1990_DGODB_Ritual-Profesion_Religiosa_Salesiana_ES


1990_DGODB_Ritual-Profesion_Religiosa_Salesiana_ES

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RITUAL
DE IA
PROFESIÓN
RELIGIOSA

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RITUAL
DE IA
~
n>ROIFESION
RELilGIOSA
edición oficial
~
SOCIEDAD DE SAN FRANCISCO DE SALES
ROMA1990

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© Copyright 1990 y distribución
DIREZIONE GENERALE OPERE DON BOSCO
Via della Pisana, 1111
C.P. 9092
00163 ROMA

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DIRECCIÓN GENERAL DE LAS OBRAS DE DON Bosco
Prot. núm. 87/1107
EL RECTOR MAYOR
El Ritual de la profesión religiosa del Salesiano de Don Bosco, fruto de una la-
bor profunda y atenta, servirá para asegurar de cara al futuro los propósitos del gesto comu-
nitario de fidelidad que hicimos todos el 14 de mayo de 1988, al celebrar el primer centena-
rio de la muerte de nuestro Fundador.
Las Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales afirman que todo hermano,
llamado por el Señor y por él enriquecido con dones personales, ve el acto de la profesión
como el signo de una alianza especial con Dios. Es una de las opciones más elevadas para su
conciencia de creyente, y lleva consigo gracias y ayudas que lo sostienen en el esfuerzo diario
y lo guían en el camino de seguimiento evangélico que conduce al amor.
Su celebración es un compromiso público ante la Iglesia; interesa a todo el pueblo de
Dios. Por ello el Concilio Vaticano II dispuso que se preparara un rito especial para la profe-
sión, dejando que cada congregación religiosa lo acomodara, en el contexto de la lex orandz;
para resaltar lo específico de su carisma particular.
El texto que promulgo -preparado con inteligencia y amor por una comisión de peritos
que nombré ex profeso para ello, y debidamente aprobado por la Congregación del Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos- es fiel a la voluntad renovadora del Concilio Va-
ticano II y a la sana tradición de nuestra índole peculiar. La adaptación de su contenido afec-
ta a los textos eucológicos, al Leccionario y al rito. El lenguaje, aun dentro de su sencillez,

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quiere expresar simultáneamente el misterio litúrgico y el carisma salesiano, de modo que
aparezca con mayor fuerza la relación íntima que existe entre lex credendz: lex orandi y lex
vivendi.
Hay que subrayar igualmente la línea unitaria que une entre sí las distintas partes, desde la
amplia introducción, que ofrece una densa síntesis doctrinal, y los restantes capítulos, hasta la
celebración solemne de la profesión perpetua, ratificada en las indicaciones rituales y
textos para las bodas de plata y de oro.
El Ritual, por tanto, es para nosotros una ayuda inestimable de fidelidad, impregnado en
una actualizada pedagogía litúrgica de acuerdo con las exigencias de nuestra vocación
específica. En esta línea se presenta como autorizada y valiosa guía para las celebraciones, para
iluminar la formación y para animar nuestra vida de cada día, ya que, mediante la acción
litúrgica, invita a hacer de nuestra existencia una liturgia. Así la vivió y testimonió san Juan
Bosco, nuestro gran modelo.
En el día de hoy, 24 de mayo de 1989 -solemnidad de María Santísima Auxiliadora-,
promulgo oficialmente el nuevo Ritual de la profesión religiosa de los Salesianos de Don Bos-
co, a la vez que imploro, para todos los profesos, la materna protección de la Madre de Dios
y de la Iglesia.
Este Ritual substituye los textos anteriores: de ahora en adelante es norma instaurada pa-
ra toda la Sociedad de san Francisco de Sales. Sobre esta edición, que se ha de considerar
típica, deberán hacerse las traducciones a las lenguas nacionales.
DON EGIDIO VIGANÓ
Rector Mayor
Roma, 24 de mayo de 1989
Solemnidad de María Santísima Auxiliadora

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CONGREGACIÓN DEL CULTO DMNO
Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS
Prot. núm. CD 807/89
A LA SOCIEDAD
DE SAN FRANCISCO DE SALES
A instancias del reverendo padre Luis Fiara, procurador general de la Sociedad de san
Francisco de Sales, en carta fechada el 13 de diciembre de 1989, y en virtud de las facultades
concedidas a esta Congregación por el Sumo Pontífice Juan Pablo 11, gustosamente aproba-
mos o confirmamos la versión española del texto del Ritual de la profesión religiosa propio
de dicha Sociedad.
Al imprimir su texto, inclúyase por entero este decreto, mediante el que la Sede Apos-
tólica otorga la confirmación solicitada.
De la edición impresa envíense dos ejemplares a esta Congregación.
Sin que obste nada en contrario.
En la sede de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramen-
tos, día 17 de enero de 1990.
EDUARDO CARD. MARTÍNEZ
Prefecto
LuDOVICO KADA
Arzobispo tit. de Tíbica
Secretario

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PREÁMBULO
AL RITO
DELA
PROFESIÓN
RELIGIOSA
Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña.
Se acercaron sus discípulos
y él se puso a hablar, enseñándoles: Dichosos...
(Mateo 5, 1-2)

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*' .
SAGRADA CONGREGACIÓN DEL CULTO DMNO
Prot. núm. 200/70
DECRETO
El Rito de la profesión, por el que los religiosos abrazando los consejos evangélicos se entregan a
Dios, ha sido instaurado según la mente de la constitución sobre la Sagrada Liturgia. La vida consa-
grada a Dios mediante los vínculos de la vida religiosa siempre ha sido muy estimada por la Iglesia, la
cual, ya desde los primeros siglos, adornó la profesión religiosa con ritos sagrados. Los padres del
Concilio Vaticano II ordenaron, en la constitución sobre la Sagrada Liturgia, que se redactara un rito
de profesión religiosa y de renovación de votos que contribuyese a dar mayor unidad, sobriedad y
dignidad, con obligación de que lo adoptasen quienes hacen la profesión o renovación de votos den-
tro de la Misa, salvo derecho particular (art. 80).
Para cumplir tal mandato, el Consilium preparó este Ritual de la profesión religiosa, que el Sumo
Pontífice, Pablo VI, ha aprobado con su autoridad apostólica, y ha mandado incluirlo en el Ritual Ro-
mano y publicarlo. Por lo cual, esta Sagrada Congregación para el Culto Divino lo promulga por espe-
cial mandato del mismo Sumo Pontífice.
Las conferencias episcopales, si es necesario por medio de comisiones mixtas de las distintas na-
ciones de una misma lengua, de acuerdo con los organismos de superiores que se preocupan en cada
nación de ordenar y dirigir todo lo pertinente a los religiosos, procurarán que se hagan diligentemente
las versiones de este rito.
Y los institutos religiosos, teniendo en cuenta que el Rito de la profesión debe expresar la natura-
leza y el espíritu de cada familia religiosa, adapten este Ritual de modo que claramente manifieste su
propio carácter. Y mándenlo, cuanto antes, a esta Sagrada Congregación para su aprobación.
Sin que nada obste en contrario.
En la sede de la Congregación para el Culto Divino, día 2 de febrero de 1970, fiesta de la Presen-
tación del Señor.
BENNO CARD. GuT
Prefecto
A. BUGNINI
Secretario

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EL RITO
DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
INTRODUCCIÓN
NATURALEZA Y VALOR
DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
1. Llamados por Dios, « mediante la potencia infinita del Espíritu
Santo, que obra maravillas en la Iglesia », muchos fieles se dedican,
por la profesión religiosa, a la « perfección del culto divino » y a « la
aspiración a la caridad perfecta ». 1 Así, se comprometen a seguir más
de cerca a Cristo Señor observando los consejos evangélicos, que in-
dican « en la Iglesia el género de vida que el Hijo de Dios tomó cuan-
do vino al mundo para cumplir la voluntad del Padre, y propuso a los
discípulos que lo seguían ».2
2. La profesión religiosa, al dejar entrever la profundidad de la
respuesta que da la Iglesia a Cristo, su esposo, es un don que ella
« recibió de su Señor y que con su gracia conserva y transmite » 3 para
llevar a plenitud la alianza establecida en los sacramentos de la inicia-
ción y, por tanto, para « fomentar singularmente la caridad hacia
Dios y hacia el prójimo ».4
1 CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 44; decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa, Per/ectae caritatis,
núm. l.
2 CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 44.
3 CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 43.
" Cf. CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 45.

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14 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Bautismo
y vida religiosa
Confirmación
y vida religiosa
Eucaristía
y profesión religiosa
3. En efecto, por medio del Bautismo se realiza en el fiel una
consagración que, por obra del Espíritu, lo incorpora visiblemente al
plan de salvación que el Padre actuó en Cristo, y lo hace persona
ofrecida a Dios. La profesión religiosa« tiene sus raíces profundas en
la consagración bautismal, la expresa con mayor plenitud » 5 y « reco-
ge fruto más copioso »; 6 es, por tanto, « una consagración más íntima
al servicio de Dios », que explicita, « por un título nuevo » 7 la
orientación hacia Dios.
En tal hecho se basa la configuración sacramental a Cristo crucificado
y resucitado, realizando aquel continuo nuevo nacimiento (cf. Gal 6,
15; Rm 6, 4) que impulsa al religioso a una libre y cada vez más plena
imitación de Cristo y a una donación total y gozosa por la vida de la
Iglesia que peregrina en el tiempo, según un proyecto de promoción
completa del hombre.
4. Con el sacramento de la Confirmación, el don del Espíritu actúa
en el bautizado capacitándolo para entregarse, según la singularidad
de su identidad concreta y la originalidad de su vida personal, al ser-
vicio de la Iglesia, para la expansión del reino de Dios, y « para que la
edificación de la ciudad terrena se funde siempre en el Señor y se
ordene a él ».8
La profesión religiosa realiza de modo eminente la consagración real,
profética y sacerdotal que hace del religioso un hombre cada vez más
espiritual, en cuanto que está atento -en sintonía y colaboración con
el Espíritu- a transformar su realidad cotidiana en liturgia de alaban-
za celebrada en espíritu y verdad en los acontecimientos más diversos,
según el dinamismo propio del Espíritu, que infunde optimismo y
sentido de la libertad genuina, « la de los hijos de Dios ».9
5. La dimensión cúltica y de comunión de la profesión religiosa al-
canza su cumbre en la Eucaristía. La respuesta cristiana al don que el
Señor hace incesantemente de su vida divina halla, en la profesión, su
expresión más alta, en cuanto que calca analógicamente el sacrificio
de Cristo.
5 CONCILIO VATICANO II: decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa,
Perfectae caritatis, núm. 5.
6 CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 44.
7 CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 44.
8 Cf. CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 46.
9 CONCILIO V ATI CANO II: decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa,
Perfectae caritatis, núm. 14.

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PREÁMBULO 15
En efecto, por la profesión el religioso se ofrece a sí mismo para bien
de toda la humanidad, a fin de poder llegar al Padre con Cristo y por
Cristo; transforma su vida en Cristo a fin de transfigurar todo el uni-
verso (d. 1 Cor 15, 27-28); hace más profunda su comunión con
Cristo para ser cada vez más «Iglesia» en comunión con los herma-
nos (d. 1 Cor 12, 27; Hch 4, 32); vive su ofrecimiento personal en ac-
titud constante de acción de gracias, de memoria, de epíclesis, de
intercesión y de doxología, caminando con la Iglesia hacia la plenitud
del encuentro con Cristo.
Camino
hacia la caridad perfecta
6. La profesión religiosa se presenta, por tanto, como señal lumi-
nosa que manifiesta ante todos los fieles las exigencias supremas de
los bienes del cielo, que ya se hallan presentes en este mundo; da tes-
timonio de la vida nueva y eterna conquistada por la redención de
Cristo, prefigura la resurrección futura y la realidad de los cielos nue-
vos y la tierra nueva,10 y lleva a plenitud, perfeccionándola de día en día,
la inicial vocación bautismal y eclesial.
7. En esa línea, « la aspiración a la caridad perfecta por medio de
los consejos evangélicos aparece como signo clarísimo del Reino de los
cielos » 11 y contribuye a la realización más plena de la persona huma-
na: purificando el corazón, los consejos evangélicos hacen al fiel cada
vez más libre y disponible para las exigencias del Reino; manteniendo
activo el fervor de la caridad, lo impulsan a conformarse al « género
de vida obediente, pobre y virginal que Cristo escogió para sí y que
abrazó su Madre, la Virgen».
Así, al ofrecerse totalmente a Dios, el religioso colabora espiritualmen-
te a construir la ciudad terrena, « no sea que trabajen en vano
quienes la edifican. 12
Acción de Dios
- en la Iglesia
8. « Ya desde los comienzos de la Iglesia hubo hombres y mujeres
que, por la práctica de los consejos evangélicos, se propusieron seguir
a Cristo con mayor libertad e imitarle más de cerca, y, cada uno a su
manera, llevaron una vida consagrada a Dios » 13 por el bien de los
hermanos.
10 CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 44.
11 Cf. CONCILIO VATICANO II: decreto sobre la adecuada renovación de la vida religio-
sa, Per/ectae caritatis, núm. l.
12 Cf. CONCILIO V ATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 46.
13 CONCILIO V ATICANO 11: decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa,
Per/ectae caritatis, núm. l.

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16 RlTUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
- en san Juan Bosco
- en la Sociedad
Salesiana
9. « Para contribuir a la salvación de la juventud, el Espíritu Santo
suscitó, con la intervención materna de María, a san Juan Bosco ».
Formando en él un corazón de padre y maestro, le hizo capaz de una
entrega total a la porción más delicada y valiosa de la sociedad
humana. 14
Al guiarle en dar vida a diferentes fuerzas apostólicas -ante todo, la
Sociedad de san Francisco de Sales-, prolonga en la historia su
proyecto apostólico: « ser en la Iglesia signos y portadores del amor
de Dios a los jóvenes, especialmente a los más pobres »,15 a fin de
construir « un mundo más justo y más fraterno en Cristo »,16 coope-
rando así a edificar la Iglesia en cuanto cuerpo de Cristo, de manera
que siga apareciendo « ante el mundo como sacramento universal de
salvación ». 17
10. En la profesión religiosa el salesiano reconoce, por tanto, la
gracia del Padre que lo consagra mediante el don de su Espíritu y lo
envía a ser apóstol de los jóvenes, para seguir a Cristo y trabajar con
él en la construcción del Reino, en un único movimiento de caridad
hacia Dios y los hermanos, realizando su misión apostólica en
una comunidad fraterna cimentada en la práctica de los consejos
evangélicos. 18
11. La Madre Iglesia, con la autoridad que Dios le ha encomenda-
do, recibe por medio del Rector Mayor los votos de los que profesan;
para ellos impetra, en la oración litúrgica, el auxilio de la gracia divi-
na, y los encomienda al Padre mediante la bendición o consagración
espiritual, que asocia su oblación al sacrificio eucarístico. 19
Toda la vida del salesiano se pone, así, al servicio de Dios, « lo cual
constituye sin duda una peculiar consagración, que tiene sus raíces
profundas en la consagración del Bautismo »;20 de ella fluye la misión
apostólica, igual que el Padre consagró al Hijo y lo envió al mundo
(cf.Jn 10, 36).
14 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. l.
15 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 2.
16 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 7.
17 Cf. CONCILIO VATICANO II: constitución sobre la sagrada Liturgia, Sacrosanctum
Concilium, núm. 5; constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium, núm. 48;
constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual, Gaudium et spes, núm. 45.
Cf. también Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 6.
18 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 3.
19 Cf. CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 45. Cf. también Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa, Introducción,
núm. 2.
°2 Cf. CONCILIO VATICANO II: decreto sobre la renovación de la vida religiosa, Per/ec-
tae caritatis, núm. 5.

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IPara un proyecto
unitario
PREÁMBULO 17
12. Consagración y m1s1on aparecen, pues, mutua e indisolu-
blemente compenetradas: la consagración envuelve toda la vida del
religioso apóstol, y la misión califica toda la existencia del apóstol
religioso.
La consagración apostólica expresa la acción del Padre que consagra
mediante el don de su Espíritu: 21 por la mediación de la Iglesia bendi-
ce al hermano y lo toma totalmente para sí, comprometiéndose a pro-
tegerlo, guiarlo y ayudarlo diariamente en el camino evangélico que
ha profesado.
Así, esta acción divina llena la persona del religioso salesiano, que,
respondiendo a la llamada del Padre, se le ofrece por entero, de ma-
nera que toda su existencia se convierte en vida consagrada.
Noviciado
RITOS QUE ACOMPAÑAN LOS DIVERSOS PASOS
DE LA VIDA RELIGIOSA SALESIANA
13. La consagración apostólica del salesiano halla su plenitud en la
profesión perpetua.
Los pasos que van marcando la iniciativa de la progresiva consa-
gración por parte de Dios y de la oblación de la propia vida por parte
de cada uno, son: noviciado, primera profesión, renovación de la
profesión y profesión perpetua.
Cada uno de los ritos que acompañan a tales pasos, dado que tienen
naturaleza y finalidad distintas, requieren una celebración específica.
« Por tanto, hay que evitar absolutamente el acumular diversos ritos
en una misma acción litúrgica ».22
14. La vida en la Sociedad de san Francisco de Sales empieza con
el noviciado, cuya finalidad es que los candidatos conozcan más ple-
namente la vocación divina según el carisma de san Juan Bosco, prue-
ben el modo de vida salesiana y vayan conformando su mente y
corazón a tal espíritu; simultáneamente, el maestro y sus colaborado-
res procurarán discernir y verificar la intención e idoneidad de los
novicios. 23
21 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 3.
22 Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa: Introducción, núm. 8.
23 Cf. Código de Derecho Canónico, cánones 646 y 652.

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18 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Primera profesión
Renovación
de la profesión
Profesión perpetua
Este período canónico empieza con el rito de « admisión en la vida
religiosa» (cf. cap. D. En él los novicios manifiestan su intención,
piden« a Dios la gracia de conseguir el fin específico del noviciado »,24
y se ponen en manos del maestro, que los guiará en este camino.
El noviciado termina con la primera profesión.
15. Mediante la primera profesión los novicios se ofrecen a Dios
por el bien de la juventud, con la intención explícita de hacerlo un día
de modo definitivo.
El rito, que generalmente se celebra durante la Eucaristía y que,
en cualquier caso, debe tener carácter de sencillez,25 comprende
(cf. cap. ID:
a) presentación de los profesos y, después de la homilía, diálogo con
el superior acerca de las obligaciones que van a asumir libremente;
b) oración por quienes se disponen a hacer la primera profesión;
e) profesión de los candidatos y acogida por parte del superior;
d) ritos ilustrativos: entrega del traje eclesiástico a quienes aspiran al
sacerdocio y de un distintivo a los hermanos coadjutores, según
la costumbre y las disposiciones locales, y entrega de las Constitu-
ciones y Reglamentos de la Sociedad de san Francisco de Sales;
e) oración de los fieles.
16. El período de votos temporales, que comprende etapas diver-
sas y peculiares en el camino de la formación, se caracteriza por el ri-
to de la « renovación de la profesión» (cf. cap. ill). Tiene una
estructura muy sencilla. En cuanto tal, es fácil insertarlo en la Eucaris-
tía, Laudes o Vísperas, e incluso en una celebración de la Palabra. Esta
sencillez debe aparecer también en el estilo de la celebración, cuyos
elementos característicos son:
a) oración por quienes van a renovar su profesión;
b) renovación de la profesión por parte de los candidatos y acogida
del superior;
e) oración de los fieles.
17. Concluido el tiempo señalado por la Iglesia y la Congregación,
el hermano emite la profesión perpetua. La ejecución del rito consti-
tuye un acontecimiento de particular solemnidad, que se vive dentro
24 Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa: Introducción, núm. 4.
25 Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa: Introducción, núm. 5.

3 Pages 21-30

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3.1 Page 21

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PREÁMBULO 19
de la celebración de la Eucaristía, la mayor expresión de la alianza en-
tre Dios y el hombre (cf. cap. IV).
Las partes del rito son:
a) llamamiento de los candidatos, o su petición exponiendo los moti-
vos por los que desean ofrecerse definitivamente a Dios en la So-
ciedad Salesiana;
b) homilía, que, basándose en el texto sagrado, recuerda el significa-
do de la vida religiosa y los compromisos que impone con vistas a
la misión salesiana y a la santificación del hermano;
e) diálogo, entre el superior y quienes van a hacer la profesión perpe-
tua, acerca de su libre voluntad de entrega a Dios por el bien de la
juventud;
d) oración litánica: súplica a Dios en la que se pide la intercesión de
la Santísima Virgen y de todos los santos; las posibles añadiduras
de santos y beatos, según el tiempo y el lugar, deben hacerse de
modo que su nombre aparezca en la respectiva categoría (mártires,
padres de la Iglesia, santos y protectores de Iglesias locales, funda-
dores de órdenes y congregaciones religiosas);
e) posible rito de la vela encendida, símbolo bautismal y pascual, que
ilustra el misterio de donación y de alianza tal como se realiza en
la profesión perpetua;
f) profesión, emitida ante los testigos y el pueblo de Dios;
g) solemne oración_ de bendición o consagración de los profesos per-
petuos: en ella la Iglesia confirma, mediante la consagración
litúrgica, la profesiqn religiosa y pide al Padre que derrame sobre
los profesos los dones de su Espíritu;
h) acogida de los profesos en la Sociedad Salesiana mediante un
gesto adecuado;
i) entrega de la cruz, símbolo de la profesión perpetua salesiana.
Ocasiones
para renovar la fidelidad
18. El salesiano, llamado a una peculiar misión apostólica, vivida
en comunidad y siguiendo a Cristo obediente, pobre y casto,26 « se es-
mera por perseverar y superarse en la vocación a la que le ha llamado
Dios, para una más abundante santidad de la Iglesia y mayor gloria
de la Trinidad, una e indivisible, que en Cristo y por Cristo es fuente
y origen de toda santidad ».27
Ocasiones particulares para afianzar tal voluntad son:
a) la renovación de la profesión al terminar los ejercicios espirituales
de cada año (cf. Apéndice 111);
26 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 3.
27 CONCILIO VATICANO II: constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium,
núm. 47.

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20 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
b) la celebración jubilar de las bodas de plata y de oro de profesión
religiosa (cf. cap. V), como momento de bendición y ala-
banza, de acción de gracias y súplica, y como acontecimiento de
fraternidad gozosa.
19. La participación en cada una de las celebraciones será más
consciente y plena si los implicados personalmente (quienes renuevan
la profesión, el celebrante principal, los animadores... ) estudian con
atención el Ritual, personal y comunitariamente, a fin de que la
celebración de los santos misterios sea eficaz, llegue a la vida y la
impregne de espiritualidad profunda.
FORMULARIOS DE LA MISA
20. « Puesto que la Eucaristía es el sacramento de los sacramen-
tos »,28 también el rito de la profesión religiosa tiene su lugar más ade-
cuado en la celebración eucarística.29 Así se evidencia mejor el don de
gracia « que emana del misterio pascual de la pasión, muerte y
resurrección de Cristo: misterio del que todos los sacramentos y sa-
cramentales reciben su eficacia ». 30
Elección
de textos eucológicos
21. Cuando el rito se incorpora a la celebración de la Eucaristía,
conviene usar una de las misas rituales « para la profesión religiosa »
(cf. cap. V) con lecturas propias (cf. núm. 25 y cap. VI).
Tales formularios pueden usarse todos los días, excepto en Semana
Santa y ferias de la octava de Pascua, solemnidades, domingos de Ad-
viento, Cuaresma y Pascua, Miércoles de Ceniza y Conmemoración
de todos los fieles difuntos. 31
En cualquier caso, aprovéchense siempre los embolismos propios de
la plegaria eucarística para la profesión perpetua y el formulario de la
bendición solemne al final de la celebración.
28 Misal Romano, Principios y normas, núm. 326.
29 Cf. CONCILIO VATICANO II: constitución sobre la sagrada Liturgia, Sacrosanctum
Conctlium, núm. 80.
°3 Cf. CONCILIO VATICANO II: constitución sobre la sagrada Liturgia, Sacrosanctum
Concilium, núm. 61.
31 Cf. Misal Romano, Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario, núm.
59: « Tabla de los días litúrgicos, dispuesta según el orden de precedencia» (núms.
1-4).

3.3 Page 23

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Leccionario
de la profesión
PREÁMBULO 21
22. « En la celebración litúrgica, la importancia de la Sagrada
Escritura es muy grande »,32 porque es en la escucha de la palabra de
Dios donde se edifica y crece la Iglesia y donde se hace más y más
plena y completa la alianza entre Dios y su pueblo.33
En efecto, « los múltiples tesoros de la única palabra de Dios se mani-
fiestan de modo admirable en las diversas celebraciones, así como en
las diferentes asambleas de fieles que participan en ellas, sea cuando
se evoca en su ciclo anual el misterio de Cristo, sea cuando se cele-
bran los sacramentos y sacramentales de la Iglesia, sea cuando los fie-
les responden personalmente a la acción íntima del Espíritu Santo.
Entonces la misma celebración litúrgica, que se basa fundamental-
mente en la palabra de Dios y de ella toma fuerza, se convierte en
nuevo acontecimiento y enriquece la misma palabra con una interpre-
tac1.0, n nueva y e1caz ».34
23. La liturgia de la Palabra, convenientemente adaptada al rito
de la profesión, adquiere gran importancia y papel decisivo para
ilustrar la naturaleza y los compromisos de la vida religiosa. 35
Este principio explica la amplia selección de lecturas para las diversas
celebraciones de la profesión (cf. cap. VI). Para cada rito se hace una
propuesta de lecturas, aunque sólo a título de orientación; la mejor
adaptación será la que decidan quienes, en su momento y tras madu-
ra reflexión, eligen y organizan los diferentes elementos de cada
celebración.
24. Los temas que caracterizan el conjunto del Leccionario son los
que están en la base de la vida religiosa en general y del carisma sa-
lesiano en particular: el relativo a la figura del Buen Pastor que ayuda,
cura, enseña e invita a seguirlo; el de hacerse pequeño y pobre,
condición para una respuesta gozosa a su llamada; el tema del com-
promiso activo para construir el Reino; el del don de Dios y de su
amor preveniente que transforma al hombre en su interior; el de la fi-
delidad a la vocación; las bienaventuranzas evangélicas...
Se ofrece continuamente la experiencia del antiguo y del nuevo pue-
blo de Israel, porque es experiencia del diálogo salvífica de Dios con
el hombre de siempre. Tal es la razón de que al celebrar la Eucaristía
no tengan cabida, en la liturgia de la Palabra, lecturas no bíblicas.
32 Cf. CONCILIO VATICANO II: constitución sobre la sagrada Liturgia, Sacrosanctum
Concilium, núm. 24.
33 Cf. Misal Romano, Leccionario: Introducción, núm. 7.
34 Cf. Misal Romano, Leccionario: Introducción, núm. 3.
35 Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa: Introducción, núm. 10.

3.4 Page 24

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22 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Elección
de lecturas bíblicas
Oración de los fieles
25. En las solemnidades y domingos se proclaman tres lecturas;
los demás días, de ordinario, sólo dos: en este caso la primera se elige
de los textos del Antiguo Testamento (excepto en tiempo pascual) o
de los que figuran antes del Evangelio.
Cuando se prefiere no usar el formulario de la misa ritual « para la
profesión religiosa» (cf. arriba, núm. 21), cabe tomar una de las lec-
turas que propone el Leccionario de la profesión.
26. La oración de los fieles, u oración universal, es uno de los ele-
mentos de la celebración que más se prestan a la creatividad; como tal
se ha de valorizar, aunque sin olvidar su función y estructura.36
Su función es expresar la oración de la asamblea, que, en el ejercicio
del sacerdocio común, responde a la palabra de Dios intercediendo
por todos.
La estructura debe tener en cuenta la sucesión de las intenciones, que
normalmente son:
a) por las necesidades de la Iglesia;
b) por los gobernantes y la salvación del mundo;
e) por los que sufren cualquier dificultad;
d) por la comunidad local.
Sin embargo, en el rito de la profesión, la sucesión de las intenciones
se amoldará más a la circunstancia, como puede verse en los ejemplos
ofrecidos para la profesión temporal (cf. cap. ID.
HACIA UNA PLENITUD DE VIDA EN CRISTO
27. Al celebrar y renovar la profesión religiosa, el salesiano procla-
ma su fe; da gracias a Dios por la libertad con que Cristo lo ha
liberado (cf. Gál 4, 31) y lo ha conducido y conduce, haciéndole el
don de su amor; ofrece su propia vida como sacrificio espiritual
(cf. Rm 12, 1) para alabanza de la gloria de Dios y bien de la juven-
tud; y, guiado por María, camina fielmente hacia Cristo, Señor del
tiempo y de la historia.
28. Así, el salesiano lleva a plenitud la gracia de su alianza bautis-
mal, el don del Espíritu que confirma y vivifica, el significado de la
participación en la mesa del Cuerpo y Sangre de Cristo; vive la Peni-
tencia como lugar de refuerzo y ahondamiento de su vida consagrada;
contempla el Matrimonio como acontecimiento que, de modo similar
6
'
Misal
Romano,
Principios
y
normas,
núms.
45-47;
Leccionario,
Introducción,
núms.
30-31.

3.5 Page 25

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PREÁMBULO 23
a la consagración religiosa, manifiesta la realidad de Cristo indisolu-
blemente unido a su Iglesia; ve el ministerio sacerdotal como prolon-
gación visible del ministerio de Cristo pastor, que genera y unifica la
vida del pueblo de Dios; celebra el sacramento de la Unción como
victoria sobre las limitaciones de la enfermedad mediante la configu-
ración a Cristo paciente, que llega a la gloria por el camino de la cruz.
29. Además, al vivir en el tiempo un camino de conformación a
Cristo obediente, pobre y casto, el religioso prolonga en su existencia
el misterio de la Pascua a lo largo del año litúrgico y en la Liturgia de
las Horas.
Desde la contemplación de la primera entrada de Cristo en la historia
hasta su última venida, siguiendo el ritmo de los domingos, de los
tiempos fuertes y de las fiestas principales, el salesiano recorre con la
Iglesia el camino pascual y vive el misterio de donación total a su
Señor, haciendo de su vida terrena « un tiempo de salvación en la es-
peranza ».37
Por último, con la Liturgia de las Horas, extiende a los diversos mo-
mentos del día la voluntad de oblación que celebra en el misterio
eucarístico, dando gracias por todo.
30. Iluminado y sostenido por Cristo, Buen Pastor, el religioso
salesiano está inmerso en un proceso de maduración que dura toda
la vida. 38 Es un camino que recorre guiado y sostenido constante-
mente por la Virgen María, Madre de la Iglesia y Auxiliadora de los
cristianos. 39
Como patrona principal de la Sociedad Salesiana y maestra de sabi-
duría, « María Auxiliadora le ayuda a amar igual que amaba Don Bas-
ca »;40 en cuanto modelo de caridad pastoral, la Santísima Virgen brilla
como estrella en el trabajo de evangelización y promoción humana.41
Por su puesto singular en la historia de la salvación, María está conti-
nuamente presente en la vida y en la oración del salesiano como la
que creyó, auxilia e infunde esperanza, y como la que educa en la
donación plena al Señor y da aliento en el servicio a los hermanos.42
37 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 89.
38 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 98.
39 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 8.
40 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, respectivamente arts. 9. 92
y 84.
41 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 92; PABLO VI, exhor-
tación apostólica sobre la evangelización en el mundo actual, Evangelii nuntiandi,
núm. 82.
42 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, respectivamente arts. 92. 34
y 92.

3.6 Page 26

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3.7 Page 27

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CAPÍTULO I
ADMISIÓN
ENLA
VIDA RELIGIOSA
1
Os digo que, si no volvéis a ser como niños,
no entraréis en el Reino de los cielos.
Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño
ése es el más grande en el Reino de los cielos.
(Mateo 18, 3-4)

3.8 Page 28

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3.9 Page 29

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CAPÍTULO I
ADMISIÓN
EN LA VIDA RELIGIOSA
31. Concluido el período de preparación inmediata al noviciado, 1 el día establecido para
su comienzo canónico los aspirantes a la vida religiosa tienen un acto de oración
con la comunidad que los recibe, a fin de pedir a Dios la gracia necesaria.2
32. Este encuentro es de carácter sobrio y breve. Participa en él la comunidad religio-
sa y pueden unírsele los que han dirigido a los aspirantes en su camino vocacional.
Se realiza de modo sencillo y familiar. El lugar más adecuado es la sala donde sue-
le reunirse la comunidad. 1
33. La oración se hace en el momento más oportuno de una reunión fraterna. Com-
prende la manifestación y aceptación de la libre voluntad de los aspirantes para
empezar el noviciado, la escucha de la palabra de Dios, la oración común y la en-
comienda de los novicios al maestro. 4 En ningún caso puede hacerse durante la
Eucaristía 5 ni dentro de Laudes o Vísperas.
34. En algunas inspectorías el comienzo del noviciado tiene lugar el día en que termi-
nan los ejercicios espirituales. En tal caso, puede acomodarse el presente rito a las
circunstancias, pero manteniendo el orden de sus elementos.
35. En el conjunto del rito hay que evitar cuanto pueda parecer atentatorio contra la
libertad de los novicios o deforme el verdadero sentido del noviciado en cuanto
período de prueba.6
36. El rito de acogida de los novicios lo preside normalmente el inspector o su vicario,
o bien el director de la comunidad en que se hace el año de noviciado.
I Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 109; cf. también Código de derecho canónico,
canon 642.
2 Cf. Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa, cap. I, núm. 16.
3 Cf. Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa, cap. I, núms. 18 y 20.
4 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, arts. 110 y 112; cf. también Código de derecho ca-
nónico, canon 652, 3.
5 Cf. Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa, cap. I, núm. 17.
6 Cf. Ritual Romano, Rito de la profesión religiosa, cap. I, núm. 19.

3.10 Page 30

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28 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
ACOGIDA
37. Se empieza con un salmo o canto apropiado, durante el cual todos están de pie.
A continuación el superior, después de hacer la señal de la cruz, saluda a los
presentes:
Hermanos, la gracia y la paz estén con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
O bien:
La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos vosotros.
R. Y con tu espíritu.
O bien uno de los saludos del rito de la misa.
Sí parece conveniente, el superior presenta en pocas palabras el significado, fin y
estructura de la oración.
38. Todos se sientan. El superior se dirige a los aspirantes con estas palabras u otras
parecidas:
Queridos hermanos (hijos), habéis empezado a conocer a Don
Bosco y su familia espiritual; habéis probado ya un poco la vida
comunitaria y apostólica salesiana.
Ingresar en el noviciado quiere decir comenzar una experiencia
más profunda que os ayude a conocer mejor vuestra vocación, vi-
vir nuestro estilo de vida y configurar vuestra mente y vuestro
corazón según el espíritu de san Juan Bosco; los formadores
podrán comprobar vuestra intención e idoneidad. Por tanto, os
pregunto:
¿Cuáles son vuestros deseos profundos
y los motivos de vuestra petición?
39. Cada aspirante, de pie, puede responder leyendo un texto preparado por él; o
bien juntos (o uno en nombre de todos) dicen:
Pedimos conocer mejor la vida religiosa salesiana
viviendo con vosotros.
Creemos que Dios Padre, que nos llamó a la vida
y nos hizo el don de la fe,
ahora nos invita a seguir más radicalmente a su Hijo,

4 Pages 31-40

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4.1 Page 31

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ADMISIÓN EN LA VIDA RELIGIOSA 29
según el espíritu de san Juan Bosco,
con la entrega total de nosotros mismos.
Venimos, pues, a aprender y a experimentar
el amor indiviso que acerca a Cristo a los jóvenes
y a los jóvenes a Cristo,
haciendo con vosotros el camino evangélico
que trazan las Constituciones de la Sociedad Salesiana.
En esta labor pedimos que nos sostenga la palabra,
el ejemplo y la ayuda fraterna de esta comunidad.
El superior concluye:
El Señor os ilumine y sostenga en vuestro santo deseo. Antes de
escuchar su Palabra, que será luz y fuerza en el camino especial
que comenzáis hoy, invoquemos a Dios, Padre misericordioso.
40. Todos se ponen de pie y rezan en silencio unos instantes. Luego, el supe-
rior dice:
Padre Santo,
inspirador y realizador de todo santo deseo,
escucha nuestra oración
por estos hijos tuyos,
que piden ser recibidos en la Sociedad Salesiana
para ir al encuentro de los jóvenes
con el corazón de Cristo
y el método educativo de san Juan Bosco;
haz que su participación en la vida común
nos haga crecer a todos en el amor fraterno.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R, Amén.

4.2 Page 32

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30 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
CELEBRACIÓN DE LA PALABRA
41. Todos se sientan. Se lee uno o varios textos apropiados de la Sagrada Escritura,
de los que ofrece el Leccionario (cf. especialmente los números 228, 230, 231,
239, 240, 241, 247, 249, 250, 253, 257, 259, 262, 264, 265, 272, 278, 281, 283)
intercalando cantos responsoriales.
En esta ocasión, dado que no se trata de celebración litúrgica, puede hacerse
también una lectura no bíblica (por ejemplo, unas palabras de Don Bosco, algún
artículo de las Constituciones, u otra); sin embargo, la lectura del Evangelio debe
ocupar siempre el puesto principal.
42. Luego, el superior, partiendo del texto sagrado, ilustra algunas características de la
vida religiosa salesiana y la finalidad del noviciado en cuanto iniciación en la vida
consagrada.
ORACIÓN DE LOS FIELES
43. Tras unos instantes de reflexión personal, todos se ponen de pie. El superior invi-
ta a la oración con estas palabras u otras semejantes:
Pidamos a Dios, nuestro Padre, que confirme a estos hermanos
en el camino que hoy comienzan en el seguimiento de Jesucristo,
Maestro y Señor. Encomendémosles a la protección materna de
María Auxiliadora, de san Juan Bosco y de nuestros santos, a quie-
nes invocamos con fe en día tan señalado.
Tras breves instantes de oración personal, algunos miembros de la comunidad
formulan intenciones oportunas, a las que responden todos con un estribillo, a ser
posible cantado.
44. Luego, el superior invita a concluir con el Padrenuestro, al que sigue una de estas
oraciones:
Üh Dios, de quien procede el don de la vocación,
acepta el deseo de estos hermanos nuestros
que quieren experimentar
la vida religiosa salesiana;
otórgales el conocimiento de tu voluntad
y ayúdanos a todos en tu servicio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

4.3 Page 33

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ADMISIÓN EN LA VIDA RELIGIOSA 31
O bien:
Dios Padre,
que por diversos caminos
llamas a todos a la santidad,
escucha la oración de estos hijos tuyos
que piden entrar en la Sociedad Salesiana
para ser en la Iglesia
signos y portadores de tu amor a los jóvenes;
tu luz los ilumine y tu fuerza los sostenga
en esta nueva experiencia de vida.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
ENCOMIENDA DE LOS NOVICIOS AL MAESTRO
45. A continuación el superior presenta oficialmente, a los novicios, la persona que los
va a guiar como maestro en este camino especial de ahondamiento en las motiva-
ciones de su opción, de verificación de su idoneidad para la vocación salesiana y
de orientación hacia la donación plena de sí mismos a Dios.
46. Si parece conveniente, el superior llama por su nombre a cada novicio, que se
acerca al maestro y con palabras oportunas o mediante un gesto adecuado (por
ejemplo, colocando sus manos en las del maestro) muestra su voluntad de ponerse
enteramente bajo la dirección de quien va a coordinar y animar toda la formación
del noviciado.
47. Sobre todo cuando los novicios proceden de diversas inspectorías, cabe introducir
aquí un gesto de amistad entre los presentes, con objeto de manifestar la acogida
recíproca y la voluntad de hacer el nuevo camino en fraternidad.
48. En este punto, según la costumbre, puede entregarse a los novicios la Sagrada Es-
critura o un libro de espiritualidad eclesial o salesiana, idóneo y significativo para
el camino espiritual del noviciado; pero no las Constituciones, que se entregan
más tarde (cf. núm. 51). Tal gesto será sencillo e irá acompañado de palabras
oportunas.

4.4 Page 34

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32 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
CONCLUSIÓN
49. El superior puede concluir este momento de oración y fraternidad con la siguien-
te bendición:
Dios, Padre de todo consuelo,
os llene de las bendiciones del cielo
y os conceda el don de la verdadera sabiduría
en el camino del noviciado;
os dé la gracia de caminar gozosamente
por el estrecho sendero de la cruz
que habéis elegido
para servir a Cristo en los jóvenes;
os colme de fe, esperanza y caridad,
para que, guiados por el Espíritu
y sostenidos por la ayuda materna de María,
podáis llegar a la alegría eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R, Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso,
+ Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros
y os acompañe siempre.
R. Amén.
50. El acto termina con un canto de alabanza y de acción de gracias; por ejemplo, la
Salve, el cántico de la Virgen María (Magníficat) o un himno a san Juan Bosco.
51. Pasado algún tiempo desde el comienzo del noviciado, el maestro u otro superior
entrega a los novicios el texto de las Constituciones y Reglamentos, a fin de empe-
zar su estudio y asimilación. Puesto que la entrega oficial se hace durante el rito
de la primera profesión, el gesto debe ser sencillo y sobrio en una reunión
de carácter espiritual.
52. Según la costumbre o las disposiciones locales, en algunas partes se realiza, duran-
te el noviciado, la entrega del traje eclesiástico a quienes se orientan hacia el sacer-
docio y de un distintivo a los candidatos a la vida laical de coadjutor. Para la es-
tructura y los contenidos del rito, cf. Apéndice I, núms. 288-299.

4.5 Page 35

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CAPÍTULO II
PROFESIÓN
TEMPORAL
Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes...
y luego vente conmigo.
Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.
(Mateo 19, 21-22)

4.6 Page 36

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4.7 Page 37

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CAPÍTULO II
PROFESIÓN TEMPORAL
53. La profesión temporal es la meta de todo el camino formativo del noviciado. Por
su misma naturaleza se ordena a la profesión perpetua, y da significado al trabajo
de conocimiento, asimilación e interiorización de la formación salesiana, hecho de
modo particular durante el noviciado bajo la guía espiritual del maestro (cf. cap. I,
núms. 45-46).
54. Al concluir el noviciado, si el candidato está personalmente decidido a darse por
entero a Dios en la vida salesiana y se le considera idóneo para vivir dicha voca-
ción, hace la profesión temporal, aceptando con ello, según la experiencia pedagó-
gica de la Iglesia, la necesidad de seguir verificando ulteriormente su capacidad
concreta de donación.
55. [nmediatamente antes del rito de la profesión se hacen ejercicios espirituales, que
concluyen la primera etapa de iniciación en la vida religiosa, realizada mediante el
contacto con la palabra de Dios, una vida de fe más madura y un conocimiento
amoroso de Dios, y mediante una primera aproximación a la teología de la vida
religiosa y salesiana.
56. El rito de la primera profesión puede celebrarse durante la Eucaristía (A: cf.
núms. 59-86), o bien incorporado a Laudes o Vísperas (B: cf. núms. 87-96), o en
una liturgia de la Palabra (C: cf. núms. 97).
Dado el carácter de sencillez propio de la profesión temporal, su celebración debe
ser sobria en el conjunto de sus elementos y en los modos expresivos de partici-
pación.
57. Si un hermano, por enfermedad, no puede participar en la celebración, el rito se
acomoda a la situación, teniendo en cuenta que, además de cuanto pide el dere-
cho,1 los elementos esenciales son: presencia de dos testigos (cf. núm. 73 ),
preguntas o diálogo sobre el compromiso (núm. 71), oración por el que va a
profesar (núm. 72), fórmula de la profesión y acogida por parte del superior
(núms. 73-75).
58. Si el candidato a la profesión es sólo uno, en los formularios se emplea el singular.
I Cf. Código de derecho canónico, cánones 655 y 656.

4.8 Page 38

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36 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
A - DENTRO DE LA MISA
59. Cuando el rito tiene lugar durante la celebración de la Eucaristía, se emplea la mi-
sa ritual« para la profesión temporal» (cf. cap. V, núms. 177-183) con lecturas
propias (cf. núm. 65), a no ser que coincida con Semana Santa, ferias de la octava
de Pascua, solemnidad, domingo de Adviento, Cuaresma o Pascua, Miércoles de
Ceniza o Conmemoración de todos los fieles difuntos; en tal caso, prevalece el
formulario del día.
Cuando se utiliza la misa ritual, su color litúrgico es el blanco.
60. Ordinariamente la celebración eucarística la preside el superior que recibe la
profesión religiosa. Si lo hace un obispo, hay que seguir las indicaciones del Cae-
remoniale Episcoporum (cf. núms. 748-768) para la profesión perpetua; en este
caso el superior que recibe las profesiones concelebra con el obispo y demás sa-
cerdotes presentes.
61. El rito de la profesión se hace ante la sede. Cuando lo requieran las circunstan-
cias, en el momento oportuno se coloca un asiento delante del altar. Si es posible,
los novicios se sitúan en el presbiterio, de manera que los fieles puedan participar
mejor en toda la acción litúrgica.
62. Conviene que sea el maestro quien, al terminar el mandato particular que se le dio
al comenzar el noviciado, llame nominalmente a quienes van a profesar y los pre-
sente al superior y a toda la asamblea con palabras adecuadas.
63. Además de lo necesario para la misa, prepárense:
el ritual de la profesión religiosa;
una mesa con la documentación que se ha de firmar en testimonio de haber
profesado;
el traje eclesiástico u otro signo, según la costumbre o las disposiciones loca-
les, y el distintivo para los hermanos coadjutores, si no se entregaron anterior-
mente (cf. cap. 1, núm. 52 y Apéndice I, núms. 288-299);
el libro de las Constituciones y Reglamentos, que se entregarán junto con la
medalla recuerdo.

4.9 Page 39

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PROFESIÓN TEMPORAL 37
RITO DE ENTRADA
64. Reunidos la comunidad religiosa y el pueblo, y dispuesto lo necesario, se pone en
marcha la procesión hacia el altar mientras la asamblea entona el canto de entra-
da. En la procesión toman parte los que van a profesar, precedidos de su maes-
tro. Al llegar al presbiterio hacen una reverencia ante el altar y se colocan en los
lugares asignados; luego prosigue la misa como de costumbre.
LITURGIA DE LA PALABRA
65. En las solemnidades y domingos se proclaman tres lecturas; los demás días, ordi-
nariamente sólo dos, tomadas del Leccionario propio (cf. especialmente los núms.
228, 229, 230, 231, 236, 238, 239, 241, 242, 245, 246, 248, 249, 250, 253, 254,
256, 258, 259, 260, 264, 267, 269, 272, 275, 276, 277, 284, 286) o de la misa del
día (cf. anteriormente núm. 59); en tiempo pascual todas las lecturas son del Nue-
vo Testamento.
Cuando se prefiere no seguir el formulario de la misa ritual, puede tomarse
una de las lecturas que ofrece el Leccionario de la profesión (cf. Introducción,
núm. 25).
RITO DE LA PROFESIÓN
Llamada o petición
66. Proclamado el Evangelio, todos se sientan. El maestro llama por su nombre a los
que van a profesar, empezando con estas palabras u otras semejantes:
Tenemos la alegría de presentar a estos hermanos que quieren en-
tregarse al Señor mediante la profesión religiosa en la Sociedad
Salesiana. Son...
Al ser llamado por su nombre, cada uno responde: Aquí estoy (o bien: Heme aquí
o Presente u otra expresión parecida).
El maestro puede terminar el llamamiento presentando sobriamente los candida-
tos a toda la asamblea.

4.10 Page 40

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38 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
67. Luego, el superior se dirige a ellos con estas palabras:
Queridos hijos (hermanos),
¿qué pedís a Dios y a su Iglesia?
R. La misericordia del Señor
y la gracia de dedicarnos totalmente a él
y a su Reino
con la profesión religiosa
en la Sociedad Salesiana.
68. En lugar de esta respuesta, los candidatos, especialmente si son pocos, pueden
manifestar su intención con otras fórmulas preparadas por ellos mismos y expre-
sar así los motivos por los que se ofrecen a Dios profesando las Constituciones de
la Sociedad Salesiana.
Dios, que demuestra su amor a la Iglesia y a la Congregación ins-
. pirándoos esta santa decisión, os ayude a realizarla y os sostenga
con su gracia.
La asamblea responde:
R. Amén.
69. O bien, en lugar de la pregunta del superior, acabada la presentación por parte
del maestro, un novicio, en nombre de todos, se dirige al superior con estas pala-
bras u otras semejantes:
Con la ayuda de Dios, (nosotros, N. y N.)
hemos aprendido a conocer la Regla de vida salesiana
y hemos vivido en &aternidad este período del noviciado.
Ahora, padre, te pedimos humildemente
podernos dedicar a Dios y a su Reino
con la profesión religiosa en la Sociedad Salesiana.
El superior concluye:
Demos gracias a Dios. Él, que os llama a formar parte de la So-
cied~d Salesiana, os conceda llevar a término esta decisión con la
ayuda de su gracia y os haga signos y portadores de su amor a los
jóvenes.
La asamblea responde:
R. Te damos gracias, Señor.

5 Pages 41-50

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5.1 Page 41

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PROFESIÓN TEMPORAL 39
Homilía
70. Se sientan todos. El superior presenta, a la luz de las lecturas bíblicas, el significa-
do y valor del don de Dios y de la Iglesia, y las obligaciones que impone la
profesión religiosa con vistas a la misión salesiana y al camino de santificación.
Interrogatorio o diálogo sobre el compromiso
71. Al concluir la homilía, tras unos momentos de silencio, los que van a profesar se
ponen de pie; el superior les pregunta si están dispuestos a entregarse libremente
a Dios y a los hermanos, con estas palabras:
Queridos hijos (hermanos), consagrados ya a Dios por el agua
bautismal y por el Espíritu Santo, ¿queréis uniros ahora más
íntimamente a él por la profesión religiosa?
R. Sí, quiero.
Durante el noviciado habéis aprendido el espíritu de la Sociedad
Salesiana mediante el estudio y la práctica de nuestras Cons-
tituciones.
¿Queréis crecer en el amor perfecto a Dios y a los hermanos prac-
ticando esta norma evangélica de vida y esforzándoos por progre-
sar día tras día?
R. Sí, quiero.
Para los salesianos, vivir y trabajar juntos es exigencia fundamen-
tal y camino seguro para realizar nuestra vocación.
¿Queréis vivir de ahora en adelante en comunidad con los herma-
nos que os da el Señor, y gastar con ellos generosamente vuestra
vida al servicio del pueblo de Dios como apóstoles de los jóvenes,
particularmente de los más pobres?
R. Sí, quiero.
Para seguir a Cristo como san Juan Bosco, se requiere un corazón
libre, responsable y generoso.
¿Queréis hacer a Dios la donación de vuestra obediencia, abra-
zar la pobreza voluntaria y vivir en castidad por el Reino de los
cielos?
R. Sí, quiero, con la gracia de Dios.

5.2 Page 42

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40 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
El que ha comenzado en vosotros este proyecto evangélico os
ayude, por intercesión de María Auxiliadora de los cristianos, a vi-
virlo en plenitud, con la gracia de Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
Oración por los que van a profesar
72. Todos se levantan. El superior invita a la oración con estas palabras u otras
semejantes:
Pidamos a Dios, Padre de infinita bondad, que asista a estos her-
manos nuestros en su santo propósito.
Se ora en silencio unos instantes.
Mira, Padre, con benevolencia
a estos hermanos nuestros (N. y N.)
que en presencia de la Iglesia
hoy se ofrecen a ti
mediante la profesión religiosa;
concédeles que el testimonio de su vida
sea un acto continuo de amor a ti
y su don más precioso a los jóvenes.
Por Cristo nuestro Señor.
R. Amén.
Profesión
73. Dos profesos perpetuos, de pie al lado del superior, actúan de testigos.
Los que van a profesar, uno a uno y acompañados, si parece oportuno, de sus pa-
dres, se presentan ante el superior y leen la fórmula de la profesión (cf. Apéndice II,
núm. 300).
74. Si son muchos, puede emplearse la forma indicada en el Apéndice II. núm. 302, o
bien leer todos juntos la primera parte de la fórmula:
Dios Padre,
tú me consagraste a ti el día de mi bautismo.
Como respuesta al amor de Jesús, tu Hijo,

5.3 Page 43

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PROFESIÚN TEMPORAL 41
que me llama a seguirlo más de cerca,
y conducido por el Espíritu Santo,
que es luz y fuerza,
con plena libertad
te ofrezco todo mi ser,
comprometiéndome
a entregar todas mis energías
a quienes me envíes,
especialmente a los jóvenes más pobres,
a vivir en la Sociedad Salesiana
en comunión fraterna de espíritu y de acción,
y a participar, de ese modo,
en la vida y en la misión de tu Iglesia.
Luego, cada uno continúa individualmente:
Por esto, yo, N. N ,,
en presencia de mis hermanos,
ante N. N ,, Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,
(o bien: ante...,
que hace las veces del Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,)
aunque mi intención es ofrecerme a ti
por toda la vida,
sin embargo,
según las disposiciones de la Iglesia,
hago voto por ... año (s)
de vivir obediente, pobre y casto,
según el camino evangélico
trazado en las Constituciones salesianas.
Tu gracia, Padre,
la intercesión de María Santísima Auxiliadora,
de san José, de san Francisco de Sales
y de san Juan Bosco,
y mis hermanos salesianos
me asistan todos los días
y me ayuden a ser fiel.

5.4 Page 44

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42 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
El superior añade:
En nombre de la Iglesia
y de la Sociedad Salesiana,
te recibo como hermano comprometido
con votos temporales
entre los Salesianos de Don Bosco.
75. Luego, el superior, como signo de acogida en la Congregación, da un abrazo (u
otro gesto significativo) al nuevo profeso, que en seguida firma el documento
acreditativo de su profesión en el lugar establecido, dejando para la profesión per-
petua el hacerlo, más elocuentemente, sobre el altar.
Ritos ilustrativos
76. Si está previsto, en este momento el superior entrega el traje eclesiástico a quienes
caminan hacia el sacerdocio y un signo distintivo a los hermanos coadjutores.
El rito se desarrolla con sobriedad.
77. El superior, al entregar el traje eclesiástico, dice:
Recibe este traje
y conserva en tu corazón la fidelidad al Señor,
que este signo de testimonio y servicio
te trae a la memoria ante todos.
R. Amén.
Si hace falta, el nuevo profeso se retira al lugar más conveniente para ponerse el
traje. Si el rito se alarga, puede entonarse un canto apropiado.
78. Al entregar un distintivo al hermano coadjutor, dice el superior:
Recibe este signo del salesiano coadjutor:
te recuerda la oblación de ti mismo a Dios,
tu pertenencia a la Sociedad Salesiana
y tu compromiso al servicio de los jóvenes.
R. Amén.

5.5 Page 45

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PROFESI()N TEMPORAL 43
79. Luego, el superior entrega a cada uno el libro de las Constituciones y Reglamen-
tos, diciendo:
Recibe la Regla de nuestra Sociedad:
es un camino que conduce al amor.
Procura hacerla testimonio de vida:
te será manantial de luz en el camino,
fuente de gozo incluso en la cruz
y don de paz para los hermanos con quienes trates;
recuerda que el Señor te juzgará
acerca del amor con que la vivas.
R, Amén.
Si son muchos los nuevos profesos, el superior dice la fórmula una sola vez para
todos; después, entrega a cada uno el libro y la medalla recuerdo, mientras la
asamblea canta el salmo 18 o el 23. o parte del 118, u otro himno adecuado.
Oración de los fieles
80. El superior invita a la oración con estas palabras u otras semejantes:
Hermanos, nuestra comunidad se alegra hoy por la primera pro-
fesión de estos hermanos que se entregan al servicio de Cristo y
de la Iglesia en la Sociedad Salesiana. Con corazón unánime diri-
jamos nuestra oración a Dios Padre, de quien procede el don de
la vocación.
Tras una pausa de silencio, el diácono o un lector propone algunas intenciones to-
madas de las que siguen o explícitamente preparadas para el caso; a cada invoca-
ción la asamblea responde con una antífona o estribillo, a ser posible en canto.
81. ~ Por la santa Iglesia de Dios,
para que, iluminada por la vida evangélica
de estos hijos suyos,
resplandezca más y más ante Cristo
y ante los hombres de buena voluntad,
roguemos al Señor.

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44 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
e Por nuestro Santo Padre el papa N. y por todos los obispos,
para que, fieles al ministerio apostólico,
alimenten con la Palabra y guíen con amor
a todo el pueblo de Dios,
roguemos al Señor.
• Por el Rector Mayor y por todos los superiores,
para que sean signo del amor de Cristo que sirve,
y promuevan en la comunidad que les está confiada
el verdadero espíritu de familia,
roguemos al Señor
• Por el bien de los pueblos,
para que cuantos se dedican al servicio de Dios,
sin dejar de buscar asiduamente los bienes eternos,
fomenten constantemente planes
de promoción completa del hombre,
roguemos al Señor.
() Por los jóvenes, primeros y principales
destinatarios de la misión salesiana,
para que hallen en la Iglesia y en la sociedad
respuesta a sus esperanzas y ayuda eficaz
para crecer en su identidad humana y cristiana,
roguemos al Señor.
O Por los religiosos y religiosas,
para que en la donación fiel de su vida
experimenten la alegría de ser signo elocuente
del reino futuro,
roguemos al Señor.
() Por quienes profesan los consejos evangélicos,
para que resplandezca en ellos
el mandamiento del amor fraterno y tengan,
como los primeros discípulos de Jesús,
un solo corazón y una sola alma,
roguemos al Señor.

5.7 Page 47

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PROFESIÓN TEMPORAL 45
._ Por los padres de estos nuevos hermanos,
para que el Señor colme con la abundancia de su bendición
la generosidad con que han dado sus hijos
a la Iglesia y a la Sociedad Salesiana,
roguemos al Señor.
e Por estos hermanos que hoy se ofrecen a Dios
mediante la profesión religiosa,
para que su Espíritu infunda en ellos
una ardiente caridad pastoral
impregnada de amabilidad, optimismo y alegría,
roguemos al Señor.
0 Por los que hoy se entregan más decididamente
al servicio divino,
para que el Espíritu del Señor los haga crecer
en la caridad pastoral
que los impulse a buscar almas y a servir sólo a Dios,
roguemos al Señor.
ID Por quienes mediante la profesión religiosa
quieren seguir más de cerca a Cristo,
para que, prontos a la obediencia,
sean en el mundo signo de la plena docilidad a Dios;
para que, abrazando gozosamente la pobreza,
se dediquen a mejorar la condición de los pobres
siendo sus amigos y modelos;
y para que, fieles a la castidad, amen a Dios y a los hermanos
con corazón indiviso,
roguemos al Señor.
e Por los salesianos difuntos,
para que su servicio generoso reciba
el premio de la alegría y la plena comunión
en la casa del Padre,
roguemos al Señor.

5.8 Page 48

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46 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Por los padres difuntos de los salesianos,
para que el Señor recompense sus fatigas
y la oblación de sus hijos a Dios,
y los reciba en la alegría serena de su paz,
roguemos al Señor.
Por todos nosotros, aquí reunidos,
para que, cumpliendo fielmente las palabras
del divino Maestro: « Sed perfectos
como el Padre que está en el cielo »,
demos frutos dignos de santidad,
hasta llegar a la plenitud de Cristo
y estar un día juntos en la Jerusalén celestial,
roguemos al Señor.
82. Al final, el superior concluye las preces con estas palabras:
Escucha, Padre, las oraciones de tu pueblo,
y renueva el don del Espíritu Santo
sobre estos hijos que has llamado a seguir a Cristo
según el proyecto apostólico de san Juan Bosco;
que cuanto hoy prometen en su primera profesión
puedan llevarlo a plenitud hasta el día de Cristo Señor,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
LITURGIA EUCARÍSTICA
83. Mientras se entona un cántico apropiado, se prepara la mesa y algunos de los nue-
vos profesos o sus padres llevan al altar el pan, el vino y el agua para el sacrificio
eucarístico.
84. Si parece oportuno, el celebrante intercambia, con cada nuevo profeso, el signo
de la paz acostumbrado, siempre que estén próximos al altar.
85. Cuando el celebrante ha tomado el Cuerpo y la Sangre del Señor, los nuevos pro-
fesos se acercan al altar para recibir la comunión, que se puede distribuir bajo las
dos especies.
Después, comulgan del mismo modo sus padres, familiares, hermanos en religión
y, según la oportunidad, todos los que participan en la celebración.

5.9 Page 49

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PROFESIÓN TEMPORAL 47
RITO DE CONCLUSIÓN
86. Puede concluirse la celebración con la bendición solemne. En esre caso, una vez
que los nuevos profesos se han situado delante del altar, el superior, con las ma-
nos extendidas sobre el pueblo, invoca sobre ellos y toda la asamblea la bendición
del Señor con estas palabras:
Dios, que inspira y lleva a término
los buenos propósitos,
os proteja siempre con su gracia,
para que podáis vivir fielmente
los compromisos de vuestra vocación.
R. Amén.
,.
El os haga ante todos los hermanos,
especialmente los jóvenes,
signo y testimonio de su amor,
según el proyecto de san Juan Bosco.
R, Amén.
p
El, por intercesión de María,
Auxiliadora y Madre de la Iglesia,
perpetúe en el cielo el vínculo de caridad
que en la tierra os ha unido a Cristo, su Hijo.
R. Amén.
Y, a cuantos habéis participado
en esta santa liturgia,
os bendiga Dios todopoderoso,
+ Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R. Amén.

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48 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
B - DENTRO DE LA CELEBRAOÓN
DE LAUDES O VÍSPERAS
87. En casos especiales, cuando no es posible celebrar la Eucaristía, puede incorporar-
se el rito de la profesión temporal a la celebración de Laudes o Vísperas.
En la elección de las partes (himno, salmodia, lectura, preces o intercesiones) hay
que seguir el calendario de la Iglesia local.
Para las cosas que se han de preparar, cf. núm. 63.
88. Fuera de los domingos, solemnidades, fiestas y memorias obligatorias, ferias de
Cuaresma y Semana Santa, octavas de Pascua y de Navidad y los días comprendi-
dos entre el 17 y el 24 de diciembre,2 es posible elegir:
a) un himno apropiado;
b) salmos y cánticos bíblicos adecuados, procurando mantener la disposición pro-
pia de la Liturgia de las Horas: salmo, cántico y salmo, en Laudes; dos salmos
y cántico, en Vísperas;
e) una lectura no evangélica, tomada del Leccionario de la profesión;
d) preces o intercesiones según el modelo del Ritual.
Introducción
89. La celebración empieza con la invocación, cantada cuando es posible, Dios mío,
ven en mi auxilio... Gloria al Padre... y Aleluya, excepto en Cuaresma.
Antes del himno o de la invocación, conviene que quien preside u otra persona
idónea recuerde a los asistentes, con una monición breve, el significado de la cele-
bración y su estructura, para facilitar la participación de todos.
Salmodia
90. Convendrá valorizar la oración de los salmos en la forma más adecuada a la cir-
cunstancia y a la sensibilidad de los participantes mediante oportunas introduc-
ciones y el uso del canto. 3
2 Cf. Oficio Divino, Liturgia de las Horas según el rito romano: Principios y normas, núm. 247.
3 Cf. Oficio Divino, Liturgia de las Horas según el rito romano: Principios y normas, núms. 110-124; 267-284.

6 Pages 51-60

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6.1 Page 51

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PROFESIÓN TEMPORAL 49
Lectura de la palabra de Dios
91. Cuando el grado de la fiesta lo permite, puede tomarse una lectura del Lecciona-
rio de la profesión. Tradicionalmente, en la celebración de Laudes o Vísperas, no
se eligen fragmentos del Evangelio, « dado que éste se lee íntegramente todos los
años en la misa ».4
92. En tiempo pascual la lectura es siempre del Nuevo Testamento.
Rito de la profesión
93. Terminada la lectura de la palabra de Dios y omitido el responsorio, todo se de-
sarrolla como cuando el rito se celebra dentro de la Eucaristía:
llamamiento o petición: cf. núms. 66-69;
homilía: cf. núm. 70;
interrogatorio: cf. núm. 71:
oración por los que van a profesar: cf. núm. 72;
profesión: cf. núms. 73-75;
ritos ilustrativos: cf. núms. 76-79.
Canto evangélico
94. Concluida la entrega del libro de las Constituciones y Reglamentos y de la medalla
recuerdo, se entona el cántico de Zacarías (Benedictus) o el de la Santísima Virgen
(Magníficat); mientras se cantan, puede hacerse la incensación.
Preces o intercesiones
95. Las preces de Laudes o las intercesiones de Vísperas comienzan según el formula-
rio del día o como se indica en el núm. 80.
En las intenciones de oración téngase en cuenta, de modo particular, la circuns-
tancia (cf. núm. 81). Al final todos rezan el Padrenuestro, al que sigue la oración
del día o la propia del rito (cf. núm. 86).
Conclusión
96. La celebración puede concluir con la bendición solemne (cf. núm. 86) y un canto
a la Santísima Virgen o a san Juan Bosco.
4 Oficio Divino, Liturgia de las Horas según el rito romano: Principios y normas, núm. 144.

6.2 Page 52

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50 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
C - EN UNA CELEBRAOÓN
DE LA PALABRA
97. Cuando el rito de la primera profesión tiene lugar en una liturgia de la Palabra, la
celebración se articula como sigue (para lo que hay que preparar, cf. núm. 63):
- introducción: canto de entrada, señal de la cruz y saludo del que preside, bre-
ve monición acerca del significado y estructura de la celebración, oración
(puede utilizarse la colecta de la misa « para la profesión temporal »: cf.
cap. V, núm. 178);
escucha de la Palabra: según las circunstancias, se proclaman dos o tres lectu-
ras (cf. núm. 65), que luego se explican y actualizan en la homilía;
rito de la profesión: se desarrolla como indican los números 66-82; téngase en
cuenta que la serie de intenciones de la oración de los fieles (cf. núm. 81) ter-
mina con el Padrenuestro seguido de la oración (cf. núm. 82);
conclusión: la celebración puede terminar con la bendición solemne (ver
núm. 86), y con un canto a la Santísima Virgen o a san Juan Bosco.

6.3 Page 53

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CAPÍTULO 111
RENOVACIÓN
DELA
PROFESIÓN
Paseando Jesús junto al lago de Galilea,
vio a dos hermanos... y les dijo:
« Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
(Mateo 4, 18-19)

6.4 Page 54

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6.5 Page 55

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CAPÍTULO 111
RENOVACIÓN
DE LA PROFESIÓN
98. Con la primera profesión empezó para el hermano el período de formación más
largo y complejo: el de la profesión temporal. Se trata de un tiempo que no se
cierra en sí mismo, sino que se siente y se vive en la perspectiva de la profesión
perpetua.
Por ello el hermano joven, con el apoyo de la comunidad y de un guía espiritual,
se esfuerza por crecer como salesiano laico o aspirante al sacerdocio 1 en su camino
de formación humana, cristiana y religiosa, con objeto de disponerse efectivamen-
te a la consagración plena por parte de Dios en la Sociedad Salesiana.
99. La renovación de la profesión se inserta en el ámbito de un camino de progresiva
integración entre fe, cultura y vida, tal como se hace durante el posnoviciado, a
fin de favorecer la síntesis personal, que se procura lograr especialmente durante el
tirocinio, entre la propia actividad y los valores típicos de la vocación salesiana.2
100. La renovación de la profesión temporal se hace al concluir el tiempo para el que
fue emitida. Su fecha precisa es el día siguiente al que fue emitida. Sin embargo,
nada impide renovarla en la misma fecha, adelantándola canónicamente un día.
101. El rito puede celebrarse indistintamente dentro de la Eucaristía (A: cf. núms.
104-118), incorporado a Laudes o Vísperas (B: cf. núms. 119-128), o bien en una
celebración de la Palabra (C: cf. núm. 129).
La celebración debe realizarse con la mayor sencillez y sobriedad, tanto en el con-
junto de los elementos como en los modos expresivos de participación.
1 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 113.
2 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, arts. 113-115.

6.6 Page 56

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54 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
102. Si un hermano no puede, por enfermedad, participar en la celebración, el rito se
acomodará a la circunstancia, teniendo en cuenta que, además de cuanto requiere
el derecho,3 sus elementos esenciales son: la presencia de dos testigos (cf. núm.
110), la oración de intercesión (núm. 109) y la fórmula de la profesión con la aco-
gida por parte del superior (núm. 110-112).
103. Si el candidato a renovar la profesión es sólo uno, en los formularios se emplea el
singular.
3 Cf. Código de derecho canónico, canon 657.

6.7 Page 57

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RENOVACIÓN DE LA PROFESIÓN 55
A - DURANTE LA MISA
104. Cuando el rito tiene lugar dentro de la Eucaristía, se utiliza la misa ritual « para la
renovación de la profesión» (cf. cap. V, núms. 184-189) con lecturas propias (cf.
núm. 107), a no ser que coincida con la Semana Santa, las ferias de la octava de
Pascua, una solemnidad, un domingo de Adviento, Cuaresma o Pascua, el
Miércoles de Ceniza o la Conmemoración de todos los fieles difuntos; en tal caso,
se sigue el formulario del día.
Cuando se utiliza la misa ritual, el color litúrgico es el blanco.
105. Conviene que la celebración eucarística la presida el superior que recibe la
renovación de la profesión.
106. Además de cuanto se necesita para la celebración, hay que preparar:
el ritual de la profesión religiosa;
una mesa con la documentación que se firmará en testimonio de la profesión
realizada.
LITURGIA DE LA PALABRA
107. En las solemnidades y domingos se proclaman tres lecturas; los demás días, ordi-
nariamente sólo dos, tomadas del Leccionario propio (cf. especialmente los
números 230, 236, 241, 245, 246, 247, 249, 254, 255, 258, 264, 266, 267, 269,
275, 276, 278, 279, 284, 285) o de la misa del día (cf. anteriormente núm. 104).
En tiempo pascual todas las lecturas son del Nuevo Testamento.
Cuando se prefiere no utilizar el formulario de la misa ritual, puede tomarse una
lectura de las que figuran en el Leccionario de la profesión (cf. Introducción,
núm. 25).
108. Después del Evangelio, el superior en la homilía explica, a la luz de las lecturas
bíblicas, el significado y valor del don de Dios y de la Iglesia, así como las obliga-
ciones que impone la profesión religiosa con vistas a la misión salesiana y al cami-
no de santificación.

6.8 Page 58

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56 RITUAL DE LA PROPESIÓN RELIGIOSA
RITO DE LA PROFESIÓN
Oración
109. Terminada la homilía y tras unos instantes de silencio, el superior invita a la
oración con estas palabras:
Queridos hermanos,
conscientes de que la perseverancia es don de Dios, elevemos al
Padre nuestra oración por estos hermanos, que ya forman parte
de nuestra Sociedad y hoy renuevan ante la Iglesia su profesión
religiosa.
Pausa de oración en silencio.
Padre santo,
mira a estos hermanos nuestros (N. y N.)
que, en tu misterioso designio de amor,
llamaste a responder
con la caridad pastoral de san Juan Bosco
a las necesidades y urgencias de los jóvenes:
concédeles seguir fielmente
el camino que emprendieron con entusiasmo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
Renovación de la profesión
110. Dos salesianos de votos perpetuos, de pie junto al superior, actúan de testigos.
Quienes renuevan la profesión se presentan de uno en uno ante el superior y leen
la fórmula (cf. Apéndice II, núm. 300).
111. Si son muchos, cabe utilizar la forma incluida en el Apéndice II, núm. 302; o bien
leer juntos la primera parte de la fórmula:
Dios Padre,
me consagraste a ti el día de mi bautismo.
Como respuesta al amor de Jesús, tu Hijo,
que me llama a seguirlo más de cerca,

6.9 Page 59

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RENOVACIÓN DE LA PROFESIÓN 57
y conducido por el Espíritu Santo,
que es luz y fuerza,
con plena libertad
te ofrezco todo mi ser,
comprometiéndome
a entregar todas mis energías
a quienes me envíes,
especialmente a los jóvenes más pobres,
a vivir en la Sociedad Salesiana
en comunión fraterna de espíritu y de acción,
y a participar, de ese modo,
en la vida y en la misión de tu Iglesia.
Luego, cada uno continúa individualmente:
Por esto, yo N. N,
en presencia de mis hermanos,
ante N. N,, Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,
(o bien: ante...,
que hace las veces del Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,)
aunque mi intención es ofrecerme a ti
por toda la vida,
sin embargo,
según las disposiciones de la Iglesia,
hago voto por ... año (s)
de vivir obediente, pobre y casto,
según el camino evangélico
trazado en las Constituciones salesianas.
Tu gracia, Padre,
la intercesión de María Santísima Auxiliadora,
de san José, de san Francisco de Sales
y de san Juan Bosco,
y mis hermanos salesianos
me asistan todos los días
y me ayuden a ser fiel.

6.10 Page 60

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58 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
El superior añade:
En nombre de la Iglesia
y de la Sociedad Salesiana,
te recibo como hermano comprometido
con votos temporales
entre los Salesianos de Don Bosco.
112. Luego, el superior, como signo de acogida en la Congregación, da un abrazo (u
otro gesto significativo) a cada nuevo profeso, que en seguida firma el documento
acreditativo de su profesión en el lugar señalado, dejando para la profesión perpe-
tua el hacerlo, más elocuentemente, sobre el altar.
Oración de los fieles
113. El superior invita a la oración, con estas palabras u otras semejantes:
Nuestra comunidad tiene hoy la alegría de ver que estos hermanos
renuevan su entrega a Cristo y a la Iglesia en la Sociedad Salesiana.
Con corazón unánime dirijamos nuestra oración a Dios Padre, de
quien procede el don de la vocación.
114. Tras una pausa de silencio, el lector propone algunas intenciones tomadas y adap-
tadas conveniemememe de las que figuran en el cap. II, núm. 81. A cada
invocación la asamblea responde con un estribillo, cantado cuando es posible.
115. Al final, el superior concluye las preces con estas palabras:
Escucha, Padre, las invocaciones de tu pueblo,
y renueva el don del Espíritu Santo
sobre estos hijos
que has llamado a seguir a Cristo
para ser signos y portadores
de tu amor a los jóvenes;
concédeles llevar a plenitud
el ofrecimiento de su vida,
que hoy renuevan con la profesión,
hasta el día de Cristo Señor,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
];l. Amén.

7 Pages 61-70

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7.1 Page 61

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RENOVACIÓN DE LA PROFESIÓN 59
LITURGIA EUCARÍSTICA
116. Mientras se entona un cántico apropiado, se prepara la mesa; algunos de los her-
manos que acaban de renovar su profesión llevan al altar el pan, el vino y el agua
para el sacrificio eucarístico.
117. Si parece oportuno, el celebrante intercambia, con cada uno de los que han reno-
vado la profesión, el signo de la paz acostumbrado, siempre que estén próximos
al altar.
118. Cuando el celebrante ha tomado el Cuerpo y la Sangre del Señor, los profesos se
acercan al altar para recibir la comunión, que se puede distribuir bajo las dos es-
pecies.
Después, comulgan del mismo modo sus padres, familiares, hermanos en religión
y, según la oportunidad, todos los que participan en la celebración.

7.2 Page 62

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60 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
B - DENTRO DE LA CELEBRAOÓN
DE LAUDES O VÍSPERAS
119. Cuando la renovación se incorpora a Laudes o Vísperas, para la elección de sus
elementos (himno, salmodia, lectura, preces o intercesiones) se sigue el calendario
propio de la Iglesia local.
Para lo que se ha de preparar, cf. núm. 106.
120. Fuera de los domingos, solemnidades, fiestas y memorias obligatorias, ferias de
Cuaresma y Semana Santa, octavas de Pascua y Navidad y los días comprendidos
entre el 17 y el 24 de diciembre, 4 es posible elegir:
a) un himno apropiado;
b) salmos y cánticos bíblicos adecuados, procurando mantener la disposición pro-
pia de la Liturgia de las Horas: salmo, cántico y salmo, en Laudes; dos salmos
y cántico, en Vísperas;
e) una lectura no evangélica, tomada del Leccionario de la profesión;
d) preces o intercesiones según el modelo del Ritual.
Introducción
121. La celebración empieza con la invocación, cantada si es posible, Dios mío, ven en
mi auxilio... Gloria al Padre... y Aleluya excepto en Cuaresma.
Antes del himno o de la invocación conviene que quien preside u otra persona
idónea recuerde a los asistentes, mediante una monición breve, el significado de
la celebración y su estructura, con objeto de facilitar la participación de todos.
Salmodia
122. Convendrá valorizar la oración de los salmos en la forma más adecuada a la cir-
cunstancia y a la sensibilidad de los asistentes mediante oportunas introducciones
y el uso del canto. 5
4 Cf. Oficio Divino, Liturgia de las Horas según el rito romano: Principios y normas, núm. 247.
5 Cf. Oficio Divino, Liturgia de las Horas según el rito romano: Principios y normas, núms. 110-124; 267-284.

7.3 Page 63

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RENOVACIÓN DE LA PROFESIÓN 61
Lectura de la palabra de Dios
123. Cuando el grado de la fiesta lo permite, se puede tomar una lectura del Lecciona-
rio de la profesión. Tradicionalmente, en la celebración de Laudes o Vísperas, no
se leen fragmentos del Evangelio, « dado que éste se lee por entero todos los años
en la misa ». 6 En tiempo pascual la lectura es siempre del Nuevo Testamento.
124. Después de la lectura, el superior en la homilía recuerda, a la luz de la Palabra pro-
clamada, el significado y valor del don de Dios y de la Iglesia, así como las obliga-
ciones que impone la profesión religiosa con vistas a la misión salesiana y al cami-
no de santificación.
Rito de la profesión
125. Terminada la homilía y omitido el responsorio, el rito sigue como cuando se cele-
bra dentro de la Eucaristía:
oración: cf. núm. 109;
- renovación de la profesión: cf. núms. 110-112.
Canto evangélico
126. Después de firmar el documento, se entona el cántico de Zacarías (Benedictus) o
el de la Santísima Virgen (Magníficat); mientras se cantan, puede hacerse la in-
censación.
Preces o intercesiones
127. Las preces de Laudes o las intercesiones de Vísperas se inician según el formulario
del día o como se indica anteriormente en el núm. 113.
En las intenciones de oración téngase en cuenta, de modo particular, la circuns-
tancia (cf. núm. 114).
Al final todos recitan el Padrenuestro, al que sigue la oración del día o la propia
del rito (cf. núm. 115).
Conclusión
128. Terminada la oración, el superior bendice a la asamblea. El rito acaba con un can-
to a la Santísima Virgen o san Juan Bosco.
6 Oficio Divino, Liturgia de las Horas según el rito romano: Principios y normas, núm. 144.

7.4 Page 64

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62
C - EN UNA CELEBRACIÓN
DE LA PALABRA
129. Cuando la profesión se renueva en una liturgia de la Palabra, la celebración se ar-
ticula como sigue (para lo que se ha de preparar, cf. anteriormente núm. 106):
introducción: canto de entrada, señal de la cruz y saludo del superior que pre-
side, breve monición acerca del significado y estructura de la celebración,
oración (puede utilizarse la colecta de la misa « para la primera profesión »:
cf. cap. V, núm. 185);
- escucha de la Palabra: según las circunstancias se proclaman dos o tres lectu-
ras (cf. anteriormente núm. 107), que luego se explican y actualizan en la
homilía;
- rito de la profesión: todo se desarrolla como indican los números 109-115;
téngase en cuenta que la serie de intenciones de la oración de los fieles (cf.
cap. II, núm. 81) termina con el Padrenuestro seguido de la oración (cf.
cap. II, núm. 82);
conclusión: la celebración puede terminar con la bendición y un canto a la
Santísima Virgen o a san Juan Bosco.

7.5 Page 65

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CAPÍTULO IV
PROFESIÓN
PERPETUA
Maestro, ¿dónde vives?
Él les dijo: Venid y lo veréis.
(Juan 1, 38-39)

7.6 Page 66

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7.7 Page 67

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CAPÍTULO IV
PROFESIÓN PERPETUA
130. Acabado el tiempo conveniente de preparación inmediata pedido por la Iglesia y
la Congregación, y concretado en una experiencia suficientemente larga vivida en
el recogimiento y la oración, el hermano que, a juicio de los superiores competen-
tes, ha alcanzado la madurez espiritual y salesiana requerida por la importancia de
tal opción, hace la profesión perpetua. 1
131. La profesión perpetua es la consagración definitiva y solemne del encuentro de
amor entre el Señor, que llama, y el discípulo, que responde entregándose total-
mente a él y a los hermanos; es la confirmación del « misterio de la alianza
bautismal ».2
132. En cuanto expresión más muma y plena del Bautismo, la profesión perpetua
constituye la opción fundamental y definitiva de la vida y libertad del salesiano y,
a la vez, la respuesta a una consagración específica por parte de Dios mediante el
ministerio de la Iglesia.
133. El rito de la profesión perpetua constituye, por tanto, un acontecimiento único y
exclusivo.
En cuanto único, requiere una celebración particularmente solemne: aun procu-
rando evitar cuanto desdiga de la pobreza religiosa,3 con sus diferentes elementos
el rito debe manifestar de modo claro la suprema importancia de la alianza defini-
tiva que se sella entre Dios y el religioso.
En cuanto exclusivo, no admite que se incluyan en la misma celebración otras for-
mas de profesión: temporal, renovación, etcétera.
134. El rito tiene lugar dentro de la Eucaristía. Para los casos excepcionales, hay que
inspirarse en las estructuras rituales B (celebración dentro de Laudes o Vísperas)
y C (celebración en una liturgia de la Palabra), que se hallan en el « Rito de la
profesión temporal» (cf. cap. ID, teniendo en cuenta que sus elementos esencia-
1 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 117.
2 Cf. Constituciones de la Sociedad de san Francisco de Sales, art. 23.
3 Cf. Ritual Romano, Rito de la Profesión religiosa, cap. ID, núm. 47.

7.8 Page 68

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66 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
les, además de cuanto requiere el derecho,4 son: la presencia de dos testigos (cf.
núm. 158), el diálogo del compromiso (núms. 151-152), la oración litánica
(núms. 153-155), la fórmula de la profesión (núms, 158-159), la bendición solem-
ne o consagración (núms. 161-164) y el gesto de acogida (núm. 165).
135. Los mismos elementos que se acaban de indicar, además de cuanto requiere el
derecho,5 hay que tener presentes cuando se acomoda el rito para un hermano
que, por enfermedad, no puede participar en la celebración común.
En el caso de un hermano enfermo de gravedad, si hay tiempo suficiente para ce-
lebrar, en rito unitario, la profesión, la Unción de los enfermos y el Viático, sígase
lo indicado en el Apéndice IV, núms. 309-314.
136. Prefiérase un domingo, una solemnidad del Señor, de la Santísima Virgen o de
san Juan Bosco, o la fiesta de san Francisco de Sales u otros santos particularmen-
te venerados por la familia salesiana.
Indíquese con tiempo a ésta y a los fieles el lugar, día y hora, para que pueda par-
ticipar el mayor número posible junto a la comunidad religiosa inspectorial y
local. 6
137. Se dice la misa ritual« para la profesión perpetua» (cf. cap. V, núms. 190-200)
con lecturas propias (cf. núm. 145), a no ser que coincida con la Semana Santa o
las ferias de la octava de Pascua, una solemnidad, un domingo de Adviento, Cua-
resma o Pascua, el Miércoles de Ceniza o la Conmemoración de todos los fieles
difuntos; en tal caso se sigue el formulario del día.
Aprovéchense siempre los embolismos propios de la plegaria eucarística (cf.
cap. V, núm. 196) y la bendición solemne (cf. núms. 172-173).
Cuando se dice la misa ritual, el color litúrgico es el blanco.
138. En cuanto sea posible, la misa sea concelebrada por todos los sacerdotes presentes
y presidida por el superior que recibe la profesión.
Normalmente, la profesión se tiene en nuestras iglesias. Por motivos pastorales o
para presentar la excelencia de la vida religiosa y favorecer la participación del
pueblo de Dios, a veces, según las circunstancias, será útil u oportuno celebrar el
rito en la iglesia catedral u otro templo insigne.
139. Cuando preside el obispo, ténganse en cuenta las indicaciones del Caeremoniale
Episcoporum (cf. núms. 748-768). El superior que recibe las profesiones concele-
bra con el obispo y demás sacerdotes asistentes.
4 Cf. Código de derecho canónico, canon 658.
5 Cf. Código de derecho canónico, cánones 657-658.
6 Cf. Ritual Romano, Rito de la Profesión religiosa, cap. III, núm. 42.

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PROFESIÓN PERPETUA 67
140. El rito de la profesión se tiene en la sede; si las circunstancias lo requieren, en el
momento oportuno puede colocarse un asiento delante del altar. Los candidatos a
la profesión se situarán, si es posible, en el presbiterio, de modo que los fieles
puedan participar mejor en la acción litúrgica.
141. Además de lo necesario para la celebración, prepárense:
el Ritual de la profesión religiosa;
las velas, si tiene lugar el relativo gesto simbólico;
el cirio pascual, cerca del ambón, si la profesión se celebra durante el tiempo
de Pascua;
la documentación que se firmará en testimonio de la profesión realizada;
- las cruces.
142. Si el candidato es uno solo, en los formularios se emplea el singular.
RITO DE ENTRADA
143. Cuando la comunidad religiosa y el pueblo están ya reunidos y preparado lo nece-
sario, se inicia la procesión hacia el altar mientras la asamblea entona el canto de
entrada.
También participan en la procesión los que van a hacer la profesión perpetua.
144. Abre la procesión el turiferario con el turíbulo humeante; le sigue la cruz acompa-
ñada de dos acólitos con ciriales encendidos; a continuación, los que van a profe-
sar, el diácono o, si no lo hay, el lector con el evangeliario, y, por último, los pres-
bíteros concelebrames y el superior que preside la celebración.
Cuando llegan al presbiterio, tras la veneración y eventual incensación del altar,
todos se colocan en los lugares asignados y la misa prosigue como de ordinario.
LITURGIA DE LA PALABRA
145. En las solemnidades y domingos se proclaman tres lecturas; los demás días, ordi-
nariamente sólo dos, tomadas del Leccionario propio (cf. especialmente los
números 231, 232, 233, 236, 237, 240, 242, 246, 248, 254, 255, 256, 260, 261,
263,264,265,267,268,269,270,271,274,275,277,278,280,284,286) o dela
misa del día (cf. anteriormente núm. 137); en tiempo pascual rodas las lecturas
son del Nuevo Testamento.
Cuando se prefiere no utilizar el formulario de la misa ritual, puede tomarse una
lectura de las que se ofrecen en el Leccionario de la profesión (cf. Introducción,
núm. 25).

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68 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
RITO DE LA PROFESIÓN
Llamada o petición
146. Proclamado el Evangelio, todos se sientan. El diácono o uno de los hermanos llama
nominalmente a cada uno de los candidatos con estas palabras u otras semejantes:
Hoy sentimos una alegría especial al poder presentar a estos her-
manos, que, llamados por Dios, quieren entregarse al Señor me-
diante la profesión perpetua.
Son ...
Cada uno responde: Aquí estoy (o bien: Heme aquí, o Presente).
147. Luego el superior se dirige a los candidatos con estas palabras:
Queridos hijos (hermanos), ¿qué pedís a Dios y a su Iglesia?
R. Pedimos servir a Dios toda la vida
en la Sociedad Salesiana
para llevar a plenitud
nuestra consagración bautismal.
148. En lugar de esta respuesta, los candidatos, especialmente si son pocos, pueden ex-
poner su intención con otras formulaciones preparadas por ellos mismos y mani-
festar así los motivos por los que deciden ofrecerse definitivamente a Dios profe-
sando las Constituciones de la Sociedad Salesiana.
El superior concluye:
Dios Padre,
que con los sacramentos de la iniciación cristiana
os hizo el don de la vida nueva,
os conceda alcanzar,
por el poder de su Espíritu,
la plena configuración a Cristo
mediante la alianza especial
que él hace hoy con vosotros.
La asamblea aclama:
R. Te damos gracias, Señor.

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8.1 Page 71

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PROFESIÓN PERPETUA 69
149. O también, en lugar de la pregunta del superior, un candidato se dirige, en nom-
bre de todos, al superior con estas palabras u otras semejantes:
Con la ayuda de Dios, nosotros (N. y N.)
hemos vivido estos años en comunión fraterna y apostólica,
continuando el camino de crecimiento tras las huellas de Cristo,
según el proyecto de san Juan Bosco.
Ahora, padre, te pedimos humildemente
poder ofrecernos para siempre a Dios
profesando las Constituciones de la Sociedad Salesiana.
El superior concluye:
Demos gracias a Dios.
Él, que os dio la vida nueva haciéndoos renacer
del agua y del Espíritu,
os conceda caminar siempre en novedad de vida,
junto con los hermanos y los jóvenes
que halléis en vuestro camino.
La asamblea responde:
R. Demos gracias a Dios.
Homilía
150. Se sientan todos. El superior, a la luz de las lecmras bíblicas, explica el significado
y valor del don de Dios y de la Iglesia, así como las obligaciones que impone la
consagración religiosa definitiva con vistas a la misión salesiana y al camino de
santificación.
Interrogatorio o diálogo sobre el compromiso
151. Terminada la homilía y tras una pausa de silencio, los que hacen la profesión per-
petua se ponen de pie. El superior les pregunta si están dispuestos a ofrecerse li-
bre y definitivamente a Dios y a los hermanos, con estas palabras:
Queridos hijos (hermanos), lleváis ya varios años viviendo la con-
sagración apostólica propia de nuestra Sociedad.

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70 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
¿Queréis hacer perfecta vuestra donación comprometiéndoos de-
fmitivamente por toda la vida?
R. Sí, quiero,
pues creo que el amor fiel de Dios
me llama por este camino
y me ayudará a perseverar.
Los salesianos hemos sido suscitados por Dios para ser en la
Iglesia signos y portadores de su amor a los jóvenes.
¿Queréis gastar todas vuestras energías por ellos, especialmente
por los más pobres?
R. Sí, quiero,
para que se realice en mí
una vida nueva de donación total,
con la actitud del Buen Pastor, que conquista
mediante la mansedumbre y la entrega de sí mismo.
Vivir y trabajar juntos es una exigencia fundamental de nuestra
vida de consagrados.
¿Queréis vivir definitivamente en comunión de pensamiento, co-
razón y obras con todos los miembros de la Sociedad Salesiana,
según el espíritu de la caridad pastoral de san Juan Bosco?
R. Sí, quiero,
para manifestar al mundo
que el plan de Dios es reunir a todos los hombres
en su proyecto de amor
y para cumplir la misión apostólica
que el Espíritu Santo confía
a los hijos de san Juan Bosco.
Cristo, el Señor, y María, su madre, eligieron para sí una vida de
obediencia, pobreza y castidad por el Reino de los cielos.

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PROFESION PERPETUA 71
¿Queréis también vosotros, con la gracia de Dios, hacer la misma
elección para siempre?
Rº Sí, quiero,
para que Cristo, el Señor,
sea mi único maestro y bien supremo,
y la Virgen María,
la que me ayude e infunda esperanza.
152. En lugar del interrogatorio anterior, puede utilizarse el siguiente:
Queridos hijos (hermanos), la gracia del Padre os consagró con
el don de su Espíritu y os envió a ser apóstoles de los jóvenes.
¿Queréis ahora ofreceros definitivamente a Dios?
R, Sí, quiero,
para poder seguir a Cristo
y trabajar con él en la construcción del Reino.
El Señor indicó a san Juan Bosco, como primeros y principales
destinatarios de su misión, a los jóvenes, especialmente a los
más pobres.
¿Queréis realizar la misión de nuestro Fundador al servicio de los
jóvenes, ofreciendo generosamente, por su bien, tiempo, cualida-
des y salud?
R. Sí, quiero,
para ser en la Iglesia
testigo del amor inagotable del Hijo de Dios.
Vivir y trabajar juntos es para los salesianos exigencia fundamen-
tal y camino seguro para realizar nuestra vocación; por eso nos
reunimos en comunidad.

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72 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
¿Queréis compartir todo, en espíritu de familia, con los hermanos
con quienes viváis y estar en comunión con todos los miembros
de nuestra Sociedad?
R. Sí, quiero,
a fin de poder ser también para ellos
signo de amor y artífice de unidad.
Nosotros seguimos a Cristo, el cual, casto y pobre, por su obe-
diencia redimió y santificó a los hombres.
¿Queréis ofrecer definitivamente al Padre la total disponibilidad
de vuestra vida obediente, pobre y casta, siguiendo el ejemplo de
Cristo y de María, su Madre?
R. Sí, quiero,
con la gracia de Dios,
para poder estar plenamente unido a él,
amándolo sobre todas las cosas,
teniendo a María por guía y maestra.
Oración litánica
153. Se ponen de pie todos. El superior invita a la oración, con estas palabras:
Bendigamos a la Santísima Trinidad por el don manifestado en
estos hermanos, que, muertos al pecado y nacidos a vida nueva
mediante el Bautismo, se ofrecen definitivamente a Dios con la
profesión perpetua, para vivir la gracia bautismal con mayor pleni-
tud y radicalidad.
Y ahora pidamos al Padre que, por intercesión de la Virgen María
y de todos los santos, derrame su bendición sobre estos hijos
suyos, llamados a seguir a Cristo por el camino de la perfección
evangélica según el proyecto apostólico de san Juan Bosco, y los
confirme en la alianza especial que hoy sella con ellos.
Los candidatos se ponen de rodillas o se postran. También la asamblea ora de ro-
dillas, a no ser que la profesión se celebre en domingo o durante el tiempo pas-
cual; en tal caso todos, fuera de los candidatos, pueden permanecer de pie duran-
te el canto de las letanías.

8.5 Page 75

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PROFESIÓN PERPETUA 73
154. En la lista de santos pueden añadirse los patronos de la nación, región o inspecto-
ría, así como aquellos cuyos nombres llevan los candidatos. En la última parte de
las letanías se toma una u otra de las alternativas que se ofrecen. Las letanías las
entona el diácono, el coro u otra persona idónea.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Santa María, Madre de Dios,
San Miguel,
Santos Ángeles de Dios,
ruega por nosotros
ruega por nosotros
rogad por nosotros
San Juan Bautista,
San José,
ruega por nosotros
ruega por nosotros
Santos Pedro y Pablo,
Santos Andrés y Juan,
Santos Apóstoles y Evangelistas,
rogad por nosotros
rogad por nosotros
rogad por nosotros
Santa María Magdalena,
Santos Discípulos del Señor,
ruega por nosotros
rogad por nosotros
Santos Esteban y Lorenzo,
Santas Perpetua y Felicidad,
Santa Inés,
Beato Luis Versiglia,
Beato Calixto Caravario,
Santos Mártires de Cristo,
rogad por nosotros
rogad por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
rogad por nosotros
San Basilio,
San Agustín,
San Benito,
San Bernardo,
San Francisco de Asís,
Santo Domingo de Guzmán,
San Ignacio de Loyola,
San Francisco de Sales,
San Vicente de Paúl,
San Juan Bosco,
Santa Catalina de Siena,
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros

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74 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Santa Teresa de Jesús,
Santa María Dominica Mazzarello,
Santo Domingo Savio,
Beata Laura Vicuña,
Beato Miguel Rúa,
Santos y Beatos de la familia salesiana,
Santos y Santas de Dios,
Muéstrate propicio,
De todo mal,
De todo pecado,
De la muerte eterna,
Por tu encarnación,
Por tu muerte y resurrección,
Por el don del Espíritu Santo,
Nosotros, que somos pecadores,
• Para que hagas más fecunda la vida
de la Iglesia mediante la consagración
apostólica de tus hijos,
• Para que renueves y aumentes conti-
nuamente los dones del Espíritu Santo
en tu siervo el papa N,, en nuestro
obispo N. y en todos los obispos de la
Iglesia,
4!j Para que bendigas la vida y el aposto-
lado de los religiosos y religiosas pa-
ra bien de toda la humanidad,
• Para que bendigas a todos los que
con la profesión religiosa se ofrecen a ti
para seguir a Cristo y trabajar con él en
la construcción del Reino,
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
ruega por nosotros
rogad por nosotros
rogad por nosotros
líbranos, Señor
líbranos, Señor
líbranos, Señor
líbranos, Señor
líbranos, Señor
líbranos, Señor
líbranos, Señor
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos

8.7 Page 77

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PROFESI()N PERPETUA 75
@ Para que des la plenitud de tus bendi-
ciones a los padres que te han ofrecido
estos hijos suyos,
• Para que des cada vez mayor unidad y
fecundidad a la familia salesiana, para
un mejor servicio a la Iglesia y a los
jóvenes,
~ Para que hagas cada vez más confor-
mes a la imagen de Cristo a estos hijos
tuyos que hoy consagras con el don de
tu Espíritu,
• Para que des a estos hermanos nues-
tros la fuerza de progresar y perseverar
en su definitivo compromiso de vida,
• Para que bendigas, santifiques y con-
sagres a estos hermanos nuestros,
Jesús, Hijo de Dios vivo,
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos
te rogamos, óyenos
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
155. Se alza sólo el presidente y, con los brazos extendidos, dice:
Escucha, Padre,
las súplicas de tu pueblo:
dispón el corazón y la voluntad
de estos hijos tuyos
para recibir el don de tu Espíritu,
para que, purificados del pecado,
se sientan llenos del ardor de la caridad
de tu Hijo, que se entregó por nosotros,
y ahora vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
Todos se levantan y permanecen de pie.

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76 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
156. Si parece oportuno, para evidenciar mejor la relación entre Bautismo y profesión
religiosa, en este momento puede tener lugar el gesto simbólico de la vela encen-
dida. El superior lo inicia con estas palabras:
Queridos hermanos,
el símbolo de Cristo resucitado, luz del mundo, que se os confió el
día de vuestro bautismo, os recuerde hoy y siempre que estáis en-
viados a ser también luz del mundo y consagrados para celebrar la
liturgia de la vida mediante vuestro ofrecimiento pleno siguiendo
las huellas de san Juan Bosco.
157. Los candidatos se acercan de uno en uno al superior, que les entrega la vela, en-
cendida por el diácono o acólito en las velas del altar, o en el cirio pascual durante
el tiempo de Pascua.
Al entregar la vela, dice el superior a cada uno:
Recibe la luz de Cristo;
también luz para cuantos halles
en tu camino de consagrado.
R. Amén.
Profesión
158. Dos profesos perpetuos, de pie junto al superior, actúan de testigos.
Los que hacen la profesión perpetua, de uno en uno y con la vela encendida en la
mano, leen ante el superior la fórmula (cf. Apéndice II, núm. 301), escrita con
anterioridad de propia mano.
159. Si son muchos, puede emplearse la forma indicada en el Apéndice II, núm. 302; o
bien, leen juntos la primera parte de la fórmula:
Dios Padre,
me consagraste a ti el día de mi bautismo.
Como respuesta al amor de Jesús, tu Hijo,
que me llama a seguirlo más de cerca,
y conducido por el Espíritu Santo,

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PROFESIÚN PERPETUA 77
que es luz y fuerza,
con plena libertad
te ofrezco todo mi ser,
comprometiéndome
a entregar todas mis energías
a quienes me envíes,
especialmente a los jóvenes más pobres,
a vivir en la Sociedad Salesiana
en comunión fraterna de espíritu y de acción,
y a participar, de ese modo,
en la vida y en la misión de tu Iglesia.
Luego, cada uno sigue individualmente:
Por esto, yo, N. N .,
en presencia de mis hermanos,
ante N. N., Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,
(o bien: ante...,
que hace las veces del Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,)
hago voto, para siempre,
de vivir obediente, pobre y casto,
según el camino evangélico
trazado en las Constituciones salesianas.
Tu gracia, Padre,
la intercesión de María Santísima Auxiliadora,
de san José, de san Francisco de Sales
y de san Juan Bosco,
y mis hermanos salesianos
me asistan todos los días
y me ayuden a ser fiel.
160. El nuevo profeso -después de colocar la vela encendida al pie del cirio pascual,
si es tiempo de Pascua, o en otro lugar significativo- se acerca al altar y deposita
en él la hoja con la fórmula de la profesión; allí mismo firma el documento oficial,
explicitando, también con este gesto, la relación íntima que hay entre el ofreci-
miento de su vida y el misterio de la Pascua de Cristo que se hace presente en el
altar. Luego, regresa a su puesto.

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78 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Bendición solemne o consagración de los profesos
161. Los salesianos que acaban de hacer la profesión perpetua se ponen de rodillas. El
celebrante, con las manos extendidas sobre ellos, dice la oración de bendición em-
pleando uno de los siguientes formularios. Las expresiones que están entre pa-
réntesis pueden omitirse.
162. Üh Dios, fuente y origen de toda santidad,
que de tal modo amas a los hombres,
que los haces partícipes de tu divinidad
y los llamas a ser santos como tú eres santo:
a ti gloria y alabanza de parte de toda la creación.
En tu providencia,
de la estirpe del pueblo elegido
suscitaste a través de los siglos
varones santos y mujeres de eminente virtud,
entre las que sobresale María, la Madre de tu Hijo.
En la plenitud de los tiempos, enviaste a Cristo
para salvar a la humanidad.
Él apareció como esplendor de tu santidad:
se hizo pobre para enriquecernos
y, obediente hasta la muerte de cruz,
nos abrió el camino
hacia la verdadera libertad de los hijos de Dios.
Tú, Padre infmitamente bueno,
con la voz interior de tu Espíritu
has atraído, a lo largo de los siglos, a innumerables hijos
para que sigan más de cerca a Cristo
con el ofrecimiento generoso de la voluntad,
del corazón y de todos los bienes.
Mira ahora a estos hijos tuyos, a quienes,
por un misterioso designio de elección,
has llamado y consagras hoy para una vida nueva.
Derrama sobre ellos el Espíritu santificador,

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9.1 Page 81

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PROFESIÓN PERPETUA 79
para que pueclan cumplir, con tu ayucla,
lo que por clon tuyo te prometen llenos ele alegría.
Que tengan siempre fija su miracla en el clivino Maestro
y conformen su vicia al ejemplo que él nos clio.
Renueva en su corazón, oh Paclre,
la cariclacl pastoral ele san Juan Bosco,
paclre y maestro ele los jóvenes,
a fin ele que busquen en tocio,
con incansable espíritu ele trabajo,
la salvación ele las almas y tu servicio.
[Brille en ellos la obecliencia generosa,
la pobreza gozosa y la casticlacl racliante.
Te sirvan con corazón abierto y afectuoso,
para amarte en los hermanos con espíritu ele iniciativa.
Sean pacientes en la prueba,
firmes en la fe,
gozosos y auclaces en la esperanza,
sencillos y generosos en el empeño apostólico.
Sepan eclucar y evangelizar
con la peclagogía ele la bonclacl,
según un proyecto ele promoción completa clel hombre,
orientaclo hacia Cristo, hombre perfecto.J
Señor, Paclre santo,
sé para estos hijos tuyos apoyo y guía,
y, cuanclo clejen esta vicia
para presentarse a juicio ante tu Hijo,
clales una feliciclacl inmensa
por haber siclo fieles a tu llamacla,
y haz que, en la alabanza perenne
ele la gloria ele los santos,
tengan parte en la íntima comunión contigo
como consumación plena ele la alianza especial
que hoy haces con ellos.

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80 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
Los asistentes manifiestan su participación cantando juntos:
R, Amén.
163. O bien esta otra fórmula:
Üh Dios,
fuente y origen de toda santidad:
que de tal modo has amado a los hombres,
que los has hecho partícipes de tu divinidad
y no has permitido que este designio de tu amor
lo extinguiera el pecado de Adán
ni lo cambiaran los delitos del mundo.
Ya en el comienzo de los tiempos
nos diste en Abel un ejemplo de vida inocente;
suscitaste, además, en el pueblo hebreo
varones santos y mujeres ilustres en toda virtud,
entre las que sobresale la Hija de Sión,
la Santísima Virgen María,
en cuyas entrañas virginales
se encarnó, para la salvación del mundo,
tu Palabra, Jesucristo, nuestro Señor.
Él es la imagen de la santidad querida por ti:
se hizo pobre para enriquecernos,
se hizo siervo para devolvernos la libertad.
Por su misterio pascual
redimió al mundo con amor inefable,
y santificó a su Iglesia,
a la que prometió los dones del Espíritu.
Tú, Señor, bajo la inspiración del Paráclito,
has atraído innumerables hijos
hacia el seguimiento de Cristo,
para que, dejadas todas las cosas

9.3 Page 83

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PROFESIC)I\\' PERPETL\\ 81
y ligados con el vínculo del amor,
se unan a ti con ánimo ferviente
y estén al servicio de los hermanos.
Mira, Padre, a estos elegidos tuyos,
a quienes has llamado según tu providencia,
y derrama sobre ellos el Espíritu Santo,
para que puedan cumplir fielmente con tu ayuda
lo que, llenos de alegría, han prometido.
Mediten atentamente y sigan con constancia
los ejemplos del divino Maestro.
[Abunde en ellos una castidad sin mancha,
una pobreza alegre,
una obediencia generosa.
Te agraden por su humildad,
te sirvan con sumiso corazón,
te amen con caridad ferviente.
Sean pacientes en la tribulación,
firmes en la fe,
gozosos en la esperanza,
activos en el amor.]
Su vida edifique la Iglesia,
promueva la salvación del mundo,
sea signo preclaro de los bienes celestes.
Señor, Padre santo,
sé para estos hijos tuyos apoyo y guía,
y cuando lleguen al tribunal de tu Hijo
sé recompensa y premio,
para que se alegren de haber consumado
la ofrenda de su vida religiosa;
así, afianzados en tu amor,
disfrutarán de la compañía de los santos,
con quienes te alabarán perpetuamente.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R, Amén.

9.4 Page 84

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82 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
164. O bien esta tercera fórmula:
Dios Padre,
por ti florece tu Iglesia santificada,
a ti te corresponde la alabanza de toda criatura.
En el comienzo de los tiempos
creaste un mundo feliz,
y, al quedar derrumbado por el pecado de Adán,
tú prometiste unos cielos nuevos y una tierra nueva.
Entregaste la tierra a los hombres
para que la hiciesen fecunda con su trabajo,
y, caminando por ella,
dirigiesen sus pasos a la ciudad celeste.
Sobre tus hijos, iniciados en los misterios sagrados
y reunidos en la Iglesia santa,
distribuyes los dones variados de los carismas,
para que unos te sirvan
en la santidad de la vida matrimonial,
y, renunciando otros a las nupcias
por el reino de los cielos,
comuniquen sus bienes con los hermanos,
se amen en caridad,
y, formando un solo corazón,
manifiesten la imagen de la asamblea eterna.
Te suplicamos que derrames desde el cielo
el Espíritu Santo sobre estos hijos tuyos,
que han aceptado las palabras de Cristo con fe constante.
Fortalece sus espíritus
y conforma su vida a la doctrina del Evangelio.
Abunde en ellos, Señor, la caridad mutua
y brille el amor a los hombres,
para que sean signo claro
de que tú eres el único Dios verdadero
y amas a todos los hombres con amor infinito.
Concédeles, Señor,
que, resistiendo firmemente los combates de esta vida,

9.5 Page 85

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PROFESJ()N PERPETUA 83
reciban ya ahora el céntuplo que has prometido,
y merezcan alcanzar al final el premio eterno.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R, Amén.
Acogida de los profesos
165. Queridos hijos (hermanos) N. y N,,
en nombre de la Iglesia
y de la Sociedad Salesiana,
os recibo como hermanos comprometidos
con votos perpetuos
entre los Salesianos de Don Bosco.
El abrazo fraterno que ahora nos damos
sea signo de esta comunión de vida.
El superior y demás hermanos de votos perpetuos acogen a los nuevos profesos
con un abrazo frarerno u ouo gesLo oportuno.
l'v1ientras, puede entonarse un canto -por ejemplo, el salmo 132- o acompañar
el gesto con un fondo de música.
Entrega del símbolo de la profesión perpetua
166. El rito de la profesión concluye con la entrega de la cruz en que aparece la imagen
de Cristo Buen Pastor.
Los profesos se acercan de uno en uno al superior, quien les entrega el símbolo de
la consagración y misión salesiana con estas palabras:
Recibe la cruz de Cristo,
signo de resurrección y de vida:
que ella te recuerde el compromiso pastoral
de participar en el misterio de su Pascua
por la salvación de los hermanos.
R, Amén.
Cuando son muchos los que hacen la profesión perpetua, el superior puede decir
la fórmula una sola vez en plural, y luego pasan de uno en uno a recibir el
símbolo. La asamblea participa en silencio.

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84 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
LITURGIA EUCARÍSTICA
167. Mientras se entona un canto adecuado, el diácono y los acólitos preparan la mesa
del altar; algunos de los que acaban de profesar, o sus padres, llevan al altar el
pan, el vino y el agua para el sacrificio eucarístico.
168. La consagración de los nuevos profesos se recuerda en la plegaria eucarística con
una intercesión que aparece en el formulario de la misa (cf. cap. V, núm. 196).
No se usa la plegaria eucarística cuarta, porque la misa ritual tiene prefacio propio,
que no cabe unir a dicha plegaria, y porque ya se ha aludido a la histo-
ria de la salvación en la oración de bendición solemne o consagración de los
profesos.
169. Si parece oportuno, el celebrante intercambia, con cada uno de los nuevos
profesos, el signo de paz que se acostumbre, siempre que se hallen próximos
al altar.
170. Cuando el celebrante ha tomado el Cuerpo y la Sangre del Señor, los nuevos pro-
fesos se acercan al altar para recibir la comunión, que puede distribuirse bajo las
dos especies.
Después, pueden comulgar del mismo modo sus padres, familiares, hermanos de
religión y, según la oportunidad, todos los que participan en la celebración.
RITO DE CONCLUSIÓN
171. Terminada la poscomunión, uno de los nuevos profesos puede decir, en nombre
de todos, unas palabras adecuadas a la circunstancia.
172. Los nuevos profesos, si parece oportuno, se colocan delante del altar, y el supe-
rior, con las manos extendidas sobre el pueblo, invoca sobre ellos y toda la asam-
blea la bendición del Señor con estas palabras:
Dios Padre, que inspira los santos propósitos,
os ilumine y fortalezca,
para que seáis fieles a vuestras promesas.
~. Amén.
Él os conceda recorrer
en la alegría de Cristo
la angosta senda evangélica que habéis elegido
para servir con entrega a vuestros hermanos.
~. Amén.

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PROFESIOI\\: PERPETLl1\\ 85
El Espíritu, que procede del Padre y del Hijo,
haga de vosotros una verdadera familia,
que sea signo e imagen de los bienes futuros.
R. Amén.
Y, a cuantos habéis participado
en esta santa liturgia,
os bendiga Dios todopoderoso,
+ Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R. Amén.
173. O bien:
Dios, que inspira y da eficacia
a todo santo propósito,
os proteja siempre con su gracia,
para que podáis vivir con fidelidad
los compromisos de vuestra vocación.
R. Amén.
Cristo Jesús os haga ante todos los hermanos
signo y testimonio de su amor.
R. Amén.
El Espíritu Santo os conceda perpetuar en el cielo
el vínculo de caridad
que os ha unido en la tierra.
R. Amén.
Y, a cuantos habéis participado
en esta santa liturgia,
os bendiga Dios todopoderoso,
+ Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R. Amén.

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9.9 Page 89

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CAPÍTULO V
MISAS
RITUALES
Jesús, sentado a la mesa con ellos, tomó el pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo dio.
A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.
(Lucas 24, 30-31)

9.10 Page 90

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10 Pages 91-100

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10.1 Page 91

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CAPÍTULO V
MISAS RITUALES
174. Estos formularios pueden emplearse todos los días, excepto en Semana Santa, fe-
rias de la Octava de Pascua, solemnidades, domingos de Adviento, Cuaresma y
Pascua, Miércoles de Ceniza y Conmemoración de todos los fieles difuntos (cf.
Introducción, núm. 21).
175. Su color litúrgico es el blanco, y se dice el Gloria.
176. Si el candidato a la profesión o quien celebra las bodas de plata o de oro es sólo
uno, en los formularios se utiliza el singular.

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90 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
A-EN EL DÍA
DE LA PRIMERA PROFESIÓN RELIGIOSA
177. ANTÍFONA DE ENTRADA
cf. Sal 39, 8-9
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Dios mío, lo quiero y llevo tu ley en mis entrañas.
(T.P. Aleluya.)
178. ORACIÓN COLECTA
Concede, Señor,
a estos hermanos nuestros,
a quienes has inspirado
el propósito de seguir a Cristo,
terminar felizmente el camino comenzado,
para que puedan ofrecerte
el don perfecto del estado religioso.
Por nuestro Señor Jesucristo.
179. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor,
las súplicas y ofrendas que te presentamos
al celebrar esta primera profesión religiosa;
y haz que estas primicias de tus hijos,
con la ayuda de tu gracia,
fructifiquen abundantemente.
Por Jesucristo nuestro Señor.

10.3 Page 93

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MISAS RITUALES 91
180. PREFACIO
La vida religiosa como servicio a Dios
por la imitación de Cristo
Y. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
Y. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
1, Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque él,
retoño inmaculado de la raíz de una Virgen,
proclamó dichosos a los limpios de corazón,
y con el ejemplo de su vida
reveló la grandeza de la castidad.
Él quiso hacer de la obediencia un sacrificio perfecto,
siguiendo en todo tu voluntad,
hasta morir por nosotros.
Él prometió las riquezas del cielo
a los que, dejándolo todo en la tierra,
viven solamente para tu servicio.
Por eso,
unidos a la asamblea de los ángeles y de los santos,
te cantamos un himno de alabanza.
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo.

10.4 Page 94

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92 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
181. ANTÍFONA DE COMUNIÓN
El que cumple la voluntad de Dios,
ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
(T.P. Aleluya.)
Me 3, 35
182. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Los sacramentos que hemos recibido, Señor,
nos llenen de alegría,
y, por su eficacia, estos hijos tuyos
cumplan fielmente el compromiso religioso contraído
y manifiesten que te sirven con entera libertad.
Por Jesucristo nuestro Señor.
183. BENDICIÓN SOLEMNE: cf. cap. II, núm. 86.

10.5 Page 95

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MISAS RITUALES 93
B-EN EL DÍA
DE LA RENOVACIÓN DE LA PROFESIÓN
184. ANTÍFONA DE ENTRADA
Qué alegría cuando me dijeron:
Vamos a la casa del Señor.
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. (T.P. Aleluya.)
Sal 121, 1-2
185. ORACIÓN COLECTA
Oh Dios, que cuidas del universo
y gobiernas con amor a los hombres,
mira a estos hijos tuyos
que desean renovar su oblación;
concédeles que, de día en día,
se unan más íntimamente al misterio de la Iglesia
y se consagren con más intensidad
al bien de la sociedad humana.
Por nuestro Señor Jesucristo.
186. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira bondadoso, Señor,
las ofrendas de tu pueblo,
que estos hermanos nuestros
enriquecen con su renovada oblación
de obediencia, pobreza y castidad;
convierte los dones temporales
en sacramento de eternidad,
y a imagen de tu Hijo
configura el espíritu de quienes los ofrecen.
Por Jesucristo nuestro Señor.

10.6 Page 96

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94 RITUAL DE LA PROFESI()N RELIGIOSA
187. PREFACIO: cf. núm. 180.
188. ANTÍFONA DE COMUNIÓN
Gustacl y vecl qué bueno es el Señor,
clichoso el que se acoge a él. (T.P. Aleluya.)
189. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Recibiclos estos sacramentos clel cielo,
te peclimos, Señor,
que estos hijos tuyos que,
confianclo solamente en la gracia sobrenatural,
han renovaclo sus clifíciles propósitos,
sean fortaleciclos con la virtucl ele Cristo
y clefencliclos con la protección clel Espíritu Santo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Sal 33, 9

10.7 Page 97

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MISAS RITUALES 95
C-EN EL DÍA
DE LA PROFESIÓN PERPETUA
190. ANTÍFONA DE ENTRADA
Entraré en tu casa con víctimas
para cumplirte mis votos,
los que pronunciaron mis labios. (T.P. Aleluya.)
Sal 65, 13-14
191. ORACIÓN COLECTA
Oh Dios, que has querido que la gracia del Bautismo
floreciese en estos hijos tuyos con tanta fuerza,
que desean seguir más de cerca las huellas de tu Hijo,
te pedimos que,
aspirando sin cesar a la perfección evangélica,
aumenten la santidad de la Iglesia
y fortalezcan su poder apostólico.
Por nuestro Señor Jesucristo.
192. O bien:
Señor, Padre santo,
confirma en tu bondad
el propósito de tus siervos,
y concede que la gracia del Bautismo,
que quieren fortalecer con nuevos vínculos,
llegue en ellos a su plena eficacia:
así darán el culto debido a tu Majestad
y extenderán con coraje apostólico el reino de Cristo.
Él, que vive y reina contigo.

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96 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
193. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta en tu bondad, Señor,
los dones y los deseos de tus siervos
y, al profesar los consejos evangélicos,
confírmales en tu amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
194. O bien:
Acepta, oh Dios de clemencia,
las ofrendas de tus hijos
y transfórmalas en sacramento de redención;
y a quienes paternalmente has llamado
para que imiten con mayor fidelidad a tu Hijo
llénalos de los dones del Espíritu Santo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
195. PREFACIO: cf. núm. 180.
196. INTERCESIONES PARTICULARES
En las plegarias eucarísticas se hace la conmemoración de la oblación de los profe-
sos, si se juzga oportuno, con los siguientes formularios:
Cuando se utiliza el Canon romano, el celebrante principal dice:
Acepta, Señor, en tu bondad,
y santifica estas ofrendas
que nosotros, tus siervos, y estos hijos tuyos
te ofrecemos en el día de su profesión,
para que, por tu gracia,
los que hoy te han consagrado su vida
merezcan participar gozosos de la Pascua eterna
en el advenimiento glorioso de tu Hijo.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.J

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J\\IISAS RITU,-\\LES 97
En las intercesiones de la plegaria eucarística II, el primer concelebrante dice:
...llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también, Señor,
de estos hermanos nuestros
que hoy se consagran a tu perpetuo servicio,
y concédeles que eleven siempre
el corazón y el espíritu hacia ti
y glorifiquen tu santo nombre.
Acuérdate también de nuestros hermanos...
En las intercesiones de la plegaria eucarística III, el segundo concelebrante dice:
...y a todo el pueblo redimido por ti.
Dígnate, Señor,
fortalecer en su santo propósito
a estos hijos tuyos
que hoy se han unido para siempre a ti
con los vínculos de la vida religiosa,
y concédeles manifestar en tu Iglesia
la vida nueva y eterna
que Cristo nos adquirió con su redención.
Atiende los deseos y súplicas de esta familia...
197. ANTÍFONA DE COMUNIÓN
vEi.svtooyyoc,rupceirfoicandoo
con
yo,
Cristo:
es Cristo quien vive en mí. (T.P. Aleluya.)
Gál 2, 19-20
198. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir con veneración los divinos misterios,
te pedimos, Señor,
que llenes del fuego del Espíritu Santo
a estos hijos tuyos, unidos a ti en oblación santa,
y les concedas participar eternamente del gozo de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

10.10 Page 100

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98 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
199. O bien:
La profesión perpetua que hemos celebrado
y la recepción de este divino sacramento
nos llene de alegría, Señor;
para que la reiterada ofrenda de la vida religiosa
mueva los corazones de tus hijos
al servicio de la Iglesia y de los hombres.
Por Jesucristo nuestro Señor.
200. BENDICIÓN SOLEMNE: cf. cap. IV, núms. 172-173.

11 Pages 101-110

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11.1 Page 101

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'.\\l!S,\\S RIJ'Ll,\\LJ:S 99
D - EN EL XXV ANIVERSARIO
DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
201.
Para evidenciar mejor la profesión en cuarno rnminuación y perfeccionamiemo de la
alianza bautismal, se puede hacer oportunamente el rito de la aspersión cun el agua
bendita en lugar del acto penitencial. según las indicaciones del Mis,1l Rorn,mn
202. ANTÍFONA DE E~TRADA
Entraré en tu casa con víctimas
para cumplirte mis votos,
los que pronunciaron mis labios.
(T.P, Aleluya.)
Sal 65, 13-1--t
203. ORACIÓN COLECTA
Permítenos, Señor y Dios fiel,
expresar nuestra acción de gracias
por tu bondad para con nuestro hermano
que hoy celebra el veinticinco aniversario
de su profesión religiosa.
Acrecienta en él el espíritu de amor
para que en el futuro, con más fervor,
siga al servicio de tu gloria
y de la salvación de las almas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
204.
LECTURAS
Cuando es posible hacer las lecturas del Leccionario de la profesi,'m, se pueden
aproyechar especialmente las que figuran en los números 232, 233, 23--t, 235, 2--tO,
2--t3, 2--t--t, 2--t6, 2--t8, 251, 252, 25--t, 259, 261, 263, 26--t, 265, 266, 268, 269, 270,
271, 273, 27-1, 275, 281, 282, 287. En tiempo pascual, todas las lecturas se turnan
del l\\'uevo Testamento.
205.
RENOVACIÓN DE LA PROFESION
Termmada la homilía, la asamblea gu,1rda unos instantes de silencio. Si parece
oponuno, se repire el gesto de la enrrega de la vela encendida, como en la
proresión perpetua (cf. cap. IV, núms. 156-157).
Luego, el que preside u otra persona ickmea intro<luce con algunc1s palabras ade-
cuadas la renovación de la profesión por parte de los Cestejados.

11.2 Page 102

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100 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Dios Padre,
me consagraste a ti el día de mi bautismo.
Como respuesta al amor de Jesús, tu Hijo,
que me llama a seguirlo más de cerca,
y conducido por el Espíritu Santo,
que es luz y fuerza,
te renuevo la oblación de todo mi ser,
comprometiéndome
a entregar todas mis energías
a quienes me envíes,
especialmente a los jóvenes más pobres,
a vivir en la Sociedad Salesiana
en comunión fraterna de espíritu y de acción,
y a participar, de ese modo,
en la vida y en la misión de tu Iglesia.
Por esto,
en presencia de mis hermanos,
renuevo para siempre el voto
de vivir obediente, pobre y casto,
según el camino evangélico
trazado en las Constituciones salesianas.
Tu gracia, Padre,
la intercesión de María Santísima Auxiliadora,
de san José, de san Francisco de Sales
y de san Juan Bosco,
y mis hermanos salesianos
me asistan todos los días
y me ayuden a ser fiel.
206. El que preside invita a la oración:
Demos gracias al Señor por la bondad infinita que ha manifesta-
do hasta hoy en la vida de nuestros hermanos N. y N., e invo-
quémosle con fe elevando a él nuestras súplicas:
A continuación se enuncian las intenciones de oración. Cabe la posibilidad de ins-
pirarse en las ideas del formulario propuesto en el cap. II, núm. 81. La asamblea
responde a cada intención con un estribillo, que puede cantarse.

11.3 Page 103

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MISAS RITUALES 101
207. El presidente termina con esta invocación:
Acepta, Padre, la oración de tu pueblo
y confirma el don del Espíritu Santo
a estos hermanos nuestros
que hoy te renuevan con alegría y entusiasmo
la oblación total de su vida;
concédeles seguir trabajando en la Iglesia
según el proyecto pastoral de san Juan Bosco
hasta el día de Cristo, el Señor,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
208. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, junto con estos dones
la oblación de sí mismo
que hoy desea reiterar nuestro hermano
y, por la fuerza del Espíritu Santo,
dígnate configurarlo más plenamente
a la imagen de tu Hijo Jesucristo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
209. PREFACIO: cf. núm. 180
210. ANTÍFONA DE COMUNIÓN
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. (T.P. Aleluya.)
Sal 33, 9
211. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir, Señor,
el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que nos has dado
en la gozosa celebración de este aniversario,
te pedimos, Señor, que concedas a nuestro hermano,
fortalecido con estos dones del cielo,
progresar continuamente en el camino que conduce hasta ti.
Por Jesucristo nuestro Señor.
212. BENDICIÓN SOLEMNE: según el tiempo litúrgico, puede elegirse uno de los
formularios del Misal Romano.

11.4 Page 104

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102 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
E - EN EL QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO
DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
213. ACTO PENITENCIAL: cf. núm. 201.
214. CANTO DE ENTRADA
Entraré en tu casa con víctimas
para cumplirte mis votos,
los que pronunciaron mis labios.
(T.P. Aleluya.)
Sal 65, 13-14
215. ORACIÓN COLECTA
Permítenos, Señor y Dios fiel,
expresar nuestra acción de gracias
por tu bondad con nuestro hermano
que hoy celebra el cincuenta aniversario
de su profesión religiosa.
Acrecienta en él el espíritu de amor,
para que en el futuro, con más fervor,
siga al servicio de tu gloria
y de la salvación de las almas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
216. LECTURAS
Cuando es posible hacer las lecturas del Leccionario de la profesión, se pueden
aprovechar especialmente las que se indican en los números 232, 244, 246, 248,
251, 252, 254, 259, 26L 263, 264, 265, 266, 268, 269, 270, 271, 273, 274, 275,
281, 282, 287. En tiempo pascual, todas las lecturas se toman del Nuevo
Testamento.

11.5 Page 105

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MISAS RITUALES 103
217. RENOVACIÓN DE LA PROFESIÓN: cf. núms. 205-207.
218. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, junto con estos dones
la oblación de sí mismo
que hoy desea reiterar nuestro hermano
y, por la fuerza del Espíritu Santo,
dígnate configurarlo más plenamente
a la imagen de tu Hijo Jesucristo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
219. PREFACIO: cf. núm. 180.
220. ANTÍFONA DE COMUNIÓN
Estoy crucificado con Cristo:
vivo yo, pero no soy yo,
es Cristo quien vive en mí. (T.P. Aleluya.)
Gál 2, 19-20
221. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir, Señor,
el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
que nos has dado
en la gozosa celebración de este aniversario,
te pedimos, Señor,
que concedas a nuestro hermano,
fortalecido con estos dones del cielo,
progresar continuamente
en el camino que conduce hasta ti.
Por Jesucristo nuestro Señor.
222. BENDICIÓN SOLEMNE: según el tiempo litúrgico, puede elegirse uno de los
formularios del Misal Romano.

11.6 Page 106

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11.7 Page 107

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CAPÍTULO VI
LECCIONARIO
Marta se multiplicaba para dar abasto.
María, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
(Lucas 10, 39-40)

11.8 Page 108

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11.9 Page 109

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CAPÍTULO VI
LECCIONARIO
223. El Leccionario contiene una amplia selección de lecturas para las diversas celebra-
ciones del Ritual de la profesión: desde el rito de admisión en la vida religiosa
hasta la celebración de las bodas de plata y de oro de profesión.
224. Las lecturas están agrupadas según el orden en que se proclaman: al principio las
del Antiguo Testamento, después las del Apóstol y, en fin, los Evangelios.
De la primera se ofrece también, si el caso lo pide, su alternativa para el tiempo
pascual.
La disposición global de los textos quiere confirmar y facilitar la posibilidad de
elección, teniendo en cuenta las necesidades pastorales de la asamblea que partici-
pa en la celebración.
225. Las perícopas se han señalado de acuerdo con los textos de la « editio typica alte-
ra» del Ordo lectionum missae (1981) y de la Nova Vulgata (1986).
En la edición en lengua castellana se adopta la traducción aprobada, para los
países de tal idioma, por la autoridad correspondiente.
226. En las solemnidades y domingos se proclaman tres lecturas; los demás días,
ordinariamente sólo dos. En este caso, la primera se toma de los textos del Anti-
guo Testamento (excepto en tiempo de Pascua) o de los propuestos antes del
Evangelio.
Para facilitar dicha elección, también los textos de la segunda lectura van provistos
de su salmo responsorial; sin embargo, éste va entre líneas rojas, para indicar que
sólo se dice cuando dicha lectura se proclama como primera.

11.10 Page 110

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108 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
227. El canto que precede al Evangelio está intencionadamente relacionado con él; así
destaca, incluso visualmente, su sentido y función.
Tal canto va siempre acompañado del Aleluya. En Cuaresma, éste se sustituye con
una aclamación, que puede ser una de las siguientes u otra parecida:
Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
- Habla, Señor, que tu siervo escucha.
Acabado el Evangelio, el diácono (o el sacerdote) dice:
Palabra del Señor.
Todas aclaman:
Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada, pueden usarse otras respuestas de alabanza a Jesucris-
to; por ejemplo:
Tu palabra, Señor, es la verdad,
y tu ley nuestra libertad.
O bien:
Tu palabra, Señor,
es lámpara que alumbra nuestros pasos.
O bien:
Tu palabra, Señor,
permanece por los siglos.

12 Pages 111-120

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12.1 Page 111

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LECCIONARIO 109
PRIMERA LECTURA
Fuera del tiempo pascual
228. PRIMERA LECTURA (I)
Sal de tu tzerra y de la casa de tu padre y ven
Lectura del libro del Génesis
En aquellos días, el Señor dijo a Abrahán:
Sal de tu tierra
y de la casa de tu padre,
hacia la tierra que te mostraré.
Haré de ti un gran pueblo,
te bendeciré, haré famoso tu nombre,
y será una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan,
maldeciré a los que te maldigan.
Con tu nombre se bendecirán
todas las familias del mundo.
Abrahán marchó, como le había dicho el Señor.
Palabra de Dios.
12, l-4a

12.2 Page 112

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110 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 23
R. Éste es el grupo que busca tu presencia, Señor.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.
-¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
- El hombre de manos inocentes
y puro corazón. R.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
229. PRIMERA LECTURA (II)
Os ha elegido el Señor porque os ama
Lectura del Libro del Deuteronomio
7. 6-11
Habló Moisés al pueblo y dijo:
-Tú eres un pueblo santo para el Señor tu Dios: él te eligió para
que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su
propiedad.
Si el Señor se enamoró de vosotros y os eligió, no fue por ser vo·
sotros más numerosos que los demás -porque sois el pueblo
más pequeño-, sino que, por puro amor vuestro, por mantener
el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto
con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del fa.
raón, rey de Egipto.

12.3 Page 113

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LECCIONARIO 111
Así sabrás que el Señor tu Dios es Dios: el Dios fiel que mantiene
su alianza y su favor con los que lo aman y guardan sus preceptos,
por mil generaciones.
Pero paga en su persona a quien lo aborrece, acabando con él. No
se hace esperar: paga, a quien lo aborrece, en su persona.
Pon por obra estos preceptos y los mandatos y decretos que te
mando hoy.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. La misericordia del Señor llena la tierra.
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R,
El plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad. R.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R,
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R.
del S,:1!1110 32

12.4 Page 114

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112 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
230. PRIMERA LECTURA (III)
Habla, Señor, que tu siervo te escucha
Lectura del primer libro de Samuel
3, 1-10
En aquellos días, el pequeño Samuel servía en el templo del Señor
bajo la vigilancia de Elí. Por aquellos días las palabras del Señor
eran raras y no eran &ecuentes las visiones.
Un día estaba Elí acostado en su habitación; se le iba apagando la
vista y casi no podía ver. Aún ardía la lámpara, y Samuel estaba
acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios.
El Señor llamó a Samuel y él respondió:
-Aquí estoy.
Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo:
-Aquí estoy; vengo porque me has llamado.
Respondió Elí:
-No te he llamado; vuelve a acostarte.
Samuel volvió a acostarse.
Volvió a llamar el Señor a Samuel.
Él se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo:
-Aquí estoy; vengo porque me has llamado.
Respondió Elí:
-No te he llamado; vuelve a acostarte.
Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la
palabra del Señor.
Por tercera vez llamó el Señor a Samuel y él fue a donde estaba Elí
y le dijo:
-Aquí estoy; vengo porque me has llamado.
Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo
a Samuel:
-Anda, acuéstate; y, si te llama alguien, responde:
Habla, Señor, que tu siervo te escucha.

12.5 Page 115

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LECCIONARIO 113
Samuel fue y se acostó en su sitio. El Señor se presentó y le llamó
como antes.
-¡Samuel, Samuel!
Él respondió:
-Habla, Señor, que tu siervo te escucha.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito;
me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios. R.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: « Aquí estoy». R.
--Como está escrito en mi libro-
« para hacer tu voluntad ».
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R.
Tú, Señor, no me cierres tus entrañas,
que tu misericordia y tu lealtad
me guarden siempre. R.
del Salmo 39

12.6 Page 116

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114 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
231. PRIMERA LECTURA (IV)
Eliseo se levantó y marchó tras Elías
Lectura del primer libro de los Reyes
19, 16b. 19-21
En aquellos días, el Señor dijo a Elías:
-Unge como profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, natural
de Abel-Mejolá.
Elías se marchó y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce
yuntas en fila, y él llevaba la última.
Elías pasó a su lado y le echó encima su manto. Entonces Eliseo,
dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió:
Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.
Elías contestó:
-Ve y vuelve. ¿Quién te lo impide?
Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fue-
go con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente. Lue-
go se levantó, marchó tras Elías y se puso a sus órdenes.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: d. núm. 230.
232. PRIMERA LECTURA (V)
Dirá: « Soy del Señor »
Lectura del profeta Isaías
Y ahora escucha, Jacob, siervo mío;
Israel, mi elegido.
Así dice el Señor que te hizo,
que te formó en el vientre y te auxilia:
44, 1-5

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LECCIONARIO 115
No temas, siervo mío, Jacob,
mi cariño, mi elegido;
voy a derramar agua sobre el sediento
y torrentes en el páramo;
voy a derramar mi aliento sobre tu estirpe
y mi bendición sobre tus vástagos.
Crecerán como hierba junto a la fuente,
como sauces junto a las acequias.
Uno dirá: Soy del Señor;
otro se pondrá el nombre de Jacob;
uno se tatuará en el brazo: « Del Señor »,
y se apellidará I~rael.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 124
R. Quien confía en el Señor, está asentado para siempre.
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.
Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por simpre. R,
No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad. R.
Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel! R,

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116 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
233. PRIMERA LECTURA (VI)
Desbordo de gozo con el Señor
Lectura del profeta Isaías
61, 9-11
La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones,
y sus vástagos, entre los pueblos.
Los que los vean reconocerán
que son la estirpe que bendijo el Señor.
Desbordo de gozo con el Señor,
y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala
y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como novio que se pone la corona,
o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes,
como un jardín hace brotar semillas,
así el Señor hará brotar la justicia
y los himnos, ante todos los pueblos.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Cantemos al Señor un cántico nuevo.
O bien:
R. Tú eres, Señor, mi canto de alegría.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones. R.
El plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad. R.
del Salmo 32

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LECCIONARIO 117
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R.
234. PRIMERA LECTURA (VII)
Voy a recordar las misericordias del Señor
Lectura del profeta Isaías
Voy a recordar las misericordias del Señor,
las alabanzas del Señor:
todo lo que hizo por nosotros el Señor,
sus muchos beneficios a la casa de Israel,
lo que hizo con su compasión
y con su gran misericordia.
Él dijo: « Son mi pueblo,
hijos que no engañarán ».
Él fue su salvador en el peligro.
No fue un mensajero ni un enviado,
él en persona los salvó,
con su amor y benevolencia los rescató,
los liberó y los llevó siempre, en los tiempos antiguos.
Palabra de Dios.
63, 7-9
SALMO RESPONSORIAL
(l. Bendeciré tu nombre por siempre, Señor.
Día tras día te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R.
del Salmo 144

12.10 Page 120

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118 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.
235. PRIMERA LECTURA (VIII)
Os saciaréis de sus consuelos
Lectura del profeta Isaías
66, 10-14c
Festejad a Jerusalén, gozad con ella,
todos los que la amáis,
alegraos de su alegría,
los que por ella llevasteis luto;
mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos,
y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes.
Porque así dice el Señor:
Yo haré derivar hacia ella,
como un río, la paz;
como un torrente en crecida,
las riquezas de las naciones.
Llevarán en brazos a sus criaturas
y sobre las rodillas las acariciarán;
como un niño a quien su madre consuela,
así os consolaré yo;
(en Jerusalén seréis consolados).

13 Pages 121-130

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LECCIONARIO 119
Al verlo se alegrará vuestro corazón
y vuestros huesos florecerán como un prado;
la mano del Señor se manifestará a sus siervos.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R, Grandes son la obras del Señor.
O bien:
R, Gloria a ti, Dios de la salvación.
Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: « ¡Qué temibles son tus obras! »
Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre. R.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres:
transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente. R.
Fieles del Señor, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor. R.
del Salmo 65

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120 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
236. PRIMERA LECTURA (IX)
A donde yo te envíe, irás
Lectura del profeta Jeremías
1, 4-9
Recibí esta palabra del Señor:
-Antes de formarte en el vientre, te escogí,
antes de que salieras del seno materno, te consagré:
te nombré profeta de los gentiles.
Yo repuse:
-¡Ay, Señor mío! Mira que no sé hablar,
que soy un muchacho.
El Señor me contestó:
-No digas « soy un muchacho »,
que a donde yo te envíe, irás,
y lo que yo te mande, lo dirás.
No les tengas miedo,
que yo estoy contigo para librarte
-oráculo del Señor--.
El Señor extendió la mano y me tocó la boca y me dijo:
-Mira: yo pongo mis palabras en tu boca.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Anunciaré, Señor, tu salvación.
O bien:
R. Decid a los pueblos: « El Señor es rey».
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. ~.
Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: « El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente ». R,
del Salmo 95

13.3 Page 123

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-LE-CC-IO-N- AR-IO-
121
--
237. PRIMERA LECTURA (X)
Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré sestear
Lectura del profeta Ezequiel
34, 11-16
Así dice el Señor Dios:
Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas,
siguiendo su rastro.
Como un pastor sigue el rastro de su rebaño
cuando se encuentra las ovejas dispersas,
así seguiré yo el rastro de mis ovejas;
y las libraré,
sacándolas de los nubarrones y de la oscuridad.
Las sacaré de entre los pueblos,
las congregaré de los países,
las traeré a la tierra,
las apacentaré por los montes de Israel,
por las cañadas y por los poblados del país.
Las apacentaré en pastizales escogidos,
tendrán sus dehesas en lo alto de los montes de Israel,
se recostarán en fértiles dehesas,
y pastarán pastos jugosos en la montaña de Israel.
Yo mismo apacentaré mis ovejas,
yo mismo las haré sestear
-oráculo del Señor Dios-.
Buscaré las ovejas perdidas,
haré volver a las descarriadas,
vendaré a las heridas,
curaré a las enfermas;
a las gordas y fuertes las guardaré,
y las apacentaré debidamente.
Palabra de Dios.

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122 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
SALMO RESPONSORIAL
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R,
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R,
Preparas una mesa ante mí
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.
Salmo 22
238. PRIMERA LECTURA (XI)
Os infundiré un espíritu nuevo
Lectura del profeta Ezequiel
Así dice el Señor:
-Mostraré la santidad de mi nombre grande,
profanado entre los gentiles,
que vosotros habéis profanado en medio de ellos;
y conocerán los gentiles que yo soy el Señor
-oráculo del Señor--,
cuando les haga ver mi santidad al castigaros.
36, 23-28

13.5 Page 125

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LECCIONARIO 123
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 138
R. Te doy gracias, Señor, porque me has escogido.
Señor, me sondeas y me conoces:
me conoces cuando me siento y me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos,
distingues mi camino y mi descanso. R.
Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma. ];l.

13.6 Page 126

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124 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
¡Qué incomparables encuentro tus designios,
Dios mío; qué inmenso es su conjunto!
Si me pongo a contarlos, son más que arena;
si los doy por terminados, aún me quedas tú. R.
239. PRIMERA LECTURA (XII)
Con lazos de amor los atraía
Lectura del profeta Oseas
Esto dice el Señor:
--Cuando Israel era joven, le amé,
desde Egipto llamé a mi hijo.
Yo enseñé a andar a Efraín,
le alzaba en brazos,
y él no comprendía que yo le curaba.
Con ataduras humanas,
con lazos de amor los atraía;
era para ellos como el que levanta
el yugo de la cerviz,
me inclinaba y les daba de comer.
¿Cómo podré dejarte, Efraín;
entregarte a otros, Israel?
Se me revuelve el corazón,
se me conmueven las entrañas.
No cederé al ardor de mi cólera,
no volveré a destruir a Efraín;
que soy Dios y no hombre,
santo en medio de ti,
y no enemigo a la puerta.
Palabra de Dios.
11, 1.3-4.8a.c-9

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LECCIONARIO 125
SALMO RESPONSORIAL
R. Muéstranos, Señor, la luz de tu rostro.
O bien:
R. Bendeciré eternamente el nombre del Señor.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando,
ni guarda rencor perpetuo. R.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
para los que guardan su alianza
y recitan y cumplen sus mandatos. R.
del Salmo 102

13.8 Page 128

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126 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
PRIMERA LECTURA
En tiempo pascual
240. PRIMERA LECTURA (I)
Los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común
Lectura de los Hechos de los Apóstoles
2, 42-47
Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los
apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las
oraciones.
Todo el mundo estaba impresionado por los muchos prodigios y
signos que los apóstoles hacían en Jerusalén.
Los creyentes vivían todos unidos, y lo tenían todo en común;
vendían posesiones y bienes, y los repartían entre todos según la
necesidad de cada uno.
A diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del
pan en las casas, y comían juntos alabando a Dios con alegría y de
todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Servid al Señor con alegría.
O bien:
R. Te damos gracias, Señor, por el don de tu amor.
Aclamad al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.
Salmo 99

13.9 Page 129

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LECCIONARIO 127
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos;
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R,
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R.
241. PRIMERA LECTURA (II)
Pensaban y sentían lo mismo
Lectura de los Hechos de los Apóstoles
4, 32-35
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo:
lo poseían todo en común y nadie llamaba propio nada de lo que
tenía.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor con
mucho valor.
Todos eran muy bien vistos. Ninguno pasaba necesidad, pues los
que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a
disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que nece-
sitaba cada uno.
Palabra de Dios.

13.10 Page 130

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128 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 32
R, Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones. R.
La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R.
El plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió por heredad. R.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R.
242. PRIMERA LECTURA (III)
Comeremos juntos
Lectura del libro del Apocalipsis
Habla el testigo fidedigno y veraz,
el Amén, el principio de la creación:
-Estoy a la puerta llamando;
si alguien oye y me abre,
entraré y comeremos juntos.
3, 14b. 20-22

14 Pages 131-140

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14.1 Page 131

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LECCIONARIO 129
A los vencedores los sentaré en mi trono, junto a mí,
lo mismo que yo, cuando vencí,
me senté en el trono de mi Padre, junto a él.
El que tenga oídos,
que oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 83
Dichosos los invitados a las bodas del Cordero.
O bien:
R. En tu casa, Señor, exultamos de alegría.
¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R,
Dichosos los que viven en tu casa
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
y caminan de baluarte en baluarte. Rº
Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. Rº
El Señor es sol y escudo,
él da la gracia y la gloria.
El Señor no niega sus bienes
a los de conducta intachable. R.

14.2 Page 132

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130 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
243. PRIMERA LECTURA (IV)
i Ven, Señor Jesús!
Lectura del libro del Apocalipsis
Yo Juan, escuché una voz que me decía:
« Mira, llego en seguida
y traigo conmigo mi salario,
para pagar a cada uno su propio trabajo ».
22, 12-14. 16-17. 20
Yo soy el Alfa y la Omega,
el primero y el último,
el principio y el fin.
Dichosos los que lavan su ropa,
para tener derecho al árbol de la vida
y poder entrar por las puertas de la ciudad.
Yo, Jesús, os envío mi ángel
con este testimonio para las iglesias:
« Yo soy el renuevo y el vástago de David,
la estrella luciente de la mañana ».
El espíritu y la novia dicen: ¡Ven!
el que lo oiga, que repita: ¡Ven!
El que tenga sed y quiera,
que venga a beber de balde el agua de la vida.
El que atestigua esto responde:
« Sí, vengo en seguida ».
Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Señor porque es bueno. R.
Dad gracias al Dios de los dioses. R.
Dad gracias al Señor de los señores. R.
del Salmo 135

14.3 Page 133

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Sólo él hizo grandes maravillas. R.
Él hizo sabiamente los cielos. R.
Él afianzó sobre las aguas la tierra. R.
Y nos libró de nuestros opresores. R.
Él da alimento a todo viviente. R.
Dad gracias al Dios del cielo. R.
LECCIONARIO 131

14.4 Page 134

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132 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
SEGUNDA LECTURA
244. SEGUNDA LECTURA (I)
La esperanza no de/rauda
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos
5, 1-5
Hermanos:
Ya que hemos recibido la justificación por la fe,
estamos en paz con Dios
por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Por él hemos obtenido con la fe
el acceso a esta gracia en que estamos:
y nos gloriamos apoyados en la esperanza
de la gloria de los hijos de Dios.
Más aún, hasta nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación produce constancia,
la constancia, virtud probada,
la virtud, esperanza,
y la esperanza no de&auda,
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 33
R. Quien confía en el Señor, no quedará de&audado.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. i,

14.5 Page 135

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LECCIONARIO 133
Contemplad.lo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles, y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor:
dichoso el que se acoge a él. R,
245. SEGUNDA LECTURA (II)
Andemos en una vzda nueva
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 3-11
Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo,
fuimos incorporados a su muerte.
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que,
así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.
Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como
la suya, lo estará también en una resurrección como la suya.
Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada
con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecado-
res, y nosotros, libres de la esclavitud al pecado; porque el que
muere ha quedado absuelto del pecado.
Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también vivi-
remos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de en-
tre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio

14.6 Page 136

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134 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para
siempre; y su vivir es un vivir para Dios.
Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para
Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 237.
246. SEGUNDA LECTURA (III)
A los que predestinó, los llamó
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los Romanos
8, 28-32. 35. 37-39
Hermanos: A los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a
los que ha llamado conforme a su designio. A los que había esco-
gido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él
fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó,
los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los
glorificó.
¿Cabe decir más? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra
nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entre-
gó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él?
¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la
angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peli-
gro?, ¿la espada?
Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha
amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni

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LECCIONARIO 135
ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni al-
tura, ni profundidad, ni criatura alguna, podrá apartarnos del
amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORiAL: cf. núm. 235.
247. SEGUNDA LECTURA (IV)
Trans/ormaos por la renovacz6n de la mente,
para que sepáis discernir lo que es voluntad de Dios
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12, 1-13
Hermanos: Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar
vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste
es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino
transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis dis-
cernir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo
perfecto.
Por la gracia de Dios que me ha sido dada, os digo a todos y a ca-
da uno de vosotros: No os estiméis en más de lo que conviene, si-
no estimaos moderadamente, según la medida de la fe que Dios
otorgó a cada uno. Pues, así como nuestro cuerpo, en su unidad,
posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la
misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuer-
po en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros
miembros.
Los dones que poseemos son diferentes, según la gracia que se
nos ha dado, y se han de ejercer así: Si es de predicación, teniendo
en cuenta a los creyentes; si es de servicio, dedicándose a servir; el

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136 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
que enseña, aplicándose a enseñar; el que exhorta, a exhortar; el
que se encarga de la distribución, hágalo con sencillez; el que pre-
side, con empeño; el que reparte la limosna, con agrado.
Que vuestra caridad no sea una farsa, aborreced lo malo y ape-
gaos a lo bueno. Como buenos hermanos, sed cariñosos unos con
otros, estimando a los demás más que a uno mismo. En la activi-
dad, no seáis descuidados; en el espíritu, manteneos ardientes. Ser-
vid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres:
estad firmes en las tribulaciones, sed asiduos en la oración. Con-
tribuid en las necesidades del pueblo de Dios; practicad la hospi-
talidad.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 230.
248. SEGUNDA LECTURA (V)
Nosotros predicamos a Cristo crucificado
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los Corintios
Hermanos:
Los judíos exigen signos,
los griegos buscan sabiduría.
Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado:
escándalo para los judíos,
necedad para los griegos;
pero para los llamados a Cristo -judíos o griegos-,
fuerza de Dios
y sabiduría de Dios.
1, 22-31

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LECCIONARIO 137
Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres;
y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Fijaos en vuestra asamblea:
no hay en ella muchos sabios en lo humano,
ni muchos poderosos
ni muchos aristócratas;
todo lo contrario:
lo necio del mundo lo ha escogido Dios
para humillar a los sabios,
y lo débil del mundo lo ha escogido Dios
para humillar el poder.
Aún más: ha escogido la gente baja del mundo,
lo despreciable, lo que no cuenta;
de modo que nadie pueda gloriarse en presencia de Dios.
Por él, vosotros sois en Cristo Jesús,
en este Cristo que Dios ha hecho, para nosotros,
sabiduría, justicia, santificación y redención.
Y así -como dice la Escritura-,
el que se gloría que se gloríe en el Señor.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Tú eres, Señor, la fuerza de los débiles.
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. R"
Espere Israel en el Señor,
ahora y por siempre. R"
Salmo 130

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138 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
249. SEGUNDA LECTURA (VI)
Mire cada uno cómo construye
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los Corintios
3, 9-11. 16-17
Hermanos: Sois edificio de Dios. Conforme al don que Dios me
ha dado, yo como hábil arquitecto coloqué el cimiento, otro levan-
ta el edificio. Mire cada uno cómo construye. Nadie puede poner
otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo.
¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios ha-
bita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo
destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois
vosotros.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 107
R. Con Dios haremos proezas.
Dios mío, mi corazón está firme,
para ti cantaré y tocaré, gloria mía.
Despertad, cítara y arpa,
despertaré a la aurora. R.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor,
tocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes. R.
Auxílianos contra el enemigo,
que la ayuda del hombre es inútil;
con Dios haremos proezas,
él pisoteará a nuestros enemigos. R.

15 Pages 141-150

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15.1 Page 141

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LECCIONARIO 139
250. SEGUNDA LECTURA (VII)
Corred así: para ganar
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los Corintios
9, 24-27
Hermanos: Ya sabéis que en el estadio todos los corredores cu-
bren la carrera, aunque uno solo se lleva el premio. Corred así: pa-
ra ganar. Pero un atleta se impone toda clase de privaciones; ellos
para ganar una corona que se marchita; nosotros, en cambio, una
que no se marchita.
Por eso corro yo, pero no al azar; boxeo, pero no contra el aire;
mis golpes van a mi cuerpo y lo tengo a mi servicio, no sea que,
después de predicar a los otros, me descalifiquen a mí.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 230.
251. SEGUNDA LECTURA (VIII)
Una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los Corintios
Hermanos:
Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro,
para que se vea que una fuerza tan extraordinaria
es de Dios y no proviene de nosotros.
Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan;
nos derriban, pero no nos rematan;
en toda ocasión y por todas partes
4, 7-15

15.2 Page 142

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140 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús,
para que también Jesús
se manifieste en nuestro cuerpo.
Mientras vivimos,
continuamente nos están entregando a la muerte,
por causa de Jesús;
para que también la vida de Jesús
se manifieste en nuestra carne mortal.
Así, la muerte está actuando en nosotros,
y la vida en vosotros.
Teniendo el mismo espíritu de fe,
según lo que está escrito: « Creí, por eso hablé »,
también nosotros creemos y por eso hablamos,
sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús,
también con Jesús nos resucitará
y nos hará estar con vosotros.
Todo es para vuestro bien.
Cuantos más reciban la gracia,
mayor será el agradecimiento,
para gloria de Dios.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 143
R, Tú eres, Señor, mi fortaleza.
Bendito el Señor, mi roca,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos. R,
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?;
¿qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa. R,

15.3 Page 143

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Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti, que das la victoria a los reyes
y salvas a David, tu siervo.
Defiéndeme de la espada cruel. R,
LECCIONARIO 141
252. SEGUNDA LECTURA (IX)
No nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los Corintios
Hermanos:
Llevamos siempre en el cuerpo la muerte de Jesús,
para que también la vida de Jesús
se manifieste en nuestro cuerpo.
Mientras vivimos,
continuamente nos están entregando a la muerte,
por causa de Jesús;
para que también la vida de Jesús
se manifieste en nuestra carne mortal.
Así, la muerte está actuando en nosotros,
y la vida en vosotros.
Teniendo el mismo espíritu de fe,
según lo que está escrito: « Creí, por eso hablé »,
también nosotros creemos y por eso hablamos,
sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús,
también con Jesús nos resucitará
y nos hará estar con vosotros.
Todo es para vuestro bien.
Cuantos más reciban la gracia,
mayor será el agradecimiento,
para gloria de Dios.
4, 10-18

15.4 Page 144

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142 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Por eso no nos desanimamos.
Aunque nuestra condición física se vaya deshaciendo,
nuestro interior se renueva de día en día.
Y una tribulación pasajera y liviana
produce un inmenso e incalculable tesoro de gloria.
No nos fijamos en lo que se ve,
sino en lo que no se ve.
Lo que se ve, es transitorio;
lo que no se ve, es eterno.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Te busco, Señor; no me escondas tu rostro.
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor
contemplando su templo. R.
Oigo en mi corazón: « Buscad mi rostro ».
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro;
no rechaces con ira a tu siervo. R.
Tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.
Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana. R.
del Salmo 26

15.5 Page 145

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LECCIONARlO 143
253. SEGUNDA LECTURA (X)
El amor de Cristo nos apremia
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los Corintios
5, 14-17
Hermanos:
Nos apremia el amor de Cristo,
al considerar que, si uno murió por todos,
todos murieron.
Cristo murió por todos,
para que los que viven, ya no vivan para sí,
sino para el que murió y resucitó por ellos.
Por tanto, no valoramos a nadie por criterios humanos.
Si alguna vez juzgamos a Cristo según tales criterios,
ahora ya no.
El que es de Cristo es una criatura nueva:
lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote. R.
del Salmo 62

15.6 Page 146

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144 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. ~-
254. SEGUNDA LECTURA (XI)
Dios nos eligió en la persona de Cristo
para que fuésemos consagrados e irreprochables ante él por el amor
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
1, 3-14
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo
-antes de crear el mundo-
para que fuésemos consagrados e irreprochables
ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo
-por pura iniciativa suya-
ª ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

15.7 Page 147

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LECCIO:'\\ARIO 145
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo,
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
Con Cristo hemos heredado también nosotros.
A esto estábamos destinados
por decisión del que hace todo según su voluntad.
Y así nosotros, los que ya esperábamos en Cristo,
seremos alabanza de su gloria.
Y también vosotros
-que habéis escuchado la verdad,
la extraordinaria noticia de que habéis sido salvados,
y habéis creído-
habéis sido marcados por Cristo
con el Espíritu Santo prometido, el cual
-mientras llega la redención completa del pueblo,
propiedad de Dios-
es prenda de nuestra herencia.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 230.

15.8 Page 148

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146 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
255. SEGUNDA LECTURA (XII)
Andad como pzde la vocación a la que habéis szdo convocados
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-6
Hermanos:
Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis
como pide la vocación
a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos;
sobrellevaos mutuamente con amor;
esforzaos en mantener la unidad del Espíritu,
con el vínculo de la paz.
Un solo cuerpo y un solo Espíritu,
como una sola es la meta de la esperanza
en la vocación a la que habéis sido convocados.
Un Señor, una fe, un bautismo.
Un Dios, Padre de todo,
que lo trasciende todo,
y lo penetra todo, y lo invade todo.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 132
R, En tu presencia, oh Dios, viviremos como hermanos.
Ved qué dulzura, qué delicia,
convivir los hermanos unidos.
Es ungüento precioso en la cabeza,
que va bajando por la barba,
que baja por la barba de Aarón,
hasta la franja de su ornamento. R.
Es rocío del Hermón, que va bajando
sobre el monte Sión.
Porque allí manda el Señor la bendición:
la vida para siempre. R,

15.9 Page 149

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LECCIONARIO 147
256. SEGUNDA LECTURA (XIII)
Hasta que lleguemos todos al hombre perfecto
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
4, 11-16
Hermanos:
Cristo ha constituido a unos, apóstoles,
a otros, profetas,
a otros, evangelistas,
a otros, pastores y doctores,
para el perfeccionamiento de los fieles, en función de su ministerio,
y para la edificación del cuerpo de Cristo;
hasta que lleguemos todos a la unidad
en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios,
al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.
Para que ya no seamos niños
sacudidos por las olas
y llevados al retortero por todo viento de doctrina,
en la trampa de los hombres,
que con astucia conduce al error;
sino que, realizando la verdad en el amor,
hagamos crecer las cosas hacia él, que es la cabeza: Cristo,
del cual todo el cuerpo,
bien ajustado y unido
a través de todo el complejo de junturas que lo nutren,
actuando a la medida de cada parte,
se procura el crecimiento del cuerpo,
para construcción de sí mismo en el amor.
Palabra de Dios.

15.10 Page 150

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148 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 88
R, Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
« Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades ». R.
Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso. R.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder.
Él me invocará: « Tú eres mi padre,
mi Dios, mi roca salvadora ». R.
257. SEGUNDA LECTURA (XIV)
Tomad las armas de Dios, para poder mantener las posiciones
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
6, 10-20
Hermanos:
Buscad vuestra fuerza en el Señor
y en su invencible poder.
Poneos las armas que Dios os da,
para poder resistir a las estratagemas del diablo,
porque nuestra lucha
no es contra hombres de carne y hueso,

16 Pages 151-160

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16.1 Page 151

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LECCIONARIO 149
sino contra los soberanos, autoridades y poderes
que dominan este mundo de tinieblas,
contra las fuerza~ sobrehumanas y supremas del mal.
Por eso, tomad las ármas de Dios
para poder resistir en el día fatal
y, después de actuar a fondo,
mantener las posiciones.
Estad firmes, repito:
abrochaos el cinturón de la verdad,
por coraza poneos la justicia;
bien calzados para estar dispuestos
a anunciar la noticia de la paz.
Y, por supuesto,
tened embrazado el escudo de la fe,
donde se apagarán las flechas incendiarias del malo.
Tornad por casco la salvación
y por espada la del Espíritu,
toda palabra de Dios,
insistiendo y pidiendo en la oración.
Orad en toda ocasión
con la ayuda del Espíritu.
Tened vigilias en que oréis con constancia
por todo el pueblo santo.
Pedid también por mí,
para que Dios abra mi boca
y me conceda palabras que anuncien sin temor
el secreto designio contenido en el Evangelio,
del que soy embajador ... en cadenas.
Pedid que tenga valor para hablar de él como debo.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 251.

16.2 Page 152

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150 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
258. SEGUNDA LECTURA (XV)
Manteneos unánimes y concordes, con un mismo amor
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses
2, 1-4
Hermanos:
Si queréis darme el consuelo de Cristo,
y aliviarme con vuestro amor,
si nos une el mismo espíritu
y tenéis entrañas compasivas,
dadme esta gran alegría:
Manteneos unánimes y concordes
con un mismo amor y un mismo sentir.
No obréis por envidia ni por ostentación,
dejaos guiar por la humildad
y considerad siempre superiores a los demás.
No os encerréis en vuestros intereses,
sino buscad todos el interés de los demás.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 228.
259. SEGUNDA LECTURA (XVI)
Todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses
Hermanos:
Todo lo estimo pérdida
comparado con la excelencia del conocimiento
de Cristo Jesús, mi Señor.
3, 8-14

16.3 Page 153

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LECCIONARIO 151
Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura
con tal de ganar a Cristo, y existir en él,
no con una justicia mía -la de la ley-,
sino con la que viene de Dios y se apoya en la fe.
¡Para conocerlo a él,
y la fuerza de su resurrección,
y la comunión con sus padecimientos,
muriendo su misma muerte,
para llegar a la resurrección de entre los muertos!
No es que ya haya conseguido el premio,
o que ya esté en la meta:
yo sigo corriendo.
Y aunque poseo el premio,
porque Cristo Jesús me lo ha entregado,
hermanos, yo a mí mismo me considero
como si aún no hubiera conseguido el premio.
Sólo busco una cosa:
olvidándome de lo que queda atrás
y lanzándome hacia lo que está por delante,
corro hacia la meta, para ganar el premio,
al que Dios desde arriba me llama en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 242.

16.4 Page 154

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152 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
260. SEGUNDA LECTURA (XVII)
Estad siempre alegres en el Señor
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 4-9
Hermanos:
Estad siempre alegres en el Señor;
os lo repito, estad alegres.
Que vuestra mesura la conozca todo el mundo.
El Señor está cerca.
Nada os preocupe;
sino que, en toda ocasión,
en la oración y súplica con acción de gracias,
vuestras peticiones sean presentadas a Dios.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio,
custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos
en Cristo Jesús.
Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero,
noble, justo, puro, amable, laudable;
todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta.
Y lo que aprendisteis, recibisteis,
oísteis y visteis en mí
ponedlo por obra.
Y el Dios de la paz estará con vosotros.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 239.

16.5 Page 155

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LECCIONARIO 153
261. SEGUNDA LECTURA (XVIII)
Por encima de todo, el amor. que es el ceizidor de la wzzdad consumada
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 12-17
Hermanos:
Como pueblo elegido de Dios,
pueblo sacro y amado,
sea vuestro uniforme:
la misericordia entrañable, la bondad,
la humildad, la dulzura, la comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos,
cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado:
haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor,
que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro
en vuestro corazón:
a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Y celebrad la acción de gracias:
la palabra de Cristo habite entre vosotros
en toda su riqueza;
enseñaos unos a otros con toda sabiduría;
exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón,
con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis,
sea todo en nombre de Jesús,
ofreciendo la acción de gracias a Dios .Padre
por medio de él.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 241.

16.6 Page 156

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154 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
262. SEGUNDA LECTURA (XIX)
Esto quiere Dios de vosotros: una vzda sagrada
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los Tesalonicenses
4, l-3a. 7-12
Hermanos:
Por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos:
Habéis aprendido de nosotros cómo proceder
para agradar a Dios;
pues proceded así y seguid adelante.
Ya conocéis las instrucciones que os dimos
en nombre del Señor Jesús.
Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada.
Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada.
El que desprecia este mandato
no desprecia a un hombre,
sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.
Acerca del amor &aterno
no hace falta que os escriba,
porque Dios mismo os ha enseñado
a amaros los unos a los otros.
Como ya lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia.
Hermanos, os exhortamos a seguir progresando:
esforzaos por mantener la calma,
ocupándoos de vuestros propios asuntos
y trabajando con vuestras propias manos,
como os lo tenemos mandado,
a fm de que viváis dignamente ante los de fuera,
y no necesitéis de nadie.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 252.

16.7 Page 157

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LECCIONARIO 155
263. SEGUNDA LECTURA (XX)
Uno que sirve al SeFzor debe ser amable con todos y suave en corregir
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a Timoteo
Querido hermano:
Esmérate en la justicia y la fidelidad,
el amor fraterno y la paz
con los que invocan sinceramente al Señor.
Rehúye las discusiones necias y descorteses,
sabiendo bien que acaban en peleas.
Y uno que sirve al Señor no debe pelearse,
sino ser amable con todos;
debe ser hábil para enseñar, sufrido,
y suave en corregir a los que se oponen.
Puede que Dios les conceda convertirse
y conocer mejor la verdad;
así se espabilarán
y escaparán del lazo del diablo,
que los tiene ahora cogidos y sumisos a su voluntad.
Palabra de Dios.
2, 22b-26
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 118
R. Mi alegría es el camino de tus preceptos.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes. R.

16.8 Page 158

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156 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Mis labios van enumerando
los mandamientos de tu boca;
mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R.
264. SEGUNDA LECTURA (XXI)
Corramos en la carrera, fijos los ojos en Jesús
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos:
Una nube ingente de espectadores nos rodea:
por tanto, quitémonos lo que nos estorba
y el pecado que nos ata,
y corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos,
fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe:
Jesús,
que renunciando al gozo inmediato,
soportó la cruz, sin miedo a la ignominia,
y ahora está sentado a la derecha del Padre.
Recordad al que soportó la oposición de los pecadores,
y no os canséis ni perdáis el ánimo.
Todavía no habéis llegado a la sangre
en vuestra pelea contra el pecado.
Palabra de Dios.
12, 1-4
SALMO RESPONSORIAL
R. Alabarán al Señor los que lo buscan.
El Señor es mi alabanza en la gran asamblea,
cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan. R.
del Salmo 21

16.9 Page 159

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LECCIONARIO 157
Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán
las familias de los pueblos. R.
Hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor. R,
265. SEGUNDA LECTURA (XXII)
Sed también vosotros santos
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro
Queridos hermanos:
Estad interiormente preparados para la acción,
controlándoos bien,
a la expectativa del don que os va a traer
la revelación de Jesucristo.
Como hijos obedientes,
no os amoldéis más a los deseos que teníais antes,
en los días de vuestra ignorancia.
El que os llamó es santo;
como él, sed también vosotros santos
en toda vuestra conducta,
porque dice la Escritura:
« Seréis santos, porque yo soy santo ».
Si llamáis Padre al que juzga a cada uno,
según sus obras, sin parcialidad,
tomad en serio vuestro proceder en esta vida.
Ya sabéis con qué os rescataron
de ese proceder inútil recibido de vuestros padres:
1, 13-25

16.10 Page 160

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158 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
no con bienes efímeros, con oro o plata,
sino a precio de la sangre de Cristo,
el cordero sin defecto ni mancha,
previsto antes de la creación del mundo
y manifestado al fmal de los tiempos por nuestro bien.
Por Cristo vosotros creéis en Dios,
que lo resucitó y le dio gloria,
y así habéis puesto en Dios
vuestra fe y vuestra esperanza.
Ahora que estáis purificados
por vuestra respuesta a la verdad
y habéis llegado a quereros
sinceramente como hermanos,
amaos unos a otros de corazón e intensamente.
Mirad que habéis vuelto a nacer,
y no de un padre mortal, sino de uno inmortal,
por medio de la palabra de Dios viva y duradera,
porque « todo mortal es hierba
y su belleza como flor campestre:
se agosta la hierba, la flor se cae;
pero la palabra del Señor permanece para siempre».
Y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 97
];l. Salvados por amor, cantemos un cántico nuevo.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R,

17 Pages 161-170

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LECCIONARIO 159
El Señor da a conocer su victoria
revela a las naciones su justicia;
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. .l;L
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera,
gritad, vitoread, tocad. R.
266. SEGUNDA LECTURA (XXIII)
Poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocaczón
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro
Hermanos:
El poder de Dios nos ha concedido
todo lo que conduce a la vida y a la piedad,
dándonos a conocer al que nos ha llamado
con su propia gloria y potencia.
Con eso nos ha dado los bienes prometidos,
con los cuales podéis escapar de la corrupción
que reina en el mundo por la ambición,
y participar del mismo ser de Dios.
En vista de eso,
poned todo empeño en añadir a vuestra fe la honradez,
a la honradez el criterio,
al criterio el dominio propio,
al dominio propio la constancia,
a la constancia la piedad,
a la piedad el cariño fraterno,
al cariño fraterno el amor.
1, 3-11

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160 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Estas cualidades,
si las poseéis y van creciendo,
no permiten ser remisos e improductivos en la adquisición
del conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
El que no las tiene es un cegato miope que ha echado en olvido
la purificación de sus antiguos pecados.
Por eso, hermanos, poned cada vez más ahínco
en ir ratificando vuestro llamamiento y elección.
Si lo hacéis así,
os abrirán de par en par
las puertas del reino eterno
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Tú me salvas, Señor, y me das la vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: « Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti ». R.
A sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos.
« Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre. R.
Me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación.
Lo defenderé, lo glorificaré,
y le haré ver mi salvación». R,
del Salmo 90

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LECCIONARIO 161
267. SEGUNDA LECTURA (XXIV)
No améis al mundo ni lo que hay en el mzmdo
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
2, 12-17
Os escribo a vosotros, hijos míos,
porque se os han perdonado los pecados por su nombre.
Os escribo a vosotros, padres,
porque conocéis al que es desde el principio.
Os escribo a vosotros, jóvenes,
porque habéis vencido al maligno.
Os he escrito a vosotros, hijos míos,
porque conocéis al Padre.
Os he escrito a vosotros, padres,
porque conocéis al que es desde el principio.
Os escribo a vosotros, los jóvenes,
porque sois fuertes,
y la palabra de Dios permanece en vosotros
y habéis vencido al maligno.
No améis al mundo ni lo que hay en el mundo.
Si alguno ama al mundo,
no está en él el amor del Padre.
Porque lo que hay en el mundo
-las pasiones del hombre terreno,
y la codicia de los ojos,
y la arrogancia del dinero-
eso no procede del Padre,
sino que procede del mundo.
Y el mundo pasa, con sus pasiones.
Pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 236.

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162 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
268. SEGUNDA LECTURA (XXV)
Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
Queridos hermanos:
Amémonos unos a otros,
ya que el amor es de Dios,
y todo el que ama
ha nacido de Dios y conoce a Dios.
Quien no ama no ha conocido a Dios,
porque Dios es amor.
En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene:
en que Dios mandó al mundo a su Hijo único,
para que vivamos por medio de él.
En esto consiste el amor:
No en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino que él nos amó y nos envió a su Hijo,
como propiciación por nuestros pecados.
Queridos hermanos:
Si Dios nos amó de esta manera,
también nosotros debemos amarnos unos a otros.
A Dios nadie le ha visto nunca.
Si nos amamos unos a otros,
Dios permanece en nosotros
y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
En esto conocemos
que permanecemos en él, y él en nosotros:
en que nos ha dado su Espíritu.
Y nosotros hemos visto
y damos testimonio
de que el Padre envió a su Hijo,
para ser salvador del mundo.
4, 7-16

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LECCIONARIO 163
Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios,
Dios permanece en él, y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido
el amor que Dios nos tiene
y hemos creído en él.
Dios es amor,
y quien permanece en el amor,
permanece en Dios, y Dios en él.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: cf. núm. 240.

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164 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
EVANGELIO
269. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios
y la cumplen.
R. Aleluya.
cf. Le 11, 28
EVANGELIO (I)
Dichosos vosotros... Estad alegres y contentos
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
5, l -12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se
sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar,
enseñándoles:
Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los sufridos,
porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.

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LECCIONARIO 165
Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque ellos se llamarán « los hijos de Dios ».
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan
y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
Estad alegres y contentos,
porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Palabra del Señor.
270. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. 2 Cor 8, 9
R. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico,
por vosotros se hizo pobre,
para que vosotros, con su pobreza,
os hagáis ricos.
R. Aleluya.
!EVANGELIO (II)
Sobre todo buscad el reino de Dios
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
6, 24-34
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Nadie puede estar
al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al
otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del se-
gundo. No podéis servir a Dios y al dinero.

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166 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué
vais a comer, ni por el cuerpo con qué os vais a vestir. ¿No vale
más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a
los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo,
vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que
ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir
una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vesti-
do? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan.
Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como
uno de ellos.
Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema
en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros,
gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a co-
mer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se
afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis
necesidad de todo eso.
Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os
dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, por-
que el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus
disgustos.
Palabra del Señor.

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LECCIONARIO 167
271. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. 2 Cor 8, 9
R. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico,
por vosotros se hizo pobre,
para que vosotros, con su pobreza,
os hagáis ricos.
R. Aleluya.
EVANGELIO (III J
El que pierda su vzda por mí, la encontrará
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
16, 24-27
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -El que quiera ve-
nirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y
me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la
pierda por mí, la encontrará.
¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si malogra
su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del
hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y en-
tonces pagará a cada uno según su conducta.
Palabra del Señor.

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168 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
272. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Flp 3. 8-9
R. Aleluya, aleluya.
Todo lo estimo pérdida y basura
con tal de ganar a Cristo.
R. Aleluya.
EVANGELIO (IV)
Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes y luego vente conmigo
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
19, 16-26
En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: -Maestro,
¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?
Jesús le respondió:
-¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es bueno:
Dios. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Él le preguntó:
-¿Cuáles?
Jesús le contestó:
No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso
testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo co-
mo a ti mismo».
El muchacho le dijo:
-Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?
Jesús le contestó:
-Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero
a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego
vente conmigo. Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.
Jesús dijo a sus discípulos: --Creedme: difícilmente entrará un rico
en el reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello

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LECCIONARIO 169
pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de
los cielos.
Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: -Entonces, ¿quién
puede salvarse? Jesús se les quedó mirando y les dijo: -Para los
hombres es imposible; pero Dios lo puede todo.
Palabra del Señor.
273. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Mt 25, 21
Aleluya, aleluya.
Eres un empleado fiel:
como has sido fiel en lo poco,
pasa al banquete de tu Señor.
R. Aleluya.
EVANGELIO (V)
Muy bzen. szervo bueno y fiel
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: -Un
hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó
encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a
otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se
marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar
con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y
ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno, hizo un hoyo en la
tierra y escondió el dinero de su señor.

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170 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y
se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se le acercó el que había re-
cibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: -Señor,
cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco. Su señor le
dijo: -Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor: como has
sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete
de tu señor.
Se le acercó el que había recibido dos talentos y dijo: -Señor, dos
talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos. Su señor le dijo:
-Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor: como has sido
fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de
tu señor.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo:
-Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y
recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento
bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo. El señor le respondió: -Eres un
empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde
no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto
mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo
mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene
diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no
tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil
echadlo fuera, a las tinieblas: allí será el llanto y el rechinar de
dientes.
Palabra del Señor.

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LECCIO:--.JARIO 171
274. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos,
dice el Señor;
el que permanece en mí y yo en él,
ése da fruto abundante.
R. Aleluya.
cf. Jn 15, 5
EVANGELIO (VIJ
[d. Y sabed que yo estoy con vosotros
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte
que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero al-
gunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo: -Se me ha dado pleno poder
en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pue-
blos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he manda-
do. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fm
del mundo.
Palabra del Señor.

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172 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
275. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO
cf. Mt 19, 27. 29
R. Aleluya, aleluya.
Los que habéis dejado todo por mí
y por el Evangelio,
recibiréis cien veces más y heredaréis la vida eterna.
R. Aleluya.
EVANGELIO (VII)
Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido
+ Lectura del santo Evangelio según san Marcos
10, 24b-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Hijos, ¡qué difícil
les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en
el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una agu·
ja que a un rico entrar en el reino de Dios.
Ellos se espantaron y comentaban: -Entonces, ¿quién puede sal-
varse? Jesús se les quedó mirando y les dijo: -Es imposible para
los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.
Pedro se puso a decirle:
-Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
Jesús dijo:
-Os aseguro que quien deje casa o hermanos o hermanas, o ma-
dre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá
ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y her-
manas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la
edad futura, vida eterna.
Palabra del Señor.

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LECCIONARIO 173
276. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Mt 11, 2s
R. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre,
Señor del cielo y de la tierra,
porque has revelado los misterios del reino
a la gente sencilla.
R. Aleluya.
EVANGELIO (VIII)
Aqttí está la esclava del SeFzor
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas
1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciu-
dad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un
hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba
María.
El ángel, entrando a su presencia, dijo:
-Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre
las mujeres. Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué
saludo era aquél.
El ángel le dijo:
-No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Con-
cebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nom-
bre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios
le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob
para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
-¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cu-
brirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará

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174 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que, a pesar de su
vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llama-
ban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
-Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor.
277. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Jn 6, 64
R, Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida;
sólo tú tienes palabras de vida eterna.
R. Aleluya.
EVANGELIO (IX)
Me has enviado para dar la buena noticia a los pobres
+ Lectura del santo Evangelio según san Locas
4. 16-21
En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, en-
tró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso
en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta
Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
« El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha ungido.
Me ha enviado para dar la buena noticia a. los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista;

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LECCIONARIO 175
para dar la libertad a los oprimidos;
para anunciar el año de gracia del Señor ».
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó.
Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:
-Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.
Palabra del Señor.
278. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Flp 3, 8-9
R. Aleluya, aleluya.
Todo lo estimo pérdida y basura
con tal de ganar a Cristo.
R. Aleluya.
EVANGELIO (X)
Dejándolo todo, !o siguieron
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas
5, 1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír
la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y
vio dos barcas que estaban junto a la orilla: los pescadores habían
desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara
un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
-Rema mar adentro y echad las redes para pescar.
Simón contestó:
-Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos co-
gido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.

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176 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que
reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para
que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron
las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se
arrojó a los pies de Jesús, diciendo:
-Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban
con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les
pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros
de Simón.
Jesús dijo a Simón:
-No temas: desde ahora serás pescador de hombres.
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor.
279. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Flp 3, 8-9
R. Aleluya, aleluya.
Todo lo estimo pérdida y basura
con tal de ganar a Cristo.
R. Aleluya.
EVANGELIO (XI)
+El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
9, 57-62
En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos,
le dijo uno:
-Te seguiré a donde vayas.
Jesús le respondió:
-Las zorras tienen madriguera, y los pájaros, nido; pero el Hijo
del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza.

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LECCIONARIO 177
A otro le dijo:
-Sígueme.
Él respondió:
-Déjame primero ir a enterrar a mi padre.
Le contestó:
-Deja que los muertos entierren a sus muertos; vete a anun-
ciar el reino de Dios.
Otro le dijo:
-Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi
familia.
Jesús le contestó:
-El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para
el reino de Dios.
Palabra del Señor.
280. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Le 10, 3. 9
R. Aleluya, aleluya.
Mirad que os mando como corderos en medio de lobos,
dice el Señor.
Decid: « Está cerca el reino de Dios ».
R. Aleluya.
!EVANGELIO (XII)
+Mirad que os mando...
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
10, 1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los man-
dó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adon-
de pensaba ir él.
Y les decía:
-La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al
dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en cami-

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178 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
no! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No
llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a
nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero:« Paz a esta casa». Y
si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no,
volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de
lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis
cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, co-
med lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid:
« Está cerca de vosotros el reino de Dios ».
Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y de-
cid: « Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a
los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed
que está cerca el reino de Dios ».
Palabra del Señor.
281. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Le 12, 37
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos vosotros,
si el Señor, al llegar,
os encuentra en vela.
R. Aleluya.
EVANGELIO (XIII)
+No temas, pequeiío rebaFzo
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
12, 32-40
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-No temas, pequeño rebaño; porque vuestro Padre ha tenido a
bien daros el reino.

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LECCIONARIO 179
Vended vuestros bienes, y dad limosna; haceos talegas que no se
echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se
acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro
tesoro, allí está también vuestro corazón.
Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Vosotros estad
como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para
abrirle, apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el
señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá,
los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y si llega entrada la
noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Com-
prended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el la-
drón, no le dejaría abrir un boquete.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que me-
nos penséis, viene el Hijo del Hombre.
Palabra del Señor.
282. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Os doy un mandamiento nuevo,
dice el Señor:
que os améis unos a otros,
como yo os he amado.
R, Aleluya.
cf. Jn 13, 34
EVANGELIO (XIV)
El primero entre vosotros pórtese como el menor
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas
22, 24-30
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a disputar sobre quién
de ellos debía ser tenido como el primero.
Jesús les dijo:
-Los reyes de los gentiles los dominan y los que ejercen la auto-

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180 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
ridad se hacen llamar bienhechores. Vosotros no hagáis así, sino
que el primero entre vosotros pórtese como el menor, y el que go-
bierna, como el que sirve. Porque, ¿quién es más, el que está en
la mesa o el que sirve? ¿Verdad que el que está en la mesa? Pues
yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.
Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis prue-
bas, y yo os transmito el Reino como me lo transmitió mi Padre:
comeréis y beberéis a mi mesa en mi Reino, y os sentaréis en tro-
nos para regir a las doce tribus de Israel.
Palabra de Dios.
283. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Le 11, 28
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios
y la cumplen.
R. Aleluya.
EVANGELIO (XV)
Maestro, ¿dónde vives? Venzd y lo veréis
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan
1, 35-44
En aquel tiempo estaba Juan con dos de sus discípulos y, fi-
jándose en Jesús que pasaba, dijo:
-Este es el cordero de Dios.
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús
se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó:
-¿Qué buscáis?
Ellos le contestaron:
-,-Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?
El les dijo:
-Venid y lo veréis.

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LECCIONARIO 181
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel
día; serian las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pe-
dro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; en-
contró primero a su hermano Simón, y le dijo:
-Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).
Y se lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
-Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que signi-
fica Pedro).
Al día siguiente determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Fe-
lipe y le dice:
-Sígueme.
Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro.
Palabra del Señor.
284. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. 11, 28
R. Aleluya, aleluya.
Venid a mí
todos los que estáis cansados y agobiados,
y yo os aliviaré,
dice el Señor.
"R, Aleluya.
EVANGELIO (XVI)
El buen pastor da la vzda por las ovejas
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan
10, 11-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: -Yo soy el buen pas-
tor. El buen pastor da la vida por las ovejas: el asalariado, que no
es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las

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182 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un
asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, que conozco a las mías y las mías me cono-
cen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy
mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de
este redil; también a ésas las tengo que traer; y escucharán mi voz
y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder
recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente.
Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla. Este
mandato he recibido de mi Padre.
Palabra del Señor.
285. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos,
dice el Señor;
el que permanece en mí y yo en él,
ése da fruto abundante.
R. Aleluya.
cf. Jn 15, 5
EVANGELIO (XVII)
+Permaneced en mí y yo en vosotros
Lectura del santo Evangelio según san Juan
15, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador. A todo sar-
miento mío que no da fruto, lo arranca; y a todo el que da fruto lo
poda, para que dé más fruto.

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LECCIONARIO 183
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado;
permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede
dar &uto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si
no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos; el
que permanece en mí y yo en él, ése da &uto abundante; porque
sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí, lo tiran
fuera, como al sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan
al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pe-
diréis lo que deseéis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Pa-
dre: con que deis &uto abundante; así seréis discípulos míos.
Palabra del Señor.
286. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO d. 2 Ts 2, 14
R, Aleluya, aleluya.
Dios os llamó por medio del Evangelio,
para que sea vuestra
la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
R. Aleluya.
EVANGELIO (XVIII)
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan
15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
--Como el Padre me ha amado, así os he amado yo: permaneced
en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi
amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Pa-
dre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi
alegría esté con vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

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184 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os
he amado. Nadíe tiene amor más grande que el que da la vida por
sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os man-
do. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace
su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído
a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os ha
elegido; y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro
&uto dure.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé. Eso
os mando: que os améis unos a otros.
Palabra del Señor.
287. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Sal 132, 1
R. Aleluya, aleluya.
Ved qué dulzura, qué delicia
convivir los hermanos unidos.
R. Aleluya.
EVANGELIO (XIX)
+Este es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo
Lectura del santo Evangelio según san Juan
17, 20-26
En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, Jesús oró diciendo:
Padre Santo,
no sólo ruego por ellos,
sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos,
para que todos sean uno,

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LECCIONARIO 185
como tú, Padre, en mí y yo en ti,
que ellos también lo sean en nosotros,
para que el mundo crea que me has enviado.
También les di a ellos la gloria que me diste,
para que sean uno,
como nosotros somos uno:
yo en ellos y en mí,
para que sean completamente uno,
de modo que el mundo sepa que tú me has enviado
y los has amado como me has amado a mí.
Padre, ése es mi deseo:
que los que me confiaste estén conmigo,
donde yo estoy,
y contemplen mi gloria, la que me diste,
porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo,
si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido,
y éstos han conocido que me enviaste.
Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre,
para que el amor que me tenías esté en ellos,
como también yo estoy en ellos.
Palabra del Señor.

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APÉNDICES
Mientras conversaban y discutían,
Jesús en persona se acercó
y se puso a caminar con ellos.
(Lucas 24, 15)

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20 Pages 191-200

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APÉNDICE I
RITO PARA LA ENTREGA DEL DISTINTIVO
CLERICAL O LAICAL
288. Cuando, según la costumbre o las disposiciones locales, se realiza el rito de la en-
trega del traje eclesiástico a quienes se encaminan hacia el sacerdocio y de un dis-
tintivo a los candidatos a la vida laica! de coadjutor, se organiza una celebración,
convenientemente adaptada, que incluya los elementos descritos más adelante.
289. Si el rito tiene lugar en la celebración de la primera profesión, todo se desarrolla
como se indica en su lugar (cf. cap. II, núms. 76-78). Fuera de este caso, tal en-
trega no debe realizarse durante la misa.
Si el rito se incorpora a la celebración de Laudes o Vísperas, todo se hace como de
costumbre al terminar la homilía que sigue a la proclamación de la lectura. Acaba-
do el rito, la celebración continúa con el cántico de Zacarías (Benedictus) o de la
Virgen María (Magníficat).
Si el rito tiene lugar en una celebración de la Palabra, se sigue, con las debidas
acomodaciones, la estructura señalada en el cap. II, núm. 97.
290. Cuando el rito se hace fuera de la primera profesión, comprende: un diálogo en-
tre el superior y los candidatos (cf. núms. 292-293 ); la oración de bendición (cf.
núm. 294); la entrega del traje o de la medalla (cf. núms. 295-296); la posible
procesión de todos los novicios llevando en la mano la vela encendida; la oración
de los fieles (cf. núm. 298).
291. Además de lo necesario para la celebración, hay que preparar:
en el presbiterio: los trajes y las medallas (u otro distintivo);
en la sacristía; las velas, cuando se realiza el gesto simbólico de que se habla en
el número 297.

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190 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Diálogo
292. El superior, dirigiéndose a los candidatos al sacerdocio ministerial, pregunta:
Queridos hijos (hermanos), ¿qué pedís?
R. Pedimos, padre, recibir el traje eclesiástico
en la Sociedad Salesiana.
¿Sabéis lo que significa vestir este traje y las obligaciones que
impone?
R. Sí, padre.
Vestir el traje eclesiástico significa
emprender el camino de formación
con vistas a nuestro trabajo
en la Iglesia y en la Sociedad Salesiana como presbíteros.
Esto supone un sincero esfuerzo
por adquirir todos los elementos que nos permitan ser,
para cuantos hallemos en nuestro camino,
signos e instrumentos del amor del Padre que está en el cielo.
El superior concluye:
Dios Padre, por intercesión de María, Madre de la Iglesia y Auxi-
liadora de los cristianos, os conceda llevar a término este santo
deseo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
293. El superior se dirige, luego, a los candidatos a la vida laical, preguntándoles:
Queridos hijos (hermanos), ¿qué pedís?
~. Pedimos, padre, recibir la medalla (... )
del coadjutor salesiano.
¿Sabéis lo que significa recibir este signo y las obligaciones que os
recuerda?

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APÉNDICES 191
R. Sí, padre.
Recibir este distintivo es sentirnos
cada día más vinculados y entregados a la misión religiosa
propia de la Sociedad Salesiana.
Nos recuerda a diario la obligación de tender
a la adquisición de las virtudes y del estilo de vida
que distinguen al salesiano laico
en la educación de la juventud,
especialmente de la más pobre y abandonada.
El superior concluye:
Dios Padre, por intercesión de María, Madre de la Iglesia y Auxi-
liadora de los cristianos, os conceda llevar a término este santo
deseo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
Bendición
294. El superior implora la bendición divina con estas palabras:
Oremos.
Pausa de oración en silencio.
Padre santo, que llamas a todos tus hijos,
nacidos del agua y del Espíritu Santo,
a la plenitud de la vida cristiana
y a la caridad perfecta,
+ bendice a los que van a llevar
estos tr.ajes y estas medallas (.,,)
como signo
de una vida de entrega cada vez más plena;
haz que,
fortalecidos por el don de tu Espíritu,
se configuren más y más a la imagen de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
~. Amén

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192 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Entrega
295. Los que van a vestir el traje se acercan de uno en uno al superior; al entregárselo,
dice:
Recibe este traje
y conserva en tu corazón la fidelidad al Señor,
que este signo de testimonio y servicio
te trae a la memoria ante todos.
R. Amén.
Si es oportuno, el novicio se retira a la sacristía para ponerse el traje. Si el rito se
alarga, puede entonarse un canto apropiado.
296. Al entregar el distintivo a los aspirantes a la vida religiosa de salesiano coadjutor,
el superior dice:
Recibe este signo de salesiano coadjutor:
te recuerda la oblación de ti mismo a Dios,
tu pertenencia a la Sociedad Salesiana
y tu compromiso al servicio de los jóvenes.
R. Amén.
Si es oportuno, el novicio se retira a la sacristía.
Procesión
297. Cuando se realiza este acto, todos los novicios avanzan procesionalmente, llevan-
do en la mano la vela encendida, desde la sacristía hacia al altar, y ocupan el lugar
que tengan asignado.
Mientras tanto, la asamblea expresa su alegría dando gracias a Dios con un canto
apropiado (Magníficat u otro).
Oración de los fieles
298. El superior inicia y concluye la oración de los fieles con estas palabras u otras se-
mejantes; a cada invocación la asamblea responde con un estribillo, si es posible,
cantado:

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APÉNDICES 193
Hermanos, elevemos con fe nuestra oración a Dios,
fuente de alegria,
para que escuche las invocaciones que le dirigimos.
• Por el Papa y todos los obispos de la Iglesia,
para que el Espíritu,
que procede del Padre y del Hijo,
los ilumine en su labor de guiar a los fieles
por el camino de la santidad,
roguemos al Señor.
• Por las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal,
para que el dueño de la mies inspire a muchos jóvenes
la decisión de entregarse generosamente
al bien de los hermanos,
roguemos al Señor.
• Por estos jóvenes que hoy han recibido
el distintivo de su misión,
para que fortalecidos por la gracia divina
y el ejemplo de sus hermanos salesianos,
realicen el proyecto de su vida,
roguemos al Señor.
• Por los padres y familiares de estos novicios,
para que el Dios de toda bondad recompense abundantemente
el o&ecimiento de sus hijos
a la Iglesia en la Sociedad Salesiana,
roguemos al Señor.
@ Por los jóvenes y las jóvenes que sienten
el deseo de servir a Dios en los hermanos,
para que, mediante la solidaridad de todos,
puedan realizar con alegría la donación total de su vida,
roguemos al Señor.

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194 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Señor, Dios de la alegria y del consuelo,
escucha las oraciones de tus fieles,
y, en tu benignidad,
atiende los deseos y proyectos de bien
que tú mismo has hecho nacer en nuestros corazones.
Te los encomendamos
por la mediación de María, Madre de tu Hijo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
299. Si no ha tenido lugar la procesión, al terminar la bendición, la comunidad puede
dar gracias a Dios con un canto de acción de gracias (Magníficat u otro).

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APÉNDICES 195
APÉNDICE II
FÓRMULA DE LA PROFESIÓN
300. Fórmula de la profesión temporal, leída individualmente:
Dios Padre,
tú me consagraste a ti el día de mi bautismo.
Como respuesta al amor de Jesús, tu Hijo,
que me llama a seguirlo más de cerca,
y conducido por el Espíritu Santo,
que es luz y fuerza,
yo, N. N.,
con plena libertad
te ofrezco todo mi ser,
comprometiéndome
a entregar todas mis energías
a quienes me envíes,
especialmente a los jóvenes más pobres,
a vivir en la Sociedad Salesiana
en comunión fraterna de espíritu y de acción,
y a participar, de ese modo,
en la vida y en la misión de tu Iglesia.
Por esto,
en presencia de mis hermanos,
ante N, N,, Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,
(o bien: ante...,
que hace las veces del Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,)

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196 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
aunque mi intención es ofrecerme a ti
por toda la vida,
sin embargo,
según las disposiciones de la Iglesia,
hago voto por ... año(s)
de vivir obediente, pobre y casto,
según el camino evangélico
trazado en las Constituciones salesianas.
Tu gracia, Padre,
la intercesión de María Santísima Auxiliadora,
de san José, de san Francisco de Sales
y de san Juan Bosco,
y mis hermanos salesianos
me asistan todos los días
y me ayuden a ser fiel.
El superior añade:
En nombre de la Iglesia
y de la Sociedad Salesiana,
te recibo como hermano comprometido
con votos temporales
entre los Salesianos de Don Bosco.
301. Fórmula de la profesión perpetua, leída individualmente:
Dios Padre,
tú me consagraste a ti el día de mi bautismo.
Como respuesta al amor de Jesús, tu Hijo,
que me llama a seguirlo más de cerca,
y conducido por el Espíritu Santo,
que es luz y fuerza,
yo, N, N,,
con plena libertad
te ofrezco todo mi ser,
comprometiéndome
a entregar todas mis energías

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APÉNDICES 197
a quienes me envíes,
especialmente a los jóvenes más pobres,
a vivir en la Sociedad Salesiana
en comunión fraterna de espíritu y de acción,
y a participar, de ese modo,
en la vida y en la misión de tu Iglesia.
Por esto,
en presencia de mis hermanos,
ante N. N,, Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,
(o bien: ante...,
que hace las veces del Rector Mayor
de la Sociedad de san Francisco de Sales,)
hago voto para siempre
de vivir obediente, pobre y casto,
según el camino evangélico
trazado en las Constituciones salesianas.
Tu gracia, Padre,
la intercesión de María Santísima Auxiliadora,
de san José, de san Francisco de Sales
y de san Juan Bosco,
y mis hermanos salesianos
me asistan todos los días
y me ayuden a ser fiel.
302. Si profesan muchos, pueden recitar juntos una de las fórmulas precedentes, según
el caso, dejando las palabras: Yo, N. N. y, en la profesión temporal: por...
años(s); al terminar añade cada uno:
Yo, N. N,,
hago voto por ... año(s} (o bien: para siempre)
de vivir el camino evangélico
trazado en las Constituciones salesianas.
El superior, en la profesión temporal, termina con las palabras de acogida; en la
perpetua invoca la bendición de Dios.

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198 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
APÉNDICE III
RENOVACIÓN DE LA PROFESIÓN
AL FINAL DE LOS EJERCTCTOS ESPIRITUALES
303. Al final de los ejercicios espirituales los hermanos renuevan los compromisos de su
profesión religiosa, en señal de mayor fidelidad a Dios.
304. Tal renovación es un acto que pertenece a la piedad privada; por ello, la Iglesia no
alienta la costumbre de incorporarla a'la celebración de la Eucaristía. Su lugar más
adecuado estará, pues, en la oración de Laudes o Vísperas, donde oportunamente
se tendrá el llamado « sermón de los recuerdos ».
305. Terminada la lectura, a la que sigue un breve silencio de meditación, el superior
dice estas palabras u otras semejantes:
Hermanos, en estos días de escucha más intensa
de la palabra de Dios, de oración y de conversión,
el Señor os ha dado la alegría de descubrir una vez más
las maravillas que ha hecho en vosotros
y os ha enriquecido con su gracia
para que podáis vivir con mayor fidelidad vuestra vocación.
Confirmad ahora vuestra voluntad de seguir a Cristo,
y renovad con fe y alegría la profesión religiosa.
306. Leen todos la fórmula de la profesión según el texto que se da en el cap. V,
núm. 205.
307. Al final el superior termina así:
Con la gracia de Dios,
la protección materna de María Auxiliadora
y la intercesión de san Juan Bosco,
procurad que vuestra vida sea digna de la vocación
que habéis recibido.
El Señor es fiel: os dará la fuerza para ello
y os protegerá del mal porque os ha elegido y os ama.
308. Omitido el responsorio, sigue la celebración con el cántico de Zacarías menedic-
tus) o de la Virgen María (Magníficat).

21 Pages 201-210

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21.1 Page 201

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APÉNDICES 199
APÉNDICE IV
RITO DE LA PROFESIÓN
EN PELIGRO DE MUERTE
309. Si un nov1c10 o profeso temporal enferma de gravedad y se halla en peligro
próximo de muerte, oído el parecer del médico y tras recibir la aprobación del ins-
pector, puede prepararse, si lo permiten el tiempo y las circunstancias, un rito uni-
tario para celebrar la profesión perpetua, el sacramento de la Unción y el Viático.
310. Por poco que sea posible, el rito tiene lugar dentro de la Eucaristía. En tal caso se
siguen las indicaciones y los textos para la celebración del sacramento « durante la
misa », que se hallan en el ritual de la Unción y cura pastoral de los enfermos. 1
311. Al terminar la breve homilía, comienza el rito de la profesión perpetua, según lo
indicado en el cap. IV, núm. 135. Los elementos fundamentales, que obviamente
se acomodarán a cuanto requiera la circunstancia particular, son:
- presencia de dos testigos (cf. núm. 158);
petición del hermano o pregunta del superior (cf. núms. 146-149);
oración litánica (cf. núm. 153-155) con los debidos arreglos en la última parte
de las invocaciones;
profesión (cf. núms. 158-159), seguida inmediatamente de la acogida del
superior (cf. núm. 165).
312. Omitida la solemne oración de« bendición o consagración», se pasa al sacramen-
to de la Unción.
Es oportuno que el presidente u otra persona idónea, recordando el texto de San-
tiago 5, 13-16 (« ¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la
1 Cf. Ritual Romano, Sacramento de la Unción y cura pastoral de los enfermos, cap. II, núms. 83-84.

21.2 Page 202

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200 RITUAL DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Iglesia y recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor... »)
o de Mateo 8, 5-10 (« Señor ... basta que lo digas de palabra y mi criado quedará
sano ... »), recuerde con adecuadas palabras de ocasión los momentos esenciales
del rito:
imposición de las manos: el que preside y todos los sacerdotes asistentes
imponen sus manos sobre la cabeza del enfermo sin decir nada; 2
bendición del óleo o acción de gracias sobre el óleo ya bendecido; 3
unción sagrada y oración. 4
313. La celebración de la misa prosigue con la liturgia eucarística. En el momento de la
comunión del enfermo, el que preside usa la fórmula para el Viático, tanto para el
Cuerpo como para la Sangre de Cristo. 5
314. La celebración puede acabarse con la bendición solemne, tomada del ritual de la
Unción 6 o de la profesión (cf. cap. IV, núm. 172-173).
2 Cf. Ritual Romano, Sacramento de la Unción y cura pastoral de los enfermos, cap. Il, núm. 76.
3 Cf. Ritual Romano, Sacramento de la Unción y cura pastoral de los enfermos, cap. Il, núms. 77-77his.
4 Cf. Ritual Romano, Sacramento de la Unción y cura pastoral de los enfermos, cap. Il, núms. 78-80.
5 Cf. Ritual Romano, Sacramento de la Unción y cura pastoral de los enfermos, cap. IV, núm. 142.
6 Cf. Ritual Romano, Sacramento de la Unción y cura pastoral de los enfermos, cap. Il, núm. 96.

21.3 Page 203

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ÍNDICE

21.4 Page 204

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21.5 Page 205

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Decreto del Rector Mayor .
5
Decreto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sa-
cramentos
7
PREÁMBULO
Decreto de la Congregación del Culto Divino
11
Rito de la profesión religiosa: introducción .
13
Naturaleza y valor de la profesión religiosa
13
Ritos que acompañan los diversos pasos de la vida religiosa
17
Formularios de la misa . . . . . .
20
Hacia una plenitud de vida en Cristo . . . . . . . . . . .
22
CAPÍTULO I
Admisión en la vida religiosa
25
CAPÍTULO II
Profesión temporal
33
A - Durante la misa. . . . . . . . . . . . . . .
36
B - Dentro de la celebración de Laudes o Vísperas
48
C - En una celebración de la Palabra . . . . . .
50

21.6 Page 206

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204 ÍNDICE
CAPÍTULO ID
Renovación de la profesión
51
A - Durante la misa
55
B - Dentro de la celebración de Laudes o Vísperas
60
C - En una celebración de la Palabra . . . . . . .
62
CAPÍTULO IV
Profesión perpetua
63
CAPÍTULO V
Misas rituales . . . . . . . . . . . . . . . .
87
A - Para la primera profesión religiosa
90
B - Para la renovación de la profesión
93
C - Para la profesión perpetua . . . .
95
D - En el XXV aniversario de la profesión religiosa
99
E - En el quincuagésimo aniversario de la profesión religiosa .
102
CAPÍTULO VI
Leccionario
..............
105
Primera lectura fuera del tiempo pascual
109
Primera lectura en el tiempo pascual
126
Segunda lectura
132
Evangelio . . . . . . . . . . . . .
164
APÉNDICES
Rito para la entrega del distintivo clerical o laical
189
Fórmula de la profesión . . . . . . . . . . . . .
195
Renovación de la profesión al final de los ejercicios espirituales
198
Rito de la profesión en peligro de muerte . . . . . . . . . . .
199

21.7 Page 207

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21.8 Page 208

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TYPIS POLYGLOTTIS VATICANIS