Salmos|31
  • Salmo 31
  • Acción de gracias de un pecador arrepentido
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  • Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado;
  • dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
  • Mientras callé se consumían mis huesos, rugiendo todo el día,
  • porque día y noche tu mano pesaba sobre mí;
  • mi savia se había vuelto un fruto seco.
  • Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito;
  • propuse: "confesaré al Señor mi culpa", y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
  • Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia:
  • la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará.
  • Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberación.
  • Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir, fijaré en ti mis ojos.
  • No seáis irracionales como caballos y mulos, cuyo brío hay que domar con freno y brida; si no, no puedes acercarte.
  • Los malvados sufren muchas penas; al que confía en el Señor, la misericordia lo rodea.
  • Alegraos, justos, y gozad con el Señor;
  • aclamadlo, los de corazón sincero.
  • Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo