Salmos|37
  • Salmo 37
  • Señor, no me corrijas con ira
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  • Señor, no me corrijas con ira, no me castigues con cólera;
  • tus flechas se me han clavado, tu mano pesa sobre mí;
  • no hay parte ilesa en mi carne a causa de tu furor,
  • mis culpas sobrepasan mi cabeza, son un peso superior a mis fuerzas;
  • mis llagas están podridas y supuran por causa de mi insensatez;
  • voy encorvado y encogido, todo el día camino sombrío.
  • Tengo las espaldas ardiendo, no hay parte ilesa en mi carne;
  • estoy agotado, deshecho del todo; rujo con más fuerza que un león.
  • Señor mío, todas mis ansias están en tu presencia,
  • no se te ocultan mis gemidos; siento palpitar mi corazón,
  • me abandonan las fuerzas, y me falta hasta la luz de los ojos.
  • Mis amigos y compañeros se alejan de mí, mis parientes se quedan a distancia;
  • los que desean mi daño me amenazan de muerte, todo el día murmuran traiciones.
  • Pero yo, como un sordo, no oigo; como un mudo no abro la boca;
  • soy como uno que no oye y no puede replicar.
  • Mis enemigos mortales son poderosos, son muchos los que me aborrecen sin razón,
  • los que me pagan males por bienes, los que me atacan cuando procuro el bien.
  • No me abandones, Señor; Dios mío, no te quedes lejos;
  • ven aprisa a socorrerme, Señor mío, mi salvación.
  • Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo