Salmos|72
  • Salmo 72
  • Por qué sufre el justo
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  • ¡Qué bueno es Dios para el justo, el Señor para los limpios de corazón!
  • Pero yo por poco doy un mal paso, casi resbalaron mis pisadas:
  • porque envidiaba a los perversos, viendo prosperar a los malvados.
  • Para ellos no hay sinsabores, están sanos y orondos;
  • no pasan las fatigas humanas, ni sufren como los demás. […]
  • Ellos dicen: "¿Es que Dios lo va a saber, se va a enterar el Altísimo?"
  • Así son los malvados: siempre seguros, acumulan riquezas.
  • Entonces, ¿para qué he limpiado yo mi corazón y he lavado en la inocencia mis manos?
  • ¿Para qué aguanto yo todo el día y me corrijo cada mañana? […]
  • Meditaba yo para entenderlo, porque me resultaba muy difícil;
  • hasta que entré en el misterio de Dios, y comprendí el destino de ellos.
  • Es verdad: los pones en el resbaladero, los precipitas en la ruina;
  • en un momento causan horror, y acaban consumidos de espanto. […]
  • Cuando mi corazón se agriaba y me punzaba mi interior,
  • yo era un necio y un ignorante, yo era un animal ante ti.
  • Pero yo siempre estaré contigo, tu agarrarás mi mano derecha,
  • me guías según tus planes, y me llevas a un destino glorioso.
  • ¿No te tengo a ti en el cielo? Y contigo, ¿qué me importa la tierra?
  • Se consumen mi corazón y mi carne por Dios, mi lote perpetuo.
  • Sí: los que se alejan de ti se pierden; tú destruyes a los que te son infieles.
  • Para mí lo bueno es estar junto a Dios, hacer del Señor mi refugio,
  • y contar todas tus acciones en las puertas de Sión.
  • Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo