Carta, Lanzo


Pergamena 1 1


A mis queridos amigos: el Director, Maestros, Profesores, alumnos y todos los moradores del Colegio de Lanzo.



Dejad que os lo diga y nadie se dé por ofendido: sois unos ladrones; lo digo y lo repito, me lo habéis robado todo.


Cuando fui a Lanzo me encantasteis con vuestra bondad y cariño; aprisionasteis las facultades de mi mente con vuestra piedad; me quedó todavía este pobre corazón, cuyos afectos me robasteis por entero. Y ahora vuestra carta, firmada por doscientas manos amigas y queridísimas, se ha apoderado de todo este corazón; no ha quedado en él más que un vivo deseo de amaros en el Señor, de haceros el bien y salvar vuestra alma.


Este generoso rasgo de afecto me invita a ir ahí lo antes posible a haceros una visita, que espero no se retardará mucho. Quiero que en esa ocasión estemos realmente alegres de alma y cuerpo y que hagamos ver al mundo cuán alegres se puede estar en alma y cuerpo sin ofender al Señor.


Os agradezco, pues, muy cordialmente todo lo que habéis hecho por mí; no dejaré de recordaros cada día en la santa misa, pidiendo a la divina bondad os conceda salud para estudiar, fortaleza para vencer las tentaciones y la señaladísima gracia de vivir y morir en la paz del Señor.


El día 15 de este mes, dedicado a san Mauricio, celebraré la misa según vuestra intención; hacedme vosotros el favor de comulgar aquel día, para que yo pueda ir con vosotros al Paraíso.


Dios os bendiga a todos. Creedme siempre vuestro en Jesucristo.


Turín, 3 de enero de 1876.



Afmo. amigo

JUAN BOSCO, Pbro.





MB esp. XII, 38