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RECENSIONI
ALDISIO Salvatore, Scritti, discorsi e interviste, a cura di Giuseppe Costa. Caltanissetta, Centro
Studi sulla Cooperazione « A. Cammarata » - S. Cataldo, Edizioni del Seminario 1987,
362 p.
La figura di Salvatore Aldisio (1890-1964) è in buona parte ancora da esplorare,
nonostante sia « uno dei leaders del movimento popolare cattolico » (testimonianza di Mario
Scelba, p. 12). Alto commissario per la Sicilia, Ministro dell'Interno nel governo costituito a
Salerno per l'Italia meridionale, Ministro in diversi dicasteri nei governi nazionali dopo la
liberazione d'Italia e la fine della guerra, la bibliografia su di lui è piuttosto scarsa e non sempre
sufficientemente matura.
Proprio in ordine a tale auspicata e seria indagine storiografica, l'attuale direttore del
Bollettino Salesiano ha raccolto in un volume alcune decine di « scritti, discorsi, interviste »
racchiusi nell'arco di tempo 1920-1962. Nelle 17 pagine introduttive il Costa traccia un breve
profilo della vicenda umana e soprattutto politica dell'Aldisio.
La segnalazione che facciamo su RSS si deve al fatto che nel volume sono pubblicate due
lettere di interesse salesiano: una indirizzata al Rettor Maggiore don Pietro Ricaldone (p. 144)
del 14 dicembre 1946; l'altra al Rettor Maggiore don Renato Ziggiotti (p. 239) del 9 aprile
1952. In entrambe l'Aldisio fa viva supplica perché i salesiani ritornino a svolgere la loro
missione educativo-pastorale nella sua città, Gela. Giova notare che l'illustre politico, che
aveva conosciuto i salesiani negli anni della sua giovinezza, si mantenne sempre in contatto
con loro. Aiutò anche economicamente la casa salesiana di Gela; operò per la venuta nella
stessa città delle Figlie di Maria Ausiliatrice; diede il suo appoggio a fondazioni salesiane
anche fuori di Sicilia, convinto come era « della grande missione che i PP. Salesiani si erano
assunti nel risanamento e nel riportare a Dio » ambienti lontani e traviati (p. 239).
FRANCESCO MOTTO
AZZI Riolando, Os Salesianos em Minas Gerais. Volume 1: O decénio inicial da obra
salesiana 1895-1904. S. Paulo, Editora Salesiana Dom Bosco 1986, 324 p.
Para compreender a importância que teve o nome de Dom Bosco em Minas Gerais, basta
pensar nos seguintes fatos: Durante o tempo em que D. Orlando Chaves foi Inspetor, só no
Estado de Minas Gerais foram oferecidas aos Salesianos mais de 200 fundações, a maioria das
quais em condições extremamente vantajosas. Dessas ofertas, poucas puderam ser aceitas,
constituindo hoje importante parte da Inspetoria de São João Bosco. Ligados aos Salesianos em
Minas Gerais por diversos títulos eram o Presidente Juscelino Kubitschek, o Prefeito Israel
Pinheiro e outros nomes que se distinguiram na fundação de Brasília, onde a Ermida, o
Santuário, o Colégio de Dom Bosco, a Paróquia do Núcleo Bandeirantes são elementos
indispensáveis na paisagem social e religiosa da Capital da Esperança.

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Recensioni
Lutando contra a carência de documentação, Riolando Azzi inicia uma série de cinco
volumes previstos, para apresentar como Dom Bosco chegou às Alterosas e como aí medrou e
se desenvolveu sua Obra. A meio caminho entre a crònica e a história propriamente dita, o
livro apresenta os primeiros dez anos de existência da Obra salesiana no Estado, seus
momentos felizes e suas crises, buscando enquadrá-los no contexto mais amplo da história
eclesiástica e civil de Minas.
Se nos é licito dar uma sugestão, cremos que, não obstante a dificuldade das fontes e a
amplidão do asunto, não bastará discorrer somente sobre os Salesianos, mas será necessário
falar de Dom Bosco em Minas Gerais, para que se chegue a uma compreensão adequada da
presença salesiana na região.
A.S. FERREIRA
BROCARDO Pietro, Dom Bosco profundamente homem - profundamente santo. S. Paulo,
Editora Salesiana Dom Bosco 1986, tradução brasileira do Pe. António Lages de
Magalhães, 166 p.
Continuando em seu esforço de colocar ao alcance do leitor brasileiro uma sólida
bibliografia sobre Dom Bosco, a Editora Salesiana Dom Bosco lançou, em primorosa tradução,
este livro de Pietro Brocardo, que quis ser uma comemoração dos 50 anos da canonização do
Fundador dos Salesianos. A aceitação que a obra vem tendo em meio ao público nos diz que
foi uma iniciativa feliz.
O livro consta de uma Introdução, seguida de duas partes: Traços, a primeira, e
Dimensões Essenciais, a segunda. Nelas, dentro de escolhas conscientemente assumidas em
pontos fundamentais que os estudiosos discutem atualmente no tocante à figura e à missão de
Dom Bosco, o autor procura integrar o que de melhor e de mais recente existe sobre o assunto.
Para uma futura edição, desejaríamos sugerir duas modificações na obra:
— Para que o livro pudesse ser útil instrumento de trabalho, que se colocassem em nota
as fontes de onde são tiradas as frases de Dom Bosco e os trechos dos autores citados.
— E não crê o autor que, mesmo dentro das opções por ele feitas, falta na segunda parte
uma dimensão essencial para a compreensão de Dom Bosco, Homem e Santo, que é a
dimensão de Educador?
A.S. FERREIRA
DESRAMAUT Francis, L'orphelinat Jesus-Adolescent de Nazareth en Galilée au temps des
Turcs, puis des Anglais (1896-1948). Roma, LAS 1986, 320 p.
« La historia un poco especificada de una comunidad humana enriquece el espíritu. Y es
particularmente fructífera cuando se trata de una comunidad educativa », mucho más cuando
esta obra educativa « va a contribuir a abrir un pueblo [una juventud] de Oriente, al Occidente
tecnificado », estando ubicada en Nazareth. Pero en la Nazareth de finales del siglo pasado y
primera mitad de este siglo, que es decir la Nazareth bajo el imperio turco y luego bajo el
protectorado inglés (1896-1948). Contemporáneamente, como «obra de tipo religioso y
misionero»

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(p. 8), en todo ese período también se halla bajo el especial 'protectorado', ejercido por Francia
« sobre las obras católicas de Levante [Medio Oriente] » (pp. 49-54).
En marco tan llamativo el salesiano Francis Desramaut ha historiado 'detalladamente' el
Orfanato Jesús-Adolescente de Nazareth, obra conexionada con la actividad educativo-
misionero-apostólica del canónigo Antonio Belloni (1831-1903) —el Abouliatama, o sea
Padre de los huérfanos— y de su 'Sociedad religiosa de la Sagrada Familia', fusionada con la
Sociedad Salesiana en 1891, en el momento en que « los primeros contingentes de salesianos
embarcaban para Tierra Santa » (p. 23) a trabajar en las presencias del canónigo Belloni ya
existentes —Belén, Beitgemal y Cremisán— y, de inmediato, a dar vida al Orfanato de
Nazareth en los terrenos adquiridos por el mismo don Belloni.
La fundación y la actual construcción son debidas a la acción de los salesianos franceses
Adrien Nèple (1828-1898) y, en especial, Athanase Prun (1861-1917) —éste último pasado de
la familia religiosa del canónigo Belloni a la Congregación salesiana (pp. 26-34)—, sostenidos
por la ayuda, proveniente sobre todo de Francia y Bélgica, y por la entrega de l'Abbé Maxime
Carón (1845-1929) y de Madame Foâche (1815-1926). Los dos edificios —casa [colegio,
escuela profesional] y basílica de Jesús Adolescente—, que forman parte del 'panorama' de la
Nazareth actual, siguen testimoniando que la finalidad de la obra, aún perfilada o retocada en el
decurso de medio siglo de ardua historia, jamás perdió su identidad. « Los salesianos,
calificándose a sí mismos de 'misioneros', entienden instruir a los católicos, deshacer las
barreras que los separan de los ortodoxos y convertir a los musulmanes. Jesús-Adolescente
forma cristianos católicos... » (pp. 229, 223-224, 25-27...).
Es cierto que el autor presenta el estudio estucturado en su devenir histórico, enmarcando
« la evolución fiel y compleja de la obra: antes de 1918 —durante el dominio turco—, y
después de 1918 —en la época de los ingleses—, hasta la creación del Estado de Israel en 1948
». Pero no es menos cierto que los acontecimientos históricos le interesan en cuanto sirven de
ambientación, ofrecen entorno, limitan los períodos y, sobre todo, por las incidencias que
ocasionan en la que Unamuno denominaba la 'intrahistoria', es decir, la historia vital que
decanta la conducta y el pensamiento de los hombres que « escogitan proyectos, muestran
ilusiones, conocen fracasos, viven horas de gloria » (pp. 8-9). Esta es la historia que le interesa
narrar a F. Desramaut, como lo delatan los mismos títulos de los capítulos, hasta llegar al
último —todo un símbolo en su afán de síntesis conclusiva—: « La vida cotidiana en Jesús-
Adolescente ».
Significativa, por demás, para la defensa de la tesis del autor es también el haber querido
que « la narración abarcase los cincuenta y dos primeros años de la institución (1896-1948)».
Ante todo porque «hasta 1948 Jesús-Adolescente merece, en efecto, el título de orfanatorio. Era
un internado, que brindaba una cultura francesa a los niños recogidos. A partir de 1948, bajo un
nuevo poder[...] el internado se ha convertido en externado, la escuela de enseñanza general es
hoy una escuela técnica ». Pero además « la cultura asimilada por los alumnos de
JesúsAdolescente » —[último subtítulo del estudio]— hasta 1948 « era eminentemente
religiosa y católica » —no por ello 'particularista sino invitante' a 'la fraternidad universal'—;
después de esa fecha « la cultura ofrecida con los años se ha hecho francamente árabe y[...]
sobre todo el medio, en principio cristiano homogéneo, es hoy pluralista, determinando un
cambio muy importante en la educación impartida » (pp. 9, 279-285).

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F. Desramaut, experto en espiritualidad e historiografía salesianas, ha mimado la
redacción de este trabajo, no perdonando, como él mismo asegura, fatiga alguna para prodigar
una rica y precisa documentación: exploración de varios fondos archivísticos, fuentes impresas
preciosas, y una bibliografía selecta y abundante (pp. 915, 293-299). La armónica distribución
de la vasta documentación consigue que el denso y profundo estudio jamás pierda su objetiva
claridad y sea —a pesar, y, tal vez, por su consistencia— de interesante lectura.
JESÚS BORREGO
GHERARDI Luciano, Le querce di Monte Sole. Vita e morte delle comunità martiri fra Setta e
Reno. 1898-1944. Bologna, Soc. ed. Il Mulino, 1986, 331 p.
Il catalogo ufficiale degli uccisi dai nazisti l'autunno del 1944 nei territori dei comuni di
Marzabotto, Grizzana, Monzuno e Vado (Bologna) elenca 315 donne, 189 bambini fino ai 12
anni, 30 giovani dai 12 ai 18 anni, 161 uomini dai 18 ai 60 anni, e 76 oltre i 60 anni (p. 312).
Fra di essi 5 sacerdoti: Don Fernando Casagrande, Don Ubaldo Marchioni, Don Giovanni
Fornasini, P. Martino Capelli, dehoniano, Don Elia Comini, salesiano. Questa presenza di un
salesiano fra i « martiri » di Monte Sole motiva evidentemente la segnalazione che facciamo su
RSS del volume di L. Gherardi, membro dell'Istituto per la storia di Bologna e socio
corrispondente della Deputazione di Storia Patria per l'Emilia Romagna.
Il sottotitolo del libro è immediatamente rivelatore del taglio dato al racconto dei tragici
avvenimenti: al centro non stanno i singoli personaggi, ma le comunità cristiane nel loro
insieme, comunità unite dal vincolo della fede durante la vita e soprattutto nell'ora del supremo
sacrificio, comunità sorrette dai loro pastori, per cinque dei quali, immolati a Monte Sole, si
intende avviare il processo canonico, nella convinzione che la loro morte costituisce il
coronamento dell'eroico esercizio della carità pastorale.
Sulla scorta di fondi archivistici, di documenti familiari, di frammenti di verbali di
processo, di testimonianze più varie, non escluse le personali, l'autore conduce il lettore alla
riscoperta dei valori che erano patrimonio di quelle comunità appenniniche. Si tratta di un
aspetto che fin ora era sfuggito agli studiosi, anche a quanti, nella loro ricostruzione degli
avvenimenti della « resistenza » avevano saputo « resistere » alla tentazione della vana retorica
e della recriminazione apologetica. Fedele al suo intento di illustrare un aspetto inedito di
quelle terribili vicende, il G. lascia ad altri il compito dell'inquadramento storico, sociale,
politico, militare. Così pure sullo sfondo rimane la ricostruzione e l'interpretazione del
fenomeno dei « partigiani ». Neppure è difficile cogliere in tutto il volume un'ombra di
unilateralità. Comunque il processo di revisione in atto fra gli storici non potrà non tener
presente la chiave di lettura offerta dal G.
Il volume, impreziosito da un'ampia documentazione fotografica, è preceduto da un
interessante saggio di Don Giuseppe Dossetti, il quale nello spazio di 47 pagine cerca di
trovare una spiegazione alla tragedia, il perché si sia venuti meno in quella circostanza alle
norme più elementari di civiltà: bambini e donne inermi trucidate, cascine e paesi bruciati,
granaglie e bestiame razziato, prigionieri passati per le armi, mediazioni di sacerdoti rifiutate,
ed il tutto dopo 19 secoli di cristianesimo, in una terra profondamente segnata dalla croce di
Cristo. Facile e difficile

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allo stesso tempo — si licet parva componere magnis — il confronto con l'olocausto ebraico
del III Reich.
Il cap. XIII (pp. 277-318) è completamente dedicato al sacrificio della « comunità
dell'arca » di Salvaro, raccolta attorno al proprio parroco, mons. Fidenzio Mellini (da Don
Bosco incoraggiato a seguire la via del sacerdozio secolare, e da Don Rua spiritualmente
diretto), sostenuta dall'industriosità di quattro suore e consolata dallo zelo apostolico di padre
Martino e Don Comini. L'immagine finale che domina la strage effettuata sull'argine della «
botte » di Pioppe è quella del salesiano che intona il canto delle litanie della Madonna e del
dehoniano che imparte l'assoluzione, sotto i colpi della mitraglia.
Circa la figura di Don Comini segnaliamo qui tre volumi già dati alle stampe: A.
CARBONI, Don Elia Comini. Sacerdote salesiano. Martire del ministero sacerdotale (sesta
ediz. di « Luci di fede e di martirio »); A. ARCHENTI-A. CARBONI, Il messaggio di Don Elia
Comini. Bologna 1980; A. CARBONI, Elia Comini e i confratelli martiri di Marzabotto.
Bologna 1986.
FRANCESCO MOTTO
PALMISANO Nicola, Anche il fragno fiorisce. Don Francesco Convertini, missionario
salesiano. Locorotondo, Pubblicazione a cura della Comunità Civica ed Ecclesiale 1986,
340 p.
A primera vista parece simplemente tratarse de la biografía del misionero salesiano don
Francesco Convertini (1898-1976), esenta 'apasionadamente' por su conterráneo, también
salesiano, el 'locorotondese' Nicola Palmisano. Recoge las vibraciones apostólicas que durante
cuarenta años ha dejado escapar 'Frather Francis' —como llamaban familiarmente a don
Convertini— en el « corazón de Krishnagar » [Bengala], rincón de la inmensa India, y
precisamente en el período que comprenden su transformación y su independencia (1927-
1976). El autor hace una radiografía perfecta del misionero itinerante —« el último » (p. 249),
lo califica—, cuya metodología se reduce a estar en medio de la gente, « del pueblo », sobre
todo juvenil (pp. 255-258), y tantas veces —ya que jamás logró dominar las lenguas étnicas—
transmitir el mensaje evangélico más con gestos vitales que verbales. Pese a estas limitaciones
su 'encarnación' en el pueblo indio fue tan plena que recomendará a los suyos que, cuando le
escriban, lo hagan « sólo a Fr. Francis »; obtuvo en 1950 ciudadanía india (p. 209), y a los que
en Italia —breve visita en 1974— le aconsejaban no tornar a la India, contestó que eso para él
significaría « una traición a mi vocación » (p. 274) porque « aquella gente tiene necesidad
también de mis huesos » (pp. 324-325).
Y, no obstante, la novedad de esta « microhistórica biografía » (p. 7) radica en que « es
una historia humilde, historia de un 'humus', en el que ha crecido Francesco » (p. 17): « la
historia de un aldeano de mis parajes —subraya el autor— semi-analfabeto, partido a los
veintinueve años, 'fuera de su tierra', hacia la lejana India, a portar el anuncio y los signos del
Reino », pero confirmando doquier con su vida « que existe una historia del cristianismo
campesino que, aunque no siempre pueda encontrar cauce de expresión en los canales de la
historiografía oficial, sin embargo pasa realmente, como flujo vital, por la Historia que lo
percibe sólo cuando emergen, como puntas de iceberg, grandes figuras al estilo

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de Papa Juan de los Roncalli, campesinos de Sotto il Monte, o de S. Giovanni Bosco,
campesinos del Monferrato » (p. 8).
Este hilo conductor de la obra lo presagia ya el extraño título —También florece 'il
fragno', « es decir la 'Quercus Troiana', típica de los Balcanes [...] sólo vista en esta zona y en
ninguna otra parte de la Pulia y de Italia » (p. 18)—; lo delata la extensión impropia que da a la
primera parte —subtitulada precisamente Un hombre es su tierra (pp. 15-105)— y lo confirma
en toda la amplísima parte céntrica La bondad camina a pie (pp. 107-289)— que se abre con el
significativo subtítulo: Abrahán, una nueva tierra, signo del paso de la piedra del 'trullo'
puliese al bambú de la cabana india (pp. 216-217), aunque con referencias continuas a sus
orígenes, cultura, gente. Frather Francis de Krishnagar es una proyección del CicciUo 'Otto lire'
—apodo de su padrastro que pasó a él— de Locorotondo (pp. 8, 33, 38...). Esta obra, a más de
presentar los rasgos biográficos de un auténtico misionero, tiende a evidenciar —puntualiza F.
Basile en la cubierta— « las características peculiares de 'la civiltà contadina' que, en la escuela
del prolongado sacrificio, ha conseguido que de este pueblo de hormigas surgiera un gigante,
que amó sobre todo, trabajar por Jesús y por su Reino. En esta obra, por tanto, el autor, al
exaltar la figura de Frather Francis, pretende hacer revivir esencialmente la antropología que
subyace a la base de aquella personalidad: la fe de los padres, la honestidad, el respeto al
hombre... la máxima disponibilidad hacia los demás ».
No desmiente en ningún momento su « género literario de biografía-mensaje ». Cercano
el biografiado en el tiempo, el autor prodiga la fuente testimonial, estando « atento —
advierte— a no dejar caer ni un solo fragmento de testimonio, recogido a través de la entrevista
y de la investigación sobre el puesto o en otras maneras ». Apuntala las fuentes archivísticas
con oportunas y bien selectas « referencias bibliográficas » (pp. 331-335), enriquecidas con
unas 60 ilustraciones que iluminan todo el arco existencial del biografiado.
Teniendo como destinatarios primordiales —« aún sin olvidar a los hermanos salesianos
»— a sus conterráneos, la biografía está escrita en estilo ameno, sencillo, directo —tan directo
que « ha usado con frecuencia el dialecto, traduciéndolo, y ha valorizado términos locales ya
presentes en nuestros diccionarios » (p. 10)—, y con « un cierto naturalismo lingüístico », que
delata al autor no sólo « troppo partecipe della vicenda » sino enamorado de ella.
JESÚS BORREGO
SEAGE Arsenio, La Iglesia en Salta. Fichas cronológicas para su historia (1806-1985). Salta,
Instituto S. Felipe y Santiago de Estudios Históricos de Salta [Boletín n. 39] 1986, 176 p.
«No es una Historia de Salta» (p. 11). Como señala el subtítulo, «este modesto trabajo es
tan sólo una levísima contribución a su conocimiento y adelanto para quien[...] algún día
intente[...] realizar esta imponderable empresa de escribir la Historia de la Iglesia de Salta »,
ayudando este valioso subsidio « a disponer de un acervo cronológico de datos sobre personas
y sucesos no siempre tenidos en cuenta por una historia que se empeña por mantener en pie una
frágil y superada dicotomía: historia laica e historia religiosa » (p. 7).
El 'fichero histórico' consta de una Introducción —Diócesis de Salta: Antece-

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dentes de su fundación (pp. 17-30)—, en la que « tras señalarse que los primeros miembros de
la Iglesia que actuaron en la provincia dependían primeramente de las autoridades eclesiásticas
residentes en la Capitanía de Chile y luego de las del Alto Perú, se consigna la nómina de los
diocesanos del Obispado del Tucumán [fichas 1a a la 26], desde la creación de esta jurisdicción
eclesiástica hasta el surgimiento de la diócesis de Salta», de cuyos obispos (1806-1985) ofrece
la 'ficha sintética'.
El cuerpo del trabajo lo componen las Fichas cronológicas (pp. 31-163): « algo más de
500 fichas donde se registran [desde 1806 a 1985] diversos datos sobre la obra de los obispos y
los más caracterizados sacerdotes de la diócesis, al igual que sobre los sucesos más destacados
que tuvieron lugar en Salta, vinculados directa o indirectamente con la Iglesia » (p. 10). Se nota
la acumulación de fichas en torno al obispado del primer arzobispo de Salta, mons. Roberto
Tavella (19351963), lo que no ha de extrañar habida cuenta que el autor, residente en Salta
«alrededor de 20 años», fue estrecho colaborador (1939-1950) de mons. Tavella —[del que ha
sido biógrafo: Tavella, 3 vols. Rosario 1975-Salta 1981]— y desde hace diez años (1975)
director del «Boletín del Instituto S. Felipe y Santiago de Estudios Históricos de Salta ». Por
tanto se mueve en un terreno tan conocido que el presentador, Luis O. Colmenares, está
convencido que el padre Seage, pese a que «en el libro que tenemos entre manos[...] se ha
limitado a la composición de las fichas correspondientes[...] es el más indicado para utilizar
estas fichas y reconstruir el proceso eclesiástico salteño » (p. 11).
Su riqueza indudable, tanto por el número de las fichas como por su 'valiosa información',
« conforta un excelente regalo para los historiadores », que sería mucho mayor si, al menos en
las fichas más significativas, no sólo en general (pp. 13-15) sino en particular, fuera
identificable la fuente originaria, y su orden cronológico respondiera a los años —y dentro de
cada año a los meses y días—, pues entonces todo el 'fichero' estaría en un contexto histórico
mucho más lógico y comprensible.
Hay que reconocer el meritorio trabajo del padre Seage en este simple 'muestrario', « cuya
lectura es por lo ameno, placentera, útil e ilustrativa », y augurarse como el presentador, « que
en un futuro no muy lejano lleve a cabo esta tarea complementaria » (p. 11) de escribir la
Historia de la Iglesia de Salta.
JESÚS BORREGO