El director, animador misionero



EL DIRECTOR, ANIMADOR MISIONERO




Esta Sociedad comenzó siendo una simple catequesis”. También para nosotros la evangelización y la catequesis son la dimensión fundamental de nuestra misión. Como Don Bosco estamos llamados, todos y en todas las ocasiones, a ser educadores de la fe. Nuestra ciencia más eminente es, por tanto, conocer a Jesucristo, y nuestra alegría más íntima, revelar a todos las riquezas insondables de su misterio. Caminemos con los jóvenes para llevarlos a la persona del Señor resucitado, de modo que descubriendo en él y en su Evangelio el sentido supremos de su propia existencia, crezcan como hombres nuevos” ( Const. 34 ).


El Papa Juan Pablo II proclamó la actualidad de la misión "ad gentes" y señaló proféticamente los frutos: "Veo amanecer una nueva época misionera, que llegará a ser un día radiante y rica en frutos, si todos los cristianos y, en particular, los misioneros y las Iglesias jóvenes responden con generosidad y santidad a las solicitaciones y desafíos de nuestros tiempo". (R. Missio 92). De allí que Las misiones salesianas “Ad gentes” continúan siendo en el tercer milenio un frente típicamente salesiano, es más , es y continuará siendo un trazo fundamental de la Congregación.



EN LA ESCUELA DEL MAESTRO.


En esta Escuela del Maestro Jesús es para los jóvenes y s.d.b. un camino que los lleva a ser discípulos y hacer discípulos para El. Evoca el sentido evangélico de la palabra Maestro–Discípulo, vivido por los primeros discípulos en contacto con Jesús. “Llamó a los que él quiso, para que estuvieran con él y enviarlos a predicar” (Mc. 3,15).

Los jóvenes y los S.D.B. hacen camino para encontrarse con Jesús, con ese Jesucristo vivo que está a la espera de cada uno de nosotros. Implica establecer una relación muy cercana e íntima entre los jóvenes y Jesús, se encuentran con Jesucristo vivo, ( C.G 26, # 24) .



FRUTO DE ESA ESCUELA.


Nos dice el C. G. 26 en el Nº 21 que el director es el primer responsable de la formación en la comunidad, tanto de jóvenes como de S.D.B. con las buenas noches, coloquio, reuniones, conferencias, etc. es una oportunidad grande para despertar el espíritu misionero y retornar a ese espíritu misionero de Valdocco y que impulsaba a Don Bosco .


El perfil del joven fruto de esa Escuela y por tanto de nuestras escuelas a de ser:

  • El que asume responsablemente su compromiso misionero como bautizado.

  • Descubre su vocación misionera, que lo lleva a vivir plenamente la universalidad del mandato misionero de Cristo (Mt. 28,16).

  • Posee una experiencia viva y profunda de Cristo, está dispuesto a darlo a conocer entre aquellos que no lo conocen.

  • Es capaz de conocer, aceptar y transformar su realidad personal y social a la luz del Evangelio.

  • Vive un proceso de crecimiento y maduración de su fe en el Asociacionismo

  • Es testimonio auténtico de vida desde una espiritualidad sacramental centrada en la Eucaristía, como fuente y culmen de la misión.

  • Camina participando de la misión de la Iglesia, viviendo la riqueza de la fraternidad a ejemplo del testimonio de las primeras comunidades cristianas.

  • Ama su cultura, respeta y valora la de otros.

  • Desde su alegría, sencillez y responsabilidad es testigo de la esperanza, capaz de asumir nuevos retos en un mundo cambiante.

  • Aporta con su creatividad el testimonio misionero para los que no conocen a Cristo o están alejados de él.

  • Se siente en comunión con su párroco y con las demás Iglesias empobrecidas, marginadas, oprimidas y perseguidas.

  • Dan testimonio dentro de sus familias, con el ejemplo de ser jóvenes comprometidos y responsables con sus obligaciones.



EN SINTONIA IGLESIA-SALESIANOS



El CELAM dice:

- Pedir al dueño de la mies que envíe más obreros a su mies y que lo que hagamos, lo hagamos en su nombre;

- De nosotros depende el buen éxito de esta misión, de nuestro entusiasmo, testimonio y entrega;

- No contentarse con una pastoral de conservación, sino imitar a Jesús Buen Pastor;

-Potenciar las líneas pastorales de las Diócesis;

-La Iglesia misionera no puede ser indiferente a los desafíos de la realidad latinoamericana, lo que nos pide ser profetas de la esperanza;

-Desde el bautismo estamos llamados a ser misioneros, por tanto nadie se puede quedar con los brazos cruzados;

-En el año paulino, nuestro corazón debe palpitar diciendo: Ay de mi si no evangelizo”. ( Cf La Iglesia en Misión permanente ).


Aparecida (2007) nos recuerda.


332 – El riesgo de la educación de la juventud es que se hable de Cristo pero que no sea cristiana.

335 – Cristo, hombre perfecto, es el fundamento de todos los valores humanos, lo que lleva a una verdadera educación cristiana.

442 – Es necesario impulsar la pastoral de los adolescentes.

443 – Los jóvenes están llamados a ser centinelas del mañana, si les damos espacio en el presente.

446 – Líneas de acción:

  • Opción preferencial por los jóvenes.

  • Alentar movimientos de Evangelización de jóvenes.

  • Proponer a los jóvenes el encuentro con Cristo vivo que les lleve a una opción vocacional.

  • Privilegiar procesos de educación y maduración en la fe.

  • Formar a los jóvenes en la Doctrina Social de la Iglesia.

  • Capacitarlos en el mundo del trabajo.

  • Que a los jóvenes participen en jornadas, peregrinaciones y encuentros juveniles.



El C.G. XXVI nos dice :


Todo este caminar de los jóvenes en la iglesia, con sus luces y sombras, nos reta a profundizar la íntima relación que existe entre la misión que la Iglesia está llamada a realizar y el rol decisivo que los jóvenes tienen en ella y a no tener miedo de sacar todas las consecuencias pastorales y misioneras, teológicas y prácticas que de esa relación se desprende. Nuestra Congregación ( C.G. 26, # 23,…) vibrando con la Iglesia universal, nos proponemos metas que alcanzar:


_ Poner el encuentro con Cristo en la Palabra y en la Eucaristía en el centro de nuestras Comunidades, para ser discípulos auténticos y apóstoles creíbles y para testimoniar con alegría la belleza de una vida consagrada, entregada totalmente a Dios en la misión juvenil (CG26, 32, 61).
– Cuidar en todo ambiente una más eficaz integración de educación y evangelización, en la lógica del Sistema Preventivo (CG26, 41).
– Inculturar el proceso de evangelización para dar respuesta a los desafíos de los contextos regionales (CG26, 46).
– Crear en la Congregación una verdadera cultura vocacional que ayude a madurar el compromiso por el Reino de Dios y proyectos de vida (cfr. CG26, 65).

Promover la evangelización de modo contextualizado, siguiendo las indicaciones de las Conferencias Episcopales y de los Sínodos continentales. ( Cfr.CG26 ).


Procesos que hay que activar para el cambio: ( C.G. 26, 27 )


  1. De una mentalidad que privilegia las funciones de gestión directa, a una mentalidad que privilegia la presencia evangelizadora entre los jóvenes.

  2. De una evangelización hecha de eventos sin continuidad, a un itinerario sistemático e integral.

  3. De una mentalidad individualista, a un estilo comunitario que implique a jóvenes, familias y seglares en el anuncio de Jesucristo.

  4. De una actitud de autosuficiencia pastoral, a compartir proyectos de las iglesias locales.

  5. De la consideración de la eficacia de nuestra presencia en términos de estima de los demás, a su evaluación en términos de fidelidad al Evangelio.

  6. De una actitud de superioridad cultural, a una acogida positiva de las culturas diversas de la propia.

  7. De considerar a la Familia Salesiana solo como oportunidad de encuentro, conocimiento e intercambio de experiencias, al compromiso de hacer de ella un verdadero movimiento apostólico a favor de los jóvenes.

  8. De un modelo de evangelización dirigido sólo a la transformación de la persona, a una evangelización que mire también a la transformación de las estructuras sociales y políticas ( C.G. 26. 31 ).


EL DESAFÍO


El único compromiso como directores animadores misionero es simplemente volver a Cristo. Pues la Iglesia en el tercer milenio tiene que presentarse con el mismo anuncio que al principio: Jesucristo es el Señor; en Él, y en ningún otro, podemos salvarnos (Cf. Hch 4, 12). En contextos plurales éticos y religiosos, es necesario confesar y proponer a Cristo como el único salvador del mundo y de todos los hombres, como aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida. De tal modo que provoquemos la misma pregunta del principio de la evangelización, «¿qué hemos de hacer, hermanos?» (Hch 2, 37) asi el director que es el primer animador vocacional (C. G.26,68) también estará animando la vocación misionera.





MARIA, PRIMERA DISCIPULA-MISIONERA


En ningún momento los evangelistas la presentan actuando inconscientemente, ni cuando responde al Angel, ni cuando emprende el viaje a las montañas de Judea, ni cuando ejerciendo su papel de Madre busca y encuentra a Jesús Niño en el Templo, ni cuando provoca el primer milagro del Señor, ni cuando la vemos al pié de la cruz en que muere su Hijo. Que ella la primera y mas perfecta discípula misionera nos ayude a cumplir con el singular reto de la necesidad urgente de evangelizar en todas nuestra obras.




P. Foster Cerda G.

Jornadas de Formación

C.S.R.. Quito, 28 /04 /09.







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