Cagliero 11 - dicembre 2013 - SPA


Cagliero 11 - dicembre 2013 - SPA

1 Page 1

▲back to top
Nome società
Titolo n otiziario
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Dicasterio para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de la misión salesiana
Q ueridos hermanos y amigos de
las misiones salesianas:
El encuentro más significativo que
he tenido este año ha sido la visita a
los lugares de Don Luis Bolla, un
misionero genial desaparecido en
febrero de 2013. Don Luis visitaba
cada año los treinta poblados Ashuar
en el territorio amazónico peruano
que forman una verdadera ‘iglesia
indígena’. Creo que sus palabras son el
mejor comentario al tema del CG27:
"Cuando el barco se separaba del
puerto de Génova viví uno de los
momentos más bellos de mi vida. Me
parecía que todo moría - tus
amigos, tu tierra, tus montes... Y
creo che este debe ser el
sentimiento de todos los misioneros.
En ese momento dije al Señor: ‘he
perdido todo, ahora sólo quedas TÚ,
porque en el nuevo mundo no
conozco a nadie. Y en ese momento
el Señor te responde: YO SOY TODO
y SÓLO PARA TI’. ¡Es un momento de
alegría, alegría infinita! Quisiera
que los jóvenes se entusiasmen por
seguir la vocación
misionera Sí, ¡la
vocación isionera es
un
don
extraordinario!"
¡Os deseo una
fructuosa celebración
de la Santa Navidad
2013!
P. Václav Klement, SDB
Consejero para las misiones
¡Una Inspectoría que no se lanza hascia
las fronteras, se enferma!
El artículo 6 de las Constituciones indica las
tareas que tenemos en la Iglesia:
La vocación salesiana nos sitúa en el
corazón de la Iglesia y nos pone plenamente
al servicio de su misión. Fieles a los
compromisos heredados de Don Bosco, somos
evangelizadores de los jóvenes,
especialmente de los más pobres; tenemos
cuidado especial de las vocaciones
apostólicas; somos educadores de la fe en los ambientes populares,
sobre todo con la comunicación social, y anunciamos el Evangelio a
los pueblos que no lo conocen. De este modo, contribuimos a edificar
la Iglesia como Cuerpo de Cristo, a fin de que, también por nuestro
medio, aparezca ante el mundo como sacramento universal de
salvación.”
Este artículo se refiere a cada salesiano, comunidad e
inspectoría. La realización de los fines de la Congregación es
responsabilidad de todos; esto vale para la educación y la educación
de los jóvenes, especialmente los más pobres, para las vocaciones
apostólicas, para la educación de la fe en los ambientes populares,
sobre todo con la comunicación social, y también para la
evangelización de los pueblos que no lo conocen. Este cuarto deber de
la Congregación de suscitar vocaciones misioneras, no es pues, una
tarea sólo del Consejero para las misiones, es de todos nosotros.
Para nuestras inspectoría existe el riesgo que el Papa
Francisco denuncia para la Iglesia: el cerrarse. Una inspectoría
autosuficiente y cerrada en sus necesidades, que no va por el
camino y no se lanza a las fronteras, se enferma. Hay inspectorías
con abundancia de vocaciones, que sólo piensan en sí mismas; hay
inspectorías pobres que reciben misioneros y que también mandan. La
Iglesia y la Congregación se renuevan con el compromiso misionero
y con el intercambio de los dones vocacionales; por eso son
importantes las comunidades internacionales; éstas son el signo de
que la Congregación está viva, porque en ella hay disponibilidad y
movilidad misionera.
P. Francesco Cereda
Consejero para la formación
(extracto del discurso en el II Encuentro de Misioneros en Europa,
Valdocco, 3 nov. 2013 ,
En vísperas del CH 27 y casi al final del sexenio quiero dar las GRACIAS a todos
los que colaboran en la redacción del Cagliero 11: Luciano Arcarese, P. Angelo
Biz, René Dassy, P. Alfred Maravilla, P. Hilario Passero, Renée Saghers,
P. Agustin Pacheco, y P. Dionisio Pacheco.

2 Page 2

▲back to top
Entre los Gitanos he descubierto mi vocación misionera
Mi vocación misionera ha ido creciendo desde hace tiempo. El primer
llamado fue durante mi juventud después conocer la vida de un
misionero, San Damián de Veuster. Entonces sentí una invitación a
estar con los más débiles. Los siguientes pasos de mi vida salesiana han sido
lentos. Años después, siendo director de los salesianos estudiantes de teología,
iba con ellos a un pueblo a 35 km de Bratislava donde un grupo de unos 400
gitanos habían construido casas en un campo. Las hermanas de Madre Teresa
habían comenzado ya algunas iniciativas con los niños. Pero para nosotros
salesianos, todo comenzó con la celebración de las misas dominicales para los
niños de los gitanos en la iglesia parroquial.
El siguiente paso en mi vocación misionera fue la preparación de los padres al
bautismo de sus hijos. Dispusimos algunos lugares en un viejo asilo para los
niños. Los adaptamos según la necesidad: como oratorio, como capilla, o como aula para preparar a los niños para
la escuela, etc. Al principio esperaba que los padres viniesen a nuestro "centro", pero finalmente tuve yo que ir a
buscarlos a sus casas en donde comencé las primeras "catequesis". Poco a poco llegué a conocer un bonito grupo de
familias. Además de nosotros (salesianos) también trabajaban las HMA, los jóvenes universitarios y también otros
religiosos que eran estudiantes de teología. Después de algunos meses el número de salesianos estudiantes de
teología disminuyó y se decidió mandarlos a la Crocetta de Turín. Al final, como salesiano, me quedé yo sólo.
Ahora vivo en una comunidad salesiana en un barrio de la ciudad de Kosice donde hay unos 5000 gitanos.
Nuestra presencia entre ellos me ha abierto los ojos a la presencia de una cultura diversa desde el punto de vista
social y también cristiano. Estando con ellos he entendido por qué los gitanos han logrado conservar lo que hoy
nosotros no entendemos de la cultura de "eficacia y derecho". Puedo sólo definirlo, tal vez de una manera poco
precisa, como la percepción de que el mundo no es de nuestra propiedad, sino de todos, y no somos dueños sino
sólo peregrinos; el sentido de la alegría de estar juntos como familia, grupo, etc. Aquí, creo que hay un campo
fértil para el Evangelio.
Por otro lado, los gitanos en su mayoría están bautizados pero no evangelizados. Nosotros
procuramos bautizar a sus hijos y nada más. Pero también he descubierto personas y familias abiertas a la fe. Para
mí que el desafío más grande consiste en comprender bien el núcleo cultural y no estigmatizarlos como "perezosos"
y "astutos". Hay que tener paciencia para encontrar el campo donde
sembrar. En ocho años de camino con ellos he descubierto que entre
los gitanos puedo vivir auténticamente la vida salesiana, vivir entre
pobres no sólo en sentido económico, sino también bajo el punto de
vista religioso, los que aún no han acogido a Jesucristo en su vida.
¡Entre los gitanos he descubierto mi vocación misionera!
P. Jozef Žembera
Eslovaco, misionero entre los gitanos de Eslovaquia
Entrevista al P. Faustino García Peña, Inspector de la Inspectoría África Occidental Francófona
(AFO) en francés y subrayado en español (http://vimeo.com/79889774 )
Intención Misionera Salesiana
Por los Jóvenes de la Región Europa Norte
Para que los jóvenes de Europa encuentren comunidades cristianas que les hagan ver
el rostro de Cristo hoy en los ambientes de la Familia salesiana.
El Proyecto Europa necesita la fuerza de regeneración endógena (desde dentro), que viene a través
de la nueva evangelización que descubre las raíces de la verdadera vida basada en los valores
cristianos. A pesar de las apariencias las nuevas generaciones europeas están en busca de la del
sentido de la vida, de la espiritualidad y del sentido de lo profundo. Que mediante la acción
educativa de la Familia Salesiana puedan ser la esperanza del futuro del continente europeo. El
compromiso en el voluntariado misionero, la activa participación en los grupos juveniles (Movimiento
Juvenil salesiano) en los ambientes salesianos puede ser el camino para volver a descubrir el rostro de la
Iglesia viva.