Cagliero 11 novembre 2014 - SPA


Cagliero 11 novembre 2014 - SPA

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Nome società
Titolo n otiziario
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Dicasterio para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de la misión salesiana
Queridos
amigos:
Se acerca de
nuevo el once
del
once.
Hagamos
memoria viva de aquel 11 de
noviembre de 1875, profecía de
todas las expediciones misioneras
salesianas que vendrán después;
incluso la del 28 de septiembre
pasado que acabamos de celebrar: la
Expedición 145º.
Poco a poco en las
inspectorías y en las casas el día
once de cada mes va tomando forma
y color misionero. Se multiplican las
iniciativas: rosario misionero,
celebraciones
comunitarias
misioneras, testimonios misioneros,
envíos misioneros de personas y de
grupos, etc.
Como el 24 de cada mes -
María Auxiliadora - y el último día
del mes - Don Bosco - el once
debería ser un "termómetro" y un
"faro": un "termómetro" que mide la
"temperatura misionera" de nuestros
corazones, de nuestras casas y de
nuestros proyectos; “no nos dejemos
robar la fuerza misionera"“, insiste
el Papa Francisco (EG 109); y
también un "faro" que orienta los
horizontes misioneros de nuestro
compromiso educativo y pastoral de
cada día, y que nos ayuda a no
quedarnos parados.
Que los animadores misioneros
sepan aprovechar la preciosa
oportunidad de cada 11 del mes
especialmente del de noviembre.
¡Gracias!
P. Guillermo Basañes SDB
Consejero para las misiones
La semilla plantada el 11 de November
de 1875 se ha hecho un gran árbol
La Memorias Biográficas recuerdan el primer envío
misionero de hace 139 años :
“L legó finalmente el 11 de noviembre... una
expedición misionera... había algo de épico en
los ojos de los que vivían en un rincón remoto de Turín llamado
Valdocco... Llegado el Magnificat de las vísperas, los
misioneros, de dos en dos, hicieron el ingreso en el presbiterio,
los sacerdotes vestidos a la española y con el bonete en la
mano, los seglares con traje negro y con el sombrero en la
mano...
Terminadas las vísperas, subió al púlpito nuestro Beato
Padre. Al aparecer él se hizo silencio en el gran mar de gente;
un estremecimiento de conmoción atravesó todo el auditorio,
que bebió ávidamente sus palabras. Cada vez que se refería
directamente a los Misioneros, se le velaba la voz, hasta
apagársele en los labios. Con esfuerzos... reprimía las
lágrimas, pero el auditorio lloraba... ‘De esta manera damos
inicio a una gran obra, no porque se tengan pretensiones o
creamos convertir al mundo entero en pocos días, no, pero
¿quién sabe si no es esta expedición y este poco como una
semilla de la que surgirá una gran planta?’” (BM XI,381ss ).
Gracias a este espíritu misionero, como elemento
esencial del espíritu salesiano, hoy el carisma de Don Bosco
está presente en 132 países. ¡Aquella semilla plantada el 11 de
septiembre de 1875 se ha convertido verdaderamente en una
gran planta !

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Retos y alegrías de un misionero en Bélgica
Durante mi noviciado leí el pasaje de Isaías 6,8: “Oí la voz del Señor que decía:
'¿A quién mandaré en mi lugar?”. Y yo respondí: 'Aquí estoy, Señor, mándame a
mí". Manifesté mi deseo misionero con mi maestro de novicios tres veces:
"compartir el amor de Dios con otras personas como misionero salesiano ya sea en mi país o
fuera de mi país". Pero la respuesta siempre era la misma: “¿Para qué quieres ser misionero en el extranjero?,
Indonesia necesita misioneros.”
Tiempo después, no pudiendo dejar de oír la voz de Dios que me llamaba a ser misionero ad extra, decidí una
vez más expresar mi deseo al director del posnoviciado, pero de nuevo recibí la misma respuesta: "Indonesia necesita
aún muchos misioneros". Esto no frenó mi deseo misionero. Aquí hay vocaciones, mientras que otras Provincias
salesianas, como otras partes de la Iglesia, tienen necesidad de obreros para la viña del Señor. Así, durante mi
segundo años de posnoviciado (sin permiso de mi director) decidí escribir directamente a Don Francis Alencherry,
entonces Consejero para las misiones. Dos meses después me respondió diciendo que me ofreciera para ser misionero.
En 2010 durante su visita a Indonesia hablé de mi deseo misionero con Don Václav Clement, el nuevo Consejero
para las misiones. Un mes después me escribió diciéndome que sería enviado como misionero a Bélgica. Estaba muy
entusiasmado con la idea de finalmente realizar mi vocación misionera. Han pasado ya cuatro años desde que llegué.
Durante estos años, como todos los misioneros del mundo, tuve que hacer un esfuerzo para aprender el flamenco y
poder comunicarme con la gente del lugar. He tenido que adaptarme también a las comidas, al clima, a la mentalidad,
y a su modo de vivir. Hice mi trienio y ahora estoy estudiando teología en Lovaina.
No es tan fácil vivir en Bélgica. Cada momento es un reto que trato de afrontar con fe y alegría. El
secularismo, el materialismo y el racionalismo desafían a la religión, a Dios y a la fe, sobre todo a los jóvenes. En
realidad me he dado cuenta de que, para la mayor parte de los jóvenes en Bélgica, estos argumentos son considerados
temas irrelevantes de conversación. Este ambiente secularizado daña también a nuestros misioneros salesianos. Si no
tenemos una fuerte espiritualidad podríamos ser simplemente un fenómeno social. Peor aún, nosotros mismos
podríamos vivir un estilo de vida secularizada.
Entonces, ¿cómo podemos anunciar al Evangelio en Bélgica? Quisiera compartir mi experiencia. Un día, algunos
amigos, que me habían visto jugar futbol, me preguntaron que si yo era futbolista. "No", les dije, "Yo soy salesiano".
"¿Que es un salesiano?", preguntó uno de ellos. "Un salesiano es un religioso sacerdote o coadjutor". "¿Qué haces aquí?",
preguntó otro. Le dije: "Yo soy misionero". "¿Qué?, ¡misionero en Bélgica! ¿No te parece esto un poco raro?, replicó con
sorpresa. Y añadí: "Es que yo soy un misionero moderno". Sin embargo en este sencillo encuentro me hice amigo de
ellos. Ahora estamos empezando a hablar de religión, de la fe y de Dios. Incluso me han aceptado como misionero. Más
aún, he descubierto que en esta sociedad secularizada, materialista y racionalista la amistad es la que abre al primer
anuncio de Cristo.
Estoy muy contento de ser misionero aquí en Bélgica. Con la ayuda de vuestras oraciones un día nuestro
testimonio misionero y el esfuerzo para favorecer el primer anuncio producirá frutos abundantes!
Cl. Antonius Berek
Indonesio, misionero en Bélgica
Testimonio de santidad misionera salesiana
“El verdadero vínculo que tiene fraternalmente unidos estos queridos hijos de la tez morena
y de corazón tan bueno, es siempre el mismo: la caridad y las buenas maneras. Saben que son
amados, eso es todo; y tratan de corresponder a nuestras premuras, aún a costa de pequeños
sacrificios personales ” (Octubre 1926).
De un artículo escrito para el Boletín Salesiano por el Siervo de Dios Constantino Vendrame (1893-
1957), apóstol inflamado del Evangelio, como un nuevo San Francisco Javier en el Noreste de la India
Intención Misionera Salesiana
Los Salesianos de la región Asia Sur
Para que los Salesianos se comprometan en la evangelización en sus obras
educativas o sociales, en las actividades de empowerment político de nuestros
destinatarios.
En el contexto de la grande misión salesiana a veces estamos tentados a quedarnos en el trabajo socia:
eliminar el analfabetismo, la educación de calidad u ofrecer a los jóvenes una buena preparación
técnica, salvar a los muchachos de la calle, etc. Y podemos olvidar poco a poco que somos ante todo
discípulos de Jesús de Nazaret. La solución de Jesús es salvar a la humanidad de todo mal, también de la
opresión material y social. Lo mejor que podemos dar a los pobres es el Evangelio y el Espíritu que nos
hace libres. Si bien la conversión no es nuestro objetivo directo, proclamar a Jesús en todas nuestras
acciones y palabras es nuestro derecho a partir del bautismo, y es importante para nuestra vocación
durante toda la vida.