Actas_1986_319.ACG


Actas_1986_319.ACG

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del consejo generai
ano LXVII - octubre-diciembre 1986
n.0 319
organo oficial
de animaci6n
y comunicaci6n
para la
congregaci6n salesiana
Direzione Generale
Opere Don Bosco
Roma

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del consejo generai
de la sociedad salesiana
de san juan bosco
ORGANO OFICIAL DE ANIMACION Y COMUNICACION PARA LA CONGREGACION SALESIANA
N.0 319
ano LXVII
octubre-diciembre 1986
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
Pàgina
EL '88 NOS INVITA A UNA RENO-
VACION ESPECIAL DE LA PROFE-
SION
3
2. ORIENTACIONES Y DIRECTRICES
1. Capitulos inspectoriales y visitas
de conjunto
20
2. Proyecto Africa : verificaci6n y
orientaciones
26
3. DISPOSICIONES Y NORMAS
Nueva edici6n del necrologio salesiano 35
4. ACTIVIDAD DEL C. GENERAL
4.1 De la cronica del Rector Mayor 38
4.2 De la cronica del Consejo Generai 38
5. DOCUMENTOS Y NOTICIAS
5.1 Laura Vicuiia, venerable
42
5.2 Convenci6n entre Salesianos e
Hijas de Maria Auxiliadora sobre
la animaci6n de Cooperadores 46
5.3 Las «Misioneras de Maria Auxi-
liadora», en la Familia Salesiana 50
5.4 Telegrama del Papa a don Egidio
Viganò
52
5.5 Nuevos inspectores
53
5.6 Nombramiento pontificio
55
5.7 Solidaridad fraterna
55
5.8 Hermanos difuntos
57

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Centrai Catequfstica Salesiana
Alcala ,- 164 - 28028 Madrid
Edici6n excracomercial
lnstituto Politécnico Salesianos-Atocha

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1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
El '88 nos invita
a una renovaci6n especial de la profesi6n
Cincuenta aiios de vida salesiana.- Profesì6n religiosa y giro conciliar.- Laborioso proceso de identificaci6n.- Nue-
va lectura de la santidad de don Bosco.- Verificaci6n de su escuela espiritual.- EI espiritu de don Bosco en la pers-
pectiva del '88.-Un género de reflexi6n que suscitar.- Prop6sitos de santidad salesiana.-Conclusi6n.
Roma, 1 de sepciembre de 1986
Queridos hermanos:
Os escribo en el aniversario de mi primera pro-
fesi6n religiosa. Han pasado cincuenta anos: jme-
dio siglo! Precisamente la mitad de los cien que
nos preparamos a celebrar en 1988. Terminé el
noviciado dos anos después de la canonizaci6n de
don Bosco, y celebro las bodas de oro de la profe-
si6n un par de anos antes de recordar el centenario
de su muerte: espacio de riempo suficientemente
amplio y significativo para estimular algunas re-
flexiones de vivencia salesiana.
La profesi6n fue, para mf, inicio de un modo
concreto de seguir a Cristo , de una tarea apostoli-
ca en la Iglesia, de una predilecci6n por la juven-
tud, de una inculturaci6n misionera allende el
océano y de una creciente conciencia de identidad
salesiana en la variedad de culturas. Hizo posible
una especie de aventura cristiana impensada e im-
programable, que manifiesta, al contemplar estos
decenios a la luz de la fe, la presencia creativa del
Espfritu, la participaci6n en la misi6n salvffica
del Hijo y el resone diario de la misericordia infi-
nita del Pad re.

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ACTAS DEL CONSEJO SUPER/OR N. 0 319
4
Profesion religiosa y giro conciliar
En la mitad del camino de est0s cincuenta afios
de vida salesiana esta la participaci6n en las cuatro
sesiones del concilio ecuménico Vaticano II, acon-
tecimient0 eclesial del siglo, visita del Espiritu
Santo a la Iglesia , «gran profeda » para el tercer
milenio del cristianismo.
Durante los cuatro afios de acontecimiento tao
extraordinario senti que se rejuveneda mi profe-
si6n salesiana.
En la Iglesia se not6 entonces la voluntad de
dar un viraje enérgico y el chirriar de algunos fre-
nos que se habfan ido superponiendo corno polvo
del tiempo: la superaci6n de una mentalidad exta-
tica, un poco legalista, tentada de autarqufa, sa-
tisfecha de su pasado, encerrada en estructuras de
otras épocas , centralizada y provocadora de reac-
ciones peligrosas. Un clima asi era bastante gene-
ra!; urgfa renovarlo con una brisa de aire fresco.
El Concilio hizo experimentar una estimulante
vuelta a las fuentes . Pidi6 fidelidad a la profesi6n,
mas seria y profondamente inserta en el misterio
de Cristo , en la santidad y en la misi6n del Fun-
dador, en su originalidad pastora!, interesada en
un sentido apostolico de mayor relaci6n con el
mundo a fin de servir y promover al hombre, en la
inventiva y dinamismo de acci6n, en la importan-
cia de la dimensi6n social en nuestra practica de
1 los consejos evangélicos con nuevas exigencias, en
el relanzamiento del laicado, en una conciencia
mas completa del carisma de don Bosco corno mo-
vimiento de personas y mensaje de santidad juve-
nil y popular.

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5
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
Laborioso proceso de identificacion
El giro conciliar exigi6 a la Congregaci6n,
corno a los demas institutos religiosos, una labor
intensa de busqueda y definici6n de la propia
identidad freme a los numerosos cambios de la
cultura emergente.
Vivir la profesi6n salesiana, durante casi veinte
aiì.os, en este complejo proceso de identificaci6n
ha supuesto una larga tarea de reflexi6n y dialogo,
vividos en la participaci6n activa en cuatro capf-
tulos generales (XIX, XX, XXI y XXII), colabo-
rando con todos los hermanos en la elaboraci6n
del texto de las Constituciones y de los Regla-
mentos Generales.
Por otra parte, el haber recibido, durante este
perfodo, el mandato de obediencia de vivir la pro-
fesi6n salesiana primeramente corno Consejero
Regional de formaci6n y, después, corno Rector
Mayor, ha supuesto para m f una responsabilidad
mas sentida. Al clausurar el ultimo Capf rulo Ge-
nerai -el veintid6s- , uno de los momentos de
alegrfa salesiana mas auténtica fue, sin duda, el
de renovar la profesi6n con el nuevo texto de las
Constituciones, tras haber encomendado solem-
nemente toda la Congregaci6n a Marfa Auxiliado-
ra, nuestra madre y gufa solfcita.
Lo que ha ido emergiendo cada vez con mayor
claridad ha sido la figura de don Bosco corno
nuestro fundador y modelo: don para la Iglesia y
para nosotros, suscitado y estrucrurado por el Es-
pf ritu del Senor con dotes y modalidades proféti-
cas de santidad y de acci6n que trascienden la cul-
tura de su época, para proyectarse mas alla .de las
fronteras geograficas y de las coyunturas hist6ri-
cas.
La santidad dinamica de don Bosco ha ido apa-

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ACTAS DEL CONSEJO SUPER/OR N. 0 319
6
reciendo, cada vez con mayor claridad, corno ideal
de la profesi6n salesiana, elevada a «consagraci6n
apostolica» por la Iglesia.
Nueva lectura
de la santidad de don Bosco
Tras la reflexi6n de todos estos aiios, es posible
resumir en pocas lf neas programaticas el ideal de
santidad de don Bosco, corno objetivo que alcan-
zar mediante nuestra profesi6n.
Partiendo de la certeza de que la santidad es
una y multiforme 1, veremos en don Bosco la pre-
sencia de valores fundamentales -comunes a to-
dos-, y simultaneamente los rasgos de un estilo
completamente persona!.
La santidad es una. Consiste, para todos, en el
ejercicio convencido de la fe, de la esperanza y de
una caridad a prueba de sacrificio; es simbiosis de
mfstica y de ascesis que proclama plenitud de
vida en el Espfritu: iun amor que lleva a la cruz!
La santidad es multiforme, en cuanto que todo
grupo -mas aun, cada persona- participa en la
vida y en la misi6n de la Iglesia con estados y mo-
dalidades diversificados, aun siendo expresi6n de
la misma gracia.
Os he escrito ya en diversas ocasiones sobre el
tema de nuestra santidad. En la circular de di-
ciembre de 1981 reflexioné con vosotros sobre el
modo de «relanzar juntos la santidad » 2, en la de
septiembre de 1983 os presenté a «Don Bosco
Santo » 3, y en las buenas noches del dfa de mi
reelecci6n, antevfspera del cincuentenario de la
canonizaci6n de nuestro Fundador, vi este sexenio
corno vinculado a tal aspecto 4. El tema de la san-
tidad es inagotable; siempre hay que tenerlo pre-
I. Lumen genti11111, 4 1.
2. ActaJ del Comejo S11pe-
rio, . n." 303.
3. Actas del Comejo S11pe-
rior1 n .u 3 10 .
4. XXII Capitulo Gene-
ra i , D oc11me11101, n. 0
104.

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7
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
sente en nuestra conciencia. Por eso aiiadimos
ahora algunas reflexiones mas.
Don Bosco condenso personalmente , la mistica
y la ascesis que distinguieron su estilo de vida, en
dos lemas caracterfsticos del espfritu salesiano;
ademas, concreto su participacion en la mision de
la Iglesia mediante una eleccion precisa de cam-
po, vivida con criterios y estilo originales.
Veamos estas tres opticas , que son corno una
lectura sintética de la vivencia espiritual de nues-
tro Padre.
Ante rodo , la mistica, es decir, la vida de fe ,
esperanza y caridad. Se condensa en el lema: da
mihi dnimas , reforzado por la donacion radical de
si mismo en la practica de los consejos evangéli-
cos. Lleva consigo una manera de contemplar la
bondad del Padre, de escuchar su Palabra de sal-
vacion y de participar en su Amor trasformante,
que produce en el corazon una union ininterrum-
pida con Dios. Se manifiesta en el éxtasis de una
accion apostolica desconocedora del cansancio: es
la interioridad que se entrega a la misi6n. Esca
mistica se alimenta del encuentro diario con Cris-
to , que nos hace impedir el vaciamiento de la di-
mension pastora! de nuestra labor.
La optica de la ascesis, que es dominio de si
mismo -espfritu de sacrificio-- y compromiso
de fidelidad , la seriala don Bosco mediante el
lema: trabajo y templanza , reforzado, igualmente,
por la radicalidad de las renuncias propias de la
practica de los consejos evangélicos. Un programa
que, segun el estilo del Fundador, se adapta facil-
mente a los cambios culturales, y queda confirma-
do y profundizado por los progresos de las ciencias
antropologicas: el realismo de la donaci6n perso-
na! por amor al projimo segun la caridad traida
por Cristo al mundo. Para ser discipulos auténti-

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ACTAS DEL CONSEJO SUPER/OR N.0 319
8
cos de Cristo es imprescindible cultivar el espfritu
de sacrificio, de guarda del coraz6n y de renuncia,
que nos ayuda a superar el insidioso desmantela-
miento de la disciplina religiosa.
Finalmente, la elecci6n de campo, para par-
ticipar activamente en la misi6n de la Iglesia, es
la de una fecunda pastora! juvenil y popular, que ha
ser confrontada continuamente con las situaciones
de la sociedad humana, partiendo «de los peque-
nos y los pobres » que realmente se encuentren en
ella. La predilecci6n por la juventud define el am-
bito de esta elecci6n, que se caracteriza por un es-
tilo y unos criterios de acercamiento, que don
Bosco llam6 «sistema preventivo » .
Se trata de una modalidad de convivencia , de
dialogo , de evangelizaci6n y de promoci6n que se
apoya en tres estribos:
- el sentido com un («raz6n »), corno expre-
si6n de inteligencia equilibrada y penetrante , co-
nocedora del coraz6n humano y de la realidad so-
cial;
- la dimensi6n religiosa («religi6n »), corno
visi6n convencida de trascendencia, valor funda-
mental en las culturas y elemento imprescindible
en la formaci6n del individuo;
- el calor y la sinceridad del afecto («amabili-
dad » ), corno atmosfera de confianza, dialogo y
convivencia familiar con los destinatarios de nues-
tra acci6n.
Paradigma p~rmanente de tal elecci6n y estilo
es la vivencia de don Bosco en el oratorio de Val-
docco 5.
Los cincuenta anos de profesi6n salesiana me
confirman en la validez , hermosura y actualidad
de esta forma de santidad, que hace de don Bosco
5. cfr. c,,11,,1111.-irm,,. 4o.

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9
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
uno de los fundadores mas importantes de fami-
lias espirituales en la Iglesia.
Verificacion de su escuela espiritual
Don Bosco , surgido en la floraci6n de santos
que embelleci6 a Piamonte el siglo pasado, tuvo
el mérito de iniciar una auténtica escuela de santi-
dad. Si para su época tienen valor las diversas
obras apost6licas que emprendi6, el hecho de ha-
ber promovido con 6ptimos resultados una forma
peculiar de santidad le hace reconocer una geniali-
dad espiritual que lo situa entre los grandes de la
Iglesia, con una santidad fecunda, capaz de encar-
narse posteriormente a lo largo de los siglos.
A fin de lograr que la santidad fuera un mensa-
je atrayente y valido para todos sus destinatarios,
don Bosco quiso presentar su esencia con sencillez
y realismo, adaptandola a la edad, a las situacio-
nes de vida y a las interpretaciones culturales.
El beato Miguel Rua , santa Maria Mazzarello,
santo Domingo Savio -y podemos afiadir, de al-
g una forma, los beatos Luis Orione y Luis Guane-
lla- experimentaron directamente el influjo de
su forma de santidad. El programa de espirituali-
dad juvenil vivido por santo Domingo Savio es
particularmente caracteristico; don Bosco lo des-
cribi6 y profundiz6 personalmente en la biografia
de su joven alumno, amplia e inteligentemente
comentada por Alberto Caviglia. Idéntica clari-
dad tiene el esquema de santidad salesiana, si se
estudian, bajo el perfil de la «tipicidad » espiri-
tual, las biografias escritas por don Bosco y la
vida de nuestros santos, beatos y siervos de Dios.
También don Felipe Rinaldi es testigo directo
del influjo persona! de don Bosco. Lo cito de

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ACTAS DEL CONSEJO SUPER/OR N.0 319
10
modo particular, porque durante este mes de oc-
tubre la Congregaci6n de causas de los santos co-
menzara el analisis de sus virtudes heroicas. Espe-
ramos que sea el primer paso para un pr6ximo re-
conocimiento mas alto.
La propuesta de la escuela evangélica de don
Bosco no se ago t6 en los santos , beatos y siervos
de Dios que acabamos de recordar. Existe un as-
pecto, al que quiza no se ha prestado todavfa la
atenci6n que merece , y que, sin embargo, tiene
importancia significativa de primer orden para el
tema de su tipica «experiencia del Espf ritu » 6.
Me refiero a las primeras comunidades formadoras
de la Congregaci6n , donde, en el caso de la vida
de don Bosco e inmediatamente después de su
muerte , sus primeros disdpulos hicieron florecer
la santidad salesiana: Foglizzo corno noviciado y
Valsalice corno posnoviciado. En ellas actuaron
Miguel Rua, Julio Barberis, Eugenio Bianchi y
Luis Piscetta (por citar solo algunos nombres).
Llama la atenci6n el hecho de que en estas comu-
nidades , a escasa distancia de la desaparici6n del
Padre, se formara y actuara (en el arco de pocos
anos, si no incluso simultaneamente) un buen nu-
mero de hermanos nuestros , siervos de Dios , cuya
causa de beatificaci6n va adelante: el venerable
Andrés Beltrami , el venerable Augusto Czarto-
ryski, el siervo de Dios Luis Variara, el beato Luis
Versiglia, el siervo de Dios Vicente Cimarti.
Aquellas dos comunidades de formaci6n salesiana
son, realmente, pi:-olongaci6n fecunda de la autén-
tica escuela evangélica iniciada por don Bosco .
Contrapueba singular de ello es el hecho de que
varios de los hermanos recordados sintieron el pri-
mer impulso hacia la santidad en algun encuen-
tro, quiza hasta fortuito pero determinante, con
la persona del santo Fundador: Andrés Beltrami,
6 . Cfr. I\\IJ11111at relationes ,
n ." 11.

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11
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
cuando escudiaba en Lanzo , leyo una composicion
a don Bosco , y oyo una palabra gue oriento su
vida; monsenor Versiglia vivio la misma expe-
riencia ; el prfncipe Czartoryski fue ganado por
don Bosco en una visita a Parfs , Luis Variara vio
una sola vez la mirada del Padre fija en él, y gue-
do iluminado para roda la vida; Vicente Cimarti,
en brazos de su madre, vio de lejos a don Bosco , y
animo, después, su apostolado con la intuicion de
aguel encuentro de infancia.
Evidentemente no fue la casualidad lo gue llevo
estos futuros beatos y siervos de Dios al camino de
don Bosco.
Todo ello es serial clara de la fuerza con gue
sentfan los hermanos la grandeza y el actractivo
de la santidad de don Bosco , y del modo corno se
creo, en la Congregacion y en la familia salesiana,
el fervor espirituàl gue caracterizo su fisonomfa.
Aguf emi el secreto de la audacia misionera de los
orfgenes, aguf la energfa para la maravillosa ex-
pansion de nuestra familia por todos los conti-
nentes , aguf la razon de su ductilidad de incultu-
racion, fruto de un instinto congénito de univer-
salidad.
Que la energ fa de santidad era algo connaturai
en la vida de nuestros grandes misioneros y misio-
neras de la primera hora lo demuestra también el
hecho asombroso de gue precisamente en Patago-
nia - ·-primera tierra de la empresa misionera sale-
siana- llegaran a la cumbre de la santidad juve-
nil los venerables Ceferino Namuncura y Laura
Vicuna.
Entre los beatos, venerables y siervos de Dios
candidatos a los altares podemos recordar asimis-
mo , corno testigos de la escuela de santidad de
don Bosco prolongada en el riempo, al beato Ca-
lixto Caravario, martir en China; a los numerosos

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ACTAS DEL CONSEJO SUPER/OR N. 0 319
12
martires espafioles, que dieron testimonio de su fe
en las dramaticas vicisitudes de una guerra civil; a
monsefior Luis Olivares, diligente pastor entre e1
pueblo; a Rodolfo Komorek, insigne por e1 espi-
ritu de oraci6n y de mortificaci6n; a José Qua-
drio , profesor de teologfa y estudioso del misterio
de la Asunci6n; a los coadjutores Sim6n Srugi
- paisano de Jesus, expresi6n humilde y profética
de ecumenismo: melquita que se hizo salesiano,
caritativo promotor de dialogo con los musulma-
nes-, y Artémides Zatti, benemérito samaritano
de Patagonia, tierra que se abria entonces a la ci-
vilizaci6n y que careda de servicios modernos
para la salud: fund6 en Viedma el primer hospital
de la ciudad.
Entre las Hijas de Maria Auxiliadora podemos
recordar a la venerable Teresa Valsé-Pantellini; a
las siervas de Dios Magdalena Morano, Carmen
Moreno, Amparo Carbonell, Eusebia Palomino,
Maria Troncatti, Laura Meozzi y Maria Romero.
Entre los Cooperadores citamos a la venerable
Dorotea Chopitea, ilustre bienhechora; al carde-
nal José Guarino, amigo de don Bosco y fundador
de un instituto religioso femenino; a Alejandrina
da Costa, admirable en el sufrimiento; a José To-
niolo, gran seglar comprometido en lo social.
Y entre los Antiguos Alumnos, al venerable
Alberto Marvelli, celoso animador oratoriano y de
la Acci6n Cat61ica; al heroico suboficial Salvo
D 'Acquisto, que supo inmolar su vida por amor al
pr6jimo; al bar6n Antonio Petix , ap6stol incansa-
ble entre los antiguos alumnos.
Estos candidatos a los altares, que en total su-
peran el centenar 7 , no son mas que la parte visi-
ble de un iceberg, que manifiesta la presencia viva
del espiritu de don Bosco en los diversos grupos
de su familia y entre los destinatarios de sus pre-
7. Cfr . Elenco 1986, 2."
voi. , pags . 194- 196.

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13
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
sencias apostolicas: espiritu siempre exuberante
de vitalidad , ductil y fecundo, que testimonia un
designio especial de Dios en el don de santidad
apostolica concedido a don Bosco en cuanto fun-
dador.
El espiritu de don Bosco
en la perspectiva del '88
Si la escuela de santidad salesiana es la princi-
pal herencia de don Bosco fundador, las celebra-
ciones del centenario de su muerte deberan distin-
guirse, sobre todo, por un compromiso de fuerte
interés de fidelidad en el relanzamiento de sus
contenidos evangélicos.
Es cierto que se trata de don del Espiritu San-
to, antes que de programa nuestro; sabemos, sin
embargo, que El no solo no retira lo que ha dado,
sino que, al contrario, con el acontecimiento del
Concilio ha querido renovar la actualidad de su
don, corno profeda preciosa y valida para la cul-
tura emergente. Si rezamos por esto y nos esforza-
mos, se obtendran frutos abundantes.
Tal es la razon que nos mueve a hacer de 1988
un afi.o de reflexion y de propositos sobre la santi-
dad salesiana, a la luz de las grandes orientaciones
conciliares del Vaticano II.
Podemos decir que las iniciativas de prepara-
cion pensadas hasta ahora, nos han visto orienta-
dos principalmente en este sentido.
Como Congregaci6n nos hemos puesto, espe-
cialmente tras la aprobacion del nuevo texto de las
Constituciones y los Reglamentos, en una especie
de «estado de noviciado », a fin de realizar un lar-
go e intenso trabajo de formacion permanente. En
1988 queremos hacer una renovacion solemne de

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ACTAS DEL CONSEJO SUPER/OR N.0 319
14
nuestra profesion religiosa, corno expresion prac-
tica de la consagracion apostolica, que el texro de
las Constituciones, en la orbita del Concilio, nos
ha ensefiado a conocer mejor, a apreciar y a testi-
moniar coq profundidad mas auténtica y con ac-
tualidad profética . Solo intensificando asi nuestra
caridad pastora! podremos demostrar al munda la
vitalidad del carisma de don Bosco.
D entro de la Familia Salesiana , nos sentimos
en comunion mas intima con los grupos que, con
nosotros, han renovado los textos fundamentales
de su identidad siendo fieles a los odgenes y al
Concilio. Queremos trabajar juntos en relanzar
rodo el proyecto del Fundador, sobre rodo envol-
viendo a muchos y animosos seglares en las Aso-
ciaciones de cooperadores y de antiguos alumnos.
Nuestro proposito es animar un amplio movi-
mienro espiritual y apostolico de personas que se
interese por los problemas de la juventud y de la
educaci6n .
Respecto a los j 6venes, nuestros destinatarios,
estamos trabajando, desde hace tiempo, en definir
y promover una espiritualidad juvenil que de for-
. ma gradua! y apropiada sea alma y objetivo de
nuestras variad1simas actividades.
Es sintomatico que, por interés y solicitud del
arzobispo de Tudn -cardenal Anastasio Balles-
trero-, se haya obtenido del Santo Padre la con-
vocaci6n de un «Afio Santo de los j6venes » espe-
cial en la Iglesia particular de Tudn desde el 31
de enero de 1988 hasta el mismo dfa de 1989. El
tema centra! de reflexi6n que caracterizara dicho
«afio de gracia para la juventud » seran los conte-
nidos proféticos del Vaticano II. iConsideremos
labor nuestrn especial el consignar el Concilio a
los j6venes en camino hacia el afio dos mil!
Las condiciones para este jubileo extraordinario

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1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
seran determinadas pr6ximamente por la Sede
Apostolica, y seran comunicadas a todos oportu-
namente. Mientras tanto, ya se puede pensar en el
clima de la preparaci6n, en los programas gue hay
gue combinar, en las peregrinaciones gue se vayan
a organizar, en la santidad gue debemos dar a co-
nocer y hacer amar.
La convocaci6n de un afi.o santo especial da di-
mensi6n eclesial mas amplia a las celebraciones de
1988. Habra gue tenerlo en cuenta, abriendo
nuestros horizontes mas alla de la Familia Salesia-
na, interesando a los pasrores y fìeles de las Igle-
sias locales en gue vivimos y con las gue colabora-
mos, y presentando la figura de don Bosco corno
la de un santo moderno, suscitado por Dios corno
providencial «amigo de la juventud», sobre rodo
de la necesitada y popular. iEs una perspectiva
exaltante!
Un género de reflexiém
que hay que suscitar
Me parece oportuno sugerir aguf a los diversos
animadores de las inspectodas, corno orientaci6n
practica, algunos temas de reflexi6n. Se trata,
unicamente, de una indicaci6n, evidentemente no
exhaustiva, para analizar algunos aspectos gue fa-
vorezcan la creaci6n del clima de las celebracio-
nes. Algunos temas son mas apropiados para la re-
flexi6n de los salesianos, otros son extensivos a la
Familia Salesiana; unos se dirigen a los j6venes,
otros sirven para todos juntos . Es de desear gue
estos temas ayuden a estimular la fantasia y a for-
mular otros mas adecuados al ambiente propio,
siempre en la misma linea y con miras al gran ob-
jetivo gue deseamos alcanzar.

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ACTAS DEL CONSEJO SUPER/OR N. 0 319
16
He aquf, pues, corno ejemplos, una lista de te-
mas:
- Informe final del Sinodo extraordinario: el
de 1985.
- Signos de los tiempos y profeda del Vatica-
no II.
- Novedad e importancia vital de la liturgia
de la Nueva Alianza.
- Valor centra! de la Eucaristia y de la Peni-
tencia en nuestra pastoral.
- Carta de Juan Pablo II a los j6venes: afi.o
1985.
- Los desaffos actuales para una espirituali-
dad juvenil.
- Los nuevos problemas de la evangelizaci6n
de las culturas.
- Urgencia de saber inculturar el sistema
preventivo.
- El oratorio , nuestro crite"rio permanente de
pastora! juvenil.
- Educaci6n cristiana y sociedad civil.
- El sentido de Iglesia testimoniado por don
Bosco.
- Aportaci6n de don Bosco a los compromi-
sos sociales.
Profesi6n salesiana y consagraci6n apost6-
lica.
Practica de los consejos evangélicos e indis-
pensabilidad de la ascesis.
- Actualidad de don Bosco corno modelo de
santidad.
Estos temas, y otros posibles, deberfan desarro-
llarse corno respuesta a las interpelaciones de las
diversas situaciones , inspirandose de forma conti-
. nua en las abundantes luces del Concilio.
Su desarrollo ayudara a asimilar las grandes

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17
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
orientaciones del magisterio y las directrices de la
Congregaci6n, a fin de vivir con actualidad nues-
tra profesi6n religiosa y testimoniar a los j6venes
y al pueblo de hoy el mensaje pecuiiar de la escue-
la evangélica de don Bosco.
Prop6sitos de santidad salesiana
Ultimamente, en Italia, algunos escritores han
criticado, corno culturalmente superada, la santi-
dad de don Bosco. Uno incluso ha hablado de la
necesidad de una «antihagiografia», a fin de res-
tablecer una visi6n mas auténtica del mensaje del
Evangelio de Cristo. Hay quien habla y escribe de
la santidad desconociendo el espfritu con que la
vivi6 don Bosco o la confonde con determinadas
actitudes culturales de aquella época. Hay tam-
bién quien no conoce o no presta atenci6n seria a
la escuela espiritual surgida en torno a nuestro pa-
dre y fundador.
Creo que las mismas crfticas nos pueden ser uti-
les: ante todo, para evitar cierta mitologia hagio-
grafica y repensar con profundidad la esencia de la
santidad j que no puede reducirse a simple mora-
lismo y que conviene distinguir cuidadosamente
del revestimiento cultura! del riempo en que vi-
vi6.
Por otra parte, nos estimulan a precisar con
mayor claridad la pluriformidad inherente hist6-
ricamente a los modos concretos de testimoniar el
mensaje evangélico, individuando los elementos
permanentes de la fndole propia del camino evan-
gélico de don Bosco. Con la ayuda del Espfritu
del Seiior y protegidos maternalmente por Mada
Auxiliadora, hemos podido trabajar con seriedad,
durante casi veinte aiios de busqueda, en esta de-

2.10 Page 20

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ACTAS DEL CONSEJO SUPER/OR N. 0 319
18
licada tar:ea. Prueba convincente de elio son los
tres ultim9s capitulos generales y el texto renova-
do de las Constituciones.
En una sociedad que esta en proceso continuo
de secularizaci6n, donde la santidad parece que-
dar marginada corno residuo de épocas pasadas,
porque ya no tendria valores que trasmitir al
hombre de una cultura mas cientifica y técnica, la
cita de las celebraciones de 1988 nos invita a una
tarea de fondo: renovar, para los tiempos nuevos,
la profesi6n salesiana.
Dicha tarea lleva consigo un triple proposito:
- Reconsiderar con claridad la esencia evan-
gélic~ de la santidad;
- individuar los valores permanentes de la
. indole propia del espiritu de don Bosco;
- afrontar metodologicamente el reto de una
inculturaci6n constante del carisma salesiano.
Este llamamiento a hacer actual la santidad de
don Bosco nos viene de la misma Iglesia, de sus
pastores, del Vaticano II, de las nuevas generacio-
nes de innumerables j6venes, que ven en nuestra
profesi6n religiosa «el don mas precioso que po-
demos ofrecer» a su esperanza 8 .
8. Cfr. Comtitucion,s, 25.
***
Queridos hermanos, el informe final del Sino-
do episcopal extraordinario afirma explicitamen-
te: En las circunstancias mas dificiles de la historia de
la lglesia , los santos y las santas fueron siempre fuente y
origen de renovaci6n. Hoy tenemos grandisima necesi-
dad de santos, que debemos pedir a Dios con asiduidad.
Los institutos de vida consagrada por la profesi6n de los
consejos evangélicos sean conscientes de su misi6n especial
en la lglesia actual y (los obispos) debemos animarlos en
SU mision 9 .
9. Informe fina/, II , A, 4.

3 Pages 21-30

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19
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
IO. Comtit11cione,, 195 .
Ahi tenemos un llamamiento autorizado a pro-
fundizar el verdadero signifìcado de nuestra profe-
sion y a testimoniarlo en lo que tiene de mas inti-
mo y fecundo: la santidad apostolica. Las Consti-
tuciones nos recuerdan que la fidelidad al compro-
miso adquirido en la profesi6n religiosa es una respues-
ta, constantemente renovada, a la especial alianza que
el Senor ha sellado con nosotros. Nuestra perseverancia
se apoya totalmente en la fidelidad de Dios , que nos ha
amado primero, y se ali.menta con la gracia de su consa-
graci6n. La sostiene también nuestro amor a los j6venes.,
a quienes somos enviados, y se expresa en la gratitud al
Senor por los dones que nos ofrece la vida salesiana 10
iQue don Bosco , en el centénario de su muerte,
interceda para que codos sepamos renovar y testi-
moniar nuestra profesion religiosa segun el pro-
yecto de santidad apostolica descrito en las Cons-
tituciones salesianas!
Un saludo fraterno con el mejor deseo de una
intensa preparacion espiritual para 1988. Rezo
por todos vosotros .
Con gratitud y afecto en el Senor,

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