Salmos|88
  • Salmo 88 - I
  • Las misericordias del Señor sobre la casa de David
  • Automático
  • Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
  • Porque dije: "Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad". […]
  • El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles. […]
  • Tú domeñas la soberbia del mar y amansas la hinchazón del oleaje; […]
  • Tuyo es el cielo, tuya es la tierra; tú cimentaste el orbe y cuanto contiene; […]
  • Porque el Señor es nuestro escudo, y el Santo de Israel nuestro rey. […]
  • Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado;
  • para que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso; […]
  • Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán por mi nombre crecerá su poder:
  • extenderé su izquierda hasta el mar, y su derecha hasta el Gran Río. […]
  • Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable;
  • le daré una posteridad perpetua y un trono duradero como el cielo".
  • "Si sus hijos abandonan mi ley y no siguen mis mandamientos,
  • si profanan mis preceptos y no guardan mis mandatos,
  • castigaré con la vara sus pecados y a latigazos sus culpas;
  • pero no les retiraré mi favor ni desmentiré mi fidelidad,
  • Una vez juré por mi santidad no faltar a mi palabra con David:
  • "Su linaje será perpetuo, y su trono como el sol en mi presencia”
  • Salmo 88 - II
  • Lamentación por la caída de la Casa de David
  • has quebrado el cetro glorioso de David y has derribado su trono;
  • has acortado los días de su juventud y lo has cubierto de ignominia.
  • ¿Hasta cuándo, Señor, estarás escondido y arderá como un fuego tu cólera?
  • Recuerda, Señor, lo corta que es mi vida y lo caducos que has creado a los humanos.
  • ¿Dónde está, Señor, tu antigua misericordia que por tu fidelidad juraste a David?
  • Acuérdate, Señor, de la afrenta de tus siervos: lo que tengo que aguantar de las naciones,
  • de como afrentan, Señor, tus enemigos, de como afrentan las huellas de tu Ungido.
  • Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo