COELHO Carreno boceto, sdb.org 27.06.21 ESP


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JOSÉ LUIS CARREÑO ETXEANDÍA, SDB (1905-1986)

UN BOCETO

 

Ivo Coelho, SDB

 

 

José Luis Carreño Etxeandía (1905-1986) ha sido descrito por Joseph Thekkedath como “el salesiano más querido en el sur de la India” de la primera parte del siglo XX1. Carreño vivió en India, Goa –cuando era colonia portuguesa–, Filipinas y España, y en todos estos países todavía encontramos salesianos que guardan de él gratos recuerdosLo más parecido que tenemos a una biografía es “José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios”, la sustanciosa carta mortuoria escrita por José Antonio Rico.2 “Deseo que surja pronto quien sea capaz de escribir una buena biografía de este excepcional salesiano”, dice Rico al final de su carta. Más de 30 años después, ese deseo aún no se ha cumplido. Ojalá lo sea pronto.3


1 1 Preludio: Primeros años en el País Vasco 1905-1913) 

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José Luis Carreño Etxeandía nació en Bilbao, España, el 23 de octubre de 1905, hijo de Rogelio Carreño y Teresa Etxeandía. La España de 1905 era una monarquía constitucional. El nacionalismo vasco acababa de emerger a finales del siglo XIX y el Partido Nacionalista Vasco había sido fundado en 1895.

José Luis fue bautizado el 28 de octubre de 1905 en la iglesia parroquial de San Antón Abad. Conservó siempre un profundo aprecio por el sacramento del bautismo: “Nacer es ya el primer signo del amor de Dios. Él quiere que existamos. Y espera que lo amemos. Pero el momento de existir casi del todo es el del Bautismo”.4

Rogelio y Teresa también fueron bendecidos con tres hijas, Itziar, Mari-Teresa y Garbiñe5. Es Itziar a quien José Luis menciona con mayor frecuencia en sus últimos escritos autobiográficos.6 Se casó con el célebre artista y escultor vasco Jorge de Oteiza Embil (1908-2003), y finalmente, por invitación de su hermano, se instaló con su marido en Alzuza.7

Cuando aita (padre), Rogelio Carreño, se fue a Buenos Aires con la esperanza de poder mantener mejor a sus hijos,8 la familia abandonó Bilbao y se trasladó a la casa solariega en Villaro ‘bajo el Gorbea’.9 En aquel momento había tres familias bajo el techo del caserón de Chichirri, con 13 primos y un total de 17 miembros. Presidía la casa la abuela Pascuala Iruarrízaga, a quien José Luis recuerda con mucho cariño. Pascuala era lo que el Libro de los Proverbios llama ESCHET KHAIL, mujer de valor – ¿mulierem fortem quis inveniet? (Prov 31,10): la encarnación misma de una matriarca vasca, una mujer sencilla que reinaba sobre su numerosa casa con autoridad indiscutible y dignidad tranquila, serenidad imperturbable y bondad inmensa.10 

El niño estaba cerca de su amatxu (madre), quien le enseñó a leer –“a los cuatro años sabía ya leer”, recuerda–11 y lo inició en la fe y en un amor especial por el Señor Eucarístico. “Una mañana”, recuerda en uno de sus libros, “me llevó consigo mi joven madre a oír misa… ‘Fíjate’, me dijo. ‘Dentro de poco, el sacerdote levantará en alto un redondel blanco. Aquello es Jesucristo.’ Efectivamente, al poco rato sonó una campanilla. Y, sostenido en la penumbra por las manos del sacerdote, fue elevándose paulatinamente aquel esperado redondel blanco. Debí entonces de pegar un grito muy agudo, porque inmediatamente una suave mano me tapó la boca… Pero aquel redondel se me había clavado ya en el alma para toda la vida. Fue mi revelación personal y privada del misterio de la transubstanciación".12 “Cuando el abrazo eucarístico llega muy temprano en la vida, el alma queda marcada por Él para siempre”, agrega Carreño.13

Pero la tragedia estaba a la vuelta de la esquina. La querida amatxu de José Luis estaba enferma, y los médicos decidieron enviarla a Urquiola donde el clima era mejor. Nunca regresó. “Unos meses más tarde, mi madre, que me había preparado a recibir a Jesús, se fue al Cielo”.14 Era el año 1913 y José Luis tenía 8 años. Hacia el final de su vida, escribiendo sus memorias por insistencia de sus amigos, el recuerdo de esa pérdida aún estaba fresco: “Pero no menos de diez días me había rondado el impacto de la terrible orfandad. Sentado en el amplio rellano de la escalera, no cesaba de repetir llorando: '¿Por qué te has ido, amatxu? '”15 

Con amatxu muerta y aita en la lejana Argentina, José Luis encontró consuelo en la abuela Pascuala. De ella recibió no solo el cariño que necesitaba, sino también el amor por el euskera, considerando que su madre no hablaba euskera.16 Fue un amor empapado con moderación salesiana, como revela este recuerdo de la triste época posterior a la muerte de su madre:

 

Cuando la abuela Pascuala me notaba más deprimido y triste me llamaba, me hacía reclinar la cabeza junto a sus pies, me secaba los calcetines, me calentaba frotando los míos ateridos de humedad y de frío y me arrullaba con la dulzura de sus antiguas palabras euzkéricas:


Ené, Josetxu! Biotxa! Lastán ederra!”

Kuitádua! Sé otxa!”


Hasta que mi cabecita se hundía en el oasis del sueño y del olvido.

Siempre creí que el euskera se había hecho para el bálsamo de la ternura. Jamás para el rechinar de la “Errebolúzisa, Erreconbérsisa”…17 

 

Y con amor por el idioma, también hubo un amor intenso por la tierra:

 

¡Oh valles de Vizcaya! Yo he visto el Canion Valley de Colorado y los paradisíacos valles de las laderas de los Himalayas y Andes, pero jamás me encontré émulo alguno a vuestra hermosura.

No más salir de la Capital del Hierro, una imponente armada como de majestuosos bajeles de nubes blanquísimas surcaba a sus anchas el purísimo azul de los cielos infinitos.

Allí [en Bilbao] me hablaban de Dios.

Aquí era Dios el que nos hablaba.

Arroyuelos cantarines jugando con los guijarros rodados de sus lechos. Prados de intenso verdor emperlados de orvallo. A un lado montes desgreñándose en cascadas de fronda hacia el ancho valle. Al otro tajos de cegadora blancura como colosales marfiles. Vaquitas pastando mansamente sobre el jugoso tapete (tolón, tolón) de los prados. Balidos de ovejas. Jolgorio de miles y miles de Regatos bullendo de barbos. Regatillos reventando de cangrejos.

¿Hay algo en la creación más hermoso que estos valles nuestros?18


Como mujer práctica que era, la abuela Pascuala decidió meter al niño, huérfano de madre, en un internado dirigido por religiosos. Primero lo intentó en los jesuitas de Durango y, cuando eso falló, acudió a los salesianos de Barakaldo, que era en ese momento su única fundación en el País Vasco. Aquí tuvo mejor suerte. 

Años después, cuando un arzobispo indio le preguntó cómo no había caído bajo el hechizo de los jesuitas, viniendo como venía de la tierra de Ignacio de Loyola, esto es lo que respondió Carreño:


Pues, verá, señor Arzobispo, la razón es muy sencilla. Allá por los años de 1913 murió mi santa madre. Mi padre estaba para entonces [en] Argentina tratando de mandar plata para sus hijos. Y al irse al Cielo mi madre, aquella mujer valiente que fue mi abuela Pascuala, decidió ponerme en un internado…

Por aquellas calendas, el País Vasco era un feudo ignaciano, sobre todo, en el campo educativo. ¿A dónde iría a llamar aquella valerosa mujer, sino a las puertas de un internado jesuita? No sé lo que pasaría dentro. Sólo recuerdo verle salir meneando su noble cabeza plateada. No había necesidad de decírmelo: 'Con la plata que manda aitatxu (papá) aquel internado era demasiado para nosotros'.

 Pero tampoco olvidaré cómo otro día la vi en amable discusión con una figura paternal, rotunda y sonriente. Era don Ramón Zabalo. Se ve que hablaban de la admisión del chico. Yo vi cómo ella sacaba de su faltriquera de arratiana un montoncito de aquellos vistosos y relucientes duros de nuestros tiempos y se los arrimaba por encima de la mesa y vi cómo don Ramón le convencía de que volviera a ponerlos de nuevo en su aldeana faltriquera. De la conversación aquella yo no sé nada; sólo sé que, a los pocos días, estaba, y como interno, en el colegio del Alta de Santander.

Y..., señor Arzobispo: desde entonces, es decir, desde 1913, estoy comiendo el pan de don Bosco.19

 

En este punto intervino un obispo jesuita: “Y por lo que vemos, no está usted arrepentido de ello”. Carreño continúa:

 

Es que hay mucho más detrás de esta historieta, Excelencia, –le dije–. Estando con don Bosco puedo dedicarme al trabajo más querido del corazón de Dios: hacer el bien a sus pobrecitos y pequeñuelos. Hoy por hoy, tengo que encontrar arroz para centenares –mejor diría, millares– de boquitas de buen apetito. Y ese es un deporte más agradable que redactar Actas. Hay otras Órdenes que le retienen a uno estudiando toda la vida unos librotes que... ¿Valdrán para mucho? Todo lo que ellos digan de bueno lo sabremos un día leyéndolo en la Esencia de Dios. Don Bosco, en cambio, nos lanza a trabajar por los necesitados, un deporte que no se puede practicar en el Cielo. Y así sucede, señor Obispo, que cuando mi buen amigo el P. Varin S. J., el santo Administrador de su Universidad de Loyola, no sabe dónde meter a los huerfanitos de su jardinero, que murió hace poco, me los trae a mí que, gracias a Dios, tengo donde encajarlos. …

Para un chicuelo que acababa de perder a su madre…, magro consuelo había de ser que le encerrasen en un internado lejano. Y yo me había pasado días enteros llorando, en la oscuridad del rellano de la escalera en el caserón aquel de Villaro, dialogando con la amatxu (mamá) ausente: –¿Por qué te has ido? ¿Por qué te has ido?

Sólo más tarde se da uno cuenta de los amplios y misericordiosos planes de Dios. Yo no había entrado en un 'internado’ más. Acababa de franquear el umbral de una hermosa, grande, radiantemente alegre familia, que iba a ser mía para siempre.20

2 2 Primera experiencia salesiana: Santander 1913-1917) 

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José Luis ingresó en el colegio salesiano de Santander en noviembre de 1913. Su estancia allí coincidió prácticamente con la Primera Guerra Mundial (1914-1918), pero los efectos de esa guerra no se dejaron sentir ya que España se mantuvo neutral, como también lo hizo en gran medida durante la Segunda Guerra Mundial.

El colegio salesiano de Santander había sido fundado en 1907, por lo que apenas contaba con seis años cuando llegó José Luis; pero el niño sin madre tuvo la bendición de encontrar salesianos a los que él mismo calificó de extraordinarios, empezando por el director, José Pujol Fábrega.21 

Me tocó un santo Coadjutor como maestro, don Miguel Blanco…. Don Miguel Blanco tenía título de maestro; pero es que era un maestro de veras”, recuerda Carreño. Recuerda especialmente un acto de delicadeza y amabilidad por parte de don Miguel, algo que él mismo imitaría en años posteriores:


Pero lo que se me clavó en el alma es el recuerdo de las mañanas de invierno. Por muy tarde que nos levantáramos –que no era nunca así– siempre sería demasiado temprano para un chicuelo de ocho años. Yo no sé si es que las mantas de reglamento no eran bastante calientes, pero que yo me encanijaba como un ovillo dentro de aquella plaza de toros de mi cama, también de reglamento, en el gran salón, sin calefacción, del dormitorio. Pues bien, por la mañana yo me despertaba calentito y descansado debajo de mis mantas..., cubiertas por un grueso abrigo. ¡Era el abrigo de mi maestro don Miguel! 22 


Fue en el colegio salesiano de Santander donde José Luis conoció también a don Marcelino Olaechea Loizaga (1889-1972), más tarde obispo de Pamplona y arzobispo de Valencia. Olaechea se convirtió en su padre y amigo: “aquel hombre extraordinario… fue luego mi Director en Carabanchel, mi Inspector en Barcelona, mi mentor a la hora de lanzarme a las Misiones, y mi Padre toda la vida”.23

En Santander, el amor al Señor Eucarístico plantado por su madre encontró buen terreno y floreció:

 

Aquel mismo año la casa de Don Bosco me abrió sus puertas.

Un nuevo hogar, todo él cimentado sobre el ‘redondel blanco’ bajo el manto azul de la Virgen Madre María Auxiliadora.

La vivencia eucarística iba a ser desde ahora la atmosfera de toda una vida, colectiva e individual.

Y, por otro lado, al desarrollarse la mente del niño, iría poco a poco descubriendo en el redondelito blanco nada menos que las ‘insondables riquezas de la Omnipotencia, de la Sabiduría y del Amor de Dios’, del que ‘siendo infinitamente sabio, no supo qué más darnos; omnipotente, no consiguió darnos algo más alto; riquísimo, ya no le quedó nada más grande que entregarnos’…24 

Entrar en la casa de Don Bosco era ya instalarse permanentemente dentro de la zona de gravitación de la Presencia Real.

Pronto se daba uno cuenta de que el ‘redondelito blanco’ era aquí el eje de todo.

Primero Santander, luego Campello, luego Carabanchel, luego Sarriá, luego Gerona ... luego el Oriente… Todo igual. …

Y no se trataba de una experiencia más o menos mística: es una realidad que se masca desde el ingreso. Primero, la misa cotidiana… La capilla siempre abierta y accesible para quien lo quiera. La visita tras la comida, como una costumbre natural inveterada. Las oraciones de la noche, delante del tabernáculo-sagrario, con la charla al final, familiar y amena, de un lugarteniente suyo: el Director…

Una casa sin eso no sería una Casa de Don Bosco.25

 

Santander era, en efecto, todo lo que debería ser una casa de Don Bosco, una casa para chicos que no eran nada fáciles, como podemos suponer por los graciosos recuerdos que cuenta Carreño:

 

Cuando pasé a la Tercera me tocó de maestro un clérigo dinámico y fornido que se llamaba nada menos que don José Lasaga. Él y Marcelino Olaechea, el joven Consejero y Disciplinario, eran las dos torres de fortaleza que aseguraban el orden en aquella turbamulta, variopinta y a veces turbulenta, que era aquel internado. Porque, aunque no le había salido a uno la muela del juicio –y ni siquiera las otras– no tardaba uno en darse cuenta de que, de faltar aquellos Reverendos mocetones guardianes del orden, habríamos tenido allí una mini-república anticipada.

Parece ser que la Diputación Foral de Vizcaya encomendaba por aquellas calendas a los Salesianos de Santander algunos de sus casos “juveniles” para ver si el Sistema Preventivo –o reventivo que fuera– los enderezaba. Y a veces había que acudir a los dos.

De cuando en cuando se fugaba una pandilla entera de ellos, a veces, más de una docena. Y, al cabo de unos días, cazados ya y sometidos por la Guardia Civil, les veíamos volver cabizbajos y humillados, como cautivos remanentes de un ejército derrotado.

Los había que, según corría de boca en boca, con aires de leyenda de Sierra Morena, le habían sacado una navaja de esas de pata de cabra a algún clérigo menos fornido: –¡Si usted vuelve a dar un tortazo a mi hermano!...

Los había –los había visto yo– que metían su novela en el libro de oraciones y luego abrían y cerraban la boca desmesuradamente como si estuvieran rezando a todos los Santos más sordos del Santoral, mientras que el de su devoción era Dick Turpin o Búfalo Bill o hasta el Conde de Montecristo.

Los había –los vi yo también– que, al divisar un pájaro en la finca del otro lado de la carretera, desde la clase en el segundo piso, gritaban: '¡anda, un tordo!', y agarrando el primer frasco de tinta que encontraban le tiraban a dar con todas sus fuerzas.

Y también hubo –eso lo vi una vez, y se me ha quedado el horror para siempre– quien al recibir estando en el frontón una carta de su madre –¡Bah!, ¡cosas de la vieja! Exclamó–, y la hizo cien pedazos entre el estupor de los que presenciamos el sacrilegio. Con aquellos chiquitos de Bilbao había que tener un par de rompeolas como don José y don Marcelino.

Cuando alguno de aquellos chicarrones levantiscos se había desmandado, y de pronto resonaba por el patio una categórica bofetada y veíamos a don José o a don Marcelino al lado en actitud justiciera, y la onda expansiva se difundía en forma de silencio reverente y progresivo, sabíamos que la paz estaba asegurada: 'El orden reina en Varsovia’. Y, sin embargo, creo que don Marcelino y don José, esos dos hombres, y por ese orden, fueron los más queridos entre nosotros.26

 

Para las faltas de índole intelectual había castigos más sofisticados. Si uno había emborronado el cuaderno o equivocado lastimosamente los problemas, tenía que marchar en retaguardia detrás de las filas de su clase, abierto de par en par su cuaderno para contemplación de todos. Claro que si un curioso de las clases inferiores se acercaba demasiado para examinar cerca aquel bochorno, seguro que se llevaba una guantada, propinada por el propio cabo de rancheros, que todavía tenía una honrilla que defender.

Al que hablaba en el estudio, por regla general, se le sancionaba escribir cincuenta o cien veces: 'No hablaré en el estudio’. Y como los verdaderos genios de la economía se manifiestan sobre todo en tiempos de crisis, comenzaron a aparecer editores clandestinos, que vendían doscientos ‘no hablaré en el estudio’ por un cucurucho de almendras garrapiñadas o tres cuentos de Calleja; y, si la letra era buena, hasta por media docena de gallofas de la merienda o una novela de Dick Turpin. Pero, a veces, sucedía que, cuando habías adquirido –Dios sabe con qué sacrificio– doscientos o trescientos ‘no hablaré en el estudio’ para futuras sanciones, la autoridad sancionadora nos decía: 'Me traerás cien En el estudio no hablaré'. ¡La primera amarga experiencia de depreciación del papel moneda!27

 

Pero en esta multitud heterogénea de jóvenes rufianes, la fe todavía hizo su entrada silenciosa. Carreño tiene cosas bonitas que decir, por ejemplo, de María honrada con el título “Auxilio de los cristianos.”


María Auxiliadora fue la palabra más repetida y más dulce que oímos en aquellos años de despreocupada niñez.

'Es María Auxiliadora - dulce faro de la mar’ ¿Quién ha compuesto esta copla?... Porque ésa es autóctona. No es una mera traducción de un italiano, como lo fueron las más sofisticadas de ellas. Esa le ha brotado del corazón, aquí en España, a algún gran amante de María Santísima ¿Habrá sido don Rinaldi? Nadie ha sabido decírmelo. Pero es espontánea y tierna esa copla, que bastaría para inmortalizar al sencillo trovador. Algo así, en divino, como la endecha de 'Ojos claros, serenos', en humano, de Gutiérrez de Cetina. Yo no sé qué tal le sonará a un muchacho de Ciudad Real –pongo por caso– eso del 'Faro de la mar’. Tal vez así como un molino sin aspas. Pero para nosotros los cántabros, para los que oíamos el rugido de las galernas las noches del invierno, para los que entreabríamos reverentes el postigo para atisbar, a través de los cristales azotados por la lluvia, aquella lucha cósmica de los elementos; para los que contemplábamos aterrados cómo crujían los árboles de ramas desnudas, al doblegarse bajo el látigo implacable de los vientos huracanados, y adivinábamos, detrás de aquellos acantilados gigantescos, los saltos desesperados, altísimos, pero impotentes, de las olas,... aquel rayo de luz imperturbable, sereno, intermitente, pero rítmico y puntual, que seguía brotando del Faro al borde del abismo, tenía una fuerza y una pureza, y un mensaje tan impresionantes... En medio de aquellas tormentas era, sencillamente, 'dulce’.28 

 

Con el tiempo, la fe que había entrado silenciosamente da su propio fruto dulce, porque la misericordia de Dios no conoce límites. Carreño continúa:

 

Unos cincuenta años habían pasado de aquellos tiempos del Alta, cuando, prófugo de las Misiones, me encontraba en Madrid, tratando de imprimir cierto libro. Las dificultades tipográficas eran tales, que solamente el interés de unos amigos míos, técnicos de Bilbao, logró superarlas. Acababa yo, pues, de volver a la SEI (Madrid) desde Bilbao, cuando unos minutos más tarde, sonó el teléfono.

Es para ti. Es de Bilbao.

Pero, ¡hombre! Si acabo de volver de allá. Ni he abierto la maleta todavía. Era una voz amiga.

¿Tú te acuerdas de N.N. que dice que fue compañero tuyo en Santander?

Pues, sí, claro..., aunque no nos hemos visto en 50 años.

Está enfermo. Muy enfermo. Se está muriendo de cáncer. Los amigos sabemos que está alejado de la Iglesia. Pero él dice que no se confiesa con nadie..., a no ser con el arzobispo Mons. Olaechea, o con un antiguo compañero, José Luis Carreño.

Pues no me lo dirá dos veces.

Cogí un tren de noche y, a la mañana siguiente, me planté en su casa.

Me senté sobre su cama y empezamos a charlar como si nos hubiésemos visto ayer...; un ayer de medio siglo. Allá estábamos charlando los dos.

Oye, ¿y te acuerdas cuando?

¿Y tú te acuerdas cómo?...

¿Y te acuerdas de cuando cantábamos: 'Es María Auxiliadora dulce faro de la mar’?...

Se cerraron sus ojos para no empañar, con otra visión alguna, la tenue luz lejana del recuerdo..., y para cuando terminó, con un supremo esfuerzo de voluntad aquello de... 'Es el amor de mi alma – desde que yo supe amar'..., rodaban por sus mejillas unos lagrimones silenciosos.

Déjanos un momento, niña –le dije a su mujer–, y para cuando volvió a la alcoba le encargué:

Le dices al párroco de San Antón que le traiga el Santísimo mañana, ya que yo tengo que volverme enseguida.

Luego me ausenté de España por algún tiempo; y para cuando volví a indagar sobre mi compañero, ya casi se habían olvidado de él, ¡pobrecito! No somos más que un cabrileo fugaz sobre las olas para los hombres, no para Ella, 'la que en mi niñez – mis pasos guió'. Ella sabe cuánto le costamos al otro Hijo Mayor. Hay coplas que condensan una vida. 29


3 3 Discernir la vocación salesiana: Campello 1917-1921) 

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En septiembre de 1917, con casi 12 años, José Luis ingresó en el aspirantado salesiano de Campello.30 ¿Cómo sucedió esto? “Aquel verdadero santo de provincial, don José Binelli,31 me dijo pues un día: —¿Por qué no vienes conmigo a ver Campello? Si te gusta, te quedas; y si no, te vuelves. Y así comenzó un amor a primera vista". Así que los inicios de la vocación salesiana fueron sencillos. “Por aquellas calendas no se solía hablar tanto de Don Bosco ni se había devorado tanta tecnología salesiana, ascético-pedagógica-pastoral… Pero para nosotros un Don Binelli era un Don Bosco, no digamos un Don Rinaldi, aún prefecto general, pero que de cuando en cuando nos visitaba dejándonos un aire sobrenatural, como cuando visitaban la tienda de Abraham los mensajeros de Yaveh”.32

Así fue como el joven vasco se encontró en el aspirantado de Campello. Se trataba de un desplazamiento de 1000 km, desde Santander en el Cantábrico hasta Campello en el Mediterráneo, pero José Luis lo recuerda como “nada más que un cambio de meteorología”, porque ambos lugares eran casa, y en ambos había salesianos que eran padres y amigos.33

Los aspirantados permanecieron siempre cerca del corazón de Carreño. “Una congregación como la nuestra y a la que nos preparábamos en Campello”, escribió más tarde, “es una pléyade de hombres de Dios, a cuyo amor van a conducir a generaciones enteras mediante el apostolado de la educación cristiana… esos hombres deben ser, pues, muy superiores en todo, principalmente en lo refinado de su espíritu. Y por ende, en todos los Campellos del mundo debe dárseles a todos lo mejor de lo mejor".34 

En uno de sus últimos escritos, Carreño revela que su decisión de ser salesiano no estuvo exenta de dificultades, derivadas principalmente del hecho de que su padre intentaba que marchara hasta Argentina, donde “me tenía preparado un potrito blanco con el que podría retozar al trote por las Pampas”. 35 En sus cartas, aita le recordaba constantemente a su hijo que su primer deber, al elegir su futuro, era obtener la bendición de su padre. José Luis estaba perplejo y por eso, durante las vacaciones de Campello, él decidió ir a Limpias para encontrar una respuesta. En los años 1918-1920, el centro de la discusión nacional y religiosa era el Cristo de Limpias, de quien se decía que movía los ojos. Miles de personas acudieron en masa para presenciar este fenómeno, aunque también hubo otras que se mostraron escépticas. José Luis recuerda al conductor corpulento y ruidoso que se negaba a entrar a la iglesia sin antes haber tomado una buena taza de café y un plato de salchichas y patatas fritas. Su interés era diferente: “Si le veo mover los ojos, tengo vocación. Si no, me voy a tomar posesión de mi pony blanco”. Pero después de tres horas de ayuno riguroso, espera tensa y atención ansiosa, no vio absolutamente nada que pudiera considerarse sobrenatural. Al regresar a Bilbao, sin embargo, el joven recibió una llamada telefónica de don Alejandro Battaini, director del Campello, invitándolo a acompañarlo en el camino de regreso al aspirantado. En el tren, en medio de una discusión sobre su experiencia en Limpias, recibió un profundo y paternal consejo de don Battaini:

 

 La vocación no está a la merced de un parpadeo. Es algo más serio: Dios invita sin obligarte. Si aceptas dedicar tu vida a Dios, Él te abraza con alegría. Si prefieres seguir otro rumbo de vida cristiana, Él respeta tu libertas y te sigue queriendo. La vocación es 50% aportación de Dios y 50% cooperación tuya. Olvídate de esa historieta de los ojos.36


Fue un consejo maravillosamente cuerdo de un sabio hijo de Don Bosco. Así que José Luis tomó una decisión libre y en 1921 ingresó en el noviciado salesiano de Carabanchel Alto en Madrid.37 Hizo su profesión el 25 de julio de 1922, sin haber cumplido aún los 17 años.

Pero Rogelio Carreño aún no se había rendido. Poco después de su profesión, informaron a José Luis de que un tío suyo había visitado la casa salesiana de Barakaldo con una carta de su padre indicando a José Luis, todavía menor de edad, que partiera hacia Buenos Aires. Para asegurarse ello, el tío José había sido autorizado a presentar una denuncia en el Juzgado de Guardia: “busca, captura, orden de marcha, y, naturalmente, exclaustración”. Con don Marcelino Olaechea, José Luis partió hacia Bilbao, pero consiguió siempre evitar al tío José, que no falló en volver a aparecer en Barakaldo, escoltado por un abogado y un alguacil. Pero en la recepción, sin embargo, el tío José se encontró con un salesiano que le informó de que “don José Luis” era miembro profeso de una Congregación de derecho pontificio que gozaba de exención de la ley; y que si querían discutir algo, podían ponerse en contacto con el Tribunal de la Rota de Madrid. Enredarse con la Sagrada Rota Romana no era, en aquellos tiempos, cosa sencilla, por lo que el abogado sabiamente decidió dar marcha atrás, y allí parece haber llegado a su fin la cuestión argentina.38 

Frente a los comentarios despectivos anteriores sobre la tecnología salesiana ascético-pedagógica-pastoral, vale la pena leer los comentarios de Carreño sobre el discernimiento vocacional, llenos de su fino sentido del humor y su profunda fe. El discernimiento vocacional no es una simple opción Hamletiana de una de dos. Si todas las circunstancias de su vida hubieran sido introducidas en la mejor computadora disponible, debería haber respondido: “Mira, muchacho: yo tengo ya los cascos recalentados. Tú haz lo que te dé la realísima gana".39 Y eso es lo que de hecho sucedió: José Luis escuchó su corazón. En la pequeña iglesia de la casa salesiana de Barakaldo, habla de Cristo diciéndole: “¡‘Bueno, muchacho: ¿qué es lo que ha decidido tu libérrima voluntad? ¿Te quedas conmigo o tú también quieres marcharte?’ Y me subieron entonces a los labios las palabras de San Pedro en Cafarnaúm: ‘Señor ¿y a quién iríamos? Tú eres el que tiene palabras de vida eterna.’”

 

No sé qué tal sonarían aquellas palabras a las orillas del lago de Tiberíades. Pero sí muy bien el rico contenido que tuvieron en la orilla izquierda de la Ría en Baracaldo: el destino de mi vida quedó hasta el final fundido con el programa de Cristo: llevar el Reino a los pobres, anunciar a los pueblos la palabra de Vida, ofrecer el perdón a los descarriados, acoger y elevar a los huérfanos, multiplicar el arroz para las masas, trasvasar nuestra gozosa visión de la vida a los esclavos resignados del karma o del Destino, encarnar la compasión y el amor de un Salvador crucificado y sacramentado, difundir Su mensaje radiante de perennidad de la palabra escrita e impresa… ¿Era posible una respuesta semejante en los labios de una pitonisa, en las volteretas de una perragorda lanzada al aire, en el incierto parpadear de unos mansos ojos en la penumbra, en las opiniones de los juristas, en las salchichas fritas de un chófer, en la apacible belleza de un potrito blanco esperando a su dueño? Creo que mi monólogo de Baracaldo fue el más trascendental de mi vida.40


Este largo relato del discernimiento vocacional de Carreño nos ayuda a discernir lo esencial y permanentemente válido de su evidente entusiasmo por el aspirantado de Campello: el espíritu de familia; salesianos que fueron padres, hermanos y amigos; acompañamiento comunitario y personal que permita a los jóvenes tocar y ser tocados por Cristo y su Madre; la amable palabra paternal en el momento oportuno; paciencia arraigada en la confianza en la capacidad de los jóvenes para tomar decisiones libres…. Dios Trino preside suave y pacientemente la sinfonía de nuestras vidas con sus acordes y discordias, llamando, enviando y llevando todas las cosas a su buen fin. Hombres como Carreño tocaron el misterio de Dios y pudieron discernir sus huellas en los caprichos de su propia vida.


4 4 Primera formación salesiana 1922-1932) 

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El noviciado, como hemos dicho, lo realizó en Carabanchel Alto en 1921-1922, con el P. Antonio Castilla como maestro de novicios. Vale la pena incluir el escenario del fin de noviciado que relata Rico por la luz que arroja sobre José Luis:

 

Todo hace suponer el crecimiento espiritual de aquella alma escogida. Con su gracejo característico y su sincera humildad cuenta que, al final de aquellos doce meses, el Maestro, en el solemne escrutinio final, presidido por los Inspectores de la Céltica y de la Tarraconense, le preguntó: ‘Y, ¿quieres ser perfecto? - Bueno... yo, a decir verdad, ... eso de perfecto…'. Sigue narrando él: 'Imaginarse la inquietud de aquel santo varón al ver que uno de sus discípulos, doctrinado por él durante los trescientos sesenta y cinco días canónicos de aquella laboriosa tarea noviciada, imbuido en los más nobles ideales que puede nutrir un ser humano, no era capaz a la hora de la verdad de formular un vibrante "¡¡¡SÍ!!!" que hiciera levantarse de sus asientos senatoriales, como propulsados por un resorte, a toda aquella augusta asamblea. ¡Trescientos sesenta y cinco días despilfarrados en vano por un insospechado recalcitrante! ¡Qué fracaso!

Fue entonces cuando Don Marcelino Olaechea, Inspector de Barcelona, ​​me alargó un cable de urgencia: Pero vamos a ver: ¿estás dispuesto a hacer todo lo que te mande según las Reglas? - ¡Pues no faltaba más! Bueno, basta con eso. ¡Lárgate, gandul!

Y me salí sin haber dado el ¡SI! de pecho. Y me pareció sentir un aleteo de alivio en la sala. Y es que aquello de “perfecto” ¡sentaba tan mal conmigo ya entonces! ¡Habría sido una hipocresía atribuirme tales marcas olímpicas inalcanzables! … ¡Perfecto yo! … ¡Ah! eso sí: he tenido en cambio el privilegio de ofrecer el Sacrificio salvador de la Eucaristía durante más de medio siglo, y estar siempre con Cristo, y renovarme espiritualmente en Su Sangre. Pero “perfecto” ... ¡Ah! eso sí, hasta los más grotescamente imperfectos, maltrechos, derrotados, que estamos muy lejos de haber cumplido toda la Ley, estamos pronto a gritar: Con Cristo, ¡¡¡SÍ!!!: téleios es el que va hasta el final del camino... renqueando tal vez, pero ¡con Cristo!’41 

 

No perfecto, pero siempre con Cristo. Así se veía José Luis Carreño a sí mismo. Se habría sentido a gusto con la diatriba de Marko Rupnik contra una formación religiosa que busca la perfección de los individuos. Tal perfección está ligada al individualismo atómico derivado de Descartes. La misión del bautizado, en cambio, tiene que ver con las personas en comunión, consiste en ser una revelación del Padre, como el Hijo es la revelación del Padre.42 Cristo lo era todo, para Carreño, era la SEÑAL, el Sacramento, del Padre; y él mismo creció hasta convertirse cada vez más en un signo y portador del amor de Dios.43 Un disgusto intuitivo por la perfección abstracta y un amor abrumadoramente claro por Cristo: estos son elementos fundamentales en la vida de este gran salesiano.

Al noviciado siguieron dos años de estudios filosóficos (1922-1924) en Sarriá, en Barcelona. El P. Marcelino Olaechea era entonces provincial de la recién erigida provincia de Barcelona. Sarriá se convirtió en el noviciado de la nueva provincia, por lo que en 1924 encontramos a José Luis iniciando su tirocinio en la misma casa, como “asistente de novicios” del (Beato) P. Antonio Martín Hernández (1885-1936). En 1928 el noviciado fue trasladado a Gerona, con el P. Eugenio Magni (1899-1980) como nuevo maestro de novicios. Carreño continuó como “asistente de novicios”, pero también inició estudios teológicos como preparación para el sacerdocio, además de encontrar tiempo para escribir todos los meses para el Mensajerito de María Auxiliadora.44 El joven salesiano parece haber dejado huella. Encontramos al P. Pedro Escursell Marsá (1897-1982) escribiendo en 1928 al P. Pedro Ricaldone (1870-1951), entonces Prefecto General:

 

En este momento me habla uno de los clérigos modelo de la Casa, formador del personal de esta Inspectoría, y me dice que ha pedido hace tiempo poder ir a misiones y está casi desesperado porque ve que nunca le llaman; es un gran muchacho y de gran valer moralmente e intelectualmente hablando. Se llama José Luis Carreño y se halla a tu disposición; así que puede comunicar lo que le parezca. Su gusto, dice ser las misiones del Oriente y en particular la de Krishnagar. Este clérigo está haciendo ahora el cuatrienio práctico.45

 

Tras un breve paso por el servicio militar, José Luis hizo su profesión perpetua en Gerona el 11 de diciembre de 1928. Los estudios de teología prosiguieron hasta 1932, y el 21 de mayo de 1932 fue ordenado sacerdote en Gerona por Mons. Josep Vila Martínez (1866-1932), tomando como lema las palabras de san Pablo: Omnia Christus – Cristo es todo (Col 3,11).


5 5 Misionero en India (1933-1951) 

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En 1925 el P. Marcelino Olaechea había sido trasladado a Madrid (SMA) como provincial, y su lugar en la provincia de Tarragona (SBA) fue ocupado por el P. (hoy Beato) José Calasanz Marqués, a quien José Luis expresó su deseo de ser misionero.46 El buen P. Calasanz no estaba interesado en permitir que su joven y talentoso hermano fuera a las misiones, pero dijo que se le podría permitir ir después de su ordenación sacerdotal.

Sin embargo, en vísperas de su ordenación en 1932, José Luis escribió directamente al Rector Mayor, P. Pedro Ricaldone, ofreciéndose incondicionalmente a ir a las misiones, aunque expresando su preferencia por la India: 


Amadísimo Padre:

En vísperas de mi ordenación sacerdotal me dirijo a Vd., en primer término, para darle las gracias más rendidas como a primer Representante de la Congregación Salesiana, por cuanto mi Madre la Congregación ha hecho por mí.

Y, en segundo término, para ofrecerme absolutamente a mis Superiores para trabajar en las Misiones, según mis deseos y oraciones desde hace once años y según petición que ya le dirigí hace siete.

Solo le ruego como a Padre que en mi destinación atienda a mi fragilidad. No temo a bolcheviques ni a piratas, sino a mí mismo.

Igualmente le declaro también mi decidida tendencia a las misiones del Asia. Pero estoy dispuesto a ir a cualquier rincón del mundo que la obediencia me depare.47 

 

El P. Ricaldone acababa de ser elegido Rector Mayor, pero había pasado casi toda su vida salesiana en España, hasta que fue elegido miembro del Consejo Superior Salesiano en 1922. Aceptó de inmediato la oferta del joven sacerdote. “Cuando, finalmente llegaron órdenes de partir”, escribe Carreño, “el buen Padre Calasanz se sometió; pero, en un último gesto de cariñosa oposición, murmuró: Muy bien, irás a las Misiones, pero no serás nunca misionero. Y, cuando me volví a protestar, él añadió: Pero no te preocupes, tú formarás a muchos otros misioneros”. Rico comenta: “La vida y las actividades misioneras de Don Carreño demostrarán en gran parte la verdad de la ‘profecía’ del mártir Padre Calasanz.48

 

5.1 5.1 El subcontinente indio en la década de 1930 

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Cuando Carreño llegó en 1933, la mayor parte del subcontinente indio había estado bajo dominio británico desde 1858. También había pequeñas partes de la costa oeste que estaban gobernadas por los portugueses: el Estado da Índia o Índia Portuguesa constaba de Goa y los pequeños territorios de Damão, Diu, Dadra y Nagar Haveli al norte de Bombay.

Dentro de la Iglesia Católica había tres ritos en este momento: el rito siro-malabar con orígenes en la misión del Apóstol Santo Tomás, el rito latino traído por los misioneros dominicos y franciscanos en el siglo XIII y en gran medida por los misioneros asociados con las hazañas coloniales portuguesas en la India en el siglo XVI, y el rito siro-malankara establecido en 1930, cuando una parte de la Iglesia ortodoxa siro-malankara entró en comunión con la Iglesia Católica. En la década de 1930, los dos ritos orientales estaban presentes principalmente en los Reinos de Cochin y Travancore, que hoy son el estado indio de Kerala. 

La presencia histórica de los portugueses en Goa y en otras partes de la India significó que había dos jurisdicciones en el rito latino de la Iglesia Católica en la India, usualmente referidas como Padroado, con Portugal disfrutando de los derechos patronales en toda la India, y Propaganda que representa la jurisdicción directa de la Santa Sede a través de Propaganda Fide (Congregación para la Evangelización de los Pueblos). La doble jurisdicción fue abolida por un acuerdo entre Roma y Portugal en 1928. Sin embargo, solo en 1950, en el nuevo contexto de independencia de la India, el Padroado se limitó a los enclaves portugueses en el subcontinente indio.49

Los salesianos fueron recibidos en la India por la diócesis de Padroado de Meliapor (Mylapore) en el sur de la India, en el actual estado de Tamil Nadu. Llegaron en 1906 y empezaron a trabajar en Thanjavur (Tanjore) en ese año y en Meliapor, cerca de Madrás, en 1909, pero se retiraron de esta diócesis en 1928 por razones que Thekkedath explica hábilmente. Para entonces, habían aceptado la misión de Assam y habían comenzado el trabajo allí en 1922, quedando de esta manera también bajo la jurisdicción de la Propaganda.50 

Según el "Database Storico Anagrafico" de la Congregación salesiana, la primera provincia salesiana de la India se creó en 1926. El salesiano Louis Mathias (1887-1965) había sido nombrado prefecto apostólico de Assam en 1922,51 y fue provincial de facto hasta su traslado a la sede de Madrás en 1935.52 El ‘Sur’ se constituyó como visitaduría en 1932 o 1933, siendo nombrado superior el P. Eligio Cinato (1898-1964). En 1934, el sur de la India se convirtió en una provincia bajo el patrocinio del Apóstol Santo Tomás, con Cinato como primer provincial.53 En el campo eclesiástico, en 1928 el salesiano Eugene Mederlet (1867-1934) fue nombrado arzobispo de la archidiócesis de Propaganda de Madrás. Mederlet murió en 1934 y Mathias se hizo cargo en 1935. La actual Archidiócesis de Madrás y Meliapor se formó en 1952 mediante la fusión de las primeras diócesis de Propaganda Padroado.

 

5.2 5.2 Maestro de novicios en Tirupattur (1933-1943) 

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Fue a este complejo escenario político y eclesiástico al que llegó Carreño. Inicialmente fue designado catequista o socius en el nuevo noviciado en el sur de la India, mientras que un compañero, Amanzio Andrei (1897-1962), iba a ser maestro de novicios.54 Carreño y Andrei pasaron un año (1932-1933) en Cowley, Oxford, en el Reino Unido, aprendiendo inglés. Los problemas comenzaron, sin embargo, ya al cruzar el Canal de la Mancha: “Efectivamente, apenas los dos misioneros novatos cruzamos el Canal de la Mancha para pasar unos meses en Inglaterra y empezar a chapurrear el inglés, mi compañero se mareó como un perrito de lanas surcando aquellas inquietas aguas, desde Dieppe hasta Newhaven y, su fibra misionera comenzó a temblar al solo pensamiento del gran viaje marino que le esperaba". Aún así, el valiente P. Amanzio se dedicó a aprender inglés con gran determinación, hasta el punto de estudiar el diccionario de memoria y, en el proceso, causar cierto daño a la autoestima de su compañero: “Y yo, que siempre he sido un desordenado incorregible, y que he sentido siempre una supersticiosa admiración por esas mentes tenazmente metódicas, me sentí pequeñito en aquel momento y me encerré en un reverente silencio”. Para cuando los dos aspirantes a misioneros habían llegado a Génova, sin embargo, el sueño misionero del P. Amanzio se había desvanecido. “Y así sucedió que el manto cayó sobre mis hombros, y fui yo el que tuvo que apechugar con nuestro primer Seminario en la India del Sur.”55 Y así fue como la profecía del P. Calasanz comenzó a cumplirse.56 

Carreño zarpó de Génova y desembarcó en Bombay en junio de 1933.57 Como ya hemos señalado, el sur de la India acababa de constituirse en una visitaduría, con Eligio Cinato como superior. A Carreño le hubiera gustado ir directamente a Madrás, pero Mathias quería que él visitara Shillong primero, y allí fue. Pasaba el tiempo estudiando tamil y preparándose para el examen de confesión. Fue entonces cuando llegó una carta del Prefecto General, P. Pietro Berruti (1885-1950), pidiendo a Carreño que ejerciera como maestro de novicios en el Sur. Aún no tenía 28 años, y como la edad requerida para un maestro de novicios era de 35, había que obtener un indulto apostólico.58 

El primer noviciado salesiano en el sur de la India comenzó en Tirupattur en diciembre de 1933. Sabemos que Carreño, acompañado por Cinato, llegó a Tirupattur el 2 de diciembre de 1933, y los novicios llegaron una semana después. Sin embargo, el noviciado no se estableció canónicamente hasta el 2 de febrero de 1934, por lo que la profesión del primer grupo de novicios tuvo lugar el 29 de enero de 1935, como explica Thekkedath.59 

Los novicios eran en su mayoría nuevos misioneros de diferentes países europeos. El primer grupo estuvo formado por 10 novicios, con 6 europeos y 4 indios.60 La vida no era fácil: el P. Cinato advirtió que había “en la casa pobreza absoluta, por no decir miseria; pero en compensación, mucho buen ánimo y santa alegría”.61 El buen ánimo, dijo, se debía en gran medida al P. Carreño. Logró que sus novicios “se enamoraran del Corazón de Jesús y… se entregaran por completo a él”.62

Nos cuidó como un padre”, recuerda Mons. Hubert D'Rosario (1919-1994). “Nos sentimos atraídos por él y tratamos de imitarlo. Nos inculcó valores duraderos... Fue un maestro brillante, un predicador convincente... Siempre estábamos ansiosos por escuchar sus conferencias, las conferencias que solía preparar tan bien. Fuimos conquistados por su corazón paternal. Alegría, amor, paz y esperanza eran las cosas que se respiraban en esa casa... Esa casa era como el cielo".63

Hubert era hijo del jefe de la estación de Tirupattur. Al enterarse de que Carreño estaba en proceso de establecer la misión, el señor Rosario había prometido enviar "dos soldados". Los dos soldados resultaron ser sus dos hijos, Hubert y Mervin, y el P. Carreño decidió sabiamente dejarles jugar al fútbol. Los muchachos se hicieron amigos rápidamente del misionero. Cuando Hubert estuvo listo para ir a la universidad, acudió a Carreño pidiendo ayuda para aprender francés. Carreño le dio clases, pero pronto pasó al tema del latín, y luego a la cuestión del sacerdocio: ¿de qué sirve estudiar latín si no te haces sacerdote? Apenas Hubert había dicho que sí, cuando Carreño lo subió en su motocicleta y corrió a buscar el permiso de su padre. “No se requirió demasiado tiempo para persuadir a su papá, quien era un magnífico caballero cristiano, de que Dios no había podido bendecir su hogar con un tesoro más grande”.64 Hubert D'Rosario finalmente llegó a ser obispo de Dibrugarh (1966-1969) y arzobispo de Shillong-Gauhati (1969-1994). Es el fundador de las Hermanas de la Visitación de Don Bosco (VSDB), uno de los grupos miembros de la Familia Salesiana.

La bondad de Carreño es proverbial. El P. Joseph Vaz me contaba a menudo cómo su maestro de novicios lo había notado tiritando durante una de las conferencias diarias.65 “Espera un momento, hombre”, dijo Carreño, y salió. Un poco más tarde regresó con un suéter azul para Joe, quien notó que estaba extrañamente cálido. Luego recordó que su maestro de novicios llevaba un suéter azul debajo de la sotana. Ahora ya no lo tenía. Carreño le había dado su propio suéter. El ejemplo de Miguel Blanco había llegado hasta el fondo del corazón. 

Otra historia es narrada por un hermano indio:

 

Son muchos los testimonios que circulan por las Provincias del Sur de la India, especialmente entre las generaciones mayores, que ilustran ampliamente la bondad, la amabilidad y el profundo espíritu religioso del P. Carreño. Una de esas historias se refiere a un brahmán: el viejo brahmán viajaba en un vagón de tren de tercera clase abarrotado a mediados del verano. Cuando el tren se detenía en una estación importante, la gente salía corriendo y tomaba un poco de agua o bebidas frías y algunos comestibles. El brahmán, que no podía moverse libremente, estaba sentado en una esquina del vagón, incapaz de abrirse paso a codazos y regresar rápido después de un rápido refrigerio. Por lo que tenía hambre y mucha sed. En una estación en concreto el P. Carreño se abrió paso y consiguió un coco tierno para el anciano. El anciano brahmán estaba tan feliz que le dijo al sacerdote extranjero: 'Eres un verdadero seguidor de Jesucristo.' P. Carreño guardaba este panegírico del brahmán, ¡como el mayor elogio que jamás había recibido!66

 

Luigi Di Fiore (1921-1989), otro de los novicios de Carreño y luego provincial de Madrás, dice: "Sin duda el legado más valioso que nos dejó el P. Carreño fue el espíritu salesiano en sus características esenciales: sed de almas, caridad fraterna, espíritu de familia basado en la oración, el trabajo, la alegría, el sano optimismo, la hospitalidad".67 El historiador P. Thekkedath escribe: “[Carreño] era el corazón y el alma de esa casa que se convirtió también en una casa para estudiantes de filosofía tan pronto como los novicios profesaron a principios de 1935”.68 El P. Berruti, Prefecto General, escribió después de una visita en 1937 que la casa de Tirupattur era extremadamente pobre pero llena de regocijo y alegría, y que el alma de la casa era el joven director, P. Carreño, alegre, inteligente y extremadamente activo. El P. Antoine Candela (1878-1961), consejero de escuelas profesionales, no dudaba en llamar tesoro al P. Carreño.69

 

5.3 5.3 Provincial del Sur de la India (1943-1951) 

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Ya hemos indicado que en 1934 se creó una segunda provincia salesiana en la India, con su casa provincial en Vellore, el P. Eligio Cinato como provincial y un puñado de casas y presencias: las casas canónicamente erigidas de Madrás, Vellore y Bombay, y otras presencias, parroquias y estaciones misioneras en Madrás y en North Arcot.70 Cuando el arzobispo Eugène Mederlet murió repentinamente en 1934, Louis Mathias fue nombrado arzobispo de Madrás en su lugar.

En 1939, la India británica comenzó a sentir los ecos de la Segunda Guerra Mundial. Para 1942, todos los extranjeros, incluidos los misioneros, que pertenecían a países en guerra con Gran Bretaña, habían sido internados en campos en diferentes partes del país.71 Como Carreño pertenecía a un país neutral, no fue molestado, e incluso pudo mediar por sus compañeros salesianos ante las autoridades. En 1943 recibió un mensaje por Radio Vaticano de que ocuparía el lugar de Cinato, que había sido internado, como provincial de la provincia del Sur.72 Al mismo tiempo, el arzobispo Mathias lo invitó a ser su Vicario General, confiriéndole el título de 'Monseñor' según la práctica en ese momento.73

En 1945 Carreño fue nombrado oficialmente provincial,74 cargo que ejerció de 1945 a 1951. Uno de sus primeros actos fue consagrar la provincia al Sagrado Corazón de Jesús. Muchos salesianos estaban convencidos de que el extraordinario crecimiento de la provincia del Sur se debía a este acto.75

Los centros salesianos se duplicaron bajo la dirección del P. Carreño: casas de formación en Kotagiri (1946, noviciado y filósofado) y Poonamallee (1947, seminario diocesano); obras para jóvenes pobres en Nagercoil (1947, internado), Panjim – Goa (1947, orfanato y escuela técnica), Valpoi – Goa (1948, parroquia, oratorio y escuela técnica76), Madrás (1950, escuela técnica), Uriurkuppam (1950, escuela agrícola) y Yercaud (1950, casa de formación).77 Uno de los actos de mayor alcance de Carreño fue iniciar una escuela universitaria en la remota aldea 'dalit' de Tirupattur.78 El Sacred Heart College pasó a transformar todo el distrito. Por otro lado, también tuvo que retirarse de dos nuevas fundaciones – Carmel High School, en Nagercoil (1947-1950) y St Joseph's English High School, en Trivandrum - quizás por la prisa con la que las había aceptado en primer lugar, como sugiere Di Fiore.79

Carreño fue un talentoso recaudador de fondos. Durante su tiempo como provincial y también más tarde, viajó varias veces a Europa, comunicando su mensaje en cantos y versos y pidiendo ayuda para sus obras apostólicas.80

El P. Thomas Panakezham (1930-), consejero general para la región de Asia de 1977 a 1996, recuerda el amor de Carreño por los pobres: “Tenía gran amor a los pobres; cuando volvía de un viaje en la motocicleta a la Casa inspectorial resultaba interesante ver cómo corrían los muchachos a encontrarle. Siempre llevaba algo de sus bolsillos para obsequiarles, caramelos, estampas, medallas”.81

Como provincial, el P. Carreño participó en el XVI Capítulo General Salesiano (1947) que se celebró en Valdocco, Turín. Aquí tuvo una intervención memorable: “Hemos empequeñecido a Don Bosco…. Nuestras obras no atienden a la juventud más necesitada; hacemos demasiados cálculos; nos fiamos menos en la Providencia que Don Bosco…”. Sus palabras tuvieron impacto. El Rector Mayor, P. Ricaldone, pidió a todos los provinciales que le enviaran un informe sobre el asunto.82

Uno de los dones de Carreño fue su capacidad para conseguir que los salesianos se ofrecieran como voluntarios para las misiones. Podemos vislumbrar un poco su encanto por lo que escribe Orlando González González:

 

Lo que ahora me lleva escribirle es que, en 1944, los 46 estudiantes de filosofía [de la casa de Gerona] escribieron al ya famoso misionero de la India, y entonces Vicario General de Madrás, don José Luis Carreño; y quisiera compartir con usted un fragmento magnífico de la contestación que él les dio, con la frescura que siempre lo caracterizó:


Sois ¡46! ¿Cuándo me mandaréis un grupo? 

Y ahora en confianza: ¿Habéis tomado en serio eso de las misiones? Porque sí, sí, espero a algunos de vosotros por aquí. 

Si vuestros superiores consienten que os carteéis conmigo, que se sepa desde ahora que mi correspondencia será subversiva.

Pero que conste que los que vengan aquí tienen que ser chicos con corazón de apóstol (nada de aventuras, ni de ensueños, ni de sentimentalismos), con un gran deseo de hacer triunfar a N.S. Jesucristo –listos, porque tenemos que habérnoslas con una civilización antiquísima, con Brahamanes más listos que el hambre y de gran preparación cultural, con lenguas enrevesadas y de riquísima literatura– y fuertes y humildes como los quería la Virgen en el primer sueño de D. Bosco”.83 

 

Entre los atraídos por el celo y la pasión contagiosos de Carreño estaban Josip María Zubizarreta Aramendi (1930-2012), Ignacio Rubio Moreno (1921-1983), José María Armiñana Pascual (1929-1987), José María Dieste López (1926-1986), Jesús Jiménez, Manuel Albizuri Arocena (1925-1982), Jaime Aguilar Valenciano (1925-1971), Eugenio Ojer Buil (1926-) y Alfredo Marzo Remírez (1935-).84 Aquí está el testimonio de Marzo, quien se encuentra en la India desde 1953:


Aunque no se le veía físicamente, por las calles de Madrás, Don Carreño (Carreño Swami), como la gente le solía llamar, estaba presente en la boca y en el corazón de la gente pobre. La escuela de Basin Bridge, St. Joseph Technical School de Madrás y las escuelas y colegios salesianos en las principales ciudades del Sur de la India, fueron y son testigos de la visión profética de este hombre de Dios que rebosaba de alegría, de entusiasmo y vitalidad en todo su ser.

Humilde con los humildes, siempre dispuesto a escuchar, llevó a la entonces incipiente Inspectoría Salesiana de Madrás por el camino de la expansión y de la fecundidad espiritual, en medio de muchas y grandes dificultades.

Don José Luis Carreño, guiado por el Espíritu, rebosaba humanidad. Ese fue el “hombre” que a su paso por España, allá por los años 40 y 50, contagiaba a pequeños y grandes y entusiasmaba con su sonrisa y sus palabras seductoras, a todos los que encontraba a su paso. Sus cantos, sus poesías, sus conferencias, su alegría y entusiasmo eran como un río que se desborda y se lleva por delante todo lo que encuentra en su camino… Aquel río desbordante, aquel imparable torbellino me llevaron a mí y a otros muchos como yo, a tierras de Misión, a la India milenaria, a trabajar con Don José Luis Carreño, a favor de los pobres y los jóvenes más necesitados y ayudarles a vivir una vida más digna y más humana…. Don José Luis Carreño que soñaba, como Don Bosco, en hacer el bien a los jóvenes, pero por medio de otros jóvenes como ellos, de tez morena, que hablasen su misma lengua y que entendiesen a la perfección el modo de ser y de actuar.

Fue él el que hizo rezar, cantar y propagar la plegaria al Sagrado Corazón de Jesús pidiendo vocaciones: “Cor Iesu Sacratissimum… ut bonos et dignos operarios Piae Salesianorum Societati mittere et in ea conservare digneris”. “Sagrado Corazón de Jesús: Dígnate enviar a la Pia Sociedad Salesiana buenos y dignos obreros y conservarlos en ella”.

Fue él quien empezó la campaña para contactar, llamar, recibir y formar a los nuevos jóvenes autóctonos que poco a poco tomarían las riendas de la Congregación en esa parcela predilecta del Jardín salesiano.85 

 

 

5.4 5.4 Indianización del rostro de Don Bosco 

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Como ha señalado Marzo, fue Carreño el gran responsable de “indianizar” el rostro de los salesianos en la India, buscando vocaciones locales en lugar de depender únicamente de los misioneros. Este fue un movimiento audaz. La mayoría de las demás congregaciones internacionales habían tardado años, si no siglos, en comenzar a aceptar vocaciones locales.86

En 1943, cuando Carreño se hizo cargo de la provincia, solo había alrededor de una docena de salesianos indios. Entre los que estaban en formación inicial había 20 estudiantes de teología en Tirupattur, 5 estudiantes de filosofía, y ningún novicio.87 Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939 y el bloqueo del Canal de Suez, cesó el flujo de misioneros de Europa. ¿Qué se podía hacer? Carreño tuvo la brillante idea de ir a Kerala en busca de vocaciones. Kerala tenía una larga tradición cristiana, una fe fuerte y maravillosas familias católicas, y fue aquí donde había que echar la red. “Hoy día”, escribe el buen misionero en 1965, “han crecido hasta los quinientos; y el total de nuestros seminaristas, incluyendo a los comprendidos en los seminarios menores [aspirantados], debe ser alrededor del millar”. Comenzó a visitar parroquias y escuelas, hablando de Don Bosco y de la necesidad de salvar almas, atrayendo con su sencillez y júbilo, su presencia alegre y su música. “De esta manera empezó aquella insólita emigración: un chorrito al principio, un torrente después; más tarde, una y verdadera marea.  Actualmente (1965) tenemos casi DOS DOCENAS DE SEMINARIOS SALESIANOS EN LA INDIA”.88 

No todo el mundo estuvo de acuerdo con las ideas de Carreño, pero su paso para buscar las vocaciones locales resultó ser providencial. No sólo cesó el flujo de misioneros europeos durante la Segunda Guerra Mundial, sino que además 136 salesianos pertenecientes a las naciones en guerra con Gran Bretaña fueron puestos en campos de internamiento,89 dejando solo unos 6 en el campo de trabajo. Y cuando en 1947 India logró la independencia, el nuevo gobierno rápidamente adoptó la política de no otorgar visados a los nuevos misioneros extranjeros.90

El impulso de Carreño por las vocaciones locales es, según Thekkedath, su contribución más duradera a la India salesiana. Había comenzado el aspirantado en Tirupattur en 1943. Al principio, los aspirantes eran todos estudiantes que habían terminado la educación secundaria, pero el número nunca llegó a cuarenta durante varios años. En 1945-46 Carreño comenzó a admitir muchachos más jóvenes que todavía estaban en la escuela secundaria, y pronto el número subió a 200. No faltaron las críticas, pero Carreño se apegó a su idea, con la ayuda del P. John Med (1916-2011), director de los aspirantes, y la ayuda económica del P. Aurelio Maschio (1909-1996).91 “Si los salesianos en la India hoy suman más de dos mil, el mérito de ese crecimiento es de las políticas impulsadas por el P. Carreño”.92

Las cartas del P. Carreño a los Superiores en Roma revelan un apego filial al centro de la Congregación. La propia provincia disfrutó de un período de paz y unión de corazones. En sus cartas a Roma, el arzobispo Louis Mathias, el padre Maschio, el padre Vincenzo Scuderi (1902-1982) y otros no dudaron en atribuir este estado de cosas a la obra del padre Carreño.93

En la Iglesia local también hubo aprecio. Carreño fue designado por Mathias para ayudar como secretario en el Sínodo de la Iglesia en India, Birmania y Ceilán de 1950.94 El P. Archimede Pianazzi (1906-2000) informa que se ganó la admiración de muchos por su “latín ciceroniano”.95 

 

5.5 5.5 Últimos años en India 

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Las diferencias entre Mathias y Carreño han sido documentadas hasta cierto punto por Thekkedath. Los mayores desacuerdos parecen haber surgido especialmente en el último año de Carreño como provincial. Uno de ellos se refería a la forma de abordar la disciplina religiosa salesiana. “Mons. Mathias defendió los castigos duros y humillantes para los culpables de mala conducta grave, mientras que el padre Carreño abogó por un procedimiento más suave. Algunas de las sanciones canónicas propuestas por el arzobispo ni siquiera parecían ser legalmente sostenibles. En un caso, el P. Carreño advirtió que si el interesado apelaba a Roma, era probable que la pena fuera declarada ilegal”. Esto, de hecho, es lo que sucedió en el caso de un sacerdote diocesano: el arzobispo se vio obligado a retractarse.96

Según Pianazzi, el punto de ruptura fue cuando Carreño, como Vicario General, celebró solemnemente, en la catedral, las nupcias de un Salesiano coadjutor que había dejado la Congregación: después de esto, Mons. Mathias ya no quiso tener a Carreño como su Vicario General.97

También he escuchado la historia de un sacerdote salesiano en Chennai que había dejado la Congregación. El P. Carreño llegó a saber dónde vivía y fue a su encuentro. Al ver que no había nadie en casa, se escondió cerca de la puerta y esperó. Al cabo de un rato apareció el cura, pero apenas escuchó a Carreño llamarle por su nombre, entró corriendo en su casa y cerró la puerta. El P. Carreño se acercó a la puerta y dijo: “Puedes cerrar la puerta al P. Carreño, pero no puedes cerrarla al Sagrado Corazón de Jesús”. Se dice que finalmente el sacerdote encontró su camino en Australia, donde volvió al ejercicio del ministerio y murió sacerdote.

Mathias y Carreño eran de carácter completamente diferente, señala el P. Pianazzi,98 y el arzobispo no era de los que se tomaban las cosas en broma. Una de las consecuencias fue su "decidida oposición" a la creación de una escuela separada para coadjutores en Lu Ville en Madrás. La vocación del salesiano coadjutor era un tema muy cercano al corazón del P. Carreño. En una circular de 1948, insistía en que la vocación del coadjutor se cultivara con tanto celo y cuidado como la de los aspirantes al sacerdocio. Inició la escuela para salesianos coadjutores en Tirupattur en 1948-49, y en 1950-51 quiso trasladarla a Lu Ville en Madras. El plan, sin embargo, se encontró con la oposición del arzobispo Mathias, quien insistió en que los aspirantes a coadjutores fueran enviados junto con otros niños a Basin Bridge. Al final, el proyecto fracasó.99

No es improbable que también hubiese una especie de superposición entre la autoridad del provincial y la del arzobispo salesiano. También parecería que los superiores de Turín estaban de acuerdo, al menos de alguna manera, con el arzobispo. El P. Albino Fedrigotti (1902-1986), que visitó la provincia del Sur de la India en nombre del Rector Mayor en 1949-1950, escribió que el P. Carreño era “un excelente religioso, un hombre de gran corazón, pero demasiado poeta. Le gustaría salvar a toda la India en un instante. Pudo infundir entusiasmo en todos y en todo, pero fue menos cuidadoso con la organización y la disciplina. Hizo demasiados cambios de personal y fue demasiado indulgente en la selección de candidatos y en la admisión de personas a la profesión y a las Órdenes”. Sin embargo, el visitador también parece haber agregado que "el espíritu de la provincia era muy bueno y la observancia floreciente".100

No es que Mons. Mathias no apreciara al P. Carreño. En su correspondencia, por ejemplo, lo encontramos diciéndole a Carreño cuánto le encantaba leer sus cartas llenas de optimismo y entusiasmo. Sin embargo, después de la discusión, parece que hubo duras cartas del arzobispo, a las que el provincial respondió con humildad, como señala Thekkedath.101 El libro de Carreño, Singladuras indias, contiene un capítulo sobre Mons. Mathias titulado “El Capitán”, que revela una estima sincera y profunda por el arzobispo.102 

La acusación de mal administrador parece haber permanecido –Carreño también lo comenta con suave humor en sus últimos escritos autobiográficos–,103 pero fue negada rotundamente por un hombre como el P. Maschio, a quien nadie podría acusar de haber sido un mal administrador.104 Con todo, no cabe duda de que Carreño fue un visionario e innovador que tendió a adelantarse a su tiempo. Algunas de sus ideas, como la de llevar voluntarios no salesianos a tierras de misión, fueron mal vistas por las autoridades centrales de la Congregación en ese momento, pero ahora están siendo promovidas activamente por todos.105

Al final de su sexenio oficial como provincial (1945-1951), se le pidió a Carreño que pusiera fin a su servicio y volviera a España para encargarse de los Salesianos Cooperadores. ¿Fue esta la verdadera razón por la que se le pidió que abandonara la India después de 18 años? Rico, que en el momento de redactar la carta necrológica era consejero general de la Región Ibérica, no intenta responder a esta pregunta, aunque admite que la nueva obediencia fue difícil.106 Thekkedath, en cambio, nos da una respuesta. Es evidente que el arzobispo Mathias había escrito a Turín diciendo que Carreño no debía continuar como provincial, basándose en la debilidad en el manejo de la indisciplina religiosa y en haber cargado de deudas a la provincia, y sugiriendo que se enviara a Carreño para reemplazar Vincenzo Scuderi en Goa.107 Al final, Ricaldone y su consejo aceptaron las sugerencias del arzobispo, decidieron nombrar provincial a Pianazzi y pedirle a Carreño que se hiciera cargo de los Cooperadores en España durante unos años, antes de regresar a las misiones.108 “La noticia de que el P. Carreño no iba a continuar como provincial del sur de la India fue un shock para el Consejo [provincial]”, dice Thekkedath, y originó una avalancha de cartas de algunos de ellos al Rector Mayor.109 En cuanto al propio arzobispo, Thekkedath habla de “una o dos cartas mordaces”, incluso hacia finales de julio de 1951, la humilde respuesta de Carreño, y la profesión de Mathias de su amor y estima por él: “Ten por seguro que siempre te amo, aunque ladre.”110 Es difícil de interpretar, sin embargo, otra carta de Mathias a Carreño, esta vez cuando Carreño ya está en camino a Bombay, rumbo a Europa: “Madrás parece desierta ... No me parece cierto que te hayan podido robar de entre nosotros".111 El arzobispo era consciente de que el traslado de Carreño "había causado una gran impresión" y que el propio Carreño "sintió mucho tener que abandonar la India". Se esfuerza en negar que él hubiese sido el responsable del traslado: “Sabe muy bien que no he tenido nada que hacer ni decir sobre su nueva obediencia”.112

Con el innegable aprecio por las capacidades personales de Carreño, podríamos decir con verdad, por tanto, que había sido 'echado' de la India en 1951. Por su parte, había aceptado alegre y felizmente obedecer, siguiendo lo que el mismo Rector Mayor escribió a Mathias.113 De Alfredo Marzo, sin embargo, tenemos la sugerencia de otro motivo también: “Con el tiempo, Don Carreño se dio cuenta de que quizá su imagen como Superior de la Congregación Salesiana y su gran paternidad hacía un poco de sombra a Mons. Mathias, y Don Carreño optó por el evangelio, que dice: ‘Es mejor que él crezca y que yo me haga más pequeño’.”114 No puedo sopesar la validez de esta sugerencia. Lo que sí sabemos es que, en Singladuras indias, Carreño ofrece un cálido homenaje a Mons. Mathias.115


6 6 Primer interludio español 1951-1952) 

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En todo caso, en 1951 encontramos a Carreño en España, haciendo un estudio de los Salesianos Cooperadores. Se sumergió en esta nueva e inesperada tarea con el entusiasmo habitual, visitando un gran número de casas salesianas y grupos de Cooperadores para hacerse una idea de la situación.

El 'informe' de Carreño se encuentra en una carta de 4 de abril de 1952 dirigida al nuevo Rector Mayor, P. Renato Ziggiotti (1892-1983), y otra el mismo día al P. Albino Fedrigotti, entonces vicario del Rector Mayor, en la que habla de la situación y sugiere remedios. Señala que los Cooperadores estaban mal organizados y que eran pocos: solo 15.000 (!!). La razón de esto, según él, es que el Cooperador es visto solo como un benefactor, alguien que da una contribución mensual. La culpa, sugiere, es que los salesianos han reducido a Don Bosco, el mayor hacedor de milagros de la Iglesia desde los tiempos apostólicos, al nivel de uno entre los muchos fundadores de Congregaciones dedicadas a la enseñanza. El trabajo salesiano se ha encerrado entre los muros de las escuelas y los salesianos, dice, se están convirtiendo en personas insensibles a las grandes corrientes de la Iglesia. Ha visto Cooperadores en algunos lugares dirigiendo hasta siete Oratorios festivos, mientras que los Salesianos no tienen ninguno. El católico pensante se pregunta si no somos nosotros, sus hijos, los responsables de reducir la estatura de Don Bosco. Y si muchos jóvenes salesianos optan por las misiones, ¿es acaso porque la vida religiosa salesiana en España carece de ese elemento que más les fascinaba cuando seguían a Don Bosco, el apostolado? Carreño continúa sugiriendo que los Cooperadores son los 'salesianos externos' con los que Don Bosco había soñado, que deberían trabajar en el mismo campo que los Salesianos, y que así el bien se multiplicaría tanto que empezaríamos a entender la grandeza de la misión de Don Bosco.116

Carreño pasa luego a nuevas formas de organización de los Cooperadores. No basta con enviar a un salesiano anciano a sus casas para cobrar una contribución mensual. No basta con enviar a un pobre exmisionero –¿como él? – a distribuir folletos y dar conferencias. Tampoco basta con presionar a los directores, que ya están sobrecargados, a hacer más. Lo que hace falta es dotar a los 'salesianos externos' de casas que les acojan, donde puedan leer, rezar, reflexionar, actualizarse doctrinalmente, hacer sus retiros…. “En estas Casas para Salesianos externos se podría concentrar y dirigir la legión de apóstoles laicos que la Iglesia necesita. Me llena de alegría ver por todas partes, viajando por España, miles de jóvenes que se pasan el domingo en los suburbios enseñando el catecismo; pero me entristece ver que en esta gran cruzada nosotros somos, con poquísimas excepciones, los grandes ausentes. ¡CÓMO HEMOS EMPEQUEÑECIDO AL MÁS GRANDE TAUMATURGO DE LA IGLESIA, DON BOSCO!"117

La respuesta del nuevo Rector Mayor a esta apasionada súplica no fue, lamentablemente, muy favorable. Le recordó a Carreño que él (Ziggiotti) no era Ricaldone. Carreño no debería intentar introducir novedades en las Constituciones, debería dejar el “prurito de reforma”. Él estaba intentando aprovecharse de su condición de misionero y exprovincial, y sería un peligro para la unidad de la Congregación si persistía en sus ideas.118

¿Fue este asunto lo que llevó a los superiores a pedir a Carreño que saliera de España y se dirigiera a Goa? Sabemos que, ya en 1951, Mons. Mathias había sugerido tal movimiento.119 De todos modos, Pianazzi afirma haber sido quien solicitó, en su calidad de provincial del sur de la India, que Carreño fuera enviado como director a Goa.120 


7 7 Goa Dourada 1952-1960) 

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Como provincial, Carreño se involucró profunda y directamente con los inicios del trabajo en Goa. Por lo que escribe, parecería que se habían recibido varias invitaciones de la propia Goa, y que se habían hecho varios intentos infructuosos para obtener el permiso de los Superiores en Turín: “Muchas veces se ha invitado a los Salesianos a iniciar algunas instituciones en GOA y la invitación se había encontrado invariablemente con otra respuesta estereotipada: 'No tenemos personal.'”121  Sin embargo, fue la Segunda Guerra Mundial la que proporcionó una oportunidad:

 

Era necesario que Nuestra Señora interviniera para llevar a los Salesianos no a algún lugar encantador y escondido en el interior del país, sino directamente al corazón y capital de Goa para el bienestar de esta juventud. Y al parecer, dado que Nuestra Santísima Señora no está obligada por objeciones contra los métodos maquiavélicos, hizo uso de las ‘condiciones de guerra’ en la India.122

 

¿Cuáles fueron las muchas invitaciones recibidas por los salesianos? ¿Y cuáles fueron los “métodos maquiavélicos” y las objeciones a ellos a los que alude Carreño? Las respuestas serían sin duda nuevas contribuciones a la historia del trabajo salesiano en Goa y a la propia biografía de Carreño. Pero en resumidas cuentas, al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, a algunos de los salesianos internados, los que habían causado problemas a los británicos en los campos de internamiento, no se les permitió quedarse en India británica, y algunos de ellos se convirtieron en los pioneros del trabajo en Goa.

La idea de ir a Goa –el Estado da Índia, o simplemente Índia Portuguesa– había estado germinando en la mente del P. Vincenzo Scuderi ya durante su internación en Purandarh, y podría haberla compartido con el P. Carreño.123 El P. Carreño había hecho todo lo posible por retener a Scuderi y los demás en la India británica, e incluso había ido a Nueva Delhi para interceder ante el virrey, pero el gobierno de Su Majestad no quiso escuchar. "Muy bien, señores", dijo el P. Carreño. "Estos hombres se han venido a la India a servir a Jesucristo. Ustedes no los quieren en la India británica, se irán a la India portuguesa".124 Acompañado por el P. Aurelio Maschio, fue a Goa para encontrarse con el patriarca, José da Costa Nunes, quien recibió a los Salesianos con los brazos abiertos, se encargó de los visados ​​necesarios, y ayudó a los Salesianos a alquilar una casa en la 'Cidade de Goa’, como se conocía entonces Panjim.125 Así es como, el 4 de abril de 1946, entró en Goa un grupo de 7 salesianos dirigido por el P. Scuderi.126 ¿Había permiso de Turín para esta nueva obra? El asunto no parece estar claro, aunque sin duda los superiores pronto se dieron cuenta de ello, como se desprende de la correspondencia de Scuderi, Ravalico y otros con Turín.127 

En 1951, después de cinco operaciones de hernia y un brote de fiebre tifoidea, el padre Scuderi se fue a Europa a descansar. Sin embargo, la casa de Panjim también había sufrido serias divisiones y malentendidos entre los hermanos, y el P. Scuderi no había podido sanar las divisiones, por lo que los superiores decidieron pedirle que se quedara en Europa y que enviara al P. Carreño en su lugar.128

Al P. Carreño, que había estado en Europa durante aproximadamente un año, como hemos visto, se le pidió que fuese a Goa como director de la casa de Panjim. Llegó en octubre de 1952 y permaneció en Goa hasta 1960, según Thekkedath, un período de 8 años.129 "Goa era… amor a primera vista", escribió Carreño en Urdimbre en el telar.130 Era el único rincón de Asia continental donde los católicos eran más del 50% de la población, con un sacerdote por cada 600 cristianos, campos, colinas y casas dominadas por la cruz, y familias con profundos ideales cristianos. “Goa tenía la más alentadora fuente de energía que un misionero puede esperar, después de la Eucaristía que nos sostiene a nosotros y de nuestra Madre celestial que nos mima: y era el cuerpo incorrupto de San Francisco Javier. Estos sagrados despojos, a los que Pío XII llamó 'el mayor tesoro de Asia', se guardaban en una urna de plata en la Basílica del ‘Bom Jesus’”.131

El trabajo en Goa se había ampliado para incluir dos escuelas técnicas, una escuela secundaria y una escuela primaria; dos iglesias públicas, una de ellas en Panjim dedicada a la Virgen Peregrina de Fátima; el cuidado de más de 600 niños pobres; las imprentas, la “Hora Católica” en la emisora de radio del gobierno; y el trabajo por las vocaciones.132

Todo esto requería dinero y los salesianos eran desesperadamente pobres. Así que en noviembre de 1953 Carreño hizo un viaje a Venezuela y Cuba en busca de fondos para una futura escuela técnica con “Ingeniería Mecánica” y secciones de imprenta.133 También trató de resolver el problema del personal capacitado consiguiendo dos salesianos coadjutores de España, y enviando a algunos jóvenes de Goa a España para su formación.134 Dos de los libros de Carreño, G in M [= God in a Mirror / Dios en un espejo] Christ’s Portrait [El retrato de Cristo]fueron impresos en la nueva Imprenta Don Bosco.135

El internado de Panjim tuvo 300 niños durante la dirección de Carreño, la mayoría de ellos sin pagar. Circulan historias sobre cómo algunos de los más inquietos se escapaban por la noche para ver películas en el cercano “Cine Nacional”, y cómo Carreño, cuando encontraba sus camas vacías, él mismo hacía maniquíes para que los “malhechores” no fueran descubiertos por algún «asistente» atento. Cuando los cinéfilos se enteraban de esto por sus compañeros, se dirigían avergonzados al director. Fue la forma de Carreño de encontrar un camino a sus corazones y ganar su confianza.136 

Valerian Pereira informa:

 

P. Carreño tenía especial predilección por los chicos que venían de familias pobres. Cuanto más pobre eras, más abundante era su bondad paternal hacia ti. En una ocasión, un niño se acercó llorando al P. Carreño informándole de que su tío había llegado para llevarlo a su casa ya que su padre acababa de morir en el hospital. P. Carreño lloró y después de un tiempo acompañó al niño y a su tío a su casa para consolar a la familia. Allí, mientras rezaba por el descanso del alma del hombre, volvió a llorar. Antes de dejar la casa del niño, lo atrajo hacia él y le dijo: 'Nadie debería tener la experiencia de perder a un padre a una edad temprana, pero la Providencia de Dios es mayor que mi pobre comprensión de tal realidad.’ Un joven que también estuvo presente en la casa y que se había percatado de estos hechos, los contó a sus compañeros y a su jefe en el trabajo. El jefe se sintió conmovido por la caridad y la humanidad del P. Carreño y lo visitó personalmente para asegurarle que en adelante sería el patrocinador anónimo del niño que había perdido a su padre. Al niño, a su vez, le fue bien en la vida y continuó visitando el oratorio mucho después de sus maravillosos días como alumno e interno salesiano.137

 

Entre los internos también había algunos aspirantes, y de estos salieron salesianos como Albano D'Mello (1931-2009), Romulo Noronha (1944-2016), Anthony Byron D'Silva (1943-2020), Elias Dias (1942-2020), Chrysologus D'Cunha (1942-) Thomas Fernandes (1943-) y Amarildes Sigmaringa (1948-).138 El sueño de Carreño era montar un aspirantado separado, pero eso más adelante.

La creciente demanda exigía la ampliación de las instalaciones. Con mucha dificultad y con la ayuda de una subvención del gobernador general, se amplió la sección del internado, se añadió un nuevo refectorio para los chicos y también una residencia para los hermanos. Con cierta dificultad y mucha determinación, Carreño también logró que el gobierno cambiara sus planes de adquirir buena parte de la propiedad de la casa de Panjim. Al ser reprendido por su intransigencia frente al gobernador general, la respuesta de Carreño es propia de él: “Precisamente por eso hablo con tanta confianza, sabiendo que es como con un padre con quien hablo y que él nos entenderá”.139

Los lugareños todavía cuentan historias sobre el arduo trabajo y el sacrificio de Carreño, aunque algunas de las damas de clase alta de Panjim parecen haberse escandalizado al encontrarse con el Senhor Diretor encaramado en el techo con su sotana, haciendo reparaciones. Y yo he escuchado personalmente a algunos de los primeros salesianos de Goa narrar, con lágrimas en los ojos, cómo, cuando el dinero y la comida escaseaban, Carreño y otros se llegaban al Colegio Médico de al lado para donar sangre para poder comprar arroz y balones de fútbol y otras cosas con las pocas rupias que recibían.140  Los Salesianos literalmente dieron su sangre por sus muchachos.

Carreño tenía una muy buena relación con el patriarca, José Vieira Alvernaz, a quien había conocido como obispo de Cochin cuando él mismo era provincial de la India del Sur y Vicario General de la Archidiócesis de Madrás. Sabiendo que Carreño había sido secretario del Sínodo de la Iglesia en India,141 el patriarca lo nombró secretario del Sínodo Diocesano. Con el objetivo de promover la literatura religiosa en konkani, el idioma local de Goa, Carreño fue nombrado presidente de la Liga dos Escritores Católicos em Concani (Asociación de Escritores Católicos de Konkani). También fue miembro de la junta de Acción Católica en la archidiócesis y profesor de Catequesis en la Escola Normal que preparaba a los profesores para las escuelas primarias. Al concluir el Año Mariano, se le pidió que dirigiese unas palabras al Instituto Académico Vasco da Gama de Goa. Con frecuencia se le pedía que predicara retiros al clero y seminaristas de la archidiócesis.142 Yo mismo he escuchado que la animación espiritual de Carreño del clero religioso y diocesano fue muy apreciada.143 Joseph Vaz, novicio de Carreño y después miembro de la comunidad de Panjim, alega incluso haber visto a su director en levitación, como reflejo aquí en palabras de Valerian Pereira:

 

Tanto los niños como los fieles laicos que venían a Panjim a rezar sabían que el P. Carreño era un hombre de oración. Muchos de los laicos eran vistos confesándose con el P. Carreño o buscando su guía espiritual o su bendición. Profundamente perturbado por un cierto acontecimiento en el oratorio, el P. Joseph Vaz decidió encontrarse con el P. Carreño después de las oraciones de la noche y buscar su guía. Llamó a su puerta, pero no hubo respuesta. Al ver la puerta entreabierta, se asomó y se quedó asombrado al ver al P. Carreño en éxtasis orante, levitando levemente y en profundo coloquio con Dios. P. Joseph Vaz … [dijo] que le resultó difícil compartir esta experiencia con los demás por el temor de que los demás no le creyeran y como muestra de respeto por su director. Ahora, al compartir la memoria de este gran misionero salesiano, se sintió movido por el Espíritu a honrar su memoria con esta revelación.144

 

7.1 7.1 Entre dos provincias 

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Un informe enviado por Armando da Costa Monteiro, provincial de Portugal, al Rector Mayor, Renato Ziggiotti, proporciona información vital para comprender la presencia salesiana en Goa.145

Monteiro comienza mencionando el buen hacer y el espíritu de los Salesianos, nombrándolos a todos y muy especialmente “al activo y dinámico P. Carreño, pararrayos de la Obra Salesiana en ese Estado”.146  El patriarca, informa, ha elogiado el trabajo de los salesianos, diciendo que él solo gozaba de la estima de toda la gente de Goa.

El provincial pasa a hablar del Concordato y Acuerdo Misionero de 1940 entre la Santa Sede y el gobierno portugués. Bajo este último, la provincia portuguesa había sido reconocida como una Corporación Misionera, con todos los derechos a subsidios para la formación y para los viajes de los misioneros. Sin embargo, esto también significaba que todas las casas de misión en los territorios de ultramar de Portugal tenían que depender del provincial de Lisboa, y que el superior de las casas de misión tenía que ser de nacionalidad portuguesa. La presencia de salesianos dependientes del provincial de Madrás fue, por tanto, un problema, como también, quizás, la nacionalidad del director, aunque Monteiro no lo dice.147

Monteiro luego expresa su propia opinión como provincial. Mucho de lo que dice se basa en lo que le dijeron en confianza las autoridades civiles y eclesiásticas de Goa y que, por delicadeza, no se había dicho a los superiores no portugueses. Estos últimos, por tanto, solo podían tener una visión parcial de la situación. Además, no habían tenido el cuidado de mantenerse en contacto con las autoridades, habían descuidado ciertos trámites e incluso habían dicho “que no tenían nada que ver con estas autoridades”.148  A la luz de algunas críticas, orales y escritas, el patriarca había sido interrogado más de una vez por el Ministro de los Territorios de Ultramar sobre la idoneidad de los salesianos. Este Ministerio había llegado incluso a llamar a los salesianos "los mayores enemigos de Portugal en Goa".149  Especialmente después de las tensiones de 1954, cuando los enclaves portugueses de Dadra y Nagar Haveli habían sido invadidos por la Unión de la India, el gobierno no estaba contento con el envío de salesianos indios a Goa. Dada la gravedad de la situación, por tanto, el patriarca recomendó el envío de personal portugués y la incorporación de Goa a la provincia de Portugal, siguiendo el ejemplo de los jesuitas. Asimismo, el gobernador general también había expresado a Monteiro su esperanza de que Goa se integrara en la provincia portuguesa en el espíritu del Concordato.

Durante su visita, Monteiro parece haber conocido también a John Med, provincial de Madrás. Med, informa Monteiro, se sintió ofendido por la visita del provincial portugués y no entendió la situación de Goa y los problemas que estaba causando a la provincia portuguesa. Cuando se le aconsejó que enviara a Goa a los salesianos de Goa en lugar de a los indios, respondió que era él quien daba las órdenes. Cuando Monteiro insinuó que los Superiores podrían decidir unir Goa a la provincia portuguesa, la respuesta de Med fue categórica: "No puedo permitir un corte en mi Provincia".150 

El informe de Monteiro deja claro que, mientras la obra salesiana de Goa permaneció bajo la jurisdicción de la provincia del Sur de la India, se encontraba en una posición anómala. A la luz de esto, no es de extrañar encontrar, ya en 1949, una carta del Director General de Educación –en las colonias– pidiendo al provincial de la provincia portuguesa que regularice la situación de las obras salesianas en Goa, integrándolos en la provincia portuguesa.

Cabe señalar que Agenor Vieira Pontes (1895-1985), que precedió a Monteiro como provincial, ya había iniciado el asunto con Carreño. En su carta, Pontes sugiere que los clérigos de Goa sean enviados a Portugal para el estudio de la filosofía, y quizás también algunos sacerdotes de Goa durante unos meses; esto sería considerado favorablemente por el Ministerio de Ultramar. Señala que el Concordato no preveía que los superiores en las misiones fuesen extranjeros. Pide a Carreño una lista de las actividades para enviar el informe anual obligatorio al Ministerio. Sin embargo, no llega tan lejos como para sugerir la integración de Goa en la provincia portuguesa, debido a cuestiones de distancia y dispersión. Si Goa pudiera aceptar algunos hermanos portugueses, sin embargo, ayudaría. Dice que él (Pontes) había hablado con Pianazzi, el provincial del Sur de la India, en Turín, sobre el asunto, pero sin resultados concretos.

Ahora, en respuesta al informe de Monteiro, Turín decidía aceptar la propuesta de nombrar un director portugués en Goa, pero aún no sentía la necesidad de integrar Goa en la provincia portuguesa. “Los Superiores son del parecer de dar por ahora este primer paso; las autoridades verán bien al superior portugués y muchos inconvenientes serán evitados”.151

Lo que sigue es una especie de cadena de errores. Manuel Julio Pinho de Bastos fue nombrado director de Panjim.152 El 24 de marzo de 1960, Monteiro escribe a Fedrigotti agradeciéndole la carta de nombramiento de Pinho y la del P. Puddu comunicando la decisión de los Superiores de trasladar Goa a su provincia, aunque no esperaba una decisión tan rápida.153 El mismo día Monteiro comunica la noticia también a Carreño en Goa. Dice que Carreño podría realizar sus vacaciones en España después de la llegada del nuevo director, y que a su regreso podría hacerse cargo del aspirantado en Goa.154 El 29 de marzo de 1960, sin embargo, Fedrigotti responde apresuradamente a Monteiro, negando que Goa haya pasado a Portugal:

 

No sé qué pudo haberte dado la impresión de que Goa debía pasar a tu provincia; tal vez el P. Puddu malinterpretó una discusión que tuvimos sobre el tema. Pero he de asegurarte que por ahora los Superiores quieren que Goa continúe bajo la jurisdicción de la Provincia de la India. Tú mismo puedes comprender fácilmente las razones: el cambio del director ya es un gran paso. Además, en esas dos casas hay, como sabes, muchos hermanos pertenecientes a la provincia de la India del Sur que, naturalmente, todavía tienen vínculos con su provincia de origen, al menos sentimentalmente. Por tanto, debemos ir despacio.155

 

Carreño, que no tenía forma de enterarse de esta aclaración, responde con gran alegría a Monteiro. En particular, le había dolido, dice, la sugerencia de Fedrigotti de trasladar el aspirantado a Bombay, pero ahora está muy contento con la preocupación de Monteiro por el aspirantado, y aceptará la petición para hacerse cargo de él.156

Monteiro, en cambio, responde a Fedrigotti diciendo que su carta lo había perturbado mucho. Puddu no solo había hablado de la decisión de los Superiores de poner Goa bajo la provincia portuguesa, sino que también se había referido, en la carta de nombramiento de Pinho, a la casa de Goa como perteneciente a la “Provincia lusitaniensis”. El P. Borra,157 en una visita canónica a la provincia, había confirmado él mismo la noticia, por lo que él y su consejo la habían comunicado a la provincia y a Carreño y a los hermanos de Goa. Sin embargo, lo más grave fue que el gobernador de Goa, el patriarca y el gobierno portugués se habían enterado. Ahora no se podía hablar de un error por parte de los Superiores; el asunto podría llegar incluso a la Santa Sede. Por lo tanto, espera que los superiores revisen su decisión y confirmen lo que había escrito Puddu.158

¿Turín confirmó de hecho lo que Puddu había escrito y, por tanto, autorizó oficialmente el paso de la obra en Goa a la provincia portuguesa? Parecería que sí, aunque la evidencia que tengo es solo indirecta. Una pista es que Carreño escribe  a Monteiro el 29 de julio de 1961 desde Los Ángeles, pidiendo permiso para prolongar su estancia en Estados Unidos y preguntándole si había decidido dónde colocar el nuevo aspirantado, en Betim o en Vasco da Gama, etc.159 Otra es que Caetano Lobo , en su “Goa Salesiana”, habla de la “inesperada noticia” de que Goa había sido integrada en la provincia de Portugal, algo que Med, el provincial de Madrás, encontró muy difícil de aceptar.160  Una vez más, Monteiro escribe al Patriarca José Alvernaz: “Como todos deseaban, las obras salesianas de la India portuguesa se han integrado en esta provincia no solo oficialmente sino también salesianamente”.161 Finalmente, las crónicas de Panjim de 1959-60 están firmadas por “Armando Monteiro, Prov[incial]”, el 6 de junio de 1960.162 En algún momento de 1960, por lo tanto, la obra salesiana en Goa quedó bajo la jurisdicción de la provincia portuguesa, poniéndola así dentro de los términos y espíritu del Concordato y Acuerdo Misionero, con beneficios obvios y concretos, totalmente pertinentes. 

 

7.2 7.2 Entre Nehru y Salazar 

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Si la obra salesiana de Goa se encontraba entre la provincia de la India del Sur y la provincia portuguesa, Carreño en un momento se encontró entre la Unión de la India y la Índia Portuguesa, “entre Nehru y Salazar”, como lo expresó un periodista,163 y este es otro punto interesante de su biografía.

Rico informa que en 1960 el gobierno portugués honró a Carreño con un reconocimiento oficial.164 Probablemente se esté refiriendo a una ordenanza publicada por el Gobernador General Manuel António Vassalo e Silva en el Boletim Oficial elogiando el trabajo realizado por Carreño.165 Caetano Lobo comenta que Carreño era persona grata tanto para Portugal como para la India porque, en ausencia del cónsul, se había interesado por los prisioneros satyagrahi durante el período 1955-59.166 El propio Rico informa que cuando el gobierno indio rompió las relaciones diplomáticas con Portugal por la cuestión de Goa, Carreño fue llamado por el Primer Ministro, Jawaharlal Nehru, para actuar como intermediario en la liberación de prisioneros indios en Goa.167

Algunos detalles más sobre este asunto están disponibles gracias a un periódico portugués de 1977 que publicó extractos de lo que hasta entonces era un secreto clasificado: el propio informe de Carreño al gobernador general de Goa sobre su reunión con Nehru.168

En agosto de 1947, la India se independizó de Gran Bretaña, y en enero de 1950 promulgó la Constitución y se declaró una república. Para entonces, varios de los estados principescos se habían adherido a la Unión de la India, pero quedaba la cuestión de los territorios portugueses en el subcontinente indio. En agosto de 1954, cientos de satyagrahis indios habían entrado en Goa en varios puntos, como parte de un movimiento en curso para la integración de Goa en la Unión de la India. Según RN Sakshena, muchas de ellas fueron asesinadas por las Fuerzas armadas portuguesas.169 Sin embargo, parecería que un número mucho mayor fue encarcelado en Goa.170 India cortó las relaciones diplomáticas e impuso un bloqueo económico, congelando los fondos portugueses en la India e imposibilitando las transacciones financieras.171

Carreño estuvo, como hemos dicho, profundamente involucrado en el cuidado de los satyagrahis entrados en Goa, hasta el punto de entablar amistades cercanas con algunos de ellos.172 Sin embargo, también estaba preocupado por los efectos del bloqueo económico en la gente común de Goa. En su informe del 13 de noviembre de 1956 escribe:

 

Hace unos meses, sirviéndome de la poca autoridad que me daba el hecho de ser encargado de los presos políticos indios, había escrito una carta bastante dura al señor Ashok Mehta del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de la India (pero residente en Bombay), protestando contra las injusticias provocadas por el bloqueo económico de Goa y, sobre todo, la injusta retención de las pensiones de miles de goaneses.173

 

El ministro respondió invitando a Carreño a Bombay y luego a Delhi, donde, como sucedió, el propio Nehru pedía verlo. Era el día 29 de octubre de 1956. Según Pianazzi, el hecho de que Carreño hubiera tomado la ciudadanía india le otorgaba una posición especial ante Nehru, quien lo tenía en gran estima.174 Nehru agradeció por todo lo que Carreño estaba haciendo por los presos políticos indios. Lamentó que el gobierno portugués no hubiera apreciado sus esfuerzos –de Nehru– para detener el movimiento de la satyagraha a costa de volverse impopular entre su propia gente. Pero estaba interesado en conseguir la liberación de los satyagrahis indios. Carreño indicó que lo que no era posible en la esfera política podría ser posible a través de la mediación de la Iglesia Católica; pero también insistió en que se levantara el bloqueo económico, ya que estaba causando angustia a cientos de goaneses de a pie. Nehru dijo que estaría feliz si la Iglesia pudiera mediar, pero no prometió nada con relación a levantar el bloqueo.

La participación de Carreño en este asunto merece investigación. Se ve claramente que su preocupación no estaba limitada por las fronteras políticas o nacionales: había hecho todo lo posible por cuidar a los prisioneros políticos indios en Goa, y además estaba profundamente preocupado por los efectos del bloqueo económico a los goaneses corrientes. Sobre la cuestión de la continuada presencia portuguesa en Goa y sobre las posibles respuestas indias, es más ambiguo:

 

- Sr. Nehru, hay que confesar que la cuestión de Goa está actualmente en punto muerto. La Unión de la India no parece ser consciente de lo que representa Goa para Portugal. La India portuguesa está tan arraigada en su historia, sus glorias, su literatura, su mejor poesía, su patrimonio espiritual, que no hay esperanza de convencer a los portugueses de que pueden abandonar este territorio sin traicionar sus deberes más sagrados para con la Patria. No es comparable Goa con Pondicherry. Aquí, los intereses económicos no están en juego: se trata del deber de un pueblo de defender un patrimonio sagrado. Créame, Portugal no cederá. Por otro lado, la Unión de la India no acepta otra solución que no sea obligar a Portugal a abandonar Goa. Y, como la U[nión de la] I[ndia] no quiere tomar las armas, parece haber perdido toda esperanza de conquistar la ciudadela de la conciencia portuguesa. Habiendo cerrado sus delegaciones, aquí tenemos un punto muerto. ¿Debemos seguir así para siempre?

 

Y otra vez:

 

- Cualquier persona honorable le dirá, Sr. Nehru, que este bloqueo es un fracaso total. Este bloqueo ni siquiera araña al gobierno portugués o a su ejército. ¿Por qué la Unión de la India se obstina en meterse con el pueblo de Goa?

- Hasta desde el punto de vista político, el bloqueo es un fracaso: el único objetivo que ha logrado es acercar más a los goaneses a Portugal. Tienen toda la razón para decir: 'Portugal es nuestra madre; la Unión de la India nos trata como nuestra madrastra’.175

 

Según Carreño, Nehru lo escuchó en silencio “con la cabeza gacha como un león cansado.” Como había hablado ante el gobernador general de Goa, ahora se había expresado sin miedo ante el primer ministro de la India. El miedo no era una emoción que hubiera interiorizado durante su educación. “Nunca se me habló de MIEDO”, escribe sobre su infancia “¡Y cuánto lo he agradecido luego en la vida!, ¿miedo de qué?, ¿de quién?, ¿para qué?, ¿leoncitos a mí?, ¿no era yo hijo de Dios y hermano de Jesucristo?"176 

Pero volvamos al contenido de la intervención. ¿Carreño simplemente representa aquí las convicciones portuguesas o refleja las suyas? El autor del artículo de Expresso de 1977 llega al punto de sugerir que el buen sacerdote actuaba como agente doble, aunque quizás sólo de manera involuntaria y sin pretenderlo explícitamente. Rico informa que el diálogo entre Carreño y Nehru terminó con Carreño diciendo: “Señor Ministro, yo no soy un diplomático” y Nehru respondiendo: “No, padre. Usted es un hombre sincero".177 Podríamos decir que Carreño ciertamente apreciaba los beneficios del dominio portugués para el trabajo de los salesianos, pero que él no era de los que dejaban detener su corazón por las fronteras políticas.

La misión de Carreño solo tuvo un éxito parcial. Llevó la solicitud de Nehru a Bangalore, donde se reunía la Conferencia de Obispos Católicos de la India: "El Primer Ministro desea que la Iglesia Católica trabaje para obtener la amnistía para los prisioneros políticos indios en Goa".178 Cuatro meses después, la Goa portuguesa concedió la amnistía deseada. La India de Nehru, por su parte, no ofreció nada a cambio y, según Rico, "Goa sufrió injustamente".179 Según Pianazzi, esto llevó a una disputa entre Carreño y Nehru, con la consiguiente renuncia a su ciudadanía india.180

Las crónicas de Panjim contienen información sobre otro incidente que revela la actitud política de Carreño.181 La ocasión fue la toma india de los enclaves portugueses de Dadra y Nagar Haveli en 1954. En julio de 1954, se celebró en Goa un Día de 'Herois de Dadra', en el que participaron los alumnos de la Escuela Don Bosco como miembros de la Mocidade Portuguesa (Juventud de Portugal).182 En octubre de 1954, el Dr. Sócrates da Costa convocó una reunión de todos los directores en la que les pidió que firmaran un manifiesto, "Saibam quantos êste documento virem [Sepan cuantos vean este documento]", protestando contra la India por intentar fusionar Goa con India. El P. Caetano Lobo, director de la escuela salesiana, fue el único de los presentes que se negó a firmar, diciendo que tenía que consultar a su superior, el P. Carreño. El Dr. Sócrates insistió en conocer la opinión de Carreño, por lo que Carreño envió una respuesta a Lobo que es una maravilla del buen sentido y la astucia evangélica:

 

En primer lugar, somos ministros de Jesucristo y benefactores de los niños pobres. Es necesario que lo sepa todo el mundo.

Ahora bien, no hay duda de que, por el bien de la religión, es mucho mejor que Goa siga siendo portuguesa, ya sea como provincia de ultramar o como miembro de una Unión Lusitana. Y digo esto no como íbero que soy, sino como un sacerdote católico que está presenciando el curso de los acontecimientos en la Unión de la India. Mientras que el gobierno portugués ha sido nuestro mejor y más generoso benefactor en Goa, el gobierno de Bombay, con su ‘Public Trust Act’, ha estado asumiendo el control, si no robando directamente, propiedades eclesiásticas, como todos saben.

Pero en la manifestación pública de nuestras convicciones políticas se nos imponen dos límites

a) por nuestra disciplina religiosa

b) por nuestro deber de caridad.

(¡Y fíjese que yo nunca invoco la virtud de la 'prudencia’, por la que siento muy poca simpatía!)

Usted, P. Lobo, tiene su voto de obediencia. Puede ser enviado por su Superior Provincial de nuevo a las casas de Shillong, Dibrugarh, Kotagiri ... donde ha trabajado antes. Si usted, P. Lobo, firmara un manifiesto público en las circunstancias actuales, no solo iría en contra de la norma de nuestras Constituciones que nos pide no solo que seamos apolíticos sino suprapolíticos ('nuestra política es la del Padre Nuestro’, decía Don Bosco), sino que le haría imposible cumplir su voto de obediencia. Suponga que el P. Provincial llama al P. Lobo a Madrás para un Retiro, renovación de votos, ser director del colegio... cuando el Padre llegue a Castle Rock, le podrían decir como al Sr. Virgincar: 'Firmaste un manifiesto público: por favor regresa'.

Yo personalmente, estaría muy feliz, porque eso significaría que el Padre Lobo se quedaría con nosotros en Goa para siempre: pero objetivamente, no parece canónicamente correcto.183

 

Carreño continúa mencionando “una razón aún más fuerte” relacionada con el hecho de que la mayoría de los niños pobres de la escuela tienen familiares en la cercana India o en el África inglesa, pero lamentablemente las crónicas no contienen la segunda página de la carta. De todos modos, el cronista (probablemente el mismo Lobo) dice que la carta fue mostrada al Dr. Da Costa, quien a su vez se la mostró al patriarca y probablemente también al gobernador general. Además, una lista de 249 nombres de 'afiliados' –probablemente los estudiantes– que habían firmado el documento en cuestión, enviado a la Mocidade, y con eso el asunto parece haberse cerrado. “Era una situación delicada, pero dejaba claro a todos que los salesianos, por sus Constituciones, deben ser no sólo apolíticos sino suprapolíticos”, comenta la crónica.184  Carreño se manifiesta como pro portugués o al menos como alguien que aprecia lo que el gobierno portugués estaba haciendo por la obra salesiana, pero también como el superior sabio (¡no prudente!) que es capaz de tener en cuenta el panorama general. Cuidó de los prisioneros indios satyagrahi, pero también pudo dialogar audazmente con las autoridades indias. Fue apreciado por Nehru pero también recibió, a su salida de Goa, un reconocimiento oficial por parte del gobierno portugués y un homenaje público en el que participaron las máximas autoridades, tanto civiles como eclesiásticas. Carreño supo dar a Dios lo que era de Dios, y a los varios Césares lo que les correspondía.

 

7.3 7.3 Un proyecto inconcluso: el aspirantado de Betim 

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Otro elemento interesante en la estancia de Carreño en Goa es el proyecto de aspirantado de Betim.

En el sur de la India, Carreño había buscado vocaciones principalmente en la vigorosa y antigua iglesia de Kerala. Goa, se dio cuenta, era otra preciosa mina de vocaciones.

Al principio, los aspirantes eran simplemente parte del internado en Panjim junto con otros niños, como ya he señalado. En 1955 se tomó la decisión de separar a los aspirantes del resto. Al principio se les asignó el “Cobertizo III”, y en 1956 el edificio de la escuela secundaria, y la escuela se transfirió al edificio central. El provincial de la India del Sur, Pianazzi, puso de inmediato a cargo del aspirantado a Caetano Lobo, bajo la dirección de Carreño.185

Pero el sueño de Carreño era poner un aspirantado aparte.186 La idea ya se la menciona el provincial de Portugal a Carreño en 1952: si los salesianos de Goa podían instalar el aspirantado y el noviciado en el convento de San Caetano en Velha Goa, la provincia portuguesa se encargaría de los estudios filosóficos de los clérigos.187 Sin embargo, no todo el mundo estuvo de acuerdo con la idea de crear un aspirantado independiente. El provincial de Madrás –se queja Monteiro a Fedrigotti en 1959– quería, de hecho, cerrar el aspirantado de Goa.188 Parecería que durante su visita extraordinaria a Goa de aquel año el mismo Fedrigotti sugirió –según Carreño– que el aspirantado fuera trasladado a Bombay.189 

Sin embargo, en 1960, como hemos visto, Goa pasó a la provincia portuguesa, donde el proyecto del aspirantado encontró un apoyo entusiasta. Esta, de hecho, es una de las primeras cosas que Monteiro menciona a Carreño en su carta de 24 de marzo de 1960 comunicando la noticia del cambio de jurisdicción y del nombramiento de Pinho como nuevo director de Panjim. De hecho, le pide a Carreño que tome la dirección del aspirantado después de regresar de sus vacaciones en España.190 Carreño, claramente aliviado de que el proyecto estuviese en marcha, responde que estaría feliz de aceptar: “Como se recordará, en mi última a V.R. deploraba el hecho de que el Sr. Pe. Fedrigotti todavía se inclinase a mandar el Aspirantado a Bombay, y eso me había clavado una espina en el alma; pero cuando recibí la suya y vi que su primera preocupación era precisamente la del Aspirantado, se me abrió el alma a la esperanza y a la alegría. Deo gratias. Ahora me voy contento y dispuesto a trabajar también en la propaganda; yo creo que si logro recoger algunos millares de Dólares para nuestro seminario menor, el Gobierno mismo estaría dispuesto a darnos otro tanto…”.191

Carreño partió de Goa a España probablemente a principios de junio de 1960, tras la llegada del nuevo director. En febrero de 1961 lo encontramos todavía en España. Escribiendo a Pianazzi, ahora miembro del Consejo Superior en Turín, le agradece “estas maravillosas vacaciones”, diciendo que llegó allí a tiempo para el 75 aniversario de la visita de Don Bosco a esa ciudad.192 Informa que todavía está en el proceso de publicar sus Marian Meditations, que servirían en su campaña de recaudación de fondos para el proyecto aspirantado en Goa. Luego agrega con asombrosa presciencia: "Incluso si no volviera a Goa, qué consuelo sería para mí saber que un nuevo centro de vocaciones continuaría multiplicando el bien ...".193

En marzo de 1961, el buen misionero está en los Estados Unidos, trabajando en una parroquia rural mientras prepara la campaña de recaudación de fondos. Tenía la esperanza de que el P. Michael Murray lo ayudara,194 pero eso no fue posible porque los superiores locales lo habían enviado a otro lugar. Sin embargo, escribe a Monteiro que Murray está ansioso por regresar a las misiones: ¿por qué no pedir al Rector Mayor o a Bellido, su vicario, que lo envíen al nuevo aspirantado en Goa?195

En julio de 1961 encontramos a Carreño escribiendo a Monteiro desde Don Bosco Tech, South San Gabriel, California. Está decepcionado de que Turín no permita que Murray regrese a la India: “Es una negativa amarga, pero una vez que la obediencia se pronunció, acepto con espíritu de fe. Fiat voluntas Dei!"196 Continúa pidiendo una prórroga de su estancia para recaudar más fondos, comenta varios detalles sobre la construcción del edificio para el aspirantado, indaga si Monteiro había decidido ubicar el proyecto en Betim o en Vasco da Gama, y sugiere que el provincial solicite al gobierno portugués una contribución sustancial.197

En noviembre de 1961 comienza la discusión sobre el traslado de Carreño de Goa a Filipinas. Fedrigotti escribe a Monteiro diciéndole que Carreño no tuvo ningún problema en aceptar el traslado, sino que solo estaba pidiendo unos meses para completar la recaudación de fondos para Goa, lo que quizás implica que, en ese momento, todavía estaba en los EE.UU. Fedrigotti continúa diciendo que el dinero recaudado para el aspirantado en Goa debe destinarse a ese fin, como ha venido insistiendo el propio Carreño. “Incluso si primero desea construir la 'universidad', debe asegurarse de encontrar dinero para el aspirantado. Pero el peligro es que no quede dinero… creo que está de acuerdo en que el aspirantado es urgente."198 

En diciembre de 1961, sin embargo, Goa es absorbida en la Unión de la India y las cosas cambian por completo, también para el proyecto de aspirantado. Carreño escribe a Monteiro desde Barcelona diciéndole que Fedrigotti le ha dicho que entregue el dinero recaudado al P. John Med, provincial de la provincia del Sur de la India,199 "ya que los aspirantes goaneses serán mantenidos por él". Carreño no está nada contento con este giro de las cosas: “Me deja de muy mal humor todo este negocio,” dice, porque es una violación de la intención de los donantes y del que pide las donaciones.200 

Los archivos de la provincia del Sur de la India probablemente contendrán más detalles sobre el proyecto del aspirantado en este momento. Lo que está claro es que el aspirantado nunca se construyó en Betim sino que continuó de diferentes modos en el mismo Panjim.

 

7.4 7.4 Salida de Goa 1960) 

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Ya hemos visto que, como parte del esfuerzo por situar la presencia en Goa dentro de los términos del Concordato, se solicitó a Carreño que terminara su servicio como director en mayo de 1960, a pesar de que su (tercer) mandato debía expirar sólo el 15 de agosto de 1961.201 Es probable que, tras el homenaje público y la despedida que se le brindó en Panjim, se quedara para recibir al nuevo director y al provincial que lo acompañaba, y que partiera de Goa a principios de junio. Sin embargo, todavía hay una cierta ambigüedad en torno esta salida: ¿fue temporal o definitiva?

Hemos visto que, al menos según Lobo, ya en 1959, durante la visita canónica, Fedrigotti había dicho que Carreño dejara Goa el año siguiente y se fuera a España a descansar, después de lo cual podría dirigirse a los EE.UU. a recaudar fondos para el aspirantado propuesto en Betim.202 Quizás los Superiores de Turín ya estaban pensando en modos de "regularizar" la situación de Goa en el espíritu del Concordato.

Sin embargo, sería útil tener en cuenta una carta muy contundente de Fedrigotti a Carreño, 15 de febrero de 1957:

 

¿Quieres que diga lo que pienso de algunas de tus cartas? Sé cuánto amas a la Congregación y a Don Bosco; y esto te ahorra un juicio más severo. Pero créeme que, quizás sin que te des cuenta, tus cartas a veces son ofensivas en lo que dicen de los superiores: parecería que ellos [los superiores] no entienden nada y no cumplen con su deber.

... Cuando haces una propuesta, parece que no existe nada más en todo el mundo salesiano, por lo que todos deben comenzar a moverse de inmediato para realizarla. Dices otra fuerte: las debilidades que han motivado tu carta son, según tú, 'indirectamente el resultado del desafecto que hemos experimentado': como si las debilidades en cuestión no tuvieran una procedencia mucho más antigua, incluso antes de mi visita a la India!...

...

Esto es lo que quería escribirte. Me perdonarás si le he puesto poco azúcar. Cuando necesites decir algo, ten siempre la libertad de hacerlo, e incluso para desahogarte; pero debes hacerlo de tal manera que cuando se presente tu causa de beatificación no haya demasiadas dificultades que superar…203

 

No he podido encontrar la respuesta de Carreño a esta carta, pero el hecho de que hizo una copia y se la envió a Monteiro es en sí mismo de cierta importancia, aunque la razón inmediata probablemente estuvo relacionada con la sugerencia de Fedrigotti de enviar los aspirantes de Goa a Portugal para el noviciado. Además, está el hecho de que Carreño agradece a Monteiro su respuesta: “Mil gracias por tu amable cartita del 5.3.57 que me ha sido una inyección de aliento, porque la verdad es que recibimos tantos garrotazos de todas partes, incluyendo naturalmente de nuestros queridos Superiores…”204

De todos modos, sabemos que Carreño aceptó de muy buena gana el final anticipado de su dirección. En lugar de terminar en agosto de 1961, terminaría en mayo de 1960, antes del comienzo del año académico en Goa. En mayo de 1960, de hecho, tenemos un homenaje bastante bien documentado y solemne a Carreño por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas de Goa. En los discursos que nos han llegado, como también en el Reconocimiento Oficial del Gobernador General publicado unos días después, no se menciona su salida de Goa.205 Sin embargo, otros documentos sí hablan del homenaje como una despedida con motivo del viaje de Carreño a Europa, y el Aitarachem Vachop contiene cinco poemas llorosos de simpatizantes y exalumnos,206 pero todo esto no indica necesariamente una salida definitiva de Goa. Sabemos que Monteiro, el provincial de Portugal, visitó Goa en mayo-junio de 1960, para acompañar al nuevo director, Pinho, pero también quizás porque Turín, finalmente, había sancionado el paso de Goa a la provincia portuguesa.207 Hemos conjeturado que Carreño se fue a España a finales de mayo o principios de junio de 1960.208 Hemos visto que en febrero de 1961 todavía estaba en España, y que de allí se dirigió,  probablemente a finales de marzo de 1961, a los EE.UU. en su misión de recaudación de fondos para el nuevo aspirantado en Goa.209 

Como ya hemos señalado, en noviembre de 1961 se produce un cambio significativo: Monteiro recibe una carta de Fedrigotti diciendo que Carreño sería trasladado fuera de Goa, probablemente a Manila:

 

Tengo que pedirte un sacrificio. El cardenal de Manila, que tiene una fe ciega en los salesianos, nos ha pedido con gran insistencia un salesiano para poner al frente de su Centro Católico, una obra de gran importancia para la capital de Filipinas. Hemos puesto los ojos en el P. Carreño quien, además de otros grandes dones, también habla los dos idiomas necesarios en Filipinas, inglés y español. Ya le he escrito y no tiene dificultad para aceptar esta tarea; solo pide unos meses para completar su campaña para Goa.210

 

El buen provincial se queda impactado – “questa lettera mi causò una scossa profonda” – y en su larga respuesta pide al superior que no siga adelante con sus planes. Carreño era muy apreciado por las autoridades eclesiásticas y civiles, como había dejado claro el homenaje de mayo de 1960. Estaba involucrado en la recolección de fondos para el aspirantado, y la provincia de Portugal no tenía a nadie más con esa capacidad. Durante su visita a Goa, el Gobernador General y el patriarca le hicieron prometer que Carreño regresaría. “Respondí, basándome en su carta de marzo del año pasado, que podían estar seguros de que el deseo de Su Excelencia coincidía con el de los Superiores”.211 

Monteiro continúa señalando que algunos salesianos habían desafiado a Carreño por defender el respeto debido a las autoridades establecidas. Ahora bien, si no volviera, parecería que los superiores o bien estaban defendiendo a estos salesianos, o bien se estaban dejando engañar. También podría parecer que los salesianos portugueses quisieran despedir a Carreño: “Y yo, como todos los salesianos portugueses que conozco, me sentiría muy ofendido por este tipo de calumnias, porque lo admiramos inmensamente y le estamos muy agradecidos."212 El provincial luego habla del aspirantado: le gustaría que el dinero recaudado por Carreño se destinara exclusivamente para el nuevo edificio, y le había dicho al nuevo director, Pinho, que en cuanto regresara Carreño debía comenzar con la construcción. Tenía la intención, con la aprobación de su consejo, de nombrar a Carreño director de este aspirantado; esto había sido comunicado al propio Carreño y también a Pinho y a otros. “Por todas estas razones espero que los Superiores no se lo lleven y encuentren a alguien en Hong Kong, donde hay abundancia de personal, por ejemplo, el P. Pomati, para la misión que el Cardenal de Manila quiere encomendar a los Salesianos."213

A la larga y apasionada carta de Monteiro no hay respuesta de Fedrigotti. La acción militar india comenzó el 11 de diciembre de 1961, un día después de la carta del provincial, y  terminó el 19 de diciembre de 1961 con la anexión de Goa. El provincial estuvo en Roma, participando en el Primer Congreso Internacional de Vocaciones Religiosas. De su carta a Carreño del 22 de diciembre de 1961, queda claro que está consternado, molesto y preocupado por Goa, los hermanos y la gente de allí, y al mismo tiempo, dolido por la falta de simpatía en los círculos de la Iglesia por Portugal:

 

Mi impresión en Italia, donde asistí al Primer Congreso Internacional de Vocaciones Religiosas, es que la mentalidad general, al menos en el caso de Portugal, es la misma que la de los comunistas. Pues solo estos (y los socialistas) atacan frontalmente a nuestro gobierno y a la posición portuguesa. Y la gran mayoría de los sacerdotes apoyó esta posición.214

 

Pero, evidentemente, Monteiro también sigue lidiando con la posibilidad de perder a Carreño. Revela que había ido a Turín –precisamente el 19 de diciembre de 1961– para encontrarse con los Superiores y discutir con ellos no solo la nueva situación en Goa, sino también la de Carreño:

 

Y vayamos ahora a su caso y los problemas que plantea.

Te mando copia de una carta que le envié al P. Fedrigotti para que puedas ver mi estado de ánimo cuando supe la triste noticia de que te querían robar. Fui a Turín el día 19 de este mes  para encontrarme con los superiores y establecer normas para la nueva situación creada por el bárbaro ataque indio a la obra salesiana en Goa. En principio, me dijeron que dejara todo como está; pero ¿estarán de acuerdo los caballeros hindúes de la capital india? ¿No despedirán a los salesianos portugueses y también a algunos de los [otros] europeos? Voy a escribirle al P. Med para recibir noticias por él, porque es imposible recibir noticias a través de nuestro servicio postal por el momento.

Le insistí al P. Fedrigotti que Usted viniera a ayudarnos en África, porque pronto abriremos una casa en Luanda. Pero él, que estaba dispuesto a cambiar de opinión cuando se trataba de Goa, si todo hubiera seguido como hasta hace unos días, me dijo que Usted no podía ir a la India porque había defendido la posición portuguesa en Goa, y que ellos, los Superiores, ya se lo habían prometido al cardenal de Manila. No tiene idea de cuánto siento esta pérdida. El Consejo Provincial también se unió a mí para defenderle. Y estoy muy arrepentido de no haberle llamado a finales de octubre o principios de noviembre, dándole un puesto temporal hasta que se resolvieran otros problemas. Mi intención era que fuera a Goa en marzo-abril para preparar el nuevo año escolar como director del Aspirantado. Entonces iría otro sacerdote portugués, que junto con el P. Casti le ayudarían, porque el P. Corcoran está claro que no tiene las cualidades necesarias para la vida comunitaria. ¿Qué podemos hacer ahora? Fiat voluntas Dei.215

 

La visita de Monteiro a Turín explica, quizás, por qué no hay una respuesta oficial a su carta de protesta del 10 de diciembre de 1961 a Fedrigotti. Es bueno saber que Fedrigotti estaba, de hecho, dispuesto a cambiar de opinión y dejar a Carreño en Goa. El nuevo estatus político del territorio, sin embargo, complicó las cosas, especialmente porque Carreño fue considerado un defensor de la posición portuguesa en Goa. También estaba la promesa hecha al cardenal de Manila. O tal vez fue simplemente que las cosas funcionaron de tal manera que fue muy conveniente sacar a Carreño de Goa y llevarlo a Filipinas.

Curiosamente, también hay una carta de Fedrigotti en Turín a Monteiro datada el 4 de enero de 1962, que reconoce la comunicación por telegrama de este último y da instrucciones sobre los pasos a seguir en la nueva situación.

 

Hace unos días recibimos su telegrama con noticias de Goa. Gracias a Dios que no ha habido mayores problemas. El P. Pinho también me ha escrito: pobre hombre, está consternado y desanimado por el giro de los acontecimientos; le gustaría irse de inmediato; pero debemos hacer las cosas con calma. Él [en cambio] ya envió un telegrama al P. Med pidiéndole en nombre de los superiores (¡sic!) que visite Goa para ver la situación por sí mismo. [Pero] me parece que no hay necesidad de eso. 

En cambio, y aquí también debes ayudar, debemos esperar y ver cómo reacciona el gobierno portugués; destituir [a nuestro] personal portugués de inmediato sería considerar la invasión de Goa como un hecho consumado y sus autoridades podrían interpretarlo erróneamente.216 

 

Naturalmente, Fedrigotti no menciona en absoluto a Carreño. Eso también es ahora un hecho consumado. “¿Qué podemos hacer ahora? Fiat voluntas Dei”, había dicho Monteiro.

La salida de Carreño de Goa en 1960 resultó ser, por tanto, su salida definitiva. Thekkedath tiene razón cuando señala 1952-1960 como las fechas de la estancia de Carreño en Goa.217

Los homenajes públicos ofrecidos en mayo de 1960 fueron, de hecho, si no intencionalmente, la despedida definitiva de un hombre que realmente había amado Goa. Entre los mensajes que nos han llegado, destaca el reconocimiento oficial ofrecido por el gobernador general:

 

Elogiamos al Rev. José Carreño por la magnífica labor realizada en Goa durante sus ocho años de permanente e incansable actividad a favor de los niños más desfavorecidos, a quienes trató de ofrecer, junto con cuidados, comida y alojamiento, condiciones de vida que les harían posible afrontar la vida con mayor optimismo y esperanza.

Gracias a la dedicación incansable del ilustre Padre salesiano, fue posible que algunos centenares de jóvenes se convirtieran en hombres capaces de estar a la altura de una misión en la tierra muy diferente de la que habría resultado si hubieran crecido en el precario estado en el que se encontraban antes de ser puestos bajo la protección de la magnífica obra de los Salesianos.

Para hacerlo posible, a costa de muchos sacrificios por parte de este misionero, se habilitaron algunas instalaciones importantes... que ya son hoy un elemento valioso en las actividades de esta ciudad, junto con el enorme alcance en la formación moral, espiritual y profesional de estos centenares de muchachos, los hombres del mañana, sobre los que debe basarse cada vez con más fuerza la estructura misma de esta provincia portuguesa de ultramar.

El Gobernador General se complace en dejar constancia oficial y públicamente de su alta estima por la figura sencilla, humilde y dinámica del ilustre misionero que es el Reverendo Padre José Carreño, fruto de la devoción ilimitada a la Santa Causa a la que dedicó todas las fuerzas y la inteligencia con que Dios lo ha bendecido.

 

Rico también informa de un excelente homenaje "de los hermanos portugueses", que ahora sabemos que fue escrito en Lisboa después de la muerte de Carreño:

 

El arranque del Oratorio de Panjim, con Liceo, Escuela Profesional, Centro Juvenil, aparte de otros Oratorios; el comienzo del Aspirantado anejo al internado para los muchachos más abandonados; el incremento de la devoción a María Auxiliadora y a Don Bosco, la colaboración con el clero local y el prestigio salesiano alcanzado, son pruebas evidentes del valor del inolvidable Padre Carreño. Para los hermanos jóvenes era un padre que abraza siempre a los hijos en sus dificultades.218

 

Más conmovedor, sin embargo, es lo que nos muestra este homenaje sobre los sentimientos de los jóvenes: 

 

Y los alumnos, cuando él terminó su mandato en 1960 como Director de Panjim y estaba para volver a Europa, exclamaban inconsolables: ‘Si supiésemos que no había de volver, no le dejaríamos marchar. Iríamos todos al aeropuerto’…219

 

Entre el sur de la India y Goa, Carreño había pasado 26 años en el subcontinente indio. Marzo escribe: “Las 11 Inspectorías de la Obra Salesiana, el florecer de las vocaciones autóctonas en toda la India son el monumento más grande y mejor al gran corazón de Don Carreño para quien el mundo era pequeño y para quien la Iglesia y Don Bosco fueron los mayores amores de su vida como Padre, Profeta y visionario de la Obra salesiana en la India”.220


8 8 Segundo interludio español – y los Estados Unidos (1960-1961) 

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Llegado a España a principios de junio de 1960, Carreño, como hemos visto, estaba ciertamente en Barcelona en febrero de 1961, trabajando en un libro de meditaciones marianas en inglés, para ser distribuido a los benefactores de Estados Unidos.221 Sabemos con seguridad que estaba en New Rochelle o sus alrededores a finales de marzo de 1961. El 29 de julio de 1961 escribe a Monteiro preguntándole si debería ampliar su estancia para recaudar más fondos, comenta los detalles sobre el nuevo edificio del aspirantado en Betim, y habla con entusiasmo sobre “la mejor escuela técnica del mundo salesiano” en Los Ángeles, donde los superiores estarían felices de recibir a los aspirantes a hermanos coadjutores de Goa. “El futuro de nuestra Goa Salesiana es muy risueño”, exclama, y ​​luego agrega: “¡Lástima que yo esté ya viejo y cansado!”.222 Apenas tenía 55 años. Por delante de él le esperaba una corta estancia en Filipinas y luego una muy larga de regreso en España.


9 9 Corta estancia en Filipinas (1962-1965) 

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El P. Carreño estuvo sólo cuatro años en Filipinas (1962-1965), pero aquí también dejó una huella imborrable, “una contribución inconmensurable y crucial a la presencia salesiana en Filipinas”, en palabras del historiador salesiano Néstor Impelido.223

Hemos visto cómo, en noviembre de 1961, los superiores de Turín habían empezado a pensar en enviar a Carreño a Filipinas para atender una solicitud del cardenal de Manila de que un salesiano dirigiera su Centro Catequético. De hecho, Carreño se fue a Filipinas para asumir el cargo de maestro de novicios. Celestino Lingad informa que el P. Carlo Braga, ahora Siervo de Dios,224 se había encontrado con Carreño en la basílica del Tibidabo en Barcelona, y quedó tan impresionado por él, que lo había invitado “a venir a Manila y echar una mano a los salesianos que trabajan en la visitaduría de Filipinas.”225 Braga era, en ese momento, superior de la recién erigida visitaduría filipina. Como era su costumbre, Carreño se puso inmediatamente a buscar fondos para las vocaciones y la formación en su nueva tierra de misión. El 25 de marzo de 1962 parece haber comenzado su viaje a Manila,226 llegando en abril de 1962.227 De camino a las Filipinas, se detuvo en Bombay para visitar Goa y el sur de la India, viaje que se describe detalladamente en su libro Singladuras indias.228 

 

9.1 9.1 Maestro de novicios en Mutinlupa, Pampanga y Canlubang 

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Los salesianos habían llegado a Filipinas “por casualidad”: los comunistas de Mao Tse Tung los habían expulsado de China, y necesitaban un lugar adonde ir. Las primeras casas se abrieron en 1951 en Tarlac y Victorias. En una carta publicada en Urdimbre en el telar, nos hacemos una idea de la situación de los católicos en Filipinas y del sentimiento de Carreño al respecto:

 

Aquellas Filipinas que eran casi 100% católicas cuando se marchó España, hoy no son más que en un 80%. Y si seguimos así, habrá que resignarse a ver una nación solo 50% de católica dentro de veinte años. Del millón de bebés que Dios nos manda cada año, unos doscientos mil no se bautizan... ¡porque no hay sacerdotes! Es decir, hay unos cuantos: la mitad de los que tiene solamente la India, a pesar de que Filipinas tiene dos veces y media el número de católicos en toda el Asia… Yo estuve 30 años en India; pero hoy doy gracias a Dios por haberme mandado a quemar los últimos cartuchos en Filipinas.229

 

En Mutinlupa comenzó el primer grupo de 10 novicios (1962-1963) guiados por el P. Carreño. Carreño había sustituido como maestro de novicios al P. Vincenzo Ricaldone (1897-1975), sobrino del P. Pedro Ricaldone.230 El tirocinante o "asistente de novicios" fue Valeriano Barbero.231 Dos meses después el noviciado se trasladaba a la casa de San Fernando, Pampanga, a unos 98 km al norte de Manila,232 donde el director era el P. Godfrey Roozen (1912-1997), un misionero holandés que había trabajado en China y después había intentado iniciar una fundación en Indonesia.233 De los 10 novicios que comenzaron, 4 emitieron la primera profesión el 31 de mayo de 1963 y uno el 17 de junio de 1963 de la mano del P. Carlo Braga. Al ver que habían profesado tan pocos, algunos hermanos se quejaron de que el P. Carreño era demasiado condescendiente. El testimonio del P. Barbero, sin embargo, nos da una visión preciosa de Carreño el formador: los que lo dejaron, en su opinión, fueron los que no estaban destinados a la vocación salesiana.234

Un par de días después de la primera profesión, el noviciado se trasladó a un nuevo lugar en Canlubang, en la provincia de Laguna, a unos 40 kilómetros de Manila. La propiedad había sido donada por el presidente del Tribunal Supremo José Yulo, gran amigo y benefactor del padre Braga, y se había construido un edificio en el lugar. En 1964 Carreño fue nombrado director de la nueva casa, además de ser maestro de novicios.235 De 1962 a 1965, tres grupos de novicios –un total de 33– pasaron por sus manos.236 En 1965, sin embargo, incluso antes de terminar su mandato como director, regresó a España, por razones que enseguida comentaremos.

El P. Giovanni Benna guarda maravillosos recuerdos de este período en el que el P. Carreño y él prácticamente fundaron la obra salesiana en Canlubang. El P. Benna había venido de Italia cuando era un joven sacerdote y había sido asignado a Canlubang. Recuerda haber preguntado al P. Carreño si podría hacer algún apostolado con los jóvenes de los muchos barrios que rodeaban la casa, y cómo el P. Carreño lo alentó con entusiasmo, a pesar de los temores de algunos hermanos mayores de que los jóvenes candidatos perdieran su vocación. También recuerda cómo el P. Carreño simplemente le confiaba toda la casa en sus manos y se marchaba a los Estados Unidos en busca de los fondos que se necesitaban con urgencia para la construcción de la casa.237 El P. Carreño a su vez describió a Benna como un salesiano de gran valor, espíritu de sacrificio, bien preparado y celoso.238

En España, Carreño había fundado la Asociación VOFISA (Vocaciones Filipinas Salesianas) con el fin de recaudar fondos para la animación y formación vocacional en Filipinas.239 Como siempre, la distribución de sus propios libros jugó un papel clave en esta captación de fondos.240 

El P. José Bernacer, un salesiano español que vino a trabajar a Canlubang como formador durante el último año del P. Carreño en Filipinas, dijo que Carreño sufría por el choque de mentalidades con los salesianos venidos de China, pero que nunca fue de los que se desanimaban. Lleno de humanidad, entusiasmo, optimismo y salesianidad, supo hacerse amar por todos los hermanos jóvenes.241 

Como siempre, Carreño era el hombre de los sueños y las visiones. Pronto se convenció de que los salesianos filipinos recién profesos no deberían ser enviados a Hong Kong para realizar el filosofado, y que la visitaduría debería tener su propio centro de estudios filosóficos que también podría ser una facultad universitaria capaz de proporcionarles la certificación necesaria para enseñar en las escuelas.242 Su idea era preparar no solo a los salesianos coadjutores, sino también a los clérigos y sacerdotes para enseñar en las escuelas técnicas y profesionales.243 Convencido de que los salesianos podían hacer en Oriente lo que los benedictinos habían hecho en Occidente, él había promovido y establecido escuelas profesionales y agrícolas en la India,244 y ahora estaba impulsando la misma idea en Filipinas.

 

9.2 9.2 La controversia de ‘Hong Kong’ y el ‘seminario universitario’ en Canlubang 

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El primer aspirantado había sido iniciado en 1953 por don Luigi Ferrari (Barbieri) (1908-1990) en Mandaluyong, en el antiguo Seminario Conciliar de Manila entregado por el arzobispo de Manila a los Salesianos. Después de algunos años fue trasladado a la escuela salesiana de Victorias en la isla de Negros. Sin embargo, los padres de aspirantes de la isla de Luzón se mostraron reacios a enviar a sus hijos tan lejos, por lo que en 1962 el P. Carlo Braga, superior de la visitaduría, trasladó al aspirantado al colegio salesiano de San Fernando, Pampanga.245

En cuanto al noviciado, después de varios inicios en falso en Mandaluyong (1954) y Victorias (1955), se inició en 1956 en Mutinlupa, al sur de Manila, como hemos visto, en una villa arrendada por un benefactor. Los primeros 8 novicios hicieron su profesión en 1957. A principios de 1962 el noviciado fue trasladado temporalmente a la escuela de San Fernando, Pampanga, mientras se construía una casa para tal fin en Canlubang.246

El P. Mario Acquistapace (1906-2002), provincial de la provincia China-Filipinas, había comenzado a explorar varias opciones de estudios filosóficos para los filipinos recién profesos: la provincia de Lyon en Francia, Estados Unidos, la casa de formación en Cheung Chau – Hong Kong, y la casa salesiana de Mandaluyong – Manila. En junio de 1957, los superiores de Turín aprobaron el plan para mantener a los nuevos profesos en Manila. El P. Acquistapace decidió mantener a los posnovicios por el momento en Mutinlupa, a cargo del P. Ferdinando Rossotto.247 Sin embargo, la elección del P. Rossotto no resultó ser feliz, por lo que para su segundo año los posnovicios fueron enviados a Cheung Chau, donde se unieron a otros de las zonas de China-Vietnam y Japón-Corea. El mismo P. Braga se dio cuenta de que esta solución era problemática por varias razones; una de ellas era que volverían sin un título reconocido en Filipinas, algo que necesitaban si iban a enseñar en las escuelas.248

Por esto, cuando Carreño estaba en San Fernando como maestro de novicios en 1962, los jóvenes clérigos habían estado viajando a Hong Kong desde 1958. Sin embargo, en 1962 los superiores de Turín tomaron la decisión de que la casa de Cheung Chau en Hong Kong sería la comunidad internacional de estudiantes de filosofía en el Este de Asia.249 Muy pronto, como ya hemos dicho, Carreño se convenció de que los nuevos profesos no deberían ir a Hong Kong, y que la visitaduría debería crear su propio “seminario universitario.” Para ello mantuvo una larga correspondencia con el consejero general de estudios, P. Archimede Pianazzi, con el vicario del Rector Mayor, P. Albino Fedrigotti, y con el propio Rector Mayor, P. Renato Ziggiotti. El intercambio es una lectura interesante y arroja luz no solo sobre el regreso de Carreño a su España natal en 1965, sino también sobre su persona. Ciertamente fue un poeta y un visionario, pero también podía ser fuerte en sus juicios y persistente en el diálogo. Reflejamos aquí 7 cartas del período de 1963 a 1965.

La primera carta está escrita desde San Fernando el 8 de enero de 1963 y está dirigida al P. Pianazzi. De los 7 clérigos que fueron a Hong Kong, señala Carreño, 4 regresaron con tuberculosis. Además, después de pasar 3 años allí, regresaron sin el título (el “papelito”) que les permitiría enseñar en los cinco colegios de la visitaduría. Peor aún, un clérigo regresó con un título falsificado. Enviar a los salesianos jóvenes filipinos a Hong Kong, dijo Carreño, equivalía a engañarlos, porque a diferencia de India, sería fácil montar una escuela de filosofía en Filipinas, dado que el gobierno era favorable. Él mismo estaba dispuesto a ir a España y a la India para encontrar a los profesores y formadores necesarios. El pecado original de la obra salesiana en Filipinas fue que se había iniciado per accidens, “come uno sfogo”, porque los misioneros salesianos habían sido expulsados ​​de la China comunista y necesitaban encontrar algo que hacer.250 Estos misioneros, incluido el P. Braga, seguían vinculados a China, y fue esto lo que les hizo insistir en enviar salesianos jóvenes a Hong Kong. Cuando él dijo que los hermanos jóvenes filipinos deberían permanecer en Filipinas, la respuesta fue: "¿Cómo podemos hacer esto a nuestros hermanos de Hong Kong?"251

En esta carta del 8 de enero de 1963, Carreño se había atrevido a pedirle a Pianazzi que enviara como profesor de cálculo, química y español al coadjutor Julio Ferrer.252 Ferrer sería una gran ayuda para el colegio y, además, estaba siendo lamentablemente infrautilizado en Tirupattur. De la carta de Carreño a Pianazzi fechada el 5 de febrero de 1963, entendemos que este último no había accedido a esta solicitud. Carreño expresa su pesar y agrega: “No lo digo con amargura, Don Pianazzi, aunque es inevitable a los 57 años, sentir una nueva y sutil vena de amarga ironía en el cuerpo: si usted hubiera dicho que sí, habría sido la segunda vez, en estos 30 años, que los Superiores del C[onsejo] S[uperior] –excepto el R[ector] M[ayor]– me habrían dicho que sí. Estoy muy acostumbrado a la reacción de Turín a mis –¡quijotesco de mí! – ya muchas propuestas: '¡otro poema que nos manda Don Carreño!'”253

En febrero de 1963 hubo una visita provincial durante la cual el P. Braga parece haberle dicho al P. Carreño que los clérigos ya no serían enviados a Hong Kong. Unos días después, en cambio, el P. Roozen, director de Carreño, recibió una carta del P. Braga informándole de que los clérigos, de hecho, serían enviados a Hong Kong. Esto parece haber provocado una carta de Carreño a Braga, diciendo que el superior había estado engañando a los jóvenes hermanos y a sus familias y los intereses de la Congregación en Filipinas.254 Esta era una acusación dura, y Carreño intentó explicarse en una carta del 4 de marzo de 1963 al P. Fedrigotti. Primero preparó sus razones para no querer enviar a los clérigos a Hong Kong. No podrían ver a sus padres durante tres años. Es probable que el 50% de ellos regresase con tuberculosis. Volverían sin un título reconocido en Filipinas. Sin saber chino, no podrían hacer apostolado en Cheung Chau, y de todos modos, ¿cuántos oratorios había en esa pequeña isla? Peor, también había escuchado comentarios despectivos de los hermanos –misioneros ­y en gran parte europeos– en el sentido de que los filipinos eran simplemente paganos bautizados, mientras que los chinos eran naturalmente cristianos incluso sin haber sido bautizados. El P. Braga, dijo, había sacrificado los intereses de los salesianos filipinos debido a sus vínculos con China. Nunca se había vuelto realmente “filipino”. Esto, agregó, era solo una hipótesis, pero creía que no estaba equivocado, porque él mismo había sido engañado varias veces desde que había llegado a Filipinas. Peor aún, se sentía culpable de ser ahora parte del engaño a los jóvenes salesianos, por lo que a menudo había pensado en volver a Madrid. Pero había otra razón por la que se sentía culpable: les explicaba a los novicios que Don Bosco había dado su vida por la juventud pobre y abandonada, pero su impresión era que los salesianos de Filipinas no estaban trabajando realmente por los pobres. Sería mejor si los superiores enviaran a otro y santo maestro de novicios en su lugar. Carreño finalizó señalando que había compartido respetuosamente todos estos pensamientos con el P. Braga, a quien consideraba un salesiano grande, santo y humilde. Pero era precisamente para proteger al P. Braga que escribía como lo hizo, para que la historia no lo acusara más tarde de haber traicionado la confianza que los filipinos, y especialmente los salesianos jóvenes, habían depositado en Don Bosco.255 

Aproximadamente dos semanas después, el 17 de marzo de 1963, Carreño escribió a Pianazzi, enviándole una copia de su carta a Fedrigotti, que, en otro contexto, reconoció, podría haber sido considerada una protesta. Repitió lo que le había dicho a Fedrigotti: que la idea de volver a Madrid se fortalecía cada día más, para evitar la posibilidad de dar paso a la crítica abierta y la cuasi rebelión. Para él, era triste que la Congregación se hubiera establecido en Filipinas como una “sucursal” de China. Había una gran falta de ideales. Siempre que hablaba de los jóvenes pobres y abandonados, sentía un disgusto tan fuerte que se sentía tentado de decirles a los jóvenes filipinos que no se dejaran engañar, y que hubiera sido mejor para ellos unirse a la Sociedad del Verbo Divino.256 Terminó la carta repitiendo su petición de que se le permitiera regresar a España, revelando en el trato que es muy consciente de cómo se le consideraba en Turín:

 

Sé, más o menos, que mi carta no cambiará mucho las cosas, porque sé por experiencia que mi correspondencia está preclasificada en Turín como poética. Pero al menos he cumplido con mi deber. Y, en segundo lugar, convencerá a los Superiores de enviar un Maestro de novicios que sea santo… y también un poco ingenuo. Una vez que haya llegado, si esto no disgusta a los Superiores, pediré humildemente volver con los míos: no se viene a las misiones sin un ideal, aunque se le llame poesía. Si solo se trata de ‘salvar el alma’ o quizás de ‘hacerlo bien’, pido que me permitan salvar mi alma en Madrid, donde siempre lo he pasado bien, también. Viviré con el remordimiento de haber abandonado el más bello campo de apostolado [que jamás haya visto]: pero aquí sería un rebelde.257

 

Una posdata arroja más luz sobre lo que le sucedía en el corazón. Pianazzi le había informado sobre la mala impresión que le habían causado sus “arengas” durante su reciente viaje por el sur de la India: los hermanos sentían que estaba tratando de arruinar la India, debido a su solicitud de llevarse al coadjutor Ferrer a Filipinas. El comentario de Carreño revela estar pesaroso, si no herido, por la falta de gratitud de los salesianos en la India:

 

Desde Yercaud me escribían: ‘Muy pronto serán ordenados 21 sacerdotales para esta provincia y saldrán al tirocinio 17 clérigos’, ¡todos para la provincia de Madrás! Esos sacerdotes son los que dejé como latinistas… en esos días en que solía hacer incursiones en Malabar [para buscar vocaciones]. ¡Y ahora nuestro pedir, al comenzar, un coadjutor para levantar una Casa de Formación, equivale a querer arruinar la India! … Si esto no sabe a la amargura de la ingratitud, es al menos amnesia. ¡Cuánto más agradecidos han demostrado estar mis goaneses!258

 

En una carta del 10 de abril de 1963 a Fedrigotti, Carreño le agradece su garantía de que pronto cesaría el descuido de los salesianos filipinos y la tibieza hacia ellos. Luego informa de la respuesta (bastante contundente) de Pianazzi en el sentido de que el nuevo maestro de novicios había sido nombrado y que, tan pronto como llegara, Carreño podría regresar a España:

 

Don Pianazzi también me ha respondido. Debo decir, sin embargo, que al escribirle como encargado de los estudios, le había añadido también que sentía que mi actitud comenzaba a ser interpretada aquí como una especie de rebelión –‘estos de la India’ ... ‘estos recién llegados’ ... o, peor aún, ‘estos españoles’...–. Por eso le había manifestado que, habiendo sido siempre un partidario incondicional de la ‘autoridad’ –quizás debería haber agregado ‘de la autoridad salesiana’, porque es cierto que con la ‘autoridad diocesana’ me metí en muchos líos–, lamentaría mucho dar el mal ejemplo de la rebelión, no pudiendo por otro lado callarme y no decir nada; por tanto, pedía que mandasen un santo maestro de novicios; a cuya llegada pediría regresar a España antes que escandalizar a toda la provincia. Y don Pianazzi me respondió entonces ‘en cuanto llegue, puedes volver a España.’259

 

Dado que el año de noviciado finalizaría el 31 de mayo, Carreño pasó a pedir “un último favor”: volver a España vía EE.UU., para recaudar dinero para construir la Capilla de Canlubang. Sucede que Carreño ya había recibido, de la Curia de la diócesis de Newark, una suma de 25,000 $ para la construcción de la Capilla, pero que ese dinero se había utilizado para completar la construcción de la Casa de Formación. Ahora se sentía obligado en conciencia a encontrar el dinero para construir la Capilla. Tenía 20.000 copias de una segunda edición de sus Marian Meditations, y al distribuirlas en Estados Unidos esperaba recaudar la suma requerida.260 Incluso cuando se le consideraba un rebelde, Carreño seguía amando “esta tierra amada”: Filipinas. 

Carreño envió copia de esta carta a Pianazzi el mismo día 10 de abril de 1963. En su nota dijo:

 

Esta vez desapareceré definitivamente en mi Cordillera Cantábrica, y no daré más problemas a nadie. No escondo que me va a costar dejar esta tierra, de la que uno se enamora apasionadamente a primera vista –sobre todo si el misionero es español– pero ya estoy acostumbrado a dar este tipo de conmociones a este viejo corazón.261

 

Mientras tanto, la visitaduría se había convertido en una provincia, y se nombró el primer provincial: P. Alfredo Cogliandro (1911-1992), que antes había estado en la India y acababa de terminar su mandato como provincial en Estados Unidos. El P. Carreño se enteró de que el P. Cogliandro ya había autorizado la salida de los nuevos clérigos profesos hacia Hong Kong, incluso antes de que pudiera venir a Filipinas y sin haber hablado con los formadores. ¿Quizás la orden había venido de los superiores en Turín? Decidió, por tanto, escribir él mismo al Rector Mayor, y lo hizo el 5 de septiembre de 1963, pidiendo al P. Ziggiotti que interviniera en el asunto. Si el problema era la falta de profesores de filosofía en Filipinas, estaba dispuesto a buscar algunos en Europa. De todos modos, enviar clérigos a Hong Kong fue una estupenda pérdida de tiempo, ya que regresaban sin ningún título para enseñar. Además, en Filipinas los menores necesitaban el consentimiento de sus padres para salir del país, pero era fácil intimidar a los padres en el nombre de Dios. Y luego, ¿por qué privar a los jóvenes clérigos de ver a sus madres? ¿Por qué castigar a sus padres privándolos de ver a sus hijos? ¿Y por qué engañarlos con la esperanza que habían puesto en la Congregación? Carreño finalizó su carta pidiendo al Rector Mayor que lo cambiara y que se pusiera en su lugar a otro maestro de novicios.262

En notas al dorso de la carta, probablemente requeridas por el Rector Mayor, el P. Pianazzi decía que el P. Carreño estaba exagerando su caso. Fue calumnioso decir que los clérigos que fueron a Cheung Chau contrajeron la tuberculosis. Por otro lado, era cierto que los profesores eran flojos en inglés y no tenían títulos en filosofía. También era cierto que los títulos británicos concedidos en Hong Kong no estaban reconocidos en Filipinas. Sin embargo, Pianazzi señaló que la visitaduría de Filipinas no contaba con el personal para llevar una casa de estudios filosóficos. Manila ofrecía buenas posibilidades en lo que respecta a los profesores, pero Canlubang estaba demasiado lejos de Manila, y en la misma Manila no había ninguna casa salesiana que pudiera acoger a los estudiantes.263

Impelido no informa sobre la respuesta del P. Ziggiotti, pero comenta: “Más tarde Turín escucharía la propuesta del P. Carreño de tener una facultad para los salesianos en Filipinas. Pero en ese momento, ya estaba decidido a regresar a su España natal”.264

 

9.3 9.3 El seminario universitario’ de Canlubang 

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¿Cuándo comenzó exactamente el “seminario universitario” en Canlubang? Impelido insinúa que esto sucedió ya en 1963, con el primer grupo de novicios de Carreño, los que profesaron en 1963.265 En sus cartas el propio Carreño habla de comenzar en junio de 1963.266 Parecería que él se había “descuidado” intencionalmente de que los novicios prepararan sus pasaportes, por lo que se tuvo que poner en marcha el “seminario universitario”, o al menos eso es lo que dice el P. Philip Lazatin, según lo que escuchó del P. Celestino Lingad y otros.267

En el seminario universitario de Canlubang, los jóvenes salesianos filipinos estudiaron filosofía y también obtuvieron un título que les permitiría enseñar no solo materias académicas sino también técnicas.268 Carreño había visitado el Departamento de Educación en Manila para ver los cursos que ofrecían, y había elegido Licenciatura en Ciencias de la Educación (BSE) y Licenciatura en Ciencias de la Educación Industrial (BSIE), en un momento en el que todos los seminarios universitarios en Filipinas, tanto diocesanos como religiosos, ofrecían solo la Licenciatura en Filosofía (AB Filosofía). Su razonamiento era que una “AB Filosofía” sería inútil en las escuelas secundarias salesianas académicas y técnicas.269

 

Enfrente del monte Maquiling y a 22 kms del aquel volcán Taal…, entre cañaverales de caña dulce, surge nuestro primer Seminario Filipino en Canlubang. ¡No será el último, vive Dios! … aunque… para mí, tal vez sí. Lo inauguramos en 1963. Es decir, ha sido logrado en dos años y medio de fatigas… ¡y eso sin recursos oficiales ni ayuda de entidad alguna! Ello nos hace ver que hay Alguien que tiene más prisa que nosotros de preparar sacerdotes para esta dulce tierra cristiana traicionada. ¿Quién es ella? La mismita que un día se inclinó al oído del Buen Maestro para susurrarle: ¡No tienen vino!, y la que hoy le debe estar repitiendo cada día: ¡No tienen sacerdotes! Mira esos millones de niños inocentes, esas dulces madrecitas buenas, esos hogares humildes, esos sencillos campesinos que hace tres generaciones eran todos cristianos, gracias a los misioneros españoles ... Hoy, en cambio, ni siquiera pueden recibirte en la Santísima Eucaristía porque ¡no hay sacerdotes! Anda, Hijo mío: ayúdales a tus ministros a multiplicar las vocaciones.270

 

Así que el "seminario universitario" arrancó en junio de 1963, y el primer grupo de jóvenes posnovicios, al parecer, hizo un curso "doble" que consistía en estudios filosóficos eclesiásticos y en la BSE. Se obtuvieron maestros calificados de los pueblos circundantes, pero Carreño también logró que un Hermano De La Salle estadounidense viniera todas las semanas desde la ciudad de Lipa, Batangas, a unos 29 kilómetros de distancia, para enseñar inglés.271 Como él mismo había insinuado, y nosotros hemos visto, en abril de 1963 ya se había aceptado su solicitud de regresar a España.272 Carreño no vio los primeros frutos de su proyecto: los primeros graduados recibieron el título de BSE o BSIE a principios de 1967, momento en el que ya había abandonado Filipinas.273

En su carta –5 de septiembre de 1963– al Rector Mayor, el P. Carreño también había sugerido que el P. Bellido enviara unos 20 novicios de Europa, como había hecho una vez a la India.274 Semejante inyección de jóvenes clérigos de Europa proporcionaría sangre fresca. Podrían aprender fácilmente no solo inglés sino también el idioma local. Incluso podrían obtener la ciudadanía filipina si lo desearan. Y al estudiar en el seminario universitario, estarían capacitados para enseñar en cualquier escuela filipina. Finalmente, una mezcla de clérigos locales y extranjeros sería una ventaja para todos.275 Este deseo encontró un oído atento en Turín, y jóvenes clérigos comenzaron a llegar de Italia a Canlubang para el estudio de la filosofía. Sin embargo, el acuerdo no duró mucho debido a las tribulaciones de la Iglesia en Europa en el período inmediatamente posterior al Vaticano II y la consiguiente disminución de vocaciones.276

El P. Cogliandro, que al principio se había resistido al proyecto del seminario universitario, más tarde vio lo sabio de tal iniciativa.277 El 10 de julio de 1964 lo encontramos escribiendo al P. Fedrigotti, de hecho, diciendo que el P. Carreño lo estaba haciendo bien como maestro de novicios y superior del Don Bosco Seminary College, Canlubang, y que esperaban tener unos 50 jóvenes salesianos, entre novicios y estudiantes de filosofía, en agosto de 1964.278

 

9.4 9.4 Últimos años en Filipinas 

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No tenemos mucha información sobre los últimos años de Carreño en Filipinas. Sin embargo, el siguiente incidente proporciona una visión más profunda de la generosidad de su carácter. El Capítulo provincial había elegido al P. Carreño como delegado del Capítulo general 19 (1965), pero vio que el P. Braga, que ya había terminado su mandato como superior de la visitaduría, estaba interesado en ir al Capítulo, y así le cedió su lugar. El P. Braga ejercía, en aquel momento, como confesor en San Fernando, Pampanga.279 

El tercer y último grupo de novicios de Carreño profesó el 16 de julio de 1965. El padre Giuliano Carpella, un hermano cedido desde Hong Kong, parece haber llegado en julio de 1965 o un año después, el 14 de agosto de 1966, para asumir el cargo de maestro de novicios.280 Dado que se había decidido que los aspirantes procedentes de San Fernando cursarían dos años de estudios superiores y solo después comenzarían el noviciado, este quedó suspendido por dos años. Se le pidió al P. Carpella que tomara el puesto de profesor de música y latín. Se convirtió en maestro de novicios cuando se reanudó el noviciado en 1967.281

Carreño salió de Canlubang y tomó el vuelo a España el 24 de julio de 1965.282 El 12 de octubre de 1965 lo encontramos escribiendo desde España a Fedrigotti diciendo que estaba de vacaciones. Envía sus filiales saludos al vicario del Rector Mayor, informándole de que estaba haciendo lo que podía por el "seminario universitario" de Canlubang, pidiendo fondos a los benefactores para construir los edificios necesarios. Por su parte, recordó a los superiores que enviasen hermanos para fortalecer el trabajo allí.283

Entonces, ¿partió Carreño definitivamente de Filipinas en julio de 1965? No se sabe con certeza. Celestino Lingad opina que marchó a principios de 1966, mientras que Rico y Thekkedath dicen que permaneció hasta 1967.284 Sin embargo, las crónicas del noviciado de Canlubang sí hablan de que el P. Provincial –Cogliandro– asumió el cargo de director en funciones después de la partida de Carreño a Madrid el 25 de julio de 1965, y de la llegada de Carpella a Canlubang el 29 de julio de 1965.285 Una cosa es cierta: José Luis Carreño había amado esta su tercera tierra de misión como había amado la India y Goa, y, quizás, incluso más. “Yo estuve 30 años en la India; pero hoy doy gracias a Dios por haberme mandado a quemar los últimos cartuchos en Filipinas”.286


10 10 Conclusión: Últimos años en España (1965?-1986) 

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De regreso a España, encontramos a Carreño inscrito en los años 1968-1969 como miembro de la comunidad de la Casa Provincial “Casa Don Bosco” en Madrid. Según Rico, trabajó en la Central Catequística Salesiana, donde continuó escribiendo libros y predicando retiros, que muchos salesianos recordaron como los mejores de sus vidas. De este periodo tenemos PerlasUrdimbre en el telar (edición española), y Salmos al Viento –todo el Salterio en verso– al que luego él puso música y grabó en discos de larga duración.287  El Carreño que creía que íbamos a obtener toda la sabiduría que necesitamos no del estudio de los libros sino en la Esencia de Dios en el cielo, fue sin duda un prolífico escritor.288

Muchos en España todavía recuerdan a Carreño visitando diferentes casas salesianas, entusiasmando a los jóvenes con su entusiasmo misionero, cantos y música. Eugenio Ojer, por ejemplo, relata la siguiente canción:

 

Si le veis con la barba florida,

si le veis tostadito del sol,

dadle todos cordial acogida

porque es un misionero español. (Bis)  

 

Ya ha llegado el misionero,

ya llegó de tierra extraña, 

y por fin cruzó el mar fiero

para ver el sol de España.

Una santa viejecita,

su retorno esperará:

Ya no llores, mujer; olvida tu ayer

que al fin ha vuelto ya.

 

Oh juventud, te vas

No volverás jamás;

Antes que pases 

me iré a Madrás.289

 

Más tarde, quizás en 1970, Carreño marchó a los Estados Unidos, donde trabajó durante un tiempo en la Procura de Misiones en New Rochelle.290

Sabemos a ciencia cierta que hizo un viaje a la India, por invitación del Mons. Hubert D'Rosario, en noviembre-diciembre de 1970: Singladuras Indias es un diario de viaje de sus visitas a Bombay, Goa, Nueva Delhi, Assam, Calcuta, Madrás, North Arcot y Bangalore.291  El libro se tituló originalmente Adiós a la India, como puede verse en el prefacio del arzobispo Olaechea; pero, como señala el propio Carreño, se cambió a Singladuras indias a instancia de sus hermanos misioneros.292 

De regreso a España en 1971, lo volvemos a encontrar en la Casa Provincial de Madrid. En 1972 está en Zaragoza, en 1973 en Valencia y en 1974 en Pamplona.293 Parece haber repartido su tiempo entre su gran amigo Mons. Olaechea en Valencia, sus hermanas y cuñado –el escultor Jorge Oteiza– y la Procura de Misiones de Madrid.294

Fue durante su estancia en Pamplona cuando Carreño pensó en organizar, en Alzuza cerca de Pamplona, el Hogar del Misionero, una residencia para misioneros regresados a casa. Quizás el Hogar también estaba destinado a ser un seminario para vocaciones de adultos que serían misioneros en América Latina, como dice el mismo Carreño en Singladuras indias.295 

A partir de 1974, según Rico, Carreño prefirió vivir en el propio Hogar. El Elenco lo cataloga como miembro de la comunidad de Pamplona hasta 1977; en 1977 se estableció el Hogar de Alzuza como comunidad independiente con 7 hermanos, aunque nunca se erigió canónicamente. A partir de 1981 Carreño se quedó como el único salesiano en Alzuza, por lo que en 1982 el Hogar parece haber sido puesto nuevamente bajo la jurisdicción de la casa de Pamplona, ​​aunque Carreño continuó viviendo allí hasta 1985; después de lo cual, en el último año de su vida, volvió a Pamplona.296 Según Eugenio Ojer, Carreño bajaba todos los domingos a Pamplona a almorzar con la comunidad, pero poco a poco se fue distanciando, probablemente por las muchas discusiones que sus visitas ocasionaban. Había ya una distancia cada vez mayor entre el misionero acostumbrado a atraer grandes multitudes de jóvenes y los nuevos tipos de jóvenes que frecuentaban los oratorios salesianos de Navarra.297

Según Ángel Miranda Regojo, SDB (1938-), Mari Paz y Javier Azcárraga, una pareja de Vizcaya, llegaron a Alzuza para ayudar a Jorge e Itziar Oteiza y finalmente también a Carreño.298 El escultor y su esposa se habían venido a vivir a Alzuza, a sugerencia de Carreño; su casa es ahora el Museo de Jorge Oteiza.299 En el Hogar mismo estaban dos jóvenes chinas, Shiu-Chin y Margaret, y también un amigo de Carreño, Eugenio Ojer Buil.300  Eugenio vivía en el Hogar en 1978-1979, ayudando a Carreño de diversas formas, y fue a él a quien Carreño le confió la destrucción de su correspondencia personal.301 Finalmente se casó con Shiu-Chin. Por sugerencia suya Carreño había invitado a la hermana de Shiu-Chin, Margaret, al Hogar. Margaret Peng, quien había estado trabajando en una agencia de viajes en Calcuta, fue recibida calurosamente por Carreño y se convirtió en la hija que nunca tuvo, ayudándolo no solo en el manejo de la casa, sino también, lo más importante, en mecanografiar los libros que seguía ideando en su cabeza.302 

Michael Murray, cuya ayuda Carreño había intentado conseguir en Estados Unidos para sus esfuerzos de recaudación de fondos, se unió a la comunidad salesiana de Pamplona en 1979 y parece haber vivido con Carreño en el Hogar.303 Parece que su situación se había regularizado solo en 1979, probablemente gracias a los esfuerzos del P. Carreño.304 

Ocasionalmente, salesianos de la India y Filipinas visitarían también al anciano misionero.305 Valeriano Barbero lo visitó en el verano de 1965, poco después de su regreso de Filipinas, e informa que lo encontró algo abatido.306  Lingad lo visitó primero en Pamplona en el verano de 1983 y luego en Alzuza.307

Mari Paz –que era sobrina de Carreño– y Jorge Azcárraga lo cuidaron con mucho cariño y generosidad. Rico señala que el anciano nunca usó sábanas, y prefirió dormir envuelto en una manta, era su forma de seguir viviendo la pobre vida de un misionero. Las puertas de la casa estaban siempre abiertas: quien llegaba tenía derecho a entrar, comer y dormir allí, y hablar con Carreño. Sin embargo, muy pocos misioneros aprovecharon el Hogar, y esto seguramente fue una causa de sufrimiento para Carreño. Más tarde añadió un ala para retiros y animación juvenil. Gran parte de su tiempo lo dedicaba a leer y escribir.308  Solía quejarse de que los salesianos habían olvidado el apostolado de la buena prensa de Don Bosco para la gente sencilla.309

El anciano misionero siempre había sido un prolífico escritor de libros populares. Algunos de ellos, como G in M (God in a Mirror), que imprimió en la imprenta de Don Bosco Panjim, eran apologéticos.310 Muchos eran religiosos. La mayoría fueron, sin embargo, con el humilde propósito de recaudar fondos para las misiones y especialmente para las necesidades de formación. En Urdimbre en el telar, después de contar con humor las muchas y variadas formas en que los misioneros tratan de encontrar fondos, Carreño concluye: “Por lo que a mí se refiere, yo no fui nunca capaz de igualar a aquellos magos de las finanzas apostólicas, y siempre me encontré entre los zagueros del tipo menos imaginativo, así que por fin tuve que recurrir a imprimir libros… ”.311  

Carreño no solo escribió, sino que también animó a otros a escribir; prueba de ello es su elección como patrocinador de la asociación de escritores Konkani en Goa durante su estancia allí.

Carreño estaba especialmente interesado en la Sábana Santa. Según Ojer, regresó a España con tres proyectos en mente: montar una casa para los misioneros, encontrar vocaciones en Polonia para Sudamérica y promover el culto de la Sábana Santa. De los tres, tuvo más éxito en el último. Participó en Congresos internacionales sobre la Sábana Santa y, según Ojer, escribió un libro después de cada uno de ellos –de ahí salieron sus cinco libros sobre la Sábana Santa–. Muchos eruditos y otros interesados ​​en la Sábana Santa hicieron el viaje a Alzuza para discutir, intercambiar impresiones y examinar la copia a tamaño real de la Sábana Santa y otros recuerdos relacionados, como la moneda acuñada por Poncio Pilato que Carreño había obtenido gracias a los buenos servicios de un amigo en Estados Unidos.312 Un jesuita describió a Carreño como el mejor ‘divulgador científico’ de la Sábana Santa en España,313 y uno de sus amigos, J.J. Benítez, publicaría El Enviado después de una maratoniana sesión nocturna con el anciano misionero.314

Carreño también fue un poeta y un músico. Se le atribuye ampliamente el hermoso himno latino "Cor Iesu Sacratissimum",315 y también "Siam Salesiani" / "Somos Salesianos". Entre sus temas más populares en India está "Kotagiri on the mountain, Tirupattur on the plain" cantada con una melodía popular española. El P. Giovanni Benna recuerda también la prodigiosa memoria del P. Carreño: sabía recitar de memoria cantos enteros de la Divina Commedia

Sobre las relaciones de Carreño con las autoridades de la Congregación Salesiana, el salesiano Ángel Miranda dice: “La relación de José Luis con los que guiaban la Congregación no fue muy pacífica…. ¡Era profundamente salesiano!, pero con un sentido común y una creatividad que trascendía horizontes, más o menos, 'limitados'…”.316 Sin embargo, en Alzuza, Carreño tuvo la fortuna de recibir la visita de dos Rectores Mayores: Luigi Ricceri y Egidio Viganò, este último en 1985, cuando la salud de Carreño ya era delicada.317 Según Ojer, uno de ellos, cuando le fue pedida una bendición, parece haber dicho: "Te bendigo, pero no tu trabajo".318

Llama la atención que en los 21 años de su última estancia en España, a Carreño nunca se le confió una autoridad, ni siquiera a nivel local, ni se le nombró para alguna casa de formación. ¿Fue esto porque se negó o fue porque nunca se le preguntó? Su llegada a España en 1965 coincidió con la conclusión del Rectorado de Ziggiotti (Rector Mayor de 1952 a 1965) y el inicio del mandato de Luigi Ricceri (Rector Mayor de 1965 a 1977), pero no debemos olvidar que Ricceri era un miembro del Consejo General desde 1950, por lo que habría estado al tanto de las discusiones sobre Carreño.

21 años después de su regreso de Filipinas, José Luis Carreño falleció en Pamplona en la fiesta del Corpus Christi, el 29 de mayo de 1986, a la edad de 81 años. A petición propia había acudido a la enfermería de Martí Codolar, Barcelona. La crónica de la casa registra su llegada el 5 de agosto de 1983, pero parece que no permaneció allí más de unos meses.319

En 1982, en las bodas de oro de su ordenación sacerdotal, el venerable misionero había escrito en su tarjeta de recuerdo: "Si hace 50 años el lema del joven ‘presbítero’ fue 'Omnia Christus’, hoy, anonadado, el viejo soldado lo esculpiría con barrotes de oro macizo, porque, en verdad, CRISTO LO ES TODO".320 

La carta mortuoria fue redactada por José Antonio Rico (1924-2008), ex provincial de Madrid y consejero general para la Región Ibérica de 1977 a 1990.321

Archimede Pianazzi, a pesar de sus diferencias con Carreño, le rindió un homenaje entusiasta: era uno de los salesianos más admirables que había conocido; había infundido un espíritu de maravillosa caridad en la provincia de Madrás; nunca se le oyó hablar mal de nadie, ni siquiera de los que le habían hecho sufrir, como Mons. Mathias.322

Luigi Di Fiore dijo que Carreño, como su maestro de novicios y provincial, había encarnado la benignitas et humanitas del Señor y que era un ejemplo de superior salesiano según el corazón y la mente de Don Bosco, un hombre capaz de transmitir el espíritu salesiano. Tantas vocaciones se habían salvado gracias a él, y tantos salesianos estaban orgullosos de llamarse sus hijos, él entre ellos.323

El arzobispo Hubert D'Rosario describió a su maestro de novicios como “natural, honesto, exigente, celoso, entusiasta, trabajador y espiritual”, un hombre con un entusiasmo contagioso por su vocación que transmitió a sus hijos espirituales y compañeros de trabajo.324

La única nota discordante viene de Basilio Bustillo (1907-1998) quien, después de haber descrito a Carreño como un salesiano modelo y un misionero incansable con el corazón en Dios, dice que esta vida perfecta fue manchada por un epílogo triste, el de una incomprensible falta de entendimiento de la realidad de la vida religiosa.325 ¿Se trata de una alusión a que Carreño, tras su regreso a España, no había sido capaz de integrarse en la provincia y había optado por vivir solo en el Hogar del Misionero?


11 11 Codicilo 

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Tenemos que estar agradecidos a Mari Paz Azcárraga por conservar los tres escritos autobiográficos tardíos de su tío a los que nos hemos referido de vez en cuando, y es a estos a los que me dirijo para una última palabra.

Claramente, el anciano misionero comienza a escribir su “Codicilo” con desgana y solo ante la insistencia de sus hermanos y amigos: “¿Que cuándo vas a escribir tus memorias?”. “Que tienes una obligación para con nosotros. Todo eso que a veces nos cuentas debería estar ya compilado en un libro". "¡No hacerlo es un serio pecado de omisión!". Está totalmente de acuerdo con el gran Dr. Samuel Johnson en que la mejor persona para escribir una biografía es precisamente aquella sobre la que se está escribiendo. “Pero… mis queridos e ingenuos amigos”, añade, “¡olvidáis que lo más interesante de una biografía es sencillamente lo que ni se puede ni se debe contar!”.326 Nos ha advertido, por tanto, de que no esperemos oír hablar sobre ciertas cosas –"las partes más interesantes"– en estas notas. De hecho, las memorias nunca fueron más allá de los años de discernimiento vocacional, pero incluso si lo hubieran hecho, es dudoso que el anciano hubiera revelado mucho sobre los tiempos convulsos en India, Goa, Filipinas, España. No le interesa "contar hechos". Prefiere contar con humilde gratitud la obra de la Providencia sobre el gran lienzo de la vida, y hemos saboreado un poco de esto en la historia de su vocación.

También es interesante el aborrecimiento declarado de los soliloquios y la decisión de escribir en una especie de diálogo continuo con “Pepe”, que representa a los muchos hermanos y amigos de toda la vida: compañeros de sus agobios, socios de sus empresas, testigos mudos de sus fracasos, ejecutores de sus programas, hermanos queridos….327 Quizás Carreño no se dio cuenta, pero el rechazo del monólogo solipsista a favor del diálogo fue una opción profundamente cristiana, ya que la vida que Cristo nos da es una vida de comunión.328

Me llama la atención lo que Carreño dice o deja de decir sobre su padre y su madre. El amor por la amatxu surge de la pluma incluso a los 80 años, al igual que la pérdida contenida en esas palabras abrasadoras con las que termina el “Codicilo”: “¿Por qué te has ido, amatxu?329 La relación con el aita, en cambio, es más compleja: la narración es respetuoso como siempre, pero siempre sobrio, y no hay encomios del tipo de los muchos que dedica a su amada amatxu y a su venerada abuela. ¿Tuvo esto algún efecto sobre el hombre y su apostolado? Tuvo la suerte de haber encontrado a salesianos como Marcelino Olaechea y Alejandro Battaini, que se convirtieron en padres para él, y sabemos que él mismo fue aita de muchos salesianos en India y Goa, Filipinas y España.330 ¿Quizás las repetidas diferencias con los 'superiores' tienen algo que ver con el 'choque' temprano con el aita? Solo podemos especular. Pero no puedo dejar de recordar a Joseph Vaz relatando una frase suya de los años de Alzuza: "Hombre, los superiores hoy ya no son padres".

Carreño dice más de una vez que en aquellos primeros tiempos, en Santander y Campello –más o menos la segunda década del siglo XX– no era habitual hablar mucho de Don Bosco, pero que los superiores eran Don Bosco para los jóvenes. Podríamos decir esto del mismo Carreño: se convirtió en Don Bosco para sus hermanos y para los jóvenes. Inspirándose en Benedicto XVI, José Luis Plascencia ha señalado que la amorevolezza salesiana no es sólo ágape sino también eros: es amor que no se contenta con quedarse 'en la generalidad', sino que sabe llegar a la ‘particularidad’ de la persona.331 Así amaba Don Bosco. Así fue capaz de amar Carreño. Por eso tenemos el fenómeno de tantos hermanos que recuerdan al formador, superior y misionero con tan profundo afecto. El suyo no era un amor general por todos, ni siquiera un deseo de ‘trabajar’ por las misiones. Pudo tocar a las personas como individuos en la concreción de sus vidas, sus familias y sus culturas. En esto es un modelo destacado en un mundo cada vez más multicultural. Di Fiore había dicho que, si le dejaran a él elegir el epitafio de la tumba de Carreño, diría: Dilectus Deo et hominibus – ¡Amado de Dios y de los hombres!332 

Por otro lado, a pesar de la calidez con la que tantos hablan de José Luis Carreño Etxeandía, si no me equivoco, nadie ha planteado siquiera la cuestión de una causa de canonización. La canonización implica una práctica destacada de las virtudes. ¿Podríamos decir que Carreño destacó en la práctica de la fe, la esperanza y la caridad? ¿Se hizo más fuerte la “vena de amargura”, que menciona en su carta a Pianazzi, en los 21 años que pasó “de regreso a casa”, “prófugo de las Misiones”, cuando pudo haber estado haciendo maravillas en India, Filipinas, en todo el mundo? Sinceramente espero que no, y siguiendo el tenor de sus escritos finales, creo que no.

Pero tal vez, como dice Marko Rupnik, es hora de dejar de preocuparse por la perfección individual. Si en la vida consagrada no se trata tanto de la perfección individual como de revelar al Otro, la única pregunta real es: ¿José Luis Carreño, reveló al Otro? ¿Permitió que el amor de Dios fluyera hacia quienes lo rodeaban, incluso hacia aquellos que no eran fáciles o le hicieron daño? ¿Fue un signo y portador del amor de Dios a los jóvenes, a sus hermanos y a las muchas personas que Dios puso en su camino? Esa es la única pregunta. Y la respuesta, para mí, no admite ninguna duda.

 

 

(Roma, 27 de junio de 2021)


12 Indice

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1 Joseph Thekkedath, A History of the Salesians of Don Bosco in India from the beginning up to 1951-52 (Bangalore: Kristu Jyoti Publications, 2005) 1375. (Joseph Thekkedathu [1928-2019], eminente historiador de la Iglesia en India, fue provincial de Bangalore [INK] de 1984 a 1990.) 

El apellido materno de Carreño es a veces escrito, incluso por el propio Carreño, como Echeandía o Echandía.

2 José Antonio Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios (Pamplona: Instituto Politécnico Salesiano, 1986). (José Antonio Rico Rico [1924-2008] fue provincial de Madrid de 1972 a 1977 y consejero general para la región ibérica de 1977 a 1990.) Mi pequeña contribución se basa principalmente en Rico, Thekkedath y Nestor Impelido, así como en otro material de archivo que he podido tener en mis manos. Un gran agradecimiento a Aníbal Mendonça, provincial de POR, por enviarme material valioso de los archivos de la provincia, como también a Thomas Anchukandom, Hendry Selvaraj, Joaquim Lobo, Mathias D'Cunha y Vinod Mascarenhas por otro material de archivo. Cabe destacar tres manuscritos autobiográficos tardíos que se han conservado gracias a Mari Paz Azcárraga: “Codicilo”, “Santander”, “Campello” y “La casa de Barakaldo en la historia de José Luis”. Por otro lado, las numerosas publicaciones de Carreño merecen ser estudiadas mejor por la información que brindan sobre el autor. También quiero agradecer a muchas personas que han compartido generosamente sus recuerdos y otra información: Eugenio Ojer, Mari Paz Azcárraga, Ángel Miranda Regojo, Jesús Arambarri, Orlando González González, José Antonio Hernández, Alfredo Marzo, Celestino Lingad, Valeriano Barbero, Philip Lazatin, Danilo Torres, Jordi Latorre, Timothy Zak, Michael Mendl. No he dudado en hacer uso de sus testimonios. 

3 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 28. En el momento de escribir este artículo, Thomas Anchukandom, director del Istituto Storico Salesiano, Roma, también se dedica felizmente a preparar una biografía de Carreño. Mi pequeña contribución surge de un interés personal profundo y desde hace tiempo en el tema, y no pretende seguir todas las normas de la historia académica, aunque trata de ser exacto en la medida de lo posible. 

4 José Luis Carreño Etxeandía, “Codicilo” MS 11-12, y también 12-13, 19-20.

5 Ver Carreño, “Codicilo” MS 28 y “La casa de Barakaldo en la historia de José Luis” (MS de 18 pp. datado el 21 de febrero de 1985) 4.

6 Ver Carreño, “Codicilo” MS 22-23, 31, 37.

7 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 23. Ver también https://www.homines.com/arte_xx/crono_jorge_oteiza/index.htm (18.03.2020). Itziar murió en 1991 en Alzuza, España. 

8 Ver Carreño, “Codicilo” MS 48.

9 Ver Carreño, “Codicilo” MS 49-50.

10 Cf. Carreño, “Codicilo” MS 53-54. Pasquala, cuenta Carreño, tenía un trabajo humilde en los antiguos baños de Villario, al que nunca pensó en renunciar (ver MS 38).

11 Carreño, “Codicilo” MS 22.

12 José Luis Carreño, El pan que Cristo nos dio. Vivencias al resplandor de la lamparita roja (Madrid: Editorial CCS, 1985) 11-12.

13 Carreño, El pan 14.

14 Citado en Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 3. 

15 Carreño, “Codicilo”MS 60. El estilo de Carreño recuerda la narración conmovedora y contenida del escritor francés Marcel Pagnol sobre la muerte de su madre en Le château de ma mère: “Cinq ans plus tard, je marchais derrière une voiture noire…. J'étais vêtu de noir, e la main du petit Paul serrait la mienne de toutes ses forces. On emportait notre mère pour toujours". (Editions de Fallois, [2004] 213)

16 “Codicilo” MS 24: “'Ama' nunca me dijo una palabra en euzkera, y eso que sus Etxeandías venían de Bilbao, Zamudio, Arrigorriaga…."

17 Ver “Bajo el Gorbea” MS 57-58.

18 “Bajo el Gorbea” MS 49-50.

19 JL Carreño, “Relación New Rochelle - New (26.2.1976)”, José Luis Bastarrica, Los Salesianos en Santander (Pamplona: Ediciónes Don Bosco, 1981) 134-135. Ver también Carreño, “La Casa de Barakaldo en la historia de José Luis” MS 1.

20 Carreño, “La Casa de Barakaldo en la historia de José Luis” MS 1. Ver también Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 135-136. ¡Pero qué diferente esta lectura de la de Pagnol al otro lado de los Pirineos! Pagnol, después de hablar con moderación sobre la muerte prematura de su amada madre, el hermano Paul y el amigo Lili agrega: “Telle est la vie des hommes. Quelques joies, très vite effaces par d'inoubliables chagrins”. (Le château de ma mère 214)

21 José Pujol Fábrega (nacido en 1882) fue director de Santander de 1911 a 1921. Dejó la Congregación y se unió al clero diocesano en 1942. Ver Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 137.

22 Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 138. Miguel Blanco Fernández nació en 1890 y murió como misionero en Jauareté, Brasil, en 1968.

23 Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 142.

24 Carreño, El pan 16-17.

25 Carreño, El pan 19-20.

26 Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 139-140.

27 Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 144.

28 Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 145.

29 Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 145-146.

30 Ver Carreño, “Campello” MS 4.

31 Giuseppe Binelli nació en 1877 y murió en 1935. Fue provincial de la provincia de Madrid de 1915 a 1925.

32 Carreño, “Campello” MS 3.

33 Ver Carreño, “Campello” MS 3.

34 Carreño, citado en Ambrosio Díaz Rivas, Los Salesianos en Campello. 1907-1982 (Valencia: Inspectoría salesiana de San José, 1983) 61.

35 José Luis Carreño, “La casa de Barakaldo en la historia de José Luis” (manuscrito de 18 págs. de 21 de febrero de 1985) 4.

36 Carreño, “La casa de Barakaldo en la historia de José Luis” MS 6-7.

37 Su maestro de novicios fue el P. Antonio Castilla (1874-1928).

38 Carreño, “La casa de Barakaldo en la historia de José Luis” MS 7-11.

39 Carreño, “La casa de Barakaldo en la historia de José Luis” MS 15.

40 Carreño, “La casa de Barakaldo en la historia de José Luis” MS 15-16.

41 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 5-6.

42 Véase Marko I. Rupnik , "E se l'evangelizzazione chiedesse una novità nella vita consacrata?" a https://www.youtube.com/watch?v=SOtf0ui_Iyo&feature=youtu.be (al 1 de septiembre de 2020). 

43 Omnia Christus, Cristo es todo (Col 3,11)” fue el lema de su ordenación sacerdotal, algo que pudo reafirmar con alegría en las bodas de oro de esa ordenación. En su funeral, la comunidad de Pamplona eligió distribuir lo que consideraron una de sus mejores obras: La Señal (1983), cuya última frase dice: “Nuestro destino es Dios. Y a Dios se va por Cristo Resucitado, la Última, la Consoladora, la Perenne SEÑAL… Allá, al final, Dios nos espera a Sus hijos pródigos, con los brazos abiertos”. Ver Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 2-3.

44 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 7. 

45 Escursell-Ricaldone, 1928, citado en Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 7. Ricaldone, nacido en 1870, fue prefecto en general de 1922-1932 y Rector Mayor desde 1932 hasta su muerte en 1951. 

46 Arlegui Suescun 18.

47 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 8.

48 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 9. Ver también Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020. 

49 Véase Thekkedath, History 6-7.

50 Ver Thekkedath, History 17-19 (llegada a Tanjore), 73-82 (salida de Tanjore), 92-101 (llegada a Shillong).

51 Thekkedath, History 108.

52 Ver Thekkedath, History 12: “Hasta ese año [1934] el prefecto apostólico de Assam y el salesiano provincial de la India eran una y la misma persona, a saber, Mons. Mathias".

53 Véase Thekkedath, History 476-477, 481-482. Cinato fue provincial desde 1934 hasta 1945.

54 Véase José Luis Carreño, Urdimbre en el telar (narra un misionero) (Madrid: VOFISA, 1965) 14; y Thekkedath, History 519. Carreño se refiere a su compañero como 'Padre Amancio'.

55 Carreño, Urdimbre en el telar 15.

56 Carreño, Urdimbre en el telar 15.

57 Si a Carreño se atribuye “Proa hacia el Sur”, tenemos algunos detalles del viaje: tuvo lugar en el “Victoria”, en la semana posterior a la fiesta de María Auxiliadora (24 de mayo), y pasó a través el Canal de Suez de camino a Bombay. El artículo podría haber sido publicado en Acción Salesiana (Valencia) n ° 37 (1946-47).

58 Thekkedath, History 521.

59 Thekkedath, History 519-521. Según los documentos del Archivio Salesiano Centrale (ASC), la fecha de nombramiento de Carreño como director de Tirupattur fue el 1 de diciembre de 1934. Fue confirmado para un segundo trienio (1938 a 1941) el 1 de febrero de 1938.

60 Thekkedath, History 520. Los indios incluían a Edward Rego, Eleuterio Fernandes, A. Bagavantha Raju y Lazarus.

61 Thekkedath, History 531.

62 Thekkedath, History 1375.

63 Citado en Thekkedath, History 1375.

64 Carreño, Urdimbre 28. Lingad recuerda a Carreño contándoles la historia de Hubert D'Rosario en el noviciado (Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos del 27 de marzo de 2020).

65 Joseph Vaz (1920-2007) pertenecía a la provincia salesiana de Mumbai (INB).

66 [¿Thomas Pamparel?], “P. José Carreño SDB (1905-1986)”. El texto mecanografiado de 5 páginas fue recibido de María Arokiam Kanaga.

67 “Certamente l’eredità più preziosa trasmessaci da Don Carreno è stato lo spirito salesiano nelle sue caratteristiche essenziali: sete per la salvezza delle anime, carità fraterna, spirito di famiglia fatto di preghiera, laboriosità, gioia, sano ottimismo, di accoglienza e di ospitalità.” Testimonio de Luigi Di Fiore (ASC D978).

68 Joseph Thekkedath, “The Starting and Consolidation of the First Salesian Work in Bombay (1928-1950),” The Memory of the Salesian Province of Bombay 1928-1998, ed. Peter Gonsalves (Matunga: Province Information Office, Don Bosco Provincial House, 1998) 36n99.

69 Thekkedath, History 1376.

70 Ver Thekkedath, History capítulos 16-19.

71 Véase Thekkedath, History capítulo 21.

72 JL Carreño, Urdimbre (1) (Madrid: CCS, 1995) 31, citado en Arlegui Suescun 21. (Esta es una nueva edición de Urdimbre en el telar 1965, publicada ahora en al menos cuatro folletos diferentes.) Thekkedath, sin embargo, habla de una carta leída ya el 8 de diciembre del año anterior, 1942, dando la noticia del nombramiento del P. Carreño como provincial en funciones (Thekkedath, History 548). Probablemente se trataba de un 'acuerdo’ que entraría en vigor en caso del internamiento del P. Cinato. Unos días después llegó la noticia de la orden de internamiento. Cuando Cinato y otros salesianos italianos partieron hacia el campo de Deoli el 2 de enero de 1943, Carreño asumió el cargo de provincial en funciones (ver Thekkedath, History 548 y 783).

73 Thekkedath, History 548 y Arlegui Suescun 21.

74 Véase Thekkedath, History 790-791: la carta del P. Berruti el 5 de febrero de 1945 adjuntando el documento oficial de nombramiento no llegó a la India. Fue Mons. Mathias quien, el 19 de marzo de 1945, anunció el nombramiento a los hermanos.

75 Thekkedath, History 1376.

76 Thekkedath, History 754-760.

77 He eliminado Bombay de esta lista, porque el P. Maschio compró el terreno de Matunga y construyó los edificios a principios de los años cuarenta, antes de que el P. Carreño fuera nombrado provincial en funciones (1943).

78 Véase Thekkedath, History 934-944. La Universidad de Madrás le otorgó el reconocimiento a la escuela preparatoria en 1952 (Thekkedath, History 938-939). ‘'Dalit' significa 'pobre', y en la actualidad se refiere generalmente a las comunidades de la India que están excluidas del sistema de las cuatro castas.

79 “Chi ha visto questa grande fioritura di opere con personale scarso e non sempre qualificato, si meraviglierà come sia stato possibile fare tanto in breve tempo. La risposta si trova en una altra grande qualità di Don Carreño. Come Don Bosco, egli sapeva valorizzare al massimo le persone che gli stavano dintorno. Credeva nel detto: 'buttateli nell'acqua e impareranno a nuotare'. È vero che ciò gli procurò anche delle noie e fallimenti come quando in cinque anni dovette chiudere due grandi scuole che aveva accettato forse senza ponderare sufficientemente le possibili implicazioni e difficoltà”. Testimonio de L. Di Fiore (ASC D798). Las dos escuelas fueron aceptadas en 1947. Los Salesianos se retiraron de Nagercoil en 1950 y de Trivandrum en 1951. Para más detalles, ver Thekkedath, History capítulo 29.

80 La cuenta que había abierto en España se conocía como MISALMA (Misiones Salesianas de Madrás).

81 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 27. 

82 Citado en Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 14-15. 

83 Orlando González González para mí, correo electrónico de 25 de mayo de 2020.

84 Arlegui Suescun 21.

85 A. Marzo - J. Arlegui, Barcelona, ​​04.11.2012, citado en Arlegui Suescun 19-10. Con respecto al himno Cor Iesu Sacratissimum, ver más abajo n 314.

86 Véase, por ejemplo, Leonard Fernando, “Jesuits and India” (publicación online 2016) 11

(https://www.oxfordhandbooks.com/view/10.1093/oxfordhb/9780199935420.001.0001/oxfordhb-9780199935420-e-59 como de 09/13/20 ), hablando sobre los jesuitas en la India:

 

Hoy la mayoría de los miembros de estas Provincias y Regiones [jesuitas] son indios, y en algunas de ellas casi todos son indios, aunque no todos son de su área de misión. Pero en la ‘antigua’ Compañía, no se fomentaron las vocaciones indias a la Compañía de Jesús. Entre 1542 y 1773 hubo un solo jesuita indio: Pedro Luis de Kollam, Kerala. Pedro Luis comenzó su noviciado en Goa en 1561, que duró tres años y medio. Emitió sus votos en 1565 y fue ordenado como el primer jesuita indio alrededor de 1575. Después de su muerte en 1596, ningún otro indio fue admitido en la ‘antigua’ Compañía de Jesús.

En la Compañía de Jesús restaurada, sin embargo, las cosas eran diferentes. La Misión Madurai tuvo vocaciones indias desde la década de 1860, y la Misión Italiana en Mangalore y Calicut tuvo vocaciones en los diez años siguientes a su fundación. A finales de la década de 1890, pocos años después de su llegada, los misioneros de la Misión Ranchi reclutaron vocaciones locales de conversos de primera generación. Esta política de reclutamiento de indios como jesuitas aumentó el número de jesuitas en cada misión / provincia, lo que le permitió expandir la iglesia a áreas nuevas y más grandes.


87 Thekkedath, History 1377.

88 Citado en Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 13. 

89 P. Cinato, provincial del Sur de la India, que no había tenido la obligación de ir al campo de internamiento, pidió voluntariamente ser internado para poder acompañar a sus hermanos y compartir sus sufrimientos. En el campo, escribe Carreño a Ricaldone en 1945, los salesianos habían podido organizar los procesos de formación. Desde el comienzo de la guerra, 48 fueron ordenados para la provincia del Norte y 65 para el Sur. Ver Carreño-Ricaldone, citado en Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 15-16. 

90 Véase Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 13.

91 Thekkedath, History 1377.

92 Thekkedath, History 1379. La región de Asia Meridional hoy (septiembre de 2020) cuenta con unos 2770 hermanos, de los cuales la mayor parte está en la India.

93 Thekkedath, History 1377-78.

94 Ver Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 134; testimonio de A. Pianazzi, 6 de julio de 1986 (ASC D978); y también “29 de mayo. P. José Carreño. 1905-1986”, pág. 114 (artículo de 3 páginas conservado en la ASC, escrito probablemente poco después de la muerte de Carreño, y casi con certeza publicado por la provincia del INM mencionada en la primera línea. La pieza contiene extractos de los testimonios del P. A. Pianazzi, P. L. Di Fiore, P. Basilio Bustillo y otros, muchos de los cuales también se conservan en la ASC). Carreño dice que le pidieron que fuera uno de los cuatro secretarios – aunque al final dos no aparecieron y la mayor parte del trabajo parece haber caído en el propio Carreño. Thekkedath habla del “Consejo Plenario de Bangalore” en el que Carreño fue uno de los secretarios, dado su excepcional dominio del latín (Thekkedath, History 830).

95 Testimonio de Pianazzi (ASC D978). Así lo confirma el propio Carreño (ver Bastarrica 134): uno de los arzobispos participantes se dirigió a él como “ciceronianus noster”. No hay duda de que Carreño fue un gran devoto del latín: ver, por ejemplo, Carreño, “Campello” MS 7-9; el testimonio de Basilio Bustillo (ASC D978); y también una breve carta del 1 de agosto de 1964 de Carreño a Pianazzi quejándose de un error en latín por parte del Ateneo Pontificio Salesiano, entonces recién confiado con el cuidado y custodia de la lengua latina: “Quasi contemporaneamente ci son arrivati ​​il ​​documento papale che fa della Congregazione Salesiana la custode della pura latinità e l'aggiunta immagine contenente nel riverso la parola d'ordine del R.M. della Congregazione Salesiana e nell'anverso questo insulto alla latinità ‘docete omncreaturae'!!” (ASC D978)

96 Thekkedath, History 1373; cf. también 1373, 1373-73.

97 “Intelligentissimo, non era però amministratore, ma letterato e poeta e fu in questo che venne a un malinteso con Mons. Mathias, che era proprio il contrario. Occasione speciale del malinteso fu che un coadiutore uscì e don Carreño ne celebrò solennemente le nozze (lui Ispettore e Vicario Generale) in cattedrale. Mons. Mathias allora non volle più che fosse Vicario Generale. (Il fatto era avvenuto in assenza dell'Arcivescovo).” Testimonio de A. Pianazzi, 7 de julio de 1986, ASC D798.

98 Citado en Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 13-14. 

99 Thekkedath, History 1373-74.

100 Thekkedath, History 1378-79.

101 Véase Thekkedath, History 1378-79.

102 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 14. 

103 Ver Carreño, “Codicilo” MS 30-34 donde comienza: “De lo que nadie podrá acusarme, querido Pepe, es de que yo haya sido un buen administrador ya desde mis primeros abalorios”, y continúa narrando un incidente divertido de su infancia cuando cambió un objeto valioso de su casa por algo insignificante que necesitaba.

104 Thekkedath, History 1379.

105 Thekkedath, History 1379.

106 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 16. Pero ver “29 de mayo. José Carreño. 1905-1986” (citado en n94), pág. 114: “En 1951, el P. Ricaldone lo envió [a Carreño] a España para organizar el movimiento de los Salesianos Cooperadores. Después de 18 años en la India, esta obediencia fue difícil para él, pero puso todo su entusiasmo en el nuevo trabajo”. 

107 Thekkedath, History 854, 861-862.

108 Véase Ricaldone-Candela, 18 de julio de 1951 (ASC F 188), citado en Thekkedath, History 865-866.

109 Thekkedath, History 857-860, 867-868.

110 Mathias-Carreño, 31.07.1951, citado en Thekkedath, History 869; ver 868-869.

111 Mathias-Carreño, 29.08.1951 (??), citado en Thekkedath, History 869.

112 Mathias-Pianazzi, 04.09.1951, citado en Thekkedath, History 870.

113 Ricaldone-Mathias, 14 de septiembre de 1951, citado en Thekkedath, History 871.

114 Alfredo Marzo, Relación a J. Arlegui, Barcelona, 4-11-2012, citado en José Arlegui Suescun, "Perfil de Don José Luis Carreño Etxeandía (1905-1986): Sacerdote misionero salesiano" [inédito, pero publicado en inglés: "José Luis Carreño Etxeandia (1905-1986): Salesian Missionary Priest," Bosco Udayam: A Journal of Salesian Spirituality 45/3 (2015) 12-25].

115 JL Carreño, Singladuras indias (Madrid: CCS, 1974) 195 y 201.

116 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 17.

117 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 18. 

118 Carreño-Fedrigotti, Pamplona, ​​4 de abril de 1951; Ziggiotti-Carreño, Turín, 22 de abril de 1952. Véase Nestor Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus: A Salesian in the Philippines (1962-1965)”, ponencia presentada en el Seminario de Asia Oriental sobre Historia Salesiana - ‘Relevant Figures of the 20th Century in East Asia,’ 12 de febrero de 2019, Ban Than Phraphon, Sam Phran, Tailandia (inédito) 16.

119 Véase Thekkedath, History 854.

120 Testimonio de Pianazzi (ASC D978).

121 Carreño, A Brief History of the Province of St Thomas the Apostle, Madras 31.

122 “It was necessary that Our Lady should interfere in order to bring the Salesians not to some delightful, hidden spot in the up-country, but straightaway to the heart and capital of Goa for the welfare of this youth. And seemingly since Our Blessed Lady is not bound by objections against Machiavellian methods, she made use of ‘War conditions’ in India.” Joseph Carreño, A Brief History of the Province of St Thomas the Apostle, Madras [Madrás: ciclostilado, 1982 – copia en la biblioteca del Istituto Storico Salesiano, Roma] 30.

123 Thekkedath, History 38.

124 Rico José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 18. Ver también Thekkedath, History 39, que explica cómo Carreño y los salesianos encontraron una muy cálida bienvenida en Goa.

125 Caetano Lobo, “Goa Salesiana” 4 (mecanografiado de 13 págs. Fechado en 1961, archivo POR, con nota “recibido 29-XI-1961”).

126 Para un relato de los inicios de la obra en Goa, véase Carreño, A Brief History of the Province of St Thomas the Apostle, Madras 29-33; Giuseppe Moja, “How wonderful thy ways, O Lord! An eye-witness account of the first Salesian presence in Goa,” The Memory of the Salesian Province of Bombay 1928-1998 37-54; y Thekkedath, History capítulo 22. Según Moja 52, el trabajo en Panjim había comenzado en 1946 con la aprobación tácita del provincial, que en ese momento era Carreño. Lo que probablemente quiere decir Moja es que no hubo permiso oficial de Turín. La sanatio parece haber sido concedida algún tiempo después de la visita de Fedrigotti a Goa en 1949. Fedrigotti, según Moja, había llegado con la intención de cerrar el trabajo.

127 Véase Thekkedath, History 718ff.

128 Thekkedath, History 1382. Véase también el testimonio de Pianazzi (ASC D978).

129 Thekkedath, “The Starting and Consolidation of the First Salesian Work in Bombay (1928-1950)”, 36n99. Las crónicas de Panjim dan la fecha: 23 de octubre de 1952.

130 Carreño, Urdimbre en el telar 251. Lingad recuerda que Carreño estaba escribiendo este libro cuando era su maestro de novicios (1962-1963) y que leía un capítulo a los novicios todos los días. (Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020)

131 Carreño, Urdimbre en el telar 253.

132 Ver Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 18-19. 

133 Ver Crónicas de Panjim, anotación del 14 de noviembre de 1953, y Lobo, “Goa Salesiana” 9.

134 Lobo, “Goa Salesiana” 9. La escuela fue bendecida el 22 de diciembre 1954 por el Rector Mayor, Renato Ziggiotti, durante su visita a Goa, en presencia del patriarca, José Vieira Alvernaz, el gobernador general, Bernard Guedes, y el provincial, A. Pianazzi.

135 Lobo, “Goa Salesiana” 10. Lobo señala que God in a Mirror recibió una buena reseña en la publicación jesuita Clergy Monthly.

136 Vivian Andrews, extrayendo de su memoria lo que los salesianos mayores habían compartido con él (nota para mí del 2 de septiembre de 2020).

137 Valerian Pereira, correo electrónico para mí del 2 de septiembre de 2020, reportando lo que Joseph Vaz dijo en un evento organizado en Divyadaan: Instituto Salesiano de Filosofía, Nashik - India en 1997. Valerian Pereira, SDB (1969-) pertenece a la provincia de Mumbai (INB) y actualmente está trabajando para un doctorado en el área de historia salesiana.

138 “1946: Panjim”, The Memory of the Salesian Province of Bombay 1928-1998, ed. Peter Gonsalves (Matunga – Mumbai: Province Information Office, 1998) 106.

139 “È por isso mesmo que estou a falar com tanta confiança, sabendo que é come o pai que falo e nos há-de compreender.” Lobo, “Goa Salesiana” 9-10.

140 He escuchado esto de Romulo Noronha y Thomas Fernandez. Aquí está también el testimonio de Joseph Vaz según lo informado por Valerian Pereira (correo electrónico para mí del 2 de septiembre de 2020):

 

P. Carreño, sabiendo que se acababan los víveres y habiendo sido informado por el Ecónomo de que quedaba muy poco dinero en el banco, decidió hacer lo que Don Bosco hacía tantas veces por sus muchachos. Él (el P. Carreño) pasó una hora en oración antes de la celebración de la Sagrada Eucaristía. Poco después de la misa, pidió a los niños que pasaran 15 minutos orando por una intención especial. Luego se fue al Hospital Municipal para donar su sangre y regresó con suficiente dinero para comprar provisiones para las dos semanas siguientes. P. Joseph Vaz, quien solía ayudar al Ecónomo de la Casa, sabía que este escenario el director (Carreño) lo repetía más de una vez. Él sentía que en la donación de su sangre ere un imitador de Jesucristo, quien nos redimió en la cruz por el derramamiento de su sangre.


141 Ver n94 supra.

142 Lobo, “Goa Salesiana” 11.

143 En la conversación con el P. Nascimento Mascarenhas (1940-2008) de la archidiócesis de Goa. Algunos de los detalles mencionados anteriormente probablemente se puedan confirmar en los Annuarios arquidiocesanos: recuerdo que el P. Nascimento me mostró algunos de ellos.

144 Valerian Pereira, correo electrónico para mí del 2 de septiembre de 2020. Vaz habló en un evento organizado en Divyadaan, Nashik - India en 1997.

145 El informe de 5 páginas, del 24 de octubre de 1959, fue escrito a petición del Rector Mayor, y va acompañado de una carta de Monteiro del 30 de noviembre de 1959. Armando da Costa Monteiro (1919-2005) fue provincial de la provincia salesiana de Portugal (POR) de 1956 a 1964 y visitó Goa dos veces. La primera visita fue del 21 de enero al 12 febrero de 1959, y la segunda de mayo a junio de 1960. Véase su informe al Ziggiotti pag. 2, y también su carta a los hermanos de Goa después de los acontecimientos de 1961 (Monteiro - “Irmãos de Goa,” Lisboa, 4 de mayo de 1962). En su carta al patriarca de Goa declara explícitamente su intención de acompañar al nuevo director, Pinho, a Goa, después de mediados de mayo de 1960: véase Monteiro-Alvernaz, Vila do Conde, 19 de abril de 1960 (Archivo POR).

146 “[L]’attivo e dinamico D. Carreno, parafulmine dell’Opera Salesiana in quello Stato”. (Informe Monteiro 24 de octubre de 1959, 1)

147 Véase Direção Geral do Ensino - Superior da Província Portuguesa da Pia Sociedade Salesiana, 5 de marzo de 1949 (Archivo POR).

148 “Non di rado la colpa fu dei Superiori per non essersi posto in contatto diretto con coteste autorità, evitando anche i complimenti protocollari e perfino dichiarando ‘che essi non hanno nulla da vedere con coteste autorità’.” (Informe Monteiro 24 de octubre de 1959, 2)

149 “[L]a Direzione Generale del Ministero di Oltremare affermò al P. Dott. Gioachino Santos, domenicano, Professore del Angelico di Roma, che sta in Goa da due anni per organizare [sic] l’Istituto Superiore ‘che i maggiori nemici di Portogallo in Goa, sono i Salesiani’.” (Informe Monteiro 24 de octubre de 1959, 3)

150 “Come risposta a queste mie riflessioni… mi rispose nettamente: ‘non posso permettere un taglio nella mia Ispettoria’.” (Informe Monteiro 24 de octubre de 1959, 4) Hasta ahora, del informe Monteiro a Ziggiotti (24 de octubre de 1959).

151 “I Superiori sono del parere di fare per ora questo primo passo; le autorità vedranno bene il superiore portoghese e molti inconvenienti saranno così evitati”. Fedrigotti-Monteiro, Turín, 30 de diciembre de 1959 (Archivos de POR). Curiosamente, también hay una carta manuscrita de Ziggiotti a Monteiro del 14 de febrero de 1960 diciendo que se tenía que resolver la cuestión de Goa, pero que como Fedrigotti y Pianazzi estaban fuera, no podía tomar una decisión de inmediato.

152 La primera opción había recaído en Carlos Reis Da Silva (n. 1919, secularizado en 1987), misionero portugués en Namaacha, Mozambique, quien había expresado su incapacidad para asumir el cargo de director. Véase Fedrigotti-Reis, n.d., y Reis-Ziggiotti, Namaacha, 22 de enero de 1960 (Archivos POR).

153 Monteiro-Fedrigotti, Lisboa, 24 de marzo de 1960 (Archivos POR).

154 Monteiro-Carreño, Lisboa, 24 de marzo de 1960.

155 “Non so che cosa ti abbia dato l’indicazione che Goa doveva passare alla tua Ispettoria; forse il Sig. D. Puddo ha inteso male una discussione che abbiamo avuto su quel soggetto. Ma ti devo assicurare che per adesso i Superiori intendono che Goa continui sotto la giurisdizione dell’Ispettoria dell’India. Le ragioni le comprendi facilmente anche tu: si tratta già di un cambiamento considerevole quello del direttore. Inoltre in quelle due case vi sono, come sai, parecchi confratelli dell’Ispettoria India Sud, i quali naturalmente si sentono ancora legati alla loro ispettoria di origine, almeno sentimentalmente. Dobbiamo perciò fare i passi adagio”. Fedrigotti-Monteiro, Turín, 29 de marzo de 1960 (Archivos POR). Esto es lo que, de hecho, Fedrigotti le había escrito a Reis, mientras buscaba un sustituto para Carreño: “noi c'intenderemo coll'Ispettore dell'India Sud, sotto il quale è meglio per ora che rimanga l'opera di Goa. Più tardi si vedrà”. (Fedrigotti-Reis, n.d. pero antes de la respuesta de Reis del 22 de enero de 1960).

156 Carreño-Monteiro, Goa, 1 de abril de 1960 (Archivos POR).

157 Guido Borra (1896-1981), miembro del Consejo Superior de 1958 a 1967.

158 Monteiro-Fedrigotti, Lisboa, 4 de abril de 1960 (Archivos POR).

159 Carreño-Monteiro, Los Ángeles, 29 de julio de 1961 (Archivos POR).

160 Lobo, “Goa Salesiana” 12.

161 “Como era desejo de todos, as Obras Salesianas da Índia Portuguesa estão integradas nesta Província não só oficialmente mas também salesianamente.” Monteiro-Alvernaz, Vila do Conde, 19 de abril de 1960. En su siguiente visita en mayo de 1960, el provincial dice que podrían concretar los detalles de la integración de la obra salesiana [en la provincia de Portugal] en el espíritu del Concordato. Véase también Monteiro-Pinho, 14 de abril de 1960, donde discute asuntos relacionados con la casa [de Panjim] y declara que no se opondría a que ningún hermano quisiera regresar a la provincia de Madrás, pero que tendría que hacer arreglos para sustituirlos.

162 Crónicas de Panjim 1959-60 17: “visto 6-6-1960 / P. Armando Monteiro / Prov[incial]. "

163 Véase más abajo, n168.

164 Ver Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 19. 

165 Ver “Governo-Geral. Repartição do Gabinete. Portaria”, Boletim Oficial II.21 de 26 de mayo de 1960. También se publicó copia de la ordenanza en Aitarachem Vachop, año XVIII, n. 22 (5 de junio de 1960). (Archivos de POR)

166 “O Sr. Governador Geral Vassalo e Silva publicou uma portaría no Bol[etim] Of[icial] louvando o trabalho realizado por Mons. Carreño. Tinha ele sido a 'persona grata' a Portugal e a India, na falta do cónsul, interesando-se dos presos 'satyagrahis' (1955-59)”. Lobo, “Goa Salesiana” 12.

167 Ver Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 19. 

168 João Carreira Bom, “Missionário salesiano entre Nehru e Salazar. Como um 'agente duplo' pode ter jeito para a literatura”, Expresso (16 de Julho de 1977) 5-R. No he tenido acceso a la “Relación de mi visita a la Unión Indiana” de Carreño.

169 RN Sakshena, Goa: Into the Mainstream (Abhinav Publications, 2003) 30. En 1930, cuando el Dr. Tristão de Bragança Cunha estableció el Comité del Congreso de Goa y lo afilió al Congreso Nacional de la India, el movimiento por la liberación de Goa adoptó la desobediencia civil no violenta o satyagraha. La satyagraha se ofreció por primera vez en 1946 dentro de Goa, lo que provocó la represión de los portugueses y la deportación de algunos líderes de Goa a prisiones en el extranjero. En junio de 1954, en cambio, varios satyagrahis entraron en Goa desde la India y fueron arrestados. En agosto de 1954, cientos de personas de toda la India decidieron ingresar al territorio de Goa. El gobierno de la India declaró que no estaba a favor de tal paso, diciendo que la satyagraha en este caso debería ser ofrecido por los propios goaneses en lugar de por los indios. La satyagraha, sin embargo, siguió adelante, con un número de satyagrahis entrando en Goa desde varios puntos. Según Sakshena, muchos de ellos fueron asesinados por las fuerzas armadas portuguesas. (Sakshena 28-31)

170 Véase Carreira Bom.

171 Véase Carreira Bom. Sakshena solo habla de la suspensión del servicio de giro postal entre India y Goa Portuguesa.

172 En Carreño-Pianazzi, el 23 de marzo de 1962, Carreño habla de su amistad con el jefe del Praja Socialist Party y también con el jefe del Partido Comunista de Bengala: ambos habían estado presos en Goa “y por tanto mis hijos espirituales” y espera obtener ayuda de ellos para obtener el permiso del gobierno indio para visitar Goa. Véase también Carreño-Monteiro, 3 de marzo de 1962.

173 “Há alguns meses, servindo-me da pouca autoridade que me dava o facto de ser encarregado dos presos políticos indianos, tinha escrito uma carte bastante dura ao sr. Ashok Mehta, do Ministério dos negócios Estrangeiros do Governo da India (mas residente em Bombaim), a protestar contra as injustiças contidas no bloquei económico a Goa e, sobretudo, na injusta retenção das pensões de milhares de goeses.” Carreno, citado em Carreira Bom. La “Relación” está fechada el 13 de noviembre de 1956.

174 Ver el testimonio de Pianazzi, 6 de julio de 1986 (ASC D978). ASC 22 B015 describe a Carreño como “residente en Goa” y “ciudadano indio naturalizado”: ​​cf. Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 1. Apoyándose en el Archivo Don Bosco de Panjim, Thomas Anchukandom me ha señalado que, en su carta al Canciller, Curia Patriarcal de Goa, datada el 21 de enero de 1958 Carreño entrega su ciudadanía como española.

175 Carreño citado en Carreira Bom:


“—Sr. Nehru, há que confessar, que a questão de Goa esta actualmente em ponto morto. A União Indiana não parece dar-se conta do que Goa representa para Portugal. A India Portuguesa encontra-se tao incrustada na sua historia, mas suas glorias, na sua literatura, no seu máximo poema, no seu património espiritual, que não existe qualquer esperança em convencer os portugueses de que podem abandonar este território, sem atraiçoar os seus mais sagrados deveres para com a Pátria. Não se compare Goa com Pondicherry. Aqui, não estão em jogo interesses económicos: trata-se do dever de um povo de defender um património sacro. Acredite, Portugal não cedera. Por outro lado, a União Indiana não admite outra solução, que não seja obrigar Portugal a abandonar Goa. E, como a U. I. não quer pegar em armas, parece ter perdido toda a esperança de conquistar a cidadela da consciência portuguesa. Havendo encerrado as suas delegações, temos aqui um ponto morto. Devemos permanecer assim para sempre?”


“— Qualquer pessoa honrada lhe dirá, sr. Nehru, que este bloqueio é um fracasso total. Este bloqueio nem sequer arranha o Governo português ou o seu Exercito. Por que se obstina a União Indiana em envolver-se com o povo goês?

Ate do ponto de vista politico, o bloquei é um fracasso: o único objectivo que V. Exas, alcançaram foi aproximar mais os goeses de Portugal. Tem toda a razão para dizer: ‘Portugal é a nossa mãe; a União Indiana nos trata como nossa madrasta.’”


176 Carreño, “Codicilo” MS 23.

177 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 19. La obra de Carreira Bom no lo contiene, probablemente porque solo reporta extractos del informe de Carreño. 

178 Carreño, Singladuras indias 296.

179 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 19. A la luz del informe de Carreño, el ‘injustamente’ aquí probablemente se refiere al sufrimiento causado a los goaneses de a pie por el bloqueo económico, y no a la cuestión colonial en general. 

180 Véase Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 19, y testimonio de Pianazzi (ASC D978).

181 Crónicas de Panjim, octubre de 1954 3-6.

182 La Mocidade Portuguesa fue una organización juvenil portuguesa fundada por el régimen de derecha portugués en 1936, inspirada en la Opera Nazionale Balilla fascista italiana y las Juventudes Hitlerianas nazis. La afiliación era obligatoria entre los 7 y los 14 años y voluntaria hasta los 25. Las crónicas de Panjim están repletas de referencias a las actividades de la Mocidade, obviamente obligatorias para la mayoría de los alumnos de la escuela.

183 Crónicas de Panjim, octubre de 1954 5:


Primeiro de tudo, nos somos ministros de Jesus Cristo e bemfeitores dos pobres rapazes. Isto é preciso que o saiba todo o mundo.

Agora, não há duvido que para o bem da Religião é muito melhor que Goa fique portuguesa, ou como província ultramarina ou como membro duma União Lusitana. E isso o digo não com Ibero que sou, mas como Sacerdote católico, que está a presenciar o curso dos acontecimentos na União Indiana. Em quanto o Governo Portugues tem sido o nosso melhor e mais generoso bemfeitor em Goa, o governo de Bombaim, com o seu ‘Public Trust Act’ tem-se ingerido – se não roubado o ‘digerido’! nas propriedades eclesiásticas como todos sabem.

Porem na manifestação publica das nossas convicções políticas há dois limites impostos a nós

  1. por a nossa disciplina religiosa

  2. por o nosso dever de caridade.

(E olhe que eu nunca invoco a virtude da ‘prudencia’ para a qual tenho muito pouca simpatia!)

O Sr. Pe. Lobo tem o seu voto de obediência. O Sr. Padre pode ser mandado por o seu superior Provincial de novo as Casas de Shillong, Dibrugarh, Kotagiri... onde trabalhou antes. Se Pe. Lobo assinar qualquer manifesto público nas actuais circunstancias, não só vá contra a norma das Constituições de nos mantermos não digo a-políticos mas sim supra-políticos (‘a nossa politica è a do Pae Nosso’ – dizia Don Bosco), mas ainda impossibilita o comprimento do seu voto de obediência. Suponha que o Pe. Provincial chama o Pe. Lobo para Madrasta para Retiro, Renovação de Votos, Rectorado no College... quando o Sr. Padre chegar a Castle Rock, dir-lhe poderiam como ao Sr. Virgincar ‘O Sr. Assinou um manifesto público: volte atrás.

Eu pessoalmente, ficaria muito feliz, porque isso seria garantia que o Pe. Lobo ficava connosco em Goa por sempre: mas objetivamente, não parece canonicamente correcto.


184 “It was a delicate situation but it made clear to all that Salesians by their Constitution are to be not only a-political but supra-political.” Crónicas de Panjim, octubre de 1954, 4.

185 Lobo, “Goa Salesiana” 11.

186 “Necesitamos urgentemente poner en pie nuestro Aspirantado; y hay que tomar una decisión lo más pronto: cada año que pasa son casi un centenar de vocaciones que perdemos." Carreño-Monteiro, Goa, 26 de marzo de 1957.

187 Pontes-Carreño, Lisboa, 13 de noviembre de 1952. De hecho, cuando se hizo difícil enviar a los aspirantes a la India para el noviciado, en 1955 se enviaron 3 a Portugal, el billete pagado por el gobierno, y 4 más en 1960. En su carta al provincial de POR (Carreño-Monteiro, 26 de marzo de 1957, Archivo de POR), Carreño habla de 4 candidatos que enviar a Manique para el noviciado: 3 para el sacerdocio (José María Barreto, José Virgilio Coutinho, Albano de Melo) y uno como coadjutor (Antonio De Silva). Esto se hizo con el apoyo del prefecto general (ver Fedrigotti-Carreño, 15 de febrero de 1957 y 20 de mayo de 1957). Escribiendo en julio de 1962, Lobo enumera los siguientes que han hecho su noviciado en Portugal: Cl. Albano de Melo; Cl. José M. Barreto; Coad. Antonio da Silva; Cl. Romulo Noronha; Cl. Oscar de Souza; Cl. Armando de Souza; Coad. Casimiro Sequeira; Cl. Alexander Faria; Cl. Fremioto Viegas; Coad. Frank Braganza; y el P. Olivio Miranda (“D. Bosco - Goa: Unas datas na Cronaca. Julho 1962” 3, Archivo POR).

188 Monteiro-Fedrigotti, 18 de junio de 1959.

189 Carreño-Monteiro, Goa, 1 de abril de 1960. Por otro lado, Lobo informa de que, durante esa visita, Fedrigotti le pidió a Carreño que primero se tomara un descanso en España, y luego se dirigiera a los Estados Unidos a fin de recaudar fondos para la construcción de un nuevo edificio para el aspirantado. Ver “Goa Salesiana” (1961) 12.

190 Monteiro-Carreño, Lisboa, 24 de marzo de 1960. Lobo señala que fue con el permiso de Armando da Costa Monteiro, provincial de Portugal de 1956 a 1964, que Carreño había planeado establecer un aspirantado en Betim al otro lado del río Mandovi desde Panjim. (Lobo, “Goa Salesiana” 11-12) “D. Bosco - Goa. Unas datas na Cronaca. Julho 1962” 3 (archivos del POR) habla del sueño de Carreño y del provincial de POR, Armando da Costa Monteiro (1919-2005), de construir un aspirantado en Betim.

191 Carreño-Monteiro, Goa, 1 de abril de 1960.

192 Don Bosco visitó Barcelona en abril-mayo de 1886.

193 “Anche se non dovrei tornare a Goa, che consolazione sarebbe per me il sapere che un nuovo centro di vocazioni laggiù continuerebbe a moltiplicare il bene”. Carreño-Pianazzi, 6 de febrero de 1961 (ASC D978).

194 Michael Stephen Murray (1899-1981) fue un salesiano irlandés perteneciente a la provincia de Filipinas que había abandonado la Congregación en 1975 y había pasado un tiempo en los Estados Unidos en situación irregular antes de regresar a la Congregación. Carreño había pedido ayuda a Pianazzi: ver Carreño-Pianazzi 6 de febrero de 1961: “La seconda parte della preghiera è la seguente: il mio vecchio amico Don Murray mi potrebbe essere di enorme aiuto - dovrei dire che io potrei aiutarlo alquanto - nell' avvicinare degli amici". Murray y Carreño figuran como miembros de la comunidad de Makati en Filipinas en los años 1966-1968, según información proporcionada por José Antonio Hernández basada en los “Elencos de la Congregación”, pero esto debe ser verificado. Sin embargo, hasta donde sabemos, Carreño abandonó Filipinas en 1965: véase la sección 9.4 a continuación.

195 Carreño-Monteiro, New Rochelle, 27 de marzo de 1961.

196 Véase Carreño-Monteiro, South San Gabriel, 29 de julio de 1961 (Archivo de POR). En ese momento aún no se había decidido si ubicar al aspirantado en Betim o en Vasco da Gama.

197 Carreño-Monteiro, South San Gabriel, 29 de julio de 1961.

198 “Questa seconda soluzione, pare che risponda alla tua intenzione di costruire prima il collegio; ma presenta anche il pericolo che, speso il denaro, non rimanga più per l’aspirantato! Credo di averti consenziente che l’aspirantato a Goa è cosa da farsi quanto prima…”. Fedrigotti-Monteiro, 28 de noviembre de 1961.

199 Med fue provincial desde 1958 hasta 1964.

200 Véase Carreño-Monteiro, 3 de marzo de 1962 (archivo de POR).

201 La concesión de un tercer mandato, con el necesario permiso de la Santa Sede, está fechada el 16 de julio de 1958, y el documento declara explícitamente que este plazo finalizará el 15 de agosto de 1961 (ASC).

202 Ver Lobo, “Goa Salesiana” 12: “Em 1959 pelo fatigante trabalho realizado, o Sr. Pe. Fedrigotti, Prefeito Geral da nossa Sociedade, apos a sua visita canónica, achou que Mons. Carreño devia repousar um pouco na Espanha, e podendo depois ir á América a angariar dinheiro para construir um edifício á parte para a aspirantado.” Las crónicas de Panjim 1959-60 3 indican que la visita fue en agosto de 1959. Escribiendo a Reis como posible sustituto de Carreño, Fedrigotti dice que Carreño está terminando su mandato como director, y necesita descansar, porque después de años de grandes responsabilidades encima los nervios están desgastados. “Intendiamo concedergli questo riposo; dopo il quale egli si occuperebbe di propaganda in Ispagna e in altri paesi per raccogliere fondi per la costruzione… di edifici moderni per la scuola di Goa…. ”

203 Fedrigotti-Carreño, 15 de febrero de 1957 (según la copia enviada por Carreño a Portugal, probablemente a Monteiro, ver el Archivo POR):


Vuoi che ti dica il mio pensiero su certe tue lettere? So quele [sic] sia il tuo affetto per la Congregazione e D. Bosco; e questo ti salva di un giudizio più severo. Ma credilo pure che forse senza che tu ne accorga, le tue lettre alcune volte sono offensive a riguardo dei superiori: si direbbe che essi non capiscono niente e che non fanno il loro dovere.

Quando tu fai una proposta, si direbbe che non esista altra cosa che quella in tutto il mondo salesiano, e allora tutti devono muoversi per eseguirla. Ne dici un’altra grossa: le debolezze che hanno motivato la tua lettera secondo te sarebbero ‘indirettamente conseguenza del disaffetto che abbiam trovato’: come se quelle debolezze non fossero vecchie di molti anni, fino a precedere la mia visita in India! …

Ecco quanto volevo scriverti. Mi perdonerai se non ci ho messo poco zucchero. Quando [hai] bisogno di dire qualche cosa, sei sempre libero di dirlo, e anche di sfogarti; ma lo devi fare in modo che quando s’introduca la causa della tua beatificazione, non vi siano troppe difficoltà da superare…


204 Carreño -Monteiro, Goa, 26 de marzo de 1957.

205 Ver los discursos del Patriarca Dom José Alvernaz y del Dr. Caetano Dias, Presidente de la Cámara Municipal de Goa en “Homenagem significativa e merecida”, O Heraldo (17 de mayo de 1960) 2 págs. Ver también “Governo-Geral. Repartição do Gabinete. Portaria”, Boletim Oficial II.21 (26 de mayo de 1960) 393, reimpreso como “Governo-Geral. Repartição do Gabinete. Portaria” en Aitarachem vachop, año XVIII, no. 22 (5 de junio de 1960). (Todos los documentos de los archivos de POR.)

206 Ver “Homenagem de Despedida”, [portugués], Aitarachem Vachop, año XVII, núm. 20 (15 de mayo de 1960) 1. La segunda intervención, “Pe. Carreño Bapa Amchia [P. Carreño, nuestro padre]” está en Konkani, el idioma nativo de Goa, y comienza así: “Ho mhoino soronk amcho mogacho Pe. José Carreño, Goaim Salesian Padrincho Superior, Europak veta [A finales de este mes nuestro querido P. José Carreño, Superior de los Padres Salesianos en Goa, va a Europa]”: ibid. 3. El tercero, titulado “Pe. Carreño”, contiene 5 poemas en Konkani de varias personas: ibid. Véase también Lobo, “Goa Salesiana” 11. El artículo del Diario de Goa, “Mons. Carreño” (29 de mayo de 1960) señala que Carreño terminaría en breve su mandato como superior de los Salesianos en Goa. (Todos los documentos de los archivos de POR.)

207 Para la visita de Monteiro, ver Monteiro-Fedrigotti, 10 de diciembre de 1961, y también Monteiro- “Irmãos de Goa”, 4 de mayo de 1962 (ambos en los Archivos de POR). En el breve período que Goa estuvo bajo la provincia portuguesa, 1960-1962, cinco salesianos portugueses trabajaron en Goa: el P. Manuel Julio Pinho De Bastos (1926-1989), director; el P. David Bernardo (1934-), catequista; José Basilio, tirocinante; Coadj. Manuel Martins, enfermero; y Coad. Manuel Duarte, encargado del Oratorio festivo (ver Caetano Lobo, “D. Bosco - Goa. Unas datas na Cronaca. Julho 1962” de los archivos del POR).

208 Lobo habla de su partida “nos principios de 1960” (“Goa Salesiana” 12).

209 Véase Carreño-Pianazzi, Barcelona, ​​6 de febrero de 1961: Carreño escribe desde Barcelona y dice que llegó a tiempo para el 75 aniversario de la visita de Don Bosco a esa ciudad en abril-mayo de 1886; Carreño-Monteiro, New Rochelle, 27 de marzo de 1961 (donde agradece al provincial por haber venido al aeropuerto con los hermanos goaneses; presumiblemente Carreño había visitado Lisboa de camino a los EE. UU., por lo que los hermanos goaneses son probablemente los que estaban estudiando o trabajando en Portugal); y Carreño-Monteiro, Los Ángeles, 29 de julio de 1961 (ambos en los Archivos de POR). Que le pida a Monteiro una decisión sobre la prórroga de su estancia en Estados Unidos significa que todavía está bajo la autoridad del provincial de POR.

210 “[H]o bisogno di chiederti un sacrificio. Il cardinale di Manila che ha fiducia cieca nei salesiani, ci ha chiesto colla massima insistenza un salesiano da mettere a capo del suo Centro Cattolico, opera di somma importanza per la Capitale delle Filippine. Abbiamo messo gli occhi su D. Carreño, che oltre ad altre belle doti, possiede le due lingue necessarie nelle Filippine, inglese e spagnolo. Gli ho già scritto ed egli non ha difficoltà ad accettare questo incarico; domanda solo qualche mese per completare la sua propaganda per Goa.” Fedrigotti-Monteiro, Turín, 28 de noviembre de 1961 (Archivos de POR).

211 “Gli risposi, basato nella sua lettera del Marzo dell’anno scorso, che potevano contare che il desiderio di Sua Ecc. andava all’incontro del desiderio dei Superiori.” Monteiro-Fedrigotti, 10 de diciembre de 1961.

212 “E io come tutti i salesiani portoghesi che lo conoscono, perché lo ammiriamo immenso e gli siamo grati, ci sentiamo avviliti, se domani ci rinfaciassero [sic] questa calunnia.” (Monteiro-Fedrigotti, 10 December 1961, 2)

213 “Per tutte queste ragioni spero che I Superiori non ce lo tolgano e approfittino di qualcheduno di Hongkong dove è personale in abbondanza, v.g. il P. Pomati, per la missione che il Cardinale di Manila vuole affidare ai Salesiani.” (Monteiro-Fedrigotti, 10 de diciembre de 1961, 2)

214 A minha impressão em Itália onde fui assistir ao I congresso Internacional de vocações religiosas, é que a mentalidade geral, ao menos no caso português, é igual à dos comunistas. Pois só estes (e os socialistas) é que atacam de frente o nosso governo e a posição português.” (Monteiro-Carreño, 22 de diciembre de 1961) Si los sacerdotes (¿hermanos salesianos?) de Roma no son comprensivos, Monteiro espera que los de Goa sean más comprensivos: “E se Portugal sofre na sua carne, não tememos menos pelo que irá acontecer aos bons católicos goeses num futuro próximo. Oxalá os padres de Goa saibam estar à altura de compreender que a Igreja também sofre um rude golpe. Refiro-me aos jovens. Pois os de idade não se deixarão ir nas promessas de Neru. / E a nobre obra? Come andei e ando apreensivo pela sorte dos irmãos e dos aspirantes e alunos. E as obras em construção e o futuro aspirantado? Creio, isto esta seguro, que o Governo de Nova Delli não vai ter a generosidade no nosso. Mas confiemos em Deus e na Virgem Auxiliadora.”

215 Monteiro-Carreño, 22 December 1961:


E vamos ao seu caso e aos problemas que suscita.

Mando-lhe copia duma carta que enviei ao Sr. Pe. Fedrigotti para ver o meu estado de espírito ao saber a triste noticia de que no-lo queriam roubar. Fui a Torim dia 19 do corrente a saudar os superiores e trazer normas para a nova situação, criada pero bárbaro ataque indiano à obra salesiana em Goa. Em princípio disseram-me para deixar tudo como está, mas os senhores hindus da capital indiana estarão de acordo? Não vão mandar sair os salesianos portugueses e alguns europeus? Vou escrever ao Pe. Med para saber através dele algumas notícias. Pois através dos nossos correios por enquanto nada é possível.

Insisti com o Sr. Pe Fedrigotti para V. Rev.cia nos vir ajudar em Africa, pois vamos abrir em breve casa em Luanda. Mas ele que estava disposto a ceder para Goa, se tudo continuar como até há dias, disse-me que para a India V. Rev.cia não podia ir por ter defendido a posição portuguesa em Goa e que eles Superiores já o tinham prometido ao Cardeal de Manila. Não pode calcular quanto me custa esta perda. O Conselho Inspectorial também se associou a mim para o defender. E estou muito arrependido não ter chamado em fins de Outubro ou princípios de Novembro, dando-lhe momentaneamente um cargo até à solução de outros problemas. A minha intenção era que fosse em Marco-Abril para Goa preparar o novo ano lectivo como Director do Aspirantado. Daque iria outro padre português que juntamente com o Pe. Casti ajudariam V. Rev.cia, pois o Pe. Corcoran não tem feito para a vida de comunidade em todos os caracteres. Agora que fazer? Fiat voluntas Dei.


216 Fedrigotti-Monteiro, 4 de enero de 1962. Pinho y David abandonaron Goa el 6 de julio de 1962, dejando al P. Giuseppe Moja como director en funciones (véase Caetano Lobo, “D. Bosco - Goa. Unas datas na Cronaca. Julho 1962” del archivo de POR). Nótese que las fechas del directorado de Pinho se dan erróneamente como 1960-1963 por el "Database Storico Salesiano", y como 1959-1961 en “1946: Panjim,” The Memory of the Salesian Province of Bombay 1928-1998.

217 Thekkedath, “The Starting and Consolidation of the First Salesian Work in Bombay (1928-1950)”, 36n99. Esta larga discusión sobre la salida de Carreño de Goa de seguro será interesante especialmente para los de Goa, porque el material de archivo toca un momento crítico en la historia reciente de Goa: la acción militar india y la anexión de Goa y el fin de la Goa Portuguesa. No puedo resistirme a incluir aquí una historia que me contó Giuseppe Casti (Tocco) (1931-), quien fue catequista y prefecto en Panjim de 1958 a 1965, y por lo tanto también durante los trascendentales acontecimientos de diciembre de 1961. Casti narra que todos los internos fueron despedidos de la casa, dejando atrás sólo al temible P. Giuseppe Moja (1915-2009) junto con (el manso) P. Casti (él mismo). Moja tenía dos pistolas, una algo más eficaz que la otra. Después de atrincherarse, los dos salesianos se colocaron con sus armas detrás de la puerta y esperaron a que llegaran los soldados indios. De hecho, después de un rato, hubo un fuerte golpe. Moja: "Intenta entrar y ver qué te pasa". Una voz del otro lado: “Abra la puerta, Padre. Soy exalumno de Don Bosco Bombay, y mi comandante me ha enviado para proteger su casa”. Entonces se abrieron las puertas y el ejército indio se aseguró de que Don Bosco Panjim no sufriera de ninguna manera.

218 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 19. Esta pieza, escrita después de la muerte de Carreño, puede ser encuentrado en el Archivo de POR: “Mons. José Luis Carreño”, 1 mecanografiado pág. dt. 1986: “O arranque do Oratório de Pangim com Liceu, Escola Profissional, Centro juvenil – além doutros Oratórios; a lançamento do aspirantado anexo ao internato para os rapazes mais desfavorecidos, o incremento da devoção a Mãe Auxiliadora e a D. Bosco, afora a colaboração com o clero local e o prestigio Salesiano alcançado são provas indesmentíveis. Para os irmãos jovens era um pai que abraça sempre os filhos nas dificuldades. A um nosso clérigo que desabafou as lutas e erros da assistência diz-lhe com amplexo paternal: – ‘coragem, meu irmão; eu também passei por essas provas’.”

219 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 19. “E os alunos, quando ele terminado o seu mandato em 1960, veio à Europa depois foi às Filipinas, exclamavam inconsoláveis: – ‘Se soubéssemos que ele não voltava, ano o deixaríamos partir. Iríamos todos ao Aeroporto’.” (Mons. José Luis Carreño”, 1 pag. Mecanografiado, dt. 1986, Archivo POR)

220 Citado en Arlegui Suescun 22.

221 Carreño-Pianazzi, 6 de febrero de 1961 (ASC D978).

222 Carreño-Monteiro, 29 de julio de 1961 (Archivo de POR). La escuela en cuestión es el Instituto Técnico Don Bosco, Rosemead, California, en la diócesis de Los Ángeles.

223 Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 1. Me he basado mucho en la obra de Impelido, pero, con acceso a la correspondencia original, algunas de las sentencias son mías.

224 Carlo Braga (1889-1971) sirvió en China desde 1924 hasta 1953. En 1953 fue enviado a Filipinas como director de Victorias. En 1955 fue nombrado delegado del provincial de China para Filipinas. En 1958, cuando Filipinas se convirtió en Visitaduría, fue nombrado su primer Superior.

225 Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020.

226 ASC 22 B015 Propaganda para las vocaciones, VOFISA (= Vocaciones Filipinas Salesianas), citado en Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 6. Ver Carreño-Monteiro, 3 de marzo de 1962, donde espera partir hacia Manila una vez que reciba el visado necesario. Véase la carta de Carreño a Pianazzi (23 de marzo de 1962, desde Madrid) donde escribe que partirá hacia Manila, dv., el 25 de marzo de 1962.

227 Lingad recuerda la llegada de Carreño al aspirantado de Victorias, Negros Occidental, en abril de 1962 (ver Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos del 27 de marzo de 2020).

228 Véase Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 20. La intención de realizar esta visita se anuncia en Carreño-Pianazzi el 23 de marzo de 1962, y la visita en sí se confirma en una referencia en Carreño, Singladuras indias 37: “Mi última visita a Goa había sido en 1962, cuando todavía había miliares de soldados y prisioneros portugueses en los campos de prisioneros…. / Me encontraba entonces en Bombay, de paso para las Filipinas…” En su carta del 17 de marzo de 1963 a Pianazzi, Carreño se refiere a un viaje reciente por el sur de la India: “Pochi giorni dopo la sua lettera, nella quale mi informava della cattiva impressione lasciata 'dalle mie arringhe' al mio passaggio pel Sud India, e del come la mia petizione di avere qui un coadiutore di TPT [Tirupattur] si prendesse come un voler rovinare l'India …”

229 Carreño, Urdimbre en el telar 319-320.

230 Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 6.

231 Valeriano Barbero (1938-), varias veces delegado provincial de Papua Nueva Guinea, se desempeñó como tirocinante con Carreño en Mutinlupa y más tarde en San Fernando y en Canlubang. Él reporta que la casa de Mutinlupa tenía dos plantas, en la planta baja la capilla, el refectorio y varios almacenes, y en el primer piso el dormitorio, estudio y una pequeña habitación que servía también como despacho del maestro de novicios. Los mejores huevos de las pocas aves de corral se enviaban a los benefactores en Makati, el resto eran para la comunidad; y lo mismo sucedía con los mangos. La comida era cara, e incluso los baños estaban racionados, porque tenían que pagar el agua de la bomba. El joven asistente de novicios (Barbero) intentó cambiar las cosas, y Carreño no se entrometió. Fue una época de cambios, del anterior maestro de novicios, Vincenzo Ricaldone, al nuevo (Carreño), y de la mentalidad 'china' de los salesianos que habían sido misioneros en China, a la mentalidad más abierta de Carreño. Véase Barbero-Coelho, correo electrónico del 18 de abril de 2020.

232 Lingad señala que el noviciado comenzó el 30 de mayo de 1962 en Mutinlupa (ver Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos del 27 de marzo de 2020).

233 Ver Carreño-Pianazzi, 8 de enero de 1963 e Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 7.

234 “Qualcuno criticò don Carreño che era per il suo modo di fare così libero che due o tre novizi non fecero la professione. Del senno di poi capì chi erano quelli che non fecero la professione e furono invitati ad andarsene: gli orgogliosi, quelli proprio pieni di sé, e chi era più femmina che maschio. Tipi di persone queste che don Carreño non poteva digerire, anche se presentati al noviziato da santi confratelli”. Barbero-Coelho 18 de abril de 2020.

235 Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 6-7. La fecha de nombramiento en los documentos de la ASC es el 7 de abril de 1964, y se establece que el plazo finaliza el 15 de agosto de 1967.

236 10 en 1962-1963, de los cuales 5 profesaron; 8 en 1963-1964, de los cuales 7 profesaron; 15 en 1964-1965, de los cuales 14 profesaron. Según un estudio realizado por Philip Lazatin (provincia del FIS, Filipinas) en 2019, 9 de ellos perseveraban: José Ferrer, Genaro Gegantoni, Celestino Lingad (profesaron en 1963); Aguedo Palomo (profesó en 1964); Jaime Carmona, Vicente Cervania, Emiliano Santos, Hilario Tamonan, Danilo Torres (profesaron en 1965).

237 De las conversaciones con el P. Benna en 2018. Véase también Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 17. P. Giovanni Benna (nacido en 1933, Chieri, Italia; fallecido en Valdocco, 2018), misionero en Filipinas de 1961 a 1998, y, a su regreso a Italia, a cargo de la capellanía filipina, San Giovanni Evangelista, Turín, de 1998 a 2018.

238 Carreño-Fedrigotti, Madrid, 12 de octubre de 1965. Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 16-17.

239 Ver Rico, Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 21. Las ASC contienen dos páginas manuscritas, posiblemente de Carreño, con membrete de VOFISA, una especie de llamamiento a los bienhechores. 

240 Véase Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020.

241 Testimonio de P. José Bernacer, citado en Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 18. Ver también Barbero-Coelho, correo electrónico de 18 de abril de 2020: “La sua mentalità indiana non trovava posto in quella cinese da lui descritta come un essere imprigionata dalla Grande Muraglia". José Luis Bernacer Valor (1937-) dejó definitivamente la Congregación Salesiana en 2002.

242 Lingad informa de que, poco antes del final de su año de noviciado (es decir, antes de junio de 1963), el P. Braga vino a San Fernando a ver al P. Carreño, diciéndole “que preparara a los muchachos [novicios]” para la filosofía en Cheung Chau, Hong Kong. El P. Carreño parece haber objetado de inmediato: “¿Qué? ¿Enviar a nuestros jóvenes a la tierra de Confucio a estudiar filosofía escolástica? ... Mire, padre, ahora mismo, porque tiene la sotana, puede hacer lo que quiera en su propia escuela. Pero se acerca el momento en que ni en sus propias escuelas [podrán hacer] nada sin el papelito - ¡el título!”. De hecho, Leo Drona, más tarde obispo, había regresado con un título de Hong Kong en matemáticas y Felicisimo Juan en física, pero estos no fueron reconocidos como válidos en Filipinas. (Ver Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos del 27 de marzo de 2020)

243 Ver Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 8 y el testimonio de Luigi Di Fiore (ASC D978) citado en Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 18.

244 Véase el testimonio de Di Fiore (ASC D978).

245 Véase Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963): 'Dove la nostra opera vi era nata… già adulta’,” Ricerche Storiche Salesiane 23/2 (2004) 451-452.

246 ASC F163 Filippine: Corrispondenza (Cogliandro-Fedrigotti, Makati, 4 de octubre de 1963); véase Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 452.

247 El P. Ferdinando Rossotto (nacido en 1920) dejó los Salesianos en 1959 para incorporarse a una diócesis.

248 Ver Nestor Impelido, Salesians in the Philippines: Establishment and development from delegation to Province (1951-1963), Studi: Istituto Storico Salesiano, Roma, 24 (Roma: LAS, 2007) 284, e Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 5n29.

249 Impelido, Salesians in the Philippines 285. Cheung Chau es una isla a 10 kms de la isla de Hong Kong. Formaba parte de la colonia británica de Hong Kong y ahora forma parte de la Región Administrativa Especial de Hong Kong.

250 La frase había sido efectivamente utilizada por Braga escribiendo al Rector Mayor, P. Ricaldone: "è necessario avere subito uno sfogo". ASC F158 Cina: Corrispondenza (Braga-Ricaldone, Hong Kong, 29 de marzo de 1951). Citado en Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 442n69.

251 “Come potremmo fare questo torto a quei di Hong Kong?” Carreño-Pianazzi, San Fernando, 8 de enero de 1963; ver Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 7-9.

252 El coadjutor Julio Ferrer Mora (nacido en 1921) finalmente dejó la Congregación, en 1966.

253 “Non lo dico con amarezza, Sig. Don Pianazzi, sebbene sia inevitabile ai 57 anni, sentire una nuova sottile vena di ironia amara nel corpo: se Lei mi avesse detto di sì, sarebbe stata la seconda volta, in questi 30 anni, che i Superiori del C[onsiglio] S[uperiore] (tranne il R[ettor] M[aggiore]) mi avessero detto di sì. Sono molto abituato alla reazione di Torino alle mie – Chisciotto di me! – ormai molte proposte: ‘un altro sonetto che ci manda Don Carreño!’.” Carreño-Pianazzi, San Fernando, 5 de febrero de 1963.

254 Esta carta se menciona en Carreño-Fedrigotti, San Fernando, 4 de marzo de 1963. Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 9-12.

255 Ver Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 9-10, 12.

256 “A excepción de Cebu, que comenzó como una obra para niños de la calle pero que después se convirtió en una escuela, la mayoría de las obras salesianas en Filipinas comenzaron como escuelas”. Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 441.

257 Carreño-Pianazzi, 17 de marzo de 1963 (ver también Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 12-13):


Sò [sic], poco più o meno, che la mia lettera non altererà molto le cose, perché conosco per esperienza che la mia corrispondenza è pre-classificata a Torino tra lo stile poetico. Ma almeno ho fatto il mio dovere. E, in secondo luogo, convincerà i Superiori a mandare un Maestro di Novizi che sia santo… e alquanto ingenuo anche. Arrivato il quale, se questo non è dare un dispiacere ai Superiori, chiederò umilmente di ritornare tra i miei: in missione non si viene che con un ideale, anche se lo si chiama poesia. Se si tratta soltanto di ‘salvarsi l’anima’ o forse di ‘passarla bene’, che mi lascino andare a salvarmi l’anima a Madrid, dove l’ho passato sempre molto bene anche. Rimarrò col rimorso di aver abbandonato il più bel campo di apostolato: ma qui sarei un ribelle.


258 Carreño-Pianazzi, 17 de marzo de 1963:


Pochi giorni dopo la Sua lettera… mi scrivevano da Yercaud: ‘fra poco saranno ordinati 21 sacerdoti per quest’Ispettoria e usciranno al tirocinio 17 chierici’ soltanto per l’Ispettoria di Madras! Quei sacerdoti sono quei che io lasciai latinisti… in quei tempi in cui andavo a fare delle razzie nel Malabar. E adesso il chiedere noi, in questi inizi, un coadiutore per metter su una Casa di Formazione, è un voler rovinare l’India! … Se questo non sa di amarezza di ingratitudine, è almeno un amnesia. Quanto più grati si son dimostrati i miei poverini di Goa!


259 Carreño-Fedrigotti, San Fernando, 10 de abril de 1963:


Anche il Sig. Don Pianazzi mi ha risposto. Devo avvertire, però, che scrivendo a lui come all’incaricato degli studi, avevo aggiunto anche che sentivo che il mio atteggiamento cominciava ad interpretarsi qui un po’ come ribellione (‘questi dall’India’… ‘questi nuovi arrivati’… o, peggio ancora, ‘questi spagnuoli’…). Gli avevo manifestato dunque che essendo stato io sempre un incondizionato dell’autorità (forse avrei dovuto aggiungere ‘dell’autorità salesiana’, perché invero coll’autorità ‘diocesana’ mi so azzuffatto parecchio), sarei molto dolente di dare cattivo esempio di ribellione, non potendo d’altra parte starmi zitto del tutto; pregavo dunque che mandassero un santo Maestro di Novizi; arrivato il quale chiederei il ritorno in Spagna piuttosto che scandalizzare tutta un Ispettoria. E il Sig. Don Pianazzi mi rispose dunque ‘quando egli arrivi, ritorni pure nella Spagna’.


260 Carreño-Fedrigotti, San Fernando, 10 de abril de 1963. Ver Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 14.

261 “Questa volta sparirò sul serio tra i miei monti Cantabri, e non darò più noia a nessuno. Non nascondo che mi costerà un po' lasciare questa terra, che si ama appassionatamente a prima vista – sopra tutto se il missionario è spagnolo – ma ormai sono allenato a dare strappi simili a questo vecchio cuore.” Carreño-Pianazzi, San Fernando, 10 de abril de 1963.

262 Carreño-Ziggiotti, Canlubang, 5 de septiembre de 1963. Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 14-16.

263 Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 15-16.

264 Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 16.

265 Impelido habla de los primeros salesianos filipinos que nunca fueron enviados fuera de Filipinas para su formación inicial, y menciona al P. Celestino Lingad y al P. Genaro Gegantoni, que pertenecían al 6º grupo de novicios (el primero de Carreño), y al P. Aguedo Palomo del 7º grupo (segundo de Carreño). Ver “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 430 y n6. Lingad lo confirma en Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos del 27 de marzo de 2020. Según el “Database Storico Anagrafico” de la Congregación Salesiana, la 'actividad' de lo que se convertiría en el “Canlubang - Postnoviciado” (dedicado al Sagrado Corazón de Jesús) comenzó el 12 de agosto de 1963. La casa fue erigida canónicamente el 15 de mayo de 1964.

266 Véase Carreño-Pianazzi, San Fernando Pampanga, 5 de febrero de 1963. Véase también Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos del 27 de marzo de 2020.

267 Véase Lazatin-Coelho, correo electrónico de 9 de marzo de 2020.

268 Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 20.

269 Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020.

270 Citado en Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 21-22. 

271 Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020.

272 Ver arriba, sección 9.2.

273 Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020.

274 Modesto Bellido (1902-1993), consejero general para las misiones. Véase Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 448.

275 Carreño-Ziggiotti, Canlubang, 5 de septiembre de 1963. Véase Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 455.

276 Pietro Uras, Giuseppe Zucchelli y Ovidio Zaccheddu llegaron en 1964. Los otros habían llegado antes como tirocinantes (Felice Furlan, Giuliano Venturini, Pierluigi Zuffetti, Giovanni Arienti), pero prácticamente todos ellos regresaron a Italia para sus estudios teológicos. Véase Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 455.

277 Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 454.

278 ASC F163 Filippine: Corrispondenza (Cogliandro-Fedrigotti, San Fernando, 10 de julio de 1964), citado en Impelido, “The Salesians in the Philippines (1951-1963)” 455.

279 Ver ASC F163 Filippine: Corrispondenza (Cogliandro-Ziggiotti, Makati, 9 de diciembre de 1963), citado en Nestor Impelido, "The Salesians in the Philippines (1951-1963)" 448. El propio Cogliandro escribe que el confesor [Braga] estaba ansioso por participar en el Capítulo General después de que el elegido le haya cedido.

280 Las fechas son ambas de la crónica de la casa, ahora en el noviciado de Lawaan, Cebu City (gracias a Philip Lazatin por esta información).

281 Entrevista telefónica de Néstor Impelido con Danilo Torres, Superior de Tuloy sa Don Bosco Street Children Village, Manila, 24 de marzo de 2020. Esta información podría ser cotejada en los archivos de FIN y con la crónica de la casa de Canlubang - posnoviciado.

282 Véase Braga-Massimino, 29 de julio de 1965, en Carlo Braga. Lettere scelte, ed. Remo Bracchi (Roma: LAS, 2017) 749-750). El P. Braga, al regresar del Capítulo General 19, informa que el P. Carreño salió de Manila el día anterior de su llegada de Roma. Braga había llegado a Manila el 25 de julio de 1965, por lo que Carreño debió partir el 24 de julio de 1965. (Agradezco a Nestor Impelido esta referencia). Esto también lo confirman las crónicas del noviciado (gracias a Philip Lazatin por esta información).

283 Carreño-Fedrigotti, Madrid, 12 de octubre de 1965. Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 16-17.

284 Véase Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020; Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 20; y Thekkedath, “The Starting and Consolidation of the First Salesian Work in Bombay (1928-1950)”, 36n99. Rico y Thekkedath se apoyan quizás en el documento de nombramiento de Carreño como director de Canlubang, que establece que su primer mandato terminaría el 15 de agosto de 1967. 

285 Ver Crónicas del noviciado de Canlubang (actualmente en el noviciado de Lawaan; información proporcionada por Philip Lazatin), entradas del 24, 26 y 29 de julio de 1965.

286 Carreño, Urdimbre en el telar 321. Véanse las dos páginas no fechadas escritas en papel con membrete de VOFISA (Vocaciones Filipinas Salesianas) que llevan dos direcciones, Madrid y Canlubang (ASC D978). Puesto que Carreño se presenta como Director de Canlubang, son ciertamente de 1964 en adelante. En su testimonio, Pianazzi escribe: “Una cosa che rimarcai in lui: amò sempre il luogo dove fu mandato. Quando fu a Madras, la missione di Madras era la migliore del mondo e (scherzando) sottovalutava l'Assam e Goa. Quando fu a Goa, non vi era nulla al mondo migliore di Goa. Quando andò nelle Filippine… passò per l'Ispettoria magnificando le Filippine e invitando a andar là dall'India”.

287 Ver Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 23. 

288 Ver Bastarrica 134: “Gracias, P. Carreño. Abrigo la sana y justa intención de dejarte decir luego todo cuanto quieras, pues sé que con ello prestarás un valioso obsequio al lector, y a mí me descargarás del peso de tanto pensar para hilvanar esta historia, que en tus labios y pluma adquiere una singular belleza y ¡hasta poesía!”

289 Ver Ojer, “José Luis Carreño Etxeandía”, que me envió el 12 de abril de 2020. 

290 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 23. Según el Elenco (¿de la provincia de Madrid?), fue en 1970 (información aportada por José Antonio Hernández). La contribución de Carreño al libro de Bastarrica sobre Santander, fechada el 26 de febrero de 1976, lo hace escribir desde New Rochelle: “Ya próxima a acabar mi estancia americana...” (Carreño, “Relación New Rochelle”, Bastarrica 134; véase también Bastarrica en la misma página, lo que indica que Carreño escribe desde New Rochelle), pero como Carreño viajó varias veces a los EE.UU. en busca de fondos, no es posible sacar ninguna conclusión de esto. 

291 José Luis Carreño Etxeandía, Singladuras indias (Madrid: Central Catequística Salesiana, 1974). Si bien los capítulos contienen indicaciones sobre días y meses, el año (1970) se da sólo de manera informal en la p. 4 y con el mapa de la India en la página anterior al índice. La información de que Carreño había sido invitado por Mons. Huberto D'Rosario la da Ignacio Rubio en el interior de la portada de algunos ejemplares del libro. 

292 Véase Carreño, Singladuras indias 1-2.

293 Información facilitada por José Antonio Hernández de los “Elencos de la Congregación Salesiana”.

294 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 23. 

295 El arzobispo Olaechea había pedido fondos para un seminario de vocaciones adultas que serían apóstoles en América Latina. En una nota, Carreño dice: "ese Hostal para Vocaciones Adultas Misioneras ... existe ya ... y se llama HOGAR DEL MISIONERO, Alzuza (Navarra)". (Singladuras indias 2)

296 Entre los salesianos que convivieron con Carreño estaban Michael Murray (1978-1980) y Eugenio Ojer (1978-1979). Ver información proporcionada por José Antonio Hernández de los “Elencos de la Congregación Salesiana”.

297 “Don José Luis sigue en contacto con los salesianos de Pamplona y baja todos los domingos a comer con la Comunidad. Pero poco a poco se distancia. Tiene a veces fuertes discusiones con ellos y casi siempre acaba con hambre, pues quien más quien menos tiene alguna pregunta para este hombre sabio que vive en la montaña. Y ellos saben que el estilo salesiano del misionero que arrastraba masas de jóvenes no es el mismo que el de los patios salesianos de Navarra, donde alguna vez se oyen blasfemias. Eso me lo dijo a mí, con mucho dolor." Ojer, “José Luis Carreño Etxeandía”, 12 de abril de 2020.

298 Miranda señala que Mari Paz Azcárraga tiene un manuscrito del P. Carreño: “Me dice Mari Paz que tiene el original de algo que estaba escribiendo sobre sus vivencias…” (Ángel Miranda Regojo - José Antonio Hernández, correo electrónico de 18 de marzo de 2020). Este manuscrito es el material autobiográfico mencionado en el n2 más arriba.

299 Ángel Miranda Regojo - Francisco Santos, correo electrónico de 19 de marzo de 2020. Ojer comenta: sin proponérselo, Oteiza había puesto así el pueblecito de Alzuza en el mapa de Navarra. Ver su “José Luis Carreño Etxeandía” (12 de abril de 2020).

300 Eugenio Ojer Buil (1926-) hizo su primera profesión como salesiano en 1943 y, siendo enviado como misionero a la India, fue ordenado en Shillong en 1953. Dejó la Congregación en 1986.

301 “Don Luis mandó quemar su archivo de correspondencia con el Consejo General, etc…” (Ángel Miranda Regojo - José Antonio Hernández, correo electrónico de 18 de marzo de 2020). “Eugenio Ojer era el hombre de confianza de Don Carreño, cuando fue salesiano y tras dejar la Congregación. Como dice Ángel Miranda, don Carreño le confió la destrucción”. (José Antonio Hernández - Ivo Coelho, correo electrónico de 18 de marzo de 2020). "Viven los dos [Ojer y su mujer] y siguen en contacto con la presencia salesiana, un poco como 'administrador' de los donativos que busca Alfredo Marco [Marzo], misionero navarro en India." (Ángel Miranda Regojo - Francisco Santos, correo electrónico de 19 de marzo de 2020) Hay, por tanto, verdad en la historia que a menudo se cuenta sobre Carreño quemando sacos de cartas después de la visita de un salesiano indio que quiso escribir su biografía y había pedido su correspondencia. El salesiano en cuestión fue, imagino, Thomas Pamparel (1930-2016).

302 Margaret luego emigró a Australia, donde pudo llevar a su madre y hermanos. Véase Ojer, “José Luis Carreño Etxeandía”, 12 de abril de 2020.

303 Así lo confirma también Ojer, “José Luis Carreño Etxeandía”, 12 de abril de 2020.

304 Ver el “Database Storico Anagrafico” de la Congregación Salesiana, de 27 de marzo de 2020, y también la información recibida de Nestor Impelido.

305 Véase Ojer, “José Luis Carreño Etxeandía”, 12 de abril de 2020.

306 “Lo incontrai l'ultima volta in Spagna nell'estate del 1965. Mi sembrava un poco abbattuto. Aveva lasciato le Filippine o era stato mandato via perché, come diceva un Superiore di Torino 'don Carreño è un poeta' che viveva fuori dalla realtà? o che era una persona nata troppo presto per il suo tempo e quindi disturbava?" Barbero-Coelho, 18 de abril de 2020.

307 Lingad-Coelho, correo electrónico y anexos de 27 de marzo de 2020.

308 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 23-24. 

309 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 26. 

310 José Luis Carreño, G in M (God in a Mirror). An Anthology of God's Fingerprints, God's Blueprints and God's Blood Stains. Goa: Dom Bosco Escola de Artes Graficas, 1958.

311 Carreño, Urdimbre en el telar 21.

312 En el “Codicilo” MS 13 Carreño menciona la moneda que había sido puesta sobre los ojos de Jesús muerto.

313 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 25. 

314 Ojer, “José Luis Carreño Etxeandía”, 12 de abril de 2020. Véase JJ Benitez, Un as en la manga de Dios, que lleva la dedicatoria: “A la memoria de José Luis Carreño, que me llevó de la mano (pacientemente) en aquellos años setenta". Y de nuevo Benítez: “Fui el último en imaginar lo que iba a representar aquel encuentro con José Luis Carreño y con la imagen de la Sábana Santa. ¿Un encuentro casual? En absoluto. De ahí nacería uno de mis grandes objetivos: investigar y difundir la vida y el pensamiento de Jesús de Nazaret. Y fue aquel sabio navarro –el salesiano José Luis Carreño– quien me proporcionó el bautismo de fuego. Que Dios lo bendiga”.

315 Las Atti del Capitolo Superiore della Pia Società Salesiana Anno 17, n. 78 (24 de noviembre de 1936) 65-66 hablan de este himno como compuesto por el padre Francesco Cerruti (1844-1917) y bendecido por Don Rua en su lecho de muerte. Según la carta del provincial del INM, la oración “fue musicalizada por el P. Alfred Schupp SDB en Tirupattur y fue cantada por primera vez durante la solemne Misa Pontificia para la consagración del altar mayor de la iglesia en Tirupattur el 30 de junio de 1943”. Ver KM Jose, “Recordando el Sagrado Corazón de Jesús con motivo de las Bodas de Platino de la Consagración de la Provincia INM”, Circular Provincial [de la provincia INM] INM-KMJ-CIR 16 / 06-2018 - junio ​​2018. Thekkedath parece confirmarlo: ver Thekkedath, History 898.

316 “Sai che il raporto di José Luis con el staf direttivo della Congregazione non é stato molto pacifico ... Salesiano a fondo! ma con un senso comune e una capacitá creativa que superava horizonti piú o meno, anche, 'limitati' …” Ángel Miranda Regojo - Ivo Coelho, email de 20.03.2020 (No he querido corregir el italiano aquí). 

317 Ver Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 26. Ricceri (1901-1989) fue Rector Mayor de 1965 a 1977 y Viganò (1920-1995) de 1977 a 1995. 

318 Ojer, “José Luis Carreño Etxeandía”, 12 de abril de 2020.

319 Crónica Casa Martí-Codolar (gracias a Jordi Latorre Castillo por esta información). Véase Jordi La Torre - Ivo Coelho, correo electrónico del 6.04.2020: “Ho conosciuto don Carreño già ammalato, nei mesi in cui si è ricoverato nell'antica infermeria dei Martí-Codolar. A quel tempo ero ancora studente di teologia e aiutante di biblioteca. Don Carreño, appena si alzava dal letto, mi chiedeva volumi della rivista Razón y Fe dei gesuiti ... e quando gli portava dei volumi da leggere e mi ritornava i volumi già letti sempre diceva: ‘... sai, Jordi, non si scrive niente di nuovo. Quanto si dice oggi è già stato detto prima!’. / Da noi si è ricoverato soltanto per alcuni mesi mentre si sistemava uno spazio adatto a lui a Pamplona. A quel tempo la Ispettoria di Bilbao non aveva ancora una infermeria ispettoriale; poi si è sistemata una a Logroño. Don Carreño da MCO [Martí Codolar] è stato trasferito a Pamplona dove è morto circa due anni più tardi”. Véase también Ángel Miranda Regojo - Ivo Coelho, correo electrónico de 6.04.2020, que confirma que Carreño había pedido ir a la enfermería de Martí Codolar, pero que había regresado pronto a Pamplona. 

320 Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios 8.

321 José Antonio Rico, José Luis Carreño Etxeandía. Obrero de Dios (Pamplona: Instituto Politécnico Salesiano, 1986). 

322 Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 18.

323 Ver Testimonio de L. Di Fiore (ASC D978), e Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 17-18.

324 Impelido, “Father Jose Luis Carreño – Dilectus Deo et hominibus” 18-19.

325 "Yo nada más sentiría que el precioso cuadro de una vida toda de Dios quedase manchado con el triste epílogo –cargado de poesía, sí– de una incomprensible falta de entendimiento de la realidad de la vida religiosa." Testimonio de Basilio Bustillo 4 (ASC D978). Bustillo fue compañero de Carreño en Campello: “Le conocí el 1918, en Campello…. Era un muchacho que llamaba la atención de los compañeros. Por su abierta simpatía, su gran bondad y su mucho saber”. (Ibid)

326 Carreño, “Codicilo” MS 4.

327 Carreño, “Codicilo” MS 5-6.

328 Véase Marko I. Rupnik y Maria Campatelli, “Vedo un ramo di mandorlo”. Riflessioni sulla vita religiosa (Roma: Lipa, 2015) 19.

329 Carreño, “Codicilo” MS 60.

330 Véase, por ejemplo, lo que Carreño dice de pasada, comentando su uso de la palabra vasca aita: “Y supongo que no habrá necesidad de traducir esta palabra al castellano, habiendo todavía en el Oriente misioneros que me encabezan sus cartas con la híbrida expresión de cariño ‘Mi querido aita’”. (“Codicilo” MS 13)

331 Véase José Luis Plascencia Moncayo, Witnesses of the Love of God: Theological and Spiritual Reflections on the Preventive System of Don Bosco (Bengaluru: Kristu Jyoti Publications, 2018) 119-122.

332 Testimonio de Di Fiore (ASC D978).