Actas_1992_340.ACG


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del consejo generai
aiio LXXIII - abril-junio de 1992
n.0 340
organo oficial
de animaci6n
y comunicaci6n
para la
congregaci6n salesiana
Direzione Generale
Opere Don Bosco
Roma

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del consejo generai
de la sociedad salesiana
de san juan bosco
ÒRGANO OFICIAL DE ANIMACIÒN Y COMUNICACIÒN PARA LA GONGREGACIÒN SALESIANA
N.0 340
ano LXXIII
abril-junio de 1992
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
2. ORIENTACIONES Y DIRECTRICES
,.
3. DISPOSICIONES Y NORMAS
4. ACTIVIDAD DEL C. GENERAL
5. DOCUMENTOS Y NOTICIAS
p agina
EL ESTIMULO PROFÉTICO
DEL SINODO SOBRE EUROPA
3
2.1. El caracter significativo
de la presencia salesiana
34
2.2 . Elementos y lineas para un
proyecto seglares.
Apuntes para las comunidades
40
(No se dan en este numero)
4.1. De la cronica del Rector Mayor
40
4.2. De la cronica del Consejo Generai 40
5.1. Decreto sobre las virtudes heroicas
del siervo de Dios Vicente Cimatti
40
5.2. XV Semana de Espiritualidad
40
5.3. Nueva inspectoria india:
Andhra Pradesh
40
5.4. Nueva inspectorfa: Sur de Filipinas
e Indonesia
40
5.5. Nuevos inspectores
40
5.6. Estadfsticas del persona! salesiano:
31 de diciembre de 1991
40
5.7. Hermanos difuntos
40

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Centrai Cacequfstica Salesiana
AJcala, 164 - 28028 Madrid
Edici6n excracomercial
Imprime: Gràficas Don Bosco - Arganda del Rey (Madrid)

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1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
EL ESTIMULO PROFÉTICO DEL SINODO
SOBRE EUROPA
lntroduccién.-EI Sinodo de los Obispos de Europa.-lHundimiento de las ideologias?-Exhortacién a
la magnanimidad apostélica.-Hay que hacer nuevos caminos.-EI inmutable centro propulsor.-Papel
de los religiosos y protagonismo de los jévenes.-La implicacién salesiana.-Conclusién.
Roma, Miércoles de Ceniza,
4 de marzo de 1992
Queridos hermanos:
Durante la Cuaresma nos preparamos con intensidad
a la contemplaci6n del misterio pascual, en el que se
concentra coda nuestra fe y del que parten todas las pers-
pectivas de nuestra misi6n. Haga el Sefior que en todas
nuestras comunidades reine un clima espiritual de inte-
rioridad pascual, cuidada por el director y por cada her-
mano, corno luz y energia en los itinerarios programa-
dos para educar a los j6venes en la fe .
Espero que en esce clima sedé un relieve especial a mi
ultima circular sobre nuestra compromiso por las voca-
c10nes.
En los datos estadfsticos de la Congregaci6n, relativos
a 1991, hay un punto alarmante sobre el numero de no-
vicios: un descenso de mas de ochenta con respecto al
afio anterior. Algunas razones podrfan explicar en parte
esce fenomeno: dos o tres inspectorfas, por ej'emplo, han
hecho una pausa en su noviciado al tener que reorgani-
zar las etapas de la formaci6n. Sin embargo, el dato ne-
gativo permanece corno luz roja de alerta que pide un

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
4
trabajo mas intenso y participado de pastora! juvenil se-
gun el XXIII Capitulo Genera!.
Necesitamos urgentemente mas vocaciones y mejor
cualifìcadas porque hay mucha juventud que necesita el
carisma de san Juan Bosco y son numerosas las iglesias
locales que nos lo piden con insistencia.
De todos los continentes llegan peticiones apremian-
tes.
Ultimamente, tras los grandes cambios del Este euro-
peo, ya nos hemos comprometido con presencias va-
lientes de frontera. Asf, por ejemplo, el adminisrrador
apostolico de la Rusia europea, monsefior Tadeo Kon-
drusiewicz, nos ha comprometido, en la zona que se le
ha confìado, con un buen numero de salesianos, y en
Moscu la inspectorfa de Venecia abrira, invitada por las
autoridades civiles, una escuela profesional.
El administrador apostolico de Siberia, monsefior ]o-
sé Werth, que reside en Novosibirsk, nos ha invitado
asimismo con insistencia y nos ha asignado la ciudad de
Aldan (mucho mas al este), de la que se hara generosa-
mente responsable la inspectorfa checoslovaca de Bratis-
lava.
También iremos a Albania: la Sede Apostolica nos ha
pedido varias presencias: una escuela profesional en Ti-
rana y una centra! catequfstica en Escutari. Para esta la-
bor ya se han comprometido algunas inspectorfas de Ita-
lia y la de Eslovenia.
Me detengo aquf, porque si miramos otros continen-
tes, las peticiones se elevan -no exagero- a varios cente-
nares.
Ademas de las exigencias de estas nuevas obras, urge
también renovar las antiguas; lo cual requiere, para una
auténtica incisividad evangelizadora, una cualifìcada in-
yeccion de fuerzas jovenes. Nosotros seguimos a san
Juan Bosco, que siempre nos lanzo hacia adelante, aun-
que no temerariamente, pues su magnanimidad iba
siempre acompafiaba por la confìanza en la Providencia,

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1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
se alimentaba de una robusta espiritualidad y trabajaba
solkica y diariamente por las vocaciones, convencido de
la presencia fecundadora del Espiritu del Sefior.
Sin embargo, la mayor urgencia de vocaciones se de-
be a la inmensidad actual de la mies. Los pastores piden
y exhortan; no se concentran simplemente en las estruc-
turas aposcolicas de ayer ni se quedan tranquilos en el
redil, sino que miran con celo al munda de hoy y a sus
innumerables y apremiantes retos, que consideran corno
pastores no para desalentarse sino para afrontarlos.
Del concilio Vaticano a nuestros dfas, en los sinodos,
conferencias episcopales, viajes del Papa y orientaciones
magisteriales, el Sucesor de Pedro y los obispos nos ha-
blan con audacia profécica. Sienten el fuerte soplo del
Espiritu, que lanza al pueblo de Dios a un nuevo co-
mienzo de cara al tercer milenio de la fe.
Con esca misma inquietud de pasion apostolica quie-
ro ofreceros algunas reflexiones sobre el reciente Sinodo
de los Obispos de Europa; podran iluminarnos a todos,
también a quienes trabajan en otros continentes, acerca
de los caminos que debemos seguir para la nueva evan-
gelizacion.
Pronto se celebrar.i también en Santo Domingo la
cuarta Asamblea episcopal latinoamericana, asi corno el
Sinodo africano; estos y ocros acontecimientos eclesiales
nos estimulan a entrar con valentia y sabidurfa por vfas
nuevas.
El Sinodo de los Obispos de Europa
El Sinodo de los Obispos de Europa, anunciado ines-
peradamente por Juan Pablo II en Velehrad (Moravia) el
22 de abri l de 1990, tuvo lugar en el Vaticano del 28 de
noviembre al 14 de diciembre de 1991. En él participa-
ron los obispos representantes de todas las naciones eu-
ropeas, incluida Turqufa, y asiscieron, corno delegados

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
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fraternos, representantes de las otras Iglesias y confesio-
nes cristianas y varios invitados. La participacion del
Reccor Mayor, junto a otros superiores religiosos, es cier-
tamente un don que obliga a coda la Familia Salesiana.
El acontecimiento se quiso y preparo corno Sinodo
especial de breve duracion: estaban previstas una sema-
na de intercambio de testimonios entre el Este y el Oes-
te sobre las experiencias de fe de los ulcimos cincuenta
afios y ocra para sugerir orientaciones de esdmulo y cri-
terios de accion que pudieran servir para mover de ma-
nera concreta a los fìeles a comprometerse en el nuevo
tipo de evangelizacion que requieren los actuales tiem-
pos y situaciones socioculturales. No fue un sinodo del
episcopado mundial, corno el especial de 1985 al cum-
plirse los viente afios de la clausura del Vaticano II, ni se
propuso afroncar ningun tema espedfìco. Solo queria
intensificar la comunion entre el Este y el Oeste europe-
os y proclamar el proposito comun de renovar las mo-
dalidades del rrabajo evangelizador ante un futuro que
se presenta particularmente lleno de desafios.
Fue mas un acontecimiento profético que una plani-
fìcacion de marcha.
La misma Declaracion sinodal afìrma que se trata de
un primer paso hacia la aurora del tercer milenio 1•
1. Al gunos datos de este Sinodo:
Partidpanus:
138 miembros: 29 obispos del Este y 38 del Oeste; 11 delegados fraterno, (faltaban los rcpresenranres de 5 Iglesias orro-
doxas (Rusia, Rumania , Serbia, Bulgaria y Grecia); 8 superiores religiosos; varios auditores y colaboradorcs y otros invi-
cados, enrre los que fìgu raban el presidente, cl vicepresidente y cl secretario de la Conferencia europea de Religiosos y Reli-
giosas y de orras.
R,guladom:
3 presidentes delegados: cardenales Lustigcr, Klcmp y Marrlnez Somalo;
I poneme: carde nal Ruini, con 2 secrerarios cspeciales: mos. Yilk y mo ns. Lehemann;
I secrerario ge nera!: mo ns. Schone.
Principalts documentos:
- Indi caciones de la Secretada del Sinodo, 12 de ab rii de 199 1;
- carta del Papa, fechada en Fatima cl 13 de maya de 199 1;
- carta sobre las relaciones con los orrodoxos, del 3 1 de mayo de 199 1;
- d iscurso del Papa a la Comisi6n preparatoria: 5 de junio de 1991 ;
- el sumario, IOde noviembre de 199 1;
- las dos ponencias del cardenal Ruini ames y después de las imervenciones en el aula.

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1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
En la base de las orientaciones sinodales tenemos
una consideraci6n atenta del signifìcado inherente a los
extraordinarios acontecimientos europeos de 1989, que
los fìeles han de ver corno un «kair6s», es decir, corno
un momento hist6rico del devenir humano particular-
mence rico en presencia del Espiritu del Sefior. De él
surgen reflexiones pastorales para valorar las situaciones
de la nueva realidad e individuar urgencias de evangeli-
zaci6n: corno si el Sefior mismo sugiriera a los pastores
cuales son los caminos que deben indicar al pueblo de
Dios.
Ya en esta primera constataci6n hallamos una indica-
ci6n valida para todos: la lectura sapiencial de los acon-
tecimientos hist6ricos del propio riempo y del propio
contexto.
No se trata de una lectura simplemente sociologica o
polftica, sino de una reflexi6n de fe atenta y comunita-
ria sobre la perspectiva pastora! que nos ofrece el devenir
humano en que nos hallamos inmersos. En ello nos ayu-
dan sin duda las aportaciones objetivas de las ciencias
humanas, pero no nos quedamos en su nivel; lo trascen-
demos con la fe, procurando descubrir, en los hechos y
en las interpelaciones de estos hombres y j6venes de hoy,
las sugerencias que Dios nos hace para buscar en el
Evangelio las respuestas que debemos dar a sus numero-
sos problemas.
La falta de atenci6n al devenir hist6rico, a los aconte-
cimientos, a las situaciones y a la cultura que esta emer-
giendo seria una actitud verdaderamente deletérea, que
'dejaria sin alas a nuestra capacidad de nueva evangeliza-
ci6n.
Seria demasiado abstracto y evasivo referirse a un
Principales documentos:
- 15 congregaciones ge nerales;
- 125 inrervencio nes o rales;
- 6 sesiones por drculos lingi.Hsticos (de 12 grupos);
- 5 audiciones de invitados especiales;
- los discursos del Papa;
- la D eclaraci6 n final.

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N.0 340
8
Dios hist6ricamente mudo. El concilio Vaticano II nos
ensefia a dejarnos guiar por el Espfritu del Sefior, no so-
lo mediante mociones interiores (acompaiiadas quiza
hasta de erudici6n teologica), sino también y de modo
muy concreto considerando su presencia en la historia,
que nos interpela continuamente por los acontecimien-
tos de la existencia para leer con actualidad las respues-
tas del Evangelio.
Freme a esta primera observaci6n sobre la experiencia
sinodal, he pensado con satisfacci6n en nuestro XXIII
Capitulo Generai, que nos gui6 precisamente a corneo-
zar el camino de la fe haciendo con seriedad una lectura
pastora! de la realidad juvenil y de sus contextos. Cam-
parada con la lectura hecha por el Sfnodo, la nuestra es
pequefia y sectorial, propia para el trabajo apostolico
que a diario debemos realizar con los j6venes; sin em-
bargo, también ella entra en el gran giro hist6rico, seguo
la lectura pastora! de los obispos.
dHundimiento de las ideologfas?
El Sfnodo habl6 de la cafda del comunismo en cuan-
to sistema de estructuraci6n de la sociedad. El derribo
del muro de Berlfn, la nueva situaci6n polfrica de la
Uni6n Soviética y de los pafses que se hallaban bajo su
influencia, la disgregaci6n de Yugoslavia y la caida del
régimen en Albania han sido acontecimientos enormes,
inimaginables e inesperados, dramaticamente reales e
irreversibles. No cabe la menar duda que son expresi6n
de la seriedad del cambio de época que vivimos y del co-
lapso de una ideologia mendaz. Pero no significa que se
han terminado las ideologfas. Ante rodo, existen otras
en el Oeste de Europa y en el munda; pero, ademas, el
hundimiento del socialismo real deja tras de sf un nu-
mero impresionante de consecuencias negativas de or-
den cultura!, econ6mico, politico y religioso que siguen

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9
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
en pie corno retos para la fe y piden con fuerza la incer-
vencion de una nueva evangelizacion, particularmence
en medio de los jovenes.
La reaccion de los pastores no ha sido la de celebrar el
hundimiento de los regfmenes -lo cual no quiere decir
que no hayan dado gracias a Dios por esta especie de mi-
lagro historico (recordemos la expresion de inefable es-
tupor del presidente de Checoslovaquia, sefior Havel)-,
sino la de considerar con mayor claridad y concrecion
de trabajo la mision espedfica de la Iglesia, que de re-
pente se ha encontrado ante un sinfln de problemas iné-
ditos. Los obispos no se han propuesto responder con
sugerencias de caracter politico o economico o cultura!
-ajenas a su ministerio, aun siendo frentes realmente se-
rios e imprescindibles para todos-, sino con una preo-
cupacion religioso-pastora! de iluminar las mentes y or-
ganizar la esperanza y el trabajo de los disdpulos de
Cristo y de los hombres de buena voluntad.
De la lectura sapiencial de los pastores acerca de los
efectos del hundimiento del comunismo resulta una ob-
servacion muy significativa para la evangelizacion. Se ha
hablado de catastrofe antropologica, para resumir las
graves consecuencias negativas de lo sucedido . Se ha
comprobado, efectivamente, la herida y la desnaturali-
zacion de la libertad, es decir, de la persona, de su con-
ciencia, de su creatividad, de los ideales que debe culti-
var, del significado de la vida. Pero hay que afiadir que el
remedio de tan grave quebranto no se puede buscar sin
mis en el tipo de libertad que proclama el consumismo.
Por desgracia, también en la Europa de este lado del
muro de BerHn habfa y hay desviaciones ideologicas que
dafian la libertad del hombre y, por tanto, perjudican a
la persona y a la sociedad. El Sfnodo desea y espera que
la nueva evangelizacion haga que los cristianos sean ver-
dadera y socialmente «testigos de Jesucristo, que nos li-
bero», es decir, que proclamen el Evangelio que hace li-
bres. El hundimiento de la ideologia que dominaba en

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
10
el Este pone también de relieve las defìciencias ideol6gi-
cas del Oeste.
Los estudiosos observan que durante los ultimos de-
cenios en el occidente de Europa se ha producido una
progresiva disociaci6n entre creencia y practica cristia-
na, con una religiosidad débil y mas bien subjetiva, se-
gun criterios personales, y que en la Europa centro-
oriental, no obstante las admirables pruebas de fìdelidad
a Cristo y a la Iglesia por parte de no pocos fìeles, existe
un consistente numero de ciudadanos que se han alvi-
dado de la fe y que muchos incluso la atacan. En los paf-
ses liberados urge una puesta al dfa, culcural y eclesial;
hay falca de recursos y fragilidad sociopolftica, se asiste a
un verdadero espejismo del consumismo y resurgen pe-
ligrosamente los nacionalismos.
Asf, a fìnales del segundo milenio, ya no cabe hablar
de una Europa cristiana, sino de una Europa plural, con
areas de ateismo, agnosticismo, indiferentismo, presen-
cia fuerte de otras religiones y grave fractura interna en
el Cristianismo.
El Sfnodo proclama con claridad que, en tal contex-
to, la Iglesia esta invitada a dedicarse con urgencia a la
nueva evangelizaci6n, en la que se situa el compromiso
por la recca educaci6n de la libertad humana..Los erro-
res antropol6gicos no son solo fruco de sistemas totalita-
rios ateos, sino también el resultado del mal uso ideolo-
gico de ciertos datos cientffìcos. Es importante que el
Evangelio logre ocupar el espacio usurpado por las in-
tromisiones ideol6gicas.
Una de las cosas que debe lograr la nueva evangeliza-
ci6n es unir con sabidurfa tres grandes fuentes de verdad
al servicio de la libertad: la antropologfa de actualidad,
la lectura en contexto del Evangelio y la doctrina de la
Iglesia sobre la sociedad. Sin la mutua compenetraci6n
de estos cres aspectos no habra educaci6n efìcaz en la fe.
El Sfnodo insisti6 particularmente en este punto, ha-
ciendo ver que la libertad no es por sf misma un valor

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1. CARTA DEL RECTOR MA YOR
absoluto e individualista, sino que tiene corno fin la ver-
dad y la comuni6n, ya que la perfecci6n de la persona
humana es e! amor (aquel amor de caridad que tiene su
fuente en la vida trinitaria y su modelo supremo en el
misterio de Cristo), mientras que en la cultura occiden-
tal laicista se asiste a un alarmante desastre del amor (y,
por tanto, de la libertad), a causa de los egoismos, de las
situaciones de conflicto, del erotismo, de las injusticias y
de la falca de solidaridad. No hay libertad que pueda
amar si falca el don de si en el sacrificio y en la solidari-
dad. La experiencia ensefia que los esfuerzos humanos,
por si solos, nunca sabran crear el paraiso en la tierra: ni
en la persona, ni en la familia, ni en la sociedad, ni en la
convivencia mundial. Aqui hay que decir enseguida que
no habra, ni para Europa y para ningun continente,
nueva evangelizaci6n si no sabemos impregnar de Evan-
gelio los adelantos humanos de la antropologia y de la
sociologia.
De ahi el llamamiento del Sinodo para la incultura-
ci6n del Evangelio. Los evangelizadores de hoy estan lla-
mados a cultivar una seria preparaci6n cultura! dando
un puesto no secundario a las actuales ciencias del hom-
bre. La nueva evangelizaci6n es, de hecho, «la evangeli-
zaci6n de un mundo nuevo».
Exhortaci6n a la magnanimidad apostolica
Todo acontecimiento eclesial se produce necesaria-
mente en un lugar concreto, pero suele tener una reso-
nancia universal, porque afecta a la vida de la fe, que es
de todos aunque por necesidad arranque de una expe-
riencia locai. Afirmamos esto, de manera especial, del
reciente Sinodo. Los pastores reunidos en él tenfan pie-
na conciencia de elio, y en sus sugerencias procuraron
evitar cuanto pudiera insinuar el minimo peligro de eu-
rocentrismo y hablaron explkitamente de una futura

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
12
unidad europea abierta a la solidaridad universal . «Eu-
ropa -dice la Oeclaraci6n- ha trasmitido a todo el mun-
do muchas conquisras culrurales y récnicas que hoy son
patrimonio de la civilizaci6n universal. Sin embargo, la
historia de Europa presenta también muchos lados obs-
curos, enrre los que cabe citar e! imperialismo y la opre-
si6n de muchos pueblos mediante la explotaci6n siste-
matica de sus bienes. Debemos, por tanto, rechazar cier-
to espfritu eurocéntrico, del que hoy podemos recono-
cer todas las consecuencias»2•
Asf, en la nueva evangelizaci6n es imprescindible sa-
ber cultivar también un fuerte sentido de conversi6n
hist6rica para lograr una sociedad mas solidaria, que se-
pa mirar mas alla de sus fronteras y de su propio interés.
El grito de Cristo doliente llega hoy dramaticamente de
muchas partes del mundo. «A este grito hay que respon-
der con opciones concretas referidas, por ejemplo, a la
abolici6n del comercio de armas, la apertura de nuestros
mercados, una gesti6n mas justa de la deuda internacio-
nal, el apoyo a cuanto pueda favorecer el desarrollo de la
cultura y de la economia junto con la promoci6n de go-
biernos democraticos. Por lo demas, Europa misma
puede enriquecerse no poco con los tesoros de otros
pueblos y culruras ... Las muchas formas de indigencia y
los grandes sufrimientos del mundo nos recuerdan las
promesas escatol6gicas de Dios, que no pueden hallar
piena realizaci6n en esta tierra; sin embargo, mediante el
compromiso de solidaridad y de caridad podemos lan-
zar, en el coraz6n de una humanidad dividida y lacera-
da, impulsos y cultivar semillas para el futuro cumpli-
miento de la perfecci6n eterna»3•
En este sentido, el Sfnodo puso oportunarnente de re-
lieve la generosidad misionera de Europa a lo largo de los
siglos, e invito a seguir en ella y a intensificarla en cuanto
sea posible. Las intervenciones de los representantes de
América del Norte y del Sur, de Africa, de Asia y de Oce-
ania que tomaron parte en la asarnblea confìrmaron con
2. Declaracion I I.
3. Declaracion I I.

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13
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
4. Apostolicam actuositattm
5.
5. Apostolicam actuositatem
7.
gratitud este celo misionero, nacido de la autenticidad
apostolica de innumerables fìeles de Europa.
Mas aun. La leccion de este Sfnodo se refìere también
a dos aspectos vitales que afectan en todas partes a la
nueva evangelizacion.
Elprimero es el de una audacia apostolica de la fe, que
ni se espanta ni se arredra ante una tarea tan gigantesca y,
a primera vista, casi imposible: la de evangelizar la cons-
truccion de una Europa unida; cien pueblos condiciona-
dos por la existencia de numerosos conflictos pero que
deberfan convivir y amarse en una sola patria comun.
Cuando uno piensa en los innumerables problemas reli-
giosos, politicos, economicos, culturales, raciales e histo-
ricos de tal proyecto puede llegar a opinar que una meta
tan fasciname es una utopia inasequible. Sin embargo,
las directrices de los pastores impulsan a los cristianos a
ser protagonistas de dicho proyecto. Hara falta tiempo,
surgiran difìcultades, la complejidad de las cosas exigira
ciencia, técnica, dialogo, reconciliacion y constancia. La
Iglesia sabe muy bien que tal proyecto pertenece, ante to-
do, al orden tempora!; pero no por ello se desinteresa de
él; al contrario, est.i convencida de que ahf tiene un ca-
mino particularmente importante para su nueva evange-
lizacion. Quiere ser fìel al Concilio, que afìrma: «La obra
redentora de Cristo, aunque de suyo se refìere a la salva-
cion de los hombres, se propone también la restauracion
de rodo el orden tempora!»4; y esto «no solo no priva al
orden tempora! de su autonomia, de sus propios fìnes ,
leyes, medios e importancia para el bien del hombre, si-
no que, por el contrario, lo perfecciona en su valor y ex-
celencia propia y, al mismo riempo, lo ajusta a la voca-
cion plena del hombre sobre la cierra»5•
De esca form a, la audacia apostolica de la evangeliza-
cion no teme afrontar careas inmensas sobre la vida con-
creta del orden temporal, pues se sience iluminada y
acompafiada en su espedfìca mision religioso-pastora!
por el poder el Espfritu del Sefior.

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
14
Aqu1 me parece importante subrayar que el coraz6n
del evangelizador debe nutrir y culcivar a diario en s1 el
ardor de una esperanza teologa!. El sentirse llamado a
colaborar en una hora hist6rica que se caracteriza por
una presencia mas intensa del Espfritu Samo, debe acos-
tumbrarlo a trascenderse a s1 mismo y sus propios lfmi-
tes, seguro de sentirse movido por él en una Iglesia que
salva al hombre de hoy, enviada a ser levadura, corno sa-
cramento, del cambio de época, aunque éste se presente
de ordinario con modalidades desconcertantes. La mag-
nanimidad del evangelizador bebe siempre en la fuente
de la esperanza. Cabrfa decir que el milagro de que ha-
616 el presidente Havel podra multiplicarse en la nueva
pastoral de la esperanza cristiana de los evangelizadores.
El segundo aspecto vital es la convicci6n intima de
que los cambios a que hoy asistimos en el mundo supo-
nen, para el Concilio, una «cultura emergente» que cada
vez se hace mas universal. La lectura atenta de la exposi-
ci6n preliminar de la constituci6n Gaudium et spes6 nos
asegura que el hombre de cualquier continente «se halla
hoy en un perfodo nuevo de su historia ... Tanto es asf,
que ya se puede hablar de una verdadera metamorfosis
social y culcural»7• No se trata solo de Europa, sino de
una nueva época hist6rica que nace para todos. Las cul-
turas de los diferentes pueblos deberan tornar en consi-
deraci6n estas transformaciones tan profundas. «Poco a
poco se va gestando una forma mas universal de cultura
humana, que tanto mas promueve y expresa la unidad
del género humano cuanto mejor sabe respetar las parti-
cularidades de las diversas culcuras»8•
La nueva evangelizaci6n no podra prescindir de este
hecho; tendra que ayudar a superar los recurrentes peli-
gros de desviaci6n a causa de los diferentes nacionalis-
mos, continentalismos, racismos e ideologfas que apri-
sionan el dinamismo de las culturas (por su naturaleza
abierto al devenir de todos los hombres) en valladares
cerrados freme a la universalidad y el futuro. Peligrosos
6. G1111di11m ,i spes, del 4 al
10.
7. G,1udium et spes4.
8. Gaudium et spes 54 .

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15
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
ejemplos de tal miopfa se ven en todas partes, causados
mas por pasiones y proyectos parciales que por una inte-
ligencia de fe.
Ahora tenemos el hecho de que en Europa se mueve
con mayor aceleraci6n la maduraci6n simultanea de va-
rios signos de los tiempos, que son para la fe y el Evan-
gelio un conjunto de retos sumamente urgentes que, si
reciben de la Iglesia una respuesta adecuada, servir.in de
estimulo y, en parte, también de vanguardia inspiradora
para todos. Sera una nueva evangelizaci6n caracterizada
por la capacidad de inculturaci6n, por un auténtico es-
piritu misionero que acude también a muchos nuevos
are6pagos y por la convivencia de razas, culturas y reli-
giones distintas. Pero la construcci6n de esta sociedad
plural es una meta que necesita de Dios.
La evangelizaci6n de una nueva Europa no sera res-
tauraci6n de algo de ayer, sino nuevo comienzo de la fe
en una convivencia de pueblos hasta ahora inédita: sera
novedad de presencia del Espiritu Santo en la cultura
que emerge, para dar lugar a una civilizaci6n del amor
hasta ahora desconocida.
La magnanimidad apostolica requiere una mentali-
dad abierta, nucrida de mundialidad y de solidaridad
universal: cualidades que crecen genuinamente en el
misterio vivo de la Iglesia de Cristo. Educar a los j6venes
en la fe, por tanto, querra decir saber formar en ellos
también los valores de la mundialidad y de la solidari-
dad con todos los pueblos.
Hay que hacer nuevos caminos
En una circular de hace aproximadamente tres afios 9
os hablaba sobre todo del cambio de mentalidad que
implica en nosotros la nueva evangelizaci6n. Ahora el
Sfnodo de los Obispos de Europa nos presenta algunos
grandes problemas que van apareciendo y que se han de
9. Actas del Constjo Gent-
rnl 331.

2.8 Page 18

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ACTA$ DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
16
afrontar haciendo nuevos caminos. Se refìeren propia-
mente a Europa, pero de hecho dan luz a todos. Son re-
tos debidos a la nueva situaciém cultura! y evidencian al-
gunas de las mayores difìcultades para los agentes de
pastora!.
Hoy dia, en el continente europeo muchos destinata-
rios no conocen de hecho el mensaje del Evangelio;
otros, también numerosos, lo conocen, pero no creen o
se quedan indiferentes; en no pocos persiste aun una
busqueda positiva de una experiencia de trascendencia,
pero creen poderla hallar en otras religiones; no faltan
los que rechazan de manera explicita el Cristianismo,
fuertemente marcados por un antropocentrismo cienti-
fìsta que fomenta en ellos la convicci6n de haber llegado
ya a una época poscristiana, y asf juzgan anticuado, pre-
cientffìco y corno algo que es preciso eliminar el patri-
monio del Evangelio en sus punios mas constitutivos,
particularmente en su ensefi.anza moral 10•
D e esta situaci6n surgen grandes retos para el Evan-
gelio, si queremos leerlo en contexto, pues la palabra de
Dios es tal, que, si bien fue pronunciada fntegramente
hace veinte siglos, se dirige a los problemas concretos de
cualquier generaci6n. Las actitudes mencionadas son de
algun modo la sefi.al de alarma o la punta del inmenso
iceberg del actual cambio de época.
Al escrutar el contexto, los padres sinodales pusieron
de relieve principalmente los siguientes mayores proble-
mas:
IO. En una encuesta de 198 1, por ejemplo, realizada en nueve naciones occidenrales {Gra n Bretafia1 AJeman ia, Francia, Ita-
lia, Espafia, Holanda, Bélgica, Irlanda y Dinamarca), fìguran los siguiemcs dacos:
reen de algun modo:
- en Dios, el 75 por I00;
- en el alma, cl 58 por I00;
- en cl pecado, cl 57 por I00;
- en la vida después de la muerre, el 43 por I00;
- cn el diablo, el 25 por I00;
- en la reencarnaci6n, el 21 po r I00.
Cf. J. Scocczell : I valori del tempo presente. Un 'inchiesta europea. SEI, Tur!n, 1984, cap. 4.

2.9 Page 19

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17
1. CARTA DEL RECTOR MA YOR
la optica materialista con que se pretende interpre-
tar la antropologfa;
el laicismo politico que deberia ser puesto en la ba-
se de la nueva ciudad democratica y plural;
el vasto sector pagano, especialmente de muchos no
bautizados, que s6lo se interesan por las necesida-
des inmediacas;
el relativismo religioso frente a las variadas propues-
tas de transcendencia de las religiones.
Hoy dfa Europa es ya verdaderamente un continente
pluriculcural, plurinacional, plurirracial y plurirreligio-
so. ~Padri convercirse en la patria comun de una civili-
zaci6n solidaria? El Sinodo responde con esperanza. La
Europa accual se parece a un inmenso crisol o a un alto
homo donde se fonde un nuevo tipo de ciudadanfa. La
evangelizaci6n debera buscar nuevas estracegias para ilu-
minar y responder a retos hasca ahora desconocidos, es-
pecialmente a los cuatro problemas que acabamos de se-
fialar.
Tratemos de indicar algunos de los caminos que se
nos sugieren a nosocros, evangelizadores de los j6venes,
con respecto a los mencionados temas.
- La 6pcica materialista, muy difundida, no es la
simplista actitud del ignorante, sino que esca fntima-
mente vinculada al progreso ciendfico-cécnico. Se quie-
re modelar un tipo de ciudadano critico, seguro de sf
mismo, formalmente respetuoso de los demas, pero sin
convicciones ligadas a principios de trascendencia. A la
pregunta: ~qué clase de hombre para la nueva cultura?,
responde en un plano racional, filos6fico-cientffico, que
excluye de la antropologfa un verdadero recurso a Dios.
Es una mentalidad de docca ignorancia que pretende
formular, entre otras cosas, una écica totalmente nueva
que, cuando se pueda, debera cuajar en leyes sociales.
El hombre serfa asf un ser meramente terreno, para e!

2.10 Page 20

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ACTA$ DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
18
que no tendrfa ningun sentido el anuncio evangélico: ni
pecado, ni redenci6n, ni inmortalidad. Presentada de
forma tan rapida, alguien podrfa pensar que se trara de
una 6ptica facil de corregir; pero la realidad es muy dis-
tinta. El educador de la fe esca Ilamado a dar una res-
puesta competente; para elio debera cuidar al menos dos
aspectos bastante exigentes y complementarios: ante to-
do, una adecuada preparaci6n antropologica, para saber
dialogar con e! actual progreso ciendfìco; y, en segundo
lugar, la ductilidad de hacer ver que la fe nunca se halla
en verdadero contraste con la raz6n y que ésta se halla
por sf misma abietta a la trascendencia. Una competen-
cia, por tanto, culturalmente nueva sobre lo que es el
hombre en esca su maduraci6n cdcica.
Me parece importante para nosotros, los salesianos,
subrayar esce aspecto. Supone una seria revalorizaci6n,
por ejemplo, de la escuela segun la profonda renovaci6n
que lepide e! Vaticano Il. El camino de la escuela perte-
nece ciertamente a la nueva evangelizaci6n: es la tercera
palabra sfmbolo de nuestro criterio oratoriano de reno-
vaci6n 11
jLO cual es muy distinto de pretender dejarla para po-
der hacer pastora! moderna! En ella tenemos una de las
tareas mas urgentes para la evangelizaci6n.
El Santo Padre afìrm6 no hace mucho, en el primer
congreso nacional de la Iglesia italiana sobre la escuela
cat6lica 12, que es lugar de cultura con miras a la educa-
ci6n y contiene en sf grandes recursos para la nueva
evangelizaci6n. El dialogo entre fe y cultura es funda-
mental. «La Iglesia espera mucho de la escuela cat6lica
-dijo-, por su misma misi6n, en un mundo donde e! re-
to cultura! es el primero y e! mas provocante y cargado
de efectos» 13•
Con raz6n se destac6 en e! Sfnodo la importancia que
deberan tener en la nueva evangelizaci6n las escuelas,
colegios y universidades cat6licos, en los que la promo-
ci6n cultura! y ciendfìca crezca en armonfa con la fe. La
I I. Cf. Comtitucionrs 40.
I2. 20-23 de nov iem bre
de 1991.
13. l 'Osurvatore Romano
24- 11 -199 1.

3 Pages 21-30

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3.1 Page 21

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19
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
I4. DecloracùJn 5.
Declaraci6n sinodal afìrma de modo explicito que «en
las naciones recientemente liberadas del comunismo es
urgente la necesidad de crear universidades y escuelas
cat6licas» 14•
Un camino nuevo es, por tanto, reconsiderar la escue-
La segun las exigencias del Evangelio en contexto.
15. Cf. Centtsim us ann us
46.
I6. Cf. XXJli Capitu fo Ce-
nerai 246, y 203 ss.
- El laicismo politico incide con fuerza en la dimen-
si6n democratica de la sociedad pluralista. Este hecho
tiene muchas consecuencias en la vida de fe, sobre rodo
de los seglares y de los j6venes. Como observa la endcli-
ca Centesimus annus, hoy se tiende a considerar el ag-
nosticismo corno fìlosofla y actitud fondamenta! para
una mentalidad democratica; el fìel, convencido de una
visi6n de fe bien defìnida acerca del hombre, democra-
ticamente no serfa de fiar, porque no puede aceptar que
la verdad sea determinada por el pensamiento de la ma-
yoria ni que sea politicamente variable 15•
Ante un juicio asf, la nueva evangelizaci6n debera dar
particular importancia a la ensefianza de la Doctrina so-
cia! de la Iglesia, que ilumina precisamente la conviven-
cia democratica con la verdad integrai sobre la persona y
sobre la sociedad.
A su luz se descubre el vasto horizonte de la verdade-
ra laicidad, proclamada con agudeza por el Vaticano II,
y que lleva consigo en la actividad evangelizadora un
gran relanzamiento de la vocaci6n y misi6n de los segla-
res en el mundo. El laicismo es siempre ciego secuaz de
alguna ideologfa que elimina la capacidad de interpretar
rectamente el orden tempora!. Urge presentar con luci-
dez actualizada una fe que sepa percibir en coda la reali-
dad creada las autonomfas queridas e insertadas por el
Creador en la naturaleza misma de las cosas.
He aquf, pues, un nuevo camino, también para noso-
tros, que debemos hacer con constancia y entrega en la
evangelizaci6n: e! del «proyecto seglares» y de la dimen-
si6n socia! de la caridad a que nos invito precisamente el
XXIII Capftulo Generai 16•

3.2 Page 22

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N.0 340
20
- El vasto sectorpagano, sobre rodo de jovenes que no
sabeo nada de Jesucrisco ni de su Iglesia, interpela a la
comunidad cristiana. Prescinden de las habituales me-
diaciones pascorales de la vida parroquial y necesitan ac-
tuaciones espedfìcas que es preciso inventar con fantasfa
misionera y con pedagogfa apropiada. En este nuevo
frente los salesianos tenemos que saber considerar de
nuevo con originalidad el acercamienco a los jovenes y la
jerarqufa de las verdades reveladas que vamos a presen-
tar: elio requiere graduacion pedagogica y mucha creati-
vidad pastora!.
Cuanto nos dijo el Papa sobre el espfritu preventivo
debera ser considerado aquf con particular atencion. «El
arte de educar en positivo -escribe Juan Pablo II-, pro-
poniendo el bien en vivencias adecuadas y envolventes,
capaces de atraer por su nobleza y hermosura; el arte de
hacer que los jovenes crezcan desde dentro, apoyandose
en su libertad interior, venciendo condicionamientos y
formalismos exteriores; el arte de ganar el corazon de los
jovenes de modo que caminen con alegrfa y satisfaccion
hacia el bien, corrigiendo desviaciones y preparando pa-
ra el mariana por medio de un solida formacion de su
caracter» 17•
Evidentemente, tratandose de mision juvenil, esto
nos indica corno nuevo camino de relanzamiento el cri-
terio oratoriano de san Juan Bosco. La nueva evangeli-
zacion nos exige una generosa refundacion del oratorio,
que es, por otra parte, lo que nos pide el XXIII Capftu-
lo Generai 18
l7. l uvtnum patris 8.
18. Cf. XXIII Cnpitu!o Ge-
nerai 345-350.
- El relativismo religioso parte del hecho positivo de
cierta apertura a la trascendencia y de la busqueda de
una vivencia religiosa, pero a menudo desemboca en ex-
presiones religiosas no cristianas. No podemos olvidar
que en Europa existen beneméritas Iglesias cristianas no
catolicas y que aumenta continuamente el numero de
inmigrantes miembros de grandes religiones nacidas en

3.3 Page 23

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21
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
otros continentes; se asiste hoy, ademas, a la difusi6n de
diversas sectas.
Es un dato real bastante complejo, que obliga a in-
corporar robustamente en la nueva evangelizaci6n las
exigencias propias de una mentalidad ecuménica y de
una capacidad de didlogo religioso. Es una situaci6n muy
delicada a la que hay que hacer freme de forma diversa,
segun sean los grupos religiosos, y que debemos llevar
adelante con convicciones claras sobre nuestra identidad
cat6lica.
Al individuar nuevos caminos para la evangelizaci6n,
a nosotros nos interesan, en este ambito, dos aspectos
que el evangelizador debe adquirir y profundizar: ser
signo y portador de fe con clara mentalidad ecuménica,
y adquirir una capacidad de dialogo, para presentar con
graduaci6n pedagogica el misterio de Cristo, su objeti-
vidad y su centralidad.
Este nuevo camino afecta mas directamente a la for-
maci6n y cambio de mentalidad de los evangelizadores.
De los dos aspectos indicados, el primero -mentali-
dad ecuménica- nos exige una atenta revisi6n de los
programas de estudio, en la formaci6n de los salesianos,
con respecto a las otras Iglesias cristianas, acerca de las
grandes religiones y acerca del conocimiento de las sec-
tas mas activas en la zona. Ello nos ayudara a cultivar
con mayor realismo la identidad de la propia fe cat6lica
basandose mucho en datos hist6ricos, no tanto para de-
mostrar una tesis cuanto para conocer el pensamiento
religioso de los hombres con los que vivimos.
El segundo aspecto -dialogo- nos lleva al Sistema
Preventivo en su capacidad de acercamiento e intercam-
bio, de respeto y simpatfa por las personas aun cuando
no siempre se compartan sus opiniones. Es importante
hacer revivir en nosotros, aquf, rodo el patrimonio espi-
ritual y metodologico que encierra nuestro nombre sfm-
bolo de salesianos: éste nos exige amabilidad, servicio,
dialogo, intercambio paciente. Nos hace pensar, corno

3.4 Page 24

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
22
querfa san Juan Bosco, en nuestro patrono Francisco de
Sales y en su extraordinaria caridad pastora!, sobre rodo
durante su diffcil misi6n de Chablais.
Nos urge adquirir una mentalidad ecuménica capaz
de dialogo.
- Espero que la consideraci6n de estos cuatro mayo-
res problemas, aunque presentados de forma muy sucin-
ta, nos lleve a individuar caminos nuevos: tanto al in-
tensificar la calidad pastora! de la escuela corno al pro-
gramar y realizar el «proyecto seglares» y la dimensi6n
social de la caridad, tanto al relanzar el oratorio median-
te iniciativas de asociacionismo corno al formarse una
mentalidad de dialogo con las diversas experiencias reli-
g10sas.
De ese modo la nueva evangelizaci6n crecera corno
fuerza dinamica en el complejo cambio de época, que es
para nosotros un reto. La fe es energia del devenir y fi-
delidad a la misi6n recibida del Sefior: no es pasividad ni
repetici6n, sino nuevo comienzo. Cuesta, pero es im-
prescindible.
El inmutable centro propulsor
Hay una precisa torna de posici6n en la Declaraci6n
del S1nodo para asegurar la autenticidad de la evangeli-
zaci6n en un contexto tan nuevo y abigarrado. «No bas-
ta -leemos en su texto- trabajar intensamente en la di-
fusi6n de los valores evangélicos tales corno la justicia y
la paz; solo si anunciamos la persona de Jesucristo, po-
dremos Eiecir que nuestra evangelizaci6n es auténtica-
mente cristiana, ya que los valores evangélicos no pue-
den separarse de Cristo, que es su fuente y fondamento
y constituye el centro de rodo el anuncio evangélico» 19•
Se trata de captar y hacer descubrir en Cristo el gran
reto de una opci6n de Dios: no el Dios que podemos
19. Declaracio113.

3.5 Page 25

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23
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
imaginar nosotros, sino el que es objetivamente verda-
dero en si mismo yen la historia; no una elaboracion re-
ligiosa desde abajo, sino una revelacion divina desde lo
alto, de tipo historico; no la profeda imperfecta de un
hombre, sino la encarnacion humana de Dios; no una
repeticion rutinaria, sino el descubrimiento entusiasta
de cada dia. Un Dios que nos ama, un Dios que nos
crea, un Dios que nos habla, un Dios solidario que sufre
y vence con nosotros. No, pues, un Dios desconocido y
lejano, sino un Dios que esta junto a nosotros corno Pa-
dre, un Dios que se hace uno de nosotros, un Dios que
viene para ti y te perdona el pecado, un Dios que te re-
construye desde dentro hasta el punto de hacerce supe-
rar la misma muerte, un Oios que no te quita el dolor,
pero lo hace fructifìcar para la felicidad definitiva. El
Evangelio de Cristo consiste en proclamar a cada uno:
jDios te ama, Dios esta contigo, Dios te salva!
Quiero recordar aqui lo que ya reflexionamos al
afrontar por primera vez e! tema de la nueva evangeliza-
cion. Hay que considerar seriamente -dedamos- un sin-
numero de novedades propias del devenir cultura!; no
hacerlo nos dejaria paralizados. Pero «hoy, corno ayer y
corno mariana, sigue viva, fasciname y decisiva la supre-
ma novedad del Cristianismo en la historia: la Pascua de
Cristo.
»Es una novedad de caracter historico-teologal. No
basta reconocer en abstracto su naturaleza excepcional;
urge presentarla corno la noticia mas importante para
hoy, que asombra, renueva y sabe responder a los inte-
rrogantes mas angustiosos, que abre a la transcendencia
la vida de cada persona y la historia de la humanidad: se
trata de la misteriosa dimension escatologica (o sea, de
la meta fìnal de algun modo ya presente), que incide en
las mismas cukuras humanas, las ilumina, juzga y puri-
fica, y discierne y puede promover sus valores emergen-
tes. La nueva evangelizacion se apoya pienamente en es-
te acontecimiento supremo: jel novisimo por excelencia!

3.6 Page 26

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
24
No hay ni habra nunca novedad mayor que ésta: es cri-
terio de confrontaci6n para cualquier otra novedad; no
envejece; es la perenne y maxima maravilla de la inser-
ci6n de Dios en la historia; es la nueva creaci6n, que se
anticipa ya en este nuestro viejo munda. jHay que saber
hacer visible y comunicar esta novedad suprema!» 20
Asi pues, el Evangelio es éste; no haya otro. No pue-
de cambiar; ni siquiera Dios podria inventar un aconte-
cimiento mayor que éste; es para siempre la expresi6n
suprema de su amor al hombre. Si hablamos de "nueva"
evangelizaci6n es «porque -dice el Sinodo- el Espiritu
Samo hace siempre nueva la palabra de Dios y solicita
continuamente a los hombres en lo mas intimo de su
ser. Es nueva esta evangelizaci6n también porque no es-
ta ligada inmutablemente a una civilizaci6n determina-
da, en cuanto que el Evangelio de Jesucristo tiene fuerza
para resplandecer en todas las culturas»21•
20. Actas del Com,jo Gene-
rai, num. 331, p. 11.
2 1. Declaracion 3.
Papel de los religiosos y protagonismo de los j6venes
La misi6n evangelizadora es tarea de todo el pueblo
de Dios. En el nuevo modo de relacionarse la Iglesia con
el mundo emerge una exigencia de gran relieve para el
compromiso de los seglares. Éstos se hallan en primera
fila dentro de las novedades del orden tempora! y de la
cultura emergente. Sin embargo, a su lado y corno alma
de dinamismo, esta la vida consagrada, que recuerda a
todos, con intensidad especial, que es imposible trans-
formar el mundo y ofrecerlo al Padre sin el espiritu de
las bienavenruranzas 22• Por elio, los religiosos y religiosas
ocupan un puesto estratégico en la nueva evangeliza-
ci6n. La historia nos hace comprobar que a ellos se debe
en gran parte la primera evangelizaci6n de los cinco
continentes. Pablo VI, en la exhortaci6n apostolica
Evangelii nuntiandi, habla con reconocimiento de su
inmensa aportaci6n de ayer y de hoy. «Gracias a su con-
22. Cf. lumern gen tium
3 1.

3.7 Page 27

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25
1. CARTA DEL RECTOR MA YOR
23 . Ev1111gelii nunriandi
69.
24. Act ualme nte hay en
Eu ro pa 460.000; la
mitad d el total mun -
dial.
25. Declaracù!n 5.
sagraci6n religiosa -dice-, ellos son por excelencia vo-
1un tarios y libres para abandonar todo y lanzarse a
anunciar el Evangelio hasta los confìnes de la tierra. Son
emprendedores, y su apostolado esta frecuentemente
marcado por una originalidad y una imaginaci6n que
suscitan admiraci6n. Son generosos: los encontramos
no raras veces en la vanguardia de la misi6n y afrontan
los mayores riesgos para su salud y su propia vida. SC
verdaderamente la Iglesia !es debe mucho»23 Y24
Los graves problemas del contexto tienen necesidad
urgente de la renovaci6n de los religiosos y religiosas,
mediante el testimonio de mayor calidad en su identi-
dad y en su apostolado. «Sus comunidades podran ofre-
cer a toda Europa el testimonio vita! del radicalismo
evangélico, si se hace aun mas intenso en ellos el cultivo
de lo que es esencial en la vida consagrada»25 Ese "si"
nos hace reflexionar. Los principales aspectos que debe-
mos atender son: la primacia de la espiritualidad, la con-
vicci6n fntima de la eclesialidad de los carismas de la vi-
da religiosa y la necesidad de una pastora! de conjunto
que se inspire en el documento pastora! Mutuae relatio-
nes.
He aquf lo verdaderamente esencial: Los religiosos,
primeros evangelizadores de los continentes, vivfan el
ardor de la fe, y eran ap6stoles de la Iglesia y colabora-
dores de los pastores. Dentro de nuestra poquedad, los
salesianos podemos citar nombres corno Cagliero, Fag-
nano, Milanesio, Lasagna, Costamagna, Balzola, Evasio
Rabagliati, Cimatti, Versiglia y Caravario, etcétera. Su
ejemplo nos estimula a renovar la calidad del testimonio
y de la acci6n. Es ya eia.sica la afìrmaci6n de Juan Pablo
II: «Novedad de ardor, novedad de método, novedad de
expres10nes ».
En una entrevista al teologo Max Thurian sobre la
nueva evangelizaci6n, le preguntaron si habfa algun mo-
delo de evangelizador que le atrajera hoy de modo par-
ticular. Sin dudarlo ni un momento respondi6 ensegui-

3.8 Page 28

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
26
da que él veia corno modelo sublime al santo Cura de
Ars, que fue para sus feligreses mediador convincente de
quién es Dios y de su infinita misericordia. Es decir, el
evangelizador necesita una capacidad de contacto y de
trasmisiém del misterio de Cristo que impregne de ver-
dad su existencia persona!: jffias testimonio que razona-
mientos!
Pues bien, si los salesianos nos preguntamos a quién
podemos dirigir nuestros ojos hoy para ver un modelo
en quien inspirarnos, creo que no dudarfamos en decir
que debemos mirar a san Juan Bosco. Ciercamente, no
para profundizar las novedades culcurales de hoy, sino
para reflexionar con él acerca de los cres elementos sefia-
lados por el Papa de cara a la efìcacia de la nueva evan-
gelizacion. San Juan Bosco, evangelizador de los jove-
nes, nos estimula y sirve de modelo en cada uno de los
tres elementos: el ardor, el método y las expresiones.
En el ardor, San Juan Bosco nos ensefia la intensi-
dad pastora! del «Da mihi animas»; es la primada del es-
pfricu salesiano lo que debe caracterizar nuestra novedad
de ardor. Es un compromiso que asumimos en los afios
posconciliares; descuidarlo ahora signifìcaria hacernos
incapaces de educar en la fe.
En el método: o sea, en el arte de educar con que san
Juan Bosco vivio su praxis pastora!, teniendo nosotros
muy en cuenta las interpelaciones accuales de la nueva
educacion 26 El Santo Padre nos escribio la carta Iuve-
num pacris precisamente para revalorizar esce tesoro de
criceriologfa educativa.
En las expresiones: considerando la incesante creati-
vidad apostolica de san Juan Bosco, pensamos, por
ejemplo, en sus iniciacivas (muy originales para sus
comtemporaneos) sobre el riempo libre, sobre el tipo de
escuela popular, sobre la preparacion para el munda del
crabajo, sobre la comunicacion social, sobre la confìanza
en el asociacionismo juvenil. Hoy existen tantas situa-
ciones inéditas, que hacen falca evangelizadores inventi-
26. Cf. Acta, del Conujo
Cenerai 337.

3.9 Page 29

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27
27. D,claraci611 5.
28. Christifid,les laici 46.
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
vos que se muevan con su mismo ardor espiricual y con
sus mismos criterios metodol6gicos.
El XXIII Capitulo Genera! nos invito a refundar el
oratorio con la renovaci6n, en fìdelidad dinamica a los
principios que brillan en nuestro Fundador. Queremos
ser de verdad, inspirandonos en él, protagonistas de la
nueva evangelizaci6n.
El reciente Sinodo, por su parte, hace un llamamien-
to particular a los «j6venes, a fin de que sean ante rodo
ellos mismos los evangelizadores de las nuevas genera-
ciones» 27• Nosotros debemos esforzarnos en ser los por-
tadores y animadores de esce llamamiento, convencidos
de que «los j6venes -leemos en la exhortaci6n Christifi-
deles laici- no deben ser considerados simplemente co-
rno objeto de la solicitud pastora! de la Iglesia; son de
hecho -y a ella deben ser alentados- sujetos activos,
protagonistas de la evangelizaci6n y ardfìces de la reno-
vaci6n social»28
Las disposiciones del XXIII Capiculo Genera! deben
estudiarse con atenci6n en codas las comunidades, a fin
de programar de modo concreto su realizaci6n.
La implicaci6n salesiana
Creo que es obligaci6n del Rector Mayor invitar a los
salesianos a vibrar de manera concreta con la Iglesia en
sus experiencias de Espfritu Santo y en sus audaces pro-
p6sitos apost6licos. El Sinodo de los Obispos de Europa
es un acontecimiento eclesial que nos debe sacudir: en
primer lugar a los salesianos de Europa, pero también
-de diferentes modos- a todos en los cinco continentes.
Asf lo sabran hacer, mas adelante, los de América y los
de Africa después de sus respectivos sfnodos episcopales,
pero su resonancia llegara y afectara a coda la Sociedad
Salesiana. Cada uno de estos acontecimientos es un mo-
mento de gracia para la Iglesia universal y, por tanto, pa-
ra coda nuestra Congregaci6n.

3.10 Page 30

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ACTAS DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
28
Mientras tanto, las cuarenta circunscripciones jurfdi-
cas de Europa estan convocadas, para el proximo mes de
junio, a una reunion de todos sus inspectores en la casa
generalicia para estudiar, junto con el Rector Mayor y el
Consejo Generai, las iniciativas que conviene tornar pa-
ra seguir -de acuerdo con los demas grupos de la Fami-
lia Salesiana- los caminos sefialados por el Sfnodo. En
agosto tendra lugar en Colle Don Bosco la "Confronta-
cion 92" con los jovenes de nuestras presencias europe-
as, para lanzarlos en esca direccion de futuro. Ya hemos
tenido en Roma reuniones con algunos inspectores del
Este acompafiados de sus Consejos, para discernir qué
se puede hacer ante los complejos problemas que han
surgido; lo mismo se ha hecho con los delegados de pas-
toral juvenil de aquellas tierras, porque es preciso crear
coda una novedad de acercamiento a los jovenes.
En una palabra, en sintonfa con el Sfnodo, existe una
voluntad de comunion y de participacion que estimula
sobre rodo la renovacion de nuestra pastoral juvenil. El
hecho de ponerse en camino hace crecer vitalmente en
esas inspectorfas el sentido de Iglesia y ofrecera conti-
nuas y prometedoras sugerencias de creatividad apos to-
lica.
Todas las inspectorfas, pues, deben inspirarse en lo
que significa la celebracion de esce Sfnodo para la Iglesia
universal .
Entre sus aspectos mas estimulances podemos subra-
yar los siguientes:
la conviccion de la importancia historica de la ho-
ra que estamos viviendo y su lectura sapiencial, pa-
ra renovar la accion pastoral;
la educacion en una fe que sea energfa de vida pa-
ra la persona, para la familia y para la sociedad que
se renueva;
la magnanimidad apostolica y la esperanza radica-
da en el poder del Espfritu Santo, para proyectar
grandes compromisos apostolicos de futuro;

4 Pages 31-40

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4.1 Page 31

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29
1. CARTA DEL RECTOR MA YOR
la urgencia y la verdadera naturaleza de la nueva
evangelizaci6n con la centralidad del misterio de
Cristo en la perspectiva de los muchos caminos
que hay que hacer;
la interpretaci6n evangélica de un giro antropolo-
gico frenado por multiples desviaciones ideol6gi-
cas, que requiere la iluminaci6n de la verdad reve-
lada en favor de la libertad humana;
la inculturaci6n del Evangelio corno dimensi6n
misionera de la educaci6n en la fe: un nuevo hu-
manismo que hay que purificar y promover yen el
que aparezca clara también la justa promoci6n de
la mujer;
la superaci6n de todo género de nacionalismos y
continentalismos, para una formaci6n concreta en
la solidaridad universal;
la entrega a la formaci6n del laicado, que ocupa un
puesto de frontera en la misi6n de la Iglesia para
con el mundo;
el intercambio de dones entre experiencias eclesia-
les diversas con el emerger de un vivo testimonio
del misterio de la cruz y de la indispensabilidad vi-
tal del ministerio de Pedro;
el deseo y esperanza de que, en el coraz6n de los
evangelizadores, no haya separaci6n entre espiri-
tualidad, liturgia y teologia, corno testimonio de
sfntesis vita! de la fe;
la formaci6n de la conciencia en el delicado campo
de la conducta mora!; etcétera.
Todos estos aspectos (y otros) estuvieron presentes de
algun modo en el clima de las intervenciones, de los dia-
logos y de los documentos del Sfnodo de los Obispos de
Europa.
Conviene, por tanto, aprovechar esca visita del Espf-
ritu Santo en una hora hist6rica que une cada vez mas a
los pueblos, con sus culturas, hacia una convergencia

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ACTA$ DEL CONSEJO GENERAL, N. 0 340
30
universal, donde la fe cristiana sea luz de verdad y ener-
gia de cohesiém.
Conclusi6n
En el Sinodo se hablo a menudo de Nuestra Sefiora.
Se reconocio muchas veces y emocionadamente su pro-
teccion materna durame los oscuros afios de la cerrible
dictadura. Se insistio en afìrmar que los grandes aconte-
cimientos de 1989 escan ligados a una intervencion es-
pecial de Maria. Su maternidad para con la Iglesia en la
hiscoria es permanente y misteriosamente efìcaz: ella es
verdaderamente la Auxiliadora de los cristianos.
Al cracar de la nueva evangelizacion, el Sinodo vio a la
Sandsima Virgen siempre unida a nosotros en la accicud
orante, en el corazon de la Iglesia corno en Pentecostés,
para pedir con segura esperanza el Espfritu Santo; se re-
cordo a proposito la afìrmacion de Pablo VI: Que la
Virgen Marfa «pueda brillar corno estrella de una evan-
gelizacion que siempre se ha de renovar»29•
Y, corno codos los verdaderos apostoles de la fe tienen
necesidad de continua aucoevangelizacion «mediante la
oraci6n, la meditacion asidua de la palabra de Dios y el
esfuerzo diario de ponerla en praccica»3°, se mir6 hacia
ella corno a modelo aldsimo que «nos ensefia a acoger la
palabra de Dios y a ponerla en praccica con rodo el co-
razon: "su madre conservaba rodo esco en su corazon"
(Le 2,51). Asi acompafio ella, al lado de su Hijo, el co-
mienzo de la evangelizaci6n»31
Los padres sinodales invocaron a Maria con el tfrulo de
"Hodigitrià', porque indica a codos el camino para llegar
a Cristo y para avanzar sin descanso hacia la fe verdadera.
Con idéntica confìanza, fruco de viva esperanza, acu-
dimos también nosocros a ella, convencidos de que toda
nuestra carea de educar a los jovenes en la fe tiene en ella
su maestra y guia.
29. Evnngelii nuntiandi
82.
30. Declnracion 5.
31. Dularacidn, conclu-
si6n.

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31
1. CARTA DEL RECTOR MAYOR
San Juan Bosco nos ensefi.6 a amarla y a invocarla co-
rno Auxiliadora, precisamente por su permanente ma-
ternidad siempre activa en el peregrinar de la Iglesia a
través de los siglos.
Podemos pensar que el reciente Sfnodo ha sido un re-
galo significativo de la Madre de la Iglesia para encami-
narnos mejor hacia las metas del tercer milenio.
Agradezd.moselo y sintamonos invitados por ella a
asumir con valentfa la ardua y compleja tarea de ser hoy
evangelizadores de los j6venes.
Mi saludo cordial a todos en la alegrfa del misterio
pascual.
Con afecro en san Juan Bosco,
EGIDIO VIGANO

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