PRÓLOGO


PRÓLOGO

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La ley de enero es muy rigurosa, pero febrero ya es otra cosa.











  1. Retiro ………………….………..................3 - 9

  2. Formación…………….………............. 10 - 23

  3. Comunicación.….…..................... 24 - 27

4. El anaquel……….…….....................28 - 45







Revista fundada en el año 2000

Segunda época


Dirige: José Luis Guzón

C\\ Las Infantas, 3

09001 Burgos

Tfno. 947275017 Fax: 947 275036

e-mail: jlguzon@salesianos-leon.com


Coordinan: José Luis Guzón y Eusebio Martínez

Redacción: Álvaro Suárez Medina

Maquetación: Xabi Camino

Asesoramiento: Segundo Cousido y Mateo González


Depósito Legal: LE 1436-2002

ISSN: 1695-3681








La vida en el Espíritu

Fuente del «Da mihi animas, cetera tolle»



Juan Manuel Ruano, sdb


Volver a Don Bosco”, es la inquietud que tiene toda la Congregación ante el Capítulo General XXVI. Volver a lo esencial del carisma que Dios suscitó en Don Bosco. Mirar a Don Bosco para que con él volvamos a los jóvenes, la patria de todo salesiano.


Volver a D. Bosco” es penetrar sus motivaciones, sus razones, su espiritualidad que le hizo ser “sacramento del amor de Dios a los jóvenes”. “Volver a Don Bosco” es auscultar en lo más profundo del alma de nuestro fundador. La misión es fruto de su vida interior, de su tensión espiritual. Si Don Bosco fue un contemplativo en la acción se debió a su autoconciencia de sentirse hijo de Dios. La misión para D. Bosco es tarea de hijos, de aquí su unidad de vida. Ser y misión era una misma realidad. Siente la llamada a ocuparse de los jóvenes porque es ocupación de Dios Padre manifestada en Jesús. La expresión más concreta de esta conciencia de filiación nos viene expresada en su lema “Da mihi animas, cetera tolle”. Su conciencia de hijo le hace sentir la pasión de Dios por los jóvenes. Ocuparse de los jóvenes es la forma ”de dedicarse de las cosas del Padre”.



VOLVER A DON BOSCO PARA VOLVER A JESUCRISTO


Nuestra regla viviente es Jesucristo, el Salvador anunciado en el Evangelio, que hoy vive en la Iglesia y en el Mundo, y a quien nosotros descubrimos presente en Don Bosco! (C.art.196) Esta afirmación de las Constituciones expresan en síntesis la vocación del salesiano: configurado a Jesucristo y da la vida por los jóvenes, como Don Bosco.

Toda vida interior está comprometida en trabajar para que la opción por Dios sea la norma de todas las opciones, la fuerza orientadora para todas las actividades y la dimensión profunda que da sentido a toda experiencia.


Don Bosco fundador es modelo y es norma de vida. En Don Bosco y en el proyecto constitucional salesiano emergen los elementos que definen ese estilo original de vida y de acción apostólica. Cada salesiano lleva dentro de sí una imagen de Don Bosco, que ha ido madurando a lo largo de los años, a través de la experiencia, lecturas, meditación,…


Las Constituciones nos determinan la clase de relación con Don Bosco: “Padre y Maestro” (C. art. 21). La formación permanente es un don, una gracia personal y comunitaria de encuentro con Don Bosco. En el título de PADRE nos engendra en el seguimiento de Cristo y para los jóvenes. Con el título de MAESTRO nos apunta al arte de enseñar, de hacerse comprender, de hablar con el lenguaje del corazón, de comunicar con vida. Alude al hecho de que nosotros lo hemos seguido dejándonos guiar de su experiencia y, a través de él, hemos querido seguir a Jesús Maestro.


Padre y Maestro es una expresión que nos conduce a dos actitudes: “lo estudiamos e imitamos admirando”. “Volver a Don Bosco” supone el compromiso de conocerlo en profundidad, desde la reflexión, la interpelación. Admirarlo: es contemplar, sentirse atraído, mirar con el corazón. Comprenderlo por amor.


Con Don Bosco, en cada hermano, en cada comunidad salesiana Dios quiere regalar a los jóvenes el amor que El siente por ellos.


1 CRITERIO FUNDAMENTAL DEL “DA MIHI ANIMAS”

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2 MEDIOS PARA CONFIGURARNOS A DON BOSCO

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