Cagliero11_2019_06_es


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N. 126 - Junio 2019
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Sector para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de las misiones salesianas
Q ueridos hermanos, queridos amigos:
Estamos ya en la 4ª bienaventuranza del Papa Francisco:
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados”.
Busquen la justicia con hambre y sed, esto es santidad[GE 79]
No es correcto que tantos jóvenes estén fuera del camino de una
educación estable y de calidad. El cuarto objetivo para el desarrollo
sostenible (Naciones Unidas, Agenda 2030) también lo ha dejado claro.
Las misiones salesianas siempre se han caracterizado por un compromi-
so serio, creativo, inculturado en la educación. En esto es donde los misioneros salesianos expresan especial-
mente su forma típica de "cooperar con los que construyen una sociedad más digna del hombre" (Const 33).
Don Bosco necesita misioneros salesianos hoy, que estén listos para trabajar por la justicia y la paz en el
mundo, como el Salesiano Coadjutor, el Sr. Matthew Thaiparambil († 01.02.2019) quien en Calcuta durante
más de cuarenta años con tenacidad y creatividad ayudó a miles de jóvenes que abandonaban la escuela. El
camino de oro salesiano no es otro que la educación de los jóvenes. ¡Educadores misioneros salesianos que
tienen hambre y sed de justicia! Buscar la justicia con hambre y sed, especialmente educando a los
jóvenes, esto es propio del misionero salesiano.
P. Guillermo Basañes, SDB, Consejero para las Misiones
C on frecuencia se oye decir que es difícil ser misionero en
Japón porque no se siente la satisfacción de constatar resul-
tados visibles. Es cierto. Personalmente admito que la mi-
sión es difícil, pero no acepto que no se sienta la alegría y que no
haya ningún resultado visible. Desde años me ocupo en atender
dos grupos de 10 o 15 personas cada uno que por diversas razones
se han acercado a la iglesia y participan en los cursos de catecis-
mo. Casi todos llegan a ser catecúmenos y a su tiempo reciben el
bautismo.
Preparar y acompañar el bautismo de una persona que, a pesar
de no conocer a Dios ni saber que se ha hecho hombre para hacer-
nos felices, experimenta sin embargo una fuerte necesidad de Él,
es un camino largo, pero una aventura entusiasmante y dichosa; requiere paciencia, pero algo se consigue
porque la gracia del Señor hace lo que el misionero no puede hacer.
Es importante escuchar a la gente, pero también es vital presentar la buena nueva con convicción, alegría
e incluso con un poco de habilidad, siempre acompañada de una buena sonrisa. La mayoría de los japoneses
no necesitan el pan material, pero tienen mucha necesidad del pan espiritual.
Si el misionero se empeña en comunicar la belleza de vivir en buena armonía con Jesús y con el prójimo,
sentirá lo difícil de la misión en Japón, pero no podrá nunca decir que le falta la alegría de ser misionero,
aunque los resultados no sean espectaculares.
Achile Loro Piana (DIAM de Japón)
Testimonio de Santidad Misionera Salesiana
P Pierluigi Cameroni SDB, Postulador General para las Causas de los Santos
El Siervo de Dios Mons. Orestes Marengo (1906-1998), grande misionero del Noreste de la
India y fundador de tres diócesis. En 1923 hizo el noviciado en Foglizzo; seguidamente,
después de la muerte de un clérigo que había sido destinado a las misiones de la India, con-
sigue sustituirlo. “Este era el mayor de los deseos de mi vida. Había pedido hacerme
salesiano para poder consagrar mi vida al apostolado en tierra de misión. No me importaba
dónde me mandaran”. Era el más joven de los que partían: solo 17 años. Vivió un camino de
santidad inspirado en la Palabra de Jesús: “En verdad les digo: el que no acoge el reino de
Dios como un niño, no puede entrar en él”

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Preparado para esperar…
E ra agosto de 2015, en ocasión de la celebración del
bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, cuando
sentí que la llamada a ser misionero ad gentes se hacía
cada vez más fuerte. En aquel entonces era Delegado inspecto-
rial para la animación misionera de la Provincia FIN (Filipinas
Norte). No me daba cuanta que mientras me dedicaba a pescar
personas que se enamorasen de las misiones y ser misioneros,
la pesca caía precisamente sobre mí. Y así, a su tiempo, yo fui
el primer pescado.
En agosto de 2016, motivado por misioneros salesianos que
conozco, sobre todo el P. Pedro Zago y Luis Iriarte, de los que
he experimentado personalmente el testimonio de su
gentileza, de su celo y de su alegría, sobre todo durante mis
años jóvenes de los´80 en Don Bosco Tondo, decidí susurrar a
Dios esta oración: “Sí, Señor, Por favor, mandadme como mi-
sionero vuestro”. Don Bosco me ha regalado tanto. Y así he
respondido: “Gracias, Don Bosco. ¡Feliz cumpleaños! Me ofrezco
como un humilde don para ti”. Antes era uno de tantos destinatarios de la gran bondad y
generosidad de los misioneros, ahora me siento uno de los pocos llamados a trasmitirlo. Como si Dios me
hubiera dicho: Ramón, es hora de devolver lo recibido; veta a ser misionero, esta vez donador”.
Así, en agosto de 2017, a los 27 años, fui enviado como misionero a la arquidiócesis de Kuching, Sarawak,
Malasia, y aquí estoy con los Padres André Belo, de Timor Este, y el Coadjutor Manuel Rúperez de España.
Como los demás compañeros misioneros enviados a diversos países, todos pertenecientes a la 148ª
expedición misionera salesiana, yo llego a esta parte de Malasia para ser discípulo de Dios en el espíritu de
San Juan Bosco.
El proyecto que los salesianos llevamos a cabo es una escuela de formación profesional, de propiedad de la
Arquidiócesis, para los jóvenes pobres del lugar. Pero por razones circunstanciales este proyecto está aún
lejos de realizarse. Entonces, por recomendación del Arzobispo de Kuching, nuestro provincial nos ha
encargado ayudar en los ministerios de la Arquidiócesis en espera de la fundación de la escuela. Los dos
sacerdotes ayudamos en la Comisión Jóvenes de la Arquidiócesis mientras colaboramos en las parroquias
vecinas sobre todo con las Santas Misas, sacramentos y formación. Nuestro hermano laico es uno de los
maestros de la Escuela Internacional San José. Una escuela católica de Kunching city.
Estamos aquí en Malasia desde 2017, pero nuestra presencia salesiana, debe aún afianzarse. Ni siquiera
tenemos residencia, donde podamos vivir y rezar juntos como hermanos salesianos, ni una escuela que
podemos llamar nuestra, donde podamos prestar nuestro servicio a los jóvenes, evangelizándolos a nuestra
manera salesiana. Y sin embargo seguimos esperando y rezando, confiando que a su tiempo y con la gracia
de Dios, por intercesión de María, lo conseguiremos. Como diría y haría quien está locamente enamorado:
“Estamos dispuestos a esperar… no importa el costo”.
Han sido necesarios cuarentaicinco años para decir “sí” al llamado de Dios para ser misionero. Y Dios estaba
bien dispuesto a esperar. Solo espero que no se necesiten cuarentaicinco años para que se estabilice la
presencia misionera salesiana. Pero no importa el precio y el cuándo, así como Dios mismo ha hecho,
también yo estoy dispuesto a esperar.
P. RAMON G. BORJA, SDB, Misionero filipino en Malasia
Por las vocaciones religiosas
y sacerdotales salesianas
en EUROPA
Intención Misionera Salesiana
Para que el Señor continúe enviando santas y abundantes vocaciones a la abundante mies de la misión
salesiana y conceda la perseverancia y la santidad a los que ha llamado.
The La Iglesia y la Familia Salesiana, rica de ministerios, carismas e vocaciones,
sigue teniendo una imperiosa necesidad de consagrados que vivan y animen el caris-
ma salesiano de Don Bosco en comunidades fraternas, que testimonien el primado
absoluto de Dios y la total donación al servicio de los jóvenes. Recemos para que el
Señor siga invitando nuevos y generosos salesianos que sean signos de su amor a los
jóvenes, especialmente en Europa.