memorias biogrdficas de Lasagna (pagina 162), llega
a expresar que no sabia de otro prelado que tanto hubiera ama-
do y entendido a don Bosco.
En Turin se hicieron famosos los problemas pastorales del
Obispo. Tanto, que el padre Lemoyne risueiiamente pergeiio
unos versos, leidos luego en el refectorio, en los que, aludiendo a
la pesca milagrosa del Evangelio, presentaba a Pedro -era el
nombre de pila de Lacerda- pidiendo auxilio a Juan, dori Bosco,
para no desperdiciar la magnifica oportunidad.
Confiesa Monseiior, en su socorrida pastora!:
Ahi conversé con ese hombre singular, ese asombroso sa-
cerdote, prodigio viviente, llamado don Bosco, que para ser
inmortalizado en los fastos de _la sociedad y de la Iglesia,
basta que haya realizado en nuestros dias la celebérrima y
benemérita Sociedad Salesiana...
Es que Lacerda llevaba a cuestas una cruz mas pesada que
sus problemas pastorales: era terriblemente atormentado de
escrupulos.27 Don Bosco, con su santidad, bondad, tino e incon-
mensurable buen sentido, le habia devuelto -al menos, por un
tiempo- la paz del alma.
Finalmente, se despidieron. Don Bosco le regalo una pro-
mesa sin fecha de cumplimiento: atenderia sus deseos, e insta-
laria a los Salesianos en la diocesis imperial de Rio.
Lacerda, a fin de comprometerlo, ahi mismo adelanto el

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Luis Lasagna, el obispo misionero
dinero necesario para los pasajes de los Misioneros, de Italia
al Brasi!. Don Bosco se via obligado a aceptar.
Y él siguio su periplo europeo. Llego a Lisboa el 8 de no-
viembre. Se detuvo en la madre patria basta el dia 24.
Lo que via en Lisboa, basto para que su corazon apostolico
y su conciencia escrupulosa lo torturaran nuevamente, y escri-
bio a don Bosco una carta dolorida, para rogarle que enviara
salesianos también a Lisboa. Cierra, sin embargo, la misiva
con unas notas en las que lamenta la imprudencia de su pedido.
*
*
Contemporaneamente, don Bosco despachaba bacia el rio de la
Plata la tercera expedicion misionera, que tanto habia gestio-
nado el padre Cagliero. Estaba compuesta por los padres San-
tiago Costamagna, Domingo Milanesio, Tomas Bettinetti, José
Vespignani y Luis Galbusera; los clérigos Vietar Durando, Pe-
dro Rota, Antonio Passeri, José Gamba, Luis Chiara, Alejandro
Vergnano y Bartolomé Panaro, y los coadjutores Bienvenido
Graziano, Bernardo Musso, Juan Bautista Corneglio, Domingo
Zana, José Maudonio y Carlos Bruno.28
Razones de indole economica los obligaron a viajar en tres
grupos diversos.
El grueso de la expedicion fondeo en Rio el 6 de diciembre
de 1877. Lacerda navegaba todavia en alta mar, en su viaje de
retorno. Costamagna salud6 al Vicario Genera!, y se reembar-
co asustado de la fiebre amarilla y de la fiebre negra -dice él-,
o sea la fobia con que lo insultaron algunos muchachones en
la ciudad y en el puerto.29
Monsefior Ceccarelli -el cooperador salesiano de San Nico-
las de los Arroyos- y el padre José Vespignani, en cambio, via-
jaron por tierra basta Lisboa. El 29 de noviembre se embar-
caron en el Minho. Llegaron a Rio de Janeiro el 17 de diciembre.
Y se detuvieron casi tres dias en la bahia de Guanabara ... , lo su-
ficiente corno para visitar al Obispo, que habian conocido en
Turin y que acababa de volver.30
En efecto, el 10 de diciembre habia anclado en el puerto de
la Corte el Gironde, que traia a su bordo al Obispo carioca.31
A Vespignani y Ceccarelli se refiere Lacerda, sin nombrarlos,
cuando en la pagina 10 de su carta pastora! afirma:
Mas tarde tuvirnos, no corno visitantes, sino corno huéspe-
des, a un salesiano y a un cooperador, conocidos nuestros
de Turin, que forrnaban parte de otra expedici6n al rio de

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BRASIL
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la Plata; expedicion mas numerosa, cuyos miembros nave-
gaban separadamente en diferentes navios ...
El padre José Vespignani refiere a don Bosco, en su carta
del 18 de diciembre, una cantidad de interesantes pormenores,
que trataremos de resumir. Dice el padre José:
Estamos en Rio... Una de las mayores preocupaciones [de
monseiior Lacerda] es hallar un lugar para los Salesianos...
Tenia ya cuatro sitios en vista..., cuando llego su Procurador
-lo es también del Seminario-, y le dijo:
-Monseiior, la casa de Jurujuba, que pertenece al Se-
minario, esta cerrada. Nadie la quiere alquilar.32
-jBendito sea Dios! exclamo el Obispo.- Ya tengo
casa para los Salesianos... Al menos, para comenzar. Pa-
rece un convento en pequeiio, con galerias y jardines...
"Podria llamarse -aiiadia- San José de Jurujuba, o
mejor Caput et mater salesianorum in Brasilia...
Enseguida nos invito a visitarla... Fuimos . con un Padre
lazarista y monseiior José de Mello... Es la casa mas cons-
picua del lugar. Tiene un terreno que nace en el Bano y
se pierde en el monte... Esta a una hora de distancia de la
ciudad en el barco de vapor, que corno tranvia hace la reco-
rrida de los pueblos de la otra banda de la bahia...
El pobre Parroco de Jurujuba se pasa semanas sin decir
misa, porque no hay quien la oiga...
Monseiior piensa que vamos a tener que comprar un
bote con cuatro remos ...
Tiene sus contras : a media hora de camino hay un
lazareto para enfermos de fiebre amarilla..., pero nadie se
queja en la zona. Ademas, no esta en la ciudad, corno qui-
siera Monseiior...
Sin embargo, [piensa Lacerda que] es mejor comenzar
de lejos, para no llamar la atencion. Él quisiera a los Sale-
sianos en el barrio de Gambòa [en Rio], donde falta sa-
cerdote ...
-Escriba a don Bosco -me dijo-, que vengan los Sa-
lesianos. Que vengan pronto..., y vengan los valientes que
no teman ni al mar, ni a la fiebre amarilla...33
*
*
*
Corrieron los afios; pero los buenos deseos de don Bosco respecto
al Brasil no llegaban a cuajar. Las nuevas obras emprendidas
en América se volvian insaciables, y el materia! humano que debia
animarlas, se conseguia solo en escala limitada.
15

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Luis Lasagna, el obispo misionero
No sabemos cual result6 el factor desencadenante; pero en
1881 los obispos brasilefi.os desataron una ofensiva generalizada
para obtener salesianos en sus di6cesis.
En efecto, el 13 de abril comenz6 monsefi.or Lacerda. Escri-
bi6 a don Bosco una de esas cartas que derriten piedras:
Carisimo sefior don Bosco :
Desde 1877 hasta hoy, o sea por el largo espacio de
casi cuatro afios, estoy esperando a los salesianos que pedi,
que me fueron prometidos... y que nunca llegaron.
Si, creo..., o mejor, comprendo que es imposible la ve-
nida de cuatro hermanos y un sacerdote de la Congregaci6n
de don Bosco, porque las circunstancias de Italia asi lo
quieren.
Algunos fueron a Roma ..., muchos otros para las misio-
nes de la Patagonia..., otros a Francia..., y por ello no se
encuentra mas ninguno para el Brasil, para la pobre casa
de Jurujuba... jPaciencia!
Pero la paciencia se agota en cuatro afios ... Entonces,
liquidemos el negocio... Agradezco de coraz6n su bondad...,
el deseo de hacer bien en mi di6cesis. Pero jDios no lo
quiere!... Yo no lo merezco... t:Oué hacer? Bajar la cabeza,
y decir: jHagase la voluntad de Dios! 34
Y después de agradecer la buena voluntad de todos, le co-
munica que el afi.o pasado (1880) estuvo en un triz de ira Italia,
para venirse con una buena expedici6n. Pero no pudo viajar,
ni podia hacerlo ese afi.o. Por eso, continua dolorido:
Consummatum est!... No tendré mas salesianos, y ni siquiera
los espero mas...
Adi6s, pues, queridos salesianos mios... t:Mios? Fue
solo un suefio, un rayo de esperanza deshecho y desvanecido
en el correr de cuatro afios ...
Desgrana recuerdos, y comenta los versos que Lemoyne le
dedicara:
Tengo ante los ojos aquellos versos que me recitaron en
Turin, en 1877:
... Dice don Bosco a te: "Pastor tu sei...
T'arde per me nel cuor fiamma di padre:
ecco già sono tuoi i figli miei..."
jOh, esperanzas perdidas! t:Y los hijos de don Bosco no
seran mis hijos?... jDesgraciado de mi! No seran hijos mios,
tus hijos...
jDesgraciado de mi! t:Oué padre hubiera sido yo?

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BRASIL
227
Pobre, con dos millones de hijos, sin recursos, gimiendo bajo
las dificultades, con 130 Padres fallecidos durante mi gobier-
no, y solo doce nuevos... Sin vocaciones..., con solo tres es-
tudiantes de teologia y setenta seminaristas ...
Sin embargo, se me ocurre un pensamiento decisivo... Si
por inesperado milagro lo imposible se tornase posible...,
envieme un telegrama...
jAh, don Bosco, cuanto cuesta a mi coraz6n decir el ul-
timo adi6s a mis esperanzas! En el paraiso tendré el placer
de vivir con don Bosco y sus salesianos...
El Bollettino Salesiano de agosto de 1881 comenta : "cOuién
tendria coraz6n para no escuchar deseos semejantes y suplicas
t a l e s ? ... "
El 18 de maya del mismo afio 1881 -ya lo consignamos en el
capitulo VIII-, Lasagna comunica a don Bosco las amables
presiones del Obispo de Porto Alegre, que insiste para que los
Salesianos vayan a su di6cesis, colmada de inmigrantes italianos.
El 11 de julio, también el obispo de Para, don Antonio de
Macedo Costa, escribe a don Bosco una carta - suplica muy sen-
tida, que comienza asi:
Aunque no tengo el honor de conocerlo personalmente, su
renombre ha atravesado .el océano... Por eso, en el estado de
angustia en que me encuentro, he pensado en recurrir a
usted ...35
Y tras describir minuciosamente la deplorable situaci6n de su
di6cesis, afiade:
No pasa dia que en el santo sacrificio de la misa no pida
con lagrimas al Seiior que envie operarios a su viiia...
Mandeme uno de sus sacerdotes... Aqui hara obras magnifi-
cas. Medios materiales no le faltaran. Desde ahora le doy
mi Seminario. Tiene éste t1n pequeiio patrimonio, que ira
en aumento...
Digame lo que se debe hacer, que yo superaré sus
deseos..., pero consuéleme con una palabra que espero de
usted: lremos al Parti....
Contemporaneamente, don Antonio conc~bia una de sus tan-
tas fecundas ideas: el Istituto de Artes e Oficios e Agricola da Pro-
vidéncia, para hijos de indios y desamparados.
Escogi6 un lugar aledafio al ferrocarril de Bragantina, cerca

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Luis Lasagna, el obispo misionero
de la estaci6n de Ananindeua, y comenz6 a levantar un edificio
con salones dormitorios, aulas y talleres.
Como los costos superaran sus posibilidades, en enero de
1882 sali6 a peregrinar por Minas Gerais, para recolectar fondos
destinados a la terminaci6n del edificio del Instituto de la Pro-
v i d e n c i a .36
.,..
Ya hemos visto, en paginas anteriores, las diligencias iniciadas
desde el Mato Grosso. En 1878, el obispo de Cuiaba, monsefior
Carlos Luiz d'Amour, se esforzaba -sin resultados, por el mo-
mento- para atraer los Lazaristas a la direcci6n de su Seminario.
Al fin lo consigui6. Entonces acudi6 a la Nunciatura, para oh-
tener también a los Salesianos.37
;':
Todas estas invitaciones avivaban el fuego m1s10nero de don
Bosco, y lo movieron a estudiar a fondo el tema con Lasagna,
todavia convaleciente de su operaci6n.
Consulto al Capitulo Superior, y afializ6 cuidadosamente si-
tuaciones y circunstancias, que, ciertamente, implicaban algo
mas que las presiones que acabamos de mentar. Al fin, y corno
primer paso, el 8 de diciembre de 1881 resolvi6 dividir la pro-
vincia americana, "que en seis anos de vida se ha convertido en
drbol..., y estd oprimiendo con su excesivo peso a hijos queri-
disimos".
Entre las ultimas recomendaciones que Lasagna, nuevo ins-
pector, recibiera de don Bosco antes <;l.e partir para América,
estaban el examen y la atenci6n esmerada del problema brasi-
lefio, que ahora quedaba bajo su total responsabilidad.
. ...
...
Ya vimos corno al pasar por la Corte, no le fue permitido el de-
sembarco, por la fiebre amarilla. No bien lleg6 a Montevideo,
escribi6 sendas cartas al Obispo de Rio y al Encargado de Ne-
gocios de la Santa Sede ante el Gobierno imperial.
Lacerda respondi6 enseguida, el 30 de enero de 1882:
... Mafiana cumplo cincuenta y dos afios ... Hoy tuve el gran
consuelo de recibir su carta... Véngase, aunque solo sea para
ver; pero no parta sin avisarme... Espere unos meses, cuando
amainen las epidemias...

24 Pages 231-240

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BRASIL
229
Monsefior Sabatucci contesta el 23 de marzo. Le comunica
que esta esperando al nuevo Internuncio; pero que puede contar
con él y con su casa. El Brasil sera campo ubertoso para los
Salesianos -afirma-, y le anticipa que no debe abrigar témores:
Las epidemias no impiden a los Capuchinos vivir en Rio,
y en sus alrededores surgen ciudades sanas y hermosas.
Por fin, el 6 de maya de 1882, desde Villa Colon, Lasagna formula
a don Bosco el esperado anuncio:
Le escribo bajo una profonda impresi6n. Dentro de cuatro
dias, acompafiado por el buen Teodoro [Massano], embar-
caré para Rio de Janeiro.38 Como usted podra imaginar, mi
espìritu y mi mente estan absortos por la grandeza de lo que
vamos a comenzar, y por el futuro que aguarda en aquel vas-
tisimo Imperio a los nuevos misioneros de don Bosco. Esta
mi coraz6n lleno de trepidaci6n y temor, y al mismo tiempo
se siente impulsado a esperanzas mayores.
Aqui, en las Republicas del Plata, tuvimos que luchar
valerosamente contra innumerables dificultades. Ahora, tal
vez las mismas dificultades aumenten, y vengan a sumarse
las provenientes de un clima al que no estamos acostum-
brados... Sin embargo, èPOdran quedar abandonadas tantas
y tantas almas en camino de perdici6n?...
Si la avidez del lucro atrae a las playas brasilefias .3.
tantos codiciosos traficantes europeos, que a veces caen
muertos sobre el mont6n de oro que acumulan, èno podra
el celo por las almas cautivar a los misioneros salesianos,
para que consagren su vida a la conquista de nuevos hijos
para Cristo?
V. R. conoce las conmovedoras suplicas de auxilio de los
celosos Obispos del Brasil, que viéndose detenidos en una
espera sin plazos, tristes y desanimados, imploran socorro en
forma de partir el coraz6n. Es tiempo, pues, de volar en su
auxilio, plantar alli nuestras tiendas, y bafiarnos alli de sudor.
Antes de enviar a la ventura la primera compafiia de
salesianos, la prudencia exige que alguien los preceda para
explorar el terreno, y escoger en aquella inmensa superfi-
cie un punto estratégico y menos expuesto al peligro.
Confortado con su bendici6n, amadisimo Padre, y esfor-
zandome en obedecer a las instrucciones que me impartiera,
emprenderé este primer viaje, que abrira a nuestra Congre-
gaci6n las puertas de un Imperio cuya extensi6n es igual a
tres cuartos de Europa...

24.2 Page 232

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230
Luis Lasagna, el obispo misionero
Y el martes 9 de mayo de 1882, horas después de la inaugu-
racion del Observatorio del Colegio Pio de Villa Colon, el padre
Lasagna y el clérigo Teodoro Massano embarcan en el navio
francés Équateur, rumbo al puerto de Rio de Janeiro.39
Llevan por objeto explorar las posibilidades de trasplantar
la Obra Salesiana al Imperio del Brasil. Concretamente, y en
primer lugar, examinaran la viabilidad de los pedidos mas ur-
gentes, corno son los de monsefior Lacerda y de monsefior Ma-
cedo Costa, en Rio de Janeiro y en Belém do Para, respecti-
vamente.
En carta del 24 de noviembre de 1882, dira el padre Lasagna:
Parti de la desembocadura del rio de la Plata, para subir
hasta la desembocadura del Amazonas : los dos estuarios ma-
yores y mas maravillosos del mundo...
Escogi preferentemente esta ocasi6n, porque se me
ofreda la oportunidad de viajar con monsefior Mocenni,
llegado de Chile y que va corno internuncio de la Santa Sede
ante el Imperio del Brasil.40
Ademas de monsefior Mocenni y su secretario, monsefior Adria-
no Felice, viajaban a las ordenes del comandante L. Lecomptre
treinta y cuatro pasajeros con destino a Rio, y trescientos diez
en transito hacia Burdeos. Entre ellos descollaba la delegacion
brasilefia al famoso Congreso Pedagogico de Buenos Aires de
ese afio, presidida por el Baron de Macahubas. Ignoramos si
en las conversaciones el padre Lasagna habra tenido noticias
de la interesante actuacion cumplida en el Congreso por su viejo
conocido, don Francisco Berra.
La cronica de esta visita la realiza el mismo padre Lasagna
en varias cartas dirigidas a don Bosco. En la primera, del 6
de mayo, anuncia el viaje; en la segunda, del 13, escrita a bordo,
describe la travesia.
La carta del 24 del mismo mes -publicada por el Bollettino
Salesiano en agosto de ese afio-, reconta minuciosamente, y en
el estilo enjundioso que lo caracteriza, los primeros dias e im-
presiones de su estada en Rio.
En el Archivo Central de Turin hay, ademas, una carta a
don Rua; cinco a don Cagliero, fechadas en el Brasil, mas una
larga cronica de Massano.
Finalmente, el 24 de noviembre, ya de vuelta en Montevideo,
resefia su labor anual al frente de la nueva Inspectoria, e incluye,

24.3 Page 233

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BRASIL
231
por lo tanto, los resultados y las observaciones de su gestion en
el Brasil.
Tres de ellas han sido trascritas al portugués, en un agrada-
ble volumen, ya citado en notas, intitulado Projeçoes epistolares,
editado en 1908 por el Colegio Santa Rosa de Niteroi.
*
Durante las setenta y nueve horas de crucero, mantuvo largos
parlamentos con el Internuncio. Mocenni estaba de acuerdo en
que debia abrirse un hospicio en Rio de Janeiro; pero su gran
preocupacion era el Mato Grosso, y comenzo la siembra en el
alma de Lasagna de una semilla que germino luego con volumen
de pasion: la evangelizacion de los indigenas salvajes del Brasil.
También se desarrollaron acontecimientos pintorescos. Y
seguramente, encaja aqui el episodio que don Pablo Albera narra
corno sucedido en un viaje posterior.
Lasagna habia leido en la Revista Astronomica, que por esas
fechas un cometa seria avistado desde las inmediaciones de Rio.
Armado, pues, de un telescopio manual que lo acompafio por
varios viajes, pasaba algunas horas de cada noche rastreandolo
en el cielo.
Lo desusado del instrumep.to y la actitud de astrologo, a la
sombra notoria de una sotana, en un ambiente limitado y ocioso
en que todo llama la atencion, despertaron intensa curiosidad
en los viajeros. Se sucedieron preguntas y explicaciones, que
terminaron en maravilla cuando Lasagna dio con el cometa Wells,
que asomaba al poniente, sobre la cresta de las sierras, en las
horas de salida y de puesta del Sol. Para los compafieros de
pasaje se convirtio en una celebridad. A ello hace referencia
el articulo con que O Apostolo anuncia al Ilustre hospede...41
Mientras Lasagna viajaba -mas precisamente, el 8 de mayo de
ese afio de 1882-, Lacerda habia reunido ciento siete sacerdotes
en el Seminario de Rio Comprido, en la famosa Carlota, para
efectuar ejercicios espirituales. Los predicaba un Padre lazarista.
El anticlericalismo, que se valia de cualquier medio para hos-
tigar a la Iglesia -no hacia mucho tiempo se habia apedreado
al Obispo durante un sermon- , ahora tomaba pie de los dias de
retiro del clero. Los ejercicios espirituales, que se realizaban
por quinta vez en la diocesis, merecian un Gaze tilha aparecida
el 13 de mayo de 1882 en el Jornal do Comercio, de Rio de Janeiro:

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232
Luis Lasagna, el obispo misionero
La ausencia simultanea de tantos parrocos y padres, segun
nos consta, algunas veces dificulta y otras veces imposibilita
la administraci6n de socorros espirituales y la celebraci6n de
misas. Ayer, por ejemplo, no fue rezada una misa de séptimo
dia, porque la familia del finado no pudo encontrar ni un sa-
cerdote disponible...
Cosas parecidas se publicaran, cuando haya reuniones de
obispos y visitas pastorales.42
El diario cat6lico O Apostolo del 14 de mayo relataba la fiesta
de clausura de los ejercicios espirituales; la misa del Obispo, con
la comuni6n de los ejercitantes, y el almuerzo, seguido por los
discursos de sobremesa del Vicario da Encrusilhada, padre Ber-
nardino Jorge; del doctor Luiz Ferreira, del padre Joao Manuel,
del sacerdote italiano Nicolino Guma y del Obispo. También
anunciaba en parrafo aparte:
Espérase boy de Buenos Aires al Excmo. Sr. don Mario Mo-
cenni, arzobispo de Heli6polis, que va a ejercer el cargo de
internuncio apostolico... Nos consta que se va a hospedar
en el monasterio de Sao Bento.
En efecto, el Internuncio -y con él, Lasagna- entraba en
Rio en el mismo momento en que el diario lo anunciaba.
En la mafiana del domingo 14 contemplaron los viajeros la
bahia encantadora. El E.quateur atrac6 mas alla de la isla de
las Cobras.
Los sacerdotes celebraron a las siete, corno de costumbre, en
la cabina del Nuncio. (Lasagna se levantaba siempre a las 5.30,
y meditaba media hora paseando por el puente.)
Se despidieron luego calurosamente de sus compafieros de
viaje, y en lanchones se arrimaron a la unica rampa del muelle.
Bien aleccionados, eludieron el acostumbrado aluvi6n de vende-
dores ambulantes; y, "a fin de librarse de los inevitables veja-
menes que deben sufrir los Religiosos en las grandes ciudades
maritimas", tomaron un carricoche cerrado, del que tiraba una
yunta de burros, "corno aqui se acostumbra", dice Lasagna.
Mocenni enfil6 al morra de Sa.o Bento. A los salesianos los
esperaba un recorrido mas largo, camino del Seminario de Rio
Comprido, "en la esperanza de dar con el Obispo o con quien lo
representase".
Felizmente, alli estaba Lacerda, fatigado por los esfuerzos
de la semana trascurrida, rodeado de los nueve clérigos del Se-
minario y de los celosos Padres lazaristas que lo regentaban.
Lasagna describe el encuentro:

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Comentario de O Apostolo de
la Corte (Rio de Janeiro), con
ocasi6n del paso de la pri-
mera expedici6n salesiana de
1875.
El emperador don Pedro. (De
la colecci6n del embajador
Magalhaes de Azevedo.)
LLEGADA AL BRASIL
Las princesas impe-
riales !sabei Cristina
(a la derecha) y Leo-
poldina Teresa (a la
izquierda).

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234
Luis Lasagna, el obispo misionero
No bien nos anunciaron, vino hacia nosotros con un rego-
cijo que se le trasparentaba en los ojos. jQué bueno y san-
to Prelado!... Conoce a fondo y al detalle todo lo que se
refiere a la Congregaci6n Salesiana...
Abraz6 afectuosamente a los dos viajeros, mientras la ale-
gria le borbotaba en las palabras y en los ojos. Y pas6 el dia
con ellos.
Sigue el relato de Lasagna:
Desde las diez de la mariana, cuando tuvimos la suerte de
ser abrazados y bendecidos por él, hasta las diez de la noche,
no permiti6 que nos apartaramos ni por un instante...
Se habl6 de don Bosco, de Turin, de los Salesianos, de Ma-
ria Auxiliadora, del Brasil, de los nifios abandonados... Es de
imaginar que se habran repasado todos los proyectos de Lacerda
y de Lasagna, que aiiade:
... mii veces protesto [el Obispo] de que estaba dispuesto
a realizar cualquier sacrificio persona! y pecuniario, con
tal de obtener el tan suspirado asilo para huerfanitos...
Y a pesar de ser un enamorado de la soledad, pareda haber
cambiado sus costumbres, en raz6n de las visitas.
Al dia siguiente de nuestra llegada, el 15, quiso acompafiar-
nos personalmente a visitar el grandioso Hospital [la Santa
Casa] de la Misericordia, dirigido por las Hijas de San Vi-
cente de Paul, el mas perfecto, el mayor que yo haya visto
en mi vida...
Apreciaron después el convento de los Capuchinos. Estaba
situado, agrega Lasagna,
en lo alto de un morro, desde el que de un vistazo se domi-
nan la ciudad y la bahia. Casi todos los frailes eran italia-
nos ..., campeones de la fe, pero ya muy ancianos, llenos de
achaques por las privaciones y los sacrificios misioneros...
Después, [Lacerda] nos llev6 a cenar con los Padres La-
zaristas, que en esa fecha festejaban el dia onomastico de
un Hermano de origen italiano.
Al dia siguiente, martes 16, continuaron las visitas. Pri-
mero fue la Casa de los Exp6sitos, atendida por las Hermanas
Vicentinas, y muy cerca de ésta, dirigido por las mismas Reli-
giosas, un Asilo para nifias abandonadas y Hogar de Ancianas,
donde el padre de monsefior Lacerda, ya fallecido, habia invèr-
tido grnn parte de su patrimonio y esfuerzos.

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BRASIL
235
De ahi ascendieron a Sao Bento. Y después de apreciar la
maravilla de arte barroca que refulge en la iglesia del Monas-
terio, pasaron a conversar largamente con el internuncio, mon-
sefior Mocenni, que estaba tramitando la presentaci6n oficial
de credenciales. (El Emperador la fijaria para el 24 de mayo ... )
Acabamos volviendo a casa [al Seminario], agotados de tan-
to andar y conversar...
,·,
;';
El miércoles 17, el Obispo encarg6 a los Padres Vicentinos de
hacerle admirar al viajero las bellezas naturales de Rio. Y tem-
pranito partieron con los seminaristas para la selva de Tijuca,
sus cuevas, la Cascadinha y el Morro. "jPaseo encantador!",
exclama en su carta.
Con el viejo bondinho 43 treparon hasta los pies del collado,
que tiene unos trescientos metros de altura.
Seguimos en una diligencia tirada por burros, subiendo,
subiendo, por una calzada en espiral hasta lo alto de la
montana, siempre en medio de chacras y jardines, a cual mas
hermoso. Llegados a la altura, dejamos el vehiculo y co-
menzamos a descender por atajos, saltando de piedra en
piedra, entre bosques cerrados y oscuros, guiados por el
sordo ruido de las aguas de un torrente que brincaba de roca
en roca.
Aqui, Lasagna da rienda suelta a su vena poética:
Quedé extatico al contemplar aquel sublime espectaculo de
la naturaleza...
Llegamos al fondo de un vallecito, ensordecidos por el
fragor de una masa de agua de veinte metros de ancho,
que se despenaba vertiginosamente desde cincuenta metros
de altura sobre la roca viva. Levantaba blanquisima espuma,
y proyectaba a gran distancia finisima garua, que nos hume-
decia manos y rostro...
El Sol relampagueaba sus rayos entre la floresta, y las
aguas corno espejos nos enceguecian de luces multicolores ...
En torno y en la ladera de la montana crecen bosques
densisimos, con arboles de troncos muy altos y ramaje tan
compacto, que entretejen sobre la cabeza del viandante una
b6veda casi impenetrable a los rayos del Sol. No obstante,
brotan a sus pies mil especies de arbustos, lianas, follajes
y espinas, que se entrelazan y se aprietan en forma de im-
pedir el paso del hombre...

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Y con la selva admiran bandadas de pajaros extrafios y mo-
nitos saltarines. Y oyen comentarios sobre viboras y tigres .. .
Aqui todo es grande, todo es nuevo. jQué contraste entre
las inmensas planicies de la pampa y la Patagonia, y estas in-
terminables cordilleras! ... Estas florestas virgenes, macizas y
grandiosas del Brasil, con arboles gigantescos...
Empleamos dos horas y media para volver a subir. Alli
nos esperaban los Padres Lazaristas y algunos amigos, que
habian preparado sobre los parapetos de un puente, bajo
una sombra admirable, una espléndida merienda, de acuerdo
con las costumbres del pais.
Sentados en grupos, a la vera del camino, comimos con
envidiable apetito, en medio de los comentarios del paseo.
No falto humor..., y nuestras carcajadas se repetian en el
eco de las gargantas de aquellas montafias solitarias ...
Para concluir, Lasagna destaca, no solo la carifiosa hospi-
talidad de los Padres Lazaristas, sino también la intrepidez de
su celo y la intensidad de su labor. Pero deja en el camino una
aguda observaci6n:
La finalidad del Obispo era clara: queria que desde el co-
mienzo quedasemos bien impresionados por las obras que
se realizan y se pueden realizar, para que no nos desanima-
semos luego, al ver el lado feo de las cosas ...
-..':
El domingo 21, el diario cat6lico dedica media columna al visi-
tante, a quien califica de huésped ilustre, y dice:
Hallase hospedado en el Seminario de San José el distinguido
y sabio doctor Luis Lasagna, director del Colegio Pio de
Villa Colon, de Montevideo, y fundador de un importante
observatorio meteorologico, con modernos y valiosos instru-
mentos, de acuerdo con los votos del Tercer Congreso Geo-
grafico Internacional de Venecia, presidido por Lesseps, y
segun las recomendaciones del sabio astronomo padre Denra
(sic), director del Observatorio de Moncalieri.
El doctor Lasagna pertenece a la Congregacion Salesiana,
fundada en Turin por el celebérrimo don Bosco, y que ya
posee 140 establecimientos que ensefian ciencias, letras y
oficios.
El reverendisimo doctor Lasagna vino con un estudiante
salesiano por invitacion del Excmo. y Rmo. Sr. Obispo de
Rio de Janeiro, que en 1871 fue huésped de don Bosco en
Turin, y quiso ver si, segun los deseos del Prelado, se puede

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BRASIL
237
abrir en Rio de Janeiro un establecimiento semejante a tan-
tos otros que hay en Italia, Francia, Rio de la Plata y hasta
en la Patagonia, recorrida por el padre Lasagna y sus com-
paiieros con gran provecho de la religi6n y de la sociedad.
Modestos son los deseos del seiior Obispo, porque que-
ria comenzar por la enseiianza de oficios, que asegurasen
a los niiios pobres un modo de vida en lo porvenir. Por
eso, recomendamos esta obra eminentemente cristiana y so-
cial, a la caridad y benevolencia de los corazones bien naci-
dos y amantes de la juventud pobre.
; '~
Claro que la embriaguez de tanta belleza no cierra los ojos de
Lasagna, que todo lo observa. Comienza por los mosquitos ...,
pernilongues, muriçocas, guanapands o corno se llamen; resultan
molestos siempre y dondequiera, y bastante mas agresivos y nu-
merosos que sus parientes uruguayos.
Examina, luego, el fantasma de la fiebre amarilla. En las
informaciones oficiales no parece tan alarmante corno en los
comentarios populares.
Los diarios publican quincenalmente el Boletin de la Junta
Nacional de Higiene. En la segunda quincena de abril, sobre
las 426 defunciones acaecidas en Rio, solo ocho son imputables
al morbo. El enemigo mas pavoroso sigue siendo la tubercu-
losis, con setenta y ocho casos, y luego vienen los problemas de
maternidad, con veinticuatro nonatos, y dieciocho muertos al
nacer.
En la primera quincena de mayo se repite el cuadro: 421
muertos, y solo cuatro de fiebre amarilla.
Todavia no se sabe lo suficiente corno para intentar una
defensa eficaz. Solo dos afios mas tarde se iniciara la vacuna-
cion masiva, ordenada por decreto imperial N'? 4.545, del 9 de
noviembre de 1883.44
Y sigue oteando el horizonte. Conversa y lee los diarios. Lo
colegimos de informaciones dispersas que se van hallando en
sus notas y comentarios.
El problema de la esclavitud lo Ilena de angustia. Ha visto
un aviso de venta de un joven morocho de catorce afios ... "Me
hace mal al corazon", exclama.45
;
La ,problematica religiosa agitada en lo politico - sodai, de
que ya: · hemos hablado, converge en este momento ;y principal-
mente en los agasajos y celebraciones, mechadas de repudios y
vituperios, que conmemoran el centenario del Marqués de Pombal.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El Bar6n de Rio Bonito, presidente de la comisi6n de homenaje,
y sus ac6litos, organizan toda clase de festejos para despertar en
el pueblo la memoria del famoso gobernante liberal. Los ca-
t6licos no pierden oportunidad para arrojarle todo lo que tienen
en las manos...
Lo preocupa el cesarismo gubernamental, y no deja de ad-
vertir la corrupci6n de ~uchos frailes y clérigos. Muchos le pre-
guntan si Massano es hijo suyo.
Las noticias de los diarios no son muchas.
Krupp "progresa en el arte de matar", con la creaci6n de un
nuevo obus; el 17 de mayo, a la una de la tarde, don Pedro
clausura el primer periodo de la decimoctava legislatura, y abre
luego el segundo; el cardenal Jacobini es elegido secretario de
Estado del Vaticano; el Brasil realiza en Londres la Exposici6n
del Café; el Peru y Bolivia prosiguen su guerra con Chile; conti-
nua la discusi6n de los limites misioneros entre la Argentina
y el Brasil; el Uruguay tiene un serio encontronazo con el Go-
bierno de Italia...
Una agradable sorpresa recibi6 el miércoles 24 de mayo: la Fo-
linha Cath6lica de Rio lo sefialaba corno festa de Nossa Senhora
sob o titulo Auxilio dos Christii.os. Ese dia, monsefior Mocenni
presenta las credenciales al Emperador.
O Apostolo trascribe el discurso del Internuncio en cuarenta
renglones, y dedica solo ocho a la respuesta del Emperador.
Lasagna escribe a don Bosco la carta que hasta ahora veni-
mos citando, y que asi comienza:
Siempre fue para mi una tarea de inefable emocion escri-
bir a don Bosco; pero escribirle desde la capital de este
enorme pais que la Divina Providencia acaba de abrirnos,
es de por si un acontecimiento tan importante, de tan largo
alcance, que mi alma desborda de afectos que nunca sabré
bien expresar.
Hoy, fiesta de Maria Auxiliadora, se cumplen diez dias
apenas desde que puse pie en esta ciudad de Rio de Janeiro,
y ya be experimentado impresiones y sentimientos tan gran-
des y tan diversos, que no sé por donde comenzar, para
ofrecerle una breve y palida noticia.
Antes que nada, debo protestar boy a Maria Auxiliadora
mi sincera y ternisima gratitud por la especial proteccion
que nos dispensara, solo propia de una Madre amorosisima...
*
*
*

25 Pages 241-250

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25.1 Page 241

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BRASIL
239
En estos dias se desenvuelven acontecimientos dificiles de ajus-
tar a una precisa ordenacion cronologica.
Después de la presentacion de credenciales, don Pedro invita
al Internuncio a acompafiarlo basta Petropolis.
Al partir, Mocenni deja definitivamente a Sao Bento. Tiene
ya programado hospedarse al retorno en Lapa.
Lasagna ha dispuesto -probablemente, por intermedio del
Nuncio- presentarse el dia de Pentecostés en Petropolis, donde
sera recibido informalmente por el Emperador.
...·:
Entre los dias 24 y 27 de mayo, Lasagna visita a Jurujuba, Sapo-
pemba, Niteroi y otros lugares. (Nada dice de ello en la carta
del dia 24; pero el 27 los asesores del Obispo ya conocen su opi-
nion al respecto.)
En la otra banda de la bahia se sumerge en el mar una
punta de roca coronada por el pefiasco abrupto de Morcego, y
redondea la ensenada abierta en Icarai. Al pie del morro es-
taba la chacra elegida por Lacerda.
La rodeaban, desde lejos, modestas habitaciones de pesca-
dores, y taperas abandonadas. El Obispo habia elegido para
sus seminaristas un lugar de descanso lejos de Rio, con el pen-
samiento puesto en la amenaza de la fiebre amarilla.46
Lasagna se siente disconforme. Afios mas tarde, escribe en
la Cronica del Colegio Pio :
No pude aprobar la instalacion del colegio en Jurujuba, por
ser un lugar demasiado alejado, sin caminos, y solo accesi-
ble por mar...
Y en carta a Cagliero, fechada el dia 29, califica a Jurujuba
de lugar malsano, fuera de mano, y vecino de un lazareto. De-
sea un lugar sin miasmas, y fuera de la ciudad.
Posteriormente, el 3 de agosto, ratifica su opinion en carta al
mismo Cagliero, en los siguientes términos:
Jurujuba no seria ni mucho, ni poco... Era imposible adap-
tarla a nuestros usos, por falta de comunicacion con la ciu-
dad... Habia quien sofiaba con barcos..., pero usted vera que
es una utopia. cComo sostenernos economicamente alla?...
Ademas, a doscientos pasos hay un lazareto... La unica ven-
taja consistia en que no costaba nada.
El dia 27, mientras Lasagna se dirige a Petropolis -al dia
siguiente va a disfrutar de una larga entrevista con e] Empera-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
dor-, monsefior Lacerda reune en la Concepci6n a sus mas fie-
les amigos y administradores, don Guillermo Morrissy y don
Antonio Correa de Mello, para platicar acerca de la casa destinada
a los Salesianos.
Morrissy era un fuerte comerciante de plaza, fervoroso ca-
t6lico y hombre de confianza del Obispo. Éste, al fallecer, lo
nombr6, junto con Mello, su albacea.
Pero, para nosotros, Morrissy resulta por lo menos tan util
y providencial corno lo fue para Lacerda y Lasagna. Porque don
Guillermo, con matematica prolijidad, anotaba en su Diario todo
lo que pasaba. Seis tomitos de doce por quince centimetros -al-
gunos, deteriorados por la polilla- quedan en el archivo salesiano
que organiz6 el padre Riolando Azzi en San Pablo.
Pues bien; el dia 27 aparece en el Diario de Morrissy la pri-
mera alusi6n al caso Lasagna. Dice textualmente don Guillermo:
Went to Bishop at Conceiçao about house in Pa. Gde. for
Salesianos. Had a chat, he seems inclined for house at Sa-
popemba... (Fui a ver al Obispo en la Concepci6n, para
tratar acerca de la casa en Playa Grande para los Salesianos.
A juzgar por nuestra conversaci6n, parece inclinarse por
una casa en Sapopemba... )
Para Lasagna, después de sus giras revisando lugares, que-
daban solo dos sitios en juego: Sapopemba y Praia Grande (Ni-
ter6i), corno se deduce de una carta suya a Cagliero fechada en
agosto del 82:
Busqué e indagué... Quién pide demasiado..., alla no hay
suficiente terreno..., aqui no hay comodidad de trasporte...47
Sapopemba era una estaci6n del Ferrocarril Centrai, veintiun
kil6metros al norte de la ciudad de Rio de Janeiro, y situada
en las inmediaciones del rio hom6nimo. Hoy se !lama Deodoro,
y lo que fue estancia del Vizconde de Maua y lugar de ingenios
azucareros, esta convertido -al menos, parcialmente- en zona
militar.48
Lasagna le habla de ella a Cagliero en su carta del dia 29.
Primero describe su entrevista con el emperador Pedro II, que
en carta de don Bosco !lama
... sabio y activisimo. Se entretuvo conmigo mucho tiem-
po en familiar conversaci6n, se informo minuciosamente
sobre el origen de los Salesianos, sobre el objetivo de su
misi6n en la Iglesia, sobre el método de ensefianza y edu-
caci6n de la juventud, sobre los medios de sostenimiento

25.3 Page 243

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BRASIL
241
de sus obras de beneficencia, sobre los resultados obtenidos
y otras cosas mas.49
Le explica, luego, corno converso mas de una hora con él;
salud6 a la Emperatriz y al Conde de Eu; almorz6 con el Conde
de Le Tour, embajador de Italia, y conoci6 al Embajador de
Portugal. Luego, aiiade:
El establecimiento de Sapopemba, a tres cuartos de hora de
vapor, tiene una gran casa y 25 .000 metros cuadrados para
una escuela de artes y oficios, y de agricultura... Es un lugar
sano y bello, con colonias fertilisimas. La estaci6n del fe-
rrocarril esta a dos kil6metros... Habria que lograr del
Gobierno una estaci6n mas cercana.
;':
El miércoles 31, O Apostolo trascribe un articulo aparecido diez
dias antes en Boa Nova, de Para. Es copia del comentario que
el Messager de Valence (.Francia) realiza sobre la visita de don
Bosco a las tierras del rey san Luis, y califica al sacerdote
piamontés de "infatigable ap6stol, amigo de los pobres, fundador
de la Congregaci6n Salesiana y de otras obras admirables y
maravillosas para los nifios pobres y abandonados".50
Renglones mas adelante, ofrece al publico brasileiio una carta
que el padre Domingo Milanesio enviara a don Bosco con fecha
27 de diciembre de 1881 acerca de las Misiones patag6nicas, y
que publica el Bollettino Salesiano.
;'(
El 2 de junio, primer viernes, Guillermo Morrissy entabla final-
mente conversaciones con el duefio de una chacra de Niter6i:
el sefior Andrada Pinta, con el fin de adquirirla.
El martes 6, Andrada Pinta hace una proposici6n formai:
cuarenta contos de precio.
Al dia siguiente, Lasagna y Morrissy van a ver la chacra.
Quedan encantados ... , pero los pasma el costo.
Poco pueden hacer, ya que es vispera de Corpus Christi, y
el 9 Lasagna debe preparar su viaje a Belém. Morrissy aprove-
chara la oportunidad para enviar correspondencia a su gran ami-
go don Macedo Costa.
El 10 de junio, Lasagna parte en el paquete brasileiio Para,
rumba al Amazonas. Viajan unos cuarenta pasajeros. Entre
16

25.4 Page 244

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Luis Lasagna, el obispo misionero
ellos -dice el manifiesto-, el doctor Luiz Lasaglia (sic) y Tho-
mas Massons (sic). Llevan en sus maletas una carta de presen-
tacion de monseiior Lacerda, y en su corazon, "el deseo de hacer
conocer a nuestra queridisima Congregacion Salesiana".
Apunta Lasagna:
Fue un viaje penoso, en un vaporcito que tocaba todos los
puertos de la costa...
Y aiiade en la Cronica del Colegio Pio, con evidente inexac-
titud : "Se emplearon veintitrés dias de ida, y otros tantos de
vuelta". (Solamente viajaron catorce dias rumbo a Belém.)
El vaporino llevaba medicinas, café, cofiac, Hesperidina, cer-
veza y tasajo desde Rio, y algunas cosas mas, cargadas en Per-
n a m b u c o .51
Hasta Bahia, el mar se mostro sumamente agitado.
No logra ver alla al Arzobispo, que todavia estaba en Ceara.
Toco luego en Macejo.
Ya en Pernambuco (Recife), visita a los Capuchinos de Nues-
tra Sefiora de la Penha, donde celebra misa, y al obispo, don José
Pereira da Silva Barros, titular de Olinda. Éste lo compromete
para la vuelta. Conoce la Obra Salesiana, y quiere mostrarle una
casa y un lugar para instalarlos.
Hace etapas en Paraiba, Natal y Ceara (Fortaleza). Aqui,
el Obispo lo hospedo en su casa. Reunio luego un grupo de
diputados, y conversaron sobre las posibilidades de una escuela
agricola.
El 22 desembarco en Marafion. Don Antonio Candido de
Alvarenga estaba ausente por ocho meses, para poder realizar
la visita pastora! de la diocesis. Se contenta con saludar al
Vicario.
Finalmente, en la mafiana del 24 deja a la derecha la barrera
del mar, la enorme isla de Marajo, y se interna en la bahia de
Guajara, puerta de la Amazonia,
... llave de los misteriosos y riquisimos valles del Amazonas,
habitados por numerosisimas tribus de salvajes ...52
Santa Maria de Belém do Para -la antigua Mairi de los indios
tupinambas, y feliz Lusitania de los portugueses-, ya en 1872
contaba 84.876 habitantes. Tenia un hermoso puerto, arbolado
de velas de jangadeiros y chimeneas de navios de vapor que iban
para Rio, Manaos, Europa y Norteamérica.

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BELÉM: Vista de la bahia
de Maraj6 desde el antiguo
Castillo, hoy Circulo Militar.
NOROESTE BRASILENO
BELÉM: La catedral, ob-
servada desde el Palacio
Arzobispal.
RECIFE : Tumba de dom
Vital G. de Oliveira en la
iglesia franciscana de Nos-
sa Senhora da Penha. (Fo-
tos del Autor.)

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El viejo Forte do Caslo dominaba el horizonte. Orillaba al
puerto una linea de hoteles lusocoloniales, que hospedaban a los
viajeros del Amazonas.
Alli se glosaba la escueta informaci6n sobre crimenes y muer-
tes desatados esos dias continente adentro, en el rio Pun'.i., y que
habian traido a la ciudad los pasajeros del vapor Arary, proce-
dente de Manaos.53
Mas alla, y en esos mismos dias, se estaba preparando el mo-
numento y la estatua del genera! Curtao, hijo de Para caido en la
guerra del Paraguay. Unos metros mas arriba, en la misma plaza
del Fuerte (largo da Sé), o plaza de Frey Caetano Brandao, se
erguian, blancos corno palomas, el palacio episcopal de espaldas
al puerto, y enfrente, plaza por medio, la catedral de Nossa
Senhora das Graças.
Alli lo esperaba don Antonio Macedo Costa.
Lasagna sinti6 toda la fascinaci6n que trasuntaba la figura
heroica de ese Obispo que frisaba en los cincuenta y dos afios.
Apreci6 entonces la realidad de los versos de Aureliano Correia
Pimentel:
R esplandece um grande lume
nas marges do Guajard;
resplandece um grande lume
qual o Bispo do Pard. 54
"Hombre de ardiente celo, de coraje y actividad maravillo-
sos", exclama el viajero.
;':
Monsefior Macedo Costa habia nacido el 7 de agosto de 1830, en
el Engenho de Nossa Senhora do Rosario de Copioba, y en una
familia de once hijos.
Formado en Francia, unia al persona! sefiorio una espléndida
cultura, y su arrebatadora oratoria estaba al servicio de un celo
y una piedad edificantes.
De encendida imaginaci6n, elaboraba formas y medios auda-
ces, para multiplicar su apostolado. Hasta sofiaba con una pa-
rroquia flotante navegando por el Amazonas.
Lasagna permaneci6 en Para dieciséis dias ... (Él escribiria
después, en la Cronica del Colegio Pio, una ventina di giorni. )
Moraba en casa del Obispo, y pudo admirar todas sus obras,
desde las pinturas de Domenico de Angelis que adornaban la
catedral, hasta sus piezas oratorias; desde sus fervorosas devo-
ciones, hasta sus suefios misioneros.

25.7 Page 247

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BRASIL
245
Con él examino la Colonia Providencia, y visito la isla de
Arapiranga 55 y varios lugares mas, aptos para una posible es-
cuela, que, lamentablemente, no pudo fundar.
Tropezo casi con las mismas dificultades que en Jurujuba:
un instituto con talleres no vive sino cerca de una zona industria!
o comercial, y un establecimiento con nifios necesita trasportes,
abastecimientos y atencion médica a mano.
Como no llevaba mandato para resolver, se limito a obser-
var..., y decidio postergar cualquier resolucion hasta conocer la
opinion que produjeran las referencias que enviaria a Turin.56
Desde Paraiba envio sus primeros infoimes. Piensa que
Belém esta demasiado lejos y desvinculado de Rio, donde debe
instalarse la primera casa salesiana del Brasi!.
Un colegio en Belém seria atendido mas facilmente desde
Turin que desde Rio. Él preferiria un lugar mas estratégico,
corno seria Pernambuco.
Por otra parte, sefiala que el Obispo es muy persona! en sus
procederes. Por eso no se llevo bien con los Jesuitas. Ahora
quiere una obra diocesana. Esta dispuesto a solventar todos los
gastos; pero nunca aceptara la independencia de la direccion.
Solo un director muy inteligente y habil -anota- podria al-
ternar con don Macedo Costa.57
En su cronica, Lasagna subraya que alli festejo el dia de san
Luis, que habia pasado a bordo. No sabemos en qué consistie-
ron los festejos, ni tampoco si habra probado ese dia en la mesa
tartarugada, pato no tucupi, casquinho de mussua, açai, o cual-
quiera de las peculiaridades belemenses.
Al fin , el 6 de julio se reembarco para Rio. Esta vez, en el Bahia,
barquichuelo que traia treinta y siete pasajeros, y carga genera!,
y seguia el mismo derrotero que el anterior. Lo comandaba el
primer teniente Guillermo Waddington.
Durante el viaje pudo enterarse tranquilamente de aconte-
cimientos que le quedaron profondamente grabados.
Los diarios de Rio llegados a Belém, traian las declaraciones
de Didelot, el unico sobreviviente europeo de la expedicion de
Jules Crévaux a las fuentes del Pilcomayo.
El famoso explorador, médico de la marina francesa; Billet
y Ernesto Hauret, miembros del Observatorio de Paris, y el pin-
tor Ringuel, dos meses antes -el 24 de abril de ese afio-, al ano-
checer, fueron traidoramente asesinados por los indios tapechios,

25.8 Page 248

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246
Luis Lasagna, el obispo misionero
en las inmediaciones de las fronteras argentino - paraguayo - bo-
livianas.
Este tragico suceso Lasagna lo recordara a don Bosco, en
una de sus cartas.
Por otra parte, la muerte de Giuseppe Garibaldi -ocurrida
en esos dias, y que despierta la fiebre foneralicia de todas las
logias-, y las alternativas del juicio y condenacion de Guiteau,
asesino del presidente americano Garfield, ofrecian abundante
materiai para estimular los comentarios de los pasajeros. Los
diarios tampoco desdeiiaban los temas artisticos, que interesa-
rian a mas de uno: Ricardo Wagner se preparaba para estrenar
Parsifal en Bayreuth, a instancias del Rey de Baviera; el tenor
Gayarre era aclamado en Pamplona; Sarah Bernhardt, en Paris...
Pero alga sucedia que debio de estremecer su emocion reli-
giosa... El mismo dia que Lasagna se embarcaba en Belém, lle-
gaban a Recife, en el vapor francés Sénégal, Ios restos de fray
Vital, el famoso obispo de la cuesti6n religiosa, fallecido en Paris,
a los treinta y cuatro afios de edad.
Un foerte aguacero impidio llevarlo a pulso hasta Nossa
Senhora da Penha -donde en nombre de la Orden lo recibio
fray Venando-, pero no foe obice para que escoltaran el féretro
treinta y dos coches de paseo.58
-.'-:
Mientras Lasagna se dirigia hacia Rio, don Antonio Macedo Costa
no descansaba. El 15 de julio compro cuatro lotes de terreno
en el camino de Bragança, hacia el lado meridiana! -una super-
ficie de 250 brazas de frente por 500 de fondo, todo por doce con-
tos de reis-, donde pretendia, dicen los diarios, fondar un
establecimiento orfanol6gico de agricultura.59
Luego, corno no habia obtenido una respuesta definitiva de
los Salesianos, el 22 escribio al cardenal Ludovico Jacobini, se-
cretario de Estado de Su Santidad, para rogarle que interpusiera
su influencia ante don Bosco, y aun, si fuese necesario, hiciera
intervenir a Leon XIII, "para obtener la instalacion de una es-
cuela de agricultura y artes y oficios, dedicada a la instruccion
y educacion de alumnos pobres y abandonados".60
Este procedimiento episcopal de acudir a la Santa Sede, se
generalizo, ante las dificultades para fondar casas salesianas, y
en algun caso, lo hallamos sugerido por el propio Lasagna.
Recalo en Pernambuco, previo telegrama al Obispo desde
Paraiba. Lo esperaba en el puerto una delegacion de eclesias-

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BRASIL
247
ticos y civiles, y le hicieron ver un viejo convento benedictino,
que podia convertirse en escuela de artes y oficios.61
Lasagna pasa la festividad del Sagrado Corazon, 16 de julio, en
alta mar, a medio camino, y solo desembarca en Rio el dia 22
siguiente.62
Para estas fechas, ya Morrissy ha avanzado notablemente
-el 7 habia visitado con Mello a Manoel Alves Velloso- en el
barrio de Santa Rosa, rua d'Atalaia N? 2, situado al este de Ni-
teroi. Parece el lugar ideal para el colegio de los Salesianos.
No bien torna contacto con Lasagna, organiza una nueva vi-
sita, y el 24 van juntos a inspeccionar la chacra citada. Por lo
visto, vuelven contentos.
Ahi y ahora el padre Lasagna comienza un nuevo peregri-
naje. Hay que conseguir el dinero, y hallar la mejor forma po-
sible de escriturar la propiedad.
Las entrevistas se suceden. El dia 27, Lacerda, Lasagna, Me-
llo y Morrissy tienen reunion plenaria en el palacio de la Con-
cepcion.
El pobre Lacerda acababa de vaciar su bolsa, para subvenir
a un problema financiero que amenazaba con borrar del mapa
al diario catolico O Apostolo. Con todo, rasco los fondos, y
hallo la forma de asegurarse a los Salesianos, por los que tanto
habia suspirado. Ese mismo dia cierran trato con Manuel Alves
Velloso y su mujer Maria Sante.
El 1? de agosto aparece en el Diario de Morrissy una excla-
macion subrayada: Memorable day!... Todo arreglado. Se pa-
gan ocho contos de sefia. El resto, hasta completar veinte, se
entregaran al dia siguiente.
Lasagna corrio ese dia del Obispo al Nuncio, y del Nuncio
al Obispo. Para acallar los escn'.tpulos de Lacerda, era indispen-
sable una autorizacion de la Nunciatura. Curiosamente, mientras
caminaba de la Concepcion a Lapa, en la misma calle se le cruzo
un desconocido, para ofrecerle una escuela agricola corno legado
de la Vizcondesa de Rio Nuevo, que acababa de fallecer. Por
supuesto que se lo saco de encima lo mejor que pudo.63
En la Cronica del Colegio Pio puede leerse el relato del
acontecimiento:
La casa y el terreno se compraron por 50.000 liras, con dinero
del Obispo y de un legado pio que el Internuncio autoriz6 a
invertir en aquella compra...

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Para tranquilidad del Obispo, quedo establecido que los Sa-
lesianos devolverian las 30.000 liras del legado, en caso de aban-
donar la obra.
Ese dia, la lira se cotizaba a 458 reis. Asi lo seiialaba el
Jornal do Comércio, en su numero del 5 de agosto de 1882.
Sin embargo, Lasagna remata la cronica -escrita, por lo me-
nos, diez aiios después de los hechos- con estas palabras: "Do-
po partì pel Gran Para". Evidentemente, el tiempo trascurrido
lo lleva a incurrir en una confusion. Es absolutamente mas se-
guro el Diario de Morrissy, redactado dia por dia, y con una me-
ticulosidad que le hace anotar hasta su hora de levantarse, los
dias de confesion, y los paseos de sus niiios.
Por otra parte, en el Archivo Centra! de la Sociedad Sale-
siana (Turin, S . 126, 2) existe una carta de Teodoro Massano, fe-
chada en 1882, el Giorno di S. Anna (26 de julio), al fin de la cual
Lasagna envia algunas noticias; entre otras: "Domani sarà nostra
una bella e vasta villa detta di Santa Rosa".
Entre el 27 de julio y el l '? de agosto de 1882, sin lugar a du-
das, nacia el Colegio Santa Rosa de Niteroi.
El dia 3 se registro la propiedad a nombre del padre Lasagna,
y el 5 se otorgo escritura ante el escribano José Clara Ferreira
da Silva.
El dia 4, Lasagna lo ocupa en despedidas. A Mello, Morrissy
y sus respectivas esposas, les muestra su agradecimiento con el
regalo de sendos rosarios.
Escribe algunas cartas, deja organizada una comision para
recoger limosnas destinadas a los gastos de instalacion del cole-
gio, y a las cinco de la tarde se embarca en el paquebote Le Fran-
ce. Éste no termina a tiempo sus operaciones, y solo puede par-
tir al dia siguiente. Lleva 439 pasajeros en transito, yen el ma-
nifiesto declara, entre los embarcados en Rio:
... os francezes (sic) D. Luiz Lasagna Presbitero e l'abbé
Teodoro Mayano ( sic) .64
El dia 10, Morrissy envia triunfalmente copias de las escri-
turas a don Bosco ...65
Durante estos dias, Lasagna recibe también cartas del Vicario
Genera! de San Pablo. Le ruega se traslade alla, examine las
circunstancias, y ponga las condiciones para fondar un hospicio
de niiios pobres, que fuese a la vez centro de las Misiones sale-
sianas, para atender inmigrantes italianos y tribus de indios.

26 Pages 251-260

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BRASIL
249
Solo pudo contestar desde Montevideo, y prometerle una
pr6xima visita.66
1 Los datos geograficos aqui consignados y los que sigan, corresponden a
la publicaci6n oficial: Le Brésil en 1889, ouvrage publiée par le soin du Syndical
Comité Franco - Brésilien pour l'Exposition Universelle de Paris, sous la direc-
tion de M. F. - J. de Santa - Anna Néry (Librairie Charles Delagrave, Paris, 1889).
Ademas, para la compilaci6n de este cuadro introductorio de la realidad bra-
silefia de la época, he cotejado los datos directamente tomados de las fuentes
con los siguientes autores:
Gilberto Freyre, lntroduçii.o à hist6ria da sociedade patriarca/ no Brasi/
- Sobrados e mucambos - Decadéncia do patriarcado rural e desenvolvimento
urbano (ed. Livraria José Olympio, Rio de Janeiro, 1961 );
José Francisco de Rocha Pombo, Hist6ria do Brasi/, vols. IX y X (Ediç6es
Benjamin de Aguiar, Rio de Janeiro, s/f.);
Dom Antonio de Almeida Lustosa, arcebispo do Para, Dom Macedo Costa
(Cruzada da Boa Imprensa, Rio de Janeiro, 1939);
Heitor Lyra, Hist6ria de Dom Pedro (Companhia Editòra Nacional, Rio
de Janeiro, 1939);
Tito Livio Ferreira e Manoel Rodrigues Ferreira, Hist6ria da civilizaçéio
brasileira (Grafica Biblos Ltda., Sao Paulo, 1959);
P. Heliodoro Pires, Temas de hist6ria eclesidstica do Brasi/.
2 En las ceremonias religiosas de origen africano, son adorados Ios Orixds,
cuyas imagenes se exponen. Eran especie de semidioses, hombres poderosos
que se aduefiaron de la naturaleza, y en vez de morir, se trasformaron en pie-
dras, viento, agua, animales ... Se los veneraba, para obtener en favor de esas
mismas fuerzas.
En otro orden de cosas, durante la Colonia san Antonio fue considerado
so/dado de los ejércitos lusobrasilefios. El 18 de setiembre de 1710 fue ascendido
a capitdn de infanteria, y el principe regente Juan VI Io promovi6 a sargento
mayor (14-VII-1810) y a teniente corone/ (26-VI-1814 ). Cargo reconocido con de-
recho a sueldo por la Republica el 15 de octubre de 1890, en decreto N? 42, que
lleva la firma del mariscal Floriano Peixoto.
(Cf. Vivaldo Coaracy, Mem6rias da cidade do Rio de Janeiro, cit., pag. XLII.)
3 San Benito de Nursia es Sii.o Bento, y Sii.o Benedito se le dice a san Be-
nito de Palermo.
Narra Vivaldo Coaracy que en 1849 dej6 de figurar -al menos, por un afio-
en la procesi6n de la Ceniza el paso de Sii.o Benedito, porque algunos hermanos
pensaban que "branco nii.o carrega negro nas costas, mesmo que seja santo".
Cf. Mem6rias ..., cit., pag. 323.
4 La cotizaci6n exacta que se trascribe en Le Brésil en 1889, ya citado, es
la siguiente: una libra esterlina, 8 $ 889 reis; un franco francés, $ 350 reis; un
duro espafiol, 1 $ 842 reis.
5 Bahia fue erigida sede de obispado por el papa Julio III, en 1550, y corno
arzobispado, por Inocencio XI, en 1676. Los demas obispados eran: Rio de Ja-
neiro (Inocencio XI, en 1676); Olinda y Marafi6n (Paulo V, en 1676 y 1677, res-
pectivamente); Para (Clemente XI, en 1719); Mariana y San Pablo (Benedic-
to XIV, en 1745); Cuiaba y Goias (el mismo papa Benedicto, en 1826); Porto
Alegre, Diamantina y Fortaleza (Pio IX, el primero en 1848, y los dos siguien-
tes en 1854 ).
Después de la separaci6n de la Iglesia y el Estado ( decreto 119-A, del 7-I-
1890, firmado por el mariscal Deodoro da Fonseca, a propuesta del consejero
Rui Barboza), Le6n XIII creo de un solo plumazo el arzobispado de Rio y los
obispados de Amazonas, Paraiba, Niter6i y Curitiba, en 1892, y de Espiritu Santo,
en 1895.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Cf. Dr. Manoel de Alvarenga, O episcopado brasileiro (Ed. Propagandista
Cath6lico, Sao Paulo, 1915). Véase, también, Revista do I s tituto Hist6rico e
Geografico Brasileiro, vol. 222, janeiro - março de 1954.
'Cf. carta de Lasagna a don Bosco del 24-XI-1882, en el ACSS.
Arquivo Publico de Sii.o Paulo, vol. XXXI , 158 : Mapa geral dos conventos
e hospicios de religiosos que existen nessa Capitania de Sao Paulo, com o nu-
mero dos escravos que poseen.
Guia invalorable para la investigaci6n hist6rico - eclesiastica en el Brasi!
resulta el espléndido volumen de José Carlos de Macedo Soares, Fontes da his-
t6ria da I greja Cat61ica no Brasi/ ( Sii.o Paulo, 1954 ).
' Archivo Secreto Vaticano, Secretaria de Estado, 1875, Rubr. 251 , pag . 8.
El encargado de negocios de la Santa Sede, Scipion Domenico Fabbrini,
consult6 confidencialmente al desembargador Aureliano de Souza e Olivera Cou-
tinho, ministro secretario de Justicia del Imperio, acerca de la posibilidad de
publicar los documentos del papa Gregorio XVI. Souza, después de leerlos,
también confidencialmente respondi6: " ... Nao pode permitir... que se publiquem
e circulem... " Y da por raz6n: interferencia en e! poder tempora! y peligro para
la paz. El Gobierno -dice- est.i "poseido de profundo respeto y filial vene-
raci6n a la Santa Sede; pero, también, a la Constituci6n del Imperio y a la con-
servaci6n de la paz y el sosiego publico".
' Todas estas medidas eran auspiciadas por la prensa por Ganganelli. Asi
lo r efiere el Internuncio a la Secretaria de Estado el 3 de febrero de 1875, en
nota N ? 456. (Archivio Segreto Vaticano, Segr. di Stato, Rubr. 251 , busta 421 ,
fase . 7?, pag. 49.)
9 En enero de 1873, Lino Deodato Rodrigues de Carvalho no queria de nin-
guna manera aceptar el obispado de San Pablo, mientras e! Arzobispo de Bahia
interponia su renuncia. (Archivio Segreto Vaticano, Segretaria di Stato, 1873,
Rubr. 251.)
10 Para los no familiarizados con la historia brasilefia, bueno es aclarar que
hubo dos Rio Branco famosos: el Vizconde ( 1819 -1880) y su hijo el Bar6n ( 1845 -
1912). Aunque ambos actuaron en la politica extel'ior con gran sutileza, el diplo-
matico por excelencia fue el hijo, Bar6n de Rio Branco. El Vizconde, en cam-
bio, fue uno de los protagonistas de la cuesti6n religiosa.
An6tese, de paso, que para cualquier informaci6n sobre los 1.221 titulos
de nobleza conferidos durante el Imperio, se puede consultar provechosamente
a Carlos G. Rhein Gantz, Titulares do lmpério (Ministério de Justiça e Neg6-
cios Interiores, Arquivo Nacional, Rio de Janeiro, 1960).
11 La enciclica Quanta cura, publicada en 1864 "contra los modernos errores
del naturalismo y del liberalismo", llevaba anexa una colecci6n de "los princi-
pales errores de nuestra edad", llamada Syllabus.
12 En el Colegio N6brega, Av. Oliveira Lima 964, de Recife, regentado por
la Compafiia de Jesus, existe una placa conmemorativa del hecho. "Aqui vivi6
y fue preso el 2-1-1874 Fr. Vita/ Maria Gonçalves de Oliveira". El arzobispado
funciona actualmente en Recife -avenida Rui Barboza (al 450, mas o menos:
no tiene numero)-, frente a la plaza de San José do Manguinho.
Para mas datos sobre don Vital, se puede acudir a la iglesia capuchina de
Nossa Senhora da Penha, en la misma ciudad, donde reposan los restos del
Obispo, fallecido en Paris e! 4 de julio de 1878, a los treinta y cuatro afios de
edad, y que tiene anexo el Museu Dom Vita/.
Las notas originales acerca de la Misi6n Penedos, se hallan en el Archivio
Segreto Vaticano, Segretaria di Stato, anno 1875, Rubr. 251, fase. 1?, busta 421.
13 El 18 de diciembre de 1873, e! cardenal Antonelli escribi6 a fray Vita!
recomendandole que "d6cil al Padre Santo ..., deje la primitiva severidad ... y

26.3 Page 253

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BRASIL
251
tome e! camino de la moderacion" . La carta llego a la carcel e! 24 de enero,
por manos de monseiior Lacerda. Hé aqui algunos de sus parrafos :
"Quapropter Sanctitas Sua, etsi tuum apprime commendet studium ac
zelum quoad nixus videris ad propellendam e Christi obispus exitialem masso-
nicae sectae pestem, quae ob quorundam Praesulum incuriam, qui iam isti re-
gioni, praefuerunt, grassatur impune, atque diem magis invalescit; haud quaquam
tamen laudare potuit media a Te adhibita ut quod tibi proponebas consequeris...
/ Gradatim ergo a te procedendum erat, prudenter seligenda media, aeque non
absque patienti moderamine adhibenda, ut tandem pervenires, quo spectabas. /
At vero si haec agendi ratio a te servanda erat antequam littera Summi Pon-
tificis, sub die 29 Maii ad te datae pervenirent, multo magis ob oculos a te ha-
benda foret, iisdem letteris acceptis, quibus tibi expressae insinuabatur et admo-
nebaris, ut per integri anni unius spatium ab omni rigoris actu supersederes.
Quo circa approbatione certe dignum non est, quod te post habitis Sanctitatis
Suae conciliis in coepto instituto perseverare malueris..."
El Obispo habia recibido la carta del 29 de mayo después de haber tornado
las medidas contra la Cofradia del Santisimo Sacramento. (Archivio Segreto
Vaticano, Segretaria di Stato, Rubr. 251, anno 1873, fase. 1, pag. 44, Nro. 9.029.)
Las instrucciones del 18 de diciembre eran las que el Gobierno imperial
deseaba conocer empeiiosamente, y que la Santa Sede habia ordenado mantener
reservadas. Con igual fecha, la Secretaria de Estado escribio al Gobierno, sin
saber que fray Vita! ya estaba encarcelado. El Papa -decia- "ha deplorato e!
conflitto..., i motivi e le circonstanze che lo hanno provocato, e le infauste
conseguenze.. . Ha visto con soddisfazione che l'Imperatore e Governo, in omag-
gio al Capo Supremo della Chiesa ed in prova d'attaccamento alla Religione
Cattolica, si è rivolto a la S. Sede... / ... è disposto a giovarsi di quei mezzi che
nell'alta sua sapienza... ravviserà opportuni onde porre... termine a l deplorato
conflitto. Confida però che lo stesso Governo concordera dal canto suo a ri-
muovere gli ostacoli che potrebbero intracciare il pronto ristabilimento della
desiderata concordia..."
Cuando la Santa Sede se entero de las medidas adoptadas por el Gobierno
imperial, reclamo seriamente por incumplimiento del acuerdo Penedos.
Mientras tanto, fray Vita! reitero su sumision a la Santa Sede en carta al
Papa del 24 de enero. Ésta merecio una respuesta persona! de Su Santidad,
con fecha 1? de abril: " ... Nos... nunquam de tua hac eximia voluntate dubita-
vimus, ac nihil magis cupimus, quam ut, si qua sollicitudo huius rei causa te
angit, eam poenitus, ex tuo animo dimittas ... / ... insuper iterata laude te in Do-
mino prosequimur ob sacerdotalem tuum zelum in tuenda causa religionis pro
qua iniustam etiam damnationem te sustinere vehementissime dolemus ut quod
eam sustineas virtute digna eo gradu quem tenes sincero gratulamur..." (Ar-
chivio Segreto Vaticano, Segretaria di Stato, Rubr. 251, anno 1873, busta 407,
fase . 3?, pag. 40.)
14 ]ornai do Comércio, de Rio de Janeiro, num. del 8-XII-1875 : "Movimento
do Porto"; Cesare Chiala, Da Torino ..., cit., pag. 154 (lettera VI) .
Conforme a lo indicado en la nota 7 del capitulo II, pag. 63, en estas cro-
nicas se deslizaban muchas perlas. Esta carta, la sexta, es la mas prodiga en
errores.
Ya don Lacerda lo afirmaba en su pastora! N ? 3: Carta do Bispo do Rio
de Janeiro em favor de um estabelecimento de Oficios, Artes Letras em Nich-
teroy (Rio de Janeiro, 1883): "Pena hé que alguns erros e inexatas informa-
ç6es ali [en Chiala] se leiao, devidos à rapidez com que a obra foi escripta
por viajantes apressados. Mas ficao bem compensados esses erros pelo enthu-
siasmo e afecto com que o escriptor fala de outras cou sas do Brasi!" .
Nosotros no sefialaremos las inexactitudes. Pondremos, simplemente, e!
dato correcto. Por ejemplo, en vez de Plaza San José, escribimos Largo do
Paço (hoy, Quinze de Novembro).
" El palacio episcopal estaba situado en e! morro da Conceiçao, frente a
Sao Bento. Frei Francisco de Sao J eronimo, obispo de Rio en e! siglo xvnJ, co-

26.4 Page 254

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Luis Lasagna, el obispo misionero
mo no tuviera residencia, consiguio una carta regia para que le cedieran el con-
vento abandonado por los Capuchinos franceses, y por dos siglos fue éste el
palacio episcopal. Durante el arzobispado de don Joaquin Arcoverde, fue cons-
truido en Rua Catete el actual palacio de Sao Joaquim. ( Cf. Vivaldo Coaracy,
Mem6rias.. ., cit., pag. 236 .)
Los Misioneros anotan que la Capilla Imperia! estaba adornada para el
bautizo de un principe imperial. Bien pudiera ser que intentaran decir que los
adornos estaban colocados desde hacia varios dias -hablan ellos de una alfombra
especial, etcé tera-, ya que el bautizo del Principe do Gram Pard, Pedro de
Alcantara Luiz Phillipe Maria Gastao Miguel Gabriel Rafael Gonzaga, hijo de la
princesa Isabel y de Gaston de Orleans, Conde de Eu, nacido el 15 de octubre,
a las 4.30 de la mariana, habia ocurrido el 2 de diciembre. (Cf. ]ornai do Co-
mércio, de Rio de Janeiro, mim. del 3-XII-1875.) Podia favorecer la confusion,
el hecho de que los diarios publicaran el acta del bautizo el dia 8 (cf. ]ornai...,
cit., 8-XII-1875).
Monsefior Lacerda tenia entonces cuarenta y cinco afios. Habia nacido el
31 de enero de 1830, y era obispo desde el 24 de setiembre de 1868.
16 Segun Chiala, la foto de los Misioneros le fue entregada a don Lacerda
durante la visita. Segun la relacion del Arzobispo, en la pastora! citada, le fue
enviada al dia siguiente.
17 Monsefior Lacerda, pastora! citada .
13 Casi todas las citas de diarios y publicaciones del Brasi! las debo a las
atenciones que me prestaron en la Biblioteca Nacional de Rio de Janeiro (ave-
nida Rio Branco). A pesar de que un carte! rezaba: "Devido à paralisaçiio dos
elevadores, os pedidos de publicaçi5es deveram ser feitos de véspera - Julho
1960" (estabamos en 1966), la amabilidad carioca me ayudo a trabajar bien y
rapido .
19 Las noticias sobre la segunda visita salesiana a Rio estan tomadas de
Memorie biografiche..., voi. XIII, pag. 161, y voi. XII, pag. 539: carta de don
Bodratto a don Bosco, fechada en 6-XIl-1877. (Cf. Mons. Lacerda, pastora!
citada, pag. 10, y ACSS.)
20 ACSS., carta a don Bosco, del 2-I-1877.
21 Memorie biografiche, voi. XIII, pag. 161.
22 Copia de la Cronica del Colegio Don Bosco, de San Nicolas de los Arro-
yos, pag. 26, existente en el Archivo de la Inspectoria de San Francisco de Sa-
les, Buenos Aires.
23 En Cuiaba pude consultar la Biblioteca del Estado, en Praça 24 Feve-
reiro; el Arguivo do Estado, en Barao de Melgaço 128, y, gracias a la amabilidad
del sefior arzobispo, don Orlando Chaves, el Museu Dom Aquino Correa. Debo
agradecer, también, las orientaciones del presbitero Wanir Delfino Cesar, direc-
tor del Instituto de Pesquisas Historicas Dom Aquino Correa.
24 Cf. O Apostolo, de Rio de Janeiro, 22-VIl-1877 y dias siguientes .
25 Memorie biografiche, voi. XII, pag. 341, y voi. XIII, pags. 129 y 174; Mons.
P . M. Lacerda, Pastora! citada, pag. 11; ACSS., carta de Lacerda a Lasagna,
del 30-I-1882.
26 Memorie biografiche, voi. XIII, pag. 174 -alli pueden leerse los porme-
nores de la visita-, y voi. XIII, pag. 934, donde se hace mencion de la corres-
pondencia cruzada posteriormente entre Lacerda y don Bosco.
27 El internuncio apostolico en Rio, Domenico Sanguigni, en uno de sus
informes ordinarios a la Secretaria de Estado del Vaticano, dice: "Lacerda...,

26.5 Page 255

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inceppato com'egli è dai suoi scrupoli..." (Archivio Segreto Vaticano, Segretaria
di Stato, anno 1869, Rubr. 251, busta 376, pag. 54.)
28 E. Ceria, Annali della Società Salesiana, vol. I, pag. 261; Argentina Sale-
siana, pag. 117.
29 Carta del padre Costamagna a don Bosco, del 14-XII-1877, publicada en
Bollettino Salesiano.
30 Lorenzo Massa, S .D.B., Vida del padre ]osé Vespignani, pag. 85 (Soc. Ed.
Internacional, Buenos Aires, 1942).
31 Las Memorie biografiche (vol. XIII, pag. 934) dicen erroneamente "el
dia 9" ( cf. O Apostolo, de Rio de Janeiro, 12-XII-1877, y Diario do Rio, ll-XII-
1877). De paso, anotemos que el otro obispo que habia ido a Roma, y del que
enseguida trataremos, monsefior Macedo Costa, habia regresado a Bahia en el
Sénégal, el 6 de agosto.
32 Jurujuba, antiguamente llamada Piratininga ( papagallo amarillo ), nom-
bre que se cree daban los indios a los franceses que frecuentaban el lugar.
La parroquia de Nuestra Sefiora de la Concepci6n habia sido creada por ley
provincia! el 23 de mayo de 1840, y los habitantes de la zona no pasaban de 2.000
personas. Mas adelante volveremos sobre el tema.
Cf. Alfredo Moreira Pinta, Apontamentos para o Dicionario Geografico do
Brazil (Ed. lmprensa Nacional, Rio de Jan eiro, 1894); Vivaldo Coaracy, Todos
contam sua vida, pag. 28 (ed. Livraria José Olympio, Rio de Jan eiro, 1959).
33 Bollettino Sale siano, VI, 1878, pag. 9, en el ACSS.
34 Bollettino Salesiano, agosto 1881. Véase, también, Projeçòes epistolares
14-VII-1883! / 14-VII-1908! (Preciosas Recordaç6es dos 25 afios de fecunda
existencia do Colégio Salesiano "Santa Rosa" en Nictheroy, por ocasiao de seus
jubilares festejos), pags. 1-5 (ed. Colégio Santa Rosa, Niter6i, 1908).
35 Memorie biografiche, voi. XV, pags. 625 y 818, doc. 88; Bulletin Salésien,
septembre 1881, en el ACSS,
36 Doro Antonio de Almeida Lustosa, Dom Macedo Costa (ed. Cruzada da
Boa Imprensa, Rio de Janeiro, 1939): Carta do Bispo do Rio de Janeiro, Rio,
1883, pag. 15.
37 Museu Dom Aquino Correa (Cuiaba), paquete N ~ 4: Carta del P, Sim6n,
superior lazarista, a monsefior d'Amour, del 28-Vl-1878.
38 Memorie biografiche, vol. XV, pag. 621.
En su monografia en dos volumenes intitulada Os Salesianos no Brasi/ -
Ensaio de cronica dos primeiros vinte anos da Obra de Dom Bosco no Brasi/
(1883-1903) (Ed. S. V. S., Sa.o Paulo, 1955), el padre Luiz Marcigaglia, S.D.B., deja
con un interrogante la afirmaci6n de que el TEODORO de que habla en su carta
el padre Lasagna, fuera el clérigo TEODORO MASSA 'O. Si bien en el manifiesto
del E.quateur, que publica el ]ornai do Comércio de Rio {15-V-1882), no figura
Teodoro Massano, sino DoMINIQUES ABBANELLO (sic), lo que denuncia las primeras
intenciones de Lasagna; Massano, ademas de ser el unico salesiano de nombre
Teodoro que estaba en el Uruguay, aparece en todos los otros conocimientos
de viaje en forma mas o menos clara. Los publica el fornai do Comércio: el
10-VI-1882, para Belém, en el paquete nacional Para, Lmz LASAGLIA (sic) y
THOMAS MASSONS; el 23-VI-1882, de Belém, en el paquete nacional Bahia, Lmz
LASAGNA y THEODORO MASSANO, y el 6-VIII-1882, en el France, con destino a Mon-
tevideo, Lmz LASAGNA y THEODORO MAYANO. (Esto ultimo es muy explicable, de-
bido a la grafia italiana de la doble ese.)
39 Don Eugenio Ceria, en los Annali... , cit. (Voi. I, pag. 457), creo que por
errar de imprenta fija la partida de Lasagna "il 9 ge nnaio".

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254
Luis Lasagna, el obispo misionero
40 Monsefior Mario Mocenni, nacido e! 22 de enero de 1826, venia a cumplir
la mision de delegado apostolico en e! Ecuador, e! Peni, Bolivia y Chile. Habia
sido nombrado internuncio del Brasi! e! 30 de marzo de 1882, para sustituir a
monsefior Angel Di Pietro (1879-1881) y al auditor a cargo Antonio Sabatucci
( 11-Xl-1881 a 22-V-1882) .
Cf. M . J. Sanguinetti, La representacion diplomatica..., cit., pag. 116 (Ed.
Difusion, Buenos Aires, 1954 ).
41 Don Albera -Memorias..., cit., pag. 194- coloca e! episodio del cometa,
sin identificarlo , en e! segundo viaje al Brasi! (julio de 1883 ). No hallo ningun
dato que sostenga tal afirmacion. Creo que se trata de la observacion del cometa
Wells, durante e! primer viaje, en mayo de 1882; y la referencia a los perio-
distas que lo interrogaban sobre e! fenomeno -tal vez, un poco magnificado-
se confirma en e! articulo de O Apostolo (21-V-1882), donde se habla del sabio
padre Lasagna. No he podido encontrar otro indicio. (El cometa Wells fue
visto en la zona carioca por dos meses, hasta e! 28 de junio de 1882, en que
desaparecio.)
Cf. ]ornai do Comércio, de Rio de Janeiro, afio 64, numeros de los dias 28
de mayo y 2 y 6 de julio. El fornai cita e! 2 de julio a Itatiaya, "folha de
Rezende".
42 Cf. O Apostolo, de Rio de Janeiro, num. del 14-V-1882.
43 Los extranjeros no aciertan con e! motivo de que al abierto tranvia
tirado por burros se lo llame en Rio y en e! Brasi! bande. .. Los eléctricos se
inauguran en 1892, desde e! Largo do Carioca hasta la estacion Flamengo, y
siguen con el apelativo. El ingeniero norteamericano Charles B. Greenough
obtuvo e! 5 de abril de 1868 la primera concesion de tranvias de burros para
la Botanica! Garden Railroad Company. En esa época, e! Gobierno de Ita-
borai lanzo un empréstito interno, cuyos titulos llevaban la denominacion
inglesa de bonds. Los cariocas, impresionados, primero, por e! nombre exo-
tico; luego, por Jas criticas a la operacion gubernamental, y burlones por
temperamento, llamaron bonds a los billetes del tranvia, y finalmente adju-
dicaron al vehiculo el nombre de bande, que se pronuncia bandi. El vocablo
-cuyo diminutivo portugués es bondinho (pr. bondifw)- se propalo a todo
el Brasi!.
44 Cf. ]ornai do Comércio (Rio de Janeiro), del 20 de abril de 1884.
En e! informe N? 3.210 que e! Internuncio envia a Roma, explica al car-
denal Antonelli que en abril de 1869 habia llegado a Rio un barco italiano,
el Creola del Plata. Traia enfermos de fiebre amarilla. El Capitan, por igno-
rancia o por malicia, Jos oculto, y se inicio el contagio. (Archivio Segreto Va-
ticano, Segretaria di Stato, anno 1870, Rubr . 251, busta 386.)
45 ACSS. , carta del 25-V-1882.
46 V. Coaracy, Todos contam..., citado .
47 ACSS., carta a Cagliero, del 3-VIII-1882.
48 Brasi! Gerson, Historia das ruas do Rio, ed . IV, pag. 567 (Livraria Bra-
siliana Editòra, Rio de Janeiro, 1965).
49 ACSS., carta de Lasagna a don Bosco, del 24-XI-1882.
;o Biblioteca Nacional de Rio de Janeiro.
51 ]ornai do Comércio (Rio de Janeiro), del 10-VI-1882; O Liberal do Parei
(Belém do Para), N? 139, del martes 27-Vl-1882 (Biblioteca e Arquivo Publico,
Rua Campos Salles 274).
52 La relacion de este viaje est.i contenida en la conocida carta de Lasagna

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BRASIL
255
a don Bosco del 24-XI-1882, en otras tres enviadas desde Paraiba (17 y 19-VI,
y 13-VII), y en una fechada en Belém, 26-VI, existentes en e! ACSS .
O Liberal do Para (N? 139, del 27-Vl-1882) establece el dia de llegada
del Para.
53 Diario do Gram - Para (Belém), propiedade e redaçao do Bacharel Mi-
guel Lucio Albuquerque Mello, del 17-VI-1882.
54 A. de Almeida Lustosa, Dom M. Costa, cit.
55 Arapiranga... En e! cuaderno de Cronicas del Colegio Pio de Villa Colon,
e! padre Lasagna anoto con su !etra endiablada: " Visi tam mo l'isola di Orapi-
ranga..." Como no he podido ballar ese lugar -ni nadie ha sabido darme ra-
zon de tal nombre en la toponimia brasilefia-, creo que se trate de Arapiranga,
isla del Estado de Para, ubicada entre la bahia de Guaraja y la isla de
Marajo. Poseia entonces una capilla y algunos ingenios, y una escuela creada
por ley del 25 de junio de 1881. (Cf. A. Moreira Pinto, Apontamentos..., cit .,
pag.
.)
56 Memorie biografiche, voi. XV, pag. 820. Conselheiro M . A. Duarte de
Azevedo, D. Luiz Lasagna - Noticia biographica (Esc. Tipogr. Salesiana, Sao
Paulo, 1899).
57 ACSS., carta a Cagliero desde Paraiba, fechada en 13-VIl-1882.
58 O Liberal do Para (Orgao do Partido Liberal), edicion del 11-VI-1882 y otras.
59 fornai do Comércio (Rio de Janeiro), del 2-VIII-1882.
60 Memorie biografiche, voi. XV, pag. 820.
61 ACSS., carta de Massano al padre Riccar di, del 26-VII-1881.
62 fornai do Comércio (Rio de Janeiro), del 23-VI-1882.
" ACSS., carta a Cagliero, del 3-VIIl-1882.
64 fornai do Comércio (Rio de Janeiro), del 5-VIII-1882.
65 En la copia de las escrituras que existe en el archivo del Economato del
Consejo Superior de la Sociedad Salesiana de Turin, o se ha deslizado un error
de amanuense, o, en realidad, se ha apelado a una ficcion. Dice que "e! 27 de
iunio, Velloso vende a Lasagna". En esa fecha, Lasagna esta en Belém de
Para. Luego, los demas arreglos, segun el mismo documento, se realizan
el 27 de julio, que debe de ser la fecha correcta, aunque los pagos que ahi
se dan por efectuados, segun el Diario de Morrissy, se realizan el 1? y el 12
de julio.
Anotese de paso que no disponiendo Lasagna de poder o procuracion de
don Bosco, procedio a la inversa: compro la propiedad a su nombre, y enseguida
"nombro a Juan Bosco, superior de los Salesianos, o a quien lo sustituyere en el
cargo", su procurador para todos los efectos legales sobre la propiedad. (Cf.
Cartorio do lro. Tabelliao José Claro Ferreira da Silva, L. 32, f . 77, Provincia do
Rio de Janeiro, Imperia] Cidade de Nictheroy.)
"Bo llettino Salesiano, ottobre 1883: Carta de Lasagna a don Lemoyne, del
6-IX-1883 .

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fJAPITULO XII

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El Colegio
de San Vicente
... Cicatrizada en amor,
solo un recuerdo es su huella.
No sabnis, al revivirlo,
si es de ventura o tristeza.
J. CHIACCHIO BRUNO, S .D.B .,
Flores d el camino, "Voz de romance" .
EN EL COLEGIO DE SAN VICENTE, el afi.o 1881 habia terminado
en gloria. El Bien dedicaba a la fiesta de la distribuci6n de
premios una entera columna, encabezada con el titular "La van-
guardia cat6lica".1
La cronica hablaba de cantos y declamaciones, y del vi-
brante discurso del padre Antonio Metalli.
La ultima puntada, rebosante de optimismo, correspondi6
al obispo preconizado de Montevideo, don Inocencio Maria Yé-
regui, que asi exclamaba:
"Dejad que los nifios vengan a Mi..." No podemos pasar
esta oportunidad sin tributar la alabanza debida a los ge-
nerosos sacrificios de la Comisi6n, que sostiene esta obra
de caridad; a los Salesianos, que tanto cuidado ponen en
cultivar la mente y el coraz6n de estas tiernas plantitas,
que por sus frutos ya se muestran dignas de premio; y a
los alumnos [280], que seran el consuelo de sus padres y
un bien para la sociedad.
*
*
*
El 30 de diciembre, la Comisi6n de Vicentinos,2 que presenc10
los examenes los dias 27 y 28, comunicaba a la Comisi6n de
Obras Especiales de la Sociedad todo lo observado en la es-
cuela regentada por los Padres Salesianos. Después de afir-
- Monsefior doctor Inocencio Maria Yéregui, obispo de Montevideo
desde 1882. Foto del archivo del Colegio Pio de Villa Colon.
17

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Luis Lasagna, el obispo misionero
mar que "no tenian motivos de observacion acerca de la mora-
lidad", y de examinar el adelanto intelectual de los alumnos,
expresa~a:
La clase IV ha mostrado conocimientos satisfactorios; en
las otras, en genera!, se nota alguna deficiencia, debida, sin
duda, al corto numero de profesores con relaci6n al crecido
numero de alumnos que frecuentan la escuela, y a la falta
de libros, pizarras y demas utiles necesarios para la ense-
fianza.
Los alumnos fueron examinados individualmente en las
materias del programa, notando la mesa la falta de las asig-
naturas de lectura y escritura.
La Comisi6n que suscribe opina que una vez llenados
estos vacios que boy se notan, podra la escuela llegar a
adquirir el grado de perfecci6n a que debe aspirar en las
actuales circunstancias una escuela cat6lica que incesante-
mente ha de estar en la lucha con la escuela impia...3
;',
En rigor, las relaciones entre los Salesianos y la Comision de
las Conferencias de San Vicente nunca pudieron calificarse de
brillantes. Desde el comienzo menudearon los desacuerdos.
Ya el 7 de noviembre de 1879, Lasagna se quejaba en carta
a Cagliero:
A los Yéregui los creia mas generosos : en San Vicente nos
quieren demasiado esclavos... y no nos quedan esperanzas
de levantarnos.4
Siempre coexistieron dos puntos de vista dispares, que no
fueron suficientemente aclarados desde el comienzo. Lasagna
queria libertad absoluta. Para él, y de acuerdo con el compro-
miso de aceptacion, los Vicentinos debian limitarse a sostener
economicamente la obra. Lo demas corria de cuenta de los Sa-
lesianos, que pensaban ampliar el establecimiento, convertirlo
en escuela de artes y oficios, y manejar ésta a su manera.
Al principio, los Vicentinos cedieron. Pero luego -movi-
dos principalmente por los hermanos Yéregui, y asesorados por
el padre Morell, de la Compafiia de Jesus- fueron recuperando
terreno. La primera oportunidad para avanzar la hallaron en
el primer director salesiano. Don Emilio Rizzo era muy sim-
patico y amable, pero flojo de principios. Intimo con la fami-
lia de Yéregui, y al poco tiempo, casi sin notarlo, se habia
rendido con armas y bagajes.

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EL COLEGIO DE SAN VICENTE
259
Quiso la buena o la mala suerte que, al mismo tiempo,
Rizzo no fuera muy cumplidor de sus deberes religiosos inter-
nos, lo que motivo su traslado. Vino a suplirlo el padre Agus-
tin Mazzarello, hombre muy firme y claro en sus posiciones,
pero brusco en sus procederes. Y enseguida comenzaron las
fricciones. Con ellas se descubrieron las mutuas deficiencias,
siempre limadas por la diplomacia de Lasagna y la buena volun-
tad de los excelentes cristianos que eran los Yéregui. Pero se
fijaron posiciones.
En 1880, Lasagna escribe a Turin:
Los Vicentinos nos tienen esclavizados. No se puede hacer
nada..., sin embargo, es preciso no romper bruscamente...5
*
·k
Durante la ai.J.sencia de Lasagna, en 1881, las escaramuzas se
multiplicaron. Al fin, el padre Costamagna se rindio a muchas
de las pretensiones vicentinas.
Al volver Lasagna, acepta las deficiencias criticadas, y para
el curso de 1882 duplica el persona! salesiano del Colegio, que
es, ademas, sede de uno de los Oratorios festivos mas flore-
cientes.
Pero algo fallo en el engranaje de las negociaciones. El
20 de marzo, la Comision de Obras Especiales envio al Supe-
rior de los Salesianos copia del informe de la com1s10n exami-
nadora, trascrito anteriormente. En la nota de remision, se
expresa al respecto :
Por él se impondra del juicio que la Comisi6n se ha for-
mado del estado de los conocimientos de una parte de los
alumnos ...6
Pero a continuacion aderezan el plato con asperos comen-
tarios, que suscriben H. Gallina! y José Maria Yéregui.
Aunque saben que habra cambios en la organizacion del
Colegio, y admiten que estan dispuestos a esperar un poco,
para ver qué pasa; quieren dejar bien sentado que:
La Comisi6n no entra a juzgar las causas que hayan moti-
vado las irregularidades [la comisi6n examinadora solo ha-
bla de algunas deficiencias], corno tampoco el que no se
hayan presentado alumnos a examen en las asignaturas de
lectura y escritura, pero si lo lamenta.
Cree el infrascrito que la comisi6n examinadora ha
cometido una omisi6n en el informe a que me refiero,

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Luis Lasagna, el obispo misionero
queriendo, tal vez, ser algo indulgente: me refiero a la dis-
ciplina notada en los alumnos de la escuela; pero esta Co-
misi6n, testigo presencial en varias ocasiones, no puede
dejar pasar inapersivida (sic) esta gran falta ...
*
Los proyectiles sorprendieron a Lasagna cuando estaba organi-
zando su viaje al Brasil. La primera reacciém, que conocemos,
aparece en su carta a Cagliero del 27 de marzo. Después de
anunciarle el envio de un giro para adquirir las ropas prela-
ticias de monsefi.or Isasa, dice textualmente:
El Obispo [Yéregui] parece querernos. Sus hermanos, no.
Don Pepe me acaba de enviar una nota insolente sobre el
Colegio San Vicente, que el aiio pasado dio algunos motivos
de queja. Viendo la marcha de este aiio, podia haberla
evitado. Nos siguen teniendo de esclavos, y yo espero sola-
mente el momento oportuno para abandonar todo sin ofen-
derlos ni irritarlos.7
La carta vicentina durmi6 cinco meses en un caJon. 1nte-
rin, Lasagna efectu6 su primera visita al Brasil. De vuelta,
con mayor serenidad, encar6 la respuesta. Esta fechada el 22
de agosto, y entre otras cosas, dice:
... Me parecieron tan importantes [sus afirmaciones], que
antes de contestar o tornar una resoluci6n cualquiera... con-
sulté... a mis Superiores de Italia.8
Dedica algunos renglones para felicitar a la Conferencia
Vicentina, por la obra cumplida en favor de los 280 alumnos
del Colegio de San Vicente, y por la preocupaci6n que exhibe
en su nota; pero destaca que "la situaci6n de los Padres Sale-
sianos en ese Colegio es ya intolerable". Y esgrime dos razo-
nes basicas: primera, "la insuficiencia de estipendio que se les
destina", frente a las exigencias que se tienen. Segunda, "la
incompatibilidad de la dignidad de los Religiosos, que depen-
den de superiores y obispos, con la dependencia de com1s10-
nes.. ., que aunque hoy sean buenas y competentes ..., mariana
pueden no serlo".
Y del terreno de las consideraciones, pasa a lo resolutivo:
Por todo eso, pocos dias antes de la época de los examenes
que ustedes han de determinar, los PP. Salesianos seran
retirados del Colegio San Vicente, [y quedaran] a disposi-
ci6n de su Superior.9

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EL COLEGIO DE SAN VICENTE
261
La respuesta de Lasagna produjo el efecto de un cafionazo. En-
seguida comenzaron las conversaciones. lntervinieron, entre
otros, el Obispo, el Vicario General y el padre Morell, rector
del Seminario.
Lasagna converso pacientemente con todos. Se gastaron
muchas palabras, antes que la Comisi6n Vicentina se expidiera
el 11 de diciembre, en los términos siguientes:
El Consejo Particular de las Conferencias de San Vicente
de Paul, tratando de que los RR. PP. Salesianos continuen
al frente de la Escuela de varones de la Sociedad, y aten-
diendo a la interposici6n del Ilmo. Sr. Obispo, del Rmo.
Sr. Vicario Genera! y del Rector del Seminario Conciliar,
que han conferenciado con V . R ., ha resuelto aceptar la
proposici6n verbal hecha por R. V. de seguir la Comunidad
encargada de la Escuela mediante la compensaci6n men-
sual de treinta pesos por cada uno de los sujetos que estan
a cargo de ella, y mas ochenta pesos por el alquiler de la
casa, asi corno los utiles, que se les facilitaran por la Comi-
si6n de Escuela, corno se ha hecho basta el dia.
Como este nuevo arreglo implica a la Sociedad un au-
mento de gastos, pues en ninguna época desde el afio 1858
en que se fund6 la Escuela, ha gastado tanto mensualmente
en ella, se permite el que firma pedir a V. R. que se digne
tratar de que el persona! que se ponga al frente de la Es-
cu~la, ademas de ser competente, permanezca lo mas posi-
,qle, pues corno V. R. bien comprendera, aunque el persona!
de una escuela sea muy competente, si hay cambio conti-
nuo de profesores, la buena marcha y progreso de ella se
resiente con esa inestabilidad.
Asi mismo, el infrascrito tiene encargo de manifestar a
V. R. que la Comisi6n de Obras Especiales conservara la
superintendencia y vigilancia, que desde la fundaci6n ha
tenido en la Escuela, y que al fin de cada afio se daran
examenes publicos, asistiendo la Comisi6n y designando de
acuerdo con los PP. los dias y horas, asi corno los exami-
nadores.
Firman el vicepresidente, sefior Joaquin Requena, y el se-
cretario y amanuense, don Fermin C. Yéregui.10
La carta no satisface a Lasagna. Habia solamente mejoras
econ6micas. Lo demas, corno antes. Sin embargo, acept6 dia-
logar con un comité de conciliaci6n, integrado por el doctor
Soler y el padre Morell. Qued6 estipulado que el Obispo apro-
baria lo actuado.
Morell redact6 personalmente un proyecto, titulado Bases

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Luis Lasagna, el obispo misionero
de convenio entre el Consejo Particular de las Conferencias de
San Vicente de Paul de Montevideo y el Revmo. P. Superior
Provincia[ de los PP. Salesianos. Segun él, el Consejo "confiere
la direcci6n y ensefianza del Colegio gratuito de varones de San
Vicente... a los Padres Salesianos, bajo las bases siguientes ..."
Y enumera catorce puntos -es decir, dieciséis, porque el 8 y
el 10 estan repetidos-, en los que suma las pretensiones de las
partes, sin lograr sintesis ninguna. Sin embargo, se lo acept6
corno documento de trabajo.11
Siguieron las conversaciones y el cruce de notas, hasta que
a mediados de febrero se produjo la crisis. El dia 11, Lasagna
responde cortante a una nota vicentina del dia 7. En el pro-
logo confiesa que al leerla, crey6 que se trataba de una equivo-
cac10n. Por ese motivo, habia enviado al Presidente la esquela
del dia 9,
dando explicaciones y pidiendo una entrevista con los se-
fiores miembros del Consejo que usted tuvo la bondad de
fijar para el martes pr6ximo. Pero por lo que he oido de
su boca y por lo que me han referido otros miembros del
Consejo..., vine a saber que la divergencia es mas radical
de lo que pensaba...
Ahora desechado [el acuerdo] por unanimidad en el
Consejo, creo inutil invocar ulteriores reuniones y discu-
siones, pues seria por mi parte una inconcebible presun-
ci6n la de conseguir un arreglo que no pudieron obtener
personas tan sabias y respetables corno los Revmos. PP.
Soler y Morell.
Mi unico deber, pues, es el de entregar las llaves del
Colegio de San Vicente, lo que se verificara dentro de la
presente semana.12
La Comisi6n, desconcertada por la salida, responde el dia 14:
... lamenta grandemente la resoluci6n tomada... Las diferen-
cias existentes son muy pequefias..., y [asi], oidas las expli-
caciones que se den por una y otra parte, no sera imposible
un arreglo que dé por terminadas nuestras disidencias...
Bajo estas impresiones, ha nombrado una comisi6n com-
puesta por los Sres. Dr. Gallinal, Dr. Pedro L. Lenguas y
Dn. Fermin Yéregui, para que entendiéndose directamente
con V. R. vean el modo mas facil, a la vez que el mas justo
de conciliar las bases propuestas.
El Consejo espera, pues, que V. R. se dignara fijar el
local, dia y bora en que pueda tener lugar dicha entre-
v i s t a ...13

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EL COLEGIO DE SAN VICENTE
263
Lasagna, por su parte, convoca el Capitulo Provincia! para
el dia 18. Ese mismo dia escribe al Obispo, y le prepara el
animo, diciéndole que en el Consejo
se discutio largamente y con mucha calma, después de ha-
ber invocado las luces y la asistencia del Sefior. No he
querido cerrar la sesion y llamar a votaciones, porque todos
estaban muy tristes y abatidos, y no podian avenirse a las
bases del arreglo. No es resentimiento, no es mala volun-
tad: es puro temor, gran temor el que los domina a todos.
En el estado en que se hallan los animos, la direccion y
ensefianza del Colegio San Vicente se presenta sobrecar-
gada de responsabilidades, y todos se hallan muy acobar-
dados ... Por mas que yo haya hecho y dicho ... explicandoles
las seguridades de Su Excia. Reverendisima, no he podido
trasfundir confianza... Una masa de nifios ... que puede subir
hasta 320, de la categoria mas indocil e indisciplinada de
la ciudad, irregularisima en su asistencia a las clases, a
veces sin libros, ni medios de procurarselos..., reunidos en
un local poco adaptado e incomodo..., nos pondria de por
si en frecuentes embarazos y no dejaria de dar lugar a he-
chos irregulares que el juicio de una comision algo severa
podria torcer en nuestro desprestigio... Entonces mas vale
confesar nuestra impotencia... y retirarnos con tiempo... La
Comision tiene plenos derechos de pedir visitas e inspec-
ciones.., pero nosotros prevemos que con los elementos que
contamos no podriamos contentarlos corno ellos quisieran
y corno nosotros deseariamos...
Si solo se tratara de sacrificarnos en favor de pobres
nmos..., nosotros no mirariamos sacrificios, pero la sola
idea de un tribunal de vigilancia de seglares... nos des-
alienta. Créalo, amadisimo Monsefior; la mision de tratar
con esa clase de nifios es por si sola espinosisima; siempre
surgen mil incidentes inevitables que solo con mucha indul-
gencia con ellos y con sus maestros podran remediarse...,
y équé seria si esa indulgencia ' tan indispensable no la
usara la Comision, que se reserva la superintendencia, vigi-
lancia y examenes de la escuela?...
No podemos aceptar una situacion que no tiene sufi-
cientes garantias de independencia en nuestra mision y de
perpetuidad y desarrollo en el bien que intentamos...
Preferimos mil veces esperar una oportunidad cualquie-
ra y empezar nosotros por nuestra cuenta esa misma obra
de beneficencia, que continuar en una posicion insostenible.
Nosotros tuvimos la simplicidad de creer que con pres-
tar toda nuestra obra personal a la regeneracion cristiana
de la clase pobre fuese ya bastante pagado el sacrificio que

27.6 Page 266

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Luis Lasagna, el obispo misionero
hacen las Conferencias para sostenernos; pero veo que co-
rno sociedad de hombres regidos por estatutos a los cua-
les no pueden faltar, necesitan tener injerencia directa en
nuestros trabajos. Yo los disculpo y alabo..., pero nosotros
no podemos aceptar una posici6n que es también contraria
a nuestros estatutos...
Como le decia, aun no se ha votado sobre estas cues-
tiones, pero se hara mafiana. Con este intervalo tendremos
mayor tiempo para pensar, meditar y rezar.
Mafiana por la tarde vendré yo a Montevideo, para
traerle las ultimas decisiones...14
El dia 19 se produjo la votacion. Segun consta en el acta
N'? 69, "se ha votado por unanimidad, con excepcion del sefior
Inspector, la imposibilidad de admitir el arreglo propuesto".
Firman el acta Luis Lasagna y Lorenzo Jordan, secretario.15
El padre Lasagna comunico oralmente la resolucion al
Obispo. Ese mismo dia envio una nota a los Vicentinos, y el
20 de febrero, a las seis de la tarde, el padre José Gamba que
acababa de ser ordenado sacerdote por monsefior Yéregui el 21
de enero, entrego personalmente las llaves del Colegio.16
*
*
El conflicto trajo colas. No hubo rupturas, pero se enfriaron
amistades. Lasagna, por un lado, y los Yéregui y el padre
Morell, por otro, quedaron circunstancialmente distanciados.
Los Vicentinos siguieron por cincuenta afios acariciando
infructuosamente el deseo de poner la ensefianza del Colegio
èn manos de una congregacion religiosa. Solo pudieron conse-
guirlo en 1933. Los Hermanos del Sagrado Coraz6n lo dirigie-
ron por algunos afios, hasta que decidieron retirarse.17
Los Salesianos, por su parte, volvieron a peregrinar tras
una casa de artes y oficios en la ciudad de Montevideo. En el
85, casi estaba arreglada con los Jackson la administracion de
la capilla de Lourdes. Pero no se logro acuerdo con el Obispo
sobre las limosnas de funerales.
Al fin , el Prelado cerro trato con los Padres Palotinos.18
Los Salesianos se afincaron al fin en Montevideo el afio
1889, en el Colegio del Sagrado Coraz6n, y lograron sus suefios
el 93, con la fundaci6n de los Talleres Don Bosco.

27.7 Page 267

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EL COLEGIO DE SAN VICENTE
265
' Bollettino Salesiano, marzo 1882.
2 La Comision Vicentina estaba integrada de la siguiente manera : Silverio
Vifials, presidente; Luis P. Lengm,s, secretario; Alberto J . Heber, José Gonzalez,
Silvestre Umerez, Manuel G. y Pérez, Antonio Farabal, Juan B. Estévez y Enri-
que E. Arocena.
3 El documento originai se halla en las cronicas del Colegio Pio.
4 ACSS., carta a Cagliero, del 7-Xl-1879.
5 ACSS., carta a Cagliero, del 7-IX-1880.
6 El documento originai se halla en las cronicas del Colegio Pio.
7 ACSS., carta a Cagliero, del 27-111-1883.
8 Cronica del Colegio Pio.
En e! deseo de examinar con toda amplitud e! problema entre manos, me
llegué al Consejo Superior de las Conferencias de San Vicente de Paul, sito en
la calle Treinta y Tres 1286, de Montevideo. A pesar de la amabilidad de su
presidente, ingeniero German E. Villar, y de las atenciones del sefior Fernandez,
no di con actas anteriores al 15 de agosto de 1883 (acta N? 1 del Consejo Par-
ticular). Por eso, debi guiarme por la publicacion Origen y primer centenario
de las Conferencias de San Vicente de Paul en el Uruguay, de Emilio Lezama
Mufioz (Montevideo, 1958).
' Cronica del Colegio Pio.
10 Cronica del Colegio Pio.
11 El proyecto -cuyo texto figura en las cronicas del Colegio Pio- dice
lo siguiente:
" El Consejo Particular de las Conferencias de San Vicente de Paul con-
fiere la direccion y ensefianza del Colegio gratuito de varones de San Vicente
de Paul de la ciudad de Montevideo a los RR. PP. Salesianos bajo las bases si-
guientes : / 1. La Congregacion de los Religiosos Salesianos se compromete a
dar una educacion cristiana y una instruccion elernental adaptada a las nece-
sidades de la clase obrera del pueblo, que comprendera las asignaturas siguien-
tes: lectura, escritura, gramatica castellana, aritmética, geografia y nociones
generales de las ciencias naturales en sus aplicaciones a las artes y oficios,
ampliacion que se dara en una clase especial para los alumnos mas adelantados.
La religion mora! y urbanidad deben ser ensefiadas en todos los grados de ins-
truccion que reciban los alumnos. / 2. El método de ensefianza, la disciplina
escolar y la designacion o cambios de profesores es de la exclusiva incumben-
cia del Superior de la Congregacion Salesiana, recordandose, sin embargo, que
el cambio de profesores dentro del afio escolar es p erjudicial a los alum-
nos . / 3. El Colegio sera atendido por seis individuos de la Congregacion Sa-
lesiana corno persona! ensefiante, de los cuales uno sera el director. / 4. La
Comision Especial expedira, corno hasta ahora, los boletos para ser admitidos
los discipulos en la Escuela, y tendra el derecho de admitir hasta trescientos
veinte alumnos, si las condiciones del lugar lo permiten. / 5. Anualmente se
rendiran examenes publicos en e! mes de diciembre, salvo e! caso extremo de
epidemia. / 6. La m esa examinadora sera designada por el director del Colegio,
y se pasara aviso con quince dias de antelacion a la Comision Especial para pre-
senciar los examenes, si lo cree conveniente. El presidente de la mesa exa-
minadora sera e! presidente de la Comision Especial o el miembro de la
Comision que éste designara. En los examenes el director invitara a los miem-
bros de la Comision Especial a que a su vez examinen, si lo creen convenien-
te. / 7. El director del Colegio pasara cada trimestre a la Comision Especial
un estado del numero de discipulos, asistencia media y sobre cuanto pueda

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Luis Lasagna, el obispo misionero
interesar a la Sociedad para su gobierno. / 8. La Comision Especial puede hacer
al director del Colegio las observaciones que creyese convenientes para el
adelanto y mejora del Colegio, pero que no contengan exigencias superiores a
las obligaciones estatuidas en el presente convenio . / 8. (sic) Tiene asimismo
la Comision Especial el derecho de visitar el establecimiento cuando lo juzgue
conveniente, previo aviso al director, con indicacion del dia y bora que desea
verificar la visita y cuyo objeto es hacer las observaciones que juzgue nece-
sarias, de conformidad con lo estatuido en este convenio. / 9. Seguir.i funcio-
nando corno basta ahora en la Escuela e! Oratorio Festivo, a cargo exclusivo
del director. / 10. En el caso de expulsion de un nifio, el director lo comunicar.i
a la Comision Especial, y a su vez la Comision, si creyese deber expulsar a
alguno, lo comunicar.i al director. / 10. (sic) La Comision Especial se obliga
a pasar a la Congregacion Salesiana una mensualidad de treinta pesos fuertes
por cada uno de los seis Religiosos salesianos que constituyan e! persona!
ensefiante y a pagar e! alquiler del establecimiento en que funcione el Colegio,
que debe tener capacidad suficiente e higiénica para la habitacion de los Reli-
giosos y alumnos. / 11. lgualmente se obliga la Comision a pasar los utiles
que fuesen necesarios. / 12. Este contrato podr:i ser rescindido por cualquiera de
las partes con previo aviso de cuatro meses precedentes al término del afio es-
colar. / 13. Para que cualquier divergencia que llegare a existir entre el director
del Colegio y la Comision Especial pueda terminar amistosamente, en caso
de no arribarse a una compo:;icion, se resolver:i por medio de :irbitros
por cada parte, y en caso de discordia, un tercero por parte del Obispo dioce-
sano. / 14. Con e! fin de evitar cualesquiera inconvenientes, las observaciones
que deba hacer la Comision Especial o el director del Colegio se haran verbal
y reservadamente, conserv:indose asi m:is cordiales y caritativas las relaciones,
y pudiéndose de ese modo con mayor facilidad arribarse a un arreglo en caso
de divergencia, y aun al fin propuesto de remediar cualesquiera inconvenientes
que surjan."
"Cronica del Colegio Pio.
13 Cronica del Colegio Pio .
14 Cronica del Colegio Pio.
15 Cronica del Colegio Pio.
16 J. M. Vidal, Del drbol salesiano, "El padre José Gamba" (1859-1939), p:ig.
38 (inédito).
11 Escuela de San Vicente de Paul - Centenario de la fundaci6n (1859 - No·
viembre 1~ - 1959), p:igs. 24-25 (Montevideo) .
18 ACSS., cartas de Lasagna a Cagliero, del 3-IX-1885 y del 17-X-1885.

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El padre Miguel Bor-
ghino, primer director
del Colegio de Santa Ro-
sa (1883-88).
RfO DE JANEIRO:
Iglesia de San Francisco
de Paula, donde La-
sagna conquistara sus
primeros éxitos.
ALBORES DE NITEROI
Articulo de O Apostolo
del 23 de abril de 1884,
en defensa de los Sale-
sianos y del Colegio de
Santa Rosa.

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XIII

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Santa Rosa de Niter6i
Santa Cruz é minha terra,
terra santa, ca do sul.
Seu pendao, a Cruz encerra;
tem a Cruz no ceu azul.
DoM FRANCISCO AQUI NO CORRlìA, S .D .B .,
Nova et vétera, cit.
EL 24 DE NOVIEMBRE DE 1882, Lasagna enviaba a Turin la rela-
ci6n anual correspondiente a la Inspectoria del Uruguay y el
Brasil, ya citada. En ella analiza y evalua las obras en marcha,
enumera los problemas hallados, y las esperanzas incumplidas.1
"Brasil -escribe, corno suspirando-, el inmenso Imperio
del Brasil, es el campo glorioso de trabajo que la Divina Provi-
dencia ofrece ahora a los Hijos de San Francisco de Sales. Es
hora -exclama, en amable queja- de que éstos, en alas del
celo apostolico, vuelen a premiar seis afios de ansiosas esperas
y repetidas promesas ... "
[Pero] séame permitido destacar, amado Padre, que va a
terminar el corriente afio de 1882, sin que tal vez nadie
-ni un solo salesiano, al menos- haya venido de Italia a
unirse a sus hermanos misioneros de América.
Esta realidad insolita, ya que no habia ocurrido en mu-
chos afios, nos ha causado dolorosisima impresi6n...
jOh, no se haga desear por mas tiempo una nueva ex-
pedici6n de misioneros! El sacrificio que realicen para
desatarse de los brazos de los seres queridos, y el inmenso
bien que podran cumplir en su labor misionera, todo, total-
mente todo, sera trasformado en celestiales bendiciones pa-
ra su familia y para su patria.
Parte de los que vengan, deberan acompafiarnos hasta
la capita! del Brasil, a los morros de Niter6i, donde ya nos
espera una modesta casita, destinada a ser un dia, gran-
dioso establecimiento de nifios pobres y abandonados, y,
seguramente, vivero de futuros ap6stoles...
- El emperador del Brasil, don Pedro II. (Grabado de la época.)

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Luis Lasagna, el obispo misionero
La pluma de Lasagna, con toda su agilidad y viveza, apenas
logra trasuntar el fulgor de los suefios. Para, Cuiaba, Bolivia,
Paraguay..., desfilan apifiados en sus lineas, con multitud de
salesianos y de obras. No ve lejano el dia en que los pioneros
que desciendan de la Amazonia bacia el meridi6n, puedan abra-
zarse con los que asciendan por el Mato Grosso bacia el norte,
y asi exclama:
iOuién sabe si después de trasponer las cumbres de los
montes Pary, al descender por los rios Arinos y Tapajoz, no
podremos algun dia estrechar las manos de los hermanos
que trabajen en el Gran Para y el Amazonas?...
Plegue a Dios alboree pronto ese dia, para que puedan
salvarse tantos pueblos hundidos en las tinieblas de la bar-
b a r i e ...
Y concluye expresando al Santo Fundador sus anbelos mas
vehementes :
Son éstos los ardientes votos y deseos, veneradisimo don
Bosco, que quiero presentarle y depositar en su noble cora-
zém en estas fiestas navidefias, corno testimonio vivo del
amor inalterable que yo y mis hermanos ofrecemos a usted,
a nuestra Pia Sociedad y a las Misiones que Dios y su
Iglesia tuvieron la bondad de confiarnos.
Acéptelos, Padre, con la misma ternura con que fueron
formulados, y quiera retribuirlos con su santa bendici6n y...
con los deseados auxilios ...
*
Los arrebatos liricos y la afectuosa nostalgia de don Bosco, no
le tapaban el duro cuadro de la realidad que presentimos en la
insistencia por los suspirados auxilios. Es que, ademas de las
recomendaciones y pedidos que lo asediaban, existian compro-
misos decididamente adquiridos ante los obispos y la Santa
Sede. En primer lugar, con la di6cesis de Rio de Janeiro: la
casa de Niter6i estaba escriturada, y de becbo se babia asumido
la obligaci6n ineludible de abrirla.
Ya algunos salesianos debian baber partido para esas pla-
yas, a fines de 1882. Pero un brote considerable de fiebre
amarilla movi6 a monsefior Lacerda a suplicarles que aplazaran
por unos meses el viaje.2
El Obispo de Cuiaba no se babia contentado con pasar por
Montevideo. Secundado por el internuncio Mocenni, en octu-

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SANTA ROSA DE NITER6I
271
bre del 82 habia logrado una recomendaci6n casi imperativa
del cardenal Jacobini, secretario de Estado del papa Le6n XIIl .3
Lasagna, de acuerdo con don Bosco, habia decidido llegarse
hasta el Mato Grosso; y tan en firme, que el 12 de marzo del 83
el C6nsul imperial en Montevideo escribia a monsefior Carlos
Luiz d'Amour, para comunicarle que tenia a su disposici6n los
pasajes de los cuatro salesianos que en maya se trasladarian al
Mato Grosso.4
También monsefior Macedo Costa, corno vimos, habia em-
prendido la ruta del Vaticano.
Y el cardenal Ludovico Jacobini enviaba a don Bosco, el
22 de julio de 1882, copia y recomendaci6n del pedido.
Don Bosco trataba de aligerar tantas presiones, cuando el
8 de setiembre de ese mismo afio escribia a su Procurador en
el Vaticano :
... puedes asegurar [al cardenal Nina] que las dos casas de
misi6n en el Brasil, en las di6cesis de Para y de Rio de
Janeiro, estan definitivamente establecidas, de acuerdo con
los deseos del Padre Santo, expresados por el sefior Secre-
tario de Estado. En Para ya se han comenzado los traba-
jos de construcci6n y adaptaci6n. Iremos no bien queden
terminados. En Rio, todo esta listo. Nuestra Casa emerge
a poca distancia de la ciudad, en un lugar ameno llamado
Niter6i, que puedes ver en el mapa al norte de Rio de
Janeiro.
Ayer envié la aprobaci6n del acuerdo firmado a tal fin
por monsefior Lacerda, don Lasagna y un propietario...5
La informaci6n lleg6 hasta el cardenal Jacobini. El Secre-
tario de Estado escribe a don Bosco el 12 de diciembre de 1882:
Su Santidad ha sabido con sumo placer de la solicitud con
que usted ha adoptado las providencias necesarias para que
sus Religiosos hicieran preparar en las inmediaciones de
Para una Colonia Agricola, con el deseo implicito de hallar
vocaciones al estado eclesiastico.
Mucho se ha alegrado también el Augusto Pontifice al
enterarse de que usted tuvo presente su recomendaci6n
acerca de la di6cesis de Rio de Janeiro, y ya ha enviado a
monsefior Lacerda la confirmaci6n de la compra de una
casa en Niter6i, cerca de aquella capital.
Por otra parte, la necesidad de obreros evangélicos ce-
losos se hace sentir vivamente en todo el Brasil; especial-
mente, en la vastisima y poco poblada di6cesis de Cuiaba.
Con respecto a ella, se ha recibido en estos mismos dias de
monsefior Mocenni, internuncio ante la Corte brasilefia, una

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Luis Lasagna, el obispo misionero
desoladora descripci6n. Pide éste, enfaticamente, algun sa-
cerdote de la Orden por usted fundada, para ayudar a aque-
llos pobres cat6licos. Si pudiera oir tal llamado, baria us-
ted cosa muy grata al Padre Santo, y mucbo mas, aun, si,
tornando a pecbo tan urgentes necesidades, tratase gradual-
mente de establecer en ese vasto Imperio un Noviciado de
salesianos nativos [indigeni]. ..
Lasagna, con estas necesidades al frente, y la carencia de
personal para encararlas, debe sufrir un acto de pirateria: a fines
de enero, Costamagna le saca tres clérigos, para destinarlos a
Buenos Aires. "jMis planes para el Brasil quedan totalmente
destruidos!", se queja a Cagliero, en carta del 22 de febrero.6
*
;'::
El corte definitivo al conflicto del Colegio de San Vicente lo
aboc6 de subito con la posibilidad de cumplir parte de los com-
promisos brasilefi.os sin esperar refuerzos de personal europeo,
y enseguida se lo comunico a Lacerda.
Al mismo tiempo, el 4 de abril escribi6 a monsefi.or d'Amour.
Éste, al pasar nuevamente por Montevideo el 9 de enero de ese
afi.o, habia tratado de activar las negociaciones, y entregarles
el gobierno del Seminario. Acusa recibo de una carta de fines
de afi.o, y se disculpa:
No escribi antes, porque esperaba noticias de Turin... Ayer
recibi carta..., y me ordenan suspender la expedici6n a Cuia-
ba, basta después de la instalaci6n de la Casa de Niter6i.
Se despide con la promesa de seguir insistiendo ante don
Bosco. Pero, al mismo tiempo, le ruega al Obispo que también
él escriba a Turin, y que la comisi6n de damas de Cuiaba rece
por el éxito de las gestiones.7
Por esos dias, también se entera con amargura de que el
Obispo de Montevideo no disimula su fastidio, al considerar que
algunos salesianos abandonaran su di6cesis, para trabajar en el
Brasil.
*
El domingo 6 de abril, el diario O Apostolo, de Rio de Janeiro,
participaba a sus lectores las gratas noticias que llegaban del
Plata, en los siguientes términos:
Nos consta que ya estan designados los Padres salesianos
que deben venir a esta di6cesis. Y también nos consta que

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SANTA ROSA DE NITEROI
273
otros de la misma Congregaci6n son esperados en Para,
donde se les esta habilitando un edificio. Ademas, fue apla-
zada por ahora la expedici6n solicitada por el Obispo de
Cuiaba; pero han sido prometidos algunos para la di6cesis
de San Pablo...
Bemvindos sejan ésses operdrios evangélicos, ésses bem-
feitores da classe da sociedade menos favorecida da fortuna!
La prensa catolica toco a rebato. La noticia corrio por
todo el Imperio. Los Salesianos se fueron convirtiendo en mito
y comodin...
El 8 de junio, el corresponsal de O Apostolo en Campinas
enviaba a la Redaccion el recorte de un diario local del dia
1?, en el que, después de criticar los gastos dispendiosos de
las fiestas de Pentecostés en las dos parroquias del lugar -del
Carmen y de la Santa Cruz-, sugeria corno mas util para otra
vez destinar lo que se gastaba com tanto rojao e bateria, a una
obra mas duradera, corno podria ser,
verbi gratia, em adiut6rio ao projectado Lyceu de Artes e
Oficios a ser regido por Irmaos salesianos ...8
El 1? de julio vuelve O Apostolo a tratar el tema de los Sale-
sianos, a proposito de un articulo sobre don Bosco aparecido
en el periodico francés La Défense, y le dedica una entera co-
lumna en tono laudatorio. Termina con el voto siguiente:
Este pequefio esbozo baste para alimentar las esperanzas
que acariciamos, de obtener los mas benéficos resultados
de la pr6xima venida de los Salesianos a la casa que adqui-
rieran en el hermoso barrio de Santa Rosa, en las inme-
diaciones de la ciudad de Niter6i. jSean bien venidos!...
De paso, el periodico aclara que don Bosco no envia Misio-
neros al Brasi! a pedido del Emperador -corno afirma La Dé-
fense-, sino debido a las gestiones del Obispo fluminense. Deja
sentado, sin embargo, que "el Emperador aplaudio la idea, y pro-
tege a ésta corno a todas las obras benéficas".
El 4 de julio, el periodico vuelve al tema con una columna
completa, en la que reproduce un articulo del Thabor, de San
Pablo, que se congratula por la llegada de los Misioneros:
Una nueva aurora despunta felizmente para la juventud
brasilefia... Documentos irrefutables han probado definitiva-
mente que en las academias del Imperio se bastardea cada
vez mas la ensefianza oficial...
Es asi corno el excelentisimo sefior don Antonio de Ma-
18

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Luis Lasagna, el obispo misionero
cedo [Costa], eximio prelado y obispo de Para, arrostra
viajes interminables e inc6modos..., torna el bord6n del pe-
regrino..., para poder fondar con los Salesianos estableci-
mientos de educaci6n...
Peritos en todos los ramos de la actividad humana, los
Salesianos han obtenido en todas partes un éxito extraordi-
nario. Ocho de estos ap6stoles de la civilizacion estan por
llegar a Rio de Janeiro... jSean bien venidos!. ..9
Dos dias después, en la seccion de las noticias aparece corno
primera, la siguiente:
Nos han informado que e! R. P. Dr. Lasagna, visitador de la
Orden [de los Salesianos] ha escrito ultimamente desde Mon-
tevideo, con el fin de participar que pensaba embarcarse para
esta Corte en el paquete francés Orénoque con ocho compa-
fieros el 9 del corriente. Parab ems aos Nichterozenses!...10
Y el Thabor repica en San Pablo:
Los Salesianos seran para el Brasi!, con sus escuelas, lo que
Turgot con las suyas para Francia...
El peligro de la fiebre amarilla seguia latente. El 20 de abril
de 1883, a las 4.15 de la mafiana, fallecia en Petropolis, en casa
del padre Paivas, el secretario del Obispo de Rio, don Francisco
de Paula Telles.
Lacerda quedo aplastado. Tanto, que el diario catolico co-
mentaba en su edicion del domingo 21 de mayo:
Todos estaban perfectamente convencidos de que el padre
Telles era corno la vida del Obispo. Muriendo de nostalgias,
y bafiado en lagrimas, beso y abrazo al difunto. Tomo, luego,
una de las argollas del cajon, y ayudo a conducir el féretro
basta la cima de la escalera...
Ni la compafiia del Arzobispo de Bahia; del obispo de Paleo-
polis y vicario apostolico de Ho - Nam, monsefior Volontieri; de
monsefior Bacellar y de tantos otros amigos, pudo amenguar su
pena inconmensurable.
Casi corno desahogo, escribio a Lasagna para trasmitirle con
emocion la dolorosa noticia.11
A pesar de ello, Lasagna fijo y mantuvo la fecha de partida
para el 10 de julio. Deseaba que sus Hermanos arribaran a Rio

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SANTA ROSA DE NITEROI
275
en la época en que la temperatura es mas benigna, para que se
aclimataran paulatinamente.
El Obispo, refugiado en el Seminario de Caraça, en el cora-
z6n del Estado de Minas, entre montafias, palmeras y flores,
araucarias, pinos y orquideas, en un clima templado por la
altura y entibiado por la amis.tad de los Padres Lazaristas y los
recuerdos de la infancia..., trataba de recuperarse del golpe
producido por la muerte de su querido Secretario, y de un agudo
ataque de reumatismo que lo aquejaba.
No bien recibe noticias de la decisi6n de Lasagna, decide
preparar el animo de sus feligreses y de todo el Brasi!, para la
llegada salesiana. Desata una campana periodistica, y la avala
con una minuciosa carta pastora!, fechada el 22 de junio en
la ciudad de Santa Lucia, a orillas del rio das Velhas.
Dice monsefior Lacerda, ya desde el comienzo:
Cuesta mucho pedir. En catorce afios de obispado, rara vez
hemos pedido limosna, corno no fuera en favor de obras
piadosas extrafias a nuestra di6cesis...
Enumera la cooperaci6n prestada a diversas obras estradio-
cesanas, y continua:
Tanta generosidad de vuestra parte, despierta, estimula y
corrobora mi confianza...
Nada pedimos para nosotros, sino para nuestros dioce-
sanos y en favor de la infancia y la juventud brasilefias ..., y
muy particularmente, de la provincia y la di6cesis de Rio de
J a n e i r o ...
La gran obra que tenemos en vista, es un instituto donde
se ensefien oficios y artes que puedan garantir el futuro de
los nifios menos favorecidos de la fortuna ...
Es cierto que, comenzando por la Augustisima Familia
Imperia!, no hemos hallado persona alguna que no admire,
alabe y desee obra semejante... Y no podria ser de otra ma-
nera, cuando se trata de un establecimiento dirigido por los
Salesianos del celebérrimo don Bosco..., del cual, los mismos
antagonistas y enemigos de la lglesia han sido protectores
y amigos...
El rey Victor Manuel [de Italia] y sus ministros lo ama-
ban. El propio genera! Garibaldi recomendaba que nadie
obstaculizara las obras de don Bosco, porque ese hombre
-decia él- trabaja unicamente en bien de los desvalidos.
Sigue Lacerda considerando ampliamente la benevolencia
del Papa hacia don Bosco. Historia, luego, su encuentro perso-
nual con el fundador de los Salesianos, y las visitas de sus Hijos

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276
Luis Lasagna, el obispo misionero
a Rio de Janeiro, camino del Uruguay y de Buenos Aires. Y
después de varias paginas descriptivas de las obras domboscanas
en el munda, y de sus benemerencias en el apostolado de la
pluma, pasa a exponer los proyectos en marcha que desarrollan
los Obispos de Belém, de San Pablo y de Cuiaba, con respecto
a la Obra Salesiana. Finalmente, en el capitulo VIII de esa
carta de veintitrés carillas concreta sus planes diocesanos: la
fundacion de la Casa de Santa Rosa de Niteroi:
... un buen terreno, con una casita, insuficiente hasta para
una familia, mezquinisima para un establecimiento de esta
categoria, por modesto que sea...
Los primeros salesianos destinados para nuestro Obis-
pado, ya llegaron a Villa Colon, y estan... esperando nuestro
aviso para venir. No lo dimos antes, en razon del terrible
flagelo de la fiebre amarilla que asolo a nuestra ciudad, inva-
di6 el palacio episcopal, y, entre otras victimas, nos arrebat6
a nuestro queridisimo y santo amigo el padre Telles, cuya
pérdida casi nos hizo sucumbir de nostalgia y dolor, y nos
oblig6, por consejo de muchos, a dirigirnos a Minas, y re-
fugiarnos en la compafiia del Obispo de Mariana, entre an-
tiguos y delicados amigos y alumnos, unico lenitivo de nues-
tro dolor, consuelo de nuestra amargura, y paz para nuestras
afioranzas todavia vivisimas.
Gracias al Gobierno Imperial, pudimos obtener algunas
centenas de milréis, para el pasaje de los Salesianos desde
Montevideo hasta la Corte.
Inmediatamente se introduce de lleno en la recomendacion
y ordenamiento de una gran colecta, y dice:
No iremos de puerta en puerta. Queremos favorecer la es-
p o n t a n e i d a d ...
Y recomienda a curas y vicarios, a los diarios mas impor-
tantes de la capital y a todos sus fieles, que se interesen por tan
piadosa empresa. Para ella, nombra tesorero oficioso de esta
institucion de caridad a don Guillermo Morrissy, y correspon-
sales, al vicario de Niteroi, canonigo Luiz Raymundo da Silva
Brito; al secretario de la Camara Eclesiastica, padre José An-
tonio Rodriguez; al Superior del Seminario de San José, y a
los mismos Salesianos, no bien se establezcan en su Casa de
N i t e r o i . 12
*
;'t
El 9 de julio de 1883, el Colegio Pio de Villa Colon reedito en
su propia casa una ya tradicional efemérides salesiana: la par-

28.9 Page 279

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SANTA ROSA DE NITER6I
277
tida de Misioneros a tierras lejanas. La colmena enjambraba
nuevamente. Por eso, la fiesta de despedida para los que par-
tian llenos de angustia y ensuerios. Eran siete. El padre Mi-
guel Borghino, a pesar de sus escasos cuatro arios de sacerdocio,
debia hacer de director. Lo asesoraba el aun mas joven padre
Carlos Peretto, prefecto y vicedirector. Integraban la comitiva
el padre Miguel Foglino, el clérigo Bernardino Monti y los coad-
jutores Domingo Delpiano, Juan Bautista Cornelio y José Daneri.
Los festejos comenzaron con la m isa solemne. Sirvi6se des-
pués un agape fraterno, coronado por cantos y brindis.
Cuando Borghino quiso agradecer en nombre de todos los
que partian, "la conmoci6n se generaliz6... entre los salesianos y
los nirios".
Trat6 de serenar el ambiente el padre Lasagna; pero sus
arrebatos oratorios lo traicionaron, y obtuvo el efecto contrario.
Al dia siguiente, muy de mariana, una volanta los esperaba
frente a la iglesia. Subieron los siete. Los siguieron el padre
Lasagna, que los instalaria, y los padres Lorenzo Giordano y Ba-
cigalupo, que los acompariaron hasta el puerto.
Quiso el mal tiempo que el Orénoque no zarpara hasta la
tarde. Fue asi corno ocuparon la mariana en visitas de distrac-
ci6n y cortesia. Comenzaron por el médico del Colegio Pio, doc-
tor Luis Barattini. Después del almuerzo, siguieron por los Pa-
dres Capuchinos y las Hermanas Vicentinas. Al fin , pasaron
a despedirse del Obispo.
A pesar del tiempo dudoso, embarcaron en un remolcador.
Los acompariaban el padre Monti, tio del clérigo hom6nimo, y
los padres Giordano y Bacigalupo. Trasbordaron finalmente
al Orénoque. Mientras desatracaban, pasaron junto al trasatlan-
tico Europa, en arribada de Buenos Aires.
Sabian que en él viajaba hacia Italia el padre Santiago Cos-
tamagna, inspector de la Argentina. Pero no fue posible nin-
gun contacto.13
*
*
Zarparon al atardecer. El golfo de Santa Catalina los acun6 lo-
camente con sus acostumbrados bamboleos.
Después de cuatro dias de vortiginosa navegaci6n -torbida
navigazione, escribira Lasagna-, el grupo de siete Hermanos
acostaron a las playas cariocas.
El sabado 14 de julio, a la una de la tarde, se abrigaban al
reparo de la bahia de Guanabara, mientras el termometro re-
gistraba 28° de temperatura.

28.10 Page 280

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El conocimiento registrado en el puerto, dice que bajo la
comandancia del capitan Mortward arribaron dieciocho pasajeros,
provenientes del rio de la Plata con destino a la Corte, y noventa y
ocho en transito. En la lista aparecian :
... los padres italianos... Luis Lasagna, Miguel Borghino, Mi-
guel Foglino, Carlos Peretto, Bernardino Monti, Domingo
Delpiano, José Daneri y José Cornelio.14
A las cuatro de la tarde desembarcaron en el muelle Pharoux.
Mas tarde, refiriéndose al auspicioso acontecimiento, escri-
bira Lasagna :
Sin lugar a dudas, el 14 de julio de 1883 sera para todos
nosotros, y para muchos otros también, un dia de felicisima
memoria, porque sefiala el establecimiento de nuestra pri-
mera Casa en el Brasi], en la ciudad de Niter6i...
;':
Dado que monsefior Lacerda reposaba en Caraça, vinieron algunos
de sus amigos a recibirlos en su nombre. Luego, acompafiaron a
los Salesianos a Niter6i, y en tranvia especial los trasladaron hasta
la nueva Casa de Santa Rosa.
Consigna el padre Marcigaglia en su monografia 0s Sale-
sianos no Brasil, dos curiosos pormenores :
Dice la tradici6n que al querer los Salesianos tornar pose-
si6n de la casa, situada a un tercio de la altura del morro
de Atalaya [donde estan hoy localizados los dormitorios del
Colegio], sucedi6 que no encontraban la llave de la puerta
principal. Ni aparecia el encargado...
Empujaron, entonces, ventanas y puertas, hasta que al
fin · una ventana cedié>. Por ella... entraron en su casa.
... Aquella tarde, la familia de Morrissy mando unos
huevos y un queijo do reino, para reforzar la primera cena
de los Salesianos...
El hecho se repitié> todos los afios en la misma fecha ...
Costumbre que todavia mantienen los sucesores de Mordssy,
al llegar el 14 de julio.15
*
El martes 17, don Guillermo Morrissy retir6 de la aduana el
piano que los Salesianos traian corno equipaje de Villa Colon,
y a las cinco y media posmeridiana -puntualiza en su Diario-

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El padre Pedro Rota (7-Vl-1861 - 8-VIII-1931 ), visto en los primeros y
ultimos aiios de su actuaci6n en el Brasi!. Dirigi6 la Inspectoria
dieciséis aiios.
SANTA ROSA DE NITEROI, BRASIL
Parte superior del Colegio Salesiano de Santa Rosa en 1888.

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280
Luis Lasagna, el obispo misionero
se dirigio a Playa Grande (Niteroi). Alli se reunio con los vicen-
tinos, que habian fletado un bonde especial, para visitar a los
nuevos huéspedes. Los acompafiaban el vicario de Niteroi, padre
Vicente, y el canonigo Marinho.
Los Salesianos los obsequiaron con todo lo que tenian, y los
entretuvieron cantando -gran fiesta para los visitantes- hasta
las ocho de la noche.
"Ya se van acostumbrando al lugar", consigna Morrissy.
La casa era muy pequefia; pero desde sus ventanas se con-
templaba un panorama de encanto.
Enseguida tuvieron la ayuda economica necesaria para el
sustento. Pero no les alcanzaba para edificar y crecer. Con
todo, confiados en la Providencia, llamaron a los albafiiles.
Entre los regalos providenciales, los obsequiaron con una pe-
quefia tipografia.
Pronto descubrieron en las inmediaciones la existencia del
Colegio de ambos sexos, templo y escuela protestante, mimeti-
zados en una casa ordinaria.
Veinte dias después, Lasagna escribe a don Bosco. Su estado
de animo es excelente:
La bendici6n del Papa y de Maria Auxiliadora, con su ter-
nura y sus milagros, nos empuja... a jugarnos por las almas
de los nifios abandonados...
En nuestro entusiasmo, hemos llegado hasta concebir
la idea y la esperanza de levantar aqui mismo un santuario
en honor de la Virgen Auxiliadora.
Impacientes por abrir, al menos, el oratorio festivo ...,
hemos buscado albafiiles, y confiados en la Divina Provi-
dencia comenzamos los trabajos, a fin de habilitar un refu-
gio para nifios abandonados ...
Relata, finalmente, corno con el padre Borghino visito al
Emperador, a la princesa Isabel y a su esposo Gaston de Orleans.
Luego, se entrevisto con el Presidente de la provincia. De todos
recibio amabilidades y animos. Concluye su relato con esta
prevision:
Como usted vera, esta Casa ofrece consoladoras esperan-
zas..., que ciertamente deberan ser fecundadas con sudores
y hasta con lagrimas.16
;':
Mientras se aderezan aulas y se arreglan patios, los Salesianos
no solo dirigen las obras, sino que trabajan hasta de peones.

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SANTA ROSA DE NITER6I
281
En los momentos libres, estudian afanosamente portugués,
y tratan de conocer las costumbres lugarefias, para adaptarse a
ellas. Por de pronto, el horario de las comidas les resulta muy
extrafio.
Visitan la matriz de Niter6i, San Lorenzo, y participan en las
funciones liturgicas, en las que el coadjutor Delpiano luce pastosa
voz baritonal.17
Yen cuanto chapurrean algo de portugués, empiezan a atraer
nifios para el oratorio festivo.
El 15 de agosto -relata Morrissy-, Lasagna va corno direc-
tor espiritual de la romeria d~ los vicentinos a la parroquia de
San Lorenzo. Llegan a las ocho, y enseguida les celebra el
santo sacrificio. Almorzaron debajo de las arboledas. Volvie-
ron luego a la iglesia, al compas del canto de las Letanias. Des-
pués del Te Déum y de la bendici6n, Lasagna predico su primer
serm6n publico en portugués, y fue muy bueno.
En los primeros dias de setiembre, Lacerda retorna a Rio. Los
manda llamar, y van todos con Lasagna. Los abraza, los festeja,
los anima, y les entrega todo el dinero que puede. Éste vino muy
bien, porque ya los albafiiles estaban por entregar un sal6n nuevo
de siete metros por veint~.
Mientras tanto, los diarios cat6licos no descansan en la ofen-
siva promocional. El Thabor arma otro editoria! de tres colum-
nas, sobre las escuelas salesianas, que O Apostolo reproduce para
el publico carioca.
Tanto entusiasmo, excita a una activa formaci6n anticlerical,
que en compensaci6n elige a los Salesianos corno bianco de su
artilleria. El 26 de julio, la Gazeta de Noticias denosta con
gratuita dureza:
Chegou a primeira turma negra de padres Silesianos (sic) ...
[Lleg6 el primer grupo negro de padres Silesianos... ]
Estan alojados en una vasta y dilatada chacra que ad-
quirieron por veinte contos en Niter6i: la nueva Itu...
Itu era la poblaci6n paulistana donde funcionaba el colegio
de los Jesuitas, recientemente reingresados al Brasil.
La Folha Nova, un diarucho que nos ocupara muchos ren-
glones, ataca con menos remilgos. Escupe veneno contra la
Iglesia, y no halla nada mejor que apuntar a los recién venidos:
los Jesuitas de Itu y los Salesianos de Niter6i. Clara que a veces

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282
Luis Lasagna, el obispo misionero
los confonde con Lazaristas, o mezcla Salesianos con Jesuitas,
y viceversa, sin mayor conocimiento ni escrupulo.
O Apostolo reacciona vigorosamente; sobre todo, desde su
numero 89 en adelante. Defiende a los Salesianos, publica no-
ticias de don Bosco, y emprende un firme alegato en varios edi-
toriales sobre el clericalismo, cuco de los peri6dicos anticlerica-
les, que se sienten invadidos por Jesuitas y Salesianos. Mecha
la diatriba con comentarios afines, y al examinar el tema Edu-
cacion y trabajo, concluye con euforia: "Felizmente, tenemos
entre nosotros a los Salesianos... "
Los opositores no se rinden por tan poca cosa. La ya citada
Gazeta hace la apologia de la ensefianza laica y del anticlérica-
lismo. O Jornal do Comércio, de San Pablo, arremete contra los
Jesuitas, y reproduce tres articulos de propaganda protestante.
Folha Nova dedica sus iras a la pastora! del Arzobispo de Bahia,
y de paso tirotea al Vicario Castrense. Guaracipocaba, otro
de la orquesta, traduce articulos antirreligiosos de algun colega
francés; sobre todo, de Le Pays.
El 21 de octubre, en el numero 120, O Apostolo resume la
situaci6n:
Aquel colega [O ]ornai do Comércio, de San Pablo] parece
que suefia con fantasmas ... De cuando en cuando despierta
aterrado, y grita: "i A las armas!", mientras ve escuadrones
de enemigos que invaden, o sea a los Salesianos.
En su numero del 29 pasado tira una andanada contra
los pobres Salesianos, solo y unicamente porque se ha ha-
blado de pretender fondar en esa provincia un Liceo de
Comercio, Artes y Oficios.
Como carece de argumentos..., usa... un lenguaje indig-
no de la prensa seria..., y solo trata de indisponer los ani-
mos de la gente contra aquellos Padres ...
Es cierto que hay muchas personas que ensefian en e!
Brasil, pero poquisimos que se dediquen a los pobres. En-
tre nosotros, los colegios son, lamentablemente, patrimonio
de los ricos ...
;'-:
·k
Mientras se agita el ambiente, y los Salesianos soportan las con-
secuencias de la notoriedad, gozan también de sus beneficios.
"Suplicas y pedidos -escribe Lasagna- llegan de todas
partes." En carta al padre Lemoyne, habla de veinticinco y mas
propuestas, y al Obispo de Cuiaba le numera veintinueve. Entre
ellas, los deseos del Obispo de Para; el pedido de la princesa

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SANTA ROSA DE NITER6I
283
lsabel, de enviar dos salesianos a Petr6polis, y la emocionante
entrevista con el anciano Arzobispo de Bahia.18
El 6 de agosto de 1883 comunica a don Bosco, desde Niter6i:
También de San Pablo, rica y floreciente provincia, me
invitan calurosamente para que vea con mis propios ojos
qué han hecho por los Salesianos. A fines del afio pasado,
el Obispo y varios sacerdotes y seglares celosisimos pusie-
ron su mirada en nosotros, y hacen lo posible por lograr
que vayamos.
Para obtener la casa y los otros medios necesarios,
Monsefior escribi6 una calida pastora!. Nombr6 luego co-
misiones que anduvieran de ciudad en ciudad, de villa en
villa y de casa en casa, pidiendo limosna para los Salesia-
nos. Ahora que ya han reunido sumas considerables, nos
ruegan que no les mantengamos mas el animo en suspenso,
y que vayamos enseguida...
No puedo hacer otra cosa que un viaje [a San Pablo],
para ver y consolar a aquellos amigos.19
El 6 de setiembre de 1883, insiste desde San Pablo -esta
vez, a su viejo director de Alassio, don Juan Bautista Lemoyne-,
y se explaya sobre las razones que lo mueven a radicar en esa
ciudad la segunda fundaci6n. Comienza por sefialar los crite-
rios de programa y desarrollo salesiano que piensa aplicar en
el Brasil, y dice :
Decidi examinar primero los casos mas urgentes, a fin de
ofrecerles alguna ayuda. De entre ellos, di preferencia a
los lugares que resultan mas estratégicos, para atender con
mayor facilidad y al mayor numero posible de necesitados;
finalmente, elegi los mas favorables , ya sea para la propa-
ci6n de la fe, corno para el mejor desarrollo de nuestras
Misiones.
Todas estas propicias condiciones me parecen reunidas
en alto grado en la ciudad de San Pablo, capita! de una
provincia extensisima, y sumamente necesitada de auxilios
e s p i r i t u a l e s ...
Con estas prioridades, y en cumplimiento de una promesa
adelantada el afio anterior, Lasagna viaja a San Pablo el l '? de
setiembre.
Habia dudado entre el barco (Rio - Santos) y el ferrocarril;
y al fin se resolvi6 por este ultimo. Deseaba contemplar toda la
grandeza del valle del Paraiba, orillar la selva virgen, oler sus
incendios, y sentir toda la atracci6n de su misterio.
***

29.6 Page 286

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284
Luis Lasagna, el obispo misionero
Fue recibido con todos los honores. Se hosped6 en el Semina-
rio.20 La comisi6n organizadora le entreg6 inmediatamente el
integro fruto de sus colectas; pero le exigi6 amablemente que en
ese mismo instante aceptase la casa, llamase al persona! necesa-
rio, y abriese clases y talleres para los nifios pobres.
Confiesa Lasagna, en su carta a don Lemoyne:
Como usted puede imaginar, debi rechazar muy a disgusto
mio sus donativos, exhortarlos a tener paciencia y constan-
cia, y asegurarles que me empefiaria muy de veras a fin de
obtener de don Bosco para el pr6ximo afio otra expedici6n
de misioneros.
Entonces, fui cortésmente acompafiado a visitar diver-
sos lugares dentro y fuera de la ciudad, a fin de elegir el
que mas oportuno me pareciera para la fundaci6n del hos-
picio ...
Desde mi llegada, el obispo don Lino Deodato Rodrigues
de Carvalho me ofreci6 con instancias, y corno lugar muy
adaptado para nuestro asilo, el terreno anexo a la iglesia
del Sagrado Coraz6n de Jesus .. .
La Iglesia naciente del Sagrado Coraz6n de Jesus, en San Pablo,
ya tenia historia. La idea de erigirla naci6 casi en la cuna de la
Conferencia Vicentina hom6nima.
El 8 de agosto de 1878 se fundaba la Conferencia Vicentina
del Sagrado Coraz6n de Jesus, y era elegido primer presidente
don Alberto Saladino Figueira de Aguiar.
Figuraban corno miembros de la comisi6n ejecutiva el doc-
tor Raphael Correa da Silva Sobrinho, Joao Baptista de Alva-
renga, Joao José Vieira Guimaraes Junior, Joao Baptista de
Alambar e Palhares, Domingos Gonçalves Carregoza, Bernardino
José Dias Torres de Oliveira y Claudio Justiniano de Souza.21
En la reuni6n del 24 de octubre siguiente, Domingos Gon-
çalves Carregoza
ofrece un terreno de su propiedad, con 8,8 metros de frente
y 10 de fondo, situado en el morro de Cha, para que se
construya una capilla dedicada al Sagrado Coraz6n de Jesus,
y que sirviera a las devociones de la Cofradia.22
Seguramente, el lugar debi6 de parecer pequefio, y decidieron
adquirir un terreno mas amplio en los Campos Eliseos, llamados
antiguamente campos de Maua, donde Carregoza trabajaba de
sereno.

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SANTA ROSA DE NITER6I
285
El 10 de setiembre de 1880, compraron dos lotes por la suma
de dos contos.23
Prepararon los planos, y los presentaron con sus proyectos al
obispo don Lino Deodata Rodrigues de Carvalho. Éste los apro-
boy los bendijo, y el 5 de marzo del 81 dicto una providencia en
la cual los recomendaba calurosamente a la generosidad de los
fieles.
El 24 de maya siguiente, "fiesta de la Santisima Virgen Maria,
Madre de Dios, bajo el titulo de Auxilio de los Cristianos" -reza
el documento-, don Lino da oficialmente licencia para fondar
la capilla del Sagrado Corazon de Jesus, en la feligresia de Nues-
tra Sefiora de la Concepcion de Santa Ifigenia, y autoriza a ben-
decir la piedra fundamental el 24 de junio.
Deja constancia de que lo hace a pedido del canonigo Antonio
Guimaraes Barroso, del doctor Alberto Saladino Figueira de
Aguiar, y de los demas vicentinos de la comision, cuya no-
mina cita.24
En efecto, el 24 de junio -fiesta del Sagrado Corazon-, el
Obispo bendi.io la primera piedra, que fue colocada " en el lugar
denominado Campos Eliseos, en una cuadra situada entre las
alamedas del Excelentisimo Bar6n de Piracicaba y de los An-
dradas, limitada al frente por la Alameda Glette", uno de los
mas bellos y apacibles suburbios de la ciudad.25
La idea fue adquiriendo volumen . El 31 de julio, el cano-
nigo Antonio Guimaraes Barroso, tesorero de las obras, expedia
una circular en la cual comunicaba el deseo del Obispo de con-
sagrar la diocesis al Sagrado Corazon. El templo en construc-
cion se convertiria en el monumento que perpetuara la memoria
del hecho.
Al afio siguiente, ya adelantada la construccion de la capilla,
surgio la idea de anexarle una institucion de ensefianza profe-
sional. Y el 10 de agosto de 1882, una comision compuesta por
los canonigos Jeronimo Pedroso de Barros y Francisco Jacinto
Pereira Jorge; los vicarios Joao Climaco de Camargo y Joao Soares
do Amara!, y los doctores Francisco Xavier Moretz - Sohn y Al-
berto Saladino Figueira de Aguiar, dirige al clero diocesano una
circular asi concebida:
Desde hace mas de dos afios, tenemos en mente la funda-
ci6n de un Liceo de Comercio, Artes y Oficios, en esta capi-
tal de San Pablo. Para esto se ha organizado una sociedad,
que trata de materializar la idea por medio de accionistas.
Como hay personas que, aunque no pueden suscribir accio-
nes, desean , sin embargo, participar en tan prometedora

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Instituci6n, se ha resuelto aceptar empréstitos reembolsa-
bles oportunamente. Los intereses quedan al arbitrio de
los suscritores.
Sefialan enseguida, en prospecto aparte la finalidad de la
Instituci6n:
Preocupaba legitimamente el coraz6n de todo patriota el
que en la misma proporci6n que nuestras ciudades y capita-
les crecen en importancia y opulencia, el brasilefio se abate
por su ignorancia profesional.
Los mismos esfuerzos patri6ticos del consiliario Leoncio
de Carvalho, fondando un ensayo de nuestra idea, vienen a
confirmar la necesidad de crear un Liceo de Comercio, Artes
y Oficios.
Pasan luego a enumerar los medios de que pueden echar
mano, y los éxitos logrados por la Sociedad Salesiana:
Disponemos de un terreno y un excelente locai, cuotas no
cumplidas, y la esperanza de que la presente circular no sera
improductiva.
En cuanto al persona! docente, se han dado ya pasos
para obtenerlo de la importantisima Sociedad Salesiana de
Turin, que ha derramado incalculables beneficios en las Re-
publicas de América.
Si esto no fuere posible, tenemos propuestas para obte-
nerlo de los Estados Unidos.
Inapreciables resultados ha alcanzado la Sociedad Sale-
siana, no solo en relaci6n a las artes y oficios, sino también
en la ensefianza del comercio y de las industrias, pues en sus
establecimientos basta se fabrica papel, se funden tipos, se
imprimen obras importantes, y se encuadernan... Todas las
artes y oficios viven en esos establecimientos, en compafiia
de la literatura y de las ciencias.
Son éstos nuestros deseos y nuestras esperanzas...
Firman el programa el arcediano Francisco de Paula Ro-
drigues, el Bar6n de Mossor6, el Bar6n de Tremembi, el mayor
Antonio Martiniano de Oliveira Borges y otros.26
El 18 de abril de 1883, don Lino aprueba "el proyecto de
fundaci6n de liceos de comercio y artes y oficios, tanto en esta
capita! corno en otros puntos de la di6cesis, bajo la direcci6n de
la muy conocida y dedicada Congregaci6n de los Salesianos.. ."
*
*

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SANTA ROSA DE NITER6I
287
Este acontecimiento es el que despierta, corno se coment6 ante-
riormente, la reacci6n de la prensa anticlerical, y la contraofen-
siva de los diarios cat6licos.
Las salpicaduras llegaron hasta la Camara estadual, y mere-
ci6 algun debate. El diputado cat6lico José Vicente de Azevedo,
hijo de Lorena, sac6 la cara por los Salesianos, sin conocerlos
todavia.
Pero los cat6licos no cejan. La idea de una escuela de artes
y oficios se va convirtiendo en obsesi6n.
En esos dias viajan a Rio los padres José B. Gomes y José
Benedicto Moreira, para estudiar la posibilidad de fondar un
liceo de artes y oficios en la iglesia de San Francisco.27
Lasagna visita los Campos Eliseos. Se impresiona por la acti-
vidad prodigiosa del doctor Saladino. Le hacen ver corno no
ha sido posible concluir enseguida la magnifica edificaci6n que
los planos prevén; y por ello, segun continua informando Lasagna,
han levantado de prisa la parte correspondiente al coro y al
presbiterio. Cerrada con una fachada provisional, resulta
una bellisima capilla. Pronto se librara al publico con una
gran solemnidad, en la que el Obispo consagrara la di6cesis
al Sagrado Coraz6n de Jesus.
Esta situada en un lugar magnifico. Tiene espacio sufi-
ciente para el gran templo y para nuestro hospicio. Esta
rodeado de casas y villas, casi todas pertenecientes a protes-
tantes alemanes, y muy distante de cualquier otra iglesia.
Y concluye:
Estoy seguro de que también usted, querido don Lemoyne,
vera con sumo gusto repetirse en San Pablo un caso analogo;
diria mejor, idéntico al de Roma.
(Se refiere al encargo de Le6n XIII a don Bosco, de edificar
un templo al Sagrado Coraz6n en la Ciudad E terna.)
En fecha no lejana, vera el dia feliz en que también los
Salesianos de América... nos resguardaremos a la sombra de
un santuario dedicado al Coraz6n de Jesus...
Pero los negocios, aunque sean apost6licos, no logran ahogar sus
ansias pastorales. El contenido sobrenatural lo rebasa.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El 3 de setiembre..., después de celebrada la misa..., subi a
un coche con dos distinguidos sacerdotes, y nos dirigimos a
las afueras de la ciudad, bacia la altisima e interminable
colina que al occidente cierra el borizonte de San Pablo.
Cruzamos sobre un puente del Tiaké, un riatillo en el mo-
mento, pero que en la época de las lluvias desborda, se
extiende desde la ciudad basta la colina de que le bablé, y
forma una gran laguna, que parece un mar.
De lejos me sefialaron un viejo y rustico edificio que
surgia en el declive de la colina. Al lado creda la capilla,
coronada de un pequefio campanario. Alrededor se divisa-
ba un grupo de casitas blancas y limpias, que brillaban al
sol entre matas de bambu y bananos, y se escalonaban por
la ladera de la colina corno bandada de blancas palomas
esparcidas por el césped de nuestro Piamonte.
Eran las casitas de una colonia italiana fundada bace
siete afios por unos especuladores. Solo abora comienzan
a prosperar, entre mil dificultades. La componen algunos
centenares de tiroleses, muy estimados por su laboriosidad
y correcciém.
Lasagna salto del coche, salud6 y comenz6 a hablar con los
chicos. Éstos llamaron a los mayores, conmovidos al oir hablar
su lengua materna.
Algunos corrieron a abrir la iglesia, dedicada a santa Ana.
Y comenz6 una conversaci6n catequética. En un momento la
iglesia estuvo Ilena. Una anciana fue a buscar un librito de la
di6cesis de Vicenza, con el que ensefiaba la doctrina a los nifios.
jPobres! Para ira misa, debian desplazarse bastante lejos. Casi
no tenian trasportes. Y cuando llegaban a la iglesia... , no enten-
dian el portugués.
La visita fue un dia de gloria. No querian dejarlo partir.
-;';
''
Enseguida volvi6 a Rio. Dict6 varios dias de Ejercicios a los
Vicentinos; atendi6 las necesidades mas urgentes del nuevo co-
legio, y termino con las visitas de cortesia, que jamas olvidaba.
Comenz6 por el Emperador, y sigui6 por la princesa Isabel
y su esposo, don Gast6n de Orleans. Tantas atenciones le dis-
pensaron, que les entreg6 el nombramiento de cooperadores sale-
sianos.
La Princesa le recomend6 vivamente agradeciera a don Bos-
co las oraciones que, le constaba, habia elevado a Maria Auxilia-
dora por la salud de su primogénito. Y le aclar6 que estando en

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Grupo de estudiantes menores, presididos por el padre Rota, en 1890.
SANTA ROSA DE NITEROI
Artesanos del Colegio de Santa Rosa en 1890
19

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Francia, en casa de una de las Princesas de Orleans, habia apren-
dido a rezar la novena de Maria Auxiliadora que recomendaba
don Bosco.
El 3 de octubre se embarc6 en La France, directo a Mon-
tevideo.28
*
*
*
Lo que Lasagna ni imaginaba, era que en esos mismos dias -la
noche del 29 al 30 de agosto- don Bosco habia tenido en Turin
uno de esos suefios que sus Hijos consideraban proféticos, y
que él narraba con inigualable sencillez.
Habia .recorrido en viaje onirico esa América que imagina-
ba a través de las narraciones de sus Misioneros. Pero no la
habia contemplado tal cual ellos se la describian, sino por lo
menos tres generaciones adelante en el tiempo.
Se habia valido en suefios de un vehiculo entonces inexis-
tente, e incomprensible para él, que le permitia ver las cosas
desde los aires, a gran ·altura, y desplazarse a inmensas velocida-
des. En su vuelo habia cruzado también el Brasil.
Decia el Santo en su relato, que
entre los grados 15 y 20 habia una sinuosidad estrecha y
larga, que arrancaba desde un punto donde se formaba un
lago. Entonces, una voz me dijo repetidas veces:
-Cuando comiencen a explotarse las minas escondidas
en aquellos montes, aparecera aqui una tierra prometida
que mane leche y miei, y la riqueza sera inconcebible.
Apuntemos que en esa posici6n geografica reinaba entonces
el desierto y selvatico altiplano. Hoy, precisamente ahi, emerge
la fantastica ciudad de Brasilia, fundada en 1960; y el lago Pa-
ranoa que la adorna, ha sido artificialmente creado por el em-
balse de dos rios.29
1 Bollettino Salesiano, febbraio 1883, pag. 27.
2 Cronica de Niteroi, pag. 5, y D. Pedro M. Lacerda, Pastora! citada.
3 En el Museu Dom Aquino Correa, de Cuiaba, paquete N? 4, hay una carta
del padre Lasagna a monsefior d'Amour, de pasada en Montevideo. En dos
carillas en espaiiol, fechadas en Villa Colon el 21-X-1882, le comunica que ha
sabido por el diario de su presencia en Montevideo. El hecho de estar predi-
cando ejercicios espirituales, le impide cumplimentarlo; pero lo hace por medio
de un Padre que le lleva la nota, junto con la copia de una carta de rnonsefior
Mocenni, recibida el dia anterior.
Monsefior d'Amour la apostillo con lapiz: "Escrevi ao P. Lazagni em 6 de
novembro".

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SANTA ROSA DE NITER6I
291
4 El originai se halla en el Archivo del Colegio Pio.
5 Memorie biografiche, vol. XV, pag. 627.
Las Memorie biografiche citadas, fechan la carta del Cardenal Secretario
de Estado a don Bosco en d afto 1887. Se trata de un evidente •:'!rror de
imprenta.
6 ACSS., carta a Cagliero, del 26-II-1883 .
7 Museu Dom Aquino Correa, Cuiaba, paquete N? 4.
En el ACSS, existen dos cartas referentes al tema. El 9 de enero del
83, Lasagna escribia a don Rua. Se quejaba de que "el persona! para el Bra-
si! era muy pobre", y comunicaba que monseftor d'Amour estaba en Monte-
video.
Don Rua anoto al margen: "Apruébese el personal para el Brasil. 5i
hubiera uno o dos mas ... No se puede atender a Cuiaba. Primero esta Para.
Falta personal. Hay que estudiar la conveniencia".
El 15 de enero, Lasagna insiste; reitera que el Obispo del Mato Grosso
se llego hasta Colon, y comenta: "Todos querian cerrar, y partir para Cuia-
ba. Solo yo me opuse. El Emperador suministrara el dinero suficiente para
todos los viajes".
Envia adjunto un Annesso, que dice, en su parte principal: "Basi per
un convegno fra l'Eccellentissimo Monsignor Dom Carlo D'Amour, vescovo
di Cuiaba, e il Superiore dei RR. PP. Salesiani. / Sua Eccellenza Monsig. Carlo
d'Amour consegna la direzione, amministrazione e insegnamento del Semina-
rio Maggiore e Minore ai RR. PP. Salesiani sotto la sua immediata vigilanza e
superintendenza. Ai Padri Salesiani gli pagherà il viaggio d'Italia fino a Mon-
tevideo in raggiane di mille franchi ciascuno, e il passaggio di Montevideo a
Cuiaba. I Padri saranno alloggiati tutti uniti nel seminario, dove saranno
mantenuti con le rendite dello stesso seminario, sia riguardo agli alimenti
ed ai mobili, sia riguardo al servizio della casa, alla cappella, ai libri di
testo, al medico e medicine in caso ·di malatia. Per le spese speciali di abiti
interiori ed esteriori, viaggi e studi particolari, i Padri riceveranno una gratifi-
cazione anuale di 500$000, e i fratelli coadjutori 200$000 (250 escudos y 100). /
I Padri Salesiani uffiziaranno liberamente la cappella del seminario, con tutti
i privilegi che la Santa Sede ha concesso a la loro Congregazione. / Essi si inca-
ricaranno di provvedere tutti i professori che il signor Vescovo abisogni per il
corso preparatorio e teologico, e d'accordo con lui, poco a poco organizaranno
gli studi in maniera che il piccolo seminario offra alle famiglie cristiane facilità
di far preparare i loro figli in tutte le materie che si richiedono per essere
ammesi alle Università dell'Impero. Apriranno al più presto l'internato, sepa-
rando convenientemente quelli che si dedicano a una carriera civile da quelli che
aspirano alla carriera sacerdotale ... "
O Apostolo, N? 63, afto 1883.
' O Apostolo, N? 74, afto 1883.
"O Apostolo, edicion del 8-Vl-1883.
11 Bollettino Salesiano, ottobre 1883: Carta del padre Lorenzo Giordano,
del 10-VII-1883. Notemos, de paso, que monseftor Volontieri habia estado en
el Oratorio de Turin el 7-IX-1882. (Memorie biografiche, vol. XV, pag. 627.)
En 1966 vivia en la casa de salud de Lorena, sor Toribia Telles, Hija de
Maria Auxiliadora; sobrina de don Francisco de Paula Telles Guimaraes, secre-
tario de Lacerda, y ahijada del Obispo. Queria éste tener un sobrino que se
llamara Toribio, por devocion al Santo Obispo; y corno no lo tuvo, apadrino
a la sobrina del Secretario.
O 12 Apostolo publico integramente la carta pastora!, en los numeros 81,
82 y 83, o sea del 20 de julio en adelante.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
13 Bollettino Salesiano, ottobre 1883: Cartas de Lasagna, del 6-VIII-1883,
y de Giordano, del 10-VII-1883.
De paso, anotemos un detalle de nomenclatura: El padre Lorenzo Gior-
dano paso de Italia a Francia, para eludir el servicio militar. Por igual razon,
se modifico el nombre. De ahi que en muchos documentos aparezca corno
Giordani, y firmara Gino, Giovanni o Renzo, indistintamente.
14 Jornal do Comércio (Rio de Janeiro), domingo 15 julho 1883, pag. 6,
"Movimento do Porto"; id., ibid., 16-VIl-1883. Encabeza la nomina un sacer-
dote italiano, Luis Finotti, que no sabemos quién sea.
A pesar de que la lista de Misioneros arribados al Brasi! en esta primera
expedicion no admita dudas; sin embargo, existe gran anarquia en los docu-
mentos salesianos . Asi, el catalogo oficial de la Congregacion, correspondiente al
ano 1883, dice en la pagina 42: "BRASILE: Casa Sucursale Nichteroy, Ospizio
di Santa Rosa. / Direttore: Sac. Borghino Michele. / Soci: Delpiano Domenico
coad., Foglino Gabriele sac., Monti Bernardino eh. / Ascritto: Bologna Giuseppe
coad". (Cf. Società di San Francesco di Sales, Elenco generale, a. 1883.)
Mientras el padre Peretto -Antonio, dice e! Elenco- aparece corno conse-
jero escolar y economo en el Colegio de las Piedras, Uruguay (pagina 41), el
coadjutor Corneli esta en Villa Colon, y Daneri, en e! Oratorio de San Vicente,
de Montevideo. (Probablemente, esta lista corresponde al primitivo proyecto
de enviar cuatro salesianos a Niteroi, a fines de 1882.)
El Elenco de 1884 trascribe exactamente la lista que aparece en la Cronica
del Colegio Pio de Villa Colon, en 1883. Es la misma que figura en e! conoci-
miento del vapor Orénoque, con enrevesada ortografia, y que confirman los
Appunti -alla buona e ad uso privato...- del padre Luis Zanchetta (Niteroi,
l-I-1895).
Ignoro el , motivo porque el padre Luis Marcigaglia, en Os Salesianos no
Brasil (vol. I , pag. 90), incluye a Juan Bologna, en lugar de Cornelio, en la
lista del persona! de Niteroi. (Bologna viajara al Brasi! con el padre Giordano,
para la fundacion del Colegio de San Pablo, en 1885.) Mas fantastica aun es
la lista que presenta el folleto de las LEITURAS intitulado Bodas de auro da Obra
de Dom Bosco no Brasi/, pag. 79 (Escolas Prof. Salesianas, Niteroi, 1933): Bor-
ghino, Peretto, Teodoro Massano, Delpiano, Daneri y Cornelio.
Los diarios brasilefios anuncian ocho salesianos; pero el Boletin Salesiano
y la Cronica del Colegio Pio dicen siete: no cuentan a Lasagna.
En la Cronica de Niteroi correspondiente al afio 1884, y en el Elenco sale-
siano de 1885, aparece, entre otros, un clérigo aspirante llamado Francisco
Fimuli, que debia de ser autoctono.
15 L. Marcigaglia, Os Salesianos.. ., cit., vol. I, pag. 20. (Cf. Livro do tombo
da freguezia de Siio Joiio Batista, de Niteroi, pag. 13.)
Afiade e! citado folleto Bodas de auro, en la pagina 79 : "Como nota in-
teressante devemos dizer que o unico alimento nesse dia consistio em alguns
ovos, queijo e pilo. Os ovos foram providenciados pelo entào Vigario de Nich-
teroy, cònego Luiz de Britto... O pilo, pelo Snr. Benevides, um dos amigos da
primeira hora e vizinho do Colégio. O queijo, pelo Snr. Morrissy, que junta-
mente com o Snr. Antonio Correa de Mello fora a bordo receber os viajantes".
16 Bollettino Salesiano, ottobre 1883.
17 Guilherme Morrissy, Diary, ' 17-VII-1883.
18 Bollettino Salesiano, novembre 1883 : Carta del 6-IX-1883; Museu Dom
Aquino Correa, Cuiaba .
19 Bollettino Salesiano, ottobre 1883.
O 20 Apostolo (N? 104, 14-IX-1883) cita la cromca de La Reaçiio, de San
Pablo, y en e! N? 113 (23-IX) trascribe la informacion de Thabor, sobre las
actividades de Lasagna.

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SANTA ROSA DE NITEROI
293
21 Lamentablemente, al llegar a este tramo de la investigaci6n debemos
trabajar con documentos de segunda mano, porque en e! archivo de la Curia
Eclesiastica de San Pablo, Praça Clovis Bevilacqua 37, e! Livro de actas das
Sociedades do Sacratisimo Coraçifo de Jesus, VIII-1878 a Vl-1881, e Conferencia
do Sagrado Coraçii.o de Jesus da Sociedade de Sii.o Vicente de Paula, Julho 1886
a Outubro 1888, clasificado en e! Archivo con los numeros 1 - 3 - 45, ha desapa-
recido sin dejar huellas.
La carencia de documentaci6n originai me inhibe para establecer la co-
rrecta grafia del apellido Carregoza, que en algunas versiones aparece corno
Carregaza.
(Cf. revista Santa Cruz, de San Pablo, numero de junio de 1911, pag. 416.)
22 Leonardo Arroyo, lgrejas de Sii.o Paulo, pag. 298 (Livr. José Olympio,
Rio de Janeiro, 1954 ).
Jacinto Ribeiro, Cronologia paulistana, voi. I, pag. 684 (San Pablo, 1898 ).
23 Monsefior Passalacqua, 17-Xl-1801, articulo en Santa Cruz, de San Pablo,
numero de diciembre de 1901, afio II, N? 3, pag. 68.
Los campos pertenecian a don Irineo Evangelista de Souza, bar6n de Maua
desde e! 30-IV-1854, y vizconde desde el 25-VI-1874.
24 Los citados documentos episcopales fueron consultados en el archivo
de la Curia Eclesiastica de San Pablo (legajo 1-4-43) . En esa posici6n esta la
carta pastora! de don Lino del 26-VIII-1884 (Typ. de Thabor), y también, los
documentos correspondientes a la iglesia del Sagrado Coraz6n; del Liceo de
Comercio, Artes y Oficios; de una Escuela Agricola de Ios Padres Trapenses,
y otros acontecimientos, corno la comunicaci6n del 14-IV-1892 -en que, a nte la
profanaci6n del Santisimo en la catedral, se suspenden las funciones de Semana
Santa-, y la pastora! del 8-XII-1892, para presentar a su obispo coadjutor,
don Joaquim Arcoverde de Albuquerque Cavalcanti.
25 L. Marcigaglia, Os Salesianos..., cit., pag. 38, donde e! autor la identifica
corno chacra de Glette y Nothmann .
26 Revista Santa Cruz, de San Pablo, numero de VI-1911, pag. 418.
27 Biblioteca Nacional de Rio : Correo Paulistano, abril de 1883. Véase,
también, O Apostolo, de Rio, numero del 13-IV-1883.
28 Cronica del Colegio Santa Rosa de Niter6i. ACSS. , carta del 16-X-1883.
29 Memorie biografiche, voi. XVI, pags. 385-394; Los suefios de don Bosco,
ed. II (Centra! Catequistica Salesiana, S.E.I., Alcala 164, Madrid, 1961).

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fJAPITIJLO XIV

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El Liceo del Sagrado
Coraz611 de JesUs
Fior dos Campos Eliseos, que outrora
em Sao Paulo brotaste a sorrir,
hoj e esplendes ao sol <lessa aurora
que era entao teu grande porvir.
FR. AQUINO CORRllA, S.D.B.,
Nova et vétera, cit.
EL 6 DE OCTUBRE, Lasagna arriba a Montevideo. Trae las alforjas
plenas de alegria; pero el cielo esta nublado de responsabilida-
des y preocupaciones. El horizonte amenazaba tormenta.
Los problemas del nacimiento salesiano del Brasil venian
agravados por la antirreligi6n del ambiente politico y la agresi-
vidad de la prensa mas6nica. El Obispo de Rio -increiblemente
cariiioso con los recién venidos- era irresoluto, timorato y es-
crupuloso sin medida. Borghino, muy tierno, casi inmaturo para
los embates que se avecinaban.1
En efecto, en diciembre del 83, la guerra periodistica se tor-
na particularmente sensible.
El dia 2, F6lha Nova afirma haber descubierto "una carta
secreta de los Salesianos, en contra del Obispo y de todo el clero..."
Y dice disponer de una copia confidencial.
Durante todo el mes pululan comentarios; pero no aparece,
ni puede aparecer nada concreto.
O Apostolo desafia al colega: que publique la carta, y cer-
tifique el valor de las firmas.
La F6lha elude el reto, e insiste en vaguedades, "corno si
quisiera evitar el terreno falso en que pisa ..." 2
Mientras tanto, un acontecimiento nuevo agita el avispero.
El ministro imperial Francisco Antunes Maciel, por decreto 9.094,
del 22 de diciembre, resucita el articulo 18 de la ley del 28 de
junio de 1870, por el cual los bienes de corporaciones de mano
Monsefior Juan Cagliero, obispo titular de Magida y provicario
de la Patagonia septentrional, en sus primeros dias de obis-
po (1884).

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Luis Lasagna, el obispo misionero
muerta -y, por lo tanto, de las drdenes y Congregaciones reli-
giosas- deben convertirse en titulos de la deuda publica.3
Cunde la agitaci6n. Salen a la palestra jurisconsultos de
nota: Joaquim Saldanha Marinho, Joao Mendes de Almeida,
Joaquim lgnacio Ramalho y Tarquinio B. de Souza Amaranto
defienden la causa cat6lica. Protestan obispos y clero. Hacen
punta los de San Pablo, Rio y Para. Los diarios cat6licos ironi-
zan sin ascos, y contratacan duramente.
Y corno la ley comienza a cumplirse con algunas comunida-
des, en una pastora! Lacerda condena la violacion del convento
de la Ayuda.
Frente a la resistencia eclesiastica, el Gobierno aplica repre-
salias: primero, deroga los decretos del 24 de octubre y del 9 de
noviembre, en los que otorgaba su beneplacito a dos breves de
la Nunciatura: se trataba de los nombramientos de los can6-
nigos Eduardo Duarte Silva y Antonio Dias da Rocha, y de los
visitadores apost6licos de las drdenes Carmelitana y Franciscana
en Rio. Luego ordena proseguir el inventario de las bibliotecas
de San Benito, de San Francisco y del Carmen y Ayuda.4
El 5 de febrero de 1884, Eduardo de Andrade Pinta, presiden-
te de la comisi6n de embargo de los bienes de las drdenes reli-
giosas, intima a los Superiores competentes para que en el plazo
de quince dias comparezcan ante la Secretaria de Estado de Ne-
gocios del Imperio, "asistan a la desamortizacion, bajo pena de
secuestro ..., y exhiban inventario de sus bienes, libros y titulos".
Y los desembargadores comienzan su obra.
El 10 de febrero, O Apostolo pregunta a la opini6n publica
qué se hara con los huesos de la Familia Imperia! que descansan
en San Antonio y en Ayuda -la madre de don Pedro, su her-
mana Paula y su nieta-, si el lugar se convierte en teatro, taller
o casa de bafios ...
Las Hermanas del Carmen entablan querella ante los Tri-
bunales. El doctor Lopo Diniz las representa, y la defensa es tan
clara y convincente, que el 24 de abril de 1884 el juez Miguel
Calmon da Pine Almeida se pronuncia en favor del Convento yen
contra del Gobierno. Condena a éste al pago de costas, y a cum-
plir la orden de lanzamiento que no habia querido aceptar.
El 30 de abril, O Apostolo ironiza, vengativo:
Al sefior Maciel, al discutido Ministro, estaba reservado el
miserable destino de ser desbancado por monjas. i Qué di-
ran los varoniles habitantes de Pelotas! ... [ciudad nativa
del Ministro].

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EL LICEO DEL SAGRADO CORAZ6N DE JESUS
297
Los diarios prosiguen la guerra por su cuenta, y en sus co-
lumnas desfilan toda clase de diatribas.
Al fin, el 6 de julio se reorganiza el Gabinete Ministerial.
Maciel torna vencido a su tierra. El sitial vado lo ocupa
Felipe Franco de Sa, que habilmente y sin estridencias -"No
podia repudiar los actos de su antecesor", afirmaria en el Se-
nado- comenz6 a proceder con suavidad, hasta acallar los con-
flictos e imponer el reinado de la paz.
*
A todo este proceso se refiere el padre Lasagna, cuando escribe
a Turin, el 27 de marzo de 1884.5
En el Brasil se ha desencadenado una guerra atroz contra
las Ordenes religiosas, a las que se les confiscan todos sus
bienes.
Los diarios atacaron a los Salesianos con rabia sata-
nica. Los bienhechores, atemorizados, retiraron las ayudas
prometidas, dejandolos en un abandono desolador.
Durante la borrasca, sostuvimos a nuestros Hermanos
con cartas, telegramas y remesas de dinero. Ahora parece
que el cielo vuelve a serenarse, y retorna la calma.
La ley de confiscaci6n y expulsi6n que vulnera a las
viejas Ordenes religiosas, no ha tocado aun a nuestra Casa;
el Obispo se reanim6, y con él, muchos amigos.
En efecto, el Obispo, asustado por el cariz de los aconteci-
mientos, habia cesado en su ayuda al Colegio; y, temeroso de un
embargo, habia aconsejado a los cooperadores que no invirtieran
mas dinero en lo que iba a ser facil presa del Estado.
Los Salesianos quedaron tan desamparados, que Lacerda lle-
g6 a decirles :
-Veo que no merezco a los Salesianos en mi di6cesis. No
tengo valor para verlos sufrir asi. Pueden retirarse cuando
quieran.
Respondi6le Borghino:
-Vinimos por una orden de don Bosco, y no saldremos sino
por otra... Y le puedo asegurar que esa orden no vendra. Con
e] auxilio de Dios, quedaremos en la trinchera.6
Éste es el drama que el padre Borghino describe al padre
Rua, el 29 de junio de 1884:
i Cuantas c<1sas ocurrieron desde mi ultima carta hasta hoy!
El demonio quiso probarnos, y si no logr6 abatirnos, nos
dio al menos un buen susto...7

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Describia enseguida su llegada al Brasil, y los primeros tra-
bajos en el Oratorio Festivo y en la nueva construcci6n, para
continuar:
Esperabamos que todo marchase bien; pero no contabamos
con la oposiciém de los enemigos de Dios. Tenemos por
vecinos a los Protestantes...
El Oratorio no se mantiene, debido a que algunos per-
versos han hecho desertar de un domingo para otro a todos
los nifios: uno solo sigui6 viniendo. iOué hacer? Tenta-
mos varios expedientes, para ver si teniamos éxito; pero
todo fue en vano ...8
Dejamos, entonces, en las manos de Dios la oportunidad
de premiar nuestra fallida intenci6n, y establecer la fecha
de nuestro consuelo.
En compensaci6n, nos pusimos a trabajar con ahinco
en la construcci6n del edificio, para poder recibir alumnos
internos.
A principios de enero estaba concluida un ala, capaz de
albergar 40 o 50 alumnos. Abrimos e! Colegio [el dia 15]
con 10 internos.
Todo prometia ir bien. Celebramos solemnemente la
conmemoraci6n de nuestro glorioso titular, san Francisco
de Sales. Vino el Obispo...
Fue una fiesta que llam6 la atenci6n del pueblo: los
buenos dabqn gracias a Dios; los malos blasfemaban y nos
maldecian, y juraron perdernos.
Comenzaron por hablar mal de nosotros; después cri-
ticaron nuestros métodos, y por ultimo difundieron por to-
das partes lo mal que lo pasaban los alumnos.
De diez alumnos que teniamos, cinco se retiraron en un
solo dia, y dos al dia siguiente.
Irrisiones, satiras, calumnias e improperios de todo jaez,
eran diariamente vomitados contra nosotros y nuestro Co-
legio.
Cuando alguno debia salir de casa, iba al encuentro del
mart1no. Fueron dias de verdadera persecuci6n.
Visitas y mas visitas de autoridades civiles y escolares,
que, incomodadas con tantas murmuraciones, querian cono-
cer la verdad con sus propios ojos. Parecian los primeros
tiempos del Oratorio [ de Turin]. Nos sorprendian durante
las comidas, las clases o el estudio...
Casi al mismo tiempo fue promulgado un decreto, por
el que se confiscaban los bienes de los frailes. Este de-
creto parecia comprender a todos los Religiosos; de modo
que los pocos bienhechores que aun rÌos ayudaban, pensa-
ron dejar de hacerlo, para no sostener obras inutiles.
Fue éste el momento mas peligroso y terrible para nues-

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EL LICEO DEL SAGRADO CORAZ6N DE JESUS
299
tra causa. A cada instante temiamos que llegase la orden
de expulsi6n de los Religiosos del Brasil.
Yo procuraba animar del mejor modo posible a mis
Hermanos; y viendo que nada podia esperar de los hom-
bres, acudi a Aquel que todo lo puede, y con gran fervor
comenzamos una novena de Via crucis.
Desde ese momento, todo cambio de aspecto... La auto-
ridad civil reconoci6 nuestra rectitud de miras, y llegaron
nuevos alumnos.
Es cierto que algunos irreflexivos nos hicieron objeto
de sus pullas, en los ultimos dias de Carnaval; pero erar.
los postreros esfuerzos del enemigo...
Continuamos el Via crucis por toda la Cuaresma con
el fervor acostumbrado, y seguimos adelante.
Los bienhechores se reanimaron, y de nuevo comenza-
ron a ayudarnos.
-;':
El 14 de enero de 1884, el Colegio Santà Rosa, de Niteroi, abrio
sus puertas con nuevos brios. Los alumnos aumentaron, hasta
alcanzar el numero de treinta, y los Salesianos se dieron el lujo
de inscribir dos novicios y un aspirante a religioso.9
Pero todavia los incidentes callejeros menudearon, hasta que
las fiestas del Carnaval ofrecieron una tragica solucion. Cuenta
el padre Luiz Marcigaglia el episodio que dice haber oido repeti-
das veces de los mismos labios del padre Miguel Borghino.10
Poco antes del antruejo, habia ocurrido en Friburgo un acon-
tecimiento deplorable. Un grupo de estudiantes de la Escuela
Politécnica de Rio gozaban las alegrias de un dia de excursi6n
serrana, cuando parece ser que no se comportaron debidamente
dentro de la Iglesia. Esto les mereci6 una reconvencion del Vi-
cario. Se exaltaron, entonces, los animos, y no solo hubo inter-
cambio de amenazas y denuestos, sino que un estudiante tento
de penetrar montado a caballo en el lugar sagrado.
Pues bien; en el desfile de carrozas del ultimo dia del Car-
naval aparecio una representando el episodio de Friburgo. Y
quiso la casualidad que el disfrazado de Vicario se asemejara
notablemente, en la imagen y en la apostura, al padre Miguel
Borghino. Tanto fue asi, que la gente comenzo a saludarlo:
"jHola, padre Miguel!. ..", y a decide piropos no tan agradables.
Corria el desfile por la rua San José. Cuando la carroza men-
tada tuvo que doblar la esquina de la rua dos Ourives -hoy, Ro-
drigo da Silva-, sus ruedas delanteras tomaron mal el declive

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Luis Lasagna, el obispo misionero
de la calle alta, el carricoche dio una voltereta y volco especta-
cularmente... Sobre la calzada quedo un amasijo de ruedas, ma-
deras, adornos y personajes. Algunos de éstos estaban heridos.
El clérigo fingido yada en un charco de sangre, decapitado por
una rueda.
La supersticion cumplio luego su parte, y se acabaron corno
por encanto los insultos y ataques callejeros.
*
*
Aunque los acontecimientos del Brasi! corrian vertiginosamente,
Lasagna no lograba desprenderse de sus obligaciones uruguayas.
Cuanto mas rumiaba el asunto, mas claro veia las innumerables
razones que imponian la formacion de un nuevo nucleamiento.
Por eso, en carta a don Rua insiste y urge en la necesidad de
darle una compafiera a la Casa de Niteroi. Es indispensable
fondar un colegio en San Pablo. "El padre Tomatis -subraya-
posee todas las condiciones necesarias para ser un excelente
inspector del Uruguay. Eso haria posible mi instalacion defini-
tiva en el Brasi!."
Don Rua elude cualquier otra consideracion, y contesta que
la fundacion de San Pablo la resolvera el padre Cagliero, cuando
viaje a América. "A tantas millas de distancia, es dificil com-
prender", refunfuiiaba Lasagna.11
;'~
Pero las novedades barrian momentaneamente a las preocupa-
ciones. El domingo 5 de febrero se produjo la primera reunion
oficial de exalumnos salesianos uruguayos. Espalter, Ponce, Aro-
cena, Heber Jackson, Arrillaga, Fragueiro. Aguerre, Lenguas y Mi-
gone, habian invitado a todos los compafieros a festejar los pri-
meros siete afios del Colegio Pio a la sombra de su capilla, junto
con su amable Director, y se realizo una reunion inolvidable.
El Observatorio Meteorologico publicaba su primera Memo-
ria. Los borradores llevaban correcciones de pufio y letra de
Lasagna, y el folleto merecera elogios de la Sociedad de Artes y
Ciencias del Uruguay.
El 27 de marzo, monsefior Inocencio Yéregui ordenaba de sa-
cerdote a los diaconos Juan B. Isabella y Ramon Barale.
En el Colegio Pio floredan las Compafiias y el Pequefio Clero.
*
*

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LICEO DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS
DE SAN PABLO (BRASIL)
Primer persona! del Liceo, en 1886: Don Lorenzo Giordano, direc-
tor; Bernardino Monti, prefecto; Luis Zanchetta y Alejandro Fia, pro-
fesores; Juan Bologna y José Moreira, coadjutores.
Edificio y capilla del Sagrado Coraz6n de Jesus en 1886, cuando les
fueran entregados a los Salesianos.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Solo a comienzos de mayo pudo viajar al Bras~l. Arriba el dia
13, en el Équateur.'2 Necesitaba consolar a sus Hermanos, ani-
marlos con su presencia, y enfervorizarlos con su palabra.
Enseguida les predico ejercicios espirituales; dio conferencias
a los cooperadores, y presidio en Niteroi la inauguracion de
cinco talleres: tipografia, encuadernacion, sastreria, zapateria
y carpinteria, que se sumaron a las tres aulas elementales exis-
tentes.
*
El 19 de junio viajo a San Pablo, para asistir a la bendicion de la
nueva iglesia del Sagrado Corazon de Jesus. Pensaba que la fun-
cion se realizaria el dia 20. Pero esa tarde, al llegar, se entero de
que la solemnidad habia sido diferida para el dia 24, tercer ani-
versario de la bendicion de la primera piedra. Se hospedo en la
iglesia del Monasterio de Nuestra Sefiora de la Luz. Visito en-
seguida al Obispo y a los cooperadores. Luego fue a ver las
obras en construccion: iglesia y liceo. Se maravillo del pro-
greso realizado en apenas ocho meses. Estaban terminados el
coro y el presbiterio. Los presidia un estupendo altar, coronado
por una imagen de Cristo que sefialaba su Corazon llameante.
Mas alla creda un majestuoso edificio con espaciosas galerias
y vastos salones, que -explica en carta a don Bosco del 24 de
junio de 1884- "llegan a la altura de la parte nueva del Colegio
de Lanzo, y que en extension equivale tal vez a su mitad". Cuan-
do se le pongan techos y pisos -afiade-, podra contener un cen-
tenar de muchachos.13
Predico a las Hermanas del Monasterio el triduo de san Juan
Bautista.
El 24 se cumplio la solemne ceremonia: bendicion; misa so-
lemne, con asistencia pontificai, y panegirico. Todo con la pre-
sencia de lo mas distinguido del clero paulista, que rodeaba a su
obispo don Lino.14
·k
Desde el dia de su llegada, el Obispo queria donarle ante escri-
bano publico los terrenos y las construcciones, para que comen-
zara enseguida la obra escolar. No pudo aceptarlos. No dis-
ponia aun de la aprobacion de Turin. lgualmente comienza a
barajar proyectos, y en su primera carta pregunta a don Bosco
y a don Rua:
cA nombre de quién deben hacerse las donaciones y. escri-
turas? cA mi nombre, al suyo o al del padre Giordano?

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EL LICEO DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS
303
iNo podria Giordano ser destinado corno superior a San
Pablo, y convertirse, luego, en jefe de la gran Inspectoria
brasilefia?
Es indispensable que el Brasi! sea una Inspectoria
aparte.
Si pudiera hablarle de viva voz, le diria todas las razo-
nes y circunstancias que peroran en favor de la aceptaci6n
de esta casa que tanto quiero.15
*
El 25 volvi6 a Rio. Se entrevisto con el internuncio, fray Roque
Cocchia, O.F.M., arzobispo de Otranto. Repetidas veces converso
con don Macedo Costa, que estaba preparando su viaje a Italia,
y pensaba obtener de don Bosco la aceptacion de su Obra de la
Providencia.
En los primeros dias de julio torno al Uruguay, no sin encar-
gar a Borghino, a quien hallaba muy deprimido, que él tam-
bién escribiera a Turin pidiendo socorros.
Mientras él volvia, don Lino, obispo de San Pablo, enviaba
a sus parrocos una nueva circular. Con fecha 25 de julio les
recomendaba encarecidamente abrieran suscripciones, para con-
cluir la capilla del Sagrado Corazon y el liceo anejo.16
*
*
En el intervalo se produce un acontecimiento considerado en-
tonces muy auspicioso para la Sociedad Salesiana: en el consis-
torio del 13 de noviembre, don Juan Cagliero es preconizado
obispo titular de Magida y provicario apostolico de la Patagonia.
Consagrado obispo el 7 de diciembre, viaja a Sudamérica.
El 12 de marzo de 1885 visita a Montevideo. Llega justo
cuando Lasagna acababa de recibir a Borghino. Éste volvia...,
mas bien, huia del Brasil desanimadisimo: derrotado, mas que
por los problemas, por terribles angustias.17
*
*
*
Tras los festejos y las visitas, Lasagna arreglo con Cagliero la
aceptacion de San Pablo, y envio corno superior al padre Lorenzo
Giordano. Pensaba acompaiiarlo personalmente; pero no fue
posible por el momento.
Éste viajo a Rio el 15 de mayo, con el coadjutor Juan Bologna.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Y el 5 de junio, acompafiado por el padre Borghino, desembarc6
en San Pablo.
Al principio, debi6 instalarse en la Santa Casa, mientras que
sus acompafiantes fueron recibidos en casa del Capellan del Mo-
nasterio de Nuestra Sefiora de la Luz, hasta la terminaci6n de las
obras indispensables del Liceo.18
Cuando se enteraron en Turin de la fundaci6n del Liceo, en-
cargaron al Secretario del Capitulo Superior, don Juan B. Le-
moyne, de enviarle una reprimenda a Lasagna, por haberlo hecho
sin formai licencia del Capitulo. Habian olvidado, seguramente,
que el asunto habia sido puesto en manos de monsefior Cagliero.
Lasagna se defendi6 al instante:
Tengo permiso de quien podia darlo. Y me dio dos sale-
sianos, Cavatorta y Cogliolo, para que Giordano pudiera ir
a San Pablo.
Y aprovecha para repicar:
Loro sono lontani e certe cose non le possono vedere... Es
indispensable que cuanto antes el Brasil sea independiente.
Don Giordano tiene tela de buen inspector... Es necesaria la
independencia, para conservar el espiritu de la Congrega-
ci6n y propagar mejor la gloria del Sefior.
1 ACSS., carta de Lasagna a don Bosco, del 27-V-1884.
'O Apostolo, del 28-XII-1883.
' O Apostolo, del 4-II1-1884.
' O Apos tolo, del 1-II-1884.
5 ACSS., carta del 27-III-1884. (Cf. Bollettino Salesiano, giugno 1884.)
' L. Marcigaglia, Os Salesianos ..., cit., voi. I, pag. 24. Como puede apre-
ciarse, la soluci6n de los conflictos no se debi6 a la interposici6n de la influen-
cia de monsefior Lacerda, segun afirma e! padre Albera (Mons. L. Lasagna...,
cit., pag. 191 ).
7 ACSS., carta del padre Borghino a don Rua, del 29-VII-1884.
8 Varias fueron las persecuciones que asolaron a Ios Salesianos. Primero,
su rivalidad con e! colegio protestante; Iuego, Ias inspecciones oficiales peri6-
dicas, debidas a denuncias mal intencionadas y a Ios ataques del diarucho
O Lucifer; después, se lleg6 hasta la agresi6n persona!: cierta vez, en un tran-
via, le dieron un buen golpe en la cabeza al padre Borghino. (L. Marcigaglia,
Os Salesianos..., cit.; Cr6nicas del Colegio Santa Rosa, de Niter6i.)
' Cf. Cronica de Niter6i y carta del padre Borghino a don Bosco, del
16-XII-1884.
10 L. Marcigaglia, Os Salesianos ..., cit., voi. I, pag. 24.

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EL LICEO DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS
305
11 ACSS., carta a Cagliero, del 10-Vl-1885.
12 Cronica del Colegio Pio; ]ornai do Comércio, Rio de Janeiro, ed. del
14-V-1884.
13 ACSS., carta de Lasagna a don Bosco, del 24-VI-1884.
14 De la revista Santa Cruz (ano XI, setiembre de 1911, fasciculo XII),
trascribimos el acta de la bendicion de la capilla del Sagrado Corazon de Jesus:
"Fazemos saber que attendendo ao que nos representaram o Revmo.
Cònego Antonio Guimaraes Barroso e mais membros da Comissao das obras
da capella do Sagrado Coraçao de Jesus e Lyceu anexo de Comércio, Artes e
Oficios, situados no bairro denominado Campos Elysios, freguezia de Nossa
Senhora da Conceiçao, desta Capitai; declarando eles por sua petiçao que lhes
parecia, senao de rigorosa necessidade, ao menos, de interesse religioso e
manifiesta utilidade pratica o acto da visita e bençao do novo templo, afim
de que se podesse celebrar nele o Santo Sacrificio da Missa e mais actos
do culto divino, visto achar-se ja concluida e decente a respeitiva capella mor:
Nos, visitando pessoalmente hoje, 24 de Junho de 1884, 3? aniversario da bençao
e lançamento da H pedra, essa parte principal e sem duvida a mais importante
do templo em construçao, e achando-a decente e provida de paramentos e
alfaias, mesmo dos que sao necessarios para deposito e guarda do SS. Sacra-
mento, e para os actos do culto de adoraçao que lhe sao devidos; tendo, além
disto, o altar mor decentemente preparado, ja com a respeitiva banqueta, um
pequeno sacrario e o nicho ou oratorio principal, contendo urna devota e linda
imagem do Padroeiro, em vulto grande, procedemos nesse mesmo dia, das
nove para dez horas da manha em dita capella, a bençao propria vel Novae
Ecclesiae, abrindo-a desde logo ao serviço do culto divino, com permissao para
haver nela, emquanto nao fòr determinado o contrario, sacrario para deposito
do SS. Sacramento, em quaesquer occasi6es precisas; una vez que seja possivel
manter-se a necessaria decencia, e ao respeito se observem todas as prescriç6es
canorucas e liturgicas. / Em seguida, teve lugar a missa solene, com assistencia
pontificai nossa, oficiando corno celebrante o Revmo. Cònego da Cathedral
Francisco Jacintho Pereira forge, acolytados pelos Revmos. Gomes Pereira da
Silva e Joao Osorio Marcondes, e orando ao Evangelho o Revmo. Cònego
Arcediago Dr. Francisco de Paula Rodrigues, Vigario Gera! e Provisor do Bis-
pado. / Funcionaram corno assistentes do solio os Revmos. Cònegos da Cathe-
dral, Ezechias Galvao da Fontoura, Secretario do Bispado; Jeronymo Pedroso
de Barros, Antonio Correa Leme e Augusto Cavalheiro e Silva. / Alem destes,
compareceram ao acto mais alguns Revmos. sacerdotes e diversas outras
pessoas em numero nao pequeno ou, quando menos, correspondente às actuaes
acomodaç6es do bello edificio. / Dado e passado nesta cidade de S. Paulo, sob
o sinal e selo de Nossas armas, aos 24 de Junho de 1884, festa da Natividade
de S . Joao Baptista, 3? aniversario da bençao e lançamento da P pedra da
capella do Sagrado Coraçao de Jesus, na mesma cidade. E eu, Cònego Eze-
chias Galvao da Fontoura, Secretario do Bispado, o subscrevi. - t LINO, Bispo
Diocesano."
" ACSS ., carta de Lasagna a don Bosco, que trascribimos a continuacion
integramente:
"W. G. / S. Paolo, nel fausto giorno di S. Giovanni Battista, 24-VI-1884. /
Mio veneratissimo Padre, / Ho passato questo giorno in preda ad emozioni
svariatissime e prima di raccogliermi a riposo, sebbene l'ora sia assai inoltrata,
voglio scriverle queste poche linee per isfogo del mio cuore e per sua conso-
lazione. / :E:. inutile che le dica che in ogni luogo ed in ogni istante mi seguiva
il pensiero delle commoventissime feste che oggi avrebbero luogo in Torino,
nel nostro caro Oratorio, intorno al nostro amatissimo Padre; ed io al tro-
varmi sì lungi, sì solo, mi sentiva alle volte stringere il cuore, e la mestizia
20

31.8 Page 308

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306
Luis Lasagna, el obispo misionero
mi ha predominato in tutto il giorno. In vano mi sforzava di scuotere dall'ani-
mo mio questa melanconia considerando che stando qui per volontà del mio
Padre e per dar gloria a Dio, mi trovava così ben vicino al suo cuore, poichè
mi ritornava sempre più forte e più viva una specie di innocente invidia a'
miei cari Confratelli d'Italia che m'immaginava quest'oggi giubilanti d 'intorno
a Lei. / Io sono giunto a S . Paolo la sera del 19 Giugno per assistere all 'indo-
mani alla solenne benedizione della nuova Chiesa del Sacro Cuore di Gesù,
offerta ai Salesiani. Ma per ragioni impreviste la si dovette differire di pochi
giorni e questa commovente cerimonia fu riservata per quest'oggi, onomastico
di D. Bosco. Vi concorse una gran folla di popolo, ed il zelantissimo Vescovo
circondato dal Capitolo da molti buoni Sacerdoti e dai Chierici del Seminario,
cominciò alle dieci la benedizione della Chiesa, dei sacri vasi e degli arredi
già regalati pel divino culto. Poscia si celebrò solennemente la Sta. Messa,
assistita pontificalmente dal Vescovo, con musica ed orchestra ed uno stu-
pendo discorso recita to dal Rev.mo Canonico Rodrigues, vicario generale della
Diocesi di S. Paolo, uomo di molta dottrina e grande eloquenza. Tutti erano
commossi dal complesso di questa funzione che durò ben quattro ore, termi-
nando alle due pomeridiane. L'attuale edifizio comprende solo il coro ed il
presbiterio della Chiesa progettata, eppure è già sì grande e sì bello che rapisce
e commuove. Ben dipinto, con un magnifico altare, sormontato da una pre-
ziosissima statua di Gesù Cristo in atto d'indicare il suo Divin Cuore tutto in
fiamme, fornito già d 'una vasta ed elegante tribuna pei cantori, offre un insie-
me sì devoto e maestoso che tocca il cuore. / Fuori poi, a un lato della Chiesa
s 'innalza un maestosissimo edifizio con spaziosi porticati e vasta sala che rag-
giunge in altezza la parte nuova del Collegio di Lanzo, e ne equivale forse
la metà in estensione. Ci manca solo il tetto ed i diversi pavimenti che presto
si spera di condurre a termine e poscia potrà ben ricoverarse un centinaio di
poveri giovanetti. / Le confesso che io strabigliai al vedere già così progredite
le costruzioni che appena otto mesi fa si cominciavano dietro mia indicazione
ed incoraggiamento. / Fin di domani l'ottimo Vescovo vorrebbe già farne dona-
zione incondizionata davanti a pubblico notaio, ma con mia grande afflizione
io non potrò ancora accettare finchè non abbia ricevuto la sua esplicita appro-
vazione, che spero non tarderà molto ad arrivare. Vuole che la scrittura di
donazione si faccia al nome mio, di Lei o di D. Giordano Lorenzo? Quest'ultimo
potrebbe forse un giorno essere destinato a Superiore di questa Casa e dive-
nire capo di una nuova lspettoria Salesiana (Brasilera) con grande vantaggio
della Congregazione nostra, della gloria di Dio e della salvezza delle anime.
Il Sacro Cuore di Gesù, a cui è consacrata la nuova Chiesa e la nuova Casa,
saprà ben Lui togliere ogni ostacolo all'attuazione di questo progetto, che deve
ridondare tutto a sua gloria. Io non faccio altro che sporlo umilmente a Lei,
mio amatissimo Superiore, perchè ne faccia quel conto che crede. A mio pare-
re questa Casa è di tanta importanza e di tante speranze che non avrei rimorso
di dedicarvi io stesso tutte le mie forze e tutta la mia vita. / Le limosine
continuano e l'opera va innanzi con vigore. In questa Chiesa pensa il Vescovo
fra poco consacrare tutta la sua diocesi al Sacro Cuore di Gesù e tiene già
pronta una bella pastorale in proposito colla data di quest'oggi. Ben vorrebbe
avere già fin d'ora due Missionari Salesiani per tener vivo il culto di questo
caro Santuario, ma per adesso non è possibile contentarlo. / Ma ben verrà il
giorno in cui non due ma molti Salesiani con una grossa schiera d'innocenti
fanciulli faranno coro intorno al Sacro Cuore di Gesù rinnovando in terra gli
spettacoli del Paradiso! / Oh! se potessi parlargli a viva voce a dirli tutta la
ragione e le circostanze che perorano in favore dell'accettazione di questa casa
che mi sta tanto a cuore! Ma mi rimetto interamente a Lei, che certo ama
assai più di me a Dio e le anime e la Congregazione nostra, e sempre venererò
qualunque cosa ella decida. Se ritorno su questo argomento è perchè mi ci
credo obbligato, essendo stato da Lei stesso incaricato di provvedere come
Ispettore alle Missioni di questo povero Brasile. / Mi perdoni intanto e racco-
mandi al Signore questi buoni Cooperatori Salesiani che tanto sospirano il
nostro arrivo e con tanto zelo e sacrifizi si adoperano per provvederci la Casa

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EL LICEO DEL SAGRADO CORAZ6N DE JESUS
307
ed i mezzi per fare del bene. / Domani stesso lo ritornerò a Nictheroy, di dove
fra otto giorni m'imbarcherò pel Rio della Plata dove sono atteso con ansietà.
Oh! se appena arrivalo vedessi giungere colà l'amatissimo D. Cagliero portatore
de' sospirati aiuti per questa mia povera Ispettoria! Ne prego ogni giorno
Iddio, e con tutto l'affetto ed ardore del mio cuore mi raccomando pure a
Lei in questo suo caro giorno Onomastico, in cui tanti favori concede ai suoi
figli che l'attornano affettuosi. Oggi ho pregato, ho sospirato molto, ho in-
vocato la protezione del Sacro Cuore di Gesù su di Lei, su di me, sopra tutti
i Confratelli e giovanetti nostri e caldamente implorai pure il patrocinio di
S. Giov. Battista, cui ho predicato il panegirico nella Chiesa del Monasterio
della Madonna della Luce, dove sono ospite. / Finisco pregandolo ancora una
volta che si ricordi di me, che tanto lo amo e venero, e che col desiderio di
essere / Suo Ve.mo figlio per Gesù Cristo, / LUIGI LASAGNA."
"Archivo de la Curia Eclesiastica de San Pablo, 1M3, pag. 47.
11 Cronica del Colegio Pio (Villa Colon).
18 Cronica del Colegio Pio.

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>
UAPITIJLO XV

32 Pages 311-320

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Madurez
Y sus sueiios de atleta extraordinar io
van rompiendo en excelsas floraciones,
corno urdimbre genia! de una leyenda...
J. C HIACCHIO BRUNO , S .D .B.:
Flores .. ., cit. , p ag. 130.
LAs EMPRESAS evolucionan corno el hombre. Una Inspectoria sa-
lesiana nace por un decreto, cuando se supone que posee los
organos vitales suficientemente desarrollados para sobrevivir.
Pero se realiza totalmente poco a poco. Madura corno los seres
vivos, hasta adquirir la plenitud. Y cuando la circunstancia lo
pide, no hay que esperar a que envejezca, para que se reproduzca.
Éste puede ser el esquema sobre el que se mueve la accion
organizadora de Lasagna, en todos los afios que le restan de vida.
Las anécdotas -la mera cronica que tienta continuamente al
biografo- son accidentes de una vida consagrada a una empresa
apostolica. Empresa con el ideai de evangelizar al pobre y pro-
moverlo, pero que necesita la estructura funcional adecuada para
conseguirlo.
Ideai y estructura son los blancos que siempre tiene a la
vista, y que se repiten en todas sus preocupaciones y quehaceres.
En concreto, Lasagna quiere llevar la Inspectoria uruguaya a su
madurez, independizar la brasilefia y las Hijas de Maria Auxilia-
dora; logicamente, en funcion de mejor lograr la santidad de sus
Religiosos, y evangelizar a los pobres.
El afio 1886 lo sorprende en piena ebullicion -sempre in
giro, afirma él mismo 1- para consolidar las obras existentes.
Suefia con subvenir a las necesidades materiales y sobrenaturales
que lo arrastran y apremian.
Su actividad se encuadra en solo dos limites: el factor hu-
mano, o sean las necesidades fisicas y espirituales de sus her-
manos salesianos, prioridad uno y supuesto de la empresa, goz-
~ Fotografia auténtica de san Juan Bosco, obtenida en los ultimos
aiios de su vida (1815-88), y guardada en el archivo centra! de
la Sociedad Salesiana en Turin.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
ne sobre el que gira la accion; y en el factor instrumental, la
organizacion eficaz.
Aunque pareciera acuciado por el arrebato, procede con in-
mensa claridad. Se mueve con rapidez, cuando la circunstancia
lo exige. Se arma de infinita paciencia, cuando debe esperar.
Mira el dia en que vive, y avizora el porvenir. Todos sus pro-
yectos -y nunca llevaba menos de diez simultaneamente en la
cabeza, afirmaba el senador Bauza- van planeados tan en pros-
pectiva, que muchos cuajaron después de su muerte. Y otros
fueron lamentablemente abandonados.
;':
;':
Mientras Cagliero predica Ejercicios con Tomatis en Villa Colon,
él trata de poner orden en la situacion legai de las propiedades
inspectoriales, y encarga al doctor Requena de conformar con el
derecho uruguayo los titulos de la Institucion. Luego, se corre
a Buenos Aires, y recibe de Cagliero, apoderado de don Bosco
para toda América, delegacion de poderes para operar en el
Uruguay.2
Penso en aprovechar la oportunidad para dirigirse a Pay-
sandu, donde los Hermanos habian pasado momentos dificiles.
El 28 de marzo el generai Arredando habia invadido el Uru-
guay por el oeste, con el proposito de liquidar al régimen de
Santos, que ya habia entregado el mando a Francisco Vidal, el
1? de marzo. El Gobierno, alertado, destaco al generai Tajes
en su persecuc10n. Éste hizo internar todas las caballadas del
litoral, y alcanzo a los invasores el dia 30, en Quebracho -al
sur de Guaviyu, a doce leguas largas de Paysandu-, y al dia
siguiente lo derroto estrepitosamente.3 Quedaron en el campo
252 muertos y centenares de heridos.
El padre Allavena ofrecio el Colegio corno hospital de sangre,
y organizo una comision para atender a los heridos. Éstos fue-
ron llevados a la ciudad; pero quedaron albergados en locales
de la Sociedad Masonica, hasta que fueron embarcados para
Montevideo.
La alarma en el Colegio no paso de un susto. El unico dafio
sufrido -consignan las cronicas- consistio en una rajadura de
la campana de la torre, que no resistio al entusiasmo de los
soldados victoriosos, que la echaron a vuelo.4
*
*
*

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MADUREZ
311
Tranquilizado Lasagna, difirio su viaje hasta principios de mayo.
Cuando lo hizo, no se retiro de Paysandu sin ordenar la adqui-
sion de un terreno en los fondos de la capilla de San Ramon
-templo que se construia cerca del puerto-, a fin de levantar
una casa para las Hijas de Maria Auxiliadora. Éstas llegarian
el 1~ de junio del afio siguiente:
Aprovecho la oportunidad, para predicar el triduo de la co-
munion pascual, y el 16 de mayo, dia del Patrocinio de San José,
repartio mas de un centenar de comuniones.
Ese mismo dia volvio a Montevideo, y enseguida recibio no-
ticias de Turin. El 31 de mayo quedaba convocado el Cuarto
Capitulo Generai de la Sociedad Salesiana. Debian renovarse
los miembros del Consejo Superior. A su vez, se citaba a los
directores e inspectores, para deliberar sobre un ternario de siete
puntos. Don Bosco deseaba vivamente la presencia de los Su-
periores americanos. Los juzgaba piezas indispensables en los
jaqueles del dialogo sobre las realidades que la Sociedad enca-
raba. Sobre todo, esperaba a monsefior Cagliero, a monsefior
Fagnano, al padre Costamagna, al padre Lasagna y a algun otro.5
Pero en América, las dificultades devoraban a los hombres.
Cagliero preparo concienzudamente un pliego de observaciones,
y encargo a Lasagna de representarlo y explicarlas. Costamag-
na, de mentalidad mas vertical, se limito a protestar obediencia
ciega a todo lo que se resolviera.
Don Bosco se manifesto descontento y afligido por las au-
sencias. Y no era solo por cuestion de sentimientos. Queria
oirlos a todos.
La eleccion de Lasagna obedecia, también, a razones perso-
nales. Todos sabian que dona Teresa, su madre, estaba muy
delicada de salud. Realmente, agonizaba en Montemagno, cuan-
do él se disponia a partir en el N orteamérica.
*
El 15 de agosto estaba en Turin. Llego al Oratorio a las 19.30,
justo durante el acto de la distribucion de premios, que se rea-
lizaba juntamente con la fiesta del cumpleafios de don Bosco.
Éste lo avisto desde el palco de la presidencia, se puso de pie,
corrio a estrecharlo entre sus brazos, y lo sento a su lado. Al
terminar la funcion, le ofrecio las palabras de clausura.6
El verbo vibrante de Lasagna hizo desfilar ante los ojos
agrandados de los alumnos, los suefios de don Bosco, hechos
epopeya misionera en América.

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312
Lt_A-is Lasagna, el obispo misionero
A la mafiana siguiente, cuando se aprestaba a celebrar misa
en la basilica de Maria Auxiliadora, se le acerco don Rua. Ha-
da rato que lo esperaba. Traia un mensaje:
-Debes encomendar en tus oraciones a marna Teresa. Fa-
llecio el 3 de julio, a las cinco de la tarde...
Lasagna quedo petrificado.
"jQué dolor, no volver a verla en esta Tierra!", escribira a
monsefior Cagliero, unos dias mas tarde.7
"No encontré mas a marna; ya la habian sepultado ..." 8
*
*
*
La noticia trastorno los planes de Lasagna. Le quedaban diez
dias para ordenar las instrucciones que debia predicar en San
Benigno a los cinco inspectores y veintinueve directores capi-
tulares. Se preparo meticulosamente. Con todo, aprovecho el
intervalo para realizar propaganda misionera. El dia 17 dict6
una conferencia en Valsalice; el 18, otra en San Benigno; el 19
y el 20 hablo en Niza. El 25 volvio a San Benigno, y el 28
comenzo sus platicas de ejercicios espirituales. "Predico con
fervor misionero y espiritu salesiano", afirma el padre Lazzero.9
Poseia una natural elocuencia, unida a no comunes condi-
ciones didacticas: el hecho evangélico, los fenomenos de la na-
turaleza finamente observados, la apostilla chispeante, todo fluia
sin esfuerzo.
"Su erudicion ascética resulto maravillosa -escribia el pa-
dre Albera.- Tanto mas, si se tenia en cuenta su vida agitada
y activa. 11 10
En los momentos libres, estaba siempre rodeado de sale-
sianos. Sus relatos misioneros encandilaban.
Conferendo repetidas veces con don Bosco. Repasaron con
detenimiento el problema americano; sobre todo, el brasilefio.
Sin embargo, no logro la creacion de la Inspectoria del Bra-
si!. Los Superiores aceptaban los problemas emergentes de dis-
tancia e idiomas; pero, para erigirla, se exigian, por lo menos,
tres Casas regulares. Obtuvo, siquiera, la promesa de enviar
una lnspectora para las Hermanas del Uruguay.
Sor Morano o sor Buzzetti fueron las candidatas entresa-
cadas por don Bosco. "Solo tendran -afirmaba Lasagna, para
animarlas- el trabajo de dirigir, y quitarme a mi el fastidio y
el peligro de trabajar de madre abadesa, corno hace el padre
Costamagna...11 11
*
*
*

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MADUREZ
313
Terminados los Ejercicios, fue a Montemagno, a rendir tributo
de lagrimas sobre la tumba de su madre. Se sintio inmensa-
mente solo. Y se adhirio mas a la Congregacion Salesiana,
corno a su unica familia.
Visito a parientes y amigos. Luego, se ocupo en la solu-
cion de los problemas temporales. Su madre habia dejado al-
gunos bienes. A todo lo que le correspondia, le dio destino:
sirvio de gran ayuda para las obras del Uruguay y del Brasil.
Como restaban algunos inmuebles, penso en organizar en Mon-
temagno un Seminario misionero que nutriera de vocaciones
sacerdotales las Casas de su Inspectoria.
*
*
*
El 2 de setiembre se inauguro el Capitulo Generai, en el Cole-
gio de Valsalice. Comenzo con las elecciones de Superiores.
Corrio la voz de que Lasagna habia obtenido varios votos para
el cargo de catequista general.12
Siguio con especial interés los temas tratados; y tomo de-
bida cuenta, por la situacion de sus Casas, de los puntos refe-
rentes a las parroquias. Ahi se establecio que en adelante la
aceptacion de la cura de almas dependia del beneplacito de la
Santa Sede, y que los cargos de director y de parroco debian
ser ejercidos por personas distintas.
Esta resolucion cumplida inmediatamente, fue origen de
innumerables conflictos jurisdiccionales; sobre todo, en Paysan-
du, durante los afios 88 y 89, y debio ser especificada posterior-
mente con mayor claridad.13
*
*
*
Terminado el Capitulo, y mientras preparaba una expedicion de
salesianos para su Inspectoria, realizo intensa campana en favor
de las Misiones y del espiritu misionero. En pocos meses, re-
corrio las principales ciudades de Italia, y las aldeas mas hu-
mildes.14
lnicio la mision publicamente en la ciudad de Milan. Coo-
peradores y exalumnos del Oratorio de Valdocco mancomuna-
ron sus esfuerzos para reunir el 12 de setiembre, en la iglesia
de Santa Maria de las Gracias, a lo mas granada de la metro-
poli lombarda. Asistio el arzobispo, monsefior Luis Nazari de
Calabiana.
Don Bosco, a pesar de los achaques de la vejez, llego el 11

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Luis Lasagna, el obispo misionero
de setiembre. Durante la sagrada funci6n, ocup6 en el presbi-
terio un sitial junto al trono del Arzobispo.
Después de la misa -acompafiada por la Schola Cantorum
del Oratorio de Turin-, apareci6 en el pulpito el padre Lasag-
na. Comenz6 con un himno de agradecimiento al venerable Ar-
zobispo que veinte afios atras, siendo obispo de Casa!, lo habia
admitido a vestir la librea del santuario 15 Habl6, luego, de la
Obra de Don Bosco, que se expandia por Europa. Se habia
propagado, también, por el Nuevo Continente, con inmenso pro-
vecho de innumerables nifios, de tantos inmigrantes italianos,
y de los salvajes, hijos predilectos de sus suefios.
Segun refiere don Albera, el Corresponsal del Corriere di
Torino afirmaba al dia siguiente que, de haberse ofrecido la
conferencia en un local que no fuera la iglesia, muchas veces
el orador hubiera sido interrumpido por los aplausos.
Sobre todo, cuando culmino su oraci6n con un arrebatador
elogio al Papado:
He recorrido gran parte de Europa y de América, y he po-
dido convencerme de que si nuestra patria se ufana con
las mas variadas industrias, es en esto mismo infinitamente
superada por otras naciones. Si ha medrado su comercio,
esto es poco, en comparaci6n de lo que sé ve en otras co-
marcas. Si admirais los soberbios edificios y magnificos
monumentos que el genio italiano alzo en nuestro suelo,
sabed que tales he visto, también, en naciones extranjeras,
que pueden rivalizar con los nuestros. Si Italia goza de la
primacia en las bellas artes, recordad que los extranjeros
se esfuerzan en igualarlos, si no es que alcanzan a superar-
los. Si nosotros poseemos tantos tesoros en el patrimonio
de las ciencias y de las letras, los paises lejanos también
pueden gloriarse de una rica literatura y de grandes progre-
sos. Pero hay un timbre que no puede ser ostentado por
el orgullo de ninguna otra naci6n; hay un prez que nadie
nos disputa; un flor6n preciadisimo que todos nos envidian,
y es el tener en nuestro suelo al Papa, al Vicario de Jesu-
cristo, al Jefe de la Iglesia universal. Por eso, cuando siento
el pie en tierra extranjera y con orgullo me llamo italiano,
sobre ninguna otra cosa me interrogan, sino sobre el sapien-
tisimo Pontifice que empufi.a el gobernalle de la sola verda-
dera religi6n. Ésta es la prerrogativa que mas interesa al
extranjero, cuando habla de Italia. Y joh, cuan grande me
siento cuando puedo gloriarme de haber visto al Sucesor de
Pedro, de haberle hablado, de haber logrado postrarme a
sus pies; cuando puedo decir: "Es el Papa quien a vos-
otros me envia"; cuando me es dado afi.adir: "i En su nom-

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MADUREZ
315
bre os bendigo!" Ésta es la verdadera loa de Italia, ante
la cual se eclipsan todas las demas!
i Oh, Italia, recuerda que tu mas glorioso blas6n es ser
el centro geografico de la cristiandad, tener en Roma al que
es asiento de la verdad sobre la eterna roca! ...16
*
Extendio luego su gira por Lombardia y el Piamonte, y a fines
de octubre visito a Paris. En cuatro o cinco jornadas realizo
muchas visitas personales, y obtuvo cuantiosa ayuda. Fue en
esta oportunidad cuando en el Oratorio de San Pedro y San
Pablo conocio y conquisto al joven sacerdote Antonio Malan,
que luego lo acompafiaria en las Misiones del Mato Grosso. El
1? de noviembre, ya estaba de vuelta.
El 14 regresaba a Milan. Esta vez repitio su conferencia
en San Marcos. Se dijo que entre los asistentes lo escuchaba
el famoso historiador don César Cantu.
Tanta fue la admiracion que desperto en estas excursiones
apostolicas, que un grupo de sacerdotes diocesanos recolecto
firmas, y se dirigio a don Bosco, para lograr su promocion al
obispado de la diocesis de Casale, que a la sazon estaba vacante.
Ya era tarde. En esos mismos dias, y antes que la campana
tomara mayor empuje, el Papa proveia a la vacancia.
Durante el mismo mes de noviembre, mantuvo entrevistas
con el astronomo Celloria. Viajo con él hasta Moleto, y discu-
tio problemas referentes al Observatorio de Villa Colon.
*
*
*
En el entretanto, don Bosco alcanzaba a reunir veintiséis Misio-
neros y seis Hermanas de Maria Auxiliadora, para ayudar a La-
sagna. La undécima expedicion oficial.
Lasagna habia luchado a brazo partido para lograr este
refuerzo. Tanto, que confesaba a monsefior Cagliero:
... a o.ios de muchos, mis insistencias han parecido indis-
cretas.17
El padre Bonetti era uno de los que mas le regateaban per-
sona!. Para ·divertir su atencion y liberarse de sus insistencias,
le recomendo acudir a la ayuda del padre Costamagna. Lasag-
na replicaba jocosamente:

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Luis Lasagna, el obispo misionerO
-Nunca ese Hermano conjugo conmigo el verbo dar. Pre-
firio siempre quitar, sacar...18
El trajin de tantos viajes y esfuerzos llego a agotarlo, y
hasta debio caer en manos de los médicos.
*
*
Todo estaba listo para el 2 de diciembre, dia fijado para la par-
tida. Empero, antes de dejar a Europa, en el lapso del 4 al
11 de noviembre le cupo la dicha de ir a Roma, junto con algu-
nos de sus compafieros de mision.
En la audiencia que les concedio Leon XIII, informo por
menudo al Pontifice acerca de las obras emprendidas en el Bra-
sil en pro de la juventud y de los inmigrantes; expuso sus gran-
diosos planes con respecto a la evangelizacion de ,los salvajes,
y concluyo afiadiendo que para sufragar a tantas necesidades,
don Bosco habia preparado una falange de hasta treinta y dos
Misioneros.
El Padre Santo comento:
-Anunciadlo, para gloria de la Congregacion Salesiana.
Este hecho me llena el corazon de contento y esperanza. Mu-
cho me prometo del Instituto Salesiano en bien de la Iglesia y
de la sociedad.
*
*
*
Durante la funcion del adios de los Misioneros, don Bosco esta-
ba in cornu epistolae, frente al trono del cardenal Alimonda,
arzobispo de Turin, entre monsefior Emiliano Manacorda, obis-
po de Fossano, y monsefior Basilio Leto, obispo de Samaria.
Después de la acostumbrada lectura, subio al pulpito el
padre Lasagna, y pronuncio un brioso y elocuente discurso.
Como siempre, avasallo y conmovio al auditorio. Luego, los
Misioneros desfilaron uno a uno delante de don Bosco. Reci-
bieron emocionados la bendicion y el abrazo paternos. Final-
mente, se dirigieron a la estacion, y de ahi, a Marsella. El capi-
tan Andras los acogio en el Tibet. El dia 12, desde la casa del
Conde ,de Colle, Lasagna escribio a don Bosco una conmove-
dora despedida.
*
*
*
El Osservatore Cattolico de Milan del 2 de diciembre de aquel
afio 1886, al dar la noticia de la nueva expedicion misionera
salesiana, comenzaba con estas palabras:

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MADUREZ
317
El Instituto Salesiano ha escrito en ei dia de hoy la pagina
mas hermosa de su historia. Una misiém de treinta y dos
personas ha partido para tierras de infieles, y ha realizado
un hecho que desde hace dos siglos no tenia ejemplo en la
Iglesia: el salir de un solo centro un grupo tan numeroso
de misioneros.
*
-.,•r
Se hicieron a la mar el 14 de diciembre por la noche. El golfo
de Ly6n les dio agitada bienvenida. Luego se hizo la calma.
Después de un engafioso compas de espera, los acogi6 el temido
e indomefiable Atlantico.
La noche del 16, a medida que se acercaban a Gibraltar, el
sosiego parecia invadir la mar entera. Pero enseguida recomen-
z6 la danza macabra. A medianoche, el océano· rebullia. De
madrugada asom6 un atisbo de tranquilidad; pero luego... De-
jemos a Lasagna que lo relate:
i Pobres de nosotros! Apenas estabamos al principio de una
de las mas espantosas borrascas. El cielo encapotado y 16-
brego presentaba un cariz pavoroso, uniforme, adondequiera
que volviésemos la espantada vista. El mar, que durante
aquella momentanea calma no habia dejado de bramar con
sordo ruido debajo de nosotros, poco a poco empez6 a en-
cresparse de nuevo al soplo credente de vientos frios que
bajaban furiosamente del norte a flagelar nuestra pobre
nave. Excusado es decir que todos corrimos otra vez a re-
cluirnos en nuestros chiribitiles, resignados a sostener esta
nueva arremetida. i Y en verdad que fue brusca, encarni-
zada, feroz! Soplaba el viento con indecible· furia embis-
tiendo el bajel por la popa, lo alzaba en vilo corno a una
cascara de nuez, y luego sumergia con safia toda la proa en
el seno de las olas por varios segundos , con mortale.s ansias
y congojas de los 1.200 pasajeros del pobre Tibet, que se
creian perdidos sin remedio.
Solo el que tenga practica de los mares podra formarse
una idea de aquellas agonias. La hélice, girando vertigino-
samente en el aire por tanto tiempo y tan a menudo, daba
al navio tan recias sacudidas, que creiamos que todo lo des-
hacia y desbarataba. Ademas, todas las veces que el buque
volvia a caer en el agua, era de flanco, de manera que las
bordas mas altas rasaban las olas, que, saltando por sobre
ellas, se paseaban por encima de nuestras cabezas de la una
a la otra banda con un estruendo indescriptible. i Los te-
rrores, las angustias que pasabamos en nuestros camarotes,
acurrucados en las literas! Teniamos que atarnos con co-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
rreas a los mismos lechos, para no saltar al pavimento entre
las valijas y baules, que rebotaban de la una a la otra parte
arramblando consigo en diabolica danza los cascos y afiicos
de aljofainas, botellas, libros, vasos y cuantos objetos te-
niamos en el camarote.
Mientras gemiamos en tales trances, nos acometio de
repente una oleada tan furiosa, que desencajo de golpe la
puerta que daba al vestibulo del salon y a la sala que lle-
vaba a los camarotes. A buen seguro que no hubo alli nadie
que en aquel momento no sintiera helarsele la sangre. El
agua nos invadia por todas partes, corria por debajo de
nosotros, y arrollaba ropas, maletas y todo cuanto encon-
traba al paso. jAlguien hubo que ni aun tuvo aliento para
pedir socorro!
Fue entonces cuando todos los oficiales y maquinistas,
amedrentados por el arreciar de la tormenta, suplicaron
encarecidamente al Capitan que virase la nave y abrigase
en algun puerto. Pero él creyo absurda esta medida, pues
estabamos ya muy lejos de todo abrigo, y resolvio parar las
maquinas, ofrecer la proa a las oleadas, y contentarse asi
con esquivarlas. En tal situacion flotamos toda la noche
del sa.bado, todo el domingo, la noche siguiente y parte del
lunes, sin dar un paso adelante. Decir los vértigos, las ago-
nias que padecimos, no es empresa para mi pluma...
En el memorando e interminable dia del 23 de diciem-
bre, mientras yacia yo empapado en mi camastro, bien asido
a las correas para no rodar por el camarote, en uno de aque-
llos violentisimos vaivenes de la nave se desprendio de la
pared una larga y pesada Iosa de marmol que cubria los dos
lavabos. Siguiendo el movimiento ondulatorio del buque,
se empinaba ya por la una, ya por la otra de sus extremi-
dades, y vino asi una vez a derribarse con furia sobre mi
pobre almohada; y sin duda me hubiera deshecho, a no ha-
ber yo alzado a tiempo la cabeza y evitado el terrible
go1pe. A un grito que di, acudio un marinero, y a duras
penas se consiguio detener a aquel monstruo de nuevo
cufio, y trincarlo a los travesafios de la cama.
El aposento mas dafiado por el agua, fue el destinado
a las Hermanas. Anegaronse hasta las rodillas. En la noche
del domingo al lunes, no pudiendo ya aguantar aquello, em-
papadas, ateridas, acometidas por los vahidos y el vomito,
se hicieron acompafiar al salon. Alli, acurrucadas sobre un
sofa en un rincon de la sala, estribando con los pies en una
mesa fija para no ser lanzadas por los continuos vaivenes de
la nave, arrimadas y apretadas las unas a las otras corno
nidada de golondrinas, sufrian con el ilesus y Maria! en la
baca las penalidades de aquella noche lugubre y eterna.

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MADUREZ
319
Cuando, recogiendo sus pocas fuerzas, entonaron entre
aquellos horrores el Ave, maris stella, nosotros desde abajo
oimos aquellas notas, aquellos gemidos, corno un eco muy
lejano, que derramaba en nuestra alma desolada una
tristeza inefable, una melancolia dulce, suave corno la es-
peranza del naufrago. Jamas, jamas he sentido todas las
fibras de mi coraz6n estremecidas por una musica mas
tierna; jamas he hallado, ni aun bajo la cupula de Maria
Auxiliadora; jamas, diga, he hallado el canto popular del
Ave, maris stella, tan sublime, tan fascinador, tan poderoso
sobre mi animo corno en aquella memoranda noche. Aquel
Monstra te esse Mdtrem (Muestra que eres mi Madre);
aquel lter para tutum (Sefialanos el derrotero), en aque-
llos tremendos instantes, para nosotros, desfallecidos, tem-
blorosos, casi desesperanzados ya de la vida, llegaba desde
lo alto corno una armonia angélica, corno un gemido indes-
criptible de espiritus celestiales que suplicasen por noso-
tros, pobres infelices, a la Virgen potente, no en balde ape-
llidada Estrella del mar, Auxilio de los cristianos.
El lunes hacia mediodia porfiaba en verdad rabiosa y
encarnizada la borrasca; pero ya iba cediendo y amainan-
do en su furor. La nave, siempre ondulando amenazado-
ramente, cortaba con la proa las oleadas, que, mugiendo,
corrian a lo largo de sus flancos. Muchos de los nuestros,
a costa de supremos esfuerzos, habian salido al aire libre;
y yo, para estar en su compafiia, aunque acometido aun
de v6mitos y vértigos, me hice llevar con ellos al corredar
que mediaba entre el sal6n y la borda de la nave. Arre-
llanados en sillas de brazos, con los pies apoyados en ba-
rras de hierro para no ser zarandeados por las sacudidas
de la nave, mirabamos en silencio, palidos corno cadaveres,
aquellas oleadas que desfilaban a nuestra vista acosandose
incesantemente de proa hacia popa. En los rudos vai-
venes llegabamos a veces a rozar el agua con los pies; em-
pero, sin otro peligro que el de una buena rociada, las cua-
les venian en efecto, de cuando en cuando, a hacer dibujar
una lamentable y patética sonrisa en nuestro sembiante
cadavérico.
Me parece que el demonio tuvo envidia aun de aquella
poca de paz sepulcral; porque, irguiéndose de repente una
ola altisima, de través, azuzada por no sé qué espiritu malé-
fico, inmensa, rugiente, vino en un abrir y cerrar de ojos a
descargar furiosamente sobre nosotros, envolviéndonos a to-
dos juntos corno una enorme serpiente en sus heladas es-
piras, y tentando arrastrarnos consigo a los abismos del mar;
y tal sucediera, de no habernos atajado el alto parapeto, casi
sofocados y mas muertos que vivos. Entonces, nos levan-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
tamos empapados, chorreando por todas partes arroyos de
agua salada, y a tientas buscamos la puerta, para volver,
mas acobardados que nunca, a nuestras yacijas, a esperar el
desenlace de aquella tragedia, que nos tenia pendiendo de
un hilo sobre los abismos insondables...
Ahora bien; debemos publicarlo a los cuatro vientos, en
honor de nuestra buena Madre, la Virgen Auxiliadora: De
tanto padecimiento, de tanta zozobra, de tantos incidentes
peligrosos, no nos qued6 rastro alguno. Al llegar, en la me-
dianoche del lunes, frente a las islas Canarias, el mar abo-
nanz6 por completo, y levantandonos el martes muy tem-
prano, nos hallamos todos reunidos para la santa misa...
Dos veces por dia reunimos a los nifios y nifias para el ca-
tecismo, y los preparamos a la santa comuni6n para la fiesta
de Afio Nuevo.19
El 9 de enero de 1887, don Bosco recibi6 un telegrama.
Le aseguraba que sus Hijos habian llegado felizmente a destino.
Arrivati felicemente ...
Clara que todavia faltaba la cuarentena de la isla de las
Flores. Desembarcaron en Montevideo el 14.
.,.,
Llegar y zambullirse en los problemas, fue todo uno. Lo ates-
tigua en carta a monsefior Cagliero :
Esta pobre Inspectoria, hacia tiempo que no recibia auxi-
lio alguno. Se parecia a un terreno seco, quemado, sedien-
to de lluvia, de rocio... Con el primer chaparr6n no puede
rehacerse y despertar a su pasada lozania.20
Montevideo lo recibi6, ademas, con el fantasma del colera.
Estaban prohibidas las reuniones hasta en los templos. Con
todo, los alumnos comenzaron a venir. También lo esperaban
montafias de cartas.
-A veces, me gira la cabeza corno un trompo... -exclama.
Combina los cambios de persona! con Cagliero y Costamag-
na: Mazzarello va a Buenos Aires; Gamba, director a Las Pie-
dras; Albanella, a Paysandu; Scavini, a Chile...
Y mientras gira la rueda norma! de los acontecimientos,
apuntan algunas novedades. Apenas comenzado el afio, se or-
dena de sacerdote el clérigo Pedro Rota. Estaba todo listo para
que lo apadrinara el presidente Tajes; pero interfiere en los
planes un conflicto: la detenci6n del Parroco del Cord6n, orde-
nada por el Gobierno.

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El conde don Joaquin de Mo-
reira Lima.
Doiia Risoleta Leitao en 1879,
con ocasi6n de su casamiento.
LORENA (BRASIL)
Fachada de la iglesia de San
Benedicto (Benito de Paler-
mo).

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El padre Calcagno, muy delicado de salud, retorna a Italia.
Un famoso inspector gubernamental, Gonzalez Ruano, pro-
duce un informe desagradable sobre el Observatorio Meteoro-
logico. Nace una polémica..., y corno punto final -no hay mal
que por bien no venga-, el Gobierno le otorga un subsidio para
su mantenimiento.
El 30 de agosto se cumple el primer aniversario de la fun-
dacion en Colon de los Circulos de Obreros, obra del padre
Bacigalupo.
El mismo dia, canta su primera misa el padre Zatti, y el
12 de diciembre fallece el padre Juan C. Allavena.
El afio se cierra con las fiestas jubilares de Leon XIII: cin-
cuenta afios de misa del Pontifice.
--i':
En junio visito las Casas del Brasil.21 Recibio ofertas de funda-
cion en Taubaté y en Lorena. Piensa en aceptar esta ultima.
Esta rumiando un plan, segun escribe a don Rua:
[Lorena] se encuentra en el centro, entre tres provincias:
San Pablo, Minas y Rio. La casa -sobre la plaza principal,
con quince hectareas de jardin- dista doscientos metros
de la estaci6n del ferrocarril. Tiene tranvia en la puerta.
La donaci6n seria sin condiciones... cOué le parece? Co-
muniquelo al Capitulo, y resp6ndame. Se llamaria San
Joaquin: tal el nombre del donante, conde de Moreira Lima,
y del pontifice Le6n XIII... Es probable que éste ceda
también la iglesia de San Benedicto, y una casa contigua para
las Hermanas.22
Y vuelve a la carga:
De acuerdo con lo que se me hizo notar, que para erigir una
Inspectoria se necesitaban al menos tres casas..., [le ade-
lanto] que se las puede tener cuando ustedes quieran.
*
*
En los primeros dias de enero del 88 corre a Paysandu. El
director, Domingo Albanello, se encuentra consumido nerviosa-
mente por el exceso de trabajo. Sin titubear, lo envia a la Ar-
gentina, a Tanti, en la provincia de Cordoba, para que tome
bafios y descanse por tres meses.23
*
*
*

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MADUREZ
323
El 6 de febrero del 88, por la tarde, a las 14.40, recibe una terri-
ble noticia: el 31 de enero, don Bosco habia fallecido en el Ora-
torio de Turin. Consternaci6n indescriptible. Funerales en la
catedral. Oficia monsefior Yéregui, y dice la oraci6n funebre
el doctor Ricardo Isasa.
En Niter6i, el 6 de marzo oficia las exequias monsefior
Brito. Monsefior Lacerda, desconsolado, conmueve al audito-
rio en una interminable oraci6n de dos horas y un cuarto, inte-
rrumpida por lagrimas y suspiros propios y ajenos.
En San Pablo se cumplen las honras funebres el 8 de marzo,
en la presencia del Obispo y del Presidente del Estado. La
oraci6n esta a cargo del arcediano, don Francisco de Paula Ro-
drigues.24
·
Lasagna qued6 sobrecogido. Asi escribe el 20 ·de mayo:
Carissimo D. Barberis,
Quanto invidio la vostra sorte! Codesto povero Valsalice
chi l'avrebbe detto che sarebbe divenuto l'ultimo asilo del
nostro caro Papà e l'oggetto dei più teneri sospiri di tutti i
salesiani?
Dì pure a tuoi giovani chierici che centi e centi cuori
visitano ogni ora codesto luogo ed in certe ore di mestizia e
di dolore io vengo in spirito a piangere sulla tomba di D.
Bosco, ed a chiedergli conforto e consiglio nelle ardue im-
prese ...
a tuoi cari giovani che preghino per noi, per me,
e che vivano cogli esempi di D. Bosco sempre dinanzi agli
occhi, poichè la sua tomba dev'essere ben eloquente al cuore
dei figli.
loro che diventino degni Missionari. loro che
l'America è immensa, che il Brasile è vastissimo..., che l'abo-
lita schiavitù dei corpi non trae seco la liberazione delle
anime, che gemono in centene... Dì loro che li amo e li bene-
dico, e tu ricorda l'amico ed il fratello,.
D. LASAGNA.
--.·:
*
A mediados del afio vuelve al Brasil. Visita a Nifer6i. En Lo-
rena firma la escrìtura de donaci6n que el conde Joaquin de
Moreira Lima otorga a los Salesianos.25
En San Pablo.puede leer en los ·diarios el .resumen .en diez
columnas de una conferencia que conmovi6 al Brasil, y que
tenia especiales resonancias para sus obsesionantes suefios mi-
sioneros. Guardo cuidadosamente los recortes de la versi6n
periodistica del 19 de julio.26

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Dos dias antes, en la Sociedad Geografica de Rio y ante la
Princesa Regente, el explorador aleman Carlos van der Steinem
describio sus experiencias en tierras de los indios xingues.
Acompafiado por los doctores Ehrenreich y Vogel, visito el
Mato Grosso y la Colonia Teresa Cristina, y estudio a los indios
coroados. Ante tan calificado auditorio, refiriendo la opinion
del corone! Mello Rego, presidente del Estado, afirmaba:
Él, corno yo, opina que sera muy prudente confiar la direc-
ci6n [de las colonias indigenas] a los Padres, que en su
organizaci6n de catequesis nunca fueron superados por
nadie ...
Venia esto a reforzar moralmente las amables presiones del
Obispo de Cuiaba.
*
*
··k
El dia antes, 16 de julio, otorgaba testamento de todos los bie-
nes que poseia en el Brasil -Niteroi, San Pablo, Lorena...- , y
nombraba herederos universales conjuntamente e in s6lidum
a monsefior Juan Cagliero y a los padres Santiago Costamagna
y Pedro Rota.
Refrendaban su voluntad el notario Elias Oliveira Machado
y cinco testigos.27
*
Mientras tanto, en Montevideo florecia una idea largamente aca-
riciada : un colegio en la ciudad capital.
En los dias del Cuarto Capitulo Generai, don Bosco recibia
carta de monsefior Inocencio M. Yéregui. Solicitaba la funda-
cion de una escuela de artes y oficios en Las Piedras. Don
Bosco contesto enseguida, por sugestion de Lasagna:
Pensamos en una escuela de ese tipo, pero en Montevideo.
Abrigamos la ilusi6n de que los Jackson nos ayuden...
Y el l'? de setiembre del 86, el propio don Bosco se dirigia
a don Juan Jackson:
[Pienso que] usted es el instrumento designado_por la di-
vina providencia para ayudarme a implantar en Montevideo
un hospicio salesiano para niiios pobres, con una iglesia
dedicada al Divino Coraz6n.28
Por otra parte, el parroco de Nuestra Sefiora del Carmen
del Cordon, don Pio Cayetano Stella -afios mas tarde, obispo

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MADUREZ
325
de Amizon 29- , venia pidiendo a Lasagna la fundacion de un
colegio en su parroquia. Con este fin, encargo a las senoras de
la Asociacion de Damas del Sagrado Corazon la eleccion de un
lugar apto para sus deseos. Un buen dia, la presidenta, dona
Dolor.es Martinez de Martinez, y la secretaria, Natividad Ague-
rre, le comunicaron el hallazgo: el senor Mayo A. Estévez tenia
la casa y el solar indicados, en el numero 486 -hoy, 1769- de
la calle Mercedes, entre Gaboto y Yaro. Stella alquilo el lugar
por ciento veinte pesos mensuales, y cerro trato con Lasagna.
El 15 de enero de 1889, el joven José M. Aguerre acompano
hasta el nuevo colegio al padre José Gamba y al clérigo Pablo
Peruzzo. Los fundadores venian desde Colon. Estaba la casa
abierta de par en par, y no habia un alma en las inmediaciones.
Los cuartos eran paupérrimos ...
Al mediodia los visito el superior de los Capuchinos, fray
Emilio de Strevi, y les llevo un poco de comida. Luego, empe-
zaron a venir los amigos. Hizo punta la cooperadora Ida Mi-
gone. Mas tarde, se completo el persona! salesiano con el padre
Damaso Moreyra, el clérigo Bernardino Villaamil y el coadjutor
Juan Demaestris.30
La visita al Brasil correspondiente al 89 -volvio el 3 de octu-
bre- no tendria mayor repercusion, si no fuera por la creacion
de las Lecturas Cat6licas, que con la ayuda de monsenor Lacer-
da comenzaron a publicarse en la imprenta de Niteroi. En ene-
ro del 90 aparece el primer numero.
El Liceo de San Pablo, todavia se regodeaba de la visita
del conde de Eu, que tanto habia significado para el prestigio
del establecimiento.31
Pero en Montevideo lo esperaba un disgusto. En noviem-
bre, los diarios montevideanos comenzaron a publicar calum-
nias e injurias de plazuela en contra del Colegio y de las Her-
manas de Canelones. La campana epilogo con un cobarde aten-
tado, que relata el propio Lasagna:
En el coraz6n de la noche del 10 al 11 de noviembre de 1889,
penetraron algunos incendiarios en el huerto de las Herma-
nas, saltando la cerca; luego, introduciendo liquidos infla-
mables debajo del piso de madera de la capilla y por los
tragaluces y ventiladores, prendieron el fuego cabalmente
por la parte del altar mayor, todo engalanado para el mes
de Maria. Noviembre es para nosotros el mes de las flores .
Presto se levantaron las llamas y envolvieron el altar, tam-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
bién de madera, y las mesitas que alli junto estaban con
los ornamentos sagrados, y todo se quemo y redujo a pave-
sas. Las cortinas, las alfombras, los cuadros, las puertas,
todo fue destruido.
Entre tanto, un guardia civil reparo en el incendio, y
dio el grito de alarma. Corrieron del vecino café algunos
jugadores; la campana toco a rebato; agolpose la gente en
el lugar del siniestro, y se comenzo a echar agua. Un sa-
cerdote se arrojo en medio de las llamas y salvo el sagrado
copon con el Sacramento, y después de no ligeros esfuer-
zos, se logro dominar el incendio. Eran las dos a. m.
Las pobres Hermanas, cuando escucharon los primeros
golpes en las puertas, creyeron que serian ladrones, y tem-
blando de miedo se encerraron en sus aposentos; mas cuan-
do el gentio invadio los patios y corredores, y oyeron a las
claras los gritos de ifuego, fuego! salieron azoradas y tem-
blorosas. Acudio el buen Parroco a consolarlas, y muchas
personas caritativas se disputaron el honor de ofrecerles
el seguro de su propia casa, oferta que rehusaron agra-
decidas.
A la mafiana siguiente, avisado por telegrama, corri al
teatro del incendio, y harto me costo conservar mi calma
y serenidad. Vi el desastre, estremecioseme el corazon con-
siderando el peligro corrido, el delito perpetrado; mas disi-
mulé, animé a las Hermanas y alumnas, y comenzamos a
preparar una capilla provisional, adonde trasporté el Santi-
simo Sacramento.
La misma Virgen se digno infundirnos valor con un
hecho maravilloso. Todo lo que habia en la capilla, o fue
incendiado, o dafiado gravemente: todo quedo ennegrecido,
chamuscado. Los cuadros del Via crucis, carbonizados; la
efigie de la Virgen del Carmen, un cuadro de San José,
otro del .Angel Custodio, abrasados, ennegrecidos, deformes.
Solo una litografia de la Virgen Auxiliadora, colgada en la
pared, precisamente donde mas arreciaron las llamaradas,
quedo ilesa. Es decir, quemose el marco, hizose trizas el
vidrio con el calor; pero la imagencita quedo alli intacta,
respetada por el fuego y el humo, bella, sonriente, corno si
dijese con aquel aire de paraiso: "Aqui estoy Yo: no
temais".
Cuando el Parroco y la Superiora me acompafiaron a la
capilla convertida en un antro, y en medio de aquella escena
de desolacion vi aquella especie de aparicion radiosa, senti
un estremecimiento de conmocion y se me saltaron las la-
grimas. i Oh, qué buena es la Virgen Santa! i Cuan buena
es con sus hijos!
*

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MADUREZ
327
Al afio siguiente, se produjo otra esperada fundacion. Esta vez,
en el Brasil.
Cuando el Correio Paulistano anunciaba en el N<:> 9.555, del
10 de julio de 1888, que en Lorena babia sido escriturada la
donacion del conde de Moreira Lima a los Padres Salesianos,
y subrayaba: "El doctor Luis Lasagna cuenta que en diez me-
ses el colegio comenzara a funcionar con treinta buérfanos";
nadie pensaba que los diez meses se convertirian en dos afios.
Unos tres kilometros mas abajo del puente que los bandei-
rantes usaban para cruzar el Parahyba -mas o menos, a medio
camino entre San Pablo y Rio, para ir a Minas Gerais por la
Mantiqueira-, fue fundada en 1705 la poblacion de Porto Velbo
de Nossa Senbora da Piedade de Guaypacaré. El capitan gene-
ra! de San Pablo, Bernardo José de Lorena -luego, conde de
Sarzedas y virrey de India-, la convirtio en villa, que fue lla-
mada de Lorena el 14 de noviembre de 1788. Desde entonces,
Lorena dio al Brasil bi jos ilustres, corno Pedro Viaute; José Vi-
cente y Arnolfo Azevedo; los Castro y los Moreira Lima. Pero
el mayor bienbecbor de la villa -becba ciudad el 24 de abril
de 1856, por ley N<:> 21- fue el conde Joaquin Moreira Lima,
que dedico su fortuna a las obras de misericordia.32
El Conde, apoyado por el obispo don Lino, insistio por va-
rios afios, y al fin logro que los Salesianos, capitaneados por el
padre Peretto, fueran a trabajar en la ciudad.
El 5 de enero del 90, corno preludio de la fundacion , el
padre Giordano, con la banda y sesenta y ocbo cantores del
Liceo paulista, solemnizaron la babilitacion de la iglesia matriz,
también obra de Moreira Lima. El padre Rota vino desde Ni-
teroi, para acompafiarlos en el organo.
Con el Colegio de San Joaquin, los Salesianos se bicieron
cargo de la iglesia contigua de San Benedicto, cedida perpetua-
mente por el Obispo.
Al principio, el Colegio funciono en el cbalé donado por el
Conde. Pero aun antes de la inauguracion, los Salesianos ad-
quirieron un gran terreno con casa, que pertenecia al mayor
Evora.
El establecimiento se abrio definitivamente el 3 de marzo de
1890. Y el primer alumno inserito fue José Joaquin Sant'Anna;
posteriormente, salesiano y sacerdote de larga trayectoria.
Con alguna anticipacion se publico el programa de admi-
sion, en el que se bacia bincapié en el caracter de asistencia
y promocion socia! del establecimiento.33

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Formaron el primer persona! el padre Sebastian Gastaldi
y los clérigos José Dell'Acqua y Evasio Rivera.
Dofia Risoletta, esposa del Conde, se constituyo de hecho
en madre de los Salesianos.
*
Los acontecimientos del 90 se iniciaron con el fallecimiento de
monsefior Inocencio M. Yéregui, el l '? de febrero, y se cierran
con la asuncion al obispado de monsefior Mariano Soler.
El tramite de la sucesion, no solo fue largo, sino también
laborioso. Gran parte del éxito le correspondio al padre La-
sagna, que trabajo fina y denodadamente para lograr el nom-
bramiento de su gran amigo y destacado obispo, el doctor Ma-
riano Soler.
Para el Capitulo Generai del 89, Lasagna envio a Turin el
padre Domingo Albanello, inteligente, pero agotado director de
Paysandu. La designacion perseguia dos finalidades: el descan-
so de Albanello, y la experiencia de éste sobre algunos puntos
del ternario. Precisamente, en Paysandu habian hecho crisis
resoluciones del anterior Capitulo.
Albanello, antes de partir -y a pesar de las quejas de Con-
ciencia Libre, periodicucho sanducero que se imprimia en los
talleres del diario Paysandu, que gritaba: "Hay que atajar a
los jesuitas que se disfrazan con el nombre de salesianos"--,
habia dejado casi listo el nuevo Oratorio de San Ramon. Su
sucesor, padre Damaso Moreira, lo puso en marcha en los pri-
meros meses del 90, y abrio las puertas del nuevo Colegio Don
Bosco.34
Pero la mayor preocupac10n de Lasagna era la sistematizacion
del Brasil salesiano, y al fin logro una visita de monsefior Ca-
gliero.
Casi cuarenta dias abarco la gira de Cagliero y de Lasagna
por el Brasi!.
Llegaron a Rio el 28 de julio. Del Équateur trasbordaron
a una barcaza, donde los esperaban doscientos alumnos de Ni-
teroi; los directores salesianos del Brasil: Giordano, Peretto y
Rota, y los principales cooperadores: Morrissy, Antonio Bene-
vides, Saladino de Aguiar y otros.
Pasan cuatro dias en Niteroi. El l '? van a Lorena, y el 3 de
agosto ya estan en San Pablo. Aqui la recepcion fue triunfal.

34 Pages 331-340

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34.1 Page 331

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El padre Carlos
P er etto (1860-
1923 ), en la época
en que fue direc-
tor de L o r e n a
(1895) y al fin de
su vida. Fue ins-
pector del Brasil
de 1896 a 1908.
PRIMEROS TIEMPOS DE LORENA
Vista panoramica del
Colegio de San Joa-
quin, junto a la igle-
sia de San Bene-
dicto.

34.2 Page 332

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330
Luis Lasagna, el obispo misionero
Su visita coincide con la reunion de los Obispos brasilefios,
que preparan el sinodo para el proximo afio. De ahi que a
una de las recepciones asistieran varios Obispos, presididos por
don Antonio Macedo Costa.
Visito a Ipiranga, invitado por don José Vicente Azevedo,
y a ltu, donde devolvio atenciones a los Padres de la Compafiia.
El 13, el flamante taller de carpinteria, con capacidad para
1.400 personas, fue utilizado corno teatro. Once obispos los
acompafiaron en el grandioso acto académico. Se festejaba el
cuarto aniversario de la fundacion del Liceo.
Partio el 16; pontifico en Lorena; inspecciono en San Juan
del Rey la donacion que ofrecia el ministro Alvin, y el 19 retor-
naba a Niteroi.
Terminados los festejos, Monsefior ordeno dos sacerdotes:
Dionisio Giudice y Pedro Cogliolo, y dio ordenes menores a
José Griffa.
El 5 de setiembre partian para Montevideo en el Europa.35
Resultados: inyeccion de optimismo y alegria en todos los
Hermanos salesianos. Aprobacion de los proyectos de Lasagna
de llevar las Hijas de Maria Auxiliadora al Brasi!, y de instalar
una casa de formacion en Lorena, a pesar de los deseos y el
disgusto del padre Giordano. Era la unica manera de asegurar
una formacion adecuada. (Giordano, a veces, no les daba la
satana a sus aspirantes, para que Lasagna no pensara que tenia
mas personal.)
Cambio del horario italiano por el brasilefio. En San Pa-
blo y en Lorena se mantenia el horario locai: almuerzo, a las
diez, y cena, a las dieciocho; pero en Niteroi, desde la instala-
cion de los talleres, se habia vuelta al horario extranjero: al-
muerzo, a las doce, y cena, a las veinte, por razones -se decia-
de organizacion y produccion.
La polémica llego a Cagliero y a Lasagna. Este ultimo soli-
cito la opinion del médico del establecimiento, y con ella dieta-
mino que se adoptara el horario brasilefio.
Cagliero no estimo oportuna, todavia, la ereccion de una
lnspectoria locai: se necesitaban mas Casas y mas Religiosos.
Mientras Lasagna sigue pensando en la mayoria de edad
de las Casas del Brasi! -ya paladea un indicio de ofrecimiento
del Obispo de San Pablo para regentar el santuario de Apare-
cida, y prepara la primera expedicion de Hijas de Maria Auxi-
liadora-, redondea la Inspectoria uruguaya, con la fundacion
de Mercedes.36

34.3 Page 333

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MADUREZ
331
Al este de Soriano, entre cuchillas, cerca de donde el rio Negro
echa sus aguas en el Uruguay, y -en el decir del padre Mon-
tero y Brown- "bien arrimadita a las rocas de la costa, alegra
la vista con sus edificios de ladrillo y azoteas la ciudad de
Mercedes, fulgurante de naranjales vestidos de azahar, y de
granados tachonados de flores encarnadas".37
Discuten los historiadores acerca de si su nacimiento co-
rresponde a la fecha en que se fund6 la primera capilla ( 1789),
o si ocurri6 unos afios mas tarde, en 1791.
Pues, alli en Mercedes el padre Faustino Arrospide, don Mi-
guel Perea y don Antonio Gonzalez Roca, habian fundado un
colegio que funcionaba en el Club Cat6lico. Era una necesidad
apostolica. Lo dirigia don Gabriel Torres y L6pez. También
habian logrado para las nifias la presencia de las Hermanas del
Huerto ... Pero un buen dia, el colegio de varones no pudo seguir
adelante.
El padre Faustino y el doctor Perea tomaron repetidas veces
el camino de Montevideo. Monsefior Soler, al fin, los dirigi6
al padre Lasagna. Encajaba muy bien en sus planes una etapa
a medio camino de Paysandu. Pero no disponia de persona!.
Al fin, estall6 en una de sus genialidades:
-Doctor, no tengo una persona disponible. Todos estan
ocupadisimos. Salvo que... Ha llegado de Paysandu, en viaje
hacia Italia, el padre J uan Pedro Rodriguez. Como es el primer
sacerdote salesiano americano, don Rua le ha dado permiso para
visitar la cuna de nuestra Congregaci6n. Si usted lo disuade
de ir, ya tenemos director...
Y el doctor Perea tuvo eficacia de palabra.
El 15 de febrero de 1890 llegaba a Mercedes el padre Lasagna,
con los padres Rodriguez y Juan Ferrando, .el clérigo Petronilo
Pérez y dos seglares.
Ayudaron a celebrar las funciones de la Semana Santa, y el
15 de marzo abrieron el suspirado Colegio de San Miguel, en
una vieja casona que, a pesar de sus achaques, funcion6 eficaz-
mente por muchos afios.
-!:
Mientras las negociaciones mercedinas progresaban, empez6 a
cuajar otro de sus suefios: la Escuela de Artes y Oficios de
Montevideo. Ahora dispone en la ciudad de un gran ladero: el
padre José Gamba, que desde clérigo habia sido el limosnero
de la Congregaci6n.

34.4 Page 334

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332
Luis Lasagna, el obispo misionero
El 17 de enero de 1891 adquiere de la Compafiia de Crédito
y Obras Publicas, por 28.937 pesos, una manzana de terreno si-
tuada en los suburbios de la Estanzuela, entre las calles Cane-
lones, Maldonado, Malabrigo y Municipio. Alli han de nacer los
Talleres Don Bosco.38
El predo era un poco abultado. Trascurrian los momentos
de la euforia economica del gobierno de Julio Herrera y Obes.
Lasagna, vencido por la impaciencia, solicito un préstamo, y
compro. Y la nivelacion del terreno comenzo inmediatamente.
La Congregacion de Sefioras pro Instruccion Catequistica de
la parroquia del Cordon, mes por mes, ayudo a amortizar la deu-
da de la Escuela de Artes y Oficios de la Estanzuela.
Pero al poco tiempo, vino la crisis. Los precios cayeron verti-
calmente. Y entonces, tuvo que aguantar a los sabios post fac-
tum que criticaban la adquisicion.
El siguio adelante con sus planes.
En 1891 se festejaba el primer cincuentenario del nacimiento de
la Obra Salesiana. No perdio la oportunidad de recordarlo. En
el Colegio Pio quedo un indeleble recuerdo: un monumento a
Maria Auxiliadora erguido sobre una columna que nace del inte-
rior de una fuente. El plano es de Azzarini, y lo bendijo mon-
sefior Isasa, auxiliar de Montevideo. En el acto hablo por los
nifios el que fuera luego doctor José Espalter.
;'-:
Trascurridas las fiestas centenarias de san Luis Gonzaga, ce-
lebradas en el Seminario con los Padres de la Compafiia -lo que
significaba una especie de reconciliacion, después del distancia-
miento habido con el padre Morell, ahora trasladado a Chile-,
corrio de nuevo al Brasi!.
Acababa de perder alla un amigo incondicional : don Pedro
Maria de Lacerda habia fallecido el 12 de noviembre de 1890.
Visito cuidadosamente las Casas, y se dedico con empefio a
preparar la proxima llegada de las Hijas de Maria Auxiliadora.
Éstas partieron de Montevideo el 14 de marzo del 92. El
9 de abril, sor Juana Narizano, directora; sor Justina Gros, sor
Diletta Maldarin y sor Matilde Bouvier, se instalaron en Lorena,
en la casa donada por Moreira Lima. Otro grupo paso al Colegio
del Carmen de Guaratingueta, y el 24 de abril abrio un Oratorio
en Pindamonhangaba .39

34.5 Page 335

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MADUREZ
333
De pasada, Lasagna sostiene otra controversia con el padre
Giordano: éste quiere a toda costa imponer la fundaci6n del No-
viciado en San Pablo.
,,
.,.,
Las Casas crecen. Florecen las vocaciones. En Las Piedras se
regocijan con doce tomas de habito. Los aspirantes llegan a die-
ciseis. En Lorena profesan cuatro.
Las clases de teologia se organizan con bastante regularidad;
tanto, que ya se habla de estudiantado teologico. Aunque real-
mente y corno tal no funcionara sino en 1905.
Hasta se permite el lujo la lnspectoria uruguaya de enviar
Misioneros a la Patagonia: Borghino, Isabella, Beraldi...40
1 ACSS., carta a don Peretto, del 29-Xl-1886.
' Cr6nica del Colegio Pio, de Villa Colon; ACSS., carta a don Rua, del
17-11-1886; Arch. Insp. San José: Poderes de Lasagna.
3 E . Acevedo, Anales..., cit., tomo IV, pag. 272.
4 ACSS., carta a don Rua, del 6-IV-1886; Cronica del Colegio de Nuestra
Sefiorç1 del Rosario, de Paysandu.
5 Memorie biografiche, voi. XVIII, pag. 174.
6 Memorie biografiche, voi. XVIII, pag. 732; Carta de don Bosco a Juan
Jackson, del l-IX-1886; ACSS., carta a Cagliero, del 26-VIII-1886.
7 ACSS., carta a Cagliero, del 26-VIII-1886.
Vicaria de Montemagno, Atti di morte, N~ 49 ( a. 1886): Teresa Bianco.
8 ACSS., carta a don Peretto, del l-X-1886.
9 ACSS., carta de don Lazzero a monsefior Cagliero, del 2-VIII-1886.
10 P. Albera, Mons. L. Lasagna..., cit., pag. 212.
11 ACSS., carta a don Bonetti, del 4-Xl-1886.
12 ACSS., de Turin. En las actas del Capitulo que pude compulsar por
amabilidad de don Lupo, solo· existe la lista de los elegidos definitivamente,
sin el computo de votos obtenidos por ellos o por los otros candidatos.
Cf. Memorias del padre Horne (inéditas), en el Arch. Insp. San José,
Montevideo.
· 13 Cronica del Colegio de Nuestra Seiiora del Carmen, de Paysandu, y
otras.
14 ACSS., cartas a don Peretto.
15 Véase capitulo I de esta obra, nota 6.
16 P. Albera, Mon s. L. Lasagna..., cit., pag. 217.
17 ACSS., carta a don Cagliero, del 30-111-1887.

34.6 Page 336

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334
Luis Lasagna, el obispo misionero
18 ACSS., carta a don Bonetti, del 4-Xl-1886.
1• La traduccion de esta carta del padre Lasagna se debe a la pluma del
padre José M. Vidal, traductor de las Memorias biogrdficas escritas por don
Pablo Albera.
20 ACSS ., carta a monsefior Cagliero, del 30-111-1887.
21 Cronica del Colegio Pio, de Villa Colon.
22 ACSS., carta de Lasagna a don Rua, del 6-IX-1887.
23 Cronica de Nuestra Sefiora del Rosario, de Paysandu.
24 Bollettino Salesiano, giugno 1888; Correio Paulistano, diario de San
Pablo, N? 9.442, del 3-111-1888; Cronica del Colegio de Santa Rosa , de Niteroi.
25 Correio Paulistano, ed. del 10-VIl-1888.
26 Comércio, de San Pablo, N? 200, del 19-VIl-1888.
27 Archivo Inspectorial Salesiano de San Pablo. Actuaron corno testigos
Joaquim d 'Oliveira Braz, Numa Ferreira do Valle, Luiz Sampaio Moreira, Joao
Ferreira d'Oliveira Gama y Porfirio Abdagen Figueira de Aguiar. Este testa-
mento fue abierto en casa del juez Urbano Marcondes de Moura, en Lorena,
el 20 de enero de 1896.
28 Memorie biografiche, vol. XVIII, pag. 732.
29 El 24 de febrero de 1894.
30 Arch. Insp. San José, Montevideo; J. M. Vidal, Vida del padre J. Gamba,
cit.; Memorias del padre Horne, cit.
El padre Albera (Mons. L. Lasagna, cit., pag. 235) ubica erroneamente en
este afio de 1889 el comienzo de los Talleres Don Bosco, fundados en 1893,
corno veremos.
31 ACSS., cartas a don Rua, del 21-IX y del 14-Xl-1889.
Correio Paulistano, de San Pablo, ed. del 27-111-1889. (El Conde de Eu
"percorreu todo o edificio, elogiando o serviço, que achou perfeitamente orga-
nisado ... ")
32 Gama Rodrigues, O Conde de Moreira Lima, vol. II, pag. 185 (Publicaçoe$
do Istituto Genealogico Brasileiro, Biblioteca Genealogica Brasileira, Sào Pau-
lo, 1942); José Galhanone, Lorena e o doutor Arnolfo Azevedo, pag. 28 (Sii.o
Paulo, 1938). Cf. Santa Cruz, afio 1912, fase. IV, pag. 148.
33 Archivo Salesiano de Lorena.
El i de febrero de 1895, el padre Peretto pide un subsidio al Gobierno.
Argumenta que tiene dieciocho pensionistas pagos (cuota modica), treinta y
seis gratis, y dos becados, y afiade las listas.
34 Cronica de Nuestra Sefiora del Carmen, de Paysandu; Cronica del Cole-
gio Pio, de Villa Colon; Bollettino Salesiano, novembre 1890.
35 Bollettino Salesiano, dicembre 1890 y gennaio 1891; R. A. Entraigas,
El ap6stol..., cit., pag. 356; ACSS., carta a don Rua, del 3-VIIl-1890.
" Segun consta en la correspondencia de Lasagna, don Lino ofrecio la
regencia de Aparecida a los Salesianos, no bien llegaron a Lorena. La cosa
tomo forma en 1893; pero sobrevino el desgraciado incidente del pontificai en
Campinas. Con todo, el 28 de noviembre de 1893 don Lino libera al santuario
de la jurisdiccion parroquial, y lo declara santuario episcopal. Alli murio él.

34.7 Page 337

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MADUREZ
335
Mientras tanto, son expulsados por Bismarck los Redentoristas de Ba-
viera. El Obispo de San Pablo los llama. Llegan al Brasi! el 21 de octubre
del 94, y el 27, a San Pablo, donde son recibidos con fiesta por los Salesianos.
El 28 se hacen cargo provisionalmente de Aparecida.
(Archivo de la Curia de San Pablo, 2-4-5: Decreto registrado en el fo-
lio 63 del tercer libro de Despachos; Cronica de los Padres Redentoristas, de
Aparecida.)
37 R . Montero y Brown, Del terruno - Homenaje al Cole gio de San Miguel
en el XXV ano de su fundaci6n (1892-1917) (Tali. Buena Prensa, Montevideo,
1918); Memorias del padre Horne, cit.
38 Arch. Insp. San José, Montevideo: Titulos de propiedad.
J. M. Vidal, Vida del padre J. Gamba, cit.; Memorias del padre Horne, cit.
Ya observé la cronologia de don Albera.
39 Cronica de las Hermanas de Guaratingueta.
40 Memorias del padre Horne, cit.

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()11.P> ITULO X V I

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El episcopado
Venne tra suoi; ma l'alta profezia
il sapiente Leon oggi compia...
G. B . FRANCESIA, S .D.B. :
Omaggio al novello V escovo
salesiano, p ag. 16 (Torino,
1893) .
EL 13 DE AGOSTO DE 1892, Lasagna pisaba nuevamente playas eu-
ropeas. Ya el 19 de marzo, don Rua habia convocado el Sexto
Capitulo General de la Sociedad Salesiana. Y enseguida, por
medio de una carta persona!, encarecia a Lasagna su asistencia,
y le recomendaba hacerse acompafiar por algun director de su
Inspectoria.1
El afio 1892 habia sido fecundo. Pero él se sentia fisicamen-
te vencido. Habia pasado en cama parte del mes de mayo. No
podia ni escribir. Un reumatismo articular dolorosisimo no
le permitia descansar. Sentia terribles dolores en las piernas,
en la espalda, en las costillas y en la cabeza, y no faltaban las
dificultades renales de siempre.2
Mientras las nuevas fundaciones de Mercedes y de Guaratin-
gueta desabotonaban corno flores, la primera expedicion de Hi-
jas de Maria Auxiliadora se aclimataba en el Brasil.3
Pero lo agobiaban deudas. Y no solo las de las Casas nuevas.
Habia hecho crisi.s el llamado caso Forzano. Era éste un viejo
sacerdote que habia ingresado en la Congregacion, y le habia
trasferido todos sus bienes. Al poco tiempo, quiso salir. Y no
solo reclamo la devolucion de aquéllos, sino que exigio los inte-
reses presuntamente devengados.
Lasagna converso con sus asesores legales y con el Obispo,
y enseguida se manifesto dispuesto a devolver todo lo que For-
zano reclamaba. Pero el dinero habia sido gastado, y no habia
disponibilidades en caja. Forzano no queria atender a razones,
ni aceptaba plazos.
- Es la fotografia mas conocida de monsefior Luis Lasagna. Fue
obtenida en Italia, en los dias de su consagraci6n episcopal.
22

34.10 Page 340

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338
Luis Lasagna, el obispo misionero
El asunto se meneo bastante, hasta que llegaron a un acuer-
do: Lasagna pagaria todo en cuotas convenidas. También los
intereses que exigia Forzano, aunque los abogados los creyeran
excesivos. El sefior Buxareo se hizo cargo de los primeros
servicios.4
Por otra parte, las fundaciones de Mercedes y de Guaratin-
gueta lo privaron de los dos candidatos elegidos para acompa-
fiarlo a Italia: los padres Peretto y Rodriguez. Con este ultimo
era imposible contar, después de la redente apertura del Co-
legio de San Miguel. Peretto, a pesar de las insistencias de
Lasagna, solo pudo desprenderse de Lorena y sus satélites cuan-
do ya era tarde para participar en el Capitulo Generai. Real-
mente, lo decidio a partir el fallecimiento de su padre.5
*
El 13 de junio embarco en el Norteamérica, con destino al Bra-
si!. Lo acompafiaban la visitadora de las Hijas de Maria Au-
xiliadora, sor Emilia Borgna, y cuatro novicias. Vio rapida-
mente todas las Casas. Examino las fundaciones de las Hijas
de Maria Auxiliadora: Lorena y Guaratingueta. Estudio las
propuestas de Vicente Gori para San Pablo. Y el 9 de julio re-
gistro alli mismo, ante el escribano Esteban Leon Bourot, la es-
critura de donacion que el padre Joao Filippo le hacia del lns-
tituto del Carmen, en Guaratingueta.
El 17 de julio termino de predicar Ejercicios a las Hijas
de Maria Auxiliadora, y bendijo los primeros habitos que se
imponian en el Brasi!.
Ese mismo dia volvio a Rio, y el 25 retomo el camino de
Europa, adonde arribo el 13 de agosto.6
·-:~
. ,.,
Tres dias después, el 16 se inauguraba en Niza el Capitulo Ge-
nerai de las Hijas de Maria Auxiliadora, y el 29 comenzaba en
Turin el de los Salesianos.
La presencia de monsefior Cagliero dio a América un por-
tavoz de inestimable categoria. Su palabra resulto definitiva,
no solo con respecto a los problemas misionales, sino también
en los muchos temas de capitai importancia que se trataron has-
ta el 7 de setiembre.7
Contemporaneamente, se festejaba en todo el mundo el
cuarto centenario del descubrimiento de América. Monsefior

35 Pages 341-350

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35.1 Page 341

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EL EPISCOPADO
339
Cagliero' se habia hecho acompafi.ar por el padre Beauvoir y
varios indigenas de la Patagonia y la Tierra del Fuego, que par-
ticiparon en la exposicion- conmemorativa de Génova.
Los indios, con ayuda del padre Beauvoir, explicaban la .or-
ganizacion de las Misiones, y vivian alli mismo, en un bosquecillo,
corno en su tierra. Recibieron importantes visitas; entre ellas,
las de los Reyes de Italia.
Uno de los indios, Daniel Alacaluf, fue bautizado en la ba-
silica de Maria Auxiliadora, el 6 de diciembre.
El 20 de setiembre, Lasagna predico una tanda de ejercicios
espirituales para las Hijas de Maria Auxiliadora, y del 4 al 8
de octubre, junto con Cagliero, asistio al Congreso Catolico de
Génova. Se hospedaron en Sampierdarena, y trabajaron incan-
sablemente. Cagliero discurseo en la ultima sesion plenaria.8
La oportunidad de cumplirse el 19 de febrero de 1893 el jubileo
episcopal del papa Leon XIII, hizo que Cagliero se dirigiera a
Roma, no solo con el proposito de dar cuenta de su mision, sino
con el de agasajar a Su Sa:ntidad con la voz auténtica de las
Misiones . Y alla se fue el dia 14 con la exotica comitiva que
trajera.
El 22 de octubre mantuvo una entrevista privada de tres
cuartos de hora con el Papa. Y el 15 de noviembre fue recibido
en audiencia con los Misioneros y los indigenas. Leon XIII oyo
complacido un discursito de un indio patagonico, llamado San-
tiago Melipal.9
Mientras tanto, Lasagna realizaba una gira para recolectar
fondos, conseguir persona! misionero y resolver algunos proble-
mas particulares.
Durante el mes de noviembre, visito a Montemagno, el dia 2;
y luego, recorrio las ciudades de Penango, Turin y Milan.
El dia 12 estuvo en el Observatorio de Brera. Siguio después
por Padua, Ferrara y Mogliano Véneto.
A fin de mes dicto en Bolonia una conferencia, que merecio
intenso eco periodistico.
Confesaba, luego, que hizo todo con escaso éxito financiero,
sin conseguir persona!, y con deterioro de su salud. La hinchazon
de las piernas lo obligo a consultar médicos.10
A mediados de diciembre llego a Roma.
*
*
*

35.2 Page 342

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340
Luis Lasagna, el obispo misionero
No podemos precisar si fue durante el Capitulo Generai o después;
pero en esos dias el padre Rua con Cagliero y Lasagna elaboraron
un proyecto para mejor evangelizar a los indigenas del Brasi!.
Tampoco sabemos la paternidad exacta de las iniciativas adop-
tadas.11
Lo cierto es que el jueves 15 de diciembre, monsefior Ca-
gliero y el padre Lasagna, por orden de don Rua, entrevistaron
al secretario de Estado, cardenal Rampolla.12 Los recibio con
notoria benevolencia, se mostro perfectamente interiorizado de
la Obra Salesiana, y enseguida les comunico que habia enviado
a don Rua un pedido realizado por el C6nsul paraguayo de Mon-
tevideo. Fue entonces cuando Cagliero le expuso el proyecto que
traian entre manos. Multiples invitaciones y pedidos obligaban
a los Salesianos a encarar seriamente la evangelizaci6n de los
indigenas del oeste brasilefio. No se podia precisar, todavia,
cmii seria el lugar mas adecuado para establecer la base de ope-
raciones. Pero lo mas eficaz, segun ellos, era comenzar por
consagrar obispo a un salesiano, con la obligaci6n de organizar
las Misiones. Ademas de los motivos apostolicos, aparecian no-
tables conveniencias de orden civil y humano.
Rampolla se mostro completamente de acuerdo. Y no so-
lamente apoy6 la idea, sino que la hizo suya.
-Es bueno, es util, es necesario -recalc6- no perder tiem-
po. La ocasi6n es propicia para extender el reino de Cristo y
la salvaci6n de las almas.
Cuando Lasagna trat6 de reforzar los argumentos, Rampolla
lo interrumpi6:
-No son ustedes los que deben perorar esta causa. Soy
yo el que debo dirigirme a ustedes, y sostenerlos en todo lo que
pueda para una obra tan santa. Diganle a don Rua que me
envie inmediatamente, y por escrito, una exposici6n de sus planes.
Monsefior Cagliero qued6 encargado de redactar el borrador
de la carta que don Rua debia remitir a Rampolla.
Lasagna escribi6 enseguida al Superior:
Don Cagliero stenderà l'esposizione detta suggerimenti, e la
manderà a lei da firmare e correggere ove lo credesse bene
in Domino, e sarà bene che affrettiamo un po' la cosa, affin-
chè non avvia a ritardare soverchio il mio ritorno alla
Missione.
Se le cose potessero essere pronte per S. Francesco di
Sales, che bell'occasione d'incoronare il nostro Santo Pa-
trono, la memoria dell'amato Don Bosco e la Congregazione
nostra!

35.3 Page 343

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EL EPISCOPADO
341
Don Rua se expide con rapidez. El 22 refrenda y envia a
Rampolla los suggerimenti de Cagliero. Y por la respuesta
afirmativa del Cardenal -la numero 10.731- podemos colegir
que en ellos van incluidos la propuesta de Lasagna para el epis-
copado, su curriculum vitae y su historia.13
*
*
;',:
El domingo 18 de diciembre asiste a la misa privada del Papa, y
logra conversar un momento con Su Santidad. El Padre Santo
bendijo afectuosamente sus trabajos y sus proyectos sobre el
Brasil.
-Come fatte ad extendervi tanto, ad abbracciare tanto?
-pregunt6 Le6n XIII.-·Oh, tutti vi vogliono, tutti vi aspettano!...
Don Bosco è un santo; è lui che prega in Cielo per voi, e vi ottiene
tanto aiuto e protezione di Dio.
Esa misma tarde visito al vicario de Roma, cardenal Lucio
Maria Parocchi, y en medio de la conversaci6n desliz6 un proyecto
que le rondaba por la cabeza acerca de la Palestina. Parocchi,
vivamente interesado, lo oblig6 a conversar con Rampolla. Éste
lo recibi6 enseguida. Lasagna expuso su idea con sencillez. La
tomamos de una carta suya a don Rua :
Da pena contemplar el triste estado de Palestina. Rusos,
griegos y coptos se extienden. Los cat6licos retroceden.
c:Por qué no se tienta algun esfuerzo para mejorar alli la
condici6n de los cat6licos?
Millones de italianos emigraron a América. El Gobier-
no trasporta colonos a Massaua, en tierras de Abisinia... c:Por
qué el Papa no promueve una colonizaci6n de la Palestina,
que parece tierra mas fértil? ... Seria necesario que Propagan-
da ensanchara un poco sus miras, y renunciase a ciertos
derechos y exigencias que no estdn en armonia con las nece-
sidades de hoy.
Seria necesario que el Papa tuviese a la mano un pe-
quefio Lavigerie, que con la palabra y los escritos anunciase
una cruzada de nuevo cufio: la conquista economica de las
tierras palestinas. Ésta, debidamente parcelada y con las
casas respectivas, se entregaria a familias cat6licas. Nues-
tros tiroleses, vénetos y lombardos -que, acuciados por el
hambre, huyen a América- irian de rodillas a la tierra de
Cristo ...
Y al pequefio Lavigerie el Papa lo tiene, lo conoce y lo
ama. Es monsefior Soler, obispo de Montevideo, que no
queria aceptar el obispado, para hacerse fraile franciscano
en Tierra Santa...

35.4 Page 344

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342
Luis Lasagna, el obispo misionero
Y después de extenderse en un extraordinario elogio de Soler,
concluye:
En diez afios haria una gloriosa revoluci6n en Palestina.
Rampolla también se sintio interesado, y le rogo enviara el
proyecto escrito, y por medio de monsefior Cagliero.14
Su elevacion al episcopado estaba resuelta. Mientras corre el
proceso ordinario para la eleccion, visita las ciudades de Ancona,
Loreto, Florencia y Milan. Después vuelve a Turin.
Don Rua paso todo el mes de enero en Roma. Varios asuntos
importantes lo retenian. Dos de ellos, vinculados con las Misio-
nes: el caso Vivaldi, referente a là Patagonia, y el obispado de
Lasagna, superior salesiano, hecho obispo in partibus, para que
organizara una Mision indigena.
Don César Cagliero afirma que el Papa uso con don Rua
particulares amabilidades. "Nunca he visto al Padre Santo
-afirmaba- tan carifioso, tan bueno y tan afable." 15
*
El padre Luis Lasagna, preconizado obispo de Oea, en la pro-
vincia Tripolitana,16 fuè consagrado en la iglesia romana del
Sagrado Corazon de Castro Pretorio, en el monte Esquilino, el
domingo 17 de marzo, a las ocho de la mafiana.
(Acababan de celebrarse en el mismo escenario -los dias
7, 8 y 9- las fiestas salesianas del jubileo de Leon XIII.)
Actuo de obispo consagrante el cardenal vicario de Roma, y
protector de la Sociedad Salesiana, Lucio Maria Parocchi. Lo
asistian el secretario de la Congregacion de Indulgencias y Sa-
gradas Reliquias, monsefior Alejandro Grossi, que justamente
dejaba vacante el titulo tripolitano, para ser elevado al arzobis-
pado de Nicopolis, y monsefior Juan Cagliero. Presidia la con-
currencia don Miguel Rua, y entre el publico habia peregrimos
a las ceremonias del Afio Santo provenientes del Uruguay, el
Brasil y el Paraguay. La funcion duro, aproximadamente, dos
horas. En la sacristia, don Rua se esforzo por besarle el anillo;
pero el nuevo Obìspo no se lo permitio, mientras lo estrechaba
fuertemente entre sus brazos.17
El nombramiento de Lasagna, "misionero de los Salesianos
en el Brasil", fue cohonestado en el Consistorio publico del 15

35.5 Page 345

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EL EPISCOPADO
343
de junio del 93, y rompio con muchas de las normas en vigencia.
Pareda de acuerdo con su aspiracion de "ensanchar las miras y
renunciar a derechos y exigencias que no armonizan con las ne-
cesidades hodiernas".18
En su escudo de armas, el salesiano, campea un dinamico y
evangélico lema, anagrama de su apellido: Sal agnis (Sai para
los corderos).
Ese mismo dia, acompafiado por monsefior Cagliero, el padre
Rua y nueve salesianos, cumplimento al Padre Santo. Entre
otras cosas, le obsequiaron un cuadro panoramico del Asilo
del Sacro Cuore, cuyos veinte afios de existencia estaban por con-
memorarse.
Leon XIII, en un momento de la audiencia, encaro al nuevo
Obispo.
-Eres todavia joven -le dijo-, lleno de vida y actividad.
Por eso, te hemos elegido. El apostolado que te esta confiado,
exige actividad..., y espero que, ademas del bien individuai, tu
accion sirva de ejemplo a otros para trabajar en la viii.a del Sefior.
El dia concluyo en un gran acto académico en la casa sale-
siana.19
Luego, siguieron los festejos locales. Monsefior David Ric-
cardi, arzobispo de Turin; don Emiliano Manacorda, obispo de
Fossano; monsefior Agustin Richelmi, con sus felicitaciones, le
cursaron afectuosa invitacion para que los visitara.
Entre los homenajes que se le tributaron, sobresalen los de
Borgo San Martino y los de su pueblo natal, Montemagno ... Cu-
mulos de nostalgias, entre explosiones de jubilo.
En Borgo se emociono ante la pagina de un registro esco-
lastico que contenia su nombre:
En Montemagno contemplo la parroquia, los prados, la casa
nativa, el patio hogarefio... Sus paisanos lo recibieron corno a un
rey. El alcalde Rinetti y el parroco Tomas Camara presidieron
el agasajo. Pontifico en la mariana del dia de la Asuncion. Por
la tarde hubo derroche de iluminacion y fuegos artificiales.
El domingo de Ramos visito la casa paterna, en medio de
una multitud de admiradores que lo acompafiaron.
El obispo de Casal, monsefior Pablo Maria Barone, le envio
un telegrama carifioso, y el Capitulo Superior de los Salesianos
se hizo representar permanentemente por don José Lazzero.20

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344
Luis Lasagna, el obispo misionero
El 28 arriba a Turin.21 En ese momento, dispone de un secreta-
rio estable. Don Rua, al pasar por Milan el dia 17, confi6 el
cargo al padre Juan Balzola. Éste lo esperaba en Porta Nuova,
y se puso a sus 6rdenes.
Desde esa fecha, nos regala una cronica diaria pormenorizada.
Lo reciben el arzobispo, monsefior David Riccardi; don Rua,
los Superiores y los alumnos en formaci6n, con banda, aplausos
y cantos. Cumple obligaciones protocolares:
El mismo dia se acerca a San Benigno. El 29 visita al Ar-
zobispo. El 30, Jueves Santo, va a Fossano.
El 31 se llega al Noviciado de Foglizzo, y el 1~ de abril, Sa-
bado Santo, recibe el gran homenaje salesiano del Oratorio de
Turin. Himnos, discursos dialogos, afectos ...
Aloysi Lasagna,
asceterium ingredere,
Tripolitanorum pontifex,
qui puer, sacrorum
alumnus ibi olim immorari,
sacerdos nuper
ventitare conseveras...
Es la clasica dedicatoria, nacida de la pluma amiga de don
Francisco Cerruti.
Sigue el tradicional himno Andiamo, compagni..., cuya !etra
don Juan B. Lemoyne ha remozado para la festividad:
S'imperlin le rive
del rio de la Plata,
frondeggin le palme
sui lidi, sui colli...
Oh Luigi, procedi
il labaro estolli...,
e il vinto di Satana
suoi lacci spezzò...
Sigui6, luego, la poética Canzone de don Juan B. Francesia:
Canzon, vi andrai soletta,
quella croce a baciar sì luminosa;
non dubitar dell'umile tua vista;
t'accoglierà con festa...
Ei che la spiaggia americana aspetta,
con voce rispettosa
che l'affetto e l'onor di tutti attesta.
Gli dirai che l'amiam, ma d'amor tanto,
più che non dice l'amoroso canto...
Y culmino la emoci6n credente en las estrofas de un sencillo,
pero tocante dialoguito del mismo Francesia: Dos nifios -Luis
y Octavio- comentaban el episodio de la cadena, famoso por
aquellos dias.22 El hecho, hoy dramatizado, ocurri6 asi:
Cuando el padre Lasagna estaba por embarcarse para Amé-

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EL EPISCOPADO
345
rica en 1886, don Bosco, mientras obsequiaba con medallas de
recuerdo a todos sus Hijos, a él le entrego una cajita con esta
dedicatoria. A D. Lasagna. Éste se la echo al bolsillo, sin tiempo
para mirarla. Ya en el barco, se acordo de ella, y la abrio. Ha-
bia una gruesa y larga, cadena de oro. Le extrafio el regalo; pero
no supo corno interpretarlo. Lo guardo, simplemente, corno
recuerdo.
En 1888, al morir don Bosco, Lasagna encomendo a un sa-
cerdote la mision de recoger todos los objetos que habian perte-
necido en vida al Fundador. Entre otros, reaparecieron la ca-
dena y la cajita. Pero el colector reviso detenidamente los ob-
jetos, y debajo del algodon que hada de acolchado, descubrio
una esquela firmada por un cooperador salesiano, don Pietro
Rota, de Chiari. Tenia al frente una dedicatoria, que <leda:
"Por gracia recibida de Maria Auxiliadora"; y atras: "Para el
segundo Obispo salesiano".
Lasagna, al principio, quedo perplejo. Luego, solo atino a
reirse. Ahora, le temblaban las lagrimas en los ojos.
.·:
-;':
;':
Antes de partir, quiso saludar y bendecir a una antigua peniten-
ta, sobrina del conocido teologo Giacomo Margotti, y Religiosa
en un monasterio cercano. Le habia escrito unos renglones, por
los que le manifestaba deseos de verlo.
Lasagna se dirigio al monasterio. Al llegar a la puerta, en-
cuentra a la Superiora hecha una lagrima. Pocos momentos an-
tes, habia fallecido la Religiosa a quien iba a visitar.
'
''
*
En todos esos dias, desplego extenuante actividad. Un perio-
dista penso obtener de él una nota excelente, y comenzo a bus-
carlo. Al principio, lo creyo empresa facil; pero cuando vio lo
que costaba seguirlo, exclamo:
-jDios mio! jEsto es el movimiento perpetuo!. ..
Al fin la persecucion tuvo éxito, y la entrevista valio el
esfuerzo.
*
*
El 2 de abril, domingo de Pascua, pontifico en el santuario de
Maria Auxiliadora. Y a la tarde, presidio la funcion de despe-
dida de un nuevo grupo de Misioneros. Predico, y partio con

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346
Luis Lasagna, el obispo misionero
ellos. El dia 3 se detuvo en Sampierdarena. Después del al-
muerzo, se hizo acompafiar por el inspector, don Tamietti, para
visitar al Obispo de Génova, y a la tarde se embarco en el
Victoria.
El 5 recalo en Barcelona. Lo esperaba don Felipe Rinaldi,
que lo llevo hasta Sarria. Ahi celebro misa el dia 6, y a la tarde
se reembarco. Después, veinte dias de travesia y Montevideo.
Mientras tanto, el padre Gamba le estaba preparando una gran
sorpresa. El terreno de la Estanzuela -manzana solitaria y
descampada del suburbio montevideano, adquirida el 17 de ene-
ro del 91- esperaba ansiosamente a los Salesianos. Gamba
consulto al Obispo y al padre Cipriano, vicario de Lasagna; y,
de comun acuerdo, decidieron levantar urgentemente el Colegio
de Artes y Oficios de Montevideo, suefio que no se habia con-
cretado ni en San Vicente, ni en Paysandu.
Cipriano, por si acaso, escribio a don Rua, y éste aprobo el
proyecto el 17 de noviembre. Ya el 23 de octubre, monsefior
Mariano Soler habia dado la seiial de partida, en una conferen-
cia a los cooperadores salesianos en la iglesia del Cordon.
-Se llamaran Talleres Don Bosco -exclam6, y los bau-
tizo para siempre.
Un buen dia, el padre Gamba se fue con los cantorcitos del
Sagrado Corazon hasta la Estanzuela. Canto una alabanza, y
puso el ladrillo fundamental. Eran tan pobres, que no tenian
para mas.
El padre Hernan Horne, testigo presencial de los hechos,
los describe asi :
Se levant6 en el centro de la manzana un sal6n capilla de
unos 20 x 8, de ladrillos, techo de azotea, sin revoque y
tirantes a la vista. Luego, formando angulo, varias piezas:
cuatro celdas de 3 x 3, dos salas de 6 x 6 para comedor y
talleres de sastreria y zapateria, un sal6n de 15 x 6 para
dormitorio, una mala cocinita y... pare de contar.
Licencias, sui generis... Detras de la sacristia: una para
la comunidad [ de un lado] y [ del otro] cuatro para los
nifi.os.
Fueron sus animosos fundadores el padre Gamba, el
padre Santiago Giovannini y el ac6lito Antonio Lacabanne.
Comenzaron con 15 o 20 alumnos. Y amueblaron la casa
con desechos y regalos de los cooperadores...

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Don
Joao Filippo,
vicario de
Liara tingueta.
Don Joaquin Arcoverde de Al-
buquerque Cavalcanti, obispo
de Argos y coadjutor de San
Pablo (1892-94 ), obispo de San
Pablo (1894-97), arzobispo de
Rio de Janeiro, y desde el 11
de· diciembre de 1905, primer
cardenal sudamericano
PROTAGONISTAS
DEL COMIENZO BRASILENO
Don Lino Deodato
Rodrigues de Car-
valho, obispo de San
Pablo ( 1873-94 ).
PINDAMONHANGABA : Don Joao Filippo,
el padre Lasagna y don Francisco Reale, el
26 de agosto de 1892.

35.10 Page 350

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348
Luis Lasagna, el obispo misionero
El 2 de febrero de 1893 se inauguraron solemnemente los
Talleres Don Bosco.23
En abril, una bandita de musica instrumental, un poco
desafinada, ya defendia su titulo decorosamente, con un reper-
torio de tres piezas.
*
*
*
También en el Colegio Pio estaban de novedades. El padre
Cipriano hizo preparar dos cuartos dignos del Obispo. Pero no
fue tan feliz corno el padre Gamba. Para dejar todo ordenado,
mando incinerar la correspondencia privada de Lasagna, que
éste guardaba sin clasificar desde la fundacion del estableci-
miento.24
;':
*
El domingo 23 de abril, el Victoria avisto a Montevideo. La co-
mision de homenaje, que presidia don Luis Pedro Lenguas, y to-
dos los directores salesianos, gozaron del privilegio de saludarlo
a bordo. La Comandancia de Marina del Gobierno uruguayo les
habia cedido el remolcador Lavalleja para abordarlo. Y comen-
zaron los festejos.25
Realmente, la idea del padre Gamba sorprende a Lasagna, y
lo encanta.
Al llegar a los talleres, Gamba se cuadra militarmente, y le
dice al Superior:
-Monsefior, usted clini si me he ganado una cruz de caba-
llero o la destitucion.
-Una gran condecoracion, padre Gamba... iEso es lo que
usted merece! 26
*
*
*
El estallido de fiestas y alegrias se multiplico doquiera. Todo
el afio 1893 reviste esa caracteristica.
Lasagna mantiene su ritmo de trabajo y visitas apostolicas;
pero todas comienzan o terminan con algun homenaje.
Del 24 al 29 visita la Casa de Maria Auxiliadora, el Sagrado
Corazon, al Obispo, a los Padres Capuchinos, a las Hermanas del
Huerto y a las autoridades nacionales. Y al mismo tiempo,
recibe un cortejo interminable de visitas de toda categoria.
El 30 viaja a Colon. Los Salesianos tiran la casa por la
ventana. Desde la estacion ferroviaria, peregrinan en manifes-
taci6n grandiosa hasta el Colegio Pio.

36 Pages 351-360

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36.1 Page 351

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EL EPISCOPADO
349
Misa solemne, alocucion, y un asado con cuero para quinien-
tas personas. Todo, amenizado por una banda del ejército.
*
*
*
La fiesta no le impide realizar la visita canonica a las Casas de
la lnspectoria uruguaya; y asi, el 7 de mayo se instala en Las
Piedr as.
El 30 de mayo vuelve a Montevideo, visita al Consul para-
guayo, y se embarca para Paysandu.
El 31 conoce la estancia y capilla de Hughes, predica y con-
firma.
El 10 de junio se llega a Buenos Aires. Celebra en la Boca,
y esa tarde visita al Arzobispo y el Colegio Pio IX.
El 13 va a La Plata, para ver la nueva iglesia en construc-
cion, y el 16 retorna a Montevideo.
*
El 6 de julio, a pesar de las malas noticias de la revolucion fede-
ralista de Rio Grande, se embarca para el Brasi! en el trasatlan-
tico La Plata. Lo acompafi.an Rota, Gastaldi, Balzola, el coad-
jutor Delpiano y ocho Hermanas.
El 9 penetran en la ya familiar bahia de Guanabara. Todos
los Superiores del Brasi! -Peretta, Giordano, Zanchetta...- ,
alumnos y cooperadores de Niteroi, estan en una barcaza espe-
randolo para el trasbordo. En el ferry caben quinientas personas.
A las once se produce el encuentro. Retumban banda, bom-
bas y cohetes, aplausos y gritos. Después de los saludos, se en-
tona un himno.
Llegados a Niteroi a las 12.30, se trasladan en seis tranvias
hasta Santa Rosa. Tedéum, sermon, saludos y fiestas. Luego,
todos se concentran en el salon - teatro.
Agostinho dos Reis, profesor de la Escuela Politécnica de
Rio, le da la bienvenida en fogoso discurso.27
A las seis de la tarde, yantar. Cien personas rodean la mesa
del Obispo. A su derecha, Guillermo Morrissy y el padre Bento
Alves Pereira; a la izquierda, el canonigo Américo, parroco de
Curitiba, y el doctor José Peixoto Fontoura. Al frente, el corone!
Castro R. Terra. Very jovial meat, anota Morrissy en su cronica.
A los postres, discursos de Américo, de Morrissy, de dos
Reis, de Manuel do Spiritu Santo, del hijo del Baron de Pinto
Lima y de Monsefi.or.

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350
Luis Lasagna, el obispo misionero
El 10 visita al nuncio, monsefior Gotti. Éste -junto con su
secretario, monsefior Guidi- lo lleva en su carroza basta Casca-
dinba, donde trabajan unos 3.000 italianos.
El 16 adelantan la fiesta de san Luis. Cuentan con el mas
famoso orador del momento, monsefior Luis Raimundo Silva
Brito.
El 17 reza una misa por la finada esposa de Morrissy, dofia
Julia Keating. Ayuda don Guillermo.
El 19 preside la asamblea de la Conferencia Vicentina en
Lapa.
El 23, la gran demostraci6n oficial. A las 10.30 arriban seis
tranvias repletos de gente. Monsefior sale a la puerta para re-
cibirlos. Entre ellos, saluda al doctor Badar6, ministro del Bra-
sii en el Vaticano. La comisi6n que preside Guillermo Morrissy,
lo obsequia con un bermoso pectoral confeccionado en el mis-
mo Rfo.28
Y asi, entre recepciones y bomenajes, prosigue su misi6n.
Visita las ciudades de Guaratingueta, Pindamonbangaba, Lorena
y San Pablo.
De intento, y no por tentaci6n de cronista, vamos a anotar
todos sus movimientos. Sus ultimos afios de vida clan vértigo.
Y esta inquietud no se debe a sus naturales tendencias, sino a una
vocaci6n de servicio cuyas fronteras territoriales él queria limitar,
para bacerla mas efectiva. Pero sus Superiores no lograban
comprender.
El 28 de agosto cump!imenta a don Lino, que lo recibe afec-
tuosamente. Igual cortesia cumple con el obispo auxiliar, don
Joaquin Arcoverde. Y ambos le delegan cuantas fo_cultades
necesite.
Pero, en medio de este trajin, algo le bormiguea en la piel :
su misi6n civilizadora de indigenas. Por eso, el 6 de setiembre
viaja a Botucatu. Los padres Zancbetta y Fia ya babian misio-
nado por zonas cercanas.
El cura parroco locai, don Pascual Ferrari, nativo de Carrara,
esta preparando un colegio. Los informes de que dispone La-
sagna, le aseguran que los indios no estaban lejanos.
Pero en Botucatu -a pesar de las atenciones de los italianos
residentes, que basta lo nombraron presidente bonorario de la
Sociedad de Socorros Mutuos- sufri6 una decepci6n: no era
ése el lugar para base de operaciones.29
Por descarte, vuelve a pensar en Cuiaba. Ya el 18 de agosto
babia escrito a monsefior d'Amour que aceptaba la regencia de la
iglesia de San Gonzalo, en la capitai del Mato Grosso.

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EL EPISCOPADO
351
Vuelve el dia 9 a San Pablo, y el 15 visita a Campinas. El
canonigo Juan Bautista Correa Nery lo habia invitado, en pre-
sencia del Obispo coadjutor y de tres sacerdotes salesianos, a
pontificar en su parroquia. La recepcion fue apoteotica.
El 17 pontifica con trono en la matriz.
El 18 visita la ciudad de Araras.
El 19 retorna a San Pablo; y antes de partir para Guaratin-
gueta, saluda nuevamente a monsefior Arcoverde.
A su partida, los diarios paulistas publican las cronicas de
las fiestas de Campinas.30
El 16 de octubre -cuando vuelve de un paseo de todo el dia con
los nifios de Guaratingueta, que oyeron misa en Aparecida-, La-
sagna recibe una noticia que lo anonada: el Obispo de San Pablo
le prohibe confirmar en los limites de su diocesis.
Continua igualmente las visitas. El 26 va a Pindamonhan-
gaba, y el 30 emprende viaje hacia Minas, Barra de Piray, JÙiz
de Fora y Rodrigo Silva.
Luego, sigue a caballo hacia Cachoeira do Campo.
Los dias 4 y 5 de noviembre examina los terrenos que le
ofrecen para una escuela agricola.
Vuelve a Rodrigo Silva, y torna el tren para Ouro Preto, ca-
pitai del Estado de Minas. Recibido por autoridades eclesias-
ticas, civiles y militares, se hospeda en casa del vicario, don Can-
dido Veloso. Cumplimenta, luego, al presidente del Estado, don
Alfonso Augusto Moreira Penna, y lo interesa en la futura escuela
de Cachoeira. De paso, le comenta que la fundacion necesita-
ba mejores comunicaciones: una estacion ferroviaria mas cer-
cana, o un camino especial. El Presidente promete estudiar la
sugerencia.
El 8 celebro misa en la matriz, y el 29, no obstante el tiempo
lluvioso, partio a caballo para Mariana, acompafiado por el
Vicario.
Visito las minas de una compafiia inglesa; el Colegio de la
Providencia, de las Hermanas Vicentinas, y retorno a Ouro Preto.
De nuevo, honores militares. Lo atienden el Presidente y sus
ministros, que asisten a la misa conventual.
El dia 13, Monsefior celebra en la capilla privada del Pre-
sidente.
En tres dias dejo arreglado todo lo referente a la fundacion
de Cachoeira, y partio para Barbacena. Aqui se detuvo dos dias.

36.4 Page 354

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352
Luis Lasagna, el obispo misionero
Celebro, visito el Sanatorio y el Gimnasio Mineiro, y al fin partio
para Barra de Piray, Guaratingueta y Lorena. Presidio las
fiestas de fin de curso, y del 3 al 20 de diciembre predico ejerci-
cios espirituales a las Hermanas de Guarantingueta, y a los Sa-
lesianos de Lorena. Los retiros concluyeron con vesticiones y
profesiones.
El 9 de diciembre se entero de que don Lino estaba en Apa-
recida, y fue inmediatamente a verlo. Necesitaba conversar
con él.
Segun carta de Lasagna a don Rua del 28 de enero del 94,
don Lino reconoci6 el errar.
Luego vino a visitarme en Guaratingueta, almorz6 conmigo
y parti6 conmovido. Por fortuna, todo esta arreglado. Pero
[don Lino] habia escrito algo a Roma...
èOué habia ocurrido? En primer lugar, los Salesianos ha-
bian adquirido en la opinion popular una aureola misionera y
una fama de educadores que invadia triunfalmente todos los sec-
tores. Tal, corno hemos visto, que los diarios se valian de esta
aureola hasta para atacar la quietud de ciertas autoridades e
instituciones eclesiasticas.
Por otra parte, recibian continuamente ofertas de fundacio-
nes de todos los rincones de la diocesis: Campinas, Botucatu,
Frauca, Araras, Yacarey...
A su vez, escandalizaban a muchos eclesiasticos por ciertas
mundanidades intolerables, corno dar funciones de teatro, jugar
con los chicos, mezclarse con cualquier clase de gente, etcétera.
Parte de la popularidad se debia al entusiasmo publicitario
del cooperador Saladino de Aguiar, que no desperdiciaba ocasi6n
para promoverlos, y comparar su eficacia con la pasividad de
otros. Ya en uno de sus viajes a Italia, Lasagna habia expuesto
a don Rua los presentimientos siniestros que le producia la eufo-
ria de Saladino.31
Parte habia que atribuirla, también, al enorme magnetismo
persona! de Lasagna, Giordano y otros, que sabian despertar en-
tusiasmos indescriptibles en la gente, no acostumbrada a ser afa-
blemente tratada por eclesiasticos encumbrados.
En segundo lugar, ya hemos visto que Lasagna no atendia a
muchos convencionalismos que atenazaban la labor pastora!. Su
misma promocion al episcopado, tan fuera de las normas, impre-
sion6 raro a los juridistas. Mas, si se tiene en cuenta que debia
moverse en el marco de un episcopado de origen imperial, corno
era entonces el brasilefio.

36.5 Page 355

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EL EPISCOPADO
353
De entrada, no mas, cometi6 un error convencional -en los
apuntes salesianos del padre Peretta y del padre Rota, se lo ca-
lifica de imprudencia.- En el Brasil, los obispos, cuando estaban
en di6ce_sis ajenas, acostumbraban ocultar el pectoral. Era sefial
de reconocimiento de la jurisdicci6n del Ordinario del lugar.
Lasagna desconocia la costumbre, y no la observ6 basta que
se lo hicieron notar.
El fastidio por todos estos detalles fermentaba, sobre todo,
en monsefior Arcoverde. El futuro primer cardenal sudameri-
cano, a pesar de su ciencia y santidad, siempre fue un poco sin-
gular y extrafio en sus procedimientos. Era de los que pensa-
ban, en esos afios, que no se respetaba un sacerdote que jugaba
con los nifios.
Este ambiente explosivo necesitaba solo una chispa para
estallar. El detonante fue el pontificai en trono celebrado por
Lasagna en Campinas el 17 de setiembre, dia de Nuestra Sefiora
de los Dolores. Él creia que el can6nigo Juan B. Correa Nery,
que después fue obispo de Campinas, habia pedido las venias
correspondientes. Éste supuso que el derecho estaba compren-
dido entre las delegaciones que le habian efectuado a Lasagna
en San Pablo. Por otra parte, la invitaci6n la habia hecho en
presencia del Obispo coadjutor.
Cuando Arcoverde lo supo, trono. Casi suspendi6 a Nery,
y convenci6 a don Lino de que debia quejarse a Roma, y retirar
a Lasagna los permisos especiales concedidos. Don Lino escri-
bi6 a Roma, amenaz6 con destituir a Nery, y cancela las licencias
a Lasagna.
Por otra via hicieron llegar a Turin, ademas de estas que-
jas, la indicaci6n de que Lasagna "era por demas atrevido", al
pensar en abrir ese afio dos colegios mas -el de Pernambuco y
el de Cuiaba-, con el exiguo personal que tenia.
El 8 de noviembre, Lasagna escribe a d'Amour que peligra
la fundaci6n de Cuiaba, ya que los Superiores, en vista de la si-
tuaci6n, le habian suspendido los socorros prometidos. Y
afirma en esa carta:
O demonio valeou do ciume de um Bispo novo, inexperto,
que mesmo em Roma censorou minha atividade.32
Dos meses después, el Superior General de los Salesianos
recibi6 una nota de la Curia Romana, que se apresur6 a comuni-
car a Lasagna.
Pertenecia a la Secretaria de la Sagrada Congregaci6n de
Negocios Eclesiasticos Extraordinarios; estaba fechada en Roma,
23

36.6 Page 356

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354
Luis Lasagna, el obispo misionero
el 18 de noviembre de 1893; tenia por destinatario al Superior
General de la Pia Sociedad de los Sacerdotes Salesianos, don Mi-
guel Rua, y decia:
Reverendissimo Signore,.
Recentemente venne riferito alla S. Sede che nella dio-
cesi di San Paolo del Brasile Mons. Lasagna, vescovo titolare
di Tripoli, nell'esercizio del suo ministero abbia data occa-
sione a quelle autorità ordinarie di mostrarsi dispiacenti
del contegno da Lui ass:unto a loro riguardo. Specialmente
si fa osservare che il menzionato Mons. Lasagna ha l'abitu-
dine di compiere funzioni pontificali senza permesso del
Vescovo diocesano e di avere qualche volta occupato in
chiesa il trono vescovile, dicendosi Legato Apostolico; e
fatto uso di distintivi dottorali, che non gli competono.
Essendo desiderio del Santo Padre che venga tolta ogni
occasione di dispiacenza fra quei Vescovi, i quali d'altronde
sono molto benemeriti delle missioni salesiane, e l'ottimo
Prelato che ora è a capo di queste, interesso vivamente la
S. V. perchè, con la sua ben nota prudenza, esorti privata-
mente Monsignor Lasagna ad evitare, con ogni cura, qua-
lunque occasione che possa offendere le suscettibilità dei
Vescovi locali.
Intanto profitto con piacere del favorevole incambio per
ripetermi con sensi di distinta stima della S. V. Rev.ma
Obb.mo Dev.mo Servitore,
FELICE CAVAGNIS
Pro - Segretario 33
*
*
No conocemos el texto de la respuesta que Lasagna enviara al
cardenal Rampolla, por medio de don Rua y de César Cagliero.
Hasta nosotros lleg6 solamente la respuesta de Rampolla, y un
comentario enviado por Lasagna a don Rua el 28 de enero del
94, que dice asi:
Con respecto al monitum recibido de Roma, habra usted
comprendido que todo es facilmente explicable. Especial-
mente, aquello que se refiere a insignias doctorales y legado
apostolico.
Es cierto que usé trono en el pontifica! [de Campinas].
Siempre [don Lino] me dio permiso. Menos cuando estaba
ausente, que lo pedi a su coadjutor. Con facultad verbal
de monseiior Arcoverde, dada en presencia de tres sacerdo-
tes salesianos, acepté la invitaci6n del Parroco de Campinas

36.7 Page 357

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EL EPISCOPADO
355
de pontificar en su iglesia... Fue la unica vez que pontifiqué
fuera de nuestros colegios.34
La respuesta de Rampolla, fechada en Roma el 26 de febrero
de 1894, lleva las referencias 9.116, N? 16.782, y es corno sigue:
Ill.mo e R.mo Signore,
Dai pregiati fogli di V. S. Ill.ma e R.ma ho appreso con
piacere gli schiarimenti che mi da circa i noti rilievi che
Le proposi a mezzo del R.mo P. Rua all'esclusivo scopo di
evitare qualsiasi sfavorevoli interpretazione.
La ringrazio poi delle dettagliate notizie che mi sommi-
nistra circa gli affari dell'America del Sud, in specie del
Brasile, il cui miglioramento religioso sta tanto a cuore al
Santo Padre.
Con sensi di sincera stima passo a raffermarmi di V. S.
111.ma e R.ma
Servitore,
M. CARD. R AMPOLLA.35
*
El 23 de diciembre, don Luis se dirigio al puerto de Santos, dis-
puesto a embarcarse para Montevideo. Pero la operacion de-
mando cuatro dias.
El primer dia, no habia arribado a puerto el Bourgogne.
Felizmente, en la estacion ferroviaria encontraron al Parroco,
que los llevo a la isla de San Amaro, y los hospedo en un hotel,
para que descansaran y aprovecharan el aire y el sol de la costa.
Los dias 24 y 25 volvieron a la ciudad, para decir misa. Pero
debieron retornar a la isla. Mientras tanto, el pobre Parroco
pasaba las de Cain. En la agenda no querian venderle los bi-
lletes, porque el Bourgogne venia atestado de pasajeros.
El dia 26, al llegar a Santos para celebrar, Monsefior se
entero de que aportaba el Espaiia, comandado por el capitan
San Martin, viejo amigo suyo. Y alla fue a verlo.
A las diez de la mafiana arribo también el Bourgogne. San
Martin consiguio los billetes, y esa noche los hospedo en el
Espaiia.
A las cinco de la mafiana del 27 trasbordaron al Bourgogne.
El Capitan cedio su cabina al Obispo, y asi llegaron a la isla de
Flores el 31 de diciembre.
Concluyeron el afio, y comenzaron el nuevo en el lazareto.
Exactamente, corno el afio anterior.
Finalmente, el 10 de enero reentro en el Colegio Pio.
,;.

36.8 Page 358

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356
Luis Lasagna, el obispo misionero
De enero a mayo, Monsefior prosigue cumpliendo sus deberes de
inspector salesiano del Uruguay. Visita todas las Casas cercanas.
En los intervalos, el 1~ de febrero asiste a la consagracion epis-
copal de monsefior Ricardo Isasa; saluda al presidente Juan
Idiarte Borda, a quien agradece su deferente visita al Colegio
Pio, de Villa Colon; se entrevista repetidamente con el consul
paraguayo en Montevideo, Matias Alonso Criado, y con el minis-
tro uruguayo en la Asuncion, Ricardo Garda.
El 7 de abril partio en tren para Paysandu. Rizo etapa en
Molles, donde lo esperaban los padres Foglino y Rossetti. Ce-
lebro en la capilla del Carmen, unica en muchas leguas a la
redonda.
En toda la parroquia de Paysandu -anota la Cronica-, de
350 kilometros cuadrados de extension, no hay mas que tres o
cuatro capillitas.
Después de dos dias de mision, el 11 llegan a la estancia
de Alcorta. Administra 116 confirmaciones.
A mediodia del 12 llegan a Paysandu. Visita los dos cole-
gios, las Hermanas, la Colonia Porvenir, la capilla de Hughes ...
Administra centenares de confirmaciones.
El 20 embarca en el Elos, y llega a Fray Bentos. Celebra
misa en la parroquia, y visita uno de los mas grandes saladeros
del pais.
Luego, pasa a Mercedes. Bendice la capilla del Colegio.
Confirma, predica, atiende a sus Hermanos, saluda a las auto-
ridades, y confiesa a las Hermanas del Asilo.
El 24, a eso de las dos de la tarde embarca en un vaporcito
en el rio Negro, y desciende hasta su desembocadura en el
Uruguay. Llegan a las siete. A medianoche paso el barco que
venia de Paysandu.
El 25, a las nueve, llegan al puerto de Buenos Aires.
En la Argentina hay interés para que el Obispo, en su viaje
al Mato Grosso, explore las posibilidades de una fundacion en
Corrientes y otra en Misiones.
El presidente Saenz Pena y su sefiora lo atienden con todo
afecto. Hablan maravillas de don Bosco y de su Obra, de la
atencion a la juventud pobre, de las escuelas de artes y oficios...
Acababa de asistir a la bendicion de la iglesia del Colegio de
la Piedad, en Bahia Blanca.
El Presidente le manifiesta su deseo de aumentar los obis-
pos, que son solo cuatro en todo el pais, y le da recomenda-

36.9 Page 359

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COMIENZOS
DEL EPISCOPADO
CAMPINAS (Brasil): Monsefior Juan B.
Correa Nery, obispo del lugar.
Primera pagina de la cronica del obispo Lasagna es-
crita por el padre Juan Balzola. (Archivo Central
Salesiano de Turin.)

36.10 Page 360

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358
Luis Lasagna, el obispo misionero
ciones escritas para los Gobernadores de Corrientes y de Mi-
siones.
El 27 visita a los novicios, y embarca para Montevideo.
*
*
*
Arrib6 justo para las celebraciones del Congreso Eucaristico
que monsefior Soler habia organizado en Montevideo. Se tra-
taba de un encuentro de sacerdotes y laicos para estudiar y
fomentar la devoci6n y la vida eucaristica. Presidia monsefior
Soler, y lo acompafiaban tres obispos.
Se clausuraron las reuniones en la catedral, y el discurso
final correspondi6 a monsefior Lasagna.
A pedido de los demas obispos, improvis6 una pieza ora-
toria y pastoral tan ajustada a los problemas del momento,
que alguno de los presentes lleg6 a afirmar que solo ahora en-
tendia que el Espiritu Santo elegia a los obispos.
*
*
Cuando el 19 de agosto del 93, desde Lorena, escribia a monse-
fior d'Amour, le decia que a mediados de mayo habia contes-
tado a los telegramas del Obispo y del Presidente por conducto
del sefior Jaime Cibils Buxareo, y que aun cuando este afio de
1893 no podia ir a Cuiaba, aceptaba la feligresia de San Gon-
zalo, con la esperanza de que el recinto parroquial tuviera aulas
y patios .36 Llevaria consigo cuatro sacerdotes y dos Hermanas.
Le rogaba, ademas, que le ayudase a costear los gastos de
viaje para seis Misioneros que vendrian de Italia a Montevideo,
a raz6n de mil francos por cabeza. Para terminar, afiadia:
... espero que me llegue persona! en enero, y asi podré viajar
a Cuiaba en abril. De esta manera, los Padres aprenderan
el idioma y se adaptaran al clima antes del afio escolar
siguiente.
Para cualquier dificultad que pudiera sobrevenir o comu-
nicaci6n que hacer, le indicaba el nombre del padre Ambrosia
Turriccia, residente en Montevideo.
*
*
*
Cuando los Salesianos decidieron diferir su expedici6n a Cuiaba,
en diciembre de 1883 monsefior d'Amour gestion6 la colabora-

37 Pages 361-370

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37.1 Page 361

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EL EPISCOPADO
359
ci6n de los Padres Lazaristas, y pareci6 aquietarse por algun
tiempo .37
Pero en 1892 volvi6 a la carga -los Lazaristas manifiestaban
deseos de retirarse-, y escribi6 nuevamente a don Rua y a
Montevideo.
De Turin le respondi6 el padre Celestino Durando, con fe-
cha 8 de febrero del 92. En resumen, le comunicaba que don
Rua estaba en Sicilia, y que contestaria en marzo, cuando retor-
nara de la isla; pero le anticipaba las dificultades para aceptar
un pedido corno el suyo, emergentes de la carencia de persona!.
También recibi6 cartas de Montevideo, en igual sentido,
remitidas por el padre Antonio Malan. Éste le comenta que
acaba de recibir la visita de Andrés Virgilio Pereira de Albu-
querque; pero el caso es que el unico que puede resolver algo,
don Lasagna, ha partido para Italia.
El 28 de setiembre vuelve a contestar el padre Durando;
esta vez, por encargo de don Rua. Lamenta no poder acceder
al pedido que le llega por medio del cardenal Rampolla. Siem-
pre con la misma cantilena: no disponen de persona!. La uni-
ca persona -afirma- que puede ofrecerle una soluci6n, es el
padre Lasagna. Pero éste, a su vez, no lo alienta demasiado
en una esquela que le envia desde Italia el 24 de enero del 93.
Por si algo faltara -dice-, "el Sumo Pontifice nos ordena
tornar carta en las Misiones del Paraguay".
*
*
Pero ahora, Lasagna, que vive atormentado por la necesidad de
organizar las Misiones entre los indigenas del Brasil, ve en el
Mato Grosso su campo de promisi6n. Y acelera la tramitaci6n
de un acuerdo con d'Amour.
El 6 de noviembre le escribe desde Ouro Preto. Confirma
su viaje a Cuiaba, anunciado en la carta del 19 de agosto, y lo
insta a comunicarse con el padre Turriccia.
El 2 de diciembre lo hace desde Lorena. Al volver de Mi-
nas, habia hablado de cartas de Cuiaba que el Obispo enviara a
Montevideo. Junto con ellas recibe, también, noticias de mon-
sefior Cagliero, y deduce que podra disponer de algun persona!.
Le reafirma, ademas, que pronto viajara al Mato Grosso, y que,
para su tranquilidad, el pedido paraguayo quedara relegado a
segundo término.
*
*

37.2 Page 362

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360
Luis Lasagna, el obispo misionero
Con el proposito de urgir la maniobra, d'Amour le envia, por
medio de la agencia de Jaime Cibils Buxareo, una suma de
dinero para los gastos de viaje de los Misioneros : 6.000 francos,
o sean Rs. 5: 619$050. Los cobra Turriccia el 26 de diciembre
del 93.
El 7 de enero del 94, desde el lazareto de la isla de Flores,
Lasagna le adelanta a d'Amour que encabezaran la expedicion
los padres Malan y Solari, y le reitera que en sus planes Cuiaba
esta antes que Minas (Cachoeira) y Pernambuco (Recife).
Pero el problema conflictivo con el Obispo de San Pablo
arrastra también :5us consecuencias. En la misma carta, La-
sagna se desahoga con d'Amour, y le ruega escriba a Rampolla,
para que el Cardenal trate de conseguir de don Rua, que 1e envie
m as personal salesiano. De paso, le indica que "nuestra Con-
gregacion no acepta Seminarios, si no es por orden expresa de
la Santa Sede".
1nterin, Malan organiza aceleradamente la expedicion mi-
sionera, Hay que pensar en todo : ropa, ornamentos, libros ...
Hasta llevara un piano y un aparato fotografico ..., jen 1894! El
Col~gio Pio es un mecenas generoso.
Todo esta listo. Primero viajara el Obispo, y dias después,
los demas.
Inesperadamente, surge otra gran dificultad. Lasagna vol-
via del Brasil con la salud quebrantada. Los médicos se opo-
nen al viaje. Entonces, se somete a un régimen severisimo:
dieta lactea exclusiva..., y comienza a mejorar.
; '~
Visita a Buenos Aires, y al volver, mantiene repetidas conver-
saciones con el Ministro uruguayo en la Asuncion y con el Con-
sul paraguayo en Montevideo. Se prepara para enfrentar los
conflictos eclesiasticos paraguayos.
Decide embarcarse el 8 de mayo. Ese dia, Lasagna poso
para una foto con todos los expedicionarios, y luego, se dirigio
a Montevideo y al puerto. Lo despidieron los directores sale-
sianos y el Consul paraguayo.
El vapor Las Mercedes, capitaneado por don Esteban No-
ceti, zarpo a las dieciocho. Hasta medianoche, soporto fuerte
marejada. De mafiana, ya estaba en Buenos Aires. Tras una
escala de dia y medio, enfilo hacia el Parana.
Cruzaron frente a San Nicolas el dia 11 . A la tarde, desem-

37.3 Page 363

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EL EPISCOPADO
361
barcaron unas horas en Rosario. Visitaron el Colegio Salesia-
no y el de las Hermanas.
Al dia siguiente llegaron a Diamante, con gran alborozo del
parroco, don José Antonio Gonzalez, uno de los tenientes de
Las Piedras, que les entrego la parroquia en 1879.
Toco en Parana de noche. Y siguio costeando: Santa
Elena, La Paz, Goya, Bella Vista, Mal Abrigo ...
El 15 arriban a Resistencia, "unico pueblito del Chaco",
anota el cronista.
A la una de la tarde desembarcan en Corrientes. Se en-
trevistan enseguida con el presidente del Senado, don Carlos
Abalos, y en su compafiia visitan al gobernador, don Valentin
Virasoro.
El Obispo fue cortésmente atendido. Virasoro leyo la car-
ta del Presidente, y se puso a las ordenes de Monsefior, "no solo
corno gobernador -subrayo-, sino también corno privado".
Lasagna aprovecho el tiempo restante, para conocer el Asilo
de Huérfanos -"lo encontré bellisimo"-, el Hospital de las
Hermanas de la Misericordia, la parroquia y los Franciscanos,
que tenian dos conventos; uno de ellos, totalmente integrado
por italianos. Alli residia el hermano Adamo, de Farigliano, ex
primer cocinero del Colegio Pio. Lamentablemente, no estaba
en casa, y Monsefior se via privado del placer de abrazarlo.
Volvieron a bordo en la barca de la Capitania, y a las 8.30
de la noche prosiguieron bacia el Paraguay .38
El 29 de maya se despedia de Montevideo el grueso de la expe-
dicion al Mato Grosso: los padres Antonio Malan, José Solari y
Arturo Castells; el clérigo Agustin Colli. y el novicio coadjutor
Santiago Ruffier.
La ceremonia de despedida -era la segunda- se cumplio
en el Colegio Pio, de Villa Colon. El 30 se embarcaron en el
D i a m a n t i n o . 39
1 Sac. Angelo Amadei, S .D.B., Il servo di Dio Michele Rua, voi. I , pag. 462
(S .E .I., Tor ino, 1931) .
2 ACSS., carta de Lasagna a don Peretta, del 30-V-1892.
3 Cronica de las Hijas de Maria Auxiliadora de Guaratingueta.
' ACSS ., carta de Lasagna a don Rua.

37.4 Page 364

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362
Luis Lasagna, el obispo misionero
5 ACSS., carta de Lasagna a Cagliero, del 26-Xl-1892.
' Cronica de Morrissy; Cronica de las Hermanas de Guaratingueta; ACSS.,
carta a don Peretto, del 30-V-1892.
Las novicias Ilegadas del Uruguay, eran: Maria Formoso, Teresa Guar-
nieri, Dolores Salaberry y Carmela Piombini. Las nuevas novicias fueron
Olivia Facchini, Ana Pinto, Federica Hummel y Mercedes Maldarin.
' R. A. Entraigas, El Ap6stol..., cit., pag. 394.
8 ACSS ., carta de Lasagna a don Peretto, del 20-IX-1892.
' R. A. Entraigas, El ap6stol..., cit., pag. 394; Boletin Salesiano, enero de
1893, pags. 11 y sigs.
10 ACSS ., cartas de Lasagna a don Peretto, del 8-X y del 12-XI-1892; diario
L'Unione, Bologna, 24-Xl-1892.
11 Carta circular de Lasagna, pags. 4-5 (San Pablo, 1895); Boletin Salesiano,
abri! de 1893.
12 ACSS., carta de Lasagna a don Rua, Roma , 16-XII-1892.
13 ACSS., nota N? 10.731 de la Secretaria de Estado de Su Santidad.
14 ACSS., carta de Lasagna a don Rua, Roma, 21-XIl-1892.
" ACSS., carta de César Cagliero a monsefior Cagliero, del 10-III-1892.
"Anuario pontificio, afios 1894, 1895 y 1967. Aunque siempre se Io Ilamo
obispo titular de Tripoli, la sede exacta de Lasagna era Oea, en la provincia
Tripolitana. (En e! Anuario pontificio esta en la !etra O, y no en la T .)
Oea, Oeen, de Libia (Africa), es la antigua Tripoli. En e! concilio de Cartago
del aìio 256 estaban presentes dos obispos tripolitanos: el de Oea y el de Girba;
y otros dos, de Leptis y de Sabrata, acreditaron representantes.
17 ACSS., carta de Lasagna a don Peretto, del 10-Ill-1893; G. B. Francesia,
Omaggio al novello Vescovo salesiano Mons. Luigi Lasagna, titolare di Tripoli
e Superiore delle Missione di D. Bosco nell'Uruguay e nel Brasile, 1? aprile
1893 (Tip. Salesiana, Torino, 1893 ); Boletin Salesiano, abril de 1893.
18 ACTA SANCTAE S EDIS in compendium opportune redacta et illustrata studio
et cura Io sephi Pennachi et Victorii Piazzesi, voi. XXVI, pag. 6 (Typis Poly-
glottae Officinae S. C. Prop. Fidei, Romae, s/d.).
19 Boletin Salesiano , mayo de 1893; ACSS., cartas de monseìior Richelmi
(10-III-1893 ), de monseìior Manacorda ( 13-IX-1895) y de monseìior Riccardi
(14-IIl-1893) .
20 Boletin Salesiano, junio de 1893.
21 En este momento -precisamente, e! 28 de marzo de 1893- comienza
la Cronistoria o Diario de monseìior Lasagna, que se extiende hasta el 20-IX-1895.
El primer cronista fue don Juan Balzola. f.ste, ademas, escribio una cronica
de Jas Misiones, que presenta escasas variantes con respecto a la Cronistoria.
22 G. B. Francesia, Omaggio..., cit.
23 Arch. Insp. San José, de Montevideo: Carta de don Rua al padre Ci-
priano, del 12-XI-1892; Boletin Salesiano, enero y febrero de 1893; Apuntes del
padre Horne; Cronica del Colegio Pio, de Villa Colon.
24 ACSS ., carta del padre Ambrosia Turriccia a don Albera, del 3-1-1896.

37.5 Page 365

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EL EPISCOPADO
363
25 Biblioteca Nacional de Montevideo, El Bien, ed. del 25-IV-1893.
26 El Bien, de Montevideo, ed. del 25-IV-1893; Arch. lnsp. San José; P.
José M. Vidal, Vida del padre J. Gamba, cit.
" Cronica de Morrissy; Boletin Salesiano, mayo de 1894, pag. 61.
" Es el que posee monsefior José Borgatti, obispo de Viedma (Argentina)_
29 Boletin Salesiano, febrero de 1894; carta de Lasagna del 9-IX-1893.
30 Arch. Liceo Sdo. Corazon, San Pablo; Redempçii.o, N? 126.
31 ACSS., carta a don Rua, del 25-X-1894.
32 Museu Dom Aquino Correa, Cuiaba, paq. N? 4.
33 ACSS., documento originai.
" ACSS., carta de Lasagna a don Rua, del 28-1-1894.
35 ACSS., documento originai.
36 Todas las cartas aqui citadas referentes a la fundacion de Cuiaba, salvo
que se indique otra cosa, estan archivadas en e! Museu Dom Aquino Correa
(paquete N? 4), del Arzobispado de Cuiaba. Alli anoté treinta y dos cartas
referentes al tema, cada una con acotaciones de pufio y !etra de monsefior
d'Amour, y el borrador de la respuesta.
37 Cartas del padre Costamagna, del 20-XII-1882, y de Lasagna, del 21-II-1883;
ACSS., carta de don Bosco, del 6-VI-1884.
38 Arch. de la Prov. de Corrientes (Argentina), 25 de Mayo 1025, y diario
La Nueva Epoca, del 16-V-94.
39 Cronica del Colegio Pio.

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>
fJ A P I TU LO XVII

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El Paraguay
La brisa de una tarde del dulce mes de mayo
tra/a entre sus alas perfume de azahar,
canciones de las aves del cielo paraguayo,
nostalgias del hogar.
J OSÉ RAUL PORTO, S.D.B . :
V crsos del gaucho Julitin,
"Mi canto al Paraguay",
pag. 113 (Ed . Mosca,
Montevideo, 1925).
ERAN LAS DIEZ DE LA NOCHE del 16 de mayo de 1894, cuando el
Mercedes se adentro en las aguas llenas de luna del rio Pa-
raguay.
Atras y a la derecha se iba rezagando el Parana, recostado
corno un inmenso espejo de plata. Toda la noche navegaron
rio arriba. Cuando la aurora comenzo a estallar entre jirones
de niebla, avistaron a Humaita. Sobre un fondo de fuego aso-
maban ruinas oscuras, orladas de oro, frutos malditos de una
guerra que habia destrozado paredes, carnes y almas.
Mientras tanto, el rio descendia velozmente. Un fantasma
de fango y arena se agitaba amenazante debajo de las aguas.
Media hora después, repentinamente vibro la nave, se sintieron
tirones y crujidos... Luego, una espera angustiosa... Habian en-
callado.
Tres horas de varadura, y al fin zafaron, para enderezar de
nuevo hacia el norte.
A poco, un lejano remolino de aguas cobrizas denuncio, a
la izquierda, la presencia del rio Bermejo...
Finalmente, a las once de la mafiana tomaron puerto en
Villa del Pilar. El primer contacto fisico con las tierras gua-
ranies.
Recibieron a bordo la visita del Parroco, un buen lombardo
llamado Bettinetti. Y con él llego el primer aluvion de la lamen-
telas sobre las condiciones religiosas del Paraguay. El pobre de-
Imagen de Monseiior Luis Lasagna extraida de un grupo tornado
en la Asunci6n en 1895, con ocasi6n de la consagraci6n episcopal
de monseii.or Juan Sinforiano Bogarin.

37.8 Page 368

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366
Luis Lasagna, el obispo misionero
bia atender el territorio de ocho parroquias casi desahabitadas.1
Tintine6 el telégrafo: Lasagna se comunicaba con la Asun-
ci6n.
Ese mismo dia, los diarios de la capitai paraguaya publi-
caban el telegrama siguiente:
Excelentisimo y Reverendisimo
Seriar Claudio Arnia
Administrador eclesidstico
Asunci6n
Villa del Pilar, mayo 16.
Saludo atentamente en su reverenda persona Iglesia y
clero del Paraguay.
LUIS LASAGNA
Ob. de Tripoli 2
La Democracia, diario oficialista, ya habia anunciado "la
llegada de un alto Prelado de la Iglesia, jefe de las Congrega-
ciones Salesianas, a objeto de fondar ... un colegio de su Insti-
tuci6n, en el cual se ensefiaran también varios oficios y artes".3
Hada mas de quince afios que el Paraguay estaba espe-
rando a los Salesianos.
Y la espera nada en las entrafias mismas del desgraciado
problema del Obispado de la Asunci6n.
*
La republica del Paraguay habia nacido a la libertad entre los
dias 14 y 15 de mayo de 1811, en el coraz6n de Sudamérica.
El vigoroso rio hom6nimo bajaba de norte a sur, y partia
en dos su territorio, totalmente mediterraneo. El limite meri-
dional se acunaba en las mansas corrientes del Parana.
La tibieza de un clima que en verano se volvia torrido:
27° de media, y 44° de maxima, acariciaba sus desiertos, sus
campos de tierra bermeja, los bosques y las sierras de Amam-
bay y de Mbaracayu.
Su emblema -la bandera tricolor de franjas horizontales
roja, blanca y azul- llevaba bordada en la banda centrai las
insignias y los atributos de un pueblo idealista y bueno: en la
haz, una estrella coronada de olivos y palmas, que se convertia
en le6n -tal la alegoria del envés- cuando reclamaba paz y
justicia.
El noventa y seis por ciento de los paraguayos de entonces

37.9 Page 369

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EL PARAGUAY
367
vivian al este del gran rio, arracimados, sobre todo, en las vecin-
dades de la Asunci6n, su capital hist6rica.
·Eran descendientes de espafioles; pero en los rasgos y en
la sangre de casi todos se adivinaban vestigios indigenas. For-
maban un singularisimo pueblo bilingue: hablaba oficialmente
castellano, y usaba el guarani corno lengua materna.4
Tras los primeros èscarceos de gobiernos patrios revolucio-
narios, manos férreas decretaron su estabilidad politica: José
Gaspar Rodriguez de Francia gobern6 veintiséis afios (1814-
1840), y Carlos Antonio L6pez, dieciocho (1844 - 1862). Pero
en 1864 sobrevino la guerra contra la Triple Alianza, y todo se
desbarajust6.
El Anuario estadistico de la Republica del Paraguay, edi-
tado en la Asunci6n por Fischer y Quell en 1888, ofrece un pano-
rama aproximado de la realidad nacional.
Tras desgranar la lista de los siete presidentes que habian
regido los destinos de la patria en el periodo 1870 - 1887, con-
signaba los principales datos estadisticos del pais.
Su extensi6n abarcaba 230.000 kil6metros cuadrados. En
rigor, la estadistica actual sefiala 406.752 kil6metros cuadrados,
y antes de la guerra dominaba mucho mas territorio.
Los habitantes ascendian a 263.751; casi todos, paraguayos,
ya que los extranjeros no llegaban a 10.000. De todos éstos,
una sexta parte moraba en las cinco ciudades principales; es
decir, en la Asunci6n (24.338), en Villa Rica (10.733), en Con-
cepci6n (7.239) , en Villa del Pilar (4.902) y en Encarnaci6n
(3.579).
La guerra habia acabado con casi la mitad de un pueblo
en crecimiento. De ahi que la edad promedio no pasara de los
veinticuatro afios y nueve meses . Y sobre los 263 .000 habitan-
tes, solo habia 94.868 varones, o sea un tercio de la poblaci6n.
Ese afio, las defunciones habian superado a los nacimientos.
Y los 213 colegios y 293 profesores -la Universidad abrira sus
puertas en 1889- no alcanzaban a combatir el analfabetismo,
que dominabà al setenta y seis por ciento de la poblaci6n.
La guerra fratricida contra la Triple Alianza -el Imperio
del Brasi! y las republicas argentina y uruguaya- habia durado
seis fatidicos afios (1864-1870) . El l '? de marzo de 1870 ter-
minaban esos dias de pesacl,illa; pero comenzaban otros no
menos dolorosos : los de la reconstrucci6n.
En los primeros dias de enero de 1869, las tropas imperia-
les ocuparon la Asunci6n, indefensa y casi abandonada. Lo
poco que quedaba, fue presa de inaudito saqueo.

37.10 Page 370

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368
Luis Lasagna, el obispo misionero
Con los vencedores habia ingresado un grupo de paraguayos
antilopiztas -era presidente del Paraguay el mariscal Francisco
Solano L6pez-, que habian organizado en Buenos Aires la Legi6n.
En 1869 y 70, los legionarios fueron asumiendo la respon-
sabilidad de formar un gobierno paraguayo para reorganizar
la nacion bajo la tutela de los vencedores, que después del
triunfo agudizaban sus diferencias. Los legionarios, con rara
habilidad, aprovecharon todos los desacuerdos aliancistas para
salvar territorios, dignidad e independencia, hasta lograr en ju-
nio de 1870 firmar un acuerdo preliminar con los Gobiernos
aliados.
*
*
*
Mientras tanto, el clero paraguayo, consustanciado con el pue-
blo, iba llegando a las ultimas estaciones de un viacrucis, que
habia comenzado muy temprano.
Ya don José Gaspar Rodriguez de Francia habia disuelto
las comunidades religiosas, "por no ser ya -segun sus propias
palabras- utiles ni necesarias". Convirtio los conventos en
cuarteles, y faculto al Vicario Genera! para autorizar la secula-
rizaci6n de los regulares. Asi desaparecieron Dominicos, Mer-
cedarios y Franciscanos.
Las disposiciones de Francia fueron mucho mas adelante.
Establecio un patronato a ultranza, y practicamente suplanto
al obispo.5
Al comenzar la guerra del 64, habia en el Paraguay, segun
los computos del padre Silvio Sosa, 113 sacerdotes diocesanos.
De ellos, uno solo era extranjero, el padre Geronimo Becchis.
Al terminar, en 1870, quedaban vivos 32, solamente: 17 habian
muerto en combate o fueron degollados por los imperiales; 24
cayeron ejecutados por Francisco Solano Lopez, y 39 desaparecie-
ron liquidados por el hambre o la peste.6
De ahi nace la devocion del paraguayo por su pai. Los hubo
ignorantes, amancebados y con otros defectos; pero todos, lle-
gado el momento, renunciaron a sus comodidades y a sus gustos,
y "dieron la vida por sus ovejas", mientras muchos de sus cen-
sores vivian dignamente en comodo aburguesamiento.
;':
El 21 de enero de 1869, Domenico Sanguigni, arzobispo de Da-
mieta e internuncio apostolico ante el Imperio del Brasil, informa
por escrito a la Secretaria de Estado del papa Pio IX que el obis-
po del Paraguay, monsefior Manuel Antonio Palacios, ha sido

38 Pages 371-380

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EL PARAGUAY
369
fusilado en Lomas Valentinas, por orden del mariscal Francisco
Solano L6pez. La noticia le fue trasmitida por el genera! bra-
silefio Ernesto Augusto Cunha Mattos,7 que, estando prisionero,
se la habia oido comentar al centinela paraguayo que tenia a
la puerta. El mitai también habia hecho guardia en la tienda
donde se reunia el Consejo de Guerra, y sabia que L6pez, des-
pués de acusarlos de conspirar, habia destituido al obispo Pa-
lacios y al general Barrios, para fusilarlos corno a simples
ciudadanos.
La novedad era exacta. En efecto, el 21 de diciembre de
1868 el genera! Francisco Isidoro Resquin, por delegaci6n del
mariscal L6pez, firmaba el cumplase de la sentencia pronun-
ciada por sumarisimo consejo de guerra. Y ese mismo dia, en
Lomas Valentinas, en la boca del Potrero Marmo!, después de re-
cibir los auxilios espirituales, fueron fusilados el obispo Pala-
cios; Benigno L6pez, hermano del Mariscal; el genera! Vicente
Barrios, su cufiado; José Berges, ministro de Relaciones Exte-
riores; el dean Eugenio Bogado, vicario genera!; José Maria
Leite Pereira, c6nsul portugués; Sim6n Fidanza, capitan de la
marina italiana al servicio de L6pez; el corone! Paulino Alén; el
clérigo Juan Bautista Zalduondo; la sefiora Juliana Insfran de
Martinez, prima del Mariscal, y las sefioritas Dolores Recalde y
Mercedes Egusquiza.
Monsefior Palacios tenia entonces cuarenta y seis afios. Era
obispo desde el 30 de agosto de 1863, y corno primer capellan del
ejército paraguayo, habia acompafiado a L6pez durante toda la
campana.
El l '? de diciembre de 1868, los presbiteros Fidel Maiz y Justo
Roman -convertidos en fiscales, y obedeciendo estrictas 6rde-
nes de L6pez- instruyeron un sumario por el que un consejo de
guerra conden6 a la pena capita! a monsefior Palacios.
"La supuesta conspiraci6n de San Fernando" -tal la califica
el mismo padre Maiz, ya libre de la férula del Mariscal- concluy6
con un juicio arbitrario: no se les permiti6 a los acusados nom-
brar defensores, ni defenderse, y los procesos se realizaron se-
cretamente, "fundados en acusaciones arrancadas con azotes,
cepo uruguayana y aplastamiento de dedos con martillo".8
Vista la informaci6n del Internuncio, el secretario de Estado de
la Santa Sede, cardenal Antonelli, le ordena taxativamente:
24

38.2 Page 372

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370
Luis Lasagna, el obispo misionero
Si rechi in persona nella suddetta Repubblica... (Vaya per-
sonalmente a esa Republica...) 9
Este procedimiento hubiera ahorrado incontables problemas
y sufrimientos al clero paraguayo. Pero aqui entran a jugar,
también, otros factores importantisimos, aunque aparentemente
ajenos a la cuesti6n: la diplomacia brasilefia y la mentalidad
colonialista europea del Nuncio y de sus enviados.
El Internuncio dispone casi exclusivamente de fuentes de
informaci6n brasilefia: la Cancilleria, los diarios, los informantes
oficiosos y los Capuchinos italianos, capellanes del ejército
imperial.
Esto, quieras que no, lo enreda en la trama politica. El Bra-
sil y la Argentina se disputan la presa conquistada con las armas,
y ambos recelan del propio poderio presente y futuro.
Las autoridades argentinas exigen la formaci6n de un go-
bierno provisional paraguayo -comenz6 con un triunvirato-,
y establecen que la paz debia firmarse con un gobierno defini-
tivo. Ambos querian, al mismo tiempo, la benevolencia para-
guaya y parte de sus territorios.
La autoridad eclesiastica paraguaya entraba en la misma
disputa. La Asunci6n era di6cesis sufraganea de Buenos Aires.
El 25 de marzo de 1865, en plena guerra, Buenos Aires fue ele-
vada a la categoria de arzobispado. Y, por desconocimiento
pleno de lo que ocurria en América, era declarada eclesiastica-
mente metropoli de la Asunci6n, capital de otro pais indepen-
diente, que estaba en guerra con el Gobierno de Buenos Aires.10
Por ella, en cierta manera y en el orden eclesiastico, corres-
pondia al Arzobispo de Buenos Aires entender en el problema
de la vacancia de la Asunci6n.
El Gobierno imperial estaba alerto, y hacia saber al lnter-
nuncio que debia impedirse la intervenci6n portefia.11
El Nuncio lo comunica urgentemente a Roma. Mientras
espera respuesta, envia a la Secretaria de Estado copia del pro-
ceso instaurado por el Conde de Eu para verificar la muerte del
obispo Palacios. Y concluye la nota con un epifonema:
Qui non si trova persona capace... (Aqui no hay nadie capaz
para el cargo... )
Evidentemente, repite los informes de los Capuchinos, aso-
ciados a los vencedores del Paraguay.
La Santa Sede contesta el 2 de julio de 1869 :
1~) Oueda delegado el lnternuncio para nombrar un vica-
rio apostolico, no bien tenga certeza de la muerte de Palacios;

38.3 Page 373

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EL PARAGUAY
371
2?) El vicario "sea un sacerdote del lugar, que reuna las
cualidades necesarias";
3?) Puede tener en cuenta los nombres de los padres Maiz,
Moreno, Roman, Caballero, Corbalan y Escobar, todos para-
guayos; 12
4?) El Internuncio comunicara estas disposiciones al Arzo-
bispo de Buenos Aires.
Era a la saz6n arzobispo de Buenos Aires don José Mariano
de Escalada. Éste no solo acepta complacido el dictamen va-
ticano, sino que en la notificaci6n le comenta de paso al Inter-
nuncio que conoce bien a los miembros del Gobierno provisional
paraguayo, pues departi6 con ellos en Buenos Aires, y sabe que
nunca aceptarian un nombramiento hecho en la Argentina.
1nterin, van apareciendo timidamente en la Asunci6n algunos
sacerdotes dispersos : Policarpo Paiz, Cecilio Romano, Claudio
Arnia, Tomas Castelvi..., y establecen relaci6n con los Capuchinos,
que inmediatamente informan a Rio.13
Otros sacerdotes se restituyen directamente a sus parroquias.
En cambio, Maiz y Benitez caen prisioneros; y, llevados a Rio
de Janeiro, quedan internados durante ocho meses.
*
*
*
El 7 de agosto, el Internuncio vuelve a comunicarse con la
Secretaria de Estado, y rehusa nombrar vicario. En su descar-
go, repite que en la Asunci6n no hay personas id6neas; que en
Buenos Aires hay dos sacerdotes paraguayos que estuvieron pri-
sioneros, y que serian detestados por el pueblo; que lo mejor
era que la Santa Sede enviara un delegado especial...
El Vaticano insiste el 17 de noviembre: el Internuncio debe
resolver el problema in situ.
Mientras tanto, el 27 de setiembre Sanguigni nombra vica-
rio foraneo provisional a fray Fidelis Maria d'Avola que era ca-
pellan mayor de los ejércitos imperiales.
El Gobierno también provisional del Paraguay responde que
"nada tiene en contra de d'Avola; pero, en uso del derecho de
patronato, propone corno vicario al padre Daniel Sosa, cura de
la catedral" .14
Y aqui y ahora comienzan las piruetas que duraran casi diez
afios. El Internuncio dice saber por los Padres Capuchinos que
Sosa "es sacerdote de muy buena moral, bastante instruido, y

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372
Luis Lasagna, el obispo misionero
que no se mezcl6 en la lucha del presidente L6pez"; pero insiste
en fray Fidelis, e interesa en el caso al Gobierno brasilefio.
Las autoridades paraguayas, aunque toleran al capuchino,
quieren a uno de los suyos, y van sugiriendo nombres inutil-
mente.
Fray Fidelis reorganiza las parroquias, ubica a los sacerdo-
tes dispersos, hace ejercicios espirituales con ellos ..., pero infor-
ma duramente sobre el clero paraguayo, que, por otra parte, le
es sumiso, aunque visiblemente hostil.
En agosto del 72, la Asunci6n envia a Roma a don Gregorio
Benitez en misi6n especial, con la finalidad de arreglar el proble-
ma del Obispado y lograr el nombramiento de Vicario del padre
Manuel Vicente Moreno. Aparentemente, no obtiene .ningun
éxito.
Mientras tanto, d'Avola, que palpa la realidad en el lugar,
insiste al Internuncio que él se retirara el mismo dia que salgan
las tro.pas brasilefias. Y afirma que "no quiere ser degollado".
Sanguigni confiere con el ministro de Asuntos Extranjeros
del Brasi!, Vizconde de Caravellas. Éste promete una protecci6n
solamente indirecta. Entonces, Sanguigni envia preventivamen-
te a fray Fidelis un breve de nombramiento, para hacerlo efec-
tivo unicamente en el caso de que deba partir, y en el que ins-
taura corno administrador eclesiastico interino al padre Da-
niel Sosa.
En 1873, ya en piena cuesti6n religiosa brasilefia, el Gobier-
no paraguayo retira el exequatur a fray Fidelis -que parte apre-
suradamente en un barco de guerra brasilefio-, y acepta una
terna seleccionada por el clero, compuesta por Manuel Vicente
Moreno, Blas lgnacio Duarte y Feliciano Eliceche. De entre
ellos, elige administrador a Moreno. Sanguigni lo aprueba a
regafiadientes en breve del 1? de setiembre del 73, en el que le
confiere derechos de vicario capitular, sede vacante, y "aque-
llas facultades que se acostumbra conceder a los obispos de
las Indias Occidentales sujetas otro tiempo al Rey cat6lico, lla-
madas s6litas" .15
Moreno jur6 el 30 de octubre. Pero alcanz6 a gobernar
siete meses escasos.
Una de sus primeras medidas consisti6 en ratificar su ad-
hesi6n y la del Gobierno a la Santa Sede. Pero tpara qué sirve
esto -protestaba Sanguigni a la Secretaria de Estado el 24 de
enero del 74-; si levanta la censura que pesaba sobre sus sa-
cerdotes, especialmente sobre Félix Maiz, famoso fiscal de sangre
del juicio d el obispo Palacios, y lo elige secretario? 16 c:Si da total

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EL PARAGUAY
373
precedencia al padre Duarte? ... "Este procedimiento -afi.ade-
ha alarmado a los pocos sacerdotes extranjeros comprometidos
en el proceso del padre Maiz, conscientes de lo que les espera..."
Detras de esto, subraya el Internuncio, juegan las intrigas ar-
gentinas.
Moreno prosigui6 la reorganizaci6n de la di6cesis. Pero, a
fines de mayo su salud se quebrant6 de tal manera, que para
evitar una nueva vacancia, en uso de las facultades solitae que
le habian sido conferidas, y de acuerdo con la enumeraci6n del
canonista Donoso -entonces, en boga-, trasmite sus facultades
al padre Fidel Maiz, para que, durante la vacancia de la sede,
pueda hacer sus veces. Realiz6 el acto el 11 de mayo ante cuatro
testigos, que firmaron el documento. Algunos dias después , el
30, fallecia.17
Maiz, a pesar de sus antecedentes sangrientos y de su ac-
tuaci6n politica, tenia ya en orden su situaci6n persona!, y era,
todavia, el hombre mas capaz y erudito del clero paraguayo.
El Gobierno lo reconoce inmediatamente, y se lo comunica
al lnternuncio el 8 de julio.
*
El 10 de setiembre, el clero paraguayo, en asamblea, elige la
terna para el sucesor : Maiz ocupa el primer lugar.
Con fecha 14 del mismo mes, alguien envia al Internuncio
una dura acusaci6n en contra de Maiz, en la que afirma que la
terna elegida se logr6 con presiones y miedo. Las tres firmas
que rubrican la nota: Blas J. Duarte, ]osé Alejandro Sosa y
Rufino Jara, estan, evidentemente, falsificadas , y pertenecen al
mismo amanuense.
En otra carta acusatoria del 6 de setiembre del 74, aparece
la misma !etra, y solo firma Rufino Jara.
El encargado de negocios de la Santa Sede, monsefior Miguel
Ferrini -Sanguigni ha sido trasladado de nuncio a Portugal-,
comienza sus cabildeos. Sin cotejar la informaci6n con el en-
cargado de negocios del Paraguay, don Higinio Duarte, pide
apoyo al Brasi!, y se comunica con la Secretaria de Estado.
El 17 de noviembre, la Secretaria de Estado le contesta que
Moreno no podia delegar, que Maiz no esta rehabilitado, y que
debe conminarselo a abandonar el cargo. Finalmente, urge que
se logre el nombramiento de algun capuchino o de "algun ecle-
siastico indigena que reuna las condiciones necesarias".18
En este documento se ve claramente la mano de monsefior

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374
Luis Lasagna, el obispo misionero
Domenico Sanguigni, que en ese momento estaba en Roma. Apa-
recen a primera vista informaciones en contradicci6n con docu-
mentos de la Internunciatura antes citados, yen perfecto acuerdo
con la tesis acariciada siempre por Sanguigni, o sea del adminis-
trador eclesidstico capuchino.
Interviene entonces el embajador paraguayo en Rio, don
Jaime Sosa. Segun él -de esto no hay pruebas-, Ferrini estaba
entrando en raz6n, cuando falleci6 inesperadamente el 13 de
febrero de 1835. De acuerdo con la versi6n de Luigi Bruschetti
-sucesor, y encargado de negocios de la Santa Sede-, Ferrini,
antes de morir, trasmiti6 las 6rdenes del Vaticano al Gobierno
paraguayo y a Maiz, sin obtener respuesta.
Bruschetti aprovecha la presencia de Machain, ministro de
Relaciones Exteriores paraguayo en misi6n en Rio, a fin de can-
taletear en favor del nombramiento de vicario de fray Fidelis
d'Avola o de fray Salvatore da Napoli. Mientras tanto, en Roma
presionan en igual sentido al ministro paraguayo en Londres
y en la Santa Sede, don Higinio Uriarte.
El Gobierno de la Asunci6n no pierde las formas; pero siem-
pre dice que no. El administrador debe ser paraguayo.
El cardenal Antonelli comunica entonces a Uriarte que, se-
gun los informes de que dispone -de la Nunciatura de Rio-,
no hay nadie en el Paraguay en condiciones de ser obispo. Uriarte
le responde que no polemizara; pero si los cargos que se enu-
meran fuesen ciertos, su Gobierno no los hubiera dejado im-
punes. Las autoridades_de su pais creian que Moreno tenia
facultades para delegar el cargo, e insiste en que se nombre a
Maiz corno vicario, y se le asegure la facultad de subdelegar en
casos de urgencia. Pero nada consigue.
El ministro Machain, antes de abandonar a Rio de Janeiro,
ofrece una transacci6n : Arrua por Maiz, pero vicario paraguayo.
Bruschetti desespera, porque sigue so:fiando con un capuchino,
y en sus cartas arroja toneladas de desperdicios sobre el can-
didato Arrua.
Machain viaja a Buenos Aires. El 3 de febrero del 76 firma
la paz por separado con la Argentina, y aprovecha la oportunidad
para conversar al arzobispo de Buenos Aires, monse:fior Federico
Aneiros. Lo interesa vivamente en el arreglo del problema del
obispado del Paraguay. Aneiros le promete su apoyo.
Para echar mas le:fia al fuego, aparecen en Rio ocho cartas
de _un sacerdote paraguayo suspendido por Maiz, Juan Isidoro
Insaurralde, que trasmiten al Nuncio una cuota adicional de
quejas y acusaciones.

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Vista actual del frente del
Hospital Militar, que fue do-
nado a Lasagna en 1895.
LA ASUNCION DEL PARAGUAY
Terrenos del Hospital cué,
vistos desde la terraza del
Colegio de Monsefior Lasagna.
Restos del antiguo Seminario,
contiguos a la catedral, cuyo
portico asoma a la derecha.

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376
Luis Lasagna, el obispo misionero
En junio, el Gobierno paraguayo renueva sus esfuerzos para
cubrir la vacante, y envia una nueva terna: Daniel Sosa, Facundo
Gill y Claudio Arnia.
Bruschetti piensa, con la cabeza de d'Avola -a quien el
Provincia! capuchino no quiso nombrar superior, a pesar de las
presiones del Nuncio-, que ninguno es digno de ocupar tal
cargo.
En ese momento desempeiia la internunciatura monseiior
César Ronchetti, que sigue gozando de la infaltable asesoria de
fray Fidelis. A pesar de la insistencia de la Santa Sede para
que vaya al Paraguay, y de las no menos persistentes invita-
ciones del Gobierno paraguayo, comunica a Roma en telegrama
cifrado su renuencia al viaje, y solicita la intervenci6n del Arzo-
bispo de Buenos Aires. Pero con la solicitud envia a monseiior
Aneiros instrucciones definitivas: deposici6n de Maiz, y las exi-
gencias de siempre.
El Arzobispo de Buenos Aires, ademas de saber que no puede
intervenir con éxito en el Paraguay, adivina la maniobra. En-
tonces, pone a disposici6n del Nuncio su propio secretario, padre
Mariano Antonio Espinosa, para que, en nombre del Internuncio
-y no del Arzobispo de Buenos Aires-, negocie las medidas
correspondientes.
Cuatro meses dura la misi6n de Espinosa. Llega a la Asun-
ci6n justo cuando asesinan al presidente Gill. No consigue ser
reconocido por el Gobierno corno en misi6n apostolica; no puede
obtener la renuncia de Maiz, que afirma poseer informes fidedig-
nos de que Ferrini "habia entrado por el camino de la justicia
antes de morir", y no logra convencer al Nuncio de los candi-
datos paraguayos que propone, porque fray Fidelis es arbitro
inapelable en Rio. Con todo, Espinosa insiste en el nombre del
padre Gill.
Finalmente, recibe orden del Internuncio de publicar en los
diarios la carta que Ferrini supuestamente enviara a Maiz, y
que éste alega no haber recibido. Espinosa cumple, y se retira
a fines de mayo.
*
En junio, el lnternuncio comunica oficialmente al ministro de
Relaciones Exteriores, Benjamin Acebal, que Maiz "es enteramen-
te inhabil corno administrador", que "sus actos son nulos", y que
la autoridad de Maiz es "intrusa y antican6nica".19
Entonces, Maiz renuncia el 25 de julio, y publica una ace-
rada autodefensa. El 24 de agosto asume la administraci6n ecle-

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EL PARAGUAY
377
siastica don Claudio Arnia. Mientras tanto, el Gobierno para-
guayo decide prescindir del Internuncio, y entenderse directamen-
te con la Santa Sede.
El doctor José del Rosario Miranda es enviado a Roma corno
ministro plenipotenciario y embajador extraordinario. Lo acom-
pafia privadamente el padre Fidel Maiz. Miranda tiene éxito:
logra el nombramiento de administrador para el presbitero Dio-
nisio Riveros, que se hizo cargo el 11 de diciembre, y fuerza el
envio directo a la Asuncion de un delegado extraordinario de
la Santa Sede -que va a ser el arzobispo de Nacianzo, monsefior
Angelo di Pietro-, para que negocie todos los arreglos necesarios.
-,',:
El padre Maiz vuelve rehabilitado, y se reintegra a su parroquia
nativa de Arroyos y Esteros.20
Monsefior di Pietro, nombrado a fines de 1877, preparo cui-
dadosamente su mision de delegado extraordinario para los asun-
tos del Paraguay.
Paso por Buenos Aires acompafiado del auditor monsefior
Antonio Sabatucci, rumba a la Asuncion. Estuvo alla casi dos
afios, basta diciembr;e del 79. Examino los asuntos con el pre-
sidente Candido Barreiro; reorganizo la diocesis; fundo el Semi-
nario, que entrego a los Padres Lazaristas, ante la imposibilidad
de que lo hicieran los Salesianos; negocio la presencia de estos
ultimos para la parroquia de Villa Rica, y finalmente dio obispo
a la diocesis.
Previa reunion del clero con el ministro de Relaciones Ex-
teriores, José Segundo Decoud -convocada por el padre Dio-
nisio Riveros, administrador del obispado-, se convino en la
presentacion de una terna integrada por Arrua, Riveros y Pedro
Juan Aponte.21
Di Pietro consagro obispo a Aponte, el 19 de octubre de 1879.
Finalmente, con Aponte, el Paraguay disfruto doce afios de re-
gularidad canonica. En 1886, el nuevo Seminario tenia vein-
tiséis alumnos y cuatro profesores.
Pero al morir monsefior Aponte, el lunes 14 de setiembre de
1891, sobrevino otro largo interregno.
Dias antes del fallecimiento, el 24 de agosto se hace cargo

38.10 Page 380

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378
Luis Lasagna, el obispo misionero
nuevamente de la administraci6n de la di6cesis el padre Claudio
Arrua.22
El 18 de setiembre el Gobierno aprueba el nombramiento,
y convoca al clero nacional.
El clero elige una nueva terna. La componen Claudio Arrua,
que, segun la prensa, representa al viejo clero; Narciso Palacios,
que pertenece a los egresados del Pio Latinoamericano de Roma,
y Juan Sinforiano Bogarin, un fruto del Seminario asuncefi.o.
Y comienzan de nuevo interminables negociaciones, a me-
nudo interrumpidas por revoluciones y cambios de gobierno.
En mayo de 1892, el Gobierno acredita por ley ante la Santa
Sede otro enviado especial, que debe obtener un nombramiento
para el obispado vacante. Don César Gondra viaja a Roma;
pero retorna en diciembre con las manos vacias, y produce un
informe aprobado por Camaras y Gobierno.23
*
*
Deciamos que di Pietro habia propiciado y hasta exigido la pre-
sencia de los Salesianos en el Paraguay. En efecto, en abril de
1879 viajaba a la Asunci6n el padre salesiano Juan Allavena, que
residia en el Colegio de San Nicolas de los Arroyos. El Nuncio
habia pedido a Roma que se le enviaran salesianos; y entre tanto,
solicit6 a Buenos Aires un sacerdote para las funciones de Se-
mana Santa.
Allavena estuvo dos meses en la capita! paraguaya. Pero
di Pietro necesitaba, por lo menos, un parroco para Villa Rica,
un vicario genera!, y persona! para la atenci6n del Seminario.
Por eso, el 28 de diciembre del 78 el cardenal Nina -protec-
tor de la Congregaci6n Salesiana-pedia a don Bosco misioneros
para el Paraguay, y asi escribia:
Là deplorable condici6n en que se encontraba la Iglesia en
el Paraguay con relaci6n a las necesidades del pueblo, con-
movi6 el paterna! coraz6n del Padre Santo Pio IX, quien
antes de descansar en el Sefior, le puso oportunos remedios,
enviando alla un delegado apostolico acompafiado de celo-
sos sacerdotes, para que proveyeran a la salud de aquellas
almas, poco menos que abandonadas por la falta de sacer-
dotes. Por las noticias llegadas a la Santa Sede, se ve con
verdadera satisfacci6n que el Sefior se dign6 bendecir los
cuidados del llorado Pontifice, y fecundar la obra de aque-
llos obreros eclesiasticos, teniendo que lamentar solamente
y con pesar que los enviados evangélicos son insuficientes,

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39.1 Page 381

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EL PARAGUAY
379
mientras que la necesidad de ayuda va creciendo para po-
der conservar los frutos ya recogidos.
Deseando por esto el actual Pontifice, el cual esta ani-
mado por el mas ardiente celo; deseando -digo- no aho-
rrar medio alguno apto para este fin, me ha encomendado
dirigirme a S. S. Ilma. para que se complazca en indicarme
con cierta solicitud en cual manera podria ir usted en ayuda
de la di6cesis del Paraguay y del Delegado Pontificio, ya sea
enviando directamente desde aqui un cierto numero de mi-
sioneros, o haciéndolos ir desde Buenos Aires, donde ya han
dado pruebas de diligente celo y trabajo verdaderamente
cat6licos.
Esperando, por lo tanto, saber de S. S. Ilma. si esta
dispuesto a secundar las intenciones de Su Santidad, quien
se ha dignado aceptar esta invitaci6n a sus paternales cui-
dados, me es grato saludarle con sentimientos de mi mas
distinguida estima.
De S. S. Ilma. Afmo., para servirlo.
CARD. NINA .24
Don Bosco respondi6 el l '-' de enero de 1879. En octubre
pondria a disposici6n de la Santa Sede diez salesianos y diez
Hijas de Maria Auxiliadora, para enviar al lejano Paraguay. Y
al punto escribi6 al padre Bodratto, superior de Buenos Aires.
Pedia que le informase con cuantos salesianos de la Argentina
podria contar para la naci6n paraguaya. Los demas irian de
Turin.
El padre Bodratto puso a disposici6n de don Bosco, con in-
gente sacrificio, tres sacerdotes, que nunca llegaron al Paraguay.
Allavena escribia entusiasmado de la Asunci6n. Predicaba,
confesaba, combinaba proyectos con el Delegado Apostolico, y
hasta comenzaba a practicar el guarani. Pero en eso, recibe
6rdenes de bajar a Buenos Aires.25
El 13 de setiembre del 79, don Bosco escribia al cardenal
Nina y le comunicaba sus dudas:
Como es de conocimiento de Vuestra Eminencia, habia ya
determinado que dos sacerdotes nuestros salieran de Bue-
nos Aires a principios de agosto, para ir por lo menos a
regentar la parroquia de la Asunci6n. Pero poco antes de
partir, les aconsej6 alguna autoridad que difiriesen la par-
tida, porque habia comenzado una revoluci6n en el Para-
guay. No sé si el nuevo pedido del Delegado Apostolico
sera anterior o posterior a dicha fecha. Sea corno fuere, yo
escribo inmediatamente al Superior nuestro en América,
para que partan enseguida dos sacerdotes, y comiencen a
trabajar y preparar el lugar para los que iran de Turin.

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380
Luis Lasagna, el obispo misionero
Para el 20 de este mes espero nuevas noticias, y probable-
mente desde el mismo Paraguay. Daré pronta comunica-
ci6n a Vuestra Eminencia...
En Buenos Aires se siguieron barajando los nombres de
Fagnano y de Costamagna. Pero, por el momento, resultaba
imposible desprenderse de ninguno. Monsefior di Pietro urgia
soluciones, y al fin, corno necesitaba partir, debio confiarlas al
propio sucesor.26
El 28 de enero del 80, el padre Bodratto escribia a don Bosco
desde Buenos Aires:
No ha sido posible combinar nada para el Paraguay. Mon-
seiior di Pietro esta algo disgustado, y tiene raz6n.
Al padre Allavena lo necesitan en San Nicolas, y Cos-
tamagna tiene grandes ocupaciones, en las que no se los
puede suplir. Y de Turin esperamos inutilmente...27
Doce afios después, en 1892, los Salesianos entran de nuevo en
contacto con el Paraguay.
El padre Angel Savio habia sido propuesto a la Curia de
Buenos Aires para visitar la Mision del Chubut. Se hallaba au-
sente el canonigo Vivaldi, a causa de su viaje a Italia. Pero el
Arzobispo finalmente denego el permiso. Entonces, don Savio
determino ir al Paraguay, desde donde algunas colonias italianas
habian pedido un sacerdote salesiano. Visito la Asunci6n y las
colonias. Luego, encendido en su fervor misionero, obtuvo las
debidas licencias y embarco rio al norte.
El 25 de junio estaba en Bahia Negra (Puerto Pacheco, para
los bolivianos). Alli paso mas de una semana evangelizando
indios chamacocos. Eran unos trescientos ...
Cuando se entero de que desde Villa Concepcion hasta Co-
rumba -unas ciento veinte leguas- no habia ningun sacerdote,
plane6 ingenuamente alga extraordinario: subir, siempre evan-
gelizando, hasta Corumba y Cuiaba. Luego, con el mismo mé-
todo, llegarse a Para, y finalmente, continuar hasta Europa.
Realmente, su celo evangélico era mucho mas dilatado que
sus conocimientos geograficos, y debio volverse sin pasar de
Bahia Negra.
El 16 de julio escribia a Turin desde Concepcion, donde se
embarco en el Humaitd rumba a la Asunci6n y al rio de la Plata.
El gobernador de la di6cesis, don Claudio Arnia, le dio una

39.3 Page 383

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EL PARAGUAY
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carta dirigida al superior general de los Salesianos, don Miguel
Rt'.!a, y otra para Propaganda Fide, en las cuales pedfa misioneros
salcsianos para ese territorio.
l: ~r. Savio volvi6 a Buenos Aires. Pensaba encontrarse con
m onst->110, Cagliero, y con él ir a Italia. También le fallo este
cakuìo . y tmo que embarcarse solo.28
_ . ·.'>·1ica c:c i" .asagna.
' La Democrac. ·i, ano XIV, N ? 3.844, del 16-V-1894, en la Bibl. Nac. Asunci6n
(Sarmiento 122).
3 La Democracia, ano XIV, N? 3.843, del 15-V-1894, en la Biblioteca citada.
4 Bibi. Nac. Asunci6n: Publicaci6n del Ministerio de Obras Publicas y Co-
rnunicaciones. Asunci6n, ano 1966.
Oficina Generai de Estadisticas, Anuario estadistico de la Republica del
Paraguay, ano 1886 (ed. Fischer y Quell, Asunci6n, 1888).
5 M. J . Sanguinetti, La representaci6n..., cit., pag. 107 (Buenos Aires, 1954).
' Pbro. Silvio Gaona, El clero en la guerra del 70, ed. II (Ed. El Arte S. A.,
Asunci6n, 1961).
7 Archivio Segreto Vaticano, Segreteria di Stato, anno 1869, rubr. 251, busta
376, pag. 78.
8 Fide! Maiz, sobrino del obispo Maiz, fue, sin duda, con sus virtudes y
sus errores, e! sacerdote rnas capaz de la época. Ordenado e! 24 de abril de
1853, fue cura interino de Arroyos y Esteros, y e! 14 de marzo del 59, prirner
rector del Seminario Conciliar. Siendo diputado en 1862, se opuso a la exal-
taci6n al poder supremo del generai Francisco Solano L6pez. Al poco tiernpo
fue encarcelado, juzgado por dos tribunales, y destituido de todos sus cargos.
Estuvo preso desde el 4 de Jiciernbre de 1862 hasta el 8 de setiernbre de 1866.
Por esos dias, en piena guerra, conoci6 e! Gobierno paraguayo la buia de
creaci6n de la arquidi6cesis de Buenos Aires, con la Asunci6n de sufraganea.
L6pez, profundarnente ofendido, busco al hornbre apto para escribir una re-
futaci6n contundente. Alguien se acord6 de Maiz, y engrillado y con centinela
de vista fue llevado al carnparnento de Paso Pucu. Desde entonces, siquica y
moralmente vencido, fue un juguete en rnanos de L6oez.
Definitivamente libre después de Curupayti, redact6 una protesta contra
la buia de erecci6n del Arzobispado, confeccionada al gusto de L6pez. Éste
lo oblig6 a escribir hasta una retractaci6n de su pasado politico, y cuando la
conspiraci6n de San Fernando -si ha de creerse a las Mernorias de Maiz
(Etapas de mi vida)-, bajo e! ternor y la arnenaza continua, lo hizo ·actuar
corno fiscal de sangre en el proceso del obispo Palacios, y obtuvo su fusila-
rniento. Al concluir la guerra, el dictarnen cay6 en rnanos de las tropas
irnperiales.
Asirnilado al grado de corone!, sigui6 incondicionalrnente al Mariscal hasta
Cerro Cora. Alla fue tornado prisionero por los brasilefios. Estuvo ocho rne-
ses en Rio, hasta que volvi6 a Ja Asunci6n, y pidio absoJuci6n de sus crimenes.
(Cf. S. Gaona, El clero..., cit., pags. 93 y siguientes.)
' Archivio Segreto Vaticano, loc. cit., pag. 138.
10 M. J . Sanguinetti, La representaci6n..., cit.

39.4 Page 384

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382
Luis Lasagna, el obispo misionero
11 Todos los datos aqui consignados referentes a las relaciones entre la
Santa Sede, e! Internuncio y el Paraguay, cuando no se diga otra cosa, est:in
tomados del Archivio Segreto Vaticano, !oc. cit.
12 Exceptuados Maiz y Moreno, todos habian muerto al fin de la guerra.
Evidentemente, la informacion que poseia la Santa Sede estaba obsoleta.
13 Las listas de sacerdotes que comunica e! Internuncio a Roma, y com-
puestas por fray Fidelis, difieren notablemente de las ordenadas por el erudito
investigador presbitero Silvio Gaona. El Nuncio da 23 ejecutados, 19 desapa-
recidos y 67 vivos; Gaona menciona 24, 39 y 32, respectivamente. (La documen-
tacion da la razon a Gaona.)
14 Datos del padre Daniel Sosa, en S. Gaona, El clero..., cit., p:ig. 103.
15 Donoso enumera entre las facultades solitae, la de elegir interinamente
sucesor.
16 Fide! Maiz fue absuelto por el Gobierno el 20 de noviembre de 1873, y
Moreno lo rehabilita el 23 de noviembre. (Cf. La Naci6n Paraguaya, N? 309,
en la Biblioteca Nacional, Asuncion.)
17 El acta de Moreno dice: "Con las facultades que me fueron comuni-
cadas..., teniendo ciencia y conciencia de lo que puedo y debo hacer..., invocando
al Sefior. .., comunico todas aquellas facultades que e! derecho permite en tales
casos al Pbro. Fide! Maiz para que durante mi enfermedad pueda ocurrir a las
necesidades de los fi eles ... Si Dios me llamare a otra vida..., suplir:i la vacancia
de esta lglesia..., administr:indola ad interim hasta que la Santa Sede disponga...,
para evitar nueva acefalia ..." (Archivo de la Curia de Asuncion.)
" Durante todo este enojoso proceso, actuan los siguientes representantes
papales : Domenico Sanguigni, arzobispo de Damieta, internuncio hasta fines
de 1874; Michele Ferrini, encargado de negocios del 6-VI-1874 al 13-II-1875, dia
de su muerte; Luigi Bruschetti, encargado de negocios en 1875; Cesare Rochetti,
arzobispo de Saluzzo, internuncio del 14-IX-1876 al 20-VI-1878; Andrea Aiuti,
secretario adjunto del 20-VI al 10-X-1878; Luigi Matera, encargado de negocios
del 10-X-1878 al 21-1-1879, y Angelo di Pietro, arzobispo de Nacianzo, 1880-1881.
(Cf. M. J. Sanguinetti, La representaci6n..., cit., p:ig. 116; M. de Alvarenga, O
episcopado..., cit.)
19 La carta de monsefior Ferrini al padre Maiz se halla contenida en la co-
municacion del padre Mariano Antonio Espinosa, cuyo texto es e! siguiente:
"De orden del Excmo. Sr. lnternuncio y Delegado Apostolico cerca de
la Republica del Paraguay, Dr. D. César Ronchetti, digno arzobispo de Seleucia,
se publica e! siguiente importante documento que a su tiempo fue enviado al
Pbro. Don Fide! Maiz por el finado monsefior Ferrini. / Asuncion, mayo de
1877. / ANTONIO ESPIN0SA.
"Al R. Presbitero D. Fide! Maiz. / Rio de Janeiro, 16 de noviembre de
1874. / Muy sefior mio: / Habiendo sido informado oficialmente Ntro. Ssmo.
Pio IX del fallecimiento del Revmo. Pbro. D. Manuel Vicente Moreno, y que
Ud. fue subdelegado por él para reemplazarlo, su paterna! corazon se afligi6
en gran manera viendo que la infeliz diocesis de la Asuncion est:i gobernada
desde su muerte por una administracion eclesiastica que, de cualquier modo
que se considere, no es ni puede ser canonica. / No lo es, ni lo puede ser
por parte del mencionado difunto, porque el derecho le niega el poder de
subdelegar facultades que la Santa Sede le delego por medio de esta Nunciatura
Apostolica para atender a las necesidades espirituales de los fieles de esa
diocesis. / No lo es ni lo puede ser por parte de Ud., porque existen acusacio-
nes contra Ud. de las cuales ni se ha justificado, ni consta en ninguna parte
que haya sido absuelto por la autoridad competente de las censuras en que

39.5 Page 385

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EL PARAGUAY
383
incurri6. / En vista de estas razones, tengo el sentimiento de notificarle en
nombre de S. S. que Ud. es enteramente inhabil para gobernar esa di6cesis:
declarando nulos y ·de ningun valor todos sus actos de jurisdicci6n, conforme
a los canones. / Espero que a las 6rdenes de S. Santidad que con todo el dolor
de mi coraz6n me veo obligado a comunicarle, se dignara tornar con la mayor
premura y sin la menor demora las medidas necesarias para dejar enteramente
el gobierno de esa di6cesis, al que Dios, autor de todo derecho, no lo llam6,
y en cuya presencia tenemos que presentarnos un dia para dar cuenta de
nuestras acciones. / Su humilde y pronta sumisi6n de Ud. a las 6rdenes del
Vicario de Cristo calmara las amarguras de su paterna! coraz6n, le puede al-
canzar a Ud. una gracia especial del Cielo y tranquilizara la conciencia de los
buenos cat6licos de esc religioso pais, que ahora estan justamente inquietos
y alarmados. / En tanto que espero las demostraciones de su humilde sumi-
si6n, pido a Dios le comunique los auxilios de su santa gracia, y cuente con
los auxilios personales que pueda ofrecerle para allanar su dificil posici6n. / Dios
guarde a Ud. muchos afios. / MoNSENOR DOCTOR MIGUEL FERRINI, Enc. de Negocios
de la Sta. Sede y Deleg. Apostolico.
"Concuerda con el origina!. / Rio, 11 de julio de 1877. / DR. ANDREA Arun."
20 S . Gaona, El clero... , cit., pag. 95; M. J , Sanguinetti, La representaci6n ...,
cit., pag. 113.
21 Archivo de la Curia de la Asunci6n .
22 Diario Oficial de la Republica del Paraguay, afio 1892, Nros. 574 y 575 .
23 Registro Oficial, 1892, pags. 57, 59, 91 y 163.
En la ultima pagina citada esta el decreto del Gobierno del 30-XII-1892, en
el que "apruébase la conducta del enviado extraordinario y ministro plenipo-
tenciario paraguayo ante la Santa Sede, Dr. Don César Gondra" (art. 1~).
Busqué sin éxito el informe producido por Gondra, en el archivo del Mi-
nisterio de Relaciones Exteriores; en la Camara de Diputados, donde se debati6
e! asunto, y en el Archivo Genera! de la Naci6n (Mariscal Estigarribia 93) .
En tocias partes fui atendido admirablemente; pero no di con e! documento.
24 Memorie biografiche, vol. XIII, pags. 782-783.
25 ACSS., carta del padre Bodratto a don Bosco, del 1-V-1879; Cronica del
Colegio de San Nicolas, pag. 47; J. Vespignani, Cronica..., cit., pag. 26.
26 ACSS., cartas del padre Bodratto.
27 ACSS., carta del padre Bodratto a don Bosco, del 28-I-1880.
" Boletin Salesiano, enero de 1893, afio VIII, N~ 1, pags. 9-10.

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.>
UAPITIJLO XVIII

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La Asunci6n
Los naranjos aroman tus calles,
los lapachos te prestan color.
De tus hijos la gracia y donaire
son preciada corona de honor...
J UAN CASANELLO, S.D.B.:
Alma y sentimiento
(Asunci6n, 1965) . .
ONCE DfAS DE NAVEGACI6N. El 17 de mayo, a las seis de la ma-
iiana, los viajeros divisan las barrancas asunceiias, que los es-
coltan rumbo a la madre de ciudades. A las diez y media,
queda a la izquierda Pilcomayo, y con las doce ingresan en la
bahia. El clima los regalaba con veinte grados de temperatura
y suaves vientos del sudeste. Los abordo la lancha de la Sani-
dad. Lasagna se despidio del capitan, y de los treinta compa-
iieros de viaje.1
En el muelle aguardaban las autoridades eclesiasticas: el
administrador diocesano, don Claudio Arnia; el secretario, doc-
tor Narciso Palacios, y el rector del Seminario, padre lazarista
don Julio Montagne.
La Asuncion ya lo habia saludado con sus diarios. La De-
mocracia publicaba las cartas uruguayas de Matias Alonso Criado,
con un pr6logo informativo sobre el Obispo y la Congregacion
Salesiana.2
·
Se hospedo en casa del ministro de Finanzas, don Antonio
Codas, que habia dejado su morada a total disposicion del Obis-
po, con muebles, utensilios y servidumbre completa: un cama-
rero, una cocinera y una economa.
Monseiior no perdio un minuto. Esa misma tarde comenz6
el trabajo. Para él, todo era apostolico: protocolo, cortesias,
liturgia, sacramentos...
Enseguida se corrio al Seminario. Veinticinco muchachos
fervorosos lo esperaban.
+- Don Angel Savio, legendario m1s10nero de la Patagonia, del Pa-
raguay y del Caribe. La foto pertenece al archivo del Colegio
Pio de Villa Colon, y segun consta en las anotaciones margina-
les, fue tomada en octubre de 1887.
25

39.8 Page 388

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386
Luis Lasagna, el obispo misionero
Luego, fue a la Curia. Y con los curiales, a la Presidencia
de la Republica. Eran las cuatro de la tarde. El doctor Juan
Gualberto Gonzalez y su sefiora lo cumplimentaron con exquisita
cortesia. Se hablo de la Obra Salesiana y de la Iglesia para-
guaya, y quedo hecha la introduccion a las negociaciones.
Al atardecer visito a las Hermanas Vicentinas. Cinco Hi-
jas de la Caridad cuidaban de la educacion de trescientas nifias.
..,.,
*
Con ese ritmo se deslizaron los veinte dias que demoro en la
Asuncion. Visito a todos los ministros del Poder Ejecutivo :
Otoniel Pefia, del Interior; Venando V. Lopez, de Relaciones Ex-
teriores; Antonio Codas, de Hacienda; Atanasio C. Rivera, de
Educacion, y Pedro Miranda, de Guerra.
Se entrevisto con el presidente del Tribuna! Supremo, don
César Gondra, y con los dos unicos diplomaticos destacados en
el pais: el ministro argentino, don José Manuel Estrada, y el
ministro residente de la legacion uruguaya, don Ricardo Garda.
En los diversos dias recorre iglesias y hospitales: el de la
Caridad, el Militar y el Asilo.
El Presidente, los ministros y diplomaticos se disputan el
honor de ponerle sus coches a disposicion, para recorrer las ro-
jas y polvorientas calles de la Asuncion.
El dia comenzaba siempre con funciones liturgicas. El 18
administro las ordenes menores a tres clérigos; el 19 ordeno tres
subdiaconos; el 20, cuatro diaconos, y el 27, dos sacerdotes. Los
demas dias, con excepcion del de Corpus, 24 de maya, administro
la confirmacion horas y horas; generalmente, de ocho y media
a once. Dias hubo en que desfilaron ante él cerca de 1.200 con-
firmandos.
El 23 era tanta la afluencia de publico en la catedral, que se
debieron destacar soldados para mantener el orden.
A las hijas del Presidente las confirmo en palacio. La espo-
sa del ministro Codas se confirmo entre el publico.
El dia 28, a las 20.30, bendijo el matrimonio del primer secre-
tario de la legacion argentina, don Baldomero A. Fonseca, con
la sefiorita Beatriz Zubizarreta. Los apadrinaba don José Ma-
nuel Estrada. En todas las funciones impartia discreta, pero
incansablemente, la catequesis respectiva, en forma de instruc-
cion, discurso u homilia.
El ministro uruguayo, don Ricardo Garda, luchaba con la
muerte en su lecho de enfermo. A principios de mayo habia sido

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LA ASUNCION
387
operado por el doctor Botrell, de Villa Rica. El cancer a la gar-
ganta avanzaba sin pieèlad.
Garda era un viejo francmason. Pero estaba conmovido
con la amistad de Lasagna. No solo no sabia corno :agradecer
las bondades del Obispo -una tarde lo beso afectuosamente en
la mejilla-, sino que guarc\\al:ia ven~racion por una imagen de la
Virgen del Carmen que le habia regalado su madre, en un pinto-
resco episodio infanti!. Monsefior penaba, porque no hallaba
el camino para que diera el salto desde su natural bondad hasta
la practica religiosa.
Ambos partieron juntos. El 6 de junio, Garda, entre ho-
nores militares, bajaba a la tumba,3 y Lasagna se embarcaba
hacia el norte. Confiaba mucho en la misericordia de Dios;
pero igualmente se fue muy triste.
;'~
*
Las conversaciones con el Gobierno se encauzaron definitiva-
mente el dia 20. El Presidente de la nacion lo convido a al-
morzar con sus ministros. Entre viandas y brindis, se discu-
tieron tres temas: la escuela de artes y oficios, las Misiones con
los indigenas, y el obispado de la Asuncion.
Los dos primeros eran cosa aparentemente facil: solo se
trataba de elegir lugares y sefialar fechas. El tercero era .suma-
mente espinoso, agravado por los antecedentes. Pero la llaneza
de Lasagna, su amabilidad, respeto y contagiosa simpatia, sua-
vizaron asperezas. Se echaron las bases de todas las gestiones
pos teriores.
Volvieron a reunirse Presidente, Obispo y ministros al dia
siguiente. Luego de confrontar opiniones, estuvieron todos de
acuerdo en que no solo era necesario obtener la pronta nomina-
cion de un obispo diocesano, sino también la de un coadjutor,
que obviara los problemas sucesorios. Pero lo que acuciaba al
Gobierno era la impasse del momento.
Lasagna sugirio que se comenzara por deshelar posiciones.
Una carta del Presidente al Papa seria buen exordio, si en ella
se rogaba al Padre Santo excusar algunos errores, corno la su-
presion de fiestas religiosas, y se le ofreda un homenaje de re-
ligiosa· sumision.
Tan convencidos quedaron Presidente y ministros, que pi-
dieron al Obispo redactara él mismo la nota. Y éste lo hizo
inmediatamente.4
No sabemos la influencia· que esta amigable intervencion

39.10 Page 390

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388
Luis Lasagna, el obispo misionero
pueda haber tenido en la soluci6n del problema del obispado.
Porque treinta y siete dias después, el 6 de julio, monseiior Anei-
ros, arzobispo de Buenos Aires, escribia al padre Juan Sinfo-
riano Bogarin:
Tengo el gusto de comunicarle que Su Santidad ha dispuesto
elegirlo para obispo del Paraguay, y me ha encargado de
hacer el proceso de costumbre. Al efecto conviene que Ud.
venga con dos testigos para las declaraciones.
Felicitandolo por su merecida promoci6n, lo saluda aten-
tamente su afmo. S. S.
LE6N FEDERICO ANEIROS
Arzobispo 5
Y ya el jueves 19 de julio, La Democracia publicaba la no-
ticia de la elecci6n de Bogarin corno trascendida de fuente
cierta.
*
*
*
El 24 de mayo, mientras el Partido Liberal proclamaba la can-
didatura presidencial de don Benjamin Acebal y la vicepresiden-
cial de don Juan B. Gaona -los otros precandidatos eran los
generales Caballero y Egusquiza-, la Asunci6n celebraba con
fervor ejemplar la fiesta del Corpus. Pontifica! y procesi6n,
con asistencia de pueblo y Gobierno. Salvas de artilleria y ho-
nores militares. Oraciones publicas y homenajes del pueblo.
Lasagna acotaba: "Menos conocen al Seiior, y mas lo
quieren".
*
*
*
Cuando se trat6 de la cristalizaci6n de la Obra Salesiana en el
Paraguay, Gonzalez sugiri6 institucionalizarla con una legisla-
ci6n especial. Lasagna insisti6 en que las obras de Dios nacen
modestamente. Lo indispensable, por razones de seguridad, era
la propiedad de un terreno y de un local, para lo que sugeria
la cesi6n simultanea del Hospital Cué viejo y del de la Caridad,
ruinosos edificios que estaban contiguos. La donaci6n de uno
solo de ellos era inadecuada: un colegio arrimado a uno de los
hospitales ofrecia a los niiios penosos espectaculos. La dificul-
tad de donar ambos radicaba en que todavia no estaba termi-
nado el Hospital nuevo.
Solucionado el problema del lugar, bastaria que el Gobier-
no solventara el viaje de los Salesianos desde Europa.

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Palacio presidencial de los
L6pez, visto desde el rio.
LA ASUNCION ANTIGUA
Plano de la vie-
ja ciudad de la
Asunci6n. (No po-
demos precisar la
fecha).
PLAN DE LA VILLE o · ASSOMPTION
1 GJ,iJ,/,o
2 .. Cc:ua. tk. Oollieno
:l ... lLa.rld-
LPa/.a,ù, d,, Lop•~
S .. .Aduona.
, ... t:arc,L
1.. /41.':-.F.CarriL
8... .Kuca.M dd .PuttHD
9 ...... i,l.... CmlraL
10 .Lt~Tramznn,_11
1_1 ring/ad,,
J2 Trihun.al9 Curu,
13 Tea1,r,o
n G,piùuù,,
1.5 &w,Ulrml .!I lttm,:9r1!'
1s c,,1,_9;,, 11-.,;,,n,,1,
.. . .. , ., __ ,JIUIRQ)"J'·-t"°'"'.
... .... .... •.. .id. G , ~ ~ , . !- .
-----

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390
Luis Lasagna, el obispo misionero
El Presidente sugiri6 la redacci6n de un memorandum, para
preparar un mensaje y enviarlo al Congreso.
La opini6n publica se manifestaba alborozada por medio
de la prensa. El organo oficialista La Democracia apoyaba la
actitud generosa del Gobierno. La Patria -dirigida por Blas
Garay, y que respondia al general Caballero- dedicaba a las
tratativas sendos articulos, los dias 28 y 29 de maya :
Creemos que el Gobierno obrara patri6ticamente si facilita
en todo cuanto de él dependa y sea justo, el advenimiento
e instalaci6n de la Obra Salesiana en nuestro pais. A ello
han de contribuir las dotes personales de nuestro ilustre
huésped, quien, segun el parecer unanime de cuantas per-
sonas han tenido el honor de tratarle, sabe conquistarse
desde luego las mas vivas simpatias por su vasta ilustra-
ci6n, por su exquisita afabilidad y por la austera dignidad
que siempre demuestra, conforme a la alteza del ministerio
de que se balla justamente investido.
El 29, La Patria insistia:
Nos aseguran que el Poder Ejecutivo pedira autorizaci6n
al Congreso para conceder a la Orden Salesiana el solar del
antiguo Hospital de la Caridad, para que en él se establezca
una escuela de artes y oficios, cuya fundaci6n entra en los
planes del Obispo de Tripoli.
Creemos que el Gobierno debe facilitar por todos los
medios la misi6n del ilustre Prelado... Esperamos, pues, que
las Camaras acojan favorablemente este pedido y accedan
a él lo mas pronto posible.
*
..,.•
El dia 27, Monsefior acababa de ordenar a dos sacerdotes, cuan-
do el ministro de Relaciones Exteriores, don Venancio V. L6pez,
con quien habia mantenido largas conversaciones, lo agasaja en
su casa con un almuerzo. Asisten el Presidente y la mayoria
de los ministros.
Se reexaminaron alli todos los temas tan ampliamente, que
el Obispo hubiera perdido el tren que debia llevarlo a Luque,
si el Presidente no hubiera impartido 6rdenes al persona! ferro-
viario para que lo esperaran.
Al volver de Luque el 28, Lasagna cruz6 el rio acompafiado
por Venancio V. L6pez. Quisieron inspeccionar en el Chaco un
terreno que parecia apto para establecer una escuela agricola
de indigenas.

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LA ASUNCION
391
El 30 visito el Asilo; el 31, el Hospital de la Caridad, y el
1? -siempre con Venancio V. L6pez, y esta vez con un ingeniero
municipal- examin6 el terreno de ambos hospitales. El de la
Caridad estaba desalojado; pero el Militar seguia todavia en uso.
Las negociaciones debian prolongarse, necesariamente, hasta la
inauguraci6n del Hospital nuevo.
Todavia el dia 2 administr6 cuarenta confirmaciones.
El 3 de junio arriba a la Asunci6n el Diamantino. Traia a
los salesianos que viajaban al Mato Grosso. La escala duro
casi tres dias. El 4, Lasagna fue llamado por el pobre Garda,
al que animo cristianamente. Luego, se despidi6 de autorida-
des y amigos.
El dia 6, a las siete y media, recibi6 al Presidente y a los
ministros. Venian a despedirse, y excusarse de su ausencia en
el muelle. A la misma hora debian acompafiar oficialmente los
despojos mortales del Ministro uruguayo. Con todo, no falta-
ron el Ministro de Justicia y Culto, los hijos del ministro Es-
trada y las autoridades eclesiasticas.
El Diamantino enfil6 rumba al tropico. El 7 llegaron a
Villa Concepci6n. Alli contemplaron a los primeros indios cha-
quefios. Maniobraban en sus canoas junto al buque. Los via-
jeros tomaron algunas fotos, y prosiguieron hacia Pefia Her-
mosa y rio Appa.
;',:
Mientras tanto, la Asunci6n cambiaba inesperadamente de go-
bierno. El 9 de junio, a las once, los generales Bernardino Ca-
ballero, Juan B. Egusquiza y Patricio Escobar, sublevaban los
cuarteles.
Egusquiza -que habia sido ministro de Guerra hasta el 17
de
abril
de
1894
6
-
se dirigia al Honorable Congreso Nacional
con un mensaje revolucionario. Trascribimos algunos de sus
parrafos mas importantes:
El 25 de noviembre de 1842, al ratificar solemnemente la
independencia nacional, se declar6 con fuerza de ley que
la Republica del Paraguay nunca jamas sera el patrimonio
de una persona o una familia. El que ejercia la primera
magistratura de la Naci6n, Sr. Juan G. Gonzalez, faltando
a dicha ley y a la actual constituci6n..., ha premeditado
imponer... la candidatura de su concufiado José S. Decoud
a la presidencia de la Republica... Noticiosas las tropas, lo
d e s c o n o c i e r o n ...7

40.4 Page 394

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392
Luis Lasagna, el obispo misionero
Gonzalez resistio; pero al fin, el dia 11 se embarco para
Corrientes y Buenos Aires en el Mercedes. El Congreso entrego
el mando al vicepresidente, don Marcos Morinigo, y éste pre-
paro las elecciones presidenciales, que se efectuarian el 25 de
setiembre.
Triunf6 Egusql!iza, y se decidio que asumiera el mando el
25 de noviembre.
*
*
*
Por razones de unidad de materia, vamos a adelantar el calen-
dario de Lasagna . El 12 de julio, ya partia de regreso de Cuia-
ba. En una gabarra se deslizaron hasta Barranca Alta, para
trasbordar al Coxip6. El 16 penetraron en el rio Paraguay.
Al llegar a Corumba, subieron al Ladario, y navegaron rauda-
mente hasta Villa Concepcion. Alli se detuvo los dias 20, 21
y 22. Se hospedo en casa de dofia Candelaria Cabafias, y tuvo
de guia al uruguayo don Rafael Fernandez. Confirmo en los
tres dias unas seiscientas personas. Se entrevisto con el Sena-
dor local y el Jefe politico. Converso acerca de la fundacion
de un colegio. Atendio a inmigrantes italianos, y establecio
contacto con los indios.
El 22 se embarco en El Pingo, tras una despedida apoteo-
tica. El 23 ya estaba en la Asuncion. Se hospedo en la Curia.
El panorama habia cambiado totalmente. Gonzalez y Lo-
pez estaban exiliados y acusados de piquitos, que en la jerga
local significaba irregularidades administrativas.
El dia 24 visito a la sefiora de Gonzalez, esposa del Presi-
dente depuesto.
Ese mismo dia aparecia en los diarios un aviso de remate:
"Luis Quer, por orden de Rosa Pefia de Gonzalez ..." Se trataba
de los muebles del ex Presidente.
Por la tarde visito al Vicepresidente y a los nuevos minis-
tros. Lo atendieron con mucha amabilidad, y prosiguieron exa-
minando las dificultades para ocupar el Hospital.
El 25 ordeno a dos sacerdotes: don Tomas Aveiro y don
Manuel Trinidad.
Ese mismo dia recibio un telegrama del hombre fuerte,
don Juan Egusquiza. Pedia una entrevista para el dia siguiente.
Egusquiza se mostro tan interesado en la Obra Salesiana
corno el Gobierno, y tan prendado de Lasagna corno sus ante-
riores amigos.
Éste encargo al parroco de la catedral y proximo obispo,
don José Sinforiano Bogarin, de continuar las gestiones, y el
29 partio para Buenos Aires.8

40.5 Page 395

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LA ASUNCI6N
393
'Biblioteca Nacional de la Asunci6n (Sarmiento 122 esq. Av. Peni): La
Democracia, afio XIV, Nros. 3.843 a 3.863; La Patria, Nros. 32 a 52.
'La Democracia, del 17-V-1894. En un editoria! sobre los Salesianos, copia
la siguiente carta de don Matias Alonso Criado:
"Montevideo, mayo 8 de 1896. / A S. S. el Dr. D. Venancio V. L6pez, Mi-
nistro de Relaciones Exteriores de la Republica del Paraguay. / Asunci6n. / Se-
fior Ministro: / Aunque e! principal deber reglamentario de mi cargo es, sin
duda, e! que atafie al fomento de los intereses del comercio y de la navegaci6n,
no he creido ajena a mis funciones ninguna iniciativa que, de cualquier modo,
pueda redundar en beneficio del Paraguay. / Siempre Ilam6 mi atenci6n y fue
objeto constante de mis estudios e investigaciones la desgraciada condici6n de
los indios del Chaco, y e! abandono de una parte de la juventud en la Asunci6n
y pueblos de la Republica, donde vegeta aquélla en los vicios y en la m as
completa ignorancia. Sin embargo de esto, convencido estoy por mis viajes al
Chaco y a las principales poblaciones del Paraguay, que existen condiciones de
mansedumbre en los indigenas y aptitudes de natural despejo en nuestra ju-
ventud abandonada, capaces de regenerarles y hacerles utiles en la escuela del
trabajo. Es obra de humanidad incorporar esos elementos a la civilizaci6n, ase-
gurando asi e! bienestar y progreso del Paraguay. / No siendo eficaz otra pro-
paganda que la religiosa para iniciar a esos habitantes en la civilizaci6n, y
conociendo las ventajas practicas del cristianismo para Ilenar aquellos fines, al
ver que carece hoy e! Paraguay de toda cooperaci6n en e! Rio de la Plata para
mejorar sus condiciones morales y materiales; me dirigi oficiosamente a fines
de 1892 a la Secretaria de S. S. Le6n XIII y obtuve la siguiente contestaci6n:
"Seiior D. Matias Alonso Criado, C6nsul Generai dél Paraguay. / Monte-
video. I Ilustrisimo Seriar: I Al acusar recibo del apreciable pliego de V. S. de
fecha 6 de noviembre prvximo pasado, me apresuro a participarle que inme-
diatamente hice una relaci6n al S. Padre de cuanto en él me comunicaba. / Ten-
go ahora que manifestarle que S. Santidad, dolorosamente impresionado por la
descripci6n del deplorable estado en que se encuentran los indios del Chaco
Paraguayo, me ha ordenado interesar al Rdo. P. Rector Generai de los Sale-
sianos, para ver si es posible fundar una Misi6n en el Chaco dirigida vor aque-
llos Religiosos, y una E scuela de Artes y Oficios en la Asunci6n. / He tratado
de ejecutar con solicitud la orden recibida, y espero que los deseos manifestados
por V. S. puedan ser realizados, y con sentimientos de distinguida considera-
ci6n me declaro de V. S. afmo. servidor. / M. CARD. RAMPOLLA. / Roma, 15 de
diciembre de 1892.
"La Orden Salesiana fue fundada en Italia en 1841 para consolar a los que
sufren y para instruir y moralizar las clases pobres de la sociedad. Tuvo inme-
diatamente gran aceptaci6n y notable incremento en las principales naciones de
Europa, y hoy tiene varias reducciones agricolas de indios y escuelas de artes
v oficios, v cole!Zios de ensefianza elemental y secundaria en México, Colombia,
Ecuador. Peni, Chile. Argentina, Brasi! v Urrnmay. / El Para!Zuav no podia ser
una excepci6n en América, y sus clases desvalidas van a recibir pronto los bene-
ficios de la progresista Instituci6n Salesiana. / Hov salen de Montevideo para
la Asunci6n, en e! vapor Las Mercedes, el Ilmo. Sefior Dr. D. Luis Lasagna,
obispo de Tripoli, y su secretario, D. Juan Balsola, a fin de estudiar practica-
mente la creaci6n de una Escuela de Artes y Oficios para nifios y nifias po-
bres en la Asunci6n. semeiant.es a las aue funcionan en Alma!Zro (Buenos Aires)
y en la Estanzuela (Montevideo), y una Reducci6n Agricola para los indios del
Chaco, corno las establecidas en las islas Dawson, Tierra del Fuego, Patagonia
(Chile y Argentina), y Amazonas, Ceara y Minas Geraes (Brasi!). / El Sefior
Obispo de Tripoli es el Inspector Generai de la Orden Salesiana en e! Brasi!,
Uruguay, Paraguay, Misiones, Corrientes y Entre Rios, y a sus grandes y rele-
vantes dotes de inteligencia, virtud y actividad persona! se deben las principales
fundaciones salesianas que tanto bien han hecho a Sud -América. Desde la Asun-
ci6n, el doctor Lasagna seguira viaje para Cuyaba (Mato Grosso), donde el Go-

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394
Luis Lasagna, el obispo misionero
bierno y Diocesano respectivos han dado las mayores franquicias y apoyo moral y
materia! para la instalaci6n de los Salesianos en aquel lejano Estado del Brasi!,
tan ligado al Paraguay por su posici6n geografica. / El ilustrado Gobierno de
la Asunci6n, justo apreciador de las necesidades del pais, debe dispensar a los
Salesianos todo e! apoyo que merecen su abnegada misi6n civilizadora y los
beneficios que prometen y reportaran sin duda al Paraguay, al que se le
abre hoy una aurora de regeneraci6n moral y socia!. / Tengo especial honor
y satisfacci6n en presentar y recomendar eficazmente a V. E . el Ilmo. Obispo
de Tripoli, esperando obtenga toda clase de facilidades por parte de mi Go-
bierno para rea lizar su misi6n evangélica en e! Paraguay. / Con este motivo
reitera al Sefior Ministro el testimonio de su mayor consideraci6n y aprecio
s. s. I MATfAS ALONSO CRIADO. "
' Diario Oficial , Nros. 1.393 y 1.422.
4 El padre Montero y Brown cita repetidas veces e! borrador de esta
carta, exis tente en e! archivo del Colegio Pio de Villa Colon. Yo, lamentable-
m ente, no pude dar con e! documento mencionado.
5 Archivo de la Curia del Arzobispado de la Asunci6n (Corone! Bogado e
Independencia).
' Diario Oficial, N? 1.354.
' Diario Oficial, W 1.398.
Al quedar e! vicepresidente Morinigo a cargo de la presidencia de la re-
publica paraguaya, nombr6 los siguientes ministros : Interior, Angel M. Mar-
tinez; Relaciones Exteriores, Gregorio Benitez; Hacienda, Agustin Cafiete; Culto,
Justicia e Instrucci6n Publica, Manuel A. Maciel, y Guerra y Marina, te:nioote
corone! Antonio Caceres.
' Diario Oficial, W 1.502.
El 25 de setiembre de 1894, los ciudadanos eligieron para e! séptimo perio-
do constitucional a Juan B. Egusquiza, presidente, y a Facundo D. Insfran, vi-
cepresidente.

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LA ASUNCION: Colegio de
la Providencia de las Herma-
nas Vicentinas, actualmente
en demolici6n.
TESTIMONIOS PARAGUAYOS
CIUDAD DEL VATICANO: Fotocopia de uno de los infor-
mes que el nuncio de Rio de Janeiro, monsefior Sanguigni,
enviaba al secretario de Estado, cardenal Antonelli.

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>
CJ A P I TU LO XIX

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Cuiaba
Sob os flabelos reais de mil palmeiras,
tao verdes, sobranceiras
e lindas corno alhures nao as ha;
sòbre alcatifas da mais verde selva,
em meio a verde selva,
eis a cidade verde, Cuiaba!
Guardam-na, frente a frente, quais gigantes
eternamente amantes,
os seus dois morros, e tao verdes sao,
que até refletem palidos verdores
nos lares sismadores,
que enchem do vale a placida mansao.
Muita vez, na amplidao do céu ridente,
que tao maciamente
sobre ela curva o cérulo matiz,
passa a nuvem dos verdes perequitos,
garrulos e infinitos,
qual chusma de esperanças infantis.
Passa! ... e na calma do horizonte verde,
que além no azul se perde,
ela adormece ao osculo fugaz
do verde rio Languido, que a esfrola,
cantando a barcarola
infinita dos beijos e da paz.
D. FRA NCISCO AQUINO CoRRtA,
A cidade verde.
EL 8 DE JUNIO, a las 11.30, el Diamantino, apuntado hacia Co-
rumba, cruz6 la linea del rio Appa. A la izquierda seguian des-
filando poblaciones paraguayas: Puerto Sastre, Fuerte Olimpo
y 14 de Mayo. A la derecha asomaban las costas brasilefias.
A las 17.30 se detuvieron un instante en Puerto Murtinho, em-
barcadero de una estancia con cincuenta personas. A las 18.30
superaron el fuerte de Bahia Negra, una docena de casitas ro-
deadas de indios: la Siberia del Paraguay, segun se mentaba.
Luego, el rio deriva hacia el nordeste, y serpenteando entre
bafiados y pantanos, penetra definitivamente en territorio bra-
silefio.
~ Foto de monseiior Luis Lasagna, existente en el archivo centra!
de la Sociedad Salesiana de Turin, obtenida entre 1893 y 1895.
(Atenci6n del padre Luigi Dotta.)

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El dia 10, por la maiiana, contemplaron sorprendidos lo
que llamaron las cordilleras de Corumba.1
Corumba, puerta del Mato Grosso, habia sido uno de los
puntos criticos durante la guerra con el Paraguay. No habia
entonces otra comunicaci6n con el Brasil y con el munda, que
el rio Paraguay. Por eso tenia aduana, y una guarnici6n de
3.000 soldados.
Los 5.000 habitantes se movian en una isla montaiiosa, a
116 metros de altura. Al este, después de Ladario, el rio la sepa-
raba del Pantanal. Los barcos que llegaban del sur, se dete-
nian en su puerto, cuya escasa profundidad impedia el avance
hacia el norte de embarcaciones mayores.
La atenci6n espiritual estaba en manos de un solo sacer-
dote, ya anciano : don Constantino Tarzio, que tenia la sacristia
ornada con sendos retratos de Mazzini, de Garibaldi y de Vie-
tor Manuel.
Esa misma tarde vino el padre Tarzio a agasajar a los
viajeros, en compaiiia del C6nsul de Bolivia.
A las siete de la maiiana del dia siguiente, le rendian hono-
res en el puerto el jefe del regimiento, corone! Horacio, escol-
tado por banda militar, y el c6nsul italiano, don Maximiliano
Carcano.
Monseiior se dirigi6, luego, a la parroquia, donde celebro
misa el secretario, don José Balzola. Después del oficio, devol-
vi6 atenciones a las autoridades, al Coronel y al C6nsul de Italia.
A las 5.30 de la tarde, ya trasbordaba al Coxip6. Y de
nuevo se repitieron las ceremonias, con honores y banda militar.
El Coxip6 tenia apenas seis o siete camarotes, reservados
para damas. Los rodeaba una pequeiia cubierta. Un pasillo
interno hacia de comedor, sala de estar y dormitorio. Los pa-
sajeros dormian en los bancos y en el piso, arrebujados en
mantas. A Monseiior le ofrecieron el camarote del Capitan.
Viajaban unas ochenta personas; entre ellas, cuarenta sol-
dados con sus mujeres y niiios.
Navegaron todo un dia sobre el Paraguay, y el 13, a las
2.30 de la madrugada, penetraron en el rio San Lorenzo.
A medida que avanzaban rumba al Cuiaba -que entonces,
al revés de hoy, era afluente del San Lorenzo-, una selva verde
y florida iba cerrando rio y cielo con palmas, cedros, quebra-
chos y jacarandaes. Las orillas se poblaban de yacarés, y de
pajaros el horizonte. De cuando en cuando aparecia alguna
habitaci6n humana.

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CUIABA
399
Cada veinticuatro horas, el barquito se detenia un rato,
para abastecerse de lefia y comestibles.
Cinco dias consumieron serpenteando en los infinitos mean-
dros del Cuiaba.
Cuando se abastecieron el dia 15, hallaron en la costa un
mensajero del Gobernador del Mato Grosso, que venia a infor-
marse de la presencia del Obispo. El padre Balzola anot6 que
mientras el emisario debia recorrer veinticinco leguas por tie-
rra, en el rio habia que cubrir sesenta.
El rio se estrechaba cada vez mas, y al mismo tiempo dis-
minuia la profundidad de su cauce. Los bagajes debieron ser
trasbordados a una chata remolcada por el Coxip6.
Ese mismo dia, el rio, el cielo y la selva enmarcaron una
escena emocionante. Los humildes compafieros de viaje habian
recolectado 269 milréis, para obsequiar al Obispo. Querian con-
tribuir a su misi6n.
El dia 17, el Coxip6 dijo basta. No podia avanzar. Todos
debieron pasar a la chata, una barcaza con bodega y cubierta.
Diez hombres musculosos, guarnecidos con taparrabos -ima-
gen tropica! del batelero-, hundian ritmicamente unos palos
hasta el fondo cenagoso, y empujaban la chata rio arriba. Para
no perder el ritmo, redoblaban con los pies descalzos una mu-
sica sorda, un extrafio ritmo acompasado, que no descansaba ni
de noche, ni de dia.
Cuando comenzaba a despuntar la aurora, amarraban la
chalana en algun tronco de la orilla, y todos, incluso el Obispo,
descansaban algunas horas recostados en el piso.
Debian arribar al dia siguiente, 18 de junio. El rio, cada
vez mas angosto, dificultaba la maniobra.
El calar humedo y los voraces mosquitos volvian mas fasti-
diosa la espera. Monsefior se sentia muy mal. El reumatismo
le hinchaba las rodillas, y debia permanecer sentado en el suelo.
Los pasajeros mataban el tiempo contando historias espe-
luznantes. El padre Balzola anota en sus Memorias el drama
de la estancia del Terraplén, o fazenda do Aterrado.
Figueiredo, un duro cazador, habia levantado una estancia
sobre un pequefio acantilado, al borde del rio y de la selva.
Al indio que se acercaba a sus dominios, lo abatia sin piedad.
Una tarde sali6 de caza con sus peones. Al volver, se en-
contr6 con la venganza de los coroados. Las cabezas de la
mujer y de los hijos estaban empicadas en la puerta del cam-
pamento, y en la casa, su sangre recogida en platos y cazuelas.
Figueiredo enloqueci6.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
En la costa afloraba un mudo testigo: una tosca cruz de
madera. La mano del Obispo la bendijo, y sus labios rezaron
por todos.
*
*
*
Cuiaba, centro geodésico de América, los esperaba junto al mo-
rra de San Jer6nimo, sentada corno una reina sobre la purpura
de sus tierras bermejas, y a la sombra de palmeras imperiales,
cocoteros y mangueiras.
La centinela del oeste cumplia su guardia a 165 metros de
altura, en la tibieza de un clima tropica! humedo que no excedia
los 31° de maxima y los 20° de minima. A sus pies, el rio se
alargaba hacia el norte, entre los morros de Boa Morte y de
Prainha.
La habia fundado un bandeirante, Pascual Moreira Cabra!,
en 1719, a treinta kil6metros del actual asiento, y a la vera
del Coxip6 Mirim. S.e llam6 Forquilha.
El l'? de febrero de 1727, el pueblo garimpeiro fue bautizado
por el Capitan Genera! de San Pablo, Villa Real del Seri.or Buen
Jesus de Cuiabd.
Se convirti6 en prelatura en 1745, y en obispado, el 15 de
julio de 1826, ocho afios después de adquirir la categoria de
ciudad.
Por decreto imperial N<:> 1.149, el 13 de abril de 1853 fue
erigido el Seminario, que goz6 de una época de oro hasta 1866.
Dos acontecimientos infaustos sefialaron la ruina de Cuia-
ba: la guerra del Paraguay (1864-1868) y la viruela (1869-1870).
En estas emergencias muri6 mas de la mitad de la poblaci6n.
El 11 de octubre de 1876 falleda el primer obispo de Cuia-
ba, don José Antonio dos Reis, después de gobernar la di6cesis
durante cuarenta y cinco afios y dos dias.
El 21 de setiembre del 77 fue nombrado sucesor don Carlos
Luiz d'Amour, oriundo de Marafi6n y Recife. Tomo posesi6n
el 2 de marzo del 79.
En 1881, d'Amour estuvo en Roma y en Turin. Comenz6
entonces su continuada ofensiva para lograr la instalaci6n de
los Salesianos en Cuiaba: tres afios de lucha, que ahora se veian
coronados por el éxito.
Tenia entonces Cuiaba unos 16.000 habitantes, atendidos es-
piritualmente por tres sacerdotes que trabajaban en la capital,
y ocho en el interior.

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Don Carlos Luis d'Amour, obispo de Cuiaba
(1878-1912).
Monseiior Antonio Malan
(1862-1931 ), primer director de
Cuiaba ( 1894 y 95) y primer
superior de la lnspectoria del
Mato Grosso (1896-19). Fue
luego obispo misionero (1914-
24 ), y finalmente, diocesano de
Petronila (1924-32) .
PIONEROS DE CUIABA
El padre Agostinho Colli,
legendaria figura de los
primeros tiempos salesia-
nos de Cuiaba.
El padre José Cas-
tells, cuando en-
tro de aspirante
en Villa Colon
(mayo de 1877) .

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Luis Lasagna, el obispo misionero
En los quince afi.os que llevaba el Obispo en la diocesis, solo
babia ordenado un sacerdote.
*
A dos kilometros de la ciudad esta el puerto de Cuiaba. Un
atra.cadero sin muelle, apostado en una estrecba ensenadita.
Junto a él velaba el Arsenal, y brotaban algunas casitas. Mar-
caba la mitad del camino entre el puerto y Cuiaba la iglesia
de San Gonzalo, con otro enjambre de casucbas.
La ciudad era pobre y pequefi.a. Tenia tres cuarteles, un
arsenal, un teatro destartalado y varios negocios.
Las casas eran todas bajas. Los Padres Lazaristas se babian
retirado del Seminario, algo por las dificultades del ambiente,
y algo por los nervios de monsefi.or d'Amour.
Las Hermanas de la Caridad, desde bacia tres afi.os, aten-
dian el Asilo de Santa Rita. Pero no bacian mas que esperar
la venida de las Hijas de Maria Auxiliadora, para emigrar ba-
cia Rio.
El Obispo babia anunciado solemnemente la venida de los
Salesianos. Tras el anuncio, un buen dia las campanas de San
Gonzalo se ecbaron a rebato. Acudieron los vecinos, y se les
comunico la buena nueva: los Salesianos estaban cerca..., babia
que poner todo a punto. Y comenzaron el baldeo y la limpieza.
')':
El 29 de enero de ese afi.o 1894, monsefi.or d'Amour enviaba a
sus parrocos una pastora} para ser leida en la misa mayor:
Llenos del mas grande jubilo os comunicamos, amados hi-
jos, una muy grata e importante noticia: Monsefior Luis
Lasagna, obispo titular de Tripoli y dignisimo Superior de
las Misiones Salesianas del Brasil, el Uruguay y el Para~uay,
nos dice lo siguiente en una carta que desde San Pablo
escribe con fecha 2 de diciembre pr6ximo pasado: "Ma-
fiana, 3 del corriente, se embarca en Génova monsefior Ca-
gliero, con el persona! que debera acompafiarme al Mato
Grosso. Si dificultades imprevistas no me lo impiden, par-
tiré para Monteviedo hacia mediados de enero, y en abril
me dirigiré a Cuiaba".
Con ansiosos sentimientos esperamos la llegada de estos
Misioneros, que no se limitaran a catequizar a los salvajes...,
sino que también... fundaran ima colonia agricola y abriran

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CUIABA
403
en nuestra capital una casa de educaci6n de artes y oficios,
para la formaci6n de los j6venes menos favorecidos de la
fortuna ...2
*
El 18 trono el canon del Arsenal. Era la acostumbrada sefial
de la llegada del barco. Lasagna terminaba el crucero de mas
de 3.000 kilometros.
El tranvia tirado por burros que efectuaba el recorrido de
la ciudad al puerto, ese dia cargo con lo mas distinguido del
lugar: el presidente del Estado, don Manuel José Murtinho; el
general Costa, José Maria Metello y el obispo don Carlos Luiz
d'Amour.
Todo el pueblo se arrimaba al rio, mientras la banda del
regimiento 8 de infanteria amenizaba la espera.
A las 11.30, la barcaza comenzo a abordar. Los ultimos
tramos fueron muy dificultosos. Algunos practicos se arroja-
ron al rio, y ayudaron a atracar.
Se echo la planchada, y comenzo el descenso.
Lasagna se estrecho en un apretado abrazo con d'Amour.
Luego, saludo a Murtinho y demas autoridades. Finalmente,
precedidos por la banda, recorrieron a pie la distancia que los
separaba de San Gonzalo, en medio de inusitado estallido de
cohetes y fuegos artificiales.
Muchos afios después, el padre Luiz Maria Zeferino -en-
tonces, un nifio y testigo de la escena- anotaba que lo impre-
siono sobremanera la simpatica apostura del Obispo, y la oreja
cortada de uno de los clérigos, Agostinho Colli.
En la puerta de San Gonzalo los esperaban el capellan,
canonigo José Joaquin dos Santos Ferreira, y los padres Enri-
que Lacoste y Gustavo Leite de Souza.
D'Amour ocupo el trono. Lasagna, un faldistorio.
Se canto el tedéum. Lasagna dirigio la palabra al pueblo.
Dos Santos Ferreira dio lectura al siguiente decreto firmado
por el Obispo local ese mismo dia:
Dom Carlos Luiz d'Amour, por merce de Deus e da Santa
Sé Apostolica, Bispo da Di6cese de Cuiabd, Conde Ro-
mano, Assistente ao Solio Pontificio, Prelado Doméstico
de Sua Santidade, Comendador da Ordem de N. S. Jesus
Christo, etc.
Fazemos saber que, tendo felizmente chegado a esta
capital os inclytos Filhos de D. Bosco, o Exmo. e Rvmo. Sr.
Dr. Dom Luiz Lazagna, Dignissimo Bispo titular de Tripoli
e Superior das Miss6es Salesianas do Brazil, Uruguay e Pa-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
raguay, os Reverendos Missionarios, que a pedido do Exmo.
Sr. Dr. Presidente do Estado e a instancias nossas, veem
encarregar-se da catechese e civilizaçao de nossos indios,
e ao mesmo tempo coadjuvar-nos em tudo o que respeita à
salvaçao das almas confiadas a nossa solicitude pastora!, e
convindo que esta Santa Missa.o tenha a sua séde principal
na cidade Episcopal: Havemos por bem destinar, corno
pela presente nossa Portaria destinamos, para esse fim, a
Igreja Matriz da Freguezia de S. Gonçalo de Pedro Segundo,
desta cidade, e a casa contigua pertencente à mesma Igreja,
com tòdas as suas dependencias; ficando os referidos Mis-
sionarios, desde ja e emquanto nao mandarmos o contrario,
de posse da mencionada Igreja e casa, e assiro também um
d'entre eles, que designamos por nomeaçao especial enca-
rregado da administraçao da supradita Freguezia corno seu
proprio Parocho. E para que chegue ao conhecimiento de
todos e a todo tempo conste, sera esta depois de registrada
em nossa Camara, publicada na estaçao da Missa e igual-
mente registrada no livro da Par6chia.
Dada em nossa Residencia Episcopal de Cuiaba, aos 18
de Junho de 1894.
t CARLOS
Bispo de Cuiaba 3
Pasaron luego a visitar la modesta casa parroquial, de solo
cuatro habitaciones. A las quince, las autoridades recibieron
los saludos del pueblo. Finalmente se sirvi6 un jantar, ofre-
cido por el Obispo, y atendido por las sefioras del lugar. Rubo
brindis de d'Amour, del presidente Murtinho y de Lasagna.
Veinte dias demor6 Lasagna en Cuiaba. En parte, determina-
dos por la periodicidad de los medios de comunicaci6n fluviales.
Su esquema de trabajo fue el de siempre: cumplir todas
las obligaciones de respeto y cortesia con autoridades y pueblo.
Asi hizo, y agradeci6 visitas al Obispo y al Presidente, el 20;
al Seminario y al Padre lazarista, el 26.
En un intervalo, el 21, dia de su Santo Patrono, recibi6 visi-
tas y homenajes a granel.
Olvid6 mqmentaneamente una sola cortesia: el comenda-
dor Peixoto -unico supérstite de la Cofradia del Santisimo en
San Gonzalo- los primeros dias envi6 de regalo toda la comida
para los salesianos. Lasagna lo ignoraba; pero, advertido por
el Obispo, deshizo el entuerto.

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CUIABA
405
Luego, se dedico a negociar seria y planificadamente la si-
tuacion juridica, economica y apostolica en que debian moverse
sus Religiosos.
Los demas momentos los consagro a la Comunidad y al
apostolado.
El 24, después de la misa cantada, se abrio oficialmente
el Oratorio Festivo.
Lasagna se sentaba en el patio con los niiios; y aunque era
un poco desafinado, entonaba canciones y jugaba a las bolitas.
Regalaba algunas a los vencedores, y alentaba a los mas timidos.
El unico que hablaba corrientemente portugués, era el clé-
rigo Agostinho Colli, que antes de ingresar a la Sociedad Sale-
siana, habia vivido algunos aiios corno inmigrante en el Brasil.
Atendia la sacristia, y lidiaba con los meninos. Ruffier orga-
nizo la cocina, y Solari enseiiaba canto. Todos eran el alma del
recreo. "No estabamos acostumbrados a tanta atencion y ca-
rino", confesaba el padre Zeferino.
El 1? de julio, al terminar el triduo del Sagrado Corazon,
ya se reunian 80 niiios, y el dia 10 contaron 198.
*
*
En el almuerzo del 20, Lasagna examino con el Presidente y el
Obispo el problema de la Colonia Teresa Cristina. Habia sido
fundada en 1886 por el coronel Duarte, a 250 kilometros de Cuia-
ba -seis dias a lomo de caballo-, sobre el rio San Lorenzo.
Llevaba el nombre de la mujer de don Pedro II. Veinticinco
soldados mantenian la disciplina, y los indios soportaban orga-
nizacion militar.
El 22 continuaron las conversaciones. El 25 llegaron a la
Mision algunos hermanos de Murtinho, y el 27 cerraron trato.4
Los Salesianos aceptaron, en principio, el ofrecimiento del
Gobierno, que mas o menos se redondeo en las reuniones y
almuerzos de los dias 2 y 6 de julio.
Quedo establecido que los padres Malan y Solari visitarian
la Colonia, que Lasagna prepararia un nuevo equipo de Misio-
neros, y que el Gobierno efectuaria oficialmente los nombra-
mientos y las concesiones necesarias para la libre administracion
de la Colonia por parte de los Salesianos.
Lasagna tenia dos preocupaciones, que no queria dejar en
el tintero. La propaganda de la Obra en el pueblo, y la situa-
cion financiera de la nueva Casa.
Para lo primero, aprovecho la oportunidad del pontifica!

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Luis Lasagna, el obispo misionero
en la catedral el dia de San Pedro, y pronunc10 una de sus
arengas. Enseguida organiz6 una conferencia para cooperado-
res y amigos, que se realiz6 en San Gonzalo el domingo 8, a
las diecisiete. Conto para ella con el concurso de autoridades
y pueblo.
Para lo segundo, mantuvo varias conversaciones con el Pre-
sidente. Antes de partir, recibi6 dos subsidios: 694: 500 en pago
de los pasajes de los salesianos que venian a Cuiaba, y 1.000: 000
para los gastos de instalaci6n del Colegio de San Gonzalo.5
El 11 lleg6 a Cuiaba la chalana que los trasbordaria al Coxip6.
J;.,a partida qued6 fijada para el dia siguiente. El 12, al medio-
dia, almbrz6 en San Gonzalo con el Obispo, y a las diecisiete
embarc6 rumba· a Barranca Alta.
La despedida para Lasagna fue triunfal; para los salesianos,
muy triste.
1 Las fuentes utilizadas paia la redacci6n de e~te capitulo, son las siguientes:
Virgilio Correa Filho, Mato Grosso, pag. 75 (Ed. Brasileira); Cronica de mon-
seiior Lasagna; Mi$s8es salesianas em Mato Grosso, 1894-1908; Polyanthea - Fes-
tas jubilares - Mato Grosso (1895-1920) (Sao Paulo, 1921); Revista do lnstituto
Historico do Mato · Grosso; Instituto de Pesquisas Hist6ricas Dom Aquino
Correa, Cuiaba, Pe. Wanir Delfinio Cesar; Museu Dom Aquino Correa (Curia
Arzobispal), Cuiaba; Archivo del Colegjo de San Gonzalo, Cuiaba : Cr6nicas;
Bem me lem bro (Memorias manuscritas del padre Luiz Maria Zeferi no); Apon-
tamentos de cronica, del padre Agostinho Colli; Monografia .dell'Asilo Santa Rita;
Arquivci do Estado, Barao de Melgaço 128, Cuiaba; Biblioteca do Estado, Rua
Conte 61, Cuiaba.
'O Apostolo, Rio de Janeiro, N? 39, del 13-IX-1894.
3 O Apostolo, N? 39, del 13-IX-1894; Cinco lustros da Missiio Salesiana em
Mato Grosso - Apreciaçoes e apontamentos chronologicos.
4 Los Murtinho eran nueve hermanos, hijos de José Antonio y de Rosa: e!
doctor José Antonio, senador; el doctor Manuel José, primer presidente del
Estado, elegido por e! Congreso Constituyente de 1892-1895, y luego, ministro
del Supremo Tribuna!; e! dodor Joaquin Duarte, que fue ministrò de Hacienda;
Luis Antonio, fàrmacéutico; Ana Josefa; Carlos Candidò, ingeniero; lnocencio
José, farmacéutico; e! doctor Francisco, industria!, y Leonor.
5 Arqtiivo do Estado, Cuiaba, 1895. ( Ley N? 80, art. 22, parr. 7 : Orça-
mento 1895).

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LA ASUNCION PERENNE
Vista de una de las torres, captada desde
el edificio actual de la curia metropolitana.
Interior de la iglesia catedral.
La catedral, observada desde los jardines
frontales.

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>
fJAPITULO
xx

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Vértigo
... Dàle tu aliento,
gigante fe, al exhausto peregrino.
Duerma el lodo en oscuro monumento;
yo no, que ansia en la regiém del viento
sefialar con estrellas mi camino ...
RAMON M ONTERO y BROW ' S.D.B.:
R evis ta Excelsior, m ayo de 1904.
LASAGNA v1vfA cada vez mas de prisa. Anotamos sus princi-
pales movimientos, con el deseo de ofrecer unà imagen del tor-
bellino de su vida. Torbellino que le impone la circunstancia
a la que no puede sustraerse, porque no logra que los que deten-
tan el poder de decisi6n capten la totalidad del problema lejano.
Deciamos que parti6 de Cuiaba el 12 de julio, a las cinco
de la tarde.1 Veinte horas después, trasbordaba al Coxip6. El
16, ya esta de nuevo en Corumba. Mientras le trasladan el
equipaje al Ladario, visita la parroquia, los colegios y los cuar-
teles de la ciudad, y el arsenal de la poblaci6n de Ladario. Ejer-
ce su ministerio, elabora proyectos y evalua posibilidades.
El 18, zarpa rio abajo. Cruza el Fuerte Coimbra, desciende
en Fuerte Olimpo, bendice a Murtinho y a Rio Appa.
Dos dias en el rio, y otros dos en Villa Concepci6n. Char-
la con indios lenguas y con blancos, administra mas de 350 con-
firmaciones, parlamenta con autoridades ...
El 22, continua en el Pingo, y al dia siguiente recala en la
Asunci6n. Cinco dias de intenso trajin, que ya describimos.
El 29, sigue hacia el sur en el Centauro, embriagado por el
oro y por el vaho de 700.000 naranjas que la embarcaci6n tras-
porta a la Argentina. Desciende hasta Corrientes. Pocas horas
bastan para visitar al Gobernador, a los Franciscanos, a las Her-
m a n a s ...
A medida que baja, lo entumece el frio. El Centauro se
detiene a cada rato, desdibujado en la niebla pringosa del Para-
~ Monsefior Juan Sinforiano Bogarin, obispo de la Asunci6n; mon-
sefior Luis Lasagna, su obispo consagrante; el padre Colman, y el
secretario de Lasagna, don Luis Cavatorta. La foto fue tomada
en la Asunci6n, en enero de 1895.

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410
Luis Lasagna, el obispo misionero
mi. Enfrentan a Bella Vista, Corrientes, La Paz, Parana, Ro-
sario ...
El 4 de agosto, a las once, avistan a Buenos Aires. Visita al
Arzobispo, al Presidente de la Republica, y al gobernador de Mi-
siones, abogado Juan Balestra.
Almuerza en San Carlos con el Arzobispo y el vicario Espi-
nosa. Hace de anfitri6n al Presidente, que con monsefi.or Echa-
giie visita el establecimiento.
El 6, ya camina por Montevideo. Luego, diecisiete dias fe-
briles. Visita los Talleres Don Bosco -visitar significa cum-
plir funciones liturgicas; mantener conversaciones privadas con
los Hermanos, y a veces, con los nifi.os ; inspecci6n, conferencias,
triduos, ejercicios espirituales, reuni6n de consejos ...- , el Cole-
gio Pio, el Noviciado de las Hijas de Maria Auxiliadora, los dos
colegios de Las Piedras, el Noviciado Salesiano y el Colegio del
Sagrado Coraz6n. Cumplimenta a las autoridades eclesiasticas
y civiles, cooperadores y amigos. Finalmente, reune a los di-
rectores salesianos, y el 23 embarca para el Brasi!.
Viaja en el Congo, con el padre Miguel Foglino y un secretario.
Cinco dias de paz, a pesar de las marejadas, y recomienza de
nuevo el vértigo.
El -27, pisa playas cariocas. Se hospeda en los Jesuitas.
Niter6i esta ocupado, todavia, por el ejército.
Visita al Ministro de Guerra y al Arzobispo. Se llega hasta
el desolado Colegio Santa Rosa. Va a Petr6polis, y conversa
con el Internuncio. jHay tantos problemas pendientes!. ..
Vuelve a Niter6i, y el 1? de setiembre rumbea para Lorena.
Conferencias, ejercicios espirituales ..., todo entremezclado con
visitas a las Hermanas de Guaratingueta, donde predica Ejerci-
cios a las nifi.as.
El 11 inspecciona a Pindamonhangaba, fundaci6n inminente
de las Hermanas, y el 13 esta en San Pablo. Debe encarar con-
flictos espinosos de orden interno y externo, con la Casa y con
el Gobernador del Estado. Predica Ejercicios, y cumple los
demas deberes de Superior salesiano.
El 30 retoma el camino del norte: Pindamonhangaba, Guara-
tingueta, Lorena...
El 4 de octubre inicia una gira por el interior : Pouso Alto,

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VÉRTIGO
411
donde se entrevista con el Obispo de Marianna; Baependi, Soledad,
Caxambri...
En Caxambri, el dia 9, se encuentra con el Obispo de Ca-
maco y con un seiior Mairing, que planean una fundaci6n. Ne-
cesita ·mas Casas en el Brasil, para que se establezca una ins-
pectoria.
El 10, ya esta en Lorena, y comienza una segunda etapa:
Ejercicios espirituales para salesianos, a quienes dedica veinte
dias. En los intervalos predica Ejercicios a las Hermanas de
Guaratingueta, asiste al sepelio del Bar6n de Tapea, recibe a los
Padres Redentoristas de Aparecida, y asiste a la inauguraci6n
del nuevo colegio de Pindamonhangaba, el l '? de noviembre.
Dedica varios dias a las Hermanas, y el 27, después de la
visita del Obispo de Camaco, se llega a San Pablo. Nuevas en-
trevistas con el obispo Arcoverde. Pareciera que renace la paz...
Como no le alcanza el tiempo, envia a su Secretario para que
realice una inspecci6n en Araras: las Hermanas iran a instalarse
el 29 de enero .
El 29 recibe una por demas elogiosa carta del presidente
de la Republica, doctor Prudencio de Morais,2 y el 2 de enero
esta de nuevo en Rio. Visita al Arzobispo; al Presidente de la
Republica; al ministro de Finanzas y amable protector de los
Salesianos, doctor Rodrigues Alves; al ministro de la Industria,
doctor Olintho, y al Obispo de Niter6i, que esta en Nueva Fri-
burgo. A cuantos ve, interesa en los problemas de sus Casas,
y sobre todo, en la Misi6n naciente del Mato Grosso.
El dia 8 agasaja al periodismo, visita los diarios mas impor-
tantes de Rio: Jornal do Comércio, Brazil, Paiz, Gazeta de No-
ticias, O Apostolo..., y les entrega copia de la circular que ha es-
crito sobre las Misiones del Mato Grosso.3
El 10 parte en el Orénoque para Montevideo, con nuevo se-
cretario. Deja en Rio al padre Balzola, para preparar la expedi-
ci6n a la Colonia Teresa Cristina, y lleva a Bernardino Villaamil.4
Del 14 al 19 cumple cuarentena en la isla de Flores. Se de-
tiene cuatro dias en Montevideo, y vuelve a partir.
En la Asunci6n, el padre Bogarin espera que lo consagre
obispo del Paraguay.
Pasa un dia activisimo en Buenos Aires, y sigue al norte.
Llega a la Asunci6n el 31.
El 6 de febrero emprende el regreso en el Saturno. Arriba
a Buenos Aires el 10, y continua la voragine: visitas a monseiior
Boneo, a monseiior Espinosa, al presidente Uriburu y a varios
Ministros.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
El 14 desembarca en la isla de Flores. Descansa alga. De-
be pasar nueve dias de cuarentena.
El 23 recomienza el torbellino uruguayo. Dos meses para
visitar todas y cada una de las Casas de los Salesianos y de las
Hijas de Maria Auxiliadora de Montevideo y aledafios.
El 14 de marzo se cumple el segundo aniversario de su con-
sagracion episcopal. El Uruguay salesiano le tributa un home-
naje en Villa Colon. Asiste el ministro de Relaciones Exterio-
res, doctor Pifieiro del Campo.
Del 20 al 23 predico el triduo de la comunion pascual de
los Circulos de Obreros de Montevideo.
A comienzos de abril participo en el Congreso Nacional de
Agricultura, junto con las personas mas conspicuas de la acti-
vidad. Enseguida debio intervenir en las fiestas conmemorati-
vas del vigésimo aniversario de Colonia Vidiella, los pioneros
del vino en el pais. Asistian al acta el Presidente de la Re-
publica y los Ministros, que aplaudieron con entusiasmo la opor-
tunisima pieza oratoria del Obispo.
El 2 de maya embarca para el litoral: Soriano, Mercedes,
P a y s a n d u ...
Retorna por tierra el 17. Visita a monsefior Soler, y a los
Consules de Italia y del Paraguay. Pero del 6 al 12 de julio, ya
se lo halla en Buenos Aires. Y el 20 de agosto retoma la ruta
del Brasil. Esta vez, en un barco de cabotaje del Lloyd Bra-
sileiro. Lamenta perder tiempo; pero carece de dinero para
viajar en un medio mas veloz. Se consuela con las ventajas
economicas de los pasajés oficiales del Gobierno brasilefio
-son gratuitos-, y porque inmediatamente decide aprovechar
la coyuntura y visitar los puertos gauchos, de los que ha reci-
bido tantas llamadas de auxilio.5
El 26 esta en San Pablo, y sigue el remolino.
*
*
*
Los acontecimientos lo acucian. Los problemas lo agobian. Y
asi, el 9 de setiembre escribe al padre Rua:
i Es éste realmente un ano terrible! ... Navegamos a la ven-
tura... Pareciera que el Sefior desea probarnos que solo El
mantiene nuestras obras.6
Durante su primera demora en la Asuncion, recibio la no-
ticia de la muerte inesperada del padre Carlos Cipriano, su alter

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VÉRTIGO
413
ego en el Uruguay. Siguieron luego camino de la eternidad Jor-
ge Griffi, Santiago Spreaffico, Elias Colombo...7
Los padres Bacigalupo y Cogliolo reemprenden el camino
de Italia, vencidos por las nostalgias. Zanchetta esta buscando
una excusa para hacer lo mismo. Giordano, el gran director
de San Pablo, y candidato para inspector del Brasi!, esta neu-
rotico por el esfuerzo, y no admite ya mas contrariedades... Y
un buen dia, sin aviso, planta todo, y se va ·a Turin.
Foglino enferma de cuidado.
El mismo Lasagna, a cada hora se siente fisicamente peor:
hemicranea, reumatismo, nefritis ...
El doctor Requena le propone la forma, a su parecer, mas
conveniente, dentro de la legislacion uruguaya, para asegurar
las propiedades que estan a su nombre. Lasagna no lo ve claro.8
Al regresar a Montevideo en julio del 95, consulta también
al doctor Gallina!. Le sugiere un proyecto de donacion inter
vivos. Gallina! le explica que las leyes uruguayas gravan las
donaciones y legados con una quita del doce por ciento. Re-
suelve provisionalmente gravar la herencia con débitos ficticios,
"para eludir -dice en carta a Cagliero- la rapina del fisco".9
Reune a todos los directores para discutir el procedimiento,
y deja constancia de que
si el Sefior me concede una muerte no improvisa, podré
vender todo antes de morir, y esto sera mas simple y me-
nos costoso.
El 5 de agosto, en Villa Colon, y ante el escribano don José
G. Requena y Garda, instituye su heredero universal al padre
Pedro Rota, con la obligacion consiguiente de pagar todas sus
deudas.
Y el dia 13 otorga por la misma via cartas de adeudo en favor
de todos los directores salesianos, padres José Gamba, Ambrosia
Turriccia, Fabricio Soldano, Juan P. Rodriguez y Damaso Moreira.
Los padres Monti, Gastaldi y Tosti estaban con un pie fuera
de la Congregacion . Los Noviciados de Las Piedras y de Lo-
rena, a pesar de que ya daban sus frutos, no producian en la
medida que esperaba su creador. Mas, aun: no lograba ar-
marlos con la seriedad requerida, por carencia de persona! com-
petente. Gastaldi, por ejemplo, habia producido desastres en
L o r e n a ...
De propina, algunos salesianos del Brasi!, golpeados en la
lucha, no saben con quién desahogarse en ausencia de Lasagna,
y lo hacen con el internuncio, monsefior Juan Bautista Guidi,

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Luis Lasagna, el obispo misionero
italiano corno ellos. Éste no encuentra mejor expediente que,
sin oir las dos campanas, informar a Roma y a Turin.
"e Qué le costaba dedrmelo él mismo, en vez de quejarse
a la Santa Sede?", exclama fastidiado Lasagna, en carta del 3
de marzo de 1895.
El 16 de enero del 95, desde la isla de Flores, debe respon-
der a don Marengo sobre las acusaciones del Nuncio. Se de-
fiende corno sabe hacerlo. Pero le ruega a don Albera que re-
vise el manuscrito.
*
*
El padre Albera ya le habia escrito el 14 de diciembre del 94,
y le reiteraba las observaciones del Legado Papal. La queja se
resume en cuatro puntos : contrae muchas deudas, abarca de-
masiadas cosas, tiene personal exclusivamente joven, y hace ex-
cesivos viajes a Europa y al Brasil.
Las acusaciones tienen su contrapartida, que él aprovecha
para subrayar en carta a don Rua. De Turin no lo ayudan; no
le envian personal; no solo no se deciden a nombrar inspecto-
res, sino que no le perrriiten, a pesar de sus insistencias, nom-
brar vicarios en el Uruguay y en el Brasil...
Por otra parte, las Casas estan regularmente organizadas.
Basta consultar los catalogos de la época. Todas albergan a
seis salesianos, por lo menos, y -cosa mucho mas admirable
en esos tiempos y en este Continente- los Consejos estan to-
talmente integrados.
Viaja continuamente, porque su presencia es indispensable
para infundir animo y confianza al persona!, hipersensibilizado
por las diferencias de idioma y de costumbres, por la ausencia
de sus seres queridos, por la nostalgia que todo lo ennegrece,
y por su mentalidad europeo-colonial, que merece rebelion des-
pectiva del autoctono...
El 31 de mayo de 1895, desde Paysandu, Lasagna escribe al
padre Peretto:
Te encargo de decirles [a mis Hermanos] que de todo cora-
zon los bendigo, con el vivo deseo de encontrarme pronto
con ellos. Es por esto que viajo corriendo...
,....
En los intervalos, multiplica una agobiante correspondencia
epistolar, que a todos llega y a todos procura animar, aun cuan-
do debe corregir.

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VÉRTIGO
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Desde sus primeros entreveros con la vida, se destac6 por
el afecto y la delicadeza con que se preocup6 por los que delin-
quian. Y eso que naturalmente estallaba, sufria y le costaba
perdonar.
Baste recordar corno ofreci6 una salida honorable, y trat6
de promoverlo justo en lo que era capaz, a un irascible descon-
trolado corno fue el padre Bourlot. Sac6 de una crisis que lo
tenia hasta alejado de los sacramentos al padre Rota. Se jug6
entero por Gastaldi, a quien al principio tuvo que suspender
a divinis, por serias irregularidades referentes a los novicios
que dirigia en Lorena...
Escribi6 insistentemente a Buenos Aires, para interesarse
por el lastimoso estado de dos salesianos despedidos por Costa-
magna, que vagabundeaban menesterosos por Montevideo...
Vaya por muestra de su finura la carta conquistadora que
remite al padre Bacigalupo, después que éste abandon6 desani-
mado el Uruguay:
Lazareto de la isla de Flores, 16-1-95.
Querido P. Bacigalupo:
Todos mis sinceros parabienes y mis afectuosas bendi-
ciones. jCuanto me alegro por tu liberaci6n y tus justas
alegrias! Asi podras conocer de cerca a don Rua y a todos
los Superiores, y fortal ecido por tantos buenos consejos y
ejemplos, volver entre tus queridos Hermanos del Uruguay,
que tanto rezaron por ti y te siguieron con tanto interés.
Cuando vuelvas, conversaremos juntos; y si siempre das
la preferencia a Montevideo para tu residencia, no tendré
dificultad en reponerte en tu lugar, llevando al padre Sol-
dano a otra parte.
Adi6s, querido. Escribenos a menudo. Adi6s, adi6s.
Tenemos a la vista un gran vapor Nord Americano que lucha
con la muerte, arrojado sobre los escollos de esta isla. Tra-
bajan tres remolcadores para separarlo de las piedras, pero
inutilmente. i Qué escena tan triste!
Yo tuve mal tiempo dos dias, el 11 y 12. Sufri bastante,
pero la Virgen SS. nos trajo a buen puerto. i Como es bue-
na esta Madre!
Me acompafia Bernardino Villaamil, pues mi secretario
preside la expedici6n a los Indios Coroados y viene a bordo
de otro vapor con nueve compafieros (cuatro Hermanas y
cinco coadjutores ).
Adi6s, mi querido. Recibe todo el carino de tu viejo
amigo y Padre,
t L UIS
Obispo de Tripoli

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Luis Lasagna, el obispo misionero
lgualmente demostrativo es el fragmento de una carta al
padre Peretta, del 7 de julio del 95, que dice, entre otras cosas:
Si se te ofrece la oportunidad, escribe al pobre Eugenio Sut.
Dile que lo aprecio muchisimo y que deseo verlo. Que si
él lo desea, yo lo tendria conmigo aqui en Colon o en
Niteroi. Que vuelva a ser hijo de don Bosco y de Maria
Auxiliadora, asi yo le podré ayudar a salvar el alma...
A pesar de las graves desavenencias con Giordano, sigue
sosteniendo que después de un descanso, puede ser el Superior
ideal para el Brasil o el fundador de Recife.
Albanella dispone de una enorme destreza, pero no encaja
en ninguna comunidad. El 6 de agosto, Lasagna escribe al pa-
dre Albera:
Desde que lo he sacado de director, no dura un afio entero
en ninguna Casa. Es inteligente, predica bien, sabe presen-
tarse ante la gente, y entonces hace sombra a los directo-
res , que no lo pueden sufrir... Ya no sé donde colocarlo,
para que quede fijo. tLo dejaré perder? i Nunca! i Tiene
tantas hermosas cualidades!...
Enseguida descubre en él al futuro director de Cachoeira,
la escuela agricola que esta esperando fundacion.
Algo parecido ocurre con Domingo Zatti, un enamorado del
campo y la agricultura, y que, por eso mismo, trae fastidiado
al Vicedirector de Colon.
Pero no solo utiliza las habilidades de su persona!. Gusta
de oir las opiniones de todos, y mas de una vez somete la torna
de una resolucion al voto de todos los Hermanos de una Casa;
y para que mejor resuelvan, trata de perfeccionarlos constan-
temente.
Posee otra benemerencia destacable: es el primer lnspec-
tor de América que manda clérigos al Viejo Mundo, para com-
pletar los estudios. Este afio de 1895 envia tres brasilefios y
un uruguayo a estudiar en la Universidad Gregoriana de Roma:
los jovenes clérigos Helvecio Gomes d'Oliveira, Luis Gonçalves,
José Joaquin Sant'Anna y Juan Ortega. Al mismo tiempo, des-
tina a Foglizzo el clérigo Baldomero Vidal.
*
*
*
Acababa de ordenar en el Uruguay en 1894 a ocho sacerdo-
tes salesianos. Pero consideraba que no terminaba ahi el cui-

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VÉRTIGO
417
tivo de las vocaciones: trataba de arrnonizar cuidadosarnente
las necesidades del apostolado con los problernas de los Her-
rnanos. Asi, en carta del 9 de setiernbre de 1895, casi en tono
de protesta, le decia al padre Rua:
Tenemos siempre sacerdotes que fueron hijos de Maria y
no tienen absolutamente ninguna aptitud para la clase y la
asistencia, y en compensacion poseen virtud suficiente para
el ministerio...
Y ejernplifica: Varchi, Zanella, Fia... A éstos los envia corno
capellanes y directores a localidades donde hay Hijas de Maria Au-
xiliadora. Atienden a las Herrnanas y a las nifias, y organizan
Oratorios Festivos. Porque, dice Lasagna en la rnisrna nota:
Con la instruccion a las internas y externas, con el Oratorio
Festivo y con las Hijas de Maria, en pocos afios se cambia
totalmente el aspecto de una poblacion.
Para reforzar su posici6n atacada por las acusaciones, enfa-
tiza Lasagna:
i Asi lo hizo don Bosco en Bordighera, y usted, don Rua, en
otras partes!
En el Brasil tiene cuatro sacerdotes adscritos exclusiva-
rnente a la capellania de las Herrnanas; algunos, en lugares
lejanos de Casas salesianas, corno en Guaratingueta y en
A r a r a s . 10
Y a rnayor abundarniento, exarnina descarnadarnente pro-
blernas de las Hijas de Maria Auxiliadora:
Debe también usted comprender que no es posible dejar la
direccion de las Hermanas a desconocidos ... Cuando yo lle-
gué aqui [a Guaratingueta], era parroco el canonigo Ottoni.
El ano pasado se fugo, se hizo anabaptista, se caso con una
viuda, y ahora predica una nueva secta en Rio de Janeiro.
Lo sucedio monsefior Quartin, que era parroco de Lo-
r ena. Éste también tuvo que emigrar a una lejanisima pa-
rroquia, San Simon, porque la gente descubrio que la sefio-
rita que pasaba por ser su hermana, era su concubina. Yo
lo sé con absoluta certeza.
Pues bien; ayer asumio un parroco nuevo, que es uno
de los tantos hijos del viejo parroco de Pindamonhangaba.
Y esto lo sabe todo el munda. c::Sera corno su padre? Solo
Dios lo s:,b:..:...
n ~

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Luis Lasagna, el obispo misionero
En este renglém, al mismo tiempo que no escatima su
ayuda, insiste en noTonvertir al Superior salesiano en madre
abadesa, y basta babla de un pian de independencia para las
Hermanas, del que no conocemos los términos. Sin embargo,
subraya que la cercania de los colegios salesianos y de Maria
Auxiliadora puede favorecer las posibilidades de matrimonios
entre exalumnos, y por lo tanto, la mejor conformacion de la
familia cristiana.
En una de sus cartas, Lasagna se lamenta :
Seguramente, si yo hubiera podido ir al Capitulo, y hubiera
hablado con ustedes una horita, todas estas sombras se
disipaban ...
*
*
*
Hay, ademas, un esquema de organizacion que siempre revuel-
ve en su cabeza. Quiere nuclear las Casas en grupos, de acuerdo
con la distancia, los medios de comunicacion y las caracteris-
ticas regionales, de tal manera que se ayuden mutuamente, y
que cuando Turin lo entienda -y se lamenta repetidamente de
que no lo entiende-, se formen nuevas Inspectorias.
Al principio, penso en dos grandes zonas: el Uruguay y el
Brasil. Luego, dilato la eleccion de Belém, no solo por razones
de falta de persona!, de organizacion de la escuela, etcétera, sino
porque estaba muy fuera de la unidad nuclear que él sofiaba.
Ante la insistencia de la Santa Sede y de los Superiores de
Turin, ordeno una nueva tactica. La primera Casa del norte
brasilefio debia fundarse en Recife -entonces, puerto obligado
de la ruta a Europa-; y corno estaba a menor distancia de
barco de Italia que de Rio, debia depender de los Superiores
de Turin, basta que comenzara a ramificarse dentro de la nueva
unidad.'1 Y asi se bizo.
Cuando nacieron las Misiones del Mato Grosso, enseguida
sobre el mapa ideo un nuevo sistema: Cuiaba, las Misiones,
Villa Concepci6n, la Asuncion y Corrientes. Y dej6 de lado, con
multiples pretextos, todas las insinuaciones de monsefior Ca-
gliero para que se preocupara por el territorio argentino de
Misiones. Ya que no era fa.cii la comunicacion con Paysandu
por el rio Uruguay, babia que esperar a que los Salesianos se
establecieran en Corrientes. Cambio de parecer, cuando descu-
brio las grandes diferencias zonales, por razones de nacionalidad.
Este dispositivo nuclear funciono con eficacia, sobre todo,
en momentos dificiles, corno el de la desercion de Giordano.

43 Pages 421-430

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VARIOS
SANTA ROSA DE NITEROI: Vista del Colegio en 1883.
VILLA COLON (URUGUAY): Frente del Colegio Pio en
la actualidad. El primer plano, ei monumento a Cris-
t6bal Colon erigido en 1892, y atras, el monumento a
monsefior Lasagna, levantado en 1915.

43.2 Page 422

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420
Luis Lasagna, el obispo misionero
Los directores vecinos enseguida tomaron cartas en el asunto,
y dieron soluci6n provisional a la vacancia producida.
A la par del problema de la organizaci6n, encaraba decidi-
damente el de la integraci6n local, aunque a él mismo le resul-
tara costosa.
Una muestra definitiva es su famosa carta a don Rua, sobre
la pronunciaci6n del latin. Esta fechada en Guaratingueta, el
10 de setiembre del 95. Precisamente, el momento en que don
Rua urgia la pronunciaci6n romana del latin, por razones de
unidad.
De esta carta existen en el Archivo de Turin originai y copia,
ambas firmadas por Lasagna, y con algunas correcciones de su
pufio y !etra.
En una de ellas aparece una fecha margina!: 8-X-95, que
pudiera corresponder a la respuesta de don Rua. Si ésta existi6
-no quedan rastros de ella-, nunca pudo llegar a sus manos.
Hé aqui el texto integro de la carta precitada:
Amatissimo Sig. D. Rua,
Mi ricordo di essere stato io il primo fra i nostri cari
Missionari che nell'anno 1881 provocai dal nostro venerato
Padre D. Bosco una decisione sul modo di pronunziare il
latino.
Io veniva dall'Uruguay, dove non v'era nè seminario, nè
Collegio, che insegnassero latino. Questa lingua era ban-
dita dalla stessa Università.
Noi Salesiani eravamo gli unici che la facevamo studiare
in quella Repubblica e a Colon e a Las Piedras, quindi inco-
raggiai molto D. Bosco a voler raccomandare che ci attenes-
simo alla pronunzia romana piuttosto che alla spagnuola.
Mi pareva che noi avremmo potuto generalizzare quella
pronunz.ia in tutto il paese, e così dare al clero tutto questa
maggior rassomiglianza cogli usi papali e romani.
D. Bosco lodò la mia proposta, e senza farmi comando
mi disse che se non v'erano ostacoli, facessi pure così e mi
mettessi d'accordo con D. Costamagna e preferissimo in tutte
le nostre Case e scuole e funzioni la pronunzia romana.
Continuai quindi con sommo impegno fino all'anno
scorso, ma ogni giorno vedeva crescere quegli ostacoli da
D. Bosco previsti, e vedendo i danni che nell'insegnamento
si adottasse la ·pronunzia spagnuola o portoghese secondo
l'uso del luogo dove sorgono Case di questa Ispettoria.
Ed ecco, o caro Padre, la difficoltà che io spongo a Lei
ed al Capitolo perchè ne giudichino e risolvano all'uopo,
essendo io pronto all'ubbidienza.

43.3 Page 423

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VÉRTIGO
421
19) Non essendo le nostre scuole pareggiate, i nostri
allievi devon dare il loro esami anche di latino nelle Univer-
sità (di Montevideo, S. Paolo e Rio Janeiro) ne' cui program-
mi da dieci anni [en la copia, borrado da dieci anni] si esige
anche il latino. E se i nostri giovani si presentassero colla
pronunzia alla romana sarebbero isso fatto bocciati (sic).
[En la copia: Come fare?]
29) V'è a Montevideo un seminario fiorente ed il gio-
vane clero ci ha ·compassione e ripugnanza udendoci profe-
rire una pronunzia straniera a quella di loro patria.
39) So che i Salesiani non sono invitati di buon grado
alle funzioni solenni a far da diacono o suddiacono perchè
cantano il Vangelo alla romana.
49) Noi siamo stranieri in questa terra e dobbiamo far
di tutto per farci perdonare questa condizione, dobbiamo
cortare ragioni di antipatie e screzi che pur troppo sono
inevitabili; e perchè dunque voler accentuare la nostra con-
dizione di gringos, come ci dicono, coll'ostentare una pro-
nunzia che loro non va a genio?
Don Bosco non voleva che neppure negli abiti ci diffe-
renziassimo dai sacerdoti del luogo, e lo fece constare nelle
S. Regole; ed ora permetterebbe egli che provocassimo anti-
patie coll'ostinarci in una pronunzia che non arreca nessun
bene reale?
Ella sa che anche il nostro zelo stesso, la nostra attività
ci attira invidie e rancori, e lo so pur troppo io qui nella
Diocesi di S. Paolo, e lo sa anche D. Vespignani a Buenos
Aires, il quale fra le beghe più grosse che ha si è pur quella
[en la copia: conta pur questa] di amicarsi i parroci, i ca-
nonici, i religiosi nazionali e spagnuoli, in gran parte alie-
nati affatto all'opera salesiana. In fatti quando volle riunire
in assemblea i Cooperatori Salesiani per far eco al Congresso
di Bologna, non trovò nella riunione presieduta da Mons.
Espinosa un solo Sacerdote che non fosse salesiano!!!
59) Devo poi confessare che all'orecchio degli indigini
la nostra pronunzia stona orribilmente e dà luogo ad equi-
voci indecenti, che noi dobbiamo evitare. Per esempio: Par-
ce mihi, Domine, pronunziato all'italiana vale parche in spa-
gnuolo, che significa cataplasma, impiastro. Fecit mihi ma-
gna, pronunziato all'italiana, mafia, vuol dire ben brutta cosa:
astuzia, mal costume, artifizio, ecc., ecc. Cibus meus est
l'hanno confuso col chivo, capretto, ecc.
Oh! perchè far di queste figure nelle chiese dinanzi al
SS. Sacramento? Perchè far ridere i gonzi alle nostre spal-
le? Il popolino per le vie chiama i preti mercenari napo-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
litani che vanno ai funerali col nomignolo di parche mihi,
cioè cataplasmi!
Cerchiamo dunque di essere romani nella pietà, nel fer-
vore ereditato dai martiri, ed imparato dai pontefici; siamo
romani nell'amore ardente alla fede di Pietro, romani nel
rito, nelle cerimonie, nel taglio dei sacri paramenti; questo
sì, si deve inculcare anche più; ma nella pronunzia del latino,
1o saremo a Roma, in Italia, ma fuori sarebbe ridicolo. A
Parigi, a Londra, a Berlino, a Madrid, i nostri Salesiani si
farebbero prendere a torsolate se osassero vantare questa
pronunzia, e loro devono sapere che nelle piccole nazionalità
l'egoismo pattriotico è più veemente ancora, più fanatico
assai, è il chauvinisme dei francesi elevato alla 5~ potenza.
E noi perchè urtarlo? Perchè ferirlo? Perchè farci incre-
scevoli e forse odiosi, e così tagliarci la via a far maggior
bene?
Ho visto il nostro sapientissimo Pontefice Leone essere
così condiscendente cogli usi orientali, per attirare que' po-
poli ~l sè; e noi per guadagnar le anime a Gesù saremo in-
differenti in cosa di nessun momento? A Lei ed al Capitolo
la sentenza. Io riverisco tutti e bacio le mani a Lei qual
figlio aff.mo.
t L UIGI
Vescovo di Tripoli
*
*
Una especie de distancia interior le permitia poseer una mejor
perspectiva de los acontecimientos; pero ofrecia un blanco apa-
rentemente muy vulnerable para los miopes mentales.
Todos los proyectos, por ejemplo, que se le presentaban y
que encajaban en sus pautas, quedaban ordenados, a la espera
de sus previsiones de medios econ6micos y humanos. Por eso,
a quienes se debatian en las penurias del dia, les parecia utopico
y veleidoso que ensoiiara nuevas fundaciones.
El 15 de agosto del 95, al terminar de predicar Ejercicios
a los aspirantes y novicios de Las Piedras, exclam6 de pronto :
-Dentro de cincuenta aiios, del Amazonas al Plata la Con-
gregaci6n tendra mas de quinientos miembros, que trabajaran
en bien de las almas.. .12
Hoy vemos que se qued6 corto. A los cincuenta aiios, los
salesianos de la zona excedian los 1.200... Pero entonces, algunos
lo tildaron de sofiador.13
Él argiiia que dentro de los plazos necesarios para la habi-
litaci6n de una Casa, se le ofrecia un margen tempora! de ma-
niobra suficiente corno para no defraudar las esperanzas, que

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VÉRTIGO
423
siempre sembraba, y no perder la oportunidad de mejorar el
dispositivo apostolico.
Asi animaba al celosisimo parroco de Campinas, canonigo
Juan Bautista Correa Nery, a proseguir la construccion de un
liceo que habia ideado dona Maria Umbelina Alves Couto.14
Hacia tres afios que trabajaban.
Por medio de su arquitecto, coadjutor Domingo Delpiano,
que habia disefiado los planos, Lasagna cuidaba que la obra se
mantuviera acorde con las necesidades del sistema educativo
salesiano. Nery llevaba gastadas mas de 250.000 liras. Lasag-
na la veia en sus planes futuros, sin comprometerse en una
inmediata aceptacion, pero con la certeza de que, llegado el
momento, iba a logra'r los medios para cumplir.
Esta esperanza, tan personal, no entraba en los modulos
mentales de muchos; y por eso, pensaban que abarcaba dema-
siado, o que alentaba estériles ilusiones propias y ajenas.
tl, no solo se defendia, sino que seguia animando proyec-
tos semejantes en Botucatu, Ponte Nova y Cachoeira.
En cambio, cuando no los veia, Ios rechqzaba, o los deri-
vaba sin mas, corno hizo antes con Belém y con Recife, y corno
respondia a su gran amigo el Obispo de Camaco.
Cuando llega al Brasil el 27 de agosto de 1894, lo estan espe-
rando, ademas de las dificultades domésticas, una serie de pro-
blemas fantasmales. En Rio, la situacion politica, la ocupacion
del Colegio Santa Rosa, de Niteroi, y la tirantez con el Inter-
nuncio. En San Pablo, la vacancia de Giordano, el fracaso de
Gastaldi en la direccion de los novicios, y la guerra del Obispo.
Al mismo tiempo, necesita promocionar la fundacion salesiana
en la vieja Colonia Teresa Cristina, del Mato Grosso, y organizar
una expedicion de salesianos e Hijas de Maria Auxiliadora, con
elementos ya fogueados en el Brasil, y debidamente solventada.
Para captar bien el panorama, es preciso retroceder unos pasos.15
El 15 de noviembre de 1889, el Brasi! se proclamo Republica.
El primer gobierno fue presidido por el mariscal Manoel Deo-
doro da Fonseca.
Por estas fechas, el almirante Custodio José de Mello rea-
lizaba un viaje de instruccion por Europa en el Almirante Ba-

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Luis Lasagna, el obispo misionero
rroso. Al volver, se manifesto politicamente incoloro; pero al
ser elegido diputado constituyente, se mostro enemigo acérrimo
de Fonseca.
El 15 .de noviembre del 90, las Cortes promulgaron la pri-
mera Constitucion republicana, y el 29 de febrero del 91 eligie-
ron presidente al mariscal da Fonseca, y vice, al mariscal Floriano
Peixoto.
A pesar de la alegria de la eleccion, don Manoel Deodoro
estaba irritadisimo, porque las Cortes habian dado noventa y
siete votos a su oponente, doctor Prudente de Morais. Asi fue
corno, al menar signo de oposicion, disolvio al Legislativo.
La disolucion excito a la Armada, que se rebelo al mando
del almirante Custodio. Cuando los barcos surtos en la habia
amenazaron bombardear la ciudad, Deodoro se vio moralmente
obligado a renunciar.
En medio de la borrasca, empufio el timon Floriano Pei-
xoto. Por razones de estrategia, nombro ministro de Guerra
al Almirante rebelde. Éste acepto, y vino la paz. Sin embargo,
siguio conspirando, y al fin fingio disgustarse, o realmente se
disgusto con Floriano, y renuncio al cargo.
La prision del almirante Wandenkork, que habia prestado
su adhesion al movimiento secesionista de Rio Grande, azuzo
nuevamente a la Armada, y volvio a estallar la revuelta.
La noche del 5 al 6 de setiembre de 1893, Custodio asistia
a una representacion en el Teatro Lyrico. A las once abandono
visiblemente la sala, y acompafiado por otros oficiales, se em-
barco en una lancha, abordo el Aquidaban, y con la insignia de
almirante enarbolo el pabellon bianco de rebelion.
Al amanecer, en todos los barcos de la bahia tremolaba la
bandera bianca. Quince navios bloquearon la ciudad; se apo-
deraron, h,1ego, de los depositos de artilleria de la Marina, que
estaban en tierra; coparon el batallon de la isla das Cobras y
a Villegaignon, y atacaron las fortalezas de Santa Cruz, San
Juan y Lage.
Peixoto procede con mano de hierro: convoca la reserva
nacional, proclama el estado de sitio, artilla el litoral, y declara
oficialmente piratas a las naves enemigas. Parecia que, a me-
dida que se multiplicaban los levantamientos, creda su energia.
El dia 8, Mello ataca a Niteroi; pero es rechazado. True-
nan diariamente los cafiones. Los dias l ':>, 6, 13 y 19 de octubre,
Niteroi es castigada con dureza.
El 13, algunos marinos logran izar momentaneamente su
pabellon en el Morra.

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VÉRTIGO
425
El 8 de febrero del 94 tientan un desembarco, para cercar
totalmente a Rio. Pero Floriano es duro de pelar: amenaza
a Portugal y a Inglaterra, que apoyan a los rebeldes; adquiere
en Europa toda una escuadra nueva; recurre al viejo almirante
Jeronimo Francisco Gonçalves, y el 10 de marzo la flota de
navios leales aparece amenazante en Praia Vermelha.
Floriano aprieta las tenazas. Algunos rebeldes se refugian
en barcos portugueses. Otros se ofrecen a capitular por medio
del Capitan lusitano de la Mindelho.
El dia 13, el Gobierno recupera el dominio de varias islas.
El 18 se hacen a la mar las naves portuguesas. Floriano,
incontenible, rompe relaciones con Portugal. Los rebeldes hu-
yen despavoridos.
*
*
Mientras tanto, en Niteroi escaseaban los viveres. Estaban in-
comunicados con Rio. La gente adinerada se refugiaba en las
sierras de Friburgo.
En el Colegio Santa Rosa habia 200 internos. A principios
de octubre, solo quedaban en la despensa agua, coles, un poco
de arroz y porotos negros.
El padre Rota tomo una decision tajante. Mando avisar a
las familias, que vinieran a retirar a los alumnos.
La noticia disgusto al Gobernador. Afirmo que los Sale-
sianos exageraban el peligro.
El bloqueo impedia que muchas cartas llegaran a destino.
Entonces, Rota ordeno el retiro de los que quedaban.
El 9 de octubre, a las dos de la mafiana, bajo una llovizna
penetrante, el alumnado camino basta la estacion de Leopol-
dina. A las cuatro partieron en tren hacia el norte. Muchos
padres de los muchachos los esperaban en las estaciones inter-
medias.
En Nueva Friburgo los recibieron carifiosamente los Padres
Jesuitas y sus alumnos. De ahi empalmaron al sudoeste, hacia
Barra de Pirai, adonde llegaron a las siete de la noche, después
de rodear el Estado de Rio de Janeiro. Se dividieron en gru-
pos: unos viajaron a Lorena; otros, a Rio, y los ultimos, a San
Pablo.
En todas partes fueron fraternalmente acogidos en los co-
legios salesianos o en el de los Padres Lazaristas de Rio de
Janeiro.
En el Santa Rosa, solo quedaron el padre Rota, el padre
Barale, tres clérigos y algun coadjutor.16

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Luis Lasagna, el obispo misionero
A mediados de noviembre, debido a que el Hospital Militar
de San Juan Bautista se hallaba en la zona de fuego, en un
morro estratégico que habia sido fortificado; el general Roberto
Ferreira y el Gobernador solicitaron la cesi6n del Colegio, para
convertirlo en hospital de sangre y puesto de socorro. Bajo sus
techos se acogieron 175 enfermos y heridos.
Los Salesianos, naturalmente, comenzaron a trabajar de ca-
pellanes. A poco, el Gobierno les confi6 otra misi6n: distribuir
viveres -charqui, harina y frijoles- a la poblaci6n civil. Un
millar de personas desfilaban diariamente frente a las puertas
del Santa Rosa.
Asi funcion6 hasta mayo de 1894, a las 6rdenes del general
de brigada don Francisco de Paula Argollo.
El padre Rota, después de enviar a los clérigos a estudiar
teologia intensamente, organiz6 y dirigi6 los servicios asisten-
ciales.
Ademas, después de algunos duros bombardeos, el mismo
padre Rota se ofreci6 para asistir a los heridos a bordo de las
naves revoltosas. El ofrecimiento fue aceptado. Esper6 va-
rios dias en Rio, para que le dieran salvoconducto. Pero com-
plicaciones de orden militar le impidieron cumplir. Sin em-
bargo, el acto heroico ya estaba hecho.
*
Aunque las hostilidades locales cesaron en marzo de 1894; sin
embargo, el 28 de agosto todavia el Colegio estaba bajo super-
visi6n militar.
Monsefior Lasagna fue a visitar al ministro de Guerra, gene-
ral Bibiano Sergio Macedo da Fontoura Costallat. Se requeria
gran prudencia; porque, si bien el Ministro era un excelente
cat6lico, gran cantidad de cat6licos estaban en posici6n monar-
quica, y habia que saber manejarse con cuidado.
Costallat le expres6 al Obispo la gratitud del Gobierno, por
la generosa colaboraci6n de los Salesianos. Prometi6 desocu-
par el Colegio Santa Rosa en un plazo de ocho dias, y termino
convidandolo a almorzar.
Durante la comida, enterado de los viajes de Monsefior, le
ofreci6 un vag6n especial en los ferrocarriles del Estado, para
cada vez que lo necesitara, e imparti6 las 6rdenes pertinentes.
Enseguida, los 120 enfermos fueron trasladados a diversos
hospitales.
El director del Hospital Militar, L. Manoel Pereira da Silva

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VÉRTIGO
427
Continentino, se despidi6 definitivamente del Colegio el 30 de
setiembre de 1894.17
El Estado de Rio, por decreto N '? 145, dono cincuenta con-
tos para limpieza y arreglos, y el presidente, José Tomas de
Porciuncula, produjo un elogioso mensaje ante las Camaras.
El comandante de Niter6i, coronel Filomeno José Da Cunha,
dej6 escrito un extraordinario testimonio de gratitud y recono-
cimiento.
En diciembre, los Superiores del Santa Rosa enviaron dos
circulares para convocar a los alumnos, y el 10 de enero del 95
el Colegio abria de nuevo sus puertas.18
*
*
*
Otro problema muy sensible apuraba a Lasagna: sus fricciones
con el Internuncio y con el Obispo de San Pablo. Habian co-
menzado las crisis, corno vimos, a fines del afi.o 1893.
El 19 de agosto de 1894, a las seis de la mafi.ana, falleci6
en Aparecida don Lino Deodato Rodrigues de Carvalho. Esta-
ba de visita, cuando sufri6 una crisis cardiaca. Lo atendieron
solicitamente los doctores Francisco Marcondes Romeiro y Gra-
nadeiro Guimaraes, y su anfitri6n, capitan Juan Maria d'Oliveira
Cesar.
El padre Peretta corri6 desde Lorena, y lo acompafi.6 en
la agonia.
A las cuatro de la tarde embarcaron el cadaver hacia San
Pablo. En la estaci6n paulista, apenas lo esperaban trece sa-
cerdotes; casi todos, profesores del Seminario o salesianos del
Sagrado Coraz6n.19
El hecho alent6 las versiones periodisticas que gritaban co-
rno causales de la muerte de don Lino, los disgustos y desave-
nencias con su clero y con el Seminario.20
La prensa atac6 al Cabildo. Al mismo tiempo, el Nuncio
telegrafiaba al vicario, monsefi.or Antonio Guimaraes Barroso,
para comunicarle que no correspondia elegir vicario ·capitular,
ya que existia obispo coadjutor. Éste, Arcoverde, estaba en
Roma.
El 25 de agosto presidio las exequias el Obispo de Curitiba.
El coadjutor, don Joaquin Arcoverde de Albuquerque Ca-
valcanti, embarca rumba al Brasil, y el 28 llega a San Pablo.21
Monsefi.or Lasagna asisti6 a la recepci6n del nuevo Obispo,
al frente de un grupo de sacerdotes y de la banda del Liceo.
La estaci6n se presentaba atestada de gente.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Arcoverde llego a eso de las nueve, y se dirigio al Seminario.
Lasagna le beso respetuosamente el anillo, lo acompafio, y se
puso a sus ordenes. Don Joaquin no dijo esta boca es mia.
El 29, vispera de la torna de posesion, Lasagna le efectuo
una visita de cortesia, en compafiia de algunos directores.
La entrevista no fue nada cordial. Lasagna estaba muy
prevenido: tenia la certeza de que Arcoverde era el instigador
de las acusaciones que don Lino envio a la Santa Sede. Ademas
de considerarlo inexperto e imprudente, estaba totalmente con-
vencido de que lo celaba, y hasta mentia deliberadamente.
Con todo, trato de introducirse con humildad y sencillez,
y después de los saludos, inicio el tanteo:
-Excelencia, los Salesianos somos pobres, y hacemos lo
que podemos.
-Y lo que no pueden... -replico secamente el Diocesano.
Lasagna necesito toda su presencia de animo, para seguir y
terminar la helada conversacion, que a cada momento amena-
zaba con volverse borrascosa.
Aunque Arcoverde nego a Lasagna el permiso para que pon-
tificara en el funeral de don Lino que iba a realizarse en el
Liceo, la entrevista concluyo lo mejor que se pudo.
Ya en casa, Mçmsefior tomo todas las precauciones para
evitar mas roces; asistio al funeral de don Lino birrete en mano,
y con la cruz pectoral oculta bajo la sobrepelliz.
A las cinco de la mafiana del dia siguiente, partio para
Guaratingueta. Y de ahi fue a consolarse con el obispo de Ca-
maco, don Silverio Gomes Pimienta.
El dia 4 se desahogo durante dos horas con monsefior Es-
berard.
Arcoverde retiro enseguida una donacion hecha el 13 de
octubre a las Hermanas de la Casa de Maria Auxiliadora de Rua
Veridiana 49. Consistia en un terreno sin casa, situado en un
lugar llamado Luz.
Lasagna explicaba a don Rua, en carta del 25 de noviembre,
que la actitud episcopal obedecia a que el Gobierno pensaba
expropiar el lugar. Pero la coincidencia se prestaba a malas
interoretaciones.
El dia 31, la gran cooperadora dona Veridiana Prado, amiga
del Obispo, dio plazo a las Hijas de Maria Auxiliadora hasta
el 31 de diciembre siguiente para abandonar la casa que les
prestaba. Y el 7 de noviembre, las Hermanas se trasladaron
a lpiranga.22

44 Pages 431-440

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44.1 Page 431

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Conjunto de las victimas
del accidente de Juiz de
Fora.
RECUERDOS POSTUMOS
Vista generai de la Colonia Mariano Procopio.
En primer plano, la estaci6n del ferrocarril, y
sobre las palmeras, e! castillo.
Tumba actual de monsefior Luis Lasagna, jun-
to al altar de las Animas, al fondo del santu ario
de Maria Auxiliadora de Niter6i. Puede verse
nitidamente la fecha de nacirc~ento ya obser-
vada en el texto (3-V por 3-111).

44.2 Page 432

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Luis Lasagna, el obispo misionero
Otra de las preocupaciones que lo absorbian, era la preparacion
de una nueva expedicion al Mato Grosso. Habia quedado arre-
glado en Cuiaba que ademas de enviar salesianos a la Colonia
Teresa Cristiana, organizaria dos colegios de Hermanas: uno en
la Colonia, y otro en la capitai (el de Santa Rita) .
El Asilo Santa Rita habia sido fundado en 1891 por el obis-
po d'Amour, que lo consideraba corno a la pupila de sus ojos.
Gracias a la ayuda de dos grandes cooperadores: Manoel Nufiez
Ribeiro y Felicissimo de Almeida Lousada, se dedicaba a la aten-
cion de nifias abandonadas. Asumieron enseguida la direccion
tres Hermanas vicentinas, dirigidas por la madre Javiera. La
capellania era ejercida por monsefior Benito Severino da Luz.
Lasagna se privo de su secretario, padre Juan Balzola, y lo
nombro director de la Mision de los indios coroados.
El 8 de enero, Balzola dejo definitivamente la compafiia de
Monsefior, y comenzo a pensar unicamente en la expedicion
misionera.
Ya el dia 3, las hermanas Federica Hummel, Maria Heitz-
man, Margarita Michelletto y Ana Gudehus, partian de Guara-
tingueta para Rio. El 25 embarcaron todas para Montevideo,
en un barco del Lloyd Brasileiro. Once dias tardaron en tocar
todos los puertos: Santos, Cananea, lguapé, Paranagua, Anto-
nina, San Francisco, ltajai, Desterro y Rio Grande. El 6 de
febrero llegaban a la isla de Flores, donde cumplieron ocho dias
de cuarentena. En Montevideo se completo la expedicion.
El 16 de marzo se embarcaron en el Diamantino todos los
Misioneros : ocho Hermanas y siete salesianos, y llegaron a Cuia-
ba el 8 de abril. La hermana Rosa Kister asumio la direccion
de Santa Rita, y Federica Hummel, la de Teresa Cristina.23
El 19 de abril, por expedientes numeros 726 y 728, el Go-
bierno del Estado nombraba oficialmente a los padres Juan
Balzola y José Solari, director y vice de la Colonia.24
*
*
*
Cuando Lasagna partio de Asuncion el 29 de julio de 1894, el
parroco de la catedral, don Juan Sinforino Bogarin, no solo
habia recibido ya la carta de monsefior Leon Federico Aneiros,
que le comunicaba su eleccion para el obispado del Paraguay,
sino que con fecha 21 de julio habia aceptado el nombramiento.25
El 2 de agosto, B·ogarin vuelve a recibir noticias; esta vez,
de monsefi.or Mariano Antonio Espinosa, obispo de Tiberiopolis
y auxiliar de Buenos Aires, que le decia textualmente:

44.3 Page 433

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VÉRTIGO
431
Tengo el agrado de felicitarlo por su promoci6n, tan mere-
cida, al obispado del Paraguay. Como va ya tan larga la
vacancia de esa sede, el sefior Arzobispo ha creido mejor
hacer aqui, no mas, el proceso, en el que han servido de
testigos el R. P. Hech, visitador, y el P. Freret, que usted
bien conoce. Hoy se remite a Roma, y para que alli la
expedici6n del breve en que sera nombrado no sufra demo-
ra, podria el P. Montagne encargar al Procurador de los
Lazaristas que solicitara su pronto despacho.
Tantos recuerdos al P. Montagne y al padrecito Roa, a
quienes en gran parte debe usted el obispado, y disponga
siempre de la buena voluntad de este su humilde hermano
que se recomienda en sus santos sacrificios y oraciones, y
queda s. afmo. y s. s.
t MARIANO ANTONIO
Ocho dias después, Matias Alonso Criado escribe a Bogarin
desde Santa Fe: ·
El domingo 5 almorcé con Lasagna, Aneiros y Espinosa.
Los Obispos patrocinan su promoci6n al obispado...
*
*
El padre Juan Sinforiano Bogarin rondaba los treinta y un afios
de edad. Habia nacido en Mbuyapey, el 21 de agosto de 1863.
Fue ordenado sacerdote en el Seminario Conciliar de la Asun-
ci6n, en 1886, y enseguida, promovido a secretario del Obispo.
Al afio siguiente, el 18 de abril de 1887, monsefior Aponte lo
nombr6 cura de la catedral, en reemplazo de Tomas Antonio
Castelvi, trasladado a Lambaré.26
*
*
*
En setiembre, las noticias fueron mas concretas. Con fecha 29
de agosto, monsefior F. Cavagnis, prosecretario de la Sagrada
Congregaci6n de Asuntos Extraordinarios del Vaticano, le en-
viaba unos renglones:
Porto a cognoscenza della S. V. Ili.ma che desiderando il
S. Padre di porre un termine alla troppo lunga vacanza di
codesta sede del Paraguay, ha ordinato che la sua nomina
episcopale avvia effetto per breve. Ella intanto potrà dare
ordine a qualche agente che ritiri il breve in parola...

44.4 Page 434

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432
Luis Lasagna, el obispo misionero
El breve esta fechado el 30 de setiembre de 1894.
El 3 de octubre, Bogarin viaja a Buenos Aires. Monsefior
Aneiros lo atiende fraternalmente, y quiere regalarle los orna-
mentos prelaticios, que una hermana del Arzobispo encarga a
las Hijas de Maria Auxiliadora.27
El 23 de noviembre, el padre Godofredo Heck, visitador de
los Lazaristas, avisa a Bogarin desde Buenos Aires que tiene en
sus manos el breve de elecci6n, y que ya se lo ha comunicado
por telegrama. Pero tiene miedo de enviarlo por correo. No
sea que se pierda.
*
*
Del 14 al 19 de enero, Lasagna cumple cuarentena en la isla de
Flores. En esos dias, Bogarin le envia un telegrama, en el que
lo invita a consagrarlo obispo. No sabemos los motivos inti-
mos o circunstanciales que determinaron la elecci6n. Pero el
telegrama seguia a una invitaci6n verbal que le hiciera en la
Asunci6n.
El 24 de enero, Lasagna embarc6 en Buenos Aires, rumba
a la Asunci6n. Debia arribar el dia 31.
En el intervalo, se finiquitaron los tramites oficiales. El
padre Aveiro, secretario del obispado, fue el encargado eclesias-
tico de invitar a las ceremonias del dia 3. A su vez, fue desig-
nado oficialmente para traducir el breve del nombramiento, y
posibilitar la tramitaci6n civil.
El 30, el Gobierno paraguayo otorga el pase del breve, y
ordena el juramento de fidelidad para el 2 de febrero, a las diez
de la mariana. Firman el documento el presidente Egusquiza
y el ministro Rufino Maz6.
El dia 31, a las 8.30 de la noche, arrib6 Lasagna. Era el
unico pasajero, fuera de su secretario; esta vez, el padre Angel
Cavatorta, que viajaba desde Buenos Aires. Lo esperaban las
autoridades eclesiasticas y civiles, y una multitud de pueblo.
El dia l'? visita solemnemente al presidente de la republica,
genera! Juan B. Egusquiza, que lo recibe en compafiia de todos
sùs Ministros.
Aprovecha el dia 2 para conversar con el Ministro de Guerra
sobre el problema de la escuela de artes y oficios.
El dia 3 consagr6 al nuevo Obispo. A falta de otros prela-
dos, fue asistido por los padres Enrique Valiente y Juan Ber-
nabé Colman, capellan del Hospital y parroco de la Encarna-
ci6n, respectivamente. Apadrinaba el acto el propio Presidente
de la republica.
·

44.5 Page 435

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VÉRTIGO
433
El lunes 4 pudo leer Lasagna la pastoral del nuevo Obispo,
editada el dia de san Blas, Patrono de la republica, y el 6 se
embarc6 para Buenos Aires en el Saturno. Vinieron a despe-
dirlo monsefior Bogarin; el Ministro de Guerra, en representa-
ci6n del Gobierno, y media Asunci6n.
Las tratativas para fondar la escuela de artes y oficios que-
daron tan bien encaminadas, que el 11 de julio el Poder Ejecu-
tivo remiti6 al Senado un proyecto de entregar a Monsefior el
edificio del Hospital Viejo y terrenos adyacentes. Entrado el
dia 26, fue estudiado y discutido. El 19 de agosto, "el Senado
y Camara de Diputados de la Naci6n Paraguaya, reunidos en
Congreso", acordaron y decretaron conceder en propiedad al
Superior de los Salesianos, monsefior Luis Lasagna, los edificios
del Hospital Viejo y 26.806 varas adyacentes, para establecer
una escuela de artes y oficios.
El decreto definitivo fue confirmado el 23 de abril del 96.28
Y el 23 de julio del mismo afio desembarcaron en la Asunci6n
los primeros salesianos.29
' Cronica de monsefior Lasagna.
2 En la Cronica del Colegio Pio, el padre Horne anota entre los documentos
existentes, una carta del Presidente del Brasi!. No la hallé.
' O Apostolo, Rio de Janeiro, ed. del 9-1-1895 .
Texto de la circular de monsefior Lasagna sobre las Misiones del Mato
Grosso:
"Exmo. Senhor, / Estive longamente perplexo sobre si devia ou nao lançar
ao publico este apelo, e por fim, vencendo toda a repugnancia e hesitaçao,
resolvi-me a romper o silèncio, e implorar com a presente Carta Circular o
publico concurso para urna empresa muito ardua, e que é importantissima, nao
so pelo seu carater religioso, mas também pela sua natureza sumamente huma-
nitaria; urna empresa, em fim, que certamente redundara em grande beneficio
e honra de tòda a Naçao Brasileira. / Refiro-me à conversao e civilisaçao dos
pobres indigenas, que, corno filhos desherdados da familia brasileira, gemem
ainda na mais completa abjeçao e barba.ria neste solo abençoado da Patria
comum. Pois é sabido por todos que se encontram ainda aos centenares e
milhares as tribus dos infelizes selvagens dispersos pelas imensas matas do
interior. os quaes esperam ha séculos urna mao benéfica que chegue até as
profundezas de suas misérias, para levanta-los à dignidades de homens e de
cristaos, e incorpora-los ao rest0 da Naçao. / Estimulam-me a esta empresa os
prodigios de zelo e valor que ja se realisaram para este mesmo fim tao sublime
nos séculos decorridos, e que ainda hoje se estao rea!isando nos sertoes do Brasi!
pelo heroismo de venerandos e intrépidos Missionarios. / Mas o que mais forte-
mente me impele a esta grande empresa, di-lo-ei sinceramente, é a voz do
imortal Pontifice Leao XIII, o qual me fez sagrar Bispo em Roma, e me cumu-
lou das mais afectuosas e paternaes distinçoes, para animar-me a trabalhar
com maior zelo e eficacia na civilisaçao das numerosas hordas de selvagens
que andam errantes pelo imenso territorio do Brasi!. / O grande Pontifice,
que preside aos destinos moraes e religiosos de todos o·s Povos do mundo
28

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Luis Lasagna, el obispo misionero
inteiro, e que a nenhum deles esquece na sua imensa caridade, vendo com
grande alegria de sua alma os espléndidos resultados que obtiveram os Sale-
sianos nestes ultimos anos la na Patagonia e na Terra do Fogo, na conversao e
civilisaçao daqueles indios ferozes, escolheu-me a mim para que me esforçasse em
extender aos indigenas do Brasi! os beneficios de urna propaganda tao urgente e
tao sancta. / E, nestes ultimos dias, o mesmo zeloso Pontifice chamou a Roma
o Rvm. Padre Costamagna, Superior dos Salesianos em Buenos Ayres, para
sagra-lo Bispo e envia-lo corno Vigario Apostolico entre os selvagens da Repu-
blica do Equador, secundando assim os reiterados pedidos do cat6lico Governo
daquela Republica, que prometeu apoiar com tòdas as suas forças o feliz éxito
daquela Missao. / Quanto a mim, obediente e agradecido à voz do sabio Pon-
tifice, sai logo da Italia, vinte dias depois de minha sagraçao episcopal, e,
apenas cheguei ao Brasil, emprehendi urna longa e fadigosa exploraçao à Mato
Grosso; pois, entendia que aquele vastissimo Estado, o mais afastado da Capi-
tal Federai e o mais povoado de indios bravios, se prestaria admiravelmente
a um plano estratégico, eficacissimo e muito rapido para as conquistas da Cruz
e da civilisaçao. / Nunca me esquecerei da recepçao sumamente honrosa e
cordial que me fizeram o Exm. e Rvm. Sr. Bispo de Cuiba, D. Carlos Luiz
de Amour, e o Exm. Sr. Presidente do Estado, Dr. José Manuel Murtinho, os
quaes se dignaram esperar-me no porto, rodeados de grande multidao de povo,
e abraçar corno afecto a este pobre Missionario. Conserve Deus por longos anos,
para bem da Patria, aquelas duas almas grandes e generosas! / Em Mato Grosso
permaneci um mes inteiro, percorrendo varios pontos, para recolher tòdas as
informaçoes possiveis. Desde aquele centro, para onde quer que se dirija o
passo, ao Norte ou ao Sul, para Leste ou para Oeste, se encontram sempre
numerosas tribus indigenas, sepultadas nos horrores da superstiçao e da bar-
baria. Seguindo de la o curso dos numerosos e grandes rios que vao Jançar-se
no Amazonas, penetrando no Estado de Goyaz, ou aproximando-se das frontei-
ras occidentaes dos Estados de S. Paulo e do Parana, sé se encontrao com
suas luzes a Religiao com suas consolaçoes ainda tem penetrado. / Oh! que
campo imenso para o valor e abnegaçao dos valentes soldados da Cruz e do
Progresso! / Na Capitai de Mato Grosso deixei cinco Salesianos, no Colégio de
Artes e Oficios que la fundei para meninos pobres; e esse Colegio devera
servir corno de quarte! generai e ponto de partida para as futuras expediçoes
entre os selvagens. Com efeito, de acordo com o Exmo. Sr. Presidente e o
Sr. Bispo daquele Estado, determinei inaugurar este ano a dificil missao dos
lndios Coroados, os quaes pelo seu numero e carater indomito tem sido até
agora o terror e o flagelo daquelas povoaçoes. Pois bem, saiba, Exm. Senhor,
que os filhos de D. Bosco, ja tao conhecidos no Brasil por tantos Estabeleci-
mentos de caridade abertos em pr6 de meninos pobres, ja estao prestes para
ir dentro em breve consagrar sua juventude, suas forças e sua mesma vida
naquelas imensas selvas inh6spitas entre as raças barbaras das florestas vir-
gens. / Esta fixado, pois, que dentro de um mes, saira urna numerosa expe-
diçao de Salesianos, e de Irmans, Filhas de Maria Auxiliadora, também per-
tencentes à Congregaçao Salesiana, para renovarem no Brasil os esforços, os
sacrificios e, si a Deus aprouver, os triumphos também, que outros Salesianos
alcançaram em outras terras mais Jonginquas da América do Sul. / Nao esca-
para à perspicacia de V. Excia. a imensa vantagem que resulta de terem os
Missionarios Salesianos nessa dificil empresa o apoio e a incomparavel dedi-
caçao das Irmans de Maria Auxiliadora. Elas pouparao aos Sacerdotes contac-
tos inconvenientes e oficios os quaes seriam pouco aptos. Elas, com o pres-
tigio irresistivel que as acompanha em tòda a parte, tomarao conta das mulhe-
res e das crianças para ensinar-Jhes os elementos da Religiao e das letras, os
principios rudimentares do asseio, da hygiene, dos trabalhos pr6prios de seu
sexo, e de tudo o que se refere à vida de familia. Dessa maneira poderao os
Sacerdotes, coadjuvados por bons Salesianos Jeigos, concentrar todo o seu
zelo para ensinar aos homens, juntamente com os principios de nossa santa
Religiao, a agricultura pratica e os oficios mais comuns e mais indispensaveis

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VÉRTIGO
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para o consorcio humano. / À vista de tudo isto, nao é dificil comprehender
que enormes despezas reclama inevitavelmente urna empresa desta sorte. O
transporte de tantos Missionarios para regi6es tao distantes e tao invias; a
necessidade de fornecer-lhes todos os utensilios indispensaveis para o Culto,
para a lavoura e para os oficios mais comuns da vida, tudo isso exige somas
avultadas que os Salesianos nao possuem; tanto mais si se considerar que
eles deverao também levar comsigo copiosos presentes e variados mimos,
embora pequeninos, para captarem a confiança d'aqueles selvagens, os quaes,
despidos de todo sentimiento um pouco nobre, so se deixam levar pelo instincto
da cobiça e do interesse do momento. / :e. sabido por todos que aqueles infe-
Iizes andam completamente nus e os Missionarios, logo ao chegarem deverao
tratar antes que tudo de cobri-los e dar-lhes pouco a pouco o aspecto de gente,
pois que no estado em que presentemente se acham nao diferem muito das
féras do mato. / Porém donde tirarao os Salesianos, que sao tao pobres, os
meios indispensaveis para iniciar e sustentar urna empresa tao arriscada e tao
dispendiosa? O nosso inolvidavel e santo Fundador e Mestre, o imortal D.
Bosco, nos ensinou a confiar cegamente na Divina Providencia e na caridade
inexgotavel das almas generosas, que, si em tòdas as partes aparecem, para
honra da humanidade, nq Brasil se encontram com excepcional abundancia. /
Todos, com efeito, nos lembramos de que, ainda nao ha muito tempo, perco-
rreram estes Estados mais prosperos do Brasil, Bispos e Missionarios da Africa
e da Asia, e sabemos que para as suas apartadas Miss6es obtiveram da gene-
rosidade do povo brasileiro auxilios verdadeiramente importantes. E por que
deveremos temer agora, nos os Salesianos, de nao alcançar do povo o mesmo
apoio, a mesma caridade, quando se trata de favorecer urna obra tòda nacio-
nal, e que redundara exclusivamente em beneficio do querido Brasi!? / Todos
os pobres desvalidos das nossas cidades encontram facilmente amparo e pro-
teçao em tantas Obras Pias, em tantas Sociedades de Mutuo-Socorro, em tan-
tas Instituç6es de Caridade e Beneficéncia, que derraman em tòda a parte ·a
esmola e a consolaçao nas horas de miséria e de desgraça; e por qué ninguém
pensara urna vez nos pobres e infelicissimos filhos do sertao? Por que nao
se encontrara quem, por meio de um generoso 6bulo dado aos Salesianos, acu-
da às profundas misérias materiaes e moraes de tantas creaturas de Deus, que
ainda jazem sepultadas nas trevas da ignorancia e da idolatria? / O ilustrado
e patriotico Governo do Brasi! ja me prometteu as passagens gratuitas para o
numeroso pessoal da expediçao até a Capitai de Mato Grosso; mas para fazer
frente ao resto das enormes despesas, nao tenho outro meio sinao extender a
mao para pedir esmola. / Necessitamos de utensilios, maquinas e instrumentos
para tòda a sorte de trabalhos; de fazendas e habitos para vestir aquela mul-
tidao de desvalidos; de objectos para o Culto; de instrumentos musicaes e de
todo o necessario à construçao de Capellas e choupanas para os Missionarios
e as Irmans de Maria Auxiliadora . / Nao extranhe pois, Exm . Snr., si , con-
fiando na bondade do seu coraçao e no interesse com que V . Exc. sempre
acompanha e favorece as causas nobres e patrioticas, eu me atrevo a pedirlhe
humildemente o seu concurso para o bom éxito da nossa ardua Missao em
Mato Grosso. / Oh! digne-se V. Exc. associar seu nome e a sua generosidade
a urna Obra, que nao pode deixar de tornar-se sympathica a todas as almas
grandes e caritativas. Deante do espectaculo de tantos valorosos Missionarios
e delicadas Irmans, que, com a Cruz de Cristo no peito, nao duvidam dar-se
a si mesmos e imolar sua vida em pro dos pobres indigenas do Brasil, quem
recusara dar um pequeno obulo para esta Obra de imensa caridade? / :e. muito
de esperar que fabricantes de tecidos, ricos negociantes e opulentos fazendeiros
se lembrem alguma vez de que no mesmo solo onde eles constituiram ou her-
daram sua fortuna, existem ainda milhares de seres infelizes, os mais infelizes
de quantos vivem no mundo, os quaes, para serem homens uteis a sua Patria,
s6 carecem da caridade do Missionario catolico; e entao sera impossivel que
recusem a este o seu valioso apoio. / Exmo. Snr., por amor de Deus que nos
manda ter misericordia do pobre desvalido, por amor da humanidade tao

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Luis Lasagna, el obispo misionero
decaida e degradada na pessoa dos pobres indigenas, nao deixe de proteger os
Missionarios Salesianos, que com admiravel abnegaçao se dedicam à salvaçao
desses povos desgraçados. / Digne-se V. Exc. fazer-se propagandista entre seus
parentes e conhecidos, e, com sua palavra e seu exemplo, alcance que muitos
se associem por meio de a!guma oferta aos méritos desta santa Cruzada.
Nosso Senhor Jesus Cristo, que prometeu solenemente nao deixar sem recom-
pensa nem siquer um copo de agua dado a um pobre em seu nome, corno
nao cumularli de bençoes essas almas generosas, que concorrerem para levar-se
a e a Civilisaçao à povos inteiros desventuradissimos? / Os bons Missio-
narios e as intrépidas Re!igiosas, que, dentro em breve, vao partir para aquelas
longinquas florestas, nao deixarao, nem por um instante s6, de implorar as
recompensas do Céu para V. Exc. e sua Exma. Familia, para todos os Bemfei-
tores da Missao e os seus interesses materiaes e moraes. / E eu mesmo, quando
fòr visitar e confortar os meus Irmaos perdidos no meio daqueles sertoes;
quando fòr abençoar e confirmar na Fé de Jesus Cristo os nossos primeiros
ne6phytos, me juntarei con todos eles a fim de rogar com lagrimas de gratidao
por todos os Protetores desta primeira e importantissima Missao Salesiana de
Mato Grosso. / Entretanto, junto com os protestos do meu antecipado agrade-
cimento e sincera estima, aceite, Exmo. Snr., os férvidos votos que faço em
favor de V. Exc. e de sua Exma. Familia para o Ano Bom; e em penhor da
proteçao celeste, receba urna bençao cordialissima que lhe envio em nome do
Menino Jesus, Divino Salvador dos homens. / De V. Excia. Atto. Venor. e Creado
Obrigmo., / t Lu1z, Bispo Titular de Tripoli. / S. Paulo, 1 de janeiro de 1895. /
NOTA : Os Missionarios receberao agradecidos qualquer esmola em dinheiro,
a qual podera ser enviada com indicaçao certa do seu fim a qua!quer dos
Diretores dos seguintes Colégios Salesianos : Lyceu do Sagrado Coraçao de
Jesus em Sao Pa ulo, Colégio de Santa Rosa em Nictheroy, Colégio de Sao
Joaquim em Lorena, Lyceu Salesiano em Pernambuco. / Egualmente agrade-
cerao qualquer donativo de fazendas e de roupas feitas, novas ou usadas,
corno calças, camisas, ceroulas, lençoes, redes para dormir, etc.; de contas de
vidro, espelhinhos, facas, canivetes, tesouras, fitas e linhas de còres, etc., para
mimosear aos Indios; de arados, machados , serras, enxadas, maquinas de cos-
tura e de fiar, teares, a parelhos de debulhar milho e socar o arroz, etc., corno
também de tudo o que p6de servir para o Culto Cat6lico." (Oficinas Salesia-
nas, S. Paulo, 1895.)
4 Durante e! viaje a la Asunci6n, Villaamil qued6 en Montevideo. Del 22
de enero al 23 de febrero, actu6 de secretario e! padre Angel Cavatorta.
5 ACSS., car ta a monsefior Juan Cagliero, del 25-VII-1895. "Hubiera desea-
do viajar en e! Chi/e o en e! Manila; pero no m e alcanzaba e! dinero."
ACSS., carta a don Rua, del 9-IX-1894.
7 El padre Carlos Cipriano, director de Las Piedras, falleci6 e! 4 de mayo
de 1894. Habia nacido en Front (Piamonte, Italia), e! 6 de setiembre de 1848.
(Cf. Elenco de la Sociedad de San Francisco de Sales, afio 1894.)
8 Don Bosco habia otorgado a Cagliero p!enos poderes de administraci6n
y representaci6n en cualquier acto comercial referente a establecimientos de
la Congregaci6n en la Republica Argentina y en cualquier parte de América,
e! 29 de octubre de 1875, ante e! notario real patentado Pedro Vietar Paresio.
Actuaron de testigos e! padre Joaquin Berto y e! abogado Carlos Foca . El poder,
otorgado en Turin, fue !egalizado en Savona por e! c6nsul argentino, Juan B.
Gazzolo, e! 12 de noviembre de 1875, y por e! C6nsul orientai en Buenos Aires,
e! 15 de mayo de 1876. (Estos documentos se hallan en e! archivo de la Ins-
pectoria Salesiana de San José, Montevideo.)
El testamento otorgado en Colon se abri6 ante e! juzgado civil de primer
turno de Montevideo, a cargo del doctor Miguel V. Martinez, e! 1? de junio

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de 1896. El inventario fue aprobado el 1? de noviembre siguiente. (Cf. diario
El Siglo, Montevideo, 2-VI-1896.)
' ACSS., carta a Cagliero, del 20-Vl-1895.
" Elenco de la Sociedad de San Francisco de Sales, América, 1895, pags. 51
y sigs.
11 Desde varios aiios atras, un grupo de personas influyentes deseaban la
apertura de una Casa salesiana en Recife. El obispo José Esberard, viejo
conocido de Lasagna, en 1892 hizo un llamado para la fundacion de un colegio
salesiano.
Cuando Lasagna paso por Recife, no solo habia expresado su satisfaccion
por la idea, sino que hasta habia indicado el lugar que le parecia apropiado,
sito en el numero 153 de la calle Giiiana.
De hecho, los pernambucanos adquirieron la chacra seiialada. Habia sido
residencia del ultimo gobernador portugués, capitan generai Luis do Rego
Barreto.
Don Rua, desde Turin, veia con simpatia el proyecto, pero carecia de
persona! y de medios economicos. Por otra parte, corroda perfectamente la
opinion de Lasagna con respecto a la organizacion y dependencia del nordeste
brasileiio.
Cuando e! doctor Carlos de Menezes viajo a Europa, entrego al Superior
un fuerte donativo para cubrir los gastos de viaje e instalacion de los Sale-
sianos. En noviembre de 1894 se organizo una expedicion, capitaneada por
don Lorenzo Giordano. Con él venian el nove! sacerdote Clelio Sironi; los
clérigos José Blangetti, Luis Dellavalle y Leon Battistini, y e! coadjutor Carlos
Roasetti .
Monsefior Esberard ya habia sido trasladado a Rio de Janeiro.
Después de dos meses de arreglos, e! Colegio fue abierto oficialmente el
10 de febrero de 1895.
El 15 de agosto se coloco la primera piedra de la futura escuela de artes
y oficios.
Dependia directamente de Turin, y mas precisamente, del padre José Laz-
zero, miembro del Capitulo Superior, que hacia de inspector de las Casas de
Colombia, Venezuela, México y Pernambuco.
(Cf. Boletin Salesiano, abril de 1895, pag. 87, y diciembre de 1895, pag. 286;
Luiz Marcigaglia, Os Salesianos..., cit., pag. 56.)
12 Cronica del Colegio Pio de Villa Colon, afio 1895.
"Catalogo Salesiano (Nuevo Continente), afio 1895, pag. 62 .
14 Luiz Marcigaglia, Os Salesianos..., cit., pag. 98.
15 José Francisco da Rocha Pombo, Hist6ria do Brazil, voi. X (ed. B. de
Agiar, Rio de Janeiro, s/d.).
"Projeçoes epistolares, carta de Jorge Griffi a don Rua, de XI-1893 (pa-
gina 80) , y carta de Pedro Rota, del 1-XII-1893 (pag. 84 ); Freguezia de Sa.o Joao
B. de Niteroi, Relatorio Paroquial, pag. 60.
O 17 Av6stolo, del 6-1-1895 . Véase, también, Cronica del Colegio Santa
Rosa, de Niter6i.
1: j
18 fornai do Comércio, Rio de Janeiro, 2-XIl-1894; O Fluminense, también
de Rio, de los dias 7-VIII y 12-IX-1894; A Patria, de Sa.o Paulo, 4-XI-1894; Cro-
nica de Santa Rosa, de Niteroi.
19 Archivo de la Curia Arzobispal de San Pablo, 1, 4, 33.
20 Platea, de San Pablo, 20-X-1894.

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Luis Lasagna, el obispo misionero
21 Monsefior Arcoverde nacio en Cimbres (Pernambuco, Brasi!), e! 17 de
enero de 1850. Estudio en e! Pio Latino Americano de Roma, y fue ordenado
sacerdote en la Ciudad Eterna, e! 4 de abril de 1874. En 1885 fue nombrado
coadjutor de Bahia; pero no acepto. Sin embargo, e! 26 de junio de 1890 fue
elegido obispo de Goiaz. Consagrado en Roma e! 26 de octubre, renuncio ahi
mismo, a los pocos dias, y se dedico al magisterio en Itu, con los Jesuitas.
El 25 de agosto de 1892 fue nombrado coadjutor de San Pablo, hasta ·1a muerte
de don Lino. El 24 de julio de 1897 fue promovido al arzobispado de Rio. El
11 de diciembre de 1905 fue elevado al cardenalato del titulo de los santos
Sabino y Alejo en e! Aventino . En los ultimos afios de su vida, debido a su
decadencia menta!, se le puso un coadjutor. ( Cf. M. de Alvarenga, O episco-
pado..., cit.)
22 Cronica de las Hijas de Maria Auxiliadora, lpiranga.
23 Cronicas de las Hermanas de Guaratinguet:i y de Santa Rita de Cuiab:i,
y Cronistoria del padre Balzola. Véase, también, O Apostolo, de Rio de Janei-
ro , 10-V-1895.
24 El acta de la nominacion, publicada en la Gazeta Oficial del 26-IV-1895,
es del tenor siguiente:
"Administraçao do Exmo. Dr. Manoel José Murtinho / Acto N . 726 / Dia 19
de abril / N. 610 / O Dr. Presidente do Estado, atendendo a conveniéncia de
confiar-se aos Mission:irios Salesianos enviados a este Estado, entre outros
fins, para a catechese dos indigenas, a civilizaçao dos indios localisados na
Colonia Theresa Christina, resolve nomear diretor da deta Colonia o Rvd. Padre
Joao Balzola e vicediretor auxiliar o Rvd. Padre José Solari, ambos do numero
dos mesmos Missionarios, os quaes desempenharao as respetivas funçoes de
acòrdo com as regras da Ordem religiosa a que pertenecem e as instruçoes
expedidas por esta presidéncia."
"Expediente N. 728 / Dia 19 de abril de 1895. / Ao reverendo Sr. Padre
Antonio Mal.in, diretor das Missoes salesianas neste Estado. / Tendo eu por
acto desta data junto por copia nomeado o reverendo padre Joao Balzola
diretor da Colonia Theresa Christina e vicediretor o reverendo padre José So-
lari, os quaes convém que sigam quanto antes a entrar no exercicio das respe-
tivas funçoes para o que lhes serao ministrados por conta do Estado bem
corno todos os seus auxiliares, os precisos meios de trasporte co mais que fòr
indispensavel para manter-se o serviço de que se vao encarregar, assim cabe-me
declarar-vos para os fins convenientes; sendo que oportunamente expedira esta
presidéncia as instruçoes que deverao ser observadas na direçao e régimen da
referida Colonia. / Ao cidada lnspetor do Thesouro do Estado. / Recomendo-
vos que do dinheiro ahi recolhido em deposito com destino à colonisaçao na-
cional, mandeis entregar ao revd. Padre Antonio Mal.in, superior das Missoes
Salesianas aqui no Estado, a quantia de 1.000$000 reis, afim de ocorrer à des-
pezas com os Missionarios que vao para a colonia indigena Theresa Christina
hoje a cargo das referidas Missoes e com a compra de objectos que levan
destinados à catechese."
25 Archivo de la Curia de la Asuncion, casillero 120.
26 Arturo Bray, Hombres y épocas del Paraguay, libro II, pag. 163 (ed.
Aconcagua,. Buenos Aires, 1957).
21 La Democracia, de la Asuncion, 3-X-1894.
28 Diario Oficial, de la Asuncion, N? 1.841, del domingo 24-XI-1895; N? 1.873,
del 4-1-1896; N? 1.962, del 24-IV-1896, y N? 1.985, del viernes 22-V-1896.
En e! archivo del Colegio Monsefior Lasagna existe la siguiente carta del
generai Juan B. Egusquiza :
"Asuncion, junio 15 de 1896. / Rev. Sefior: / Complacido recibi su muy

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VÉRTIGO
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apreciable carta en la que se sirve comunicarme que sus Superiores de Turin
y el M. Rdo. Inspector del Uruguay han impartido ya las 6rdenes para que en
breve salga la primera expedici6n salesiana hacia este pais, y al mismo tiempo
el haber sido V. R. nombrado director de la nueva Casa. / Muchisimo me con-
gratulan ambas noticias, pues creo que al fin se vera llenado uno de mis mas
ardientes deseos, confiando en los esfuerzos, inteligencia y buena voluntad de
V. R. que sabra llevar adelante la importante obra iniciada por e! malogrado
Mons. Lasagna. / Al mismo tiempo me es satisfactorio comunicarle que e!
locai destinado para la escuela esta ya desocupado, quedando solamente en
una extremidad e! Hospital Militar, que en breve sera trasladado a otra parte.
/ Deseando cuanto antes ver llegar a estas playas la primera expedici6n sale-
siana bajo la digna direcci6n de V. R., me es grato entre tanto ofrecerle las
seguridades de mi consideraci6n y particular aprecio. / J UAN B . EGUSQUIZA."
29 En la Cronica del Colegio Monseiìor Lasagna, de la Asunci6n, consta
que el 23 de julio de 1896 desembarcaron en la Asunci6n el padre José Gamba,
inspector de las Casas del Uruguay y Paraguay; el padre Ambrosia Tu-
rriccia (italiano, nacido e! 12-X-1865), corno director de la nueva Casa, acom-
paiìado por el padre Domingo Queirolo (uruguayo, nacido e! 25-IV-1869), el ac6-
Iito Pedro Folio (nacido e! 1-VI-1873) y e! coadjutor Carlos Dugnoni (nacido
e! 9-XII-1848). Tres dias mas tarde, el padre Gamba se embarc6 para Monte-
video. Entre tanto, los demas comenzaban a aprender guarani.
Antes de la llegada, el procurador de Lasagna, padre Hermenegildo Roa,
habia llevado adelante todos los tramites previos, que se pueden apreciar en
e! Diario Oficial, Nros . 1.760 y 1.765, del ano 1896. Estos esfuerzos produjeron
las leyes del 19-VIII-1895 y del 23-IV-1896.

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fJAPITIJLO XXI

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La Ultiilla jornada
... y alla en la soledad de Juiz de Fora,
una tarde siniestra tu caias,
corno un ave que suefia con la aurora,
corno un arpa sedienta de arrnonias.
ED UARDO D UFRECHOU, S .D .B.:
Juventud , N? 9, noviembre
de 1926.
Su ESTADA EN Rfo culmino "con la conmemorac10n mas esplén-
dida y fecunda -lo afirma O Apostolo- que se haya realizado
al clausurar el cuarto centenario del descubrimiento de Amé-
rica. Todo ocurri6 en San Francisco de Paula. Pontifico mon-
sefior Amorin. El discurso correspondi6 a Lasagna".
"En las amplias naves de San Francisco de Paula -continua
O Apostolo-, tal vez, nunca el Espiritu Sant9 ha golpeado los
corazones... corno ayer, por la voz inspirada, convencida, infla-
mada de caridad..., del obispo Luis Lasagna."
El 15, ya operaba en Guaratingueta. Todo estaba dispuesto
para la apertura de tres nuevos establecimientos : la Escuela
Agricola Salesiana de Cachoeira do Campo, y dos Institutos de
Maria Auxiliadora: uno en el hospital de Ouro Preto, y otro en
Ponte Nova.
Lasagna habia decidido concentrar a todo el persona! expe-
dicionario en Guaratingueta. El padre Domingo Albanella; el
padre Domingo Zatti; la visitadora, madre Teresa Rinaldi; las
Hermanas destinadas a Ouro Preto: Julia Argent6n y Filomena
Farias, con la directora Petronila Imas y la aspirante Edùviges
Gomes Braga, y todo el persona! de Ponte Nova, o sean las
hermanas Maria Cousirat, Florisbella Souza, Belmira D'Alessan-
dria y Paulina Heitzman. También las acompafiaria Juana Lus-
so, una sefiora que desde hacia tres afios vivia con la Comu-
nidad.
Mientras esto maduraba, organiz6 una Misi6n para el pue-
~ Juiz de Fora (Brasi!). La vista superior corresponde al cemente-
rio donde fueran sepultadas las victimas del desastre. La de
abajo, a la curva del ferrocarril donde ocurriera el siniestro.
(Atenci6n del padre Luigi Dotta.)

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Luis Lasagna, el obispo misionero
blo. El padre Albanello inici6 el 24 de octubre la predicaci6n
correspondiente. Su tono agresivo, sus denuncias concretas, y
la fa.ci! beligerancia de ese tiempo, encendieron un clima de gue-
rra, atizado por la prensa mas6nica lugarefia.1
Lasagna deddi6 evitar el riesgo del combate, y en los ulti-
mos dias supli6 personalmente a Albanello en la predicaci6n.
Éste se alej6 de Guaratingueta algunos dias antes de terminar,
y esper6 en Lorena el paso de la expedici6n.
El dia 3 se clausura la Misi6n. El 4 hicieron el ejercicio
de la buena muerte los Salesianos y las Hermanas, y se prepa-
raron a partir.
El Ministerio de Agricultura les habia cedido gentil y gra-
tuitamente un vag6n especial, para comodidad de los Misioneros.
Constaba de dos amplios compartimientos, intercomunicados
por una puerta. El de atras fue destinado a las Hermanas, y
el de adelante, a los Salesianos.
El 5 de noviembre se levantaron todos de madrugada, e
hicieron devotamente sus practicas piadosas. El Obispo aten-
di6 largo tiempo a las confesiones, y luego se confes6 también él.
Acudieron a despedirlo a la estaci6n los Superiores cerca-
nos: Carlos Peretto, director de San Joaquin de Lorena, y Mi-
guel Foglino, director del Sagrado Coraz6n de San Pablo, con
quienes departi6 larga y afectuosamente.
La salud no lo acompafiaba, y en la conversaci6n menu-
dearon alusiones a la posibilidad de que algo le ocurriera en
alguno de sus viajes.
Bendijo a todos, abraz6 a Peretto y a Foglino, y subi6 al
tren de linea.
Mientras se ubicaban en el vag6n, oyeron un alarmante co-
mentario: un desconocido, después de mirar a todos los sacer-
dotes, advirtiq la ausencia de Albanello, y coment6 agriamente :
-Es listo el hombre; pero no importa, ya caera...
Partieron a eso de las once y minutos. En Lorena se aco-
plaron a la expedici6n el padre Albanello; el carpintero que vino
de Montevideo, Domingo Germano; el clérigo Guillermo Briick-
hauser, y un aspirante. El viaje al principio fue agradable.
A las cinco de la tarde estaban en Barra de Piray, conocido
empalme de lineas ferroviarias.
Alli debian pernoctar en un hotel, para tornar a las 7.30
del dia siguiente el tren expreso S. 1, que venia de Rio, y los
llevaria a Ouro Preto.
Se levantaron temprano. Zatti y Albanello fueron a cele-

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LA ULTIMA JORNADA
443
brar a la parroquia.2 Monse:fior y Villaamil lo hicieron en una
capilla cercana, donde las Hermanas oyeron misa.
El expreso venia con un atraso de dos horas y veinte mi-
nutos, a causa de un desperfecto en los frenos y las ruedas de
los coches, sufrido entre las estaciones de Mathias y de Cedofeita.
En Barra se enganch6 el vag6n especial de los Misioneros
entre el furg6n de mercancias que seguia a la maquina y el
vag6n correo, aislado de los demas coches de pasajeros.
Albanello se quej6 del hecho al jefe de estaci6n. Pero no
recibi6 mayores explicaciones.
Al fin partieron para Juiz de Fora. Durante todo el tra-
yecto los asalt6 una terrible tormenta eléctrica, acompa:fiada por
violentas rafagas de viento y lluvia.
El calor, la tempestaci y la altura a la que penosamente iba
trepando el convoy, tornaron el viaje muy desagradable. Hubo
momentos en que algunos viajeros sufrieron nauseas y mareos,
corno en los cruceros maritimos.
Finalmente, a las 2.22 arribaron a Juiz de Fora. Con ad-
miraci6n leyeron la placa que campaba en una parèd de la es-
taci6n, y proclamaba la distancia a Rio (275 kil6metros) y la
altura sobre el nivei del mar (678 metros).3
Entre Juiz de Fora y la estaci6n siguiente -Mariano Pro-
copio,
que
pertenece
a
la
misma
ciudad
4
-
hay una distancia
aproximada de dos kil6metros y medio.
Si se parte de Juiz de Fora, los dos primeros kil6metros
tienen perfecta visibilidad; pero de ahi en adelante, ésta se ve
interrumpida por una elevaci6n que obliga a las vias a describir
dos curvas: una hacia la derecha, para evitar las estribaciones
del i:nonticulo sobre el que se levanta parte de la ciudad, y otra
· hacia la izquierda, para arribar a Mariano Procopio.
En linea recta hacia arriba desde el punto maximo de la
curva -a unos trescientos metros de la via-, se halla la iglesia
de Nuestra Se:fiora de la Gloria, regentada por los Padres Re-
dentoristas, que atienden a la numerosa colonia alemana alli
establecida desde 1858.
Pues bien; las comunicaciones telegraficas entre Mariano
Procopio y Juiz de Fora estaban interrumpidas. El tempora!
habia cortado las lineas.
De acuerdo con el reglamento, el jefe de Mariano Procopio,
Salvador José Domingues Alves, envi6 al de Juiz de Fora un
correo con la autorizaci6n de la partida del expreso hacia Ma-
riano Procopio, en cualquier momento que llegara de Rio de
Janeiro.

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444
Luis Lasagna, el obispo misionero
A las 3.20, aproximadamente, Domingues Alves se hallo con
que un tren mixto que venia sin pasajeros -el M. 14, especial
para inmigrantes- solicitaba permiso de partida hacia Juiz de
Fora, pues alegaba que Mariano Procopio no poseia la doble
via indispensable para el cruce de trenes, y que era necesario
avanzar hasta la proxima estacion.
Domingues Alves penso que la distancia era muy corta; y
corno no tenia noticias del S. 1, dio la sefial de partida.
Llovia torrencialmente, y ambos trenes ya avanzaban sin
verse en sentidos opuestos.
Se encontraron justamente en el punto mas agudo de la
curva, a dos kilometros de Juiz de Fora y a quinientos cin-
cuenta metros de Procopio, frente a la chacra de Ferreira Laze.
Cuando se advirtio el peligro, toda maniobra resulto inutil.
El padre Zatti, que se asomo a la ventanilla al oir la angus-
tiosa pitada de ambos trenes, solo pudo exclamar:
-jDios mio, chocan! jMaria Auxiliadora, salvanos!
Y no hubo mas tiempo. Se oyo un desgarrador chirrido de
frenos, y el estampido del choque. Se habian estrellado ambas
locomotoras.
Por inercia, el vagon correo destrozo la culata del coche es-
pecial, y penetro corno una tromba destructora de ruedas, hie-
rros y maderas por atras del vagon de los Misioneros.
Las ruedas del correo subieron por el plano inclinado de
los escombros que dejaban a su paso, hasta mas alla de la mitad
del coche especial.
Solo resultaron ilesos los que viajaban en los primeros
asientos: los padres Zatti y Albanella, el clérigo Briickhauser y
un aspirante.
El padre Villaamil, que iba en el quinto asiento -uno de los
ultimos del primer compartimiento-, y todos los que viajaban
en la seccion de las Hermanas, donde estaba Monsefior, quedaron
cubiertos de ruedas, hierros y maderas.
Uno de los actores de la tragedia, el padre Zatti, cuatro dias
mas tarde, y todavia bajo el efecto emocional del desastre, es-
cribio una detallada y macabra descripcion del percance, ilus-
trada basta con graficos, y destinada al padre Turriccia. Co-
piamos lo mas importante:
Me vi de pronto circundado de asientos, hierros y maderas,
y envuelto en una asfixiante nube de polvo. Cerca de mi
pedia auxilio el pobre clérigo [Guillermo Briickhauser]. Le
sangraba la cabeza, apretada entre las maderas. Empujé
con fuerza un tirante, y Guillermo logr6 zafarse.

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AD PERPETUAM
REI MEMORIAM
VILLA COLON (URUGUAY):
Monumento al Fundador eri-
gido frente a la iglesia del
Colegio. Fue una idea de Mon-
seiior Mariano Soler, expresa-
da en 1895. Se inauguro en
1915.
PINDAMONHANGABA (BRA-
SIL): Vitrales de la iglesia
del Noviciado, con las image-
nes de Cagliero y de Lasagna.
MONTEMAGNO (ITALIA):
Placa marmorea descubierta
en su memoria al ano de la
muerte.

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446
Luis Lasagna, el obispo misionero
De pronto pensé que la maquina iba a estallar, y presa
del panico salté por la ventanilla. Felizmente, el maquinis-
ta habia alcanzado a cerrar el vapor. ..
Ya en tierra, miré a todas partes..., y nadie se movia.
Pensé que estaban todos muertos. Horrible fue la vista de
Monsefior. i Pobrecito! Estaba en su lugar, con el cuello
y la cabeza ligeramente asomados por la ventanilla. Lo vi,
y enloquecido comencé a gritar :
- j Ha muerto Monsefior! ... i Ha muerto Monsefior!...
Era el unico que asomaba, y el pobrecito seguramente
no estaba todavia muerto. Tenia la cabeza en el vano de
la ventanilla, pero el cuerpo apretado entre la pared frontal
del vag6n correo y el tabique divisorio de nuestro compar-
t i m i e n t o ...
Pensé en salvar a los heridos, por si alguno sobrevivia...
Pedi ayuda, y todos estaban corno paralizados... En este
momento sali6 por una ventanilla el padre Albanello, y lue-
go, el clérigo y el aspirante. Éste; con mucho animo, salto
de nuevo adentro, para tratar de ayudar a alguno.
Yo lo segui; pero no veia nada. Finalmente, vi apare-
cer una mano por un hueco. Era una Hermana. Pedia au-
xilio desesperada. La asi de la mano, para significarle que
trataria de ayudarla. Pero me apret6 con tal desesperaci6n,
que parecia querer arrancarme el brazo. Me animé, tomé
un hierro, y comencé a remover escombros.
En ese momento, ya me ayudaban muchos. Los Padres
Redentoristas estaban a mi lado, y mientras trabajaban con
un grupo de voluntarios, administraban los ultimos sacra-
mentos.
Abrimos un boquete. Por ahi sali6 una monja ensan-
grentada, casi sin ropas. La llevamos a una casilla de unos
negros muy pobres que vivian junto a las vias.
Luego extrajimos a sor Paulina [Heitzman], brasilefia,
en horrible estado. Habia perdido un tal6n. Tenia la ca-
beza cubierta de heridas, llena de vidrios, los brazos des-
carnados, herida gravemente por todas partes. Parecia no
sentir dolor... También la llevamos a la casilla de los negros.
Los trabajos proseguian. Se habia abierto otro tu.nel
por el lado derecho. Los gritos de dolor aumentaban...
Y llovia a torrentes. Estabamos todos empapados.
Del lado derecho sali6 poco a poco el carpintero [Do-
mingo Germano], casi ileso. Después, sor Maria [Cousirat].
Ésta no parecia un sér humano, sino un monstruo defor-
mado. Cubierta de sangre y fango, con el rostro desfigurado
y el cuerpo maltrecho. La llevé a la casa de un médico, que
result6 un viejo amigo nuestro. Vivia ahi cerca, y habia
venido en nuestra ayuda.

45.9 Page 449

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LA ULTIMA JORNADA
447
Después se extrajo a sor Florisbella [Souza], en peor
estado que sor Maria. Habia perdido casi toda la ropa. El
pudor vencio al horror de la muerte. Vuelta en si, arre-
bato el sayal del cadaver de sor Maria, que estaba a su lado,
y se cubrio.
La sefiora que acompafiaba a las Hermanas, estaba la
pobrecita a la miseria. La oi pedir auxilio, y olvidandose
de si misma, insistir en que ayudaramos a la hermana Julia
Argenton, que trataba de zafarse de un apreton de hierros
y maderas. Murio entre dolores atroces, antes de ser res-
catada ...
En este momento se logro retirar el tabique lateral de
nuestro vagon, y el cuerpo de Monsefior cayo de costado
bacia dentro. jPobrecito! Ciertamente, murio asfixiado.
Dijeron, luego, que un hierro lo atraveso de lado a lado.
Pero yo no lo vi.
Juntò a él estaba la madre Teresa [Rinaldi], sin velo,
con una gran herida en la mandibula derecha. Al caer -ya
estaba muerta-, salto un cuajaron de sangre de la herida.
Mas alla estaba la hermana Petronila [lmas]. Tenia la
cabeza destrozada, y el cuerpo apretado bajo las ruedas del
vagon correo. Lograron extraer el cadaver solo a las tres
de la mafiana. Tuvieron que destruir parte del vagon que
la oprimia.
Casi en el mismo lugar donde viajo, hallamos el cadaver
del pobre Villaamil, tendido en el piso. Una supérstite me
dijo que quedo con la cabeza atrapada entre dos tirantes,
y que contorsionandose y agitando manos y pies fallecio.
No lejos de la puerta del vagon estaban el cuerpo de
la pobre hermana Julia, y los restos de Eduviges [Braga].
Esta ultima fue recogida en pedazos.
Los cadaveres fueron llevados a la casa de los Reden-
toristas. Seis cadaveres [de salesianos] y el del foguista
del tren, que murio entre espasmos terribles, con las pier-
nas destrozadas entre la locomotora y la carbonera.
Yo no podia mas ... Mi cabeza rumiaba disparates ... Me
quedé en el lugar del desastre casi basta el fin. Luego, un
Padre redentorista medio me arrastro -yo no queria irme-
hacia su casa, y alli me ofrecio de todo. No pude aceptar
nada.
Albanello estaba ahi, corno enloquecido...
Prestaron colaboraci6n inestimable los doctores Eduardo de
Meneses, Crist6bal Matta Villaça, Alfonso de Moraes Salles Car-
doso, Alfredo de Castro y Antonio Gomes, ayudados por el far-
macéutico Antonio de Brito.
*
*

45.10 Page 450

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Luis Lasagna, el obispo misionero
La cromca de los Padres Redentoristas de Juiz de Fora, en la
nota correspondiente al 6 de noviembre de 1895, apunta:
Hoy, de las dos a las tres, hubo un choque de trenes entre
las dos estaciones de la ciudad, a cinco minutos de distan-
cia de nuestro convento, casi enfrente, en el lugar donde se
atraviesa la via férrea para alcanzar la linea de tranvias.
Nos avis6 don Juan Recher, y fuimos inmediatamente casi
todos.
i Horroroso espectaculo! Del vag6n tumbado pendian
cabezas y brazos ensangrentados. Examinando mejor, se
veia que todos los heridos estaban en un solo vag6n. Era
un coche especial cedido por el Ministerio de Agricultura a
un grupo de salesianos -Padres y Hermanas- que viaja-
ban de Barra a Ouro Preto...
El primer cuerpo extraido del coche fue el de don Luis
Lasagna, obispo titular de Tripoli...
Los otros muertos son: Teresa Rinaldi..., Petronila
Imas..., Julia Argent6n y Eduviges Gomes Braga; el padre
Bernardino Villaamil... y el foguista de uno de los trenes.
Los cuerpos fueron colocados por nuestros empleados
-primeros en llegar al lugar del desastre- en el segundo
locutorio, sobre el piso.
Qued6 gravemente herida la madre de una de las Her-
manas. Una Hermana se quebr6 un brazo y un dedo. Se
hirieron levemente el teologo Guillermo Briickhauser y otras
cinco Hermanas. Ilesos, los padres Domingo Albanella y
Domingo Zatti...
Las Hermanas fueron carifiosamentc atendidas en las
casas pr6ximas, y al dia siguiente, trasladadas al hospital.
Los demas quedaron con nosotros. Como habia dificulta-
des de lugar, el doctor Andrés llev6 consigo a dos Herma-
nos ...
Causante del desastre fue el jefe interino de Mariano
Procopio. Éste avis6 a la estaci6n que la linea estaba li-
bre..., y al mismo tiempo daba orden de partida al tren
que se hallaba en Mariano Procopio.
Hay comentarios de todo tipo. Parece, con todo, que
fue solamente crasa ignorancia.5
En la anotaci6n correspondiente al 7 de noviembre, de la
citada cronica redentorista, leemos lo siguiente:
Ayer a la tarde y a la noche fueron visitados los cuerpos
yacentes. Habiamos limpiado, cuanto fue posible, las ropas
de las manchas de sangre.
A las diez de hoy, los cadaveres fueron llevados solem-

46 Pages 451-460

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46.1 Page 451

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LA ULTIMA JORNADA
449
nemente a la iglesia. Se rez6 en coro el primer nocturno
con laudes.
Los siete féretros, entre los que estaba el del foguista,
fueron colocados en medio de la iglesia, entre la puerta y
el pulpito. El coro se coloc6 a uno y otro lado de los atau-
des. Después se realiz6 con solemnidad la sepultura.
En la parte final de su relato, dice el padre Domingo Zatti:
[A las 9.30] termino el funeral con la oraci6n funebre del
Vicario de Juiz de Fora [Venancio Café]. El féretro de
Monsefior fue llevado por nosotros y los Redentoristas.
["Habia catorce sacerdotes", afirmaba la prensa.] Seguia
el del Secretario [Villaamil] y los de las Hermanas, llevados
por piadosas mujeres.
El cementerio [de la Gloria] esta en la falda de un
monte. La empinada ascensi6n result6 fatigosa. No tiene
cerco, y esta sombreado de arboles.
Se abrieron cuatro fosas: una para Monsefior; a su
lado, otra para el Secretario, y una muy grande para las
Hermanas, que quedaron todas reunidas. El foguista fue
sepultado en otra. [Varios millares de personas los acom-
pafiaron.]
El dia 7 a las dos parti para Lorena... Llevaba tres dias
sin probar bocado, y solo pude hacerlo entre los mios, que
me abrazaron corno a un hombre resucitado.
*
*
*
Las campanas de todas las iglesias doblaron a muerto durante
el sepelio. Los padres Peretta y Zanella, el coadjutor Delpiano
y las hermanas Florinda Bittencourt, Rosina Tornati y Asunta
Subled, corrieron al lugar de la tragedia.
El 9 lleg6 a Juiz de Fora el obispo de Camaco, monsefior
Silverio Gomes Pimienta, que venia a presentar sus condolencias
a los Salesianos, y a llorar sobre la tumba del amigo.
El 15 llegan a Guaratingueta las hermanas Maria Cousirat,
Belmira D'Alessandria, Florisbella Souza y Filomena Farias.6 En
Juiz de Fora quedaron Juana Lusso,7 que falleci6 el 14, y la her-
mana Paulina Heitzman, maternalmente atendida por una fran-
ciscana llamada sor Cecilia.
' Lamentablemente, en la Biblioteca Nacional de Rio no quedan publica-
ciones de Guaratingueta correspondientes a esa ·fecha.
29

46.2 Page 452

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Luis Lasagna, el obispo misionero
2 Gran parte de las noticias de este capitulo estan tomadas de la carta
del padre Zatti a don Turriccia del 10-Xl-1898 (ACSS.); de la cronica de los
Padres Redentoristas de Juiz de Fora; de la cronica de las Hermanas de Guara-
tingueta y de otras Casas; del SUMARIO, Traslado de los documentos de los
autos de crimenes en que es actor la justicia y reo Salvador Domingues Alves,
citados ante el Tribuna[ de Relaci6n del Estado, hecho al jefe interino de la
estacion de Mariano Procopio; de los diarios existentes en e! ACSS. y en la
Biblioteca Nacional de Rio -principalmente, O Pharol (8-Xl-1895), de Juiz de
Fora; O Paiz (8-XI-1895) y Gazeta de Noticias (7-Xl-1895), de Rio-, y de las
observaciones del autor en e! lugar de la tragedia.
El hallazgo del Sumario citado, tiene particular historia. El sacerdote
salesiano uruguayo Sabino Doldan Goyret -que realizo una invalorable reco-
leccion de documentos lasagnanos, y a quien nunca lograré expresar mi gra-
titud corno merece- trataba infructuosamente de ubicarlo. Por fin, en Rio
le dijeron que debia de estar en Mariano Procopio. Alla se dirigio. Lo aten-
dieron con la mayor gentileza, y le mostraron una montana de documentos
apilados sin orden ninguno. Era imposible hallarlo.
Al fin, desanimado, le ofrecio una propina al empleado de ese archivo
-la palabra es solo por ponerle un nombre-, y le recomendo que si algun
dia daba con él, le avisara a una direccion que le dejo indicada. jCual no seria
su sorpresa, cuando al cabo de unos meses recibio en paquete certificado e!
legajo originai del Sumario!
El padre Doldan, con una honradez_de otro siglo, lo copio y lo devolvio.
Seguramente, estara de nuevo en la montana...
3 Segun la Guia [quatro rodas ] do Brasil, Juiz de Fora esta a 679 metros
de altura, y a 204 kilometros de Rio por ruta.
Mariano Procopio era e! duefio del Castillo, cercano a la estacion, y que
hoy oficia de museo. Don Mariano solfa ser anfitrion de don Pedro II, y habia
edificado su castillo en 1861. Esta a 719 metros sobre e! nivei del mar, y a
178 kilometros de Praça Maua, segun reza un letrero muy antiguo.
5 Tal vez, parecera presuntuoso afirmar decididamente, después de todo
lo dicho en contra durante medio siglo, que se trato de un accidente, debido
a la irresponsabilidad del jefe de estacion de Mariano Procopio, y nunca, de
un atentado. Es e! juicio primero de la cronica de los Redentoristas.
He conversado acerca del tema con muchos técnicos ferroviarios del
Brasi!. Después de examinar los pormenores del caso, todos arribaron a la
misma conclusion: accidente.
-Aun con los adelantos técnicos de hoy -me decia uno de ellos-, seria
demasiado honroso para los ferrocarriies brasilefios organizar un choque se-
mejante.
El 22 de julio de ese afio se habia producido otro choque de trenes en
la estacion de Mangueira. O Apostolo pedia la privatizaci6n, para acabar con
los desastres de los ferrocarriles (2-VIII-1895) . ldénticos comentarios efectua-
ban los organos periodisticos cariocas Gazeta da Tarde, O Paiz y algun otro.
Las observaciones de Zatti y de Albanello, que promueven la tesis del
atentado, son mas emocionales que reales.
Los insultos y amenazas a Religiosas y Sacerdotes, eran cosa comun en
ese entonces. Recuérdese corno monsefior Lacerda, en 1884. !es envio a los
Salesianos coches con ventanas veladas por cortinas, para evitarles vejamenes
y pedradas.
La ubicacion del coche especial, también obedecia a la costumbre de
aislar a los personajes importantes.
En cambio, los demas pormenores: tormenta eléctrica, corte de comuni-
caciones, top0grafia del terreno, falta de doble via, atraso del expreso, etcétera,
abonan la tesis del accidente.

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LA ULTIMA JORNADA
451
Mas. Pareceria locura estrellar dos trenes, para matar hipotéticamente
a unos sacerdotes. Y es imposible manejar semejante operacion desde mas de
300 kilometros, que es la distancia de Guaratingueta a Mariano Procopio. So-
bre todo, sabiéndose, corno se sabe, que a ultimo momento Monsefior postergo
e! viaje en un dia.
Con respecto a la responsabilidad de Salvador José Domingues Alves,
e! Juez sustituto de Juiz de Fora hizo lugar a la denuncia del Promotor de
Justicia de la comarca, acepto la culpabilidad del reo, y juzgo procedente la
denuncia. El caso fue pasado a un jurado de sentencia, compuesto de ocho
personas. Éste acepto los hechos, o sea que Domingues Alves dio la orden de
salida, que hubo choque y siete muertos ..., pero rechazo unanimemente que
e! reo fue causante del desastre por imprudencia o por incumplimiento del
reglamento ferroviario. El presidente del Tribuna!, Josino Alcantara de Araujo,
lo declaro absuelto.
Hecha la apelacion por e! Promotor de Justicia, el desembargador Adolfo
Augusto Olyntho, presidente del Tribuna! de Relacion del Estado en Ouro Preto,
rechazo la apelaci6n, y confirm6 la sentencia del jurado el 23 de diciembre de 1896.
Esta sentencia irrito a muchos: " ... o agente responsavel..., ainda queimado
vivo, nii.o sofrera castigo bastante", escribia desde Anta e! padre Antonio Ray-
mundo, el 11-XIl-1895.
6 Sor Florisbella Souza falleci6 el 8 de marzo del afio siguiente, 1896, a causa
del tifus. (Cf. cronica de las Hermanas de Guaratingueta.)
7 Juana Lusso, que en muchos relatos aparece corno dama de compaiiia, era
la madre de un salesiano y de una Hija de Maria Auxiliadora, y hacia tres
afios integraba la comunidad en caracter de familia, nombre con que las
Hermanas designaban a las laicas que vivian con ellas corno religiosas sin serio.

46.4 Page 454

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>
UAPITULO XXII

46.5 Page 455

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Epilogo
Al ~uo fianco mi è dolce il soffrire.
Al tuo fianco la morte io sfido,
perchè fortè al tuo fianco confido
ritto al Cielo con teco volar!. ..
E strofa e sc ri ta por L u r s LASAGN A el
IO de abril de 1872 , en h o nor de don
Bosco. (Cf . Archi vo de la In specto-
rfa de San José, Montevideo.)
... Duerma el lodo en oscuro monumento.
Yo no, que ansio en la regi6n del viento
seifolar con estrellas mi camino.
RAMdN MONTERO y BROW N, S .D.B.,
Excelsior, rnayo de 1954.
LASAGNA habia comunicado al Vicario de Queluz la hora apro-
ximada de su paso por la localidad. Desde las cuatro de la.
tarde lo esperaban pacientemente en la estacion del ferrocarril
todas las autoridades locales y una verdadera multitud de fieles,
preparados con dos bandas de musica y con una montana de
petardos y fuegos de artificio, para darle la bienvenida.
Esperaron horas y horas ... , hasta que decidieron enviar un
telegrama indagatorio a Mariano Procopio. No recibieron res-
puesta.
Pasada la medianoche, todavia habia centinelas en las inme-
diaciones de la estacion, mientras la mayoria descansaba, mas
o menos comodamente reclinados en los prados circundantes.
De pronto se oyo el silbato de una locomotora lejana. Esta-
llaron cohetes y petardos. Se reagruparon las bandas de mu-
sica, y las autoridades se constituyeron en el andén. El tren
ya resoplaba cercano. Arreciaron los estruendos.
Cuando el convoy se detuvo, al principio aumento la curio-
sidad; luego cundio el desencanto: el Obispo no habia llegado.
Al fin descendio el maquinista, Oscar Gonzaga, y con profon-
da emocion anuncio la noticia del desastre.
Primero, se hizo un silencio de muerte; luego brotaron las
~ Dos vistas del cuadro relicario que se guarda en el Colegio
Monsefior Lasagna de la Asunci6n (Paraguay), en el que junto a
la foto y otros elementos decorativos cuelga la famosa cadenilla
(sefialada por la flecha) que le regalara proféticamente don
Bosco. N6tese que el coraz6n bordado debe de medir en la rea-
lidad unos treinta centimetros de alto.

46.6 Page 456

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454
Luis Lasagna, el obispo misionero
lagrimas, y al fin, estallaron llantos y lamentos... Después de
unas horas, rein6 la oraci6n.1
El esquema se repiti6 en todo el munda. El padre Miguel Rua
estaba en Foglizzo Canavese. Cuando le leyeron el telegrama,
qued6 petrificado. Luego, se recogi6 en oraci6n, y orden6 co-
municar la noticia a todas las casas salesianas del orbe.2
Montevideo, Rio de Janeiro, San Pablo, la Asunci6n, Mon-
temagno ... , quedaron un instante mudas.
Se desataron, luego, los diarios; los templos se llenaron de
funerales y rezos, y muchos ojos se perlaron de lagrimas.3
Llovieron los pésames.
Lorenzo Giordano, director de Recife, enferm6 de emoci6n,
y guardo cama por dos semanas.4
"Muri6 corno habia vivido: de prisa", afirm6 su gran amigo
monsefior Soler.
;':
;':
Cachoeira do Campo y Ponte Nova lloraron desgarradoramente.
Todo estaba listo para la recepci6n que nunca mas se haria. Ya
lo tocaban con las manos, cuando lo perdieron.
Vindes de longe por estar comnosco.
Stde bemvindo, apostolo da lgreja.
A n6s vossa indulgéncia bemfazeja,
abençoa los Filhos de Dom Bosco...
Asi comenzaban los silenciados versos de Augusto da Lima,
que habia memorizado un nifio.5
·k
Juiz de Fora custodi6 las reliquias celosamente. Cuando algun
salesiano sugiri6 la idea de trasportarlas a Rio, el pueblo reac-
cion6 indignado. Hasta un poco de superstici6n iluminaba la
aureola de las victimas.
Al fin, el padre Luis Zanchetta los rescat6 ... , si rescatar es
el nombre correspondiente a la operaci6n de comandos con que
se apoder6 de los venerados restos y los llev6 al morra de Niter6i.
Alla reposaron, hasta que el padre Emilio Miotti decidi6 de-
positarlos junto al altar de las Animas, a la entrada del santuario
de Maria Auxiliadora.

46.7 Page 457

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EPILOGO
455
La imagen del descendimiento de Cristo que lo corona,
tiene grabado un lema: "Mirad si hay un dolor corno este do-
lor mio".6
*
*
*
El 5 de noviembre de 1915 se reconcili6 la Sociedad Salesiana
con Juiz de Fora, y juntos erigieron un monumento a Lasagna
y sus compafieros, en el lugar del desastre.7
'ACSS.; P. Albera, Mons. L. Lasagna..., cit.
'El padre Rua comunicaba oficialmente la noticia de la muerte en la si-
guiente carta, dirigida a toda la Sociedad Salesiana :
" Torino, 8 Novembre 1895 / Carissimi Figli in G. C., / Mi tocca oggi compiere
un dolorosissimo ufficio, dandovi l'infau!:ta notizia della morte repentina di /
MONSIGNOR LUIGI LASAGNA, / Vescovo Titolare di Tripoli. / La sera del
7 corrente, mentre mi rallegrava nel vedere felicemente compiuta l'ultima nostra
numerosa spedizione di Missionarii, Iddio, miscens gaudia fletibus, permisse
che la nostra Pia Società fosse provata da gravissima disgrazia. Mi giungeva
diffatto da Rio Janeiro un dispaccio concepito in questi termini: «Monsignor
Lasagna, segretario, quattro Suore morirono disastro ferroviario. - ZANCHETTA». /
L'ambascia che a voi medesimi, o Figli, carissimi, cagionerà questo funesto an-
nunzio, vi darà un'idea dell'immenso dolore che ne provarono il vostro Rettor
Maggiore e gli altri membri del Capitolo Superiore. E ciò che ancor più
accresce la nostra angoscia si è il non sapere i particolari del disastro, poichè
le lettere, che ce li faranno noti, non ci giungeranno che verso la fine di Novem-
bre. Quanto ci dovranno parer lunghi questi giorni! / Ci fu dunque rapito da
morte repentina ed immatura il secondo Vescovo salesiano. All'età di quaran-
tacinque anni, robustissimo di tempre, adorno di virtù a tutta prova, di zelo
infaticabile, di eminente pietà e di non comune coltura filosofica, teologica e
letteraria, il nostro amatissimo monsignor Lasagna moriva mentre ci arride-
vano tante e sì liete speranze per le mir-sioni che il Santo Padre Leone XIII
gli aveva affidate; e chi mai può dire quali siano state le ambascie de' suoi
ultimi momenti! / È questo in vero il caso di far appello a tutti i sentimenti
della nostra fede e della nostra pietà per non lasciarci abbattere e per pro-
nunziare generosamente il Fiati della rassegnazione e adorare gli imperscru-
tabili decreti della Provvidenza. Pur quando Iddio affligge la nostra cara Con-
gregazione. Ei non cessa di amarla, perciò : «Fiat voluntas tua! Dominus
dedit, Dominus abstulit; sit nomen Domini benedictum!» / Fedele imitatore
dell'attivita di Don Bosco, monsignor Lasagna cadeva sulla breccia, era vittima
del suo ardentissimo zelo per la salvezza delle anime. Dio infinitamente mi-
sericordioso, giusto apprezzatore delle sue apostoliche fatiche, volle, speriamo,
affrettargliene la ricompensa nella sua gloria. Dal Cielo ei sarà il protettore
della nostra Pia Società e delle Missioni, ed otterra, colle sue preghiere che
Dio mandi altri numerosi operai nella sua messe, animati del vero spirito di
Don Bosco e adorni delle necessarie virtù. Oh sì, prega, Monsignore desidera-
tissimo, perchè molti ti rassomiglino! / Esorto intanto tutti i Salesiani a darsi
premura di procurare alle vittime di questo disastro i più copiosi suffragi. Son
d'avviso che venga cantata una Messa da requiem per monsignor Lasagna e
suoi compagni in ogni nostra Casa, che i Confratelli, i Coa diutori e gli allievi
offrano per loro la Santa Comunione; siano pure invitati i Cooperatori e Coope-
ratrici alla funzione funebre , durante la quale si potrà fare in suffra0 io dei
cari estinti una colletta in favore delle Missioni, che erano affidate allo zelo

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456
Luis Lasagna, el obispo misionero
del nostro compianto Monsignore. / Aff.mo come Padre in G. C., / SAC.
MICHELE RUA."
Al mismo tiempo, cursaba invitaci6n para sus funerales :
" Torino, 1? Dicembre 1895. / Benemeriti signori cooperatori, / Benemeriti
signore cooperatrici, / Dopo solamente alcune sethnane rivolgo di nuovo a
voi la mia parola, ma, ahi, con quale iTJsolito accento! Non per invitarvi a
feste solenni, nè per salutare nuovi oper;i i del Signore in procinto di partire
per lidi lontani, ma per pregare appiè degli altari; v'invito ad un pietoso ufficio
funebre . / La triste notizia, che colpì i Figli di D. Bosco e i loro Cooperatori,
divulgata dai giornali, volò già di bocca in bocca, ed ora ci prepariamo a ren-
dere un tributo di ammi1azione riconosct'nte e di suffragi, pregando la pace
del Signore / A MONSIGNOR LUIGI LASAGNA, / Vescovo Titolare di Tripoli,
Missionario Salesiano, / ed a' suoi compagni. / A questo scopo, mercoledì, 4
Dicembre, alle ore 10, nella chiesa di Maria SS . Ausiliatrice in Valdocco, avrà
luogo un solenne funerale con Messa Pontificale di S. Ecc. Rev.ma Mons.
Arcivescovo, e prima delle esequie verrà detta l'orazione funebre. Voi che
con tanto piacere leggevate le lettere di Mons. Lasagna comunicatevi dal
Bollettino; voi che con tanto interesse tenevate dietro alle sue imprese, e
ne ammiravate la grandiosità; voi, a cui stanno tanto a cuore i Missionari
salesiani, siate ora larghi di essi di questo mestro tributo. / Il disastro ferro-
viario che ce lo rapì, lo Stato di Minas Geraes del Brasile, ove esso avvenne
e dove Mons. Lasagna stava per impiantare due nuove Scuole Salesiane, in-
dicano che egli morì sul lavoro. / Iddio, che affanna e che consola, l'avrà
accolto nel suo seno, così speriamo: tuttavia noi preghiamo per lui e per suoi
compagni E voi, benemeriti Cooperatori e Cooperatric, vogliate unirvi ai
Figli di D. Bosco e ai loro giovanetti a pregare per questi eroi della Religione
e della civiltà; vivi li avete aiutati con l'obolo della vostra carità; ora aiutateli
anche con quello della preghiera. / La Storia Sacra ci narra che Giuda Maccabeo,
duce d'Israele, dopo la battaglia fece fare una colletta di offerte, perchè fossero
fatti sacrifici in suffragio dei caduti. L'elemosina e la preghiera vostra venga
mercoledì a suffragio de' nostri cari estinto e a sostengo di quelle Missioni rese
orfane di chi ne era la vita. Questo sarà lo scopo della colletta che si farà du-
rante la mesta funzione. / Nutro la fiducia che Accoglierete questo mio invito,
e nellardore della preghiera ci sarà dolce consolare il cuore ripetendo: «Dominus
dedit, Dominus abstulit, sit nomen Domini benedictum». / Vostro Obb .mo Ser-
vitore, / SAC. MICHELE RUA."
3 Toda la prensa americana y europea dedico extensas notas al desastre y
a la figura de Monseiior. Se las puede ballar en los archivos salesianos y en
las respectivas bibliotecas nacionales. En Italia, en la Biblioteca Civica del
Palacio Carignano, de Turin, desde 1895. En la Biblioteca Nacional habfa algunos
articulos de 1893, segun consta en e! ACSS.; pero fueron destruidos durante la
ultima guerra . (Cf. Elogio funebre, Niter6i, Tip. Salesiana, 1896.)
4 Testimonio del padre Carlos Leoncio da Silva, testigo del hecho.
5 Memorias dos cinco lustros das Escolas D. Bosco, 1895-1920, Cachoeira
do Campo (Minas Gerais), Brasi!, Niter6i, 1921.
' Archivo del Instituto de las Hijas de Maria Auxiliadora, en Turin; Diario
del viaggio della R . Vicaria G.'' Enrichetta Sorbone (5 vols ., de 1908 a 1913). De
ahi copiamos Io que sigue :
"1909 (arrivo al Brasile con D. Rota, nuovo Ispettore Salesiano) ... Pochi
minuti per un sentiero fresco ed olezzante; poi in compagnia del nostro cap-
pellano d'onore, il Rev. Sig. Don Zanchetta, e di un altro confratello sacerdote
italiano, già in vedetta per condurci alla funicolare, ci rechiamo al Monumento
di Nictheroy. / Non siamo che sei tra celebranti ed assistenti. Alla prima,
fa seguito la seconda Messa, e, dopo questa, un po' di contemplazione... Con

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EPILOGO
457
santo, affettuoso trasporto, entriamo nel segreto del Monumento. / Sotto l'al-
tare, nel ricettacolo, dirò meglio nell'ara santa, riposano gli stritolati resti dei
nostri Martiri di Juiz de Fora; e non vi manca certo il palpito del loro spirito,
tocco dall'alito della preghiera innalzata col Sacro Calice, qui, sull'ara medesima,
dinanzi alla quale adoriamo, ringraziamo e piamente amiamo . / Ci si aprono
le cinque cassettine contenenti le poche ossa delle vittime; ogni cassettina
porta il suo nome particolare: Mons. Lasagna, D. Villaamil Bernardo, Sr. T .
Rinaldi, Sr. G. Argentone, Sr. P. Imas, ecc. «Come? Queste povere ossa sono
distinte a seconda della persona a cui appartennero? » «Sì! », ci risponde il
buon padre Zanchetta, così pietoso coi morti, così famigliare coi martiri. E men-
tre estrae pezzetto per pezzetto, ci va raccontando: «lo non voleva lasciare, fra
~uei di Juiz de Fora, i miei santi; e non potendo ottenere i benedetti resti con la
ragione, ho giocato d'astuzia, e glieli ho rubatti di notte, senza che nessuno di
se ne accorgesse. Tanto è vero, che nel cimitero di Juiz de Fora v'è ancora
qualche anima pia chre, nel giorno dei Morti, va a deporre corone sulla creduta
tomba dei Missionari vittime della catastrofe... Con due de' miei fedeli amici, adun-
que, dissotterrammo i proveri cadaveri in putrefazione; e, ben lontani dall'abitato,
vivemmo con essi per qualche tempo, facendo loro guardia, mentre li tenevamo
esposti al sole ardente ed alla pioggia diluviale della nostra estate. E li spol-
pamo noi stessi a poco a poco : e piangendo bruciammo le materie in corru-
zione. Fatto il lavoro più grosso, ce li ponemmo in un bauletto e ce li por-
tammo fino al Collegio. La finestra della mia cameretta dà su di una piccola
tettoia di zinco nella parte della casa la più isolata. Feci dunque che tutte
le care ossa de' miei santi (e l'ammirabile Sacerdote depone baci infuocati)
venissero deposte su quella tettoia, dove il sole batte da disperato.. . Durante
40 giorni, nessuno potè vedere aperta la stanzetta del mistero; e nella notte,
senza badare alla malaria che vi si respirava, mi vi chiudevo dentro, lavando
e rilavando, in acqua pura, i diseccati e rotti ossicini. Poverini, che massa-
crati!. .. Una volta ben puliti e secchi, mi diedi ad unirli e a confrontarli ed
ordinarli, per quasi ricomporne lo scheletro; e ben si riconoscevano gli uni
dagli altri. Difatti, vedano qui che differenza di cranio!, e terminato il gradi-
tissimo lavoro, assegnai a ciascuno una cassettina, che è questa medesima che
già vedono. In queste piccole bottiglie..., guardino bene!. .., c'è il sangue in
polvere. Queste altre, invece, contengono midolle polverizzate; qui vedono i
cappelli del caro Monsignore; questi qua sono della Signora che accompagnava
la Suora ...» / Il pio Salesiano viene colto da un tremito di commozione; quasi
piange; nè ci sentiamo meno commosse noi, che preghiamo di rinchiudere e di
ritirare le preziose cassettine, e d'andarcene via, per non dar luogo ad una
scena troppo tenera. Deposti baci di venerazione sulle sacre urne, usciamo
dall'interno del Monumento, infilando una scaletta a chiocciola di 120 gradini
che porta ai piedi della statua dorata; e ci permettiamo di baciare le divine
piante di Nostra Madre Maria Ausiliatrice, fissandoci poscia nella contempla-
zione del Creato ..." (Diario ..., voi. I, pags . 20-22.)
7 Biblioteca Nacional de Rio : Diario Mercanti/ , del 11-Xl-1945; cronica de
Niter6i.
En el mismo sitio del desastre, frente a la casa N? 715 -a la izquierda de
las vias ferroviarias, segun se avanza hacia Mariano Procopio-, hay una colum-
nita. Delante se lee: "A saudosa memoria de Dom Luiz Lasagna e Compa-
nheiros - A Uniiio Popular e Salesianos O.D.C. - 1895-1915".
Detras, y en una placa, estan grabados los nombres de las victimas.
Cruza por alli un pasaje a través de las vias, y hay un letrero que advierte :
"Perigo de vida".

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MAPA DE LA
EPOCA
de las zonas recorridas por
Lasagna. Pertenece al atlas
del Coronel Niox y fue im-
preso por Becket, r . des
Noyers, 37, Paris.

47 Pages 461-470

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47.1 Page 461

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RIO DE JANEIRO Y LA PROVINCIA HOMONIMA
segun los disefios del
atlas del Corone! Niox,
ya citados.

47.2 Page 462

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47.3 Page 463

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INDICE
Preliminares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Capitulo I : Montevideo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Capitulo II: El Uruguay . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Capitulo III: Villa Colon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Capitulo IV: El Colegio Pio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Capitulo V : Las polémicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
Capitulo VI : Las fundacion es . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Capitulo VII: Dolores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Capitulo VIII: Paysandu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
Capitulo IX : R etorno a Europa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
Capitulo X : Nu eva inspectoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
Capitulo XI : Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
Capitulo XII: El Colegio de San Vicent e . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
Capitulo XIII: Santa Rosa de Nit er6i . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269
Capitulo XIV: El Liceo del Sagrado Coraz6n de Jesus . . . . . . . . 295
Capitulo XV : Madure z . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309
Capitulo XVI : El episcopado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 337
Capitulo XVII: El Paraguay . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 365
Capitulo XVIII : La Asunci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 385
Capitulo XIX : Cuiabd
397
Capitulo XX: V értigo
409
Capitulo XXI : La ultima jornada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 441
Capitulo XXII: Epilogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 453

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Esta obra
se termino de imprimir
el 19 de diciembre de 1969,
en los talleres
del Instituto Salesiano
de Artes Graficas
(I.S.A.G.),
Don Bosco 4053,
(Argentina).

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..

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