Salmos|89
  • Salmo 89
  • Baje a nosotros la bondad del Señor
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  • Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
  • Antes que naciesen los montes o fuera engendrado el orbe de la tierra, desde siempre y por siempre tú eres Dios.
  • Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: "retornad, hijos de Adán".
  • Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; una vela nocturna.
  • Los siembras año por año, como hierba que se renueva:
  • que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca.
  • ¡Cómo nos ha consumido tu cólera y nos ha trastornado tu indignación!
  • Pusiste nuestras culpas ante ti, nuestros secretos ante la luz de tu mirada:
  • y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera, y nuestros años se acabaron como un suspiro.
  • Aunque uno viva setenta años, y el más robusto hasta ochenta,
  • la mayor parte son fatiga inútil, porque pasan aprisa y vuelan.
  • ¿Quién conoce la vehemencia de tu ira, quién ha sentido el peso de tu cólera?
  • Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato.
  • Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando? Ten compasión de tus siervos;
  • por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
  • Danos alegría, por los días en que nos afligiste, por los años en que sufrimos desdichas.
  • Que tus siervos vean tu acción y sus hijos tu gloria.
  • Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos.
  • Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo