Salmos|77
  • Salmo 77
  • Escucha, pueblo mío, mi enseñanza
  • Automático
  • Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de mi boca:
  • que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado. . […]
  • cuando hizo portentos a vista de sus padres, en el país de Egipto, en el campo de Soán:
  • hendió el mar para darles paso, sujetando las aguas como muros; […]
  • Pero ellos volvieron a pecar contra él, y en el desierto se rebelaron contra el Altísimo:
  • tentaron a Dios en sus corazones, pidiendo una comida a su gusto;
  • hablaron contra Dios: "¿podrá Dios preparar una mesa en el desierto?
  • El hirió la roca, brotó agua y desbordaron los torrentes;
  • pero ¿podrá también darnos pan, proveer de carne a su pueblo?"
  • Lo oyó el Señor, y se indignó; un fuego se encendió contra Jacob, […]
  • Pero dio orden a las altas nubes, abrió las compuertas del cielo:
  • hizo llover sobre ellos maná, les dio un trigo celeste;
  • Y, con todo, volvieron a pecar, y no dieron fe a sus milagros:
  • entonces consumió sus días en un soplo, sus años en un momento;
  • y, cuando los hacía morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; […]
  • El, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía:
  • una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor;
  • acordándose de que eran de carne, un aliento fugaz que no torna.
  • Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo