ACG 407 _chavez-pg-es


ACG 407 _chavez-pg-es

1 Pages 1-10

▲back to top

1.1 Page 1

▲back to top
1
«Y le dio lástima de ellos, porque andaban como vejas sin pastor, y se
puso a enseñarles con calma» (Mc 6,34)
LA PASTORAL JUVENIL SALESIANA
Roma, 25 de abril de 2010
Domingo del Buen Pastor
Muy queridos hermanos:
Vuelvo a ponerme en contacto con vosotros, augurándoos un tiempo de
gracia en la luz de la Resurrección del Señor Jesús, que con su Misterio
Pascual ha llenado la historia de alegría y de esperanza. Y nosotros somos
sus testigos. Ésta es nuestra vocación y misión: caminar “con los jóvenes
para conducirles a la presencia del Señor Resucitado para que,
descubriendo en Él y en su Evangelio el sentido supremo de la propia
existencia, crezcan como hombres nuevos” (Const. 34).
En el último número de las Actas del Consejo General (núm. 406), os
presenté el Aguinaldo para 2010. Inmediatamente después os escribí de
nuevo para realizar una llamada a la solidaridad fraterna en favor de
nuestros hermanos de Haití. Tras hacer una visita a este país sometido a
prueba tan dura, os escribí nuevamente compartiendo mi experiencia y mi
valoración de la situación, y comunicando a todos el proyecto de
reconstrucción. Renuevo la expresión de agradecimiento por la respuesta
generosa con que todas las Inspectorías se han hecho presentes y por las
numerosas iniciativas de las casas y de las obras para comprometer a las
comunidades educativas en el compromiso de prestar imagen a la
Providencia, tanto para ayudar al pueblo haitiano a resurgir de las ruinas,
como para resucitar como hombres y mujeres nuevos.
Naturalmente, en la Congregación ha habido otros acontecimientos
importantes y significativos, como la unificación de las Inspectorías de
Argentina el 31 de enero de 2010; pero no me detengo a reflexionar sobre
ellos, entre otras razones, porque ANS hace llegar a todos informaciones,
siempre con puntualidad y adecuadamente.

1.2 Page 2

▲back to top
2
En cambio, paso inmediatamente a la presentación de esta Carta. En cuanto
al género literario, es muy diversa de las tres últimas Cartas: la del 150º
aniversario de la fundación de la Congregación Salesiana (ACG 404), la
del centenario de la muerte de don Rua (ACG 405) y la del Aguinaldo
sobre la evangelización (ACG 406). Pero es tanto o más importante que
ellas. En primer lugar, porque hace referencia a nuestra misión, que, como
dice el artículo 3 de las Constituciones, “da su tono concreto a toda nuestra
existencia, especifica el compromiso que tenemos en la Iglesia y determina
el puesto que ocupamos entre las Familias religiosas”. Pero, sobretodo,
porque, obedeciendo a cuanto nos es requerido por el CG26, estamos
llevando a cabo una reflexión sobre nuestra pastoral.
Creo que la reflexión que se está realizando en la UPS, en otros Centros de
Estudio de la Congregación y en la Inspectorías, encontrará un punto de
referencia en esta presentación mía de la Pastoral Juvenil Salesiana.
Efectivamente, en la Carta presento qué se hace en la Congregación y cómo
debería hacerse la Pastoral Juvenil Salesiana. También quisiera ayudar a
comprender el porqué.
La cita bíblica que he escogido para introducir esta Carta me parece muy
iluminadora. A diferencia del conocido fragmento del capítulo 10 del
Evangelio de Juan, en que Jesús se auto-presenta como el Buen Pastor, en
el texto de Marcos 6, 30-44 tenemos una manifestación concreta de la
mente, del corazón y de las manos pastorales de Cristo.
Contemplando la multitud inmensa que le escucha, dice el evangelista que
Jesús “sintió lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se
puso a enseñarles con calma muchas cosas”. Su conmoción de Buen Pastor
se expresa, ante todo, en ponerse a “enseñarles muchas cosas”, y sólo
después en la multiplicación del pan y en saciar a toda aquella gente.
Esto quiere decir que, para Jesús, la primera reacción de la compasión
pastoral es la evangelización, pero inseparable del compromiso para
satisfacer también las necesidades primarias de las personas, como el
comer.
Intento ofrecer una visión coherente y clara del estado actual de la Pastoral
Juvenil Salesiana. Desde ahora os digo que este texto debería ser objeto de
estudio por parte de los Inspectores, de los Consejos Inspectoriales, de los
Directores y de los formandos. Tengo la impresión de que el modelo
pastoral de la Congregación no es precisamente conocido, y menos todavía
asumido, incluso en las Inspectorías más dinámicas y en los agentes
pastorales más celosos. Estoy convencido de que habría que poner en
marcha una auténtica “revolución cultural” en la Congregación, que, al

1.3 Page 3

▲back to top
3
mismo tiempo, sería una verdadera “conversión” a los jóvenes. Por tanto,
espero que la presentación de nuestra Pastoral Juvenil Salesiana sea leída
con la mirada de Jesús, que nos enseña a ver lo que no ven ni siquiera los
que le buscan, o sea, el abandono, la falta de guías en que hoy viven los
jóvenes. De esta manera, nuestra acción educativo-pastoral se convertirá en
revelación de Dios, en manifestación de que “Deus Caritas est”.
1. EL CAMINO DE LA CONGREGACIÓN EN EL DESARROLLO
DE LA PASTORAL JUVENIL SALESIANA DESPUÉS DEL
CONCILIO VATICANO II
La acción educativa y catequística salesiana se estructuró siguiendo el
modelo del Oratorio de Valdocco, dentro del cual, para responder a la
necesidad de los jóvenes, se habían desarrollado una casa para acoger a los
jóvenes sin familia y lejanos de ella, talleres de artes y oficios para enseñar
un trabajo, y una escuela para aquellos jóvenes que podían realizar los
estudios literarios o científicos.
La animación de estas obras fue confiada a algunas figuras que constituían
el núcleo de la comunidad: el Director, centro de unidad y guía de la
comunidad en su compromiso educativo-pastoral; el Prefecto, primer
colaborador del Director y también responsable de la administración; el
Consejero, responsable de la disciplina y del aspecto académico y
organizativo; el Catequista, que animaba el aspecto religioso, la formación
catequística, los grupos... Este modelo guió el desarrollo de las obras
educativas de la Congregación y quedó codificado en las Constituciones y
Reglamentos hasta el año 1972.
En los últimos cincuenta años comenzó a sentirse la necesidad de adecuar
este modelo a las nuevas situaciones sociales. Así se emprendió un camino
de reflexión y de renovación de la práctica educativa y pastoral, que nos ha
conducido al actual modelo pastoral.
1.1 Un largo recorrido
1.1.1 Los primeros pasos: desde el CG19 (1965) al CG21 (1978)
En la Congregación, el CG19 representa el primer acto de conciencia
comunitaria sobre el cambio que se está realizando en el área juvenil y
sobre la exigencia de reformular la praxis educativo-pastoral tradicional. Se
comienza con algunos retoques parciales, pero sobre todo se intenta una
primera renovación de las estructuras centrales de animación y de gobierno
para adecuarlas a la nueva situación, en fidelidad al planteamiento
original1.
1 Actas del CG19.”Las estructuras de la Congregación”. ACS 244, enero 1966, pp. 17-47.

1.4 Page 4

▲back to top
4
Hasta aquel momento, las estructuras de animación y gobierno de la misión
de la Congregación se articulaban según los sectores principales de la
actividad: un Consejero del Capítulo Superior encargado de la escuela; otro
de la formación profesional; el Catequista, que coordina la animación de
los aspectos religiosos y la formación cristiana... Ad experimentum, hasta el
siguiente Capítulo General, el CG19 adopta una estructura de animación
mundial, que manifiesta una visión más unitaria de la pastoral salesiana,
instituyendo el Consejero de la Pastoral Juvenil, que asume la
responsabilidad de animación de todos los sectores de la pastoral salesiana
en las diversas obras2. Coherentemente, en el nivel Inspectorial se
instituyen Delegados inspectoriales encargados de las diversas actividades
con competencias de estudio, desarrollo, organización y coordinación.
Respecto a los contenidos de la Pastoral Juvenil, el Capítulo presenta
únicamente algunas prioridades: El Oratorio “oportunamente actualizado y
adaptado... para que logre atraer y ser útil al mayor número posible de
jóvenes, con variedad de instituciones (centros juveniles, clubes,
asociaciones varias, cursos, escuelas nocturnas”3. Elabora un documento
específico para las Escuelas Profesionales, pidiendo a las Inspectorías que
“constituyan una Comisión para la educación de los jóvenes trabajadores
con competencias de estudio, de documentación y de consulta al servicio
de las casas”4. En el nivel central, bajo la presidencia del Consejero de la
Pastoral Juvenil, constituye una Comisión central para la educación de los
jóvenes trabajadores.
En su esfuerzo por reflexionar sobre la vida y la misión de la
Congregación, el CG20 reformula la misión salesiana y sus destinatarios,
reafirmando la “prioridad absoluta de la Pastoral Juvenil”5, presenta las
actitudes pastorales fundamentales que deben guiar a los Salesianos en su
acción pastoral6 y anima a abrir la presencia salesiana a los nuevas
necesidades de los jóvenes mediante “nuevas presencias” que ensanchen
los horizontes de la acción pastoral realizada en las obras tradicionales7. Al
2 El CG creyó oportuno confiar a un único Consejero toda la Pastoral Juvenil y la parroquial por sus
estrechas relaciones... El Consejero encargado cuidará la formación general en el aspecto religioso, moral,
intelectual en todas las casas salesianas (Oratorios, Internados, Externados, Pensionados, Centros
Juveniles, Círculos, Compañías, Asociaciones Juveniles varias), salvo las competencias de los Inspectores
y la colaboración del Consejero encargado del grupo de Inspectorías, en cuanto se refiere a la parte
estrictamente local de carácter organizativo, escolástico, profesional, etc. Ib., p. 24.
3 CG19, “Apostolado juvenil”, ACS 244, enero 1966, p. 103.
4 Ibidem, p. 125.
5 CG20, núm. 180.
6 Cf. CG20, núms. 360-365.
7 “En bastantes lugares, la misión salesiana no ha sabido encontrar la presencia nueva que exigía un
mundo en transformación. Mucha parte del CG XIX ha quedado en el papel” (CG20, núm. 393).

1.5 Page 5

▲back to top
5
mismo tiempo, revalida la nueva estructura de la animación central de la
Pastoral Juvenil incluyéndola en las Constituciones8.
Asumiendo las orientaciones del CG20, el CG21 vuelve reflexionarlas y las
desarrolla proponiendo los contenidos educativos dentro de un cuadro de
referencia madurado hasta ese momento; propone las líneas fundamentales
para un Proyecto Educativo-Pastoral que responda a la nueva situación de
los jóvenes9; revalida la estricta integración de educación y evangelización
en el sistema educativo salesiano10. Además, compromete a las Inspectorías
a reflexionar sobre el Sistema Preventivo, a estudiar la condición juvenil
actual, a expresar de manera adecuada las finalidades, los contenidos y el
estilo salesiano en el Proyecto Educativo-Pastoral, a constituir y hacer
crecer en toda obra salesiana la Comunidad Educativo-Pastoral11 . Estas
orientaciones serán después codificadas en las Constituciones y en los
Reglamentos por el Capítulo General 2212.
1.1.2 El desarrollo de las líneas del CG22 promovido por el Dicasterio
(1978-1990)
El CG22 había comprometido a la Congregación en una profunda
renovación de la Pastoral Juvenil. Para ayudar a las comunidades y a las
Inspectorías a comprenderlo y asumirlo plenamente, el Consejero de la
Pastoral Juvenil, don Juan E. Vecchi, y su equipo realizan un gran esfuerzo
de profundización de los elementos básicos del Proyecto Educativo-
Pastoral salesiano y de la Comunidad Educativo-Pastoral, ofreciendo
instrumentos prácticos para guiar su elaboración y para cualificar los
programas educativos y pastorales en las diversas obras según las
indicaciones de los Capítulos13. A través de estos instrumentos, el
Dicasterio orienta a las Inspectorías para conocer, asumir y desarrollar en
su situación concreta las líneas centrales del modelo de Pastoral Juvenil
Salesiana como una realidad unitaria y orgánica14.
Es necesario reconocer que este esfuerzo de reflexión, formación y
comunicación sistemático y global es seguido por las Inspectorías en forma
más bien irregular. Mientras algunas Regiones e Inspectores lo asumen y lo
8 Constituciones de la Sociedad de San Francisco de Sales, ed. 1972, art. 137.140.
9 CG21, cf. núm. 14, 80ss, 96ss; cf. núm. 105 (proyecto educativo inspectorial); y sucesivamente para las
diversas obras: núm. 127 (Oratorio); núm. 134 (escuela); núm. 140 (parroquia).
10 Ibidem, cf. núms. 4. 14.
11 Ibidem, cf. núms. 63-68. 79.
12 Cf. Constituciones art. 47; Reglamentos art. 4 y 5.
13 Cf. Los documentos elaborados por el Dicasterio de la Pastoral Juvenil a lo largo de los años 1979-
1988. El elenco se encuentra en La pastorale giovanile salesiana. Quadro di riferimento fondamentale.
Seconda edizione. Roma 2000, pp. 13-14.
14 Véase como síntesis el libro: DICASTERO PER LA PASTORALE GIOVANILE. Pastorale giovanile
salesiana, Roma, 1993. En este libro se reúnen los elementos fundamentales de la Pastoral Juvenil
Salesiana en esquemas brevemente comentados.

1.6 Page 6

▲back to top
6
experimentan, otras, por diversas causas, continúan con el modelo
precedente, a veces cambiando solamente algunos nombres. En general, se
percibe la dificultad de los hermanos y de las comunidades para asumir la
nueva mentalidad y renovar la praxis cotidiana.
1.1.3 Los Capítulos Generales 23 (1990) y 24 (1996)
Posteriormente, el CG23 recoge el camino precedente de la Congregación y
presenta una propuesta unitaria de camino pastoral que sistematiza
orgánicamente todos los elementos fundamentales de la Propuesta
educativa pastoral salesiana.
Decía el Rector Mayor en su Relación al Capítulo sobre el estado de la
Congregación: “El área de la Pastoral Juvenil tiene necesidad de una seria y
nueva consideración orgánica y operativa... Juzgando en el nivel mundial,
se puede decir que el área juvenil ha sido objeto de impulsos generales,
pero no de relanzamientos estructurales innovadores, decisivos y
operativos, con aplicación de personas, medios y orientaciones
obligantes”15. Se puede afirmar que el CG23 constituye la respuesta a esta
necesidad: una presentación unitaria, orgánica y operativa de toda la
Propuesta pastoral salesiana.
El Capítulo propone a la Congregación las líneas fundamentales de un
itinerario salesiano de educación en la fe que responda a la compleja
condición juvenil en sus diversos contextos y que realice en la práctica la
síntesis entre educación y evangelización que caracteriza nuestro sistema
educativo; en forma dinámica y progresiva, presenta los elementos
centrales de las cuatro áreas del itinerario de educación en la fe, áreas que
se corresponden perfectamente con las cuatro dimensiones de la propuesta
educativo-pastoral salesiana, o sea, el área de la madurez humana, el área
del encuentro con Jesucristo, el área de la pertenencia eclesial, el área del
compromiso por el Reino16.
El Capítulo desarrolla también los valores de la Espiritualidad Juvenil
Salesiana, que, como proyecto original de vida cristiana y camino de
santidad, constituye la meta y la aspiración que debe guiar y sostener todo
el camino de educación en la fe17.
Además de presentar los contenidos, los valores y los pasos de la
propuesta, el Capítulo ofrece también algunas orientaciones para hacerla
operativa: la comunidad salesiana, animadora de una comunidad educativo-
15 Cf. “La Società di San Francesco di Sales nel sessennio 1984-1990”. Relazione del Rettor Maggiore (al
CG23), núm. 180.
16 Cf. CG23, núms. 120-157.
17 Cf. CG23, núms. 161ss.

1.7 Page 7

▲back to top
7
pastoral, como el sujeto fundamental de la propuesta18; una animación
pastoral inspectorial que favorezca y promueva la unidad orgánica de los
diversos aspectos de la pastoral (el Delegado Inspectorial de la Pastoral
Juvenil y su equipo)19; la orientación vocacional como elemento calificador
del itinerario20; la importancia de la comunicación social como camino y
forma actual para la evangelización21.
Después del Capítulo, bastantes Inspectorías se empeñaron con esfuerzo y
entusiasmo en poner en práctica concretamente en su propio contexto las
indicaciones del itinerario de educación en la fe. Pero, con frecuencia, la
deficiente formación de los animadores hace que estos itinerarios resulten
poco operativos.
El CG24 profundiza un aspecto central del modelo pastoral, su sujeto
fundamental, la comunidad educativo-pastoral, en la que los Salesianos y
los laicos comparten el espíritu y la misión de Don Bosco. A la luz de una
amplia verificación de la situación y del camino realizado en la
Congregación, el Capítulo presenta las motivaciones eclesiales,
carismáticas y culturales que invitan a ir más allá, y ofrece los criterios de
acción y las orientaciones operativas necesarias.
La novedad, decía el Rector Mayor al concluir el Capítulo, “proviene de la
irrupción de los laicos en el horizonte salesiano y de la inserción de su
experiencia incorporada en el corazón del carisma”22. El Capítulo nos invita
a pasar de la aceptación de los laicos como simples colaboradores a un
verdadero compromiso suyo en la misión, de una ayuda operativa a una
corresponsabilidad propia y verdadera, de las relaciones primordialmente
funcionales a una profunda comunicación interpersonal y de grupo en torno
a los valores de la pedagogía y de la espiritualidad salesiana; y todo esto
con itinerarios sistemáticos de formación cualificada.
De esta manera, el CG24 revalida y profundiza la importancia del CEP,
como la forma concreta de la realización del proyecto educativo-pastoral,
comprometiendo, en clima de familia, a jóvenes, educadores, religiosos y
laicos; define la función específica de la comunidad religiosa salesiana en
la animación del CEP y los criterios fundamentales para la formación
pastoral salesiana que debe animarla23.
1.2 Las metas de este camino
18 Cf. CG23, núms. 232-238.
19 Cf. CG23, núms. 239-245.
20 Cf. CG23, núms. 247-253.
21 Cf. CG23, núms. 254-260.
22 CG24, núm. 231.
23 Cf. CG24, núms. 149-161.

1.8 Page 8

▲back to top
8
A través de este recorrido, la Congregación descubre y reafirma algunos
aspectos característicos de su praxis pastoral, que creo importante presentar
sintéticamente para comprender mejor el conjunto del cuadro fundamental
de referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana.
1.2.1 Una percepción cada vez más profundizada de la nueva situación
de los jóvenes
Los ambientes y los contextos, sociales y eclesiales, se han transformado
profundamente. Los jóvenes viven nuevos valores y tienen nuevos criterios
de vida, que constituyen una verdadera cultura nueva; los eslabones
tradicionales de la transmisión cultural y religiosa (la familia, la escuela, la
Iglesia...) se han debilitado y con frecuencia han entrado en crisis. La
situación en la que hay que realizar la labor educativa y pastoral se ha
diversificado y está en continuo cambio. Por tanto, no es posible limitarse a
pequeños retoques de ajustamiento de la praxis tradicional, ni pensar en un
esquema de acción igual para todos.
Con esta certeza cada vez más explícita, se comienza a diseñar una “nueva”
presencia salesiana entre los jóvenes24, una “nueva evangelización”25, una
“nueva educación”26, incluso un “nuevo sistema preventivo”27. Con estas
afirmaciones se quiere expresar la necesidad de reflexionar y profundizar
los contenidos y el planteamiento de la educación y de la pastoral salesiana,
como respuesta a la nueva situación de los jóvenes.
1.2.2 Un esfuerzo de reformulación de los contenidos y de las
modalidades educativas pastorales tradicionales
Las repetidas y apremiantes llamadas de la Iglesia a renovar la catequesis y
la formación cristiana, sobre todo de los jóvenes insertos en contextos
profundamente secularizados, dando prioridad a la evangelización y a un
anuncio renovado de Jesucristo, así como la experiencia de la inadecuación
de muchas propuestas ofrecidas en nuestros ambientes educativos, hacen
sentir la urgencia de repensar en profundidad los contenidos y las
modalidades de la educación en la fe, en particular en torno a algunos
puntos fundamentales.
24 Cf. PASCUAL CHÁVEZ, Insieme per i giovani dell’ Europa. Intervención final del Rector Mayor en
el encuentro de los Inspectores de Europa, 5 de diciembre de 2004. ACG 388, enero-marzo 2005, pp.
113-115.
25 Cf. EGIDIO VIGANÒ, La nuova evagelizzazione, ACG 331, octubre-diciembre 1989.
26 Cf. EGIDIO VIGANÒ, Nuova educazione, ACG 337, julio-septiembre 1991.
27 Cf. EGIDIO VIGANÒ, Chiamati alla libertà. Riscopriamo il Sistema Preventivo educando i giovani ai
valori. Comentrario al Aguinaldo para 1995, Roma, FMA, pp. 9-12.

1.9 Page 9

▲back to top
9
Ante todo, la unidad y la integridad de la propuesta educativo-
pastoral, superando la fragmentariedad de una praxis que considera
la pastoral como un sector (el aspecto religioso) que se añade a otros
aspectos de la acción educativa, más bien que la cualidad que
caracteriza a toda la propuesta. Pensar la acción pastoral como
unidad orgánica significa verla como un único proceso en el cual los
diferentes elementos que la constituyen se articulan y se califican
mutuamente, contribuyendo conjuntamente a la realización de la
misma finalidad, que es el desarrollo integral del joven, considerado
en la totalidad de su ser.
Una manifestación de esta unidad es la estrecha relación existente
entre las cuatro dimensiones de la pastoral salesiana (dimensión
educativa, dimensión evangelizadora, dimensión asociativa y
dimensión vocacional), que deben ser pensadas y desarrollarse en
íntima relación, especialmente la educación y la evangelización: una
educación que desarrolla el sentido religioso de la vida y abre y
favorece el proceso de evangelización, y una evangelización que
propone a la educación un modelo de humanidad plenamente
lograda y respeta en su desarrollo la dinámica educativa.
El sentido comunitario de la propuesta salesiana, que nace de una
comunidad y crea comunidad. El verdadero sujeto de la pastoral
salesiana es la comunidad educativo-pastoral, en la que los
Salesianos y los laicos comparten el espíritu y la misión salesiana.
En esta amplia comunidad educativa, la comunidad religiosa
salesiana asume funciones específicas de testimonio, de animación,
de comunión y de formación, como afirma el CG2428.
Una mentalidad proyectiva. Aunque la elaboración del Proyecto
Educativo-Pastoral fue ya requerida a las Inspectorías en 197829,
aunque el tal Proyecto quedó también codificado en los
Reglamentos Generales seis años más tarde30, y fue profundizado
por el Dicasterio con un conjunto de orientaciones que aclaraban sus
contenidos y metodología, a pesar de ello, su puesta en práctica
concreta no fue fácil. Las comunidades no lograban comprender que
no se trataba de elaborar un documento en el cual se presentasen las
múltiples actividades e intervenciones que se debían desarrollar en
la obra salesiana, sino, más bien y sobre todo, de organizarlas y
28 “En particular, su función peculiar consiste en testimoniar la primacía de Dios y la entrega total a la
educación evangelizadora mediante las figuras vocacionales del salesiano presbítero y del salesiano
coadjutor; en garantizar la identidad carismática; en ser centro de comunión y de participación; en acoger,
suscitar y convocar a los laicos a participar en el espíritu y en la misión de Don Bosco; en promover la
formación espiritual, salesiana y vocacional” (CG24, núm. 159).
29 Cf. CG21, núm. 105.
30 Cf. Reglamentos Generales, art. 4.

1.10 Page 10

▲back to top
10
coordinarlas, de tal manera que constituyeran un camino progresivo
hacia objetivos concretos y verificables, con claras opciones de
prioridad y secuenciación. Efectivamente, sin esta mentalidad
proyectiva, el proyecto no conseguía guiar y orientar la praxis
cotidiana.
Un estilo de animación que, en la nueva situación juvenil, resalta
algunos elementos centrales del Sistema Preventivo: un estilo de
presencia entre los jóvenes que privilegia las relaciones
interpersonales sobre las institucionales; un acompañamiento que se
preocupa sobre todo de profundizar las motivaciones de las
orientaciones más que del simple cumplimiento; una intervención
que crea comunión y convergencia en torno a un proyecto
compartido más que multiplicar las iniciativas.
1.2.3 Ensanchamiento del campo de acción en respuesta a la nueva
situación
Con la crisis de las empresas educativas tradicionales, emergen nuevos
lugares y nuevas experiencias, que se convierten en significativas para los
jóvenes y en capaces de transmitir valores y estilos de vida. Con la
prolongación de la edad juvenil, surgen también nuevas posibilidades de
formación y compromiso. Un ambiente progresivamente secularizado y la
multiplicación de la marginación juvenil presentan nuevos retos y abren
nuevas posibilidades de educación entre los jóvenes.
Por esto se desarrollan por doquier “nuevas presencias”, que intentan
nuevas formas de acercamiento y de encuentro con los jóvenes, tanto en el
área de la marginación juvenil como en el campo del asociacionismo, que
cuaja en torno a 1988 en el Movimiento Juvenil Salesiano. Surgen también
centros de pastoral juvenil y catequesis, iniciativas de comunicación social
dirigidas a los jóvenes para el desarrollo de los nuevos lenguajes y campos
de expresión juvenil, centros de espiritualidad, una mayor atención al
mundo de los jóvenes universitarios a través de internados y centros
juveniles para ellos, el desarrollo del voluntariado misionero, etc.
Al principio, las parroquias de estas nuevas presencias aparecen como
yuxtaposición y a veces en contraposición con las presencias tradicionales;
pero poco a poco son aceptadas por las Inspectorías e integradas en sus
proyectos educativo-pastorales. Más todavía, el tema de la “nueva
presencia” se extiende a todas las obras, impulsando la renovación de su
praxis pastoral hasta convertirse en formas de presencia y de servicio
educativo entre los jóvenes.

2 Pages 11-20

▲back to top

2.1 Page 11

▲back to top
11
Este nuevo tipo de presencia requiere una nueva implantación educativa y
pastoral, una nueva relación con la comunidad eclesial y con el territorio;
por esto, lentamente pero sin pausa, las Inspectorías renuevan sus propias
presencias e intentan hacerlas más significativas (Escuelas, Formación
Profesional, Oratorios y Centros juveniles...).
A partir del CG20 se da un rápido desarrollo de las presencias parroquiales,
que dejan de ser consideradas como “excepcionales”, y se multiplican en la
Congregación. Pero este desarrollo tiene lugar con una notable dificultad
para asumir en ellas las nuevas perspectivas y la identidad de la pastoral
salesiana. En su relación al CG22 (1984), el Rector Mayor manifiesta las
dificultades encontradas para dar a nuestras presencias parroquiales un
rostro juvenil y un planteamiento coherente con la propuesta educativo-
pastoral salesiana; el modelo operativo de pastoral juvenil y los itinerarios
de educación en la fe no fueron ni explicitados ni asumidos31.
1.2.4 Renovación de las estructuras de animación y gobierno pastoral
en la Congregación y en las Inspectorías
Desde el CG19, la Congregación siente la necesidad de renovar las
estructuras de animación pastoral. En la nueva situación, marcada por la
enorme variedad de contextos en que trabajan los Salesianos, no es
imaginable que un mismo programa o esquema operativo pueda aplicarse
de forma unívoca en todas partes. Las orientaciones y el cuadro de
referencia general deben ser reconsiderados por las Inspectorías para
adecuarlos a la propia situación, en diálogo con las características sociales
y culturales del lugar. Por esto es indispensable desarrollar en las
Inspectorías un sistema de animación y gobierno pastoral capaz de realizar
esta reflexión y de acompañar a las comunidades locales en la puesta en
práctica del modelo pastoral, asegurando también una comunicación ágil
con las otras Inspectorías y con el centro de la Congregación.
La unidad orgánica de la pastoral salesiana exige que haya un único punto
de referencia para toda la pastoral en sus diversas manifestaciones y
sectores, que son el Consejero de la Pastoral Juvenil en el nivel mundial y
el Delegado de la Pastoral Juvenil en el nivel Inspectorial; a ellos compete
animar y guiar los diversos sectores y ámbitos de la pastoral en la unidad y
en la coordinación operativa; y, por esto, junto al Delegado se requiere la
presencia de un equipo que comparta con él la responsabilidad de la
animación.
31 Cf. “!La Società di San Francesco di Sales nel sessennio 1978-1983”. Relación del Rector Mayor (al
CG22), núm. 184.

2.2 Page 12

▲back to top
12
Esta estructura fue plenamente definida ya en el CG2332 y se difundió en
toda la Congregación. La dificultad consiste en que los hermanos asuman
esta importante función de animación pastoral, que no puede reducirse a
organizar algunas actividades con jóvenes o a coordinar algunos eventos o
sectores, sino que debe acompañar a los comunidades locales en su
esfuerzo por realizar el modelo de la pastoral, superando la tendencia al
sectorialismo y creciendo en la mentalidad proyectiva y en la dimensión
comunitaria de la pastoral juvenil. Además, y con la colaboración del
equipo, el Delegado debe coordinar todos los sectores de la pastoral de la
Inspectoría, procurando que en cada sector estén presentes las cuatro
dimensiones fundamentales de la pastoral y que se realice una verdadera
convergencia operativa al servicio de la misión educativa y de la
evangelización de los jóvenes. Esto exige un Delegado a tiempo pleno y
con capacidad de contacto con las comunidades locales y una estrecha
relación de la animación pastoral con el gobierno de la Inspectoría, con el
Inspector y su Consejo.
No fue fácil comprender este nuevo planteamiento y, sobre todo, ponerlo
en práctica en algunas zonas, con la consiguiente lentitud, excesiva en la
asimilación y práctica, del modelo pastoral. Se comprobó que las
Inspectorías que cuentan con un equipo de animación pastoral constituido
sobre criterios renovados, con un Consejo Inspectorial que dedica tiempo a
la reflexión pastoral, con un continuo diálogo e intercambio con el
Dicasterio y con otros organismos intermedios de animación (Conferencias,
Centros nacionales, etc.), de hecho avanzan en el desarrollo de una pastoral
juvenil salesiana dinámica, significativa y adaptada a las nuevas
situaciones.
1.2.5 El foco de atención: la calidad de la acción educativa pastoral
Una primera mirada al camino recorrido a partir de 1970 nos muestra un
desarrollo de tipo primordialmente extensivo. Esto era exigido sobre todo
por los nuevos frentes misioneros, por las necesidades sociales emergentes,
por la inserción de fuerzas laicales en nuestras obras. Por esto tuvo lugar
un engrandecimiento de cada obra y una multiplicación de las presencias en
casi todas las Inspectorías.
A veces esta extensión acabó produciendo una disminución en la calidad de
las comunidades, debilitadas y sobrecargadas de funciones de organización
y de gestión. Pero sobre todo no regeneró las fuerzas como se esperaba.
En estos últimos veinte años se ha insistido sobre todo en concentrarse con
preferencia en la calificación de la acción educativo-pastoral. En no pocos
32 Cf. CG23, núms. 243-246.

2.3 Page 13

▲back to top
13
sectores de nuestra compleja sociedad, la calidad se presenta hoy como
condición para ser significativos y también para generar cantidad. En
consecuencia, se ha intentado concentrar todos los esfuerzos de animación
en la calidad, sobre todo en los siguientes aspectos:
No contentarse con una pastoral de los primeros pasos, del
entretenimiento, de las propuestas genéricas al gran grupo o de la
dedicación exclusiva a la administración o a la gestión de las
actividades, sino concentrar las intervenciones en el objetivo de la
maduración humana y de la educación en la fe, con propuestas
explícitas y fuertes, dedicando tiempo y recursos a seguir
sistemáticamente a los grupos y a las personas, ofreciendo diversidad
de propuestas según el nivel alcanzado...
Asegurar un camino sistemático de evangelización (anuncio de
Jesucristo) y de educación en la fe, capaz de llevar a los jóvenes al
encuentro personal con Jesús y con la Iglesia; educar en el sentido
vocacional de la vida y en el compromiso solidario, que suscite y
acompañe vocaciones de especial compromiso y consagración en la
Iglesia y en la Familia Salesiana.
Desarrollar la dimensión educativa en nuestras obras y en nuestras
propuestas, promoviendo la personalización de los valores y la
búsqueda del sentido cristiano de la vida, cuidando el tipo de cultura
que transmitimos en los contenidos y en las metodologías educativas
empleadas, estimulando la atención y la aceptación de los otros y el
cuidado del bien común, prestando especial atención al desarrollo de
la dimensión religiosa de la persona...
Comprometer con más corresponsabilidades y calificar a los agentes
de la pastoral, comunidades salesianas, laicos colaboradores,
animadores juveniles, etc., para hacerlos capaces de responder
adecuadamente a los retos educativos y pastorales de los jóvenes de
hoy y vivir con entusiasmo y dinamismo la misión.
Éstas han sido las preocupaciones prioritarias en la animación pastoral
en estos últimos años.
2. LA SITUACIÓN ACTUAL
Al final de los años ochenta existía un patrimonio de reflexión y praxis
pastoral salesiana extraordinariamente rico y consistente. Se sentía la
necesidad de tener una completa visión de conjunto y de recoger en una
síntesis orgánica y compartida las líneas fundamentales para facilitar su
asimilación personal y la orientación de la praxis. El Dicasterio de
Pastoral Juvenil intentó responder a esta necesidad ofreciendo a las

2.4 Page 14

▲back to top
14
Inspectorías y comunidades esa síntesis orgánica y promoviendo en
estos últimos años un proceso sistemático de formación pastoral, en
particular de los hermanos que tienen responsabilidades de animación y
de gobierno, insistiendo en algunos puntos que conviene recordar33.
2.1 Conocimiento y asimilación del modelo de pastoral
Las diversas Inspectorías y comunidades hicieron un esfuerzo notable
de asimilación y se comprometieron a poner en práctica las líneas
fundamentales del modelo pastoral, para responder cada vez mejor a las
nuevas exigencias de la juventud. En este camino se experimentaron
algunas dificultades, como el descarte entre la cantidad de propuestas
recibidas y la posibilidad de actuarlas, el diverso ritmo de asimilación
de la nueva mentalidad pastoral por las comunidades e Inspectorías, el
aumento de la demandas y de las necesidades, que impulsa muchas
veces a una acción dispersa y poco programada, que deja poco espacio a
la reflexión. La consecuencia de todo esto es que las Inspectorías logran
asimilar, y sobre todo traducir a la práctica, las orientaciones de la
Congregación con fatiga y de forma limitada.
En estos años se ha presentado y profundizado este modelo pastoral con
todos los equipos interinspectoriales de Delegados de pastoral juvenil,
verificando el camino realizado, clarificando los elementos
fundamentales, en particular la comprensión de la unidad y de la
integridad de la pastoral salesiana en la pluralidad de obras, servicios y
actividades, ayudando a superar el sectorialismo todavía muy presente.
Se ha estudiado el modelo pastoral también en los encuentros de
Inspectores en las Conferencias inspectoriales; han sido acompañadas
algunas Regiones e Inspectorías, promoviendo en ellas un conocimiento
mayor de las líneas fundamentales y una coordinación pastoral más
eficaz.
No obstante, en este esfuerzo de asimilación se perciben con frecuencia
concepciones reductoras de la pastoral, como cuando ésta se reduce a la
acción inmediata; estas reducciones favorecen una visión poco unitaria
entre pastoral, vida comunitaria y espiritualidad, dificultando la vivencia
de la unidad vocacional y el desarrollo íntegro del “Da mihi animas”.
La espiritualidad salesiana, expresión concreta de la caridad pastoral,
constituye un elemento fundamental de la acción pastoral salesiana: es
la fuente de su vitalidad evangélica, el criterio para discernir y afrontar
los retos cotidianos, la fuente del entusiasmo y de la pasión apostólica,
33 Cf. DICASTERO PER LA FORMAZIONE GIOVANILE, La pastorale giovanile salesiana.Quadro di
riferimento fondamentale, seconda edición, Roma 2000.

2.5 Page 15

▲back to top
15
el fundamento de la unidad de todos los que comparten y colaboran en
la misión. “Para nosotros la recuperación de la espiritualidad no puede
separarse de la misión... Por eso resulta inconcebible e injustificable
defender que la misión es un obstáculo para el encuentro con Dios y
para cultivar la intimidad con Él”34.
De igual manera, la vida comunitaria no es solamente una ayuda
práctica para la eficacia de la acción pastoral, sino que constituye un
elemento fundamental de ella. “Vivir y trabajar juntos es para nosotros,
salesianos, una exigencia fundamental y un camino seguro para realizar
nuestra vocación” (Const. 49). Como nos recordaba el CG25, “el primer
servicio que esperan los jóvenes de nosotros es el testimonio de una
vida fraterna que sea respuesta a su profunda necesidad de comunión,
propuesta de humanización, profecía del Reino, invitación a acoger el
don de Dios”35.
Espiritualidad, comunidad y acción pastoral expresan juntas la riqueza
de nuestra misión desde puntos de vista diversos, y deben pensarse y
vivirse en continua relación y en profunda unidad.
2.2 Una relación más sistemática del Dicasterio con los equipos de
Delegados inspectoriales de la Pastoral Juvenil
Una estrategia importante en este esfuerzo ha sido la de promover en
todas las Regiones o grupos de Inspectorías la colaboración sistemática
de los Delegados inspectoriales con encuentros regulares de
verificación, estudio y programación. El contacto frecuente y el
acompañamiento de los equipos inspectoriales desde el Dicasterio ha
permitido orientar la acción pastoral de cada Inspectoría según las
directrices de la programación del sexenio y promover una fecunda
relación entre ellos.
Para facilitar esta relación y diálogo entre el Dicasterio y los equipos de
los Delegados inspectoriales se ha realizado la “Consulta Mundial” con
representantes de todos los grupos interinspectoriales de Delegados, que
constituye un momento fuerte de reflexión y de profundización sobre
aspectos centrales de la pastoral, y que favorece la unidad de visión y de
orientación.
Mirando a las diversas Inspectorías, se comprueba que, en su mayoría,
se ha comprendido y apreciado la función de animación del Delegado
Inspectorial y del equipo, por ejemplo en la elección del Delegado, en la
continuidad en el servicio, en la verificación y reflexión del equipo
34 CG25, núm. 191.
35 CG25, núm. 7; cf. también núm. 192.

2.6 Page 16

▲back to top
16
inspectorial para hacerlo más operativo y eficaz, etc. No obstante, hay
que reconocer que en algunas Inspectorías se debe reforzar más esta
figura del Delegado y su función como coordinador de toda la Pastoral.
2.3 Algunos aspectos de la renovación pastoral
Apertura generosa y creativa a nuevas fronteras juveniles, sobre
todo a las nuevas y viejas pobrezas (chicos de la calle, drop-out,
inmigrantes...), al mundo del asociacionismo juvenil y a los
nuevos lenguajes (música, teatro, turismo...), al voluntariado y, de
manera más modesta, pero significativa, en el área de la
espiritualidad juvenil (casas y equipos de espiritualidad juvenil).
En la realidad, estos sectores todavía no han sido totalmente
integrados en el Proyecto de las Inspectorías, encuentran
dificultades para su coordinación con las presencias más
institucionalizadas, como las escuelas, las parroquias, etc., y con
frecuencia su gestión y organización requieren un esfuerzo tan
grande, que a los salesianos encargados les quedan pocas energías
para cuidar la calidad y sistematicidad de la propuesta educativa
que se ofrece en ellas.
Una renovada sensibilidad para dar más calidad educativa y
evangelizadora a la propuesta educativo-pastoral que ofrecemos
en nuestras obras, a través de un repensamiento del Sistema
Preventivo para adecuarlo a los nuevos retos que presenta el
mundo de la educación, a las nuevas exigencias del trabajo con
los jóvenes en riesgo, a la urgencia de la renovación de la
evangelización y de la educación en la fe.
Pero esta voluntad de renovación encuentra dificultades para
traducirse en programas y procesos concretos. De hecho, nuestra
pastoral es todavía poco misionera, es decir, presta una escasa
atención al primer anuncio y al anuncio renovado del Evangelio,
no encuentra la forma de adecuarse a las posibilidades del gran
grupo, aún sin olvidar las necesidades de los más abiertos y
disponibles; falta sistematicidad en la pastoral vocacional,
animada por la comunidad e insertada verdaderamente en la
pastoral juvenil ordinaria. Por esto, la gran multiplicidad de
iniciativas que se promueven logran con dificultad generar un
sólido itinerario de educación en la fe, que ayude a los jóvenes a
personalizarla e integrarla en su vida.

2.7 Page 17

▲back to top
17
Procesos sistemáticos de formación pastoral y salesiana de los
educadores
En las Inspectorías existe la preocupación por la formación
pastoral y salesiana de los colaboradores y de los animadores
juveniles, con múltiples iniciativas: cursos de formación de
profesores de las escuelas y centros de formación profesional,
centros de formación para los animadores juveniles, encuentros
diversos en las comunidades e Inspectorías, etc. Además, hay
algunos centros para la formación pastoral y salesiana de los
Salesianos y de los colaboradores laicos, como el Centro
Regional de Formación Permanente de Quito, para la Región
Interamericana, el cual ha integrado en su programa la formación
pastoral y está desarrollando un curso de formación pastoral para
los Delegados y miembros de los equipos inspectoriales de
pastoral juvenil; el Centro Don Bosco de Lyón (Francia) o el
“DonBoscovormingscentrum” de Bélgica Norte, etc. En
colaboración con las IUS y la Comisión Americana de la Escuela
Salesiana en América se ha iniciado un curso virtual para la
formación salesiana de los docentes de la escuela, según las líneas
del segundo encuentro continental (Cumbayá II), en el cual han
participado ya 702 profesores.
En este campo de la formación pastoral se debe cuidar mucho
más la sistematicidad de las propuestas, su repercusión en la vida
cotidiana de las obras, la coordinación y la participación mutua de
las iniciativas y de los programas, un planteamiento según el
modelo de la Pastoral Juvenil Salesiana que favorezca una visión
más unitaria e integrada de la pastoral; además, se debe cuidar el
trabajo en equipo y en red, y el desarrollo de metodologías
adecuadas para afrontar positivamente la complejidad de la
pastoral y superar el sectorialismo.
El objetivo estratégico que hay que perseguir de manera especial
es la formación pastoral de los Salesianos, para que puedan
convertirse en animadores del nuevo modelo de Pastoral Juvenil y
asumir sus función específica de promotores y guías de la
formación salesiana y pastoral de los colaboradores36.
3. LOS DIVERSOS SECTORES DE LA PASTORAL JUVENIL
SALESIANA
La pastoral juvenil salesiana se realiza en un territorio concreto a través de
una “pluralidad de formas, determinadas en primer lugar por las exigencias
36 Cf. CG24, núm. 159.

2.8 Page 18

▲back to top
18
de aquellos a los que nos dedicamos” (Const. 41) y por los ambientes en los
que viven los jóvenes, sobre todo los ambientes de empobrecimiento
económico, político y cultural. A través de esta pluralidad de obras y de
servicios se manifiesta su unidad y, al mismo tiempo, su riqueza. Cada obra
y estructura aportan su propia especificidad al conjunto y contribuyen a
realizar el criterio oratoriano del artículo 40 de las Constituciones. Para
expresar con claridad esta unidad de la pastoral salesiana en el territorio y
en la Iglesia local, las diversas obras y servicios que constituyen una
presencia salesiana en un determinado territorio deben pensarse en mutua
referencia y complementariedad37 .
3.1 Los Oratorios y los Centros Juveniles
El Oratorio está en el origen y constituye el prototipo de toda obra
salesiana. Como tal es también hoy la primera forma de presencia salesiana
entre los jóvenes. No obstante, la realidad del Oratorio asume hoy múltiples
formas y características, intentando responder a las necesidades y
expectativas de los jóvenes y llegar al mayor número posible de ellos, en
particular de aquellos que son más pobres y necesitados.
En diciembre de 2007, en la Congregación teníamos 635 Oratorios festivos
o de fin de semana38, más 164 Oratorios diarios que ofrecen diversos
servicios a los jóvenes después del horario escolar; también existían 529
Centros Juveniles para los adolescentes y jóvenes; muchos de ellos ofrecen
a los jóvenes desocupados y al margen del sistema escolar la posibilidad de
adquirir una formación de base o de prepararse para un trabajo; algunos
también intentan recuperar a jóvenes en situaciones graves de riesgo social.
Esta variedad de formas constituye una gran riqueza, ofrece múltiples
posibilidades de contacto con la masa de muchachos, adolescentes y
jóvenes, y es un gran recurso educativo. Pero presenta también el riesgo de
centrar la dinámica del Oratorio casi exclusivamente en las actividades
lúdico-recreativas, disminuyendo las más específicamente educativo-
formativas. Por eso, varias Inspectorías se han empeñado en repensar la
identidad del Oratorio y del Centro Juvenil y en recrear su original
metodología pastoral, comprometiendo a las comunidades salesianas y a
las comunidades educativas juntamente con los diversos grupos de la
Familia Salesiana. Un empeño que hay que animar y acompañar.
Se quiere asegurar la apertura del Oratorio-Centro a todos los jóvenes, de
manera especial a los más pobres o en riesgo, que no consiguen integrarse
37 Cf. DICASTERO PER LA PASTORALE GIOVANILE, La Pastorale Giovanile Salesiana. Quadro di
riferimento fondamentale, seconda edizione, Roma 2000, pp. 63-64.
38 Los números expuestos en ésta y en las otras secciones de esta parte están tomados de Dati statistici.
Allegato alla Relazione del Rettor Maggiore, CG26, Roma 2008.

2.9 Page 19

▲back to top
19
en otras estructuras y propuestas educativas, de modo que el Oratorio sea la
frontera misionera de la comunidad cristiana. Se busca una metodología
pastoral que logre responder a las necesidades más inmediatas de la gran
masa de los jóvenes, pero sin olvidar las propuestas más comprometidas y
exigentes para los jóvenes dispuestos a seguir un camino formativo en
profundidad.
El mismo ambiente del Oratorio de Valdocco, mientras respondía a las
necesidades de diversión y de una elemental formación para la mayoría de
los jóvenes, ofrecía a los mejores propuestas serias de formación y de
compromiso cristiano. Más todavía, existía en él una dinámica que
suscitaba en los jóvenes el deseo de crecer y de profundizar la propia
formación, pasando desde las simples necesidades deportivas o de
instrucción a compromisos más sistemáticos y profundos de formación
humana y cristiana, desde ser consumidores de actividades a ser
protagonistas y animadores de ellas y creadores del ambiente educativo al
servicio de los compañeros. ¿Cómo traducir hoy en nuestros ambientes
oratorianos esta característica de los orígenes?
Otro reto al cual se quiere responder es hacer del Oratorio-Centro Juvenil
una verdadera comunidad educativa con una fuerte identidad y dinámica
formativa, que se expresa en un ambiente profundamente humano y
cristiano, en el cual se ofrece una presencia significativa de los Salesianos y
educadores entre los jóvenes, compartiendo su vida, las diversas propuestas
educativas según la realidad y las necesidades de los mismos jóvenes, el
desarrollo de la corresponsabilidad de los laicos y de los jóvenes
animadores en torno a un PEPS, compartido por todos, una dinámica
formativa y un acompañamiento adecuado de los grupos y de las personas,
que ayude a personalizar las propuestas y las oportunidades ofrecidas.
3.2 La Parroquia confiada a los Salesianos
El compromiso de los Salesianos en el campo parroquial se expresa sobre
todo a través de las parroquias confiadas a la Congregación y las parroquias
misioneras. Su número ha crecido notablemente en estos años. En el año
2007 existían 1212 parroquias confiadas a la Congregación y parroquias
misioneras, en las cuales más de 3.000 salesianos cuidaban pastoralmente
más de once millones de fieles.
La mayor parte de estas parroquias se encuentran en barrios populares o en
territorios de primera evangelización. En muchos lugares, la parroquia
confiada a los Salesianos está acompañada por el Oratorio, por la escuela e
incluso por un Centro de promoción social, con una atención particular a
los jóvenes en riesgo. De este modo, los Salesianos, insertados

2.10 Page 20

▲back to top
20
directamente en la estructura de una Iglesia particular, le ofrecen la
aportación original de su carisma.
A pesar de la notable cantidad de parroquias confiadas a la Congregación,
con frecuencia este sector de la pastoral salesiana no recibe la atención, el
acompañamiento y la coordinación convenientes de las Inspectorías. En
estos años se están promoviendo encuentros regulares de párrocos y
salesianos comprometidos en parroquias para su formación y coordinación,
encuentros interinspectoriales o nacionales para profundizar algunos retos
en nuestra presencia salesiana en el campo parroquial; pero queda todavía
mucho por hacer, y por hacer mejor.
He aquí algunos aspectos que profundizar con urgencia:
Asegurar la identidad salesiana en el trabajo pastoral que se realiza en
la parroquia. Esto exige asumir ciertas opciones carismáticas en la vida y
misión de la comunidad parroquial; en particular:
- construir la parroquia como comunidad de fieles animada por la
comunidad religiosa salesiana; una comunidad articulada en grupos
y comunidades menores en las cuales haya una comunicación mayor,
un compromiso más intenso, una participación más real y una
relación visible entre todos estos grupos y el ambiente humano y
social de la parroquia;
- ofrecer a todos una propuesta sistemática de evangelización y de
educación en la fe, promoviendo una pastoral más misionera, que
busque y entre en contacto con todos, sobre todo con los jóvenes y
con los alejados, que puede convertirse de esa manera con frecuencia
en el primer lugar de encuentro simpático y significativo con la
Iglesia, con una propuesta de evangelización o de primer anuncio
para los alejados y un itinerario continuo y gradual de educación en
la fe, sobre todo para los jóvenes y las familias;
- promover una opción juvenil que asegure que la pastoral juvenil no
sea solamente un sector junto con otros, sino la cualidad que
caracteriza toda la vida de la parroquia, de modo que los jóvenes se
encuentren “en casa” en la parroquia salesiana.
2º Otro reto importante consiste en promover una metodología pastoral
más misionera y salesiana, con gran sensibilidad educativa, capaz de
recibir a las personas en el punto en que se encuentran para suscitar en
ellas el deseo de abrirse a la fe y de comprometerse en un camino
continuo y gradual de vida cristiana, en sintonía con las preocupaciones
y experiencias de su vida cotidiana, especialmente de los jóvenes,
descubriendo en ellos las semillas del Evangelio y la acción del Espíritu.

3 Pages 21-30

▲back to top

3.1 Page 21

▲back to top
21
3º Además, se debe ayudar a las comunidades parroquiales a elaborar el
Proyecto pastoral unitario y compartido, que proporcione unidad a
todas las iniciativas que se ofrecen en ella.
Para continuar en esta dirección es fundamental cuidar la formación
pastoral de los Salesianos dedicados a la animación de la parroquia y de
los laicos colaboradores, y una coordinación inspectorial capaz de
acompañar y sostener las comunidades parroquiales en este camino.
3.3 La Escuela y el mundo de la educación formal
La presencia salesiana en el campo de la educación formal, y en
particular en la escuela, es una de las más consistentes, significativas y
difundidas.
En 2007 la Congregación era responsable de 1208 Institutos escolásticos
de diversos niveles, con un poco más un millón de alumnos, sobre todo
en la franja de los preadolescentes, aunque en este último sexenio han
aumentado notablemente los alumnos de las escuelas superiores, y en
particular de las de nivel universitario. Los Salesianos que trabajan en el
campo escolástico son 2286 a tiempo pleno y 1364 a tiempo parcial, con
la colaboración de una multitud muy grande de laicos, casi 60.000.
La escuela salesiana es una presencia cristiana significativa en el mundo
de la educación y de la cultura; ayuda a los jóvenes a prepararse
dignamente para la vida y contribuye a formar la mentalidad y a
transformar la sociedad según los valores humanos y cristianos; por
esto, resulta un instrumento fundamental para la evangelización. En
bastantes naciones de Asia y África la escuela es con frecuencia la única
forma de presencia eclesial consentida y en ella la comunidad cristiana
ofrece un testimonio de servicio desinteresado a los sectores más pobres
de la sociedad, un ambiente humano traspasado por los valores
evangélicos, como testimonio silencioso de Jesucristo y también como
una preciosa oportunidad para las familias cristianas del lugar para
educar cristianamente a sus hijos.
En estos años, la Congregación ha realizado un notable esfuerzo para
renovar su presencia en este campo, sobre todo en los siguientes
aspectos principales:
La calidad educativa y pastoral del ambiente en que se vive, de los
programas y de las propuestas que se ofrecen, de la metodología que se
emplea, de las mismas estructuras y recursos materiales, de las personas
comprometidas en ella, a través de un PEPS operativo y compartido por

3.2 Page 22

▲back to top
22
toda la comunidad educativa, de manera que sea capaz de orientar y
guiar la dinámica cotidiana de la escuela.
En este sentido es importante superar el peligro de considerar la pastoral
como un sector al lado de otros, más bien que como la cualidad de toda
la vida de la escuela, de la cultura, de la metodología, de las relaciones,
de las propuestas, etc. que se presentan y realizan en ella. A veces esto
se halla bien presentado en los documentos, pero queda un reto, que es
conseguir traducirlo a la práctica en la vida cotidiana de la comunidad
educativa.
La comunidad educativo-pastoral: intentar construir una escuela
como comunidad humana al servicio de la educción y de la
evangelización de los jóvenes, y no solamente como una institución de
servicios educativos. Una escuela es una comunidad educativo-pastoral
cuando en ella el centro está constituido por las personas, sobre todo los
jóvenes, con relaciones interpersonales, compartiendo los valores de la
pedagogía y de la espiritualidad salesiana, con la corresponsabilidad y el
protagonismo de todos en sus diversas funciones.
3º Una escuela plataforma de eficaz y normal evangelización, de
manera especial a través de la promoción y de la transmisión de una
cultura y de una mentalidad inspirada en los valores evangélicos. En el
campo de la educación, la pastoral juvenil salesiana debe promover en
los jóvenes no sólo una vida cristiana, sino también una cultura
inspirada en la fe y en los valores evangélicos, que sea una alternativa a
la cultura ambiental, caracterizada muchas veces por el secularismo, el
relativismo, el subjetivismo, el consumismo.
Los contenidos culturales que se ofrecen en la vida cotidiana de una
escuela, en las diversas disciplinas, en la metodología, en el ambiente y
en las relaciones, etc., no siempre reciben la atención que merecerían
para garantizar una coherencia entre los contenidos transmitidos o las
metodologías empleadas y los valores de la fe cristiana, de manera que
ésta informe eficazmente la vida personal, profesional y social de las
personas y se establezca una relación fecunda entre fe y cultura.
4º Una escuela atenta y abierta a los jóvenes más pobres; con una
dinámica y una metodología que previene el fracaso escolar y ayuda a
superarlo con cursos de recuperación, clases nocturnas para los jóvenes
que se encuentran fuera de la estructura escolar, etc.; que, a través de
diversas materias y actividades propuestas, promueve el contacto y la
inserción en la realidad social, para descubrir las causas de las
situaciones de marginación y de exclusión que se viven en ella y para

3.3 Page 23

▲back to top
23
suscitar el compromiso de superarlas; una escuela que promueve la
cultura del diálogo, de la colaboración, de la aceptación de lo diferente,
de la solidaridad.
En estos años esos objetivos han sido propuestos a través de un esfuerzo
sistemático y continuo realizado en varias Regiones de la Congregación.
Es ejemplar el proceso que se está realizando en la América salesiana a
partir de los encuentros continentales de Cumbayá (1994 y 2001) y
Brasilia (2008). Las conclusiones de estos encuentros son profundizadas
en los diversos equipos inspectoriales y zonales para traducirlas en
programas operativos que guíen la acción de las diferentes comunidades
educativas, ayudándolas a verificar y a transformar su praxis educativa.
Este esfuerzo se realiza junto con los varios grupos de la Familia
Salesiana que gestionan escuelas en América.
Algo parecido se está realizando también en Europa (encuentros de
Roma de 1994 y 2000, de Cracovia en 2004 y de Sevilla en 2010) y en
Asia Sur, a través de las coordinadoras interinspectoriales o nacionales.
Con estas mismas finalidades, los Salesianos y las Hijas de María
Auxiliadora han constituido en Brasil una red de la escuela salesiana,
mediante la cual se promueve la formación de los profesores y la
elaboración de textos escolares según la pedagogía salesiana.
Este camino de renovación exige una formación permanente más
sistemática de los educadores. Además del esfuerzo de las Inspectorías
para garantizar una buena formación educativa y salesiana con
programas sistemáticos, se han desarrollado en algunas Inspectorías o
zonas diversos centros y proyectos de formación educativa y pastoral
salesiana de los colaboradores laicos, de modo especial de los
profesores de nuestras escuelas.
3.4 La Formación Profesional y la preparación para el trabajo
Desde sus inicios, la Congregación ha sido conocida y apreciada por sus
centros de formación profesional, a través de los cuales se ofrecía a los
jóvenes más pobres una formación humana y una preparación de calidad
para el trabajo, que les permitía afrontar su futuro con confianza y
responsabilidad. Eran, precisamente, aquellos muchachos que con
mucha frecuencia debían trabajar desde pequeños para ayudar a la
familia o aquellos que no conseguían seguir el proceso escolar normal.
También ahora bastantes países que no permiten una presencia explícita
de Iglesia nos confían obras de formación profesional y, a través de
ellas, podemos ser un testimonio silencioso, pero claro, del Evangelio de
Jesucristo.

3.4 Page 24

▲back to top
24
Las obras de formación profesional son hoy muy variadas. Abarcan
desde Escuelas Técnicas Profesionales (unas 180), que ofrecen a los
jóvenes una formación secundaria sistemática que permite seguir un
desarrollo posterior en la Universidad, hasta Escuelas de Formación
Profesional (457), que ofrecen una preparación de calidad a los jóvenes
que se preparan para el trabajo, con un programa regular reconocido.
Entre estas escuelas merecen una especial atención las 46 escuelas
agrícolas.
En el campo de la formación profesional no formal, en estos años se han
multiplicado más de 300 pequeños centros de preparación al trabajo,
que ofrecen a los jóvenes trabajadores, o a los que se preparan para el
trabajo, cursos breves y muy prácticos para capacitarles con alguna
cualificación laboral.
Con frecuencia esos centros de formación profesional favorecen y
apoyan iniciativas concretas de ayuda para la ocupación de los jóvenes
trabajadores, cooperativas de ayuda mutua, centros de artesanado y otras
iniciativas para facilitar la ocupación de los jóvenes más pobres.
En las sociedades modernas en rápida evolución, el mundo técnico y del
trabajo es un sector que experimenta cambios profundos y rápidos; por
esto, la formación profesional, si quiere ayudar realmente a los jóvenes
a insertarse en este mundo nuevo, debe transformarse en sus programas,
métodos y también en sus instrumentos.
Todo esto hace que necesite un especial apoyo y orientación, en
particular en los siguientes aspectos:
Promover la formación integral de los jóvenes. La formación
humana, moral y espiritual es tan importante como la formación técnica
y profesional. Con mucha frecuencia un alumno de un centro
profesional de Don Bosco es preferido a otros sobre todo por las
cualidades de su personalidad, más que por la instrucción o las
calificaciones obtenidas. No obstante, esto no quiere decir que la
instrucción profesional deba ser considerada secundaria. De hecho, la
meta final de un centro de formación profesional salesiano es
justamente la de poder asegurar al joven un empleo coherente con la
instrucción recibida. El currículum formativo integral está orientado
precisamente a este objetivo. En consecuencia, es esencial que cada
centro tenga un Proyecto Educativo Pastoral, que guíe con eficacia su
acción cotidiana.

3.5 Page 25

▲back to top
25
2º Reforzar los procesos de personalización en la función educativa de
las escuelas técnico-profesionales. Hoy no es suficiente una buena
preparación técnica y profesional, sino que, cada más, se requieren
personas capaces de pensar de manera autónoma, intelectualmente
curiosas y dotadas de sentido crítico; personas capaces de entablar
relaciones positivas, estables y eficaces, de promover la colaboración en
proyectos comunes; capaces de gestionar y resolver los conflictos, de
afrontar los cambios con fantasía y creatividad. Esta exigencia es muy
sentida también por los mismos jóvenes, que desearían una atención
mayor de los educadores a su vida. Por esto es importante promover
momentos y procesos de comunicación y de relación personal entre
educadores y alumnos, con las familias, con el ambiente social; cuidar
una orientación educativa respetuosa, pero al mismo tiempo propositiva;
programar una formación moral y una educación en valores realmente
personal, comunitaria y solidaria.
3º Desarrollar en los diversos procesos educativos una formación social
sistemática y profunda que asegure una mentalidad más solidaria y una
capacidad mayor de comprometerse eficazmente por la justicia. Ante el
gran reto de la pobreza, el CG23 señalaba la formación en la dimensión
social de la caridad como una función fundamental para dar concreción
y credibilidad a la educación en la fe39.
He aquí algunos elementos que no deberían faltar en esta formación:
- un conocimiento adecuado de la compleja realidad socio-política,
comenzando desde los niveles más próximos e inmediatos;
- una presentación completa y sistemática de la enseñanza social de la
Iglesia, como clave de lectura de esta realidad y como indicación de
las metas ideales a que tender en el compromiso cotidiano;
- introducir a los jóvenes en situaciones que exijan solidaridad y
ayuda, sobre todo en el mundo del trabajo; por ejemplo, frente al
drama de la desocupación juvenil, de la explotación, de la
inmigración o del racismo, etc.
4º Desarrollar en nuestra propuesta educativa la pedagogía del trabajo
como un elemento importante en una formación humana integral,
superando una pedagogía demasiado intelectual y selectiva. Muchos
jóvenes están expuestos o ya han vivido alguna experiencia de fracaso
escolar y/o con problemas de integración personal, familiar o social. Para
ellos, una experiencia laboral positiva, programada y seguida con criterios
educativos, puede constituir una posibilidad óptima de recuperación
39 Cf. CG23, núm. 204.

3.6 Page 26

▲back to top
26
personal; el joven puede reconquistar su autoestima, redescubrir sus
habilidades y capacidades y sentirse motivado hacia su propia formación.
Esto requiere que en la propuesta educativa ofrezcamos un amplio espacio
a algunas experiencias de trabajo, servicios a la comunidad, trabajo dentro
de organizaciones no lucrativas, valorando en ellas sobre todo la
realización personal y el servicio al bien común. Requiere también
promover contactos cualificados y significativos con personas,
instituciones y ámbitos del mundo del trabajo, favoreciendo un diálogo,
confrontación y conocimiento mutuo y colaboración formativa.
5º Ofrecer un proceso de evangelización insertado realmente en la
dinámica educativa y laboral. Toda nuestra acción en favor de los jóvenes
trabajadores tiene como meta la evangelización, pero una evangelización
verdaderamente integrada en su mundo.
Este proyecto de evangelización debe cuidar de manera especial los
siguientes aspectos:
- ofrecer a los alumnos una visión humanista y evangélica de la
realidad social, económica y del mundo del trabajo, a través de la
clase de religión o de formación moral y del estudio de la Doctrina
Social de la Iglesia;
- proponer experiencias espirituales y de apertura a Dios, tanto en la
vida ordinaria como en sus momentos significativos, con un proceso
gradual de iniciación en la oración y en la celebración;
- ofrecer también experiencias de servicio gratuito y solidario hacia los
más pobres, comenzando con los del propio ambiente;
- proponer momentos explícitos de evangelización y de educación en
la fe a través de grupos adecuados a su sensibilidad y a sus
necesidades;
- unirse a las iniciativas pastorales de la Iglesia en el mundo del
trabajo y facilitar a los jóvenes su participación.
6º Un índice significativo de la calidad y eficacia de la formación
recibida será la facilidad con que encuentran empleo y trabajo los
alumnos que acaban la formación y en qué graso son capaces de
transformar hacia mejor la sociedad en que están insertos. Esto requiere
desarrollar una estrecha colaboración con el mundo de la industria y de
las empresas, favoreciendo su cooperación en los programas de
ejercitaciones prácticas ofrecidas a los alumnos y en los jornadas de
actualización para los docentes, buscando su asesoramiento en el
proceso de renovación y modernización, preparando junto con las
empresas y las industrias programas de formación permanente, sobre
todo para los jóvenes que ya trabajan, pensando en iniciativas para

3.7 Page 27

▲back to top
27
acompañar a los jóvenes en los primeros pasos de su inserción en el
mundo del trabajo.
En este aspecto pueden tener una gran importancia y resultar una
verdadera ayuda los antiguos alumnos: pueden ser un puente excelente
entre la escuela y el mundo del trabajo en el cual se encuentran ya
insertados; pueden colaborar en la función educativa de la escuela a
través del trabajo profesional o con servicios voluntarios; además,
muchos pueden ayudar a los jóvenes que terminan los estudios,
acompañándoles en la inserción en el mundo del trabajo,
favoreciéndoles con iniciativas de auto-ocupación, creando bolsas de
empleo, etc.
En la Congregación existen magníficas experiencias en este campo de la
formación profesional: escuelas técnicas que están en la vanguardia, que
no sólo ofrecen a los jóvenes una formación profesional de alta calidad,
sino que también promueven diversas iniciativas para ayudarles a entrar
dignamente en el mundo del trabajo.
Precisamente por la importancia que tiene la formación profesional en
nuestra misión educativa de los jóvenes más pobres y por las
dificultades y retos que debe afrontar hoy en una sociedad en rápido
desarrollo, es urgente apoyarla promoviendo una mayor coordinación
entre los diversos centros tanto en la Inspectoría como en nivel nacional
y regional, favoreciendo un intercambio de experiencias, proyectos,
recursos y una intensa colaboración entre los centros más desarrollados
y otros más modestos, sobre todo en la formación de los docentes, en la
cualificación de los programas y metodologías..., buscando juntos
caminos e iniciativas para garantizar el sostenimiento y la renovación
continua de los centros.
En estos últimos años, el Dicasterio de la Pastoral Juvenil ha promovido
algunas iniciativas en este sentido, pero, en realidad, se debe hacer
mucho más todavía.
3.5 El mundo de la Universidad: el camino realizado desde las IUS y
otras formas de presencia en el mundo universitario
Por decisión del Rector Mayor, el Dicasterio de la Pastoral Juvenil
asumió en este sexenio la animación de las IUS (Instituciones
Universitarias Salesianas). El objetivo propuesto fue asumir y
consolidar la identidad y las políticas aprobadas por el Rector Mayor
con su Consejo para la presencia salesiana en la educación superior
(enero 2003) a través del “Programa Común 2” (2003-2008), elaborado

3.8 Page 28

▲back to top
28
por la Asamblea de las IUS (julio 2003). Este programa responde a tres
objetivos (“muy”) estratégicos:
La formación del personal. Esta formación se desarrolla sobre todo
mediante el Curso Virtual IUS “Aprendizaje cooperativo y tecnologías
de educación en la universidad, es estilo salesiano” (CVI)”. Se trata de
un proyecto realizado con sistematicidad y profesionalidad, al que en
relativo poco tiempo ha adherido un número significativo de profesores
de las IUS (unos 3.000); ha tenido también una fuerte repercusión en la
renovación de las mismas IUS y en el desarrollo positivo del “Programa
Común 2”; sin esta plataforma humana, que comparte los valores de la
educación salesiana, hubiera sido muy difícil el éxito del programa
propuesto.
Un desarrollo específico del CVI es el “Curso Virtual de formación para
los profesores de la escuela salesiana de América”, realizado por varias
IUS en colaboración con el Dicasterio de la Pastoral Juvenil y la
Comisión de la Escuela Salesiana en América; quiere reforzar la
identidad y competencia educativa de los profesores, generando entre
ellos una cultura de cooperación y de trabajo en grupo, desarrollando
nuevos recursos para la acción educativa en las escuelas, según las
líneas del Segundo Encuentro Americano de la Escuela Salesiana
(Cumbayá II). El primer curso (2006-2007) ha sido seguido por 702
profesores.
2º El segundo eje quiere asegurar los fundamentos de las instituciones
según las indicaciones del Quadro di riferimento de los documentos
sobre la identidad y las políticas. Abraza tres aspectos o columnas:
- La “Carta de Navegación”, es decir, una serie de instrumentos y
procedimientos para garantizar la orientación y la gestión de las
instituciones dentro del cuadro de referencia de la identidad y de las
políticas;
- Los recursos humanaos, la gestión del personal y de los dirigentes, la
función de la comunidad salesiana;
- Los recursos económicos, fondos y producción de los recursos,
gestión profesional de los recursos, políticas de inversión, sinergias,
etc.
El desarrollo de este segundo eje ha constituido el empeño fundamental
de las IUS en estos años. Ha sido un camino riguroso, sistemático y bien
acompañado. La respuesta de las IUS ha sido buena, pero no uniforme;
en general, la mayoría ha participado con dedicación y según las
condiciones requeridas; se ha comprometido un grupo significativo de

3.9 Page 29

▲back to top
29
dirigentes, presidido por el mismo Rector Mayor. La participación en
los Seminarios de Brasilia, Sâo Paolo, Lima, El Salvador, y en las
Conferencias (Chile 2004, Guatemala 2006, Porto Alegre 2009) ha sido
satisfactoria. A pesar de todo, el resultado final (la elaboración de la
“Carta de Navegación”), supone un avance, tanto por la cantidad (más
del 50% de las IUS la han presentado) como por la calidad (ha sido un
primer intento). A pesar de todo, aún presenta dificultades considerables
para realizar en la Universidad un verdadero proceso de planificación
estratégica.
3º El tercer eje se propone promover relaciones sectoriales entre las
IUS. Es una iniciativa muy concreta e importante para crear entre las
IUS una verdadera comunidad científica en torno a proyectos
compartidos de diversas Universidades, hasta llegar a la construcción y
al funcionamiento ordinario de una verdadera y propia red de
Universidades salesianas cualitativamente presente en el mundo
científico con las aportaciones más coherentes con nuestro carisma
educativo y juvenil. Actualmente existen el grupo del Curso Virtual
dirigido a la formación del personal, el grupo “IUS-Engineering”, el
grupo “IUS-Education”; y están en preparación el grupo “IUS-
formación-pastoral” y el grupo “IUS-nuevas tecnologías”.
A través del desarrollo de este programa, las IUS no sólo crecen
cuantitativamente (en el 2000 eran 61 instituciones universitarias de
diverso nivel: 19 en América, 26 en la India, nueve en Europa, cinco en
Asia-Este y Oceanía, una en África); sino que, sobre todo, se están
consolidando en calidad, en particular las de América y de Europa. A
través de este camino se está transformando el modo de concebir y
plantear la presencia salesiana en la Universidad y se promueven nuevas
formas de presencia y de gestión universitaria a través del compromiso
institucional para la elaboración de la “Carta de Navegación”.
En cada IUS se están creando plataformas humanas que comparten la
misión y la visión salesiana y los proyectos universitarios; estos grupos
son capaces de ser núcleo animador de la comunidad académica y
promotores y guías de la renovación de la institución. También se está
suscitando una mayor sinergia y colaboración entre las IUS, superando
la auto-referencia y promoviendo en ellas un conciencia común y una
imagen de conjunto.
En julio de 2007 se ha realizado la V Asamblea IUS, en la que se ha
elaborado el Programa Común III, que retoma y profundiza los
objetivos y los pasos recorridos hasta ahora.

3.10 Page 30

▲back to top
30
3.6 La atención al mundo de la marginación juvenil
La atención a los jóvenes en situación de riesgo ha sido siempre una
característica de la pastoral salesiana. La nueva situación de nuestras
sociedades nos reta a dar nuevas respuestas. La pobreza crece cada vez
más, hasta presentar una dimensión trágica, que afecta a muchas
personas y comunidades, entre las cuales a muchos jóvenes, tanto que se
convierte en una realidad estructural y global. También podemos hablar
de “nuevas pobrezas” y, por tanto, de “nuevas formas de marginación –
exclusión social”, entre las cuales nos afectan de manera particular las
que comprometen las posibilidades de crecimiento de los jóvenes,
creando situaciones de grave desajuste y para algunos también de
desviación.
El aspecto más preocupante es el desarrollo de una mentalidad o forma
de plantear la vida (individualismo, consumismo, búsqueda absoluta de
la eficacia y del provecho...), que genera siempre más marginación,
exclusión, pobreza y sufrimiento, en particular para los sectores más
débiles, como son los jóvenes.
Por esto, en los últimos cincuenta años se han multiplicado proyectos,
iniciativas y obras que intentan responder a esta situación y ofrecer a los
jóvenes una nueva oportunidad de construir su vida positivamente y de
insertarse responsablemente en la sociedad. Hay “casas-familia” para
acoger y educar a niños y a jóvenes en situación de grave riesgo
(muchachos sin familia, chicos de la calle, muchachos víctimas de
abusos sexuales o de la prostitución...); proyectos de atención,
protección, educación de niños y jóvenes trabajadores, a veces desde
pequeños, de acogida y recuperación de jóvenes víctimas de las drogas
o salidos de las cárceles..., acogida y formación de jóvenes inmigrantes
muchas veces sin familia... y muchas otras.
En las Inspectorías ha crecido la sensibilidad y el compromiso ante las
diversas situaciones de pobreza y de desajuste juvenil, no sólo a través
de obras, proyectos e intervenciones específicas en favor de los jóvenes
en situación de grave desajuste, sino sobre todo insertando este
compromiso en el proyecto educativo pastoral de la Inspectoría y
promoviendo en cada comunidad educativa una atención especial a los
factores de marginación y de exclusión. Esta atención y este empeño
deben desarrollarse todavía más en cada comunidad y obra; debe
prestarse más atención a la cultura y a la mentalidad que se promueve en
ellas, empañándose en hacer crecer una cultura de la solidaridad y de la
ciudadanía activa; también es importante profundizar el trabajo en red y

4 Pages 31-40

▲back to top

4.1 Page 31

▲back to top
31
en colaboración entre las diversas obras y servicios en las Inspectorías y
con otras instituciones del territorio, cuidar la formación y preparación
educativa y salesiana de los educadores en este empeño específico.
El Dicasterio de la Pastoral Juvenil ha promovido y/o acompañado
diversas iniciativas en este sentido, por ejemplo, el Encuentro Europeo
sobre la Inmigración (Barcelona 2003); el Encuentro Regional sobre la
Educación y la Orientación al trabajo de los jóvenes (San Salvador
2004); el Encuentro sobre la Propuesta Laboral en la pedagogía
salesiana para los jóvenes en riesgo (Medellín 2006); el Encuentro sobre
la Formación Profesional y Orientación al Trabajo (África y
Madagascar-Johanesburgo 2004). También hay diversas coordinadoras
regionales y nacionales que promueven un trabajo en red y una atenta
inserción y colaboración con instituciones sociales que trabajan en este
campo: la coordinadora YAR (“youth at risk”) de la India, SCS en
Italia, “Plataforma Social” en España, y otras.
En la animación y coordinación de este sector tienen una especial
importancia los “Uffici di pianificazione e di sviluppo”, constituidos en
bastantes Inspectorías. Estos Despachos ayudan a las Inspectorías a
planificar estratégicamente sus intervenciones para el desarrollo y a
buscar fuentes de financiación para los proyectos. Es muy importante un
trabajo de conjunto entre estos Despachos y la Delegación Inspectorial
de la Pastoral Juvenil para asegurar la inserción de los proyectos en el
PEPS Inspectorial y para promover, al mismo tiempo, una planificación
sistemática y una verificación exigente de los objetivos del PEPS40.
3.7 Otras presencias y formas ligeras deservicio a los jóvenes
En la sociedad compleja y pluralista asistimos al surgimiento de nuevos
lugares o formas de educación de la juventud, que proponen modelos y
estilos de vida que fascinan a las masas juveniles; piénsese en la escuela
paralela de los mass-media, en las aglomeraciones en torno a los
intereses musicales y deportivos, en el turismo, en las nuevas formas de
compromiso social y eclesial, en el área del tiempo libre, que se han
convertido en lugares de identificación personal.
Para responder a esta nueva situación se han desarrollado en el conjunto
del mundo salesiano nuevas realidades y agregaciones juveniles, nuevas
formas educativas, servicios y obras más ágiles y ligeras, capaces de
responder y de adaptarse a las necesidades cambiantes y a las urgencias
con mayor libertad de acción y de iniciativa. Estas realidades utilizan
40 Cf. Conclusiones del encuentro sobre “Uffici di pianificazione e di sviluppo”, Roma, Casa Generalizia,
2005.

4.2 Page 32

▲back to top
32
preferentemente las posibilidades de la comunicación con el ambiente
natural de los jóvenes, más que la estabilidad de un ambiente físico;
privilegian la espontaneidad de las relaciones y la libertad de adhesión,
la centralidad de las personas más que la estructura y el proyecto;
cultivan una relación de fondo entre diversas realidades y trabajan en
mutua interacción con otras instituciones y servicios del territorio,
intentando ofrecer una respuesta global a las situaciones. En ellas es
relativamente más fácil comprometer a los mismos jóvenes, en la
convicción de que el camino que recorrer juntos está en sus manos.
He aquí algunas de estas nuevas formas de presencia entre los jóvenes.
1º El Movimiento Juvenil Salesiano
Una de las formas de presencia entre los jóvenes más amplia y
comprehensiva es el Movimiento Juvenil Salesiano (MGS). Se trata de
un Movimiento con carácter educativo, ofrecido a todos los jóvenes,
para hacerles sujetos y protagonistas de su crecimiento humano y
cristiano, con arrojo misionero, abierto a los alejados, con una voluntad
de incidencia en el territorio y en la sociedad civil y de inserción y
aportación a la Iglesia local.
Los grupos y la asociaciones juveniles que, aún manteniendo su
autonomía organizativa, se reconocen en la espiritualidad y en la
pedagogía salesiana, forman de manera explícita o implícita el
Movimiento Juvenil Salesiano.
Su animación está compartida entre los grupos de la Familia Salesiana,
en particular los SDB y las FMA. Un momento fuerte del Movimiento
fue el “Forum mundial” celebrado en Turín y Roma con ocasión del año
2000. En los lugares de los inicios del carisma salesiano, representantes
de las diversas Inspectorías compartieron su experiencia de
Movimiento, los grandes retos que afectan hoy al mundo juvenil, las
nuevas posibilidades de respuestas y de compromiso, para concluir
presentando a todos los jóvenes del Movimiento algunas líneas de
compromiso para los años siguientes. Este mensaje final del Forum
constituyó el cuadro de referencia de la animación que se ha
desarrollado en estos años a través de diversas iniciativas:
- el mensaje anual del Rector Mayor a los jóvenes del MGS con
ocasión de la fiesta de Don Bosco, objeto de estudio y de reflexión
en los grupos;
- la profundización de la identidad del Movimiento (diversas
Inspectorías han elaborado una “Carta de identidad del MGS”);
- el crecimiento del protagonismo de los jóvenes con diversas
coordinadoras inspectoriales o interinspectoriales del Movimiento

4.3 Page 33

▲back to top
33
(en particular, en el sexenio pasado se ha creado la Coordinadora
Europea del MGS con una amplia participación de los mismos
jóvenes, como fruto del Confronto 2004);
- múltiples encuentros inspectoriales y/o interinspectoriales de los
grupos del MGS, como el “Campobosco” de España y Portugal, las
numerosas peregrinaciones de los grupos juveniles a los lugares de
los orígenes del carisma salesiano, encuentros europeos, como el
Confronto y el Rurozon, encuentros de los grupos del MGS de
Argentina, de Brasil, el “Boscoree” para los Scouts Don Bosco de la
India, etc.;
- el compromiso por una formación sistemática y profunda de los
animadores y, en bastantes Inspectorías, el desarrollo de un
“Itinerario de formación cristiana para los diversos grupos”; dentro
del MGS crecen diversos movimientos y asociaciones claramente
evangelizadores;
- una presencia mayor del MGS en las Iglesias locales, etc.
El MGS es una realidad prometedora que compromete a muchos
muchachos, adolescentes y jóvenes; pero exige un esfuerzo cada vez
mayor, más sistemático y coordinado por la evangelización y la formación
cristiana según los valores de la Espiritualidad Juvenil Salesiana, por el
cuidado de la formación y del acompañamiento personal de los animadores,
por la promoción del compromiso solidario con otros jóvenes, sobre todo
los más pobres y en riesgo, y por una presencia activa y responsable en los
diversos ambientes juveniles, en la Sociedad y en la Iglesia.
A lo largo del último sexenio se han multiplicado y profundizado las
propuestas de peregrinaciones juveniles a los lugares salesianos de Turín y
al Colle Don Bosco, sobre todo de las Inspectorías de Europa; los
encuentros de formación salesiana para colaboradores laicos; la experiencia
formativa para jóvenes prenovicios de algunas Inspectorías salesianas de
Europa, etc. Con ayuda de las Inspectorías de Europa, la Inspectoría ICP
está haciendo un esfuerzo notable para enriquecer y coordinar mejor los
equipos salesianos que animan el Proyecto Colle Don Bosco en Valdocco.
Toda la Congregación les está agradecida.
Con la ayuda y la colaboración del Instituto de Espiritualidad de la UPS, se
ha iniciado también un camino de reflexión y de puesta en común entre los
responsables de las Casas Salesianas de Espiritualidad de Europa (mayo
2004); se han identificado los elementos fundamentales para una propuesta
de Espiritualidad Juvenil Salesiana que ofrecer en estas casas, y las
funciones de una Casa Salesiana de Espiritualidad en el proyecto pastoral
de la Inspectoría.

4.4 Page 34

▲back to top
34
2º El Voluntariado
En estos años se ha desarrollado en las Inspectorías y en el MGS una
multiplicidad de grupos y asociaciones de voluntariado, sobre todo juvenil.
El CG24 ha reconocido la realidad del voluntariado como un nuevo estilo
de apertura al otro, sobre todo en el campo de la pobreza y de la
marginación , un reto contra las injusticias y los egoísmos imperantes, una
salida vocacional significativa y una confirmación válida del camino
educativo recorrido por los jóvenes con los SDB41.
En la Congregación el voluntariado continúa creciendo a través de
múltiples grupos y organizaciones. En algunas Regiones se desarrolla
sobre todo el voluntariado local o nacional, tanto misionero como social o
vocacional (América); en otras está muy desarrollado el voluntariado
internacional (Europa); otras reciben voluntarios (África y Asia). El
voluntariado salesiano se realiza normalmente como una oferta
significativa a los jóvenes que han recorrido el camino formativo de la
pastoral juvenil y les ayuda a madurar y a profundizar su opción vocacional
de vida cristiana comprometida; pero con frecuencia se convierte también
en una ocasión significativa de contacto y una oferta de evangelización
para jóvenes que llegan desde fuera de nuestras obras.
Los Dicasterios de la Pastoral Juvenil y de las Misiones han reelaborado el
documento “Voluntariado en la misión salesiana”, enriqueciéndolo con las
aportaciones del Encuentro Internacional del 2001 y con la experiencia de
las Inspectorías y de las ONGs salesianas. En este documento se presentan
la identidad del voluntariado salesiano, algunas exigencias y condiciones
fundamentales para su desarrollo, para la formación y acompañamiento de
los voluntarios y para la animación y promoción del voluntariado salesiano
en las Inspectorías y en la Congregación.
En 2007 este documento ha sido presentado a toda la Congregación a
través de siete Encuentros regionales, para darlo a conocer y para que se
haga operativo en las diversas Inspectorías mediante un Plano Inspectorial
del Voluntariado, insertado en el PEPS Inspectorial.
4. PERSPECTIVAS DE FUTURO PARA LA PASTORAL JUVENIL
SALESIANA
41 Cf. CG24, núm. 26.

4.5 Page 35

▲back to top
35
Después de haber presentado cómo se ha desarrollado y cómo se articula
hoy la Pastoral Juvenil en la Congregación, junto con una sentida acción de
gracias a Dios por la cantidad de bien que Él suscita entre nosotros en el
servicio a los jóvenes, por la fuerza de atracción de Don Bosco y de su
carisma, por el compromiso generoso de tantos hermanos, laicos
colaboradores y de los mismos jóvenes, desearía proponeros y compartir
con vosotros algunas perspectivas de futuro, varias de las cuales han sido
propuestas por el CG26 como objetivos prioritarios para los próximos años.
4.1 Continuar el esfuerzo de asimilación y de práctica del modelo de la
Pastoral Juvenil Salesiana
Hemos visto el esfuerzo enorme de la Congregación en estos últimos
cincuenta años para repensar y renovar su praxis educativa y pastoral,
respondiendo con mayor fidelidad a las nuevas necesidades y expectativas
de los jóvenes y a los valores inspiradores del Sistema Preventivo de Don
Bosco. Hoy podemos contar con un conjunto de criterios, orientaciones,
estructuras, líneas de acción, que traducen en la situación moderna el
espíritu y el modelo de acción vivido por Don Bosco en el primer Oratorio:
el Sistema Preventivo.
Todo este esfuerzo de reflexión de la práctica educativa implica
necesariamente una apertura a nuevos esquemas y a nuevas prácticas, una
nueva mentalidad y una nueva forma de organizar los elementos que
constituyen el acto educativo, una nueva metodología y un nuevo modo de
plantear la presencia entre los jóvenes... Estas cosas requieren reflexión
para verificar la experiencia cotidiana; coraje para asumir nuevas
perspectivas y nuevos planteamientos; paciencia para dar tiempo a la
transformación lenta de las formas de pensar y de las actitudes; compartir
con otros, porque estos procesos de cambios no se realizan por sí solos,
sino en grupo.
La Congregación tiene hoy un modelo operativo de Pastoral Juvenil, es
decir, una forma concreta de estructurar y de organizar los diversos
elementos de su práctica educativa y pastoral para asegurar la identidad, su
coherencia respecto a los objetivos del proyecto y su organicidad; un
modelo fiel a los principios inspiradores del Sistema Preventivo de Don
Bosco y al mismo tiempo que responda mejor a las necesidades y a las
situaciones de los jóvenes de hoy. Por tanto, es urgente comprometerse en
conocer a fondo este modelo, asumir su planteamiento y, sobre todo,
traducirlo a la práctica en los diversos contextos y ambientes. En estos
últimos años se ha hecho un gran esfuerzo en esta dirección, pero debe

4.6 Page 36

▲back to top
36
continuarse todavía, ayudando a cada salesiano y a las comunidades locales
a cotejar su praxis con el modelo para hacerla más fiel y significativa.
En particular, es importante asumir la visión unitaria y orgánica de una
pastoral centrada en la persona del joven y no tanto en las obras o servicios,
superando el sectorialismo todavía presente en la práctica de todos los días.
Se debe robustecer también la dimensión comunitaria de la acción
pastoral, que se manifiesta sobre todo en el empeño de construir la obra
salesiana como una comunidad educativo-pastoral, en la cual las personas
ocupan el centro, prevalecen las relaciones interpersonales, los elementos
de comunión y de colaboración sobre las preocupaciones de gestión o de
organización. Otro aspecto sobre el que han insistido los últimos Capítulos
es la mentalidad proyectiva, es decir, considerar la acción pastoral como
un camino que se va desarrollando gradualmente según objetivos precisos y
verificables, y no tanto como la suma de múltiples intervenciones y
acciones unidas entre sí.
Todo esto implica multiplicar el esfuerzo de formación pastoral, tanto de
los Salesianos como de los colaboradores laicos. Existen muchas iniciativas
en este campo, pero urge sistematizarlas y darles continuidad, de manera
que se vaya constituyendo en cada comunidad educativo-pastoral un núcleo
de personas plenamente identificadas con los valores y el planteamiento de
la pastoral salesiana, capaces de animar y de guiar al resto.
4.2 Una pastoral evangelizadora claramente orientada al anuncio de
Cristo y a la educación de los jóvenes en la fe
La acción educativo-pastoral de la Congregación se está multiplicando en
todas partes; las necesidades de los jóvenes y las exigencias de la sociedad
y de la Iglesia son cada vez más numerosas y apremiantes. En el esfuerzo
por responder a ellas se corre el riesgo de perderse y de dejar en la sombra
el corazón de nuestra misión.
En muchas de las sociedades y culturas en las cuales desarrollamos nuestro
servicio educativo y pastoral se está desarrollando una cultura que margina
a la religión y en modo especial al cristianismo; un estilo de vida que
favorece el desarrollo de la pobreza material y espiritual de muchos y que
multiplica los factores de exclusión social... En este ambiente resultan con
frecuencia insignificantes e irrelevantes los valores religiosos y las
motivaciones de los creyentes, que en otro tiempo aparecían y se percibían
en el servicio educativo y de promoción humana.
Esta situación ha empujado a muchos Salesianos y laicos colaboradores a
renovar su identidad vocacional y a entregarse al compromiso educativo y
pastoral con gran generosidad y sacrificio; pero existe también el peligro de

4.7 Page 37

▲back to top
37
“superficialidad espiritual, activismo frenético, estilo de vida burgués,
testimonio evangélico débil, dedicación parcial a la misión. Esto se traduce
en renuencia a manifestar la propia identidad de consagrados y en timidez
apostólica”42.
Todo esto requiere recuperar las raíces y el motor de nuestra praxis
pastoral, la pasión misionera del “Da mihi animas”, la única que puede
garantizar su significatividad y eficacia, y centrar nuestra variadísima
actividad educativo-pastoral en la evangelización y en la educación en la
fe, donde todo encuentra su unidad y su sentido43.
A la luz de las líneas de acción propuestas por el CG26 sobre el tema de la
evangelización, he aquí algunas prioridades que deberán caracterizar la
pastoral juvenil en los próximos años:
1º Una pastoral más misionera que proponga “con alegría y coraje a los
jóvenes que vivan la existencia humana como la vivió Jesucristo”44. Hoy no
es suficiente colocar a los jóvenes en un ambiente positivo con
multiplicidad de actividades y propuestas, ni siquiera ofrecerles
simplemente una formación catequística, ni habituarles a una práctica
religiosa (oración y sacramentos); es necesaria una propuesta clara y
explícita de anuncio de Jesucristo, que despierte en los jóvenes el deseo de
conocerle y de seguirle; es necesario enseñarles e iniciarles en la oración
cristiana, en la lectura y en la meditación de la Palabra de Dios; es
necesario también suscitar en ellos el deseo de comprometerse en un
camino sistemático de profundización de la fe y ayudarles a plantear la
propia vida según los valores del Evangelio.
2º Una evangelización insertada plenamente en el campo de la educación.
La pastoral juvenil salesiana vive y se desarrolla en el campo de la
educción, intenta promover en los jóvenes no solamente una vida cristiana,
sino también una cultura inspirada en la fe y en los valores evangélicos,
que sea un alternativa a la cultura del ambiente caracterizada por el
secularismo, el relativismo, el subjetivismo, el consumismo...
La atención a los contenidos culturales que se ofrecen en el desarrollo
cotidiano de una obra no siempre posee el grado que necesitaría para
garantizar una coherencia entre los contenidos transmitidos y las
metodologías empleadas con los valores de la fe cristiana (encuentro
cultura y fe) y para asegurar una vida cristiana capaz de calificar
evangélicamente la vida privada, profesional y social de las personas.
42 CG26, “Urgencia de evangelizar”, núm. 27.
43 Cf. Discurso conclusivo del Rector Mayor en el CG26: primera clave de lectura del documento
capitular: “Calentar el corazón de los hermanos”.
44 CG26, “Urgencia de evangelizar”, línea de acción 5, núm. 36.

4.8 Page 38

▲back to top
38
Por tanto, hoy es urgente plantear el compromiso pastoral cuidando de
manera especial la integración de la evangelización y de la educación en la
lógica del Sistema Preventivo45:
- una evangelización capaz de adaptarse a la condición evolutiva del
joven, que cuide el desarrollo de actitudes humanas fundamentales
que hagan posible la apertura personal a Dios y el encuentro con
Jesús, atenta a los valores y visiones de la vida que viven los jóvenes
para transformarlos a la luz del Evangelio;
- una educación capaz de formar mentalidad, de inspirar visiones de
vida abiertas a la dimensión religiosa, de madurar opciones de vida
inspiradas por el Evangelio de Jesús; una educación atenta, de modo
especial, a desarrollar la dimensión religiosa de la persona y a
promover las actitudes fundamentales para una apertura positiva a la
fe; una educación que cuide la formación de la conciencia moral y
eduque a los jóvenes en el compromiso social según la inspiración de
la doctrina social de la Iglesia.
4.3 Profundizar y reforzar la dimensión vocacional en cualquier
propuesta pastoral
La animación y la orientación vocacional son un elemento esencial de una
Pastoral Juvenil que ayude a cada joven a realizar opciones responsables
de vida a la luz de la fe. “Hoy sentimos más fuerte que nunca el reto de
crear una cultura vocacional en cada ambiente, de manera que los jóvenes
descubran la vida como llamada y que toda la pastoral salesiana sea
realmente vocacional”46. Pero la mejor pastoral juvenil no genera
vocaciones apostólicas y consagradas sin una atención específica al
anuncio vocacional explícito, a la propuesta personal decidida, al
acompañamiento espiritual constante.
La carencia de vocaciones ha sensibilizado a las comunidades y a los
hermanos para reflexionar sobre el modo de animación vocacional; pero
ésta todavía es pensada y actuada como un compromiso complementario
del trabajo educativo y pastoral ordinario, realizado por algunos encargados
y hermanos particularmente sensibles. Esto empobrece los dos procesos:
una pastoral juvenil que no logra orientar a los jóvenes hacia una visión
vocacional de su vida que los guíe a opciones evangélicas de donación y de
servicio, y una animación vocacional demasiado basada en el entusiasmo y
poco en la relación de fe profunda y personalizada con Jesucristo.
45 CG26, “Urgencia de evangelizar”, cf. línea de acción 6, núm. 41.
46 CG26, “Necesidad de convocar”, núm. 53.

4.9 Page 39

▲back to top
39
Por esto, es necesario convertir mentalidades y renovar cierta praxis,
particularmente en estos tres aspectos:
1º Promover en cualquier ambiente nuestro una cultura vocacional,
mediante una pastoral juvenil decididamente evangelizadora, que
comprometa a los jóvenes a reconocer la propia vida como un don de
Dios y a corresponder con un compromiso generoso de servicio de los
otros, en particular de los más necesitados47.
2º Asegurar en todo itinerario de educación en la fe una atención
particular a promover en los jóvenes el compromiso apostólico, basado
en una relación personal de amistad con Jesucristo, realizado en la
comunión y colaboración dentro de una experiencia de comunidad y
madurado con un compromiso sistemático de formación personal48.
3º Testimoniar con coraje y con alegría la belleza de la propia vocación
salesiana, entregada totalmente a Dios en el misión juvenil, haciendo su
propuesta explícita y comprometiéndose a acompañar a los jóvenes con
signos de vocación religiosa salesiana en su camino de discernimiento y
formación vocacional49.
4.4 Una atención especial a los jóvenes más pobres y en riesgo, como
característica de toda presencia y obra salesiana
Reconozco con alegría que han crecido la sensibilidad y la
preocupación, la reflexión y el compromiso por el mundo de la
marginación y del desajuste juvenil. Esta realidad ya no representa un
sector particular, identificado con alguna obra especial o animado sólo
por algún hermano particularmente motivado. La atención a los últimos,
a los más pobres, a los más desajustados está convirtiéndose en una
“sensibilidad institucional” que, poco a poco, compromete a muchas
obras de las Inspectorías.
Pero todavía existe cierta resistencia a recalificar la mentalidad y la
metodología educativa, de manera que cualquier presencia nuestra esté
verdaderamente al servicio de los jóvenes más necesitados50. Fieles a las
indicaciones del CG26, debemos continuar este camino y concentrar
nuestros esfuerzos para desarrollar algunos procesos que comprometan
al conjunto de nuestra pastoral juvenil:
47 CG26, “Necesidad de convocar”, cf. núm. 60.
48 CG26, “Necesidad de convocar”, línea de acción 9, cf. núms. 65-67.
49 CG26, “Necesidad de convocar”, línea de acción 8, cf. núms. 61-64; línea de acción 10, cf. núms. 69-
73.
50 CG26, “Pobreza evangélica”, cf. núm. 82; “Nuevas fronteras”, cf. núm. 101.

4.10 Page 40

▲back to top
40
1º La atención a los jóvenes en situación de riesgo como característica
y compromiso de toda presencia salesiana y de todo proyecto educativo.
No basta tener en la Inspectoría algunas obras o servicios explícitamente
dedicados a los jóvenes más pobres; se necesita que la apertura y la
atención a las situaciones de pobreza, exclusión y marginación sean
asumidas por toda presencia, hasta convertirse en una característica de
su significatividad. Es importante que toda comunidad educativa
descubra los elementos del ambiente, de la dinámica y de la
metodología de la obra, o ciertos criterios de valoración más o menos
explícitos, que de hecho producen selección y exclusión y que se
empeñe en transformarlos; que favorezca la presencia, la participación y
el protagonismo de los jóvenes más necesitados y en riesgo en las
actividades, en los grupos, en las responsabilidades...; que descubra con
especial atención los elementos de la pedagogía salesiana más
adecuados a estos jóvenes y se empeñe en ponerlos en práctica.
2º Aspirar a la transformación de la mentalidad y de las tendencias
culturales, no sólo para responder a las expectativas inmediatas,
promoviendo una cultura de la solidaridad según el criterio de “dar más
a quien ha recibido menos”. La pobreza y la marginación en nuestras
sociedades no son sólo fenómenos económicos o sociales, sino también,
y creo que sobre todo, fenómenos culturales; existe un modo
individualista, competitivo, hedonista y consumista de concebir la vida,
que genera exclusión de los más débiles; por tanto, no es posible
contentarse con ayudar a los más desfavorecidos a superar su situación
de marginación, sino que nuestra intervención debe tender a la
transformación de su mentalidad y de la del conjunto de la sociedad. En
este sentido, toda comunidad educativo-pastoral debe estar muy atenta a
los valores y a los estilos de vida que promueve con su acción educativa
cotidiana.
3º Desarrollar con especial atención la dimensión religiosa de la
persona, considerada como un factor fundamental de humanización y
de prevención. En la visión antropológica del Sistema Preventivo de
Don Bosco, la dimensión religiosa es un elemento fundamental de la
persona y de la sociedad; por esto, su desarrollo, hasta el anuncio de
Jesucristo, es una exigencia indispensable de la propuesta educativa
salesiana. A través de las vías miseriosas del Espíritu que obra en el
corazón de toda persona, y de manera especial de los más pobres y
necesitados, creemos que en esta relación personal con Dios se
encuentran energías insospechadas para la construcción de la
personalidad y para su desarrollo integral51, y creemos que esto es un
51 Cfr. J. E. VECCHI, “Tuvo compasión de ellos”, ACG 359, p. 33.

5 Pages 41-50

▲back to top

5.1 Page 41

▲back to top
41
elemento importante para dar esperanza a los jóvenes que sufren de
manera especial las consecuencias dramáticas de la pobreza y de la
exclusión social.
Por tanto, en el proyecto educativo-pastoral, cada comunidad educativa
debe proponer para estos jóvenes experiencias y caminos que despierten
en ellos la dimensión religiosa de la vida y les ayuden a descubrir a
Jesucristo como Salvador52. Esta propuesta de evangelización debe
insertarse plenamente en el proceso educativo de prevención y de
recuperación y articularse en itinerarios sencillos, muy pegados a la vida
cotidiana y según la lógica de las pequeñas simientes.
El testimonio de los educadores y de la comunidad educativa, el
ambiente de alegría, de acogida y de familia, la defensa y la promoción
de la dignidad personal, se convierten en un primer anuncio y en una
primera realización de la salvación de Cristo y en una oferta de
liberación y de plenitud de vida.
Luego, hay que cuidar y desarrollar esta primera chispa con paciencia y
perseverancia, haciendo aflorar siempre el lado positivo que existe en el
joven, la conciencia de su dignidad, su voluntad de rehacerse. Toda la
comunidad le ofrece experiencias religiosas sencillas, pero de calidad,
como momentos de oración o de celebración, que le ayudan a abrirse a
la presencia y a la relación personal con Dios. A partir de estas
experiencias, la comunidad cristiana podrá anunciar la persona de
Jesucristo, con respeto pero también con alegría.
4.5 Redefinir nuestras presencias para hacerlas más significativas,
es decir, “nuevas presencias”
La profunda renovación de la Pastoral Juvenil para responder mejor a
las necesidades y a las exigencias de los jóvenes, requiere como
condición indispensable revisar profundamente la finalidad, la
organización y la gestión de nuestras obras. Por esto, ya desde hace años
en la Congregación estamos invitados a reflexionar sobre la presencias,
a transformarlas y a convertirlas en más significativas, a abrirse a
nuevas fronteras, haciendo “nuevas” las presencias y promoviendo otras
nuevas53.
Convertir en nuevas las obras institucionales que tenemos: Escuelas,
Centros de Formación Profesional, Parroquias, Oratorios y Centros
52 CG26, “Nuevas fronteras”, línea de acción 15; cf. núms. 105-106.
53 Cf., por ejemplo, CG26, “Nuevas fronteras”, núm. 100; Palabras conclusivas del Rector Mayor en el
Encuentro de los Inspectores de Europa, 5 de diciembre de 2004, ACG 388, 5.2.

5.2 Page 42

▲back to top
42
Juveniles, Residencias Universitarias, etc. Esto requiere centrar la
función de la comunidad salesiana no tanto en la gestión y organización
de la obra cuanto en el acompañamiento y en la formación de los
educadores y de los jóvenes, asegurando una presencia directa entre
ellos en la animación de un camino gradual de educación y de
evangelización, hasta llegar a propuestas de vida cristiana
comprometida, en la participación de un vasto movimiento de personas
en torno a un Proyecto educativo pastoral salesiano abierto y
compartido. Se trata también de prestar una atención privilegiada y
decidida a los jóvenes en riesgo, realizando con coraje y creatividad las
opciones necesarias; se trata también de promover iniciativas y
proyectos que comprometan al mayor número posible de personas e
instituciones de educación y de evangelización de los jóvenes,
trabajando en red y en comunión con la sociedad y con la Iglesia.
No basta con renovar las presencias ya existentes. Muchas veces es
necesario comprometerse para crear nuevos tipos de presencias, con
propuestas fuertes de evangelización y de educación en la fe, de
formación salesiana de los colaboradores con equipos que animen casas
salesianas de espiritualidad, centros de catequesis, centros de formación
de los laicos colaboradores; presencias de animación y propuesta
vocacional explícita, de animación y guía de las asociaciones y
movimientos juveniles de evangelización y de compromiso, y del
voluntariado, etc.
Para facilitar este compromiso de hacer más significativa y eficaz la
presencia salesiana en un territorio, para coordinar mejor los diversos
tipos de presencia salesiana en él, para favorecer la recolocación y
redefinición de las obras, el CG25 había pedido a cada Inspectoría que
elaborara un Proyecto Orgánico Inspectorial (POI) que ofreciese los
criterios, las condiciones y las exigencias concretas necesarias para
obtener ese objetivo54. El camino se ha comenzado, pero debe seguir
adelante, mediante una continua verificación y renovación del POI.
4.6 Una animación pastoral cada vez más unida y coordinada entre
los diversos Dicasterios, en particular los Dicasterios de la Misión
salesiana: Pastoral Juvenil, Comunicación Social y Misiones
La animación de la pastoral juvenil se ha hecho cada vez más compleja:
los sectores o ambientes se han multiplicado, con nuevos aspectos que
organizar y coordinar. Algunos de estos aspectos están relacionados
estrechamente con otros confiados por las Constituciones a otros
Dicasterios; por ejemplo, la realidad del voluntariado con sus diversos
54 Cf. CG25, núms. 82-84; también CG26, “Nuevas fronteras”, núm. 113.

5.3 Page 43

▲back to top
43
tipos tiene una relación específica y concreta con las misiones (cuando
se trata del voluntariado misionero); la parroquia confiada a los
salesianos en los territorios de misión asume también la dinámica propia
de los lugares misioneros, acompañados por el Dicasterio de las
Misiones; el Dicasterio de la Comunicación Social, además de la
animación de los aspectos específicos de los medios de comunicación
social y de las empresas, promueve la formación de los educadores para
que sean creadores de ambientes ricos en las relaciones y en las
comunicaciones; este aspecto se relaciona estrechamente con la pastoral
juvenil que anima la comunidad educativo-pastoral, sujeto fundamental
de la educación y de la evangelización; la formación pastoral de los
SDB y de los laicos debe asegurarse en una mutua relación y en una
estrecha colaboración entre el Dicasterio de la Formación y el
Dicasterio de la Pastoral Juvenil... Y así otros campos que están
haciéndose cada vez más interdependientes y que afectan a diversos
Dicasterios, de manera que su animación no es realizada únicamente por
uno prescindiendo de los otros.
Ante esta realidad, el CG26 ha pedido al Rector Mayor y a su Consejo
que en el próximo sexenio se promueva una colaboración más orgánica
entre los tres Dicasterios de la Misión (Pastoral Juvenil, Comunicación
Social y Misiones), de manera que, salvaguardando la unidad orgánica
de la pastoral juvenil, se enriquezcan estos sectores compartidos con la
aportación de los tres Dicasterios que animan de modo directo aspectos
complementarios de la única misión salesiana. En una cultura marcada
profundamente por la comunicación social y cada vez más secularizada,
la educación y evangelización de los jóvenes, sobre todo de los más
pobres y de las clases populares, requiere un planteamiento claramente
misionero en el cual se dé prioridad al primer anuncio del Evangelio.
Esta indicación del CG26 no se limita a una propuesta organizativa, sino
que implica una visión más amplia, integral y relacionada con algunos
aspectos centrales de la misión salesiana, confiados a estos Dicasterios.
La pastoral juvenil debe ser cada vez más misionera, es decir, asumir las
características y dinámicas de la acción misionera, cuidando el diálogo
con otras religiones... La pastoral juvenil debe también asumir cada vez
más una nueva cultura de la comunicación social, que conforma un
estilo de vida y de acción, un conjunto de valores que caracterizan los
ambientes, sobre todo juveniles, en los cuales la pastoral juvenil realiza
su función educativa y de evangelización.
Por tanto, el salesiano, como educador-pastor de los jóvenes de hoy,
debe asumir muchos aspectos del misionero y del comunicador; la
comunidad educativo-pastoral debe convertirse en un centro promotor

5.4 Page 44

▲back to top
44
de comunicaciones de fuerte calidad humana y cristiana; la propuesta
educativo-pastoral salesiana debe asegurar la presencia y el desarrollo
de la dimensión misionera y la dinámica y los valores del mundo de la
comunicación. La Pastoral juvenil salesiana, la Comunicación social y
la animación misionera son aspectos que integran orgánicamente la
realización integral de la Misión salesiana.
CONCLUSIÓN
Queridos hermanos, he querido entregaros esta Carta en el cuarto
domingo de Pascua, que la Iglesia dedica a Cristo Buen Pastor,
justamente para aprender de Él, como supo hacer nuestro amado padre
Don Bosco, que se sintió llamado como vocación y misión a ser buen
pastor de los jóvenes.
Que María, su madre y maestra, como enseñó a Don Bosco, nos enseñe
a nosotros el campo de acción, la misión que desarrollar, y el método
para realizarla.
Con afecto en Don Bosco,
Don Pascual Chávez V., SDB
SIGLAS
p.1: Const. = Constituciones de los Salesianos
p.1: ANS = Agenzia Notizie Salesiane (Agencia Noticias Salesianas)
p.2: ACG = Actas del Consejo General (Otras p.: 8 y bastantes más)
p.2: CG26 = Capítulo General 26 (Igualmente CG19, CG22...)
p.2: UPS = Universidad Pontificia Salesiana (Otra p.: 34)
p.3: ACS = Actas del Consejo Superior
p.8: CEP = Comunidad Educativa Pastoral

5.5 Page 45

▲back to top
45
p. 17: IUS = Instituciones Universitarias Salesianas (Otras páginas:
27,28,29,30)
p.19: PEPS = Proyecto Educativo Pastoral Salesiano (Otras páginas:
22,31,35)
p.28: CVI = ¿Curso Virtual IUS?
p.32: MGS = Movimiento Juvenil Salesiano (Otras p.: 33,34)
p.32: SDB = Salesianos de Don Bosco (Otras páginas: 34,43)
p.32: FMA = Hijas de María Auxiliadora
p.33: ICP = Inspectoría “Piemonte-Valle d’Aosta”, Italia
p.34: ONGs = Organizaciones No Gubernamentales
p.42: POI = Proyecto Orgánico Inspectorial