La Animacion Misionera Salesiana-ES.doc



La Animación Misionera Salesiana en la Comunidad Educativa Pastoral ‑ CEP


La dimensión misionera es parte integrante y esencial de nuestro estar bautizados y ser Iglesia. Toda comunidad, por lo tanto está llamada a devenir misionera, a hacer de la misión su razón de ser y de obrar .



Ser "comunidad misionera" significa ante todo ponerse a sí misma en estado de conversión y de misión, lista para "ser visitada por el Evangelio y para abrirse a la universalidad de la iglesia'


El carisma salesiano es explícitamente misionero, sobre todo cuando afirma su opción por los jóvenes más pobres que tienen más necesidad de ser amados y evangelizados, por los jóvenes trabajadores y los sectores populares y la acción misionera con los pueblos aún no evangelizados


El estilo misionero salesiano se caracteriza por la amabilidad, el gozo, la disponibilidad, la creatividad, el ardor y el trabajo rebasando todo límite. En algunos casos, varios misioneros han afrontado con valentía incluso el martirio '9.


Las implicaciones de estas premisas estimulan a toda comunidad educativa a:


  • adquirir una visión amplia de Iglesia universal hasta el punto de que un problema lejano es también un problema nuestro, que la solidaridad no tiene confines, al igual que la responsabilidad;


  • sentir una y otra vez el hálito de una verdadera y entusiasta animación misionera capaz e suscitar un renovado empeño de todos por los últimos, por los más lejanos, hasta llegar incluso a las últimas consecuencias del seguimiento de Cristo, de la sequela Christi;


  • dejar caer los prejuicios y crecer en comprensión y acogida hacia las personas de proveniencia diversa, de raza diferente, de distinto nivel económico y diversa fe religiosa, estudiando sus culturas y educándose a la capacidad de diálogo ecuménico e interreligioso;


  • buscar la colaboración de los seglares, en base al bautismo común, en la implicación y la corresponsabilidad 4' hacia la misión ad gentes, hasta llegar a suscitar respuestas generosas de voluntariado y de vocaciones misioneras;


  • ponerse en la escuela de las misiones como educación a la radicalidad evangélica, a la santidad, al optimismo y a la alegría de realizar una misión querida por Dios.


Una comunidad educativa animada por espíritu misionero, es aquella que se siente responsable de la misión de la Iglesia, que se esfuerza en realizar una paciente evangelización, que está contenta de poder enriquecerse con las riquezas del otro y de abrirse a las necesidades de todos, superando la fácil tentación de cerrar el horizonte misionero a la "propia" misión.



La Animación Misionera Salesiana en la Pastoral Juvenil


La animación misionera es parte integrante de la pastoral juvenil salesiana y, por eso mismo, elemento esencial y transversal del proyecto educativo pastoral salesiano (PEPS).


  • Dicha animación impregna y llena de dinamismo la pastoral juvenil, implicando a hermanos, grupos juveniles y miembros de la Familia salesiana.


  • La citada animación, en comunión con la pastoral juvenil, debe estar presente en el conjunto del proyecto educativo pastoral:


    • en los contenidos, orientándose decididamente hacia el compromiso por la primera evangelización;


    • en el estilo, animando la apertura a una mentalidad de Iglesia universal, la cualidad del diálogo interreligioso y ecuménico, la disponibilidad a una solidaridad operante;


    • en la elección de los destinatarios, renovando una opción decidida por los jóvenes pobres y menesterosos

  • Una animación misionera bien estudiada:


    • acentúa en la pastoral juvenil la opción prioritaria por la primera evangelización a través del testimonio de la vida, el anuncio explícito de Jesucristo, el sentido de la universalidad de la Iglesia




    • Moviliza todas las instancias educativas y pastorales típicas de nuestro carisma en su apoyo a la obra de "paciente evangelización y fundación de Iglesia;


    • cualifica la pastoral juvenil confiriéndole un horizonte, una finalidad y una sensibilidad especiales para la dimensión universal de la praxis eclesial;


    • ilumina el camino de educación a la fe y de iniciación a la espiritualidad juvenil salesiana mediante la propuesta de metas, objetivos, actitudes y experiencias misioneras capaces de llevar a los jóvenes a las raíces de la fe y hacerles percibir el significado y el gozo ofrecidos por los demás;


    • abre el corazón de los jóvenes y de las comunidades a los grandes problemas de la humanidad y desarrolla en ellos la capacidad de diálogo con otras culturas, religiones y grupos humanos pertenecientes a minorías étnicas;


    • suscita en los jóvenes el ardor de la fe, que los transforma en testigos y anunciadores creíbles , provocando en ellos un fuerte interrogante sobre su propio estilo de vida, sobre su capacidad de comprometerse:


      • en el voluntariado y en los grupos de animación misionera;


      • en la acogida y en la educación de las personas de diversa proveniencia, raza, fe y cultura, de los inmigrantes y de los refugiados, de los chicos en permanente riesgo y no acompañados


      • en la evangelización de aquellos que no conocen todavía a Jesucristo y están a la espera del primer anuncio de la salvación.


La animación misionera y la pastoral juvenil orientan pues a los jóvenes a amar la vida con amplias miras, abierta tanto a la cultura como a los ideales, al compartimiento y a la solidaridad, capaces de tener la valentía de soñar, como Don Bosco, mundos nuevos, personas nuevas.




Animación Misionera salesiana y Pastoral Vocacional


"En la pedagogía salesiana de la fe, la opción vocacional es el éxito maduro e indispensable de todo crecimiento humano y

cristiano'


  • Una auténtica animación misionera tiene la tarea de presentar la vocación misionera dentro de la pastoral vocacional, ayudando a los jóvenes a "descubrir su propio sitio en la construcción del Reino y asumirlo con gozo y decisión' , dar un especial sentido a la propia existencia: "Hacer de ella una confesión del valor absoluto de Dios y una respuesta a su amor'


  • La realidad misionera abre siempre nuevos horizontes y revela zonas de frontera donde está sobre el tapete el futuro del hombre. Por ello posee una fuerte motivación capaz de sacudir las conciencias y suscitar respuestas generosas de compromiso vocacional.



  • Dentro de la pastoral juvenil y en su relación privilegiada con la pastoral vocacional, la Animación Misionera presenta la peculiaridad de la vocación misionera (seglar, religiosa y sacerdotal), como respuesta máxima de gratuidad de una persona a la llamada del Señor.


  • Animación misionera y pastoral vocacional encuentran, por otra parte, un terreno común en la educación de los jóvenes a los valores, actitudes e implicación, como:





  • la gratuidad del servicio en los lugares más humildes, incómodos y difíciles;


  • el sentido de mundialidad;


  • el don total de sí en experiencias de voluntariado misionero a medio y a largo plazo;


  • la capacidad de apertura y de diálogo hacia personas provenientes de otras culturas y pertenencias religiosas diversas;


  • la entrega generosa al servicio de los más pobres y de aquellos a quienes no ha sido revelado aún el amor de Dios;


  • el deseo de dar una respuesta generosa y ad vitam en la misión ad gentes .




  • "No hay testimonio sin testigos, como no hay misión sin misioneros', . El común esfuerzo entre los dos sectores de la animación misionera y de la pastoral vocacional ofrece su mejor expresión en el cuidado y desarrollo de vocaciones misioneras en sentido estricto: "La vocación 'especial de los misioneros ad vitam no constituye en sí una vocación de excepción respecto a los demás hermanos, sino más bien la expresión más viva y ,generosa de la vocación de todos'.


  • "Haced todo lo que podáis por tener vocaciones tanto para las Religiosas como para los Salesianos', . "Los Salesianos van a misiones para quedarse allí. Su compromiso, aun en el respeto de las estaciones del Dueño de la mies, se caracteriza por una inmediata indigenización de la Congregación. Esto requiere una adecuada inculturación en el discernimiento vocacional y un especial seguimiento de los candidatos de minorías étnicas"' .


  • La animación misionera refuerza, por último la fe y la vocación de quien se hace cargo de ella. En estos últimos decenios se ha notado, y no ha sido por casualidad, una coincidencia de] compromiso misionero con la renovación de la Vida Religiosa: "En las misiones, en efecto, se comprueba mejor que el Evangelio es la preciosa "buena noticia" para el hoy, y que la fe de los mismos hermanos se despierta proclamando los eventos de Cristo'. "La fe se fortalece dándola"







A la luz de lo que hemos dicho sobre la animación misionera salesiana, surgen los siguientes OBJETIVOS:



  • Promover el interés por las misiones ad gentes en la comunidad Educativa pastoral.



  • Favorecer la formación de todas las personas de la Comunidad Educativa Pastoral en el testimonio de vida y en el compromiso de irradiar y Comunicar la propia fe.



  • Proponer formas de actuación concreta para facilitar en la Comunidad Educativa el compromiso hacia las misiones ad gentes.









EL DELEGADO INSPECTORIAL PARA LA ANIMACIÓN MISIONERA.


Identidad y tareas



  • El Delegado Inspectorial para la Animación Misionera es el testigo y el promotor del compromiso de la Inspectoría para la misión ad gentes.


  • Vivir y trabajar juntos es para nosotros los salesianos una exigencia fundamental. La animación misionera es por su naturaleza comunitaria. El DIAM es conciente de ello y se esfuerza por trabajar en sintonía con todos los organismos de animación inspectorial.


  • Organiza con eficacia diversas iniciativas con el fin de crear una inquietud misionera dentro de la pastoral, indicando siempre nuevos horizontes.


  • Se asume la responsabilidad de la propia formación, el conocimiento de los contextos interreligiosos, interculturales, la capacidad de comunicación y de conducción.


  • Da testimonio de la propia fe: se es misionero ante todo por lo que se es, antes de serlo por lo que se dice o se hace.


  • Promueve la información y el conocimiento de la actividad misionera en contextos sociales de otros pueblos.


    • Con un Centro de Documentación inspectorial

    • Anima la puesta al día de las experiencias de vida misionera en la Congregación (Noticiarios, Boletines, “Buenas Noches” y “Buenos Días”), sobre todo en el día 11 de cada mes, recuerdo de la primera expedición misionera salesiana.

    • Favorece publicaciones, audiovisuales, mini-proyectos, revistas, diálogos sobre temas de mundialidad, desarrollo...

    • Colabora con los Organismos Misioneros de la Iglesia local


  • Mantiene contactos con los misioneros de la propia Inspectoría o de paso:


    • Informa a las Comunidades

    • Programa encuentros, forum, jornadas de formación misionera, informa sobre cursos de misiologia

    • Mantiene contactos con las familias de los misioneros, involucrando a la Familia salesiana


  • Aviva el sentido de pertenencia a la única misión de la Iglesia y de la Congregación:


  • Cartas del Rector Mayor sobre las Misiones

  • Iniciativas y publicaciones del Dicasterio para las Misiones

  • Jornada Misionera Mundial y Salesiana

  • Iniciativas junto con el equipo de pastoral juvenil

  • Colabora con las Obras Pontificias, con Congregaciones Misioneras, con Comisiones de Justicia y Paz


  • Favorece la formación de todas las personas de la Comunidad Educativa Pastoral en el testimonio de vida y en el compromiso de irradiar y comunicar la propia fe.


  • Procura que en los programas de formación inicial y permanente estén presentes los temas específicos de misiología sistemática.


  • Favorece iniciativas de solidaridad


  • Propone un camino espiritual de conversión permanente y el compromiso por las misiones “ad gentes”




  • Elabora y ofrece a la Comunidad educativa un Proyecto de animación misionera sencillo, concreto y realista


  • Favorece el nacimiento y el desarrollo de grupos misioneros


El despertar de la conciencia misionera para obtener nuevos niveles de fe y de compromiso es típico de los grupos y movimientos que tienen un interés específico por las misiones, el desarrollo de los pueblos, la colaboración internacional: la experiencia misionera se transforma entonces en itinerario de crecimiento y de maduración de la fe.


  • Estimula y desarrolla el voluntariado misionero salesiano:

    • Se asegura de que los candidatos sigan un iter formativo de un año como mínimo, según los programas existentes

    • Que este curso prepare a los voluntarios sobre el modo en que deben insertarse en el proyecto educativo de la Inspectoría que los acoge y siga un programa formativo y de trabajo

    • Que las comunidades que acogen a los voluntarios resuelvan con equidad y discreción algunas cuestiones como el salario mínimo, la vivienda, los viajes...

    • Permanece en contacto con los voluntarios incluso a su vuelta, para que sean testigos en la comunidad que los ha enviado, en intercambio de riquezas cristianas



BAJO EL SIGNO DE LA ESPIRITUALIDAD MISIONERA


El que quiera comprometerse en la misión hoy, tiene que ser capaz de realizar una confrontación abierta, inteligente y propositiva, en la compleja realidad social de los pueblos de todos los continentes, comprender las tendencias culturales, intentar llevar el anuncio al corazón de la vida, interpretar los nuevos lenguajes


El esfuerzo de inculturación requiere un trabajo paciente de primer anuncio, la capacidad de dar testimonio con franqueza de la radicalidad de las propia opciones, la competencia en el saber dialogar con libertad y convicción, la humildad de saber acoger y aprender de los demás.


Animar es un arte que hay que aprender, un don de Dios, semejante al de la oración e al de la fraternidad. El animador sabe que su fuerza interior le viene del Espíritu, es Él la fuente en la que tiene que alimentar continuamente sus propias energías.


Su capacidad contemplativa se revela en la docilidad al Espíritu, que lo transforma en testigo valiente de Cristo y en anunciador iluminado de su Palabra., hasta el desapego, al éxodo, a la renuncia, a la inserción humilde entre la gente para hacerse todo con todos.


Quien realiza la experiencia de la llamada por la misión “ad gentes” o para ser su educador, siente dentro de s¡ la necesidad de abrirse a la misión universal de la Iglesia, de cambiar el modo de conducir la propia existencia, y de dar testimonio del gozo que se siente por haber encentrado en Jesús el contenido, el estilo y la motivación de la entrega de s¡ a Dios y al prójimo.