rallegratevi-lettera-consacrati_es


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© Copyright 2014 - Libreria Editrice Vaticana
00120 Città del Vaticano
Tel. 06 69 88 10 32 - Fax 06 69 88 47 16
www.libreriaeditricevaticana.com
www.vatican.va
ISBN 978-88-209-9288-0

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« Quería deciros una palabra,
y la palabra era alegría.
Siempre, donde están los consagrados,
siempre hay alegría ».
Papa FRANCISCO

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Queridos hermanos y hermanas:
1. « La alegría del Evangelio llena el corazón
y la vida entera de los que se encuentran con
Jesús. Con Jesucristo siempre nace y renace la
alegría ».1
El incipit de la exhortación apostólica Evan-
gelii gaudium resuena, en la línea del magisterio
del Papa Francisco, con una sorprendente vitali-
dad, invitando al admirable misterio de la Buena
Noticia que, acogida en el corazón, transforma
la vida. Se nos narra la parábola de la alegría:
el encuentro con Jesús enciende en nosotros la
belleza primigenia, esa belleza del rostro que
irradia la gloria del Padre (cf. 2 Co 4, 6), cuyo
fruto es la alegría.
Esta Congregación para los Institutos de vida
consagrada y las Sociedades de vida apostólica
1 FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gaudium
(24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013, n. 1.
7

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invita a reflexionar sobre el tiempo de gracia que
tenemos la dicha de vivir, con la invitación espe-
cial que el Papa dirige a la vida consagrada.
Acoger este magisterio significa renovar la
existencia según el Evangelio, no como radicali-
dad en el sentido de modelo de perfección y a
menudo de separación, sino como adhesión toto
corde al encuentro de salvación, acontecimiento
que transforma nuestra vida: « Se trata de dejar
todo para seguir al Señor. No, no quiero decir
radical. La radicalidad evangélica no es sólo de
los religiosos: se pide a todos. Pero los religiosos
siguen al Señor de manera especial, de modo
profético. Yo espero de ustedes este testimonio.
Los religiosos tienen que ser hombres y mujeres
capaces de despertar al mundo ».2
En la limitación de la condición humana, en
el afán cotidiano, los consagrados y consagradas
vivimos la fidelidad dando razón de nuestra ale-
gría, siendo testimonio luminoso, anuncio eficaz,
compañía y cercanía para las mujeres y los hom-
bres de nuestro tiempo que buscan la Iglesia
como casa paterna.3 Francisco de Asís, asumien-
do el evangelio como forma de vida, « hizo cre-
2 ANTONIO SPADARO, “¡Despierten al mundo!”. Coloquio
del Papa Francisco con los Superiores Generales, en: La Civiltà
Cattolica, 165 (2014/I), 5.
3 Cf. FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gau-
dium (24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013,
n. 47.
8

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cer la fe, renovó la Iglesia; y al mismo tiempo
renovó la sociedad, la hizo más fraterna, pero
siempre con el Evangelio, con el testimonio. Pre-
dicad siempre el Evangelio y si fuera necesario
también con las palabras ».4
Entre las muchas sugerencias que nos vienen
al escuchar las palabras del Papa Francisco, nos
interpela especialmente la sencillez con la que
propone su magisterio, con la misma genuinidad
del Evangelio: palabra sine glossa, esparcida con
el gesto generoso del buen sembrador que con
plena confianza no hace discriminaciones de
terreno.
Una invitación fidedigna que nos inspira ple-
na confianza, una invitación a renunciar a los
razonamientos institucionales y a las justificacio-
nes personales, una palabra provocativa que
cuestiona nuestro vivir a veces adormecido, al
margen, con frecuencia, del desafío si tuvierais fe
como un grano de mostaza (Lc 17, 5). Invitación
que nos anima a elevar el espíritu para dar razón
del Verbo que mora entre nosotros, del Espíritu
que crea y constantemente renueva la Iglesia.
4 FRANCISCO, Predicad siempre el Evangelio y si fuera nece-
sario también con las palabras, con la expresión de San Fran-
cisco el Papa confía su mensaje a los jóvenes reunidos en
Santa María de los Ángeles [Encuentro con los jóvenes de
Umbría, Asís (Perugia), 4 octubre 2013], en: L’Osservatore
Romano, domingo 6 octubre 2013, CLIII (229), p. 7.
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Esta Carta responde a tal invitación y quiere
iniciar una reflexión compartida, que permita
una confrontación leal entre Evangelio y Vida.
El Dicasterio abre así un itinerario en común,
lugar de reflexión personal, fraterna, de institu-
to, hacia el 2015 – año que la Iglesia dedica a la
vida consagrada –, con el deseo y el objetivo de
osar decisiones evangélicas, con frutos de reno-
vación, fecundos en la alegría: « La primacía de
Dios es plenitud de sentido y de alegría para la
existencia humana, porque el hombre ha sido
hecho para Dios y su corazón estará inquieto
hasta que descanse en Él ».5
5 JUAN PABLO II, Exhortación apostólica post-sinodal
Vita consecrata (25 marzo 1996), n. 27, en: AAS 88 (1996),
377-486.
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ALEGRAOS, REGOCIJAOS,
LLENAOS DE ALEGRÍA

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Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos
los que la amáis, alegraos de su alegría, los
que por ella llevasteis luto.
Porque así dice el Señor: « Yo haré derivar
hacia ella, como un río, la paz, como un
torrente en crecida, las riquezas de las na-
ciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y
sobre las rodillas las acariciarán.
Como a un niño a quien su madre consuela,
así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis
consolados.
Al verlo se alegrará vuestro corazón, y
vuestros huesos florecerán como un prado.
La mano del Señor se manifestará a sus
siervos ».
Isaías 66, 10-14

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A la escucha
2. Con el término alegría (en hebreo: s´imh. â/
s´amah. , gyl) la sagrada Escritura expresa múlti-
ples experiencias colectivas y personales, relacio-
nadas en particular con el culto religioso y las
fiestas, reconociendo el sentido de la presencia
de Dios en la historia de Israel. En la Biblia
aparecen trece verbos y sustantivos diversos para
describir la alegría de Dios, la alegría de la per-
sona humana y también la alegría de la misma
creación, en el diálogo de salvación.
En el Antiguo Testamento encontramos mu-
chos de estos términos, sobre todo en los Salmos
y en el profeta Isaías: con una riqueza lingüística
creativa y original se invita, a menudo, a la ale-
gría y se proclama la alegría por la cercanía de
Dios y el regocijo por la obra de sus manos.
En los Salmos se encuentran sin fin expresiones
eficaces que indican la alegría como fruto de la
presencia bondadosa de Dios que resuena exul-
tante y como garantía de la gran promesa que se
otea en el horizonte futuro del pueblo. En la
segunda y la tercera parte del libro del profeta
Isaías encontramos frecuentemente esta referen-
cia a la alegría orientada hacia el futuro: será
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sobreabundante (cf. Is 9, 2); el cielo, el desierto y
la tierra exultarán de alegría (Is 35, 1; 44, 23;
49, 13); los prisioneros liberados entrarán en Je-
rusalén con gritos de alegría (Is 35, 9 s.; 51, 11).
En el ámbito del Nuevo Testamento, junto al
vocablo privilegiado, que se presenta con la raíz
kar (kàirein, karà), aparecen términos como
’agalliáomai, euphrosy´ne¯: regocijo pleno, que
abraza a la vez pasado y futuro. Alegría es el don
mesiánico por excelencia, prometida por el mis-
mo Jesús: para que mi alegría esté en vosotros y
vuestra alegría sea colmada (Jn 15, 11; 16, 24;
17, 13). Ya en los acontecimientos que preceden
el nacimiento del Salvador, Lucas señala la ale-
gría exultante que se expande (cf. Lc 1, 14.44.47;
2, 10; cf. Mt 2, 10), y acompaña después la difu-
sión de la Buena Noticia con ese efecto efusivo
(cf. Lc 10, 17; 24, 41.52), típico signo de la pre-
sencia y expansión del Reino (cf. Lc 15, 7.10.32;
Hch 8, 39; 11, 23; 15, 3; 16, 34; cf. Rm 15, 10-13;
etc.).
En Pablo la alegría es fruto del Espíritu
(cf. Ga 5, 22) y nota típica y estable del Reino
(cf. Rm 14, 17), que se refuerza también en la
tribulación y en las pruebas (cf. 1 Ts 1, 6). En la
oración, en la caridad, en la incesante acción
de gracias (cf. 1 Ts 5, 16; Flp 3, 1; Col 1, 11 s.)
se encuentra el manantial de la alegría: en la
tribulación el apóstol de las gentes se siente re-
pleto de alegría y partícipe de la gloria que to-
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dos aguardamos (cf. 2 Co 6, 10; 7, 4; Col 1, 24).
El triunfo final de Dios y las bodas del Cordero
completarán toda alegría y regocijo (cf. Ap 19, 7),
haciendo estallar un Aleluya cósmico (Ap 19, 6).
La frase de Isaías 66, 10 – Alégrate Jerusalén, y
regocijaos por ella todos los que la amáis. Llenaos
de alegría por ella – nos introduce en el sentido
profundo del texto citado. Constituye el final de
la tercera parte del profeta Isaías. Consideremos
que los capítulos 65-66 están unidos estrecha-
mente y se complementan, como vemos en la
conclusión de la segunda parte (cc. 54-55).
En ambos capítulos aparece el tema del pasa-
do, con imágenes a veces crudas, pero con la
invitación a olvidarlo, porque Dios quiere hacer
brillar una nueva luz, una confianza que sanará
toda infidelidad y crueldad. Desaparecerá la mal-
dición, fruto de la inobservancia de la alianza,
porque Dios desea hacer de Jerusalén un rego-
cijo y de su pueblo una alegría (cf. Is 65, 18).
En efecto, Dios responderá antes incluso de ser
invocado (cf. Is 65, 24). Éste contexto se prolon-
ga en los primeros versículos de Is 66, y aparece
también más adelante por señas, frente a torpeza
de corazón y de oídos ante la bondad del Señor
y su Palabra de esperanza.
Sugestiva resulta aquí la analogía de Jerusa-
lén madre, que se inspira en las promesas de
Is 49, 18-29 y 54, 1-3: el país de Judá se llena de
repente de los que regresan de la dispersión
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después de su humillación. Equivale a decir que
los rumores de “liberación” han “fecundado”
a Sión de nueva vida y esperanza, y Dios, el
Señor de la vida, llevará hasta el final la gesta-
ción, dando a luz sin fatiga a nuevos hijos.
De este modo Sión-madre se ve rodeada de hijos,
siendo para ellos nodriza tierna y generosa: ima-
gen muy dulce que fascinó a santa Teresa de
Lisieux, que encontró en ella una clave decisiva
de interpretación de su espiritualidad.1
Una multiplicidad de vocablos repletos de
significado: alegraos, exultad, regocijaos, y tam-
bién consuelo, delicia, abundancia, prosperidad,
caricias, etc. Ante la carencia de una relación de
fidelidad y de amor, se había caído en tristeza y
esterilidad; ahora la potencia y santidad de Dios
reestablece sentido y plenitud de vida y de feli-
cidad, expresada con términos característicos de
las raíces afectivas de todo ser humano, desper-
tando emociones únicas de ternura y seguridad.
Delicado y verdadero perfil de un Dios que
vibra con entrañas maternas y con emociones
intensas que contagian. Alegría del corazón
(cf. Is 66, 14) que desde Dios – rostro materno
y brazo que levanta – se expande en medio de
un pueblo que ha padecido mil humillaciones
1 Con otras citas: cf. SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS, Obras
completas, LEV - Ed. OCD, Ciudad del Vaticano - Roma
1997: Manuscrito A, 76vº; B, 1rº; C, 3rº; Carta 196.
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y por ello tiene huesos frágiles. Transformación
gratuita que se prolonga festiva a nuevos cielos y
nueva tierra (cf. Is 66, 22) para que todos los
pueblos conozcan la gloria del Señor, que es fiel
y redentor.
Esta es la belleza
3. « Esta es la belleza de la consagración: es la
alegría, la alegría... ».2 La alegría de llevar a todos
la consolación de Dios. Son palabras del Papa
Francisco durante el encuentro con los semina-
ristas, los novicios y las novicias. « No hay santi-
dad en la tristeza! »3 continúa el Santo Padre, no
estéis tristes como quienes no tienen esperanza,
decía san Pablo (1 Ts 4, 13).
La alegría no es un adorno superfluo, es exi-
gencia y fundamento de la vida humana. En el
afán de cada día, todo hombre y mujer tiende a
alcanzar y vivir la alegría con todo su ser.
En el mundo con frecuencia viene a faltar la
alegría. No estamos llamados a realizar gestos
épicos ni a proclamar palabras altisonantes, sino
2 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, Novicios y Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
3 Ibídem.
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a testimoniar la alegría que proviene de la certe-
za de sentirnos amados y de la confianza de ser
salvados.
Nuestra memoria breve y nuestra experien-
cia frágil nos impiden a menudo alcanzar la
“tierra de la alegría” donde poder gustar el re-
flejo de Dios. Tenemos mil motivos para perma-
necer en la alegría, que se nutre en la escucha
creyente y perseverante de la Palabra de Dios.
En la escuela del Maestro, escuchando para que
mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea col-
mado (Jn 15, 11), nos entrenamos en el ejercicio
de la perfecta alegría.
« La tristeza y el miedo deben dejar paso a la
alegría: Festejad... gozad... alegraos – dice el Pro-
feta (66, 10). Es una gran invitación a la alegría.
[…] Todo cristiano, sobre todo nosotros, esta-
mos llamados a ser portadores de este mensaje
de esperanza que da serenidad y alegría: la con-
solación de Dios, su ternura para con todos.
Pero sólo podremos ser portadores si nosotros
experimentamos antes la alegría de ser consola-
dos por Él, de ser amados por Él. […] Yo he
encontrado algunas veces a personas consagra-
das que tienen miedo de la consolación de Dios,
y pobres, pobres, se atormentan, porque tienen
miedo de esta ternura de Dios. Pero no tengan
miedo. No tengan miedo, el Señor es el Señor de
la consolación, el Señor de la ternura. El Señor
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es Padre y Él dice que hará con nosotros como
una mamá con su niño, con su ternura. No ten-
gan miedo de la consolación del Señor ».4
Al llamaros
4. « Al llamaros Dios os dice: “¡Tú eres im-
portante para mí, te quiero, cuento contigo!”.
Jesús a cada uno de nosotros nos dice esto.
¡De ahí nace la alegría! La alegría del momento
en el que Jesús me ha mirado. Comprender y
sentir esto es el secreto de nuestra alegría. Sen-
tirse amado por Dios, sentir que para Él no
somos números, sino personas; y sentir que es Él
quien nos llama ».5
Papa Francisco quiere orientar nuestra mira-
da hacia el fundamento espiritual de nuestra
humanidad, para que reconozcamos lo que he-
mos recibido por gracia de Dios y libre respuesta
humana: Oyendo esto Jesús, le dijo: “Aún te falta
una cosa. Vende todo cuanto tienes y repártelo
4 FRANCISCO, La evangelización se hace de rodillas, Misa
con los seminaristas, novicios y novicias en el Año de la Fe
[Homilía durante la Misa con los Seminaristas, Novicios y
Novicias, Roma, 7 julio 2013], en: L’Osservatore Romano,
lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII (155), p. 7.
5 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, Novicios y Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
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entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos;
luego, ven y sígueme” (Lc 18, 22).
Hace memoria: « Jesús, en la última Cena, se
dirige a los Apóstoles con estas palabras: No sois
vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os
he elegido (Jn 15, 16), que recuerdan a todos, no
sólo a nosotros sacerdotes, que la vocación es
siempre una iniciativa de Dios. Es Cristo que os
ha llamado a seguirlo en la vida consagrada y
esto significa realizar continuamente un “éxodo”
de vosotras mismas para centrar vuestra existen-
cia en Cristo y en su Evangelio, en la voluntad de
Dios, despojándoos de vuestros proyectos, para
poder decir con san Pablo: No soy yo el que vive,
es Cristo quien vive en mí (Ga 2, 20) ».6
Nos invita el Papa a una peregrinatio hacia
atrás, un camino sapiencial para encontrarnos en
las calles de Palestina o junto a la barca del
humilde pescador de Galilea; nos invita a con-
templar los inicios de un recorrido o, mejor, de
un acontecimiento que, inaugurado por Cristo,
nos lleva a dejar las redes en la orilla, el banco de
los impuestos en el arcén de la carretera, las
veleidades del zelote entre las intenciones del
pasado. Medios todos inadecuados para estar
con Él.
6 FRANCISCO, Discurso a los Participantes en la Asamblea
Plenaria de la Unión Internación de las Superioras Generales
(Roma, 8 mayo 2013), en: AAS 105 (2013), 460-463.
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Nos invita a detenernos con paz, como pere-
grinación interior, en el horizonte de la primera
hora, donde los espacios están caldeados de re-
lación amistosa, la inteligencia se abre al miste-
rio, la decisión entiende que es bueno entregarse
al seguimiento de ese Maestro que sólo tiene
palabras de vida eterna (cf. Jn 6, 68). Nos impulsa
a hacer de toda la « existencia una peregrinación
de transformación en el amor ».7
Papa Francisco nos llama a detenernos en el
fotograma inicial – « La alegría del momento en
que Jesús me ha mirado »8 – y a evocar significa-
dos y exigencias relacionados con nuestra voca-
ción: « Es la respuesta a una llamada y a una
llamada de amor ».9 Estar con Cristo supone
compartir su vida y sus opciones; requiere la
obediencia de fe, la bienaventuranza de los po-
bres, la radicalidad del amor.
7 FRANCISCO, Para subir al monte de la perfección, Men-
saje del Pontífice a los Carmelitas con motivo del Capí-
tulo General [Mensaje al Prior General de la Orden de los
Hermanos de la Beata Virgen María del Monte Carmelo, con
motivo del Capítulo General, Roma, 22 agosto 2013], en:
L’Osservatore Romano, viernes 6 septiembre 2013, CLIII
(203), p. 7.
8 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, Novicios y Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
9 Ibídem.
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Se trata de renacer por vocación. « Invito a
cada cristiano […] a renovar ahora mismo su
encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a
tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de
intentarlo cada día sin descanso ».10
Pablo nos conduce a esta visión fundamental:
nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto,
Jesucristo (1 Co 3, 11). El término vocación indica
este hecho gratuito, como una cisterna de vida
que no cesa de renovar la humanidad y la Iglesia
en lo más profundo de su ser.
En la experiencia de la vocación es Dios mis-
mo el sujeto misterioso de la llamada. Su voz
nos llama a la vida y al discipulado por el Reino.
Al recordarlo – « Tú eres importante para mí » –,
el Papa utiliza el diálogo directo, en primera
persona, para despertar la consciencia. Lleva a
conciencia mi idea, mi juicio, para suscitar com-
portamientos coherentes con la llamada que
siento dirigida a mí, mi llamada personal: « Qui-
siera decir a quien se siente indiferente hacia
Dios, hacia la fe, a quien está lejano de Dios o lo
ha abandonado, también a nosotros, con nues-
tros “alejamientos” y nuestros “abandonos” de
Dios, quizás pequeños, pero ¡hay tantos en la
vida cotidiana!: mira en lo profundo de tu cora-
zón, mira en lo íntimo de ti mismo y pregúntate:
10 FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gaudium
(24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013, n. 3.
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¿tienes un corazón que desea algo grande o un
corazón adormecido por las cosas? ¿Tu corazón
ha conservado la inquietud de la búsqueda o lo
has dejado sofocar por las cosas, que terminan
por atrofiarlo? ».11
La relación con Jesucristo necesita ser alimen-
tada por la inquietud de la búsqueda. Ella nos
hace conscientes de la gratuidad del don de la
vocación y nos ayuda a dar razón de las motiva-
ciones que nos han llevado a la opción inicial y
sostienen nuestra perseverancia: « Dejarse con-
quistar por Cristo significa tender siempre hacia
aquello que tenemos de frente, hacia la meta de
Cristo (cf. Flp 3, 14) ».12 Estar constantemente a
la escucha de Dios requiere que estas preguntas
marquen nuestro tiempo cotidiano.
Este inefable misterio que llevamos dentro,
expresión del inefable misterio de Dios, se puede
leer únicamente a la luz de la fe: « La fe es la
11 FRANCISCO, Con la inquietud en el corazón, a los capitu-
lares agustinos el Papa les pide estar siempre a la búsqueda de
Dios y de los hermanos [Homilía durante la Misa de apertura
del Capítulo General de la Orden de San Agustín, Roma,
28 agosto 2013], en: L’Osservatore Romano, viernes 30 agosto
2013, CLIII (197), p. 8.
12 FRANCISCO, Caminos creativos radicados en la Iglesia,
Papa Francisco con sus hermanos jesuitas en el día de la
memoria de San Ignacio de Loyola [Homilía durante la
Misa en la Iglesia del Santísimo Nombre de Jesús con ocasión
de la fiesta de San Ignacio de Loyola, Roma, 31 julio 2013],
en: L’Osservatore Romano, jueves 1 agosto 2013, CLIII
(175), p. 8.
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3.6 Page 26

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respuesta a una Palabra que interpela personal-
mente, a un Tú que nos llama por nuestro nom-
bre »13 y « en cuanto respuesta a una Palabra que
la precede, será siempre un acto de memoria.
Sin embargo, esta memoria no se queda en el pa-
sado, sino que, siendo memoria de una promesa,
es capaz de abrir al futuro, de iluminar los pasos
a lo largo del camino ».14 « La fe contiene preci-
samente la memoria de la historia de Dios con
nosotros, la memoria del encuentro con Dios,
que es el primero en moverse, que crea y salva.
[…] Quien lleva consigo la memoria de Dios, se
deja guiar por la memoria de Dios en toda su
vida, y la sabe despertar en el corazón de los
otros ».15 Memoria de ser llamados aquí y ahora.
Encontrados, alcanzados, transformados
5. El Papa nos hace releer nuestra historia
personal y verificarla a la luz de la mirada de
amor de Dios, porque si la vocación es siempre
iniciativa suya, a nosotros nos corresponde la
adhesión libre a la economía divino-humana,
13 FRANCISCO, Carta Encíclica Lumen fidei (29 junio 2013),
n. 8, en: AAS 105 (2013), 555-596.
14 Ibídem, n. 9.
15 FRANCISCO, Memoria de Dios, durante la Misa en Plaza
de San Pedro el Papa habla de la misión del catequista
[Homilía durante la Misa para la jornada de los Catequistas,
Roma, 29 septiembre 2013], en: L’Osservatore Romano, lunes
30 septiembre - martes 1 octubre 2013, CLIII (224), p. 7.
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como relación de vida en el ágape, camino de
discipulado, « luz en el camino de la Iglesia ».16
La vida en el Espíritu está constantemente abier-
ta al misterio, mientras tiende a conocer al Señor
y captar la realidad a partir de Él. Cuando nos
llama, Dios nos hace entrar en su descanso y nos
pide descansar en Él, como proceso continuo de
conocimiento de amor; resuena para nosotros
la Palabra tú te afanas y preocupas por muchas
cosas (Lc 10, 41). En la via amoris caminamos en
una nueva vida: la vieja criatura renace a vida
nueva. El que está en Cristo, es una nueva crea-
ción (2 Co 5, 17).
Papa Francisco indica el nombre de este na-
cer de nuevo: « Esta senda tiene un nombre,
un rostro: el rostro de Jesucristo. Él nos ense-
ña a ser santos. En el Evangelio nos muestra
el camino: el camino de las Bienaventuranzas
(cf. Mt 5, 1-12). Esta es la vida de los santos:
personas que por amor a Dios no le pusieron
condiciones a Él en su vida ».17
La vida consagrada está llamada a encarnar la
Buena Noticia, en el seguimiento de Cristo,
16 FRANCISCO, Discurso a los Participantes en la Asamblea
Plenaria de la Unión Internacional de las Superioras Generales
(Roma, 8 mayo 2013), en: AAS 105 (2013), 460-463.
17 FRANCISCO, No superhombres sino amigos de Dios, Ange-
lus de todos los Santos [Angelus, Roma, 1 noviembre 2013],
en: L’Osservatore Romano, sábado-domingo 2-3 noviembre
2013, CLIII (252), p. 8.
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3.8 Page 28

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muerto y resucitado, a hacer propio el « modo de
existir y de actuar de Jesús como Verbo en-
carnado ante el Padre y ante los hermanos ».18
En concreto, a asumir su estilo de vida, adoptar
sus actitudes interiores, dejarse inundar por su
espíritu, asimilar su sorprendente lógica y su
escala de valores, compartir sus riesgos y sus
esperanzas: « Guiados por la certeza humilde y
feliz de quien ha sido encontrado, alcanzado y
transformado por la Verdad que es Cristo, y no
puede dejar de proclamarla ».19
Permanecer en Cristo nos permite acoger la
presencia del Misterio que nos habita y hace que
se dilate el corazón a la medida de su corazón de
Hijo. El que permanece en su amor, como el
sarmiento está unido a la vid (cf. Jn 15, 1-8) entra
en la familiaridad con Cristo y da fruto: « ¡Per-
manecer en Jesús! Se trata de permanecer unidos
a Él, dentro de Él, con Él, hablando con Él ».20
18 JUAN PABLO II, Exhortación apostólica postsinodal
Vita consecrata (25 marzo 1996), n. 22, en: AAS 88 (1996),
377-486.
19 FRANCISCO, En la encrucijada de los caminos, a los obis-
pos, a los sacerdotes, a los religiosos y a los seminaristas el
Papa les confía la misión de formar a los jóvenes a ser “calle-
jeros de la fe” [Homilía durante la Misa con los Obispos,
Sacerdotes, Religiosos y Seminaristas en ocasión de la XXVIII
Jornada Mundial de la Juventud, Río de Janeiro, 27 julio 2013],
en: L’Osservatore Romano, lunes-martes 29-30 julio 2013,
CLIII (173), p. 4.
20 FRANCISCO, La vocación del catequista, el Pontífice anima
a no tener miedo a salir de sí mismo para ir al encuentro de los
28

3.9 Page 29

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« La señal de Cristo está en nuestra frente y
en nuestro corazón... en nuestra frente para con-
fesarle siempre, y en nuestro corazón para amar-
le... en nuestro brazo para hacer el bien »,21 la
vida consagrada en efecto es una continua llama-
da a seguir a Cristo y a conformarnos a Él.
« Toda la vida de Jesús, su forma de tratar a los
pobres, sus gestos, su coherencia, su generosidad
cotidiana y sencilla, y finalmente su entrega total,
todo es precioso y le habla a la propia vida ».22
El encuentro con el Señor nos pone en mar-
cha, nos empuja a salir de la autorreferenciali-
dad.23 La relación con el Señor no es estática, ni
intimista: « Quien pone a Cristo en el centro de
su vida, se descentra. Cuanto más te unes a Jesús
y él se convierte en el centro de tu vida, tanto
más te hace Él salir de ti mismo, te descentra y te
abre a los demás ».24 « No estamos en el centro,
demás [Discurso a los participantes en el Congreso Interna-
cional sobre Catequesis, Roma, 27 septiembre 2013], en:
L’Osservatore Romano, domingo 29 septiembre 2013, CLIII
(223), p. 7
21 AMBROSIO, De Isaac et anima, 75: PL 14, 556-557.
22 FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gaudium
(24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013, n. 265
23 Cf. FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gau-
dium (24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano
2013, n. 8.
24 FRANCISCO, La vocación de ser catequista, el Pontífice
anima a no tener miedo de salir de sí mismos para ir al
encuentro de los demás [Discurso a los participantes en el
Congreso Internacional sobre Catequesis, Roma, 27 septiembre
29

3.10 Page 30

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estamos, por así decirlo, “desplazados”, estamos
al servicio de Cristo y de la Iglesia ».25
La vida cristiana es dinamica, es una búsque-
da continua, incluso cuando se vive en la dimen-
sión monástica y contemplativo-claustral.
« No se puede perseverar en una evangeliza-
ción ferviente si no se está convencido, por ex-
periencia propia, de que no es lo mismo haber
conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo
mismo caminar con Él que caminar a tientas, no
es lo mismo poder escucharlo que ignorar su
Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo,
adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo.
No es lo mismo tratar de construir el mundo con
su Evangelio que hacerlo sólo con la propia
razón. Sabemos bien que la vida con Él se vuelve
mucho más plena y que con Él es más fácil
encontrarle un sentido a todo ».26
Papa Francisco exhorta a la inquietud de la
búsqueda, como fue para Agustín de Hipona:
2013], en: L’Osservatore Romano, domingo 29 septiembre
2013, CLIII (223), p. 7.
25 FRANCISCO, Caminos creativos radicados en la Iglesia,
Papa Francisco con sus hermanos jesuitas el día de la memo-
ria de San Ignacio de Loyola [Homilía durante la Misa en la
Iglesia del Santísimo Nombre de Jesús con motivo de la fiesta de
San Ignacio de Loyola, Roma, 31 julio 2013], en: L’Osser-
vatore Romano, jueves 1 agosto 2013, CLIII (175), p. 8.
26 FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gaudium
(24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013, n. 266.
30

4 Pages 31-40

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4.1 Page 31

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una « inquietud del corazón lo que le lleva al
encuentro personal con Cristo, le lleva a com-
prender que ese Dios que buscaba lejos de sí es
el Dios cercano a cada ser humano, el Dios
cercano a nuestro corazón, más íntimo a noso-
tros que nosotros mismos ». Es una búsqueda
continua: « Agustín no se detiene, no se arrella-
na, no se cierra en sí mismo como quien ya ha
llegado, sino que continúa el camino. La inquie-
tud de la búsqueda de la verdad, de la búsqueda
de Dios, se convierte en la inquietud de conocer-
le cada vez más y de salir de sí mismo para darlo
a conocer a los demás. Es justamente la inquie-
tud del amor ».27
En la alegría del sí fiel
6. Quien ha encontrado al Señor y lo sigue
con fidelidad se hace mensajero de la alegría del
Espíritu.
« Sólo gracias a ese encuentro – o reencuen-
tro – con el amor de Dios, que se convierte en
feliz amistad, somos rescatados de nuestra con-
27 FRANCISCO, Con la inquietud en el corazón, a los capitu-
lares agustinos el Papa les pide estar siempre en búsqueda de
Dios y de los otros [Homilía durante la Misa de apertura del
Capítulo General Orden de San Agustín, Roma, 28 agosto
2013], en: L’Osservatore Romano, viernes 30 agosto 2013,
CLIII (197), p. 8.
31

4.2 Page 32

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ciencia aislada y de la autorreferencialidad ».28
La persona llamada es convocada a ser ella mis-
ma, es decir a ser lo que puede ser. Podemos
decir que la crisis de la vida consagrada depende
también de la incapacidad de reconocer esta
llamada profunda, incluso en los que viven ya tal
vocación.
Vivimos una crisis de fidelidad, entendida
como adhesión consciente a una llamada a reco-
rrer un camino desde su misterioso inicio a su
misterioso fin.
Quizás nos encontramos también en una cri-
sis de humanización. No siempre vivimos una
verdadera coherencia, heridos por la incapaci-
dad de realizar en el tiempo nuestra vida como
vocación única y camino fiel.
Si el cotidiano camino, personal y fraterno,
está marcado por el descontento y la amargura
que nos cierra en la lamentación, en permanente
nostalgia de caminos inexplorados y sueños no
realizados, entonces se convierte en un camino
solitario. Nuestra vida, llamada a la relación en el
cumplimiento del amor, puede convertirse en
tierra desierta. Estamos invitados, siempre, a vol-
ver al centro profundo de la vida personal, allí
donde encuentran sentido y verdad las motiva-
28 FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gaudium,
(24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013, n. 8.
32

4.3 Page 33

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ciones de nuestro vivir con el Maestro, discípu-
los y discípulas suyos.
La fidelidad es conciencia del amor que nos
orienta hacia el Tú de Dios y hacia cada persona,
de modo constante y dinámico, mientras experi-
mentamos en nosotros la vida del Resucitado:
« Quienes se dejan salvar por Él son liberados
del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del
aislamiento ».29
Un discipulado fiel es gracia y ejercicio de
amor, ejercicio de caridad oblativa: « Cuando
caminamos sin la cruz, cuando edificamos sin la
cruz y cuando confesamos un Cristo sin cruz, no
somos discípulos del Señor: somos mundanos,
somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas,
pero no discípulos del Señor ».30
Perseverar hasta el Gólgota, experimentar la
laceración de la duda y de la negación, gozar en
la maravilla y en el estupor de la Pascua hasta la
manifestación de Pentecostés y la evangelización
de las gentes, son etapas de una fidelidad gozosa
en la lógica de la kenosis, experimentada durante
toda la vida con el signo incluso del martirio, y
del mismo modo partícipe de la vida de Cristo
resucitado: « Y desde la Cruz, acto supremo de
29 Ibídem, n. 1.
30 FRANCISCO, Homilía durante la Misa con los Cardenales
(Roma, 14 marzo 2013), en: AAS 105 (2013), 365-366.
33

4.4 Page 34

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misericordia y de amor, renacemos como criatu-
ra nueva (Ga 6, 15) ».31
En el lugar teologal, donde Dios revelándose
a sí mismo nos revela a nosotros, el Señor nos
pide volver a buscar, fides quaerens: Busca la
justicia, la fe, la caridad, la paz en unión de los que
invocan al Señor con corazón puro (2 Tm 2, 22).
La peregrinación interior se inicia en la ple-
garia: « Para un discípulo, lo primero es estar
con el Maestro, escucharle, aprender de él.
Y esto vale siempre, es un camino que dura toda
la vida. […] Si en nuestros corazones no está el
calor de Dios, de su amor, de su ternura, ¿cómo
podemos nosotros, pobres pecadores, inflamar el
corazón de los demás? ».32 Este itinerario dura
toda la vida y el Espíritu Santo, en la humildad
de la oración, nos hace entender la Señoría de
Cristo en nosotros: « El Señor nos llama cada día
a seguirlo con valentía y fidelidad; nos ha conce-
dido el gran don de elegirnos como discípulos
31 FRANCISCO, La evangelización se hace de rodillas, Misa
con los seminaristas, novicios y novicias en el Año de la Fe
[Homilía durante la Misa con los Seminaristas, Novicios y
Novicias, Roma, 7 julio 2013], en: L’Osservatore Romano,
lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII (155), p. 7.
32 FRANCISCO, La vocación de ser catequista, el Pontífice
anima a no tener miedo de salir de sí mismo para ir al
encuentro de los otros [Discurso a los participantes en el
Congreso Internacional sobre la Catequesis, Roma, 27 septiem-
bre 2013], en: L’Osservatore Romano, domingo 29 septiembre
2013, CLIII (223), p. 7.
34

4.5 Page 35

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suyos; nos invita a proclamarlo con gozo como el
Resucitado, pero nos pide que lo hagamos con la
palabra y el testimonio de nuestra vida en lo
cotidiano. El Señor es el único, el único Dios de
nuestra vida, y nos invita a despojarnos de tantos
ídolos y a adorarle sólo a él ».33
El Papa indica la oración como el manantial
de fecundidad de la misión: « Cultivemos la di-
mensión contemplativa, incluso en la vorágine
de los compromisos más urgentes y duros. Cuan-
to más les llame la misión a ir a las periferias
existenciales, más unido ha de estar su corazón a
Cristo, lleno de misericordia y de amor ».34
El estar con Jesús nos forma a una mirada
contemplativa de la historia, que sabe ver y es-
cuchar en todo la presencia del Espíritu y, de
modo privilegiado, discernir su presencia para
vivir el tiempo como tiempo de Dios. Cuando
falta la mirada de fe « la propia vida pierde
gradualmente el sentido, el rostro de los herma-
nos se hace opaco y es imposible descubrir en
33 FRANCISCO, Coherencia entre palabra y vida, el Papa invi-
ta en San Pablo a abandonar los ídolos para adorar al Señor
[Homilía en la celebración eucarística en San Pablo Extra
Muros, Roma, 14 abril 2013], en: L’Osservatore Romano,
lunes-martes 15-16 abril 2013, CLIII (88), p. 8.
34 FRANCISCO, La evangelización se hace de rodillas, Misa
con los seminaristas, novicios y novicias en el Año de la Fe
[Homilía durante la Misa con los Seminaristas, Novicios y
Novicias, Roma, 7 julio 2013], en: L’Osservatore Romano,
lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII (155), p. 7.
35

4.6 Page 36

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ellos el rostro de Cristo, los acontecimientos de
la historia quedan ambiguos cuando no privados
de esperanza ».35
La contemplación nos abre a la aptitud pro-
fética. El profeta es un hombre « que tiene los
ojos penetrantes y que escucha y dice las pala-
bras de Dios, […] un hombre de tres tiempos:
promesa del pasado, contemplación del pre-
sente, ánimo para indicar el camino hacia el
futuro ».36
Por último, la fidelidad en el discipulado pasa
por la experiencia de la fraternidad, lugar teoló-
gico en el que estamos llamados a sostenernos
en el sí gozoso al Evangelio: « Es la Palabra de
Dios la que suscita la fe, la nutre, la regenera.
Es la Palabra de Dios la que toca los corazones,
los convierte a Dios y a su lógica, que es muy
distinta a la nuestra; es la Palabra de Dios la
que renueva continuamente nuestras comuni-
dades ».37
35 CONGREGACIÓN PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSA-
GRADA Y LAS SOCIEDADES DE VIDA APOSTÓLICA, Instrucción
Caminar desde Cristo. Un renovado empeño de la vida consa-
grada en el Tercer Milenio (19 mayo 2002), n. 25, en: EnchVat
21, 372-510.
36 FRANCISCO, El hombre de ojos penetrantes, meditación en
la Capilla de la Domus Sanctae Marthae (16 diciembre 2013),
en: L’Osservatore Romano, lunes-martes 16-17 diciembre
2013, CLIII (289), p. 7.
37 FRANCISCO, La atracción que hace crecer a la Iglesia, en-
cuentro con los sacerdotes, religiosas y religiosos en la cate-
36

4.7 Page 37

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El Papa nos invita pues a renovar y a cualifi-
car nuestra vocación con alegría y pasión porque
el acto totalizante del amor es un « camino con-
tinuo, que madura, madura, madura »,38 en desa-
rrollo permanente en el que el sí de nuestra
voluntad a la suya une voluntad, intelecto y sen-
timiento « el amor nunca se da por “concluido” y
completado; se transforma en el curso de la vida,
madura y, precisamente por ello, permanece fiel
a sí mismo ».39
dral de San Rufino [Encuentro con el Clero, personas de vida
consagrada y miembros de los Consejos Pastorales, Asís (Peru-
gia), 4 octubre 2013], en: L’Osservatore Romano, domingo
6 octubre 2013, CLIII (229), p. 6.
38 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, Novicios y Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
39 BENEDICTO XVI, Carta encíclica Deus caritas est (25 di-
ciembre 2005), n. 11, en: AAS 98 (2006), 217-252.
37

4.8 Page 38

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4.9 Page 39

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CONSOLAD,
CONSOLAD A MI PUEBLO

4.10 Page 40

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5 Pages 41-50

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5.1 Page 41

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Consolad, consolad a mi pueblo,
dice vuestro Dios.
Hablad al corazón de Jerusalén.
Isaías 40, 1-2

5.2 Page 42

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5.3 Page 43

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A la escucha
7. Con un estilo peculiar que encontramos
también después (cf. Is 51, 17; 52, 1: ¡Despierta,
despierta!), los oráculos de la segunda parte de
Isaías (Is 40-55) llaman con énfasis a socorrer a
Israel deportado, que tiende a cerrarse en el
vacío de una memoria fallida. El contexto histó-
rico pertenece claramente a la fase de la larga
deportación del pueblo en Babilonia (587-538
A.C.), con la consiguiente humillación y el senti-
do de impotencia para salir de ella. Todavía, la
disgregación del imperio asirio bajo la presión de
la nueva potencia emergente, la de Persia, bajo el
astro naciente de Ciro, hace intuir al profeta que
podría realizarse una liberación inesperada. Y así
será. El profeta, inspirado por Dios, da voz pú-
blica a esta posibilidad, interpretando las agita-
ciones políticas y militares como acción guiada
misteriosamente por Dios a través de Ciro y pro-
clama que la liberación está cerca y el retorno a
la tierra de los padres está a punto de realizarse.
Consolad... hablad al corazón: estas palabras
se encuentran con una cierta frecuencia en el
Antiguo Testamento, en particular en los diálo-
gos de ternura y de afecto. Cuando, por ejemplo,
Rut reconoce que Booz la ha consolado y ha
hablado a su corazón (cf. Rt 2, 12) o bien en la
43

5.4 Page 44

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famosa página de Oseas que anuncia a Gomer
que la llevará al desierto y hablará a su corazón
(cf. Os 2, 16-17) para un tiempo de fidelidad.
Encontramos también paralelos similares: por
ejemplo, en el diálogo de Siquem, hijo de Jamor,
enamorado de Dina (cf. Gn 34, 1-5) o en el del
levita de Efraim, que habla a la concubina que lo
ha abandonado (cf. Jc 19, 3).
Se trata pues de un lenguaje que se entiende
en el horizonte del amor y no sólo de una pala-
bra de aliento: acción y palabra juntas, delicadas
y alentadoras, que evocan los profundos lazos
afectivos de Dios “esposo” de Israel. Y la conso-
lación es epifanía de una recíproca pertenencia,
juego de empatía intensa, de conmoción y unión
vital. No son pues palabras superficiales y dulzo-
nas, sino entrañas de misericordia, abrazo que da
fuerza, paciente cercanía para encontrar nueva-
mente el camino de la confianza.
Llevar el abrazo de Dios
8. « La gente de hoy tiene necesidad cierta-
mente de palabras, pero sobre todo tiene nece-
sidad de que demos testimonio de la misericor-
dia, la ternura del Señor, que enardece el cora-
zón, despierta la esperanza, atrae hacia el bien.
¡La alegría de llevar la consolación de Dios! ».1
1 FRANCISCO, La evangelización se hace de rodillas, Misa
con los seminaristas, novicios y novicias en el Año de la Fe
44

5.5 Page 45

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Papa Francisco nos confía a nosotros consa-
grados y consagradas esta misión: encontrar al
Señor, que nos consuela como una madre, y
consolar al pueblo de Dios.
De la alegría del encuentro con el Señor y de
su llamada brota el servicio en la Iglesia, la mi-
sión: llevar a los hombres y a las mujeres de
nuestro tiempo la consolación de Dios, testimo-
niar su misericordia.2
Según Jesús la consolación es don del Espíri-
tu, el Paráclito, el Consolador que nos consuela
en las pruebas y nos da la esperanza que no
defrauda. La consolación cristiana se convierte
así en consuelo, aliento, esperanza: es presencia
activa del Espíritu (cf. Jn 14, 16-17), fruto del
Espíritu, y el fruto del Espíritu es amor, alegría,
paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad,
mansedumbre, templanza (Ga 5, 22).
En un mundo de desconfianza, desaliento,
depresión, en una cultura en la cual hombres y
mujeres se dejan llevar por la fragilidad y la
debilidad, el individualismo y los intereses per-
[Homilía durante la Misa con los Seminaristas, Novicios y
Novicias, Roma, 7 julio 2013], en: L’Osservatore Romano,
lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII (155), p. 7.
2 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, Novicios y Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
45

5.6 Page 46

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sonales, estamos llamados a trasmitir confianza
en una felicidad verdadera, en una esperanza
posible, que no se apoye únicamente en los ta-
lentos, en las cualidades, en el saber, sino en
Dios. A todos se nos da la posibilidad de encon-
trarlo, basta buscarle con corazón sincero.
Los hombres y las mujeres de nuestro tiempo
esperan una palabra de consolación, que los
acerquen al perdón y de alegría verdadera. Esta-
mos llamados a llevar a todos el abrazo de Dios,
que se inclina con ternura de madre hacia noso-
tros: consagrados, signo de humanidad plena,
facilitadores y no controladores de la gracia,3
inclinados como signo de consolación.
La ternura nos hace bien
9. Como testigos de comunión, no obstante
nuestro modo de ver y nuestra limitación, esta-
mos llamados a llevar la sonrisa de Dios, y la
fraternidad es el primer y más creíble evangelio
que podemos narrar. Se nos pide humanizar
nuestras comunidades: « Cuidar la amistad entre
vosotras, la vida de familia, el amor entre voso-
tras. Que el monasterio no sea un Purgatorio,
que sea una familia. Los problemas están, esta-
3 Cf. FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gau-
dium (24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013,
n. 47.
46

5.7 Page 47

▲back to top
rán, pero, como se hace en una familia, con
amor, buscar la solución con amor; no destruir
esto para resolver aquello; no competir. Cuidar
la vida de comunidad, porque cuando la vida de
comunidad es así, de familia, es precisamente el
Espíritu Santo quien está en medio de la comu-
nidad. Estas dos cosas quería deciros: la contem-
plación siempre, siempre con Jesús -Jesús, Dios y
Hombre-; y la vida de comunidad, siempre con
un corazón grande. Dejando pasar, no vanaglo-
riarse, soportar todo, sonreír desde del corazón.
El signo de ello es la alegría ».4
La alegría se consolida en la experiencia de
fraternidad, como lugar teológico, donde cada
uno es responsable de la fidelidad al Evangelio y
del crecimiento de los demás. Cuando una fra-
ternidad se alimenta del mismo Cuerpo y Sangre
de Jesús y se reúne alrededor del Hijo de Dios,
para compartir el camino de fe conducido por la
Palabra, se hace una cosa sola con él, es una
fraternidad en comunión que experimenta el
amor gratuito y vive en fiesta, libre, alegre, llena
de audacia.
« Una fraternidad sin alegría es una fraterni-
dad que se apaga. […] Una fraternidad donde
4 FRANCISCO, Para una clausura de gran humanidad, re-
comendaciones a las clarisas en la basílica de Santa Clara
[Palabras a las Monjas de clausura, Asís (Perugia), 4 octubre
2013], en: L’Osservatore Romano, domingo 6 octubre, CLIII
(229), p. 6.
47

5.8 Page 48

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abunda la alegría es un verdadero don de lo Alto
a los hermanos que saben pedirlo y que saben
aceptarse y se comprometen en la vida fraterna
confiando en la acción del Espíritu ».5
En un tiempo en el que la fragmentariedad
alimenta un individualismo estéril y de masa y la
debilidad de las relaciones disgrega y estropea
el cuidado de lo humano, se nos invita a huma-
nizar las relaciones de fraternidad para favorecer
la comunión de corazón y de alma según el
Evangelio porque « existe una comunión de vida
entre todos aquellos que pertenecen a Cristo.
Una comunión que nace de la fe » y que hace a
« la Iglesia, en su verdad más profunda, comu-
nión con Dios, familiaridad con Dios, comunión
de amor con Cristo y con el Padre en el Espí-
ritu Santo, que se prolonga en una comunión
fraterna ».6
Para el Papa Francisco la ternura es signo
distintivo de la fraternidad, una « ternura euca-
rística », porque « la ternura nos hace bien ».
La fraternidad tendrá « una fuerza de convoca-
5 CONGREGACIÓN PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSA-
GRADA Y LAS SOCIEDADES DE VIDA APOSTOLICA, Instrucción
La vida fraterna en comunidad. “Congregavit nos in unum
Christi amor” (2 febrero 1994), n. 28: en EnchVat 14, 345-537.
6 FRANCISCO, Una gran familia entre cielo y tierra, en la
audiencia general el Papa habla de la comunión de los santos
[Audiencia general, Roma, 30 octubre 2013], en: L’Osserva-
tore Romano, jueves 31 octubre 2013, CLIII (250), p. 8.
48

5.9 Page 49

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ción enorme. […] la fraternidad más allá de
todas las diferencias posibles, es una experiencia
de amor que va más allá de los conflictos ».7
La cercanía como compañía
10. Estamos llamados a realizar un éxodo de
nosotros mismos en un camino de adoración y
de servicio.8 « ¡Salir por la puerta para buscar y
encontrar! Tengan el valor de ir contracorriente
de esta cultura eficientista, de esta cultura del
descarte. El encuentro y la acogida de todos, la
solidaridad, es una palabra que la están escon-
diendo en esta cultura, casi una mala palabra, la
solidaridad y la fraternidad, son elementos que
hacen nuestra civilización verdaderamente hu-
mana. Ser servidores de la comunión y de la
cultura del encuentro. Los quisiera casi obsesio-
nados en este sentido. Y hacerlo sin ser presun-
tuosos ».9
7 ANTONIO SPADARO, “¡Despierten al mundo!”. Coloquio
del Papa Francisco con los Superiores Generales, en: La Civiltà
Cattolica, 165 (2014/I), 13.
8 FRANCISCO, Discurso a los Participantes en la Asamblea
Plenaria de la Unión Internación de las Superioras Generales
(Roma, 8 mayo 2013), en: AAS 105 (2013), 460-463.
9 FRANCISCO, En la encrucijada de los caminos, a los obis-
pos, a los sacerdotes, a los religiosos y a los seminaristas el
Papa les confía la misión de formar a los jóvenes para que
sean “callejeros de la fe” [Homilía durante la Misa con los
Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Seminaristas en ocasión
de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, Río de Janei-
49

5.10 Page 50

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« El fantasma que se debe combatir es la ima-
gen de la vida religiosa entendida como refugio y
consuelo ante un mundo externo difícil y comple-
jo ».10 El Papa nos pide « salir del nido »,11 para
ser enviados a los hombres y mujeres de nuestro
tiempo, entregándonos a Dios y al prójimo.
« ¡La alegría nace de la gratuidad de un en-
cuentro! […] Y la alegría del encuentro con Él y
de su llamada lleva a no cerrarse, sino a abrirse;
lleva al servicio en la Iglesia. Santo Tomás decía
bonum est diffusivum sui” – no es un latín
muy difícil –, el bien se difunde. Y también la
alegría se difunde. No tengáis miedo de mostrar
la alegría de haber respondido a la llamada del
Señor, a su elección de amor, y de testimoniar
su Evangelio en el servicio a la Iglesia. Y la ale-
gría, la verdad, es contagiosa; contagia... hace ir
adelante ».12
Ante el testimonio contagioso de alegría, se-
renidad, fecundidad, testimonio de la ternura y
ro, 27 julio 2013], en: L’Osservatore Romano, lunes-martes
29-30 julio 2013, CLIII (173), p. 4.
10 ANTONIO SPADARO, “¡Despierten al mundo!”. Coloquio
del Papa Francisco con los Superiores Generales, en: La Civiltà
Cattolica, 165 (2014/I), 10.
11 Cf. ibídem, 6.
12 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, los Novicios y las Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
50

6 Pages 51-60

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6.1 Page 51

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del amor, de la caridad humilde, sin prepotencia,
muchos sienten el deseo de venir y ver.13
Papa Francisco ha indicado varias veces el ca-
mino de la atracción, del contagio, como vía para
hacer crecer a la Iglesia, vía de la nueva evange-
lización. « La Iglesia debe ser atractiva. ¡Desper-
tar al mundo! ¡Sean testimonio de un modo di-
stinto de hacer, de actuar, de vivir! Es posible vi-
vir de un modo distinto en este mundo. […] Por
lo tanto, esto que me espero es el testimonio ».14
Confiándonos la tarea de despertar el mundo
el Papa nos impulsa al encuentro de los hombres
y mujeres de hoy a la luz de dos elementos
pastorales que tienen su raíz en la novedad del
Evangelio: la cercanía y el encuentro, mediante
los cuales Dios mismo se ha revelado en la his-
toria hasta la Encarnación.
En el camino de Emaús, hacemos nuestras,
como Jesús con los discípulos, las alegrías y los
sufrimientos de la gente, dando « calor al cora-
zón »,15 mientras esperamos con ternura al que se
13 Cf. FRANCISCO, La humildad y la fuerza del Evangelio,
meditación en la Capilla de la Domus Sanctae Marthae (1 octu-
bre 2013), en: L’Osservatore Romano, miércoles 2 octubre
2013, CLIII (225), p. 8.
14 ANTONIO SPADARO, “¡Despierten al mundo!”. Coloquio
del Papa Francisco con los Superiores Generales, en: La Civiltà
Cattolica, 165 (2014/I), 5.
15 Cf. FRANCISCO, Para una Iglesia que acompaña a casa al
hombre, encuentro con los obispos brasileños en el arzobis-
pado de Río de Janeiro [Encuentro con el Episcopado Brasile-
51

6.2 Page 52

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siente cansado, débil, para que el camino en
común tenga luz y sentido en Cristo.
Nuestro camino « madura hacia la paternidad
pastoral, hacia la maternidad pastoral, y cuando
un sacerdote no es padre de su comunidad,
cuando una religiosa no es madre de todos aque-
llos con los que trabaja, se vuelve triste. Este es el
problema. Por eso os digo: la raíz de la tristeza
en la vida pastoral está precisamente en la falta
de paternidad y maternidad, que viene de vivir
mal esta consagración, que, en cambio, nos debe
llevar a la fecundidad ».16
La inquietud del amor
11. Iconos vivientes de la maternidad y de la
cercanía de la Iglesia, vamos hacia quienes espe-
ran la Palabra de consolación inclinándonos con
amor materno y espíritu paterno hacia los pobres
y los débiles. El Papa nos invita a no privatizar el
amor y con la inquietud de quien busca: « Buscar
siempre, sin descanso, el bien del otro, de la
persona amada ».17
ño, Río de Janeiro, 27 julio 2013], en: L’Osservatore Romano,
lunes-martes 29-30 julio 2013, CLIII (173), pp. 6-7.
16 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, los Novicios y las Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
17 FRANCISCO, Con la inquietud en el corazón, a los capitu-
lares agustinos el Papa les pide estar siempre a la búsqueda de
52

6.3 Page 53

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La crisis de sentido del hombre moderno y la
crisis económica y moral de la sociedad occiden-
tal y de sus instituciones no son un aconteci-
miento pasajero de nuestro tiempo: caracterizan
más bien un momento histórico de excepcional
importancia. Estamos llamados como Iglesia a
salir para dirigirnos hacia las periferias geográ-
ficas, urbanas y existenciales – las del misterio
del pecado, del dolor, de las injusticias, de la
miseria –, hacia los lugares escondidos del alma
dónde la persona experimenta la alegría y el
sufrimiento de la vida.18
« Vivimos en una cultura del desencuentro,
una cultura de la fragmentación, una cultura en
la que lo que no me sirve lo tiro, la cultura del
descarte […] hoy, hallar a un vagabundo muerto
de frío no es noticia, sin embargo “la pobreza es
una categoría teologal porque el Hijo de Dios se
abajó, se hizo pobre para caminar con nosotros
por el camino. […] Una Iglesia pobre para los
pobres empieza con ir hacia la carne de Cristo.
Si vamos hacia la carne de Cristo, comenzamos a
entender algo, a entender qué es esta pobreza, la
Dios y de los hermanos [Homilía durante la Misa de apertura
del Capítulo General de la Orden de San Agustín, Roma,
28 agosto 2013], en: L’Osservatore Romano, viernes 30 agosto
2013, CLIII (197), p. 8.
18 Cf. FRANCISCO, Vigilia de Pentecostés con los Movimien-
tos, las nuevas Comunidades, las Asociaciones, las Agregaciones
laicales (Roma, 18 mayo 2013), en: AAS 105 (2013), 450-452.
53

6.4 Page 54

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pobreza del Señor ».19 Vivir la bienaventuranza
de los pobres significa que la angustia de la
soledad y de la limitación ha sido vencida por la
alegría de quien es realmente libre en Cristo y ha
aprendido a amar.
Durante su visita pastoral a Asís, el Papa
Francisco se preguntaba de qué debe despojarse
la Iglesia. Y respondía: « Despojarse de toda
acción que no es por Dios, no es de Dios; del
miedo de abrir las puertas y de salir al encuentro
de todos, especialmente de los más pobres, ne-
cesitados, lejanos, sin esperar; cierto, no para
perderse en el naufragio del mundo, sino para
llevar con valor la luz de Cristo, la luz del Evan-
gelio, también en la oscuridad, donde no se ve,
donde puede suceder el tropiezo; despojarse de
la tranquilidad aparente que dan las estructuras,
ciertamente necesarias e importantes, pero que
no deben oscurecer jamás la única fuerza verda-
dera que lleva en sí: la de Dios. Él es nuestra
fuerza ».20
Es para nosotros una invitación a « no tener
miedo a dejar caer las estructuras caducas. La
Iglesia es libre. La lleva adelante el Espíritu San-
19 Ibídem.
20 FRANCISCO, Para una Iglesia despojada de la mundanidad,
con los pobres, los desocupados y los emigrantes asistidos por
Caritas [Encuentro con los pobres asistidos por Caritas, Asís
(Perugia), 4 octubre 2013], en: L’Osservatore Romano, sábado
5 octubre 2013, CLIII (228), p. 7.
54

6.5 Page 55

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to. Nos lo enseña Jesús en el evangelio: la libertad
necesaria para encontrar siempre la novedad del
evangelio en nuestra vida y también en las estruc-
turas. La libertad de elegir odres nuevos para esta
novedad ».21 Estamos invitados a ser hombres y
mujeres audaces, de frontera: « Nuestra fe no es
una fe-laboratorio, sino una fe-camino, una fe
histórica. Dios se ha revelado como historia, no
como un compendio de verdades abstractas.
[…] No hay que llevarse la frontera a casa, sino
vivir en frontera y ser audaces ».22
Junto al desafío de la bienaventuranza de los
pobres, el Papa invita a visitar las fronteras del
pensamiento y de la cultura, a favorecer el diálo-
go, incluso a nivel intelectual, para dar razón de
la esperanza basada en criterios éticos y espiri-
tuales, interrogándonos sobre lo que es bueno.
La fe no reduce jamás el espacio de la razón, lo
abre más bien a una visión integral del hombre y
de la realidad e impide reducir al hombre a
« material humano ».23
21 FRANCISCO, Renovación sin temores, meditación en la Ca-
pilla de la Domus Sanctae Marthae (6 julio 2013), en: L’Osser-
vatore Romano, domingo 7 julio 2013, CLIII (154), p. 7.
22 ANTONIO SPADARO, Entrevista al Papa Francisco, en:
La Civiltà Cattolica, 164 (2013/III), 474.
23 Cf. FRANCISCO, El Apocalipsis que no vendrá, discurso al
mundo académico y cultural [Encuentro con el mundo de la
cultura, Cagliari, 22 septiembre 2013], en: L’Osservatore Ro-
mano, lunes-martes 23-24 septiembre 2013, CLIII (218), p. 7.
55

6.6 Page 56

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La cultura, llamada a servir constantemente a
la humanidad en todas sus condiciones, si es
auténtica, abre a itinerarios inexplorados, pa-
sos de respiro de esperanza que consolidan el
sentido de la vida y custodian el bien común.
Un auténtico proceso cultural « hace crecer la
humanización integral y la cultura del encuen-
tro y de la relación; ésta es la manera cristiana
de promover el bien común, la alegría de vivir.
Y aquí convergen la fe y la razón, la dimensión
religiosa con los diferentes aspectos de la cultura
humana: el arte, la ciencia, el trabajo, la literatu-
ra ».24 Una verdadera búsqueda cultural se en-
cuentra con la historia y abre caminos hacia el
rostro de Dios.
Los lugares donde se elabora y se comunica el
saber son también lugares que deben abrirse a
una cultura de proximidad, de encuentro y diá-
logo, que supere defensas, abra puertas, constru-
ya puentes.25
24 FRANCISCO, La apuesta del diálogo y del encuentro, a la
clase dirigente de Brasil [Encuentro con la Clase Dirigente de
Brasil, Río de Janeiro, 27 julio 2013], en: L’Osservatore Roma-
no, 29-30 julio 2013, CLIII (173), p. 4.
25 Cf. FRANCISCO, Hombres de frontera, el Papa a la Comu-
nidad de la Civiltà Cattolica [Discurso a la Comunidad de los
Escritores de “La Civiltà Cattolica”, Roma, 14 junio 2013],
en: L’Osservatore Romano, sábado 15 junio 2013, CLIII
(136), p. 7.
56

6.7 Page 57

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PARA LA REFLEXIÓN

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6.9 Page 59

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12. El mundo, red global en la que todos
estamos conectados, donde ninguna tradición
local puede ambicionar el monopolio de lo ver-
dadero y donde las tecnologías tienen efectos
que alcanzan a todos, desafía permanentemente
a quien vive la vida según el Evangelio.
En esta situación histórica, el Papa Francisco
está realizando, mediante opciones y modos de
vida, una hermenéutica viviente del diálogo
Dios-mundo. Nos introduce en un estilo de sa-
biduría que, arraigada en el Evangelio y en la
escatología de lo humano, lee el pluralismo, bus-
ca el equilibrio, invita a activar la capacidad de
ser responsables del cambio para comunicar
cada vez mejor la verdad del Evangelio, mientras
nos movemos « entre los límites y las circunstan-
cias »1 y conscientes de estos límites cada uno de
nosotros se hace débil con los débiles... todo a
todos (1 Co 9, 22)
Estamos invitados a cuidar una dinámica ge-
nerativa, no simplemente administrativa, para
asumir los acontecimientos espirituales presentes
en nuestras comunidades y en el mundo, como
1 FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gaudium
(24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013, n. 45.
59

6.10 Page 60

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movimiento y gracia, obra del Espíritu en cada
persona, vista como persona. Estamos invitados
a desestructurar modelos sin vida para narrar lo
humano tocado por Cristo, nunca revelado del
todo en los lenguajes y en los modos.
Papa Francisco nos invita a una sabiduría que
sea signo de una consistencia dúctil, capacidad
de los consagrados de moverse según el Evan-
gelio, de actuar y de optar según el Evangelio,
sin perderse entre diversas esferas de vida, len-
guajes, relaciones, manteniendo el sentido de la
responsabilidad, los nexos que nos unen, nues-
tros límites, las infinitas expresiones de la vida.
Un corazón misionero es un corazón que ha
conocido la alegría de la salvación de Cristo y la
comparte como consolación frente al límite hu-
mano: « Sabe que él mismo tiene que crecer en la
comprensión del Evangelio y en el discernimien-
to de los senderos del Espíritu, y entonces no
renuncia al bien posible, aunque corra el riesgo
de mancharse con el barro del camino ».2
Nos dejamos interpelar por las invitaciones
del Papa para mirarnos a nosotros mismos y al
mundo con los ojos de Cristo y permanecer
inquietos.
2 Ibídem.
60

7 Pages 61-70

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7.1 Page 61

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Las preguntas del Papa Francisco
• Quería deciros una palabra, y la palabra era
alegría. Siempre, donde están los consagra-
dos, los seminaristas, las religiosas y los reli-
giosos, los jóvenes, hay alegría, siempre hay
alegría. Es la alegría de la lozanía, es la alegría
de seguir a Cristo; la alegría que nos da el
Espíritu Santo, no la alegría del mundo. ¡Hay
alegría! Pero, ¿dónde nace la alegría? 3
• Mira en lo profundo de tu corazón, mira en lo
íntimo de ti mismo, y pregúntate: ¿tienes un
corazón que desea algo grande o un corazón
adormecido por las cosas? ¿Tu corazón ha
conservado la inquietud de la búsqueda o lo
has dejado sofocar por las cosas, que acaban
por atrofiarlo? Dios te espera, te busca: ¿qué
respondes? ¿Te has dado cuenta de esta situa-
ción de tu alma? ¿O duermes? ¿Crees que
Dios te espera o para ti esta verdad son sola-
mente “palabras”? 4
3 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, los Novicios y las Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
4 FRANCISCO, Con la inquietud en el corazón, a los capitu-
lares agustinos el Papa les pide estar siempre a la búsqueda de
Dios y de los hermanos [Homilía durante la Misa de apertura
del Capítulo General de la Orden de San Agustín, Roma,
61

7.2 Page 62

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• Somos víctimas de esta cultura de lo provisio-
nal. Querría que pensarais en esto: ¿cómo
puedo liberarme de esta cultura de lo provi-
sional? 5
• Esta es una responsabilidad, ante todo, de los
adultos, de los formadores. Es vuestra, forma-
dores, que estáis aquí: dar un ejemplo de
coherencia a los más jóvenes. ¿Queremos jó-
venes coherentes? ¡Seamos nosotros coheren-
tes! De lo contrario, el Señor nos dirá lo
que decía de los fariseos al pueblo de Dios:
“Haced lo que digan, pero no lo que hacen”.
Coherencia y autenticidad.6
• Podemos preguntarnos: ¿estoy inquieto por
Dios, por anunciarlo, para darlo a conocer?
¿O me dejo fascinar por esa mundanidad
espiritual que empuja a hacer todo por amor
a uno mismo? Nosotros, consagrados, pensa-
mos en los intereses personales, en el funcio-
nalismo de las obras, en el carrerismo. ¡Bah!
Tantas cosas podemos pensar... Por así decir-
28 agosto 2013], en: L’Osservatore Romano, viernes 30 agosto
2013, CLIII (197), p. 8.
5 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, los Novicios y las Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
6 Ibídem.
62

7.3 Page 63

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lo ¿me he “acomodado” en mi vida cristiana,
en mi vida sacerdotal, en mi vida religiosa,
también en mi vida de comunidad, o conser-
vo la fuerza de la inquietud por Dios, por su
Palabra, que me lleva a “salir fuera”, hacia los
demás? 7
• ¿Cómo estamos con la inquietud del amor?
¿Creemos en el amor a Dios y a los demás?
¿O somos nominalistas en esto? No de modo
abstracto, no sólo las palabras, sino el herma-
no concreto que encontramos, ¡el hermano
que tenemos al lado! ¿Nos dejamos inquietar
por sus necesidades o nos quedamos encerra-
dos en nosotros mismos, en nuestras comuni-
dades, que muchas veces es para nosotros
“comunidad-comodidad”? 8
• Este es un hermoso, un hermoso camino a la
santidad. No hablar mal de los otros. “Pero
padre, hay problemas...”. Díselos al supe-
rior, díselos a la superiora, díselos al obispo,
que puede remediar. No se los digas a quien
no puede ayudar. Esto es importante: ¡fra-
7 FRANCISCO, Con la inquietud en el corazón, a los capitu-
lares agustinos el Papa les pide estar siempre a la búsqueda de
Dios y de los hermanos [Homilía durante la Misa de apertura
del Capítulo General de la Orden de San Agustín, Roma,
28 agosto 2013], en: L’Osservatore Romano, viernes 30 agosto
2013, CLIII (197), p. 8.
8 Ibídem.
63

7.4 Page 64

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ternidad! Pero dime, ¿hablarías mal de tu
mamá, de tu papá, de tus hermanos? Jamás.
¿Y por qué lo haces en la vida consagrada, en
el seminario, en la vida presbiteral? Solamen-
te esto: pensad, pensad. ¡Fraternidad! Este
amor fraterno.9
• A los pies de la cruz, es mujer del dolor y, al
mismo tiempo, de la espera vigilante de un
misterio, más grande que el dolor, que está
por realizarse. Todo parece verdaderamente
acabado; toda esperanza podría decirse apa-
gada. También ella, en ese momento, recor-
dando las promesas de la anunciación ha-
bría podido decir: no se cumplieron, he sido
engañada. Pero no lo dijo. Sin embargo
ella, bienaventurada porque ha creído, por
su fe ve nacer el futuro nuevo y espera
con esperanza el mañana de Dios. A veces
pienso: ¿sabemos esperar el mañana de Dios?
¿O queremos el hoy? El mañana de Dios para
ella es el alba de la mañana de Pascua, de ese
primer día de la semana. Nos hará bien pen-
sar, en la contemplación, en el abrazo del hijo
con la madre. La única lámpara encendida en
9 FRANCISCO, Auténticos y coherentes, Papa Francisco ha-
bla de la belleza de la consagración [Encuentro con los Semi-
naristas, los Novicios y las Novicias, Roma, 6 julio 2013], en:
L’Osservatore Romano, lunes-martes 8-9 julio 2013, CLIII
(155), p. 6.
64

7.5 Page 65

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el sepulcro de Jesús es la esperanza de la
madre, que en ese momento es la esperanza
de toda la humanidad. Me pregunto a mí y
a vosotros: en los monasterios, ¿está aún en-
cendida esta lámpara? En los monasterios,
¿se espera el mañana de Dios? 10
• La inquietud del amor empuja siempre a ir al
encuentro del otro, sin esperar que sea el otro
a manifestar su necesidad. La inquietud del
amor nos regala el don de la fecundidad pas-
toral, y nosotros debemos preguntarnos, cada
uno de nosotros: ¿cómo va mi fecundidad
espiritual, mi fecundidad pastoral? 11
• Una fe auténtica implica siempre un pro-
fundo deseo de cambiar el mundo. He aquí
la pregunta que debemos plantearnos: ¿tam-
bién nosotros tenemos grandes visiones e im-
pulsos? ¿También nosotros somos audaces?
10 FRANCISCO, Los que saben esperar, a las monjas camaldo-
lesas el Papa indica a María como modelo de esperanza
[Celebración de Vísperas con la Comunidad de las Monjas
Benedictinas Camaldolesas, Roma, 21 noviembre 2013], en:
L’Osservatore Romano, sábado 23 noviembre 2013, CLIII
(269), p. 7.
11 FRANCISCO, Con la inquietud en el corazón, a los capitu-
lares agustinos el Papa les pide estar siempre a la búsqueda de
Dios y de los hermanos [Homilía durante la Misa de apertura
del Capítulo General de la Orden de San Agustín, Roma,
28 agosto 2013], en: L’Osservatore Romano, viernes 30 agosto
2013, CLIII (197), p. 8.
65

7.6 Page 66

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¿Vuela alto nuestro sueño? ¿Nos devora el
celo? (cf. Sal 69, 10) ¿O, en cambio, somos
mediocres y nos conformamos con nuestras
programaciones apostólicas de laboratorio? 12
12 FRANCISCO, La compañía de los inquietos, en la Iglesia del
Jesús el Papa celebra la Misa de acción de gracias por la
canonización de Pietro Favre [Homilía durante la Misa en la
Iglesia del Jesús con ocasión del Santísimo Nombre de Jesús,
Roma, 3 enero 2014], en: L’Osservatore Romano, sábado
4 enero 2014, CLIV (02), p. 7.
66

7.7 Page 67

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Ave, Madre de la alegría
13. Alégrate, llena de gracia (Lc 1, 28), « el sa-
ludo del ángel a María es una invitación a la
alegría, a una alegría profunda, que anuncia el
final de la tristeza. […] Es un saludo que marca
el inicio del Evangelio, de la Buena Nueva ».1
Junto a María la alegría se expande: el Hijo
que lleva en su seno es el Dios de la alegría, del
regocijo que contagia. María abre las puertas del
corazón y corre hacia Isabel.
« Alegre de cumplir su deseo, delicada en su
deber, diligente en su alegría, se apresuró ha-
cia la montaña. ¿Adónde, sino hacia las cimas,
1 BENEDICTO XVI, La fuerza silenciosa que vence el rumor
de las potencias, la reflexión propuesta por el Pontífice duran-
te la audiencia general en el aula Pablo VI [Audiencia general,
Roma, 19 diciembre 2012], en: L’Osservatore Romano, jueves
20 diciembre 2012, CLII (292), p. 8.
67

7.8 Page 68

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debía tender con prisa la que ya estaba llena de
Dios? ».2
Se mueve con prontitud (Lc 1, 39) para llevar
al mundo la buena noticia, para transmitir a
todos la alegría incontenible que lleva en su
regazo: Jesús, el Señor. Con prontitud: no es sólo
la velocidad con la que se mueve María, nos
expresa su diligencia, la atención premurosa con
la que afronta el viaje, su entusiasmo.
He aquí la esclava del Señor (Lc 1, 38). La
esclava del Señor, corre con prontitud, para ha-
cerse esclava de los hombres, donde el amor de
Dios se demuestra y se comprueba en el amor a
cada hermano y a cada hermana.
En María es la Iglesia entera que camina uni-
da: en la caridad de quien sale al paso del más
frágil; en la esperanza de quien se sabe acompa-
ñado en su caminar y en la fe de quien tiene un
don especial para compartir. ¡En María cada
uno de nosotros, empujado por el viento del
Espíritu vive la propia vocación de caminar!
Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer
en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
2 AMBROSIO, Expositio Evangelii secundum Lucam, II, 19:
CCL 14, p. 39.
68

7.9 Page 69

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para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén. Aleluya.3
Roma, 2 de febrero de 2014
Fiesta de la Presentación del Señor
João Braz Card. de Aviz
Prefecto
José Rodríguez Carballo, O.F.M.
Arzobispo Secretario
3 FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gaudium
(24 noviembre 2013), LEV, Ciudad del Vaticano 2013, n. 288.
69

7.10 Page 70

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8 Pages 71-80

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8.1 Page 71

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ÍNDICE
Queridos hermanos y hermanas . . . . . . . 7
Alegraos, regocijaos, llenaos de alegría . . . . 11
A la escucha . . . . . . . . . . . . 15
Esta es la belleza . . . . . . . . . . 19
Al llamaros . . . . . . . . . . . . 21
Encontrados, alcanzados, transformados . . . 26
En la alegría del sí fiel . . . . . . . . 31
Consolad, consolad a mi pueblo . . . . . . 39
A la escucha . . . . . . . . . . . . 43
Llevar el abrazo de Dios . . . . . . . . 44
La ternura nos hace bien . . . . . . . . 46
La cercanía como compañía . . . . . . . 49
La inquietud del amor . . . . . . . . . 52
Para la reflexión . . . . . . . . . . . 57
Las preguntas del Papa Francisco . . . . . 61
Ave, Madre de la alegría . . . . . . . . . 67
71

8.2 Page 72

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TIP. DETTI − ROMA