2009|es|07: Un vasto movimiento para los jóvenes: La marcha de los laicos


A GUINALD0 2009

de Pascual Chávez Villanueva


U N VASTO MOVIMIENTO PARA LOS JÓVENES

LA MARCHA DE LOS LAICOS


Ser solidario a través… del voluntariado civil, social y misionero... Constituye, para la persona, una posible vocación significativa y de compromiso. Entendido como disponibilidad de tiempo, de apoyo a las iniciativas de promoción, de educación y pastoral, capacita a las personas para la corresponsabilidad (CDM 20).

H

ablar de “Familia Salesiana” hoy significa expresar una “ciudadanía”. No aparece en el “lenguaje” de Don Bosco, pero está presente en su corazón y en el espíritu de toda su obra. No se puede poner en duda que, para nuestro Padre, centro y finalidad de su vida haya sido la misión recibida de Dios que él ha visto perfilarse con claridad creciente desde el sueño de los nueve años, sin que ello lo exonerara de la obligación, a veces difícil y dolorosa, de discernir el recorrido y descubrir los medios para realizarla. Las diversas actividades y obras de Don Bosco, incluyendo la fundación de su Congregación y, con María Mazzarello, la de las Hijas de María Auxiliadora, no constituyen una finalidad en sí misma: son únicamente una forma de realizar la misión. La caracterización del carisma como “salesiano”, más que una estrecha filiación indica un espíritu y un estilo de acción inspirados en la amabilidad de San Francisco de Sales. Se puede pensar en un movimiento en círculos concéntricos, cuyo centro está constituido por el “núcleo animador”, es decir, los consagrados sdb y fma. En verdad la pequeña semilla se ha vuelto un árbol y éste, un bosque. He expresado así en el Aguinaldo 2009 esta forma de concretizar nuestra misión: “Comprometámonos a hacer de la Familia Salesiana un vasto movimiento de personas para la salvación de los jóvenes”.

Somos por tanto una “familia”, no un “grupo de trabajo”; una familia que vive en comunión y tiene una misión, como un corazón que palpita con el doble latido de sístole y diástole, polos de una elipse que no se pueden separar sin perder la identidad. Dos documentos indican este camino: la Carta de Comunión y la Carta de la Misión. La comunión habla de relación afectiva, de valorización de personas y grupos, evoca convivencia y convite. La misión recuerda que no se trata solo de “estar juntos” como en un Tabor, sino de trabajar en sinergía para la educación y la evangelización de los jóvenes. Esta unión dialéctica encuentra en la pertenencia de los exalumnos a la FS el ejemplo más claro. Las Constituciones salesianas dicen que ellos “forman parte de la FS por la educación recibida” (Const. sdb 5). Nadie que haya estado en una de nuestras obras puede ser “rechazado”, cosa impensable en una familia. “Su pertenencia es mayor cuando se comprometen a participar de la misión salesiana en el mundo”(ibidem): no es indiferente, en una familia, la colaboración de todos en la misión común. Hablar de “movimiento” subraya el dinamismo de la misión y evoca el paso evangélico que presenta a Jesús resucitado camino de Emaús con dos discípulos. Los discípulos para nosotros son los jóvenes: estamos llamados a acompañarlos hacia Jesús, el único que puede dar sentido a su vida.


Todo ello lo vivimos en perspectiva más amplia en la Iglesia universal y, más concretamente, en la Iglesia local. Francisco de Sales es considerado un renovador cuando presenta la santidad como la meta de todo cristiano. Don Bosco pone el acento sobre el derecho/deber de colaborar en la Iglesia según el carisma salesiano. El Concilio Vaticano II evidencia el apostolado de los laicos y la vocación a la santidad. Resumiendo, “¡cualquier cristiano, o es apóstol o es apóstata!” (Leon Bloy). El CG241 ha reflexionado sobre la misión común, frente al peligro de un “monopolio de la misión” de parte de los consagrados, reafirmando empero su papel insustituible como “núcleo animador”. Nosotros salesianos formamos parte de este núcleo, aunque no en forma exclusiva. Los laicos que participan con nosotros de misión y espíritu salesianos son no solamente colaboradores sino co-responsables, aunque a niveles diversos. Ahora ya se han desarrollado muchos grupos y asociaciones de voluntariado: el CG24 ha reconocido esta realidad como nuevo estilo de apertura al otro, desafío contra las injusticias y los egoísmos que imperan, resultado vocacional significativo y afirmación del camino educacional2. El voluntariado sigue creciendo. En algunas Regiones se desarrolla sobre todo el de tipo local o nacional, sea misionero sea social sea vocacional (América); en otras se halla desarrollado el voluntariado internacional y misionero (Europa); otras reciben voluntarios (África y Asia). El voluntariado salesiano es una oferta de valor para los jóvenes que han seguido el camino de la pastoral juvenil, los ayuda a madurar y ahondar su opción de vida cristiana comprometida, y con frecuencia se vuelve ocasión de contacto y oferta de evangelización para jóvenes fuera de nuestras obras. En el fondo, lo que cuenta es la salvación de la juventud.

1 CG = Capítulo General, la asamblea de los inspectores y de los representantes de los hermanos con poder legislativo.

2 Cf. CG24,26