307-330-Misiones-Cap 09


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CAPÍTULO 9
PRESENTACIÓN EN JM DE LAS
MISIONES SALESIANAS EN CHINA
Obviamente la misión de China recibe un tratamiento privile-
giado de los editores de JM. Eugenio Valentini, en Bibliografia ge-
nerate delle missioni salesiane, enumera un total de 315 artículos
acerca de China publicados en JM1. La gran mayoría de los artícu-
los acerca de China aparecen antes de la Segunda Guerra Mundial,
y la mayor parte de estos informes vienen de algunos misioneros
que trabajaban en la misma China. Los informes son muy escasos
durante la guerra, y lo mismo sucede tras el establecimiento del go-
bierno comunista en Pekín. Además del enorme número de informes
publicados en los diferentes números de JM, cuatro números com-
pletos de la revista están dedicados casi enteramente a China: los de
agosto de 1952, junio de 1954, enero de 1956 y enero de 1957.
Publicados en su integridad después de la llegada al poder de los
comunistas, esos números no tienen informes directos de los misio-
neros que trabajaban en China en ese momento, sino que se deben
prácticamente en su integridad al trabajo de los editores.
Esos numerosos artículos de JM tratan una amplia variedad de
temas: la historia de la Iglesia en la región2, relatos de las obras sale-
____________________
1 Valentini no ha hecho una lista de todos los informes encontrados en JM sobre
China en su colección. Fiel a su criterio de artículos que pueden ser útiles para la
reconstrucción de la historia en las diferentes misiones, hizo una criba de artículos
para incluir en la lista.
2 El primer artículo sobre la historia de las misiones católicas en China se
encuentra en el número de septiembre de 1936 de JM. Compilado por los editores,
se remonta a la historia de la Iglesia en China y relata los esfuerzos de los diferen-
tes misioneros pioneros, a través del gran éxito de Matteo Ricci y sus compañeros
jesuitas durante las olas de persecución, hasta la ordenación episcopal de los prime-

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Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
sianas en China3, la naturaleza y la cultura de la población, así como
descripciones de las diferentes fiestas y eventos sociales. Informes
provenientes de los misioneros en China hablan de sus experiencias
personales misioneras en la región y especialmente de sus aventuras.
Contra el ambiente de tanto desorden y sin motivaciones, algunos de
los artículos proyectan la imagen de algunos chinos católicos, jóve-
nes y ancianos. Después de la Segunda Guerra Mundial, la atención
se centra más en la persecución de la Iglesia en el país, en el encar-
celamiento y persecución de los misioneros y en la realidad de la
Iglesia de la China comunista.
China tras la Primera Guerra Mundial:
una imagen de desorden
En el período que va desde 1923 hasta el principio de la Segun-
da Guerra Mundial, JM publica muchos artículos de los misioneros
salesianos que trabajan en China. Los autores de los mismos escri-
ben sobre una gran variedad de temas, en los que parece que su
intención era poner de relieve las características de la sociedad china
que la diferencian de las de la sociedad italiana y europea. El infor-
me de Giulivo, misionero en China en noviembre de 1923, parece
apuntar a esta tendencia general. Y escribe:
____________________
ros obispos chinos en 1926. Cfr. Pregare per la conversione della Cina, en GM 14
(1936) 9, 136-137. Otro artículo de julio-agosto de 1946 trata el mismo tema de la
historia de las misiones chinas, pero desde la perspectiva del establecimiento de la
jerarquía local en el país, y para resaltar la posición del clero indígena en la región.
Cfr. Gerarchia ecclesiastica in Cina, en GM 24 (1946) 7-8, 84-85. Un informe de
junio de 1954 refleja la situación real de la Iglesia en China tras establecerse en el
poder los comunistas. Cfr. Riflessioni sulla Cina d’oggi, en GM 32 (1954) 6, 4-5.
Y otra vez en febrero de 1960 JM presenta año tras año el procedimiento de la per-
secución sistemática de la Iglesia por el régimen comunista, que tiene su comienzo
en 1948. Cfr. Catene per la Chiesa cattolica in Cina, en GM 38 (1960) 2, 3-4.
3 En el primer número de JM, Garneri presenta un relato corto de los comienzos
de las misiones salesianas en China y de la gran figura de Mons. Versiglia. El infor-
me resalta el hecho de que toda la región de Leng Nam Tou ha sido encomendada
a los salesianos. Éstos tienen una misión propia en este vasto país. Cfr. GARNERI D.,
In Cina, en GM 1(1923) 1, 4-5. En mayo de 1947, los editores anuncian el princi-
pio de una presencia salesiana en Pekín: la realización del sueño misionero de Don
Bosco. Cfr. Arrivo a Pechino, en GM 25 (1947) 5, 7.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
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Estamos tratando con una población que tiene una mentalidad, un
conjunto de convicciones y tradiciones que son completamente
opuestas a lo que al misionero le gustaría transmitirles. Aparte de eso,
se le añade la dificultad del idioma, el clima, la comida y otros fac-
tores de los que el extranjero debe superar4.
En los primeros artículos sobre China, JM la presenta como un
país sumido en el más completo desorden. Evidentemente una de las
características de la sociedad china en el período posterior a la
Primera Guerra Mundial que ciertamente impresionó a los misione-
ros salesianos fue la presencia de piratas y ladrones organizados en
el país. De hecho, la imagen inicial de China que proyecta JM es la
de ¡tierra de piratas y ladrones!
El primer relato que JM presenta a los lectores se titula “Pirati
del Kwang Toung”, de Giovanni Cassano, y trata de los piratas de
China. En junio de 1924 JM publica un artículo escrito en primera
persona por Juan Guarona sobre algunas de las aventuras con los
piratas. En este informe Guarona escribe sobre ellos:
¡Se multiplican como setas! Los he visto yo mismo con esas caras som-
brías, cubiertas con capuchas negras, con los ojos enmascarados, pre-
parados para tender una emboscada entre los espesos arbustos en las
altas montañas. Entré en contacto personal con ellos el primer día en el
que tomamos posesión de nuestro Vicariato con el inolvidable D. Oli-
ve. He probado su caricia cuando me privaron de todo lo que los supe-
riores y amigos me promocionaron! ¡Estuve a su merced, con las manos
encadenadas en la espalda! [...] ¡Los piratas están por todas partes!5
Guarona refleja el pavor que estos grupos de piratas provocan
en la población local. No respetan a las personas, ni siquiera a los
misioneros que han venido de tierras lejanas para hacer el bien a la
población de China6.
____________________
4 GIULIVO, Difficoltà delle missioni, en GM 1 (1923) 10, 157. Obviamente, el
motivo de resaltar las dificultades de esta misión es solicitar mayor apoyo, tanto
espiritual como material. Obsérvese un cierto progreso paulatino en la percepción
y evaluación de la cultura general china.
5 GUARONA G., I pirati, en GM 2 (1924) 6, 91.
6 Cfr. GUARONA G., I pirati, 91-92. El martirio de Mons. Luis Versiglia y don Ca-
lixto Caravario en febrero de 1930, del que se informa qen los números de abril y

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Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
En el mismo número de JM, el editorial de Garneri sobre China
refleja el gran desorden que persiste en la sociedad china, pero él ve
este malestar como una manifestación de la búsqueda de China de
una nueva orientación. El antiguo sistema de creencias se ha res-
quebrajado y con él buena parte de la estructura social unida a estas
creencias. Había un afán de imitar el modo de vida occidental, pero
al mismo tiempo una aversión oculta por todo lo extranjero. Garneri
escribió:
Hoy China está en una encrucijada de su historia y de su civilización.
La anarquía que domina todo el país señala los esfuerzos por parte de
muchos porr llevar a cabo una renovación y la necesidad que siente
la misma población de estar a la par con otros pueblos del mundo en
el camino de la civilización y el progreso. [...] Los antiguos misione-
ros solían preguntar: “Oh, roca, ¿cuándo te abrirás?” Pero desde hace
varias décadas, los misioneros que siguen atentamente los aconteci-
mientos en China, ¿no se dan cuenta de que la roca se está disolvien-
do, resquebrajando, rompiéndose?7
JM presenta esta situación de anarquía y desorden como un
rasgo característico de la sociedad china durante largas décadas. De
hecho, en 1942, explica en el número de mayo: “China es un caso
clásico de desorden, miseria, guerra, inmensas y anónimas masas de
población, de vastas extensiones de campo intransitadas, de dificul-
tades siempre nuevas y crecientes”8.
____________________
mayo de 1930 de JM, viene a corroborar la primera impresión de los misioneros.
Cfr. GARNERI, D., Vittime dell’apostolato, en GM 8 (1930) 4, 82-84; Ricordando i
nostri cari martiri della Cina, en GM 8 (1930) 5, 101-103.
7 GARNERI D., La crociata per la Cina, en GM 2 (1924) 6, 81-82. Incluso como
el título sugiere, la intención del autor no es tanto resaltar el desorden en la socie-
dad en sí como mostrar la urgencia de ayudar a la población china para solicitar una
cruzada por China.
8 La Cina e il clero indigeno, en GM 20 (1942) 5, ii. La llegada al poder de los
comunistas en China y la acción del gobierno comunista contra la Iglesia, que se
había convertido en la principal preocupación de los diferentes informes de JM
después de la Segunda Guerra Mundial, se explican como otros males de la socie-
dad china.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
311
Dos agentes principales del desorden social:
el militar y el mandarín
Dos informes de 1925, uno de Guarona y otro de Vicente Bar-
beris, arrojan luz sobre otro aspecto del desorden de la sociedad
china. Junto con los mandarines, los militares ejercen su poder ilimi-
tado e indiscutido sobre la población común. Tienen una especie de
derecho no declarado a requerir cualquier cosa y cualquier persona
para sus fines. Por lo tanto, tienen el derecho a conseguir los servi-
cios de cualquier persona para cargar sus pesadas maletas de un lugar
a otro y eso sin pagar ninguna renumeración a los interesados. Y en
su modo de solicitar este servicio, se muestran absolutamente capri-
chosos, ciegos a toda humana consideración y sordos a todos los rue-
gos de los demás. La situación ha llamado la atención de los misio-
neros, porque con frecuencia les llama la gente para rogar por algún
pobre hombre que está sujeto a esa terrible experiencia9.
Los misioneros salesianos pioneros no parecen simpatizar mu-
cho con el sistema administrativo reinante en China en el período
inmediatamente posterior a la Primera Guerra Mundial. En sus in-
formes, resaltan la corrupción que genera el sistema de los manda-
rines. Ya en octubre de 1926, JM publica dos informes de José Cuc-
chiara que hablan claramente de la corrupción del sistema adminis-
trativo. El primero de ellos habla de una especie de acuerdo secreto
que existe entre los militares y los piratas. Incluso los oficiales de
rango superior son comprados y los pobres ciudadanos son dejados
a su suerte. Ningún chino parece ser capaz de resistir la atracción del
dinero. De hecho, Cucchiara concluye el primer artículo con estas
palabras:
Los chinos, en general, e incluso no pocos de nuestros cristianos y
catecúmenos, ¡son unos hipócritas! Uno encuentra en ellos un mate-
rialismo ilimitado, desprecio por toda clase de justicia, consenso en
____________________
9 Cfr. GUARONA G., Incerti della guerra... cinese, en GM 3(1925) 2, 34; BAR-
BERIS V., A tuper tu con i cinesi, en GM 3 (1925) 9, 191-195. Barberis es especial-
mente claro en sus críticas a los militares. Escribe en el artículo citado anterior-
mente: “Los soldados, con sus exigencias, son uno de los mayores obstáculos para
la evangelización del sur de China”.

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Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
toda clase de explotación y abuso de poder. El único ideal que les con-
mueve es un estómago lleno y todo tipo de vicio. Ellos renuncian a la
más sagrada de las realidades, el más profundo de los afectos ¡por un
trozo de carne, por un puñado de monedas o, resumiendo, por nada!10
Y en el artículo que siguiente sigue al citado anteriormente, el
mismo misionero habla de los mandarines y sus oficinas en estos
términos:
“Lo que es más sucio y desvencijado en cualquier ciudad china, y
donde la hierba crece libremente, es precisamente la oficina de los
mandarines. No tienen estanterías ni registros. En su lugar, se pueden
encontrar muchos fumaderos de opio. Es un lugar protegido por una
diplomacia secreta. Tras la proclamación de la república, el mandarín
es un oportunista, un estafador que hace todo lo posible para conse-
guir dinero y disfrutarlo, si puede”11.
Según los misioneros, la mayor parte de los mandarines com-
pran su oficina pagando elevadas cantidades a los generales y como
resultado su única preocupación es ganar el mayor dinero posible en
el período más corto posible. Otorgan todo tipo de licencias ilícitas
y aceptan todo tipo de sobornos. En sus tribunales dispensan justi-
cia, favoreciendo a los que les pagan la mayor suma de dinero. Por
lo tanto, los pobres son explotados y en general, por desesperación,
adoptan la piratería como modo de vida. No hay cortes supremas de
apelación ya que los mandarines compran a los oficiales superiores
y perpetúan un sistema de corrupción que llega hasta los oficiales
superiores en la sociedad. El terror que tienen los chinos a ser encar-
celados de por vida les mantiene alejados de la rebelión contra esa
explotación social. De modo que los mandarines prosperan con un
sistema de amenazas, explotación y corrupción12.
____________________
10 CUCCHIARA G., Ta Na Shan, en GM 4 (1926) 10, 199.
11 CUCCHIARA G., Misteri mandarinali, en GM 4 (1926) 10, 199.
12 Más que resaltar la corrupción de los mandarines, la intención de JM parece
mostrar la decadencia real de la sociedad china, la situación desesperada en la que
la población se encuentra y la necesidad urgente de proporcionar algún tipo de ali-
vio al pueblo chino. Lo que China necesita es la fe cristiana, y para eso, necesita
misioneros. La conclusión del artículo corrobora: “La pobre gente tiene un gran
deseo de justicia, pero es un fruto que sólo la fe cristiana puede traer consigo. Y
China es todavía pagana”.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
313
Culto a los ancestros y ritos funerarios en China
En lo que se refiere a la religión, uno de los grandes rasgos de
la sociedad china que se presentaba como un gran obstáculo en el
trabajo de evangelización era precisamente el culto a los ancestros
tan profundamente arraigado entre ellos. Evidentemente los misio-
neros salesianos tenían que enfrentarse al problema. Sus diferentes
informes, publicados en JM, reflejan su comprensión de esta prác-
tica.
En noviembre de 1924, JM publicó un artículo sobre esta prác-
tica china, tomado de la revista Missioni Francescane, explicando
muy resumidamente lo que este culto significa. Los chinos, en ge-
neral, creen en una vida después de la muerte en la que una parte
de la persona continúa viviendo gozosa o dolorosamente. Según la
teoría confucioniana, el alma de los muertos vaga por los alrededo-
res de la tumba durante un tiempo y luego vuelve a formar parte
invisible de su familia de origen. Por lo tanto, los chinos reservan
en la habitación central de sus hogares la “pequeña mesa de las
almas”, un trozo de madera o de papel rectangular. En esta mesa
reciben el culto diario los muertos. Aparte de este culto familiar a
los muertos, se les ofrece actos especiales de honor, llegando casi
al culto, en los templos de los ancestros. Y todos los años, al prin-
cipio de la primavera, todos los vivos visitan las tumbas de sus
seres queridos fallecidos con varas de incienso y petardos. Los
muertos tienen un lugar especial de honor en la cultura y la religión
china. El abandono del culto a los antepasados es un sacrilegio, mal
visto entre los chinos. Es considerado una profanación y un des-
precio a la familia13.
Según el relato de una HMA misionera en China, esta venera-
ción por los muertos contiene también un gran elemento de temor a
____________________
13 Cfr. Il culto dei morti in Cina, en GM 2, (1924)11, 171-172. Este culto exa-
gerado a los muerdos se convierte en un auténtico obstáculo para la conversión por-
que una vez que una persona es bautizada no rinde culto a los muertos, no adora a
los antepasados. Y según la mentalidad china, ¡se desatiende a los muertos! Por lo
tanto, especialmente los padres, no permiten a los niños ser bautizados por miedo
a que nadie les rinda culto cuando ellos mueran.

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Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
los mismos. La hermana observa que existe un gran miedo entre los
chinos de que la persona fallecida pueda volver a hacer algún daño
a los miembros vivos de la familia, especialmente si le son negados
los rituales adecuados. Una peculiaridad de los rituales funerarios
chinos es que se basan en el miedo. Cuando el cadáver abandona el
hogar para enterrarlo, se toman precauciones para que no salga por
la entrada común de la casa, sino por un pasadizo desconocido, que
suele crearse para este fin. Esto se hace para engañar al alma del
fallecido, que en caso de que decida volver a su casa, desharía el
camino de la procesión funeraria. Pero al llegar a casa, se encontra-
ría frente a una puerta desconocida y se sentiría confuso, de modo
que volvería al mundo de los muertos14.
Obviamente las otras tradiciones y prácticas relacionadas con
el culto a los antepasados, que reflejan la creencia china respecto a
los muertos, obstaculizaban el proceso de conversión a la religión
católica. Tanto Cucchiara como Barberis hablan de las prácticas
supersticiosas de los chinos en este aspecto. Los chinos creen que,
después de la muerte, la persona continúa llevando una vida muy
similar a la que tuvo en la tierra, donde necesita comer, beber, ves-
tirse, etc. Y esta creencia marca uno de los hitos del rito funerario.
El ataúd se llena con trozos de papel que, según la creencia china se
convertirá en dinero para el muerto. Se colocan en el ataúd dos cás-
caras vacías de huevo para utilizarlas como cubos para conseguir
agua. Se pone una moneda de plata en la boca del difunto para pagar
su transporte al otro lado del río. Varios días después del falleci-
miento los vivos compran un vestido y una caja de cartón y los que-
man en la tumba para que se transformen en ropa para el muerto y
en su habitación respectivamente. Se deja periódicamente comida en
la tumba al fallecido. Y además de todo eso, en todas las familias se
instala un altar, generalmente de papel, donde los muertos que vuel-
ven a la familia pueden encontrar un lugar de reposo15.
____________________
14 Un curioso episodio per un morto, en GM 2 (1924) 10, 153-154.
15 Cfr. CUCCHIARA G., Santo stratagemma!, en GM 3 (1925) 6, 134; BARBERIS
V., A tu per tu con i cinesi, 191-195.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
315
Apego de los chinos a la familia
Faccin Bassano Lareno, misionero en China, al describir el cul-
to a los ancestros, especialmente en la celebración de Año Nuevo,
observa los efectos positivos de esta creencia en la vida familiar de
la región. Respeto, reverencia y gratitud a los antepasados son carac-
terísticas profundamente arraigadas en la familia china. Este misio-
nero comenta acerca del culto a los antepasados en el día de Año
Nuevo: “Íntimas, bellas, educativas imágenes que parecen inspirar-
se en el mandamiento divino: «Honra a tu padre y a tu madre si
deseas vivir mucho tiempo en este mundo!»” Siguiendo con su
informe sobre la familia en China, escribe: “La familia china es muy
sólida y si los hijos se separan es sólo después de la muerte de sus
padres”16. Para el autor, es el apego a sus antepasados lo que man-
tiene a la familia muy unida.
Más adelante, en 1956, retomando el tema de la familia en
China, JM vuelve a poner de relieve el respeto y la reverencia que
se manifiesta entre los miembros de la familia tradicional china. Se
considera representativa del mismo Dios. El respeto por los padres
es una preocupación constante de todo buen chino. No se escatiman
esfuerzos en preservar el buen nombre de los ancestros. La familia
patriarcal china constituye la verdadera base de toda la sociedad.
Incluso la totalidad del imperio llegó a ser considerada una gran
familia, donde el emperador, el Hijo del Cielo, era el gran padre17.
No obstante, la piedad filial en el contexto pagano contiene
ciertas desviaciones que necesitan ser purificadas. Un elemento que
los misioneros tenían que combatir desde el principio parece ser el
de vengar las afrentas infligidas a los ancestros. Si un padre es ase-
sinado, es deber de los hijos del fallecido vengar su muerte y asesi-
nar al asesino. ¡El alma del fallecido así lo reclamaba! No había
lugar para el perdón. El correcto orden sería restablecido sólo cuan-
do se matara al asesino. La venganza en este caso era simplemente
la expresión natural del mandamiento de la piedad filial. Y entre
____________________
16 BASSANO L. F., Capodanno nel sol levante, en GM 17 (1939)1, 18.
17 Cfr. Religione naturale, en GM 34 (1956) 1, 10-11.

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Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
familias rivales podía perpetuarse esta práctica durante muchas ge-
neraciones18.
El matrimonio chino
En el contexto de la gran autoridad de la que los padres disfru-
taban en la familia china, parece que los misioneros tuvieron que
intervenir en casos de matrimonios infantiles. Según los informes de
G. Cucchiara y P. Parri, tan pronto como un niño nace en la familia,
la preocupación de los padres es procurarle su futura esposa.
Especialmente los campesinos compran una niña de la misma edad
y la llevan a casa para unirla con su hijo. El padre de la niña recibe
un documento que indica la cantidad de dinero y carne de porcino
que recibirá en el transcurso del tiempo, a cambio de su hija. Y con
eso el padre renuncia a todo el control sobre su hija. Todo lo que
parece importar a la familia es aparentemente el dinero que supone
la transacción. Esta práctica suele implicar la explotación de las
pobres niñas19.
Según un informe de Umberto Dalmasso de 1926, el matrimo-
nio infantil, pese a ser practicado por ciertos sectores de la sociedad,
no es la norma general en la sociedad china. En su artículo “Costumi
Nuziali Cinesi” Dalmasso hace hincapié en los siguientes aspectos
de las costumbres matrimoniales chinas: el matrimonio no está per-
mitido entre personas que tienen el mismo apellido, incluso si no
tienen ninguna relación entre ellos; el matrimonio es algo en el que
los propios esposos tienen poco que decir. Son los padres quienes
deciden por sus hijos. ¡Frecuentemente, es el día de la boda cuando
los esposos se ven por primera vez!
Cuando el proceso de diálogo y negociación entre las dos fami-
lias interesadas llega al final, se da el primer acto de contrato matri-
monial: pago de la dote por parte de la familia del niño a los padres
____________________
18 Cfr. BOCCASSINO L., Pietà filiale cinese, en GM 5 (1927) 5, 99-100.
19 Cfr. CUCCHIARA G., La fidanzata, en GM 1 (1923) 11, 173. Palmira Parri, en
agosto de 1929, informa sobre tres casos en los que tuvieron que intervenir para
liberar a tres niñas dadas en matrimonio. Cfr. PARRI P., Storia di tre fanciulle, en
GM 7 (1929) 8, 147-148.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
317
de la niña. La ceremonia nupcial es muy sencilla. En el día fijado
por las dos familias, la familia del niño envía un grupo de personas
con un palanquín para llevar a la niña. A medio camino, otro grupo
de los amigos de la familia del niño se encuentra con los que vuel-
ven con la niña y llevan a todos los acompañantes a la casa del niño.
La niña no entra en la casa junto con el resto del grupo, sino que
espera fuera hasta que está todo preparado para recibirla. A la entra-
da se arrodilla frente al niño y a sus padres y entonces el muchacho
se arrodilla frente a la esposa. Tras todo esto los familiares se daban
la vuelta para mostrar su reverencia a la pareja, ofreciéndoles rega-
los, etc. Entonces, empieza la fiesta con música, juegos, etc. El
muchacho se queda con sus compañeros y amigos en una habitación
de la casa y la chica en otra con sus compañeras y amigas. Bien
entrada la noche, cuando todos están cansados, la muchacha entra en
la habitación del chico para ofrecerle una taza de té, que sirve para
marcar el fin de la fiesta20.
Aspectos inhumanos de la sociedad china:
abandono de los minusválidos y los ancianos
La práctica china de abandonar a los deformes o enfermos era
ya conocida en Europa a través de la obra de la Santa Infancia. De
hecho, tal y como se ha observado anteriormente, la organización
nació con el fin de salvar a estos niños indefensos. En febrero de
1937 JM publica un breve artículo de Palmira Parri sobre el tema,
junto con una foto de un grupo de niños pequeños cuidados por las
HMA. Parri comenta que una de las cinco grandes alegrías de los
chinos es tener muchos niños. Pero esta alegría viene motivada por
su egoísmo: tener una mayor mano de obra en la familia y también
un gran número de personas que les rendirán culto. Pero cuando un
niño nace con alguna minusvalía y, por lo tanto, no puede ser de
gran utilidad a la familia, piensan ya en deshacerse de él21.
Este abandono no es sólo el destino de los niños deformes. Es
el tratamiento que se les da a la mayor parte de los niños enfermos.
____________________
20 Cfr. DALMASSO U., Costumi nuziali cinesi, en GM 4 (1926) 8, 144 -145.
21 Cfr. PARRI P., Fiorellini olezzanti, en GM 15 (1937) 2, 19.

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Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
Esto está relacionado con la creencia china de que un niño mori-
bundo, si se le deja morir en casa podría ser la causa de mala fortu-
na e incluso la muerte para los otros niños. El espíritu malvado que
había poseído al niño moribundo, al fallecer éste, podría ser la causa
de mala suerte e incluso la defunción de los otros hijos. El espíritu
maligno que había poseído al niño moribundo podría llevarse a los
otros niños también. Así que si después de un período de tratamien-
to, no hay esperanza de recuperación, ¡se deja morir al niño fuera en
la basura o cerca de un pozo!22
Los niños desamparados no son los únicos que reciben ese
trato inhumano por parte de la sociedad china. Otra parte de la
población que es tratada con gran crueldadd son los leprosos. Los
salesianos, a su llegada a Macao encontraron un grupo notable de
esos desafortunados en la región. Evidentemente, el gobierno no
hizo nada por ellos. Barberis, escribiendo en 1923 sobre los lepro-
sos, resalta el tratamiento cruel que reciben incluso de sus familias.
Un leproso nunca es bien recibido por los miembros de su propia
familia; en general, se les aparta a los bosques. Incluso los corazo-
nes de los padres se endurecen cuando un niño se ve afectado por la
lepra. El temor al contagio lleva a los padres a echar a sus hijos de
casa. Algunos incluso llegan al extremo de quemar las pequeñas
cabañas que éstos tratan de construir en la periferia de las aldeas y a
veces incluso estando los leprosos dentro. Sólo el misionero es
amigo de este desafortunado grupo de la sociedad23.
Percepción misionera de la causa de los rasgos de crueldad
Estos rasgos de crueldad y falta de sentimientos humanos en la
población, obviamente impresionó profundamente a los misioneros.
Estos pioneros, que habían sacrificado todo lo que podía conside-
rarse valioso en el mundo para venir a la lejana China llenos de una
motivación profundamente humana y espiritual, descubrieron el ma-
terialismo que prevalecía en la sociedad china, la razón de su com-
portamiento obviamente inhumano. Luis Boccassino, en uno de sus
____________________
22 Cfr. Una vita salvata, en GM 9 (1931) 4, 80.
23 Cfr. BARBERIS V., I lebbrosi della Cina, en GM 1 (1923) 7, 102-105.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
319
primeros informes sobre la población china, menciona su excesivo
amor por el dinero como vicio común y dominante de esta pobla-
ción. Como buenos mercaderes y hombres de negocios que son los
chinos, tienen una natural preocupación por las ganancias. Pero esta
preocupación parece extenderse hasta tales límites que el motivo de
las ganancias parece ser la única fuerza que mueve todo lo que
hacen. Boccassino escribe: “Los chinos no trabajan por nada excep-
to por dinero. En cualquier circunstancia es el factor desencadenan-
te que sale a relucir: ¡el dinero es el dios de los chinos!”24. Giuseppe
Cucchiara corrobora la impresión de Boccassino cuando, hablando
de los chinos, escribe en 1926:
Ellos muestran un gran sentido del materialismo, desprecio por cual-
quier clase de justicia, aprobación de toda explotación y abuso de
poder. ¡No viven para otro ideal que no sea el de un estómago lleno
y vicios de todas clases! ¡Están dispuestos a renunciar a la más sagra-
da de las cosas, al más íntimo de los afectos por un trozo de carne,
por una moneda, por nada! Sólo la gracia de Dios puede ganarse a
este mundo pagano!25
Otros males de la sociedad china
Otros dos males de la sociedad que los misioneros consideran
como agentes que destruyen la sociedad china son los juegos de azar
y el hábito de fumar opio. Hablando del juego en China, Cucchiara
escribe en JM de octubre de 1925:
Creo que el país donde se inventaron los juegos de azar es China. Hay
infinitas variedades de juegos de azar y jugadores en China. ¡De cada
100 chinos, 90 son jugadores! Es este vicio, junto con la ingesta de
opio lo que les hace excesivamente perezosos y, por consiguiente,
muy desgraciados26.
En el mismo número de JM, un artículo de G. Bardelli, misione-
ro en China, acerca del hábito de fumar opio entre los chinos, corrobo-
ra lo que dice Cucchiara. Bardelli describe este hábito como una autén-
____________________
24 BOCCASSINO L., Luei Tchoung Kuong, en GM 1 (1923) 9, 137.
25 CUCCHIARA G., Ta Nan Shan, 199.
26 CUCCHIARA G., Il gioco del lotto in Cina, en GM 3 (1925) 10, 213.

1.8 Page 8

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320
Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
tica maldición para la sociedad china. Y narra el hecho de un padre de
familia que incluso llegó a vender a uno de sus hijos y estuvo a punto
de vender a su esposa y a los otros hijos para conseguir el opio que
necesitaba. Para acabar el breve artículo, el misionero escribe:
“Esas historias de sufrimiento y vergüenza no son las únicas sobre los
consumidores de opio. Casi todos son adictos a este vicio, en especial
los gobernantes. Para satisfacer esta necesidad se tiene que recurrir a
cualquier medio. No es exagerado decir que la frecuencia de la delin-
cuencia aumenta por esta pasión por el opio: por lo menos juega un
gran papel en ello”27.
Aprecio de los misioneros hacia los chinos
A pesar de los diferentes informes de los misioneros que resal-
tan los rasgos negativos de la naturaleza de la población china, nin-
guno de los artículos trasluce antipatía por parte de los propios
misioneros. Al contrario, todos esos males los impulsaban a acer-
carse a ellos con mayor simpatía y compasión. El misionero consi-
dera esos males como el estado de esclavitud al que la sociedad esta-
ba sujeta y desde el cual están llamados a liberar a las personas. Aún
más, los misioneros son de alguna manera capaces de atravesar la
aparente dura coraza del corazón de los chinos y rescatar las semi-
llas de la bondad fundamental que reside ahí inactiva. Es realmente
significativa la impresión de Calixto Caravario sobre los chinos, pu-
blicada tras su martirio. Se afirma que Caravario dijo a uno de sus
compañeros en las misiones:
Al principio podría parecer que los chinos son insensibles. [...] Sin
embargo, tras haberlos analizado bien, uno tiene que admitir que tie-
nen un corazón de oro. No importa lo atrasados que estén en térmi-
nos de civilización y progreso, están convencidos de que pueden lle-
gar a la cumbre de la perfección28.
____________________
27 BARDELLI G., L’oppio, en GM 3 (1925) 10, 215. En noviembre de 1932, Jos
Kvyern, misionero en China, presenta también un breve artículo sobre el opio y sus
efectos. Observa que el primer efecto del opio es debilitar la voluntad y, en muchos
casos, la destruye completamente. Cfr. KVYERN J., Fumatori d’oppio, en GM 10
(1932) 11, 210-211.
28 DE AMICIS, Don Caravario nei ricordi di un compagno di missione, en GM 16
(1939) 4, 75.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
321
El día de Año Nuevo chino
JM publica por lo menos cuatro diferentes informes del día de
Año Nuevo chino. Tres de ellos son de tres misioneros pioneros en
China: Luis Versiglia, Juan Guarona y José Cucchiara. El cuarto
parece ser una compilación de la dirección editorial29.
El día de Año Nuevo chino30 se celebra el primer día de la luna
anterior al equinoccio de primavera. ¡Es la mayor de todas las fies-
tas chinas! Según Guarona es la única gran celebración de los chi-
nos. Parece que la celebración de Año Nuevo se remonta a 1200 a.C.
La fiesta tiene elementos religiosos, sociales y familiares. Las
preparaciones para la misma empiezan un mes antes del día señala-
do y el ambiente festivo continúa hasta el primer mes del Año
Nuevo. Tres días antes del día de Año nuevo, hay una despedida al
dios del hogar que ha protegido y bendecido a la familia durante
todo el año. Esta ceremonia finaliza con la quema de la efigie del
dios particular. Se compra todo lo necesario para un mes más o
menos antes del Año Nuevo ya que las tiendas permanecen cerradas
durante un largo período de tiempo. Entre las cosas que se compran
se encuentra la efigie del nuevo dios para el Año Nuevo.
Los chinos se preocupan mucho por cómo acabarán el año. Se
les permite perseguir a los morosos sólo hasta la medianoche del día
de Año Nuevo. Después no se les molestará hasta dentro de dos
meses.
____________________
29 Es fácil pensar que el repetido tratamiento de este tema se debía a varios fac-
tores. Los chinos celebraban el día de Año Nuevo de una manera completamente
diferente a la de los europeos. Esta celebración de alguna manera resumía las creen-
cias religiosas populares. Tenía aspectos culturales muy interesantes. De alguna
forma se resaltaba muchos de los positivos elementos de la cultura china.
Aunque el informe de Mons. Versiglia es el primero sobre esta fiesta, parece el
más completo de los diferentes aspectos de la celebración. Los otros autores aña-
den ciertos detalles a la descripción general de Mons. Versiglia. Para la consisten-
cia del argumento, este estudio presenta una visión unificada de los distintos infor-
mes.
30 Incluso en la nomenclatura hay una ligera diferencia entre los diferentes auto-
res. Versiglia no hace ninguna mención del nombre chino. Guarona lo llama San
Nin, mientras que Cucchiara lo llama Kuo-Nien.

1.9 Page 9

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322
Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
El último día del año, los chinos almacenan agua suficiente
para tres días. Después de sacar del pozo el agua necesaria, realizan
la ceremonia del Fong Cheng. Ésta se realiza con el fin de tomar
posesión del pozo para el próximo año. El ritual consiste en encen-
der velas alrededor del pozo y pegar tiras de papel rosa al lado del
mismo. En el primer día del año, vuelven al pozo, no para sacar
agua sino para hacer una ofrenda de dulces y frutas al espíritu de
éste.
Por la tarde del último día del año, se barre la casa, se limpia y
se decora. Después no se barre durante los tres días siguientes por
miedo a barrer también los copos de felicidad y prosperidad que han
caído en la casa durante los días de la celebración.
La cena solemne de la víspera de Año Nuevo tiene un tinte reli-
gioso. Cuando está lista, se coloca en una gran bandeja y se lleva a
una pagoda cercana a los pies de Buda. Se encienden algunas velas,
se quema incienso y, tras algunos actos de reverencia, se vuelve a
casa con la cena. Durante la cena el padre de familia da a cada uno
de los niños algo de dinero para desearles un próspero Año Nuevo.
Tras la cena, la familia enciende dos lámparas en la puerta para ilu-
minar el camino del año que acaba. El momento más solemne de la
fiesta se produce cuando toda la familia se arrodilla ante el nuevo
dios, instalado entre una colección de dioses y antepasados. Y esto
se suele hacer a medianoche. A este acto de adoración le sigue en
general lanzamiento de cohetes. Tras este gran alboroto, un silencio
pacífico desciende sobre toda la región.
Después de que todo el mundo haya lanzado cohetes, se cierran
las puertas de las casas y no aparece nadie hasta el día siguiente por
miedo a que la fortuna escape de casa. A partir de este momento, se
tiene mucho cuidado en no pronunciar nada que pudiera ofender, de
lo contrario traería el desastre a la familia. Sólo se escuchan deseos
de gran fortuna y de que todo vaya bien, no sólo durante esta noche
en cuestión, sino también en el día de Año Nuevo y durante los días
sucesivos. Cuando los niños están dormidos, las madres cuelgan
sobre sus cabezas naranjas, de modo que cuando al levantarse, los
pensamientos de los niños se dirijan directamente a cosas agradables
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
323
y que traen buena fortuna a la familia. Durante esa noche se ponen
los zapatos al revés para que ningún espíritu maligno deposite semi-
llas de enfermedad y desgracia en ellos.
Por la mañana se abren las puertas y se recitan las oraciones
propias de la ocasión. La familia se reúne en el templo doméstico
para orar. Se rinde culto a los dioses del hogar. Los más píos van a
las pagodas para rezar. La gran comida de la mañana reúne a toda la
familia. Algunos chinos píos se abstienen de comer carne ese día en
honor a Buda. Y tras esa comida la familia sale a visitar a sus fami-
liares y amigos. Es obligatorio que las parejas recién casadas vayan
en el cuarto día a visitar a sus familiares lejanos.
El día de Año Nuevo es esencialmente una fiesta familiar. Toda
la familia se reúne en casa de los padres. Los hijos que viven lejos
hacen lo posible para volver a casa durante esta fiesta. Es una fiesta
en la que los antepasados son recordados y venerados31.
Otras fiestas chinas
Juan Guarona ofrece en 1924 una descripción de otra de las
fiestas nacionales chinas, la del dragón32 o, para ser más precisos, la
fiesta del Barco Dragón. Se celebra al principio del verano, el quin-
____________________
31 Cfr. VERSIGLIA L., Fine e Capo d’Anno cinese, en GM 1 (1923) 1, 24-25;
GUARONA G., San Nin, en GM 6 (1928) 2, 34-35; CUCCHIARA G., Kuo-Nien: il
Capodanno Cinese, en GM 15 (1937) 1, 10-11; Bizzarrie di Capodanno, en GM 19
(1941) 1, 3-4. Las diferentes descripciones apuntan a la sensibilidad de los misio-
neros por la cultura local. Obviamente los salesianos miraban a esta y a otras cele-
braciones desde el punto de vista misionero y no como espectadores indiferentes.
Apreciaban los elementos que consideraban que tenían verdaderos valores huma-
nos y criticaban las celebraciones de contenido supersticioso.
32 Según Vincenzo Barberis, en China el dragón aparece en todas las manifesta-
ciones de la vida, supersticiones, artes, ciencia e incluso comercio. Es el servicio de
la divina omnipotencia, la fuente de toda energía. El dragón (lung) es para los chi-
nos el dios del agua, símbolo de la fuerza y la grandeza. Es el símbolo más queri-
do para ellos. El dragón provoca tifones, terremotos, sequías, epidemias, nacimien-
tos y muertes. ¡Es una fuerza invencible! Según los antiguos chinos, ¡la tierra es una
gran alfombra sostenida por cuatro enormes dragones en las cuatro esquinas y con
otro dragón en medio! ¡Es una fuerza invencible! Cfr. BARBERIS V., Il drago cine-
se, en GM 11 (1933) 2, 48-49.

1.10 Page 10

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324
Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
to día de la quinta luna. Esta fiesta de los barcos es una celebración
civil, pero con un cierto sabor religioso. Parece haber sido instituida
para perpetuar la memoria de un cierto mandarín bueno y justo que
vivió en China central durante el reino de la dinastía Hun. Incapaz
de apoyar la corrupción de sus compañeros mandarines, se lanzó al
río Yang Tse Kiang y se suicidó. La población no quería que su cuer-
po acabara en las fauces de los peces e intentaron salvar el cuerpo
tirando grandes cantidades de bolas de arroz al río para dar de comer
a los peces para que éstos no tocaran el cadáver del mandarín.
Mientras tanto, un gran número de barcos siguieron buscando por el
río el cadáver de este justo mandarín. La fiesta se caracteriza por las
carreras de barcos en las diferentes regiones del país. Los largos bar-
cos utilizados para la ocasión se decoran dándoles apariencia de dra-
gón. Y la fiesta recibe su nombre nombre precisamente de los bar-
cos dragón33.
Un breve informe de las diferentes fiestas en el el nímero de
JM de enero de 1956, además de proporcionar una descripción muy
breve del Año Nuevo y de la fiesta del dragón, menciona otras dos
fiestas nacionales comúnmente celebradas en toda China.
La primera de ellas es la de la Luna. Esta fiesta parece tener su
inicio sobre el final del primer milenio después de Cristo. Fue ini-
cialmente instituida para conmemorar la liberación de China de un
tirano. En la China moderna se celebra para mantener viva la memo-
ria de muchos héroes nacionales del país. Y adopta su nombre por el
hecho de que durante su celebración es tradicional comer pasteles
con forma de luna.
La otra fiesta que se celebra es de la primavera. Es la fiesta de la
familia. Su particularidad consiste en que proporciona a los niños la
ocasión de rendir un homenaje especial a sus padres34.
____________________
33 Cfr. GUARONA G., La festa della barca dragone, en GM 2 (1924) 9, 129-131.
34 Cfr. Feste cinesi, en GM 34 (1956) 1, 6. En enero de 1957 JM ofrece una nueva
lista de las principales fiestas de China. Además de las fiestas tradicionales, la lista
incluye lo que parecen ser fiestas instituidas por el gobierno en épocas recientes.
Cfr. Feste cinesi, en GM 35 (1957) 1, 9.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
325
Algunos aspectos de la cultura china
Mientras que Occidente sigue el calendario anual solar, los chi-
nos siguen el calendario anual lunar. Según los informes de V. Bar-
beris y P. Parri de 1925, el chino común no se preocupa mucho por
la división de los días en semanas. Mientras los misioneros vinieron
de Occidente muy acostumbrados a la idea semanal del descanso
dominical, observaron que en China no se daba especial importan-
cia a ningún día particular de la semana. En general la gente le otor-
ga alguna importancia a los días 1 y 5 de cada mes. Esos también
son días laborales como cualquier otro día del mes. Su especial sig-
nificado deriva de los ritos especiales realizados esos días en honor
de los difuntos en las pagodas y en los hogares35.
Otro rasgo peculiar de la sociedad china que parece digno de
mención en las páginas de JM es el teatro chino. Hue P., en un repor-
taje sobre el teatro chino de octubre de 1932, afirma que el teatro
ocupa un lugar muy importante en la vida de los chinos, tanto en las
aldeas como en las ciudades. Hay varios grupos que hacen giras por
las poblaciones y aldeas con sus espectáculos por invitación del
mandarín o de algún adinerado del lugar. Las mujeres no forman
parte de la compañía teatral. Los papeles femeninos los realizan
muchachos jóvenes. A pesar de que el teatro es muy popular, a las
personas que forman parte de la compañía teatral se les tenía en muy
poca estima en la sociedad. Es uno de los trabajos que se desprecian.
Aun así, el teatro clásico chino tenía connotaciones religiosas y
sagradas. Todas las aldeas tenían sus músicos y actores. Su trabajo
consistía en representar algunos espectáculos con ocasión de las di-
ferentes fiestas religiosas locales y en ocasiones especiales para dar
las gracias a los dioses por los favores especiales recibidos. Los
espectáculos tienen normalmente algún tema relacionado con hé-
roes del pasado y nada que sea inmoral. Parece que el teatro chino
tuvo su origen en el reinado de Ming Wang, que fue emperador de
China hacia la mitad del siglo XVI d.C.36
____________________
35 Cfr. BARBERIS V., A tu per tu con i cinesi, 191-195; PARRI P., Il primo giorno
di scuola in Cina, en GM 3 (1925) 9, 195-197.
36 Cfr. HUE P., Teatro giallo, en GM 9 (1932) 10, 194-195; Il teatro cinese, en
GM 18 (1940) 2, 27.

2 Pages 11-20

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2.1 Page 11

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326
Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
Fue ya en la época posterior a la Segunda Guerra Mundial
cuando JM habla sobre el arte chino, la literatura y las grandes reli-
giones chinas37. JM observa que los chinos tienen un sistema de arte
propiamente suyo, distinto del arte occidental y bien desarrollado.
En general, la pintura se realiza en seda en lugar de sobre un lienzo,
como en Occidente. La belleza de la pintura china consiste en su
sencillez y vivacidad. El arte de la escultura también está bien de-
sarrollado en China, con las características propias de cada región.
En enero de 1956 JM menciona que los chinos sienten un amor
especial por la música y tienen su propia música, distinta de la occi-
dental. Incluso Confucio consideraba la música como uno de los
factores necesarios de la educación y la religión.
En el mismo número hay un artículo sobre literatura y filoso-
fía china. Los editores observan que la literatura china es una de las
más ricas del mundo y el orgullo del pueblo chino. Sus sabios die-
ron al país un sistema filosófico bien desarrollado, profundo y com-
parable a cualquier otro sistema del mundo. La filosofía china expe-
rimentó su época dorada entre 700 y 200 a.C.38
Uno de los grandes orgullos del pueblo chino, que ha ido emer-
giendo paulatinamente como el símbolo de la nación, es la gran
muralla china, construida en su mayor parte durante el reinado de la
dinastía Tsin, en el siglo III a.C., y finalizada en el siglo XV d.C.
Mide unos 2.400 km de longitud y tiene una altura que oscila entre
los 15 y los 30 metros y una anchura de aproximadamente 20 metros
de base. Empieza en el golfo de Chichli, desde el fuerte de Shan-
ghaikuan y llega a Kanon, dividiendo China desde Manchuria a
____________________
37 En la época anterior a la Segunda Guerra Mundial, los informes sobre China
parece apuntar a dar importancia a la urgencia de ayudar a esta misión, tanto espi-
ritual como materialmente. El énfasis de los artículos que aparecen después de la
Segunda Guerra Mundial parece querer demostrar la injusticia con la que el gobier-
no comunista somete al conjunto de la población china, que tiene una gran cultura,
antiguas tradiciones religiosas, una sólida estructura familiar, etc. Muchos de estos
artículos posteriores sobre China fueron compilados por los editores de JM.
38 Cfr. Arte cinese, en GM 34 (1956) 1, 7; Una letteratura di elevato valore, en
GM 34 (1956) 1, 8-9; OU KAPPA, Pittura cinese, en GM 35 (1957) 1, 12-13!
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
327
Mongolia. Para los chinos, es un monumento glorioso y un testimo-
nio de su antigua grandeza39.
Creencias religiosas chinas
En enero de 1956 JM presenta un aspecto fundamental de la
sociedad china: su arraigada estructura profundamente religiosa. El
editor observa que los chinos son un pueblo profundamente religio-
so. Las religiones principales de la región son el confucianismo, el
budismo, el taoísmo y un tipo de religión natural. A pesar de estas
diferentes clases, ellos también van a la búsqueda del verdadero Dios.
El artículo observa tristemente que, si no hubiera sido por un acto de
astucia de los monjes budistas de la India, probablemente China
habría sido evangelizada desde la época de los primeros cristianos40.
En los artículos Il cristianesimo in Cina, de abril de 1951, y
Religioni in Cina, de enero de 1956, JM habla muy bien de las reli-
giones de China. Los chinos son monoteístas. Dios es el principio de
la vida de todo. Él es el creador del universo, es omnipotente. A Él
se le llama por el nombre común de Cielo o simplemente Creador.
Los chinos creen que el Creador-Dios ha establecido un orden en el
universo que Él ha creado y este orden, cuando se aplica a la huma-
nidad, es la ley natural escrita en los corazones de todos los seres
humanos. A pesar de sus diferentes filiaciones religiosas, la pobla-
ción en su conjunto aceptaba esta ley natural como el código de con-
ducta humana41.
Hablando de la moralidad que fluye de las creencias religiosas
de los chinos, JM escribe en enero de 1956:
____________________
39 Cfr. La Cina, en GM 29 (1951) 4, 3.
40 JM informa de que desde tiempos antiguos los chinos creían que vendría del
Oeste un salvador para salvarlos de todo mal. Cuando en 65 d.C., el emperador
chino Mong Ti llegó a escuchar que había un nuevo movimiento religioso (el cris-
tianismo) en el Oeste, envió una comisión de sabios para conocer la nueva doctri-
na. Al llegar a India, este grupo fue engañado por los monjes budistas que presen-
taron el budismo como la nueva religión. A su vuelta a China, estos sabios fueron
los agentes que convirtieron al país al budismo. Cfr. Il cristianesimo in Cina, en
GM 29 (1951) 4, 5.
41 Cfr. Religioni in Cina, en GM 34 (1956) 1, 10-11.

2.2 Page 12

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328
Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
“La ética china puede considerarse como un bello ejemplo de ética
natural. Está basada en una creencia clara y firme en la divina provi-
dencia. El concepto central de este sistema moral es la imitación del
Cielo o del Creador y en un sentido de caridad universal. La moral
china es esencialmente religiosa”42.
La China comunista
En el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, JM in-
tenta esforzarse en presentar a sus lectores la persecución que pade-
ce la Iglesia en China. Se excluye a los católicos de todas las orga-
nizaciones políticas, sociales e industriales. Son declarados traido-
res a la patria y están sujetos a un tratamiento cruel. Los misioneros
son expulsados o encarcelados. En este período casi todos los infor-
mes sobre China traslucen la preocupación por el gobierno comu-
nista y su maltrato a los misioneros cristianos. Sin embargo, la per-
secución de los comunistas no se limita a la fe cristiana solamente.
Está dirigida a la destrucción de todas las creencias religiosas. Se
destruyen pagodas. Los monjes son enviados a trabajar en los cam-
pos de trabajo. Y, lo que es peor, el gobierno comunista parece inten-
tar socavar incluso el profundo apego que los chinos tienen a su
familia y a sus antepasados43.
Un breve informe publicado en el número de agosto-septiem-
bre de 1950 resume la condición irreparable general en la que el
gobierno comunista ha sumido a la población china.
____________________
42 Religione naturale, en GM 34 (1956) 1, 10-11. Obviamente ésta es una ima-
gen bastante diferente de la recogida en las cartas que provienen de los misioneros
publicadas en JM en la época precedente a la Segunda Guerra Mundial. La imita-
ción de Cielo y amor universal tendrían poco que ver con la extendida corrupción
que asolaba a la sociedad china, el apego al dinero que anulaba cualquier otro sen-
timiento humano o con la aparente práctica común del infanticidio o del tratamien-
to inhumano de los leprosos.
43 Cfr. Nella Cina rossa, en GM 26 (1948) 1, 10; Trecento missionari rifugiati a
Pechino, en GM 26 (1948)2, 11. Calvario nella Cina rossa, en GM 26 (1948) 12,
10-11; Così si vive in Cina, en GM 28 (1950) 8-9, 10-11; ZUCCHETTI D., Missioni
della Cina nella tormenta, en GM 29 (1951) 4, 8-9; Bilancio di un anno di perse-
cuzione in Cina, en GM 31 (1953) 2, 2; Riflessioni sulla Cina d’oggi, en GM 32
(1954) 6, 4-5; LIN R., Travaglio di un popolo, en GM 43 (1965) 6, 3-5.
Presentación en JM de las misiones salesianas en China
329
Los chinos, de naturaleza alegre y habladora, han olvidado su espon-
taneidad y jovialidad porque están oprimidos por un enorme peso: ser
acusados y estar en peligro de desaparecer de la circulación. [...] En
nombre de la libertad, el sacrosanto hogar está siendo resquebrajado,
destruyendo los vínculos que unen a la familia, predicando la liber-
tad de los hijos frente a los padres. Y los trabajadores, quienes deben
ser los futuros amos del país, la base de una nueva vida, son los más
decepcionados. [...] Los granjeros son tal vez la clase a la que se
engaña y victimiza. [...] La población huye del campo hacia las ciu-
dades. En las aldeas hay hambrunas y es obligatoriob el pago de
impuestos: dos enemigos del pueblo, uno antiguo y otro nuevo que
hacen la vida del pobre campesino imposible. Todos los campesinos
tienen sus propias historias que relatar. [...] Muchos de ellos ya no
están allí para contar sus historias porque se pusieron una soga alre-
dedor del cuello y se colgaron de los árboles... ¡la desesperación les
llevó a estos actos! ¡Ciertamente, ellos no habían deseado un final
como ese, pero pensaron que era mejor acabar con ese tipo de vida
tan desgraciada causada por sus nuevos amos!44
En un informe de mayo de 1954, se completa de alguna mane-
ra esta imagen de decadencia y desesperanza con estas palabras: “La
China comunista [...] ha suprimido toda libertad fundamental y se ha
convertido en una inmensa prisión, un campo ilimitado de reeduca-
ción marxista, un país de torturas refinadas”45.
Conclusión
Ciertamente los informes encontrados en JM son las impresio-
nes de los misioneros, quienes están en las tierras de misión con un
propósito particular: evangelización. No son ciegos a los elementos
positivos que están presentes en la cultura popular. Pero están más
preocupados por el mal y las maneras de desenraizarlo. Son muy crí-
ticos con los sistemas sociales que parecen contrarios al Evangelio
que predicaban y que también servían como grandes bloques en su
obra misionera. Admirable es el enfoque del misionero: condena de
todo lo que es malo, pero con gran simpatía hacia la población que
sufre estos males.
____________________
44 Così si vive in Cina, 10-11.
45 Riflessioni sulla Cina d’oggi, 5.

2.3 Page 13

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330
Visión de las misiones salesianas: 1923-1967
China fascinó a los misioneros de todos los tiempos con sus
antiguas religiones y culturas. No se escatimaron esfuerzos por la
evangelización de esta gran tierra desde muy antiguo. Sorprendente-
mente, al país nunca se le ha dado una oportunidad para abrirse
completamente al trabajo de los misioneros. El autosacrificio de los
audaces misioneros siempre se encuentra con insalvables obstácu-
los, que minimizan la eficacia de su trabajo. Y de alguna manera
continúa siendo así hoy en día. No podemos conformarnos con
decir: “El momento de China no ha llegado todavía” y quedarnos
satisfechos con la situación actual. Todos los países muestran inclu-
so en sus propias religiones y culturas un anhelo por la verdad com-
pleta. No obstante, por difícil que sea llegar a las personas, tiene que
haber una manera de hacerles llegar el Evangelio a ellos también.
Pudiera ser que lo que se necesita ahora son misioneros con ardien-
te celo que se atrevan a entrar en el reino prohibido.