Introducción


Introducción

Manual para los Grupos Misioneros

Introducción

El presente Manual para los Grupos Misioneros tiene como principales objetivos:


  • Ayudar a aunar criterios y conceptos referidos a los Grupos Misioneros y brindar elementos y orientaciones que contribuyan a mejorar su funcionamiento y su acción evangelizadora.

  • Servir como material de apoyo para la formación de los Animadores de los Grupos Misioneros.

  • Servir de orientación a todos aquellos interesados en formar nuevos Grupos Misioneros.

 

Teniendo en cuenta que los Grupos Misioneros son una realidad muy compleja dentro de nuestra Iglesia, este Manual quiere brindar elementos orientativos, que cada Grupo tomará y adaptará según sus carismas y su realidad particular. Si bien existe una amplia diversidad entre los distintos Grupos en cuanto a su organización y funcionamiento, no ocurre lo mismo con el Espíritu que los anima que es uno solo, y el objetivo que persiguen, es cumplir el mandato de Jesucristo: “Vayan y anuncien”.

 

El contenido de ese Manual ha surgido a partir de la observación a la luz del Espíritu Santo, de las variadas y ricas experiencias que El mismo ha despertado en los Grupos Misioneros de la región NOA. Les agradecemos este valioso aporte, que ahora, adaptado por las OMP en Argentina ofrecemos para su uso a nivel nacional.


Jairo Calderón Benavides, imc.

Director Nacional de las O.M.P.


Mons. Luis Stöckler

Obispo de Quilmes

Presidente de la C.E.M.
















1) La Actividad Misionera de la Iglesia



El Señor Jesús, ya desde el principio "llamó a sí a los que Él quiso, y designó a doce para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar" 1. Antes de subir al cielo, fundó su Iglesia como sacramento de salvación, y envió a los Apóstoles a todo el mundo, como Él había sido enviado por el Padre2. Todos los evangelistas, al narrar el encuentro del Resucitado con los Apóstoles, concluyen con el mandato misional: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes. Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" 3. Por ello incumbe a la Iglesia el deber de propagar la fe y la salvación de Cristo4.


Todo el trabajo que la Iglesia hace para anunciar al mundo el Evangelio, recibe el nombre de Evangelización. Por eso, la misión de la Iglesia, su esencia misma es Evangelizar. La Iglesia peregrinante es, por su naturaleza, misionera, puesto que toma su origen de la misión del Hijo y de la misión del Espíritu Santo, según el propósito de Dios Padre 5. La gracia y la vocación propia de la Iglesia su identidad más profunda, es evangelizar. Ella existe para evangelizar 6.


Por el Bautismo todo cristiano participa de la Vida y la Misión de Cristo, Misionero del Padre, para dar una Buena Nueva a los hombres. Se dice misionero en cuanto el cristianos se sabe enviado, se dice evangelizador en cuanto al contenido de su misión. Por razones prácticas se utilizan las palabras como sinónimos, pero es bueno tener clara la distinción en la apreciación de ambas ideas.


Las diferencias en cuanto a la actividad dentro de esta misión evangelizadora de la Iglesia nacen de las diversas circunstancias en las que ésta se desarrolla. Mirando al mundo actual, desde el punto de vista de la evangelización, se pueden distinguir tres situaciones 7:


  • Primera Evangelización ( = Misión Ad Gentes = Actividad Misionera Específica): Es aquella actividad misionera de la Iglesia que se dirige a pueblos, grupos humanos, contexto socioculturales donde Cristo y su Evangelio no son conocidos, o donde faltan comunidades cristianas suficientemente maduras como para poder encarnar la fe en el propio ambiente y anunciarla a otros grupos. Es la actividad evangelizadora que se dirige a "los que todavía no" son cristianos.


  • Actividad Pastoral (= Atención Pastoral = Pastoral de Conservación) Hay también comunidades cristianas con estructuras eclesiales adecuadas y sólidas; tienen un gran fervor de fe de vida; irradian el testimonio del Evangelio en su ambiente y sienten el compromiso de la misión universal. En ellas se desarrolla la actividad o atención pastoral de la Iglesia. Es la actividad evangelizadora que se dirige a "los que ya" son cristianos. Mientras la Actividad Misionera usa una metodología de conversión individual, la Actividad Pastoral es más bien grupal o masiva.


  • Nueva Evangelización (= Reevangelización): Se da, por último, una situación intermedia, especialmente en los países de antigua cristiandad, pero a veces también en las Iglesias más jóvenes, donde grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio. En este caso es necesaria una "nueva evangelización" o "reevangelizacion". Es la actividad evangelizadora que se dirige a "los que ya no" son cristianos.


Aclarados estos conceptos, podemos delimitar el ámbito de las palabras Evangelización y Misión. La palabra Evangelización se utiliza para referirse a toda la actividad de la Iglesia en cuanto anuncia a Jesucristo, mientras que la palabra Misión se refiere específicamente a la Primera Evangelización, y un poco más generalmente, también a la Nueva Evangelización.


Cabe también destacar la concepción renovada de la Misión Ad Gentes que desarrolla Juan Pablo II en Redemptoris Missio. Anteriormente al Concilio, se había afirmado sencillamente que la Misión Ad Gentes se desarrollaba en los llamados "territorios de misión". El Decreto Ad Gentes suaviza esta afirmación diciendo que la actividad misionera, "de ordinario" se realiza en los territorios de misión 8. Juan Pablo II comienza afirmando que "la misión Ad Gentes, en virtud del mandato universal de Cristo no conoce confines" (RMi 37), y a continuación delinea diversos ámbitos de la misma:


  • Ambitos territoriales: El primero (y más antiguo) de los criterios para delimitar la Misión Ad Gentes es el geográfico. Especialmente en Asia, pero también en África, América Latina y Oceanía, hay vastas zonas sin evangelizar; a pueblos enteros y áreas culturales de gran importancia en no pocas naciones no ha llegado aún el anuncio evangélico y la presencia de la Iglesia local. Incluso en países tradicionalmente cristianos hay regiones confiadas al régimen especial de la misión ad gentes, grupos y áreas no evangelizadas.


  • Mundos y fenómenos sociales nuevos. la urbanización y en el incremento masivo de las ciudades, sobre todo donde es más fuerte la presión demográfica. Por otra parte, las migraciones han producido un fenómeno nuevo: los no cristianos llegan en gran número a los países de antigua cristiandad, creando nuevas ocasiones de comunicación e intercambios culturales, lo cual exige a la Iglesia la acogida, el diálogo, la ayuda y, en una palabra, la fraternidad.


  • Áreas culturales o areópagos modernos.: el mundo de la comunicación (los medios de comunicación social), el compromiso por la paz, el desarrollo y la liberación de los pueblos; los derechos del hombre y de los pueblos, sobre todo los de las minorías; la promoción de la mujer y del niño; la salvaguardia de la creación, son otros tantos sectores que han de ser iluminados con la luz del Evangelio. Hay que recordar, además, el vastísimo areópago de la cultura, de la investigación científica, de las relaciones internacionales que favorecen el diálogo y conducen a nuevos proyectos de vida.


Para concluir, es importante recordar las palabras con que Juan Pablo II comienza su Carta Encíclica Redemptoris Missio: "La Misión de Cristo Redentor, confiada a la Iglesia, está aún lejos de cumplirse. A finales del segundo milenio después de su venida, una mirada global a la humanidad demuestra que esta misión se halla todavía en los comienzos y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio" 9.


Abreviaturas Utilizadas

AG

Ad Gentes, Decreto Conciliar sobre la actividad misionera de la Iglesia, Concilio Vaticano II, 1965

AA

Apostolicam Actuositaten: Decreto Conciliar sobre el apostolado de los laicos, Concilio Vaticano II, 1965

EN

Evangelii Nuntiandi: Exhortación Apostólica acerca de la Evangelización del mundo contemporáneo. Pablo VI, 1975

Rmi

Redemptoris Missio: Carta Encíclica sobre la Misión del Redentor. Juan Pablo II, 1990

CM

Cooperatio Misionalis .Instrucción de la Congregación para la evangelización de los pueblos sobre la cooperación misionera, 1998

SD

Conclusiones de la IV Conferencia Plenaria del Consejo Episcopal Latinoamericano reunida en Santo Domingo


2) Organización Misionera


a) A nivel Internacional, Nacional y Diocesano

El Santo Padre es el principal responsable de la evangelización a nivel mundial. El ha encomendado a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (una Congregación de la Santa Sede, que depende directamente del Papa) la dirección y coordinación de las misiones a nivel universal.


De ella dependen las Obras Misionales Pontificias, que están presentes en todo el mundo y en cada diócesis. Estas Obras Misionales poseen a nivel internacional un Presidente, que tiene su sede en Roma. Cada una de las cuatro Obras, tiene un Secretario General, también con sede en Roma. A nivel nacional, hay un Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias, y un Secretario Nacional para cada una de ellas.


A nivel nacional, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), integrada por los obispos de las diócesis de nuestro país, es el principal responsable de la misión. La CEA se organiza en Comisiones de trabajo, presididas e integradas por los obispos. Una de ellas es la Comisión Episcopal de Misiones (CEM), que tiene el cometido de incrementar la evangelización «ad gentes», la animación y la cooperación misionera en sus diversas formas, y mantener las relaciones con la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y con la Conferencia Episcopal, para garantizar la unidad de acción10. Dependiente de esta Comisión funciona un Concejo Nacional de Misiones (CoNaMis) que busca integrar y coordinar el esfuerzo de todas las instituciones, congregaciones y comunidades misioneras a nivel nacional. Este Concejo está presidido por el mismo presidente de la CEM, y está integrado por el Director Nacional de OMP, los Secretarios Nacionales de las cuatro OMP, representantes de cada región pastoral (generalmente un Director Diocesano de OMP), un representante de las congregaciones religiosas misioneras masculinas y otro de las femeninas y dos representantes laicos de los Grupos Misioneros. De este Concejo depende un Equipo Nacional de Grupos Misioneros, integrado por representantes de las distintas regiones pastorales de país.


En cada región pastoral funciona un Equipo Regional de Grupos Misioneros, conformado por el sacerdote/religioso a cargo de los Grupos Misioneros de cada diócesis y el delegado laico de los mismos.


A nivel diocesano, el Obispo es el principal animador y responsable de la misión. El nombra un Delegado Episcopal para las Misiones que será quien específicamente tendrá a su cargo la animación misionera diocesana, ayudado en esta tarea por un Equipo Diocesano de Pastoral Misionera (o Equipo Diocesano de Misiones). Como en cada diócesis debe existir una dirección diocesana de OMP, puede ser recomendable que quien es el Director Diocesano de las OMP, sea también el Delegado Episcopal para las Misiones.


También existe en cada diócesis un Delegado Diocesano de los Grupos Misioneros, que puede ser designado por el Delegado Episcopal para las Misiones o elegido por los Grupos Misioneros. El delegado diocesano de los GM tiene la responsabilidad de animar misioneramente a los Grupos, velar porque los mismos estén en contacto, y ser su representante ante el Delegado Episcopal para las Misiones.


Todos los Grupos Misioneros deben estar integrados a la Pastoral Misionera Diocesana para realizar un trabajo conjunto y en sintonía con el resto de la diócesis y con los lineamientos que se propongan desde el CoNaMis y las OMP tanto a nivel diocesano como nacional.



b) Las Obras Misionales Pontificias


Las Obras Misionales Pontificias (OMP) son una institución de la Iglesia universal y de cada Iglesia particulares, encargada de infundir en los católicos, desde la infancia, el sentido verdaderamente universal y misionero, y de recoger eficazmente los subsidios para bien de todas las misiones, según las necesidades de cada una. Son el instrumento oficial y principal de todas las Iglesias para la cooperación misionera.


"Entre todas las obras de asistencia intereclesial, las OMP deben ocupar siempre el primer puesto por dos razones: en primer lugar, porque se dirigen a todos los bautizados, a todas las comunidades cristianas y se preocupan de las necesidades de todas las Iglesias de misión: son el seno de la Iglesia, la expresión del sentido católico y de la comunión universal; en segundo lugar, porque las OMP tienen la finalidad de cooperar al anuncio del mensaje evangélico, que es el deber prioritario de la Iglesia" (Est. OMP Cap I N° 8b). Nacidas de particulares iniciativas carismáticas, las OMP se han desarrollado con el apoyo de la Santa Sede que, seguidamente, las hizo organizaciones pontificias para asegurarles mayor eficacia y un carácter universal.


¿Por qué se llaman Obras? Una obra es el resultado del trabajo o de la acción: en el trabajo misionero, "Obra" es lo que se realiza en bien al prójimo. Se llaman Obras para distinguirlas de una simple actividad apostólica transitoria. Son Obras porque representan una "organización" eclesial.


¿Por qué Misionales? Porque nos educan en el espíritu misionero universal y porque nos llevan a compartir la fe en Jesucristo y nuestros recursos económicos, espirituales y humanos, con los demás hermanos de las iglesias y comunidades nacientes. Ellas ayudan a que los cristianos y sus comunidades comprendan y cumplan su misión universal.


¿Por qué Pontificias? Porque están aprobadas expresamente por el Papa como obras evangelizadoras misioneras. Además, están a su disposición para ayudarle a cumplir tan alta misión.

 

Finalidad de las Obras Misionales Pontificias

Las OMP tienen, principalmente 2 finalidades:


A.- Animación Misionera

  • Formar e informar en todo lo relacionado con la misión

  • Animar misioneramente para la Nueva Evangelización y la misión Ad Gentes

  • Promover el espíritu misionero universal en el seno del Pueblo de Dios

  • Despertar y profundizar la conciencia misionera del Pueblo de Dios, informando sobre la vida y necesidades de la misión universal.

  • Recordar a los Pastores su responsabilidad misionera universal, invitándolos a participar en la evangelización del mundo.

  • Ser para cada diócesis, la Institución específica y principal, para la educación al espíritu misionero universal.


B.- Cooperación Misionera

  • Promover la cooperación espiritual y material para ayudar a la obra de la evangelización

  • Ayudar a la evangelización propiamente dicha, sin excluir, empero, la ayuda en el campo caritativo, social, médico, etc.

  • Favorecer de manera particular la colaboración con los Institutos misioneros que están al servicio de la evangelización del mundo "en nombre de la Iglesia y según la voluntad de la jerarquía"

  • Preocuparse de las necesidades de todas las Iglesias en Misión.

  • Suscitar vocaciones ad gentes y de por vida, tanto en las Iglesias antiguas como las más jóvenes.

  • Promover vínculos de íntima comunión en lo que se refiere a las riquezas espirituales, a los obreros apostólicos y a los recursos materiales.

  • Actuar, por un lado, como miembro privilegiado de comunicación de las Iglesias particulares entre sí, y por otro lado, entre cada una de ellas y el Papa.

  • Estimular a las Iglesias a rezar unas por otras, a ayudarse recíprocamente con el envío de personal y de medios materiales, suscitando así el espíritu de solidaridad en vista de la evangelización del mundo.


Las OMP son cuatro:

  • Obra de la Propagación de la Fe

  • Obra San Pedro Apóstol

  • Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera

  • Pontificia Unión Misional

 

OBRA DE LA PROPAGACION DE LA FE

Fundada en Lyón, Francia, en 1822, por María Paulina Jaricot

Tiene como finalidades principales:

  • Informar, sensibilizar y educar en el espíritu misionero, suscitando interés por la evangelización universal e todos los sectores del Pueblo de Dios, en las Familias, en las Escuelas, en los Movimientos Apostólicos y Asociaciones, "a fin de que toda la diócesis tome conciencia de su vocación misionera universal" (Estatutos)

  • Promover, teniendo presente la evangelización del mundo, la ayuda recíproca entre las diferentes Iglesias locales, tanto en el campo espiritual como material.

Trabaja con:

  • Juventud Misionera

  • Familia Misionera

  • Enfermos Misioneros: Unión de Enfermos Misioneros (UEM)

  • Cooperación Misionera

  • Revistas y Publicaciones misioneras


OBRA DE SAN PEDRO APOSTOL

Fundada en Caen, Francia, en 1889, por Estefanía y Juana Bigard

Tiene como finalidades principales:

  • Sensibilizar al pueblo cristiano sobre las necesidades de la formación del clero local en las "Iglesias misioneras"

  • Colaborar en la formación de los candidatos nativos al sacerdocio y a la vida religiosa para las Iglesias misioneras, mediante una ayuda espiritual y material.

  • Promover la consecución y aplicación de becas de estudios, pensiones, cuotas y otros donativos para la formación de los candidatos nativos al sacerdocio y a la vida religiosa.


OBRA DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA

Fundada en Francia, en 1843, por Monseñor Forbin Janson

Tiene como finalidades principales:

  • Ayudar a los educadores a despertar progresivamente en los niños y adolescencia una conciencia misionera universal.

  • Mover a los niños y asdolescentes a compartir la fe y los medios materiales con los niños de las regiones y de las Iglesias más necesitadas.

  • Darle apertura misionera a la pastoral de conjunto de la educación cristiana, integrándose a ella.

  • Promover con los niños y adolescentes la conciencia y el compromiso misionero.



PONIFICIA UNIÓN MISIONAL

Fundada en Italia, en 1916, por el P. Pablo Manna

Tiene como finalidades principales:

  • Ayudar a tomar conciencia de su responsabilidad misionera universal a los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y aspirantes al sacerdocio y a la vida religiosa. De esta manera, se darán cuenta del deber de concientización misionera que les incumbe en el seno de las comunidades de las cuales están encargadas.

  • Ayudar a buscar los métodos pastorales mejor adaptados a las circunstancias

  • Favorecer los intercambios fraternales y los testimonios de solidaridad entre los obreros apostólicos al servicio de la Iglesia, en los diferentes continentes.

  • Promover las otras Obras Misionales.


3) Qué son los Grupos Misioneros


Son grupos integrados mayormente por laicos (jóvenes y adultos), que se proponen responder al llamado de Dios a la vocación misionera ad gentes, obedeciendo el mandato de Jesucristo de "ir por todo el mundo y anunciar la Buena Nueva a toda la creación" 11. Muchos de ellos cuentan también con religiosos y/o sacerdotes entre sus miembros. Para ello, conforman grupos en Parroquias, Colegios religiosos o Universidades, en los cuales puedan recorrer en comunidad el camino del descubrimiento de la vocación misionera.


Se insertan en la dinámica de evangelización desde su comunidad de origen (Parroquia, Colegio, etc.), con la mirada fija en la misión ad gentes. Por ello, colaboran en la actividad pastoral de su comunidad, asumiendo la Nueva Evangelización. Su prioridad permanente es tratar de llegar a los más alejados, a los pobres, a aquellos de quienes nadie se acuerda o se preocupa. Mediante la acción misionera dentro (ad-intra) y fuera (ad-extra) de su comunidad de origen, prestan un servicio concreto a la Iglesia particular y se preparan para la misión ad gentes. Una característica distintiva de los Grupos Misioneros es su Actividad Misionera “ad extra” (es decir fuera de los límites de la jurisdicción) de la parroquia, lo cual los distingue de los Misioneros Parroquiales, cuya principal actividad es la misión “ad intra” (es decir, dentro de los límites de la jurisdicción) de la Parroquia.


Los GM son la propuesta de la Iglesia para canalizar la vocación misionera de los jóvenes y adultos, teniendo en cuenta que en Argentina, el camino misionero se estructura en las siguientes etapas:

  • 4 a 11 años: Infancia Misionera

  • 12 a 16 años: Adolescencia Misionera

  • 17 en adelante:

    • Grupos Misioneros

    • Familia Misionera: en los cuales todos sus integrantes participan en la misión

Los Grupos Misioneros implican un doble servicio:


  • Son un servicio de la Iglesia dirigido a los laicos, para ofrecerles animación y formación misionera mediante la asociación en grupos, en los que se capacita a los laicos para ser buenos misioneros que se proyecten hacia la Nueva Evangelización y hacia la Misión Ad Gentes.


  • Son a la vez un servicio de los laicos a la Iglesia, puesto que en sus comunidades de origen asumen la Nueva Evangelización, la animación y cooperación misioneras, y se proyectan hacia la Misión Ad Gentes “más allá de las fronteras”.


A ellos se refiere, entre otros, Juan Pablo II, cuando habla de los "movimientos eclesiales dotados de dinamismo misionero" que, "cuando se integran con humildad en la vida de las iglesias locales y son acogidos cordialmente por los Obispos y sacerdotes en las estructuras diocesanas y parroquiales, representan un verdadero don de Dios para la nueva evangelización y para la actividad misionera propiamente dicha" 12.


En su mayoría, son grupos estables que se reúnen durante todo el año para procurar su formación y crecimiento espiritual y comunitario. Generalmente provienen de una misma comunidad de origen. Pero también están los que se conforman específicamente para la preparación y realización de las misiones (generalmente en verano), procedentes de distintas comunidades.

1 4) Objetivos y Actividades Propias de los

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2 Grupos Misioneros

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3 Planificación. Como toda actividad, es muy importante que las actividades de los GM sean debidamente planificadas. Esto implica que, al comenzar cada año, se elabore un proyecto que contenga:

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4 Objetivos claros y concretos: los cuales ayudarán a tener un horizonte definido de qué es lo que se desea lograr. Puede fijarse un objetivo general y varios objetivos específicos. Los objetivos deben estar en consonancia con el Plan Pastoral de la Diócesis y con el Plan Pastoral de la comunidad de origen, los cuales deben ser conocidos por el GM.

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5 AUTORITARIO

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6 PATERNALISTA

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7 PERMISIVO

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8 DEMOCRATICO

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9 a.- MODELOS

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10 b.- PATRONOS

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