Enviados como Familia Misionera

HARAMBEÉ 2005
Enviados como Familia Misionera


Queridos hermanos y hermanas, amigos de Don Bosco y jóvenes:
Estamos aquí reunidos, una vez más, con ocasión de la nueva expedición misionera salesiana, para celebrar la Harambeé 2005, que este año ha tomado como lema "Enviados como Familia Misionera". Los organizadores han querido organizar su trabajo de animación misionera a partir del aguinaldo para el próximo año 2006.


Ante todo quisiera que fuerais conscientes del lugar que nos acoge, el Colle, cuna de los orígenes de nuestro querido padre Don Bosco y también de su "sueño", que es el sueño de Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de Jesucristo. Éste es, pues, nuestro sueño, porque somos la Familia espiritual y apostólica de Don Bosco.


La realización de la Harambeé en el Colle debe ayudarnos a renovar nuestro sueño, como Familia Salesiana, para hacer realidad el sueño de Dios y los sueños de Don Bosco, el que tuvo aquí en el prado que está al lado de su casa, y que contiene toda su vocación y misión al servicio de los jóvenes, pero en particular el del 1881, desde Valparaíso, en Chile, a Pekín, en China, y que nos hace ver su gran alma misionera.


El Señor continúa buscando y llamando colaboradores disponibles para su maravilloso designio de salvación de toda la humanidad. Deseo que la Eucaristía en la que se procede al envío de la 130 Expedición Misionera Salesiana, que celebraremos dentro de poco, sea el detonante que liberará toda la energía espiritual y la generosidad de corazón de todos vosotros.



De la Harambeé 2004 a la Harambeé 2005


Pero, ¿qué ha sucedido desde el año pasado en el que nos encontrábamos, y también entonces en este mismo lugar?


No hay ninguna duda de que, a nivel mundial y de Iglesia, ha sido un año colmado de acontecimientos trascendentales que han ocupado un gran espacio en los Medios de Comunicación Social. Sólo a modo de ejemplo, recuerdo algunos:


1) El “tsunami”


Creo que ninguno de todos los que vieron las impresionantes escenas de una naturaleza desencadenada, después del terremoto que golpeó a Indonesia, y la gran ola (“tsunami”) que llevó consigo devastación, millares de muertos, sufrimiento y desesperación al sudeste asiático (Indonesia, Sri Lanka y costa sur-oriental de la India), olvidará aquel dantesco cuadro. ¡Y nada menos que un día después de la celebración de Navidad!


Gracias a Dios, a este tsunami natural le sucedió otro tsunami humano hecho de simpatía, compasión, solidaridad y compromiso por dar esperanza y construir el futuro para las víctimas de aquella inmensa tragedia.


Aprovecho la ocasión para dar las gracias por la colaboración de toda la Familia Salesiana que se hizo presente de formas muy distintas para ir en ayuda de las necesidades de la población, y que todavía estamos trabajando en el gran proyecto de reconstrucción.



2) Enfermedad, muerte y funerales de Juan Pablo II


Estoy convencido de que nadie se habría ni siquiera imaginado la reacción que habría provocado en la opinión pública mundial el fin de la vida del Papa Juan Pablo II, como se demostró en la afluencia de millones de personas a la Plaza de San Pedro, la presencia de los grandes jefes de Estado, la de los líderes religiosos en sus funerales, y el fenómeno televisivo inesperado para un acontecimiento del género.


Nos deja un testamento espiritual - su firme defensa en favor del Hombre, que no encuentra su pleno significado y no alcanza su verdadera meta si no es en Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre - y un testamento pastoral, la magnifica "carta de navegación" para la iglesia en los albores del siglo XXI, como es la Novo Millennio Ineunte.


En el testimonio que escribí el día anterior de su muerte, decía: "Si bien me parece muy difícil hablar, en pocas palabras, de una figura excepcional como la suya, que con razón ya ha sido declarado "Juan Pablo el Magno", sin embargo me arriesgo a ofrecer mi personal testimonio del Papa sobre lo que he conocido en él:


1. Juan Pablo II ha sido un hombre extraordinario, por su destacada sensibilidad en favor de la persona humana, por su dignidad y sus derechos. Basta pensar cómo se ha batido por las principales causas del mundo, para reconocer que "nada que fuese verdaderamente humano le era ajeno".
2. Juan Pablo II ha sido una figura carismática, capaz de convocar a millares de personas en torno a sí por su autenticidad, su valentía y su coherencia. Me impresiona grandemente que hasta en las últimas estadísticas sobre la credibilidad de los líderes mundiales él continuaba siendo el más votado.
3. Juan Pablo II ha sido un cristiano convencido, ya desde su juventud, que ha sabido construir su extraordinaria personalidad encontrando inspiración y energía en el Señor y en su Evangelio. Su vida, y también su "pasión" son un reflejo fiel del Señor, al que consagró toda su vida, siguiendo las huellas y modelando toda su existencia según Él.
4. Juan Pablo II ha sido un ciudadano del mundo, que se ha comprometido, sin oportunismos, en las grandes causas que afligen a la humanidad, que en el último discurso al Cuerpo Diplomático Acreditado ante la Santa Sede ha sintetizado en cuatro palabras: vida, pan, paz y libertad. Bajo este perfil, a veces, ha podido ser visto y juzgado hasta como un gran estadista.
5. Juan Pablo II ha sido un Papa que ha guiado a la Iglesia en esta fase de la historia, a finales del segundo milenio y comienzos del tercero, durante nada menos que 26 años, caracterizados por la lucha contra el comunismo, contra toda clase de violencia, de explotación e injusticia, contra el actual salvaje neoliberalismo, y también contra el terrorismo, con decisión, con ‘parresía’, y con fidelidad.
6. Juan Pablo II ha sido un comunicador extraordinario, que se ha servido de los grandes medios de comunicación para llegar al mayor número posible de personas y para hacer llegar a todas partes la "buena noticia".
7. Juan Pablo II ha sido un Sucesor de Pedro que ha sabido preservar "el depósito de la fe", en un tiempo de tanto relativismo y desconcierto, sin ceder a presiones o compromisos.
8. Juan Pablo II ha sido un buen pastor, que ha caminado, como peregrino, hasta los confines del mundo, anunciando a Jesucristo con libertad y con alegría, apoyando siempre sus pasos en el aspecto pastoral y fijando su mirada en la cruz.


Los Salesianos y los miembros de la Familia Salesiana, que hemos tomado el compromiso de rejuvenecer el rostro de la Iglesia, que es la madre de nuestra fe, podemos decir que Juan Pablo II nos ha precedido y nos ha dejado un ejemplo a seguir. En efecto, él ha amado a la Iglesia como se la debe amar, empleando todas sus energías por ella. El Papa ha rejuvenecido a la Iglesia, por que ha creído en los jóvenes, les ha convocado desde todas partes del mundo, ha sabido hablarles de Jesús, y les ha indicado las altas metas que hay que alcanzar: les ha invitado a no ser mediocres, a no conformarse por ser consumidores y espectadores, sino a ser "los centinelas de la mañana", a ser "los santos del tercer milenio".


Su llamada de: ¡"Salesianos, sed santos", que nos dirigió durante el Capítulo General XXV, continúa siendo un programa para todos nosotros!


Hoy todos juntos décimos: Querido Papa Woytiła, gracias de todo corazón por todo lo que nos has dado: un ejemplo de hombre, de creyente, de pastor; y por lo que has sido: un discípulo amante y fiel de Señor y un hijo servicial y generoso de la Iglesia.



3) El Cónclave, la elección y comienzo del pontificado de Benedicto XVI


He tenido la fortuna de participar en la Eucaristía de inauguración del Pontificado de Benedicto XVI, y una vez más he podido ser testigo de una incomparable experiencia de Iglesia y del papel que ésta está llamada a jugar en el mundo hoy.


Pues bien, en su homilía - verdaderamente programática, si bien él mismo ha dicho que no tenía ningún programa y que quería solamente escuchar a Dios y hacer su voluntad - explicando los dos símbolos que se dan a un Papa como signo de su ministerio (el palio y el anillo), Benedicto XVI nos invitaba a colaborar en su papel de "pastor" haciendo nuestra "la santa inquietud de Cristo... para quien no es nada indiferente que muchas personas vivan en el desierto". Y daba el contenido a esta palabra, cuando explicaba el desierto de la pobreza, el desierto del hambre y de la sed, el desierto del abandono, de la soledad, del amor destruido, el desierto de la oscuridad de Dios, del vaciamiento de las almas ya sin conciencia de la dignidad y del camino del hombre. "La Iglesia en su conjunto, y los Pastores en ella, como Cristo deben ponerse en camino, para conducir a los hombres fuera del desierto, hacia el lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquél que nos da la vida, la vida en plenitud". Como Don Bosco, los miembros de la Familia Salesiana, renovamos nuestra vocación en la Iglesia de "pastores de los jóvenes" con la misión de llevarles a Cristo, el único que no desilusiona a sus expectativas más profundas y apaga su hambre y sed de vida, de felicidad y de amor.


Hoy, reunidos en esta Harambeé, acogemos la llamada del Santo Padre, Benedicto XVI que nos ha pedido que no le dejemos sólo en el desarrollo del ministerio apostólico, que le ha sido encomendado. Estaremos cercanos a él con el afecto sincero y cordial, como haría Don Bosco, y colaboraremos con él en su misión pastoral de "remar mar adentro en el mar de la historia y echar las redes para conquistar los hombres al Evangelio", llevándoles "fuera del mar salado de todas las enajenaciones hacia la tierra de la vida, hacia la luz de Dios". He aquí, queridos hermanos y hermanas, y jóvenes, nuestro compromiso como Familia Misionera.


4) La Jornada Mundial de la Juventud en Koeln


También en Koeln la presencia masiva de casi un millón de jóvenes llegados de todas partes del mundo, que ha respondido con alegría y generosidad a la última convocatoria hecha por el Papa Woytiła y confirmada por su sucesor, ha sido una nueva manifestación de la grandeza de ánimo, de fe y de compromiso de los jóvenes, que no se contentan con ser consumidores o sencillamente espectadores de una historia que cambia veloz y profundamente, sino que quieren ser protagonistas y agentes de cambio.


La imagen de los Magos, sugerida de forma natural desde la Catedral de Colonia que tiene el privilegio de conservar sus preciosas reliquias, recordaba el itinerario de fe que todos estamos llamados a realizar tras el ejemplo de aquellas antiguas figuras de los Magos, que nos son ofrecidas como "estrellas" en el camino del hombre moderno sobre las vías de Dios, y sobre todo como modelo para los jóvenes congregados en Colonia para adorar al Señor, que no cesa de manifestar su misterio de amor en la Eucaristía.



5) El año de la Eucaristía


La celebración de la JMG en Colonia ha coincidido con la fase final del Año de la Eucaristía proclamado por Juan Pablo II. El tema específico de la jornada, ya desde su indicación, ha querido remarcar tanto la dimensión eucarística del encuentro mundial de los jóvenes como la peculiar coincidencia del tema con la historia religiosa y cultural de Colonia. "Hemos venido para adorarlo".


Siguiendo la experiencia de peregrinación de los Magos hacia el misterio de Jesucristo, y siguiendo el ejemplo de los grandes santos, el Pontífice ha propuesto a los jóvenes congregados en Colonia una serie de meditaciones ricas de doctrina teológica, densas de espiritualidad, dirigidas a abrir los corazones y la mente, la inteligencia y la voluntad, a la búsqueda del Absoluto que es Dios, a la adoración y alabanza de su infinito amor, donado en Jesucristo y presente en la Eucaristía, fuente de alegría cristiana, una alegría que hay que transmitir al mundo moderno. El mensaje final que Benedicto XVI ha encomendado a los jóvenes de Colonia en la homilía de la celebración de clausura ha recordado la imagen de la «fisión nuclear»: la Eucaristía, por la potencia del amor infinito de Dios, realiza esta "fisión" en el interior más recóndito del hombre, en su corazón, haciendo que todo ser humano que tiene la fortuna - como los antiguos Magos - de encontrar a Jesús y su Evangelio, torne a su propia casa por otro camino (cfr. Mt 2,10), es decir es transformado en el corazón y en la vida, animado por la "inmensa alegría" (Mt 2,10) de haber visto "la estrella", es decir a Jesucristo luz del mundo.
He aquí la llamada de corazón, queridos amigos, que os hago a ser hombres y mujeres eucarísticos. Y os recuerdo que la esencia de la consciencia eucarística es:
- la convicción de que si Dios nos ha amado hasta el extremo de darnos a su propio Hijo, también nosotros debemos amarnos de la misma manera;
- la convicción, pues, de que existimos para la auto-donación, y la prontitud a despedazarnos por los demás;
- la convicción de que solamente a través de la total entrega de nosotros a los demás aprendemos a crecer en Cristo;
- la convicción de que sólo a través de nuestra donación siguiendo a Jesús podemos construir la Iglesia;
- la convicción de que existimos solamente para este propósito, para nuestra plenitud en Cristo, hasta llegar a alcanzar su estatura;
- la convicción de que toda acción, pensamiento, y palabra, debe estar inspirada por esta total gratuidad.


6) Aguinaldo 2005: Rejuvenecer el rostro de la Iglesia


Y como se dice en inglés, last but not least, este año está marcado por el programa espiritual y pastoral que había encomendado a toda la Familia Salesiana: "Rejuvenecer el rostro de la Iglesia" y celebrar de esta forma el 40 aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II, una fecha que no podía ser silenciada porque representa para nosotros el modelo de Iglesia que estamos llamados a ser y a hacer crecer.


Imagino que habéis visto cuántos congresos, simposios, reuniones y conferencias se han organizado en todo el mundo para celebrar este Pentecostés de la Iglesia, a través del cual Dios ha querido renovarla y rejuvenecerla, haciéndola Sacramento del Salvación, Pueblo de Dios y Luz de las Gentes.


Me alegra mucho ver la magnífica acogida que ha tenido el Aguinaldo y las iniciativas a que ha dado origen para hacer que nuestras comunidades y obras estuvieran más claramente al servicio del testimonio, de la evangelización, de la liturgia y de la comunión.


Si bien ya he hecho público el tema de Aguinaldo del 2006 (Prestar un cuidado especial a la familia, cuna de la vida y del amor, y principal lugar de humanización), la del 2005 continúa siendo válida. A este respecto es muy interesante constatar cómo este tema del "rejuvenecimiento de la Iglesia" es recordado por Benedicto XVI una y otra vez.


Y concluyo invitándoos a convertiros cada vez más en una Familia Misionera. Ésta es una marca de la Familia de Don Bosco, y del carisma salesiano.


Nunca caeré en la tentación de pensar que vuestras actividades y lugares son insignificantes. Todo lo que hacéis por el Señor es grande, y no hay lugares insignificantes como lo está demostrando Belén, el Colle o Calcuta.


Mientras contemplamos agradecidos el maravilloso desarrollo del carisma salesiano, hoy presente en todos los continentes, en 130 países del mundo, y damos gracias a Dios y a nuestros misioneros, acojamos los restos que todavía encontramos:
- el Evangelio todavía es desconocido por una amplia mayoría de los pueblos de Asia;
- donde el Evangelio ha sido predicado y la población ha sido bautizada, todavía falta una vida verdaderamente inspirada en Cristo y en los valores del Evangelio: la gente está bautizada pero no evangelizada;
- asistimos en muchas partes del continente a un secularismo tal que se ha establecido una visión antropológica sin Dios, volviendo, los países, a formas de paganismo y convirtiéndoles en tierra de misión;
- y, a pesar de progreso económico, hay miles de millones de hombres y mujeres que viven en extrema pobreza, a nivel de supervivencia, y os pido nuestra intervención solidaria, y llena de compasión.


Renovemos pues nuestra sensibilidad misionera viviendo, celebrando y proclamando nuestra fe, inherente a la vocación cristiana, allí donde vivimos y trabajamos, y poniéndonos a disposición también para la “missio ad gentes”.


Don Pascual Chávez V.
Colle Don Bosco – 25 de septiembre de 2005