ES - LUCIS_compressed


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1 Pages 1-10

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Vía Lucis
con meditaciones de
Francesco de Sales
2022
PPrreeppaarraaddoo ppoorr DD.. PPaaoolloo MMoojjoollii ssddbb
Grá cos: Elena CRISTINO

1.2 Page 2

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Índice
ESTACIONES I - IV
ESTACIONES V -
VIII
ESTACIONES IX - XII
ESTACIONES XIII -
XIV
Oración nal

1.3 Page 3

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Jesús resucita
de entre los
muertos
Mt 28,5-7
1
El Resucitado
se mani esta a
la Magdalena
Jn 20,15-17
3
2
Los discípulos
encuentran la
tumba vacía
Jn 20,4-8
4
El Resucitado
en el camino
de Emaús
Lc 24,18-19.25-27

1.4 Page 4

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Lo
reconocieron al
partir el pan
Lc 24,29-33
5
El Resucitado
da poder para
perdonar los
pecados
Jn 20,19-23
7
6
El Resucitado
se muestra vivo
a los discípulos
Lc 24,38-43
8
El Resucitado
con rma la fe
de Tomás
Jn 20,25-29

1.5 Page 5

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El Resucitado
en el lago de
Tiberíades
Jn 21,5-6.11
9
El Resucitado
encomienda la
misión universal.
Mt 28,18-20
11
10
El Resucitado
con ere el
primado a Pedro
Jn 21,15-17
12
El Resucitado
asciende al cielo
He 1,9-11

1.6 Page 6

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Con María,
esperando al
Espíritu
He 1,13-14
13
14
El Resucitado
envía el Espíritu
prometido.
He 2,1-4
Victimae paschali laudes
immolent Christiani.
Agnus redemit oves:
Christus innocens Patri
reconciliavit peccatores.
Mors et vita duello
con ixere mirando:
dux vitae mortuus,
regnat vivus.
Dic nobis Maria,
quid vidisti in via?
Sepulcrum Christi viventis,
et gloriam vidi resurgentis
Angelicos testes,
sudarium, et vestes.
Surrexit Christus spes mea:
praecedet suos in Galilaeam.
Scimus Christum surrexisse
a mortuis vere:
tu nobis, victor Rex, miserere.
Resurrezione di Cristo - Rubens - Palazzo Pitti -
Firenze

1.7 Page 7

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Jesús resucita de
entre los muertos
1
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
Anastasis, chiesa di San Salvatore,
Chora (Turchia), inizi del secolo XIV.
El Angel dijo a las mujeres: «No teman, yo sé que ustedes
buscan a Jesús, el Cruci cado. No está aquí, porque ha
resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde
estaba, y vayan en seguida a decir a sus discípulos: «Ha
resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a
Galilea: allí lo verán». Esto es lo que tenía que decirles».
(Mt 28,5-7)
La devoción auténtica [= ¡hacer presente a Jesús resucitado
en nuestras vidas!] no arruina nada, al contrario,
lo perfecciona todo. Cuando es contraria a la vocación
legítima, sin vacilación, es indudablemente falsa.
Aristóteles dice que la abeja extrae miel de las ores sin
dañarlas, y las deja intactos y frescas como las encontró.
La verdadera devoción hace aún mejor: no solo no daña las
vocaciones y las ocupaciones,
sino que las enriquece y las hace más hermosas...
El cuidado de la familia se vuelve sereno; el amor entre
marido y mujer es más sincero; más el el servicio
del príncipe, y todas las ocupaciones más dulces y
placenteras. Eliminar la vida devota del cuartel del soldado,
del taller del artesano,
de la corte del príncipe, de la intimidad de los esposos
es un error, más aún, una herejía.

1.8 Page 8

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Los discípulos encuentran
la tumba vacía
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
2
Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más
rápidamente que Pedro y llegó antes.
Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no
entró.
Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el
sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que
había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino
enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo,
que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
(Jn 20, 4-8)
Eugène Burnand. La
corsa dei discepoli
Pietro a Giovanni al
sepolcro (1898)
Aunque los ciegos, no vean al Príncipe - en cuya presencia
se encuentran - no dejan de mantener una conducta
respetuosa si se les advierte de esta presencia;
sin embargo, al no verlo, olvidan fácilmente su presencia;
en consecuencia, aún más fácilmente se olvidan
de la conducta respetuosa.
Así somos, Filotea: aun sabiendo que Dios está presente,
no lo vemos; es la fe la que nos recuerda su presencia.
Al no verlo materialmente con los ojos lo olvidamos
muy a menudo y nos comportamos
como si Dios estuviera muy lejos.

1.9 Page 9

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3 El Resucitado se mani esta
a la Magdalena
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
Jesús le preguntó: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?».
Ella, pensando que era el cuidador de la huerta, le respondió:
«Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré
a buscarlo». Jesús le dijo: «¡María!». Ella lo reconoció y le dijo
en hebreo: «¡Raboní!», es decir «¡Maestro!».
Jesús le dijo: «No me retengas, porque todavía no he subido
al Padre. Ve a decir a mis hermanos: «Subo a mi Padre, el
Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes».
(Jn 20, 15-17)
"Noli me tangere", Giotto,
Cappella degli Scrovegni,
Padova, 1303-1305.
Las ores de nuestro corazón, oh Filotea, son buenos deseos.
Ahora, tan pronto como aparecen, tenemos que podar
de nuestra conciencia todas las obras muertas e inútiles.
La muchacha extranjera, para casarse con un israelita,
tenía que quitarse el vestido que la aprisionaba,
cortarse las uñas y rasurarse el pelo:
asimismo, el alma que quiera casarse con el Hijo de Dios
debe despojarse del hombre viejo
y revestirse del nuevo, dejando el pecado;
luego cortar y rasurar todos los impedimentos
que distraen del amor de Dios.
Ordinariamente la puri cación,
como la curación, tanto del cuerpo como del espíritu,
sucede lentamente, gradualmente, paso a paso,
con di cultad y con el tiempo.

1.10 Page 10

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El Resucitado en el
camino de Emaús
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
4
Duccio di Buoninsegna,
Cristo ad Emmaus, (1308-
1311), Museo dell'Opera
Metropolitana del Duomo
(Siena).
Y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¡Tú eres el
único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en
estos días!».
«¿Qué cosa?», les preguntó. Ellos respondieron: «Lo
referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta
poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de
todo el pueblo,(…).
Jesús les dijo: «¡Hombres duros de entendimiento, cómo
les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas!
¿No será necesario que el Mesías soportara esos
sufrimientos para entrar en su gloria?»
Y comenzando por Moisés y continuando en todas las
Escrituras lo que se refería a él.
(Lc 24, 18-19.25-27)
La devoción [= Amor de Dios recibido y devuelto]
debe ser vivida de manera diferente por el caballero,
el artesano, el sirviente, el príncipe, la viuda, la soltera,
la novia; pero el ejercicio de la devoción no es su ciente,
debe ser proporcional a las fuerzas, a las ocupaciones
y deberes de cada uno… Poco importa dónde estemos:
en todos los sitios podemos
y debemos aspirar a la devoción.

2 Pages 11-20

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2.1 Page 11

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Lo reconocieron al
partir el pan
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
5
Cena in Emmaus (1648),
Rembrandt (Musée du
Louvre).
Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya
es tarde y el día se acaba». El entró y se quedó con ellos.
Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición;
luego lo partió y se lo dio.
Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo
reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.
Y se decían: «¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos
hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?».
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron
a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los
demás que estaban con ellos,
(Lc 24,29-33)
Así como el cristal de un espejo no podría cerrarnos
el campo visual si por detrás no estuviera cubierto de estaño
o de plomo, de la misma manera, la divinidad no podría
ser contemplada por nosotros en este mundo,
si no estuviera unida a la sagrada humanidad del Salvador,
cuya vida y muerte constituyen el tema más adecuado,
agradable, dulce y útil que se nos da para
la meditación ordinaria.
No en balde se llama al Salvador "el pan que descendió
del cielo"; como el pan se puede comer
con toda clase de alimentos, así mismo el Salvador
puede ser meditado, considerado y buscado
en todas nuestras oraciones y acciones.

2.2 Page 12

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El Resucitado se muestra
vivo a los discípulos
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
6
Cristo risorto nel
Cenacolo, circa 1670.
Mattia Pretti, Museo
de Bellas Artes,
Siviglia.
Pero Jesús les preguntó: «¿Por qué están turbados y se les
presentan esas dudas?
Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean.
Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo».
Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies.
Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se
resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: «¿Tienen aquí algo
para comer?».
Ellos le presentaron un trozo de pescado asado;
él lo tomó y lo comió delante de todos.
(Lc 24,38-43)
Mi querida Filotea, la a gente común habla mal
del amor de Dios y pinta a las personas devotas
inmunes, tristes, malhumoradas e insinúa
que la devoción nos hace melancólicos e insoportables.
Pero siguiendo el ejemplo de Josué y de Caleb,
que a rmaban que la tierra prometida
era fértil y hermosa, y su posesión útil y agradable,
el Espíritu Santo, por boca de todos los santos,
y nuestro Señor, con su Palabra,
nos aseguran que la vida devota es dulce,
fácil y agradable.

2.3 Page 13

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7 El Resucitado da poder
para perdonar los pecados
.
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
L’Apparizione di Cristo
durante la cena degli
apostoli. Duccio di
Buoninsegna (1308-1311).
Museo dell'Opera
Metropolitana del Duomo
(Siena).
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana,
estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban
los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose
en medio de ellos, les dijo: «¡La paz esté con ustedes!».
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los
discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el
Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes»
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu
Santo.
Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los
perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan».
(Jn 20,19-23)
Hay quien piensa que es devoto
porque masculla una sarta interminable de oraciones
durante todo el día; pero no dará importancia
a las palabras malvadas, soberbias e injuriosas que su lengua
dirá, durante el resto del día, a los sirvientes y vecinos.
Algún otro meterá gustoso la mano en la cartera
para dar limosna a los pobres, pero no sacará ni una pizca
de dulzura del corazón para perdonar a los enemigos;
luego habrá otro que perdonará a los enemigos,
pero no le pasará ni siquiera por la cabeza
de pagar sus deudas; tendrá que hacerlo el tribunal.

2.4 Page 14

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El Resucitado con rma
la fe de Tomás
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
8
Incredulità di san
Tommaso, Caravaggio
(1600-1601 ),
Bildergalerie de Potsdam.
Los otros discípulos le dijeron: «¡Hemos visto al Señor!». El
les respondió: «Si no veo la marca de los clavos en sus
manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la
mano en su costado, no lo creeré».
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos
reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces
apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en
medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!».
Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis
manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante
no seas incrédulo, sino hombre de fe».
Tomas respondió: «¡Señor mío y Dios mío!.
Jesús le dijo: «Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices
los que creen sin haber visto!».
(Jn 20, 25-29)
¿Qué bien tenemos que no lo hayamos recibido?
Y si lo hemos recibido,
¿por qué queremos enorgullecernos de ello?
Por el contrario, la consideración viva
de las gracias recibidas nos hace humildes,
ya que el conocimiento genera gratitud […].
No bajemos los ojos sin humillar el corazón;
no juguemos a aparecer los últimos si en realidad
no tenemos la intención de serlo.

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El Resucitado en el lago
de Tiberíades
9
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
Cristo sul mare di Galilea
Tintoretto (1575-1580),
National Gallery of Art,
Washington.
Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?».
Ellos respondieron: «No».
El les dijo: «Tiren la red a la derecha de la barca y
encontrarán». Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que
no podían arrastrarla.
Simón Pedro subió a al barca y sacó la red a tierra, llena de
peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de
ser tantos, la red no se rompió.
(Jn 21,5-6.11)
Dime quién amó más a Dios: el teólogo Occam,
que alguien ha llamado al más sutil de los mortales,
o Santa Catalina de Génova, una mujer ignorante?
El primero lo conocía mejor por la ciencia,
la segunda por experiencia; y la experiencia
ha llevado a esta santa muy lejos en el amor será co.
La ciencia en sí misma no es contraria,
más bien es muy útil a la devoción, y si se combinan
se ayudan de una manera maravillosa,
aunque sucede muy a menudo que, a causa
de nuestra miseria, la ciencia impide el nacimiento
de la devoción, porque la ciencia hincha (1 Cor 8, 1)
y nos enorgullece, y la soberbia, que es contraria a todas
las virtudes, es la ruina total de la devoción.

2.6 Page 16

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El Resucitado con ere el
primado a Pedro
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
10
Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo
de Juan, ¿me amas más que estos?». El le respondió: «Sí,
Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta
mis corderos».
Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan,
¿me amas?». El le respondió: «Sí, Señor, saber que te
quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas».
Le preguntó por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?». Pedro se entristeció de que por tercera vez le
preguntara si lo quería, y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo;
sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.
(Jn 21,15-17)
Consegna delle chiavi
- Pietro Perugino
(1481-1482),
Cappella Sistina.
Francisco, pastor y obispo de Ginebra: 1602 - 1622.
Ahora la diócesis está en sus manos
y le tocará a él guiarla.
Siente el peso y la fatiga de esta nueva tarea:
“Ese día Dios me había sacado de mí mismo
para tomarme para sí y luego darme al pueblo,
lo que signi ca que me había transformado
de lo que era para mí a lo que tenía que ser para ellos”.

2.7 Page 17

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El Resucitado encomienda
la misión universal.
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
11
Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo
poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis
discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a
cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré
siempre con ustedes hasta el n del mundo».
(Mt 28,18-20)
Duccio di Buoninsegna,
L'Apparizione di Cristo sul
monte della Galilea,
Museo dell'Opera
Metropolitana del Duomo
(Siena).
¿Qué haremos, entonces, canónigos de Ginebra?
Con caridad debemos derribar los muros de Ginebra,
con caridad debemos invadirla,
con la caridad es necesario reconquistarla.
Con el hambre y la sed soportada por nosotros mismos,
tendremos que repeler al enemigo.
¿Cómo reconquistarla? Como lo hizo Holofernes
con la ciudad de Betulia: ¡cortando los manantiales,
interrumpiendo los acueductos!
El agua que alimenta Ginebra son malos ejemplos
de sacerdotes perversos, las acciones, las palabras,
la iniquidad de todos, pero, sobre todo, de los eclesiásticos.
Debemos vivir como hijos de Dios.
no solo de nombre, sino también de hecho.

2.8 Page 18

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El Resucitado
asciende al cielo
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
12
Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo
ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada
puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron
dos hombres vestidos de blanco,que les dijeron: «Hombres
de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús
que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la
misma manera que lo han visto partir».
(He 1,9-11)
Duccio di Buoninsegna,
L'Apparizione di Cristo sul
monte della Galilea,
Museo dell'Opera
Metropolitana del Duomo
(Siena).
¿Alguna vez has visto un gran brasero
con el fuego cubierto de cenizas?
Si después de unas diez o doce horas
vienes a buscar fuego, solo encuentras un poco
en el medio, y es difícil encontrarlo.
Lo mismo sucede con la caridad, que es nuestra vida
espiritual, sofocada por grandes y violentas tentaciones.
La tentación puede dar la impresión de cubrir toda el alma
con cenizas y reducir al límite el amor de Dios,
porque ya no se encuentra por ninguna parte,
salvo en el centro del corazón.
Sin embargo, realmente lo es, porque, aunque todo esté
turbio en nuestra alma y en nuestro cuerpo,
hemos decidido no consentir
el pecado y tampoco la tentación.

2.9 Page 19

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Con María, esperando al
Espíritu
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
13
Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás,
Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el
Zelote y Judas, hijo de Santiago.
Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la
oración, en compañía de algunas mujeres, de María,
la madre de Jesús, y de sus hermanos.
(He 1,13-14)
Pentecoste, Messale
secolo XIV, in pergamena
(Anglia orientale).
Concentra profundamente la mente sobre
el signi cado de las oraciones,
provocando reacciones en tus afectos;
no te apresures a decir muchas,
pero recita las que dices con tu corazón.
Un padrenuestro, dicho con sentimiento,
vale más que muchos recitados apresuradamente.

2.10 Page 20

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El Resucitado envía el
Espíritu prometido.
Regina coeli, laetare,
Quia quem meruisti portare,
Resurrexit, sicut dixit,
Ora pro nobis Deum.
14
Pentecoste - El Greco
(1597-1600), Museo
Nacional del Prado,
Madrid.
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en
el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido,
semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en
toda la casa donde se encontraban.
Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego,
que descendieron por separado sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a
hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía
expresarse.
(He 2,1-4)
Si realmente me importa no caer en la vanidad,
y sin embargo he caído en ella, no quisiera corregir mi
corazón con palabras como estas: “Mira que miserable eres y
abominable; después de tantas resoluciones ¡Mira cómo te
has dejado abrumar!
Yo procedería en cambio, razonablemente,
con compasión: "Ánimo, pobre corazón mío,
aquí estás caído en la trampa de la que habíamos prometido
alejarnos.
Levantémonos y librémonos de ella para siempre.
Invoquemos la misericordia de Dios y esperemos en ella. De
ahora en adelante nos ayudará a ser más decididos. Volvamos
al camino con humildad.

3 Pages 21-30

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3.1 Page 21

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¡Jesucristo ha resucitado!
El amor ha derrotado al odio, la vida ha vencido a la muerte, la luz ha disipado la oscuridad.
La mañana de Pascua, Pedro y Juan, advertidos por las mujeres, corrieron al sepulcro y lo encontraron
abierto y vacío. Entonces, se acercaron y se «inclinaron» para entrar en la tumba. Para entrar en el
misterio hay que «inclinarse», abajarse. ¡Solo quien se abaja comprende la glori cación de Jesús y puede
seguirlo en su camino!
Quien lleva en sí el poder de Dios, de su amor y su justicia, no necesita usar violencia, sino que habla y
actúa con la fuerza de la verdad, de la belleza y del amor.
Imploremos hoy al Señor resucitado la gracia de no ceder al orgullo que fomenta la violencia y las
guerras, sino de tener el valor humilde del perdón y de la paz. Pedimos a Jesús victorioso que alivie el
sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre, así como de todos los que
padecen injustamente las consecuencias de los con ictos y las violencias que se están produciendo, y que
son tantas.
Mensaje "Urbi et Orbi" - Pascua 2015

3.2 Page 22

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¡Está vivo
y aquí!