PDO-2005

Mensaje del Rector Mayor

Los participantes del encuentro sobre Planning and Development Offices


Roma – 30.03.05


Queridos hermanos y amigos,


Mi saludo es ante todo una palabra de bienvenida a la Casa Generalicia, que es la casa de Don Bosco, incluso porque es la casa de su Sucesor. Os invito por tanto a sentiros en vuestra casa.


Quisiera además, desearos a todos y a cada uno de vosotros una alegre y fecunda Pascua de Resurrección. Es hermoso saber que vuestro encuentro tiene lugar inmediatamente después de la solemnidad de la Pascua del Señor. Todos los cristianos y con mayor razón los religiosos estamos llamados a hacer la experiencia del misterio pascual de Jesús para poder ser testigos entusiastas, convencidos y creíbles en todo el mundo. Vuestros países, como todo el mundo necesita sentir la fuerza renovadora de la vida nueva que nos ha traído la Resurrección de Jesús. En un mundo donde el valor más importante debería ser la vida, pero donde la realidad nos dice la vida está amenazada continuamente por las formas más trágicas de muerte como el hambre, las enfermedades, la violencia, la guerra, la explotación, la falta de condiciones para una existencia humana, nuestro deber es el de aportar vida, alegría, paz: testigos de la resurrección.


El tema que os habéis propuesto está en esta línea: “Planning and Development Offices”.


Efectivamente, se trata de un tema que implica a tres dicasterios de la Congregación: la Pastoral Juvenil, las Misiones y la Economía, quiere decir que está en juego no sólo y principalmente una cuestión técnica o estratégica, sino la misión salesiana, que no es otra que ser “signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes más pobres, abandonados y en peligro”.


Hoy más que nunca la misión salesiana exige, por una parte, una gran pasión por Dios y por la Humanidad, la pasión que Don Bosco sintetizó en el lema de la Congregación: “Da mihi animas, caetera tolle”, y, por otra parte, una gran profesionalidad en el ejercicio de la misma, para poder ser eficaces.

Hoy se habla de “Planning mentality” (“metalidad de proyecto”) como una “conditio sine qua non” para llevar a cabo con claridad y sistematicidad un proyecto que conoce la realidad, los desafíos a los que quiere responder, las intervenciones que hacer, las experiencias que realizar, los valores que promover, los recursos que emplear para contribuir en el proceso de humanización de la persona, capacitándola para el futuro y preparándola para integrarse activamente en la sociedad, buscando el cambio a través de los valores humanos y cristianos que la pueden purificar, fermentar y elevar.


Hoy se habla de “Development Office” (Oficina de desarrollo) como un instrumento precioso no sólo para la recaudación de fondos, aunque estos son indispensables, sino también para llevar adelante un Proyecto Orgánico Inspectorial, que conscientemente decide dónde y cómo colocarse, con qué tipo de presencia, para qué tipo de destinatarios, en sinergia y en red con qué clase de instituciones o empresas educativas.


Cuanto más conozco el mundo más me convenzo que es cierto que la pobreza en un problema grandísimo, pero que el desafío aún más grande es la cultura. Esto quiere decir que si logramos tocar el nervio de la cultura a través de la educación y la evangelización, ésta conseguirá el cambio social tan esperado por todos.


Bien, queridos hermanos, aunque no puedo estar presente, os dejo mi mensaje, que es el de Don Bosco.


Os invito por tanto a:

  1. Creer en los niños, los adolescentes, los jóvenes: ellos representan el recurso más importante de cualquier país.

  2. Apostar por la educación: es el don más precioso que podemos darles para prepararlos a afrontar el futuro con garantías de éxito.

  3. Promover la cultura de la Preventividad, inspirados en el Sistema Preventivo de Don Bosco.

  4. Trabajar en red creando sinergia, con más sentido de solidadridad, dentro de las inspectorías y en relación con la Congregación.


María Auxiliadora, la Virgen de Don Bosco, os asista como madre y maestra.

Con afecto, en Don Bosco.


Don Pascual Chávez V.

Rector Mayor