2004|es|07: Los frutos del sistema preventivo: Piergiorgio y Roderick

SANTIDAD JUVENIL

de Pascual Chávez Villanueva

ju/ago 2004



LOS FRUTOS DEL SISTEMA

PREVENTIVO

PIERGIORGIO Y

RODERICK


Es el turno de Piergiorgio Frassati, italiano de Turín, y Roderick Flores, filipino, ayudado el primero en los estudios por un salesiano, el segundo, alumno scout de una escuela técnica nuestra de Mandaluyong.


Piergiorgio, hijo del fundador del periódico La Stampa de Turín, senador liberal y embajador en Berlín, y de una conocida pintora, vive una juventud bastante tranquila, pese a las relaciones no demasiado fáciles con sus padres. De pronto aparece en su vida el salesiano Don Cojazzi, a quien el papá lo confía para sacudirlo en los estudios, en que el vástago no brilla demasiado. Es en este período que Piergiorgio entra en contacto con los problemas sociales: la rápida y caótica industrialización, la inmigración interna, la incertidumbre económica y la pobreza de tantas familias. Después del ciclo básico comienza a frecuentar la Obra de San Vicente, a la cual dedica mucho de su tiempo libre. Otro tiempo es para los amigos y las excursiones escalando montañas. Los amigos del liceo donde los Jesuitas lo pulen en el carácter y en el modo de actuar: robustece su entrega al estudio y a la piedad, el esfuerzo por ser un buen cristiano, la entrega a la caridad, las lecturas de autores como San Pablo y San Agustín. En ocasión de la marcha sobre Roma de 1922 escribe: “En este momento grave para la patria, nosotros los católicos, y especialmente nosotros los estudiantes, tenemos un gran deber que cumplir: nuestra formación personal... No debemos desperdiciar los mejores años de nuestra vida, como lamentablemente hace tanta infeliz juventud, que se preocupa por gozar de los bienes que no traen el bien sino frutos de inmoralidad... Debemos templarnos para estar listos a sostener las luchas que nos tocará ciertamente enfrentar”. Se matricula en Ingeniería industrial en el Politécnico para trabajar junto a los obreros. Piergiorgio tiene que sudar sobre los libros de la universidad, también porque sigue muy empeñado en actividades de caridad y asociativas. En 1923 encuentra a Laura Idalgo la cual, por la diferencia de clase social, no es bien acepta en casa Frassati. Comienza a sufrir las primeras penas de amor, pero continúa activo y sereno. Funda con sus mejores amigos la sociedad de “Los desalmados”: son jóvenes que se preocupan por ayudarse mutuamente en la vida interior y por atender a los pobres y marginados. Madura la idea que la profesionalidad de cada uno debe estar al servicio del próximo. 1925 es el último año de su vida. En sus escritos y conversaciones comienza a insinuarse el pensamiento del final. Una pulmonía fulminante lo troncha el 4 de julio. Piergiorgio manifiesta en su breve vida una confianza ilimitada en Dios y en la Providencia. Está lanzado al servicio con disponibilidad total a los designios de Dios. En los recuerdos de los amigos se acentúa la grande tranquilidad y la confianza en los planes de la Providencia. Famosa una foto que lo representa empeñado en una excursión, con la dedicatoria para un amigo, “Hacia lo alto”, lema que resume la aspiración de toda su vida. Fue beatificado el 20 de mayo de 1990.


Roderick, Erick para los amigos, tenía 15 años pero, como Domingo Savio, era una persona espiritualmente madura. Encarnaba a la perfección la idea de Don Bosco: Dadme un muchacho que frecuente regularmente confesión y comunión y no os causará ningún problema...”. Los scouts del Don Bosco Technical College de Mandaluyong, Filipinas, tenían un campamento de tres días. En las primeras horas de la tarde del 18 de agosto de 1984 los seniors Roderick y Benedicto se dan cuenta que dos juniors se encuentran en dificultad, agarrados por calambres mientras están nadando. Se echan inmediatamente y los alcanzan, pero una ola violenta empuja al grupo mar adentro. En este momento también Erick siente la mordedura del calambre. Entonces Benedicto lo lanza a la orilla, junto a uno de los dos, y vuelve donde el otro, que se aferra desesperado a sus hombros, arrastrando a ambos al fondo. Erick lo advierte y, en un arranque de generosidad, vuelve a lanzarse. Los alcanza, los salva y, en ese instante, una ola gigantesca se lo lleva a él para siempre. La búsqueda de su cuerpo se concluye el 25 de agosto, una semana después del día fatal. Su muerte, pese a todo el dolor que ha causado, ha puesto en luz los aspectos mejores de la comunidad educativo-pastoral: ¡todos han comprendido que el Don Bosco ha producido un héroe! ¿Cómo ha sido posible que un muchacho “normal” se portara así? ¡Poner en juego la propia vida para salvar la vida de otro! Dice S.E.Mons. Pánfilo, director, confesor y amigo de Erick: “Flores no es un héroe porque sábado pasado se ha lanzado generosamente en ayuda de quien estaba en peligro. Esa acción fue el punto culminante de una larga sucesión de innumerables gestos de altruismo realizados durante quince años de vida. Es un héroe porque se ha impuesto la disciplina de servir, amar, ser generoso. Me atrevería a decir que estaba destinado a morir como héroe… Desde 1977 hasta la muerte Erick ha venido a misa aquí en nuestra capilla a las 5:30 o a las 6:30 de la tarde. Y cada domingo se presentaba en el confesonario…. Se valía de este sacramento no solamente como medio de purificación, sino para crecer, para amar al Señor cada vez más, y perfeccionarse”. Le gustaba hacer deporte, bailar, pasear con los compañeros. En el colegio sacaba habitualmente premio de buena conducta. Una de sus costumbres era la visita al Santísimo en la pequeña capilla del instituto antes del comienzo de las lecciones. Es recordado como un muchacho serio, de buena presencia, inteligente. Pertenecía a la sección electrónica… y a un grupo que se había autodefinido “430 SLC”, como el automóvil superlujo de la Mercedes Benz, una manera para presentarse como muchachos que buscaban la calidad y la excelencia.



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  1. Hacia lo alto”