2015|es|12: ¡Los niños no entienden de razas!

Saludo del Boletín Salesiano de DICIEMBRE


¡LOS NIÑOS NO ENTIENDEN DE RAZAS!… Un niño (el Hijo de Dios nos ha nacido)


Ha sido una fotografía de dos niños pequeños, de unos dos años y medio o tres, uno de piel negra y otro de piel blanca, en la que el niño de piel negra acariciaba la cara del de piel blanca, la que me lleva a pensar en este saludo que quiero derigirles a todos en esta Santa Navidad del 2015.


Mi Querida Familia Salesiana del mundo, amigos y amigas de Don Bosco y de su sistema educativo y obras: estamos viviendo, lamentablemente, la mayor escalada de violencia que jamás haya vivido la humanidad. Como es lógico, no me olvido de la primera y segunda guerra mundial, que jamás hemos de hacer desaparecer de nuestra memoria cultural para que nunca jamás se vuelva a repetir algo tan tremendo. Pero sí hablo de escalada de violencia. Cuando creíamos que el mundo, después de la llamada guerra fría de los dos grandes bloques, ya caminaba hacia una paz más estable y duradera, surgen importantes y numerosos conflictos muy vinculados directamente al terrorismo, a la violencia selectiva, calculada y que lleva incluso a guerras civiles. Lo que ocurre en Siria y el éxodo jamás visto, salvo como consecuencia de la segunda guerra mundial, es una evidente expresión de esto.


Y uno se pregunta ¿qué nos sucede? ¿dónde queda nuestro humanismo profundo? ¿qué hay de la búsqueda del bien común y para todos? ¿dónde están los éxitos y logros que se esperaban de la existencia de los acuerdos de los pueblos en las Organización de las Naciones Unidas?, ¿por qué nacen estas ideologías exterminadoras?,¿dónde quedan los esfuerzos de los Nóbel de la Paz?


Y miro a estos niños de piel negra y blanca y me digo que ahí está la respuesta. Los niños no entienden ni de razas, ni de ideologías que segregan y matan y por eso son capaces de ser amigos.

Y al final, el punto de llegada lo hemos leído tantas veces en el Evangelio: solo un corazón así de sano, no contaminado, como el de los niños entrará en el Reino de los Cielos.


Es Navidad y celebramos, precisamente, este Misterio de Amor Loco de Dios, como escribió Paul Endokimov. Este es el misterio de la Encarnación, un Amor Loco por el ser humano y el mundo que nos cobija. Y este ser humano, en no pocas facciones y sectores, sigue la estrada de la violencia, el dolor, el terror y la muerte.

Un niño se nos ha dado, dice la Escritura. Un niño que al igual que los niños de todos los tiempos no entendía de ideologías ni de diferencias. Un niño verdadero mensajero de la Paz, rostro humano de Dios, que también experimentó la violencia y la muerte cruenta.


Mis amigos y amigos, queridas lectoras y lectores: dejemos que nuestro corazón se sienta tocado por esta invitación a la Paz, a la no Ideología, a la búsqueda de una fraternidad real. Se puede. Este ideal de Humanidad no es ideolgía, es un sueño que se hace realidad, a pequeña escala, en la medida en que cada uno de ustedes y yo mismo hacemos cualquier gesto de verdadera humanidad, cualquier abrazo más allá del color de la piel, cualquier encuentro verdaderamente humano y lleno de respeto más allá de las diferencias.


Les invito a vivir esta Navidad con un poco de locura, es decir, respondiendo a este Amor Loco de Dios, soñando alto pero haciendo gestos sencillos y concretos. Creanme al decirles que si la violencia se aprende y se contagia, la ternura, la caricia, el respeto, la cordialidad aún en las diferencias, y otras muchas dimensiones de una vida plena muy humana, también se aprender. Y todos juntos, pasito a pasito estaremos deciendo en cada gesto, ¡no a la escalada de violencia! porque, cual niños que también somos no queremos entender de ideologías que separan y matan, y porque un niño nos ha sido dado, el Hijo de Dios, en esta Navidad y por siempre.

Que el Dios-Amor les bendiga a ustedes y sus familias.

Feliz Navidad en este final del año de gracia que ha sido el Bicentenario del Nacimiento de San Juan Bosco (Don Bosco).