Boletín Salesiano (Uruguay) Año XXXIV N. 5

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Comunicar eficazmente
para evangelizar y educar




03Julio 2012 / Boletín Salesiano


El Boletín Salesiano, revista fundada por Don Bosco en 1877, se publica
en 55 ediciones y 29 lenguas diferentes. Se distribuye en 155 naciones.


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Revista de información sobre la FAMILIA SALESIANA
y de CULTURA RELIGIOSA
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Tel. 2209 4521 - Fax: 2208 1725
Sitio web: http://www.boletinsalesiano.org
Diseño: Jorge Piaggio
Impresora: Gráfica El Bosco


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Don Bosco comunicador
Miradas
Guías e intérpretes del carisma
Colegio Nuestra Sra. de Luján
Educador de a caballo
Fecunda lluvia pascual
El cura de las palabras sencillas
Mostrando la hilacha...
Lo vemos todos los días
Enseñar la canción de la vida…
El Decreto Conciliar sobre la Educación
¿Recetas para el éxito...? ¡No, gracias!
Amarse con los ojos
Puzzle
Hasta los confines del mundo
Conocer más a Don Bosco


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Sumario


Dios, ya se apunta ante este un mérito incomparable. Pero suele
lograrse mucho más. Un libro regalado a una familia, quizás no lo
lea aquel en quien intencionadamente se pensó, pero lo leerá, en
cambio, el hijo o la hija, el amigo, el vecino. ¡Sólo Dios sabe hasta qué
punto puede hacer el bien un libro que, quizá, sólo fue entregado
como señal de amistad!”.


Selecciono algunas afirmaciones que hace Don Bosco en la
parte central de su carta, y que resultan fundamentales para
comprender su visión sobre este tema.


1) “Esta fue una de las empresas principales que el Señor me en-
comendó.
2)La difusión admirable de estos libros prueba una especial ayuda
de Dios. Son casi veinte millones los opúsculos o volúmenes que, en
menos de treinta años, hemos esparcido entre el pueblo.
3) La difusión de buenos libros es, precisamente, uno de los
fines más importantes de nuestra Congregación.
4)Hay que difundir aquellos libros que tienen fama de ser buenos,
morales y religiosos; y aun han de preferirse las obras salidas de
nuestras tipografías”.


Las Lecturas Católicas, las biografías de Domingo Savio y Francisco
Besucco
, El joven cristiano, la Colección de clásicos latinos e italianos
expurgados
, la Historia de Italia, el Boletín Salesiano: todas estas
iniciativas de Don Bosco reafirman nuestra convicción de que
la comunicación social - como fuerza educativa que plasma
mentalidad y crea cultura, como una auténtica escuela alter-
nativa - debe ser uno de los rasgos vivos y esenciales de la
actividad apostólica de la Familia Salesiana.


P. Jorge Martínez Lena sdb


“Don Bosco puso en marcha un conjunto de iniciativas
editoriales que, a distancia, lo hacen aparecer como hábil
y clarividente propulsor de la comunicación social”
(Don
Viganó). Vivió su compromiso con la juventud como
escritor, editor y ¡hasta empresario!


En la fiesta de San José de 1885, Don Bosco escribe a sus
hijos una carta circular. El viejo luchador no se resigna
a dejar este mundo sin recomendarles vivamente que se
preocupen por la difusión de los buenos libros.


Releer algunos párrafos de esa carta, nos ayudará a co-
nocer mejor a Don Bosco.


“Entre todos los medios, es el de la difusión de los buenos
libros
el que yo intento recomendaros ahora encarecida-
mente, para gloria de Dios y salvación de las almas. No
dudo en calificarlo de divino, puesto que Dios mismo lo
utilizó en la salvación del hombre.
Fueron los libros que Él
inspiró los que ofrecieron al mundo la doctrina verdadera. A
nosotros nos toca, pues, imitar el modo de obrar del Padre
celestial. Los buenos libros, repartidos entre el pueblo,
son uno de los medios verdaderamente a propósito
para mantener el reino de Dios entre las almas.


Aunque un buen libro no tiene la fuerza que emana de la
palabra hablada, con todo, presenta otras ventajas que
en ocasiones son mayores.
Un libro puede entrar hasta en
las casas en que no entra el sacerdote, y hasta los mismos
malos lo toleran como recuerdo o regalo.


Quien regala un libro, aunque no obtenga otro resul-
tado que el de haber suscitado un pensamiento sobre


Don Bosco comunicador


Don Bosco compren-
dió la importancia
de la comunicación
social como camino
para anunciar el
evangelio hasta los
confines de la tierra.
La Familia Salesiana
asume esta dimensión
como preciosa heren-
cia carismática.


editorial




Boletín Salesiano / Julio 201204


A fines de mayo, los cines de Montevi-
deo presentaron Los vengadores, una
producción que apostó fuerte, reu-
niendo en una misma película a va-
rios superhéroes
que, individualmen-
te, ya habían arrastrado al público jo-
ven a las salas. Si sumamos la recauda-
ción de las películas precedentes (Iron
Man
–2008–, El increíble Hulk –2008–,
Iron Man 2 –2010–, Thor –2011–, y Ca-
pitán América
–2011–), hablamos de
unos dos mil millones de euros.


Estamos ante un fenómeno cultural po-
pular y, por supuesto, económico, que
no puede pasar desapercibido. ¿Qué
tienen las películas de superhéroes
que atraen tanto a los jóvenes?
¿Se
debe únicamente a sus impactantes es-
cenas de acción y efectos especiales?


El adolescente actual crece en una so-
ciedad huérfana de referentes idea-
les
; incluso la simbólica figura paterna


ha sido fuertemente erosionada. Mu-
chos padres visten como adoles-


centes y se comportan como ta-
les. Nuestro mundo ya no ofrece
a los jóvenes modelos a los que
admirar y seguir…, salvo las
figuras ideales sustitutivas del
cine, los videojuegos y los có-
mics, a las que los adolescen-


tes se entregan con pasión.


Montaje sobre fotos de Josefina Tramontín


¿Los superhéroes
triunfan?


MIRADAS
Pero estas figuras paternas sustitu-
tivas presentan tantas luces como
sombras.
Por un lado, luchan contra
el mal y ponen en riesgo sus vidas
para salvar al género humano. Inclu-
so, en Los vengadores, son capaces de
superar su individualismo y trabajar
en equipo por un bien mayor. Este es
el aspecto positivo: son personajes
que escapan de la espiral narcisista de
nuestra cultura para sacrificar su vida
por salvar a los demás.


Sin embargo, también ofrecen som-
bras: lo que los hace héroes es aquello
que no es humano: sus superpoderes.
Ni siquiera son elegidos por un ser su-
perior –un dios, o Dios– para su misión.
En Los vengadores, son reclutados por
el Director de S.H.I.E.L.D., Nick Furia.
La consecuencia es que no existe una
dimensión vocacional del superhéroe.


Lo que convierte a esos ciudadanos en
superhéroes es algo fantástico, imposi-
ble, peliculero…. Una vez que el ado-
lescente abandona la sala de cine,
su orfandad de referentes ideales
es mayor que cuando entró.
No hay
nada en la vida cotidiana que permita
emular o seguir la senda que propo-
nen los superhéroes.


No rechazo el cine de superhéroes.
Solo pretendo hacer una reflexión so-
bre sus aciertos y sus límites.


Arturo Bonangelo


.


El primer difamador, según el Génesis,
no tuvo éxito. Fue Cam, el hijo menor
de Noé, que al descubrir a su padre bo-
rracho por imprudencia y desnudo, lla-
mó a sus hermanos para reírse juntos.
Pero los mayores tenían valores: cu-
brieron a su padre y lo dejaron descan-


sar. Hoy, Cam disfruta comerciando im-
pudicias ajenas, con la excusa de servir
a la verdad. Aunque en el chismerío
doméstico rioplatense, cualquier “in-
truso” ya casi nos tiene anestesiados,
el morbo se relame cuando le ofrecen
un suculento plato de perversiones y
fechorías de hombres de Iglesia.


A esta, los Santos Padres no tuvieron
miedo en aludirla como Casta Meretrix,
la ramera santa... Santa, porque con-
ducida por el Espíritu de Cristo que la
fundó, pero integrada por nosotros,
pecadores, ella reza continuamente
pidiendo perdón por sus faltas. En
nuestros días, Lumen gentium expre-
sa: “Mientras Cristo, ‘santo, inocente,
inmaculado’ que no conoció el pecado,
vino únicamente a expiar los pecados
del pueblo, la Iglesia encierra en su pro-
pio seno a pecadores. Siendo, pues, al
mismo tiempo, santa y necesitada de
purificación
, avanza continuamente
por la senda de la penitencia y de la re-
novación
” (cfr. LG 8).


En ese camino de conversión, todos
fuimos testigos de varios gestos de
arrepentimiento por la conducta de
hermanos nuestros. Aunque nos acu-
sen por amordazar a Galileo, hubo un
Papa que pidió perdón por haberlo
hecho, en nombre de todos los bau-
tizados de entonces y de ahora.
El
mismo Papa, el bienaventurado Juan
Pablo II, también pidió perdón por los
crímenes cometidos por la Inquisición,
en nombre de la Iglesia.


Es cierto que estar arrepentido y pedir
perdón por la historia pasada no de-
volverá la vida a las víctimas, ni hará
que Galileo sonría satisfecho; pero la
Iglesia no sería fiel a su Esposo, ni me-
recería su amor, si no lo hiciera.


Para los eclesiásticos abusadores y
sus encubridores, tampoco hay per-
dón: cada uno debe responder ante
la justicia del estado por su indigno
comportamiento; y si el asunto de las
finanzas vaticanas no estaba claro,
también están trabajando para dar
al Cesar lo que le corresponde, sin
menguar lo que es propio de Dios.


“¡Vati-leaks!”. La Iglesia no teme a la


y quemados, incluso dentro de su igle-
sia, por miembros de la etnia Fulania.


Si bien el propio arzobispo de Abuja,
Mons. John Olorunfemi Onaiyekan, no
quiso asegurar que el motivo sea por
enfrentamientos de índole religioso
o social, la preocupación está pre-
sente, porque no es la primera vez
que estos asesinatos se producen.

Los Beriom, católicos, son agricultores,
mientras que los Fulania, musulmanes,
son ganaderos. En Nigeria, práctica-
mente todos los años se producen ma-
tanzas de grupos cristianos a manos de
otras etnias, principalmente musulma-
nas. Grupos católicos, seguidores de
la situación de los derechos humanos
de los católicos en esta zona de África,
están denunciando desde hace diez
años un aumento en la persecución de
los católicos, tanto en Nigeria como en
Costa de Marfil, a manos de un grupo
fundamentalista islámico llamado
Boko Haram
(Occidente Culpable).


Las matanzas anteriores se dieron en
la Navidad del año pasado, cuando
murieron más de treinta personas en
atentados con bombas contra iglesias,
según informó la agencia Reuters. Ya
son más de doce mil los cristianos
muertos por intolerancia, sola-
mente en esta región
, sin contar los
muertos por atentados en otro países
como India, Pakistan, Afganistan, Irak.
A lo que hay que sumar la represión
y la cárcel que han sufrido muchos
católicos en China. La Iglesia sigue co-
sechando, lamentablemente, mártires
inocentes, ante la mayoritaria indife-
rencia internacional.


Humberto Gutiérrez Regal sc


verdad, porque, sirviéndola, se hace
más libre. Más que a la censura de los
hombres, la Iglesia, los bautizados, te-
mamos al juicio de Dios.


Eduardo Martínez Addiego


Para ser testigos de la persecución
contra los cristianos, no hay que tras-
ladarse a épocas de Diocleciano. Bas-
ta estar atentos a la realidad actual. El
problema es que hay que estar muy
atentos. Porque la muerte de cristianos
no parece ser noticia que merezca ni
primeras páginas ni preocupación
por parte de los organismos de de-
rechos humanos.


Tuve la primera noticia hace una se-
mana, cuando, frente a la caída de
un avión en Nigeria, la periodista de
RTVE agregaba, a modo de acotación
al margen, que “esto se producía tras el
asesinato de una veintena de cristianos,
en el norte de Nigeria
”. Como si una
noticia tuviera que ver con la otra
.
En marzo pasado ya había existido
otra matanza, en una aldea cercana a
la ciudad de Jos, donde 500 cristianos,
incluyendo mujeres y niños, miembros
de la etnia Beriom, fueron asesinados


“Casta Meretrix”


Matanza de cristianos
en Nigeria


05Julio 2012 / Boletín Salesiano




Boletín Salesiano / Julio 201206


Guías e intérpretes del carisma Guías e intérpretes del carisma


07Julio 2012 / Boletín Salesiano


Queridos amigos:


El pasado 24 de mayo, en la Basílica de
Turín, los he recordado, uniéndome a
cada expresión de amor a la Madre
para confiarle la fidelidad vocacional
de cada miembro de la Familia Salesia-
na. Con mi agradecimiento, también
le he pedido que cualquiera pueda
leer en nuestro rostro la alegría de
servir a Jesús en los más necesita-
dos de amor.


Hoy son los jóvenes quienes más lo
necesitan: muchos ven que los ho-
rizontes son grises, y que los valores
carecen de sentido.


Por eso, el Santo Padre ha propuesto, pa-
ra la JMJ 2012, un tema propio de nues-
tra espiritualidad: “Estén siempre alegres
en el Señor”.
A nosotros, hijos de Don
Bosco, los jóvenes nos reclaman un
mensaje de alegría y esperanza
que
llene sus vidas de “sabor” y anime, a al-
gunos, a ponerla al servicio del Reino.


Nosotros, como Familia Salesiana,
estamos llamados a ser una propuesta
vocacional creíble. Nuestra felicidad,
como la de Don Bosco y Madre Ma-
zzarello, es ver que los jóvenes son
verdaderamente felices... El Pentecos-
tés, celebrado este año en la misma
semana que la solemnidad de nuestra
Madre, nos impulsa a reavivar el fuego
que llevamos en el corazón y que nos
hace siempre fieles a la misión, incluso
en las pruebas.


Como fue para la Iglesia naciente,
sabemos que esta época de fuertes
desafíos, es también para nosotros el
“kairós”, el tiempo propicio en el cual
los jóvenes nos enfrentan a nuestra
responsabilidad vocacional: anunciar
con la vida la belleza y la alegría de
pertenecer a Jesús.


La alegría es propia del rostro sa-
lesiano.
La necesidad de conservar
la alegría en cualquier circunstancia
nos interpela a todos, en cuanto in-
dividuos y como comunidad. Ante el
reclamo juvenil, el Espíritu Santo nos
ofrece nuevas oportunidades de revi-
talizar el carisma y motivar la misión.


Pero “la misión” no se identifica
con lo que hacemos sino con lo
que somos:
nuestra opción de vida
es mensaje de vida y esperanza. Pre-
guntémonos, pues: ¿qué lugar ocupa
Dios en nuestro servicio educativo
y de anuncio del evangelio? ¿Cómo
despertamos en cada joven los in-
terrogantes que den sentido a sus
vidas? Nuestra existencia fiel, alegre y
contagiosa no solo es respuesta, sino
que debe ser verdadero desafío.


Como en Valdocco, como en Mornese,
no se trata de realizar grandes cosas;
es hermoso sembrar sin saber qué
nacerá.
Es una forma evangélica y
salesiana de perder la vida para que
nazcan frutos en abundancia. Para
que nuestra siembra sea fecunda,
debe estar animada por un gran amor.


Este es el tiempo favorable. Fortaleci-
dos con el don del Espíritu Santo y ani-
mados con María, la mujer peregrina,
vayamos al encuentro de los jóvenes
y regalemos la alegría de sabernos en
las manos del Señor Jesús, compa-
ñeros de camino de todos aquellos
que, como nosotros, son peregrinos
en esta tierra.


Con cariño...


caciones de caridad en las iglesias de
Italia, de Francia y de España…). Sus
escritos impresos están recogidos en
una edición anastática de 38 tomos.
Ha sido un hábil comunicador educa-
tivo, un eficaz predicador y conferen-
ciante.


Ha sido genial también en la orga-
nización y en las estrategias de la
comunicación.
En un contexto his-
tórico de desarrollo exponencial de la
editoría popular y difusión de ideas y
modelos de vida alternativos a los cris-
tianos, Don Bosco comprende la im-
portancia de la comunicación y de la
movilización de opinión. No se limita a
ser escritor de libros para la formación
de los jóvenes: se vuelve editor (co-
mienza con la afortunada serie Lectu-
ras Católicas
), fundador de tipografías
y editoriales. Estimula y anima a Sale-
sianos, FMA, Cooperadores y amigos
para que se vuelvan escritores, autores
de libros escolares, periodistas, come-
diógrafos y compositores musicales.
Ha habido un tiempo en que los sale-
sianos se habían vuelto especialistas
de la comunicación, perfectamente
preparados culturalmente, tan capa-
ces en su sector como cualquier pro-
fesional (competencias intelectuales
y competencias técnicas). Han hecho
escuela en el mundo católico con sus
editoriales: en sus huellas han surgido
otras congregaciones entregadas a la
Buena Prensa.


El Boletín Salesiano ha sido el modelo
de centenares de publicaciones si-
milares. ¿Cuánto queda hoy de este
inmenso e inteligente empeño? Se
corre el riesgo de perder una pasión,
una competencia, una práctica y una
cultura. Una tradición que recobrar
y reverdecer; una serie de compe-
tencias que reconstruir a través de
recorridos de formación adecuados
y elecciones más acertadas, a través
de la valorización de laicos y anti-
guos alumnos profesionales.


vo, yo estaba rodeado por centenares de
personas venidas a escuchar a un pobre
muchacho que, excluyendo algo de me-
moria, era ayuno de ciencia, pero lucía
para ellos como un gran doctor”.


Llegado a sacerdote es sitiado por los
pedidos: “Me invitan a ir ahora a este y
ahora a ese pueblo para predicar triduos,
novenas o ejercicios, pero no me atrevo a
moverme de aquí, porque no sé a quien
dejar mi casa. ¡El bien que podríamos
hacer!”,
escribe al P. Alasonatti, en los


primeros tiempos del Oratorio.


Teniendo que tratar con niños y jóve-
nes, Don Bosco es un magnífico na-
rrador. Su pedagogía es narrativa,
su espiritualidad es narrativa, la
formación de sus colaboradores es
narrativa, la comunicación pública
de sus proyectos y de sus obras es


Ya desde muchacho Juan Bosco ha poseído el don de la comu-
nicación eficaz. Un don personal: el
encanto de la palabra, el arte de la na-
rración heredada de una rica tradición
oral arcaica, puesta al servicio de la
misión en función educadora y pasto-
ral. Narrando de sí mismo muchacho,
rodeado por los compañeros, escribe:
“Lo que los reunía en torno mío y les en-
cantaba hasta la locura, eran las narra-
ciones que les presentaba. Los ejemplos
escuchados en los sermones y en las


catequesis, la lectura de Los Reales de
Francia, de El Guerrin Meschino, de Ber-
toldo y Bertoldino, me ofrecían mucho
material. En cuanto mis compañeros
me veían, corrían en masa para hacerse
contar algo por quien a duras penas co-
menzaba a entender algo de lo que leía.
A ellos se añadieron varios adultos y a
veces, yendo y volviendo de Castelnuo-


narrativa. Objeto de la narración es la
vida cristiana real, la Palabra de Dios y
el ejemplo concreto de los santos, los
actos de virtud de las personas y sus
buenas acciones, los resultados po-
sitivos el compromiso educacional y
formativo del Oratorio, las obras reali-
zadas, sus sueños y sus utopías.


UN ESTRATEGA GENIAL
Su acción pastoral consiste sobre todo
en narrar las maravillas obradas por
el Señor: Don Bosco narra la Biblia
como “historia” sagrada
, historia de
la acción salvadora de Dios y de sus
maravillas entre los hombres, historia
de las fidelidades e infidelidades de
sus hijos. Para él la Palabra de Dios no
es simplemente un libro sino la pala-
bra que debe ser anunciada, orientada
hacia oyentes concretos, aplicada a lo
vivido, “guía al camino del cielo” (Vida
de Domingo Savio
).


Don Bosco ha escrito mucho. No
para los sabios, sino para los mucha-
chos y el pueblo, para los miembros
de la Familia Salesiana.
Ha escrito
como pastor y educador cristiano.
Quiere tocar los corazones y las men-
tes para formar e informar, para sen-
sibilizar y convocar. Quiere convertir,
alentar en el bien, abrir horizontes de
sentido a los jóvenes, despertar voca-
ciones y colaboración. Es un difusor
de ideas en función de la vivencia cris-
tiana y de la regeneración social, de
la promoción cultural y espiritual del
joven, con la prensa y la palabra (des-
de las charlas a jóvenes y salesianos, a
las buenas noches, a las conferencias
de San Francisco de Sales, a las predi-


Comunicar eficazmente
para evangelizar


y educar


Peregrinando
con María




Boletín Salesiano / Julio 201208 09Julio 2012 / Boletín Salesiano


Nuestras Obras Nuestras Obras


Hna. María Julia Guasco Chiappini


gio es el Centro de Prácticas de esta
Licenciatura para las alumnas de 3°
año de la UCUDAL.


En la Capilla del Colegio, todos los sá-
bados se celebra la Eucaristía, abier-
ta a la gente del barrio.
A partir de
este año, el 24 de cada mes se celebra
una Eucaristía, en la que participan los
vecinos, los Exalumnos y las familias de
los alumnos.


IDENTIDAD
Luján
es una Comunidad Educativa
Pastoral con rasgos muy interesantes:
la acogida de adultos y niños, la ama-
bilidad, el respeto, la participación en-
tusiasta en las variadas propuestas, la
solidaridad. ¿El secreto de este clima?
Los educadores responden:
es el fru-
to de años de permanente trabajo,
partiendo de acuerdos compartidos
y asumidos por todos.


Quienes ya pertenecían a la Comuni-
dad Educativa, consideran este fruto
como algo natural; pero, al recién lle-
gado, le llama la atención. Por ejemplo,
el cuidado de unos por otros: si a un
compañero le sucede algo, siempre
hay alguien que lo atiende; se inte-
rrumpe el juego y todos, solidaria-
mente, se acercan para ayudarlo. No
importa el tiempo “perdido” del recreo.

Se dialoga con respeto. Los despla-
zamientos se realizan sin atropellos,
con educación y cordialidad; hay una
convivencia sana, serena.
Es gracioso
que los adultos integrados últimamen-
te, estemos muy atentos para no “des-
entonar”: nos advertimos entre noso-
tros, como diciéndonos: “¡Atención!“.
También los niños y niñas nuevos, se
van contagiando, de este clima, en el
que la agresividad no encuentra “caldo
de cultivo”.


Es reconfortante el entusiasmo para
participar en las diversas propues-
tas.
No hacen falta grandes desplie-
gues de ambientación, de “cosas”. El fa-
moso “Patio Salesiano” de los viernes
es muy esperado; el deporte y el Gru-
po de Compromiso Salesiano (G.C.S.),
los grupos de expresión artística, tea-


UNA MIRADA AL AYER…
El Colegio Nuestra Señora de Luján
fue fundado, ¡en 1902!, por la Aso-
ciación de Enseñanza Católica
, inte-
grada por un grupo de laicas compro-
metidas. Desde 1942, ocupa el actual
edificio, construido gracias a la gene-
rosidad de Fernanda y Ofelia Fernández
Acevedo, Ana María y Marta Abella, Ma-
ría Cristina Anavidarte, Felicia Rubio y
Clementina Olaso
, y muchas otras per-
sonas. En marzo del ‘42, la Asociación
pide a las Hijas de María Auxiliadora
que se encarguen del Colegio, que
sigue hasta 1960 bajo la responsabili-
dad parcial de la Asociación. Luego es
transferido completamente a las FMA.


HOY
El Colegio Nuestra Señora de Luján
es un Centro Educativo Evangeliza-
dor.
En la tarde, asisten niños desde Ni-
vel 2 años hasta 6° de Primaria. Además
de las actividades curriculares, existe el
Proyecto de Lengua, iniciado en 2010.
También el Departamento de Idiomas,
integrado por muy buenos Profesores
de Inglés y Portugués, coordinados


Hna. María Julia Guasco Chiappini


Cuenta la crónica del Colegio que el domingo 1º de marzo de
1942 se inaugura el nuevo local, con la bendición del Excmo. Sr.
Nuncio, quien destaca la labor meritoria de las señoritas de la
Asociación de Enseñanza Católica, la generosidad de las donan-
tes y la oportunidad de haber confiado la obra al celo de las
Hijas de Ma. Auxiliadora.


Ese día asume como primera directora la Hna. Julia Guasco,
una mujer que atraía a todos por su aspecto sereno, su hermosa
sonrisa, franca y conquistadora, su porte sencillo, a la vez que
muy digno.


Madre Julia, como se la llamó después, amó a los niños y jóve-
nes, especialmente a los más pobres, con corazón de asis-
tente salesiana
, atenta a los pequeños detalles para ayudarlos


a crecer en valores humanos y cristianos. Fue grande su pasión por la educación: siempre con mirada de avanzada, se abrió a
lo nuevo, preocupada por brindar lo mejor a los niños y a las familias.


Su profundo y gran amor a Jesús Eucaristía era contagiante. Algunas exalumnas de la época en que ella fue directora
del Colegio, comentaban una anécdota que tal vez hoy llame la atención, pero que habla de esa piedad Eucarística que la
caracterizaba. En esos tiempos, los alrededores del Colegio estaban muy despoblados, y junto al edificio pasaba un camino
vecinal. Por este motivo, la Hna. Julia, temiendo por la seguridad del Sagrario y para prevenir agravios, hizo colocar un timbre
junto al mismo.


El amor a María Auxiliadora marcó su vida con un sello especial. Decía: “Quiero sentir a María presente y operante en mi
historia y en mi vida”.
Y así acompañó el caminar de tantas niñas, exalumnas, familias, que siempre se sintieron cobijadas bajo
el manto de la Auxiliadora.


Colegio Nuestra
Sra. de Luján


por una Docente de vasta experiencia.


Por la mañana, funciona la “Exten-
sión horaria”,
para aquellas familias
que, por razones laborales, necesi-
tan dejar a sus hijos en un entorno
seguro y tranquilo.
Cuenta con el
acompañamiento integral de un ex-
celente equipo de docentes, y brinda
una verdadera experiencia de familia:
los más grandes colaboran activamen-
te con sus pares más pequeños. Esa
vivencia fraterna es particularmente
valiosa para los que son hijos únicos.


En la Extensión horaria, se desarro-
llan diversos talleres:
cocina, plástica,
recreación, informática, pintura en tela,
y natación. Al inicio del taller, se reali-
zan o revisan las tareas domiciliarias, y
se refuerza lo trabajado en el aula.


Un aporte significativo lo constituye la
tarea que realizan las estudiantes de la
Licenciatura en Psicopedagogía de la
Universidad Católica del Uruguay, por
un convenio existente entre ambas
instituciones (NSL-UCUDAL). El Cole-


tro, periodismo… son verdaderos es-
pacios de participación.


SOLIDARIDAD CRISTIANA
Los niños ponen lo mejor de sí en las
campañas solidarias o ecológicas
,
como las 6 que están en marcha:


- un millón de boletos, para conse-
guir una silla de ruedas;
- tapones de plástico, para Teletón;
- chapitas de los recipientes de re-
frescos envasados en latas;


- recolección de pilas, para proteger
el medio ambiente,
- campaña del abrigo, en mayo, para
ser auxiliadores con la Auxiliadora: las
abuelas tejen cuadraditos de cro-
chet, y luego vienen al Colegio para
armar, en equipo, las mantas;
- otras tejieron bufandas y gorros,
y algunas familias aportaron lana.
Incluso hubo varones jóvenes que
también tejieron, y ¡muy prolijos!
Una familia puso un cartel en su


edificio y sus vecinos se unieron a
esta campaña. Lo reunido se llevó a
nuestra Parroquia San Pedro Após-
tol, que atiende a unas cuarenta fa-
milias carenciadas;
- las mamás de Primaria con sus hi-
jos decoraron cajas, para llenarlas de
sorpresas y golosinas y entregarlas
en agosto a otros niños.


Es clave la influencia de las familias
para lograr este ambiente.
Son muy
cercanas, respetuosas y agradecidas.
En este Año de la Familia, elegimos el
lema: “Crecer en familia, crecer junto a
vos”, plasmado en un logo y también
en una canción, compuesta por una
maestra y su hijo adolescente.

Gracias a tantas personas, sacerdotes,
hermanas, familias, educadores laicos
hoy tenemos esta Comunidad Educa-
tiva Pastoral que continúa brindando a
nuestros niños una propuesta distinta,
impregnada de valores de Evangelio y
humanismo cristiano.




Boletín Salesiano / Julio 201210 Julio 2012 / Boletín Salesiano 11


Codo a codo con Don Bosco Biblia


fiesta patria: el 5 de enero de 2002
conoció al P. Alfonso; el 10 llegó tem-
prano, para interiorizarse en la tarea.
Y tomó una nueva responsabilidad:
capataz en los campos del Paiva.

Seleccione personal, explíqueles la for-
ma de trabajo, que asuman que esto
no es una estancia cualquiera, porque
hay gurises para educar, y todo eso...
Mientras, en los primeros tiempos,
vaya clausurando su empresa de mon-
teadores, deje conformes a los dueños
del campo, despida felices a los mu-
chachos y que nadie tenga nada que
decir.


Ya van diez años. En una esquina de
Montecoral levantó, con Rosana, la
casa que había dibujado. Tomás llegó
para alegrarles la vida, hace 5 años; y
Sabrina tiene 3. Pero viven en Sarandí
del Yí: ella capitanea un salón con dos
empleadas, pegado a la casita que al-
quilan. Y viven felices.


En el Paiva, además, es educador e
integra el equipo de dirección.
Aquí
tenemos dos grupos: el curso agrario y el
ciclo básico. Son muchachos diferentes.
Hay que enseñarles bien las actividades
del campo y las costumbres de la casa. Y
a comportarse. No arrastrándose frente


a los demás, sino con dignidad y res-
peto. Andar limpio y bien vestido,
descubrirse al saludar... ¡Ser gente!
Y para eso, uno tiene que saber
tratarlos, hablar, escuchar, decir las
cosas sin que ellos sientan que es
una agresión... Y que se acostum-


bren a hacer de todo: una pradera o
una parcela, trabajar en la yerra y en


la esquila, sin gritos ni estropear a los
animales...


Y les hago ver que eso no es por el Paiva,
sino para que sepan ganar su sustento.
Y repito, ¡hay que escucharlos! Cuando
salimos al campo, siempre me voy cami-
nando con alguno, y vamos charlando.
Y lo conozco, y me entero, y le digo, y
lo ayudo.
¡Todo eso lo aprendí aquí, en
el Paiva!”.


1 “Papel de estraza”, pero en el Río de la Plata


decimos “astrasa”, incorrectamente.


en toda la zona.


De aquí para allá, entre una tala y un
beneficio de escuela rural, en un baile,
por el ’99, conoció a Rosana. Por casua-
lidad, se encontraron otra y otra vez,
danzando. Y se hicieron amigos. No
era cuestión de verse, siquiera, todas
las semanas. Pasaban dos, y hasta un
mes en que solo los unía el recuerdo
y alguna llamada. Un día, en un pa-
pel de astrasa1, le dibujó la casa que
quería construir...


Cuando la aftosa afectó el negocio de
los productores y toda la economía,


él tenía una empresa con dos cuadri-
llas de monteadores, trabajando en
simultánea. Entonces, sonó el teléfono
en casa de sus padres: “Señora, usted
no me conoce. Soy el P. Alfonso, director
del Paiva. Quisiera hablar con su hijo
John”.


Recuerda las fechas como las de una


E staba por cumplir 12 cuando llegó al Paiva, en tiempos del P. Gerardo,
desde Montecoral, población de cien
y pico de pobladores, montada entre
la ruta 6 y la vía férrea, en Florida. Pa-
sados los cuatro años de secundaria y
con ganas de quedarse en el campo,
con el favor de los salesianos apuntó
a la “Agrícola Jackson”. Una desgracia
familiar le impidió rendir las últimas
pruebas, pero lo principal estaba he-
cho. En adelante a John, a John Gor-
goro –como dicen sus documen-
tos–, solo le faltaba completarse
como persona.


Ha trabajado, lo que se dice, de cual-
quier cosa: operador de cabina te-
lefónica, empleado de supermerca-
do, vendedor de cursos de inglés y
computación... Estuvo un tiempo
en Montevideo, hasta que pudo
comprar una motosierra y salir a
montear. Luego de un tiempo
tumbando árboles, un golpe en
las costillas lo dejó como encar-
gado de un establecimiento. Y así
continuó: cuando no capitaneaba
alguna cuadrilla de monteadores,
era capataz de estancia; y si no, “bo-
lichero”.


Tanto trato con todo tipo de perso-
nas le permitió aprender algo más,
siempre como hombre de bien.

Cuando tenía gente a su cargo, le gus-
taba compartir las verdes y las madu-
ras. Si había que romperse el lomo, él
también lo hacía, aguantando lluvia,
frío y calor junto a sus trabajadores.
A la hora de repartir ganancias, no
las macheteaba, Se fue haciendo un
nombre, conocido y muy respetado


hacer fértil la tierra. Después se detie-
ne para observar el efecto del agua:
“hace germinar y producir, para que
dé la semilla al sembrador y pan al que
come”...
Isaías nos ha hecho regresar,
inesperadamente, al tema del ban-
quete, el banquete sabroso y gratuito
que estaba al comienzo, ¿viste? Parecía
que picoteaba al azar pero no era así.
Otra vez el banquete, pero no estamos
como al comienzo, sino mucho más
adelante, como verás...


De la misma manera que el agua fe-
cunda a la tierra – sigue - quienes han
dejado los caminos rastreros para
apuntar a lo alto; quienes, con el per-
dón misericordioso de Dios, se han
apartado de la maldad y asimilado su
forma de pensar y de sentir, esos -dice -
también dejarán sus frutos en la tierra...
Porque “la palabra que sale de mi boca
no regresa a mí estéril, sino que realiza
todo lo que le he encomendado”.


¡Maravilla de Dios! Al comienzo nos
llamaba a un banquete y luego nos
aclaró que en realidad nos proponía
un pacto, una alianza no circunstancial
y quebradiza, sino en la que quedába-
mos comprometidos en el corazón: lo
más íntimo de la persona... Como otros
pactos, este también tiene consecuen-
cias, pero en esta ocasión son efectos
inesperados: cambia nuestro rumbo,
transforma nuestra manera de pensar
y de sentir. No nos convierte en meros
aliados suyos, sino que nos transforma
en portadores – realizadores de su Pa-
labra. ¡Milagros de la noche pascual!
¡Dios asocia simples desconocidos a la
misión y a la gloria de su Hijo!


Eduardo Martínez Addiego
1 Is 55,1-11
2 Versión libre y abreviada de Jr 31,31-33.
3 Cfr. Is 6-9.
4 No lo tomes en sentido literal; en aquella época los
conocimientos científicos no estaban tan avanzados.


sibarita se convierte en la
propuesta de un pacto
eterno
. Estas palabras lle-
van directamente al porfia-
do Jeremías que, pese a estar
pasando las de Caín, anuncia


“Pronto haré con Uds. un pacto
eterno
, no como el que todos


sus antepasados y Uds. mismos
destruyeron. Este pacto, para que


nadie lo borre, para que nadie pueda
olvidarlo, lo voy a grabar en sus corazo-
nes”2
. ¡Esto no puede ser coincidencia:
Jeremías anuncia una alianza más só-
lida y permanente que si hubiera sido
firmada CON el corazón. Como nues-
tros sentimientos pueden ser veleido-
sos, ¡Él quiere marcarla a fuego EN el
corazón! Luego Isaías retoma, ‘recicla’ y
mejora la imagen: para nosotros, que
siempre queremos sacar ventaja, esa
alianza será un manjar delicioso y nos
hará sentir plenos.


A continuación3, el profeta nos empu-
ja al vacío. Con conciencia de nuestras
infidelidades, recomienda: “Vos que
andás en malos pasos dejá tu camino;
y que los que solo maquinan maldades,
busquen al Señor Cercano y Misericor-
dioso que todavía está dispuesto a per-
donar”.
Y, a propósito de los caminos
que conducen al mal y de nuestros
pensamientos retorcidos, sugiere, al
pasar, que por más exitosos que pa-
rezcan, en realidad conducen a reali-
dades rastreras y a precipicios sin fin.
Y el Señor dice, con palabras de Isaías:
“Así como el cielo está lejos de la tierra4,
mis caminos van mucho más alto que el
destino que ustedes persiguen”.


Aquí el poeta profeta toma su flauta.
Como un encantador de serpientes,
su música atrapa, conmueve y sedu-
ce. Ofrece imágenes de la naturaleza:
muestra al agua que llega como lluvia
y como nieve y asciende, luego de


S i el mes pasado me inundó la in-mensidad del amor expresado por
Isaías poeta, hoy me deslumbra la pro-
fundidad del teólogo Isaías. Once be-
llos versículos1 y tres temas inagotables.


Comienza invitando: “Vengan y pasen,
Señores. Vengan y beban todo lo que
quieran. Coman gratis hasta saciarse.
¿Por qué malgastar tiempo, salud y di-
nero en lo que no satisface cuando les
ofrezco gratis lo mejor, lo más sabroso y
saludable? ¡Aquí no se rechaza a nadie;
todos están invitados! ¡Pase joven, no
dude Ud., señorita! ¡Caballero, adelante
con su dama!. Le aseguro que se sentirán
a gusto; sírvanse ‘a piacere’! ¡Hay sufi-
ciente para todos; pasen! ¡Coma tranqui-
lo, señor; coma, beba, disfrute!”.


No encuentro otra forma para trans-
mitirlo: parece alguien feliz, ofreciendo
gratis un banquete a cuanto viandan-
te hambriento pasa por su esquina. Y
cuando estás decidido a entrar, en el
tercer verso, advertís que no se trata
del paraíso del goloso glotón, sino de
la convocatoria a la Alianza. Por favor,
no te desanimes; no pierdas la idea;
quedate con la imagen: la del mejor
cheff ofreciendo entusiasmado su
banquete, ansioso por ‘hacerte tocar
el cielo’.


Sin cambiar de versículo, el delirio del


Fecunda lluvia
pascual


Educador
de a caballo




Boletín Salesiano / Julio 201212 Julio 2012 / Boletín Salesiano 13


AportesAportes


dad, es la necesidad de autocontrol.
Con nuestra formación religiosa y sale-
siana, la idea de autocontrol quedaba
expresada en la templanza. Esta hoy es
una virtud de la que nadie habla, pero si-
gue siendo muy necesaria. Mira: sale una
mujer –pero en el ejemplo podemos ser
nosotros mismos- a hacer compras con
una tarjeta de crédito para pagar, pero
no adquiere solo lo que iba a buscar,
sino que, porque tiene la tarjeta, compra
más cosas de las que había pensado. Y
así nos endeudamos. ¡Y así les pasa a las
naciones, que terminan endeudadas por
haber usado mal del crédito!


Bueno: yo escucho todo esto, y pienso
cómo dar pequeñas respuestas, algo
que a las personas no les cueste enten-
der, pero que sirvan para vivir mejor.


cadora, creo que hoy los muchachos
están más solos y descuidados que
antes.
Hace unos años, se advertía el
peligro de que se pasaran muchas horas
frente al televisor. ¡Pero eso, hoy, no es
nada! Cada chico, casi sin que ocurran
diferencias por su edad, se encierra en su
cuarto, con su computador, y casi nadie
se ocupa. Y lo grave es que tienen acceso
casi irrestricto a muchas cosas que no les
hacen bien, que no les aportan valores. Y
lo grave para nosotros, educadores sale-
sianos, es precisamente eso: que lo bue-
no que ordinariamente se les ofrece, que
les ofrecemos, no los atrae. Y otra vez te
vuelvo a recordar la “maña” que se daba
Don Bosco para conquistarlos.


Otra queja frecuente, y que ya toca a las
mismas estructuras macro de la socie-


quias, los centros juveniles, y los colegios.
Esa experiencia sigue con fuerza en mu-
chos colegios. Y eso me da oportunidad
de saber lo que pasa en las familias, de
conocer los diálogos que se dan en los
hogares, de seguir bastante de cerca lo
que ocurre en un hogar, aunque yo no
haya formado el mío propio. A veces voy
en el ómnibus y, sin proponérmelo, es-
cucho lo que la gente dice. Si me parece
un asunto interesante, apenas puedo,
lo anoto en un cuaderno, porque quizás
me podrá servir.


También leo mucho sobre lo que tiene
que ver con educación, vida familiar, di-
ficultades con los hijos, etc. En particular,
estoy siguiendo a un autor danés muy
apreciado actualmente en Europa y en
los Estados Unidos, llamado Jesper Juul.


Pero tanto en mis lecturas como en la
realidad, cada vez compruebo más el
reclamo de una mayor presencia del
padre, de la acción educadora del
papá.
Hoy la familia cuenta, muchas
veces, con el respaldo de los abuelos, de
los más ancianos, y eso es muy valioso


Nuestra conversación ocurre en las
cercanías de Roma, en el Salesianum,
un sitio ideal para encuentros, ubica-
do junto a la Casa Generalicia de los
SDB, donde han acudido responsa-
bles del BS de todo el mundo. Pero la
residencia ordinaria de D. Bruno no es
en Roma, sino en la Casa Madre de Tu-
rín, donde continúa trabajando “en lo
suyo”, a lo que ahora se ha sumado el
Boletín.


¿Cuáles han sido tus ocupaciones
hasta ahora, y cuáles son las actua-
les, D. Bruno?


Al comienzo estuve empeñado duran-
te varios años en la pastoral juvenil, lo
que me puso a trabajar en la revista
Note di Pastorale Giovanile. Luego me
confiaron una publicación llamada Di-
mensione Nuove, a la que luego susti-
tuimos fundando Mondo Erre (Mondo
Ragazzi = Mundo de los Adolescentes).
Hoy, además de mi responsabilidad con
el BS, estoy comprometido en la direc-
ción de la LDC, la editorial salesiana de
Turín. Mientras, se han ido publicando,
por todo el mundo, más de 800 libritos
chicos, con artículos míos bastante sen-
cillos, sobre ese tema de la educación y
la familia. Solo en Italia se han vendido
unos 2 millones de opúsculos con cosas
que he escrito.


Estoy convencido que la gente, espe-
cialmente en este tiempo, no lee más
que cosas breves. Aunque nadie quiere
leer grandes tratados, todos necesitan y
buscan argumentos e ideas que les per-
mitan hacer mejor lo que les interesa. El
mismo D. Bosco nos demostró que las
cosas importantes hay que expresar-
las con palabras y ejemplos sencillos.

Por eso se sirvió de las Buenas Noches.
Por eso recurría a contar “sueños” a sus
muchachos, para proponer la doctrina
que de otra forma no habrían podido
entender.


Volviendo a las ideas de tus artícu-
los, ¿sobre cuáles otras preocupa-
ciones estás escribiendo?


Además de lo que ya te he dicho sobre el
reclamo de una presencia paterna edu-


¿Sabes que eres el autor de los ar-
tículos más leídos y reclamados de
nuestro Boletín?


Su piel, ordinariamente blanca, enro-
jece con facilidad cuando responde
que ya se lo han dicho en otras oca-
siones. No quiero incomodarlo, así que
cambio de tema. Mientras, lo observo
mejor, para poder describirlo. Buena
estatura, cabello blanco que ha sido
muy rubio, y bien poblado. Ojos claros
y con gafas. Una sonrisa que aparece
con frecuencia, incluso cuando algo
no parece lo que él quisiera…


Si los lectores no lo han descubierto,
estoy hablando con el P. Bruno Fe-
rrero
, un turinés de 66 años, que en
2013 cumplirá medio siglo como hijo
de Don Bosco. Tiene un hermano y
tres sobrinos que ya han formado sus
propios hogares, pero esa experiencia
familiar no explica una característica
de sus notas.


Algo que se preguntan los lectores
es cómo, siendo cura, puedes poner
tantos ejemplos actuales de la vida
real…


Yo escucho mucho; siempre voy escu-
chando lo que dice la gente
. Hace más
de 30 años animo una experiencia que
llamamos “escuela de padres”, algo que
antes era muy reclamado por las parro-


por lo que ellos brindan a una verdadera
experiencia de integración familiar. Pero
esto no basta: continuamente escucho
el reclamo de una figura paterna como
debe ser.


D. Bruno Ferrero ha sido nombrado
hace pocos meses por el Rector Ma-
yor de los salesianos, Director del
Boletín Salesiano italiano.
Este nom-
bramiento lo ha convertido en coordi-
nador de las cincuenta y seis ediciones
del BS a nivel mundial. Él aclara que
haberse convertido en el referente de
tantas expresiones de la misma revista,
fue un plus inadvertido cuando asu-
mió la dirección del BS italiano.


El mismo D. Bosco comenzó con la re-
vista en 1877, pero pronto la dejó en
manos de uno de sus hijos, D. Juan Bo-
netti, retirándolo de la dirección de un
colegio: “Tú puedes hacer esto como si
fuera yo”, le dijo. Cuando el sucesor de
Don Bosco elige a un hijo suyo para di-
rigir la revista, está repitiendo las mis-
mas palabras del Padre.


El cura de
las palabras
sencillas




Mostrando la Hilacha...


Julio 2012 / Boletín Salesiano 15


Nota central


Boletín Salesiano / Julio 201214


SALESIANUM – ROMA
Reunión Mundial del BS


Convocados por el P. Bruno Ferrero,
director del Boletín Salesiano de Italia,
entre el 16 y el 20 de mayo pasado
se reunieron, en el Salesianum de
Roma, responsables de 43 edicio-
nes de la revista de todo el mundo
,
entre ellos, un representante de nues-
tro Boletín Salesiano uruguayo. El en-
cuentro quería cumplir con dos finali-
dades principales. En primer término,
se deseaba evaluar lo realizado a partir
de la reunión de 2009. El segundo ob-
jetivo tendía a proponer nuevas metas
para los próximos años, atendiendo al
bicentenario del nacimiento de Don
Bosco y a los cambios tecnológicos y
culturales.


La orientación del encuentro respon-
día a las pautas fijadas por el Rector
Mayor D. Pascual Chávez y su Consejo,
y, por ese motivo, estuvo coordinado
por el P. Filiberto González, consejero
SDB para la Comunicación, siempre
asistido por personal religioso y laico
de su equipo. Finalizando el encuentro,
volvió a insistirse en la necesidad de
que el Boletín Salesiano sea una pro-
puesta pastoral y educativa integra-
da a un sistema de comunicación
so-
cial de cada inspectoría o nación, y que
se ejecuten pasos concretos para crear
una edición on line del BS como
complemento de la impresa.


Sin romper el cuidado de su salud, el
Rector Mayor quiso presidir la Eucaris-
tía de la primera jornada.


centradas en prejuicios y mandatos
adulto-céntricos. El libro tiene sus raí-
ces en una experiencia del Taller de
Reencuentro con el Aprendizaje, reali-
zado en 2009.


Para la institución Casa Lunas la edición
de este libro significa un importante
logro y apoyo en la responsabilidad y
el compromiso asumidos de hacer oír
la voz de las/los jóvenes con quienes
trabajan y comparten cada día.


En la mesa de presentación del libro
estuvieron presentes el Psic. Jorge Fe-
rrando (integrante del Directorio de
INAU); la Psic. Denise Defey (AGORA);
la Psic. María Cristina Chardon (UNQ/
UBA); algunos jóvenes –mamás y pa-
pás– integrantes de Casa Lunas; y los
responsables de la publicación, el Lic.
en Ed. Andrés Peregalli y la Lic. en Psic.
Yohana Sampietro.


CASA LUNAS
Maternidades, paternidades
y adolescencias


El 11 de mayo, en la Escuela Pedro Fi-
gari, se realizó el lanzamiento del libro
“Maternidades, paternidades y ado-
lescencias. Construirse hombre y mu-
jer en el mundo. Relatos a viva voz”.

El libro reúne testimonios y relatos de
adolescentes madres y padres, partici-
pantes de Casa Lunas, con la intención
de dar voz y palabra a quienes han
atravesado la experiencia y el de-
safío de dos crisis de identidad: ser
adolescente y devenir madre/padre
en contextos sociales de pobreza.


Junto a la voz de los adolescentes,
otros interlocutores dialogan con
sus vivencias, en un encuentro ima-
ginario
, que pretende aportar líneas
de reflexión para trascender visiones


Las Piedras
MJS EN ACCIÓN


En el febrero pasado, la Asamblea
2012 del Movimiento Juvenil Salesia-
no (MJS) había propuesto caminos,
que los grupos de Las Piedras comen-
zaron a recorrer. Este año, subrayando
las “oportunidades para vivir el servicio”,
reunidos en la Mesa central local, qui-
sieron hacer algo significativo para
la ciudad.


En La Pilarica, un barrio bien periférico,
el oratorio había sufrido actos de
vandalismo y abandono, y necesi-
taba ser “rescatado”.
Esa fue la tarea
que asumieron. La movida fue el 14
de abril: un centenar aproximado de
jóvenes se dirigió hacia el oratorio, con
todo tipo de implementos de limpieza
y construcción.


Con sus ganas, sus esperanzas, y la me-
jor onda, llevaban el esfuerzo de niños,
adolescentes, y jóvenes, de las comu-
nidades educativas y de la parroquial,
que, en las semanas previas, habían re-
colectado materiales para esa jornada.
Toda la ciudad había sido movilizada
en la campaña. Fue una experiencia
significativa para todos, pues descu-
brieron la fuerza joven del MJS
; el
regalo de trabajar unidos por un fin co-
mún; la alegría que se multiplica al dar
sin esperar recibir nada a cambio y, por
sobre todo, la certeza de que es Jesús
quien une y da sentido a lo que cada
jornada y, en especial, el fin de semana,
se vive en el MJS.


dista, con una selección previamente
analizada y comunicada al público de
una forma (y no de otra).


Esa elección de la agenda diaria tiene
sus fines, sus objetivos, y genera sus
coletazos de mayor o menor magni-
tud. La cadena informativa en nuestro
medio se ve nutrida por las noticias de
los diarios y es retroalimentada a lo
largo del día por las nuevas informa-
ciones que le agreguen radios, televi-
sión e internet. Son de tal relevancia
las noticias publicadas por los diarios
que, incluso, programas de la mañana
televisiva presentan las portadas de
los matutinos. Se puede decir que
en Uruguay, a pesar del gran desa-
rrollo de internet, los diarios son los
que marcan la agenda diaria de con-
tenidos.


La inseguridad, los menores, las cárce-
les, son notorios temas de agenda en
estos tiempos. Robos, rapiñas, copa-
mientos, son palabras que se repiten
en abundancia en los micrófonos o se


Los diarios, los informativos televisivos, semanarios, programas de radio, porta-
les de internet y periodistas de relevancia pública eligen día a día noticias, he-
chos, palabras para comunicar a su universo receptor. Esa sola elección ya nos
está otorgando una visión recortada y restringida de lo que a menudo llamamos
‘realidad’. No por eso los medios nos están ocultando la verdad o mintiendo
sobre los diferentes acontecimientos, pero sí nos están dando una cosmo-
visión e interpretación de los hechos.
Elegidos puntillosamente por un perio-


La influencia de los medios masivos de comunicación dentro de
una sociedad ha sido estudiada de diferentes formas y por distintas
escuelas a lo largo de su existencia. Con diferentes visiones -teóri-
cas o empíricas-, ideas y estudios, pero en ocasiones con distintas
respuestas. Que el discurso de un medio de comunicación es ge-
nerador de opinión, no debería generar dudas, pero muchas veces
la naturalidad y la costumbre que tenemos de consumir medios
día a día, nos extrae de ese análisis. “¿Pero, a partir de qué se forma
la opinión pública, si no es a partir de los medios?”
se pregunta el se-
miólogo Eliseo Verón, en su libro Efectos de agenda. En Uruguay, la
clara influencia mediática en la opinión pública se ve reflejada in-
cluso en el propio discurso de los diferentes actores políticos, que
argumentan en diversas ocasiones en relación a lo que los grandes
medios de comunicación dicen, y retroalimentan el desarrollo de
una noticia en base a su información u opinión.


Lo vemos todos los días
El discurso de los medios, su legitimación y su influencia cotidiana




16 17Boletín Salesiano / Julio 2012 Julio 2012 / Boletín Salesiano


Nota central Nota central


La boca, la conciencia y la inseguridad
Hay hechos mediáticos que toman mayor relevancia que otros, y hoy en día tienen otros espacios de discusión en otros
formatos que amplían a veces su análisis, como puede ser a través de Twitter, Facebook y, en menor caso, en blogs.


Una carta abierta al programa Esta boca es mía conducido por Victoria Rodríguez; la voz de la conciencia, al mando de Clau-
dia Fernández, Yamandú Cardozo o el Cacha Arévalo Ríos; la inseguridad, los menores y la ley de servicios de comunicación
audiovisual, pueden ser algunos de los ejemplos de los diferentes temas que a diario agrandan su caja de resonancia en
el ciberespacio. Comentarios, opiniones, discusiones se plantean en otro escenario que, por momentos, puede enriquecer
como agotar la temática.


Es importante tener una masa crítica que conozca sus propios gustos y que adopte una opinión acerca de los contenidos.
Ya sea para analizarlos, para elogiarlos o incluso para criticarlos. Porque, a pesar que muchas veces las audiencias –noso-
tros, como receptores- son crédulas antes la forma de comunicar de los medios de comunicación, tampoco es cierto
que el gran público es pasivo y cree todo lo que le dicen.


Las formas y estrategias de comunicar diferentes temas, sabiendo de la influencia que tienen los medios en la sociedad,
muchas veces logra sus objetivos. Pero también existen análisis más pormenorizados, que desnudan esos fines que buscan
influir sobre la opinión pública.


Hace unas semanas, un televidente le escribió una carta abierta a Victoria Rodríguez por la utilización de cierta terminolo-
gía al referirse al barrio Colón, durante un programa en el que el tema central trataba sobre la tan mencionada y repetida
‘Inseguridad’. Tuvo tal repercusión en las redes sociales, que incluso El Observador la levantó en sus páginas, lo que generó
una respuesta en su programa Esta boca es mía. Por suerte, el público a veces está atento, analiza y critica -en el acierto y
en el error- pero sirve como forma de calificar a los emisores de opinión, que no siempre tienen la verdad, aunque muchas
veces parezca que así lo creen.


Tener lo último


La carrera por la primicia, ser los
primeros en informar y tener la no-
ticia que otros no tienen son reite-
radamente objetivos periodísticos
en nuestros días.
La carrera por sa-
ber lo que otros no, desarrollarlo en
140 caracteres e informarlo lo más
rápido posible lleva seguidamente
al camino de la desinformación. Mu-
chas veces la “necesidad” de la inme-
diatez nos hace caer en el error, que
se magnifica y reproduce por distin-
tas vías.


A su vez, los ejercicios de alentar a
los propios usuarios a conseguir la
noticia del día y premiar a la mejor,
incentivar a grabar con tu cámara
algún acontecimiento relevante, son
prácticas realizadas por algunos me-
dios. Donde la noción de noticia a ve-
ces puede quedar un poco opacada.
Porque nos permite preguntarnos
finalmente qué es lo que hace que
un acontecimiento sea noticia.


¿Acaso ya no hay inseguridad en nues-
tro país? Los diferentes recortes de
nuestra realidad ponen arriba de la
mesa distintos temas que se mag-
nifican con la cadena mediática y se
generalizan mediante el discurso in-
formativo y de opinión.


No por azar un canal opta por comen-
zar su informativo diario con un con-
junto de noticias del ámbito policial:
de esta manera marca que su línea edi-
torial tiene a la crónica roja como ban-
dera periodística. Tampoco es casual la
elección de un título para la portada
de un diario o de un tema para escri-
bir una columna de opinión. Cada una
de estas selecciones se hace con un fin
periodístico de poder marcar de una u
otra forma la opinión pública.


Un día, hace poco, miraba un informa-
tivo central en el que algunos políticos
analizaban la inseguridad -en tiempos
de marchas y protestas-, y uno de ellos
argumentaba con un simple “es lo que
vemos todos los días”.
Esa respuesta me
dejó pensando.


teclean a diario en los medios gráficos.
Los temas de agenda son aquellos que
los medios logran poner en el tapete
público y generalmente se comentan
y difunden en otros ámbitos cotidia-
nos. Se generan opiniones en las char-
las de bar, en la oficina y en la mesa
familiar, si todavía se cena en conjunto.
Pero qué pasa cuando Uruguay sale 4°
en el mundo, o campeón de América,
o aparece algún otro tema taquillero.


Esa sola frase da para el análisis de la
influencia de los medios en nuestra
sociedad. Cómo un actor político ar-
gumenta su opinión apoyándose en
lo que todos los días nos muestran
los informativos. Legitimando de esa
forma de manera absoluta el discurso
expresado por “Los héroes de las siete
y media”
como llamó Luciano Álvarez
allá por 1988 a los presentadores de
los informativos centrales, en su libro
titulado de esa manera. De la misma
forma que uno puede responder por
qué mira un informativo o escucha la
radio: “para saber lo que pasa”, “para es-
tar informado”
o “para conocer los acon-
tecimientos importantes del día”.


El argumento trillado que dice “es lo
que la gente quiere ver”
no es más que
una forma de justificar la presentación
de un tema escudándose en la gente
y poniendo adelante los fríos números
que indican el rating o miden las au-
diencias. Pero los medios de comuni-
cación tienen una responsabilidad
social:
desde los dueños hasta los pe-
riodistas lo saben, pero muchas veces
se le da la espalda al impacto que un
video o una crónica puede tener en la
sociedad.


El video del acontecimiento en La Pa-
siva
generó mucha polémica, estudios
de medios y discusiones sobre la ne-
cesidad o no de reproducir una y mil
veces el hecho. Según la auditoría mul-


timedia Foco, en dos días los canales
de TV abierta (4, 5, 10 y 12), más VTV
emitieron 48 (!) veces la captura de las
cámaras de seguridad. ¿Era necesario
pasar y repasar tantas veces el video?
Para los encargados periodísticos de
los informativos sí. ¿Pero en qué y en
quiénes pensaban cuando daban ese
sí?


Ser críticos de los medios es un ejer-
cicio interesante. Contrastar una in-
formación con otra, ver diferentes en-
foques, conocer distintas posiciones.
Eso sí, no esperemos objetividad de
periodistas, programas, informativos,
etc. Siempre que haya un sujeto pre-
sentando una noticia, un informe, o
esté dando una opinión, habrá sub-
jetividad.
Cada palabra es elegida,
cada expresión, cada gesticulación.
Con esos factores ya habrá caído la
objetividad muchas veces esperada.
Quizás en algunos casos lo que se
le pueda pedir a un comunicador es
imparcialidad, pero en otros, incluso
resulta hasta sano conocer su posicio-
namiento ante los temas tratados.


Nuestro objetivo como receptores
de medios debe ser saber analizar
y ser críticos de lo que consumimos
a diario.
Sabiendo discriminar las for-
mas y los contenidos que recibimos,
eligiendo a nuestro gusto los emisores
-y generadores- de opinión pública,
sabiendo diferenciar entre qué es una


noticia relevante, qué es parte de un
discurso que busca un accionar -sea
político o de otro índole- y qué se dis-
fraza de show, pero tiene otros tantos
fines.


Kike Martínez




Boletín Salesiano / Julio 201218
Julio 2012 / Boletín Salesiano 19


Construyendo Uruguay Construyendo Uruguay


La canción de la vida… Que se tras-
mite desde épocas inmemoriales, de
generación en generación… Que se
va transformando con el tiempo, y que
resulta esencial transmitir.


Desde mi punto de vista de docente,
he apreciado, junto a mis colegas, la
importancia radical de la familia en
la vivencia hogareña de sus valores
más importantes.
Estos se trasmiten
desde que el niño nace, momento
en que comienza su educación, en el
seno de la familia en la que ha comen-
zado su vida. Primero, como especta-
dor-esponja de los sucesos familiares;
luego, como participante activo en los
mismos.


Convengamos en que una familia es
un grupo de personas con un proyecto
de crecimiento en común, unido por
lazos de sangre y/o afectivos.


Actualmente, muchos afirman que la


familia occidental cristiana tiende a
desaparecer. Y han aparecido nue-
vos tipos de familia.
Por ejemplo, una
mamá con sus hijos, o un papá con sus
hijos. O una mamá o un papá con
sus respectivos hijos, junto a un tercer
integrante (con o sin hijos propios, in-
tegrados o no a la nueva familia), que
se convierte en un importante agente
educativo y de referencia para el niño,
aunque no mantenga con él lazos de
sangre.


Sea cual fuere el tipo de familia, esta
tiene funciones que cumplir con res-
pecto a sus hijos:
brindarle las condi-
ciones básicas de supervivencia, tales
como un techo, alimentación y abrigo.
Y también, atención a las necesidades
espirituales: amor, contención, apoyo
y transmisión de aquellos valores que
preparan para la vida. Además de nor-
mas de convivencia, de higiene, pau-
tas para desenvolverse en la sociedad
y establecimiento de límites. La familia


Enseñar la canción de la vida…
Importancia de la familia en la educación


“Pasan los niños cantando…
Cantan una vieja canción que cantaban sus abuelas cuando eran niñas
y que algún día cantarán los hijos de sus hijos…
Los labios, un día sin color, se callan…
Pero la canción vuela siempre…”.


Anatole France


es, también, trasmisora de la lengua
vernácula y de su uso social. Todo esto
constituye el aporte de la familia al
desempeño escolar.


Pero, sabemos que en la sociedad,
existen innumerables casos de fami-
lias disfuncionales que están envian-
do a sus niños a la escuela, con una
gran cantidad de carencias afectivas,
y escasos límites de comportamiento.
Esto provoca en estos niños, y, a veces,
jóvenes, una gran dificultad no solo
para el aprendizaje, sino también para
la inserción en una sociedad que tiene
exigencias y límites.


Cuando este agente educativo que
es la familia no cumple con sus fun-
ciones, la sociedad debe asumir la
tarea de cubrir esas carencias.
Por
esto, las mayores exigencias educati-
vas, en muchos casos, recaen sobre los
docentes. Ellos son los técnicos espe-
cializados, destinados a hacer cumplir


interpretarán mensajes no dirigidos a
públicos infantiles.


Los objetivos educativos tendrían que
ser definidos por las familias y no ser
improvisados de acuerdo a los capri-
chos de las modas. Cada familia ten-
dría que estar muy segura de los valo-
res que desea trasmitir a sus hijos.
Nos preguntamos qué lugar están
ocupando los valores cristianos en la
educación. Pregunta que provocaría
varias reflexiones…


Si no se apunta a hacer de la educa-
ción una de las necesidades primor-
diales que hay que atender en el país,
muchos opinan que nos iremos su-
mergiendo progresivamente en una
sociedad más violenta, donde impera
el “todo vale” y la ley de la selva…


En la esencia misma de la función fami-
liar existen buenos recursos, que mu-
chos padres y madres están utilizan-
do con amor y responsabilidad. Pero
quedan grupos familiares que no son
capaces de educar a sus propios hijos
y los abandonan a un futuro incierto.


Porque únicamente con el compro-
miso y el esfuerzo de los maestros
no basta. Se requiere el compromi-
so de toda la sociedad.
A partir de
las familias y de los valores que estas
puedan trasmitir. De familias que con-
tinúen su rol educativo durante toda
la vida. Y no olvidemos el papel que
cumplen los abuelos: en hogares don-
de tanto el papá como la mamá traba-
jan, ellos brindan amor y contención a
sus nietos, a veces como únicos educa-
dores familiares.


Creo que podemos afirmar que los
niños son lo mejor que poseemos.
Por eso, bien vale que la educación se
convierta en una tarea de todos. De
verdadero compromiso.


Y así, la canción de la vida volará siem-
pre…


Raquel Ferreira


los objetivos de las propuestas educa-
tivas. Y si no existe la cooperación fa-
miliar, es muy difícil realizar con éxito
la tarea.


Cualquiera advierte la importancia de
que los agentes educadores se apo-
yen unos a otros. Pero esto sucede
cada vez con menos frecuencia, parti-
cularmente en determinados centros
escolares, lo cual redunda en un des-
prestigio del docente, cuya autoridad y
conocimientos pasan a ser discutibles.
A veces, los docentes son desautoriza-
dos por los padres, en presencia de los
alumnos.


Los maestros se ven pasados de moda.
Ya no son modelos, ya que estos son
buscados en figuras del espectáculo
o mediáticas. Y están necesitando
cada vez más apoyo de la comuni-
dad educativa, para poder lograr
que sus alumnos cumplan con éxito
los objetivos del aprendizaje esco-
lar.


Sabemos que el niño es un ser que
está en crecimiento, que sigue un
proceso educativo al que tienen que
acompañar la familia y los docentes,
apoyándose mutuamente. Como se
dice generalmente “la educación co-
mienza en la casa” y continúa en el
centro educativo, con la ayuda familiar.


Por lo tanto, una educación formativa,
capaz de brindar al niño herramientas
para desarrollar sus potencialidades,
será el resultado de un proceso de
trabajo en el cual deben estar invo-
lucrados los maestros, los alumnos
y los padres.
Los papás y mamás que
aún revisan los cuadernos de sus hijos,
leen los comunicados enviados por
los docentes, y los orientan en la rea-
lización de las tareas domiciliarias (si
las hubiera), están colaborando acti-
vamente y con responsabilidad en el
proceso educativo.


Pero no podemos negar que, además
de los padres, la sociedad ejerce su
acción como elemento educador. Mu-
chos se han preguntado qué hacer
frente a una sociedad que educa a
sus hijos tanto o más que ellos mis-
mos.
Los medios de comunicación
presentan, muchas veces, modelos de
vida que denotan frivolidad, superfi-
cialidad y ‘valores’ dudosos de imitar.


A esto agreguemos el fenómeno ac-
tual de que muchísimos niños tienen
el televisor en sus dormitorios y ellos
mismos eligen sus programas y los
ven solos. Incluso programas dirigi-
dos a adultos o que ellos deberían ver
acompañados de un mayor capaz de
interpretarlos. O sea que, a veces, se
deja solos a los hijos, que difícilmente




Julio 2012 / Boletín Salesiano 21Boletín Salesiano / Julio 201220


Concilio Vaticano II Concilio Vaticano II


ción cualitativa, como en el de la oferta
de educación. Se trata de una profunda
transformación cultural de la misma
idea de educación, que modificó las pau-
tas de inversión pública y privada”. 3


Factores de orden económico, político
e ideológico, se sumaron para generar
estos cambios.


Desde lo económico, la educación
pasa a ser considerada como el prin-
cipal factor explicativo del crecimiento
de la riqueza de los países, al mejorar
uno de los factores claves de la pro-
ducción: el trabajo.


Desde lo político, la “guerra fría” desa-
tó la “batalla por la producción” entre
Estados Unidos y la antigua Unión So-
viética, en la lucha por la hegemonía
militar, trayendo con ello la inversión
en recursos humanos.


Desde el punto de vista ideológico,
la inversión en educación respondía a
la enorme carga de legitimación asig-
nada a la educación como terreno
prioritario de la política social.4


BREVES LÍNEAS A MODO DE CIERRE
Los hombres – expresa el Concilio –
“desean participar cada vez más activa-
mente en la vida social, y sobre todo en
la económica y política”.
Lo cual es coin-
cidente con el auge experimentado en
los años ‘50 hasta fines de los ‘60, men-


E l 28 de octubre de 1965, el Conci-lio Vaticano II, promulgó su decre-
to sobre la educación cristiana de la
juventud, titulado en latín: “Gravissi-
mum Educationis Momentum”
, don-
de trata de “la importancia gravísima
de la educación en la vida del hombre y
su influjo cada vez mayor en el progreso
social contemporáneo”. 1


¿Por qué el Concilio titula así su docu-
mento sobre la educación? ¿Qué no-
vedad nos aporta al respecto? ¿Hace
un aporte de renovación, como se
propone todo el Concilio en sí, o habla
del tema educativo porque conviene
hacerlo? ¿Aporta alguna novedad o
podemos decir del mismo: “¡chocolate
por la noticia!”
?


EL DECRETO CONCILIAR
El Documento consta de una Introduc-
ción y una Conclusión. Su desarrollo, a


¡Chocolate por
la noticia!


El Decreto Conciliar
sobre la Educación


través de doce puntos, expone el pen-
samiento Conciliar sobre la educación.


En la Introducción, declara la gravísi-
ma importancia de la educación en la
vida del hombre ante el progreso del
mundo contemporáneo.


Luego, en sus doce puntos, desarrolla
temas referidos a: el derecho de todo
hombre a la educación; las finalidades
características de la educación cris-
tiana; los deberes y derechos de los
padres e importancia de la familia en
al educación; los diversos medios de
la Iglesia para la educación, destacan-
do la tarea de las instituciones escola-
res; el derecho de la familia a la libre
elección de la escuela; la necesidad
de asegurar una educación que esté
de acuerdo con los principios morales
y religiosos propios de las familias; la
importancia de la escuela católica y los


distintos tipos de la misma; la impor-
tancia de las facultades y las universi-
dades católicas.


La conclusión remarca la gratitud a to-
dos aquellos comprometidos en la edu-
cación y la invitación a que renueven
su compromiso, así como, la invitación
a los jóvenes a dedicarse a la vocación
de educadores.


El Concilio expresa la “importancia gra-
vísima” de la educación, diciendo que
“la verdadera educación de la juventud,
e incluso también una constante forma-
ción de los adultos, se hace más fácil y
urgente en las circunstancias actuales.
Porque los hombres mucho más cons-
cientes de su propia dignidad y deber,
desean participar cada vez más activa-
mente en la vida social, y sobre todo en
la económica y política…En consecuen-
cia, por todas partes se realizan esfuer-
zos por promover más y más la obra de
la educación”. 2


EL ‘MOMENTO ACTUAL’ DE LA EDU-
CACIÓN EN LOS AÑOS DEL CONCILIO
Consideramos de pertinencia tener
presente lo que en el mundo está pa-
sando a propósito de la educación,
en el momento en el cual el Concilio
promulga el Decreto
en cuestión.
Esto nos permitirá percibir si lo que el
Concilio expone realmente se enmarca
dentro del propósito de actualización
de la Iglesia en el mundo moderno.


La siguiente cita, nos ilustra al respecto:


“La expansión educativa sin precedentes
de los años cincuenta promovió cam-
bios importantes en la función social
del sistema educativo. En los países de la
OCDE, entre 1950 y finales de la década
de los sesenta, el número de estudiantes
en todos los niveles educativos – y espe-
cialmente en el superior – aumentó de
en forma acelerada, mientras que el gas-
to público aumentó a una tasa media
superior al 10% anual. En los años poste-
riores a la Segunda Guerra Mundial, por
lo tanto, se produjo una transformación
de papel social de la educación, obser-
vable tanto en el comportamiento de
la demanda, crecimiento y diversifica-


cionado más arriba.


El Concilio propone su mensaje en ese
preciso contexto. Y resulta acertada
la consideración de la “importancia
gravísima” de la educación
, dadas las
magnitudes en los cambios en los sis-
temas educativos.


Los temas que el Concilio aborda en el
Decreto, son nudos de discusión, con-
secuencia de las transformaciones eco-
nómicas, políticas e ideológicas que se
opera en los sistemas educativos de
los años ‘50 hasta finales de los ‘60.


Los temas de discusión que enfrenta
hoy la Educación Católica tienen que
ver con aquellos que ya el Concilio ha-
bía dejado planteados en su Decreto:


- El derecho inalienable de todos los
hombres a la educación.
- Los padres, la familia, como primeros
responsables de la educación de sus
hijos.
- El papel del Estado, distribuyendo los
subsidios públicos, defendiendo las li-
bertades de los ciudadanos, de modo
que se asegure que los padres puedan
elegir, según su propia conciencia, las
escuelas para sus hijos.


Y un tema que hoy es de debate, y
que ya había sido adelantado por el
Concilio, es el referido a la educación
en el contexto de pluralismo de la


sociedad moderna: “La Iglesia aplau-
de cordialmente a las autoridades y so-
ciedades civiles que, teniendo en cuenta
el pluralismo de la sociedad moderna y
favoreciendo la debida libertad religio-
sa, ayudan a las familias para que pue-
da darse a sus hijos en todas las escuelas
una educación conforme a los principios
morales y religiosos de las familias”. 5



El Decreto Conciliar sobre le edu-
cación, se presenta así, cargado de
novedad, como una instancia de
diálogo de la Iglesia con el mundo
moderno.


Confieso que las preguntas de inicio,
no han sido meros planteos retóricos
para llamar la atención sobre el pre-
sente artículo; son cuestionamientos
legítimos que nos hemos hecho como
punto de partida.


La novedad del Concilio queda expre-
sada también en este su Decreto sobre
la educación. La Iglesia aparece una
vez más en diálogo con lo que está
sucediendo en el mundo moderno,
y busca definir su lugar en el mismo.


Mag. Raúl E. García A. sdb.


1 GE, Introducción.
2 Idem.
3 BONAL, X. Sociología de la Educación. Pai-
dós. Barcelona: 1998. p. 29.
4 Cfr, BONAL, X. p.29 -30.
5 GE, 7.




Boletín Salesiano / Julio 201222 Julio 2012 / Boletín Salesiano 23


Juventud Juventud
planteamos otra forma de entender el
proceso de construcción de la identi-
dad de los jóvenes.

Mirando esta relación desde los jóve-
nes y adolescentes, veremos que no
se trata de proponer estrategias para
cortar ciertos tipos de conductas, sino
de brindar herramientas que los ca-
paciten en el proceso de búsqueda
de la identidad personal, propor-
cionando seguridades liberadoras.

El ejercicio podría ser pensar cuáles
son las herramientas necesarias para
que los jóvenes puedan visualizar esta
búsqueda, y definir el modelo que
quieren seguir para construir su iden-
tidad. Brindar estas herramientas es ir
contra corriente, dado que el modelo
de opción por los más desfavorecidos,
de entrega y de amor, no está general-
mente asociado con el éxito. Por tanto,
el desafío es cómo brindar esas herra-
mientas, cómo iluminar el itinerario
de los jóvenes para que puedan for-
jar una identidad cristiana de soli-
daridad y cercanía
, evitando sumarse
a los criterios de una sociedad del éxi-
to, del consumo y del brillo.


Federico Da Costa
y María Laura Grundel


brilla más.


La búsqueda del éxito hay que en-
tenderla como parte del proceso de
construcción de la identidad
, lo que
no implica validar todo, pero sí pensar
en todo. Particularmente, en aquellos
-entre los que muchas veces nos con-
tamos- que reconocen como exitosas
ciertas conductas, y aseguran así que
por ese camino se va hacia una iden-
tidad "ganadora". Muchas veces, nues-
tro propio ejemplo de ser "exitosos" le
da impulso a esta dinámica. Esta ten-
sión se inserta en una de las formas
de relacionamiento más presentes
en la construcción de la persona: la
importancia de ser reconocido y vis-
to, para forjar la propia identidad.
El
ser reconocido y ser visto implica que
existe un “otro”, que es el que lo hace.
Muchas veces, somos nosotros ese
“otro”, y allí reside, tal vez, uno de los
desafíos más grandes: ser reconocedo-
res positivos.

Esto es un llamamiento a pensar qué
es lo que socialmente se reconoce
como éxito, y cuál es nuestra participa-
ción en ello, qué alentamos nosotros y
qué consumismos nosotros. Hay que
determinar si alentamos, de alguna
forma, modelos de éxito vacíos de
contenido, o proponemos, más bien,
modelos críticamente alternativos, y


ceso: la búsqueda del éxito, el desta-
carse, el brillar.


La construcción de la identidad es
un largo proceso en el que intervie-
nen muchas variables,
y que pasa
por momentos muy fuertes en la ado-
lescencia y juventud. Durante este iti-
nerario, la identidad se va forjando de
diversas formas: una de ellas consiste
en apropiarse de los usos, conductas
y costumbres de un grupo o clase so-
cial. La búsqueda del éxito no es solo
una parte de este proceso, sino que
es un elemento presente en nuestra
sociedad, que tiene a los medios de
comunicación
-y a los modelos de
vida y éxito que ellos presentan- como
uno de sus grandes motores.
Estos
presentan un modelo de vida exitoso,
basado en el tener. Por el mero hecho
de "tener eso", de consumirlo, se logra
el éxito, se adquiere un nivel, un status
diferente. Si bien estamos hablando
de los jóvenes, es necesario pensar
en quienes diseñan, desarrollan y pro-
ducen los modelos que se venden.
Podríamos preguntarnos a quién co-
rresponde la responsabilidad: si a los
jóvenes o a quienes proponen esos
modelos.

Pero volvamos al proceso de los jóve-
nes y adolescentes. Este proceso tiene
dos enfoques bien distintos: por un
lado, el del joven que lo está viviendo,
que se encuentra inmerso en el mismo,
en un vaivén de sentimientos y pensa-
mientos. Por otro lado, está el enfoque
de los adultos (la familia, los profesores
u otros grupos): ellos pueden ver este
proceso con gran preocupación -ex-
presada en la clásica afirmación: "¡La
juventud está perdida!"- o pueden ha-
cer el intento de brindar a los jóvenes
herramientas para capacitarlos en su
búsqueda y en sus decisiones. Usted,
lector, sabrá donde se ubica. Cierta-
mente, cabe aquí una advertencia:
muchas veces, al referirnos a la ju-
ventud
o a los jóvenes, partimos de
una indebida generalización, que
oculta distintos sujetos reales, con
distintas historias, tensiones, entor-
nos, valores y hogares.


Esta generalización, que trae consigo
una visión uniforme, muchas veces es
también asumida y vivida por algunos
jóvenes. Y, por tanto, "ser" implica so-
bresalir, ser reconocido por una cua-
lidad, estar a la moda, tener éxito,
tener algo que permita destacarse
del resto.
Son diversos los conceptos
e ideas que aquí se presentan. Por un
lado, es interesante tener en cuenta
que el éxito es una de las "claves" de
nuestra sociedad de consumo, en la
cual los ‘exitosos’ son los que aparecen
en las páginas de sociales, tienen más
amigos en facebook, son galanes de
televisión, deportistas famosos, están
a la moda o posen algún elemento
(ya sea celular, ropa, etc.) que los hace
"ser". Tal vez esta sea una de las formas
más fáciles de visualizar la búsqueda
del éxito, tanto de los jóvenes como de
otros grupos etarios.


Pero el éxito o el reconocimiento, tam-
bién se dan en otros ámbitos y de otras
formas. Lo podemos ver en la clase, en
función de quién es el "mejor alumno"
(sería interesante definir qué se entien-
de por eso y qué es lo que ese título
asegura) o el más popular. También lo
podemos ver a nivel de grupos juveni-
les de las parroquias, donde siempre
hay alguno que es el "exitoso", el que
hace mejor las cosas, el que tiene más
puesta la camiseta: en definitiva, el que


El titulo provoca. Obviamente, no pa-
rece ser una frase de titulo o una frase
con marketing. Más bien busca desa-
fiar y alinearse con los temas aborda-
dos en esta sección, relacionados con
el proceso de construcción de iden-
tidad de los adolescentes y jóvenes.
Hoy intentaremos plantear otro de los
elementos importantes en este pro-


¿Recetas
para el éxito...?
¡No, gracias!




Julio 2012 / Boletín Salesiano 25Boletín Salesiano / Julio 201224


Educación


¡YO PUEDO VER MIS PECAS EN EL MAPA DE LA TIERRA DE GOOGLE!


LOS PUENTES NECESARIOS
No se trata solo de contar con la atención de los educandos, sino sobre todo de atenderlos a ellos, porque constituyen
el “material” que se debe transformar, mejorar, perfeccionar. Y cuando, en vez de empatía, hay distancia e indiferencia,
se hace muy difícil lograr el resultado: es como si un artista no pusiera interés en su obra. Don Bosco recalcaba que no
alcanza con amar: hay que hacer de tal modo que los jóvenes capten, se den cuenta de que se los quiere bien.


La inercia de exigir determinadas cosas, de cuidar de que se cumplan ciertas reglas, no es suficiente. El acompañamien-
to supone:
cercanía, comunicación, manifestación de beneplácito por los resultados obtenidos, corrección, cuando sea
necesario, palabras de aliento, siempre.


Lograr que ellos se sientan importantes, favorece que se interesen por lo que se les propone. Al contrario, si se sienten
olvidados, es muy probable que sean indiferentes a lo que se les quiere inculcar.


No corren tiempos buenos para establecer esos lazos necesarios entre educadores y educandos: la sobrecarga de
preocupaciones y actividades diarias de unos, los intereses de los otros, los adelantos técnicos que aíslan- llámense celu-
lares, auriculares, etc.- pueden hacer más difícil que en otros tiempos esa relación. Pero siempre habrá un momento, un
tema de conversación, una situación, que sirva de puente para romper el aislamiento.


Además, los cambios se producen tan rápidamente en nuestros días, y las preferencias, los gustos, los intereses varían
tan vertiginosamente, que unos pocos años entre quienes educan y quienes se educan pueden significar una dis-
tancia enorme.


La relación exige construir puentes efectivos-afectivos, que permitan la adaptación, la comunicación, el conocimien-
to, el acompañamiento, los signos de interés y de aprecio que son propios del ambiente de familia en que debe realizarse
el trabajo educativo.


José Luis Guarino - Salto.


en cuestiones poco importantes. Y de
ese modo, resulta realmente creíble la
oración, ya clásica: “Señor, haz que me
convierta en un televisor; así mi madre y
mi padre me mirarán un poco más”.


El contacto visual consiste en mirar di-
rectamente a una persona a los ojos.
La mayoría de la gente no entiende
qué importante y vital es ese contacto.
Pero todos saben el fastidio que cau-
sa una conversación con alguien que
mira constantemente para otro lado y
es incapaz de mirar a la cara del inter-
locutor.


Las personas necesitan que se las
mire.
¿Para qué sirven tantos cuida-
dos en vestir, en el look, en el cuerpo…
más que para atraer la atención y la


mirada de los demás? También el pier-
cing, los tatuajes y las originalidades
muchas veces desconcertantes de los
adolescentes son un inquietante recla-
mo: “¡Mírenme!”.


El contacto visual es esencial no solo
para comunicarse con los niños, sino
para satisfacer sus necesidades emo-
tivas. El niño utiliza el contacto visual
con los padres para nutrirse emotiva-
mente. Y necesita de este contacto.
Por eso, cuando está por dar un salto,
dice: “¡Papá, mira lo que hago!”. Con los
ojos se comunica amor. Lo saben bien
los enamorados. Todos sienten la pro-
funda emotividad de la frase “Comerse
con los ojos”.
También el evangelista
Marcos en el episodio del encuentro
de Jesús con el joven rico afirma: “Jesús
lo miró fijamente y lo amó…”.


La mirada de los padres significa amor,
atención real, aprecio e interés. Los
ojos de los padres son una fuente de
valor y una forma de alimento moral
y emotivo. Un hijo multiplica su es-
fuerzo si se siente mirado por sus
padres.
Por desgracia, muchos padres
están ocupados en hacer multitud de
cosas para sus hijos y después se olvi-
dan de “mirarlos”.


Es también fácil para los padres ad-
quirir la terrible costumbre de usar el
contacto visual sobre todo cuando
quieren hablar seriamente, casi siem-
pre en sentido negativo, a sus hijos.
Un niño está más atento cuando se le
mira directamente a los ojos, y así los
padres aprovechan este hecho para
dar órdenes, reñir, criticar. Entonces
salta la frase amenazante: “¡Mírame
a los ojos!”,
con la consiguiente mirada
ceñuda. Cuando un padre usa incons-
cientemente este poderoso medio de
control, sobre todo en sentido negati-
vo, el niño empieza a sentir en los pa-
dres una peligrosa actitud de rechazo.


Si los padres prestan atención a los
niños casi exclusivamente cuando
estos provocan un conflicto o hacen
una travesura, los problemas tienden a
aumentar, sobre todo con los niños de
temperamento “fuerte”. No sentir nun-


ca una mirada de auténtica atención
amorosa por parte de la madre, y sobre
todo del padre, es para un muchacho
una herida mortificante y un impulso
a la rebelión.


Es una costumbre de resultado dudo-
so también la de evitar el contacto
visual como forma de castigo.
Para
un niño es más difícil soportarlo que
un castigo físico.
Significa “abandono”


y desinterés en un sentido afectivo
cruel. La mirada sirve sobre todo como
vehículo de amor.


En un pupitre, antes de las vacaciones
de Navidad, un maestro encontró es-
tas palabras en el anverso de un exa-
men escrito: “Si antes de Navidad nadie
me hace un gesto, desapareceré”.
El que
no se siente mirado pierde el deseo de
vivir. Enseñar a los hijos una buena ca-


En la familia desaparecen las ocasio-nes que permitían a las personas
“mirarse”. Una estadística afirma que el
tiempo medio que un padre pasa
con un hijo adolescente se puede
estimar actualmente ¡en 12 minutos
al día!
En las familias, resulta difícil en-
contrarse para el almuerzo, por la difi-
cultad de combinar los diversos hora-
rios de trabajo y estudio. Tampoco la
cena se hace ya en familia, por las mu-
chas actividades en las que se está im-
plicado y por los diferentes gustos en
cuanto a los programas de la televisión.


De los 12 minutos que pasan juntos
padre e hijo, al menos 10 se emplean
en dar instrucciones o verificar la eje-
cución de las que se dieron el día an-
terior; los otros 2 minutos se utilizan


pacidad de contacto visual es impor-
tante para su vida.


El alimento afectivo y emotivo de los
hijos no es un elemento que pueda
descuidarse: ¿qué diferencia hay entre
un niño agradable y atractivo y uno
que no lo es? En otras palabras: ¿cuál
es el elemento básico de la simpatía?
Precisamente la capacidad de man-
tener un contacto visual agradable,
acompañado de la sonrisa.
Los niños
que tienen estas dotes son los preferi-
dos de los maestros y amigos, se les si-
gue mejor, adquieren seguridad y una
buena imagen de sí mismos.


Amarse con los ojos




Boletín Salesiano / Julio 201226
Julio 2012 / Boletín Salesiano 27


¿Quién justifica a los medios?
Luego del brutal crimen del ‘planchero’
de La Pasiva, los informativos desti-
naron 132 minutos durante cinco
días a este hecho, repitiendo el video
unas 102 veces.
Fue el informativo
del canal 4 el que lo repito más veces:
44, en total. El canal 5 solo lo emitió
4 veces. Son varias las preguntas que
de aquí emergen: ¿Quiénes somos los
que miramos una y otra vez este video?
¿Qué nos mueve a hacerlo? ¿Qué bus-
camos con esto? Y ¿cómo podemos


bien común cuando se atiene a algunos
principios fundamentales: el pago de
impuestos como especificación del deber
de solidaridad; racionalidad y equidad
en la imposición de los tributos; rigor e
integridad en la administración y en el
destino de los recursos públicos”
(Nº 355).


Al sur del sur
La iglesia de la Santa Trinidad es el tem-
plo más al sur del mundo:
está ubica-


brindar herramientas para analizar esta
situación, y transformarla en una situación
de paz?


Impuestos y doctrinas
Se acerca las declaraciones y pagos del
IRPF, lo cual genera cierto escozor, al me-
nos en nuestros bolsillos. El tema de los
impuestos es frecuentemente tratado y
discutido. Para alentar el debate, traemos
un extracto de la Doctrina Social de la
Iglesia: "La finanza pública se orienta al


da en la Antártida, cerca de la base
rusa, en la isla de Rey Jorge. Es una
pequeña iglesia ruso-ortodoxa de 15
m de alto, construida en Siberia con
madera de abeto, al estilo tradicional
ruso. La estructura fue desmontada,
embarcada al continente Antártico y
reensamblada allí por el equipo de la
Estación rusa. Tiene capacidad para
30 personas.


MÁS RÁPIDO, MÁS ALTO, MÁS FUERTE
Practicar, practicar, practicar…


En este momento, alrededor del mundo,
miles de mujeres y hombres se preparan.


El 27 de julio, en Londres, comienzan
las XXX Olimpiadas de los tiempos
modernos: atletas de todas las nacio-
nalidades, credos y grupos étnicos,
convocados por el sueño de ser los
más rápidos, llegar más alto y ser
los más fuertes.
La superación como
paradigma de la especie humana.


Por el siglo VII A.C., los pragmáticos
griegos percibieron esa manía de los
hombres por mejorar su desempeño, y
decidieron aprovecharla. Ofrendaron a
los dioses mente y cuerpo en algo más
constructivo que guerras y saqueos. Y,
en la ciudad de Olimpia, cada cuatro
años, la cuestión versaba sobre com-
petencias deportivas, carreras, lucha,
lanzamiento de jabalina, así como
poesía y danza. El premio, una humil-


de corona de laurel y el beneplácito
de los dioses.
Sí, el ego también tenía
su recompensa, pero, bueno, nadie es
perfecto, como diría Sócrates.


Caída la civilización griega, las Olimpia-
das durmieron hasta 1896, cuando el
Barón Pierre de Coubertin las rescata
para el mundo moderno. Según su
visión, “Olimpia y las Olimpiadas son
símbolos de una civilización entera, supe-
rior a países, ciudades, héroes militares o
religiones ancestrales”.
La competencia
era la excusa. El objetivo: reunir a los
hombres bajo la consigna de honrar el
esfuerzo, propio y ajeno, antes que la
victoria propia o la derrota ajena.


Claro que, desde entonces, muchas
antorchas se encendieron, mientras
la economía y la política se instalaron
como nuevos colores en la bandera
de los anillos. En lugar del laurel, el
oro es ahora el premio buscado por
participantes y organizadores. Las
marcas de los atletas valen tanto como


la recaudación. Más rápido, Más alto,
Más fuerte, Más ganancia:
el nuevo
lema del siglo XXI.


Pero no seamos desagradecidos. Deba-
jo de la piel olímpica, lejos del maquilla-
je mercantil y las chucherías mediáticas,
tanto en las pistas como en las gradas,
frente a los televisores como en las
calles y trabajos, el espíritu continúa
tan olímpico como siempre. Un espíritu
que hermana a atletas y gente de a pie
en una implacable lección de vida.


Esa inacabable maratón contra nues-
tros propios límites. Pero no los del
músculo, sino los del alma. Poniéndo-
nos a prueba por ser más rápidos…
en brindar compasión; llegar más
alto… en los ideales; ser más fuer-
tes… en el sacrificio por el prójimo.
Todo por el premio invisible: la perenne
corona del amor. Porque las Olimpiadas
siguen siendo la excusa para mirar la
meta. Esa que en solitario nos reclama,
diciéndonos, desde el corazón: “Practi-
ca, practica, practica…”.


Miguel Mayobre


Cuentan que una vez un hombre era perseguido por varios malhe-
chores, que querían matarlo. Buscando
escapar, el hombre llegó a una zona
con muchas cuevas, y se ocultó en una
de ellas. Los malhechores empezaron a
buscarlo, recorriendo sistemáticamen-
te las cuevas, una por una.


El hombre estaba desesperado y, en
su angustia, elevó a Dios esta plegaria:
"Dios, tú eres todopoderoso. Haz que dos
ángeles bajen y tapen la entrada de la
cueva, para que no entren a matarme".

Los asesinos seguían acercándose, y
entonces aquel hombre vio que apare-
ció una arañita, que se deslizaba sobre
la pared de roca. La arañita empezó a
tejer una telaraña, justo en la entrada
de la cueva.


Cada vez más angustiado, aquel hom-
bre cerró los ojos y volvió a dirigir su


plegaria a Dios: "Señor te pedí ángeles,
no una araña". Y continuó: "Señor, por
favor, con tu mano poderosa coloca
un muro fuerte en la entrada, para que
esos malhechores no puedan meterse y
matarme".
Abrió los ojos, esperando ver
el muro tapando la entrada, pero solo
pudo ver a la arañita, que continuaba
tejiendo su telaraña.


Los malhechores habían ingresado en
la cueva anterior a la que se encon-
traba el hombre, que ya esperaba su
muerte, resignado. Cuando los asesinos
estuvieron frente a su cueva, la arañita
había concluido de tejer una telaraña
que tapaba toda la entrada. Entonces,
el hombre escuchó esta conversación:
- "Vamos, entremos a esta cueva." - "No,
nadie ha estado recientemente aquí. ¿No
ves que hasta hay telarañas? Sigamos
buscando en las demás”.


GENETICA Y CANCER


Que el cáncer tiene relación con
los genes y la herencia
no es un
tema nuevo. Incluso en esta co-
lumna ya nos habíamos ocupado
de ello hace algún tiempo. Lo in-
teresante es el avance que se va
realizando en este tema, cada vez a
mayor velocidad.


Existen en nuestras células los pro-
to-oncogenes
, que tienen la fun-
ción de regular el ciclo para la
reproducción de la célula.
Cuando
ocurren en ellos ciertos cambios es-
tructurales, se convierten en onco-
genes, que facilitan la transforma-
ción de la célula en maligna. En este
proceso de transformación pueden
participar incluso virus, como el del
papiloma humano en la mujer, para
nombrar uno conocido.


Una de las áreas de mayor investi-
gación en relación a la genética y al
cáncer ha sido la referida al cáncer
de mama, que representa aproxi-
madamente un 18% de los cánce-
res de la mujer. No más del 10% de
los cánceres de mama tienen un
origen genético probado.
Las últi-
mas investigaciones publicadas en
Nature y Cancer Research obligan a
ver hoy al cáncer de mama no como
una enfermedad, sino como diez
enfermedades genéticamente dis-
tintas, cada una con un tratamiento
específico personalizado.


Si bien por el momento esto no
cambia los aspectos diagnósticos,
sí permitirá en un futuro tratamien-
tos diferenciales para cada cáncer y
para cada mujer. Hoy ya se cuenta
con excelentes tratamientos, que
pronto mejorarán claramente, au-
mentando aún más, no solo la
remisión, sino la curación de la
enfermedad.


Dr. Humberto Gutiérrez Regal


la telarana


cultura


Para pensar


,




Boletín Salesiano / Julio 201228 Julio 2012 / Boletín Salesiano 29


Enzo (h. 12 años): - ¿Papá, qué hago yo
acá?
- Yo: Estás de misión. - Enzo : ¡Pero
yo no hago nada! Voy a las casas de visita
y me quedo callado.
- Yo: Tranqui, gordo
Fijate todo lo que hacés acá en la Iglesia:
los chicos vienen a buscarte para jugar
y te invitan a sus casas. Sos el único que
está todo el tiempo disponible para ellos,
y eso es muy importante
. - Enzo: Sí, pero
me invitan a jugar al play.
- Yo: ¿Y? Estás
con ellos. Esa es tu forma de misionar.
Disfrutala.
Así terminó nuestra charla,
nacida de una de las reflexiones diarias
que hacíamos después del desayuno.


Enzo no era él el único que se pregunta-
ba qué hacía ahí. Lo mismo nos plantea-
mos con mi esposa. Pero la misión nos
fue hablando y, de a poco, nos mostró
porqué estábamos ahí.


Fue un año particular para nosotros.
Lo conversamos muchas veces: am-
bos sentíamos que no podíamos
quedarnos cómodos con la vida que
teníamos, que Dios estaba presente
en ella, que debíamos dar frutos con
los dones que Él nos regalaba día
a día.
Comenzamos la búsqueda, y
así llegamos al Voluntariado y a la
misión de verano en Pueblo Porvenir
(Paysandú). Enzo, nuestro hijo, nos
acompañaba, aunque no entendía
por qué hacíamos algo que era nuevo
y diferente en su vida.


Llevábamos ya 7 días de misión. Ha-
bíamos pasado por el calor agobiante


y la turbonada escalofriante. Habíamos
disfrutado de un paseo al río con los
jóvenes y sus familias, y nos habíamos
quedado afónicos, cantado los núme-
ros del bingo. Nos preparábamos para
el cierre del oratorio, la peña y la Misa.
Los días en la misión se suceden rápido,
el ritmo se vuelve vertiginoso, entre
tantas actividades… Pero el encuentro
con la gente nos bajó las revoluciones
en todo momento.


El pueblo nos dejó entrar a sus tiem-
pos y espacios:
las tranquilas tardes se
llenaron de ruidos callejeros, banderas
y cantos. La gente nos abrió sus casas;
entramos para compartir un banco al
fresco de una noche; fuimos testigos de
las huellas que dejaron los salesianos,
desde los inicios del pueblo. Y la gente
nos abrió sus corazones, nos contó sus
pesares y alegrías, sus necesidades y


riquezas, su fe y su caridad, de la que
fuimos varias veces beneficiaros. Ese
fue el momento del encuentro, el que
te dice para qué estás allá.


Y así como nosotros nos fuimos me-
tiendo en el pueblo, el pueblo se me-
tió, de a poco, en la misión, y la hizo
suya.
Desde los adultos que cocinaron
para los chicos del oratorio, hasta los
jóvenes, que dedicaron tardes enteras
a la formación y al trabajo oratoriano,
manifestando, al final, su voluntad de
ser misioneros en su Pueblo. La Misa del
cierre de la misión contó con un rega-
lito del cielo: Diana, una de las jóvenes
que más participó, tomó su primera
comunión.


Hoy seguimos en contacto con los
jóvenes y algunas familias. Para la próxi-
ma misión, hay una pareja que nos ha
manifestado su deseo de formalizar su
matrimonio cristianamente.


Esta misión dejó marcas importan-
tes en nuestra familia:
nos permitió


conocer un aspecto de nuestro hijo
que no habíamos percibido mucho:
su espiritualidad. Y aprendimos que
la vocación misionera no se limita
a una etapa de la vida: cualquiera
puede ser llamado. Solo hay que


estar atento.


Isabel, Enzo (h) y Enzo


ALEMANIA - Inmigración, oportunidad para
el desarrollo


ITALIA - Aprender haciendo


Jornada mundial - contra el trabajo infantil


POLONIA - Encuentro Interinspectorial


(ANS – Madrid) “Para nosotros, hijos de Don Bosco, es caris-
mático estar en la Iglesia con una presencia pastoral escrita
”.
Palabras contundentes de Don Pascual Chávez, en la ce-
lebración del 50 y 25 aniversario de las revistas salesianas
Misión Joven y Catequistas. Más de 400 personas participa-
ron en el acto celebrado en el teatro del colegio San Miguel
Arcángel, con el eslogan “leer la vida de los jóvenes; escribir
caminos de pastoral”.


Misión Joven nació en 1960 con el nombre de Técnicas
de Apostolado
, que conservó hasta 1976. Con su nuevo
nombre, la revista dejó de ser principalmente una cantera de
subsidios pastorales, enriqueciéndose con espacios derea.


(ANS – Madrid) “Para nosotros, hijos de Don Bosco, es caris-
mático estar en la Iglesia con una presencia pastoral escrita
”.
Palabras contundentes de Don Pascual Chávez, en la ce-
lebración del 50 y 25 aniversario de las revistas salesianas
Misión Joven y Catequistas. Más de 400 personas participa-
ron en el acto celebrado en el teatro del colegio San Miguel
Arcángel, con el eslogan “leer la vida de los jóvenes; escribir
caminos de pastoral”.


Misión Joven nació en 1960 con el nombre de Técnicas
de Apostolado
, que conservó hasta 1976. Con su nuevo
nombre, la revista dejó de ser principalmente una cantera de
subsidios pastorales, enriqueciéndose con espacios derea.


Iqbal asih fue un niño pakistaní vendido a los 4 años
por su padre a una fábrica de alfombras, a cambio del dinero
para casar a su hijo mayor. Iqbal, fuerte, atrevido y optimista,
se convirtió en líder de otros niños durante 6 años, hasta que
pudo escapar. Recibido por un militante contra la explota-
ción infantil, sus denuncias llegaron a todo el mundo, y
provocaron el cierre de muchas “florecientes” fábricas de
alfombras. El 16 de abril de 1995, domingo de Pascua, a los
15 años de edad, Iqbal fue asesinado. Su trágica vida fue
recogida por un film: Iqbal 1998.


Hace casi 90 años que sor Laura Meozzi, cuyo proceso de
beatificación ha comenzado, y otras salesianas abrieron
la Casa Hogar de Plescew, fundando la obra FMA en
Polonia.
En la actualidad, las hermanas trabajan en dos
inspectorías, una con sede en Varsovia y otra en Wroclav.
A mediados de marzo, precisamente en esa primera casa,
se realizó el 5º encuentro interinspectorial, presidido por
la integrante del Consejo General sor Carla Castellino, que
realiza la visita canónica en la inspectoría de Wroclaw. El en-
cuentro terminó con danzas a cargo de los niños de la Casa
Hogar y la despedida de tres niños confiados a una familia.


Organizado por la ONG salesiana Jugend Hilfe Weltweit se
realizó en Bonn un encuentro de representantes del go-
bierno, del asociacionismo civil con empresarios, en torno
al tema La migración como oportunidad de desarrollo. En
primer término se expusieron los beneficios obvios para el
trabajador, el país anfitrión y la comunidad de origen; las
dificultades reales que rodean a muchos inmigrantes (en
general poco conocidas y menos atendidas); y también se
presentó una experiencia exitosa de inclusión de inmi-
grantes, como la desarrollada en conjunto por el Centro
Don Bosco y la Porsche, en Manila.


Doce alumnos de instituciones salesianas de Milán,
Verona y Sesto San Giovanni Arese
, integraron la or-
ganización de la 12ª feria internacional de la industria
manufacturera (MECSPE) de Parma
, que reunía más
de 1.000 empresas. Los jóvenes seleccionados recibieron
entrenamiento sobre las tecnologías expuestas, para poder
acompañar a los visitantes. Concluida la muestra, cada joven
preparará una tesis sobre un tema de tecnología presentada
en la feria, que será calificada por el Comité Técnico de la
MECSPE. Para ellos, la feria fue una gran oportunidad para
aprender en la práctica y entrar en contacto con el mundo
empresarial.


URUGUAY


Misionar en familia


Hasta los
confines del mundo




Conocer más a Don Bosco


Primera fila, de izquierda a derecha: Don Giovanni Cagliero - Don Bosco - Giovanni Battista Gazzolo, cónsul argentino en Savona – Don
Giuseppe Fagnano, destinado a dirigir el colegio de San Nicolás.
Segunda fila: Coadj. Bartolomeo Scavini, maestro carpintero - ¿¿?? – Don Valentino Cassini – Don Giovanni Baccino, que morirá diecio-
cho meses después, por el excesivo trabajo – Coadj. Stefano Belmonte, músico y encargado de la economía doméstica – Don Doménico
Tomatis, cronista de la expedición – Clérigo Giacomo Allavena – Coadj. Bartolomeo Molinari, maestro de música instrumental y vocal. 30 Boletín Salesiano / Julio 2012


ARGENTINA - Viacrucis en bicicleta


El pasado Martes Santo, los alumnos secundarios de las
casas salesianas Instituto Lorenzo Massa y Colegio
Tulio García Fernández, de Tucumán, participaron de
un Viacrucis en bicicleta.
La iniciativa fue organizada por
sus encargados de pastoral, los animadores de los distin-
tos grupos y los salesianos de ambas obras. Los jóvenes
recorrieron en bicicleta desde Tucumán hasta la localidad
de Horco Moye, deteniéndose en el camino para meditar
las diversas estaciones del Viacrucis preparadas por los
mismos estudiantes. Los seguía una camioneta que llevaba
a algunos músicos y la amplificación.


DON BOSCO CON
LA PRIMERA EXPEDICIÓN MISIONERA


1875: Don Bosco corona el sueño de enviar a sus salesia-
nos a la lejana América, entre los hijos de los emigrantes.
El primer grupo estaba destinado a fundar un Colegio
para trabajadores y aprendices en San Nicolás de los
Arroyos, Buenos Aires.


Es un acontecimiento importante: los periódicos hablan
de ello, en el Oratorio hay una gran agitación. Llega a Val-
docco el Cónsul argentino en Savona. Don Bosco quie-
re inmortalizar el momento con una fotografía
, como
publicidad y como estímulo. La fotografía fue tomada en
el estudio Schemboche, el fotógrafo más cualificado y
costoso de la ciudad. Esta imagen, la primera querida por
Don Bosco, resulta emblemática: su «fotografía oficial»


La fotografía muestra toda la importancia que se desea
dar al acontecimiento: Don Bosco viste una capa y soli-
deo, como en las grandes ocasiones en que se presen-
taba al Papa; el Cónsul G. Battista Gazzolo luce un gran
uniforme; los que están por partir visten a la española,
con el manto característico de aquellos lugares, para
demostrar que eran «de ellos» y no extraños. Sobre ellos
destaca el Crucifijo de los misioneros.


La pose fue querida por Don Bosco mismo. Deseaba darle
relevancia a este gesto, que para él tiene un profundo significa-
do. Don Rua escribe:


«Cuando el Venerable don Bosco envió a los primeros de sus
hijos hacia América, quería que la fotografía lo representase en
medio de ellos, en el acto de entregar a don Giovanni Caglie-
ro, jefe de la expedición, el libro de nuestras Constituciones.
¡Cuántas cosas decía Don Bosco con aquella actitud! Era como
si dijera: “Ustedes atravesarán los mares, se encontrarán en paí-
ses ignotos, tendrán que tratar con gente de lenguas y costum-
bres diversas, tal vez sean expuestos a duras pruebas. Quisiera
acompañarlos yo mismo, confortarlos, consolarlos, prote-
gerlos. Pero aquello que no puedo hacer yo mismo, lo hará
este librito. Cuídenlo como un tesoro precioso”».


La imagen está compuesta artísticamente, respetando una
equilibrada simetría que deja, sin embargo, espacio a cierta
espontaneidad de las figuras. Don Bosco, en cambio, apa-
rece rígido en su actitud:
el hábito extendido, la espalda sin
inclinación alguna, el rostro de frente, contribuyen a crear el
efecto de rigidez. Decididamente, está posando… Según sus
contemporáneos, Don Bosco se mostraba, en las situaciones
oficiales, más bien torpe. Ciertamente, emanaba una fascina-
ción, debida a su riqueza interior, pero no tenía aquella fluidez
relacional propia de las personas de mundo, sino que aparecía
su origen campesino: vivaz y enérgico en el actuar, parco en los
encuentros formales.


Sor Teresa Elena PÉREZ CICERALE
20/II/1933 – 5/VI/2012


Teresita nació en Juan Lacaze. Su
mamá Teresa y Raymundo, su papá,
educaron en la fe cristiana a sus seis
hijos. Al morir su mamá, Teresita entró
en el Colegio de las FMA, recientemente
fundado, y allí volvió a ser la niña feliz
de siempre.


Como interna de la Escuela Taller (IMA),
comenzó a madurar su vocación salesia-
na. Hasta los 25 años cuidó a su padre;
luego ingresó al Aspirantado. Después
de su Profesión, fue Maestra y Cate-
quista en varias casas de la Inspec-
toría, dejando en ellas su testimonio
de simpatía y felicidad. Desempeñó,
con profunda responsabilidad y
transparencia, el cargo de ecónoma


en Villa Colón, Casa Inspectorial, Juan
Lacaze y Canelones.


Como Directora de Canelones; participó
en el Proyecto Mornés, experiencia que
significó un giro profundo en su vida
espiritual. Hasta el final de su vida fue al
patio a estar con los niños. Ya enferma,
se ocupaba leyendo, escribiendo, bor-
dando y haciendo rosarios.


Teresita marcó la vida comunitaria
con su alegría
, sus dramatizaciones,
su capacidad de desdramatizar las
situaciones conflictivas y de sufrir con
alegría, su piedad sencilla y profunda,
su enorme confianza en la Providencia,
su fraternidad.


. . .


Sor María Angélica NATTERO
FRANGI


3/IX/1925 – 7/VI/2012


“Yo fui hija única, mis padres eran uru-
guayos, descendientes de italianos. Mi


madre era una mujer muy piadosa, que
amaba mucho a la Virgen”.
Así escribía
Angélica, que nació cerca del Colegio
de Villa Muñoz, donde ingresó en 4º de
primaria. Entró al Aspirantado con 27
años, y profesó en 1956. Con su título
de Profesora de Corte, Confección y Bor-
dado, hasta 1970 desplegó su actividad
en el Colegio San José de Colón. Pasó
después a Rincón del Pino, hasta 1986, y
luego a Paso de los Toros. Se interesaba
en prepararse como catequista, para
poder llegar mejor a las jóvenes más
pobres. Con alegría y responsabili-
dad, se ocupó también del trabajo
con las exalumnas.


Luego de un curso de Misionología, en
1994 fue directora en Madre Promis
y posteriormente destinada a Salto.
Es recordada sobre todo por sus gru-
pos bíblicos con docentes laicos y
exalumnas, actividad que la hacía
realmente muy feliz.


Trasladada en 2007 a Madre Promis,
regaló su presencia rica de sencillez, de
alegría, de confianza filial en María. Dis-
frutaba de los recreos y se interesaba
por escuchar todo acerca de la vida
del Instituto y de la Iglesia.


. . .
+ Luis Elbio González Berenguer
Salinas – Canelones, 3 de mayo de 2012
Hermano de sor Dinorah fma




Colegio Nuestra Señora de Luján
Foto: Jorge Piaggio